2 Chile Viva D esde los lejanos días de la conquista, la ciudad y la región de Concepción han tenido vida y ambientes propios que caracterizaron a su población durante el dominio de la corona española y la gestación de nuestra independencia.Capital militar y ciudad fronteriza tuvo acciones de poder que fueron de gran importancia en los destinos históricos de nuestro país. Así es como gran parte de nuestra historia patria tuvo como escenario a la ciudad y la región. la bahía de su nombre y en el lugar que la fundara don Pedro La dura y cruel acción de de Valdivia o en su actual ubicalos fenómenos telúricos sepultó ción del valle de Rozas o de La la magnificencia de la antigua Mochita, fue inexorablemente Concepción. Junto al mar, en arrasada sucesivas veces en el distintas condiciones sociales y de lejanos orígenes. Si bien una larga guerra separaba dos culturas y dos razas, ellas lentamente creaban nuevas formas y una nueva individualidad. Era Acta de la Independencia de Chile transcurso de su historia. La creación de la Intendencia de Concepción a fines del Siglo Dieciocho, consolidó su importancia política, y su Intendente fue considerado como el hombre de más poder en el Reino después del Gobernador. La respaldaban capas de población de probado valor, genuinos representantes de una vida fronteriza activa. Funcionarios, soldados, marinos, comerciantes, contrabandistas, mestizos y aborígenes que se vinculaban a una gama de negocios honestos y deshonestos, permitidos y tolerados, prohibidos y penados. Formas de vida muy propias de gentes fronterizas amalgamaban todo el ímpetu y el empuje de seres de ésta -no importaba su condición social- la de un hombre emprendedor, duro y aguerrido. Estaba preparado para hacer frente a las situaciones que le presentaba la naturaleza y también a los duros requerimientos de su destino. ron su resultado. La época denominada la Guerra a Muerte con las guerrillas realistas y las bandas de ladrones y asesinos que asolaban el Sur de nuestro país fueron testigos de las acciones de valentía e hidalguía de los ejércitos patriotas que supieron vencer en una durísima lucha que arruinó totalmente a Concepción y su provincia. Este aporte lo fue también en política. Fue don Juan Martínez de Rozas uno de aquellos ciudadanos ilustrados que habían concebido la idea de la independencia absoluta. Otro, que vivía en su hacienda de Las Canteras, vecina a Los Angeles en la alta frontera, se llamaba Bernardo O’Higgins Riquelme, quien en 1811, en carta a don José María Benavente, siendo éste Intendente de Concepción, le enviaba fragmentos traducidos de la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos de América. Este hombre, gestado en Pero esta idea concebida parel Sur de nuestra patria fue la savia de la cual se nutrieron los ticularmente, encontró apoyo ejércitos de la independencia y arraigo durante el desarrollo tanto patriotas como realistas. de nuestra independencia, a medida que los sucesos geneEs necesario destacar el rados en la península ibérica aporte de Concepción a nuestra comprometieron el porvenir de independencia nacional y el la América hispánica. terrible precio que pagó con la En la época denominada vida de sus hijos y las desgracias de los sobrevivientes. Largos Patria Vieja, como una forma años de salteos y pillajes, de de poner fin a los litigios entre miserias, pestes y una hambruna el Gobierno de don José Migeneral entre 1821 y 1823 fue- guel Carrera y sus oponentes, en la ciudad de Concepción, en enero de 1812, entre los plenipotenciarios de la Junta de Concepción y los representantes de la Junta de Gobierno de Santiago, se firmó la llamada Convención de Concepción. En ella se declaraban suspendidas las sesiones del Senado hasta que por la pérdida de España o cualquier otro motivo fuera necesario declarar la Independencia absoluta. En su artículo primero indicaba en forma concluyente que “La autoridad suprema reside en el pueblo chileno”. ¹ Esta concepción de independencia, ya claramente expresada, fue además comprometida por don Bernardo O’Higgins, representante en ese momento de la Junta de Santiago y por don Manuel Fernando Vásquez de Novoa, representante de la Junta de Concepción, en un tratado de 24 artículos que reflejaba las aspiraciones que ya eran abiertamente manifestadas por los patriotas más decididos. Pero ella no fue propuesta ni mucho menos proclamada en esta época en la que los vertiginosos acontecimientos de 1813 y 1814 causaron un duro revés a las ambiciones de independencia. Si bien la declaración no se hizo en esta época, el sentimiento de nacionalidad tuvo una amplia difusión. El uso de cintas, escarapelas con los colores de nuestra primera bandera y de nuestro primer escudo llenaban de orgullo a quienes las lucían. Director: Héctor Vivero Donoso - E-mail: [email protected] Representante Legal: Patricio Meza Flores Domicilio: Serrano 436 - IQUIQUE - CHILE - Fono: 57 - 2372100 El pabellón patrio, si bien es cierto que representaba a una nacionalidad ya consolidada históricamente, no estaba respaldado por un estado reconocido internacionalmente como soberano. Don Juan Mackenna escribió a don Bernardo O’Higgins, con fecha 18 de junio de 1814, una carta en la que le decía que el uso del pabellón debía respaldarse en la declaración de la independencia nacional.² Fue la villa de San Fernando la que un 11 de febrero de 1817, un día antes de la batalla de Chacabuco, en Cabildo abierto, proclamó la independencia de Chile. Derrotados los realistas y reconquistado gran parte del territorio nacional se elevó al cargo de Director Supremo de la Nación a don Bemardo O’Higgins. Muchas de sus medidas e instrucciones como gobernante llevaban el sello y la decisión de ser independientes. El 18 de octubre de 1817 se creó la bandera nacional de la estrella solitaria, un nuevo escudo y una nueva moneda. Las comunicaciones enviadas por don José de Irisarri desde Londres contenían argumentos más que concluyentes para no demorar la declaración de la independencia que sirviera al reconocimiento de nuestra patria por los gobiernos europeos. La Junta Suprema Delegada, al encontrarse don Bernardo O’Higgins al mando de las operaciones del ejército que sitiaba Talcahuano, llamó a plebiscito nacional. Con este fin fueron abiertos libros donde los ciudadanos deberían firmar y estampar sus opiniones a favor o en contra de ella. En Santiago las suscripciones se iniciaron el 15 de noviembre, comunicándose al Director Supremo la convocatoria efectuada, el que aceptó el procedimiento. La provincia de Concepción no pudo completar el plebiscito y sólo lo efectuó en pequeña parte, tal como lo informó el Director Supremo con fecha 23 de diciembre de 1817 desde su campamento frente a Talcahuano:”...habían empezado a remitir algunos partidos las suscripciones..., pero las ocurrencias ulteriores en la provincia y la medida últimamente adoptada de hacer emigrar de ella a todos sus habitantes, no permiten esta operación”.³ Cuando la incierta situación militar obligó a levantar el sitio de Talcahuano en los últimos días del mes de diciembre de 1817, don Bernardo O’Higgins determinó, mediante un acto de inteligente perspectiva histórica, declarar la independencia nacional un primero de enero de 1818 en la ciudad de Concepción. Así lo corrobora el documento suscrito ante el escribano público de Lima, don Baltazar Núñez del Pardo, el 17 de octubre de 1842, pocos días antes de su fallecimiento, donde expresa con su puño y letra: “... en primero de enero de 1818, como órgano de la voluntad nacional, declaré solemnemente la independencia de Chile en la ciudad de Concepción”. Los testimonios históricosdocumentales, desgraciadamente, son pocos y la mayoría de los acontecimientos que rodearon la declaración descansan en la tradición oral, transmitida principalmente de familia en familia. Pero no es posible dejar de aseverar que los hechos guardan ilación y correspondencia entre sí y que los elementos de crítica histórica que se puedan aplicar a ellos, no podrán cambiar la lógica y plena efectividad de ellos. El naturalista don Carlos Oliver Schneider en el “Libro de Oro de Concepción” y en un artículo que publicara el 3 de diciembre de 1939 en el diario “El Sur” de Concepción, intitulado “¿Dónde se firmó el Acta de la Independencia?”, nos entrega los antecedentes contenidos en un folleto que publicó el coronel don Santiago Fernández en su defensa ante las acusaciones de don José María Novoa, con fecha 16 de abril de 1827. En ése, nos dice don Carlos Oliver, se dieron a conocer hasta las modificaciones que sufrieron los borradores de la declaración ya que don Santiago Fernández, penquista que fuera secretario de don Bernardo O’Higgins, dice textualmente en él “yo la autoricé como secretario”. La tradición oral en la que se basa don Carlos Oliver se remite a los vecinos de Concepción, don Edmundo Larenas Viva Chile Guzmán, quien fuera ahogado y notario hasta su fallecimiento en 1882, y don José María Plaza de los Reyes Salcedo. Según ellos, el acta de la Independencia fue elaborada y firmada sobre un tambor en las alturas denominadas todavía Los Morrillos de Perales, lugar donde estaban situadas las avanzadas del ejército patriota y desde los cuales se dominaba uno de los accesos de Talcahuano, precisamente donde se había efectuado el ataque fallido planeado por el general Brayer. De acuerdo a esta tradición, una vez firmada la declaración, O’Higgins ordenó arrojarla bajo los muros de los sitiados como reto y desafío a la recién desembarcada expedición de don Mariano Osorio y como expresión que las cosas habían variado desde 1814. Esta vez los realistas invadían el suelo de un estado soberano, declarado independiente. Pero este reto y esta notificación al enemigo fue realzada con una ceremonia solemne en la plaza de Concepción, ante las tropas formadas en cuadro “...frente al entonces cuartel de dragones de la Frontera y que estaba ocupado por el Batallón No 3 de Infantería de Arauco, 3 en la mañana del l° de enero de 1818”. Esta versión -nos dice don Carlos Oliver- está basada en documentos que pertenecieron a “Cruz y las memorias de Roa” y fueron comprobadas por los historiadores Reinaldo Muñoz Olave y Carlos Oliver Schneider en un informe entregado a la Ilustre Municipalidad de Concepción en el mes de mayo de 1940. Antecedentes posteriores entregados por don Luis Valencia Avaria, en su trabajo ya citado, agregan importantes antecedentes. Sabemos así que, en esa ocasión solemne se dijo una misa que fue oficiada por el Pbro. José Ignacio Cienfuegos, y frente al cuartel en la plaza colocaron una mesa y una silla propiedad del coronel Patiño, el mismo que era dueño de la propiedad ubicada en la actual calle O’Higgins 935. Allí se celebró un banquete en homenaje a los jefes del ejército patriota y asistió, honrándola, el Director Supremo don Bernardo O’Higgins. Se sirvieron cuatro lechones que al ser trinchados se les dio a cada uno de ellos el nombre de los cuatro principales oficiales del ejército realista. (Biblioteca del Congreso Nacional) 4 Chile Viva Proclamación de la Indepencia de Chile El Director Supremo del Estado La fuerza ha sido la razón suprema que por más de trescientos años ha mantenido al Nuevo Mundo en la necesidad de venerar como un dogma la usurpación de sus derechos y de buscar en ella misma el origen de sus más grandes deberes. Era preciso que algún día llegase el término de esta violenta sumisión; pero, entretanto, era imposible anticiparla: la resistencia del débil contra el fuerte imprime un carácter sacrílego a sus pretensiones y no hace más que desacreditar la justicia en que se fundan. Estaba reservado al siglo XIX el oír a la América reclamar sus derechos sin ser delincuente y mostrar que el período de su sufrimiento no podía durar más que el de su debilidad (a) . La revolución del 18 de septiembre de 1810 fue el primer esfuerzo que hizo Chile para cumplir esos altos destinos a que lo llamaba el tiempo y la naturaleza; sus habitantes han probado desde entonces la energía y firmeza de su voluntad, arrostrando las vicisitudes de una guerra en que el Gobierno español ha querido hacer ver que su política con respecto a la America sobrevivirá al trastorno de todos los abusos. Este último desengaño les ha inspirado, naturalmente, la resolución de separarse para siempre de la Monarquía Española y proclamar su independencia a la faz del mundo(b). Más, no permitiendo las "actuales circunstancias de la guerra la convocación de un Congreso Nacional que sancione el voto público, hemos mandado abrir un Gran Registro en que todos los ciudadanos del Estado sufraguen por si mismos, libre y espontáneamente, por la necesidad urgente de que el Gobierno declare en el día la independencia, o por la dilación o negativa. Y habiendo resultado que la universalidad de los ciudadanos está irrevocablemente decidida por la afirmativa de aquella proposición(c), hemos tenido a bien, en ejercicio del poder extraordinario con que para este caso particular nos han autorizado los pueblos, declarar solemnemente, a nombre de ellos, en presencia del Altísimo, y hacer saber a la gran confederación del género humano, que el territorio continental de Chile y sus islas adyacentes, forman de hecho y por derecho, un Estado libre, independiente y soberano, y quedan para siempre separados de la Monarquía de España(d), con plena aptitud de adoptar la forma de Gobierno que más convenga a sus intereses. Y para que esta declaración tenga toda la fuerza y solidez que debe caracterizar la primeraActa de un pueblo libre, la afianzamos con el honor, la vida, las fortunas y todas las relaciones sociales de los habitantes de este nuevo Estado; comprometemos nuestra palabra, la dignidad de nuestro empleo y el decoro de las ramas de la patria; y mandamos que con los libros del Gran Registro se deposite la Acta Original en el Archivo de la Municipalidad de Santiago, y se circule a todos los pueblos, ejércitos y corporaciones, para que inmediatamente se jure y quede sellada para siempre la emancipación de Chile. Dada en el Palacio Directorial de Concepción a lo. de enero de 1818, firmada de nuestra mano, signada con el de la nación y refrendada por nuestros Ministros y Secretarios de Estado en los Departamentos de Gobierno, Hacienda y Guerra. (a) "que ya no existe", (b) reservando hacer demostrables oportunamente, en toda su extensión, los sólidos fundamentos de esta justa determinación. (c) afianzada en las fuerzas y recursos que tiene para sostenerla con dignidad y energía, (d) y de otra cualquiera dominación. Aprobación del Acta de la Independencia Es de mi aprobación la Acta de independencia que Vuestra Señoría me remite con su comunicación de 28 de enero pasado, pues observo en SU contexto la más meditada, concisa y enérgica expresión; bien que si aún no se habían impreso, podrán añadirle las que indican las citas puestas a continuación para que entiendan las naciones que ya no existe la debilidad que nos ha mantenido en forzosa sumisión; que debe esperarse un manifiesto de la justicia que nos asiste para nuestra heroica resolución; que tenemos fuerzas bastantes para sostenerla con decoro; y que jamás nos sujetaremos a ninguna otra dominación. Dios que a Vuestra Señoría guarde muchos años. Quartel Directorial de Talca 2 de febrero de 1818. Bernardo O´Higgins Señor Director Supremo/Delegado (Fuente: Biblioteca del Congreso Nacional) Guerra de la Independencia (1810 - 1818) La guerra de independencia se desarrolló en el contexto de las independencias en América, proceso iniciado con la instalación de juntas de gobierno en las colonias hispanoamerica- nas, en respuesta a la captura del Rey Fernando VII por parte de las fuerzas napoleónicas en 1808. La guerra de independencia se desarrolló en el contexto de las independencias en América, proceso iniciado con la instalación de juntas de gobierno en las colonias hispanoamericanas, en respuesta a la captura Viva del Rey Fernando VII por parte de las fuerzas napoleónicas en 1808. En Chile, la primera junta de gobierno se realizó el 18 de septiembre de 1810 y buscó, en un primer momento, mantener lealtad al rey cautivo. Sin embargo, el naciente patriotismo local pronto comenzó a radicalizar el proceso, tomándose una serie de medidas durante gobierno de José Miguel Carrera que buscaban una separación definitiva con la metrópoli y la adopción de ideas republicanas por parte de los protagonistas del proceso. Por entonces, surgieron los primeros emblemas patrios, el primer reglamento constitucional, la prensa independentista, la libertad de vientres y se crearon instituciones como la Biblioteca Nacional y el Instituto Nacional. Si bien en términos cronológicos el proceso de emancipación culminó en febrero de 1818 con la proclamación de la independencia de Chile -marcando un hito para la organización de la nueva república-, el conflicto bélico comprendió un período mayor. Éste se inició en 1811 con el motín liderado por Tomás de Figueroa y cesó en enero de 1826 con el combate de Bellavista, liderado por Ramón Freire en Chiloé, y la firma del Tratado de Tantauco que consiguió la anexión Chile definitiva del archipiélago al territorio nacional, el cual constituía el último reducto español en el territorio. Tradicionalmente se reconocen tres etapas en la guerra de la independencia que desconsideran las campañas militares ejecutadas en el sur del país, entre 1818 y 1826. La primera etapa, conocida como Patria Vieja (1810-1814), se caracterizó por la propagación del patriotismo nacional, las rencillas internas entre José Miguel Carrera y Bernardo O’Higgins sobre cómo ejecutar la causa y se evidenció la necesidad de reforzar el aparato bélico en recursos materiales y humanos con el establecimiento del servicio militar obligatorio. Asimismo, se llevaron a cabo diversos enfrentamientos como las batallas de Yerbas buenas y El Roble, los cuales forjaron el camino hacia la emancipación. Sin embargo, luego de que las fuerzas realistas vencieran en la Batalla de Rancagua, se dio inicio a la segunda etapa, correspondiente a la Reconquista española (1814-1817). Durante este período, se restableció el orden hispano con sus instituciones a modo de restituir la autoridad del Rey Fernando VII, luego de la caí- 5 da de Napoleón. Por su parte, el proyecto independentista retrocedió en sus aspiraciones y los remanentes del ejército patriota se vieron en la obligación de huir al otro lado de la cordillera, mientras en Chile la lucha continuó de forma esporádica a través de montoneras lideradas por Manuel Rodríguez y José Miguel Neira. Igualmente, en este período los exiliados radicados la ciudad de Mendoza se sumaron a las fuerzas argentinas y uruguayas comandadas por José de San Martín, formando el Ejército Libertador de los Andes. Finalmente, la tercera etapa, conocida como Patria Nueva (1817-1823), se inauguró con el cruce del Ejército Libertador por los Andes y el triunfo del bando emancipador en la Batalla de Chacabuco. Tras la decisiva victoria patriota en la Batalla de Maipú, esta fase culminó en 1823 con la abdicación de O’Higgins como Director Supremo y se caracterizó por la declaración de la independencia nacional y la consecuente búsqueda de un proyecto político a través del cual debía organizarse el nuevo Estado Nación. (Fuente: Memoria Chilena. Biblioteca Nacional) 6 Chile Viva C Haciendo de la pluma una espada Camilo Henríquez (1769 - 1825) amilo Henríquez fue sacerdote, hombre de letras, periodista y revolucionario. Su participación intelectual en el proceso independentista se enfocó en la difusión de la libertad y emancipación de las colonias americanas, creando numerosos periódicos. Camilo Henríquez nació el 20 de julio de 1769 en Valdivia. A los catorce años de edad fue enviado a Lima (Perú) por sus padres, para que continuara sus estudios básicos. En esta ciudad estuvo bajo la tutela de su tío materno, el Padre González, quien lo matriculó en el convento regido por la Orden de San Camilo de Lellis o de la Buena Muerte, cuyos frailes se encargaban de la asistencia a los moribundos. Fue durante los años de convento que Camilo Henríquez se consolidó como hombre de letras. En este lugar tuvo la posibilidad de conocer un mundo culto e ilustrado, además de tener contacto con hombres doctos y eruditos. Asimismo, fue allí donde asumió su discurso ideológico en pro de la libertad e independencia de las colonias del Nuevo Mundo. Regresó a Chile en 1810, motivado por el movimiento emancipador que se estaba gestando, deseoso de transmitir sus ideas revolucionarias. Se entregó por entero a la causa de la Independencia y escribió una de sus mayores obras a favor de la libertad: La Proclama de Quirino Lemáchez, en 1811. Ese mismo año, redactó otro de sus famosos discursos, Sermón en la instalación del Primer Congreso Nacional con ocasión de la inauguración del Primer Congreso Nacional en Chile. Tras la llegada de la imprenta a Chile en 1811, Camilo Henríquez fundó, en 1812, el primer periódico de la nueva nación independiente, la Aurora de Chile. Esta publicación significó una decisiva herramienta para este hombre de letras, quien se desempeñó, tras ser designado por la Junta de Gobierno, como uno de sus principales redactores. conocer los ideales republicanos de Camilo Henríquez, lo cual se evidenció desde la publicación del primer número, el 13 de febrero de 1812. Este número modelo, recibió el nombre de Prospecto, y en éste Camilo Henríquez señaló en forma clara los objetivos de La Aurora de Chile: construir los Con la aparición de este primer valores de la nueva nación chilena periódico, el pueblo chileno pudo y conformar su identidad. La escritura de Camilo Henríquez se articuló a partir de la necesidad de transmitir su pensamiento e ideología. De este modo, la elección de diversos géneros -entre los que cuentan los sermones, proclamas, ensayos, artículos periodísticos, textos dramáticos, poesía lírica y otros escritos- no fue sino una estrategia de su ingenio para transmitir desde diferentes soportes su causa política, haciendo de su pluma una espada. Agobiado por la pobreza y las enfermedades, murió el 17 de marzo de 1824, quedando para la posteridad como uno de los ideólogos más importantes de la Independencia.(Fuente: Memoria Chilena) Independencia de Chile Entre los años 1810 y 1823 se desarrolló la independencia de Chile. Durante este período se distinguen tres significativas etapas: Patria Vieja, Reconquista y Patria Nueva. PATRIA VIEJA (1810 – 1814) Se denomina Patria Vieja al período de la historia comprendida entre la Primera Junta de Gobierno (1810) y el Desastre de Rancagua (1814). Durante esta etapa se rea- Manuel Rodríguez lizaron las primeras acciones para lograr la independencia. Sus principales hitos son: PRIMERA JUNTA DE GOBIERNO: (18- SEPTIEMBRE-1810). Este período se considera como el primer paso en el camino de la independencia. Esta junta estuvo constituida por los vecinos más importantes de la ciudad de Santiago. La Junta decretó la libertad de comercio, la formación de cuerpos arma- dos y convocó la formación del Primer Congreso Nacional. PRIMER CONGRESO NACIONAL (1811). Puso en práctica el derecho del pueblo a organizarse y a elegir sus autoridades. Aprobó la Ley de Libertad de Vientre, que consiste que todos los hijos de esclavos nacidos en Chile y cualquier persona que pise el territorio chileno, serían libres. Mariano Osorio GOBIERNO DE JOSÉ MIGUEL CARRERA. Asumió el poder en 1812, su gobierno se caracterizó por profundas reformas cuya finalidad era preparar el camino de la Independencia. El ideario de los exaltados fue difundido en la “Aurora de Chile,” periódico dirigido por fray Camilo Henríquez, quién utilizaba el seudónimo de Quirino Lemachez. Durante el gobierno de Carrera se cumplió el anhelo de los criollos de tener una constitución al dictarse el Reglamento Constitucional de 1812 que dejaba el poder Ejecutivo en una junta de tres miembros y el Legislativo en un senado de siete integrantes. Realizó además otras obras como: El decreto que obligó a los conventos a crear escuelas primarias para niños y niñas; la creación de la primera bandera nacional la cual tenía tres franjas horizontales de colores azul, blanco y amarillo; la libertad de imprenta que luego se cambió por la censura previa; el mandato de Carrera, el Reglamento Constitucional, respetó la soberanía de Fernando VII, se estipuló que el monarca debía de acatar dicha constitución y que “ningún decreto, providencia u orden de Viva Chile cualquier autoridad o tribunal fuera del territorio de Chile, tendría efecto alguno. RECONQUISTA ESPAÑOLA (1814 – 1817) Se denomina Reconquista, al periodo de la historia de Chile que comienza con la Batalla de Rancagua (o Desastre de Rancagua), en 1814 y termina en 1817 con la victoria patriota en la Batalla de Chacabuco. Tras la derrota patriótica en Rancagua, se inició una nueva etapa caracterizada por la resistencia del orden colonial. La vuelta al poder del Rey Fernando de España, en 1813, favoreció la reacción de la monarquía ante los movimientos independentistas americanos. Ese mismo año, desembarcó en Chile un ejército realista que se enfrentó con las tropas chilenas (patriotas) y, tras una serie de combates, logró derrotarlos en la batalla de Rancagua (1814). Esta etapa de retroceso en el proceso de la Independencia se conoce con el nombre de Reconquista donde se restauraron las instituciones coloniales y se suprimieron todas las medidas adoptadas por los patriotas. 7 Muchos patriotas sufren el exilio y son perseguidos y desterrados a la isla de Juan Fernández, otros debieron exiliarse en Mendoza. Mientras tanto en Mendoza, los patriotas exiliados contaron con el apoyo del gobernador de Cuyo, José de San Martín, y organizaron un ejército al mando del propio San Martín y de Bernardo O`Higgins, llamado El Ejército Libertador de los Andes. Durante la Reconquista se sucedieron dos gobernadores españoles: Mariano Osorio (1814 – 1815) y Francisco Casimiro Marcó del Pont (1815 – 1817). El plan de San Martín era cruzar la cordillera para liberar a Chile del dominio español, y continuar luego a una expedición al Perú, para derrotar a los realistas. En Chile continuó la resistencia de los patriotas al gobierno español, en esta etapa destacó Manuel Rodríguez, un joven abogado que había sido secretario de Carrera y que cumplió un importante rol, organizó en forma clandestina el contacto entre patriotas de Chile y de Argentina. 8 Chile Viva PATRIA NUEVA (1817 – 1823) Se denomina Patria Nueva al período de la historia de Chile que comienza con la victoria del Ejército de losAndes en la Batalla de Chacabuco, el 12 de febrero de 1817, y termina con la abdicación de Bernardo O’Higgins, en 1823. El Ejército Libertador cruzó José Miguel Carrera la cordillera de los Andes, derrotando a los realistas en la batalla de la ciudad de Santiago. Este de la Patria Nueva, en la que se de Chacabuco (1817), cerca acontecimiento marcó el inicio consolidó la independencia de nuestro país. O´Higgins fue nombrado Director Supremo. Los primeros esfuerzos de su gobierno estuvieron destinados a consolidar militar y políticamente la Independencia de Chile. Es por ello que en la ciudad de Talca, el 12 de febrero de 1818, O´Higgins proclama la Independencia de Chile. Se usa como símbolo la actual bandera de Chile. Como consecuencia de este acto, el virrey del Perú envía a Mariano Osorio con sus tropas, José de San Martín estos vencen al ejército patriota en la batalla de “Cancha Rayada”. El 5 de abril de 1818, se llevó a cabo en Maipú la batalla decisiva. Mientras tanto el ejército español avanzaba hacia Santiago. San Martín y Bernardo O´Higgins, decidieron esperar en Santiago, dando ánimo a sus soldados. Finalmente, se produjo el encuentro. La batalla de Maipú permitió consolidar la Independencia de Chile, la capital ya no volvería a ser amenazada. Luego de este triunfo, O´Higgins implementó una serie de medidas de adelanto Mateo de Toro y Zambrano para el país como la creación de escuelas y ciudades, la inauguración de un servicio de correos y diligencias entre Santiago y Valparaíso y la apertura de una academia de Guerra. Se inauguró el Cementerio General, se mejoró el sistema de alumbrado público, y se construyó el paseo de la Alameda de las Delicias en la ciudad de Santiago.