A rtículos A genda Libros Números A nteriores Enlaces Innovación Contacto ENTRE “MALAS HIERBAS”, CRIPTOCULTIVOS Y PLANTAS CULTIVADAS: LA COLLEJA (SILENE VULGARIS) Versión imprimible en pdf María Remedios A larcón Villoria Instituto Madrile ño de Inve stigación y De sarrollo R ural, Agrario y Alim e ntario (IMIDR A) LA AGRICULTURA CAMPESINA RESERVORIO DE LA AGRODIVERSIDAD COMO Para ase gurar su supe rvive ncia las socie dade s hum anas han de sarrollado m ultitud de e strate gias bie n dife re nciadas e n sus m e canism os de apropiación de los re cursos naturale s. En e sta continua tare a de apropiación, cabe re saltar la actividad que probable m e nte ha ge ne rado la m ayor re volución de uso de e stos re cursos: la agricultura. La actividad agrícola ha te nido una re pe rcusión tal sobre los e cosiste m as de l plane ta que ha dado lugar al de sarrollo de l conce pto de agrosiste m as y agrodive rsidad. Se ha de finido la agrodive rsidad com o las múltiples formas por las cuales los agricultores usan la diversidad natural del ambiente para la producción agrícola, incluyendo no solamente la selección de especies y variedades de plantas para el cultivo, sino también el manejo de las tierras, aguas y de la biota como un todo (Brook fie ld y Padoch, 1994). En los últim os años ha ido surgie ndo num e rosa lite ratura ace rca de la im portancia de la agrodive rsidad e n su re lación con la se guridad alim e ntaria de las La colleja tal y como se encuentra en el campo. dive rsas poblacione s hum anas y se ha visto que la m ayor parte de los alim e ntos producidos e n e l plane ta se consigue n e n m ode los de agricultura de pe que ña e scala. Y e s e n e ste conte x to histórico -e n e l que se cue stiona la capacidad de l plane ta para alim e ntar a los 9000 m illone s de pe rsonas que se e stim a habrá e n 2050- donde la agroe cología e m e rge com o una solución hacia un de sarrollo soste nible y e quitativo ya que aporta las base s cie ntíficas, m e todológicas y te cnológicas para una nue va “re volución agraria” (Altie ri et al 2011). No e n vano, la m ayor parte de la com ida consum ida e n e l m undo se produce bajo e l m ode lo de agricultura cam pe sina. C oncre tam e nte , la agricultura de pe que ña e scala e n Am é rica Latina e stá re pre se ntada por 16 m illone s de pe que ñas e x plotacione s que contribuye n con, aprox im adam e nte , e l 41% de la producción de stinada al consum o dom é stico. Esto significa que produce , a nive l re gional, e l 51% de l m aíz, e l 77% de judías y e l 61% de patatas (Altie ri, 2004). Esta agricultura cam pe sina, basada e n los principios de la agroe cología, se caracte riza por: a) m ante ne r e le vados nive le s de biodive rsidad e n finca, b) utilizar inge niosos siste m as y te cnologías e n e l m ane jo de l siste m a y la producción de paisaje s, c) contribuir a la se guridad alim e ntaria local, d) aum e ntar la re silie ncia de los agrosiste m as, e ) utilizar e l conocim ie nto cam pe sino y sus habilidade s te cnológicas y f) m ante ne r los valore s culturale s de la población (Tole do y Barre da Bassols, 2008). La agricultura de pe que ña e scala e stá bie n de finida e n los paíse s e n de sarrollo y hay num e rosos trabajos que visibilizan las e x pe rie ncias m ás re le vante s e n cuanto a m ane jo tradicional, m ane jo de re cursos fitoge né ticos e incluso utilización de plantas silve stre s e n alim e ntación hum ana. Por contra, e n Europa ape nas hay e spacio de dicado a los e studios cam pe sinos, he cho que e stá e x pe rim e ntando grande s cam bios pue sto que e n la últim a dé cada se han re alizado trabajos cuyo obje tivo fundam e ntal ha sido visibilizar e l conocim ie nto cam pe sino tradicional (Age le t e t al. 2000; San Migue l, 2004, R igat e t al. 2009; R e ye s-García e t al. 2010). Incluso se han e studiado e x pe rie ncias protagonizadas por nue vos cam pe sinos cuyas prácticas agroe cológicas son una re construcción de las ya e x iste nte s, e stim ulando un de sarrollo de conocim ie nto cam pe sino actual (Gonzále z, 2009); Lópe z y Badal, 2006). Estas nue vas prácticas hace n posible que la actividad agraria re tom e sus funcione s ge nuinas: por un lado se e je rce una “socialización” de fraccione s de la naturale za y por otro, se produce una “naturalización” de la socie dad e n e l proce so de producción y re producción de vínculos con e l m undo natural. En e sta situación se e x plica cóm o la dinám ica e cológica e stá fue rte m e nte asociada a la aparición de e strate gias de supe rvive ncia cam pe sina y de l proce so de producción de l conocim ie nto, re spe cto al m ane jo de los re cursos naturale s (Be doya y Martíne z, 2000). LAS PLANTAS SILVESTRES EN LOS AGROSISTEMAS En e ste conte x to cam pe sino e s donde se obse rva cóm o e l m ane jo de la agrodive rsidad se hace de form a m ás cuidadosa y donde se tie ne n e n cue nta todos los re cursos naturale s disponible s. Entre todos e stos re cursos naturale s jue ga un pape l m uy im portante la utilización de plantas silve stre s que cre ce n e n los cam pos de cultivo. Este m ane jo im plica tanto una transform ación de las plantas cultivadas com o de aque llas e spe cie s silve stre s que las acom pañan. Estas hie rbas han dado lugar a una clasificación cultural de las dife re nte s e spe cie s que cre ce n de ntro de los cultivos, de nom inándose “m alas hie rbas” y que e n té rm inos botánicos se re fie re a la ve ge tación arve nse , de finida com o aque llas e spe cie s que se de sarrollan e n los se m brados, sobre todo ce re alistas, por lo ge ne ral de floración prim ave ral y poste rior re cole cción e stival. Se de be te ne r e n cue nta que e stas hie rbas pose e n los m ism os biotipos, ciclos vitale s y caracte rísticas fe notípicas que las plantas cultivadas. Esto nos indica que e l conce pto pe yorativo adoptado para nom brar las e spe cie s que cre ce n de ntro de los cultivos tie ne su orige n e n la com pe te ncia que se e stable ce e ntre las hie rbas y las plantas cultivadas. En la dim e nsión de la agricultura cam pe sina e l conce pto de m ala hie rba pasa a un se gundo plano y aque llas plantas he rbáce as que se e ncue ntran com pitie ndo con los cultivos tie ne n un uso. Se pue de conside rar que se e stable ce un proce so de coe volución e ntre las plantas que se han cultivado de sde sie m pre y las plantas favore cidas por e l cam pe sino que habitan e n convive ncia con los cultivos. Por otro lado, se ha de m ostrado que la pre se ncia de m alas hie rbas pue de incre m e ntar la e ficacia de los m é todos de control biológico de plagas, lo que de m ue stra la im portancia de las m ism as para ase gurar un bue n funcionam ie nto de los agrosiste m as (Glie ssm an, 2002). Estas funcione s que e je rce n las plantas silve stre s e n los agrosiste m as e ntran de ntro de la propia de finición de los se rvicios e cosisté m icos, e nte ndidos é stos com o los be ne ficios que proporcionan los e cosiste m as a los se re s hum anos (C onstanza et al, 1997). Uno de e stos se rvicios corre sponde al de aprovisionam ie nto; e n e ste se ntido e l re fe re nte a la producción de alim e ntos e s de m arcada im portancia. Tam bié n e s ne ce sario re saltar que dichas e spe cie s silve stre s se van adaptando a las form as de cultivar. Esto ha dado lugar -tras la introducción de arados com o e l de ve rte de ra y de she rbados quím icos a base de he rbicidas- a que m uchas e spe cie s que han de sapare cido de los cultivos se hayan trasladado a borde s de cam inos o cune tas; dichas plantas pasan a conside rarse plantas rude rale s e n lugar de arve nse s. En de finitiva e sto significa un cam bio de la e structura poblacional, com o conse cue ncia de e sta nove dad e n la ge stión de la ve ge tación arve nse de cada cultivo. Por otro lado, e n cuanto a la influe ncia de l uso de dife re nte s varie dade s y e l e fe cto sobre las hie rbas, se ha obse rvado que la pre se ncia de de te rm inadas arve nse s y su producción de se m illas se ve afe ctada e n función de la varie dad de l cultivo (Navarre te et al, 2008). La e x plicación podría re sidir e n que de te rm inadas varie dade s, e n ge ne ral se le ccionadas para m ode los productivos de bajos insum os e incluso e n m ode los de agricultura cam pe sina, coe x iste n con las hie rbas m e jor que otras varie dade s de altos re ndim ie ntos, se le ccionadas por su gran adaptación a los paque te s te cnológicos que se im plantan con la agricultura industrial. DE PLANTAS SILVESTRES A “CRIPTOCULTIVOS” Diversidad morfológica en hojas de Silene vulgaris. C on e l de sarrollo de la Agricultura, e l hom bre ha ido ponie ndo e n cultivo un gran núm e ro de e spe cie s ve ge tale s, com e nzando por aque llas e spe cie s que , por una razón u otra, m ás le gustaban o se adaptaban m ás fácilm e nte al cultivo com o los ce re ale s y las le gum inosas. Sin e m bargo, tam bié n se dom e sticaron ve rduras com o la le chuga o la col, e spe cie s que , a dife re ncia de ce re ale s y le gum inosas, son plantas aprove chadas por sus hojas y se re produce n por se m illas, por lo que su dom e sticación fue pe culiar (Ladizinsk y, 1998). Sin e m bargo, hay num e rosas e spe cie s que se han consum ido com o ve rdura y nunca han sido dom e sticadas. Son las que se vie ne n a de nom inar criptocultivos e n re fe re ncia a que se de sarrollan e n los cam pos de cultivo o e n su e ntorno y son aprove chadas por las pe rsonas sin de jar su condición de planta silve stre (R ive ra y O bon, 2006). Son plantas que se prote ge n y que nunca lle gan a oste ntar e l título de planta cultivada pe ro la inte rve nción hum ana afe cta a la dinám ica de sus poblacione s. Esto sue le ocurrir e n los siste m as cam pe sinos. C om o ya se ha indicado, la agricultura de pe que ña e scala Vista general de 4 genotipos de colleja procedentes de reproducción vegetativa. e s la que re alm e nte alim e nta al plane ta. Pe ro, ade m ás, e s la que se m ue stra com o una vía posible e n un m undo donde e l pe tróle o e scase a y los m ode los productivos -e ntre e llos e l agrario- tie ne n que adaptarse a e sta nue va situación. De sde e ste punto de vista se hace ne ce sario hace r uso de todos y cada uno de los re cursos naturale s que e stán a disposición de las pe que ñas fincas agrícolas para pode r producir alim e ntos con e l m e nor coste e ne rgé tico. En e sta búsque da de nue vos re cursos jue gan un pape l re le vante las plantas silve stre s utilizadas com o alim e nto e n los siste m as tradicionale s. En la tabla 1 se re pre se ntan algunas e spe cie s conside radas m alas hie rbas de olivar, vid o ce re ale s y cuyo uso com o ve rduras silve stre s ha sido re copilado e n los distintos e studios e tnobotánicos re alizados e n España. De e ntre todas e stas e spe cie s de staca Silene vulgaris porque su uso e s re conocido e n gran parte de las provincias e spañolas. Así lo indican Tardío et al (2006) e n la re visión que hace n de 46 trabajos e tnobotánicos e n España donde la colle ja se cita e n 36. En e ste conte x to se pre te nde pre se ntar la colle ja com o una e spe cie utilizada com o alim e nto que sirve de m ode lo para com pre nde r la inte racción e x iste nte e ntre e l conocim ie nto cam pe sino tradicional, e l conocim ie nto cam pe sino m ode rno y e l conocim ie nto cie ntífico. Se trata, por tanto, de una e spe cie arve nse que se ha com portado com o m ala hie rba y que se ha re cole ctado com o ve rdura silve stre . Incluso se ha lle gado a com e rcializar e n algunas e conom ías locale s. Por últim o, se han iniciado e studios sobre su biología, e cología y variabilidad ge né tica que pe rm ite n conoce r, de sde un punto de vista cie ntífico, las posibilidade s agronóm icas que e sta e spe cie tie ne . Por todo e sto, e s posible afirm ar que nos e ncontram os ante un criptocultivo que pre se nta grande s posibilidade s para conve rtirse e n un cultivo. Tabla 1. Listado de "m alas hie rbas e n cultivos de se cano utilzadas com o ve rdura, e n guisos o e n e nsalada. Elaboración propia a partir de Tardío et al(2006); C iruje da et al(2011), R ive ra et al (2007) Nombre científico Nombre común Ciclo biológico Provincias * Anacyclus clavatus (Des f.) Pers . moji no anual Ab, Al , Hu, Mu Capsella busa-pastoris L. Deva nera s , chorrontel a s anual Ab, J, M, Na Chenopodium álbum, L. Ceni zos anual Ab, Cu Eruca vesicaria Ca v. Oruga s anual A, Ab, Al , Co, J Lactuca serriola L. Lechugui l l a pi nchos a , herba pl a na , l echera anual A, Ab, B, Co, CR-To, Cu, Hu, J, M, V Papaver rhoeas L. Ama pol a , ba ba ol , ros el l a , ruel l es anual A, Ab, Al , Ba , Co, Cs , Cu, Hu, J, M, Mu, Sa , Se Roemeria hybrida (L.) DC. Ba ba ol es dul ces anual Ab Scandix pectin veneris L. Aguja s de pa s tor anual A, Ab Scorzonera laciniata L.S. Arruca s , teta s de va ca , pocha s , chi chi ri ma ma s anualbianual Ab, Al , Co, CR-To, Hu, J, M, Sa , V A, Ab, Al , Av, B, Ba , Ca , Co, CR, Cr-To, Cs , Cu, Gi , Gr, Gu, Hu, J, M, Mu, S, Se, Sg, To, V Silene vulgaris (Moench.) Ga rcke Col l eja , col eta s , col i s s os , coni l l ets pe re nne Sisymbrium irio L. ja ra ma go anual Cerra ja , cerra jon, l echera s , l l ets ó, anualSonchus oleraceus L. A, Ab, Al , B, Co, CR-To, Cs , Cu, Hu, J, M, Mu, V bianual Il i cs o *A: Alicante, Ab: Albacete, Al: Almería, Av: Ávila, B: Barcelona, Ba:Badajoz, Ca: Cádiz, Co: Córdoba, CR: Ciudad Real, Cs: Castellón, Cu: Cuenca, Ge: Girona, Gr: Granada, Gu: Gudalajara, Hu: Huesca, J: Jaén, M: Madrid, Mu: Murcia, S: Cantabria, Sa: Salamanca, Se: Sevilla, Sg: Segovia, To,: Toledo, V: Valencia CARACTERÍSTICAS BOTÁNICAS DE LA COLLEJA La colle ja e s una planta pe re nne , de orige n e uroasiático, am pliam e nte distribuida e n Europa, aunque e n la actualidad se e ncue ntra introducida e n gran parte de l m undo. Mie ntras que e n e l Norte y C e ntro de Europa se e ncue ntra e x clusivam e nte e n hábitats alte rados (borde s de cam inos, cultivos de se cano), e n e l Sur de Europa y la re gión m e dite rráne a apare ce n ade m ás otras “razas ge ográficas” e n hábitats m ontañosos naturale s o se m i-naturale s. Probable m e nte e sas poblacione s m ás se pte ntrionale s se hayan e x te ndido siguie ndo la e x pansión de la agricultura. Es una planta de 35 a 80 cm , glabra, a ve ce s e stolonífe ra con raíz grue sa, tube rosa. Los tallos florífe ros son e re ctos, fue rte s, blanque cinos o ve rdosos e n la m itad infe rior. La parte basal de la planta pre se nta un hábito de cre cim ie nto e re cto o lige ram e nte postrado. Pre se nta hojas coriáce as, agudas; las infe riore s, pe cioladas, o lance oladas. La inflore sce ncia, e n ge ne ral, e s m ultiflora y las se m illas son tube rculadas. Para e sta e spe cie se de scribe n form as diploide s y te traploide s (2n=24, 48). Es pe re nne y se m ultiplica ve ge tativa y se x ualm e nte . En la re producción se x ual e s pre dom inante m e nte alógam a, con polinización por distintas e spe cie s de hym e nópte ros y le pidópte ros. Tam bié n e s im portante e n su re producción la autogam ia Ade m ás, e s una e spe cie ginodioica, que pre se nta individuos con flore s fe m e ninas o he rm afroditas. UTILIZACIÓN DE LAS COLLEJAS COMO ALIMENTO C om o ya se ha indicado, Silene vulgaris e s una e spe cie silve stre com e stible m uy apre ciada e n num e rosos pue blos de la ge ografía e spañola. Tam bié n e s una planta utilizada e n otros paíse s e urope os com o, Francia, Turquía, Austria, Italia (Hadjicham bis e t al, 2008). Se re cole cta e n prim ave ra y se utiliza com o una ve rdura se m e jante a la e spinaca a la que sustituye e n num e rosas re ce tas gastronóm icas com o e s e l popular potaje de Se m ana Santa, pe ro tam bié n se pue de pre parar e n tortilla o con hue vos re vue ltos. Asim ism o, se consum e cruda e n algunos puntos de la re gión de Murcia, donde se pre para una e m panada típica. Se trata de una planta que e n e l pasado lle gó a com e rcializarse , tras su re cogida silve stre , e n lugare s com o Albace te . POTENCIALIDAD AGRONÓMICA DE LA ESPECIE La pote ncialidad agronóm ica de una e spe cie , e ntre otros factore s, se de be a que su grado de dive rsidad pe rm ite que se produzca un proce so de se le cción tanto natural com o artificial que da lugar a un producto de se ado por e l cam pe sino, cuando nos e ncontram os e n siste m as tradicionale s de cultivo. En e l m ane jo de e spe cie s silve stre s e s pre ciso dife re nciar e ntre e l e fe cto que sobre la e structura de las poblacione s ha te nido su re cole cción para uso dom é stico y la se le cción e je rcida por los propios cam bios de té cnicas de cultivo que se han ido suce die ndo a lo largo de los 10 000 años de historia de la agricultura. Esto se re fle ja e n lo que se ha se ñalado sobre la distribución ge ográfica actual de Silene vulgaris. Se trata de una e spe cie que ha inspirado num e rosos trabajos. En re lación al e studio de su gran variabilidad y por su e spe cial inte ré s botánico o tax onóm ico se habla de l com ple jo “Silene vulgaris”, lo que ha dado lugar a e studios isoe nzim áticos. Tam bié n se Figura 1. Datos de biomasa (peso seco) de 10 han re alizado e valuacione s agronóm icas de la e spe cie de sde un punto de vista de su poblaciones de S. vulgaris. com portam ie nto com o m ala hie rba. En cuanto a la e structura poblacional re lacionada con su dive rsidad ge né tica se han re alizado num e rosos e studios sobre su ginodie oe cia (flore s he rm afroditas y fe m e ninas e n la m ism a población) com o fe nóm e no capaz de e x plicar dicha variabilidad. El e studio de e sta planta com o re curso alim e ntario se inicia al com probar que se trata de una e spe cie m uy apre ciada. Esto ha dado lugar a que e n e l IMIDR A se cue nte con una cole cción de se m illas de Silene vulgaris que e ngloba 74 e ntradas de poblacione s de dife re nte s localidade s e spañolas. C on parte de e stas poblacione s se han re alizado dive rsos e studios de variabilidad ge né tica y se ha visto que se trata de una e spe cie con gran variabilidad (Alarcón y García, 2006). Tam bié n se han re alizado e valuacione s agronóm icas de la e spe cie e n las que se concluye que la dife re ncia e ntre las distintas poblacione s e studiadas pe rm ite e stable ce r un proce so de se le cción e n función de la form a de la hoja, de los re ndim ie ntos e n hoja o de l porte de la planta (García e t al, 2002). (Tabla 2 y Figura 1) Tabla 2. Valore s m e dios de caracte re s re lativosa hojas e n 10 poblacione s e spañolas de S. Vulgaris VALORES ÁREA (mm 2) LONGITUD (mm) ANCHURA (mm) ALTURA PLANTA (cm) DÍAS A FLORACIÓN Me dia 330 48 11 49 232 C V(%) 14,2 7,1 5,9 12,4 0,9 R ango 266-455 43-54 9,4-13.0 39,8-55,5 230-236 Por otro lado, se trata de una e spe cie que pre se nta re producción se x ual y ve ge tativa. Esto significa que la re producción ve ge tativa pue de se r e l punto de partida para pode r introducir e n cultivo de te rm inados ge notipos de inte ré s agronóm ico. La re producción ve ge tativa de la e spe cie e s se ncilla: se tie ne n que coge r tallos que no hayan de sarrollado ningún e ntre nudo y se pue de n pone r a e nraizar bie n e n agua o e n un sustrato dire ctam e nte . Esta pue sta e n cultivo pue de lle varse a cabo de form a dire cta, e s de cir, utilizando e l propio m ate rial silve stre m e diante una se le cción re alizada por los propios cam pe sinos. No obstante la re producción se x ual tam bié n e s una opción. En e ste caso, e l proce so de se le cción se dificulta un poco m ás de bido a que e l e le vado grado de alogam ia de la e spe cie le confie re gran variabilidad ge né tica intrapoblacional com o se ha de m ostrado e n los dife re nte s trabajos re alizados hasta la fe cha. C om o ya se ha visto se trata de una de las plantas silve stre s com e stible s m ás apre ciadas com o ve rdura lle gando a sustituir a plantas de gran im portancia culinaria com o la e spinaca o la ace lga. Esta e spe cie , a su ve z, se adapta pe rfe ctam e nte a dife re nte s condicione s clim áticas y e dáficas sie ndo prácticam e nte una e spe cie cosm opolita. En cuanto a su calidad nutritiva, ya hay varios trabajos que la de m ue stran (Alarcón et al, 2006; Morale s, et al, 2007; Sánche z-Mata, M.C . et al, 2012; Ege a-Gilabe rt, C ., 2013). En e ste caso e staríam os hablando de la im portancia de una planta e ntre silve stre y se m i-cultivada (criptocultivo) que pe rm ite lle var a cabo un proce so de se le cción y m e jora in situ e n un m ode lo de agricultura cam pe sina o de pe que ña e scala. En la actualidad e sta práctica se vie ne re alizando e n pe que ños hue rtos donde se prote ge cuando apare ce para se r utilizada e n autoconsum o. De spué s de e sto la cue stión e s: ¿por qué e sta e spe cie sigue sie ndo silve stre cuando pue de se r una alte rnativa a los dife re nte s productos hortícolas actuale s? Referencias A gelet, A , Bonet M.A ,& Vallés J. (2000) Homegardens and their role as main source of medicinal plants in Mountain regions of Catalonia (Iberian Peninsula). Economic Botany 54(3): pp 295-309 A larcón, R. y García P. (2006) C aracte rización m orfológica e n poblacione s naturale s de colle ja (Silene vulgaris). 45: 139-140 Actas de Horticultura A larcón, R.; Ortiz, L.T. and García, P. (2006) Nutrient and Fatty acid composition of wild edible bladder campion populations (Silene vulgaris (Moe nch.) Garck e . Inte rnacional Journal of Food Scie nce and Te cnology :41: 1239-1242 A ltieri, M.A . (2004) Linking ecologist and traditional farmers in the search for sustainable agriculture. Frontiers in Ecology and the Envrionment. 2, 35-40 A ltieri, M.A .; Fures-Monzote, R.; Petersen; P. (2011). Agroecologically efficient agricultural systems for smallhoder farmers: contributions to food sovereignty. Agronomy for Sustainable Development. DO I: 10.1007/s13593-011-0065-6 Bedoya, E.; Martínez, S. (2000) De la e conom ía política a la e cología política. En antropología de l de sarrollo, e ditado por Andre u Viola, pp. 129-162. Paidós, Barce lona. Brookfield, H.; Padoch, C. (1994) Apprecating agrodiversity: a look at the dynamics and diversity of indigenous farming systens. Environm e nt 36(5) 6-11; 36-45 Cirujeda, A .; A ibar, J.; León, M.; Zaragoza, C. (2011) La cara am able de las m alas hie rbas. Usos alim e ntarios, m e dicinale s y ornam e ntale s de las plantas arve nse s. C ITA Constanza, R.; D’A rge, r.; De Groot, R., Farber, S. ; Grasso, M. ; Hannon, b. ; Limburg, K. ; Naeem, S. ; O’Neill, R.V.; Paruelo, J.; Raskin, R.G.; Sutton, P.; Van Den Belt, M. (1997) The value of the world’s ecosystem services and natural capital. Nature , 387: 253-260. Egea-Gilabert, C.; Niñirola, D.; Conesa, E.; Candela, M.E.; Fernández, J.A . (2013) Agronomical use as baby leaf salad of Silene vulgaris base on morphological, biochemical and molecular traits. Scie ntia Horticulturae 152:35-43 García, P.; Tardío, J.; A larcón, R. (2002) Poblacione s e spañolas de colle ja (Silene vulgaris): e valuación agronóm ica para su introducción e n cultivo e cológico. Actas de l V C ongre so de la Socie dad Española de Agricultura Ecológica 537-542 Gliessman, S.R.; 2002. Agroe cología. Proce sos Ecológicos e n Agricultura Soste nible . C ATIE. Turrialba, C .R . González de Molina, M. e d. (2009) El de sarrollo de la agricultura e cológica e n Andalucía (2004-2007). C rónica de una e x pe rie ncia agroe cológica. Icaria e ditorial. Pe rspe ctivas agroe cológicas. Hadjichambis, A .; Paraskeva-Hadjichmbi, D.; Della, A .; Giusti, M.E.; De Pasquale, C.; Lenzarini, C.; Censorii, E.; Gonzalez-Tejero, M.R.; Sánchez-Rojas, C.P.; Ramiro-Gutierrez, J.M.; Skoula, M.; Johnson, Ch.; Sarpaki, A .; Hmamouchi, M.; Jorhi, S.; El-Demerdas, M.; ElZayat, M.; Pieroni, A . (2008) Wild ans semi-domesticated food plant consumption in seven circum-Mediterraneam areas. Inte rnational Journal of Food Scie nce s and Nutrition. 59: 383-414 Ladizinsky, G. (1998) Plant Evolution Ander Domestication. Kluwe r Acade m ic Publishe rs. London. López, D.; Badal, M. (2006). Los pie s e n la tie rra. R e fle x ione s y e x pe rie ncias hacia un m ovim ie nto agroe cológico. Virus e ditorial. Morale s, P.; Fe rre ira, IC FR ; C arvalho, A.M.; Sánche z-Mata, M.C .; C ám ara, M.; Tardío, J. (2007) Fatty acids profile s of som e Spanish wild ve ge table s. Food Scie nce Te chnology Inte rantional 18: 281-290 Navarrete, L.; Sánches del A rco, M.J.; Hernández, M.E. (2008). R e lación e ntre la varie dad de trigo e cológico y las se m illas arve nse s e n condicione s de se cano. Actas VIII C ongre so SEAE. Murcia. Reyes-García, V. Vila, S. A ceituno-Mata, L. Calvet-Mir, L. Garnatje, T. Jesch, A . Lastra, J.J. Parada, M. Rigat, M. Vallés, J. Pardo-deSantayana (2010). Gendered Home Gardens. A Study in Three Mountain Areas of the Iberian Peninsula. Econom ic Botany. 64 (3) pp 235-247 Reyes-García, V.; Calvet-Mir, L.; Vila, S.; A ceituno-Mata, L.; Garnatje, T.; Lastra, JJ; Parada, M.; Rigat, M.; Vallés, J.; Pardo-DeSantallana,M. (2012): Does Crop Diversificaction Pay Off? An Empirical Study in Home Gardens of the Iberian Peninsula. Socie ty and Natural R e source s: An Inte rantioal Journal, DO I: 10.1080/08941920.2012.681107 Rigat, M., Garnatje, T. & Vallés, J. (2009). Estudio e tnobotánico de l alto valle de l río Te r (Pirine o catalán): re sultados pre lim inare s sobre la biodive rsidad de los hue rtos fam iliare s. Actas de l VIII C ologio de Botánica Pie re naico-C antábrica, Unive rsidad de Le ón, Le ón. Rivera, D.; Obon, C. (2006) O rige n y conse rvación de las plantas cultivadas: la agrodive rsidad e n la cue nca de l río Se gura (España) R e cursos R urale s 1: 51-59 10347/3787/1/R R _1_6.pdf Rivera, D.; Verde, A .; Fajardo, J.; Obón, C.; Inocencio, C.; Valdés, A . (2007). Mode los e tnobiológicos com o alte rnativa al control de m alas hie rbas e n agricultura biológica: los criptocultivos. En (Edi.) Mansilla J.; Artigao, A., Monre al, J.A. XI C ongre so SEMh. La Malhe rbología e n los nue vos siste m as de producción agraria 149-153. Albace te . San Miguel, E. (2004). Etnobotánica de Piloña (Asturias). C ultura y sabe r popular sobre las plantas e n un conce jo de l C e ntro-O rie nte Asturiano. Te sis doctoral, Facultad de C ie ncias, De partam e nto de Biología. Unive rsidad Autónom a de Madrid, Madrid. Sánchez-Mata, M.C.; Cabrera Loera, R.D.; Morales, P.; Fernández-Ruíz, V. ; Cámara, M. ; Díez Marqués, C.; Pardro-de-Santayana, M. ; Tardío, J. (2012) Wild vegetables of the Mediterraneam area as valuable sources of bioactive compunds. Ge ne tic R e source s and C rop Evolution. 59 : 431-443 Tardío, J.; Pardo-de-Santayana, M.; Morales, R. (2006) Ethnobotanical review of wild edible plants in Spain. Journal of the Linne an Socie ty, 152: 27-71 Toledo, V.M.; Barreda-Bassols, N. (2008). La Me m oria biocultural. La im portancia e cológica de las sabidurías tradicionale s. Icaria e ditorial. Pe rspe ctivas agroe cológicas. Otros artículos relacionados con: cultivos, agricultura, plantas © Revis ta A mbienta <<A c c es ibilidad>>