BELKIS CUZA MALÉ - DigitalCommons@Providence

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BELKIS CUZA MALÉ:
EXPERIENCIAS MUY NUESTRAS
Miguel Angel Zapata: Me intriga por qué no publicaste después
Cartas a Ana Frank, 1963, o Los alucinados,
aunque me imagino
tendrás muchos inéditos, ¿no?
de
que
Belkis Cuza Malé: Después de Cartas a Ana Frank, que s e publicó en
1966 por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, publiqué en 1971 Juego
de damas, pero la salida del libro coincidió con la detención nuestra por los
organismos d e Seguridad del Estado y como medida inmediata mi libro fue
destruido sin que pudiera salir a la calle. Sin embargo, conservo una hoja
del mismo. Dieciséis de e s o s poemas habían aparecido en 1969 en Ocho
poetas, una antología que realizó Efraín Huerta y que agrupaba a los poetas
finalistas de e s e año en la C a s a de las Américas.
Si s e incluyese Juego de damas (que como libro en su totalidad continúa
inédito), tengo tres libros d e poemas sin publicar, a d e m á s de dos novelas.
MAZ: No es necesario que se escriban fechas, datos exactos, para que
la poesía, en cierto momento, llegue a ser considerada histórica. En verso
breve o largo, se cuenta algo, se confiesa algo, pero siempre detrás de las
cortinas del misterio, porque la poesía es misterio después de todo. Y para
acercarse a tus poemas, veo que hay que acercarse bien de cerca a las
cortinas para ver el jardín de las palabras, no el jardín de las delicias.
Si
esto pudiera ser así, ya me dirás cómo trabajas esa Ironía y esa
crítica
de la historia, o el sistema
confesional.
BCM: No trabajo nada, escribo e s o s poemas d e e s e modo, porque he
tenido experiencias muy nuestras — no digo mías, fíjate —. La poesía
cubana, que tiene un contexto muy propio, estuvo inmersa en los problemas
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históricos d e s d e el triunfo de la Revolución; era una poesía distinta — no la
califico, digo distinta —, y yo la sentía así. Siempre he sido irónica, más
bien rebelde; lo pongo en duda casi todo. Por e s o mi poesía revaloriza
muchas de las c o s a s que entonces me eran más cercanas.
MAZ: En uno de tus poemas de El patio de mi casa, "Anne
Sexton",
hay una transfiguración de la realidad, el hecho de que la poeta Sexton se
asomara a tu ventana, rompimiento de lo cotidiano, ruptura del sueño.
A
propósito,
ella, la Sexton, dijo en una entrevista
algo sobre la poesía
confesional,
pero dijo más bien que The art of writing Is
therapy.
You
don't
solve
problems
in
writing...
I've
heard
psychiatrists
say,
"See, you've
forgiven
your
father.
There
It is In your poem."
But I haven't
forgiven
my father.
I just
wrote that I did.
O sea que tus poemas
pueden
leerse de
distintas
maneras, no necesariamente
relacionándolos
con tu exilio en este
país,
¿no?; digo esto, porque el lector no tiene por qué saber la biografía del
poeta, y aunque debiera (?), no siempre sabe lo suficiente... y el poema,
siempre, siempre es un ¿misterio?
BCM: No había ninguna intención política, irónica, ni mucho m e n o s
d e s e o s d e sicoanalizarme al escribir e s e p o e m a .
S e me ocurrió así,
inspirada quizás por una foto muy viva que por e s o s días encontré d e la
Sexton. Me impresionó su vitalidad, la fuerza de su rostro, en contraste
con la mujer deprimida que fue, y supongo que no menos sicópata, al punto
de llegar al suicidio. ¿ S o n sicópatas los suicidas o simples anhelantes d e
muerte? ¿Acaso no d e s e a b a la muerte Santa T e r e s a como un medio de
acercarse a Dios? Creo que he sido irreverente, ¿ n o ?
MAZ: ¿Cómo han cambiado tus imágenes, fruto de tus nuevas
visiones
aquí en los Estados Unidos?
Aprovecho para preguntarte si extrañas tu
tierra, me refiero al paisaje, el mar, lo tropical, el cielo de tu niñez...
BCM: No han cambiado, aquí en Estados Unidos siguen siendo las
mismas, sólo que casi no escribo poesía, a v e c e s prosa y a veces, ni eso.
Lo que sí ha cambiado e s mi vida y e s o influye. Espero el momento en que la
p o e s í a surja e s p o n t á n e a y no atropellada por la obligación de escribir
poesía. Creo que un libro de poemas no s e escribe en menos de siete años.
Por lo menos e s lo que creo, los poemas van surgiendo y s e van quedando
ahí hasta que s e añejan y luego uno o los tira o los incluye en e s e libro
interminable. No me gusta que la gente atiborre a los d e m á s con tanta
poesía. La poesía e s decantación, tiempo. ¿ P a r a qué tanta prisa? Además,
si a p e n a s hay lectores de poesía y las editoriales no la quieren. La poesía,
creo yo, ha llegado a un estado en que sólo sirve para leérsela a los amigos,
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y eso e s bastante. No e s que su valor haya descendido, e s que c a d a día e s
más necesario reivindicar el género. Y los amigos son los lectores más
atentos, los más queridos, los que queremos que nos digan si e s buena o no.
Yo escribo para mí misma y mis amigos. Pero me da mucha alegría si uno
de mis p o e m a s sirve para hacer más llevadera o más comprensible la vida a
alguien, si puedo compartir mi experiencia. Igual me s u c e d e con la pintura:
pinto flores y animales de mi trópico, pero e s una t a r e a que comparto
plenamente con la gente que quiero. Para ellos pinto.
Extraño algo de mi tierra que ya no existe, porque ahora todo e s tan
distinto, e s t á todo tan desordenado que mi s u e ñ o estaría siempre en una
Cuba ideal que, por otra parte, creo que nunca ha existido. Yo un poco que
me la he inventado, pero siempre en el siglo XIX o en los primeros treinta
años de éste. Soy una mujer de otra época, no me cabe duda. Y la cubanía
para mí estaba en el siglo XIX, cuando s e luchaba por lograr la independencia
de Cuba y todo era tan hermoso... Cuando siento nostalgia de mi país me da
por querer vivir en la Florida. Y esto me p a s a c a d a cierto tiempo, sobre
todo en el largo invierno del norte.
MAZ:
admiras ?
¿Qué
poetas
norteamericanas/os
y
latinoamericanas/os
BCM:
No s é , me g u s t a Elizabeth Bishop y t o d o s los p o e t a s
n o r t e a m e r i c a n o s (no exagero), pero Eliot en primer lugar.
El e s la
modernidad
misma. Me gusta la luz y el viento y la bondad de la poesía
norteamericana. ¿Los latinoamericanos? Borges, aunque mucha gente lo
detesta como poeta. Para mí, Borges; el Neruda más simple, y el Parra que
leí en los sesenta. Claro, no me importa decir que el poeta que quizás más
ha influido en mí s e llama Heberto Padilla. Lo siento, porque supongo que no
debería decirlo. Pero e s así.
MAZ: ¿Cómo ves al escritor, al poeta, que se mete en las lides
políticas,
sea de centro, derecha
o izquierda,
no es acaso uno
el
compromiso
con la literatura, con el lenguaje?
¿Concretamente
con el
papel en blanco?
Porque hay poetas latinoamericanos
que viven bajo
democracias,
llamémosle
así, pero escriben
cosas en contra de sus
gobiernos y por eso se les critica de panfletarios, ¿qué opinas?
BCM: A mí que digan lo que digan en la poesía, pero que lo digan bien,
que s e a buena poesía. El panfleto e s difícil, pero hay grandes artistas que lo
han logrado. Todo lo humano merece ser tema poético. A mí la política me
molesta y más la actitud "intelectual" de mucha gente frente a la política.
Son de izquierdas (dicen ellos) porque hay que serlo, porque las d e r e c h a s
les parecen feas. Estas definiciones son nuevas. Darío no s e definió
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izquierdista, gracias a Dios, entonces s e era modernista, parnasiano o qué
s é yo. El mundo e s una basura. Pero, por mí, que escriban lo que quieran.
A ver si pueden.
MAZ: Vuelta a Cuba
recuerdos tienes de tu país?
(con
la memoria):
Belkis,
¿qué
buenos
BCM: No tengo buenos recuerdos en general d e mi país. Quizás el
viento meciéndose en la siesta, o la lluvia cayendo, o la vegetación. Mi país
no fue bueno conmigo nunca. Yo siempre, a pesar de quererlo mucho, quise
abandonarlo. No lo soportaba. Ahora me llevo mejor con la idea que me he
hecho de mi tierra. Qué extraño, ¿verdad?
MAZ: ¿Qué opinas de los poetas cubanos que viven en este país,
relación con ellos por razones políticas, o por literatura?
tienes
BCM: Los poetas cubanos que viven acá son víctimas como yo de un
sistema político que los obligó al exilio. Mi relación con ellos es, en primer
lugar, humana y luego intelectual. Los conozco a casi todos porque me
escriben a Linden Lane Magazine y yo soy feliz publicándolos. Eso e s algo
que me parece que yo hago por mi país.
MAZ: ¿Cómo
de las Américas?
¿no?
era el ambiente literario en los buenos tiempos de Casa
Sé que quedaste finalista en dos premios de poesía,
BCM: Sin duda había un ambiente "literario" en la Casa de las
Américas,
pero el haber recibido tres menciones allí, en s u s concursos, no
significaba mucho. Siempre fui una a p e s t a d a en Cuba, e s decir, gente que
escribía y era miembro de la Unión de Escritores y todo eso, pero nada más.
Yo no era quizás confiable o no tenía ambiciones, o no participaba más que
e n v i a n d o mis libros.
Como periodista conocí a m u c h o s e s c r i t o r e s
extranjeros que visitaban Cuba, pero yo hacía mi vida intelectual más bien
alrededor de la Unión de Escritores, que era donde trabajaba.
MAZ: Y Lezama,
¿por qué crees que se quedó en
Cuba?
BCM: Lezama s e quedó en Cuba porque el gobierno no le permitió irse.
Lo hubiera hecho porque la vida s e le hacía insoportable, como a cualquiera
allá, pero también le costaba más trabajo que a nadie luchar por eso. Era
como un árbol plantado en la calle Trocadero. Tan cubano, tan cubano, que
hubiera muerto de tristeza acá en Estados Unidos. Quizás hubiera podido
vivir en Puerto Rico, pero no lo sé.
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MAZ:
Las palabras,
presente,
el futuro?
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otra
vez:
¿qué
planes
tienes
para
el
BCM: El futuro e s un poco el presente. Pero yo vivo en pasado. Es
decir, soy la misma y no creo en el futuro. Trabajo mucho, pero en c o s a s
muy distintas. Hago Linden Lane Magazine, que me consume mucho tiempo,
y escribo. Ahora una novela, y p o e m a s algún que otro día, como dije. Mi
futuro e s siempre mi familia. Y Dios. A él me encomiendo. Que todo cubano
lo necesita mucho.
MAZ: ¿Cuántas horas le dedicas a la poesía todos los días?
de Linden Lane, cuéntanos de su nacimiento, su futuro...
Y la labor
BCM: ¿Horas a la p o e s í a ? ¿Todos los d í a s ? A lo que le dedico yo
todos los días horas e s a trabajar como a m a de casa, editora de Linden
Lane, administradora y qué s é yo cuantas profesiones insospechadas.
Linden Lane Magazine nació en 1982, como invención mía. Heberto no
siente ningún interés por la revista, pero acepta todos mis planes. No le
gusta publicar revistas en español en Estados Unidos. Linden Lane Magazine
e s t á teniendo mucho respaldo ahora (no digo económico, no, e s o ni
pensarlo), pero s e paga sola y aunque e s el esfuerzo de una sola persona (la
g e n t e e s muy h a r a g a n a , lo siento), sigue funcionando.
Espero poder
conseguir una mejor periodicidad. Cuando yo me atraso, LLM s e atrasa.
Anne
Sexton
Mientras leía s u s p o e m a s
vi su rostro joven asomado
a la ventana,
y la hice pasar;
s e sentó allí, en el sillón de mimbre,
sonriente,
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INTI N°
casi feliz d e no e s t a r viva,
d i s f r u t a n d o su cigarrillo
a largas p a u s a s ,
b o r r a n d o las distancias,
el p u e n t e d e a g u a entre
ella y yo.
Eran s u s ojos
depositarios entonces
d e la fe, del r e l á m p a g o
q u e d a o quita la existencia.
S o ñ ó mientras hablaba;
e r a la s u y a u n a voz c a r g a d a
de promesas
y la distancia infinita
la a h o g a b a ;
s e recuperó para despedirse,
volvió s u s ojos a la flor
d e otoño
q u e c o m o ella
iba a languidecer
en un momento,
y su adiós fue casi un m e n s a j e ,
u n a ilusión cumplida;
p e r o ella e s t á d e m a s i a d o viva
p a r a describirla en un p o e m a .
De
la n a t u r a l e z a
de
la
vida
S i e m p r e hay un hombre pintando
la puerta d e la c a s a ,
u n a mujer recortando el c é s p e d ,
un viejo s u b i é n d o s e al t e c h o del g a r a g e ,
un oso d e hierba m e t i é n d o s e en el patio,
una c a b e z a d e c a p i t a d a por la luz
e s t a l l a n d o en llanto,
un automóvil p i s o t e a n d o los instintos,
un ametrallado en la n o c h e
y otro p u e s t o d e p a t a s en la calle.
S i e m p r e e s t á s en el s u e ñ o
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y estoy yo y e s t á n mis hijos
y c u a n d o despierto
la luz e s d e otro mundo
y la tamiza la leve inquietud
d e e n t r e v e r a ratos
un p a i s a j e v e r d a d e r o .
La patria
de
mi
madre
Mi m a d r e d e c í a s i e m p r e
q u e la patria e r a cualquier sitio,
p r e f e r i b l e m e n t e el sitio d e la muerte.
Por e s o c o m p r ó la tierra m á s árida
y el p a i s a j e m á s triste
y la y e r b a m á s s e c a ,
y junto al árbol infeliz
c o m e n z ó a levantar su patria.
La construía a p e d a z o s
(un día e s t a pared, otro día el techo,
y a ratos, h u e c o s p a r a d e j a r colar el aire).
Mi c a s a e s mi patria — decía —
y yo la v e í a cerrar los ojos
c o m o una m u c h a c h a llena d e ilusión
mientras e s c o g í a , d e nuevo, a tientas,
el sitio d e la muerte.
El
tiempo
A s u m o el tiempo
con un extraño vértigo en los ojos.
Los a n c i a n o s me dan c o n s e j o s
c o m o a un niño,
s a c a n a relucir v i e j a s mentiras,
c o m o si el polvo
no lo hubiera cubierto todo e s t a m a ñ a n a .
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INTI N°
Poética
La virtualidad
d e un e s q u e m a h e c h o a pulso
p e r m a n e c e insensible
a una alarma d e fuego.
Mi mano,
no m á s quieta q u e mis nervios,
c r e a el p o e m a
m o v i é n d o s e d e norte a sur
c o m o en las latitudes.
Yo Virginia
Woolf
desbocada
en
la
muerte
La soledad y el silencio nos expulsan
del mundo habitable,
¿ q u é ojos mirarán sin recelos
las a g u a s del río en q u e m e pudro?
¿ q u é mendigo robará mi único c u e r p o
y para qué querrá disfrazarse de mujer?
¿ d u r a n t e c u á n t a s n o c h e s s e r é el espíritu del p o b r e diablo
q u e a c a m p a en Londres, bajo la llovizna?
Reconstruyo el p e c a d o .
Me lo s é d e memoria.
Un día y otro día
a p a g a n la l á m p a r a central,
cierran r u i d o s a m e n t e p u e r t a s y v e n t a n a s
y ya n a d i e o f r e c e r e c o m p e n s a por n u e s t r a c a p t u r a .
Un día y otro día
el mundo s e h a c e tan habitable
q u e ya no e s t a m o s en él.
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BELKIS CUZA MALE
Envejezco.
Bajo la m á s c a r a d e gran d a m a s u b y u g a d a
m e estoy poniendo vieja,
no e n c u e n t r o bella tu nariz,
tu curiosidad insaciable d e silencio.
Pronto s e irá el invierno p a r a no volver
o no e s t a r é yo aquí p a r a esperarlo.
S e r é tan vieja q u e s e reirán d e mí,
q u e no e n t e n d e r é nada,
q u e e s p e r a r á n con ilusión mi muerte,
p a r a c u a n d o todo haya sido
cubrir los e s p e j o s ,
a r r a s t r a r mi c u e r p o por las e s c a l e r a s ,
maquillar mi n u e v o rostro
y vestirme con el traje d e novia
q u e han lavado s e c r e t a m e n t e d e s d e a n t e s .
No les d a r é gusto.
No voy a e n v e j e c e r .
No voy a morir.
Oh, mi
Rimbaud
He aquí q u e Rimbaud y yo nos h a c e m o s al mar
en un gran elefante blanco,
nos p e r d e m o s en la bruma inconsolable d e u n o s
y c o m o colegiales reincidimos d e pronto
en el amor.
El m e toma la m a n o y la rechazo con un grito.
Luego,
s e a b a n d o n a a las a g u a s
y a t r a v i e s a otros m a r e s y otros ojos
y s e q u e d a sin mí,
m e regala la cabellera roja d e s u s s u e ñ o s ,
el pálido color d e s u s mejillas,
un e s p e j o .
C u a n d o aminore la tormenta y su caballo
d e s c u b r a el camino,
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INTI N°
volverá d u e ñ o y s e ñ o r del vellocino d e oro,
jovial y p a r a e n t o n c e s harto ya d e mí.
Biografía
del
poeta
P a r a la biografía del p o e t a ,
olviden el v e r d a d e r o tono con q u e hablaba,
s u s a m o r e s d e guerra,
los r a s g o s físicos
(ojos c a f é , nariz sin suerte),
la vida e n familia,
su fórmula p a r a conseguir e n e m i g o s ,
su a s o m b r o , su p e r e z a , s u virtud.
Olviden quién lo trajo al mundo,
en q u é m e s y en q u é año s e produjo la c o s a .
T e n g a n en c u e n t a s o l a m e n t e
las c i u d a d e s en q u e no amó,
el tipo d e mujer q u e d e s p r e c i a b a
y la influencia d e William Blake en su p e r s o n a .
Las
cenicientas
S o m o s las cenicientas.
El s e ñ o r Boticelli pintó p a r a n o s o t r a s
las t r e s h a d a s madrinas.
No s o m o s inocentes.
El Príncipe n u n c a nos ha b e s a d o .
No h e m o s pisado su recámara,
ni lamido su vientre.
Vivimos en la cocina,
n u e s t r a luna e s el f u e g o .
N u e s t r o s pies son e n o r m e s ;
un largo b a ñ o no nos vendría mal.
A n d a m o s con s a y a s rotas,
con las g r e ñ a s al aire
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y c o m e m o s pan duro.
No s o m o s inocentes.
Por negritas, por f e a s y por p u t a s
fuimos chifladas e n el c e r t a m e n d e Miss Universe.
P e r o gritamos (las d e s l e n g u a d a s )
¡merde! al culo del rey
y ¡merde! a s u s ministros,
a u n q u e ellos rabien con nuestra p e s t e .
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