¿Qué pasa con Barranquilla y su memoria romántica? Lorena Gómez Ponce RESUMEN En el 2011, el Museo Romántico ha sido centro del debate público como nunca antes en sus 20 años de historia. Su restauración, conservación o desaparición ha causado todo tipo de opiniones en lo concerniente al tema, pero sobre todo han suscitado un interrogante generalizado: ¿qué pasa con la cultura en Barranquilla? Para resolver este interrogante se hace necesario analizar las opiniones de los principales actores locales: la Secretaria de Cultura, Patrimonio y Turismo de Barranquilla de la mano de Diana Acosta; Alfredo de la Espriella, director y fundador del Museo y por supuesto el pueblo Barranquillero. Palabras claves: Educación cívica, Museo Romántico, cultura y abandono. 93 U R Í D I C A J C T U A L I D A D A A principios del 2011, el periódico más reconocido de la Costa Caribe colombiana, El Heraldo, publicó un informe que despertó la atención de más de un barranquillero. En el artículo se comentaba que el Museo Romántico se encontraba en el abandono total y que no contaban siquiera con los servicios públicos básicos. Señalaban también que el Museo sería embargado por una deuda de 44 millones de pesos correspondiente al impuesto predial, y que todo el patrimonio e historia de Barranquilla que allí reposa desaparecería. La ciudadanía quedó en shock al ver este reportaje, y las reacciones no se hicieron esperar. afán de modernización, ha creado entidades que se encargan exclusivamente de los temas concernientes a la cultura. Una historia sin memoria ¿Por qué debemos recuperar algo que ya es nuestro? El evidente abandono al que está sometido el Museo no es de nueva data. El 7 de abril de 1983 — día en que se fundó el Museo Romántico—, Don Alfredo de la Espriella no contó con el apoyo de las entidades oficiales de aquella época, pues ellos consideraban que “¿esa vaina para qué? ¿Barranquilla qué tiene?”, sin desanimarse, Don Alfredo inició una travesía con la cual pretendía dar una casa de cultura a Barranquilla y así compartir todo el conocimiento museológico que había tenido la oportunidad de adquirir en España y Argentina. Todo esto, sin el apoyo de las instituciones correspondientes que no estaban interesadas, para aquella época, en temas culturales. Con el transcurrir de los años, no hubo pronunciamientos por parte de las entidades oficiales y el tiempo pareció detenerse en el Museo. Su estructura, cada vez más deteriorada, era sólo un reflejo de una situación que se vino gestando desde el momento en que fue fundado. La falta de recursos económicos empañaba la visión altruista de su fundador y limitaba el normal funcionamiento que cualquier museo debería tener. Con la revolución de las ideas que ha traído consigo el siglo XXI, muchos temas que habían sido enterrados han regresado a las mesas de discusión: el medio ambiente, las libertades sexuales y por supuesto el rescate de lo cultural. Colombia, en su 94 Barranquilla está posicionada como ciudad pionera en Colombia en lo que respecta a recuperación del patrimonio histórico, pues en su historial de los últimos años reposan un gran número de monumentos, iglesias, museos y parques que han sido construidos o remodelados. Pero, ¿cómo se explica que el Museo Romántico, donde reposa la esencia de la ciudad de Barranquilla, haya quedado en el último lugar de esta lista? Como se mencionó anteriormente, Barranquilla se encuentra en un proceso de recuperación de su patrimonio histórico. Es interesante preguntarse en este punto, así como lo planeta el subtítulo, ¿por qué debemos recuperar algo que ya es nuestro?, la respuesta es simple: Se trata del abandono al que se ha visto sometida la cultura en nuestra ciudad. El abandono es consecuencia de la falta de apoyo por parte de las entidades oficiales y de la falta de educación cívica de los ciudadanos, pues estamos al tanto del problema pero no somos conscientes que hacemos parte de la solución. Para el caso del Museo Romántico, el abandono se mantuvo hasta el 2008 cuando decidieron, por primera vez, iniciar conversaciones con el Museo. Mientras que en el 2008 el Museo Romántico apenas iniciaba conversaciones para un proceso de mejora y modernización, los museos del mundo ya habían comenzado a revaluar hasta el hecho de tener que estar presencialmente en el museo. Se trata de Art Project: una herramienta desarrollada por Google (www.googleartproject.com) que cuenta con los principales museos del mundo (Londres, Nueva York, España, Alemania e Italia, entre otros), y que permitirá estar en contacto con las grandes obras del mundo y la información más completa de estas sin tener que salir de tu hogar. La herramienta es gratuita, totalmente interactiva y agradable para quien este interesado en una visita rápida al museo de su preferencia. Por ahora, a Barranquilla le queda solucionar los problemas estructurales del Museo Romántico para poder llegar, algún día, a implementar este tipo de tecnologías. La supuesta “solución” Luego de que Diana Acosta —Secretaria de Cultura de Barranquilla en años anteriores— se dirigiera a Don Alfredo de la Espriella en los siguientes términos: “hagamos el trabajo, impulsemos el trabajo que el Museo Romántico necesite y convoquemos una mesa que tome determinaciones”, se convoca a una reunión que se realizaría el 5 de abril de este año. La reunión tuvo como resultado final 100 millones de pesos para que se disponga de ellos como mejor le parezca a las directivas del Museo. Sin embargo, ese dinero que aportan las entidades oficiales al Museo Romántico no es acorde con la esencia que se supone debió tener aquella reunión. Según un documento oficial obtenido directamente de la Secretaria de Cultura, la idea era “…generar las estrategias más pertinentes que hagan del Museo Romántico un ente competitivo y autosostenible...”, pero si el museo adeuda 44 millones en impuesto predial —entre muchas otras deudas y trabajos estructurales que requiere—, ¿qué tanto puede rendir este dinero?, un dinero que puede, por cierto, considerarse poco si tenemos en cuenta todos los años de abandono. ¿Qué tanto puede contribuir a la competitividad del Museo este aporte si se equipara con otros escenarios culturales como el Museo del Caribe, que sólo en una de sus salas tiene más de 200 millones de pesos invertidos en equipos de última tecnología? ¿Qué haces tú, Barranquilla? Hasta el momento, la responsabilidad de las entidades oficiales en la situación actual del Museo Romántico es bastante clara. Sin embargo, hay un actor mucho más grande e influyente en la ciudad: el pueblo. La presión que ejercen los Barranquille- ros en las entidades públicas constituye una de las razones fundamentales por las que se han apersonado de la situación. Han sido diversas las iniciativas que apoyan al Museo Romántico, y son fruto de las ideas de los barranquilleros. Por mencionar algunas, está un gran grupo en Facebook a cargo de Alberto Martínez, quien se encarga de organizar jornadas de limpieza y concientización sobre la importancia del Museo, y además, proyectos impulsados por estudiantes del Colegio Colón, quienes con su empeño e ingenio lograron remodelar la fachada del Museo. Lo anterior es muestra de que hay un sector de la sociedad, así sea reducido, que se interesa por el destino de la cultura. A pesar del apoyo que recibe el Museo de parte una porción de la ciudadanía, hacen falta más barranquilleros activos e interesados en los temas culturales. Nuestra región Caribe se caracteriza por su alegría y su carnaval, pero de alguna manera, esto nos ha estigmatizado negativamente y se ha convertido en una constante pensar que las actividades culturales sólo se limitan a los bailes y fiestas. Barranquilla tiene toda una historia para contar pero tristemente muy pocas personas la conocen y la pueden divulgar. Don Alfredo de la Espriella, respecto a esta situación, comenta: “Barranquilla es una ciudad que no conoce su historia, no conoce sus raíces, hay una desinformación generalizada, falta educación cívica”. Comenta también que está disponible para dictar cátedra cívica en las universidades y colegios, pero que la respuesta que ha obtenido por parte de las directivas es que “no pueden obligar a sus estudiantes, pues esto debe ser algo voluntario”. ¿Conocer la historia de tu ciudad y tus raíces culturales debe ser algo voluntario? Los estudiantes uninorteños opinan lo contrario. Según una encuesta realizada en la institución de educación superior, el 100% de los estudiantes encuestados considera que la educación cívica debe ser obligatoria y hace parte fundamental de su formación como futuros profesionales, sea cual sea su 95 U R Í D I C A J C T U A L I D A D A ámbito de proyección. Resta esperar que se tome consciencia de lo que ha significado Barranquilla para el desarrollo de Colombia. Nos preocupamos por conocer la historia del mundo, de ciudades que, probablemente, la gran mayoría de la población no conocerá, pero no nos preocupamos por rescatar la esencia de lo local. ¿Y el ganador es? Lo que pasa con Barranquilla y su memoria romántica es simple: abandono. Todo comienza en el momento de su fundación sin respaldo, continúa con una ciudadanía que no se interesó por conocer su cultura y remata en unas entidades públicas que no se habían interesado lo suficiente por el Museo Romántico. Ello nos lleva a una problemática cíclica en donde no hay ningún ganador pero sí tres perdedores, que si fueran capaces de trabajar como la comunidad que son, podrían lograr grandes resultados. Lo fundamental en esta situación es la educación, pues es la base de los problemas o éxitos que tiene una sociedad. En este caso particular, en lo que concierne a la educación cívica, se hace necesario el control y supervisión de las entidades oficiales para que casos como el del Museo Romántico no se repitan, y por supuesto, se hace necesaria una identificación de los barranquilleros con lo nuestro. Tristemente, las determinaciones finales que tomen la Secretaría de Cultura y las directivas del Museo definirán la situación del sitio más Romántico de la ciudad. Por ahora, aquellos interesados en la cultura no dejaremos de luchar por conservar y recordar el patrimonio de Barranquilla. 96