Manual de FONDOS de PENSIONES Séptima edición, revisada y actualizada Con los cambios que introduce el Real Decreto 3/2000, de 23 de junio, de medidas fiscales urgentes de estímulo de ahorro familiar, que modifica en parte la fiscalidad de los planes de pensiones y la propia ley de Planes y Fondos de Pensiones. Edición coordinada por Mariano Utrilla, redactor jefe de INVERSION, y Angel Hernández Rilova, responsable de márketing de BBVA Pensiones. 13 VOCABULARIO DE LOS FONDOS DE PENSIONES – 105 – A Aportación: La contribución del partícipe al plan de pensiones. En base a lo aportado, a sus rendimientos y a sus gastos, se determinará la prestación que se perciba en el momento de la jubilación. Normalmente la aportación se calcula según tres criterios básicos: lo que el partícipe puede ahorrar con el objetivo específico de la jubilación, lo que le interesa ahorrar en función de sus ingresos para calcular la máxima ventaja fiscal posible al suscribir el plan, y, finalmente, la cantidad que desea recibir de prestación. En ningún caso se pueden superar los límites de aportación previstos por la ley (ver “Límites a la aportación”). Aportación mínima: El partícipe puede pactar con la entidad gestora cuál será su aportación mínima anual a su plan de pensiones. Este mínimo puede incumplirse, ya que el partícipe puede dejar de hacer aportaciones cuando lo considere oportuno, sin que por ello se vean lesionados sus derechos consolidados desde la fecha en que cese las aportaciones. Atribución de derechos: Las aportaciones a un plan de pensiones generan unos derechos económicos para los partícipes, que se traducen en la prestación futura que recibirá en el momento de la jubilación, ya sea en modo de capital o en modo de renta vitalicia. Auditoría: Las cuentas, tanto de los fondos de pensiones como de las entidades que los gestionan, deberán ser sometidas a una auditoría anual. Sólo podrán ser auditores de estas cuentas aquellos previamente registrados en la Dirección General de Seguros. La auditoría es uno de los elementos básicos para garantizar la máxima seguridad al partícipe. – 107 – B Beneficiario: Es la persona física (normalmente el partícipe o, en caso de fallecimiento de éste, sus herederos) con derecho a percibir las prestaciones a que da lugar el fondo de pensiones. Cuando la prestación viene motivada por jubilación o por invalidez, el beneficiario es el mismo suscriptor del fondo. C Capital: Modalidad de prestación de los planes de pensiones consistente en la percepción de la totalidad o de parte de los derechos consolidados en un único cobro, que puede se inmediato al momento en que ocurra la contingencia o diferido en el tiempo. Capitalización: Sistema mediante el que se instrumentan los planes de pensiones, que van capitalizando, es decir, acumulando, una serie de aportaciones, más sus rendimientos, con el objetivo de lograr un capital destinado a cubrir la jubilación y cualquiera de las contingencias previstas en el plan. Las aportaciones del individuo durante su vida activa generan un capital del que dispondrá cuando llegue el momento de la jubilación o contingencia, y que podrá percibir de una sola vez, en forma de una renta o combinación de ambas. Capitalización actuarial: La que tiene en cuenta la probabilidad de supervivencia de los partícipes. Si el partícipe fallece, hay que tener en cuenta que lo que ha aportado hasta ese momento, más sus rendimientos, sigue siendo necesario para cubrir las prestaciones, a las que ahora tienen derecho sus herederos. Hay, por tanto, una capilaridad, un traspaso de recursos entre partícipes. Capitalización colectiva: Sólo es posible en los planes del sistema de empleo y permite una transferencia de recursos entre los partícipes. – 108 – Comisiones: Las cantidades que perciben la entidad gestora y la entidad depositaria de un fondo de pensiones en contraprestación a sus servicios. La primera tiene determinada su comisión en las normas de funcionamiento del fondo, aunque ésta nunca podrá exceder del dos por ciento del patrimonio. La entidad depositaria puede cobrar hasta un 0,6 por ciento anual del valor nominal custodiado. Las comisiones y gastos que soporta un plan de pensiones no suponen un esfuerzo adicional en los desembolsos que realiza el partícipe. Comisión de control del fondo: Personas que supervisan el cumplimiento de los planes adscritos al fondo de pensiones. Tiene facultades de supervisión y representación. Comisión de control del plan: Personas que supervisan el funcionamiento y control del mismo. Está formada por representantes del promotor del plan, de sus partícipes (en mayoría absoluta) y de sus beneficiarios. A través de esta comisión, los partícipes en un plan de pensiones intervienen directamente en su gestión. Si un mismo fondo se compone de varios planes, los miembros que integran su comisión de control serán los representantes de cada uno de los planes adscritos. Si un fondo sólo instrumenta un plan, la comisión de control del fondo y la del plan coinciden. Comisión promotora: Personas encargadas de la puesta en marcha del plan de pensiones así como de constituir la comisión de control. Está formada por el promotor del plan y por los potenciales partícipes (con mayoría absoluta de los últimos). Crédito: El partícipe de un plan de pensiones tiene, en determinadas circunstancias excepcionales (como una fuerte caída de ingresos que pueda demostrar, por desempleo o alguna otra eventualidad), la posibilidad de solicitar al plan de pensiones un crédito que no podrá superar el 80 por ciento del capital acumulado hasta ese momento (ver concepto de “derecho con– 109 – solidado”). La comisión de control es la encargada de estudiar el caso para conceder o no el crédito, cuyo tipo de interés será muy similar al vigente en el mercado (suele ser el Mibor más un determinado diferencial). D Derechos consolidados: Son los derechos económicos de un partícipe, derivados de sus aportaciones al plan de pensiones más los rendimientos que le correspondan. E Entidad depositaria: Es la encargada de mantener en depósito los activos integrados en el fondo de pensiones. Una misma entidad puede ser depositaria de varios fondos diferentes. Entidad gestora: Es la encargada de gestionar un fondo de pensiones, siempre bajo la supervisión de la comisión de control. La gestora administra el patrimonio de los clientes y lleva la contabilidad. Una entidad no puede ser gestora y depositaria al mismo tiempo. F Fiscalidad: El tratamiento fiscal de los fondos de pensiones es uno de sus mecanismos básicos para estimular su utilización como elemento de ahorro a largo plazo. El principal beneficio fiscal es que las aportaciones se pueden reducir de la base imponible del partícipe. Las prestaciones recibidas en el momento de la jubilación también puede dar lugar a una reducción del 40 por ciento, siempre que se cobren como capital y se haya contratado el plan con al menos dos años de antelación. Fondo de pensiones: Patrimonio sin personalidad jurídica, creado para instrumentar planes de pensiones. Se integra por – 110 – las aportaciones de sus miembros y los rendimientos generados por su inversión. El contrato de plan de pensiones es la forma de regular la participación de un individuo en un fondo de pensiones. El fondo es la agrupación de dinero resultado de las aportaciones de todos los partícipes, para comprar activos en mejores condiciones de lo que podría hacerlo el inversor particular. I Iliquidez: Es una de las características definitorias de los planes de pensiones. El partícipe no podrá retirar sus derechos consolidados (las aportaciones más los rendimientos generados) hasta que se produzca alguna de las causas que dan origen a las prestaciones (jubilación, invalidez o fallecimiento). Esta iliquidez, que en principio puede parecer un inconveniente, es en realidad una ventaja, ya que su objetivo es que el ahorro se mantenga a largo plazo y pueda destinarse a cubrir el objetivo previsto (jubilación u otras contingencias). La iliquidez se ve compensadas con las ventajas fiscales de los planes de pensiones en la fase de aportación. En todo caso, la legislación actual ha introducido supuesto extraordinarios en los que se puede recuperar el dinero aportado antes de la jubilación (véase el concepto de “liquidez”). L Liquidez: Los planes de pensiones no tienen liquidez en la fase de aportación. Sólo se puede obtener liquidez si se da alguna circunstancia excepcional prevista en el plan. El partícipe no puede disponer del dinero hasta el momento de la jubilación, a no ser que se de el caso de fallecimiento o invalidez permanente. Otra posibilidad es solicitar un crédito en caso de fuerte disminución de ingresos del partícipe. Esta falta de liquidez de los planes de pensiones es uno de los factores que les hacen atractivos para el ahorro a largo plazo, específica– 111 – mente destinado a la jubilación. El Real Decreto 215/99 que desarrolla la Ley de IRPF ha dotado a los planes de pensiones de liquidez en dos supuestos extraordinarios: enfermedad grave y desempleo prolongado. Límite de las aportaciones: Las aportaciones realizadas por un partícipe a su plan de pensiones no pueden superar, en general, 1.200.000 pesetas en el año natural. Este límite es por persona física. Un matrimonio puede alcanzar conjuntamente hasta 2,4 millones de pesetas, pero sin que cada uno de los cónyuges supere el límite de 1,2 millones de pesetas. El límite de 1,2 millones se eleva a razón de 100.000 pesetas anuales para los partícipes mayores de 52 años, hasta llegar a 2,5 millones para los inversores de 65 años. Límite en la Reducción fiscal: Las aportaciones realizadas a un fondo de pensiones pueden reducir la base imponible del partícipe en su declaración de IRPF, siempre que éste obtenga rentas del trabajo o de actividades empresariales o profesionales. Esta reducción, en general, no puede superar el menor de los dos límites siguientes: el 25 por ciento de la suma de los rendimientos netos del trabajo, o actividades empresariales y profesionales, o 1.200.000 pesetas anuales. M Movilización de los derechos consolidados: Los derechos consolidados de un partícipe sólo se pueden movilizar hacia otro plan de pensiones o cuando se produzca el hecho (jubilación, invalidez, fallecimiento...) que da lugar a la prestación. El partícipe podrá trasladar sus derechos consolidados a otro plan si no está satisfecho con la evolución del que contrató en un principio. – 112 – P Partícipe: El titular de un plan de pensiones, que aprovechará las ventajas del mismo (directamente o por sus beneficiarios) tras realizar las correspondientes aportaciones. Partícipe en suspenso: Aquel que deja de realizar aportaciones al plan, pese a lo cual mantiene sus derechos consolidados desde la fecha en que deja de aportar. Puede reanudar sus aportaciones en el momento que lo desee. Plan de jubilación: No confundir con plan de pensiones. Un plan de jubilación es un contrato de seguro de vida mixto con capitalización diferida. Tienen un componente de cobertura de riesgo (de fallecimiento) y otro de ahorro a largo plazo. Ofrecen una rentabilidad fija garantizada. Plan de pensiones: Producto financiero que se constituye para dar derecho al partícipe a percibir rentas o capitales por jubilación. Se constituye a partir de las aportaciones del partícipe, que se compromete a realizar pagos periódicos (mensuales, trimestrales o anuales) con el objetivo de constituir un capital a largo plazo, que sólo podrá recuperar en el momento en que finalice su vida laboral activa. Promotor: Entidad que fomenta la creación de un plan de pensiones. Provisiones matemáticas: Las provisiones que debe constituir un plan de pensiones para cubrir los riesgos que se deriven de las contingencias previstas en los mismos (fallecimiento o invalidez del partícipe, por ejemplo). Se obtiene de restar al valor actual de las prestaciones futuras el valor actual de las aportaciones futuras. – 113 – R Renta: Modalidad de prestación de los planes de pensiones consistente en el cobro por parte del beneficiario de dos o más pagos sucesivos con periodicidad regular, con un pago al año mínimo. Las cantidades recibidas bajo esta forma de prestación se integran en la parte general de la base imponible del IRPF como rendimientos del trabajo. Renta temporal: El pago de una prestación periódica durante un tiempo preestablecido. Renta vitalicia: El pago de una prestación periódica hasta el fallecimiento del beneficiario de un plan de pensiones. S Seguridad: Es uno de los factores decisivos de los planes de pensiones, ya que su objetivo es constituir un capital mediante el ahorro a largo plazo, para que el partícipe lo reciba cuando concluya su vida laboral activa. El hecho de que exista una auditoría anual, una entidad gestora, otra depositaria y una comisión de control constituyen los elementos básicos de seguridad del plan de pensiones. Esta compleja fórmula permite evitar la quiebra de los fondos de pensiones porque sus gestores tomen decisiones erróneas de inversión o realicen una mala gestión. Sistema asociado: Modalidad de plan de pensiones promovido por alguna asociación, colectivo, sindicato o gremio. Los partícipes del mismo son los propios miembros del colectivo promotor. Sistema de empleo: Modalidad de plan de pensiones promovido por una empresa, sociedad o entidad. Los partícipes del mismo son los empleados de la entidad promotora. – 114 – Sistema individual: Modalidad de plan de pensiones promovida por entidades financieras. Los partícipes pueden ser cualquier persona física que acuda a la entidad a suscribir el plan. Sistema de reparto: Modelo de funcionamiento característico de los sistemas públicos de seguridad social. Se basa fundamentalmente en que los ingresos y aportaciones correspondientes a un período determinado, por ejemplo un ejercicio, se dedican a cubrir las prestaciones necesarias para ese mismo período, sin que se produzca efecto de capitalización, habitual en los sistemas privados de pensiones. – 115 –