Carmen Morales Juan Tapia Diego Yrarrázaval LA ESCATOLOGIA DE LOS BAILES RELIGIOSOS DE LA TIRANA INTRODUCCION E STA BREVEINVESTIGACION gira en torno a la pregunta: ¿cómo es la escatología de los bailes religiosos de La Tirana? Para contestarla hemos expuesto nuestra observación-participante de la fiesta de La Tirana y evaluado el sentir de los grupos de bailes respecto a la temática escatológica. La observación-participante fue realizada en la tercera semana de julio de 1970 por treinta estudiantes y profesores de Teología de la Universidad Católica de Santiago. Luego se redactó un informe general sobre dicha observaciónparticipante; además, en aquella ocasión se aplicó una encuesta elaborada por un equipo de FLACSO dirigido por Juan Van Kessel (1). Nos fue también de gran utilidad el estudio que Juan Van Kessel está realizando sobre los bailes religiosos del norte de Chile (2). Basándonos en estos antecedentes hemos intentado una evaluación de la escatología de los bailes de La Tirana, reconociendo de antemano que se trata de conclusiones provisorios y condicionadas por los antecedentes en que fundamentamos nuestras apreciaciones. Finalmente, en un apéndice, consideramos el problema de la incorporación de los bailes a la sociedad moderna. 1. OBSERVACION PARTICIPANTE EN LA TIRANA Se trata de desentrañar algunas actitudes y comportamientos de los integran- tes de los bailes respecto al tiempo, la historia, la responsabilidad humana y la sal(1) (2) El informe general se publica en este mismo número de Teología y Vida. Juan Van Kessel, El baile piel roja de Alberto Madrid, FLACSO 1970. LA ESCATOLOGIA DE LOS BAILES DE LA TIRANA 129 vación. El objetivo de este capítulo es señalar los datos que indican en forma implícita o explícita la escatología que manifiestan los bailes religiosos de La Tirana. 1. 1. Tiempo e historia El tiémpo de la celebración en La Tirana tiene un carácter eminentemente re- ligioso. La mayoría de los miembros de los bailes van a cumplir una manda (61,7%) o van por devoción (37,2%), y la casi unanimidad piensa que La Tirana es una fiesta religiosa (94,4%) (3). Las actividades principales durante la permanencia en La Tirana son de índole religiosa; por ejemplo, sólo en el baile propiamente tal se ocupan unas cuatro o cinco horas diarias. El tiempo dedicado a asuntos profanos (comida, diversión, etc.) está subordinado a lo que constituye la intencionalidad mental de los bailes: lo religioso. Además, en la temporalidad funda- sagrada de esos días no hay cabida para riñas, borracheras, traba¡o remunerado ni, en fin, para nada de lo que entra en la vida corriente. En referencia, por ejemplo, a la visita de un candidato presidencial a La Tirana hubo bastante malestar y una persona dijo: 'Aquí estamos para honrar a la Virgen y nada más'. El tiempo propio de La Tirana es pues de carácter sagrado y se diferencia del tiempo profano. la historia es vivida como un ciclo anual que comienza y termina cada 16 de julio. la vida de los integrantes de los bailes está enfocada hacia este climax anual. Los que hacen mandas buscan ahí la solución de las dificultades que se suscitan durante el año. Las únicas expresiones sobre el tiempo que se escuchan en los cantos se refieren a estos días del año. En los cantos del baile Moreno de Victoria, por ejemplo, se dice del 16 de julio que es un día glorioso, día de una Madre, día de María, día de su santo y, en cuanto al año, se repite a menudo en los cantos de despedida la frase "volveremos al otro año" (4). La intensísima emoción que se manifiesta al llegar y al abandonar La Tirana es también indicadora del carácter cíclico de su concepción de la historia: el año termina bien cuando se llega a saludar a la 'China', lo que contrasta con la increíble angustia y tristeza que experimentan al despedirse de ella y comenzar de nuevo el ciclo anual. Nótese que a esta celebración anual se acude con extrema regularidad. Como la mayoría viaja con toda la familia, se imprime desde la niñez la costumbre de ir a la fiesta. Un 31 % de los integrantes de los bailes han acudido entre 10 y 24 años a La Tirana (5). El contexto social en que se encuentran las personas que van a La Tirana promueve sus aspiraciones y es así como sobre el futuro tienen una concepción bien material. En el porvenir se espera una mejor situación económica, especialmente para los hijos. Se espera que, mediante la educación, éstos podrán alcanzar (3) (4) (5) Van Kessel, Encuesta, preguntas 9 y 10. Baile Moreno de Victoria, Libreta de Canto •. Van Kessel, Encuesta, pregunta 6. un futuro CARMEN 130 MORALES, JUAN TAPIA, DIEGO YRARRAZAVAL mejor para que sean algo más que los adultos cuyas posibilidades han sido tan limitadas. La experiencia cíclica y religiosa del tiempo contrasta por lo tanto con sus aspiraciones de progreso profano. l. 2. Responsabilidad Al participar humana en un grupo de baile se da una responsabilidad existe una sumisión profunda a las autoridades, relativa, ya que normas y valores tradicionales del baile. Por una parte es muy cierto que los integrantes de los bailes sienten que la festividad de La Tirana les pertenece y está a cargo de ellos. Las directivas de los bailes, los caporales y la Federación de Bailes están conscientes de que la buena marcha de la fiesta depende de su labor y esfuerzo. En forma colectiva e individual, al interior de cada baile se realizan grandes sacrificios y se reparten dades. Los hombres trabajan responsabili- en sus respectivos oficios con mayor dedicación y aho- rran el máximo posible a fin de reunir los fondos necesarios para poder acudir a la fiesta. Mujeres y !óvenes traba!an confeccionando o reparando los trajes, el anda para la Virgen y otros aspectos del baile. En los meses previos a la fiesta hay ensayos de baile todas las noches y periódicamente se celebran reuniones. Además, se arriesga todo con tal de viajar a La Tirana: el trabajo, la salud y hasta la educación de los hijos. Pero toda esta práctica de la responsabilidad toridad está subordinada a la au- del caporal y de la directiva, así como a las rígidas tradiciones en los ritos, costumbres y normas de los bailes. No se permite innovar en la forma de bailar, en la música, en los cantos, en los tra!es, etc., aunque de vez en cuando se introducen nuevas 'mudanzas' de baile y modificaciones en la vestimenta. Este conformismo y sumisión se dan en el contexto de cada grupo de baile, grupos que constituyen núcleos aislados del resto de una sociedad que a menudo no los comprende y los critica. En cuanto a la vida en general, los bailarines tienen múltiples responsabilidades, aunque en un círculo restringido: cumplimiento en el trabajo, familia, participación mantención de la en asuntos gremiales, responsabilidades con los hilos, etc. Pero, al ser miembros de los estratos asalariados y con frecuencia explotados de la sociedad, no controlan responsabilidades los aspectos más fundamentales de su existencia. Sus pequeñas están enmarcadas en una impotencia produce su situación social de marginalidad general En cuanto a la devoción religiosa, la responsabilidad dinada a la acción infinitamente hacia la vida, que y dependencia. del hombre está subor- superior de la Virgen. Para obtener auxilio de la divinidad el hombre tiene que tener fe y tiene que pagar la manda, pero la responsabilidad última para el éxito en la vida reside en la Virgen. En los cantos, las expre- siones más usadas en lo tocante a la relación entre los devotos y su Madre son: 'implorar perdón' y 'pedir su bendición'. Solamente el perdón de la Virgen justifica al hombre y solamente la bendición de la Virgen concede el éxito en la vida. LA ESCATOLOGIA l. 3. DE LOS BAILES DE LA TIRANA 131 Salvación La salvación, como realización de La Tirana. La actividad personal y comunitaria, ocurre en el presente religiosa de los integrantes de los bailes se concentra en el desarrollo de los días de la fiesta; en el resto del tiempo no aparece tan claramente la. salvación que se expreóa en el perdón y la bendición que provienen de la Virgen. Al cumplir con la Madre milagrosa sienten que ya han cumplido con su religión y es así como en sus lugares de origen no suelen acudir a la Iglesia, aunque algunos dicen que todavía les falta mucho por conocer de su religión católica. Además, sienten que no pueden expresar bien su religiosidad en la estructura oficial de la Iglesia. En el 'presente' de la fiesta se da pues la salvación para el devoto de la Virgen, sin vislumbrarse el carácter futuro y colectivo de la salvación integral. La salvación no es el producto de la actividad del hombre, sino que es el resultado de la acción benevolente de la Virgen María. Los integrantes de los bailes religiosos acuden a ella en todo lo que para ellos aparece como fuera del control humano, es decir, la enfermedad, la estabilidad familiar, la liberación y el éxito en el trabajo, la armonía de fracasos y accidentes, y tantas otras cosas más que ellos creen que están baio el control inmediato de la Virgen. La Virgen del Carmen es una madre protectora en quien se refugian y de quien todo lo esperan, tal como un niño tiende a relacionarse con su madre. La salvación que ocurre en La Tirana cubre muchas facetas de la vida. Esa fiesta religioso-popular contiene expresiones sensoriales, comunitarias, artísticas, fami- liares, místicas y culturales. La gente se divierte, viaja, come, baila, reza, se congrega. Por lo general la familia ente.ra participa en esta experiencia salvífica que les pertenece porque se sienten libres de las opresiones cotidianas. Se da también un grado notable de socialización y de generosidad en cada baile y también con el resto de la gente. Mediante las mandas, la sufrida vida de los nortinos se hace presente toda entera en La Tirana en buóca de salvación. Estas características dan la impresión de que la totalidad de su existencia es afectada por la salvación implorada en La Tirana. Los devotos de la Virgen encuentran allí la fuerza que necesitan para enfrentar la dureza de la vida del norte. Sin embargo, por el contexto en que se da esta salvación, es decir, en un tiempo sagrado y en una historia cíclica, se produce una salvación según esos condicionantes. 2. 2. l. EVALUACION DE LA ESCATOLOGIA DE LOS BAILES El tiempo como un presente sagrado El tiempo tiene un gran valor cualitativo durante la semana de la fiesta. Du· rante el resto del año tiene un valor cronológico o cuantitativo, excepto en cuanto 132 CARMEN MORALES, JUAN TAPIA, DIEGO YRARRAZAVAL a la preparaclon o continuación de la fiesta: ensayos, reuniones, veneración durante el año de la imagen de la Virgen, celebración de La Tirana 'chica'. Es decir, la temporalidad de los integrantes de los bailes tiene una significación intensa durante pe- ríodos de celebración que se diferencian claramente de la continuidad insignificante del tiempo corriente. Parece por lo tanto que se vive en una dualidad de tiempo sagrado y tiempo profano: en el primero estaría lo divino, la vida, lo sagrado, y en el segundo estaría lo humano, lo que atenta contra la vida, y lo profano. El tiempo sagrado se sitúa principalmente en el 'presente', y secundariamente en un pasado y un futuro muy cercanos. En el presente de la experiencia salvífica en el pueblecito de La Tirana hay un encuentro con la divinidad, es decir, con la Virgen del Carmen, y se vive plenamente. El recuerdo de esta experiencia y la expectativa de la siguiente celebración anual orientan hacia un pasado y un futuro muy próximos. Es así como el pasado y el futuro se viven sólo en cuanto proyecciones de una actualidad inmediata, lo único que realmente tiene valor. Esta concentración en el presente nos inclina a pensar que los grupos de baile profesan una forma de escatología 'realizada' o 'inmediata'. Lo plenitud del tiempo no reside en un pretérito o en un porvenir sino en el presente que se va repitiendo anualmente. 2. 2. La historia como una regeneración anual El tiempo transcurre a partir de y hacia el 16 de julio de cada año. En ese instante se reactualiza la fiesta de La Tirana como un arquetipo ya determinado en su ritual y su eficacia salvífica. Se trata pues de un acontecimiento que se repite incesantemente y que marca el comienzo y el término del ciclo anual. Esto corresponde al ritmo de la sociedad secularizada en torno al año nuevo. Para los bailes religiosos el tiempo estó constantemente comenzando y así se elimina la historia mediante el ritual de eterna repetición. Aparece por lo tanto una temporalidad como la del hom- bre arcaico-religioso. No hay evidencia de la concepción moderna de la irreversibilidad del tiempo. Tampoco aparece el tiempo escatológico cristiano que es fundamentalmente de carócter lineal e histórico, al estar orientado hacia un futuro absoluto y hacia la novedad creciente de la salvación. La regeneración cíclica afecta principalmente el orden natural y corriente de la vida. La enfermedad, el fatalismo respecto a los accidentes y tragedias, los desajustes de la convivencia humana y la situación problemótica en lo laboral van en contra de la estabilidad y de la prosperidad que son consideradas como propiedades de la vida. Las mandas, que se formulan durante el año cuando este orden es violado o amenazado, constituyen una súplica angustiosa por la regeneración de un universo trastocado. Así es como el ciclo anual gira en torno a una semana en que fa pro- fano es regenerado gracias a la intervención milagrosa de lo sagrado (la Virgen). Esto nos induce a pensar que no ocurre una regeneración de la historia propiamente tal, como es el caso de la Pascua cristiana, y tampoco se nota una dirección hacia la regeneración plena en el futuro. LA ESCATOLOGIA 2. 3. DE LOS BAILES DE LA TIRANA limitaciones de la responsabilidad 133 cristiana A primera vista la organización de los bailes y el desarrollo de la Fiesta dan la impresión de una gran creatividad, y cualquiera se asombra de la iniciativa de esos nortinos con sus manifestaciones comunitarias y litúrgicas tan especiales. Es muy notorio que' en el grupo de baile y en el coniunto de la celebración se cumplen en forma responsable las funciones que corresponden a cada individuo y a cada grupo. Pero al observar más a fondo este fenómeno socio-religioso, aparece claro que se da un respeto absoluto hacia tradiciones y normas que determinan hasta los más mínimos detalles. La acción del hombre tiene valor en cuanto reproduce fielmente los modelos de comportamiento que provienen del pasado. Las pequeñas modificaciones que ocurren son simplemente adaptaciones leves de dichos modelos que permanecen inmutables. Las relaciones de autoridad son de rigidez extrema. Se debe una obediencia absoluta al caporal en todo lo que pertenezca al baile como expresión religiosa y litúrgica. A la directiva corresponde asegurar el cumplimiento de las normas del baile como organización social. Globalmente se produce una sumisión a tradiciones consagradas en la repetición de paradigmas establecidos en el pasado. Ahora bien, si la vivencia comunitaria del cristianismo y la relación con Dios constituyen siempre una novedad histórica que suscita la creatividad, entonces la adhesión absoluta de los bailes religiosos a sus tradiciones constituye una desviación de la vocación cristiana. La experiencia cristiana lleva hacia una búsqueda y descubrimiento constante de nuevas formas de vida religiosa que a partir de la historia apuntan hacia el futuro. l.a vocación cristiana de transformar la realidad presente de cara al porvenir afecta también el ámbito de la familia, la política y la sociedad. Las actitudes religiosas de los bailes de La Tirana parecen favorecer la indiferencia frente a esa vocación. No es que su religiosidad sea por sí misma la causa de su pasividad, sino que refuerzo su impotencia ante la injusticia generalizada. A los estratos sociales en que están ubicados los integrantes de los bailes se les ha impuesto una existencia dependiente de las minorías con poder; sufren por ello una opresión en todos los aspectos de su vida. Esta dependencia se reproduce al interior de cada baile con respecto a sus autoridades. El apego a valores y normas tradicionales en los grupos de baile interioriza aún más la actitud tradicionalista. En vez de transformar el mundo se invo- ca la acción milagrosa de la Virgen y así su religiosidad en vez de ser un impulso para cambiar el desorden establecido ayuda a mantenerlo. La resurrección de Cristo es fundamentalmente una promesa de vida y, como tol, está en contradicción con la explotación humana que impide vivir plenamente. Los cristianos tienen pues que responder a esa promesa mediante su lucha contra el poder del mal que hay en la sociedad. Esto lo pueden hacer gracias a su esperanza que es a la vez una crítica contra toda opresión y un esfuerzo constructivo hacia una nueva sociedad. 134 2,4. CARMEN Una salvación religiosa y MORALES, JUAN TAPIA, DIEGO YRARRAZAVAL no-escatológica Los integrantes de los bailes acuden a La Tirana como a una fiesta salvífica. Para ellos no se trata de un espectáculo folklórico ni de una celebración social. Tienen problemas ante los cuales se sienten impotentes y por ello acuden a alguien que se los pueda solucionar. La conciencia del mal que los amenaza y que ex per:mentan a menudo como una culpa personal los lleva a solicitar el perdón, Para reconciliarse con una realidad trastocada, que significa sufrimientos y angustias, tienen que refugiarse en una providencia divina. Como el mal, el pecado y el sufri- miento son fuerzas tan aplastantes ellos buscan y encuentran una salvación inmediata. El presente de La Tirana no es pues un tiempo de misión ni de esperanza creativa, sino que es principalmente un tiempo de realización personal. La escatología cristiana responde a este afón d" liberación pero no lo sitúa en un presente absoluto e individual sino que lo plantea como una plenitud venidera de toda la reali- dad. Esta promesa de plenitud transforma el pre~ente al orientarlo ción que ya se está dando pero que todavia que le solicitan y le 'pagan' hacia la salva- no se da en forma total. Los favores a la Virgen tienen el carácter de milagros inmediatos que no están vinculados a un proceso de salvación, Para ellos es muy evidente y palpable la salvación en el presente, cuando y adquieren así una gran tranquilidad la Virgen soluciona y felicidad sus problemas interior. Además, su misma per- cepción cíclica del tiempo es un obstáculo para apreciar la salvación futura. No se puede simplemente decir que hay una mentalidad mítica en esta fe incondicional en mandas y bendiciones; se trata más bien de la existencia del pro- blema de la inmadurez de la fe del pueblo, tal como ha sido expresado en los documentos de Medellín. Esto es especialmelite cierto en La Tirana, donde se dan profundos valores cristianos. El problema es que si en las mandas y bendiciones hay una expectación de la acción inmanente de Dios, entonces se reduce Dios al nivel del hombre y el hombre al nivel del niño. Al respecto hay que tomar en cuenta que la técnica, la ciencia y la historia han maravillado des y lo han hecho asumir su responsabilidad al hombre con sus capacida- propia. El deseo de conseguir la sal- vación por medio de una empresa comercial con Dios y con la Virgen no es el único motivo de las mandas y bendiciones. También hay en quienes las pagan o solicitan un amor sincero y una fe sencilla hacia Dios y la Virgen. El valor atribuido la imagen de la Virgen en el Santuario es aparentemente a esencial en la festividad religiosa de La Tirana. Esto hay que entenderlo como un rasgo de la cultura popular que necesita simbo los e imágenes concretas. La Virgen del Carmen es la protagonista Como madre protectora y como divinidad central de la fiesta de La Tirana. milagrosa constituye el objeto de la espe- ranza y la única responsable de la salvación. Hay que tener en cuenta que los integrantes de los bailes reconocen a Dios y a Cristo y se sienten plenamente cristianos. Sin embargo, su conciencia inmediata y real está centrada en la Virgen María; sobre todo se identifican a sí mismos como devotos de la Madre de Dios. La LA ESCATOLOGIA DE LOS BAILES DE LA TIRANA 135 escatología cristiana tiene siempre un gran aprecio a María como la humilde servidora del Señor que goza de su elección y es una imagen privilegiada vación de todos los cristianos. Pero la Virgen liberación escatológica, que es Jesucrdo. de la sal- no debe sustituir el prototipo de la Es él quien comparte con la humanidad el suf~imiento y la vida nueva que Dios da a los que se convierten a él. Las promesas de justicia, vida y libertad están fundadas en la Pascua, mediante la cual la humanidad y la naturaleza se dirigen hacia el futuro de Cristo. Los cristianos reconocen su misión de ca-creadores al obedecer la dinámica de las promesas. La salvación es por lo tanto la obra de Cristo con los hombres, que transforman radicalmente el presente en vista al porvenir. Por eso el modo de salvación que se manifiesta en La Tirana no parece ubicarse específicamente en el proceso de la escatología de Cristo. Lo que ocurre allí parece más bien la salvación religiosa del hombre, algo parcial y actual, que no corresponde a la voluntad de Dios, quien desea se realice una salvación universal. 2. 5. Hacia la escatologización de los bailes De acuerdo con lo que ya se ha señalado, se puede dudar seriamente de que los bailes vivan en la historia y que su escatología sea una esperanza en las promesas de Cristo y en la transformación mar que un ciclo anual es un fragmento progresiva de la historia. Se podría afirhistórico y que la negación de la historia sólo se produce en un inmediatismo absoluto. Este no es el caso de los bailes de La Tirana. Pero como los bailes manifiestan una concepción cíclica del tiempo con una regeneración anual del orden trastocado, tampoco se les puede atribuir cia propiamente histórica. Una evangelización meta el lograr que los bailes proyectaran luto de la humanidad una viven- al respecto debería quizá tener como la salvación anual hacia el futuro abso- con Dios, y que se concibiera La Tirana solamente como un sacramento de la plenitud por venir. Además, la regeneración del universo tiene que estar subordinada a la historia progresiva hacia el reino de Dios. Por consiguiente la protesta religiosa contra los desajustes y el sufrimiento que manifiestan los bailes tendría que traducirse en una acción contra el mal social que está en contradicción con el hombre y con la sociedad nueva de la escatología. ver la forma de que los bailes no tuvieran como arquetipo tagonista principal la Virgen, sino que tuvieran Por último, habría que a la Fiesta ni como pro- como arquetipo la ciudad futura por construir y como protagonista el Cristo que fue, es y será. APENDICE La incorporación yola cultura de los integrantes de los bailes religiosos a la sociedad moderna parece ser bastante problemática. cesario hacer algunas reflexiones al respecto. Por ello estimamos neo 136 CARMEN MORALES. JUAN TAPIA, DIEGO YRARRAZAVAL Si para los bailes de La Tirana el tiempo tiene valor sólo por su dimensión cíclica de retorno a la fiesta, nos encontramos con una mentalidad pular y arcaica. Según esta mentalidad, y símbolos es de primordial del hombre, trae lidad la fiel importancia; repetición de revitalización de una menta- el mundo moderno. La presión de los acontecimientos históricos requiere que el hombre tome conciencia de su responsabilidad mundo yola humanidad. vocación de dominador po- de ritos, gestos, mitos pero en cuanto forma consigo consecuencias que limitan el desarrollo capaz de enfrentar de tipo El cristiano está primordialmente obligado frente al a ello por su de la creación y ca-creador con Dios. A menos que estos bailes religiosos entren en la realidad crisis de la historia, su participación medio ambiente será limitada. histórica del mundo moderno, que vive la en la construcción de ese mundo y de su Por lo demás, no es extraño que en La Tirona se muestre esta vivencia cíclica del tiempo y la desvalorización de la historia, ya que es reciente la conciencio universal del sentido irreversible del acontecer histórico. También es preciso admitir que nos falto mucho por entender y por reconocer acerco de lo amplio capacidad del hombre paro expresarse, crearse a sí mismo y construir su propio medio ambiente. Puede ser cierto que los integrantes de los bailes se vean limitados participar en lo construcción de su mundo por las barreras socioeconómicas del norte chileno y que, por lo tanto,~ivan difícil para en un mundo popular retener acontecimientos históricos en su integridad, 01 cual se le hoce sin mitificarlos ni tomar- los como modelos repetibles y ejemplares. El hombre, sin embargo, es un conjunto de infinitas posibilidades han trasladado y vive en un mundo donde los medios de comunicación culturas arcaicos y populares o lo era moderna en el tiempo de una generación; es muy posible que en La Tirana se esté dando este fenómeno. Sería importante mantuvieran La Tirana, que, al ocurrir este fenómeno sociocultural las danzas como una auténtica una expresión que concretiza expresión litúrgica la profundidad de cambio, se de la oración impalpable del en hombre (su amor, fe, esperanza, miedo, etc.). En esta forma el hombre moderno experimentaría a través de la danza una liberación la espontaneidad de esto expresión litúrgico personal que es necesario, yo que lo hace más creativo. El contexto de lo secularización influye yo sobre los integrantes de los bailes. La ideología del progreso material personas o ambicionar y el desarrollo y o buscar uno vida mejor. Esto contrasto con su vivencia cíclico del tiempo y lo inmutabilidad de su conciencio religiosa. Hay que pregun- tarse, por último, si o través de lo ideología cuada evangelización humano impulsan o estas se puede despertar del cambio secular y con uno ade- una acción histórica de transformación del mundo, gracias o lo contemplación de los promesas escatológicas.