Cayetana de Alba, Cayetana de Alba

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Publicación: YO_333_17 SEP Sección: REPORTAJES
Página: alba 1-2 Edición: NACIONAL
23/09/2011 03:33h Usuario: simone nicotra
En portada
“EL REY ES LO MEJOR
QUE TIENE ESPAÑA EN
ESTOS MOMENTOS”
Cayetana de Alba,
a un paso de la leyenda
Es una novia de 85 años y en unos días se casará por la
Iglesia por tercera vez. Sin embargo, más allá de los avatares
de su vida privada y de su ‘reinado’ indiscutible en la prensa
del corazón, Cayetana Fitz-James Stuart,
XVIII Duquesa de Alba, es, quizá, la única gran
aristócrata que queda en Europa. Desde la Fundación Casa
de Alba que preside, esta mujer ha conservado e
incrementado de forma significativa el enorme legado
recibido de sus antepasados. Puso en pie un
palacio –Liria– destruido por la guerra y
ha sabido gestionar su libertad desde sus
responsabilidades, ganándose el cariño
de la sociedad española. Menos moderna de
lo que algunos puedan pensar o creer, la duquesa, o
Cayetana a secas, es, sobre todo, una mujer que, a base de
ser ella misma, se ha convertido en una auténtica leyenda.
Fotos
Cayetana de Alba, en el patio principal del Palacio de las Dueñas, con capa de lana, de Chanel; vestido, de Victorio&Lucchino; collar de perlas de
los Mares del Sur y pendientes de oro blanco, coral y diamantes, de Ansorena.
REPORTAJES - alba 1-2 - NACIONAL
Por Nicanor J. Cardeñosa
Ruven Afanador / Estilismo Bernat Buscato
Publicación: YO_333_17 SEP Sección: REPORTAJES
Página: alba 3-4 Edición: NACIONAL
23/09/2011 03:33h Usuario: simone nicotra
“Y
o
tengo
mucha
fortaleza.
Y muchos
ánimos.
”
Abrigo con hombreras de abalorios y vestido con estampado, de Victorio&Lucchino. Abanico pintado a mano con motivos taurinos, de Bastilippo
Antigüedades. Pendientes de oro blanco, coral y diamantes; gargantilla de oro blanco con diamantes y rubíes; sortijas de oro amarillo con esmeralda; de oro
blanco con diamantes y rubí, y de oro blanco con diamantes y amatistas, todo de Ansorena. Zapatos, de Miu Miu.
REPORTAJES - alba 3-4 - NACIONAL
Publicación: YO_333_17 SEP Sección: REPORTAJES
Página: alba 5-6 Edición: NACIONAL
23/09/2011 03:33h Usuario: simone nicotra
alacio
de las Dueñas.
“A
quí se ha destruido
todo lo que se ha podido
para construir cosas
nuevas. ¿Cree que
alguien va a venir a
España para ver los
rascacielos de la
Castellana?
”
No se confundan, esto es la Casa de Alba.
Tarde de calor en Sevilla. Nervios. Todo el mundo espera. Dejo la
bolsa con mis cosas en un banquito de madera en el antepatio
que da paso al jardín. Cuando vuelvo no está. «Lo encontrará
guardado ahí –me dice un hombre sencillo, de esos que tienen la
educación grabada en los genes–, a la señora no le gusta ver cosas fuera de sitio.» Más calor. Nos han dicho que la duquesa no
se encuentra bien, que ha estado a punto de cancelar la sesión
de fotos y la entrevista. De pronto se oye un jaleo suave de pasos
y alguien anuncia que «ya viene». Todo el mundo se levanta a saludar. Llega guapa, con un cierto aire de frescura en el vestido de
tonos rosa de Victorio & Lucchino. Ella ha impuesto el vestuario.
Hay un protocolo estricto de presentaciones –nervios porque a
una de las personas del equipo no se le ha presentado. Tiene que
saber quién es cada uno de los presentes–. Todo el mundo la besa. Yo también. Y entonces me encuentro con esos ojos fijos,
fríos, que me miran y me dejan de piedra. Cayetana de Alba escruta de forma implacable y yo me doy cuenta de que algo va
mal. Empiezan las fotos y se oyen las primeras toses de pecho.
Cae el calor en el patio del este Palacio de las Dueñas donde el
sol ha bajado inmisericorde durante siglos. Ella tiene la protesta
permanentemente en la punta de la lengua pero, paradójicamente, se deja hacer. Me sorprende su inteligencia felina. Nada, nada,
se le escapa y, sin embargo, puedo darme cuenta de lo fácil que
le resulta que la gente vea de ella sólo lo que ella quiere que vean.
Le calzan unos zapatos dorados de purpurina y le ponen encima
algo. Algo que la transforma de forma sutil. Voy a sentarme en un
banco y una voz amiga, la misma que me informó de dónde estaba mi mochila, me dice de forma callada: «No te sientes, no le
gusta». Me quedo de piedra. Creo que es pompa, tardaré semanas en entender. Está sentada en un sillón noble, mira de forma
desafiante al fotógrafo porque comprende, perfectamente, que
esto es otra cosa, que hay poco de rosa en lo que está pasando
aquí. La sensibilidad de esta mujer hacia todo lo que tiene que ver
con el arte es mortalmente afilada. Me muevo a uno de los laterales y entonces la veo. La veo por primera vez ahí, con el peso del
tiempo, de los años, de la historia, del esfuerzo enorme para haber puesto en pie, de nuevo, la Casa. Algún pájaro canta y, por lo
demás, hay un silencio total. Sentada ahí, siento de forma indubitable que en el patio del Palacio de las Dueñas está el corazón de
esta Casa. La piedra angular. Ahí, quieta, como una Diana Orsini
en su Bomarzo particular. Sólo que ella no es un personaje de ficción; es absolutamente real y, en este momento el cien por cien
de su mitad, pura duquesa de Alba (a la otra mitad de Cayetana
tardaría en encontrármela varios días). Entonces me di cuenta de
que me observaba y sabía que yo la observaba, ojos como dos tizones, que escrutan…, ojos de una extrema juventud. En un
cambio de localización para una foto, a tres pasos de mí, le dice a
Lola, su secretaria: «La entrevista, no». Y eso fue todo.
REPORTAJES - alba 5-6 - NACIONAL
Vestido, de Victorio&Lucchino. Abrigo militar, de Ralph Lauren Blue Label. Broche en forma de libélula con esmaltes,
diamantes y esmeraldas; sortijas de oro amarillo con esmeralda; de oro blanco con diamantes y rubí y de oro blanco con diamantes
y amatistas y pendientes de oro blanco, coral y diamantes, todo de Ansorena. Zapatos de lentejuelas, de Miu Miu.
Publicación: YO_333_17 SEP Sección: REPORTAJES
Página: alba 7-8 Edición: NACIONAL
alacio de Liria.
Han pasado casi dos semanas del desencuentro de Sevilla y
hay, parece, una nueva fecha para la entrevista. Esta vez en el
Palacio de Liria, en Madrid. Toco el timbre y me abren la verja
señalándome el otro lado del jardín: la puerta del centro. Me sorprende la belleza lujosa de este palacio frente a la calidez y el informalismo de Las Dueñas. Siento mis propios pasos hacer un
ruido horroroso sobre la gravilla del parterre en un lugar en el
que no hay nadie a la vista.
No existe una puerta sino varias, y no sé muy bien a cuál de ellas
es a la que me tengo que dirigir. Dudo. Las puertas son acristaladas y se puede ver el interior. Un interior desierto. Llevo la mano, finalmente, al pomo de la puerta y me dispongo a entrar. En ese
momento aparece el que supongo que es el mayordomo. Intento
verlo todo, los salones, las obras de arte, la escalera que comparo
con la imponente escalera del palacio de Sevilla. Todo es tan distinto. Subimos y allí no aparece nadie. Sólo el silencio y la frescura
de los muros del palacio sobre este verano agobiante. Por fin llega
Lola, siempre atenta, siempre haciendo que las cosas funcionen,
aunque yo entiendo que las cosas funcionan con menos campechanía de la que los medios dibujan para esta Casa. «Quizá tenga
que ser menos tiempo de lo que acordamos –me dice–, le han
surgido cosas para esta tarde.» No sé si será así o no, pero creo
que la entrevista se puede ir al garete en cualquier momento. Yo
me relajo. Lola me acompaña –con esa manera de hacer que la
identifica de forma inconfundible– a un salón… curioso. Es un salón femenino, íntimo; con un cierto aire inglés. Muy personal. Hay
cuadros, algunos pintados, juraría, por la propia Duquesa. No sé
por qué, pero pienso que es un salón contiguo a sus habitaciones.
Lola me explica dónde se va a sentar la Duquesa y dónde tengo
que sentarme yo… y desaparece en busca de Cayetana. Quedarse solo en un salón desconocido, pero muy personal, en medio de
un palacio en el que no parece que haya más que las cuatro personas que han salido en esta historia hasta el momento es una
23/09/2011 03:33h Usuario: simone nicotra
sensación, como mínimo, rara. Extrañamente cómoda… a pesar
de todo. Hay una atmosfera de historia en cada paso de esta entrevista que nunca llega del todo. Vuelve Lola y dice: «Quiere hacerla en otro salón». Y caminamos de nuevo –privilegiado yo– por los
pasillos de este palacio bellísimo que tantos ojos quisieran ver. Entramos en un salón mucho más solemne, con unos sofás rojos y
algunas obras de arte impresionantes. Finalmente Cayetana entra
y me da la mano fría, extremadamente correcta. Nos sentamos según lo acordado, y ella permanece rígida, juraría que incómoda.
Lola se queda sentada también. Pregunto, de entrada, por el comentario de hace unos días de su hijo Cayetano sobre las dos facetas de su madre: «la duquesa, y Cayetana, la mujer». Me contesta con una concisión y una brevedad preocupantes. «Pues eso
–dice–, está por un lado lo que yo trabajo, en esta fundación, o
yendo a algún premio que me dan, o cosas que yo presido. Esa
es la duquesa de Alba. Y Cayetana es lo que me gusta hacer. Me
gustan los deportes –bueno ahora ya no los práctico–, pintar, mi
afición al arte… eso es. Pues no puedo decir más...»
«No puedo decir más.» Esa es la frase que hace que a cualquier
periodista se le enciendan todas las luces de alarma y, sin embargo, hay algo en su actitud que me hace permite estar tranquilo.
Creo que es su curiosidad. Está curiosa, y está en su sitio. Si aquí
va a pasar algo me va a tocar hacer a mí el primer movimiento.
YO DONA. La aristocracia solía jugar en la sociedad un
papel de modelo, de referencia. Usted ha sido modelo de
muchas cosas... Sobre todo en la forma en la que ha ejercido
su libertad y sus responsabilidades…
CAYETANA DE ALBA. Pues eso que le he explicado. Una cosa son obligaciones y otra, lo que me gusta hacer, como el flamenco, que me encanta.
¿Alguna vez tuvo dudas de qué era lo correcto hacer
o no hacer?
Ah, no. Yo soy muy decidida. No soy una persona pendiente…,
hago lo que yo creo que puedo, y debo, hacer.
Un compañero me ha dicho [me da un poco de vergüenza lo patoso de la introducción, pero con esta mujer,
mejor ser directo] que le pregunte por qué se expone tanto
en la prensa.
En cierto tipo de prensa. Porque me lo piden... Pregúnteles a ellos.
Pero esa exposición…, en realidad, ha repercutido a la larga
en su imagen de una forma positiva…
Yo creo que muy positiva. Si se olvidan de ti no eres nadie.
Parece difícil que el próximo duque de Alba [yo mismo me
quedo de piedra mientras me escucho enunciar la preguntita]
sea capaz de alcanzar un nivel de notoriedad como el que usted
ha alcanzado.
Ah, no lo sé, porque como yo no voy a estar aquí para verlo,
no me importa….
Vestido, de Victorio&Lucchino. Pendientes largos de oro amarillo, coral piel de ángel y diamantes; collar rígido con diamantes y rubíes; sortijas de oro amarillo con
esmeralda, de oro blanco con diamantes y rubí y de oro blanco con diamantes y amatistas y pulsera rígida de oro amarillo con diamantes, todo, de Ansorena.
REPORTAJES - alba 7-8 - NACIONAL
Publicación: YO_333_17 SEP Sección: REPORTAJES
Página: alba 9-10 Edición: NACIONAL
23/09/2011 03:33h Usuario: simone nicotra
Pero usted ha conseguido
darle un equilibrio.
¿A qué?
A la vida de Cayetana dentro de las responsabilidades
del Ducado.
A mí me interesan muchas cosas… Yo tengo mucha fortaleza. Y muchos ánimos.
No sé si me permite una
pregunta sobre Alfonso…
De eso prefiero no hablar porque
es un tema personal.
ncuentro que
“Eestamos
en el
peor periodo que ha
tenido España desde
el comienzo de la
Democracia.
Claro que pienso, pero si no ha dejado de hablar, a cuenta gotas, en entrevistas, ante micrófonos abiertos y cerrados, del tema, pero, curiosamente, respeto su postura. Incluso me gusta.
Esa no es la entrevista que he venido a hacer y ella parece que
tampoco es la entrevista que ha venido a dar… En caso de que
me dé alguna. Ataco a ver qué pasa.
Sólo una pregunta, si no lo considera oportuno, no me
conteste y vamos a otra cosa. Tengo curiosidad por saber
qué película vieron.
Uy, no me acuerdo… Era en el Avenida... o en el Verdi.
¿Qué tipo de cine le gusta?
El de emoción… Las películas de otras épocas.. Me gusta mucho el cine inglés...
¿Cómo ve el momento de España?
Encuentro que estamos en el peor periodo que ha tenido España
desde el comienzo de la Democracia. Porque a mí no me diga…
La duquesa de Alba, que ve el cine en versión original –habla 5
idiomas–, se lanza a hacer comparaciones y opina sobre la situación actual de España, sacando a pasear uno de sus encantos
más personales: su irritabilidad. Va de cero a 100 en un segundo… es como un Miura –en su primera corrida vio torear a Manolete– o, si se prefiere, como un Tercio de Flandes. Cuando acaba,
dice: «No quiero que ponga eso. No quiero molestar.»
Lola interrumpe un poco para protestar porque la ve irritada.
Yo insisto.
Pero a mí, y creo que a mucha gente, le interesa lo que
piensa usted sobre el momento actual… Usted tiene una perspectiva muy particular.
Yo he viajado mucho y no he visto en otros países cosas que
veo aquí, como esa falta de cuidado por el pasado, por el patrimonio. Aquí se ha destruido todo lo que se ha podido para
levantar cosas nuevas. ¿Cree que alguien va a venir a España
para ver los rascacielos de la Castellana? Pues no. Pero yo no
soy política. Ni quiero que diga lo que he dicho. ¡Que miren a
Italia! Allí no se toca una piedra, eso es cultura. Y en el norte
de Europa, lo mismo.
Ahora se están haciendo esfuerzos…
Ay, ¡por Dios!…
Vestido, de Victorio&Lucchino. Capa con tul, de Isabel Toledo. Abanico con bordados y encaje, de Bastilippo
Antigüedades. Pendientes de oro blanco, coral y diamantes; sortija de oro amarillo con esmeralda; sortija de oro
blanco con diamantes y rubí; sortija de oro blanco con diamantes y amatistas, de Ansorena.
REPORTAJES - alba 9-10 - NACIONAL
”
¿Y de quién es la culpa?
Dígamelo usted. Del que manda, ¿no?
A lo mejor tenemos también nosotros un poco la
culpa…
Ah, yo no. Y lo siento, soy
muy española, pero con eso
no me identifico. En Alemania
lo destruyeron todo, Dresde,
Berlín, y lo han reconstruido
igual que estaba.
Me sorprende…, yo siempre
la había visto a usted como una persona muy positiva…
Hombre, porque no voy a ir diciendo por ahí las tristezas que estamos pasando.
Y la prensa, ¿cómo la ve?
Fatal. Me sacáis muy mal. La televisión... Es una vergüenza, todo
lo que dicen es mentira; no les gustan más que los programas
ordinarios. Lo siento. España no está pasando un bueno momento… ¿Dónde están los grandes hombres?
Pero su marido fue un intelectual, por ejemplo...
Y qué dicen de él en ese libro [se refiere a Aguirre, el magnífico, de
Manuel Vicent, editado por Alfaguara]. Ese asqueroso.
¿Habló el autor con usted?
Yo le tengo puesta una demanda porque no dice más que mentiras. Era un gran hombre… inteligente, y no ese chiquilicuatre.
¿Escribió el libro sin hablar con usted?
Desde luego. Y le he demandado. Para que lo sepa. ¡Y yo tengo
más valor que el Gran Duque. O igual! Soy de esa familia, que
defendía a su patria y a su Rey… Yo soy igual. ¡Aunque sea muy
moderna vistiéndome!
De todas las imágenes que he visto de esta mujer antes de hoy,
y de todas las que veré durante la entrevista, la que tengo ahora
delante de mí se queda grabada en el recuerdo y volverá una y
otra vez: una mujer clavada en el sillón, apoyada en los dos brazos y tiesa como toda la historia de España, puesta en pie para
defender a alguien a quien quiso y a quien respetó. Estos dos
sentimientos son los que más parecen pesar en el corazón de
esta duquesa, capaz de irritarse, pero de una honestidad que
desarma. Esa misma honestidad que le hace ganarse el cariño
de la gente cuando le hace un corte de mangas a un periodista
o se pone el mundo por montera para defender su derecho a vivir su vida con libertad absoluta… dentro de unas reglas: las que
ella considera y tiene muy claras. ¿Moderna? Eso sería simplificar mucho cuando se habla de la duquesa de Alba. «No creo
en el divorcio, ni en el aborto», dirá más adelante y, más adelante aún, también se dolerá de una de las batallas que quizá da
por perdida… las vidas privadas de sus propios hijos. Si se quiere saber algo sobre el amor, la pasión y, sobre todo, la pareja,
quizá haya que preguntar a esta mujer que pronto se habrá
casado tres veces, pero que no se ha divorciado jamás.
YO DONA.17 SEPTIEMBRE 2011/ 37
Publicación: YO_333_17 SEP Sección: REPORTAJES
Página: alba 11-12 Edición: NACIONAL
23/09/2011 03:33h Usuario: simone nicotra
“s
i se
olvidan
de ti no
eres
nadie.
Capa corta con bordados, de Isabel Toledo. Pendientes largos de oro amarillo, coral piel de ángel
y diamantes y gargantilla de oro blanco con diamantes y rubíes, de Ansorena.
REPORTAJES - alba 11-12 - NACIONAL
”
Publicación: YO_333_17 SEP Sección: REPORTAJES
Página: alba 13-14 Edición: NACIONAL
23/09/2011 03:33h Usuario: simone nicotra
el pasado.
«Hace calor», dice, y pide que abran una ventana. El verano se agota rabioso fuera de las paredes del palacio. Se
acuerda de un Madrid en llamas cuando era «muy pequeña» –pero no quiere hablar explícitamente de la Guerra Civil
ni de la República– y, se acuerda, también, de los bombarderos alemanes sobre aquel Londres en el que vivió con su
padre durante la II Guerra Mundial. «Fue muy duro» –recuerda– y añade una frase obvia pero que yo no he oído
pronunciar nunca, así, como una reflexión, una frase que
sólo puede pronunciar quien vivió la Historia en primera
persona: «Y menos mal que ganaron, y no los alemanes».
Porque hubo otro final posible,
y la duquesa no lo olvida.
¿Qué recuerdo le queda
de los abuelos del Rey, sus
padrinos?
Alfonso XIII… era cariñosísimo,
pero yo era muy pequeña. Me
acuerdo de estar con él en el
barco en Santander. De la Reina
Victoria, nunca olvidaré cómo se
portó conmigo cuando murió mi
padre. Ella en persona me estuvo
esperando en la escalera del
hospital, y fue ella con quien estuve durante todo ese trance tan
triste… A mí [reflexiona] me interesa mucho mí país.
Me ha parecido que le
molesta que se hable de su
fortuna…
Después de la guerra esto [dice
aludiendo al palacio] estaba en
ruinas, y yo tuve las agallas de
levantarlo en lugar de gastarme
el dinero en un yate, en un avión
particular o en otras cosas que
los ricachones hacen. Porque
yo no soy una fortuna de esas
que hablan ni muchísimo menos. Y, ahora, lo estamos pasando mal, igual que todo el
mundo, cada uno en su nivel.
Para usted, ¿qué es peor:
un divorcio o una infidelidad?
La pareja es muy importante. Yo
por lo menos nunca me he divorciado, y mis hijos, todos. Para
eso es mejor no casarse.
¿Usted no se divorciaría
nunca?
No. Soy muy religiosa.
Capa dorada con lazada, de Isabel Toledo. Broche en forma de flor en oro y
diamantes y pendientes de oro blanco, coral y diamantes, de Ansorena.
REPORTAJES - alba 13-14 - NACIONAL
Publicación: YO_333_17 SEP Sección: REPORTAJES
Página: alba 15-16 Edición: NACIONAL
23/09/2011 03:33h Usuario: simone nicotra
La duquesa, en la soledad de uno de los
patios de su casa sevillana, con vestido, de
Victorio&Lucchino; peina, de Bastilippo
Antigüedades, y joyas, de Ansorena.
¿Sólo porque es religiosa?
Creo en ello. Me habré equivocado muchas
veces, yo no lo sé, pero, como funciono con
el corazón y con el alma, pues comprendo
dónde me he equivocado y dónde no.
¿Se ha equivocado?
Como todo el mundo. Nadie es perfecto.
Así y todo, ¿se sigue pensando poco
las cosas?
Ah, porque lo siento.
Es algo que se admira...
A mí me paran en los sitios, me dan besos… me abrazan. He entrado en una plaza de toros y me han aplaudido y me que
he tenido que levantar a saludar.
Usted es la duquesa de Alba…
Sí…
¿Qué significado tiene eso para Usted?
Yo estoy muy orgullosa de serlo.
Pero, ¿cree que hoy en día los jóvenes, por ejemplo, entienden el significado
del Ducado de Alba?
A mí los más jóvenes son los que me dan
besos por la calle. Si voy al cine… no hay un
joven que no sea amable conmigo. Ni uno.
Más que la gente mayor.
“l
a pareja es muy
importante.
Yo por lo menos nunca
me he divorciado,
y mis hijos, todos.
Para eso es mejor
no casarse.
”
Vídeo Captura con la cámara de tu
teléfono este código Bidi para ver el
making of de este reportaje. Y también
en nuestra web (http://www.elmundo.es/
yodona/ bidi/2011/09/333/portada/).
Hombre, por el título no va a ser. Es por mi
persona, y yo lo agradezco. Pero yo no me
creo nada. Engreída no soy. Sé lo que me gusta y lo que quiero. Soy monárquica, hasta la médula, pero luego soy muy sencilla, vivo muy normalmente, aunque esto sea muy grande. Aquí
no hay nada más que arte.
Durante la sesión de fotos en Sevilla, en un momento,
iba a sentarme y alguien de la casa me dijo: «No te sientes
que no le gusta».
Es verdad. Las sillas tienen ceras muy antiguas, y las máquinas…,
quieras o no, hay mucho movimiento… Protección nada más.
Igual que en el Museo del Prado. A nadie se le ocurre sentarse allí
en los muebles. Pues esto es igual. No es por engreimiento, es por
conservación… Porque hay cosas que no se pueden reponer.
No sólo cosas, Doña Cayetana. No sólo cosas…
Me pregunta si quiero beber algo y acepto por cortesía, habrá
más conversación, pero la entrevista ha terminado aquí.
Entiendo, ahora, el verdadero significado del aviso que recibí
en Sevilla. Me doy cuenta de que las cosas no han sido fáciles
para esta mujer que ha tomado decisiones y que deja un
Ducado, considerablemente más próspero, también en fama,
de lo que se lo encontró. yO
CONTENIDO EXTRA EN YO DONA ORBYT PARA iPAD
REPORTAJES - alba 15-16 - NACIONAL
AYUDANTE DE FOTOGRAFÍA: ROY BEESON. AYUDANTE DE REALIZACIÓN: MARÍA RODRÍGUEZ VÁZQUEZ.
AGRADECIMIENTOS: HOTEL LAS CASAS DE LA JUDERÍA (SEVILLA), WWW.LASCASASAJUDERIA.SPAINHOTELS.IT
¿Pero cree que es como Duquesa o como Cayetana?…
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