Coronado National Memorial Servicio de Parques Nacionales. Departamento del Interior de EEUU Las Siete Ciudades de Coronado A principios del siglo XVI, España había establecido un imperio colonial en el Nuevo Mundo. El oro de las tierras entre México y Perú iba a sus arcas nacionales y se ofrecían nuevas tierras para ser habitadas. La frontera norteña se encontraba a pocas millas al norte de la Ciudad de México, más allá la tierra no se conocía. Las historias sobre las riquezas de esas tierras desconocidas habían disparado la imaginación de los españoles desde que descubrieron el Nuevo Mundo y atrajeron a Hernán Cortés a México en 1519, a Pánfilo de Narváez a Florida en 1528 y a Francisco de Pizarro a Perú en 1531. Muchas expediciones fracasaron, pero hubo bastantes con éxito como para mantener vivo el sueño de que la gran riqueza estaba al alcance de todo el que quisiera aprovecharla. Esta era la situación en 1536 cuando Cabeza de Vaca y tres compañeros andrajosos, únicos sobrevivientes del naufragio de la expedición de Narváez, llegaron a la Ciudad de México tras ocho años de andar vagando por lo que hoy es el suroeste de EEUU. Todos prestaban atención cuando se hablaba de una tierra desconocida hacia el norte con "¡Grandes ciudades, calles alineadas con tiendas de orfebrería, casas con muchos pisos y portales adornados con esmeraldas y turquesas!" Antonio de Mendoza, Virrey de Nueva España (México), ansiaba explorar estas nuevas tierras si lo que se contaba era cierto, y en 1539 se lo encargó a Fray Marcos de Niza, acompañado por unos guías y por Estévan, un moro que había estado con Cabeza de Vaca en sus descubrimientos. Fray Marcos regresó al cabo de un año con un radiante informe sobre "las Siete Ciudades de Cíbola." Estévan fue asesinado por los indios. Aunque el informe de Fray Marcos era confuso y exagerado, el Virrey Mendoza creía en su precisión y rápidamente organizó una expedición oficial y escogió a su amigo, Francisco Vázquez de Coronado, para liderarla. Coronado llegó a México en 1535 y debido a su amistad con el virrey y a sus anteriores misiones llevadas a buen fin, se convirtió en una eminencia del concejo municipal y, desde 1538, en gobernador de la provincia fronteriza de Nueva Galicia. El 6 de enero de 1540, Mendoza lo nombró comandante de la expedición y capitán general de todas las tierras que descubriera y le dió el derecho a demandar título para el rey y el país. Sin embargo, el virrey advirtió a Coronado que la búsqueda era de carácter misionero y no una de conquista. La expedición, rápidamente formada, partió de Compostela, en la costa oeste de México, el 23 de febrero de 1540 con 336 soldados españoles, cuatro sacerdotes (incluido Fray Marcos), varios cientos de aliados indios mexicanos y 1.500 cabezas de ganado. (Las provisiones se mandaban en barco hacia el norte bajo el mando del Capitán Hernando de Alarcón). Después de llegar a Culiacán, Coronado y 100 de sus soldados marcharon delante del ejército principal, que iba más lento, alcanzando Háwikuh el 7 de julio de 1540 , la primera de las míticas Ciudades de Cíbola. En vez de una ciudad próspera, encontraron un pueblo con una construcción de piedra y lleno de indios listos para la guerra. Tras un corto período de negociaciones sin éxito, los españoles atacaron y obligaron a los indios que abandonaran el lugar. El pueblo, bien provisto de provisiones, se convirtió en el cuartel general de Coronado hasta noviembre de 1540. A Fray Marcos, cuyos cuentos habían provocado tantas esperanzas de fortuna, se le envió a la Ciudad de México en un ambiente de resentimiento creciente. Durante su estancia en Háwikuh, Coronado envió a sus capitanes a explorar la zona. Don Pedro de Tovar fue a los pueblos de los indios Hopi al noreste de Arizona y García López de Cárdenas alcanzó el Gran Cañón del Colorado. Un tercer capitán, Hernando de Alvarado y 20 hombres se dirigieron hacia el este pasado los pueblos de Acoma y Tiguex (teewish) hacia Cicuye (Pecos) en el río arriba del río Pecos. Aquí se encontraron con un indio de las llanuras, apodado El Turco "porque parecía uno," que los fascinó con cuentos sobre una increíble tierra rica hacia al este llamada Quivira. Las historias del Turco volvieron a traer la esperanza de encontrar grandes riquezas, pero la expedición tendría que esperar hasta la primavera. La tropa pasó el invierno en Tiguex; los indios al principio fueron amables aunque su actitud cambió debido al quebrantamiento de los principios de hospitalidad y amistad por parte de los españoles. Hubo enfrentamientos y los españoles mataron a los habitantes de un pueblo y obligaron a los indios a abandonar otros. El 23 de abril de 1541, el ejército entero se dirigió a Quivira guiado por el Turco. Tras 40 días de marcha, Coronado ordenó regresar a Tiguex a la mayoría de sus hombres, siguiendo adelante con tan solo 30. En Quivira se volvieron a desilusionar, los pueblos eran tan sólo casas de zacate. El Turco, que finalmente confesó que la historia de Quivira era una conspiración de los indios para inducir a la tropa a las llanuras con la esperanza de que murieran de hambre, fue ejecutado. Coronado, con sus sueños de fama y riqueza destrozados, llevó a sus hombres de regreso a la Ciudad de México en la primavera de 1542. Aunque desprestigiado, retomó su puesto como gobernador de Nueva Galicia y tanto él como sus capitanes fueron reclamados para dar cuenta de sus acciones durante la búsqueda y tuvieron que pasar cuatro años hasta que consiguió limpiar su nombre. Diez años después de su regreso, a los 42 años, murió relativamente desconocido, sin saber que su valor había asentado las bases para la exploración del "oeste americano". La religión indígena se transformó e incorporó las enseñanzas de los sacerdotes que lo acompañaron y él llevó en su regreso el conocimiento de la gente y de la tierra del norte, lo cual permitió que exploradores y misioneros españoles colonizaran el suroeste, desarrollando la cultura distinta que hoy conocemos. El Coronado National Memorial se encuentra al sureste de Arizona en la frontera entre los EEUU y México, al fondo sur de la Sierra de Huachuca. Es una zona cultural situada en un paisaje natural entre 4.750 acres (1.922 hectáreas) de robledas. Está a 50 millas (80,47km) al sur de la I-10 cerca a la carretera "Arizona 92." El camino "Coronado Memorial Road", que lleva al "East Montezuma Canyon Road", se junta con la "Arizona 92" a aproximadamente 20 millas al sur de Sierra Vista (unos 32km) y a unas 25 al oeste de Bisbee (40km aprox.), a partir de aquí, restan cinco millas (8km) hasta el centro de visitantes, en donde hay una elevación de 5.230 pies (1.594 metros). El camino sigue asfaltado hasta una milla y media (2.41km) al oeste de dicho centro, luego se convierte en camino de montaña con grava y tierra hasta lo alto del Paso de Montezuma. Desde aquí la carretera montañosa continúa hacia el oeste a través del valle de San Rafael y las Montañas Patagonia hasta Nogales, un recorrido lento pero panorámico. Durante todo el día permanece abierta un área de picnic cerca del centro de visitantes. Aunque no se permite acampar, existen zonas designadas para tal en el Coronado National Forest hacia el norte y el oeste y en Parker Canyon Lake, a 18 millas (29km) al oeste en el Canelo Hills. Para más información escriba a: Coronado National Memorial, 4101 E. Montezuma Canyon Road, Hereford, AZ 85615. Flora y Fauna E l Coronado National Memorial conserva una gran variedad de flora y fauna autóctonas del sureste de EEUU. El ambiente natural es propio de la Zona Alta de Sonora y de las montañas del sureste de Arizona. La vegetación de las zonas más bajas incluye zacates y arbustos desérticos con mezquites y mimbres del desierto a lo largo de desagües efímeros. En la parte alta del cañón predominan los bosques de encinos, pinos mexicanos y enebros con sicómoros y nogales de Arizona a lo largo de los desagües. Otras plantas que se encuentran son manzanita, con su distintiva corteza roja, agave, yuca, sacahuista y sotol; entre los cactos están las coryphantha spp. echinocereus spp., nopales y cañas cholla. Muchas de estas plantas son una base alimenticia importante para los animales salvajes como bayas de manzanita, piñones, tunas de nopal, corazones de agave y semillas de yuca. Entre los mamíferos más comunes se encuentran el venado de cola blanca, jabalí, coyote, coatí y zorro gris; menos visibles, aunque tam- bién existentes son los linces, osos negros y pumas. El Coronado National Memorial quizás sea más conocido por su gran variedad de especies de aves presentes en cada estación, habiéndose registrado más de 140, incluidas 50 especies de aves no migratorias. Entre las más comunes se encuentran el carpintero encinero, la chara pechigris, la codorniz desértica, el zacatonero corona rojiza, el pavito ocotero, la paloma aliblanca, la codorniz de Montezuma y muchas especies de El Paso de Montezuma/Senderos E l Paso de Montezuma es quizás la peculiaridad física más destacada de Coronado National Monument. A una altitud de 6.575 pies (2.004 metros) ofrece una panorámica del Valle del río San Pedro al este y del Valle de San Rafael al oeste. Este camino no es recomendable para vehículos de más de 24 pies (7,3 metros) de largo debido a las pendientes empinadas y la vía de curvas peligrosas en zigzag. La parte alta del paso sirve como área de estacionamiento para los usuarios de los senderos de Coronado National Memorial, conectando con los del Servicio Forestal de EEUU en las Montañas de Huachuca. Existen varias vistas panorámicas en los senderos de donde se puede mirar al horizonte y ver por donde pasó Francisco Vázquez de Coronado con sus soldados y misioneros. Clima y Normas C uando vaya a caminar por los senderos lleve agua en abundancia y protección solar. Los veranos son cálidos y no muy húmedos, con unas temperaturas de unos 90o Fahrenheit (32o centígrados). Durante el invierno las temperaturas oscilan entre bajo 32o (0o centígrados) durante la noche y máximas entre los 40o-60o Fahrenheit (4o-15.5o centígrados). La época de lluvias comienza a finales de 2M-SPMA-6/96 junio y se extiende hasta primeros de septiembre y suelen ir acompañadas de tormentas que pueden provocar inundaciones. El promedio de precipitaciones, incluidas algunas ligeras nevadas invernales, es de unos 20 pulgadas (508 milímetros) al año. fuego no están permitidas en Coronado National Memorial. No se admiten animales domésticos en los senderos y sólo en las áreas de picnic pueden hacerse fuegos. Toda la flora y fauna del parque están protegidas por la ley federal. La caza, la recolección de leña y las armas de Printed on recycled paper