Francisco Fernando Archiduque de Austria-Hungría (Graz, 1863 - Sarajevo, 1914). Emperador de Austria (1848-1916) y rey de Hungría (18671916). Hijo del archiduque Francisco Carlos y nieto del emperador Francisco I. Uno de sus preceptores es Metternich. Sucede en el Imperio austriaco a su tío Fernando, que es obligado a abdicar en el (1848). Comienza a reinar bajo la influencia, sobre todo, de su primer ministro Schwarzenberg, partidario del absolutismo. Muerto Schwarzenberg (1852), la política absolutista, caracterizada por la germanización del Imperio, es dirigida por el barón von Bach hasta 1859. Posteriormente, Francisco José participa más autoritariamente en los asuntos públicos, nombrando y deponiendo ministros, según las circunstancias. En el exterior fracasan los intentos de unión alemana en torno a Austria, por la oposición de Prusia. Con la victoria sobre los austriacos en Sadova (1866), los prusianos dan un paso definitivo hacia la hegemonía alemana. Los Balcanes: “Una maldita estupidez en los Balcanes” había respondido Bismarck (foto) cuando alguien le preguntó acerca de cuál sería lacausa que desencadenaría en Europa la guerra que parecía inevitable. Los hechos le darían la razón. Los Balcanes para 1914 eran un polvorín de intrigas nacionalistas. Los serbios de Bosnia querían unirse a sus hermanos que vivían en el reino de Serbia. Pero el Imperio había anexado a sus dominios las dependencias turcas de Bosnia-Herzegovina en 1908 y no tenía la menor intención de abandonarlas. Estas provincias ubicadas en el sur de Austria hasta 1878 habían sido gobernadas por los turcos, pero el Tratado de Berlín de ese año las puso bajo la administración austro-húngara después de la derrota de Turquía frente a Rusia. No existe un grupo étnico específico en Bosnia y la población está integrada por croatas (católicos), serbios (ortodoxos serbios) y musulmanes (legado de los turcos). De todas maneras, los bosnios serbios desarrollaron un fuerte sentimiento nacionalista que los impulsó a pedir la anexión al reino de Serbia, sentimiento compartido por muchos en este país. Las razones de Austria para anexar esas provincias eran complejas. Por una parte, ello eliminaría toda pretensión reivindicatoria de los turcos en el futuro. Además, les daría a los bosnios plenitud de derechos y privilegios. Y por otro lado era una demostración de autonomía por parte de los austríacos, un modo de mostrar a las demás potencias que Austria todavía era un estado activo y soberano. La anexión provocó una gran conmoción en Europa. La jugada no era precisamente legal y Rusia en particular se sintió bastante molesta, aunque en primer momento los rusos habían dado su consentimiento a la anexión. Pero después de que Austria pagara una indemnización a los turcos, la mayor parte de Europa se calmó. Menos los Grandes Asesinatos del Siglo XX. Julio A. Sierra nacionalistas serbios. Estos ambicionaban esas provincias para su propio y un tanto utópico imperio. Para hacer que Viena cambiara de opinión, se les ocurrió la idea de realizar algún acto desmesurado y sorpresivo de desafío. Con ello esperaban poner en marcha la realización del sueño de una Gran Serbia unida. Asesinar al emperador Francisco José era impensable. Se trataba de un monarca respetado en todo el Imperio y sus herederos políticos eran todavía peores que él para la causa serbia. El heredero al trono de los Habsburgo, sin embargo, constituía un objetivo interesante. Este hombre de 55 años era particularmente poco atractivo como persona y no era mejor como político. Panzón y de cuello grueso, con los fríos ojos grises de los Habsburgo y unos desmesurados bigotes aun para su época, era altivo y cuando pedía o preguntaba algo parecía más bien que insultaba. Sólo los corazones románticos se apiadaron de él cuando debió luchar para defender su amor. En lo político, propiciaba otorgar mayor injerencia en los asuntos de Estado a los eslavos del Imperio, cosa que contrariaba directamente los intereses serbios. Además, no era un secreto que el heredero consideraba que tanto la introducción de la democracia como las manifestaciones a favor de las minorías serían ruinosas para el Imperio. Como el archiduque era también inspector del ejército austriaco, las maniobras de verano de aquel año lo llevarían al área conflictiva. La diplomacia imperial decidió que Francisco Fernando y Sofía entraran en Sarajevo el 28 de junio, el día de San Vito, una fecha de celebración para los serbios. La visita comenzó con un cielo perfectamente soleado del verano balcánico. Quiso la coincidencia que también fuera un día especial para el archiduque y su mujer. Era su decimocuarto aniversario de boda. Organización Mano Negra: El 8 de octubre de 1908, a los dos días de que Austria anexionara Bosnia-Herzegovina , varios hombres, algunos de ellos altos funcionarios, ministros y generales serbios, se reunieron en la alcaldía de Belgrado. Allí fundaron una sociedad semisecreta: Narodna Odbrana (Defensa Nacional) con lo que se daba así una organización y guía al difuso movimiento panserbio. El propósito del grupo era reclutar y entrenar guerrilleros para un posible enfrentamiento entre Serbia y Austria. También se dedicarían a la propaganda antiaustríaca y con ese fin organizaron equipos de espías y saboteadores para operar dentro de las provincias del Imperio. Grupos satélites se formaron en Eslovenia, Bosnia, Herzegovina e Istria. El grupo Bosnio se llamó Mlada Bosna (Joven Bosnia). Las actividades de Narodna Odbrana resultaron ser tan efectivas que en 1909 una furiosa Austria presionó al gobierno serbio para que pusiera fin a las actividades antiaustríacas. Como Rusia no estaba por entonces preparada para respaldar a Serbia en caso de producirse un choque, Belgrado, a regañadientes, se vio forzada a ceder. Pero algunos grupos internos decidieron formar una nueva organización secreta para continuar con las actividades terroristas. Diez de esos hombres se reunieron el 9 de mayo de 1911 y fundaron Ujedinjenje ili Smrt (Unión o Muerte), también conocida como la Mano Negra. Para 1914 contaba con numerosos adherentes, tal vez algo más de dos mil quinientos. Entre ellos no eran pocos los oficiales del ejército serbio. El objetivo manifiesto era la creación de una Gran Serbia, aun con el uso de la violencia si fuera necesario. Grandes Asesinatos del Siglo XX. Julio A. Sierra El grupo entrenaba guerrilleros y saboteadores, así como preparaba los asesinatos políticos. Organizada en células separadas de tres a cinco miembros, a la cabeza estaba el coronel Dragutín Dimitrijevic. El juramento de admisiónn que todos debían acatar incluía estas palabras: “Juro por Dios, por mi honor y por mi vida que me llevaré todos los secretos de esta organización a la tumba conmigo”. El asesino de la pareja imperial cumplió fielmente con su juramento. La decisión de matar al archiduque aparentemente fue tomada por Dragutln Dimitrijevic, sin llegar a ser aprobada por el Comité Ejecutivo. Es muy probable que los involucrados se dieran cuenta de que, si tenían éxito, el magnicidio sería una invitación a la guerra entre Austria y Serbia, y había muchas y buenas razones para suponer que Rusia respaldaría a Serbia. Pero seguramente no llegaron a imaginar que aquella posible pequeña guerra entre vecinos iba a convertirse en una catástrofe mundial. De los siete jóvenes involucrados en la conspiración serbia, fue Gavrilo Princip (foto) quien logró matar al archiduque. La cuidadosa política de clandestinidad y oscuridad ejercida por la Mano Negra hizo que pasaran varias semanas después del asesinato antes de que se descubriera que la organización de Dragutln Dimítrijevic era la verdadera instigadora. Y para cuando eso se supo, la culpa del crimen había sido asignada en general a Serbia como país. Para 1916, el primer ministro Pasic decidió desmantelar a la Mano Negra y para la primavera de 1917 casi todos los jefes de la organización habían sido arrestados, incluido Dragutln Dimitrljevic. Varios fueron condenados a muerte, aunque algunos obtuvieron conmutaciones de pena. Dragutín Dimitrijevíc y otros tres fueron fusilados el 26 de junio de 1917. En esos mismos días la Mano Negra fue puesta fuera de la ley. Una nueva organización, la Mano Blanca, se formó con miembros más confiables de Narodna Odbrana. Este grupo, después de la guerra, se convirtió en una pieza importante de la maquinaria estatal de lo que iba a ser Yugoslavia. DECLARACIÓN DE GUERRA: Austria declaró la guerra a Serbia el 28 de julio, ya fuera porque creía que Rusia no llegaría a unirse a Serbia o porque estaba dispuesta a correr el riesgo de un conflicto europeo general con tal de poner fin al movimiento nacionalista serbio. Rusia respondió movilizándose contra Austria. Alemania advirtió a Rusia de que si persistía en su actitud le declararía la guerra, y consiguió que Austria accediera a discutir con Rusia una posible modificación del ultimátum enviado a los serbios, de todas maneras la mecha ya estaba encendida, las alianzas militares comenzaron su juego y al poco tiempo se iniciaron las acciones bélicas. Grandes Asesinatos del Siglo XX. Julio A. Sierra