POEMA Rafael Castillo Camacho Oda a mi país Existe un país que no logro entender añejo, derruido, estancado, lleno de lágrimas. Existe un pueblo que tampoco lo puede entender, sobrevive en una olvidada plaza sobre placas de asfalto taxis libres y su sombra famélica que le persigue todo el día. Existen madres en casa que no saben qué hacer Que no han aprendido a llorar y musitan oraciones matinales para multiplicar el pan mujeres de soledad que mueren por dentro y sonríen como un hogar después de un siniestro con la fachada en pie. Existe una infancia que no puede vivir mancillados frutos que nublan nuestro futuro que repetirán el dolor de heridas que nunca tuvieron que rezan por no encontrar un pederasta obreros, peones, entre murmullos persiguen motores, la moneda de cada día, la preocupación que no le pertenece –¿le limpio el parabrisas o le robo el retrovisor? Existe media juventud herida que habla de utopías Que grita somos más de 132, hermanos de quimeras que descubren la flor en el pantano y se dan cuenta que la flor no hace al pantano. Ignorados los gritos del caudal humano, de las manifestaciones de esperanza, de los sueños que se olvidan antes de despertar, de una historia que nace muriendo en el 68 de una voz de grito que es vista como susurro para que el líder se encopete. Existen hombres de sueños envenenados, autodefensas traicionadas, Que amanecen con miedo cada día, con la persuasión de la supervivencia Que luchan por un mejor mañana y se encuentran con un futuro más doloroso Heridas de memorias, imposibilidades de las entrañas, de lo más hondo Del resultado de morder el tiempo sin colmillos, de condenarse por seguir un sueño. Existen hombres sencillos que se levantan con el trabajo y se duermen con él, Millones de sueños mancillando la grata esperanza de sobrevivencia. Que anhelan mucho pero tienen poco, una senda intransitada De sueños bifurcados, de nostalgia, de anhelo y desesperación. Existe un país que no logro entender: añejo, derruido, estancado, lleno de lágrimas. Existe una tierra que no sostiene mi corazón aunque la llame madre patria. www.elfarocultural.com/rafael.html | [email protected]