TROVADORES DE OCCITANIA-2. LA POESÍA CÁTARA 25/05/2013 La sociedad occitana del s.XII estaba avanzada para su época, había inventado el arte de amar o ‘el Amor Fino’. Los trovadores son sus portavoces desde Europa hasta Medio Oriente, desde Tolosa hasta Jerusalén. Los castillos en Occitania eran lugares destinados a las Lecciones de Amor, reuniones cátaras, siempre guiadas por un ‘Perfecto’, donde se trataban temas espirituales utilizando el lenguaje musical y poético. Los documentos del s.XIII revelan que casi todas las damas de Toulouse, Albí, Carcasona y el condado de Foix, que acogían y portegían a los trovadores, eran en vísperas a las cruzadas, si no ‘perfectas’ al menos ‘creyentes’ cátaras. El trovador es un verdadero luchador, armado en la caballería espiritual, cuyos atributos son la espada del verbo, el libro de la contemplación y la flor del amor. Su arma más temible es la valentía. Sabe que la vía espiritual compromete y exige. ‘Que aquel que quiera tener valor verdadero, vuelva hacia el amor su corazón y su esperanza, pues el amor inspira las acciones más nobles, hace vivir a los hombres, trae la alegría ’ (Guilhem Montanhagol). En la Edad Media, la palabra amor es femenina. Amor es entonces ‘mujer y reina’ (‘amors es domna y reina’). Encarnando el eterno femenino, la Dama lleva a la ‘Joi’, al amor que trae todas las virtudes a los corazones. El amor occitano es el amor puro, capaz de dar un sentido espiritual , es el amor que une a dos amantes en comunión espiritual. ‘Cuando los ojos están en la alegría, son tan sabios que no la quieren guardar sólo para ellos, sino que la comparten con el corazón. Los ojos, fieles mensajeros, envían inmediatamente a l corazón información de lo que ven: entonces el corazón olvida sus dolores y las tinieblas en las que estaba sumergido. Así como la luz lanza más allá las tinieblas, así la Mirada Dulce disipa la oscuridad donde el corazón languidece de noche y de día.’ (Guillaume de Loris). Otro término utilizado por los trovadores occitanos era el ‘enamourament’. Este ‘enamoramiento’ obedece a unas leyes y está relacionado con el servicio por amor, donde es más importante aprender amar al prójimo que esperar a ser amado por los demás. Para el trovador la alegría está en amar y no en ser amado. De este deseo de amar nacen todas las virtudes, este deseo abre las pue rtas del 1 ‘enamourament’. El ‘enamourament’ se vuelve la ‘Joi’, el amor en su mayor pureza que trae la paz profunda. El ‘enamorament’ trae la alegría de amar resultante por la comunión de las almas. El ‘enamourament’ estimula las virtudes. Según el lenguaje simbólico de los trovadores para no ser entregados a la Inquisició n, la ‘Dama’ simbolizaba a la Iglesia cátara, pero en ocasiones también podía simbolizar al representante mayor de una comunidad cátara, de tal modo, en lugar de hablar del obispo cátaro de Tolosa, se hablaba de ‘la Dama de Tolosa’. Los profesores de ‘Alegre Ciencia’ eran los Perfectos trovadores que enseñaban sobre el arte del amor, la práctica de la virtud, la caridad y los mensajes de los auténticos cristianos originales. Para los trovadores cátaros el colmo de la felicidad, la cumbre del camino era el intercambio del beso, sello simbólico de unión fiel del ‘amante’ a la ‘Dama’ (del cátaro con la Iglesia). En la poesía occitana aparecen dos términos que parecen sinónimos pero que simbolizan cosas diferentes: matrimonio y unión de Amor Fino. El matrimonio era utilizado para representar la unión de la Iglesia católica y su sacerdote, mientras que en el Amor Fino la unión es la de la Iglesia cátara y el Perfecto. Los cuatro grados Eugene Aroux fija cuatro grados dependiendo del escalón espiritual en el que se hallaba el trovador: - El ‘feignaire’. El trovador que compone versus sin osar a hablar de amor, de manera indecisa, sería el ‘feignaire’. Este grado correspondería al cátaro que finge seguir la iglesia romana pero que está en un primer acercamiento a una comunidad cátara. - El amante que es valiente para declarar su amor a la ‘Dama’ sería ‘el pregaire’ es el pastor cátaro que es escuchado por la Dama-iglesia (oyentes de la comunidad). Él la previene de las persecuciones pero la invita (a los seguidores de los cátaros) a seguir el camino de la fe más pura. - El ‘entendaire’ es el amante elegido por la Dama (el Perfecto elegido por la Iglesia). El Perfecto cátaro seguido por la comunidad. - Según Aroux, el cuarto grado es el propio ‘consolament’, que según él se traduce por el beso fraternal. Después de todas las pruebas, el fiel al amor es aceptado totalmente por la Dama, de rodillas frente a ella, con las manos de la Dama dentro de las suyas, se le consagra. Los amantes se prometen fidelidad recíproca y eterna. Morir de amor Según René Nelli la idea de la muerte por amor es uno de los rasgos de la lírica de los trovadores. Este autor lo analiza en términos románticos pero en la visión cátara esto toma otro sentido mucho más elevado y espiritual. La muerte por amor de la poesía occitana aparece como uno de los rasgos del Amor Fino. Morir de amor, morir al servicio de la Dama, y por ese servicio hasta el extre mo, hasta el final, tender a la salvación, ir a Dios. 2 (Folquet de Marselha, 1155-1231) Según Rogeumont, uno de los temas recurrentes de la lírica trovadoresca y que a su vez estaba dentro de la ascesis cátara es el tema de ‘la muerte por amor’. Algunos de los términos que él recoge en este sentido son: ‘morir por no morir’, ‘quemadura suave’, ‘dardo de amor’ que hiere sin matar, amor que ‘aisla’ del mundo y hace palidecer cualquier otro amor (el Amor Fino realmente hace desaparecer cualquier otro amor mundano). Más términos recogidos por este autor: ‘tormento preferible a cualquier alegría’, ‘combate de amor’, ‘castillos o moradas del amor’ (este término fue muy utilizado por Santa Teresa de Jesús), ‘espejo del amor imperfecto’, ‘espejo del amor perfecto’, amor como conocimiento supremo (la ‘conoscenza provenzal’) , ‘el entendimiento arrebatado’. El tema de ‘morir de amor’ fue también recurrente en San Juan de la Cruz: ‘muero porque no muero’. En Santa Teresa de Jesús: ‘muero de deseo de morir’ esto lo describió la santa como: "un martirio a la vez delicioso y cruel que alma no quiere que nunca se acabe. Ella decía: "querría pasar en él lo que queda de la vida pues de este deseo que en un instante penetra el alma entera nace una dolor que la transporta por encima de sí misma y de todas las criaturas. El alma sólo aspira a morir en esa soledad para ser llevada a esa altura por el mismo Dios. El alma en este estado considera todas las cosas sin estar encadenada a ninguna". Es el «cauterio suave» que San Juan de la Cruz comenta, con unción sobrenatural, en la Llama de amor viva. Para René Nelli los trovadores hablaban de un amor que llevaba a la salvación, un amor que era para el bien de las almas. Según el autor el nacimiento del lirismo occidental supone la conversión no del espíritu, ni siquiera de la conciencia, sino del alma misma, que despierta súbitamente ‘a la dulzura del tiempo nuevo’. (la búsqueda del hombre por el amor perfecto y virginal, la unión espiritual). Para René: ‘están primero los trovadores, porque primero está la expresión, y sobre todo la expresión lírica —al principio fue el canto, que es el Verbo musical—, y eso responde a la misma naturaleza del amor’. En los trovadores se unía a la perfección la música y el verbo, el Verbo musical. 3 Estas prácticas ocurrían en ‘las trovadas’ organizadas por las mujeres cátaras donde la música y la poesía era un todo inseparable. Al día de hoy todavía se conservan algunas partituras musicales originales de trovadores occitanos, como son las de Bernart de Ventadorn: Bernart de Ventadorn (1217-1253) 4 Y a continuación dos de sus partituras conservadas con letras en occitano incluidas: 1 2 5 6 El conocimiento de los trovadores era conocido como 'Gaya Ciencia', una ciencia que es a la vez alegría y sufrimiento, también se le podía llamar 'Gaya saber o Gaya doctrina'. El lenguaje secreto para difundir esta Gaya Ciencia, es nombrado como el 'trobar clus', un tipo de trovar que sólo puede ser comprendido por sus adeptos. El término 'Gaya Ciencia o Gaya doctrina' ha tenido su influencia, siglos después, en la poesía española, como demuestra el poema de Antonio Machado: Antonio Machado, poeta español (1875-1939) En la lírica trovadoresca aparece también como la Dama hace pasar al Amante por una serie de pruebas, que son en verdad iniciaciones que le permiten ir ascendiendo de escalón o grado: El Amor Fino es en realidad un ritual iniciador, que comprende todos los elementos de éste: enseñanza previa, pruebas, ascensión por grados jerárquicos, consagraciones sacramentales, y la "muerte simbólica" que asegura al iniciado UN NUEVO NACIMIENTO . Guiraud Riquier, trovador occitano escribió sobre los mismos trovadores: Bibliografía: ‘La Dama y su trovador I y II’ escrito por Michel Armengaut. ‘El Amor y Occidente’ escrito por Denis De Rougemont. ‘Catharland. La Biblia en la fundación de los países catalanes’ escrito por Pau Ortega y Calaf. 7