Amar y servir - OSV Curriculum

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Amar y servir
n
Jesús vino a ser siervo entre los
seres humanos. (CIC 565, 608)
n Jesús enseñó a sus seguidores a
servir a los demás como Él les
sirvió a ellos. (CIC 459, 852)
Pues si yo, siendo el Señor y el Maestro, les he lavado los pies,
también ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Yo les he
dado ejemplo, y ustedes deben hacer como he hecho yo.
Juan 13, 14–15
Jesús, el Siervo
El Catecismo dice que cuando
rezamos “hágase tu [del Padre]
voluntad” significa que pedimos al
Padre que “una nuestra voluntad
a la de su Hijo” para que, con la
ayuda de Jesús, podamos lograr
lo que jamás alcanzaríamos por
nuestra cuenta: “hacer lo que
agrada al Padre”. (CIC 2825)
El Directorio enumera cuatro
objetivos fundamentales de
la catequesis: 1) propiciar el
conocimiento de la fe y la adhesión
a ella; 2) fomentar la conciencia de
la presencia litúrgica de Cristo en
la Iglesia; 3) enseñar a orar y 4) la
formación moral. (DGC 85)
Libro
The Gift. Robert F. Morneau. Paulist Press.
Una parábola de servicio.
Durante la celebración de la Pascua con sus discípulos, Jesús,
maestro, señor e invitado de honor, les lavó los pies. Después de
sorprender a sus seguidores con su humilde servicio, Jesús se volvió a
ellos y les encomendó hacer lo mismo. Este mandato todavía es un
desafío, aun para los cristianos más fervientes.
Piense por un momento en alguna persona a quien haya ayudado o
servido: un hijo, un padre, su cónyuge o su jefe. Ahora imagine que se
cambian los papeles, y esa persona lo sirve a usted. Puede llegar a ser
una lección de humildad. El amor de Cristo es similar. Cuando Jesús
lavó los pies, reveló el más importante de sus actos de servicio, un
acto que llegaría pocas horas después de la Última Cena. Jesús dio su
vida por todas las personas sin que nadie fuera digno de ello. Jesús se
humilló por amor a usted. Usted está llamado a hacer lo mismo por
los demás.
Acto de humildad
Piense en aquellos que, a veces, están considerados como el sector
más bajo de la sociedad: los pobres, los enfermos
o los reclusos. Imagine cómo sería lavarles
los pies. Busque en el mensaje de Jesús el
desafío de hacer lo inimaginable. Sirva a
los marginados de su vecindario y de su
parroquia, respetando la dignidad que
Dios les ha dado.
Vídeo
Works of Mercy (15 min). Paulist Press.
Gestos tradicionales de servicio cobran
vida.
Reflexionar ¿A quién te pide
Dios que sirvas?
Recursos para el catequista
Visite www.osvcurriculum.com
para encontrar un plan interactivo
de la lección, recursos para el
capítulo y actividades.
258A Capítulo 13
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CÓMO ENSEÑAR
ENSE—AR EL
EL CAPÍTULO
CAPÍTULO 13
CÓMO
13
LOS NIÑOS
NI—OS OPINAN
OPINAN
LOS
La moral
Actos de amor
El objetivo de la formación moral cristiana es inspirar
a los niños para que sigan a Jesús llevando una vida de
servicio a Dios y al prójimo.
La enseñanza del servicio empieza con el familiar
concepto de ayudar a los demás. Sus niños están ansiosos
por ayudar, pero probablemente no han comenzado, así
que prepárese para guiarlos.
• Dé a los niños oportunidades de servir mediante la
ayuda. Establezca rutinas, como ordenar el salón,
regar las plantas y repartir útiles. Trate de no dejar
que los más ansiosos, los que quieren ayudar todo el
tiempo, monopolicen las tareas; reserve algunas para
los más tímidos.
• Guíe a los niños a ver que el servicio cristiano empieza
con un corazón bien dispuesto. Ayúdelos a satisfacer
las necesidades de los demás diciéndoles cosas como:
“si ves a alguien que hoy está triste, bríndale una
sonrisa” o “puede que alguien quiera ayuda con el
juego de palabras, ¿quién sería tan amable de
ayudar?”.
• Sea un modelo de alguien que sirve feliz y con buena
disposición. Sostener la puerta abierta para los niños o
ayudarlos a ponerse el abrigo son otras maneras de
enseñar cómo servir.
• Me gusta ayudar a los demás. Deme algunas
tareas que hacer.
• Me gusta cuidar a los niños más pequeños
y jugar con ellos. Deme un poco de tiempo
para hacerlo.
• Quiero ser un seguidor de Jesús. Comente
conmigo algunas maneras de serlo.
FORTALEZA PARA EL ESPÍRITU
Las buenas compañías
Fortalecer su espíritu requiere contar con una
comunidad de voces. Algunas voces lo animan y lo
apoyan incondicionalmente. Otras le piden que vuelva
a evaluar su forma de pensar y la amplíe.
Tendemos a dejar que nuestras relaciones y redes
se desarrollen en forma natural. Si en lugar de ello,
usted se rodea de colegas, amigos y familiares que lo
estimulen y lo apoyen, adquirirá la seguridad necesaria
para fortalecer su espíritu.
Rodearse de profetas y personas que lo animen, místicos
y directores, le permitirá crear y mantener una especie de
comunidad invisible que estará llena de vida en lugar de
ser pasiva.
Reflexionar Las compañías de las que se rodea,
¿lo confortan y lo estimulan? Si es así, nombre tres
personas y el papel que desempeña cada una en el
fortalecimiento de su espíritu.
Querido Jesús, ayúdame a reconocer los momentos de gracia y
a compartir esta capacidad con los niños. Amén.
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