05-tu.qxd 12/19/00 22:00 Página 1 La Plata, miércoles 20 de diciembre de 2000 Entraron a robar pero no había dinero Simuló ser un pasajero y asaltó a un taxista Ciclista herido en un accidente Tres sujetos fuertemente armados y vestidos elegantemente, ingresaron ayer con fines de robo al galpón que el comercio Quinta Fresca tiene en la calle 118 entre 526 y 527. Pero, los delincuentes no tenían el dato de que en el lugar no se realizaban cobros, por lo que no había dinero allí, según informaron fuentes policiales. Sin embargo, los tres delincuentes se llevaron las billeteras de los dos empleados del lugar en las que sólo se encontraban el documentos de identidad y algún otro tipo de documentación que tenían, pero en ninguno de los casos, había dinero Un sujeto que simuló ser pasajero logró alzarse con 145 pesos que le sustrajo a un taxista. El episodio tuvo lugar cerca de las 6 de la mañana de ayer, cuando un desconocido abordó el auto de alquiler que conducía Rubén Barbena de 51 años, en diagonal 80 y 46. El supuesto pasajero pidió ser trasladado hacia 6 y 47, pero al llegar al lugar, lejos de pagar la cuenta, sorprendió al conductor tomándolo por el cuello y quitándole todo el dinero que llevaba. Tras el atraco, el sujeto ingresó a un edificio céntrico sin que nadie pudiera detener su fuga Un ciclista resultó con lesiones de diversa gravedad tras ser atropellado por un automóvil en 60 y 31. El accidente se produjo en la tarde de ayer cuando un auto Ford Ka (COK 557) que conducía Nancy Farías de 24 años, embistió a una bicicleta playera en la que circulaba Ariel Vega. Como consecuencia del impacto, el ciclista debió ser trasladado al Hospital San Martín NO 5 Justicia, Seguridad y Policía PUDIERON ESTABLECERSE LOS MOTIVOS DEL CRIMEN Condenaron al asesino de Muriel El cuñado y supuesto responsable de la muerte del criador de palomas fue sentenciado a una pena mínima. Deberá cumplir ocho años de cárcel Mediante una resolución que dejó dudas en torno a los verdaderos autores del crimen, la Justicia condenó ayer a ocho años de prisión a uno de los presuntos asesinos de Rafael Gustavo Muriel, quien se dedicaba a organizar excursiones para la caza de palomas. El fallo dictado por la Cámara 11ma del Crimen de la capital cordobesa considera a uno de los involucrados, Ariel Alberto Villafañe (cuñado de la víctima), como partícipe secundario del hecho, por lo cual le aplicó el mínimo de la pena contemplada para este tipo de delito. La misma figura penal le fue aplicada al otro acusado, Hernán Quiroga, aunque no recibió condena porque en esa época era menor de edad. Muriel, un ingeniero agrónomo de 31 años y radicado en la localidad de La Granja, desapareció en la madrugada del 18 de mayo de 1997 en esa zona serrana distante 55 kilómetros al noroeste de allí, y sus restos recién fueron encontrados 18 meses después en un monte cercano. En el lapso en que se buscó a Muriel creció un manto de sospechas en torno al círculo de allegados de la víctima, en el cual estaban involucrados algunos de sus familiares, la viuda e incluso la propia víctima, de quien se decía que había “desaparecido voluntariamente” con fines desconocidos. Los restos Dieciocho meses después, en un monte cercano a la casa que Muriel habitaba en las afueras de la citada población serrana, aparecieron misteriosamente unos restos óseos cuyo análisis permitió establecer con posterioridad que correspondían al “palomero”. Este hecho pareció dar un vuelco decisivo en la investigación, por lo que luego de reunir una serie de antecedentes e indicios, la policía encarceló en calidad de imputados a Ariel Villafañe -hermano de la esposa de Muriel- y a Hernán Quiroga, un ayudante del palomero que en la época en que se cometió el crimen era menor de edad. Según consta en el expediente, ambos habrían llevado a Muriel hasta el lugar del hecho con alguna excusa, luego lo hicieron arrodillar y lo mataron de un disparo en la nuca, tras lo cual abandonaron el cuerpo, cuyos restos fueron encontrados 18 meses después. El caso quedó a cargo de la Cámara 11ma del Crimen, donde hace casi nueve meses comenzó uno de los juicios más extensos que se recuerden en la historia judicial de Córdoba, en la cual estaban citados a declarar alrededor de 200 testigos que luego fueron reducidos a poco más de 80. La decisión Finalmente ayer, el tribunal encabezado por Hernán Buteler e integrado por Graciela Bordoy de Pizzicari y Daniel Ferrer Vieyra, resolvió condenar Ariel Alberto Villafañe como “partícipe secundario del delito de homicidio simple”, a la pena de ocho años de prisión, adicionales y costas. También encuadró el accionar de Quiroga en la misma figura penal, pe- ro dispuso no imponerle pena “en razón de su edad al momento de cometer el hecho”, ordenando “remitir copia del fallo al juez de menores que corresponda”. Sin embargo y en una decisión que desconcertó a la Fiscalía y los abogados defensores, la Cámara dispuso que una vez que esté firme el pronunciamiento, la causa deberá remitirse al magistrado actuante en primera instancia “a los fines de proseguir con la investigación” del hecho. Concretamente, el juez de instrucción de la ciudad de Jesús María -con jurisdicción en el lugar donde se cometió el crimen- deberá investigar a Gabriela Alejandra Villafañe (la viuda de Muriel), además de Alejandro y Ezequiel Hayes, que eran socios del “palomero”. La Cámara argumentó que la finalidad de esa investigación es “determinar su posible responsabilidad penal en el hecho, como la de quienes hayan intervenido en calidad de partícipes, instigadores y/o encubridores”. Pide libertad para su esposo Asegura que ya cumplió la pena impuesta por un robo que no cometió, pero que aún sigue preso. Para la esposa de Jorge Ruarte (25) la razón reside en que el joven, además, fue uno de los testigos claves del Caso Bru. María, tiene 22 años y dos hijos de 6 y 4 años. El pasado 16 de diciembre su esposo cumplió un año y dos meses de detención en la Unidad número 9. La pena había sido impuesta por el robo de un televisor. La mujer asegura que Ruarte, se encontraba junto al verdadero autor del robo y por eso fue detenido y culpado. Sin embargo, sostiene que la pena impuesta ya se cumplió pero aún no le concedieron la libertad.