Puede que hayas oído sobre la reciente censura

Budismo Theravada y MDG 3:
Puede que hayas oído sobre la reciente censura del artículo de Ajahn Brahm sobre la
Igualdad de género en el reciente Día de Vesak de las Naciones Unidas en Vietnam.
Este artículo había sido aprobado por un comité del evento, pero luego fue censurado
36 horas antes de que sea presentado. Este artículo era sobre la igualdad de género en
el budismo, que estaba directamente relacionado con el tema de la conferencia, de las
Metas del Desarrollo de las Naciones Unidas.
Una petición ha comenzado recientemente para reclamar a los organizadores sobre este caso
irracional de censura. Para firmar la petición, ve al sitio:
Avaaz.org
Por favor, pasa este mensaje o enlace a quien creas que pueda estar interesado en firmar.
Gracias por tu apoyo.
La Igualdad de Genero y el Empoderamiento de la Mujer en el Budismo Theravada
por Ajahn Brahm
Traducido al Español por Jorge Contreras ©2014
Introducción
El 1 de Diciembre de 1955, en Montgomery Alabama, una mujer afroamericana rehusó
obedecer al conductor en darle su asiento en el bus a un pasajero blanco. Este simple acto de
desafío por la causa de la justicia social, se convirtió en uno de los símbolos más importantes
de los Movimientos de Derechos Civiles en los EE.UU. Esa mujer era Rosa Parks. El Congreso
de los Estados Unidos la llamó “la primera mujer de los derechos civiles” y “la madre del
movimiento de la libertad.” El 1 de Diciembre se conmemora como “El Día de Rosa Parks” en
estados como California y Ohio. Rosa Parks se convirtió en budista antes de morir el año
2005, a la edad de 92 años. Uno puede especular que este ícono femenino contra la
discriminación eligió al budismo, porque era buen campo para avanzar en asuntos de justicia
social.
En este artículo, discutiré sobre como el budismo puede mejorar el aspecto particular de la
justicia social, La Meta del Desarrollo del Milenio No. 3: La Igualdad de Género y el
Empoderamiento de la Mujer. Me enfocaré en las necesidades del los líderes del budismo
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Theravada para demostrar su claro compromiso con la MDG 3 a través de la aceptación de la
ordenación de bhikkhunis. Solo entonces pueden usar su considerable influencia para hacer
nuestro mundo más justo, uno donde la gente sea juzgada sobre sus cualidades morales y no
sobre su genero.
Inequidad de Género en Australia y las Contribuciones de Líderes Budistas
En un reporte sobre la igualdad de género por el Consejo de los Gobiernos Australianos el
Martes 19 de Noviembre de 2013, el sueldo medio de las mujeres recientemente graduadas
era de un 10% menos que el de los hombres graduados. Aunque estaban igualmente
calificados, la mujer recibía menos paga que el hombre. Así, incluso en un país desarrollado
como Australia, la inequidad de género todavía persiste. En los países menos desarrollados,
esto es mucho peor.
Mi colega, Ajahn Sujato, recientemente fue a la Asamblea de las Religiones por la Paz Mundial
del 2013 en Vienna, auspiciado por el Gobierno de Arabia Saudita. Él reportó en su blog: Un
panel estaba dedicado al rol de la mujer en la religión, y este era, predeciblemente, poderoso
y conmovedor. Los abusos sexuales, la violencia intrafamiliar, el tráfico de mujeres, la
prostitución forzada, la mortalidad maternal: esas son realidades demasiado dolorosas para
muchas mujeres; y mientras tanto, la moralidad religiosa manejada por el hombre, se
obsesiona por la doctrina correcta y por detener a los gays. El sufrimiento de la mujer es un
tema raramente puesto en palestra en el discurso religioso, y como dijo un delegado: cuando
es mencionado, es considerado como algo de poco interés y ambiguo. Pero como los que
trabajan en el desarrollo saben bien, el empoderamiento de la mujer es la única cosa que es
más efectiva para sacar a los países de la pobreza.
Como los budistas apoyan el ideal del amor-benevolente incondicional y el respeto, juzgan a
la gente por su comportamiento y no por su nacimiento, debemos estar bien posicionados
para mostrar liderazgo en el desarrollo de la igualdad de género en el mundo moderno, y la
consecuente reducción del sufrimiento para la mitad del población mundial. Además, si el
budismo va a permanecer relevante y creciendo, debemos ponernos de cabeza a trabajar con
estos asuntos. ¿Pero como podemos hablar de igualdad de género cuando algunos de
nuestras propias organizaciones budistas Theravada están inclinadas hacia un género?
En Australia, La Iglesia Cristiana Anglicana representa al 17.1% de la población (Censo
Nacional del 2011) y ha mantenido su relevancia por ordenar mujeres obispos. En Mayo del
2008, en Perth, fui invitado a participar en la primera ordenación de una mujer obispo en la
Iglesia Anglicana, la Rev. Kay Goldsworthy. La respuesta de los medios al reconocimiento de la
mujer en la Iglesia Anglicana fue tremendamente positiva. Tales iniciativas alumbran un foco
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incriminatorio sobre las otras religiones de Australia, que aún discriminan en base al género.
Pero esto hizo brillar una luz positiva en el budismo Theravada de Perth, que tiene monjas
totalmente ordenadas.
Desafortunadamente, otros templos budistas Theravada, monasterios en Australia, y en otras
partes del mundo, aún están en pos de excluir a la mujer de una total membresía dentro de la
Sangha. Más adelante argumentaré que no hay bases legales en el Vinaya, el antiguo Código
Monacal Budista, para negarle a la mujer una total ordenación. Además, cuando partes del
Budismo Theravada están determinadas a prevenir irracionalmente una total membresía en la
Sangha a la mujer, no tienen autoridad para hablar de igualdad de género. Han perdido la
oportunidad de hablar en pos del empoderamiento de la mujer en otras partes de la sociedad
y avanzar hacia la Meta del Desarrollo del Tercer Milenio.
Cuando Mahatma Gandhi era un estudiante de leyes de Londres, La arrendataria de su
hospedaje le pidió que hable con su hijo. Su hijo estaba comiendo demasiada azúcar y no
escuchaba a su madre cuando le decía que se detuviera. Pero el muchacho tenía una
debilidad por el joven Sr. Gandhi. Ella propuso que si el Sr. Gandhi aconsejaba a su hijo a no
comer tanta azúcar, este iba seguir su buen consejo. Una semana o dos, habían pasado
cuando el hijo de la arrendataria todavía estaba comiendo muchísima azúcar. Así que puso al
Sr. Gandhi a un lado y le preguntó por qué no había cumplido la promesa de hablar con su
hijo. “Pero yo hablé con su hijo” respondió el Sr. Gandhi, “pero solo esta mañana.” “¿Y por
qué esperaste tanto tiempo?” “Porque solo fue ayer que yo dejé de comer azúcar.” Esa fue la
respuesta del gran hombre.
Los líderes religiosos, por sobre todos los otros, deben practicar lo que predican para ser
considerados en serio, para que su consejo sea efectivo.
El Poder de Liderar Con el Ejemplo
De acuerdo a las últimas figuras de Wikipedia, hay entre 506 y 1.146 millones de budistas en
el mundo. Incluso la estimación menor es una proporción importante de la población mundial.
La vasta mayoría de ellos recurren a sus monjes o lamas en busca de inspiración, guía, y
liderazgo moral. Además, muchos de esos budistas pertenecen a países subdesarrollados, o
en desarrollo, donde el empoderamiento de la mujer es crucial para el desarrollo económico y
el progreso social. En el mundo altamente conectado de hoy en día, las palabras no son
suficientes. Hay que actuar.
La Maestra Cheng Yen, la fundadora de la Fundación Internacional Tzu Chi, es un ejemplo del
poder de una monja budista ordenada. Fue ordenada en Taiwan en 1962, cuando la mujer
tenía poca influencia en la política social. Y ahora es reconocida como un ícono en su tierra
natal y también internacionalmente. Ella construyó hospitales de última generación a prueba
de terremotos en Taiwan, promovió la idea de reciclar la basura de su país, y estableció la
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Organización más grande de Alivio Budista en nuestro mundo. Cuando visité la Fundación Tzu
Chi en Taiwan, en Mayo de 2013, me mostraron como las botellas de plástico descartadas
eran convertidas en frazadas para ser enviadas a zonas con desastres naturales, como las
áreas devastadas por el reciente tifón Haiyan en Filipinas. Mucho de ese trabajo le daba
significado a las vidas de hombres y mujeres jubilados, que con ese trabajo además obtenían
considerables beneficios emocionales y de salud. Ellos estaban disfrutando sus años
crepúsculos en vez de desperdiciarlos en su casa. Ningún monje o lama ha hecho nada
comparable.
Para que el budismo crezca en nuestro mundo moderno, necesitamos hacer más que tan solo
enseñar meditación, predicar sermones inspirados, y hacer que los Sutras estén disponibles
en Internet. Somos buenos para estudiar, publicar y difundir la palabra del budismo. No
hemos sido muy exitosos al exhibir la compasión y lo impersonal del Dharma en nuestras
acciones. Hemos escrito muchas más palabras en nuestros libros que las pocas palabras
amables que hemos dicho a alguien pobre, solo y desesperado. Hemos construido muchos
más templos que orfanatos.
El Liderazgo Femenino en los Países Budistas Theravada
Sri Lanka, un país en su mayoría Theravada, puede estar orgulloso de haber tenido a la
primera mujer Primer Ministro, la Sra. Sirimavo Bandaranaike, en 1960. Myanmar tuvo su
primera mujer a la cabeza de gobierno en 1990, cuando Aung San Su Kyi y su partido NLD
ganaron el 59% de los votos en las elecciones nacionales, pero el resultado de tal elección no
fue aceptado. En el 2013, Tailandia eligió a su primera Primer Ministra, Yingluk Shinawatara.
Esto muestra que los laicos del budismo Theravada pueden aceptar a la mujer en roles de
liderazgo, pero ¿por qué no la Sangha?
Tradición
Los monjes budistas Theravada, en general, son muy conservadores. A menudo proclaman
que son los guardianes del “Budismo Original” de los tiempos del mismo Señor Buddha. Ellos
consideran que una de sus labores más importantes es la de preservar esas enseñanzas
tempranas auténticas y preciosas. En este contexto, ¿Cuál era la tradición en el tiempo del
Señor Buddha con respecto a la mujer en la Sangha?
Todos los monjes de todas las tradiciones de todos los países, y todos los académicos laicos
budistas, aceptan totalmente que en el tiempo del Buddha hubo mujeres completamente
ordenadas, llamadas Bhikkhuni. Además, se establece claramente en estas enseñanzas
tempranas que una de las metas de la misión del Señor Buddha era darle la ordenación
completa a la mujer:
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Ananda, una vez estaba en Uruvela sobre la ribera del río Neranjara (hoy día Bodh Gaya),
bajo el árbol de las cabras banyán, justo después de lograr la suprema iluminación. Y Mara el
Maligno vino hasta mí, se puso a un lado y me dijo: “Pueda el Bienaventurado lograr el
Nibbana final ahora, pueda el Sugata lograr el Nibbana final ahora. Ahora es el momento para
el Nibbana final del Señor Bienaventurado.”
Cuando esto fue dicho, le dije a Mara: “Maligno, No lograré el Nibbana final hasta que los
bhikkhus, las bhikkhunis, los seguidores laicos, las seguidoras laicas, que son consumados,
entrenados, habilidosos, instruidos, conocedores del Dhamma, entrenados conforme al
Dhamma, correctamente entrenados y caminando el camino del Dhamma, que pasarán lo
que han recibido de su Maestro, lo enseñen, lo declaren, lo establezcan, lo expongan, lo lo
analicen, lo hagan claro, hasta que sean capaces por medio del Dhamma, de refutar falsas
enseñanzas que hayan surgido, y enseñarán el Dhamma con efectos maravillosos.
(Mahaparinibbana Sutta 3. 34-35)
Los budistas Theravada deberían tener una ventaja sobre las otras grandes religiones del
mundo en la equidad de género, ya que su tradición le da explícitamente tal igualdad a la
mujer. El Cristianismo no tiene una tradición de igualdad de género en el sacerdocio. Ni lo
tiene el Islam, el Judaísmo, y las varias escuelas del Hinduismo. El budismo se aparta y se
aleja de su tiempo al ofrecerle tal estatus a la mujer desde “cuando yo (el Señor Buddha)
justó había logrado la suprema iluminación” en Bodh Gaya.
Por lo tanto, la ordenación completa de la mujer es parte de la tradición más temprana.
También es el deseo declarado del Señor Buddha.
Obstáculos a la Igualdad de Género en la Sangha Theravada
Hay dos obstáculos principales para aceptar la Ordenación de Bhikkhunis en el budismo
Theravada: 1) Ignorancia sobre quién toma las decisiones que gobiernan a la Sangha, y 2) La
Ignorancia del Vinaya, de las reglas establecidas por el Señor Buddha que restringen las
decisiones que pueden ser tomadas.
1. Muchos monjes en Tailandia argumentan que una regla del Sangharaja de Tailandia en
1928 prohíbe la ordenación de monjas:
Anuncio
“No está permitido a ningún Bhikkhu dar ordenación a una Mujer.
Cualquier mujer que desee ordenarse como Samaneri, de acuerdo a las permisiones del
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Buddha, debe ser ordenada por una monja completamente ordenada. El Buddha dejó la regla
que solo una Bhikkhuni con más de 12 vassas [temporada de lluvias] es apta para ser una
Preceptora (pavattini).
El Buddha no permitió que un Bhikkhu sea el preceptor en esta ceremonia.
Desafortunadamente, el linaje de las Bhikkhuni ha disminuido y desaparecido. Desde
entonces, no hay Bhikkhunis completamente ordenadas para pasar el linaje, y por lo tanto no
hay Samaneris que hayan obtenido una ordenación apropiada de una Bhikkhuni
completamente ordenada.
Por lo tanto, el linaje de las Bhikkhuni y el de las Samanari han desaparecido. Así que
cualquier Bhikkhu que le otorgue la ordenación a una mujer para convertirse en Samaneri, se
puede considerar que el Bhikkhu no está actuando con las regulaciones que el Buddha dejó.
En esencia, él está siguiendo sus propias directrices y apartándose de las directrices que dejó
el Buddha. Esto es algo que pone en peligro a la Religión Budista y no es buen ejemplo para
otros Bhikkhus.
Por lo tanto, a todos los monjes y novicios en ambos Nikayas, se les prohíbe
ordenar a una mujer como Bhikkhuni, Sikkhamana, o Samaneri desde este día en
adelante.
Phra Bancha Somdet Phra Sangharacha Jiao Gromluang Jinawarn Siriwad (18 June 2471)
(Un anuncio oficial del Comité del Encuentro de la Sangha en unos minutos, Libro 16 pp 157)
Así como notamos la antigüedad de esta regla, debe ser indicado que el Sangharaja de
Tailandia, junto al Concilio Tailandés de Ancianos (Mahatherasamakom), solo pueden gobernar
asuntos directamente concernientes a los monjes y a los novicios en las dos principales
sectas budistas de Tailandia, Mahanikaya y Dhammayuttanikaya, por la constitución
legalmente obligatoria. Ellos no están legalmente empoderados para gobernar sobre los
asuntos de otros grupos monásticos, como los monjes Mahayana Chinos de Tailandia, ni
sobre sus monjas. Para esos bien intencionados monjes esperando que el Concilio Tailandés
de Ancianos decida sobre la legitimidad de las Bhikkhunis Theravada, tendrán que esperar
para siempre.
El Concilio Tailandés de Ancianos no tiene atribuciones legales para legislar en asuntos más
allá de su jurisdicción.
Como el Difunto Somdet Phra Pootajarn, el entonces actual líder del Concilio de Ancianos de
Tailandia, me dijo el 2009 con respecto a la pregunta de la ordenación de las Bhikkhuni. “Esta
ley no se extiende más allá de Tailandia”. En esencia, una Sangha en Tailandia no puede
gobernar sobre los procedimientos de una Sangha de Sri Lanka, ni de Australia.
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Efectivamente, el Buddha estableció todos los Sanghakamma (actos monásticos), como la
ordenación de Bhikkhunis, que son decididos por la comunidad monástica local, definida
como esos monjes o monjas dentro de un misma frontera monástica. Las decisiones y
opiniones de otras comunidades budistas no les afectan. El gobierno de la Sangha está
devuelto a cada comunidad monástica. Esta es la regla del Señor Buddha.
2. Sin embargo, cada comunidad monástica está obligada a actuar dentro de las reglas
llamadas el Vinaya. Así que, ¿son esas reglas un obstáculo para la Ordenación de Bhikkhunis?
El Sangharaja Tailandés de 1928 que estaba a la cabeza, declaró que una Sangha de bhikkhus
no puede ordenar a una bhikkhuni, porque uno necesita de otras bhikkhunis para ordenar a
una bhikkhuni. Este es un punto discutible. En una reciente publicación “El Renacimiento de la
Orden de Bhikkhunis y el Declive de la Sasana” por el renombrado monje académico Bhikkhu
Analayo (Journal of Buddhist Ethics, Vol. 20 2013, disponible online [en inglés]
http://blogs.dickinson.edu/buddhistethics/files/2013/09/Analayo-Legality-final.pdf), argumenta
que tal ordenación es valida. En resumen, argumenta que primero el Señor Buddha le dio la
autoridad a los bhikkhus para ordenar bhikkhunis. Después, el Buddha dio autorización para
que las bhikkhunis sean ordenadas en una ceremonia doble de ordenación. Sin embargo, en
contraste con la historia de la ordenación de bhikkhus, donde uno encuentra que cuando una
forma de ordenación nueva es permitida por el Señor Buddha, el método anterior queda
abolido, la ordenación original de bhikkhunis por bhikkhus no estaba abolida por el
Señor Buddha. Este es un principio general del Budismo Theravada “No abolir lo que ha sido
permitido por el Buddha.” (una de las siete causas para la longevidad de la religión budista –
Anguttara 7, 23). Este es un fuerte argumento para la legitimidad de la ordenación de
bhikkhunis únicamente por bhikkhus.
Se considera generalmente que la primera ordenación de bhikkhunis en tiempos modernos
ocurrió en 1998 en Bodh Gaya. Esta primero fue una doble ordenación realizada por
bhikkhunis Chinas siguiendo el Vinaya “Dharmagupta” y luego por una Sangha Theravada
Internacional de bhikkhus. ¿Fue esto legítimo?
Hay cuatro, y solamente cuatro formas para que una ordenación sea juzgada de forma
ilegítima:
1.Simavipatti: cuando hay un monje o monja dentro de la comunidad monástica que
debe estar presente, pero está ausente.
2.Parisavipatti: Que no haya un quorum adecuado.
3.Vatthuvipatti: (para ordenaciones) cuando el candidato es descalificado de una
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ordenación tener menos de la edad permitida.
4.Kammavacavipatti: cuando el procedimiento es cantado de forma incorrecta, p ej. una
ceremonia de ordenación cantada sin una moción y tres anuncios.
Con respecto a la ordenación de Bodh Gaya, no hay duda de que:
1. Todos los monjes y monjas de la comunidad monástica estaban presentes.
3. Los candidatos estaban bien calificados, y
4. El procedimiento estaba cantado de forma correcta.
¿Pero había quorum? ¿Pueden las bhikkhunis del Mahayana calificar como quorum?
No hay bases razonables para sospechar que las monjas Chinas del Mahayana que realizaron
la ordenación de Bodh Gaya no sean bhikkhunis legítimas. Los registros indican que su linaje
proviene de Sri Lanka. Su procedimiento de ordenación no falló en ninguna de las cuatro
razones dadas arriba. Ellas realizaron la ceremonia con todos los presentes de la comunidad
(que ellos llaman “plataforma”). Siempre hubo quorum. Ellos se aseguraron de que las
candidatas estén calificadas. Y la ceremonia fue promulgada por la misma moción y los tres
anuncios como en el Theravada, aunque cantada en Chino. Ellas son bhikkhunis de acuerdo al
Vinaya y por lo tanto pueden ordenar a otras bhikkhunis.
¿Pero que pasa si un quorum de una secta (Mahayana) ordena a monjas de otra secta
(Theravada)?
Las Sectas en el Budismo
Las diferentes sectas del Theravada se llaman “nanasamvasa” en el Vinaya. Estas son
comunidades separadas, cada una realizando sus propios actos de gobierno (Sanghakamma),
incluso dentro de la misma comunidad monástica. El Vinaya establece que hay solo dos
orígenes para las comunidades separadas (nanasamvasabhumi – Vinaya Mahavagga,
cápitulo 10, verso 1.10):
1. Un monje decide por si mismo pertenecer a una comunidad separada de las otras, o
2. La Sangha fuerza al monje a salir de su comunidad como sanción por el
Ukkhepaniyakamma [sostener tozudamente visiones erróneas] por una moción y tres
anuncios.
La segunda causa para que una comunidad se separe ya no se usa en estos días. Esto nos
deja solo la primera, la de opción personal. Para ponerlo simplemente, de acuerdo al Vinaya,
un monje puede elegir realizar Sanghakamma con cualquier grupo de monjes con quien se
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sienta cómodo. No existen impedimentos legales para prevenir que un bhikkhu Theravada
realice una Sanghakamma con un bhikshu Mahayana. Lo que es más, puede ser más
adecuado decir que no hay bhikkhus Theravada o Mahayana, sino solamente bhikkhus, de
acuerdo al Vinaya; quienes siguen las costumbres Theravada o las prácticas Mahayana. Así,
un monje ordenado en una ceremonia Theravada puede unirse a un monasterio Mahayana sin
la necesidad de ser re-ordenado.
Así, de acuerdo al Vinaya, las bhikkhunis del Mahayana pueden realizar la primera parte de la
ceremonia de ordenación para una nueva bhikkhuni, y luego podrían tomar la segunda parte
de la ordenación, en una ceremonia doble en una asamblea de bhikkhus Theravada. Esto fue
lo que ocurrió en Bodh Gaya. No hay argumentos razonables basados en el Vinaya para
invalidar esto. ¿Y a qué secta de bhikkhunis ordenadas en Bodh Gaya pertenecen? ¡Ellas
eligen!
La Ordenación de Bhikkhunis en Perth el 2009
Una vez que hubo bhikkhunis Theravada, fue relativamente fácil organizar una ordenación de
cuatro mujeres como bhikkhunis en Perth en Octubre del 2009. Aunque esto causó algunos
problemas en ese tiempo, las bhikkhunis que fueron ordenadas ahora son reconocidas por
todos como bhikkhunis de acuerdo al Vinaya. Un viejo dicho dice: “Uno no puede hacer un
omelet sin romper los huevos.”
La Sangha de Bhikkhunis está creciendo. En Perth, Las Monjas del Monasterio Dhammasara
tiene 11 miembros de la Sangha con una lista de espera de mujeres alrededor del mundo que
desean ordenarse. Recientemente, un canal de TV Tailandés visitó el Monasterio Dhammasara
y entrevistó a las bhikkhunis. En Tailandia hay cerca de 100 bhikkhunis (Murray Hunter, ANU,
2/1/2014) y en Sri Lanka cerca de 800 bhikkhunis (The Sunday Leader, Sri Lanka, 3 March
2013). Ellas pueden no ser respetadas por los monjes pero se están volviendo cada vez más
respetadas por la comunidad laica budista, especialmente en los países occidentales. Las
bhikkhunis de Perth están dando charlas y enseñando meditación. Ellas están tomando su
lugar en la asamblea cuádruple del budismo, tal como lo quiso el Señor Buddha. Ellas están
obteniendo un amplio apoyo.
La Necesidad de Liderazgo Actual del Theravada de Aprovechar la Ordenación de
Bhikkhunis
Puede ser de interés para los monjes Tailandeses, saber que la Preceptora (pavattini) en la
Ordenación de Bhikkhunis, Ayya Tathhaaloka, visitó a Ajahn Maha Boowa en Wat Bahn That en
Udon poco tiempo antes de la ordenación de Bhikkhunis en Perth. Ajahn Maha Boowa la
invitó a quedarse en los cuartos de las mujeres durante la noche, y le dio reconocimiento a su
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ordenación invitándola a la plataforma de monjes y dirigiéndose a ella como bhikkhuni, en
frente de la Sangha junto a la asamblea de laicos.
Muchos líderes influyentes de Tailandia respetan a Ajahn Maha Boowa hasta el punto de que
este incidente puede darle el coraje a otros monjes ancianos a aceptar la existencia de las
bhikkhunis Theravada de Tailandia. Tal aceptación por monjes budistas líderes resultará en un
mayor respeto al estatus de las bhikkhunis entre los seguidores budistas laicos. Entonces
esas mujeres serán empoderadas en muchas otras áreas para el beneficio y progreso de su
nación.
La Relevancia de la Ordenación de Bhikkhuni para la Meta del Desarrollo del Tercer
Milenio
En un artículo recientemente publicado por Emma Tomalin y Caroline Starkey (Sakyadhita
newsletter, Winter 2012), los autores exploraron los roles que el Budismo en Tailandia y
Camboya juega en mantener la desigualdad de género en la educación y que, “últimamente
preguntan cuál es la relación entre la reiteración de la ordenación tradicional de la mujer y el
empoderamiento de la mujer en la educación?” Ellos han notado que “Académicos muy
importantes, Tailandeses y Occidentales, han implicado al Budismo como un factor explicativo
para la inequidad histórica entre ambos géneros, particularmente en las áreas más pobres.”
También que “Muchos que propugnan la ordenación de bhikkhunis, consideran que existe una
relación directa entre el bajo estatus de la mujer en muchas tradiciones budistas y el estatus
inferior de la mujer dentro de las sociedades budistas.”
Así, al restaurar la equidad a la mujer en la Sangha Theravada a través de la reincorporación
de la ordenación de bhikkhunis, lidiaremos con el estatus inferior de la mujer en muchos
países Theravada, promoviendo la igualdad de género en la educación y de paso, haciendo
una fuerte declaración de apoyo a la Tercera Meta del Desarrollo de las Naciones Unidas.
Al reparar nuestra propia casa primero, tenemos que considerar la oportunidad y la autoridad
moral a través de nuestros libros y sermones para inspirar y alentar a nuestros seguidores
budistas a que también trabajen hacia la equidad de género en otras esferas aparte de la
religión. Esto conducirá a un mundo con menos violencia, mejor salud y mayor prosperidad.
Ajahn Brahm, Perth, Enero 2014
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