Línea de emergencia 0516HBRA Brasil: Secretariado Internacional de FIAN P.O. Box 10 22 43 D-69012 Heidelberg Tel: + 49 .6221 653 0030 Fax: + 49 .6221 830 545 email: [email protected] http: www.fian.org 28.07.05 Indígenas Tupinikins y Garanís exigen la demarcación y homologación de sus tierras invadidas, Aracruz, Espírito Santo Los indígenas Tupinikins y Guaranis del Estado de Espírito Santo exigen la demarcación y homologación de sus tierras, auto-demarcadas entre los días 17 y 20 de mayo de este año. Las tierras fueron invadidas por la empresa Aracruz Celulose para la explotación del eucalipto y, desde 1979, los indígenas Tupinikins y Guaranis vienen intentando volverlas. En 1998, los indígenas fueron forzados a aceptar un acuerdo con la empresa después que el gobierno federal demarcó, arbitrariamente, sólo 7.061 hectáreas de tierra. Tanto el grupo técnico de la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) cuanto el Ministerio Público Federal comprobaron, sin embargo, que había 11.008 hectáreas que tienen que ser oficialmente devueltos a estos pueblos indígenas. Después de realizada la auto-demarcación, los indios aguardan la demarcación oficial y la homologación de la posesión del total de 18.070 hectáreas de tierra a ser realizada por el gobierno federal. La demarcación y homologación de la auto-demarcación es fundamental para garantizar el derecho a la alimentación de los indígenas de esta región. Por favor, envíe la carta abajo al Ministro de la Justicia, Márcio Thomaz Bastos y al Presidente de la República, Luiz Inácio Lula da Silva, para que suscriban las portarías de demarcación y homologación de las tierras de los indios Tupinikins y Guaranis en el Estado. Envíe copia de la carta también a la organización de apoyo FASE-ES. Antecedentes El Estado de Espírito Santo ha sido escenario de constantes violaciones de derechos humanos tanto de los descendientes de los esclavos africanos (Quilombolas) y pequeños agricultores, cuanto de comunidades indígenas como los Tupinikins y Guaranis. La empresa Aracruz Celulose S.A., establecida en el Estado desde la década de 60, ha violado los derechos de los indios, quilombolas y pequeños agricultores a través de la continua expropiación de tierras para el cultivo de la monocultura del eucalipto. La expansión arbitraria del eucalipto en el Estado se da a través de la invasión continua de las mejores tierras agrícolas del Estado por el poder económico de Aracruz, causando empobrecimiento de las comunidades vecinas y éxodo rural. Aracruz Celulose es hoy líder mundial en la producción de Celulose blanqueada de eucalipto, dispone en Brasil de más de 375.000 hectáreas de tierra, en su mayoría para el cultivo de eucalipto en ancha escala, poseyendo incluso un puerto privativo para el transporte de la propia producción. El control accionista de Aracruz es ejercido por los grupos Lorentzen (Noruéga), Safra, Votorantim y por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES). El cultivo intensivo de eucalipto en las tierras ocupadas por Aracruz, tanto en el Estado de Espírito Santo cuanto en otros estados brasileños, ha causado procesos de sequia de ríos adyacentes a las propiedades de agricultores de la región, dificultando mucho el acceso de las comunidades vecinas a las fuentes de agua. De la misma forma, para garantizar agua en cantidad y regularidad suficiente para el funcionamiento de las fábricas de Aracruz Celulose, varios ríos están siendo desviados, sufriendo una erosión acelerada y incluso el cierre. En el transcurso del cierre del Río Comboios y del Córrego Riachuelo, ocurre un cambio del régimen de los ríos. Las mareas no actúan al largo de los ríos como antes, pues las represas alteraron los ritmos hídricos. Las consecuencias son la inundación constante de las tierras indígenas, el cambio de la calidad de las aguas y la disminución de los peces, extemamente necesarios a la supervivencia de los Indígenas. En 1998, hubo una decisión inconstitucional por parte del Ministro de la Justicia Íris Resende que concedió a los indígenas solamente 7.061 hectáreas de los 18.070 hectáreas a los cuáles tienen derecho. A mediados de mayo de este año, los indígenas Tupinikins y Guaranis consiguieron concluir a auto-demarcación de las tierras que, de acuerdo con los informes antropológicos de la FUNAI realizados en 1994 y 1998, son de su propiedad. A auto-demarcación realizada por las comunidades indígenas es una gran conquista, pero es sin embargo, sólo el primer paso. Es necesario garantizar legalmente la posesión de tierra a los indígenas Tupinikins y Guaranis y reconocer la ocupación legítima del territorio para que ellos puedan realizar su derecho a alimentarse con dignidad. El Mandato de FIAN Brasil es Estado Parte del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), de la Convención Americana de Derechos Humanos, del Protocolo de Son Salvador y de la Convención 169 de la OIT y, por lo tanto, asumió la obligación de respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de los pueblos indígenas a alimentarse. Posponer la demarcación y la homologación de las tierras de los indios Tupinikins y Guaranis impide el acceso de las comunidades a la tierra y a los recursos naturales fundamentales para su supervivencia y, de esta forma, viola el derecho humano a la alimentación. Fin de la acción: El 30 de septiembre, 2005 Direcciones: Ministro de la Justicia Sr.Márcio Thomaz Bastos Esplanada dos Ministérios, Bloco T , 40. Andar Ministério da Justiça, 70064.900- Brasilia- DF Fax: 00-55- 61- 32244784 Presidente del Brasil Sr. Luiz Inácio Lula da Silva Palácio do Planalto Praça dos 3 Poderes 70.150-900 – Brasília/DF Fax: 00 55-61-34112222 FASE –ES Rua Graciano Neves, 377 2o. Pavimento - Centro 29015.330 - Vitória - ES Brasil Fax: 00-55-27-3223-7436 E-mail: [email protected] Traducción de la carta: Estimado Ministro Márcio Thomaz Bastos Estoy muy preocupado con la situación de las comunidades indígenas Tupinikim y Guarani, en el municipio de Aracruz (ES), que tuvieron una parte de sus tierras invadidas por la empresa Aracruz Celulose para cultivo de eucalipto. Hasta hoy, el gobierno brasileño demarcó como tierra indígena sólo 7.061 hectáreas, excluyendo del territorio indígena las áreas invadidas por la empresa. Según informes antropológicos de la FUNAI, las comunidades indígenas tienen derecho a 18.070 hectáreas de tierra. La lucha de los Tupinikins y Guaranis por una nueva demarcación de sus tierras, está siendo acompañada y apoyada nacional e internacionalmente, pues los derechos de los pueblos indígenas sobre sus tierras son garantizados en la Constitución Brasileña y también por diversos tratados y convenciones, como la Convención 169 de la OIT. Tomo la libertad de escribir a Usted pues Brasil es Estado Parte del Pacto Internacional de Derechos Humanos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y, de esta forma, asumió compromisos en el ámbito del derecho internacional de proteger y garantizar el derecho a la alimentación adecuada de los pueblos indígenas. El acceso a la tierra y al territorio es condición primordial para que las comunidades indígenas puedan realizar, de forma sustentable y digna, su derecho a la alimentación. Solicito respetuosamente a Usted que atienda urgentemente a las recomendaciones hechas por el Ministerio Público Federal en el sentido de editar nuevos actos de reconocimiento, demarcación y posterior urgente homologación de las tierras indígenas Tupinikim y Guarani en Espírito Santo, que totalizan 18.070 hectáreas, conforme las conclusiones de los Grupos de Trabajo 0783/94 y 087/98 de la FUNAI. Le agradecería que me mantenga informado de todas las medidas que tome a este respecto. Atentamente Ministro da Justiça Sr. Márcio Thomaz Bastos Esplanada dos Ministérios, Bloco T , 40. Andar Ministério da Justiça, CEP 70064.900- Brasilia- DF Fax: 00-55- 61- 224.4784 Excelentíssimo Ministro Márcio Thomaz Bastos Estou muito preocupado com a situação das comunidades indígenas Tupinikim e Guarani, no município de Aracruz (ES), que tiveram uma parte de suas terras invadidas pela empresa Aracruz Celulose para o plantio do eucalipto. Até hoje, o governo brasileiro demarcou como terra indígena apenas 7.061 hectares, excluindo do território indígena as áreas invadidas pela empresa. Segundo laudos antropológicos da FUNAI, porém, as comunidades indígenas têm direito a 18.070 hectares de terra. A luta dos Tupinikins e Guaranis por uma nova demarcação de suas terras está sendo acompanhada e apoiada nacional e internacionalmente, pois os direitos dos povos indígenas sobre suas terras são garantidos na Constituição Brasileira e também por diversos tratados e convenções, como a Convenção 169 da OIT. Tomo a liberdade de escrever a Vossa Excelência, pois o Brasil é Estado Parte do Pacto Internacional de Direitos Humanos Econômicos, Sociais e Culturais da Organização das Nações Unidas (ONU) e, desta forma, assumiu compromissos no âmbito do direito internacional de proteger e garantir o direito à alimentação adequada dos povos indígenas. O acesso à terra e ao território é condição primordial para que as comunidades indígenas possam realizar, de forma sustentável e digna, seu direito à alimentação. Solicito respeitosamente que vossa Excelência atenda urgentemente às recomendações feitas pelo Ministério Público Federal no sentido de editar novos atos de reconhecimento, demarcação e posterior urgente homologação das terras indígenas Tupinikim e Guarani no Espírito Santo, que totalizam 18.070 hectares, conforme as conclusões dos Grupos de Trabalho 0783/94 e 087/98 da FUNAI. Por favor, mantenha-me informado das medidas que forem tomadas. Respeitosamente C.c: Presidente Luís Inácio Lula da Silva