Las Resurrecciones

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Las Resurrecciones
La interpretación profética ha sido víctima de mucha confusión debido a la teoría sin
apoyo bíblico de que los hombres serán todos resucitados al mismo tiempo.
Este programa profético simplista ignora los detalles dados en los pasajes proféticos
acerca de las diversas resurrecciones. En vez de una sola resurrección general, las
Escrituras presentan siete resurrecciones, algunas de las cuales se encuentran en el
pasado, otras separadas por largos períodos tales como las resurrecciones que preceden
y siguen al reinado de Cristo de mil años. Las Escrituras enseñan claramente que todos
serán resucitados a su tiempo y en su lugar y que la existencia humana sigue para
siempre. El estudio de las resurrecciones proporciona un importante bosquejo del
programa profético relacionado con esta verdad central de la fe y esperanza cristiana.
A. LA RESURRECCION DE JESUCRISTO
En el orden de las resurrecciones la primera es la de Jesucristo, anunciada en la profecía
del Antiguo Testamento (como en Sal. 16:9-10), presentada históricamente en los cuatro
evangelios, y tratada teológicamente en el Nuevo Testamento a partir del libro de los
Hechos. Indudablemente la doctrina de la resurrección de Cristo es una doctrina de
importancia central sobre la que descansa toda la fe y esperanza del cristiano, como
expone extensamente Pablo en 1 Corintios 15. En consideración de los hechos que
apoyan la conclusión de que hay más de una resurrección, es importante notar que todos
deben estar de acuerdo en que la resurrección de Cristo es un acontecimiento distinto y
que ya ha ocurrido.
B. LA RESURRECCION DE LOS SANTOS EN JERUSALEN
En el tiempo de la resurrección de Cristo ocurrió una resurrección que fue como una
prenda, según Mateo 27:52-53. Este pasaje afirma que «en el tiempo de la muerte y
resurrección de Cristo se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían
dormido se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él,
vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos».
En ningún lugar se da explicación alguna acerca de este suceso fuera de lo común.
Aunque los sepulcros fueron abiertos en el momento de la muerte de Cristo, parece que
los santos mismos no salieron de los sepulcros hasta que Cristo resucitó, porque la
Escritura deja en claro que Cristo es la primicia, el primer resucitado de entre los
muertos en un cuerpo resucitado que no volverá a ser destruido. En contraste con otras
personas resucitadas, como en el caso de Lázaro, que indudablemente volvió a morir y
volvió a ser sepultado, Cristo resucitó para no volver jamás a un sepulcro.
El significado probable de la resurrección de santos en el tiempo de la resurrección de
Cristo, número relativamente pequeño de individuos, puede hallarse en el cumplimiento
de lo tipificado en una ofrenda levítica. La tercera de las fiestas de Jehová (véase Lv.
23:9-14) incluye una ceremonia en que, al comienzo de la cosecha, los israelitas debían
llevar un puñado de grano no trillado para mecerlo delante de Jehová y ofrecer los
sacrificios adecuados en reconocimiento de sus esperanzas puestas en la cosecha
venidera. La resurrección de santos en Jerusalén en el tiempo de la resurrección de
Cristo constituyó las primicias y demostró que Cristo no estaba solo en su resurrección,
sino que era el precursor de la gran cosecha venidera, de la cual estos santos eran una
muestra.
Aunque algunos han interpretado las referencias de Lucas como sólo una restauración a
la vida como la ocurrida en el caso de Lázaro, el hecho de que haya ocurrido en el
tiempo de la resurrección de Cristo indicaría una resurrección permanente, e
indudablemente estos santos fueron llevados vivos al cielo después que hubieron
cumplido su misión. En cualquier caso, es otra resurrección histórica que confirma el
concepto de que todas las resurrecciones no pueden reunirse en un solo gran
acontecimiento futuro.
C. LA RESURRECCION DE LA IGLESIA
Como se dijo en los estudios de la venida de Cristo por sus santos, y la doctrina del
arrebatamiento, los muertos en Cristo serán resucitados en el tiempo de la venida de
Cristo por los suyos y, junto con los cristianos vivos que serán transformados, se
encontrarán con el Señor en el aire y subirán al cielo. Según 1 Tesalonicenses 4:13-18 y
1 Corintios 15:51-58, tanto los santos resucitados como los trasladados recibirán
cuerpos de resurrección similares al cuerpo resucitado de Cristo (1 Jn. 3:2). La
resurrección de la iglesia es la primera resurrección en gran escala y es precursora de las
demás.
D. LA RESURRECCION DE LOS SANTOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO
Aunque el. Antiguo Testamento constantemente supone la doctrina de la resurrección,
como se afirma en Job 19:25-26, por ejemplo, no es esta doctrina un tema de profecías
extensas. Sin embargo, las referencias que se encuentran parecen poner la resurrección
de los santos del Antiguo Testamento en el tiempo de la segunda venida de Cristo a la
tierra y no en el de su venida por sus santos en el arrebatamiento.
Daniel 12 describe la Gran Tribulación en el versículo 1 y la resurrección en el
versículo 2 como un suceso inmediatamente posterior y que constituye un clímax en
relación con ella; en este caso, sería claro que los santos del Antiguo Testamento no son
resucitados en el arrebatamiento, sino en el tiempo del establecimiento del reino. La
misma implicación se encuentra en el pasaje de Job, donde la resurrección está
conectada con el tiempo en que el Redentor está en pie sobre la tierra.
En forma similar, la doctrina de la resurrección presentada en Isaías 26:19-21 relaciona
el despertar de los cuerpos muertos con el momento en que Cristo juzgue al mundo.
También es significativo que la frase particular de «los muertos en Cristo» sea usada
para describir a los que son resucitados en el arrebatamiento (1 Ts. 4:16). La expresión
«en Cristo» describe la posición actual de los creyentes en Cristo debido al bautismo del
Espíritu, que ocurrió por primera vez en Hechos 2 y que no aparece en relación con los
santos del Antiguo Testamento. Aunque habrá intérpretes de las Escrituras que
discrepen de esta posición, e incluirán la resurrección de los santos del Antiguo
Testamento con el arrebatamiento, el peso de la evidencia parece relacionarla con la
segunda venida de Cristo a la tierra. En cualquier caso, todos los santos del Antiguo
Testamento y los de la iglesia serán resucitados antes del milenio.
E. LA RESURRECCION DE LOS SANTOS DE LA TRIBULACION
Se hace mención especial de los que murieron como mártires de la tribulación, diciendo
que serán resucitados en conexión con la segunda venida de Cristo para establecer el
reino. En Apocalipsis 20:4 Juan escribe que vio «las almas de los decapitados por causa
del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni
a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y
reinaron con Cristo mil años». Esta afirmación es explícita en el sentido de que los
mártires de la tribulación serán resucitados cuando Cristo venga a establecer su reino.
Apocalipsis 20:5 declara: «Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se
cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección». Surge, naturalmente, la pregunta
de cómo puede ser ésta la primera resurrección de los santos del Antiguo Testamento.
La respuesta es que la expresión «primera resurrección» se refiere a todas las
resurrecciones de los justos aun cuando se encuentren ampliamente separadas por el
tiempo. Todas ellas son primera, esto es, antes que la resurrección final de los impíos.
Consecuentemente, la expresión «primera resurrección» se aplica a todas las
resurrecciones de los santos sin consideración de cuándo ocurrían, incluyendo la
resurrección Cristo mismo.
F. LA RESURRECCION DE LOS SANTOS DEL MILENIO
Ningún pasaje de las Escrituras predice la resurrección santos del milenio, y algunos
han sacado la conclusión que los santos que entren en el milenio no morirán Por
supuesto, las Escrituras guardan silencio acerca de un arrebatamiento de los santos
vivos al final del milenio. Estos dos apartados de la profecía no caen dentro de la esfera
de preocupación inmediata de los santos que viven en la actualidad, y la verdad acerca
de ella podrá ser revelada después de la venida de Cristo para establecer su reino.
Sin embargo, cabe suponer que algunos santos que sobrevivirán a la tribulación ya serán
de edad avanzada, y en cualquier caso es dudoso si alguien sobrevivirá durante todo el
reinado de mil años. Ni Adán ni los cristianos primitivos lograron vivir mil años. En
consecuencia, se puede suponer que aun los salvados morirán en el milenio aun cuando
la vida de ellos será muy larga.
Según Isaías 65:20, «no habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus
días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será
maldito». Esta afirmación, por otra parte, indica que la vida será prolongada mucho,
esto es, que a la edad de 100 años una persona será todavía joven. En el milenio, los
creyentes que sean viejos cumplirán sus años, con lo que se quiere decir que alcanzarán
una edad muy avanzada. En contraste, la persona que muera de 100 años será porque es
pecador, y la muerte le vendrá como un juicio.
Subsiste la evidencia de que en el milenio habrá santos que morirán y que serán
resucitados al final del reinado milenial. Sin embargo, esta doctrina no está fundada
sobre un pasaje específico de las Escrituras, pero es probablemente la mejor
explicación. Al mismo tiempo que sean resucitados los santos del milenio serán
arrebatados los santos que estén vivos, esto es, serán llevados de la tierra sin morir, del
mismo modo que la iglesia cuando fue arrebatada. Esto será en preparación para la
destrucción de la tierra y los cielos que ahora son.
G. LA RESURRECCION DE LOS IMPIOS
La resurrección final está relacionada solamente con los impíos. Según Apocalipsis
20:11-15, en conexión con el juicio del gran trono blanco, todos los muertos que no
hayan resucitado antes serán resucitados y comparecerán ante Dios para ser juzgados.
Esta es la resurrección final antes de la creación de los nuevos cielos y la nueva tierra.
Los detalles de este juicio serán considerados en un capítulo posterior.
Resumiendo, las Escrituras claramente enseñan que todos los hombres resucitarán.
Como lo resume Daniel: «Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán
despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua» (12:2).
Aunque los hombres mueren, todos resucitarán, pero las resurrecciones no serán las
mismas. La resurrección de vida es una gloriosa resurrección en que los cuerpos de los
creyentes serán conformados al cuerpo de resurrección de Cristo.
Sin embargo, la resurrección de condenación es un espectáculo terrible. Los hombres
recibirán cuerpos que les durarán para siempre, pero cuerpos que son pecaminosos y
sujetos al dolor y el sufrimiento. Como el diablo y sus ángeles, existirán para siempre en
el lago de fuego. Este hecho conmovedor ha hecho que los hombres lleven el evangelio
hasta los fines de la tierra a fin de que la mayor cantidad posible de personas pueda ser
arrebatada del fuego (Jud. 23) y sea liberada de la ira de Dios que ciertamente vendrá
sobre los impíos. Sin embargo, para el justo la doctrina de la resurrección es la base de
nuestra esperanza, y aunque la última generación de la iglesia será arrebatada sin morir,
para la gran mayoría del mundo la resurrección de la tumba ha sido el método divino
para transformar un cuerpo que era para la tierra en un cuerpo adecuado para su gloriosa
presencia.
PREGUNTAS
1. ¿Resucitarán de entre los muertos todos los que mueran?
2. ¿Quién es la primera persona en ser resucitada de entre los muertos?
3. Explicar la resurrección mencionada en Mateo 27:52-53.
4. Describir la resurrección de la iglesia.
5. ¿Qué evidencia apoya la conclusión de que los santos del Antiguo Testamento
resucitarán en el tiempo de la venida de Cristo a la tierra?
6. ¿Qué revela la Escritura acerca de la resurrección de los santos de la tribulación?
7. ¿Morirán los santos en el milenio?
8. ¿Qué les ocurrirá a los santos que estén vivos al final del reino milenial?
9. Describir la resurrección de los impíos.
10. Hacer un contraste entre los cuerpos de resurrección de los salvados y de los
perdidos.
11. ¿Por qué la doctrina del castigo eterno constituye un motivo que impele a predicar el
evangelio a toda criatura?
Fondo bíblico: 1 Corintios 15:1-58.
Verdad central: La resurrección corporal de Jesucristo garantiza la vida eternal
de los creyentes.
Texto Áureo: En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta;
porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y
nosotros seremos transformados. 1 Corintios 15:52
Objetivos del Aprendizaje
1. Observar que la muerte y la resurrección de Cristo fueron acontecimientos
planeados desde la eternidad y que no ocurrieron por casualidad.
2. Hacer énfasis en la necesidad de la resurrección de Cristo para la culminación
de nuestra salvación.
3. Analizar la relación que hay entre los beneficios de la resurrección y la vida
cristiana presente.
Bosquejo general
I. El significado de la resurrección de Cristo A. Su resurrección conforme a las
Escrituras
B. Su resurrección garantiza nuestra salvación
II. La naturaleza de la resurrección
A. Garantía del triunfo final
B. Un incentivo para la justicia
C. Un cuerpo nuevo
III. La gloria de la resurrección
A. Una transformación maravillosa
B. Victoria en Cristo
Introducción
En el capítulo 15 de 1Corintios, el apóstol Pablo concentra su atención en otro de
los problemas que enfrentaba la iglesia de Corinto. Los griegos paganos de esa
ciudad estaban bajo la influencia ideológica de los filósofos que estaban opuestos
totalmente a la doctrina de la resurrección. Algunos de ellos, al igual que los
saduceos, pensaban que no había vida después de la muerte. Otros apenas Podían
admitir una nebulosa existencia después de la muerte.
En la iglesia de Corinto se levantaron muchos falsos maestros que negaban
absolutamente la resurrección corporal de los creyentes. Desafortunadamente este
tipo de maestros existen en todo lugar hasta el día de hoy. No podemos dar r
sentado que todo el que celebre la Pascua crea en la realidad de la resurrección
corporal de nuestro Señor Jesucristo. Tampoco podemos pensar que esas personas
conozcan por experiencia algo siquiera del poder de su resurrección.
Por otra parte, hay algunos que explican este evento de una manera tan extraña a
la Biblia que no nos permite entender lo que Dios quiere que sepamos acerca de
nuestra resurrección corporal ejemplificada en la resurrección de Jesús. Por eso
creemos que el estudio de hoy es de gran importancia para el pueblo cristiano.
Exposición bíblica
I. El significado de la resurrección de Cristo. -1 Corintios 15:1-20
A. Su resurrección conforme a las Escrituras
Pregunta: ¿Qué hizo Jesús para que sus discípulos entendieran el significado y la
importancia de su resurrección? (Vea Lucas 24:27, 44-48.)
Les señaló las profecías del Antiguo Testamento. Una de las cosas que se recalcan
fuertemente en el Nuevo Testamento es que la muerte y la resurrección de Jesús
formaban parte integral de los planes de Dios desde el principio. Dios había venido
preparando a Israel para estos acontecimientos a través de sus relaciones con el
pueblo.
Por eso se puede asegurar que la resurrección de Cristo era arte esencial del plan
redentor de Dios para los hombres. Así mismo podemos enterarnos de que la
muerte del Señor Jesús no fue accidental.
Enseñanza práctica
Casi todos los libros del Antiguo Testamento señalan a la persona de Cristo Jesús.
Isaías anunció que Cristo nacería de una virgen (7:14). Génesis declara que Jesús
sería el Hijo de Abraham (12:3) y que vendría de la tribu de Judá (49:10. El
salmista hace notar que Jesús sería del linaje de David (110:1). Miqueas señaló la
ciudad de Belén como el sitio donde nacería el Señor (5:2). Isaías, por otra parte,
anunciaba que sería ungido por el Espíritu de Dios (61:1; también Lucas 4:18, 19).
Zacarías predijo el hecho de que entraría a Jerusalén montado en un pollino (9:9).
El salmo 41:9 menciona W traición de judas. Zacarías también dijo que el precio
que se pagaría al traidor sería de treinta piezas de plata (11:12, 13). Este mismo
profeta también habló de que sus discípulos lo abandonarían (13:7). El salmista
habló de que se horadarían sus manos y sus pies, pero ninguno de sus huesos
sería quebrado (22:16; 34:20). También dijo que los verdugos le darían a beber
vinagre mezclado con hiel (69:21); y que se dividirían sus vestidos y echarían
suertes sobre su manto (22:18); además de esto, que sería abandonado por Dios
(22:1). Isaías profetizó que sería sepultado con los ricos (53:9). El salmista
escribió sobre su resurrección de entre los muertos (16:8-11), sobre su ascensión
a lo alto (68:18) y que se sentaría a la mano derecha del , Padre (110:1). Malaquías
aun habló del precursor de Jesús y se refirió a su venida al templo (3:1 comparado
con Mateo 11:10. Todo fue `conforme a las Escrituras".
La resurrección de entre los muertos fue un evento que identificó a Jesús como el
Mesías prometido, el Redentor y Salvador de la humanidad.
Pregunta: ¿Qué pruebas ofrece la Biblia para demostrar la realidad de la
resurrección del Señor?
En las Escrituras encontramos el testimonio personal de muchos que presenciaron
dicho acontecimiento. Entre los testigos estaba Pedro, quien había negado a Jesús,
pero que después de todo esto se convirtió en un vibrante anunciador del
evangelio. Estaban también los once discípulos, quienes al principio no creían que
fuera el Señor resucitado el que estaba frente a ellos hasta que El comió con ellos y
les dio "muchas pruebas indubitables" (Hechos 1:3; Lucas 24:3643). Después de
eso, hubo más de 500 hermanos que pudieron ver a Jesús en Galilea después de
su resurrección. Veintiséis años más tarde, cuando Pablo escribió esta epístola,
muchos de esos 500 creyentes todavía estaban vivos. Los corintios podían ir a
entrevistar a esos hermanos para comprobar si era verdad lo que Pablo dedo. Este
es un hecho muy importante. Si la resurrección de Jesús no hubiera sido un hecho
comprobado, Pablo no se habría atrevido a escribir tales cosas.
Pregunta: ¿Por qué se recalca aquí el hecho de que Jesús se haya apareado a
Jacobo y a Pablo?
Las otras apariciones del Cristo resucitado ocurrieron a amigos y seguidores del
Señor. Jacobo, su hermano, lo había rechazado durante su ministerio terrenal
(Juan 7:5), y el texto original griego implica que éste había sido uno de los que
dijeron que Jesús estaba fuera de sí (Marcos 3:21). Pablo también había rechazado
a Jesús y se había empeñado en perseguir a los cristianos con un entusiasmo y
celo inigualables a fin de acabar con la doctrina del cristianismo (Hechos 9:1). Que
tanto amigos como enemigos del Señor hayan dado testimonio de su resurrección
en un momento en el que se podía investigar todo es una gran prueba de este
maravilloso acontecimiento.
Enseñanza práctica
De acuerdo con la Enciclopedia Británica, bajo las leyes romanas había algunas
reglas estrictas en cuanto a los testigos de un hecho:
"Siete testigos eran necesarios para la verificación de un testamento, cinco para
una emancipación, o sea para determinar si una persona era libre o esclava. En
cambio bajo la ley mosaica, sólo se necesitaban generalmente dos testigos para
probar cualquier hecho."
¿Que más necesitamos cuando Pablo enumera más de 500 testigos oculares de
que el Señor había resucitado de entre los muertos? El testimonio de todos estos
es una prueba indubitable de que el Señor realmente resucitó.
B. Su resurrección garantiza nuestra salvación
Pregunta: ¿Por qué algunos de los corintios tenía; dificultades en aceptar la
resurrección de, Jesús?
Lo que pasaba era que los maestros falsos que habían salido de entre ellos
andaban tratando de interpretar el evangelio de acuerdo con las filosofías de los
griegos. Tal como lo hacen los liberales o modernistas, los neoortodoxos y los
existencialistas del día de hoy, los filósofos paganos griegos y los creyentes
corintios a quienes ellos habían desviado tenían el pensamiento humano como su
guía y la razón como su dios. Por lo tanto éstos negaban las verdades de la Biblia y
rechazaban todo lo sobrenatural, oponiéndose así a cualquier posibilidad de
milagros.
Algunos de estos falsos maestros admitían hasta cierto grado el hecho de la
resurrección de Cristo y aun estaban dispuestos a predicarla como un incidente
muy especial: Pero se oponían a cualquier insinuación acerca de la resurrección de
los muertos en general. Sin embargo, la resurrección de Cristo no es diferente de
la nuestra. Por eso Pablo argumentaba en el sentido de que "si no hay resurrección
de muertos, tampoco Cristo resucitó" (versículo 13). Ahora, si es verdad que Cristo
no resucitó, entonces nuestra dedicación está vacía y nuestra fe es falsa. Entonces,
el apóstol y aun el mismo Jesús serían los peores impostores del mundo. Si
desafortunadamente esto fuera así, entonces no tendríamos ninguna esperanza de
salvación, porque nuestros pecados no serían perdonados. Pero por cuanto El vive,
nosotros también viviremos (Juan 14:19).
Pregunta: Sabemos que el evangelio es la verdad. Pero suponga que no lo, fuera,
¿no es cierto que la vida cristiana es la más feliz y dichosa? ¿No es suficiente eso?
Algunas personas viven en un mundo e ensueños solamente, en una falsa
felicidad. Por supuesto, el individuo que vive feliz pensando en que él es Napoleón
Bonaparte es una persona enferma que necesita ayuda psicológica. Si Cristo no se
levantó de entre los muertos, los cristianos también viven en un mundo de
ensueños e ilusiones falsas. Si es así, entonces el cristiano vive fuera de sí;
sosteniendo falsedades acerca de Dios. Cuando muera se dará cuenta de que su
vida, sus enseñanzas, su fe, todo ha sido falso e inútil. Y ciertamente, alguien que
ha creído vivir en algo bello, pero que en realidad es falso, no es más que un
miserable y digno de lástima. Pablo no quería abrigar esta clase de esperanzas
para no ser digno de conmiseración.
Pregunta: ¿Tenía Pablo alguna duda en cuanto a la resurrección de Cristo?
Ninguna en absoluto. El había visto a Jesús en el camino a Damasco. El dijo tales
cosas con relación a los falsos maestros para demostrarnos lo necio que es prestar
atención a esos que pretenden degenerar las doctrinas básicas del cristianismo,
especialmente la resurrección de Jesús. Pablo no tenía ninguna duda: por el
contrario, contra las falsedades de los paganos, declaró enfáticamente: "Cristo ha
resucitado de los muertos" (versículo 20).
Pregunta: ¿En qué sentido Cristo es las primicias de los que durmieron?
Las primicias eran los primeros frutos que se tomaban de la cosecha; a la vez de
ser una promesa de la abundancia que vendría, las primicias son parte integral de
la misma cosecha. Así también nuestra resurrección es parte integral de la
resurrección del Señor Jesucristo. Por lo tanto también podemos decir que nuestra
resurrección es parte de la aprobación divina de la muerte redentora de Cristo en el
Calvario. Nuestra resurrección es parte de su plan.
II. La naturaleza de la resurrección.-1 Corintios 15:21-50
Enseñanza práctica
Pablo dijo que no tenía sentido para él enfrentarse al peligro y hasta poner su vida
al borde de la muerte cada día si los muertos no resucitan (1 Corintios 15:30-32).
El había llegado a la conclusión de que esa filosofía que dice: "comamos y bebamos
que mañana moriremos" sólo tendría sentido si la muerte fuera el final de todo.
¿De qué podría servir el andar exponiéndose al oprobio y el menosprecio de todos
por la predicación de un mensaje que después de todo no es cierto, y si la muerte
ha de ponerle fin a todo?
A. Garantía del triunfo final
Estamos tratando aquí un asunto fundamental. En un momento específico de la
historia de la humanidad, un hombre, Adán, tomó una decisión de su propia y libre
voluntad, con lo cual trajo la muerte a todos los seres humanos. Como resultado
de esto, todos murieron. Luego, en otro momento específico de la historia, otro
hombre, Jesús, se levantó de entre los muertos después de haber puesto su vida
en rescate por todos y con el hecho de su resurrección hizo posible la resurrección
del cuerpo humano.
Pregunta: ¿Qué significa la expresión uno en su debido orden?
Pablo comparó la resurrección a una cosecha. La resurrección de Cristo fue las
primicias. Luego, el cuerpo total de la cosecha será recogido cuando El venga (lo
que en griego se llama la parousía), conocida también como "el rapto de la iglesia".
Pregunta: ¿Qué otras elementos se agregan a este tema en Apocalipsis 20:4, 51?
Juan vio los tronos en los cuales se sentarán los creyentes que reinen con Cristo.
Luego vio también a muchos mártires que se convirtieron durante la gran
tribulación. Estos mártires pueden compararse (siguiendo la analogía), con la
espigas que quedan en el campo y son recogidas después de la cosecha. Cuando
todos éstos hayan resucitado, entonces habrá concluido "la primera resurrección".
Todos los demás muertos no serán resucitados sino hasta después del milenio.
Entonces se levantarán =_ comparecer ante el Gran Trono blanco para el juicio
final. La primera resurrección es "la resurrección de vida". (Juan 5:28, 29.) Abarca
a todos los que resucitan porque Cristo resucitó. Todos los demás son los inicuos,
quienes resucitarán en "la resurrección de condenación" para enfrentarse al juicio
de condenación. Juan 5:29 no indica nada con relación a los mil años que habrá
entre las dos resurrecciones. Pero siguiendo el orden que Dios utiliza para revelar
sus planes a los hombres paso a paso, estas cosas no se dieron a conocer sino
hasta el capítulo 20 de Apocalipsis.
B. Un incentivo para la justicia
Pregunta: ¿Qué sucede cuando los falsos maestros niegan la resurrección?
Cuando se infiltran en la iglesia ideas tergiversadas respecto de la doctrina de la
resurrección, los creyentes pierden la perspectiva cristiana, se descuidan y
empiezan a practicar malos hábitos. Si conocemos a Dios estaremos convencidos
de que Cristo vive, y por lo tanto dejaremos de pecar: Además estaremos
dispuestos a arriesgar hasta nuestra propia vida con tal de proclamar las buenas
nuevas, el evangelio de Jesús, tal como lo hiciera el apóstol Pablo.
C. Un cuerpo nuevo
Pregunta: ¿Cómo responde la Biblia a las que preguntan con qué cuerpo se
levantarán los muertos?
En el acto de la resurrección Dios proveerá a los muertos un cuerpo nuevo, un
cuerpo transformado. Este nuevo cuerpo tendrá cierta relación con lo que fue el
cuerpo que tenemos en esta vida, en alguna forma. Sin embargo será tan diferente
así como la diferencia que hay entre el grano de trigo que se siembra y la planta
que brota después. Este nuevo cuerpo no estará más sujeto a las debilidades, la
descomposición, o la corrupción, al pecado, a la enfermedad ni a la muerte. Será
un cuerpo glorioso, incorruptible e inmortal. Nuestros días de pruebas habrán
pasado para siempre.
Entraremos a disfrutará el gozo eterno con un cuerpo glorificado, semejante al
cuerpo de Cristo después de su resurrección. (1 Juan 3:2; Filipenses 3:21.)
Comprenderemos plenamente lo que significa que Cristo sea un Espíritu vivificante
(dador de vida).
III. La gloria de la resurrección 1 Corintios 15:51-58
A. Una transformación maravillosa
Pablo nos revela aquí un misterio; es decir, algo que estaba oculto durante el
Antiguo Testamento. Los profetas del Antiguo Testamento vieron muchas cosas
acerca del futuro. Vieron, por ejemplo, que entre los ganes de Dios estaba la
restauración d Israel a su territorio nacional y a su Dios (Ezequiel 36:24-28).
Pudieron divisar el reino del Mesías venidero (Isaías 9:6, 7; 11:1-10). También
tuvieron muchas visiones de las bendiciones mileniales (Isaías 35:1-10; 65:18-25;
Amós 9:13-15; Zacarías 14:4-11). Incluso percibieron vislumbres del cielo nuevo y
la tierra nueva (Isaías 65:17; 66:22).
Pregunta: ¿Qué cosas no les fueron reveladas?
Hay muchos detalles del futuro que aún no nos han sido revelados. Tenemos que
reconocer la verdad que se expresa en Hechos 1:6, 7, donde se hace ver que no
nos es dado conocer "los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola
potestad". Por ejemplo, hay ciertas cosas, fechas y horas que el Padre no ha
querido revelar. Sin embargo, la doctrina del rapto de la iglesia es un asunto que
permaneció velado u oculto en el Antiguo Testamento, pero nos ha sido revelado a
nosotros en el Nuevo Testamento. La palabra "rapto" no aparece en las versiones
en español. Este término viene del latín y sirve para traducir el término griego
harpazós, el cual tiene la idea del transporte de una cosa o persona de un lugar a
otro. El rapto es el traslado de la Iglesia. Este glorioso acontecimiento producirá
una transformación repentina y total en los que sean resucitados de los muertos o
transformados de entre los vivos a la venida del Señor. La traslación o rapto tiene
el fin de llevar a los creyentes para que se encuentren con el Señor en el aire (1
Tesalonicenses 4:16, 17).
Pregunta: Cuando Pablo dice "los que hayamos quedado, seremos arrebatados",
¿estaba implicando que él esperaba estar vivo para la hora del rapto?
Lo más correcto es pensar que cuando él usa esos pronombres plurales en
primera persona –"nosotros"- sólo se está refiriendo a la totalidad de los creyentes,
en la cual él se incluía. Ya él había hecho una comparación entre el cuerpo
presente y el grano de trigo que se siembra y la planta que se desarrolla de él.
Pero ahora va un paso más adelante al explicar que "no todos moriremos". Recaba
que todos los creyentes, tanto los que estén vivos en ese momento, como los que
ya hayan muerto, serán transformados en el instante del rapto y la resurrección.
Pregunta: ¿Qué clase de transformación será la que ocurrirá a los cuerpos de las
creyentes?
Ese será un cambio sobrenatural y repentino. Nuestros cuerpos nuevos serán
inmortales, imperecederos e indestructibles. La muerte, tan temida en la
actualidad, será "sorbida" (tragada) en el momento victorioso de la resurrección.
B. Victoria en Cristo
Pregunta: ¿Tenemos que esperar hasta el momento de la traslación para
compartir la victoria que da el Señor?
Como lo explica Romanos, el pecado se aprovecha de la ley para producir más
pecado. La paga del pecado es la muerte, y la muerte todavía tiene la daña
exterminadora en su poder. Sin embargo, la resurrección de Cristo es una garantía
de nuestra victoria total sobre este enemigo. Por el momento, como lo dice la
Palabra de Dios, el Señor nos da victoria tras victoria por medio de nuestro Señor
Jesucristo. Por eso podemos mantenernos firmes sabiendo que nuestro trabajo en
el Señor no es en vano. Esperemos con avidez el momento de nuestro triunfo
sobre todo lo que actualmente nos atemoriza.
Enseñanza práctica
La resurrección de Cristo es la base de la fe y de la esperanza de todos los
cristianos. Una de las grandes afirmaciones del Nuevo Testamento es la que se
expresa en las palabras de Jesús mismo: 'Porque yo vivo, vosotros también
viviréis' (Juan 14:19).
El estudio de hoy debe dejarnos con nuestra mente limpia de cualquier duda con
relación a la resurrección de Cristo. Tampoco debemos dudar de que llegará el
momento en que Dios realice la resurrección de los muertos. Unos serán
resucitados para entrar al gozo de la vida eterna cuando Cristo venga. Los otros,
en cambio, serán resucitados para tormento eterno después del reino milenial de
Jesús. La declaración de las dos resurrecciones (aunque sin detalles en cuanto al
momento de la realización de cada una) la encontramos en Juan 5:28, 29 y Daniel
12:2.
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