El angustiador - Iglesia Shekina

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EL ANGUSTIADOR
Sal. 74:10
INTRODUCCIÓN: CONOCER como ataca el enemigo a la Iglesia es de suma
importancia para el pueblo de Dios, para que estemos alertas y listos para la batalla
convencidos de que no debemos sentir temor puesto que Dios nos manda a
combatir sin temer ni alarmarnos y con un corazón que no desmaye (Dt. 20: 3)
fortalecidos en nuestro Dios que siempre nos auxilia y nos socorre (Sal 46:1; 121).
DESARROLLO: VEMOS por medio de la Palabra que las potestades de las tinieblas
no trabajan solas sino que nos deja ver que cada una quisiere conducir al cristiano
hacia una situación cada vez más difícil.
En el libro de los Salmos 74:10 en la versión RV aparece la palabra angustiador, y la
Biblia KJV lo traduce como adversario, la palabra hebrea que se usa es SATAN que
es traducido como: Un adversario, que es alguien que nos quiere hacer daño o nos
desea el mal (1Ry. 5:4), lleva cautivos (1 Ry. 11:14), nos aborrece (1 Ry. 11:23,25) e
incluso nos persigue para matarnos (Lc. 13:17), un adversario supernatural y
especialmente el diablo (1P. 5:8), oponente, uno que murmura contra otro, alguien
que nos puede acusar o demandar jurídicamente (Mt. 5:25; Lc. 12:58). O que podría
llegar a causarnos angustias por medio de palabras (Job 19:2)
La principal tarea de esta potestad es la de producir angustia, que se traduce de
varias palabras en hebreo o en griego pero todas redundan en el mismo significado;
una de las raíces es el he. TSARAH= aprietos, estar en apuros, angustia, aflicción
congoja, dolor, adversidad, adversario, estrés. Estas son situaciones que pueden
llegar a enfermar al cristiano en su corazón en su alma y en su cuerpo, pudiendo con
eso llegar a matarlo incluso físicamente y no solamente a nivel de su alma o a nivel
cogregacional. Estas son algunas de las áreas que pueden ser afectadas por la
angustia:
· ANGUSTIA EN EL CORAZÓN, Sal. 25:17: Debemos de recordar que el corazón es
el que nos da vida, de él fluyen los manantiales de la misma (Pr. 4:23 BLA), por eso
mismo debemos de tener cuidado para que la angustia no engendre en nosotros
un murmurador o un acusador, ya que nada de lo que entra por la boca del
hombre lo contamina sino lo que sale de su corazón (Mt. 15:18­19)
· ANGUSTIA EN EL ALMA, Sal. 31:7: Nuestra alma puede angustiarse cuando nos
vemos confrontados por alguna situación difícil, como la perdida de los bienes
materiales o de algún ser querido, lo que nos aflige y nos lleva a la depresión y
puede dar lugar a que seamos metidos en el desierto, uno de los mayores peligros
entonces sería el hecho de que estando asolados nos venga la tentación y nos
alcance la rebeldía, puesto que en el desierto y en la angustia de nuestra alma
muchas veces es probada nuestra obediencia, como ejemplo tenemos a nuestro
Señor, quien sufrió de angustia en su alma cuando fue a orar al huerto de
Getsemaní, pero demostró obediencia y cumplió con la voluntad del padre, que
siempre ve nuestra aflicción y conoce nuestras angustias.
· ANGUSTIA EN EL CUERPO, 1 S. 13:8: Cuando la angustia se ha apoderado de
nuestro corazón y nuestra alma, puede llegar a enfermarnos físicamente, lo que
en la medicina actual se conoce como enfermedades psicosomáticas,
conduciendo al cristiano a enfermedades tales como el cáncer que esta
comprobado científicamente que puede venir a raíz de fuertes depresiones,
también el stress es una enfermedad que ataca el sistema nervioso como
resultado de fuertes presiones o de angustias. Cuando la mano del SEÑOR se
hizo pesada sobre los de Asdod, los desoló y los hirió con tumores, tanto a Asdod
como a sus territorios (1 S 5:6). La palabra que se usa para definir tumores es
TACHOR que se traduce como tumores o hemorroides, otra enfermedad que
entre sus múltiples causas encontramos el ESTRÉS o angustia.
· ANGUSTIA EN LA CONGREGACIÓN (1 S. 2:32 LBA "Y VERÁS LA ANGUSTIA DE
MI MORADA, A PESAR DE TODO EL BIEN QUE HAGO A ISRAEL; Y NUNCA
HABRÁ ANCIANO EN TU CASA): La congregación de los hijos de Dios se reúne en
la casa de Jehová, en donde el ministro que cubre se vale de ayudas que
colaboran con el ministerio, los ancianos son autoridades que merecen ser
respetadas (Lv 19:32), si el angustiador llega a la casa de Dios puede traer
consigo enemigos de rostro fiero (HEB. ‘AZ que significa, entre otras cosas,
ambiciosa, voraz, glotona) que pueden devorar a toda la congregación y sus
frutos, sin respeto por los demás y menos aun por las autoridades que han sido
constituidas por el Señor para el perfeccionamiento de los santos y la edificación
del cuerpo de Cristo (Ef. 4:12) y que lo ministran y guían. Y si estos guías llegan a
ser presa de estas afecciones, entonces no guiaran al pueblo con ningún bien (Is
3:12; Lc 6:39).
· ANGUSTIA QUE PUEDE LLEGAR A TOCAR EL ESPIRITU: Pareciera que el
espíritu entra al cuerpo por los huesos y por lo regular estos enemigos
quebrantan los huesos (Sal 42:10) en JOB 19:2 aparentemente el angustiador
llega tan hondo por medio de lo que le habla al hombre que incluso tritura sus
huesos.
CONCLUSIÓN: LA angustia viene a nuestras vidas debido a las cargas que podamos
estar llevando encima, Dios permite que pasemos estas pruebas para probarnos,
para que su temor permanezca en nosotros y para que no pequemos
(Ex 20:20), y
como es un Dios de amor, nos da la oportunidad de que aun en esas etapas duras de
nuestro camino, encontremos cobijo bajo su sombra (Sal 91:1). El apóstol Pablo
vivía de esa manera y por eso le era indiferente el padecimiento, la tribulación y la
angustia que pudieran llegar a su vida (2Co 12:10). Cuando la angustia nos alcance,
solo basta recordar que la palabra de Dios es eficaz (He 4:12), la oración del justo al
ministrarnos es eficaz (Stg 5:16) y que nuestro Señor Jesucristo dijo: “Venid a mí
todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” (Mt 11:28)
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