Las aventuras y desventuras sucedidas a Eneas oa

Anuncio
Las aventuras y desventuras sucedidas a Eneas o a Ulises fonnan parte de la tradición
que nos ha legado el Mundo Clásico y pocas veces caemos en la cuenta de si narran hechos
reales o imaginarios, porque están establecidos tan en la inteinporalidad que sólo pensamos
en ellos como narraciones mitológicas. De este modo, la navegación grecorroinana y medieval no tiene cabida en el mundo contemporáneo y la Edad Media comienza a ser importante cuando teimina, es decir, cuando comienzan a producirse cambios consustanciales a la
vida del hombre derivados de enormes descubrimientos.
Sin embargo, trascendental fue para cualquier civilización el descubrimiento del mar y
la época medieval es fiel ejemplo de lo mucho que cambió el encuentro con el mar: la evolución de los navíos y del arte de la navegación nos lleva desde los peligros del nmre ignotzim al encuentro con el Nuevo Mundo.
El primer viaje real que el mundo occidental recuerda, sin duda alguna por las repercusiones que tuvo para la humanidad, es el que realizó Cristóbal Colón. Cuando Colón zarpó
de España decidido a encontrar un camino directo a tierras asiáticas y a las islas de las especias estaba dando paso a la modernidad. Sin embargo, al llegar a América pensó que había
dado con alguna isla desconocida de la costa asiática y, como haría cualquier conquistador,
tomó posesión de esta tierra sin identificar, sin suponer que era 'el primero'. Pero, según las
narraciones de los navegantes nórdicos, Colón no fue 'el primero', pues el continente americano había sido visitado unos siglos antes por los vikingos, allá por los siglos X u XI.
Si nos vamos más atrás en el tiempo, nos adentramos en la intención real de este trabajo:
analizar una sospecha que lleva atisbándose desde hace mucho tiempo entre los estudiosos
del mar, de los viajes marinos y de las civilizaciones americanas: además de los pobladores
americanos, ¿visitó alguien este 'Nuevo Mundo' durante la primera parte de la Edad Media? ¿Estuvieron por casualidad los santos viajeros irlandeses en América? ¿Tomaron posesión de las tierras y evangelizaron estos pueblos? ¿Es América la Tierra de Promisión? Son
muchos los interrogantes que nos hacemos y a gran parte de ellos pretendemos dar solución,
aunque somos conscientes de que después también permanecerá la duda.
Tanto viajes reales como fantásticos han sido motivo de amplia literaiura, de ahí que
sintamos la necesidad de encuadrar los primeros viajes de los monjes entre la realidad y la
imaginación. En este sentido, C. Kappler cree que es:
"inútil preguntarse si el libro de viajes constituye un género literario ... la abundante
literatura de viajes reales e imaginarios responde a nuestras necesidades. A lo largo
de la historia del hombre, el viaje, el libro de viajes, son vehículos ideales de sueños
y de initos"'.
Sin embargo, a nadie se le oculta que los viajes irlandeses paganos fueron continuados
por los religiosos, que emprendieron recoi-sidos aventusados en busca de lugares, no para
saquearlos, sino para constiuir en ellos monasteiios o núcleos ereiníticos. De este modo, la
literatura surgida de estas odiseas ha de ser manifiestamente real. Esa literatura de viajes da
a conocer al lector novedades geogsáficas, simbólicas y maravillosas a partir de la experiencia del viaje realizado, pero al misino tiempo, desde el momento en que se convierten en
viajes oceánicos entsañan un grave problema: el navegante debía conocer su posición
exacta en el mar para poder regresar a su puerto de salida'.
Esto nos lleva a entrar de lleno en otro tipo de viajes que abunda en la Edad Media, los
de carácter fantástico en tomo a la vida de ultratumba o en los que su peculiaridad principal
radica en la búsqueda del paraíso3. Se trata de un viaje metafórico en el que realmente es el
alma el que accede al Más Allá, a la Terra Repronlissionis,aunque en muchas ocasiones sus
desciipciones y aventuras pasan por pertenecer a viajes reales. En líneas generales con el
paraíso terrenal se relaciona alguna isla apastada, pero la mayor parte de las características
de este lugar permanece como constantes en toda la literatura del Medievo4.Muchas de estas notas aparecen inconfundiblemente en los viajes realizados desde los lugares occidentales hacia no se sabe dónde, aumentados o inetainorfoseados de alguna manera desde el
momento en que el Cristianismo comenzó a tener adeptos.
Excusa decir que la religión cristiana cambió los hábitos de aquellos pueblos en los que
fue implantada, de norte a sur y de este a oeste. En consecuencia, si hablamos aquí de Irlanda no iba a ocui-sir de manera diferente en su caso. En este país, en cambio, las clases altas
percibieron de otro modo la inclusión del Cristianismo en sus vidas, porque tenían tiempo
que dedicasle. La nueva fe se adaptó a las costumbres de la inmensa mayosía de los habitantes sin producir cambios sustanciales5.
Sin embargo, después de la muerte de San Patricio, verdadero iniciador de la evangelización irlandesa, llega el silencio, el tiempo de búsqueda de algo trascendente, algo que pudiera existir o no. En ese moinento, comunidades de santos abrieron espacio en su país y
establecieron las bases de las que partisían otros, comenzaron a atraer gente, no necesariamente a una dedicación similar, sino a aprender en tomo a la religión, a leer y a oír la Bi-
' Cf. C. KAPPLER, Monstruos, demoniosy n~mavillasu j n e s de la EdadMed~a,Madrid, 1986, p.79.
* Hasta finales del siglo XV el cuerpo celeste más usado como guía era el polar, esto es, la estrella del Norte, pero a
finales de este siglo la declinación solar fue siniplificada en tablas, de modo que los marineros podian determinar
su posición a partir del sol como desde la estrella polar. Para una noción mas exacta de la astronomía que conocían
los monjes irlandeses, vid. G.A. LITTLE, Brendan the nuvigutor: An interpretation. Diiblin, 1946.
El rasgo principal de las navegaciones irlandesas era la búsqueda de la isla del Más Allá, es decir, del paraíso terrenal. Desde un punto de vista pagano, este espacio se conocía como Tír Tairngire y después de evangelizado el
pais, desde una perspectiva cristima, se conocerá como Terra Repro~nissio~iis,
que viene a ser una traslación a la
vida real de los aspectos ya escpecificados en la Biblia. Así en Hb. 11,9: "Por la fe, peregrinó por la Tierra Pronietida como en tierra extraña...".
Citemos sólamente la literatura derivada de los temas Campos Eliseos o Islas de los Bienaventurados.
La implantación del Cristianisnio supuso quizás una revolución cultural, cuyos ingredientes estaban en la propia
Irlanda: la religión dniidica de enorme relación con la nahiraieza y un pueblo pagano como el celta, deseoso de acción y de proyectos, vio con buenos ojos valores y virtudes que incluian el aprecio por las letras.
LOS SANTOS VWEROS: ¿PRECURSORES DE COLÓN EN AMÉRICA?
573
blia. El propósito de Irlanda fue más allá en su interés por el nuevo aprendizaje, no se distinguió claramente entre pagano y cristiano, entre Agustín y Virgilio y con la creación de un
espíritu cristiano fiel aparecieron los eremitas, a los que además cautivaba el viaje, el mar y
viejas leyendas que situaban el paraíso al oeste.
Y es que el carácter primigenio de los monjes irlandeses tenía impreso el viaje6. Como
última tierra del inundo conocido en ella estaba también el fin del Cristianismo y la única
manera de extenderlo estaba en salir a navegar, para ser fieles a la máxima de 'Creced y
multiplicaos'. Las visitas a Escocia, Gales y a las islas cercanas eran habituales e incluso
permitían compartir maestros, pero las que realizaban más lejos, por ejemplo a Islandia, tenían lugar en los meses en que había bonanza en el mar'.
De cualquier modo a la hora de hablar concretamente de los viajes que realizaron los
santos irlandeses hay que tener en cuenta que nos enfi-entamosa un peligro seiio, sobre todo
si afirmamos con rotundidad la lejanía a la que pudieron acceder estos hombres de ig1esia.Y
decimos esto porque sin duda alguna existe una cantidad innumerable de material escrito
conocido como Vitae Sanctorzmi, que narra la vida de los santos irlandeses, pero sobre todo, los viajes y hasta la influencia de los santos en diferentes lugares8. Estas Vitae fueron
escritas cientos de años después de la supuesta existencia del santo y, en muchos casos,
además representa tradiciones paganas que han sido consagradas de alguna manera.
Con todas estas reticencias por nuestra parte, queremos afiontar el título que hemos dado a
este estudio partiendo del hecho de que nuestro objeto de trabajo está centrado fundamentalmente en la Vita y la Nauigatio Sancti Brendani. Ambas conllevan una indudable tradición pagana, centrada en unos viajes conocidos como echtrae e i ~ ~ i r a mque
a ~ , tienen sus
raíces en la creencia de una isla del Más Allá, situada al oeste. De estas composiciones de
arraigo celta destacan El viaje de Bran, El vigje de los hermanos Corra, El viaje de Mernoc, El viaje de Maddoc y E1 viaje de Maeldzlinlo. Sin embargo, no es la aventura del viaje
y del descubrimiento, un elemento significativo a partir del que surge la Nazrigatio o la Vita.
Es un hecho constatado arqueológicamente que la idea del viaje del pueblo irlandés entroncada con la actividad
inaritiina por las costas atlánticas liiinde sus raíces eii una unidad cultural tan lejana conio los siglos nI y il a.c.
En este sentido sentó escuela la obra del eminente historiador y geógrafo Dicuil (inonje irlandés de los siglos WVLZI), uno de esos numerosos religiosos irlandeses que niarclió al continente donde fundaron centros de aprendizaje. Hizo crónica de varios monjes irlandeses que viajaron a Islandia en busca de soledad. Su aportación científica
fue dar a conocer pequeños archipiélagos que proporcionaban mayor conocimiento del tamaño de la Tierra, que
obviamente se creía que tem~inabaen Irlanda. Cf. J.J. TERNEY, Dicliili liber de rlielistira orbis terme, Dublin,
1967.
Cf Ch. PLUMMER, Vitae Sanctorzriv Hibentiae, Ii vols., Dublin, 1910 (Reimpr. Dublin, 1997).
Coino estamos viendo, se trata de narraciones que después de una larga vida en la tradición oral pasaron a la escritura y con el tiempo se convirtieron en vidas de santos y relatos de peregrinos, de ahí que haya estudiosos que
a f m e n que sólo suponen la transformación de esos viajes. Cf. L. BELER, "Two observatios conceming the
Nauigatio Sancti Brendani", Celtica 2 (1976), pp. 15-17.
' O Cada una presenta relaciones sustaiiciales con la leyenda de San Brendauo, pero parece ser el Viaje de Maelduin
el que más ofrece. Sobre estas analogías puede verse M. WILLIAMSON, "Tlie dreani of Cahus in Peulesvazis *'
Modei.11Ph~lolog)~,
30 (1 932), pp.5-11. Es importante la posición de L. BELER, art. cit., puesto que propone que
el Viaje de Maelduin es posterior a la Nauigatio y es con respecto a ella una adaptación secular, que la sigue incidente por incidente, Cf. además W. STOKES, "Tlie voyage of the Hui Corra", Revlie Celtiqtre, 14 (1893), pp.2269.
'
La base y al misino tiempo la finalidad del relato es, por el contrario, moralizante y evangelizadora y además se sirve de un insmnento conocido abundantemente: el viaje, aunque no
es el viaje como tal el mecanismo que hace mover las hazañas del héroe, sino su vida ejeinplar, que no mengua ante la adversidad.
Pioneros como Brendano de Clonfeit monje irlandés de los siglos V-VI- dejaron atrás
todo lo que podía significar algo para ellos, como señala su Navegación'':
... agnita uolz~ntatesancti pntris quasi zrno ore diczrnt omnes: "Abba, uoluntas tua
@so est et nostra. Nonne pmentes nostros dimisinizn? Nonne hereditateni nostmn
despeximts et corpora nostra traclidiinzrs in inanzrs tzras? Itaqzte parati szli~iussizte
ad mortem siue ad uitam teami ire "".
Y más adelante, refiriéndose al propio protagonista, dice:
... accepta benedictione sancti pntris e1 onwzizrnl inonachorwn qui C U ~ Ie0 ernnt
profecttts est in ultiniain pnrteni regionis szre, ubi denzorabantur parentes eiza.
Attrnnen nolzrit illos uidere...13.
Pero además de la figura de San Brendano de Clonfeit, entre estos hombres de iglesia
cabe subrayarse la importancia que tiene para el monacato celta la imagen de Coluinba de
lona. Ellos han servido para revelar la insaciable búsqueda que es el centro y la esencia de
la nueva Irlanda cristianizada:
El nombre del gran Coluinba está en cualquier nanación que trate el poder misionero de
Irlanda: nacido en el 521, después de completar sus estudios viajó mucho por el centro del
país, fundando y dando nombre a distintas iglesias y monasterios. Sin embargo, distribuyó
toda su área de influencia y ciistianización en el norte escocés, donde fundó el más famoso
de los monasteiios, por el que es conocido, Iona14. Sus viajes, como vemos, fueron costos,
pero de un arraigo y una trascendencia tal que se incluye entre los grandes evangelizadores
del país irlandés, a los que se rinde culto.
En cambio, la figura de Brendano de Clonfeit representa la expansión y el desarrollo de
la imaginación irlandesa y su existencia es conocida en todo el continente, por donde se extiende abundantemente su culto. Con él, como con otros santos, estamos a merced de los
textos que han sobrevivido contando su vida en ocasiones de un modo más veraz y en otras
menos. No obstante, es comúnmente admitido que el número de inanuscritos que contienen
la Nauigatio sancti Brendani supera el centenarI5y abarca como extensión toda Europa, in-
"
La Nuiiigatio Sarzcti Breiidaizi es un texto del siglo IX, de cuya difusión en la Edad Media sólo podenios decir
que fue una de las más conocidas Iiistorias populares, que existió en multitud de formas y apareció en las principales lenguas europeas.
l 2 "Al conocer el anhelo del santo padre, todos ellos respondieron casi a una voz: 'Abad, tu voluntad es también la
nuestra. ¿No abandonanios a nuestros padres y renunciamos a nuestra herencia y nos pusin~osen tus manos?"'. El
texto latino de la Natrigatio Saiicti Brendani está tomado de J.A. GONZALEZ MARRERO, introducción, edición
critica y traducción de la Nauigatio Sancti Brenduni (tesis doctoral inédita), La Laguiia, 1996.
l 3 ... recibió la bendición del santo padre y de todos los monjes que con él estaban y marclió hacia la última parte
de su propia región, donde vivian sus familiares. Pero no quiso verlos".
l4
Su biógrafo y sucesor en la abadía, Adaninano, escribió la Vita Suncti Columbanr
l 5 El inventario que Iiace M. ESPOSITO en "Sur la Nalrigatio Sanctl Brendaiir et sur ses versions italie~ines",Ro"
LOS SANTOS VIAJEROS: ¿PRECURSORESDE COLON EN AMÉRICA?
575
cluyendo algunas Repúblicas Bálticas16. Este hecho constituye una situación poco habitual
en la tradición manuscrita de una obra y se debe principalmente a que los componentes de
cada versión de la Nazrigatio dependen en ciei-to modo de los que hizo Brendano y no de lo
que el autor creó originariamente. Cada autor, según se tratara de una traducción o una
transcripción, creaba una nueva nasrativa, aplicaba su propio conocimiento, impiimiendo
nuevos datos capaces de interesar a un número mayor de lectores. Estamos, sin duda alguna, ante una obra que desde su elaboración y durante ocho siglos estuvo viva, es decir, en
creación constante. Llegó a convestirse en un tema bastante flexible dentro de la nasrativa
medieval, porque podía aportas las aventuras y masavillas más fantásticas y al misino tiempo la alegoría del espíritu cristiano capaz de recomer el inundo en su afán evangelizador.
No entraseinos a discutir hasta dónde pudo llegar el culto de estos santos o el de Brendano, en concreto, ni cómo llegó a ponerse su nombre a distintos lugares -algunos americanos-, porque es obvio que lo llevó la leyenda, como lo demuestra el hecho de que La Isla de
San Brendano situada en la Bahía de Buenavista en Temanova (Canadá) recibiera este
nombre a finales del siglo XVII, a partir de movimientos migratorios irlandeses, aunque no
sabemos si exclusivamente de pescadores17.
Siguiendo las localizaciones geográficas de la Naziigatio Sancti Brendani, un historiador y marinero, Tim Severin18, decidió en 1976 demostrar que este viaje era auténtico:
construyó un cwagh19, lo más parecido posible al que podía utilizar Brendano. Sus caractesísticas vendrían a ser tal como sigue si hacemos caso a las que ofrece la Naziigatio:
..fecerzint nauiczrh leuissirnan~,costa tan^ et colunuwtan? ex silua, siczit nzos est in
illis partibus et cooperuerzmt illnn~coriis bouinis atque rzrbricatis in cortice roborino et linierzlntforas onznes iuncturas pellizim ex butyro".
La capacidad de transporte de estas embarcaciones, diseñadas para viajes cercanos a tieniania 64 (1938), pp.328-346 es de noventa y nueve manuscritos y el que confecciona C. SELMER en Na~rigatio
Sancti Brendani AbbatisJFom early latin manzrscrrpts,New York, 1959 (reunp. en Worcester, 1989) es de ciento
veinte. Sin embargo, esta cifra puede considerarse superada según P. BOUET, Lefantastiq~redans la littératwe
latine dlr Moyen Age. La navigatlon de Saint Brendan, Caen, 1986, p. 16. Entre estos manuscritos se incluye la
Vita sancti Brendani, de la que también son muchas las copias.
l6 Hay también testinlonios de la extensión de la leyenda a Estados Unidos. Cf. C. SELMER, "An unknown manuscript of tlie Nazrigatio Sancti Brendani in U.S.A.", Scriptori~riil5, pp. 100-103.
l 7 Como vemos el recuerdo y el peregrinaje dejaba ecos de una historia que, con el tiempo lograba arraigo y culto,
con independencia del movimiento y del material literario relacionado con el santo. Cf. E.G. BOWEN, "The travel
of tlie Celtic Saints", Antrqulp 18, pp. 16-18.
ls Cf. T. SEVERIN, The Brendan Voyage,London, 1978. Existe también edición española.
l9 Se trata de pequeñas embarcaciones recubiertas de piel de buey, de pequeñas proporciones, forradas con tres
cueros de buey como nlinimo y como máximo nueve, aunque hay noticias de barcos con unos cuarenta pellejos de
revestimiento. La mayor parte de estos navíos fueron construidos entre los siglos V al W. A partir del siglo Vm, la
influencia nórdica propicio la adopción más generalizada de en~barcacionescon forro de madera. La mayoría de
los que hoy se conservan son pequeños y los mayores, los de la costa de Kerry, están capacitados para transportar
seis hombres. No obstante, aún hoy siguen usándose f~~ndamentalniente
para pescar y viajar por la costa, si bien la
lona embreada ha sustituido a los pellejos de buey.
?O
Su traducción seria "hicieron una barca muy ligera, de madera en sus lados y en su parte central, como es costumbre en esas zonas; la cubrieron con cueros de buey teilidos de color rojo y untaron todas las uniones de las pieles por fuera con manteca".
ssa filme, nos pennite afirmar que Brendano no pudo pastir en un único barco, porque con
él se encontraban adeinás catorce hombres.
Severin siguió la mta que los viajeros irlandeses solían hacer en el siglo VI, esto es, de
Irlanda a las Hébridas y de aquí a las Islas Feroe, Islandia, Groenlandia y Améiica -en concreto Temanova-. Este pequeño o gran ponnenor nos faculta a acrecentar la controversia y
pensar que un viaje semejante podía ser posible siguiendo las corrientes de las latitudes
nórdicas a principios de la Edad Media.
Brendano se hizo a la mar con diecisiete hombres en busca de la Tierra de Promisión y
cuando la encontró descubrió lo mismo que buscaban muchos españoles en El Dorado, árboles frondosos, fmtos abundantes y piedras que brillan de un modo diferente y especial.
Da la impresión de que hablamos del mismo lugar, pero estas características aparecen ya en
el Génesis".
Por otro lado, varios investigadores asegusan que Brendano llegó a Centroamérica y
entre las islas de alrededor que visitó permaneció en Cuba. Con esta postura se identifica
principalinente L. Kervran pasa quien la Insula Deliciarztni de la Nazrigatio sería Cuba". Se
trata de una isla apacible en la que Brendano pasa varios momentos, pero en la que pelmanece tres días al volver del paraíso, tal como dice la Nazrigatio:
...zrenerztnt ad insz~lamque uocatza. delitiarul~z.Ibiqzle íriztm diertm hospitio perncto
atqzre accepta benedictione, sanctzrs Br*endnnzrs,recto itinere ad locum szrtln~rezterszrs es231.
A este viaje se refiere Kervran porque acepta coino fundamento inexcusable para hablar
de América en este caso el hecho de que en su viaje de vuelta trajeron una planta, idéntica a
la palmera de coco24.En consecuencia, si se acepta esta interpretación los países tropicales
tenían que ser conocidos ya en esta época. Contribuye un poco más a clarificar esta idea que
la Vita Sancti Brendani dice:
Ecce quani inagna gmtia Dei czri~sz~s,
qui prius uix septem annis perfecttls est, nttnc
tr.ibus niensibus totus adin~pletzl'",
puesto que si fue una travesía de tres meses no estaba tan cerca de Irlanda.
Sin embargo, antes de terminar queremos reflejar aún más la leyenda en la que venimos
moviéndonos. Quizás de manera curiosa silva para refrendar que M i c a podía ser cono-
"
En el caso de la Natrigcitio una barrera acuática, la neblina, le impide a Brendano llegar antes del séptimo año,
quod ~rrdetis,ditrldit istain insulan~.Sicut inodo
pero la Terra Reproniissio~?isSanctorunt es así: Istud jl~~nlen
apparet ttobis n~atura,fiuctiblrs,ita ornizi tenporepern~anetsine trlla trnibru noctis, es decir, "Este río que veis divide esta isla. Como se os muestra a vosotros, madura de frutos, así perniaiiece en cualquier época, sin la sombra
de ninguna noche".
'2 Cf L. KERVRAN, Brandun, le gran navigateur celte d ~ VTsi?cle,
i
Paris, 1977, p.85.
23
Su traducción viene a ser: "...llegaron a la isla llamada de las delicias y allí, después de permanecer hospedados
tres días y de recibir la bendicih, Saii Brendano sin detenerse volvió a su casa".
24
El texto que sirve como evidencia pertenece al capítulo XXVíII de la V ~ t Sancti
a
Muchtrti de Bili, en la que algunos episodios nos ayudan a comprender niejor la vida de Brendano de Clonfert: arboris...de generepaln~orun~.
?j
Cf Ch. PLUMMER, op. cit., vol. n, p.292. Su traducción es: "Por gracia de Dios el viaje que a duras penas se
realizó en siete años se llevó a cabo en tres meses".
LOS SANTOS VLAJEROS: ¿,PRECURSORES DE COLON EN AMÉRICA?
577
cida pero no frecuentada: entre los incas del siglo XVI era un hecho consumado y asumido
la presencia de religiosos evangelizadores en el continente americano anteiiores a los españoles. Nos ha llamado mucho la atención la Nueva Crónica y Buen Gobierno de Guainan
Poma de Ayala. Esta obra fue descubierta en estado manuscrito en 1908 por R.
Pietschmann en la Biblioteca Real de Copenhague. Fue escrita por este hombre andino,
Guaman Poma, entre los últimos años del siglo XVI y principios del siglo siguiente. En ella
Guainan establece la creencia andina en una evangelización americana de San Bai-tolomé
poco después del nacimiento de y vida de Cristo". Guaman establece que
"la redención fue iniciada por San Bastolomé, en época de los piiineros Incas, aunque esta redención tampoco fue comprendida por los hombres andinos, que si no se
hicieron cristianos por ello, sí tuvieron en cambio el privilegio de un primer converso: Anti Uisacocha".
Parece indudable que esta evangelización también fue anterior a la llegada de los españoles, no obstante enciei~adel mismo modo que en el caso irlandés numerosas similitudes
con las ideas grecorromanas del viajes al mundo de la verdad, muchas de las cuales cuenta
el Génesis bíblicoz7.
En definitiva y a tenor de todos estos datos, seguimos sabiendo que Cristóbal Colón pisó tiei-ra americana en 1492, por lo que para concluis nos basta decir que si mucho de lo que
conocemos de Brendano, de Columba o de otros santos viajeros es leyenda o casi mito, es
un mito creado por los que conocían lo que queiían contar y eligieron el mejor método par
narras lo que estimaban. Así se desarrolló el mito. Por consiguiente, si Brendano de Clonfei-t o algún santo de esta época estuvo en América lo cierto es que el nuevo continente tardó en ser bautizado unos novecientos años más. Y si el viaje de Tim Severin ha demostrado
que Brendano y sus monjes llegaron a Améiica, desde el punto de vista filológico se resuelve un grave problema, que la estructui.a de esta obra responde a un único viaje, puesto que
tiene un principio, una sucesión marina y un final.
Pero nuestra duda concluyente es mucho más escéptica, si pensáramos que la Nauigatio
no es fnito de un solo viaje, sino una amalgama de viajes, muchos de los cuales se adaptaron a la Nauigatio o a la Vita desde la tradición -como realmente nos parece ser- y su fmalidad fuera crear una unidad de sentimiento épico-religioso ¿qué ocurriría si Brendano no
hubiera tomado la ruta del Norte sino la del Sur? ¿Habría llegado a las Islas Canarias? ¿De
este modo pudieron evangelizar América los apóstoles? Aunque muchas cosas suenen a
utopía, quedan sin duda para motivo de otra breve historia.
Vid. F. GUAMAN POMA DE AYALA, Nueva Cwónica y Biren Gobierno, Caracas, 1980.
Otras Coróiiicas, coino la de Fray Antonio de la Calancha, recogieron estas versiones que resaltm una evangelización iniciada por los apóstoles, de ahí que ni~icliosde los indios no aceptaran la nueva fe pues creían que ya eran
cristianos.
'6
27
Descargar