,..^,:,,:...,^^^^^^^ Ifio UIY.—Quinta éyoei, lA PIRA DE i m ¡Gran ocasión para los enemigos del tíobierno! ó, luejor dicho, para sus adversarios, porque enemigos bien pueden jact a r s e de no tenerlos. Que al fin, no hay enemiga que no venían, ni animosidad que no desarmen tanto acierto como figai an en el activo de la «tuaoión liberal y que han convertido la hispana tétrica, moribunda y desespera11°"^ liltimos tiempos conservadores • n la t s p d ñ a optimista, sonriente y resucitada de estos días en que se ha visto el fin de una guerra, se columbra el fin de Mí%, hn rennoido el placer de vivir y nos • • n t t ^ o a apoyados por las simpatías de too.oa loa pueblos civilizados. El acierto, incompatible con la soberoía, porque lo engendra principalmente i« humildad cristiana, ha acompañado constantemente ni Gobierno desde su advenimiento al Poder y ha engendrado P*™ lo porvenir esperanzas que con ratón hubiéramos calificado de locas hase algunos meses, y que hoy no carecen por «> «lenoa de verosimilitud. Healizado así lo bastante para juzgar la gestión de los actuales ministros y l a innuenoia de las ideas liberales en la crisis nacional á que llevaron los conservador e s al país, el'Gobierno, sin desmayar un punto, sin interrumpir por u n instante su tarea, hace un llamamiento á la opim ó n publica y se entrega al juicio de la nación, completamente inerme, fiando su wiunfo sólo de la adhesión desinteresada de la masa electoral, como si España, en • e z de salir de la horrible pesadilla de *Q* situación conservadora qua tenía sepultada la Constitución bajo el peso de la voluntad del Sr. Cánovas y e l d e las leyes especiales, saliera, por el contrario, a e una Academia inglesa, donde hubiese •prendido y se hubiese ejercitado en la prMtica de todos los derechos. Y hace bien el Gobierno en esperar su triunfo de la perspicacia de este pueblo español, que por instinto salva la distanola q u e establece la falta de buenas y no interrumpidfts prácticas de libertad. P a r a ello basta u n estímulo, y ninguno t a n poderoso, tratándose de españoles, «orno la nobleza de condición, que hace iraternizar en nueetra tierra al noble de c^na y al plebeyo, y en cuyas hermosas nanifeetaciones no hay español que se a e i e Vencer por otro, cualesquiera que saan su extracción social y el ambienta moral en que viva. L a conducta del Gobierno no puede ser m á s noble. Mil veces nos h a n hablado los Gobiernos de sinceridad electoral y de pureza en la expresión del voto del país; el mism o Romero Robledo se ha jactado en el salón de conferencias, haciendo gala de u n humorismo que á la Guardia civil parecería sangriento, de que él «era una paloma electoral»; pero pocas veces, ó nunoa, se habrá dado el caso de que el Gobierno se despoje del arma que puso en m a n o s de todo el que mande el art. 22 de , y Provincial; pocas veces, ó nunca, se habrá dado el caso de que, estando tan róximas las elecciones, el Gobierno haya ejado en el más patriótico abandono los recursos que aseguran el triunfo, y que en España son considerados, por desgracia, como moneda corriente que no sólo no asusta á nadie, sino que son muchos los infelices ineducados en las prácticas liberales que salen al encuentro de aquéllos. Estas no son declamaciones, son h e chos; y si la prensa de oposición, guiada Sor un espíritu de partido, lo oculta ó lo esoonoce, no dejará de ser advertido por la prensa independiente, reflejo de l a s condiciones de u n pueblo para la civilización y la cultura, prensa que, por fort u n a , adquiere cada día mayor desarrollo en nuestra nación. Y advertida la noble conducta del Gobierno por la prensa libre y conocida así or el pueblo, no dudamos de que éste ha e corresponder con nobleza igual, j u z jtando imparcialmente al Gobierno y votando con entera independencia de criterio. Si para la reforma de las costumbres publicas, tan depravadas en España en tiempos de reacción, es preciso que el ejemplo venga de lo alto, nada faltará en esta ocasión para que el triunfo del Gobierno sea al mismo tiempo el triunfo de la moralidad electoral, y un g r a n paso dado en el camino de nuestra regeneración política y de nuestro crédito ante las demás naciones. S S Las Mtil^españolas CUBA Ayer le recibió en el ministerio da Ultramar nn tele^ama del sreneral Blanco con noticias optimiftai acerca del estado general de la g^uerra, ail como también de los trabajos de reorga nlBacíón política y económica de la gran AnttUa. La,zafra se presenta abundante en mnchog puntos de la isla, y son ya numerosos los ingenios que están en plena y pacifica fabricación de azúcar. Al propio tiempo los reconcentrados son atendidos debidamente, y, según otro despacho particular de New York, por la secretarla de Estado de aquella República se ha publicado ya una tercera petición de socorros para los necesitades de la isla de Cuba. I B dlebo documento ae uuncia que el presi' DIARIO •lento de la República ha nombrado un Comité central, con la cooperación de la Sociedad humanitaria de la Cruz Roja y de la Cámara de Comercio de Nuera York, encargada de Impetrar donatÍTOs, recolectarlos y expedirlos á su destino. El documento termina dirigiendo un eficaz llamamiento al país en general, corporaciones municipales, centros mercantiles, sociedades benéficas y empresas de transportes, para que auxilien la obra filantrópica. * Los periódicos de la gran AntlUa recibidos ayer dedican atención preferente al asunto del asesinato del teniente coronel D. Joaquín RUÍE. Desde los elementos más reaccionarios hasta los más radicales, todos, con unanimidad absoluta, según vemos en los periódicos de la Habanaf eondemuí el infame asesinato. Mareos García, el antigtio cabecilla cubano, miembro importante luego del partido autonomista y hoy gobernador de Santa Clara, ha dirigido al general Blanco el siguiente telegrama: «No con el carácter oficial que ostento, sino con mi significación de cubano autonomista, condeno con todas las energías de mi espíritu la cruenta villanía perpetrada en la persona del inerme y caballeroso teniente coronel Ruiz por un grupo de hombres que se titulan cubanos y dicen perseguir la independencia, que no la libertad de Cuba. Es llegado el momento de que la Inmensa mayoría del pueblo cubano, dentro del nuevo régimen legal, que es el régimen de la libertad y del derecho, proteste como un solo hombre contra los actos de devastación y crueldad, (^ue son un oprobio á la civilización, un escarnio á las leyes sociales y la negación de todo respeto á los sentimientos humanos. La pasividad de ayer debe convertirse hoy en constante actividad hasta alcanzar en brevísimo plazo la pacificación de la tierra encomendada á los esfuerzos del país en masa, después del triunfo de los ideales autonomistas, como justa reparación á la justicia. La sangre generosa del teniente coronel Ruiz, inmolado en aras de un sentimiento de conciliación y de amor, precipitará el momento de la paz en Cuba.» POLÍTICO ILUSTRADO sido nlfíos de esa raza arrojados por la ola de una pasión á los escarpes de la costa apetecida. Fórjanse los caracteres de hierro al golpe de la ciega adversidad, sobre el yunque de la propia desgracia; pero á los trece años no se puede sufrir mucho; quien á esa edad se mata no es de estos tiempos. Visión profétlca del porvenir h* tenido ese muchacho valeroso. Sobrevivir á los vencedores en el combate por la existencia; pero estol vencedores son casi siempre los vencidos en la lucha por la dignidad. Vivir es morder el polvo. No como lo mordiera Atlla, herido por la lanza de un soldado, sino como lo muerde el siervo bajo los pies de su despótico señor. Los hijos deben ser obedientes. Este precepto implícito en el cuarto mandamiento no ha sido respetado por el suicida. ¿Quién sabe lo que hubiera sido mejor? Un poeta vienes, que ensangrentó ol látigo de su critica flagelando lo mismo las preocupadoues religiosas que las domésticas, mostró A su público ol espectáculo triste do una mujer infortunadísima y de un hombre fusilado, por deferir incondiolonalmente á ese mandato religioso. NAm. 8.088.-Hartes It Enero 1898. Muere también Gualtero del Hum; el arzobispo Turpin, que ensangrentado y herido recorre el campo, se encuentra por fin solo con Roldan, y, moribundo, Intenta bendecir «con sus blancas y bellas manos» llenas de heridas á los muertos franceses, y cae en tierra al cumplir su cristiana misión. Nada más admirable, más solemne y conmovedor que este momento en que Roldan, con el cuerpo cubierto de sanguinosas brechas y el corazón desconsolado, se queda solo en medio de aquellos montones de cadáveres, y al entonar el mea culpa, oye lejos, muy lejos, resonar los clarines del Emperador Cario Magno, que viene á auxiliar á su buen caballero cuando ya de nada lo sirve el auxilio... Nada más bello quo los cuidados que en aquellos últimos instantes de su vida toma por conservar dignamente su espada maravillosa, la invencible Durandal, ó Durlndaina, que decían nuestros romances. No hay en éstos nada comparable en vigor poético ni en grandiosidad con el poema francés; verdad que tampoco son de los mejores del Romancero. I EPISODIO mSTÓSICQ El teniente Cristóbal La campanilla sonó con violencia, como si el aue llamaba tuviera mucha prisa: el asistenta acudió presuroso, abrió la puerta, y a encontrarse con un oficial para él desconocido que llevaba en el cuello los números de sii mismo regimiento, se cuadró esperando que le Interr»- ^^-fiüi. el eapitán?-le preguntó el oficial. —No, señor. —¿Y la señora? —La señora, si, mi teniente. - E s lo mismo; déjame pasar. . El asistente, entonces, quiso impedir la entra» da del oficial, y en forma respetuosa le ««P»co. - M i teniente, le he dicho A usted que no est» en casa mi amo, y le ruego, »l aulero j o r A ' • señora, que ante» me deje anunciarla su viMia. -¡Bah! ¡bah! Déjate de simplezas-interrumpióle el oficial, separando impaciente al soiaaao Tersites. y penetrando en la casa. _j^.>.» La señora del capitán, sobresaltada, pnmero por la violencia del campaniUazo, y después Los infelices habitantes de la citada colonia por la disputa, cuyo rumor diabla llegado 4 ella francesa se hallan amenazados de una espanto- confusamente, precipitóse al recibimiento. En el pasillo, un tanto obscuro, se encontró sa miseria. (Efeméride$ de Ccüinez,) Un corresponsal escribe que es un cuadro ver- con el oficial, quien estrechándola entre sus bradaderamente honiblo el que ofrece la muche- zos, exclamó: dumlaro do hambrientos, pálidos y demacrados, —Ya me tienes aquí, ¡madre mia» . 778 medio desnudos, buscando, alrededor de las clu» —¡Cristóbal! ¿Eres túV ¿Cómo has venido si» ¿Quiere la tradición que fuese en tal día como dades la entrada, en las cuales les está prohibiavisar? ¿To ha sucedido algo? • .^, hoy, día de San Anastasio, San Hlginlo y San da por temor k que les invada la miseria, algo —Si, Bl me ha sucedido. Vamos al comeflor, Teodoslo, la jornada sangrienta de Roncesva- con que saciar su hambre devoradora con los donde podrás verme á tu gusto. lles? Pues sea enhorabuena. Contra el sentir despojos quo se les arrojan desde las murallas. Abrazados llegaron á la estancia, hasta Cuy» vulgar, que pinta á la tradición como una vieja Entre las causas provocadoras de semejante puerta siguióles el asistente, asombrado. descarnada y carlancona, me parece á mi una situación se cuenta el que hace cuatro años Una vez en el comedor, como la madre per* moza gallarda, eternamente joven, eternamente falta la cosecha en absoluto, y que aun en los maneciese absorta buscando en los ojos de su decidora, poética y alegre. La vieja chismosa y años prósperos no comen los indígenas, en su hijo la explicación de tan inesperado viaje, semaldiciente es la critica, que todo lo pone en mayor parte, ni pan. Aliméntanse de galletas paróse él sonriente, y cuadrándose la dijo: cuarentena y que no sabe sino difamar á todos elaboradas con el grano de la alcandía, ó ceba—¿Que por qué he venido? Fíjate en mi •anl* los héroes y derribar los más hermosos castillos da mochada, sin separarla del salvado. forme y él te lo dirá. en el aire que los hombres han sabido construir. Un detalle: so considera como objeto de lujo ¡Eh! ¡Qué es eso! ¿Has salido yá de la Aead»' La tradición es Homero; la critica, Zoilo. Res- un terrón de azúcar, que ni aun los enfermos mia? ¿Eres oficial? ¿Sabo algo tu padre? petemos á éste sitb conditione, pero admiremos pueden probar. —No he avisado á nadie, ¡madre mia! Quena y reverenciemos á aquél sin reserva alguna. Por otra parte, á los colonos europeos, empo- sorprenderos „ La tradición de Roncesvalles, como todas las brecidos por la carencia de cosechas, no sólo les —¡Gracias, Dios mío! exclamó la buena señoes imposible el dar trabajo, y mucho menos presgrandes y hermosas tradiciones épicas, hay que Ayer circuló en los Circuios políticos el rumor ra. ¡Qué alegría tendrá Pepe!..... de que se hablan recibido noticias muy impor- buscarla en su más antigua forma, es decir, tarles socorros á los necesitados; no obstante, ** esta penuria es soportable, comparada con la como tradición francesa y no española. Averitantes de Cuba, relacionadas con prósperos suEn efe;to, todo era ventura en el hogar dw cesos, cuya publicación no se haría esperar mu- guada la falsedad del Catito de ÁUabiscar, des- absoluta inopia en que se hallan los indígenas capitán T..., de Cartagena. \ cho, estando únicamente pendientes de una es- cartada casi por completo la intervención de del Sur, los cuales, después de haberse alimen¡Qué más podía ambicionar aquel matrlmoniof Bernardo del Carpió en la batalla, conviene aco- tado largo tiempo de raices y yerbas, hoy pere- No tenían más hijo quo Cristóbal; para él fueperada comprobación. ron siempre todos sus cuidados. Costóles grant Muchos suponían que no era extraña á este gerse al texto primitivo de la Chanson de Ka- cen por completo de inanición. Es seguro que si no se adoptan por el Gobier- des desvelos, oso si, pero al fin le velan oficial y rumor la presencia del Sr. Qovin en la provin- land, tal como ha sido expuesto y explicado por León Gautier, el maestro incomparable que ha no francés medidas y disposiciones encaminaoficial del mismo regimiento da España, á quo el cia de Santiago de Cuba, suponiéndose que á su llegada á la Habana para tomar posesión de su sabido poner la vieja chismosa de la critica al das á la conjuración de la crisis, se reproduci- padre pertenecía... Seis mese» iban transcurridos; la Infame guecargo de ministro, habrá de conocerse la misión servicio de la moza romántica y soñadora de la rán escenas horribles, como las d« otros años. tradición, aprovechando la experiencia y la maEn los alrededores de Batnos andan errantes rra separatista asolaba los campos de Cuba, y de aquel viaje. rrullería de aquélla, no para menoscabar los por las campiñas más de diez mil infelices, cual esta guerra exigió ol sorteo de oficiales y bata^ I méritos de ésta, sino para ensalzarlos debida- rebaños de carneros, alimentándose de yerbas, llones, correspondiendo al primero dó España j mente poniéndolos en claro. cortezas de árboles y raices. á Cristóbal el ser de los señalados por la suerte El gobernador general de la colonia ha pedi- para tomar parte en la defensa del territorio na* Con existir en nuestro inmortal Romancero bellísimas piezas referentes á la jumada de Ron- do un crédito de 1.200.000 francos, como preli- cional. cesvalles, ninguna se aproxima en grandiosi- minar, á la Metrópoli. Desapareció en un momento la alegría da Los secuaces de Cerralbo, — ' ili I * ~ — dad á la Canción de gesta francesa, ni én ellas aquel hogar. Sólo Cristóbal se mostraba stttlsfelos apreciables carlistas, aparecen con tan vigoroso relieve diseñadas cho y orgulloso. ¡Iba á tomar parte en la camaún no saben á estas horas las figuras capitales de la acción: Roldan, Olipaña y conquistarla las cruces que envidioso si son tíos ó son tías: 1 veros, el arzobispo Turpin, el Emperador Cario contemplaba sobre el pecho de los veteranos! (POR TELÉGRAFO) unos dicen que las masas Magno, el Rey moro Marsilio, el traidor GaneSi la madre vertía lágrimas, sólo contenidas, irán á votar unidas lón... La Canción de Roldan en esta parte me con gran trabajo, cuando pudiera verla su hijo, y compotas, y otros dicen El C o n a e j o d e y a e r r a « o u t r a interesa clon veces más que muchos dramas de el padre estaba no menos intranquilo. ¡Era tan que todo eso es guasa viva, £aterhazy. Ibsen, y me parece harto más clara y comprenniño Cristóbal! que lo decidirá el R... sible que todo cuanto ha escrito é imaginado P a r i d 10.—A las ocho y cinco de la mañana Los mismos entusiasmos del muchacho le asussastre de tijera fina, el amigo Maeterllnck. Tan sólo en algunos frag- fué sacado de la cárcel de Cherchemldi el co- taban. ¡Qué experiencia de la guerra podía tey hombre que conoce el paño mentos de La Débáde se encuentra algo pare- mandante Esterhazy para comparecer ante el ner un joven que aún no habla cumplido die» f como á su propia familia cido en,intensidad descriptiva y en exactitud v Consejo de guerra. ocho años! : (la cual anda por el mundo, fidelidad para la pintura de una acción tumulViste de grande uniforme, pero sin'armas. Esta» consideraciones del capitán, después dé como sabéis, repartida). tuaria y gigantesca. Sólo las personas provistas de permisos espe- maduro examen, le obligaron á adoptar la firme' Sea de esto lo que quiera, Con mucho acierto equipara León Gautier las ciales pueden entrar en la sala del Consejo. resolución de ir voluntariamente á la guerra. lo cierto es que los carlistas emociones que se sienten leyendo la entrada de Se ha prohibido la formación de grupos en la —Ya ves—decía—yendo j'o con Cristóbal, espara tratar del asunto Roldan en el campo de Roncesvalles y la entra- calle de Cherchemldi. taró á su lado, lo serviré de escudo y tú estarAs se reunirán estos días. da de la guardia Imperial en Waterlóo. No ha halado manifestación alguna. más tranquila. Dios les depare distritos, La situación es bollisima. Oliveros sube á una P a r i a 10.—La sesión del Consejo da copues como no los consigan ¡Qué día aquel en que embarcó en Cartagena empinada sierra, desde la cual descubre el rei- mienzo á las nueve en punto do la mañana, prepor gracia, no será fácil no de España y la inmensa muchedumbre de sidiendo el tribunal el general Luxer, y siendo el primor batallón de España! quo los logren por justicia. los sarracenos; ve la derrota inevitable para el comisario del Gobierno el Sr. Hervien». ¡Cerca de mil cien hombres pletórlcos de vida La campaña ofrece ser pequeño ejército francés en aquel desfiladero El Tribunal desecha la petición de la señora presentó el batallón en su última revista en la una campaña magnifica: que Cario Magno habla pasado ya, siguiendo de Dreyfus y del hermano de éste, Mathien, para Península! ¡Qué entusiasmo el de los expediciode aquí á un mes, el noble Molla, los pérfidos consejos del traidor Gauelón. narios! ¡Cuántos discursos patrióticos oyeron da asistir á las deliberaciones. ¡cuál tendrá la campanilla! —Haced resonar el cuerno, amigo Roldan,—-le El Consejo acuerda que los debates sean pú- las autoridades!... ¡cuánto cacharro habrá roto Y ol vapor zarpó. Y á medida que se alejaba dice Oliveros.—Sandio seria yo, si tal hiciera,— blicos, en tanto que la publicidad no pueda pade Cerralbo en las vitrinas! del muelle iban perdiéndose en la Inmensidad responde Roldan, mirando á sus franceses y re- recer peligrosa para la defensa nacional. ly cuántas ttibirrabietas quirrendo su famosa espada Durandal, que henLa acusación contra Esterhazy se funda en ha- los ecos de la marcha de Cddie, que los defensoentre los de última fila! día bronces y peñas.—Haced resonar el olifan- ber mantenido éste relaciones con las potencias res do la Patria, llorando de emoción, saludaban ¡Bien vamos á divertirnos te, Roldan amigo, replica Oliveros;—Cario Mag- extranjeras, conspirando contra los intereses de al grito de ¡Viva España! con la brava grey carlista! no lo oirá, y con sus barones vendrá en socorro la nación. * •K * Lo que las urnas arrojen, nuestro.—No consienta Dios que yo me deshonLéese el informe del juez militar, Sr. Ravary, ¡Viva España! gritaban catorce meses deshoy por hoy, ¿quién lo adivina? re de esa manera: todos esos felones paganos en el cual se acusa severamente al coronel Pic- pués, el día 22 de Enero de 1897, en las Loma* De todos modos, señores, perecerán, os lo juró.—De tal manera hablan quart por la comisión de faltas graves y por las del Volcán, de aquellos soldado» que, hay que apretar las clavijas. los dos héroes, y como dice el poema, indiscreciones cometidas por él mismo. El infor- en las ansiasalgunos de la muerte, daban sus cartucho* Para mí que va á haber grandes me establece, como conclusión, que no existe Roland est preux; mais Oli^ier est sage; sus compañeros, los cuales rechazaban las chascos, sorpresas magnificas, prueba alguna que permita mantener la acusa- ácargas ils sont tous deux de merveilleux courage... de una numerosa partida de caballería y no será sólo Mella ción de alta traición lanzada contra el coman- enemiga, que nunca pudo llegar & seis pasos da De nada les sirve, al uno su previsión, ni al dante Esterhazy. quien pierda la campanilla. los cuchillos de los Maüsers españolo. otro su temeridad, ni tampoco la magnifica benDespués de la lectura de este Informe el Con¡Viva España! gritaba, distinguiéndose entra +++ dición, que á la tropa arrodillada dirige el arzo- sejo de guerra suspende la audiencia hasta las todos, un bravo mozo, apoyando su cuerpo en el Resultado total de la unión conservadora, se- bispo Turpin, á caballo, desde lo alto de una dos de la tarde. tronco de un árbol y con ambas piornas destrogún la cuenta que tiene la oportunidad de sacar colina. Comienza la batalla y Roldan, Oliveros, Tur- E l r e l a t o d e l c o m a n d a n t e G a t e r h a x y . zadas á balazos, á tiempo que otro proyectil la un querido colega nocturno: D e c l a r a c i o n e s d e loa t e a t i g o a . atravesó la «ara en el momento de terminar uno Por un lado el Sr. Romero, al frente de los se- pin y los doce Pares dan buena cuenta da la F a r i a 10.—El Consejo de guerra ha conti- de aquellos vivas... ñores general Weyler, Gálvez Holguln y coro vanguardia de Marsilio. La descripción de la baLos insurrectos repetían con verdadera furia de pelotaris atados con longanizas extremeñas... talla es grandiosa, como diez libros de caballe- nuado la audiencia después del descanso á que sus estériles cargas al machete. De los treinté rías juntos, como diez poemas del Arlosto. Los se refería un despacho anterior. de Castuera. hombres de España que formaban aquel intere* El salón se encuentra lleno de público. Por otro lado, el Sr. Sllvela, capitaneando á las infieles llegan á oleadas, miles de ellos sucumSe procade al interrogatorio del comandante santo grupo, sólo quedaban en condiciones da exmasas del Sr. Pidal, y acompañado por un ben y otros miles vienen á reemplazarles. El lucha, en un pequeño semicírculo, débil baluar* coro tan heterogéneo como los Sres. Cos-Gayón, número de los franceses va disminuyendo; caen Esterhazy. Este refiere que una dama cubierta con espe- te de los heridos, ocho soldados rodilla en tierri, conde de Tejada de Valdosera, Vlllaverde, Pa- acribillados los doce Pares, y Roldan, tarde y blé y D. Alejandro Llórente, este último señor con daño, se decide á pedir auxilio tañendo el so velo, y cuyo nombre ignora, le previno del un oficial en pie y, á caballo, el jefe del batallón, que, herido en una pierna, machete en alhábilmente restaurado pour la circonstance, maravilloso olifante, el cuerno mágico, á cuyo complot tramado contra él. Añade que desde 1893 sus acusadores dispo- to, pálido, sereno y atento á los movimientos del todos atados también con embutidos de Badajoz. sonido los valles retumban. A muchas lefguas de enemigo, decía á sus soldados: Y finalmente, por otro lado, los caballeros del allá lo escucha el noble Emperador:—¿Habéis nían de muestras de su letra. —Aniño, hijos míos. Esos cobardes son pocos Protesta enérgicamente contra la sospecha de Santo Sepulcro, las almas de Garibay, los de la cldo? Es el olifante de Roldan que pide auxilio; honesta distancia... en auma., luñrecuncentrados corramos...—Pero Ganelón, el traidor, retarda que pueda haber sido traidor, y acusa al coro- para nosotros. Y cuando con infernal gritería in< Sres, Eiduayen, duque de Totuán, Linares Rl- con fútiles pretextos la vuelta de los franceses, nel Picquar de haber enviado en 1896 á unos Bistlan en sus cargas, voceando ¡al machetel, ¡al machete!, antea de que llegaran á diez metros bandidos á registrar su domicilio. vas, Sánchez BustlUo, Castellano, Boseh y Fus- que llegan tarde á ayudar á sus compatriotas. Después de oídos los testigos, Mathleu Drey- de los fusiles oíasele decir pausadamente i^ Sólo quedan ya sesenta de éstos y al frente de tegueras, Navarrorreverter, etc., etc.; los simellos Roldan, con la boca ensangrentada, la sien fus se esfuerza en demostrar que el borrador ¡Apunten! ¡Fuego! Luego, de manera rftpldaí f páticos y acreditadísimos camastrones, L'union fait la forcé, señores conservadores. partida, el corazón lleno de angustia, tañendo que figuró en el proceso de su hermano es de entre los vivas á España de los heridos: ¡Prepa^ ren! Y rodaban caballos y jinetes, cayendo más Y luego dice La Época que no se le pongan con desesperación el cuerno mágico. «Señores puño y letra de Esterhazy. A una pregunta del abogado Teeenas, respec- al retirar sus bajas; y en esta forma segUÍA al barones—dice mirando las piras de muertos;— dificultades. Señora, si, por nosotros, ¡malditos sean los in- Dios haya compasión de vosotros y ponga vues- to á quién haya pagado la campaña actual, con- combate, hasta que, despavorido» hombres y cabalgaduras, emprendieron la huida al ver Uegar testa Dreyfus: tras almas entre las fiores del Paraíso.» convenientes! —Eso no es cuenta mía. (Violentas protesta».) un pequeño refuerzo de infantes. Terre de France, moult éles doux pays La declaración del senador Scheurer Kestner mais au jour d'hui sevré de barons de haut no aporta ninguna luz al asunto. * « . .. [prix... Después de recibirse la deposición de otros ¡Glorioso fué para los restoi del batallan da De un revés mata al hijo de Marsilio, quien varios testigos, poco interesante, se resuelve España el combate del Volcán! Solo unos dOí» ü n niño de trece años te ha matado disparán- lanza contra los cincuenta caballeros sesenta por el tribunal que las deliberaciones continúen cientos hombres, convalecientes en su mayoría, dose un tiro de revólver. La persistencia de la mil Etiopes, que los arrollan y los destrozan á puertas cerradas. quedaban del que tan nutrido salló de 6artt« voluntad es una forma del heroísmo. Ese mucha- bárbaramente. Sólo quedan cuatro franceses viEl Consejo ha escuchado ya en sesión secreta gena. vos: Roldan, Oliveros, el arzobispo Turpin y cho ha querido morir con una virginidad, mil al coronel Plcquart. Loa insurrectos, cotaprendlendo la sltuaclóá veces en todos profanada, con la hermosa virgi- Gualtero del Hum. Oliveros, que, ciego por la La audiencia ha terminado á las siete y veinde la reducida columna, no dudarotí nidad del espíritu. En su cuerpo infantil habla sangro que le escurre cejas abajo, golpea sin sa- te de la tarde, pero continuará á las nueve de lá lastimosa en atacarla, formando extensa herradara, á I» un corazón de gigante. Odió la férula del maes- ber cómo con su invencible espada, hiende, sin mañana próxima, que el teniente coronel de España optiso OÓH tro y buscó, para no subordinarse al dominio del querer, el yelmo de Roldan; éste acudo y los dos rapidez tres frentes de ataque. De estos freB*e», (Fabra), se reconocen, y Oliveros^muere en los brazos de padre, el refugio último, el eterno refugio de la dos estaban bien defendidos por los repliegues ma«rtei Los d*ip9taa,loi héroes y los sabios, han sn hermano de armas, lleno de pena borribleí i TAL m n HOY La miseria en irgeiia Pues señor... El asunto Dreyfas * • INSTANTÁNEA dol terreno, ruft que lo efitnvlen «1 Hmw» fnetisii dé SU mando, á Cristóbal, que ya habla «on<3|itÍBtiido dos dé aquellas cruces tan ambiciowidfts, una de ellas á costa de una herida aún •bierta. Cristóbal y sus pocos hombrea fueron recibidos por el enemigo con descargas cerradas; al mismo tiempo, un numeroso grupo do ca^ l l e i i a mambí acudía con intención do coparles. Tal peligro obligó al jefe del batallón & correr en su auxilio & todo el galopar de los diez 'únicos caballos que tenia dlsponihlew, mientras negaran otras fuerzas de infantería, cuyo avanea ordenó. Entre el pequeño pelotón de auxilio iba el padre de Cristóbal; cuando llegaron, vieron á ésto sentado ea el suelo y & sus soldados aturdidos en lomo suyo. —¿Qué es eso, señor oficial?—le interrogó su fadre. —Nada, mi capiti^n, que estoy herido... Casi Inmediatamente, otra descarga derribó •Igrunos solria,doa y caballos, hiriendo & la vez al •calente coronel y al capitán T... •*-¿Esti usted herido, mi teniente coronel?,— Iiregontó al jefe el valiente capitfin, ñ. la vez que oprimiendo con una mano su terrible hetida. •»SI, capitán, pero que no lo sopan,—le contestó el jefe, quien al ver avanzar sobre ellos los jinetes enemigos cargando al machete, levantó el suyo, y gritó: —Muchachos; JamAs los soldados cspaBoles abandonaron & sus heridos; si es necesario, quedemos todos aquí, antes que un machete toque á cualquiera de nuestros compañeros. Pronto •erél» morder el polvo Á eso» miserables que llegan aullando para ocultar su cobardía. ResponiSer á sus gritos con éste: ¡Viva España!—¡¡Vivaaaí!—contestaron los soldados, haciendo el •eiaSclrculo donde tuvo lugar tanto heroísmo y donde, al poco rato, yacía el capitáu T... al lado 4 e Cristóbal. * liOS heridos fueron transportados á un edificio ruinoso. El niédlCo practicó las primeras curas. L a herida de Cristóbal era de bala Maüser, que le habla traspasado el muslo derecho, la de su adre, de bala explosiva, que, sin salida, le hala penetrado en el vientre, produciéndole dolores horribles. Cuando, después do batido el enemigo, penetró el teniente coronel en aquellas ruina» & vialtar á los heridos, acercóse cojeando & ia camilla ocupada por el capitán, y al estrechar ésto la mano de su jefe, antes de que le interrogase, le preguntó, haciéndose superior á sus propios suIrlmientos: " «-¿Cómo está usted, mi teniente coronel? —Lo mío no os nada, sólo un poUiííco; y usted, usted, capitán, ¿dónde está, herido? —Aquí—le dijo, señalando con su mano libre el sitio do la herida, mientras con la que estrechaba la del teniente coronel acercósele hacia 9I y bajando la voz añadió: —Con jefes como usted, mi teniente coronel, Be Ta á. todas partes y se muere á gusto. Yo me muero, y le ruego á usted que haga por que se le oculte mt estado & Cristóbal para que no so «grave el suyo. Quiero que viva para que ayude * BU pobre madre, ¡A usted le recomiendo «DI pobre hijo! —[Animo, capitán! Quizá eso no sea nada; f or lo demás, esté usted seguro do que se cumj^liráo lua deseos. —iQracias, gracias, mi teniente coronel! Este, que difícilmente contenía su visible emoción, dejándose llevar de ella, estampó un keso en la mejilla del capitán, y separándose violentamente de él, 'después de ver herido por herido, «e dirigió al médico, dicióndole: —Ordene usted la conducción de los heridos. fartímoB en seguida para Managua. * f Si glorioso fué el combate del Volcán, ¡cuánto •alor demostraron los convalecientes y fatigados hijos da Eapaña en su retirada al poblado! Marchaba el convoy por una cañada cuyas lomas laterales ocupaban los mambises; las pocas municiones que quedaban llevábanlas los •OldadoB de la retaguardia, mientras los de vanguardia desalojaban á los Insurrectos de sus po•iciones cargando sobre ellos al cuchillo. ¡Ni una baja más lo|[ró hacerles el enemigo en esta penosa marcha!... Cristóbal y su padre fueron alojados en la misma cái^a, donde se les acogió cariñosamente. Quiso el capitán presenciar la cura de su hijo, A Incorporado en la cama contempló la herida de Cristóbal, A quien dijo después con voz segur a y firme: —Cristóbal, es preciso que nos separemos; tú debes partir para la Habana; yo no puedo ir «hora; es necesario que me quede aquí. 81 ves antes que yo á tu madre dlla que me acuerdo Mficbo de ella. «»• , • I día siguiente Cristóbal era conducido á un hospital de la Habana y BU heroico padre dejaba de existir. Ya lo dijo él: ¡Jira preciso que se queétua alia Y allí está, en el cementerio de Manaua, donde se le hizo un entierro digno do su f rarara. * « Era el mes do Mayo. Un joven oficial, luoionflo sobre su uniformo del ejirclto de Cuba dos •rúces rejas, una de ellas barreada de blanco, «ubla lenta y trabajosamente, apoyado en dos tou'etas, la escalera de una casa Ido Sevilla, y deteniéndose ante una puerta cogió el llamador. áüil permaneció largo rato; su semblante r<>fiejii1>a 1» profunda emoción que sentía. Por fin'su aaano trémula tiró cobardemente del llamador; dentro sonó lastimera y perezosamente una caml»anilla. Abrióse la puerta, apareciendo una criada, la fue, aun sin conücet al oficial, gritó con omo«lón hondísima*. —j Señora, señora! Casi en el acto presentóse la dueña de la casa, vettlda de negro. Al ver al oficial experimentó una sensación extraña, algo asi como si estuvier a bajo la presión de una descarga eléctrica, y lanzó, reconcentrado, salido del fondo de su aijai, e«te grito: —iCristibalI ¡Hijo mío!... ••iMadrel ¡Madre de mi alma!—Exclamó el Inválido, dejando caer al suelo las muletas para estrechar entre sus brazos al ser por él idolatrado, próximo á desplomarse por el exceso de sen•ación dolorosá que sufría. Sucedió «entonces una escena difícil de descriMrse» Falto el hijo del apoyo de sus muletas, entabló tina verdadera lucha por sostener á su madre. Esta, al Ter los esfuerzos titánicos de su hijo por sostenerla, se rehizo de pronto y conv i r t i ó i BU rez en sostén del oficial. Hubo un momento de silencio sublimo, desfiles del cual, reconviniéndole dulce y doloro•amMite, decíale la madre al hijo: —¡Tampoco esta yez has avisado!,., •-¿Para qué? ¡Madre! ¿Para qué? Cbmo epilogo de este interesante drama, y en eamplimiénto de un sagrado deber, réstanos •onsiürnár la decepción que produjo en nuestro inlm<i l a noticia del ascenso de Cristóbal á prílaer teáiente por el AecAo de Volcán... ¿cuando le eorrespondia reglamentariamente! légtó, ©so si, lo que en sus ensueños de mufhacho deseara; batióle muchas veces con bizarría; figuró como distinguido en varias propuestas, .iian^no QO «n todas fué recompensado; obttsro » l | t l p B cruces, tudas dentro del empleo da aegnndo teniente; mas al considerar que para l a imilla^ del capitán T,.., tan dichosa al comieuisd de nüestrü relato, el trágico suceso del Folíifííí la acarreó tanta dosdieba; cuando vejóos á Cristóbal en unión de sus compañeros de womííción y primeros tenientes como él, sin haMt MtadO en ninguna de las campafias; cuando Escuela Superior de Guerra sus camaradas, nos hacemos inconscientemente estas preguntas: ¿En qué se conoce que Cristóbal estuvo veinte meses en campaña, regando con su sangre la manigua, y que su buen padre, modelo Sí» abnegación, muriera gloriosamente en holo causto do la Patria? ¿Qué boneflcio disfruta por el heroísmo de los dos? Y la muleta del inválido, al golpear las losas de la calla, parece que nos contesta irónicamente con BU lafí, tac, acompasado y trio. —¡Qué! ¿No lo sabes? ¿Te parece flojo beneficio el que yo le presto?... J. J. de Diez Vicario. La euesíión de China (POK TELÉGRAFO) ICcfuerzo». F a v Í H í).—Un despacho de Tolón anuncia que ha salido de nquw puerto j)ara rol'or/ar la estación naval francesa en el Extremo Uiieuto el crucero Pascal. H u m o r de inteligoncia. liOndp*.^» ÍO.-~Thc Daily Mail inserta un despacho de llong Koiig-diciendo que corrn allí muy acreditado el rumor do que Inglaterra, liuwia y olJapón han llegado A una inteligencia acerca de los asuntos do Corea. Añado que la escuadra inglesa ha fondeado en el puerto de líoug-líong. luo, u e b a l o a a d e l J a p ó n . P a r í » 10.—Continúa siendo uu misterio la .ictitUil del Japón en el complicado problema del Celeste Imperio. So desmiente el rumor de que el Gobierno japonés haya dirigido nota alguna conminatoria á China ni á las potencias europeas; poro 4 la vez que 80 tiCTio por indudable una alianza de dicho Imperio con la Gran IJrotaña, llama la atención que los periódicos rusos señalen un nuevo convenio entro líusia y el J<apón. Con estos datos no es fácil seguramente conocer la verdadera actitud del Gobierno do Tokio. T r a t a d o firmado. B e r l í n l O . - L a Gaceía de la Alemania del JVoríc manifiesta haber sido firmado el tratado referente al puerto de Kiao Tcheu entre Alemania y China. El convenio tendrá una duración de noventa y nueve años. (Fabra). TUlBIJJiVA LlBIilü El Jiiraflo y la Denocracia Los constantes daHaciertos del Jurado lo tienen puesto perpetuamente en tola de juicio, y si su existencia so va prolongando de una manera artificiosa es debido, do una parte, á la falta do estudios desapasionados sobro la cuestión, y de otra á que ha logrado aliarse con una idea todopoderosa: con la idea de ia Democracia. Ni aun las personas de más recto seiitido se atreven á atacar al Jurado, sino a l o sumo á pedir su reforma, por miedo á incurrir en ia nota do reU-ügrados y reaccionarios. Y, sin embargo, esa príitourlidí'. identidad del Jurado con la Democracia no puedo ser más errónea. Tal es ia proposición que intentaré demostrar en estas lincas. Bajo tres aspectos ó maneras podría ser democrático el Jurado: por su origen, por su naturaleza ó por sus efectos. Examinemos con la debida separación cada uno do estos puntos. Sobre el origen idetórico-juridico del Jurado ha habido en otros tiempos grandes disensiones; pero lioy dia la hiz se ha hecho, y la opinión generalmente admitida es la siguiente: conocido es sobradamente el apego que el pueblo inglés ha conservado y conserva á sus tradiciones, y muy especialmente á sus tradiciones jurídicas; una do éstas ora el considerar la prueba de testigos como el eje de todo su sistema probatorio; las demás naciones, eomo Francia y España, á medida que iban advlrtiendo las funestas consecuencias que en la administración de justicia producíala cada'vex más corrompida prueba testilical, la fueron limitando poco apoco y quitándola importancia, hasta el punto de no admitirla nuestro novísimo Código civil en los contratosl cuya cuantía exceda de 1.500 pesetas; el pueblo Inglés, por el contrario, dejándose llevar de su legendaria terquedad jurídica, no la restringió un sólo ápice, la dejó subsistir entera, tal cOmo 80 la hablan transmitido las generaciones pasadas; pero al mismo tiempo, y para atenuar sus desastrosos efectos, dióla nueva forma, nueva vida, la sometió á la apreciación de uno» cuantos ciudadanos extraños al organismq judicial, la hizo pasar por el tamiz del Jurado, el cual, como decía acertadamente Mr. Boucenne, no vino á ser más que una espiritualización de la prueba testifical. Como se puede apreciar por la breve reseña que precede, el origen democrático del Jurado no aparece por ninguna parte; es de índole completamente procesal, y si alguna tendencia extraña quisiera verse, no será ciertamente la democrática, sino más bien lu excesivamente tradicional y conservadora. ¿Será entonces que la naturaleza, que la esencia del Jurado está dentro dal credo democrático? Ante todo nos ataja el paso una cuestión, á mi juicio gravísima, y que, sin embargo, pocos se paran A reflexionar. ¿Tiene derecho un Estado, no ya democrático, sino el más absorbente y despótico que imaginarse pueda, á torturar la conciencia, de los ciudadano», obligándolos á declarar la culpabilidad, á decretar los castigos de los delincuentes? Creo que la cuestión morece la pona de discutirse; mas dejándola por re solver, ¿qué representa y qué es el Jurado en España, y lo mismo pudiéramos decir en,las demás naciones latinas? Consisto simplemente en poner el Código penal, el más difícil de los Código?, en manos de una docenajrenovable de individuos, que en la mayor parte de los casos ni siquiera le han hojeado. El Jurado es un tribunal que no tiene ciencia, porque ninguna prueba do ejlo se le exige, aparte de la irrisoria de saber leer y escribir: no tiene responsabilidad, porque la ley le declar a solemnemente irresponsable; no tiene inamovilidad, porq e sus miembros se suceden unos á otros, á modo de fatídica Rota: carece, para decirlo de una vez, do todas las condiciones que la más eletnpntal prudencia so ha encargado do exigir sieuipro á loa jueces. ¿No parece, por lo tanto, un triste caso de enfermedad social el encomendar á un tribunal, cuya incapacidad parece quese ha buscsdo con diligencia, la admini tración de la justicia penal, la más terrible y delicada de las justicias? Ciertamente que el que esto pida en nombre déla Democí acia, más parece querer calumniarla que defenderla. ¿Será, en fin, que & posar de todo lo dicho, los resultados que el Jurado produce coinciden con el Ideal democrático? Preguntad á los magistrado?, á los jurisconsultos, á los curiales, á todos los que por necesidad ó por afición hayan seguido el movimiento funcional del Jurado en España, y todos os contestarán lo mismo; la result a n t e , el sentido general del Jurado, ha sido constantemente emplar suma lenidad en los delitos contra las personas: un rigor igualmente exagerado en IO'Í dfdilos contva !a propiedad. (¿uedamos, puos, en <,U | <> s;:i piii-le sor adversario del Jurado, sin dejar de ser por eso perfecto demícirat»} el Jurado eu España ba íraca«ado, Ahora sólo falta que los que & estas cosas pueden poner remedio no so contenten con estériles laDáéntos ó con Intimas convicciones, sino que las traduzcan en provechosas obras; que la finalidad de su conducta sea ¡o mejor, para no incurrir en el vicio que el gran satírico romano fustigaba en su tiomprc Vídeor meliora pi aboque: deteriora .scquor. Benigno Q. de Soiogaistúa. ^»^ ILJ Jes Mayan'. Telegrafían al Heraldo: ' ^ H a b a n a 10.—Por confidencias dignas de tenerse en cuenta, se sabe que Calixto García tiene puestos sus ojos en Mayari, y para evitar la contingencia de un asedio se han enviado á dicho pueblo 100 hombres para reforzar la guarnición é impedir que se repitan los espectáculos do Victoria de las Tunas y Guisa.» No era cierto. l l u e v a Y o r k 1 0 (1 tarde).—So ha desmentido oficialmente la noticia do que el general Lee y Estrada Palma acompañefa ai general Blanco en su viaje á Oriente para emprender las operaciones. ' Estrada Palma pronunció el sábado en Filadolüa un violento discurso rechazando todo espíritu de transacción y abogando por la absoluta independencia de la isla. La Junta de filibusteros y los clubs redoblan con gran actividad .sus trabajos para contener l^s deserciones de cuantos vacilan en estos momentos. El New York Herald publica un notable y fundamental artículo en favor de España, y dice que no hay ahora razón alguna para alentar ni sostener la rebeldía. -> La autonomía concedida á la Antilla la da toda la libertad necesaria para fundar la paz, y la paz daría á su vez los medios de trabajo necesarios para su prosperidad. La nu»va circular de Sherman sobro los socorros á los cubanos dice que se legalizarán bajo la advocación de la Cruz líoja y la garantía de la Cámara de Comercio de Nueva York y representantes de todas las comuniones religiosas, añadiendo que España agradecerá y facilitará este trabajo de la caridad. El contingente de Ultramar. Hoy publicará el Diario Oficial del Ministerio de la Guerra la Keal orden disponiendo la concentración de los G.ÜOU hombres del cupo de Ultramar. La concentración se hará en las respectivas zonas, y de ellas marcharán á los puntos que se designen para el embarque. El vapor extraordinario que ha de llevar parte de estas fuerzas saldrá el día 30. Los refuerzos que so enviarán á Cuba saldrán en tres expediciones: una de Santander, el día 20 del actual, en el ^•apor ltei.na María Cristina; la segunda de Cádiz, en el vapor Colón, el dia 10 de l<'ebrero, y la tercera, también de Cádiz, el día último de Febrero, en el vapor Montevideo. Barcos hospitales. Para este servicio han sido destinados el Alicante y el Monserrat, el iiltimo do los cuales saldrá mañana do la Habana. Dinero para la guerra. El Gobierno se propone enviar á la Habana en el primer vapor correo ocho millones de pesos, primera remesa mensual de las que ha pedido el general Blanco. Cañón de los inrrectos. Se ha recibido en Madrid, con destino al Museo de Artillería, un cañón de montaña cogido á los rebeldes, cuyo tamaño es algo mayor que el tipo que usa nuestra artillería. El cañón ha sido remitido con su montaje de transporte y con las placas que dan noticia de su procedencia. Al mismo tiempo ha recibido dicho Museo u n proyectil explosivo y otro seccionado vertiualmeñte, para que pueda ser examinado el sistema de esta clase de proyectiles de cañón. EN ITALIA (POR TEIÉGRAFO) lia e m b a j a d a de E s p a ñ a e n el Vaticano. B o n k a 9.—A pesar de la noticia publicada por varios periódicos italianos, en las altas regiones del Vaticano se asegura que carece en absoluto de fundamento que el Gobierno del señor Sagasta haya tenido jamás el propósito de suprimir la embajada de España cerca de lá Santa Sede ni reemplazar al Sr. Merry del Val, que desempeña dicho cargo. Añaden que, por lo tanto, carece en absoluto de fundamento que el Papa haya escrito carta algtina sobre el particular á la Reina Regente de España. (Fabra.) mm "5UEEN VICTORIA,, Recicntomente ha publicado en Londres míster Richard Holmes, bibliotecario del palacio de Windsor, un libro com'puí'Bto de 200 páginas con magniflciíis grabados, que lleva por título el que encabeza estas lineas. Qaecn Victoria es la historia de la vida de la Reina de Inglaíerra, narrada por Victoria I á Mr. Holmes; es, por lo tapto, una obra de Inapreciable valor para los hi.storiadores del porvenir, y su publicación tiene por objeto desvanecer ciertas leyendas referentes á la niñez y jxivantud de la Reina. Mr. Holmes ha cumplido su misión con un tacto extraordinario, sin dejar de consignar cuanto puede ser interesante de la vida de aquella Soberana. Sin embargo, no deben buscarse en esta obra detalles Íntimos de esos que la curiosidad pública quiere descubrir en toda biografía, ávida siempre de a'go que se preste á su critica. Aparte de esto, no se ha omitido hecho ó incidente alguno que pueda esclarecer, en día más ó mono» lejano, lo que ha sido la vida de la veneral)le anciana que desde hace sesenta y dos años rige los destinos do la Gran Bretaña. Un detalle poco conocido y muy interesante se encuentra en las primeras páginas de la obra de Mr. Holmes; éste es que la Reina Victoria tenia en su juventud el mismo perfil que CarlosEduardo Stuart y los rasgos propios de la familia Stuarc, heredados de la princesa Ana, hija de Federico 11 de Dinamarca y de Sofía de Mackdemhurgo, mujer de Jacobo I de Inglaterra. La leyenda del viejo soldado Maloney, al que se atribula haber salvado á la princesa Victori'a de ser arrollada por su coche en el momento de volcar éste en el parque de Kensington, es la primera que destruyo Mr. Holmes. La Reina no r W e r d a ese accidente, ui haberse caido nunca de su carruaje; además, consta que Maloney no fué llamado al palacio de la duquesa de Kent, que no se le dieron las gracias por su comportamiento, como se hubiese hecho de haber sido cierto el hecho, y que no recibió, como se decía, una guinea en recompensa de aquel acto, último detalle que se juzga suficiente para declarar absurda la especie. Otra leyenda, más seria ésta que la anterior, es la que tuvo su origen en una carta de la baronesa do Lchzeii, institutriz por entonce» d é l a princesa Victoria, con la CUÜI enviaba ú ésta un árbol gcneaiógico, en ci que «•«' indicaba cuan próxima so híUlaba del trono; la princesa,que en ^.uuiioiaiiai* «OVIO uuuu»^,..'"';;''";':''''-'". ••-•"••• Mr. Holmes hace constar qué la Belna dice que sólo poco á poco se hizo cargo de su probable sucesión en el trono, idea que la hizo siempre muy desgraciada, y no recuerda haber proferido la frase que Se le atribuye de «Seré buena»; Lo cierto es que si no pronunció aquellas palabra», cumplió su significado desde los primeros momentos de su advenimiento al trono. Tan pronto como supo la princesa Victoria la muerte do su tío el Rey, escribió una carta de pésame á la viuda del Soberano, dirigiéndola á «S. M. la Reina:»; y como alguien la hiciese observar que su carta debía llevar otro encabezamiento, se negó á variar su escrito, diciendo: «No quiero ser la primera en recordarla mi nueva condición». Antes de ser Reina, la joven princesa habla demostrado tener un espíritu de oportunidad muy notable y no exento do cortesanía inocente. En efecto; hallándose un día en Windsor, hubo de preguntarla el Roy, acompañándola al gran salón de Edilo: «Dime, Victoria, ¿quieres que toque la orquesta?» «Good save the king, tio», contestó con vivacidad. Cuando la Reina casó con el príncipe Alborto, le costó no poco trabajo arreglar las cuestiones de la lista civil y do primacía de su marido. La manera conque la Cámara de los Comunes regateó las 30.000 libras que recibió el príncipe anualmente, en lugar de las 50.000 que se hablan pedido, mortificó mucho á la Reina, quien resolvió por sí misma la cuestión de primacía por medio do un decreto real que so la otorgaba sobre todos sus subditos, excepción hecha de la Rei(ia. Esa pequeña prescripción, impuesta por la Soberana 4 su marido, fué la úniíta sombra que obscureció los primeros momentos do la felicidad, que durante veinte años gozaron aquellos Reyes de Inglaterra. Finalmente, á parto de cuanto se refiere á la juventud de la Reina Victoria, la obra de mlster Holmes no contiene datos que sean totalmente desconocidos, pues muchos do ellos han sido publicados en el Diario de la licina y en otras publicaciones; pero la parte inédita hasta la fecha, y verdaderamente curiosa del libro, son las reproducciones de los cuadros, miniaturas y retratos que forman la colección de la Soberana, y que no habían sido publicados todavía; bajo este punto de vista, Queen Victoria es una obra del mayor interés y un documento histórico de mérito innegable. Eledecé. EN FRANCIA (POK TELÉGRAFO) XoM aHuntos de Espafia. P a r í » 10.—El periódico Los Derechos del Ilomhrñ se ocupa hoy en los asuntos de España. Creo que el Sr. Sagasta logrará sobreponerse A sus adversarios políticos. Añade que la era de los pronunciamientos ha pasudo, sin temor de que vuelva, y aconseja al Gobierno que complete con rapidez la organización do la autonomía en Cuba, á fin de desarmar á los Estados Unidos. J|ia o c u p a c i ó n d e F a c h o d a . P a r í s 10.—La ocupación do Fachoda por los franceses, estableciendo la e.sfera de la influencia de Francia á través de toda el África, desde ia Senegambia hasta Obok, utilizando sus buenas relaciones con Abisinia,' hace preguntarse A la prensa alemana si la conferencia franco-inglesa, respecto al Nigor, no había sido seguida en algún otro convenio acerca de la cuestión del alto Egipto. {Fabra), Tribunales Los estafadores elegantes. — Charada jurídica. Ayer se reanudó anta el tribunal de derecho, constituido en la sección cuarta de lo criminal, la vista de esta curiosa causa, que fué suspendida en los últimos días del mes pasado. 1 Harí vuelto á ocupar el banquillo todos los individuos de la familia Urdiain, que purgan ahora las fastuosidades de aquellos días que, con tarjetas blasonadas y en lujoso coche recorrían las principales tiendas do la corte, dejando eu ellas innumerables deudas. Sin comenzar la prueba testifical se dio lectura por el secretario del tribunal á los escritos presentados por los Sres. Urdiain, según los cuales renunciaban & los defensores que tenían nombrados. A consecuencia de esta manifestación ha recaído un auto, del que también se dio lectura, y en su virtud la Sala, en uno de sus considerandos, juzga que, con el nombramiento de abogado, se pacta entre éste y las partes un cuasi contrato Irrevocable. Por lo tanto, los defensores están obligados á seguir el juicio comenzado. En vista de esta decisión, los Sres. Parra y SuArez manifestaron que, por razones de moral y de justicia, «e velan en la imposibilidad de defender á la famlllan Urdiain. El presidente, Sr. García Brlz, creyendo, sin dudaí, que la manifestación de los abogados obedecía á la insolvencia de loa procesados, volvió á interpelarlos para que Continuaran la mlslóx» que Se les habla encomendado. El Sr. Suárez negó tal suposición. Motivó este incidiinte la determinación de la Sala, que después de eítar deliberando un cuarto d^ hora, resolvió que el juicio se suspendiera, señalándolo de nuevo para los días 21 y siguientes de este mes, y mandando que en este tiempo se proceda al nombramiento de abogados de oficio. Con este motivo, el día 24: defenderán A la fami'la de Urdiain ciiairo abogados, y... seguirá el lío (Jue la Sala cuarta do lo criminal se está armando cou este sencillísimo proceso. ...Y si lio, á las pruebas: Dos abogados nombrados por los Urdiain, y cuva situación está legalizada Jpor el auto de la Sala; otros dos abogados de oficio. Jérogliíico: ¿Quién es el defensor? Licenciado Torraiba. U reeepeián en Palaeio La que por indisposición de S. M. la Reina no se pudo celebrar el día de Reyes, se celebró ayer. El acto fué solemnísimo. La Reina vestía rico traje de terciopelo gris, y lucia preciosas joyas de oro y brillantes; el Rey llevaba uniforme de alumno de la Academia general Militar y las Insignias del Toisón de Oro. La familia real recibió al Gobierno y á los capitanes generales en las habitaciones de la Reina. Los generales del Consejo Supremo de Guerra y Marina, Junta Consultiva de Guerra y Centró CJusultlvo de la Armada, juntamente con el alto personal de las secretarlas dé ambos ministerios j ' de las direcciones generales que aún subsisten, fueron recibidos en la antecámara. En el mismo lugar recibieron SS. MM. ^ los generales de cuartel y de reserva qne residen en Madrid y á los generales, jefes y oficiales de k guarnición de Madrid, A las tres de la tarde. A la recepción concurrieron, entro otros muchos mPltsreB, los generales Martínez Campos, .li>'ij,;íia DomíngiUM, aimirante Chacón, Butier, Ciriza, Oapdcpóu, Villar v V'iliato, Sánchez Gómez) Áziftar, Moneada, Mozo, Casteliani, Gutié- relie. Mella, Ürdangarín, Ü'onoso "dila'Cffiliíps;—— Blanco, Piquer, Navarro, Castro, Cubas, March, Arderlúa, Eohaluce, Zapplno, Rodríguez Rivera, Muñoz vargas, Sánchez Campomanes, Warleta, Berro, Cámara, Terry, marqués de Ahumada, Lachambre, marqués de Casa Pacheco, Lasso, Manglano, Cerero, Campos Ordovas, Azcárraga, Ochando, marqués de Fuentefiel, Daban, Sevilla, Torreblanca, Sáenz de Tejada, López Pinto, de Eugenio, Candías, Salas, Suero, Pavía, duque de Ahumada, Visa y Cincunegui. Los Sres. I^achambre y marqués de Ahumada ostentaban las bandas de María Cristina, obtenidas por su recientes campañas. Los Sres. Sagasta y ministro de la Guerra no asistieron al acto por encontrarse ligeramente indispuestos. En la plaza de la Armería, donde tocaron piezas musicales las bandas de la guarnición, hubo público numeroso. * * Dice La Correípondencia de Eápaña: tEn el acto palatino se ha suscitado una ligera cuestión de etiqueta por la colocación de loa cuerpos allí representados. Quedó resuelta al Instante y sin ulterior t«anscondénela.» Centro Instructivo del Obrero El onceno aniversario de la fundación del Círculo Instructivo del Obrero fué celebrado anoche con un banquete de más de 200cubierto8, muy bien servido por los Srea. Pacón y López, propietarios del café Nacional y coneesionaucios del restaurant del Buen Retiro. La fiesta fué amenísima. Por ocupaciones urgentes no pudo asistir al banquete el insustituible presidente del Centro, D. Alberto AguileraAsí lo dijo en elocuentes frases nuestro querida amigo el diputado provincial Sr. Villanova, vicepresidente del expresado Centro. Hubo brindis. í'uó el primero el del Sr. Villanova, que habló muy bien. Le siguió nuestro compañero Calixto Ballesteros, en nombre y por delegación de los periodistas asistentes al acto. Después pronunció un fogoso discurso el señor Fernández Victorio, y resumió los brindis, pronunciando uno de forma Irreprochable y admirablemente pensado, nuestro distinguido correr ligionario el Sr. Oda de Rueda. Fué muy felicitada la comisión organizadora^ del banquete, formada por los activos é Inteligentes Roclos del Centro Instructivo del Obrero Sres. Raboso, Falces, Baraja, Burell, Rinaud, Mollns y Gaseo. En todos los discursos mencionados, y en otros, que no so podían oir completarnente á causa del ruido que reinaba en la sala, y que pronunciaron, entre otros, los Sres. Armas y Ducazcal, hubo frases de entusiástica admiración para el Sr. Aguilera, á quien fué enviado el raAo qu» adornaba la mesa, A propuesta de uno do los comensales. La fiesta de anoche, digna «compañera» de las que en años anteriores se han celebrado, resultó muy alegre y ordenada, y por ello felicitamos no sólo á la comisión precitada, sino á todos los cultos socios del Centro Instructivo del Obrero. _ li U n , Bi aoM Gaudeaux, es decir, el que ha pasado por Gaudeaux, por militar francés y por andarín, que estuvo en Madrid hace tres meses y fué agasajarlo y atendido y consiguió fijar por algunos días la atención de la gente, y que los periódicos publicasen su retrato, ha terminado su excursión andariega de un modo original y desastroso, En estos pasados días habrán leído nuestros abonados que en Pamplona se despertaron sospechas respecto A la Identidad del que daba al mundo la -melta A pie, dudándose de que fuese artillero. Se preguntó A Francia y se supo que no existía en el regimiento citado por el viajero ningún oficial de su apellido. Roto el primer nudo de la falsa historia, el andarín ha tenido que concluir por confesar la verdad á un redactor do La Unión 7«sconyada. Véase lo que ha dicho: fMé hallaba enfermo en el hospital de Argel, nos dijo, y en la cama inmediata agonizaba un pobre compatriota, que en su delirio gritaba habar dado la vuelta al mundo A pie; en sus crisis sacaba de debajo de su almohada un cuaderno, en cuyas páginas las autoridades locales de los diversos países que recorrió atestiguaban la veracidad de sa viaje, verificado en tan extrafias condiciones. >Al pobre enfermo no se le creyó; los sanitarios no dieron credulidad A sus delirios; murió, y me apoderé del cuaderno; las certiflcaoiones se referían A M. Gaudeaux; entonces concebí la Idea de terminar su viaje, halagado por la consideración de que sólo le restaba para finalizar» lo Argel, que yo conocía ya, y España.» Después hallábase en un café de Argel. Probó contar su odisea A un grupo de franceses. Se le creyó, y se dio en un periódico la noticia de su llegada. La noticia rodó por la prensa. Cufcndo una I'ustración publicó BU retrato, el falso Gaudeaux acabó de animarse. Las ovaciones populares le seducían, y su Imaginación trabajaba en forjar luchas con fieras, anécdotas do apuestas cuantiosa» A su costa, relatos de expollaxslones de que habla sido vlctiina. ,' Copio llevaba documentos expedidos en regla para el verdadero Gaudeaux, nada hubo de raro en que fi^era creído. Y asi oorrió hasta Pamplona, viviendo A costa de los crédulos, y quizás dispuesto A seguir mientras encontrase gentes que le recibiesen con aplauso», le vistieran y le tratasen A cuerpo de rey. Ahora veremos cómo termina la aventura de ese Impostor, del que no se sabe n i e l nombre verdadero. La mt » jota Ayer tarde estuvieron en Palacio, y fueron recibidos por la familia real, los artistas aragone» ses Sres. Sola y Lapuente, José Moreno, el chico de ¡a jota, y la preciosa niña Martina Tena. Con gran complacencia por parte de SS. MM. y AA. RR., los Sres. Sola y Lapuente ejecutaron aires aragoneses con mucha maestMa y acierto; el cftico de lajotd cantó admirablemente algunas copias alusivas á la familia real, cuyas coplas oyó muy complacida S. M. la Reina. La niña Martina Tena bailó con mucha gracia la jota. * Mañana, miércoleB, A las onatro y media d a la tarde, se verificará en el teatro de la Princesa un gran concierto y festival arag()|iós,;«)!>fi arreglo al programa siguienfa: ; ^ ! P r i m e r a pái^c. Fantasía de Cavalleria rusticana, valses (rozo» y peno* y una P«üailo, per Ib» concertistas Ferrer. desanda parto. (a) Rapsodia en do, lAttz.—En la Mham6ra (serenata), Bretón, por loa profesores del Real que componen n n doble sexteto, y dirigidos por dicho Sr. Bretón, (b) Variaciones y coplas de jotas aragonesas, por el bandurrista Sr. sola y el cantador Moreno, acompañados A la guitarra por Lapuente. Tercera parte. Marcha tarca, yLQ-¿s.vt,--Potpourri tic airo« BftCioaale», Mora, por la ufijuesta de bandurrias ygxüttnu qtie (lirige ei Sr. Benlloch, termlaando con la Jota aragottegá bailada por la preciosa y notable niña Tena y su señor padre. Dice qne no ha recibldti llamámlmito «i^oHó para ir á Madrid. Eslía tarde cumplimentará al Sr. Despujols, y es probable que mañana marche & esa corte. itttctó n n taego;;An wg^a casa de la calle de Blasco de Garay. El fuego, que comenzó en una chimenea, careció de importancia. Disposiciones oficiales La Gaceta de hoy contiene las siguientes diapoBiclones: Hacienda.—Reales decretos sobre concesión da un suplemento de crédito y un crédito extraordinario. Gwerra.—Real orden concediendo la cruz del Mérito Militar de tercera y primera clase, respectivamente, al coronel de Ingenieros D. José Suárez de la Vega y capitán del mismo cuerpo D. Francisco Rojas y Rubio. Tapores correos (DE LA AGENCIA FABRA) E l '*HespéPÍde»n c o n r u m b o & C á d i z , ha» o b r a s d e l p u e r t o . S a n t a C r u z d e T e n e r i f e 10.—Ha zarpado par» CAdiz el vapor correo Ilespérides. Aumenta notablemente el movimiento marítimo en este puerto. Durante el año último entraron en el mismo 2.308 buques, de los cuales 533 veleros y 1.375 vapores, representando 3,034.068 toneladas, 67.600 tripulantes y 75.431 pasajeros. Las obras del puerto adelantan rápidamente. (DE LA AGENCIA MENCHETA) «¡1 " A l f o n s o X I I „ . C á d l B 1 0 (3 tarde).—Ha zarpado é\. Alfonto XII, correo de Cuba. Lleva tres jefes, ocho oficiales, cuatro sargentos y 66 soldados; una caja con palanquines, 78 bultos con medicamentos y 201 sacas de correspondencia. Para Puerto Rico, siete de tropa, 500.000 cartuchos Maüser, 63 cajas de granadas vacias y otros materiales. — — — — ^ -••^»>»«i»i SPORT '••' VASCO Frontón de Euskal-Jai La misma pareja de Egula y Olascoaga, que y a jugó el día 7, luchó ayer tarde contra Arana y Orio, y con parecido resultado para los primeros, que volvieron á vencer con idéntica facilidad y por la misma diferencia. Mientras Orio pudo ir resistiendo el empuje desús dos contrarios, y esto fué en las dos primeras decenas, el partido marchó con mucha igualdad; pero después del tanto 20, ante el formidable jvtego de Daniel y de Olascoaga, que no se quedaba atrás, éstos comenzaron á marchar tan de p i ^ a , que cuando el marcador tenia por Arana y Orlo 32 tantos, llegaban al 50 sus eontrinlantes. De Afana no podemos decir nada ni en pro ni en conti^á, porque estiÜvo todo el partido de com(tarsa. ';:' E g u l 4 si continúa jugando como en estos últimos p a n d o s , llegará á ser el delantero más temible # Eylial-Jaí.. Ya piúgifiíaíitto c ^ dfa más. Tele^amas nacionales (DE LA AGENCIA FABRA) Despedida & u n Kobernador. S a n t a f > r a z d© T e n e r i f e 10.—Anoche se embircó con dirección á Cádiz, desde donde marchara & Madrid, el gobernador civil de esta provinMa, Sr. ManzanoLe «ppidieron en el muelle el capitán genoral, o t ^ autoridades y numeroso público, en el cual e^iiban representados todos los partidos. La allsencia de dicha autoridad es muy sentitida a^ui poi^ sus condiciones especíales de manden; (DlslíLA A G E N C I A M E N C H E T A ) K:? ici¡j|eil^r«l W e r i e v . ^ B a t t B e l o n a lOi (12,56 mañana).—El general Wt^ler llegó ayer de San Quintín, de riguroso I n c ^ n i t o . 656 liemos recibido el cuaderno de Enero del Resumen de Agricultura, que ha entrado ya en el décimo año do su publicación. Gontiene los siguientes artículos: Año nuevo.—Feria-Concurso AgTloola en Barcelona.—Metamorfosis destructivas de los vegetales.—La viña y los abonos minerales.—Una batería patógena para la filoxera y para algunos acáridos.—Buenas peras. La redacción do esta revista, formada en su mayoría por propietarios agricultores que viven en sus fincas, contesta gratuitamente las consultas agrícolas de los suscriptores. Se suscribe al Resumen de Agricultura en la administración, Pino, 5, Barcelona. S. A. la infanta floña Isabel, deseosa de unir su nombre á toda empresa de cultura, se dignó examinar las pruebas litográflcas delMapamural del cielo, que en breve publicará D. Antonio Torres, distinguido catedrático del Instituto de Logroño. La augU8t?i dama quedó muy complacida de esta pbra de Astronomía popular, que no tardará eft ser un ornamento de las escuelas, cátedras y bibliotecas. Se encuentra enferma de algún cuidado la distinguida esposa de nuestro querido amigo el subsecretario de Ultramar, Sr. Quiroga Bailes; eros. Hacemos votos por el completo y breve restablecimiento de la enferma. Han sido designados en servicio especial para investigar el impuesto de carruajes, así como también el de viajeros y mercancías, en Madrid y BU provincia, los inspectores de Hacienda don Victoriano Sánchez de Tpledo y D. José Gutiérrez Mayo. Escuela de estudios superiores. El martes 11, de cinco á seis de la tarde, explicfirá el Sr, D. José Fernández Jiménez acerca de <La pintura italiana :>. El sábado se verificó en la iglesia del Carmen el enlace de la hermosa y distinguida señorita doña Julia García, hija de nuestro querido amigo y conocido industrial D. Ángel García, con el reputado escultor D. Joaquín Galindo. A la ceremonia asistió numerosa y distinguida concurrencia, que fué obsequiada con una flosta en el campo, que no pudo resultar más deliciosa. Pocas veces puede -decirse con tanta propiedad como en ésta que se han unido la belleza y el talento. Deseamos á los cónyuges una eterna dicha. ' Noveno Congreso Internacional de Higiene. La Junta de organización y propaganda acordó, en su última sesión, prorrogar hasta 15 de Marzo próximo el plazo para la admisión de comunicaciones científicas, y que la Exposición de Higiene permanezca abierta desde 10 de 4.bril hasta el 10 de Julio. Aun cuando se han remitido ya programas detallados de cuanto se refiere al Cungreso y Exposición á todos los médicos, farmacéuticos, arquitectos, ingenieros, dentistas y veterinarios, la Junta espera qiia, si alguno de esos señores ú otros no hubieran recibido dichos documentos, se servirán pedirlo á la Secretaría general de aquélla, que funciona de manera per manente en el ministerio de la Gobernación, y lo remitirá én seguida. Fueron las de ayer variadísimas y, en general, muy satisfactorias. Sobre dónde se encuentro y lo que haga el Sr. Govln, ministro electo de Gobernación y Justicia del Gobierno antillano, se habló muchísimo, y la abundancia de infundios hizo, tal vez, que ninguno prosperase. Conviene, pues, advertir que cuando todas las noticias tienen lo que hemos dado en llamar ccarácter optimista», lo tendrán por algo. La confianza en la pronta pacificación de Cuba aumenta, pues, por momentos. Xhigún éxito más grande que éste puedo obtener el partido liberal, y no son flojos los que ha obtenido hasta ahora. Cuando el Gobierno confirme oficialmente las buenas impresiones que de Cuba tiene, se apresurará á hacerlas públicas, para satisfacción do ios españoles no partidarios de la guerra por la guerra, que son la mayoría de aquéllos. Ayer por la mañana regresó á Madrid el señor Silvola. A los numerosos amigos que le han esperado en los andenes do la estación, les dijo que viene muy satisfecho de su viaje á la capital de Extremadura. Los silvelistas que han regresado también con su jefe, se lian hecho lenguas de los discursos por ésto pronunciados en el teatro Ayala y en el banquete. Anoche visitó el Sr. Süvela al Sr. Pidal, y ambos se felicitaron por sus respectivos discursos, en previsión do que á ninguno do ambos les feliciten los amigos del Sr. Romero Robledo. Ayer se ha recibido un cablegrama del general Blanco en qne dice que va mejorando bastante la situación de los concentrados; que la zafra será más abundante de lo que so esperaba, y que la recaudación de Aduanas ha ascendido á 280.000 pesos, y que se atiendo á los reconcentrados. * * * Ayer tarde ha celebrado una detenida conferencia con el Sr. Moret, en su despacho oficial, al ministro de los Estados Unidos. * * * El marqués de la Vega de Armijo ba conferenciado ayer tarde con el miniatro de la Gobernación, y también le han visitado varios gobernadores. Los organizadores del banquete con que será obsequiado el presidente del Congreso, Sr. Pldal, han recibido de Madrid v provincias gran número de adhesiones. Croen aquéllos que concurrirán al banquete 90 senadores y diputados de las actuales mayorías. * ** El exdiputado provincial y distinguido letrado D. Remigio Jimé^eJ! Corral, personalidad la más Importante hasta ahora del partido conservador en el distrito de Castuera (Badajoz), ha ingresado en el partido liberal con sus valiosos elementos, prestando Incondicional adhesión al candidato liberal y director general de Administración, Sr. Fernández Blanco, el cual lo presentará un día do estos al Sr. Sagasta y aljefo del partido en aquella provincia, D. Alejandro Groizard. * * Sucesos En el piso principal de la casa núm. 4 de la calle de la Paloma se cometió un robo coasistente eti alhajas y gran cantidad de ropas. Los ladrones dejaron en el cuarto algunos útiles del ofici<f, —La portera de la casa núm. 22 de la calle de la Encomienda, Sebastiana Montero, de sesenta años de edad. Be intoxicó tomando equivocadamlnte ácido sl^lfúrico. Fué asistida .en la Casa de Socorro del distrito. —A las doce y media de la noche de ayer se Parece que en el seno del partido republicano hay alguna agitación, que se supone precursora de nuevas transformaciones y cambios. Dlcese que el Directorio se disolverá pronto, y que se trabaja mucho para la organización de dos partidos, uno más radical y otro menos, figurando en el primero los federales y lo» socialistas, y en el segundo los amigos del- Sr. Salmerón y los elementos más decididamente parlamentarios. También se dice que estas dtta tendencia» se dibujarán en las declaraciones quo hagan los candidatos ante el c^erpo eiactorai primero, v después en sus campaña» de las Cortes. LA SEÑORITA DEL CASTILLO Con «1 oído pegado á la puerta que co- do el honor, más alto que el interés y el ma&icaba con el pasillo donde estaba amor al oro y que, con un sentimiento de oculto, Musset, al acecho para no dejarse justicia y de integridad, ha encontrado sorprender, no perdía una palabra de la en su conciencia la fuerza de ese heroico conversación de Gerard coa el notario. sacrificio!... ¡Le deberé la felicidad de mi JÉste continuiá: vida! —En este c»so, y yo lo celebro, los que Mientras Gerard se dejaba llevar por restituyen, ptiQstp qu^ el hermano y la sus pensamientos y la visión de su próxihermana se han presentado, tienen ese ma felicidad despertaba en él un profunmérito, «s necesario confesarlo, porque se do ^agradecimiento por aquel incógnito y tratft de una suma bastante crecida. Yo virtuoso deudor arrepentido tan á tiemsoy depositfirio para entregárosla, señor po, el señor Duvemet explicó á su clienduque, de quinientos mil trancos. te cómo tenía que hacerse la restitución. AunqjAP ya conocía la cifra depositada -^Lfis formalidades no son muy compor Magdalena en casa del notario, por plicadas, señor duque, y según la volunhaberlo oído del mismo sdfior Davernet, tad del que restituye, quedarán pocas Musset se estremeció con alegría ava- huellas de la operación. Un simple recirienta ante esta nueva comprobación. Su bo firnlíido por usted, servirá para justimaíllo fie crispó sobre el bolaiUo eii que ficar la entrega. guardaba el cuchillo. Después, tomando una hoja de papel —íiflíitro da íilgunoa mp,U)tqs ej dpg)^ titibrado, el notario se ocupó de redactar ae habrá njarohado—murinur»^ ijo^pacie^-^ dicho recibo, que presentó á la firma del te por obrar. L joven, después de habérsele leído. La sorpresa hizo saltar á Gerard. Estaba redactado así: —¡Quinientos mil francos!...—exclamó «Él abajo firmante, Gerard, duque de estupefacto. Soisy, reconoce haber recibido de manos —Sí, seflor duque, la cifra es. exacta,— del notario Duvernet, de París, calle de dijo el notario encantado del efecto que Saint-Honoré, la suma de quinientos mil le produjo. francos, procedentes de una restitución -r.¡Q;ui,i>ientQ9 n^l francos!—se repetía anónima que el dicho Duvernet ha sido por lo Bajo el jov€¡n duque, invadido por encargado de realizar á título de internnoi sensación áe felicidad. mediario, y le da el presente recibo, para •TriCpiji qi^^ eaverdA,d!—pensaba.—¡Pue- justificación buena y valedera para su do Q^8a];me oon Magdalena! ¡La insensata descargo, sin perjuicio para mí, heredero esperanza qne se ol^stlnaba en encerrarse de riii padre y de todos los derechos y acen mi.corazón á pesar de los esfuerzos que (íiones por todas las demás deudas de las h^oí» yo para arrancarla, va, pues, á rea- cuales pueda yo ser el beneficiado.> l i i ^ l a L . ¡Soy rico!-.. Si esta fortuna no Desde el escondite donde estaba oculto es.uada al lado de la antigua fortuna de para poner sus negros proyectos en aclos Soisy, me hace al menos independien- ción, Musset había escuchado esta lectute ;}f es suficiente para quitar á mi matri- ra con interés. lODiuo con la hija del señor Duhamel las —¡Perfectamente!... —pensó.-^ ¡He ahí apariencias de una vil especulación. ¡Soy un papel que no me estorbará!,.. libre pai;íj,di3Jar hablar .i ini corazda!... Y mientras Grerard, vivamente emoóio¡Ah, bendito Jifia el misterio.?o restitoyen Eiido el rrecibo 4«.wr'Jc*4,Hii-u ^ u . wi.mistorio.'iortísi.iT.oyen- ; n a a o fechaba lecnaoa y y ufirmaba r m a b a ei e c i b o qque u e ei ei %i«*liiW^^9nía<ioenqtti^nhftiiábla-l ^ delante de él, el ¡ Dice anoche La Correspondencia dt España: «Personas que presumen de bien enteradas nos aseguraban anoche quo en principio el Gobierno tiene ya acordados cinco do los seis candidatos quo han de luchar en Madrid como ministerialos, que son los Sres. D. Ramón Sáioü, presidente del Circulo de la tJnión Mercantil; I). José do la Presilla, el marqnós de Tovar, el conde do Garay y D. Valentín Céspedes,» A lo cual agregamos nosotros quo aún no está acordada la candidatura por Madrid; poro nos parece que de los cinco nombres citados por el colega, dos no figurarán en la lista que ha do aprobarse. *** Anoche se dijo que hoy llegaría á Madrid el general Woylor. Nosotros no sabemos á punto lijo cuándo llegará á Madrid; sabemos, si, quo ha sido llamado para responder de lo quo con cierno á la publicación do la protesta, y que de lo reforonte al fondo de la misma so sigue instruyendo ol oportuno proceso. Desgraefadamento, ofrece alguna gravedad la dolencia quo padece el director general do los Registros, Sr. Cepeda. También sifruo enfermo, aunque no de gravedad alguna, afortunadamente, nuestro querido amigo el alcalde de Madrid, señor conde do Romanónos. PROTI'H'CIAS En Vigo so lia inaugurado una línea férrea que recorro ol trayecto desdo la estación del ferrocarril al puerto do dicha población. So ha suicidado en Campanet (Baleares) un niño do trece años, hijo del alcalde do aquella población, dejando una carta escrita en la quo decía que no quería volver al colegio de Palma, donde estudiaba. Un periódico del Ferrol pido al ministro de Marina la reorganización de la Caja do inválidos, porque la Maestranza no satisface á los operarios inscritos *lo8 derechos quo les correspondan. —— — ^ • « • • • ^ Notieías telegráOeas (DE LA AGENCIA FABRA) l i o n d r e s 10.—El almirantazgo, deseoso de activar el aumento d é l a Armada inglesa,'ha encargado á la industria privada la construcción do otros cinco torpederos, A d e n lO.—Con rumbo á Suez ha salido de esto puerto el vapor correo León XIII, de la Compañía Trasatlántica. F r a g a 1 0 , - - l i a sido levantado el estado de sitio de esta población. B e r l í n 10.—Mañana 11 reanudará sus tareas el Landtng prusiano. l í o i i i a 10.—El comandante getierai de las fuerzas italianas en la Eritrea, coronel Froid, saldrá pasado mañana para Massuah, á fin de hacerse cargo do su mando on aquella tegíón. ¡ S a n t o s d e hoy.—Santos Higinio, Papa, y Alejandro y Anastasio, mártires. C n a r e n t a h o r a » . — E n la iglesia Asilo de Jesús y San Martin (.Luchana), donde por la mañana habrá Misa mayor á las diez, y por la tarde ejercicios con sermón, quo predicará un padro do la Compañía do Jesús. Siguen los cultos á Nuestra Señora del Milagro en la iglosia do las Descalzas Reales; por la mañana so colebrará Misa mayor á las diez, y por la tardo cjorcicios con sermón, quo predicará un padre Franciscano. T i s l t a d e l a € o r t e d e Marfa.—Nuestra Señora del Milagro on las Descalzas, ó del Amparo on San José. M a f t a n a . — S a n Bonito, abad. Utm lie teatros MADICID Pasado mañan.T, jueves, so verificará en el teatro de Apolo el segundó boueficio do ios autores del popular pasillo lírico veraniego Agua, azucarillos y aguardiente, Sres. Ramos Carrión y Chueca, con la 2ü5 representación de dich» obra. Muy en breve se vériflcatá'fáínb!6_ . . de la zarzuela cómica, en vn acto, titulada M re'oj de cuco, do coya obra teaemot i«Ui>iÉMtl«Mft ' « W M referencias. Contra sus deseos de volver á presentar al público de ^Madrid la eminente soprano áfeñorita Darclóe, la empresa del teatro Real ha tenido quo prescindir del concurso de tan célebre ai:;tiii|ta, cuyo contrato estaba hecho ya, á reservas do obtener una prórroga del Gran teatro do Búcaros t. He aquí el telegrama recibido ayer por la em« presa del teatro Real, y que, por ahora, nos priva del placer do escuchar á la Darclóe: «De Bucarost me responden imposible retardar techa inauguración, suplicándome no oc*siouo pérdida 15.000 francos asegurados do abono, además del ingreso diario; lo siento infinito. Gracias por todo; devuelvo anticipo. Saludos.—Darclée.* GOTIZAOIÓir DÍA 8 OFICIAZi DlA 11 4 por 100 perpetuo interiori S4.S0 Fin corriente í d e m fin próximo Sfiíie ¥, de so.oüo poaetoa nomisales.. — S, deSS.OUO — —.. — D, de 1S.5(H) — — .. — O, da 5.0OU — — .. — , de Í.500 —— .. — B, de 50O — — — e y H, de lOOy ÍOO Kn diferente! seriee » U.3h (fi.tiO •7.>U «7 .SO «8.50 e».!)5 i ijor iooi>«n)«(uo exteriora Buis 7, da U.000 pelotas nomin>l«s...... — B, dsJ2.ooo '— — ..<... — D, do «.000 — — .M... — O, de 4.000 — — — B, de Í.OUO — — ...... — , de 1.000 — — '. — » y H, de 100 y SOO Bn diferentes leriea , .*< Faibidas de M.obo p e s a t u nomisalea». — delOO*» — — ... «0.80 S0i«a sa.«l «3,10 W.65 * li.eo í«,ío,,. •A.7.'i 68,7» •6,0* «».M «t.70 »0,4& tSM *»M IS.8Í ts.ís is.«s 80.»0 81.«0 90.7Í S1.40 » 80.(6 4 por 100 (uaoHiMbU\ 77.M Bsrie B, da 95.000 peietas nómlnalu...... Í7.15 — D, de 1Í.500 — — T7.»S — O, do 5.000 — — 77.SS — B, de S.600 — — 79.20 — A, do 800 — — > B e difei-enteg aeriea 100,70 Obligttoiones del Tesoro (serie A) lu0.7(l I d a m i d . (serie B).. í d e m de Adn&nas intoria 6 p » ! 100 «noftl,! 9/.15 míimercia 1 si l.üuu.ooo 97.10 Idtim liaat» lO.oou pesetas nominales «3,00 BiOeí«sd«Cuba(18s«) is.tio ídem hast» 10.000 {leaetas uominaleí 7Í.«» Silletas deOuVja(lsSO) 77.10 Id(>m hasta lO.ooo pesetas nommaloa Obligaeioiieo Filipina»6porlOO nao í d e m ha«tn 10.000 pesetas uominslts.,.., VtM CAdnlas hipotocanas t por 100 í d e m al 4 jior loo Accionas del Bauoo d» Kspaila iu.oo Compañía Arrendataria de Tabacos «lí.ftO SooiedAd de Blentrioldad de Oliambail.. OAHBIOa Londres, vista ....i >j|.«6 Paris, vista 77.85- 7r.si 77.«9 7ai» 100 SA loo.w 17.40 «7.40 *a.«o 8U85 7V.8S' 77.10 06.4S «8.4» 108,1» » 415.0» , fí,7» DEi3pectáuC"cU.o© Real. A las oolio y media. — Función 40 ile a b o n o . — Turno íi."~ La Oiooonda. X Punción SS da abono.—I4í piel del diabloj—lUjMm»,.» bor da a;r»nBderoB,-t-i/a ;íi»l- j ña Se ViUaBorá».^-»«(tb*. i:¿ primero. L*n. ' EspaRoL A las ocho y media.— (Boneflcio da D. Pablo i^arellad» J. — Rl regimiento do Lupion.—Las oíivaa. Princesa. A las ocho y media.— T u m o «."—lia dama dalas camelias. Zarzuela. A las onho y meain.— ( M o d a ) . ~ La viejscita.^ Loa camarone-i.—Kl augal O!tldo.~ La guardia amarilla. Contedla. A las ocho y media.— A laa nabo j mcdi^t-r Función S3 da abono. -f. Turno *.• impar-—E!ft»HifJ t a . - K l o r l m e n d a l « » Vistillas.— Las travesuras da 'mgt<T0.-(.tielianÍ9m*0fiÍI»u. •''»« "íi la misma). Apolo. A las odtíO y mwñimí^ li'atograflas animadas. — Agu», ttíncirillos y aguiurdíeute.—Kl printBt ia|ac- -. V».—Jja ruyoltos». Parlth. A las ocho y m«dii«,«i^r Fauoion 101 de abono, II de la 4.* seris.—Turna M^par.—Jugar son fuago.' BOMSBO Imcxaiocd»BI.«I<«ao<~Tad»s«<». M BIBLIOTECA DE «EL GLOBO. rMutroHo 875 6B3 El pasante no se hizo repetir dos veces ra, como sus colegas, de la hora de marcharse, y se levantó para recibir al visi- la orden. Y, en efecto, después de introducir a tante. Gerard en el despacho del notario, él paGerard le renovó la pregunta. —Desearía hablar al señor Duvernet. sante tomó sus papeles, aa puso el sotiiY como el pasante le interrogase con brero y se marchó bien pronto á la calle • El amante de Leonor, Siempre áh acela mirada: cho, le vio alejarse Cómo á los otros. —He sido citado por una carta de su Reconoció al «primer pasante» por au ^ í jefe... dígale usted que soy él señor Gerard visita al señor Duveínet, y pensó que y» — añadió el joven duque, no pudiendo deno quedaba nadie en la oficina más que cidirse á dar su verdadero nombre, y Gerard y el notario. seguro, además, de qu© el notario lo en—Ahora es preciso obrar. tendería. Musset pagó su gasto sin apresurarse El pasante, recordando, en efecto, ha- y después salió del café, átraVesó la calla ber oído á éste pronunciar su nombre, se y entró sin afectación en la casa eSbtidiainclinó con apresuramiento. da por él. —Voy á avisar á el señor Duvernet; El vestíbulo no estaba todavía alum¿quiere usted tomar asiento entretanto, brado; pasó rápidamente poí 1» pudr* caballero? —le dijo colocando una silla ta del conserje y subió derecho á la ofici* delante. nai sin tener necesidad de preguntar naUna doble mampara separaba esto des- da. Su memoria le recordaba fielmente : pacho del del notario. Entró dejando ce- la topografía de los lugares. rrar la puerta tras él. A,l llegar á la puerta, Musset dio vuelUn instante después volvió. ta muy despacio al picaporte y entreablió Muy satisfecho de la visita del joven, con precaución para que no sonase el timvisita que esperaba desde hacía días y bre. Después se perfiló cuanto pudo para que le extrañaba no haber recibido, el se- entrar por la abertura y penetró sin ruiñor Duvernet dio la orden de introducir do en la primera habitación. inmediatamente al visitante. Como había previsto, la oficina estaba ' Antes de dejar á su jefe, ol pasante pi- sola. dió autorización para retirarse, y el noEl espía de Armanda Mouyal atrave» tario se la concedió sin dificultad, só en puntillas la pieza de los esoíibien- . —No olvide usted que tiene que ir á tes, vio una puerta abierta en el pasillo Vincennes mañana temprano, para la reunión de los herederos Vincent—le re- y se dirigió á paso de lobd pdr a<ja.flíla cordó antes de dejarle marchar.—¿Están parte. Aun cuando no había tenida ooáaidn, : todas las piezas dispuestas? durante su visita al notario, de ver aquel —Todo está listo. Acabo de completar el legajo, que me llevo á mi casa para po- palillo, el instinto del mal guiaba á Mttsset. Allí era donde los escnbiéñtea ¿ol» der partir mañana á primera hora. gabán sus abrigos al entrar en la éfitíina, —¿Le han entregado los poderes? I En el fondo, una escalera de caracol -Todos. comunicaba la oficina con las habitacio—Está bien. Introduzca usted al señor nes del notario, situadas en el piso dé en« ' llcrard, y tieapuó» pueda usted mar- Í cima; en uii, lado había un» pnerta oott'- > ehartie. uu« cerroidiiía de segurHaá; q^® Duvw ' SaDgrs Fura es la fuente de buena salud. Servicios de la Compaiiía Trasatlántica La Zarzaparrilla íi del Dr, Ayer Seguros mutuos sobre toda clase de Instalaciones eléotrl* cas Conservación y reposieión de las mismas, mediante una reducida cuota mensual, Pídanse prospectos y tarlíai, Plata del CaUao, 17. LINEA DE LAS ANTILLAS, NUEVA YOEK y VERACRUZ.—Combinación á pacrtos americanos del Atlán tico y puertos Norte y Snr del Pacífico. El 10, de Cádir, vapor Alfonso XII para Puerto Rico y Habana, y con trasbordo para Progreso y Veracrus El 20, de Santander, vapor Beina María Cristina para Corana, Habana y Veracruz. El 30, de Cádli, vapor Colbn para Las Palmas, Puerto Rico, Habana, Progreso y Veracrux, y con trasbordo para los litorales de Poerto Rico, Cuba y Estados Unidos. LINEA DE FILIPINAS.—El l y el 29, de Barcelona, vapores P. de Satrústegui é hla de Lmon para PortSald, Aden, Colombo, Singapoore y Manila. SERVICIO DE ÁFRICA.—LINEA DE MARRUECOS.—Kl 25, de Barcelona, el vapor Ed>at para Melilla Málaga, Ceuta, Cádit, Tánger, Larache, Rabat, Casablanca, Masagán y Mogador. SERVICIO DE TÁNGER.—El vapor JoaíMÍn dd Piélago sale de Cádi* para Tánger, Algeciras y Gibraltar los Iones, miércoles y viernu, retornando i Cidis los ourtes, ]áeves y sábados. ' Mu» Stntre Pina, Fortalece los Nenrlos, Despierta el Apetito, *. I ^ k aquel Conooido Cansando} Haoe Llevadera la Vida f Millares de personas han declarado en pro de laa Virtudes curativas de la Zarzaparrilla del l)r. Ayer. Sus cartas llegan diariamente por el correo. No son meras teorías; pues todos los comunicantes aieveranque la Zarzaparrilla del l)r. Aj'er les curó. Mujeres presas de debilidad y cansancio que lian tenido que guardar cama, acongojadas por una laíecoión escrofulosa y extenuadas, quo padecían de enfermedades propias do su sexo, escriben •gradecidas, do haber sido perfectamente curadas. Aquellos que desean aprovecharse de su experieneia y poneráe sanos y fuertes, tornea .„..,.^, ^ ^ La Zarzaparrilla del Dr. Ayer d {fían -restaurador do fuerzas y depurativo da la saagre. Chocolate especial Oon eato título, la G o m p a ñ í » Colonial acaba da poner á la venf^ en sus dos Establecimientos, « s l l e M A Y O R , I S y 2 0 , y ü O B í T E R i l , 8, d e «liaealate T e r d a d e r a m e n t e s u p e r i o r y nn réelo arreglado, que hasta la lecha sólo so elawa d e e n c a r g o para el consumo de algunas familias distinguidas de esta corte. Pr«oxo del paquete (400 gramos) 1, TS Precio de li2 paciuete (200 gramos) 0 , ^ 8 C Jh TWita «n la OOMPASÍA COLONUI. j J I O K T E B A 8. TAPIGERIA^j^ CONFIANZA Coipañía eléctrica de consemdón EBANISTERÍA DETELÉ[ONOS TARIFAS DE PRECIOS Kh AÑO tERVIOlO Bí ABOiOS ^-^ Por ana «ttación particular S^ Por una estación parafincasurbanas ocupadas por varios Inqdlinos, pudiendo hacer todos clloa oso del teléfono 6oo 1.000 Batos vapores admitea'oarga oon oondioioaes laa mis favorables, y pasajeros, i qaienes la Oompaftía da aloja- Por una citación para casinos, drcoloa, e t c . . . miento muy oómodo y trato muy esmerado, ooms ha aoreditado en su dilatado servioio. Rebajas i familias. Prados eon • Por cada loo metros 6 fracción de ellos que pase del término monlcipal 4 Tenoionales por oamarotss de lajo. Rebaja por pasaje de ida y vuelta. Hay pasaje para liaaila i predios eB{)eoiales para emigrantes de oíase artosaaa ó jornalera, 00a faoultad de regresar gratis dentro da un afto si no enouentrán traLas instalaciones oon aparatos especiales de k^a buo. La empresa puede asegurar las meroaaolas en sos buq^ues. además de la cuota de abono conespóndlente, pa* farán: Aparato mnrai con micrófono granulado, mag* neto para laa llamadas y caja en forma de popitre para la pila, montado todo en ana Avl«eÍuipartaate.~La Oompaflla previene & los seüores oomeroiantes, agrioultoros ¿ industriales, que reeibiri placa de madera fina 30 yeneaminari k loa destinos que los mismos designen las muestras y notas de preoios que oon este objeto se le eUtre ídem de sobremesa, llamado de columna, tipo guen. lista Oompaiia admite sarga y expide pasivjes para todos los puertos del mundo servidos por líneas regulares Adcr.. 30 ídem (d., extra, de forma elegante, estilo de los qoe construye la Caat EricssoU....... 47 LOOUTORIOS PÚBLICOS Para mas laformen.—Bn Baroelona; la ChmpaMa Irasaildntieas loa Sres. RipoUy Oompaaia, plaza de Palaoio Esta Compañía tiene establecidos locutorios pfibÜ—Oidizda Delegaoióa de la Compañía Trasatlántica.—Ut^áñi: Agenoia de la Oompañia, Trasatlántica, Puerta del•os Sol,en las calles de Znrbano, número 13, piso cuarto 18.-8anUnder: Sres. Ángel B. Peres y Oompaftía.-Ooruña: D. B. da Guarda.-Vigo: D. Antonio Lópeí de Naira,— sqnierda; calla de Olózaga, 5 y 7» piso cuarto izquicr* Cartagena: Sres. Bosoh Hermanos.—Valencia: Sros. Dart y Oompaftía.—Milaga: D. Antonio Duarte. da; calle de la Princesa, 3, piso tercero isqoierda, y en si Continental Ezpréas. I!Í primero, in*s «nrtldo y niA« barato. Luna, 11, Almacén de muebles. Luna, 11. GaaABADOS I CON OBANDES FACILIDADES PARA EL PAGO KXPOETAOIÓH L PKOVIKOIAa mmmmmmmmmmtmámi m COMPANY, Fotógrafo i Prtmiado en onantas f xposioíones ha oonourrido. Oaa» MOMÍal para las ampliaoiones inalterables, di reatas jU r«D|roaita«ión. Ittoaio dfl pintor, talleres y galería iuodelo. •*aeae«milf SD y Tlaltaeldn, l.—Teléfono 848 ALTA TASACIÓN •itaMMIntlento de eompra-Tenta mereantll B t a e r e por alhaja*, ropas, pianos, alfombras y otros •ÍMtoa IUsneWKi •nrttdo de venta en toda oíase de joyas •ra niedraa preoiosas, y en ropas de todas elasea, proee* ^ « M áe 1M mismos. IMis leoBíniicos. Fez, II, tripMo., lienila. (AimGUO ESTABLBOIMIEMTO) 654 en madera, cobre, galvano, zinc y fotograbados de retratos de personajes celebresantiguos y contemporáneos, españoles y extranjeros; vistas, monumentos, artes y ciencias. SE YENDEK Ó ALQUILAN Salidas fijas ssnanalBS dol puerto i a La Gorulia. í todos los publicados en EL GLOBO'desde BU fundación, á preoios muy económicos. Dirigirse á estas Oficinas. Eita acreditada y antigua empresa cuenta con veinte "£reV^-P«%rrS."C'Hueiva, C4di.. l««aga, AI mena, Cartagena, Alicante, Valencia, Tarragona, ffaroelona, Cette y Marsella. íllércole8.-Para Qljón. Santander y Bilbao. Jaeve».-Para Carril, Vigo, Cádiz y Sevilla. B4bado.—Para Santander y BUbao. „, , Carga que no esté embarcada en los díasfljadOB,antes de las dos de la tarde, no podrá ser admitida. Son A cargo de la empresa lo» gastos si por fuerza mayor no pudiera ser embarcada. Consigoatario en La Coruña, D. Nloando FarUVa, al lado de la balería Savs. Galle Hayor. C, entresuelo, dereeha. J. El esfinge de los IMMPnA UirlLnU Se colooa y faoilita de mil ptas. en adelan» te. Corredera Alta, 20, tercero. De 10 4 12. LA SEÑOEITA DEL CASTILLO precaria situación no me permitía por mucho tiempo—mi buen sentido me lo demostraba claramente—figurar honrosamente. Tenía loa compromisos que en mi edad arrastran fácilmente. Aun cuando se me tenía en una situación de fortuna relativamente mediana, no se ignoraba mi absoluta ruina. Sabía que encontraría, para continuar una vida que no debía ser la mía, todas las facilidades, todas las tentaciones ofrecidas á los hijos de familia. Había visto á compañeros sucumbir desgraciadamente. No quería contraer deudas, porque no ignoraba que no tenía con (juó responder, y decidí no traficar oon mi nombre. Entonces fué cuando me decidí á presentar mi dimisión y á renunciar á un título que juzgo incompatible oon mi situación de fortuna, y resolví llamarme desde entonces Q-erard. El notario hizo un signo de aprobación con la cabeza. —Es un escrúpulo muy honroso nacido de un gran corazón, seftor duque—dijo inclinándose con deferencia ante el joven oliente;—quizás, sin embargo—permita á mi experiencia que ae loJdiga,-un poco excesivo, porque, al fin, ese ilustre nombre al cual renunciáis tan honradamente, podía allanarle muchas dificultades en la vida. —¿Lo cree usted así, caballero?—preguntó Gerard. —Me parece... —Desengáñese usted. Mi nombre, por lo mismo de ser tan ilustre, tenía que sermie un obstáculo en el nuevo camino que tenía que recorrer. —Sin embargo...—objetó el notario poco convencido. —Vea usted—interrumpió el joven duque,—al abandonar el ejército he obtenido una colocación en las fábricas de VaEWgeyiUe. tOiUrcMliAclo en nn clccolo en que mi J S«t cerraba por la noche, al retirarse. Esta puerta daba direotameute al' despacho del notario y le permitía subir á su oasa lin pasar por la oficina. Musaet percibió un rumor de vocea y M puso i escuchar. A la menor alarma estabaprontoá ocultarse detrás de una cortina de reps verdeque tapábalos le{;ajos, alineados en una •stantería del pasillo, alo largo de la pare4El amante de Leonor so ceroioró, después de un rápido examen, de las dispo» sioiones generales del lugar en que se enoontíraba, y pniiado por el ruido de las voces aplicó el oído & la puerta. —Están ahí,detr&sdeesa puerta,—murmuró oon feross alegría, reconociendo la T02 d© Gerard y la de Duvernet. Adem&s, no podía tener duda alguna, graoiatii & las palabras que oía. COMO esta puerta no era doble, como la que oomunicaba el despacho del primer pasante con la de su jefe, permitía, con un poco de atención, no perder ni una palabra de la conversación que se tuviele al otro lado de ella. Musset escuchaba ávidamente. Al notario, Gerard se había presentado con BU verdadero nombre. Era el hijo del duque deSoisy. Elsellor Oerard y él eran una misma persona. Oficial, había presentado su dimisión, y al dejir el ejército había renunciado al nombre de Soisy. Oon sencillez, el joven duque explicó al notario las rizones que le habían impuUado á obrar asi. Bu absoluta falta de fortuna. -*"yono podía, en el regimiento, sin otTí» r(»ttrsos que mi sueldo, llevar digdamente un nombre y un título que me obligaban, por razonable que yo fuese, á relaciones de compafierismo costosas. He •uoontrália, á pesar mío, por minaoimien- IBARRA Y GOMPASIA hielos. TRES PKSETAS N lEURALGUS IJaqiitaa,Bolor«i ii tUtaif»; t(4u lu toitfmttia HenlMU M etir*a al IniMBU <oa l»i PildtnsABti-Neorélgítu M D o c T o n CIHONIKn PMCIO I a riUKoot 1.1 CUA SOCIEDAD GENERAL DB ANUNCIOS DE ESPARA Est» SOCIEDAD admite anuncios, reclamos y noticias para todos los periódicos de Madrid, provincias y extranjero. Ofrece á los anunciantes é industriales combinaciones de publicidad, en condiciones de ^recioi excepcionales. Eavia tarifas á las personas qoe las pidan. 0 6 adMlt«n ea^nelM d e defiuiel^K y •nlvenarlo. 6 Y 8-ALCALÁ-e Y 8 ITEL.ÉF0N:0 6117 P'SOBIQUET, II, t.ltUIoiii4ii,rUIl hlWUnUna «HMitMtlcharSirgii * n uf MuKWuja ttlüiiim. BlBLIOTBOA DE «EL GLOBOY bien: ¿oree usted que el señor Duhamel, que ha consentido en aceptar como empleado al señor Gerard, ingeniero, habría aceptado lo mismo al duque de Soisy? —Bajo ese punto de vista, en efecto,dijo el señor Duvernet. —Ya ve usted cómo... —Ha tenido usted una fuerza de voluntad muy superior á sus años, señor duque, para tomar una resolución tan enérgica—dijo el notario. Y admiraba, en su interior, herido, de oficial ministerial, discreto depositario de tantas confesiones, de rapacidades y villanías, 1^ conducta inflexible de honradez de aquel joven que, por su educación, podía predisponerle á preferir una existencia fácil, prefiriendo la vida austera del trabajo que había escogido por •u voluntad. —Debo añadir—continuó el seftor Duvernet oon convicción—que ahora, señor duque, que he tañido el honor de conocerle, me felicito tanto más de la misión que estoy encargado. La casualidad, que sin duda ha conducido á mi casa la persona que desea entregar en sus manos esta restitución, y quo me proporciona asimismo participar de una buena acción, me haoe muy dichoso. Gerard se inclinó. —Aunque esa persona ha deseado guardar el anónimo—repuso el notario,—debe usted indudablemente saber... —¿De dónde puede venir esa restitución?... A fe mía que no, caballero,—respondió vivamente el joven duque.—Su carta, lo confieso, me ha sorprendido por completo. Ignoro en absoluto todas las relaciones de amistad y de negocios de mi padre; sé solamente que en las incesantes necesidades de dinero en que le ponían sus prodigalidades, quizás excesivas, pereque yo me creo con derecho 4 jnzgarihaa sido una fuente inagotable pa< 6B5 ra los estafadores y farsantes. La mitád¿ por lo nienos, de nuestra fortuna, según me han dicho ha pasado á esas manos. Pero esto es todo lo que sé y espero que usted me diga algo. —A fe mía que no sé yo apenas más, y lo que yo pueda decirle no le enseñará gran cosa, señor duque. Una joven ha venido á traerme los fondos que os deben ser restituidos, explicándome lo que yo debía hacer. Ella obraba, segdu me dijo, como mandataria de otra persona que deseaba guardar el incógnito y ha rehusado ella misma darse á conocer. Algunos días después el hermano de esa señorita ha venido igualmente para asegu« rarse de que el asunto se había hecho. Despnfí^ no he vuelto á saber nadd. Vea usterl & lo que se reduce la cosa. —lEi si igula-l—dijo Gerard, á quien e la dibíma relación debía despistar comiletanen^e eu el caso en que sus refi«XLoaes le llevaran á suponer que Mig-» dalona era lá autora. Tin hermano, la joven seguramente no le tenía. Esto sólo debía impedir al duque concebir este pensamiento. ¡Es singularl — repetía.—Es una manera extraña de obrar, un procedimieu" to verdaderamente anormal —¡Anormal! No tanto como usted oree, señor duque,—afirmó el señor Duvernet. —El caso se presenta con bastante fra> ouenoia. Niñas, latf más de laa Veoei, c(aé, como en esta ocasión, no quieren at>téveoharse de exacciones ó málversaoioáéÉ cometidas por sus padres, ¿qué médiC tienen para salvar «1 honor de su nombre, si no es la restitución anónima? Por ejemplo -^ añadió filosóficamente el notario—esrarala restitución hecha directamente, es decir por el mismo ladrón^ Ordinariamente, el que ha burlado á su prójimo,; goza en paz del bien mal. adquirido. Los remordimientoa tieo»» * 1» generación siguiente...