Paleontología

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Paleontología, estudio de la vida prehistórica animal y vegetal, que se realiza mediante el análisis de restos
fósiles. El estudio de estos restos permite a los científicos determinar la historia de la evolución de organismos
extintos, de la misma manera que si fueran organismos vivos. La paleontología también desempeña un papel
principal en el conocimiento de los estratos rocosos o capas de la Tierra. Esta ciencia contribuye a la
elaboración de mapas geológicos muy precisos, esenciales en la prospección de petróleo, agua y minerales.
Para ello se utiliza información minuciosa sobre la distribución de los fósiles en los estratos, también
mediante diferentes métodos de datación, para estimar la edad de las rocas.
Hasta comienzos del siglo XIX, momento en el que se establecieron los principios básicos de la geología
moderna, no se conocía la verdadera naturaleza de los fósiles. Desde el siglo XVI, los eruditos debatían sobre
el origen de los fósiles. Algunos ya postulaban la concepción moderna de que los fósiles eran restos de
animales y vegetales prehistóricos, aunque otros los consideran rarezas de la naturaleza o creaciones del
demonio. Durante el siglo XVIII se creía que los fósiles eran reliquias del diluvio universal, citado en la
Biblia.
Estratigrafía y fósiles
Los paleontólogos consiguen la mayoría de la información mediante el estudio de los depósitos de rocas
sedimentarias que forman estratos y que se han ido sucediendo durante millones de años. Además, la mayoría
de los fósiles se encuentran en estas rocas sedimentarias. También se utilizan los fósiles, así como otras
características de las rocas, para comparar los estratos de distintas zonas del mundo. Gracias a esta
comparación, se puede determinar si los estratos se depositaron durante el mismo periodo de tiempo o bajo las
mismas condiciones ambientales. Toda esta información ayuda a realizar un análisis global de la evolución de
la Tierra. El estudio y comparación de los estratos geológicos se llama estratigrafía.
Los fósiles proporcionan muchos datos útiles para poder comparar los estratos. Algunos de ellos, llamados
fósiles indicadores, son de gran importancia debido a su amplia distribución geográfica y al escaso margen de
aparición sobre la Tierra. Representan, por tanto, especies que estuvieron muy repartidas y que vivieron en
periodos breves de tiempo. Los mejores fósiles indicadores son los organismos marinos. Estos animales
evolucionan con rapidez y se extienden por gran parte del mundo. Los paleontólogos dividen los últimos 570
millones de años de la historia de la Tierra en eras, periodos y épocas. La parte de la historia anterior se
conoce con el nombre de tiempo precámbrico, que comienza con el nacimiento de la Tierra, probablemente
hace más de 4.000 millones de años.
La evidencia más antigua de vida en el planeta es el fósil microscópico de una bacteria que vivió hace 3.600
millones de años. La mayoría de los fósiles precámbricos son diminutos. Las especies de mayor tamaño que
vivieron en el precámbrico superior eran blandas y no tenían caparazón o parte dura alguna, por lo que no
pudieron formar fósiles. Los primeros restos fósiles abundantes de animales algo mayores son de hace 600
millones de años.
La era paleozoica
Duró hasta hace 360 millones de años. Se divide en periodos: cámbrico, ordovícico, silúrico, devónico,
carbonífero y pérmico. Los fósiles indicadores de la primera mitad del paleozoico son algunos invertebrados
como trilobites, graptolitos, y crinoideos. Los correspondientes a la segunda mitad de esta era, comprenden
algunos fósiles de plantas y de vertebrados, como peces y reptiles.
Periodo cámbrico
Al principio del periodo cámbrico, hace 570 millones de años, la vida animal estaba confinada por completo a
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los mares. Al final del periodo, todos los filos (categoría máxima en taxonomía) del reino animal ya existían,
excepto los vertebrados. Los animales característicos de este periodo fueron los trilobites, unas formas
primitivas de artrópodos, que alcanzaron su máximo desarrollo en este periodo y que comenzaron a
extinguirse al final de la era paleozoica. Aparecen los primeros caracoles, así como los moluscos cefalópodos.
Otros grupos animales representativos del cámbrico fueron los braquiópodos, briozoos y foraminíferos. En el
reino vegetal las plantas predominantes eran las algas en los océanos y los líquenes en la tierra.
Periodo ordovícico
Los animales más característicos de este periodo, que comenzó hace 510 millones de años, fueron los
graptolitos, pequeños hemicordados (animales que poseían una estructura anatómica precursora de la espina
dorsal) coloniales. Aparecen los primeros vertebrados, unos peces primitivos, y los corales. Los animales más
grandes fueron unos cefalópodos (moluscos), que tenían un caparazón de unos 3 m de largo. Las plantas de
este periodo eran similares a las del periodo anterior.
Periodo silúrico
Este periodo se inicia hace 439 millones de años. El avance evolutivo más importante fue la aparición del
primer animal de respiración aérea, un escorpión. Se han encontrado fósiles de este organismo en
Escandinavia y Gran Bretaña. El primer fósil clasificado de una planta vascular (plantas terrestres con tejidos
que transportan el alimento), pertenece a este periodo. Eran plantas simples cuyos tallos y hojas no estaban
diferenciados.
Periodo devónico
Las formas de vida animal predominantes en este periodo, que comenzó hace 408 millones de años, fueron
varios tipos de peces, que abarcaban tiburones, dipnoos, peces acorazados y una forma primitiva de peces
ganoideos (con escamas duras), de los cuales evolucionaron probablemente los ancestros de los anfibios.
Algunos restos fósiles encontrados en Pensilvania y Groenlandia, indican que los primeros anfibios existían
ya en este periodo. También había corales, estrellas de mar, esponjas y trilobites. El primer insecto conocido
se ha encontrado en rocas devónicas.
De este periodo se conservan un número considerable de plantas fosilizadas; durante él se desarrollaron las
plantas leñosas, y a finales del devónico lo hicieron otras plantas terrestres tales como los helechos y helechos
con semillas, equisetales (colas de caballo) y unos árboles escamosos relacionados con los actuales selagos.
Aunque en la actualidad los equivalentes a estos grupos son plantas pequeñas en su mayoría, en el periodo
devónico fueron árboles. Algunos restos fósiles sugieren la existencia de bosques en este periodo; incluso han
aparecido tocones petrificados (mineralizados) de grandes plantas del devónico que medían unos 60 cm de
diámetro.
Periodo carbonífero
El periodo carbonífero comenzó hace unos 362 millones de años. Durante la primera parte de este periodo
había una gran variedad de equinodermos y foraminíferos en los mares, que incluso superaban a las formas
animales que aparecieron en el devónico. Un grupo de tiburones, los cestraciontes, predominaron entre todos
los grandes organismos marinos. Los animales terrestres más notables fueron los de un orden primitivo
llamado Estegocéfalos, un tipo de lagartijas anfibias que provenían de los dipnoos. Diversas plantas terrestres
comenzaron a diversificarse y a aumentar de tamaño, sobre todo en zonas pantanosas.
En la segunda parte del carbonífero surgieron los reptiles, que evolucionaron a partir de los anfibios y que
eran ya terrestres en su totalidad. Otros animales de este periodo fueron los arácnidos, las serpientes, los
escorpiones, más de 800 especies de ranas y los insectos más grandes que han existido (había una especie
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parecida a la libélula, con una envergadura de ala de 74 cm). Los vegetales mayores eran unos árboles
escamosos, cuyos troncos medían más de 1,8 m en la base y tenían una altura de 30 metros. También había
unas gimnospermas primitivas llamadas Cordaites, que tenían tallos carnosos, estaban rodeadas por una
cubierta leñosa y eran más delgadas y más altas que las anteriores. También aparece en este periodo la
primera conífera verdadera (una forma avanzada de gimnosperma, que consiste en una planta vascular con
semillas, pero sin flores).
Periodo pérmico
Este periodo comenzó hace 290 millones de años y durante el mismo ocurrieron sucesos tan relevantes como
la desaparición de gran parte de los organismos marinos y la rápida evolución y expansión de los reptiles. Los
reptiles de este periodo fueron, a grandes rasgos, de dos tipos: reptiles semejantes a los lagartos,
completamente terrestres, y reptiles semiacuáticos lentos. De entre todos los reptiles, fueron un pequeño
grupo, los Theriodontia, los que dieron lugar a los mamíferos. La vegetación de este periodo, estaba
constituida sobre todo por helechos y coníferas.
La era mesozoica
También se denomina con frecuencia la era de los reptiles, debido a que esta categoría animal dominó la
Tierra durante todo este tiempo. El inicio de la misma se remonta a 140 millones de años atrás e incluye el
periodo triásico, el jurásico y el cretácico. Los fósiles indicadores de esta era son un grupo de cefalópodos
extintos, llamados ammonites, los también extintos dólares de arena y los erizos de mar.
Periodo triásico
El reptil mesozoico más destacado, el dinosaurio, apareció por primera vez en este periodo, que comenzó hace
245 millones de años. Los dinosaurios del triásico no eran tan grandes como lo serían sus descendientes al
final de la era. Eran animales de tamaño reducido, en comparación con lo que serían más tarde, que corrían
sobre sus dedos posteriores, balanceando su cuerpo con fuerza, tenían una cola carnosa y rara vez excedían los
4,5 m de longitud. Otros reptiles del periodo son criaturas acuáticas como el ictiosaurio y reptiles voladores
como el pterosaurio.
En este periodo aparece el primer mamífero. Los restos fósiles de este animal están muy fragmentados, pero
parece haber sido de pequeño tamaño y de apariencia similar a un reptil. En el mar surgen los teleósteos, los
primeros ejemplares de los peces con espinas. La vida vegetal del triásico incluye una gran variedad de algas
marinas. En tierra, la vegetación predominante incluye especies de hoja perenne como los ginkgos, coníferas y
palmeras. También pequeños equisetales (colas de caballo) y helechos, que ya existían antes, aunque
comenzaron a extinguirse los miembros de mayor tamaño.
Periodo jurásico
El periodo jurásico empezó hace 208 millones de años y mientras duró los dinosaurios continuaron
evolucionando con gran variedad de tamaños y diversidad de formas. Una clasificación general de los mismos
incluye: los saurópodos, que eran cuadrúpedos corpulentos como el Apatosaurus (antes Brontosaurus);
dinosaurios carnívoros bípedos, como el Tyrannosaurus, dinosaurios herbívoros bípedos, como el Trachodon;
y los dinosaurios acorazados cuadrúpedos, como el Stegosaurus. También había reptiles alados incluido el
pterosaurio (pterodáctilo), que durante el jurásico, desarrolló sus pequeñas alas hasta alcanzar una
envergadura de 1,2 m. Los reptiles marinos eran los plesiosaurios, que eran un amplio grupo de cuerpo plano
como el de las tortugas, con un cuello largo y aletas anchas para nadar; los ictiosaurios, parecidos a los
delfines, y unos cocodrilos primitivos.
Los mamíferos del jurásico forman cuatro órdenes, todos ellos más pequeños que cualquier perro de tamaño
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reducido. Había ya insectos de órdenes actuales que incluían polillas, moscas, escarabajos, saltamontes y
termitas. Los crustáceos estaban representados por langostas, camarones y por ammonites y belemnites hoy
extinguidos, estos últimos parecidos a los calamares en que tenían un caparazón interno en forma de puro. La
vida vegetal durante el jurásico estuvo dominada por las cicadáceas, parecidas a palmeras pero de troncos
gruesos. Los fósiles de plantas del jurásico están distribuidos tanto en zonas templadas de la Tierra como en
las regiones polares, lo cual indica que el clima era suave y uniforme.
Periodo cretácico
Aún durante este periodo, que se inició hace 145 millones de años, los reptiles fueron las formas de vida
dominantes. Los cuatro tipos de dinosaurios que se encuentran en el periodo anterior aún subsisten y además
surge el quinto grupo, los dinosaurios astados (con cuernos). A finales del cretácico, hace 65 millones de años,
todas estas criaturas comenzaron a extinguirse. El pterosaurio más grande que ha existido vivió en esta época.
En Texas (Estados Unidos) se descubrió un fósil de este animal con una envergadura de alas de más de 1,5
metros. Otros reptiles de este periodo eran las serpientes y los lagartos. Se han descubierto también varios
tipos de aves cretácicas, como el Hesperornis, un ave buceadora de 1,8 m de largo que tenía alas vestigiales y
era incapaz de volar. Los mamíferos de este periodo incluyen a los primeros marsupiales, con un gran
parecido a la actual zarigüeya, y a los primeros animales placentarios, pertenecientes a un grupo de
insectívoros. Aparecen también los cangrejos y varias clases de peces modernos.
El paso evolutivo más importante en el reino vegetal durante el periodo cretácico es el desarrollo de las
angiospermas (plantas con flor), cuyos fósiles aparecen en formaciones rocosas cretácicas. Se desarrollan las
plantas caducifolias, entre las que se encuentran la higuera, el magnolio, el sasafrás y el chopo. Al final del
periodo aparecen muchas de las especies modernas de árboles y arbustos, que representan más del 90% de las
plantas conocidas de este periodo. Entre los fósiles del cretácico medio se encuentran restos de hayas, acebos,
laureles, arces, robles, plátanos y nogales. Algunos paleontólogos creen que estos árboles caducifolios (que
pierden las hojas cíclicamente), ya existían en el jurásico pero crecieron sólo en zonas altas, cuyas condiciones
no son favorables para la conservación de restos fósiles.
La era cenozoica
La era cenozoica comenzó hace 65 millones de años. Se divide en dos periodos, el terciario y el cuaternario,
que abarca hasta nuestros días. Sin embargo debido a la cantidad de información que manejan los
paleontólogos sobre esta era, se tiende a dividir cada periodo en épocas. Durante la primera parte de esta era,
tuvo lugar una brusca transición de la edad de los reptiles a la edad de los mamíferos, ya que desaparecen los
grandes dinosaurios y otros reptiles que habían dominado la vida durante el mesozoico.
Los fósiles indicadores del cenozoico suelen ser microscópicos, como por ejemplo las diminutas conchas de
los foraminíferos. También se utiliza el polen fósil para la datación de los estratos rocosos de esta era.
Época del paleoceno
El paleoceno marca el inicio de la era cenozoica. De esta época se conocen siete grupos de mamíferos y todos
parecen ser originarios del norte de Asia, desde donde migraron a otras partes del mundo. Estos mamíferos
primitivos tenían muchas características en común. Eran pequeños y ninguna especie superaba la talla de un
oso. Eran todos cuadrúpedos, caminaban sobre la planta de los pies, con cinco dedos cada uno. Es probable
que tuvieran una cabeza pequeña con un hocico estrecho y por tanto una cavidad craneal reducida. Los
mamíferos predominantes del periodo fueron los miembros de tres grupos ya desaparecidos: los creodontos,
ancestros de los carnívoros modernos; los amblípodos, pequeños pero pesados; y los condilartros, herbívoros
de cuerpo ligero y pequeño cerebro. De los grupos del paleoceno, sobreviven los marsupiales, los
insectívoros, los primates y los roedores.
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Época del eoceno
Durante el eoceno, que comenzó hace 56 millones de años, aparecen una serie de ancestros que
evolucionarían hasta animales de nuestro tiempo. Eran de pequeña estatura, algunos de ellos como caballos,
rinocerontes, camellos, roedores y monos. Los creodontos y los amblípodos, continuaron evolucionando
durante esta época; sin embargo, los condilartros se extinguieron antes de finalizar la época. Surgen los
primeros mamíferos acuáticos, antecesores de las ballenas actuales, así como algunas aves, como las águilas,
los pelícanos, las codornices y los buitres. Los cambios en la vegetación que tuvieron lugar en esta época
respondían a las distintas adaptaciones de las plantas a los cambios climáticos.
Época del oligoceno
Durante esta época, de hace 35 millones de años, desaparecen la mayoría de los mamíferos arcaicos de las
primeras épocas del cenozoico. En su lugar aparecen representantes de un gran número de los mamíferos
actuales. Los creodontos se extinguen y surgen los primeros carnívoros verdaderos, parecidos a los gatos y los
perros. También vivió un antropoide (semejante al ser humano) en el norte de América que desapareció al
final de la época. Dos grupos de animales ya extintos, evolucionan durante este tiempo: los titanoterios,
relacionados con los rinocerontes y los caballos, y los oreodontos, que eran pequeños, semejantes a los perros
y comían hierba.
Época del mioceno
El desarrollo de los mamíferos durante el mioceno, que empezó hace 23 millones de años, estuvo relacionado
de forma directa con un importante avance evolutivo en el reino vegetal, la aparición de las gramíneas. Estas
plantas, ideales como forraje, contribuyeron al crecimiento y desarrollo de los animales herbívoros, como los
caballos y los rinocerontes, que abundaron en el mioceno. El mamut (mastodonte) siguió evolucionando y se
generaliza la presencia del Dryopithecus, un animal parecido a los gorilas, en Europa y Asia. Algunos
carnívoros, como los gatos y una especie de perro−lobo, se extendieron por varias partes del mundo.
Épocas del plioceno y pleistoceno
El plioceno tuvo lugar hace 5 millones de años. La paleontología de ambas épocas no difiere mucho y es
considerada por muchos zoólogos como el clímax de la 'edad de los mamíferos'. El pleistoceno comenzó hace
1,6 millones de años y se caracterizó por la abundancia de grandes mamíferos, de los cuales aún perviven la
mayoría. Algunos de ellos son los búfalos, los elefantes y los mamut o mastodontes. Estos últimos se
extinguieron antes de finalizar la época. En Europa hubo antílopes, leones e hipopótamos, carnívoros como
los tejones, zorros, linces, nutrias, pumas, mofetas, así como otras especies desaparecidas, como el gran tigre
dientes de sable. En el norte de América surgieron los primeros osos, debido a las poblaciones que migraron
desde Asia. El armadillo y el perezoso terrestre migraron desde el sur al norte del continente americano, y el
buey almizclero se extendió hacia el sur desde las regiones árticas. Los seres humanos, como tales,
aparecieron en esta época.
Paleontología, estudio de la vida prehistórica animal y vegetal, que se realiza mediante el análisis de restos
fósiles. El estudio de estos restos permite a los científicos determinar la historia de la evolución de organismos
extintos, de la misma manera que si fueran organismos vivos. La paleontología también desempeña un papel
principal en el conocimiento de los estratos rocosos o capas de la Tierra. Esta ciencia contribuye a la
elaboración de mapas geológicos muy precisos, esenciales en la prospección de petróleo, agua y minerales.
Para ello se utiliza información minuciosa sobre la distribución de los fósiles en los estratos, también
mediante diferentes métodos de datación, para estimar la edad de las rocas.
Hasta comienzos del siglo XIX, momento en el que se establecieron los principios básicos de la geología
moderna, no se conocía la verdadera naturaleza de los fósiles. Desde el siglo XVI, los eruditos debatían sobre
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el origen de los fósiles. Algunos ya postulaban la concepción moderna de que los fósiles eran restos de
animales y vegetales prehistóricos, aunque otros los consideran rarezas de la naturaleza o creaciones del
demonio. Durante el siglo XVIII se creía que los fósiles eran reliquias del diluvio universal, citado en la
Biblia.
Estratigrafía y fósiles
Los paleontólogos consiguen la mayoría de la información mediante el estudio de los depósitos de rocas
sedimentarias que forman estratos y que se han ido sucediendo durante millones de años. Además, la mayoría
de los fósiles se encuentran en estas rocas sedimentarias. También se utilizan los fósiles, así como otras
características de las rocas, para comparar los estratos de distintas zonas del mundo. Gracias a esta
comparación, se puede determinar si los estratos se depositaron durante el mismo periodo de tiempo o bajo las
mismas condiciones ambientales. Toda esta información ayuda a realizar un análisis global de la evolución de
la Tierra. El estudio y comparación de los estratos geológicos se llama estratigrafía.
Los fósiles proporcionan muchos datos útiles para poder comparar los estratos. Algunos de ellos, llamados
fósiles indicadores, son de gran importancia debido a su amplia distribución geográfica y al escaso margen de
aparición sobre la Tierra. Representan, por tanto, especies que estuvieron muy repartidas y que vivieron en
periodos breves de tiempo. Los mejores fósiles indicadores son los organismos marinos. Estos animales
evolucionan con rapidez y se extienden por gran parte del mundo. Los paleontólogos dividen los últimos 570
millones de años de la historia de la Tierra en eras, periodos y épocas. La parte de la historia anterior se
conoce con el nombre de tiempo precámbrico, que comienza con el nacimiento de la Tierra, probablemente
hace más de 4.000 millones de años.
La evidencia más antigua de vida en el planeta es el fósil microscópico de una bacteria que vivió hace 3.600
millones de años. La mayoría de los fósiles precámbricos son diminutos. Las especies de mayor tamaño que
vivieron en el precámbrico superior eran blandas y no tenían caparazón o parte dura alguna, por lo que no
pudieron formar fósiles. Los primeros restos fósiles abundantes de animales algo mayores son de hace 600
millones de años.
La era paleozoica
Duró hasta hace 360 millones de años. Se divide en periodos: cámbrico, ordovícico, silúrico, devónico,
carbonífero y pérmico. Los fósiles indicadores de la primera mitad del paleozoico son algunos invertebrados
como trilobites, graptolitos, y crinoideos. Los correspondientes a la segunda mitad de esta era, comprenden
algunos fósiles de plantas y de vertebrados, como peces y reptiles.
Periodo cámbrico
Al principio del periodo cámbrico, hace 570 millones de años, la vida animal estaba confinada por completo a
los mares. Al final del periodo, todos los filos (categoría máxima en taxonomía) del reino animal ya existían,
excepto los vertebrados. Los animales característicos de este periodo fueron los trilobites, unas formas
primitivas de artrópodos, que alcanzaron su máximo desarrollo en este periodo y que comenzaron a
extinguirse al final de la era paleozoica. Aparecen los primeros caracoles, así como los moluscos cefalópodos.
Otros grupos animales representativos del cámbrico fueron los braquiópodos, briozoos y foraminíferos. En el
reino vegetal las plantas predominantes eran las algas en los océanos y los líquenes en la tierra.
Periodo ordovícico
Los animales más característicos de este periodo, que comenzó hace 510 millones de años, fueron los
graptolitos, pequeños hemicordados (animales que poseían una estructura anatómica precursora de la espina
dorsal) coloniales. Aparecen los primeros vertebrados, unos peces primitivos, y los corales. Los animales más
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grandes fueron unos cefalópodos (moluscos), que tenían un caparazón de unos 3 m de largo. Las plantas de
este periodo eran similares a las del periodo anterior.
Periodo silúrico
Este periodo se inicia hace 439 millones de años. El avance evolutivo más importante fue la aparición del
primer animal de respiración aérea, un escorpión. Se han encontrado fósiles de este organismo en
Escandinavia y Gran Bretaña. El primer fósil clasificado de una planta vascular (plantas terrestres con tejidos
que transportan el alimento), pertenece a este periodo. Eran plantas simples cuyos tallos y hojas no estaban
diferenciados.
Periodo devónico
Las formas de vida animal predominantes en este periodo, que comenzó hace 408 millones de años, fueron
varios tipos de peces, que abarcaban tiburones, dipnoos, peces acorazados y una forma primitiva de peces
ganoideos (con escamas duras), de los cuales evolucionaron probablemente los ancestros de los anfibios.
Algunos restos fósiles encontrados en Pensilvania y Groenlandia, indican que los primeros anfibios existían
ya en este periodo. También había corales, estrellas de mar, esponjas y trilobites. El primer insecto conocido
se ha encontrado en rocas devónicas.
De este periodo se conservan un número considerable de plantas fosilizadas; durante él se desarrollaron las
plantas leñosas, y a finales del devónico lo hicieron otras plantas terrestres tales como los helechos y helechos
con semillas, equisetales (colas de caballo) y unos árboles escamosos relacionados con los actuales selagos.
Aunque en la actualidad los equivalentes a estos grupos son plantas pequeñas en su mayoría, en el periodo
devónico fueron árboles. Algunos restos fósiles sugieren la existencia de bosques en este periodo; incluso han
aparecido tocones petrificados (mineralizados) de grandes plantas del devónico que medían unos 60 cm de
diámetro.
Periodo carbonífero
El periodo carbonífero comenzó hace unos 362 millones de años. Durante la primera parte de este periodo
había una gran variedad de equinodermos y foraminíferos en los mares, que incluso superaban a las formas
animales que aparecieron en el devónico. Un grupo de tiburones, los cestraciontes, predominaron entre todos
los grandes organismos marinos. Los animales terrestres más notables fueron los de un orden primitivo
llamado Estegocéfalos, un tipo de lagartijas anfibias que provenían de los dipnoos. Diversas plantas terrestres
comenzaron a diversificarse y a aumentar de tamaño, sobre todo en zonas pantanosas.
En la segunda parte del carbonífero surgieron los reptiles, que evolucionaron a partir de los anfibios y que
eran ya terrestres en su totalidad. Otros animales de este periodo fueron los arácnidos, las serpientes, los
escorpiones, más de 800 especies de ranas y los insectos más grandes que han existido (había una especie
parecida a la libélula, con una envergadura de ala de 74 cm). Los vegetales mayores eran unos árboles
escamosos, cuyos troncos medían más de 1,8 m en la base y tenían una altura de 30 metros. También había
unas gimnospermas primitivas llamadas Cordaites, que tenían tallos carnosos, estaban rodeadas por una
cubierta leñosa y eran más delgadas y más altas que las anteriores. También aparece en este periodo la
primera conífera verdadera (una forma avanzada de gimnosperma, que consiste en una planta vascular con
semillas, pero sin flores).
Periodo pérmico
Este periodo comenzó hace 290 millones de años y durante el mismo ocurrieron sucesos tan relevantes como
la desaparición de gran parte de los organismos marinos y la rápida evolución y expansión de los reptiles. Los
reptiles de este periodo fueron, a grandes rasgos, de dos tipos: reptiles semejantes a los lagartos,
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completamente terrestres, y reptiles semiacuáticos lentos. De entre todos los reptiles, fueron un pequeño
grupo, los Theriodontia, los que dieron lugar a los mamíferos. La vegetación de este periodo, estaba
constituida sobre todo por helechos y coníferas.
La era mesozoica
También se denomina con frecuencia la era de los reptiles, debido a que esta categoría animal dominó la
Tierra durante todo este tiempo. El inicio de la misma se remonta a 140 millones de años atrás e incluye el
periodo triásico, el jurásico y el cretácico. Los fósiles indicadores de esta era son un grupo de cefalópodos
extintos, llamados ammonites, los también extintos dólares de arena y los erizos de mar.
Periodo triásico
El reptil mesozoico más destacado, el dinosaurio, apareció por primera vez en este periodo, que comenzó hace
245 millones de años. Los dinosaurios del triásico no eran tan grandes como lo serían sus descendientes al
final de la era. Eran animales de tamaño reducido, en comparación con lo que serían más tarde, que corrían
sobre sus dedos posteriores, balanceando su cuerpo con fuerza, tenían una cola carnosa y rara vez excedían los
4,5 m de longitud. Otros reptiles del periodo son criaturas acuáticas como el ictiosaurio y reptiles voladores
como el pterosaurio.
En este periodo aparece el primer mamífero. Los restos fósiles de este animal están muy fragmentados, pero
parece haber sido de pequeño tamaño y de apariencia similar a un reptil. En el mar surgen los teleósteos, los
primeros ejemplares de los peces con espinas. La vida vegetal del triásico incluye una gran variedad de algas
marinas. En tierra, la vegetación predominante incluye especies de hoja perenne como los ginkgos, coníferas y
palmeras. También pequeños equisetales (colas de caballo) y helechos, que ya existían antes, aunque
comenzaron a extinguirse los miembros de mayor tamaño.
Periodo jurásico
El periodo jurásico empezó hace 208 millones de años y mientras duró los dinosaurios continuaron
evolucionando con gran variedad de tamaños y diversidad de formas. Una clasificación general de los mismos
incluye: los saurópodos, que eran cuadrúpedos corpulentos como el Apatosaurus (antes Brontosaurus);
dinosaurios carnívoros bípedos, como el Tyrannosaurus, dinosaurios herbívoros bípedos, como el Trachodon;
y los dinosaurios acorazados cuadrúpedos, como el Stegosaurus. También había reptiles alados incluido el
pterosaurio (pterodáctilo), que durante el jurásico, desarrolló sus pequeñas alas hasta alcanzar una
envergadura de 1,2 m. Los reptiles marinos eran los plesiosaurios, que eran un amplio grupo de cuerpo plano
como el de las tortugas, con un cuello largo y aletas anchas para nadar; los ictiosaurios, parecidos a los
delfines, y unos cocodrilos primitivos.
Los mamíferos del jurásico forman cuatro órdenes, todos ellos más pequeños que cualquier perro de tamaño
reducido. Había ya insectos de órdenes actuales que incluían polillas, moscas, escarabajos, saltamontes y
termitas. Los crustáceos estaban representados por langostas, camarones y por ammonites y belemnites hoy
extinguidos, estos últimos parecidos a los calamares en que tenían un caparazón interno en forma de puro. La
vida vegetal durante el jurásico estuvo dominada por las cicadáceas, parecidas a palmeras pero de troncos
gruesos. Los fósiles de plantas del jurásico están distribuidos tanto en zonas templadas de la Tierra como en
las regiones polares, lo cual indica que el clima era suave y uniforme.
Periodo cretácico
Aún durante este periodo, que se inició hace 145 millones de años, los reptiles fueron las formas de vida
dominantes. Los cuatro tipos de dinosaurios que se encuentran en el periodo anterior aún subsisten y además
surge el quinto grupo, los dinosaurios astados (con cuernos). A finales del cretácico, hace 65 millones de años,
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todas estas criaturas comenzaron a extinguirse. El pterosaurio más grande que ha existido vivió en esta época.
En Texas (Estados Unidos) se descubrió un fósil de este animal con una envergadura de alas de más de 1,5
metros. Otros reptiles de este periodo eran las serpientes y los lagartos. Se han descubierto también varios
tipos de aves cretácicas, como el Hesperornis, un ave buceadora de 1,8 m de largo que tenía alas vestigiales y
era incapaz de volar. Los mamíferos de este periodo incluyen a los primeros marsupiales, con un gran
parecido a la actual zarigüeya, y a los primeros animales placentarios, pertenecientes a un grupo de
insectívoros. Aparecen también los cangrejos y varias clases de peces modernos.
El paso evolutivo más importante en el reino vegetal durante el periodo cretácico es el desarrollo de las
angiospermas (plantas con flor), cuyos fósiles aparecen en formaciones rocosas cretácicas. Se desarrollan las
plantas caducifolias, entre las que se encuentran la higuera, el magnolio, el sasafrás y el chopo. Al final del
periodo aparecen muchas de las especies modernas de árboles y arbustos, que representan más del 90% de las
plantas conocidas de este periodo. Entre los fósiles del cretácico medio se encuentran restos de hayas, acebos,
laureles, arces, robles, plátanos y nogales. Algunos paleontólogos creen que estos árboles caducifolios (que
pierden las hojas cíclicamente), ya existían en el jurásico pero crecieron sólo en zonas altas, cuyas condiciones
no son favorables para la conservación de restos fósiles.
La era cenozoica
La era cenozoica comenzó hace 65 millones de años. Se divide en dos periodos, el terciario y el cuaternario,
que abarca hasta nuestros días. Sin embargo debido a la cantidad de información que manejan los
paleontólogos sobre esta era, se tiende a dividir cada periodo en épocas. Durante la primera parte de esta era,
tuvo lugar una brusca transición de la edad de los reptiles a la edad de los mamíferos, ya que desaparecen los
grandes dinosaurios y otros reptiles que habían dominado la vida durante el mesozoico.
Los fósiles indicadores del cenozoico suelen ser microscópicos, como por ejemplo las diminutas conchas de
los foraminíferos. También se utiliza el polen fósil para la datación de los estratos rocosos de esta era.
Época del paleoceno
El paleoceno marca el inicio de la era cenozoica. De esta época se conocen siete grupos de mamíferos y todos
parecen ser originarios del norte de Asia, desde donde migraron a otras partes del mundo. Estos mamíferos
primitivos tenían muchas características en común. Eran pequeños y ninguna especie superaba la talla de un
oso. Eran todos cuadrúpedos, caminaban sobre la planta de los pies, con cinco dedos cada uno. Es probable
que tuvieran una cabeza pequeña con un hocico estrecho y por tanto una cavidad craneal reducida. Los
mamíferos predominantes del periodo fueron los miembros de tres grupos ya desaparecidos: los creodontos,
ancestros de los carnívoros modernos; los amblípodos, pequeños pero pesados; y los condilartros, herbívoros
de cuerpo ligero y pequeño cerebro. De los grupos del paleoceno, sobreviven los marsupiales, los
insectívoros, los primates y los roedores.
Época del eoceno
Durante el eoceno, que comenzó hace 56 millones de años, aparecen una serie de ancestros que
evolucionarían hasta animales de nuestro tiempo. Eran de pequeña estatura, algunos de ellos como caballos,
rinocerontes, camellos, roedores y monos. Los creodontos y los amblípodos, continuaron evolucionando
durante esta época; sin embargo, los condilartros se extinguieron antes de finalizar la época. Surgen los
primeros mamíferos acuáticos, antecesores de las ballenas actuales, así como algunas aves, como las águilas,
los pelícanos, las codornices y los buitres. Los cambios en la vegetación que tuvieron lugar en esta época
respondían a las distintas adaptaciones de las plantas a los cambios climáticos.
Época del oligoceno
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Durante esta época, de hace 35 millones de años, desaparecen la mayoría de los mamíferos arcaicos de las
primeras épocas del cenozoico. En su lugar aparecen representantes de un gran número de los mamíferos
actuales. Los creodontos se extinguen y surgen los primeros carnívoros verdaderos, parecidos a los gatos y los
perros. También vivió un antropoide (semejante al ser humano) en el norte de América que desapareció al
final de la época. Dos grupos de animales ya extintos, evolucionan durante este tiempo: los titanoterios,
relacionados con los rinocerontes y los caballos, y los oreodontos, que eran pequeños, semejantes a los perros
y comían hierba.
Época del mioceno
El desarrollo de los mamíferos durante el mioceno, que empezó hace 23 millones de años, estuvo relacionado
de forma directa con un importante avance evolutivo en el reino vegetal, la aparición de las gramíneas. Estas
plantas, ideales como forraje, contribuyeron al crecimiento y desarrollo de los animales herbívoros, como los
caballos y los rinocerontes, que abundaron en el mioceno. El mamut (mastodonte) siguió evolucionando y se
generaliza la presencia del Dryopithecus, un animal parecido a los gorilas, en Europa y Asia. Algunos
carnívoros, como los gatos y una especie de perro−lobo, se extendieron por varias partes del mundo.
Épocas del plioceno y pleistoceno
El plioceno tuvo lugar hace 5 millones de años. La paleontología de ambas épocas no difiere mucho y es
considerada por muchos zoólogos como el clímax de la 'edad de los mamíferos'. El pleistoceno comenzó hace
1,6 millones de años y se caracterizó por la abundancia de grandes mamíferos, de los cuales aún perviven la
mayoría. Algunos de ellos son los búfalos, los elefantes y los mamut o mastodontes. Estos últimos se
extinguieron antes de finalizar la época. En Europa hubo antílopes, leones e hipopótamos, carnívoros como
los tejones, zorros, linces, nutrias, pumas, mofetas, así como otras especies desaparecidas, como el gran tigre
dientes de sable. En el norte de América surgieron los primeros osos, debido a las poblaciones que migraron
desde Asia. El armadillo y el perezoso terrestre migraron desde el sur al norte del continente americano, y el
buey almizclero se extendió hacia el sur desde las regiones árticas. Los seres humanos, como tales,
aparecieron en esta época.
Paleontología, estudio de la vida prehistórica animal y vegetal, que se realiza mediante el análisis de restos
fósiles. El estudio de estos restos permite a los científicos determinar la historia de la evolución de organismos
extintos, de la misma manera que si fueran organismos vivos. La paleontología también desempeña un papel
principal en el conocimiento de los estratos rocosos o capas de la Tierra. Esta ciencia contribuye a la
elaboración de mapas geológicos muy precisos, esenciales en la prospección de petróleo, agua y minerales.
Para ello se utiliza información minuciosa sobre la distribución de los fósiles en los estratos, también
mediante diferentes métodos de datación, para estimar la edad de las rocas.
Hasta comienzos del siglo XIX, momento en el que se establecieron los principios básicos de la geología
moderna, no se conocía la verdadera naturaleza de los fósiles. Desde el siglo XVI, los eruditos debatían sobre
el origen de los fósiles. Algunos ya postulaban la concepción moderna de que los fósiles eran restos de
animales y vegetales prehistóricos, aunque otros los consideran rarezas de la naturaleza o creaciones del
demonio. Durante el siglo XVIII se creía que los fósiles eran reliquias del diluvio universal, citado en la
Biblia.
Estratigrafía y fósiles
Los paleontólogos consiguen la mayoría de la información mediante el estudio de los depósitos de rocas
sedimentarias que forman estratos y que se han ido sucediendo durante millones de años. Además, la mayoría
de los fósiles se encuentran en estas rocas sedimentarias. También se utilizan los fósiles, así como otras
características de las rocas, para comparar los estratos de distintas zonas del mundo. Gracias a esta
comparación, se puede determinar si los estratos se depositaron durante el mismo periodo de tiempo o bajo las
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mismas condiciones ambientales. Toda esta información ayuda a realizar un análisis global de la evolución de
la Tierra. El estudio y comparación de los estratos geológicos se llama estratigrafía.
Los fósiles proporcionan muchos datos útiles para poder comparar los estratos. Algunos de ellos, llamados
fósiles indicadores, son de gran importancia debido a su amplia distribución geográfica y al escaso margen de
aparición sobre la Tierra. Representan, por tanto, especies que estuvieron muy repartidas y que vivieron en
periodos breves de tiempo. Los mejores fósiles indicadores son los organismos marinos. Estos animales
evolucionan con rapidez y se extienden por gran parte del mundo. Los paleontólogos dividen los últimos 570
millones de años de la historia de la Tierra en eras, periodos y épocas. La parte de la historia anterior se
conoce con el nombre de tiempo precámbrico, que comienza con el nacimiento de la Tierra, probablemente
hace más de 4.000 millones de años.
La evidencia más antigua de vida en el planeta es el fósil microscópico de una bacteria que vivió hace 3.600
millones de años. La mayoría de los fósiles precámbricos son diminutos. Las especies de mayor tamaño que
vivieron en el precámbrico superior eran blandas y no tenían caparazón o parte dura alguna, por lo que no
pudieron formar fósiles. Los primeros restos fósiles abundantes de animales algo mayores son de hace 600
millones de años.
La era paleozoica
Duró hasta hace 360 millones de años. Se divide en periodos: cámbrico, ordovícico, silúrico, devónico,
carbonífero y pérmico. Los fósiles indicadores de la primera mitad del paleozoico son algunos invertebrados
como trilobites, graptolitos, y crinoideos. Los correspondientes a la segunda mitad de esta era, comprenden
algunos fósiles de plantas y de vertebrados, como peces y reptiles.
Periodo cámbrico
Al principio del periodo cámbrico, hace 570 millones de años, la vida animal estaba confinada por completo a
los mares. Al final del periodo, todos los filos (categoría máxima en taxonomía) del reino animal ya existían,
excepto los vertebrados. Los animales característicos de este periodo fueron los trilobites, unas formas
primitivas de artrópodos, que alcanzaron su máximo desarrollo en este periodo y que comenzaron a
extinguirse al final de la era paleozoica. Aparecen los primeros caracoles, así como los moluscos cefalópodos.
Otros grupos animales representativos del cámbrico fueron los braquiópodos, briozoos y foraminíferos. En el
reino vegetal las plantas predominantes eran las algas en los océanos y los líquenes en la tierra.
Periodo ordovícico
Los animales más característicos de este periodo, que comenzó hace 510 millones de años, fueron los
graptolitos, pequeños hemicordados (animales que poseían una estructura anatómica precursora de la espina
dorsal) coloniales. Aparecen los primeros vertebrados, unos peces primitivos, y los corales. Los animales más
grandes fueron unos cefalópodos (moluscos), que tenían un caparazón de unos 3 m de largo. Las plantas de
este periodo eran similares a las del periodo anterior.
Periodo silúrico
Este periodo se inicia hace 439 millones de años. El avance evolutivo más importante fue la aparición del
primer animal de respiración aérea, un escorpión. Se han encontrado fósiles de este organismo en
Escandinavia y Gran Bretaña. El primer fósil clasificado de una planta vascular (plantas terrestres con tejidos
que transportan el alimento), pertenece a este periodo. Eran plantas simples cuyos tallos y hojas no estaban
diferenciados.
Periodo devónico
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Las formas de vida animal predominantes en este periodo, que comenzó hace 408 millones de años, fueron
varios tipos de peces, que abarcaban tiburones, dipnoos, peces acorazados y una forma primitiva de peces
ganoideos (con escamas duras), de los cuales evolucionaron probablemente los ancestros de los anfibios.
Algunos restos fósiles encontrados en Pensilvania y Groenlandia, indican que los primeros anfibios existían
ya en este periodo. También había corales, estrellas de mar, esponjas y trilobites. El primer insecto conocido
se ha encontrado en rocas devónicas.
De este periodo se conservan un número considerable de plantas fosilizadas; durante él se desarrollaron las
plantas leñosas, y a finales del devónico lo hicieron otras plantas terrestres tales como los helechos y helechos
con semillas, equisetales (colas de caballo) y unos árboles escamosos relacionados con los actuales selagos.
Aunque en la actualidad los equivalentes a estos grupos son plantas pequeñas en su mayoría, en el periodo
devónico fueron árboles. Algunos restos fósiles sugieren la existencia de bosques en este periodo; incluso han
aparecido tocones petrificados (mineralizados) de grandes plantas del devónico que medían unos 60 cm de
diámetro.
Periodo carbonífero
El periodo carbonífero comenzó hace unos 362 millones de años. Durante la primera parte de este periodo
había una gran variedad de equinodermos y foraminíferos en los mares, que incluso superaban a las formas
animales que aparecieron en el devónico. Un grupo de tiburones, los cestraciontes, predominaron entre todos
los grandes organismos marinos. Los animales terrestres más notables fueron los de un orden primitivo
llamado Estegocéfalos, un tipo de lagartijas anfibias que provenían de los dipnoos. Diversas plantas terrestres
comenzaron a diversificarse y a aumentar de tamaño, sobre todo en zonas pantanosas.
En la segunda parte del carbonífero surgieron los reptiles, que evolucionaron a partir de los anfibios y que
eran ya terrestres en su totalidad. Otros animales de este periodo fueron los arácnidos, las serpientes, los
escorpiones, más de 800 especies de ranas y los insectos más grandes que han existido (había una especie
parecida a la libélula, con una envergadura de ala de 74 cm). Los vegetales mayores eran unos árboles
escamosos, cuyos troncos medían más de 1,8 m en la base y tenían una altura de 30 metros. También había
unas gimnospermas primitivas llamadas Cordaites, que tenían tallos carnosos, estaban rodeadas por una
cubierta leñosa y eran más delgadas y más altas que las anteriores. También aparece en este periodo la
primera conífera verdadera (una forma avanzada de gimnosperma, que consiste en una planta vascular con
semillas, pero sin flores).
Periodo pérmico
Este periodo comenzó hace 290 millones de años y durante el mismo ocurrieron sucesos tan relevantes como
la desaparición de gran parte de los organismos marinos y la rápida evolución y expansión de los reptiles. Los
reptiles de este periodo fueron, a grandes rasgos, de dos tipos: reptiles semejantes a los lagartos,
completamente terrestres, y reptiles semiacuáticos lentos. De entre todos los reptiles, fueron un pequeño
grupo, los Theriodontia, los que dieron lugar a los mamíferos. La vegetación de este periodo, estaba
constituida sobre todo por helechos y coníferas.
La era mesozoica
También se denomina con frecuencia la era de los reptiles, debido a que esta categoría animal dominó la
Tierra durante todo este tiempo. El inicio de la misma se remonta a 140 millones de años atrás e incluye el
periodo triásico, el jurásico y el cretácico. Los fósiles indicadores de esta era son un grupo de cefalópodos
extintos, llamados ammonites, los también extintos dólares de arena y los erizos de mar.
Periodo triásico
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El reptil mesozoico más destacado, el dinosaurio, apareció por primera vez en este periodo, que comenzó hace
245 millones de años. Los dinosaurios del triásico no eran tan grandes como lo serían sus descendientes al
final de la era. Eran animales de tamaño reducido, en comparación con lo que serían más tarde, que corrían
sobre sus dedos posteriores, balanceando su cuerpo con fuerza, tenían una cola carnosa y rara vez excedían los
4,5 m de longitud. Otros reptiles del periodo son criaturas acuáticas como el ictiosaurio y reptiles voladores
como el pterosaurio.
En este periodo aparece el primer mamífero. Los restos fósiles de este animal están muy fragmentados, pero
parece haber sido de pequeño tamaño y de apariencia similar a un reptil. En el mar surgen los teleósteos, los
primeros ejemplares de los peces con espinas. La vida vegetal del triásico incluye una gran variedad de algas
marinas. En tierra, la vegetación predominante incluye especies de hoja perenne como los ginkgos, coníferas y
palmeras. También pequeños equisetales (colas de caballo) y helechos, que ya existían antes, aunque
comenzaron a extinguirse los miembros de mayor tamaño.
Periodo jurásico
El periodo jurásico empezó hace 208 millones de años y mientras duró los dinosaurios continuaron
evolucionando con gran variedad de tamaños y diversidad de formas. Una clasificación general de los mismos
incluye: los saurópodos, que eran cuadrúpedos corpulentos como el Apatosaurus (antes Brontosaurus);
dinosaurios carnívoros bípedos, como el Tyrannosaurus, dinosaurios herbívoros bípedos, como el Trachodon;
y los dinosaurios acorazados cuadrúpedos, como el Stegosaurus. También había reptiles alados incluido el
pterosaurio (pterodáctilo), que durante el jurásico, desarrolló sus pequeñas alas hasta alcanzar una
envergadura de 1,2 m. Los reptiles marinos eran los plesiosaurios, que eran un amplio grupo de cuerpo plano
como el de las tortugas, con un cuello largo y aletas anchas para nadar; los ictiosaurios, parecidos a los
delfines, y unos cocodrilos primitivos.
Los mamíferos del jurásico forman cuatro órdenes, todos ellos más pequeños que cualquier perro de tamaño
reducido. Había ya insectos de órdenes actuales que incluían polillas, moscas, escarabajos, saltamontes y
termitas. Los crustáceos estaban representados por langostas, camarones y por ammonites y belemnites hoy
extinguidos, estos últimos parecidos a los calamares en que tenían un caparazón interno en forma de puro. La
vida vegetal durante el jurásico estuvo dominada por las cicadáceas, parecidas a palmeras pero de troncos
gruesos. Los fósiles de plantas del jurásico están distribuidos tanto en zonas templadas de la Tierra como en
las regiones polares, lo cual indica que el clima era suave y uniforme.
Periodo cretácico
Aún durante este periodo, que se inició hace 145 millones de años, los reptiles fueron las formas de vida
dominantes. Los cuatro tipos de dinosaurios que se encuentran en el periodo anterior aún subsisten y además
surge el quinto grupo, los dinosaurios astados (con cuernos). A finales del cretácico, hace 65 millones de años,
todas estas criaturas comenzaron a extinguirse. El pterosaurio más grande que ha existido vivió en esta época.
En Texas (Estados Unidos) se descubrió un fósil de este animal con una envergadura de alas de más de 1,5
metros. Otros reptiles de este periodo eran las serpientes y los lagartos. Se han descubierto también varios
tipos de aves cretácicas, como el Hesperornis, un ave buceadora de 1,8 m de largo que tenía alas vestigiales y
era incapaz de volar. Los mamíferos de este periodo incluyen a los primeros marsupiales, con un gran
parecido a la actual zarigüeya, y a los primeros animales placentarios, pertenecientes a un grupo de
insectívoros. Aparecen también los cangrejos y varias clases de peces modernos.
El paso evolutivo más importante en el reino vegetal durante el periodo cretácico es el desarrollo de las
angiospermas (plantas con flor), cuyos fósiles aparecen en formaciones rocosas cretácicas. Se desarrollan las
plantas caducifolias, entre las que se encuentran la higuera, el magnolio, el sasafrás y el chopo. Al final del
periodo aparecen muchas de las especies modernas de árboles y arbustos, que representan más del 90% de las
plantas conocidas de este periodo. Entre los fósiles del cretácico medio se encuentran restos de hayas, acebos,
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laureles, arces, robles, plátanos y nogales. Algunos paleontólogos creen que estos árboles caducifolios (que
pierden las hojas cíclicamente), ya existían en el jurásico pero crecieron sólo en zonas altas, cuyas condiciones
no son favorables para la conservación de restos fósiles.
La era cenozoica
La era cenozoica comenzó hace 65 millones de años. Se divide en dos periodos, el terciario y el cuaternario,
que abarca hasta nuestros días. Sin embargo debido a la cantidad de información que manejan los
paleontólogos sobre esta era, se tiende a dividir cada periodo en épocas. Durante la primera parte de esta era,
tuvo lugar una brusca transición de la edad de los reptiles a la edad de los mamíferos, ya que desaparecen los
grandes dinosaurios y otros reptiles que habían dominado la vida durante el mesozoico.
Los fósiles indicadores del cenozoico suelen ser microscópicos, como por ejemplo las diminutas conchas de
los foraminíferos. También se utiliza el polen fósil para la datación de los estratos rocosos de esta era.
Época del paleoceno
El paleoceno marca el inicio de la era cenozoica. De esta época se conocen siete grupos de mamíferos y todos
parecen ser originarios del norte de Asia, desde donde migraron a otras partes del mundo. Estos mamíferos
primitivos tenían muchas características en común. Eran pequeños y ninguna especie superaba la talla de un
oso. Eran todos cuadrúpedos, caminaban sobre la planta de los pies, con cinco dedos cada uno. Es probable
que tuvieran una cabeza pequeña con un hocico estrecho y por tanto una cavidad craneal reducida. Los
mamíferos predominantes del periodo fueron los miembros de tres grupos ya desaparecidos: los creodontos,
ancestros de los carnívoros modernos; los amblípodos, pequeños pero pesados; y los condilartros, herbívoros
de cuerpo ligero y pequeño cerebro. De los grupos del paleoceno, sobreviven los marsupiales, los
insectívoros, los primates y los roedores.
Época del eoceno
Durante el eoceno, que comenzó hace 56 millones de años, aparecen una serie de ancestros que
evolucionarían hasta animales de nuestro tiempo. Eran de pequeña estatura, algunos de ellos como caballos,
rinocerontes, camellos, roedores y monos. Los creodontos y los amblípodos, continuaron evolucionando
durante esta época; sin embargo, los condilartros se extinguieron antes de finalizar la época. Surgen los
primeros mamíferos acuáticos, antecesores de las ballenas actuales, así como algunas aves, como las águilas,
los pelícanos, las codornices y los buitres. Los cambios en la vegetación que tuvieron lugar en esta época
respondían a las distintas adaptaciones de las plantas a los cambios climáticos.
Época del oligoceno
Durante esta época, de hace 35 millones de años, desaparecen la mayoría de los mamíferos arcaicos de las
primeras épocas del cenozoico. En su lugar aparecen representantes de un gran número de los mamíferos
actuales. Los creodontos se extinguen y surgen los primeros carnívoros verdaderos, parecidos a los gatos y los
perros. También vivió un antropoide (semejante al ser humano) en el norte de América que desapareció al
final de la época. Dos grupos de animales ya extintos, evolucionan durante este tiempo: los titanoterios,
relacionados con los rinocerontes y los caballos, y los oreodontos, que eran pequeños, semejantes a los perros
y comían hierba.
Época del mioceno
El desarrollo de los mamíferos durante el mioceno, que empezó hace 23 millones de años, estuvo relacionado
de forma directa con un importante avance evolutivo en el reino vegetal, la aparición de las gramíneas. Estas
plantas, ideales como forraje, contribuyeron al crecimiento y desarrollo de los animales herbívoros, como los
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caballos y los rinocerontes, que abundaron en el mioceno. El mamut (mastodonte) siguió evolucionando y se
generaliza la presencia del Dryopithecus, un animal parecido a los gorilas, en Europa y Asia. Algunos
carnívoros, como los gatos y una especie de perro−lobo, se extendieron por varias partes del mundo.
Épocas del plioceno y pleistoceno
El plioceno tuvo lugar hace 5 millones de años. La paleontología de ambas épocas no difiere mucho y es
considerada por muchos zoólogos como el clímax de la 'edad de los mamíferos'. El pleistoceno comenzó hace
1,6 millones de años y se caracterizó por la abundancia de grandes mamíferos, de los cuales aún perviven la
mayoría. Algunos de ellos son los búfalos, los elefantes y los mamut o mastodontes. Estos últimos se
extinguieron antes de finalizar la época. En Europa hubo antílopes, leones e hipopótamos, carnívoros como
los tejones, zorros, linces, nutrias, pumas, mofetas, así como otras especies desaparecidas, como el gran tigre
dientes de sable. En el norte de América surgieron los primeros osos, debido a las poblaciones que migraron
desde Asia. El armadillo y el perezoso terrestre migraron desde el sur al norte del continente americano, y el
buey almizclero se extendió hacia el sur desde las regiones árticas. Los seres humanos, como tales,
aparecieron en esta época.
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