el Consejo de Ancianos y la Asamblea del Pueblo, en ciertos casos llevaban a cabo juicios orales de carácter público para sancionar a quienes se ejecutaban actos que atentaban contra los usos y costumbres. “El ofendido, o cualquier ciudadano, presentaba y sostenía acusación ante el Arconte, el cual, cuando no se trataba de delitos privados y, según el caso, convocaba al Tribunal del Are, al de los ópago Ephetas y al de los Heliasras”. El acusado se defendía a sí mismo, aunque en ciertas ocasiones le auxiliaban algunas personas. Los romanos adoptaron, poco a poco, las instituciones del derecho griego y con el tiempo las transformaron, otorgándoles características muy peculiares que, más tarde, se emplearían a manera del molde clásico, para establecer el moderno Derecho de Procedimientos Penales. 3.- Afectación de Derechos Fundamentales La puesta en marcha de la reforma anteriormente mencionada se circunscribe únicamente a la facultad que tienen los ciudadanos de acudir ante las autoridades competentes y realizar la respectiva reclamación de justicia, pues en desarrollo de tal acción, la fiscalía debe materializar la indagación de las conductas delictivas; asegurar las evidencias y/o elementos materiales probatorios; recaudar evidencias que -en sede de juicio oral- sirvan de soporte “probatorio” a su teoría del caso; decidir sobre el archivo de las diligencias; analizar la posibilidad de suspender, interrumpir o renunciar al ejercicio de la acción penal mediante la aplicación concreta del principio de oportunidad. En virtud de lo anterior, el Estado, cabeza de la Fiscalía, se encuentra en la obligación de realizar ciertas actuacioRevista Tepantlato 53