58 Frutales Suelos y clima de Ovalle permiten menor consumo hídrico ALMENDRO: ALTA RENTABILIDAD POR METRO CÚBICO DE AGUA Mientras en las regiones de O’Higgins y Metropolitana la especie necesita 10 a 11 mil cubos, en Coquimbo puede bastar con 7 a 8 mil para regar una hectárea de almendro. Además se está avanzando en el manejo del déficit hídrico en etapas fenológicas que lo permiten, y se evalúan variedades resistentes a la sequía, según explica el consultor y docente Carlos Anes. A nte la prolongada sequía que sufre la fruticultura chilena, la que es aun más grave en Coquimbo, poco a poco el concepto de rentabilidad por metro cúbico de agua está reemplazando al cálculo de producción por hectárea. –Si hay un cultivo que gasta 5.000 m3, versus otro que necesita 10.000 m3/ha/año, ante un ingreso igual de US$10.000, descontados los costos, el primero tiene una rentabilidad de 2 dólares/m3, en tanto el segundo solo 1. En ese entendimiento, muchos proyectos se han ido a fruta seca. Así lo señala el ingeniero agrónomo, profesor de la Universidad de La Serena en Ovalle y consultor Carlos Anes, quien agrega: –Nogales, almendros y olivos tienen una rentabilidad muy alta por el uso del agua en relación a otros negocios, como paltos o algunas variedades de uva de exportación. En particular el caso del almendro es atrayente, indica el especialista, ya que el precio ha subido en los últimos años, de US$4,5 por kilo de pepa que se pagaba hace 4 años hoy los precios están a productor en promedio del orden de US$7 a 8,5; encontrándose reportes de venta de esta temporada incluso de U$9 para los calibres grandes de almendra, y con rendimientos normales a altos resulta muy competitivo con el nogal. Sep / Oct 2014 El almendro presenta una atractiva rentabilidad por m3 de agua en la Región de Coquimbo. Campo de Agrícola Llano Negro Ltda., de Roberto Dabed. A UN BUEN PRECIO SE SUMA LA VENTAJA DEL MANEJO MECANIZADO Se trata de un frutal capaz de alcanzar producciones de 2.200 a 2.500 kg de pepa al 7º año, explica el entrevistado, con 2.200 a 2.500 kg, que pueden empinarse hasta 3.000 a 3.200 kg a partir del 8º año si se dan las condiciones de agua y nutrición. En las condiciones de suelo y clima de Ovalle para lograr estos estándares se requieren unos 7.000 a 8.000 cubos/ha/año. Esto, porque los terrenos son más arcillosos y por lo tanto más retenedores de humedad que los de la Región Metropolitana o la de O’Higgins, donde se precisan 10.000 a 11.000 m3/año. Con un valor por kilo en torno a 7-8 dólares y una producción de 2.500 kg/ha, se llega a entre US$17.500 y 20.000/ha, con costos en torno a los US$6.000/ ha. El margen bruto sería de unos US$11.500-14.000/ha, según el entrevistado, cifra similar a lo que se obtendría con nogales y por sobre opciones como la uva pisquera o vides para vino, aunque menores a las variedades de uva de mesa posicionadas en ciertas localidades de condiciones favorables, como Crimson Seedless, Red Globe u otras con patente. Aun así, el ingeniero anota a favor de almendros (y nogales) el hecho de ser mecanizables en cosecha y otras labores, además de un bajo requerimiento de poda, que se realiza en primavera-verano. –La mecanización implica una inversión inicial alta en la preparación del terreno. –Sí, pero está considerada en las cifras de costo que mencionamos. Hoy día la paga el negocio. A mí me consta particularmente en los proyectos que asisto, que hay plantaciones de almendros y nogales sobre lo que antes había existido paltos, mandarinos de las variedades tradicionales, uva de exportación. SE PUEDE SACAR ADELANTE EL HUERTO CON UN TERCIO MENOS DE AGUA Carlos Anes considera que la provincia del Limarí tiene condiciones particularmente adecuadas para el cultivo del almendro, y la del Choapa para el cultivo del nogal. Por ello, el Departamento de Agronomía de la Universidad de La Serena ha estado trabajando en la fenología de ambas especies para el mejoramiento de su productividad, en especial cuando se requiere un manejo con déficit hídrico: –Es posible salir adelante con el huerto reduciendo un tercio de la dotación de agua de un riego normal en almendros y nogales –especifica–. En ambas especies los momentos críticos donde no debiera haber estrés hídrico son la floración y la cuaja, las que en esta zona ocurren entre agosto y septiembre. Por lo tanto es muy importante partir la brotación y floración en almendro y nogales con el estanque del suelo lleno. De no haber lluvias suficientes, en pleno receso invernal los agricultores deben hacer riegos largos, profundos, a capacidad de campo, con sus sistemas tecnificados. Lo que ocurre en dormancia es relevante para floración y cuaja, o sea para el rendimiento propiamente tal de fruta. En postcosecha la CUADRO 1. Rentabilidad de frutales de la Región de Coquimbo por m3 de agua. Cultivo Margen bruto en US$ Consumo m3 de agua US$ por m3 de agua Paltos 12.000 12.000 1,00 Cítricos 10.000 11.000 0,91 Uva pisquera 3.000 7.000 0,43 Uva vinífera 2.500 3.500 0,71 Uva de mesa 14.000 8.500 1,65 Almendros 14.000 7.500 1,87 Nogales 18.000 8.500 2,12 3.500 2.500 1,40 Olivos Frutales fertilización, hecha entre febrero y marzo, así como los eventos de riego que se den entonces y en el invierno (junio y julio), impactan en la diferenciación floral. Los almendros primero florecen y luego brotan. Entrar en estas etapas con los suelos muy secos provoca floraciones alargadas, desuniformes, se produce mucha caída de flor, bajan los porcentajes de cuaja, se obtiene fruta más pequeña y menor rendimiento por ha. El riego de invierno da una señal, como si fuera lluvia, que activa el sistema radicular y por lo tanto se induce el sistema de salida de dormancia de manera que la yema floral florece y cuaja a expensas de los nutrientes guardados de postcosecha. Para que esos nutrientes se puedan mover también es importante que el suelo tenga humedad. Las aguas, producto de la poca recuperación en lluvia o en nieve, se cargan con mayor contenido de sales, sobre todo en los sectores bajos de la provincia del Limarí. Asimismo, los productores están echando mano a pozos profundos, aguas de quebradas, de vertientes, que tienen niveles más altos de sales. Ello afecta el potencial productivo de estas especies. Por lo tanto, subraya el ingeniero agrónomo, los riegos de invierno adicionalmente permiten lavar los suelos y sacar las sales fuera del bulbo de humedad de las raíces. 1 59 2 3 (1) Es muy importante llegar con “estanque lleno” a la brotación y floración del almendro; de no haber lluvia, los huertos de almendro deben regarse en invierno. (2) Yema en botón hinchada. La floración y cuaja son momentos críticos para la productividad del almendro. (3) Almendro en primer plano, atrás, huerto de paltos cortados a tocón a la espera de que se normalice la disponibilidad de agua en Limarí. –¿Cuál es el momento en que se puede ahorrar agua? –El estrés hídrico se están haciendo en la fase 3 de crecimiento del fruto. Como se trata de frutos secos, no tienen el crecimiento de la pulpa, que es lo que uno se come en los carozos, por ejemplo. Tanto el pelón de la nuez como el de la almendra se deshidratan. Las bajas de riego se realizan a partir de la segunda quincena de diciembre y todo enero y febrero, durante la rajadura de pelón, cuando la almendra y la nuez ya se han formado: están tomando peso por la síntesis de aceite, pero ya el calibre, el volumen, está definido. En esa fecha hemos bajado hasta dos tercios del riego. Aplicar un tercio menos de Desde 1964 cultivando en nuestros propios campos las almendras más dulces • PROCESOS PRODUCTIVOS INTEGRADOS, DESCASCARADO, SELECCIÓN Y EMPAQUE • VENTA DE MAQUINARIA REACONDICIONADA: - PRELIMPIAS - DESPELONADORAS - DESCASCARADORAS • COMERCIALIZACIÓN Agrícola Prodalmen Ltda. | Fundo Challay Alto, Huelquén, Paine, Chile Casilla 263, Correo Buin | Tel. (56) 22821 5583 / 5584 | [email protected] 60 Frutales 4 5 (4) La variedad española Guara, autofértil, está siendo evaluada por su resistencia a la sequía. (5) La plantación en alta densidad, como la que se observa en el cuartel del fondo, están cediendo paso a una vuelta a las distancias tradicionales, como la que se observa en primer plano, a 6 x 4 m. agua, sumando el global, provoca bajas en la producción, porque la mariposa o pepa es un poco más liviana, pero obtienes una cosecha interesante. EL DÉFICIT HÍDRICO NO ES GRATIS, EL ÁRBOL PASA LA FACTURA Un aspecto que se está evaluando, más allá del rendimiento y calidad, es el efecto que esta práctica puede tener sobre la temporada siguiente, así como la influencia de distintos factores, entre ellos el tipo de suelo, la edad de la plantación, la variedad y el portainjerto. Por ejemplo, aclara Anes, los huertos adultos se defienden mejor ante la falta de agua, mientras los árboles jóvenes se ven más afectados porque tienen un crecimiento vegetativo vigoroso. Respecto del tipo se suelo, ejemplifica con los de la serie San Julián (40-45% de arcilla), ubicados desde el llano de la parte alta de Ovalle hasta Socos, que permiten un estrés más intenso, con un intervalo más prolongado entre riegos. En cambio el sector colindante con el río Limarí, en la parte baja, corresponde a suelos más francos, con bastante porcentaje de limo, más permeables, por tanto hay que tener Sep / Oct 2014 particular cuidado con la disminución del agua y se deben dar riegos más frecuentes. Aunque en estos dos tipos de suelo han obtenido el mismo rendimiento y calidad en huertos de igual variedad y edad, en los suelos más permeables se ha hipotecado mucho el crecimiento del árbol. –Todos estos manejos no son gratis –enfatiza–, el árbol de alguna manera pasa la factura. Hay que hacer que esa factura sea la menor posible y prevenir que este estrés prolongado temporada tras temporada no provoque un problema irreversible a la planta. También están ensayando aplicaciones de productos hormonales (cyanamida) para adelantar la floración en Non Pareil y el polinizante Marcona, con el fin de acortar dicho período fenológico de modo de consumir menos agua. –¿Qué se puede decir sobre los portainjertos y variedades? –Estamos haciendo estudios donde se ha visto que el uso de duraznos conserveros como patrones, más rústicos que los habituales Nemagard o Nema- red en almendro, han mostrado mayor resistencia al estrés de agua, aunque se trata de evaluaciones preliminares, de solo una temporada. En cuanto a variedades, las más plantadas son californianas de cáscara blanda: Non Pareil, Price, Fritz y Carmel, pero estamos probando variedades españolas con más resistencia al déficit hídrico, como la Guara, que corresponde a una de ellas que ha crecido con pocas tasas de riego. Es autofértil, bastante rústica, de una almendra dura, distinta a la cáscara blanda de las californianas, pero que está teniendo venta comercial. También se está trabajando en un proyecto con la variedad Independence que es autofértil de cáscara blanda tipo Non Pareil. dente. En 2005 los almendros cubrían 365 ha, de manera que la plantación se multiplicó más de tres veces en el periodo. Sin embargo, advierte Anes, en las últimas dos temporadas el crecimiento prácticamente se detuvo por la escasez hídrica, sobre todo en Limarí. En cuanto a diseño de plantación, el entrevistado indica que la tendencia está volviendo desde la alta densidad a las distancias tradicionales: 6-6,5 m entre hileras x 3,5-4 m sobre la hilera: 400-450 árboles/ha. La alta densidad significa más esfuerzo en formación, poda y trabajo de cosecha y se está UN REGRESO A LAS DENSIDADES TRADICIONALES En la región la superficie de almendro, según el catastro frutícola, era de 1.293 ha, concentrada en la provincia de Limarí, con 1.253 ha, la sexta especie frutal en cuanto a extensión, apenas por debajo del nogal (1.662 ha), que se ubica a su vez tras mandarino, olivo, palto y uva de mesa, en orden ascen- Carlos Anes Frutales 61 llegando a los mismos volúmenes productivos, por tanto no ofrece muchas ventajas, precisa el profesor de la U. de La Serena. La distancia entre hileras está determinada por el paso de la maquinaria, y varía un poco dependiendo del uso de camellón. La formación se hace en copa tradicional, con alturas de árbol de 4 a 5 m. –En almendro se utiliza tecnología de cosecha americana: remecedora a piso, secado en el huerto, barrido y recolección con máquina. También se emplea shaker con carpa en campos que por su pedregosidad no se han podido mecanizar. De la carpa el producto va a bins o carro, se seca en canchas fuera del huerto y se lleva a plantas de proceso. Todas las plantaciones de nogales y almendros en Limarí se encuentran en terrenos planos. Ubicarlos en ladera constituiría un gran desafío para la mecanización, y la cosecha manual de ambas especies es cara. El manejo nutricional no presenta diferencias mayores en cuanto a NPK y microelementos en comparación con otras zonas productoras. –Lo que sí hemos visto –especifica el profesional– en toda la región de Co- El ingeniero agrónomo Fernando Caimanque, del fundo Tabalí Bajo, propiedad de Juan Sutil, muestra la planta procesadora de almendras. A la derecha, detalle de la pepa, que se almacena en silos de acopio para luego ser enviada a Santiago, donde se selecciona y exporta. quimbo, y especialmente en la provincia del Limarí, es que todo parte antes. Si bien cosechamos en las mismas fechas que otras zonas tradicionales para almendras y nogales (desde el 15-20 de febrero y desde el 15-20 de mazo, respectivamente), nuestra floración se inicia con una semana de anticipación. El riego y la nutrición se adelantan. El entendimiento de lo que ocurre entre floración, cuaja y división celular, en agosto, septiembre y la primera quincena de octubre, resulta clave para el éxito productivo. Estamos haciendo muchas pruebas y validaciones de productos, tanto al suelo como foliares, para mejo- rar la cuaja y la división celular de los frutos. Nuestra fertilización va de agosto a noviembre. No aplicamos prácticamente nada en diciembre ni enero, y volvemos a fertilizar en postcosecha a fines de febrero-marzo. Los productos entonces de aplican en las mismas cantidades, pero antes, un poco más rápido.