Ataque a base de la OTAN deja 80 heridos y 5 muertos Ubican en

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JALAPA, lunes 12 septiembre 2011
Ataque a base de
la OTAN deja 80
heridos y 5 muertos
Kabul.- Un camión cargado
con explosivos estalló cerca de
una base de Estados Unidos
en el este de Afganistán,
matando a cinco civiles
afganos e hiriendo a casi 80
soldados norteamericanos,
confirmó la OTAN este
domingo.
El ataque del Talibán
significó un recordatorio
sombrío de que 10 años después
de los ataques terroristas
del 2001 en territorio
estadounidense, casi 100 mil
soldados
norteamericanos
siguen peleando una guerra
que no muestra signos de
desaceleración.
Ninguno de los soldados
estadounidenses murió por
la bomba del sábado por
la noche, que estalló horas
después que el Talibán
prometió seguir combatiendo
hasta que todos los soldados
estadounidenses salgan del
país. El movimiento insurgente
también destacó que no tuvo
ningún papel en los ataques
del 11 de septiembre de hace
exactamente 10 años.
La explosión destruyó la
fachada de los comercios
frente a la base Sayed Abad,
en la provincia de Wardak y
rompió ventanas de oficinas
del
gobierno
cercana,
dijo Roshana Wardak, ex
legisladora que dirige una
clínica en la ciudad cercana
del mismo nombre. El Talibán
se atribuyó el ataque.
Ocho civiles heridos fueron
conducidos a la clínica de
Wardak, dos de ellos con
gravedad suficiente como
para ser enviados a Kabul.
Wardak dijo que una niña de
tres años murió a causa de sus
heridas camino a la clínica.
La oficina del gobernador
de Wardak confirmó el
número de bajas y dijo que
17 afganos resultaron heridos:
14 civiles y tres funcionarios
de seguridad.
El ataque estuvo a cargo de
un atacante suicida talibán
que detonó una poderosa
bomba dentro de un camión
en que llevaba leña, dijo la
OTAN.
“La mayor parte de la fuerza
de la explosión fue absorbida
por la barrera protectora en
la entrada de la base”, dijo
la OTAN y agregó que el
daño era reparable y que
continuaban las operaciones.
La
OTAN
agregó
que ninguno de los 77
estadounidenses
heridos
estaba grave. El vocero,
mayor Russell Fox, dijo
este domingo que todos los
efectivos internacionales en la
base son estadounidenses.
La oficina del gobernador
afirmó que la explosión
fue tan poderosa que dañó
Ubican en Níger
a Saadi, hijo de
Gaddafi
Niamey.- El gobierno nigerino
confirmó que Saadi Gaddafi,
hijo del depuesto líder libio
Muammar el Gaddafi, entró
en el país junto con otras
ocho personas.
El ministro de justicia
y portavoz del Gobierno,
Marou Amadou, aseguró
en una rueda de prensa que
el convoy en el que viajaba
el hijo de Gaddafi fue
interceptado por una patrulla
militar y que ha sido llevado
a la localidad de Agadez, en el
norte del país.
Con la confirmación de
la huida de Saadi, antiguo
El gobierno nigerino confirmó
que el hijo del depuesto líder libio
entró a ese país junto con otras ocho
personas
jugador de fútbol profesional,
sólo continúan en paradero
desconocido el propio Gaddafi
y sus hijos Seif al Islam, que
estaba llamado a suceder a su
padre en el poder, y Mutasim,
jefe del Consejo de Seguridad
Nacional.
La mujer de Gaddafi Sofia
y tres de sus hijos Mohamed,
Anibal y Aisha fueron
acogidos el pasado mes de
agosto por las autoridades
argelinas
que
alegaron
“razones humanitarias” .
El pasado 4 de septiembre,
el portavoz militar de los
rebeldes libios, Ahmed Omar
Bani, anunció la muerte
del hijo de Gaddafi Hamis,
comandante de la temida
brigada del mismo nombre,
en combates en Tarhuna, a
90 kilómetros al suroeste de
Trípoli.
Desde
comienzos
de
septiembre, y coincidiendo
con
las
informaciones
provenientes de Argelia de
que las autoridades de ese país
habían rechazado la entrada
en su territorio de varios
convoyes de altos dirigentes
políticos y militares fieles a
Gaddafi, comenzó a crecer el
flujo de responsables libios en
más de cien comercios en
el principal bazar de Sayed
Abad, el hospital y el pequeño
edificio de la administración
municipal.
Este
domingo,
la
embajada estadounidense en
Kabul efectuó un servicio
conmemorativo del décimo
aniversario de los ataques
terroristas del 11 de septiembre
del 2001 a Estados Unidos.
En una declaración enviada
a los medios por correo
electrónico, el Talibán acusó
a Estados Unidos de usar los
ataques del 11 de septiembre
como pretexto para invadir
Afganistán y dijo que la
comunidad internacional era
responsable por la muerte de
miles de afganos durante la
invasión y la ocupación.
“Cada año, el 11 de
septiembre recuerda a los
afganos un episodio en el que
no tuvieron absolutamente
nada que ver”, dijo el
Talibán.
“El
colonialismo
estadounidense ha derramado
la sangre de decenas de miles
de afganos miserables e
inocentes”.
Estados Unidos y sus aliados
invadieron Afganistán el 7
de octubre del 2001 después
que el Talibán, que en ese
entonces gobernaba el país, se
negó a entregar a Osama bin
Laden.
busca de refugio en Níger.
Entre ellos han, atravesado
la frontera el general de origen
tuareg Ali Kana, encargado de
las fuerzas especiales en el sur
de Libia, y que llegó el pasado
8 de septiembre.
Kana llegó junto con otras
14 personalidades cercanas al
coronel libio, incluidos varios
oficiales de alto rango.
La mayoría han hecho
escala en Agadez, situada en
el norte del país y a un millar
de kilómetros de desierto de
la frontera libia.
Incluso se han alojado en
un hotel que pertenece a la
familia Gaddafi, según fuentes
policiales de la localidad.
Los primeros en cruzar la
frontera, según las autoridades
nigerinas, fueron el general
Mansour Abdalá Daouw, jefe de
las brigadas de seguridad libias,
y Husein Alquni, un antiguo
embajador de Libia en Níger.
Las autoridades de Niamey,
al igual que las de Argel, han
insistido hasta ahora en que
ofrecen refugio a los dirigentes
del régimen de Gaddafi por
asuntos humanitarios.
17
A 6 meses
del tsunami,
Japón guarda
un minuto de
silencio
A medio año de que el terremoto de 9
grados que impactó a Japón, provocando el
desastre nuclear en Fukushima, hoy el país
asiático da señales de progreso
Tokio.- Mientras el mundo
recordaba el 10 aniversario del
11-S en Estados Unidos, Japón
conmemoró este domingo
a sus propias víctimas por
una doble tragedia: un sismo
y un tsunami devastadores
ocurridos hace exactamente
seis meses.
El 11 de marzo es una
fecha que quedó marcada
con hierro candente en la
conciencia japonesa. En todas
partes en la costa nordeste a la
que asoló el desastre, familias
y comunidades recordaron
juntos a las víctimas. Los
monjes
cantaron.
Los
supervivientes rezaron. Las
madres colgaron figuras
vistosas de papel que parecían
aves en memoria de sus hijos
que se perdieron.
Exactamente a las 14: 46
horas, todos pararon sus
actividades y observaron un
minuto de silencio. El 11 de
marzo cambió todo para ellos
y su país. El terremoto de
magnitud 9 causó en Japón
una devastación sin par desde
la ocurrida en la II Guerra
Mundial.
El tsunami posterior
azotó el nordeste y arrasó
poblados enteros. Las olas
inundaron la planta nuclear
Dai-ichi de Fukushima y
desataron el peor accidente
nuclear desde Chernóbil.
Unas 20 mil personas
murieron o desaparecieron.
Más de 800 mil casas
fueron destruidas completa
o parcialmente.
El desastre arruinó empresas,
caminos e infraestructura.
La Sociedad de la Cruz Roja
Japonesa calcula que unas
400 mil personas quedaron
desplazadas. Medio año
después, hay señales materiales
de progreso. La mayoría de
los escombros y otros restos
fueron retirados o al menos
acomodados en pilas enormes.
En la ciudad portuaria de
Kesennuma, fueron retirados
muchos de los botes que
el tsunami arrastró tierra
adentro.
La mayoría de las personas
desalojadas se han retirado
de los gimnasios escolares,
albergues
temporales
o
apartamentos en los que se
habían acomodado tras el
desastre.
Guardan un
minuto de
silencio en NY
por el 11-S
NUEVA YORK.- El presidente
Barack Obama encabezó el domingo
una ceremonia de un minuto de
silencio en el monumento a las
víctimas de los ataques del 11 de
septiembre en Nueva York, en el
sitio donde existieron las torres
gemelas.
Obama y la primera dama,
Michelle Obama, se sumaron al
ex presidente George W. Bush y su
esposa, Laura, frente a un espejo de
agua donde se ubicaba la torre norte
del Centro de Comercio Mundial.
Todos ellos recorrieron a pie
el perímetro del monumento y
permanecieron en silencio antes
de que saludaran a parientes de las
víctimas de los ataques.
Nueva York tuvo la cifra más alta
de muertos de las tres localidades
que fueron escenario de los ataques
del 11 de septiembre de 2001.
Después de 10 años, los
estadounidenses se congregaban
el domingo en torno a tres sitios
específicos: donde se alzaban las
abatidas Torres Gemelas; en el lugar
en que se levanta el Pentágono como
una fortaleza otrora vulnerada, y en
un campo rural donde el Vuelo 93
de United Airlines se precipitó a
tierra.
Obama planeaba asistir a
ceremonias en los sitios de los tres
ataques y debía hablar el domingo
por la noche en el Kennedy
Center.
Los estadounidenses se reunían
para orar en catedrales en las
grandes ciudades y depositar rosas
frente a las estaciones de bomberos
de los pueblos pequeños, a fin de
recordar de incontables modos
el aniversario de los ataques
terroristas más devastadores desde
la fundación de la nación, y para
conmemorar uno de esos hechos
que configuran la historia.
Al igual que en conmemoraciones
anteriores, las campanas volvían
a tañer para lamentar la pérdida
de los muertos en los ataques.
Se realizaban ceremonias para
consagrar nuevos monumentos
recordatorios en el bajo Manhattan
en Nueva York, en la zona rural
de Pensilvania y en otros sitios,
como símbolos concretos de
la determinación de recordar y
reconstruir.
Pero gran parte de la significación
de las ceremonias este año radica más
en lo que no se dice abiertamente:
la ocasión del aniversario para que
los estadounidenses mediten acerca
de cómo los ataques los cambiaron
a ellos y al mundo, y la continua
lucha por comprender el lugar que
ocupa el 11 de septiembre en la
psiquis nacional.
“Mucho
queda
implícito”,
comentó Ken Foote, autor de
“Shadowed Ground: America’s
Landscapes of Violence and Tragedy
(Tierra ensombrecida: los paisajes
estadounidenses de violencia y
tragedia), al examinar el papel
que la veneración de los sitios de
muerte y desastre desempeña en la
vida moderna. “Estos aniversarios
son particularmente cruciales para
concebir qué historia narrar, qué
significa todo esto. Obliga a la gente
a desentrañar lo que nos ocurrió”.
El domingo, la atención nacional
se volcaba en las ceremonias en
el Pentágono, en las afueras de
Washington DC, y en el bajo
Manhattan para la dedicatoria del
Monumento Recordatorio del 11
de Septiembre.
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