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2 Chile
Viva
D
esde los lejanos días
de la conquista, la
ciudad y la región de
Concepción han tenido vida y
ambientes propios que caracterizaron a su población durante
el dominio de la corona española y la gestación de nuestra
independencia.Capital militar y
ciudad fronteriza tuvo acciones
de poder que fueron de gran
importancia en los destinos
históricos de nuestro país. Así
es como gran parte de nuestra
historia patria tuvo como escenario a la ciudad y la región. la bahía de su nombre y en el
lugar que la fundara don Pedro
La dura y cruel acción de de Valdivia o en su actual ubicalos fenómenos telúricos sepultó ción del valle de Rozas o de La
la magnificencia de la antigua Mochita, fue inexorablemente
Concepción. Junto al mar, en arrasada sucesivas veces en el
distintas condiciones sociales
y de lejanos orígenes. Si bien
una larga guerra separaba dos
culturas y dos razas, ellas lentamente creaban nuevas formas
y una nueva individualidad. Era
Acta de la
Independencia
de Chile
transcurso de su historia.
La creación de la Intendencia de Concepción a fines del
Siglo Dieciocho, consolidó
su importancia política, y su
Intendente fue considerado
como el hombre de más poder en el Reino después del
Gobernador. La respaldaban
capas de población de probado
valor, genuinos representantes
de una vida fronteriza activa.
Funcionarios, soldados, marinos, comerciantes, contrabandistas, mestizos y aborígenes
que se vinculaban a una gama
de negocios honestos y deshonestos, permitidos y tolerados,
prohibidos y penados. Formas
de vida muy propias de gentes
fronterizas amalgamaban todo
el ímpetu y el empuje de seres de
ésta -no importaba su condición
social- la de un hombre emprendedor, duro y aguerrido. Estaba
preparado para hacer frente a las
situaciones que le presentaba la
naturaleza y también a los duros
requerimientos de su destino.
ron su resultado.
La época denominada la
Guerra a Muerte con las guerrillas realistas y las bandas
de ladrones y asesinos que
asolaban el Sur de nuestro país
fueron testigos de las acciones
de valentía e hidalguía de los
ejércitos patriotas que supieron
vencer en una durísima lucha
que arruinó totalmente a Concepción y su provincia.
Este aporte lo fue también
en política. Fue don Juan Martínez de Rozas uno de aquellos
ciudadanos ilustrados que
habían concebido la idea de la
independencia absoluta. Otro,
que vivía en su hacienda de Las
Canteras, vecina a Los Angeles
en la alta frontera, se llamaba
Bernardo O’Higgins Riquelme,
quien en 1811, en carta a don
José María Benavente, siendo
éste Intendente de Concepción,
le enviaba fragmentos traducidos de la Declaración de la
Independencia de los Estados
Unidos de América.
Este hombre, gestado en
Pero esta idea concebida parel Sur de nuestra patria fue la
savia de la cual se nutrieron los ticularmente, encontró apoyo
ejércitos de la independencia y arraigo durante el desarrollo
tanto patriotas como realistas. de nuestra independencia, a
medida que los sucesos geneEs necesario destacar el rados en la península ibérica
aporte de Concepción a nuestra comprometieron el porvenir de
independencia nacional y el la América hispánica.
terrible precio que pagó con la
En la época denominada
vida de sus hijos y las desgracias
de los sobrevivientes. Largos Patria Vieja, como una forma
años de salteos y pillajes, de de poner fin a los litigios entre
miserias, pestes y una hambruna el Gobierno de don José Migeneral entre 1821 y 1823 fue- guel Carrera y sus oponentes,
en la ciudad de Concepción,
en enero de 1812, entre los
plenipotenciarios de la Junta
de Concepción y los representantes de la Junta de Gobierno
de Santiago, se firmó la llamada
Convención de Concepción. En
ella se declaraban suspendidas
las sesiones del Senado hasta
que por la pérdida de España
o cualquier otro motivo fuera
necesario declarar la Independencia absoluta. En su artículo
primero indicaba en forma
concluyente que “La autoridad
suprema reside en el pueblo
chileno”. ¹ Esta concepción de
independencia, ya claramente
expresada, fue además comprometida por don Bernardo
O’Higgins, representante en
ese momento de la Junta de
Santiago y por don Manuel
Fernando Vásquez de Novoa,
representante de la Junta de
Concepción, en un tratado de
24 artículos que reflejaba las
aspiraciones que ya eran abiertamente manifestadas por los
patriotas más decididos. Pero
ella no fue propuesta ni mucho
menos proclamada en esta
época en la que los vertiginosos
acontecimientos de 1813 y 1814
causaron un duro revés a las
ambiciones de independencia.
Si bien la declaración no se
hizo en esta época, el sentimiento de nacionalidad tuvo una amplia difusión. El uso de cintas,
escarapelas con los colores de
nuestra primera bandera y de
nuestro primer escudo llenaban
de orgullo a quienes las lucían.
Director: Héctor Vivero Donoso - E-mail: [email protected]
Representante Legal: Patricio Meza Flores
Domicilio: Serrano 436 - IQUIQUE - CHILE - Fono: 57 - 2372100
El pabellón patrio, si bien
es cierto que representaba a
una nacionalidad ya consolidada históricamente, no estaba
respaldado por un estado reconocido internacionalmente
como soberano. Don Juan
Mackenna escribió a don Bernardo O’Higgins, con fecha 18
de junio de 1814, una carta en
la que le decía que el uso del
pabellón debía respaldarse en la
declaración de la independencia
nacional.²
Fue la villa de San Fernando
la que un 11 de febrero de 1817,
un día antes de la batalla de
Chacabuco, en Cabildo abierto,
proclamó la independencia de
Chile.
Derrotados los realistas y
reconquistado gran parte del
territorio nacional se elevó al
cargo de Director Supremo
de la Nación a don Bemardo
O’Higgins. Muchas de sus
medidas e instrucciones como
gobernante llevaban el sello y la
decisión de ser independientes.
El 18 de octubre de 1817 se creó
la bandera nacional de la estrella
solitaria, un nuevo escudo y una
nueva moneda.
Las comunicaciones enviadas por don José de Irisarri
desde Londres contenían argumentos más que concluyentes
para no demorar la declaración
de la independencia que sirviera
al reconocimiento de nuestra patria por los gobiernos europeos.
La Junta Suprema Delegada,
al encontrarse don Bernardo
O’Higgins al mando de las
operaciones del ejército que
sitiaba Talcahuano, llamó a
plebiscito nacional. Con este fin
fueron abiertos libros donde los
ciudadanos deberían firmar y
estampar sus opiniones a favor
o en contra de ella. En Santiago
las suscripciones se iniciaron
el 15 de noviembre, comunicándose al Director Supremo
la convocatoria efectuada, el
que aceptó el procedimiento.
La provincia de Concepción no pudo completar el
plebiscito y sólo lo efectuó
en pequeña parte, tal como lo
informó el Director Supremo
con fecha 23 de diciembre de
1817 desde su campamento
frente a Talcahuano:”...habían
empezado a remitir algunos
partidos las suscripciones...,
pero las ocurrencias ulteriores
en la provincia y la medida
últimamente adoptada de hacer
emigrar de ella a todos sus
habitantes, no permiten esta
operación”.³
Cuando la incierta situación
militar obligó a levantar el sitio
de Talcahuano en los últimos
días del mes de diciembre de
1817, don Bernardo O’Higgins
determinó, mediante un acto
de inteligente perspectiva
histórica, declarar la independencia nacional un primero de
enero de 1818 en la ciudad de
Concepción. Así lo corrobora
el documento suscrito ante el
escribano público de Lima, don
Baltazar Núñez del Pardo, el 17
de octubre de 1842, pocos días
antes de su fallecimiento, donde expresa con su puño y letra:
“... en primero de enero
de 1818, como órgano de la
voluntad nacional, declaré
solemnemente la independencia de Chile en la ciudad de
Concepción”.
Los testimonios históricosdocumentales, desgraciadamente, son pocos y la mayoría
de los acontecimientos que
rodearon la declaración descansan en la tradición oral,
transmitida principalmente de
familia en familia. Pero no es
posible dejar de aseverar que
los hechos guardan ilación y
correspondencia entre sí y que
los elementos de crítica histórica que se puedan aplicar a ellos,
no podrán cambiar la lógica y
plena efectividad de ellos.
El naturalista don Carlos
Oliver Schneider en el “Libro
de Oro de Concepción” y en
un artículo que publicara el
3 de diciembre de 1939 en el
diario “El Sur” de Concepción,
intitulado “¿Dónde se firmó el
Acta de la Independencia?”,
nos entrega los antecedentes
contenidos en un folleto que
publicó el coronel don Santiago Fernández en su defensa
ante las acusaciones de don
José María Novoa, con fecha
16 de abril de 1827. En ése,
nos dice don Carlos Oliver,
se dieron a conocer hasta las
modificaciones que sufrieron
los borradores de la declaración
ya que don Santiago Fernández,
penquista que fuera secretario
de don Bernardo O’Higgins,
dice textualmente en él “yo la
autoricé como secretario”.
La tradición oral en la que
se basa don Carlos Oliver se
remite a los vecinos de Concepción, don Edmundo Larenas
Viva
Chile
Guzmán, quien fuera ahogado
y notario hasta su fallecimiento
en 1882, y don José María Plaza
de los Reyes Salcedo. Según
ellos, el acta de la Independencia fue elaborada y firmada
sobre un tambor en las alturas
denominadas todavía Los Morrillos de Perales, lugar donde
estaban situadas las avanzadas
del ejército patriota y desde
los cuales se dominaba uno
de los accesos de Talcahuano,
precisamente donde se había
efectuado el ataque fallido
planeado por el general Brayer.
De acuerdo a esta tradición,
una vez firmada la declaración,
O’Higgins ordenó arrojarla
bajo los muros de los sitiados
como reto y desafío a la recién
desembarcada expedición de
don Mariano Osorio y como
expresión que las cosas habían
variado desde 1814. Esta vez
los realistas invadían el suelo de
un estado soberano, declarado
independiente.
Pero este reto y esta notificación al enemigo fue realzada
con una ceremonia solemne en
la plaza de Concepción, ante
las tropas formadas en cuadro
“...frente al entonces cuartel de
dragones de la Frontera y que
estaba ocupado por el Batallón
No 3 de Infantería de Arauco,
3
en la mañana del l° de enero de
1818”. Esta versión -nos dice
don Carlos Oliver- está basada
en documentos que pertenecieron a “Cruz y las memorias de
Roa” y fueron comprobadas
por los historiadores Reinaldo
Muñoz Olave y Carlos Oliver
Schneider en un informe entregado a la Ilustre Municipalidad
de Concepción en el mes de
mayo de 1940.
Antecedentes posteriores
entregados por don Luis Valencia Avaria, en su trabajo ya
citado, agregan importantes
antecedentes. Sabemos así que,
en esa ocasión solemne se dijo
una misa que fue oficiada por el
Pbro. José Ignacio Cienfuegos,
y frente al cuartel en la plaza
colocaron una mesa y una silla
propiedad del coronel Patiño,
el mismo que era dueño de la
propiedad ubicada en la actual
calle O’Higgins 935. Allí se celebró un banquete en homenaje
a los jefes del ejército patriota
y asistió, honrándola, el Director Supremo don Bernardo
O’Higgins. Se sirvieron cuatro
lechones que al ser trinchados
se les dio a cada uno de ellos el
nombre de los cuatro principales oficiales del ejército realista.
(Biblioteca del Congreso
Nacional)
4 Chile
Viva
Proclamación
de la Indepencia
de Chile
El Director Supremo del
Estado
La fuerza ha sido la razón
suprema que por más de trescientos años ha mantenido al Nuevo
Mundo en la necesidad de venerar
como un dogma la usurpación
de sus derechos y de buscar en
ella misma el origen de sus más
grandes deberes. Era preciso que
algún día llegase el término de esta
violenta sumisión; pero, entretanto, era imposible anticiparla: la resistencia del débil contra el fuerte
imprime un carácter sacrílego a sus
pretensiones y no hace más que
desacreditar la justicia en que se
fundan. Estaba reservado al siglo
XIX el oír a la América reclamar
sus derechos sin ser delincuente
y mostrar que el período de su
sufrimiento no podía durar más
que el de su debilidad (a) . La
revolución del 18 de septiembre
de 1810 fue el primer esfuerzo que
hizo Chile para cumplir esos altos
destinos a que lo llamaba el tiempo
y la naturaleza; sus habitantes
han probado desde entonces la
energía y firmeza de su voluntad,
arrostrando las vicisitudes de una
guerra en que el Gobierno español
ha querido hacer ver que su política con respecto a la America
sobrevivirá al trastorno de todos
los abusos. Este último desengaño
les ha inspirado, naturalmente,
la resolución de separarse para
siempre de la Monarquía Española
y proclamar su independencia a la
faz del mundo(b). Más, no permitiendo las "actuales circunstancias
de la guerra la convocación de un
Congreso Nacional que sancione
el voto público, hemos mandado
abrir un Gran Registro en que
todos los ciudadanos del Estado
sufraguen por si mismos, libre y
espontáneamente, por la necesidad urgente de que el Gobierno
declare en el día la independencia, o por la dilación o negativa.
Y habiendo resultado que la
universalidad de los ciudadanos
está irrevocablemente decidida
por la afirmativa de aquella
proposición(c), hemos tenido a
bien, en ejercicio del poder extraordinario con que para este caso
particular nos han autorizado los
pueblos, declarar solemnemente, a
nombre de ellos, en presencia del
Altísimo, y hacer saber a la gran
confederación del género humano,
que el territorio continental de Chile y sus islas adyacentes, forman
de hecho y por derecho, un Estado
libre, independiente y soberano, y
quedan para siempre separados de
la Monarquía de España(d), con
plena aptitud de adoptar la forma
de Gobierno que más convenga
a sus intereses. Y para que esta
declaración tenga toda la fuerza
y solidez que debe caracterizar la
primeraActa de un pueblo libre, la
afianzamos con el honor, la vida,
las fortunas y todas las relaciones
sociales de los habitantes de este
nuevo Estado; comprometemos
nuestra palabra, la dignidad de
nuestro empleo y el decoro de las
ramas de la patria; y mandamos
que con los libros del Gran Registro se deposite la Acta Original en
el Archivo de la Municipalidad de
Santiago, y se circule a todos los
pueblos, ejércitos y corporaciones,
para que inmediatamente se jure
y quede sellada para siempre la
emancipación de Chile. Dada en el
Palacio Directorial de Concepción
a lo. de enero de 1818, firmada
de nuestra mano, signada con
el de la nación y refrendada por
nuestros Ministros y Secretarios
de Estado en los Departamentos
de Gobierno, Hacienda y Guerra.
(a) "que ya no existe",
(b) reservando hacer demostrables oportunamente, en toda su
extensión, los sólidos fundamentos de esta justa determinación.
(c) afianzada en las fuerzas y
recursos que tiene para sostenerla
con dignidad y energía,
(d) y de otra cualquiera dominación.
Aprobación del Acta
de la Independencia
Es de mi aprobación la Acta de independencia
que Vuestra Señoría me remite con su comunicación de 28 de enero pasado, pues observo en
SU contexto la más meditada, concisa y enérgica
expresión; bien que si aún no se habían impreso,
podrán añadirle las que indican las citas puestas a
continuación para que entiendan las naciones que
ya no existe la debilidad que nos ha mantenido en
forzosa sumisión; que debe esperarse un manifiesto
de la justicia que nos asiste para nuestra heroica
resolución; que tenemos fuerzas bastantes para
sostenerla con decoro; y que jamás nos sujetaremos
a ninguna otra dominación.
Dios que a Vuestra Señoría guarde muchos años.
Quartel Directorial de Talca 2 de febrero de 1818.
Bernardo O´Higgins
Señor Director Supremo/Delegado
(Fuente: Biblioteca del Congreso Nacional)
Guerra de la
Independencia
(1810 - 1818)
La guerra de independencia
se desarrolló en el contexto de
las independencias en América,
proceso iniciado con la instalación de juntas de gobierno en
las colonias hispanoamerica-
nas, en respuesta a la captura
del Rey Fernando VII por parte
de las fuerzas napoleónicas
en 1808.
La guerra de independencia
se desarrolló en el contexto de
las independencias en América,
proceso iniciado con la instalación de juntas de gobierno en
las colonias hispanoamericanas, en respuesta a la captura
Viva
del Rey Fernando VII por parte
de las fuerzas napoleónicas en
1808. En Chile, la primera junta
de gobierno se realizó el 18 de
septiembre de 1810 y buscó, en
un primer momento, mantener
lealtad al rey cautivo. Sin embargo, el naciente patriotismo
local pronto comenzó a radicalizar el proceso, tomándose
una serie de medidas durante
gobierno de José Miguel Carrera que buscaban una separación
definitiva con la metrópoli y la
adopción de ideas republicanas
por parte de los protagonistas
del proceso. Por entonces, surgieron los primeros emblemas
patrios, el primer reglamento
constitucional, la prensa independentista, la libertad de vientres y se crearon instituciones
como la Biblioteca Nacional y
el Instituto Nacional.
Si bien en términos cronológicos el proceso de emancipación culminó en febrero
de 1818 con la proclamación
de la independencia de Chile
-marcando un hito para la organización de la nueva república-,
el conflicto bélico comprendió
un período mayor. Éste se inició
en 1811 con el motín liderado
por Tomás de Figueroa y cesó
en enero de 1826 con el combate de Bellavista, liderado por
Ramón Freire en Chiloé, y la
firma del Tratado de Tantauco
que consiguió la anexión
Chile
definitiva del archipiélago
al territorio nacional, el cual
constituía el último reducto
español en el territorio.
Tradicionalmente se reconocen tres etapas en la guerra de la independencia que
desconsideran las campañas
militares ejecutadas en el sur
del país, entre 1818 y 1826. La
primera etapa, conocida como
Patria Vieja (1810-1814), se caracterizó por la propagación del
patriotismo nacional, las rencillas internas entre José Miguel
Carrera y Bernardo O’Higgins
sobre cómo ejecutar la causa
y se evidenció la necesidad de
reforzar el aparato bélico en
recursos materiales y humanos
con el establecimiento del
servicio militar obligatorio.
Asimismo, se llevaron a cabo
diversos enfrentamientos como
las batallas de Yerbas buenas y
El Roble, los cuales forjaron el
camino hacia la emancipación.
Sin embargo, luego de que las
fuerzas realistas vencieran en
la Batalla de Rancagua, se
dio inicio a la segunda etapa,
correspondiente a la Reconquista española (1814-1817).
Durante este período, se restableció el orden hispano con
sus instituciones a modo de
restituir la autoridad del Rey
Fernando VII, luego de la caí-
5
da de Napoleón. Por su parte,
el proyecto independentista
retrocedió en sus aspiraciones
y los remanentes del ejército
patriota se vieron en la obligación de huir al otro lado de
la cordillera, mientras en Chile
la lucha continuó de forma
esporádica a través de montoneras lideradas por Manuel
Rodríguez y José Miguel Neira.
Igualmente, en este período los
exiliados radicados la ciudad
de Mendoza se sumaron a las
fuerzas argentinas y uruguayas
comandadas por José de San
Martín, formando el Ejército
Libertador de los Andes.
Finalmente, la tercera etapa,
conocida como Patria Nueva
(1817-1823), se inauguró con
el cruce del Ejército Libertador por los Andes y el triunfo
del bando emancipador en la
Batalla de Chacabuco. Tras
la decisiva victoria patriota
en la Batalla de Maipú, esta
fase culminó en 1823 con
la abdicación de O’Higgins
como Director Supremo y se
caracterizó por la declaración
de la independencia nacional y
la consecuente búsqueda de un
proyecto político a través del
cual debía organizarse el nuevo Estado Nación. (Fuente:
Memoria Chilena. Biblioteca
Nacional)
6 Chile
Viva
C
Haciendo de la pluma una espada
Camilo
Henríquez
(1769 - 1825)
amilo Henríquez fue sacerdote, hombre de letras,
periodista y revolucionario. Su participación intelectual
en el proceso independentista se
enfocó en la difusión de la libertad
y emancipación de las colonias
americanas, creando numerosos
periódicos.
Camilo Henríquez nació el 20
de julio de 1769 en Valdivia. A los
catorce años de edad fue enviado
a Lima (Perú) por sus padres,
para que continuara sus estudios
básicos. En esta ciudad estuvo bajo
la tutela de su tío materno, el Padre
González, quien lo matriculó en
el convento regido por la Orden
de San Camilo de Lellis o de la
Buena Muerte, cuyos frailes se
encargaban de la asistencia a los
moribundos.
Fue durante los años de convento que Camilo Henríquez se
consolidó como hombre de letras.
En este lugar tuvo la posibilidad
de conocer un mundo culto e ilustrado, además de tener contacto
con hombres doctos y eruditos.
Asimismo, fue allí donde asumió
su discurso ideológico en pro de
la libertad e independencia de las
colonias del Nuevo Mundo.
Regresó a Chile en 1810,
motivado por el movimiento emancipador que se estaba
gestando, deseoso de transmitir
sus ideas revolucionarias. Se
entregó por entero a la causa de
la Independencia y escribió una
de sus mayores obras a favor
de la libertad: La Proclama de
Quirino Lemáchez, en 1811. Ese
mismo año, redactó otro de sus
famosos discursos, Sermón en la
instalación del Primer Congreso
Nacional con ocasión de la inauguración del Primer Congreso
Nacional en Chile.
Tras la llegada de la imprenta
a Chile en 1811, Camilo Henríquez fundó, en 1812, el primer
periódico de la nueva nación
independiente, la Aurora de
Chile. Esta publicación significó
una decisiva herramienta para
este hombre de letras, quien se
desempeñó, tras ser designado
por la Junta de Gobierno, como
uno de sus principales redactores.
conocer los ideales republicanos
de Camilo Henríquez, lo cual se
evidenció desde la publicación del
primer número, el 13 de febrero
de 1812. Este número modelo,
recibió el nombre de Prospecto, y
en éste Camilo Henríquez señaló
en forma clara los objetivos de
La Aurora de Chile: construir los
Con la aparición de este primer valores de la nueva nación chilena
periódico, el pueblo chileno pudo y conformar su identidad.
La escritura de Camilo Henríquez se articuló a partir de
la necesidad de transmitir su
pensamiento e ideología. De este
modo, la elección de diversos
géneros -entre los que cuentan
los sermones, proclamas, ensayos,
artículos periodísticos, textos
dramáticos, poesía lírica y otros
escritos- no fue sino una estrategia de su ingenio para transmitir
desde diferentes soportes su causa
política, haciendo de su pluma una
espada. Agobiado por la pobreza
y las enfermedades, murió el 17
de marzo de 1824, quedando
para la posteridad como uno de
los ideólogos más importantes
de la Independencia.(Fuente:
Memoria Chilena)
Independencia
de Chile
Entre los años 1810 y 1823
se desarrolló la independencia
de Chile. Durante este período
se distinguen tres significativas
etapas: Patria Vieja, Reconquista y Patria Nueva.
PATRIA VIEJA
(1810 – 1814)
Se denomina Patria Vieja al
período de la historia comprendida entre la Primera Junta de
Gobierno (1810) y el Desastre
de Rancagua (1814).
Durante esta etapa se rea-
Manuel Rodríguez
lizaron las primeras acciones
para lograr la independencia.
Sus principales hitos son:
PRIMERA JUNTA DE
GOBIERNO: (18- SEPTIEMBRE-1810).
Este período se considera
como el primer paso en el camino de la independencia. Esta
junta estuvo constituida por los
vecinos más importantes de la
ciudad de Santiago. La Junta
decretó la libertad de comercio,
la formación de cuerpos arma-
dos y convocó la formación
del Primer Congreso Nacional.
PRIMER CONGRESO
NACIONAL (1811).
Puso en práctica el derecho
del pueblo a organizarse y a
elegir sus autoridades. Aprobó
la Ley de Libertad de Vientre,
que consiste que todos los hijos
de esclavos nacidos en Chile y
cualquier persona que pise el
territorio chileno, serían libres.
Mariano Osorio
GOBIERNO DE JOSÉ
MIGUEL CARRERA.
Asumió el poder en 1812,
su gobierno se caracterizó por
profundas reformas cuya finalidad era preparar el camino de
la Independencia.
El ideario de los exaltados
fue difundido en la “Aurora
de Chile,” periódico dirigido
por fray Camilo Henríquez,
quién utilizaba el seudónimo
de Quirino Lemachez.
Durante el gobierno de
Carrera se cumplió el anhelo
de los criollos de tener una
constitución al dictarse el
Reglamento Constitucional
de 1812 que dejaba el poder
Ejecutivo en una junta de tres
miembros y el Legislativo en
un senado de siete integrantes.
Realizó además otras obras
como: El decreto que obligó a
los conventos a crear escuelas
primarias para niños y niñas;
la creación de la primera
bandera nacional la cual tenía
tres franjas horizontales de
colores azul, blanco y amarillo;
la libertad de imprenta que
luego se cambió por la censura
previa; el mandato de Carrera,
el Reglamento Constitucional,
respetó la soberanía de Fernando VII, se estipuló que el
monarca debía de acatar dicha
constitución y que “ningún
decreto, providencia u orden de
Viva
Chile
cualquier autoridad o tribunal
fuera del territorio de Chile,
tendría efecto alguno.
RECONQUISTA
ESPAÑOLA (1814 – 1817)
Se denomina Reconquista,
al periodo de la historia de Chile que comienza con la Batalla
de Rancagua (o Desastre de
Rancagua), en 1814 y termina
en 1817 con la victoria patriota
en la Batalla de Chacabuco.
Tras la derrota patriótica en
Rancagua, se inició una nueva
etapa caracterizada por la
resistencia del orden colonial.
La vuelta al poder del
Rey Fernando de España,
en 1813, favoreció la reacción
de la monarquía ante los movimientos independentistas
americanos.
Ese mismo año, desembarcó en Chile un ejército
realista que se enfrentó con
las tropas chilenas (patriotas)
y, tras una serie de combates,
logró derrotarlos en la batalla
de Rancagua (1814).
Esta etapa de retroceso en el
proceso de la Independencia se
conoce con el nombre de Reconquista donde se restauraron
las instituciones coloniales y se
suprimieron todas las medidas
adoptadas por los patriotas.
7
Muchos patriotas sufren
el exilio y son perseguidos y
desterrados a la isla de Juan
Fernández, otros debieron
exiliarse en Mendoza.
Mientras tanto en Mendoza,
los patriotas exiliados contaron
con el apoyo del gobernador
de Cuyo, José de San Martín,
y organizaron un ejército al
mando del propio San Martín
y de Bernardo O`Higgins,
llamado El Ejército Libertador
de los Andes.
Durante la Reconquista se
sucedieron dos gobernadores
españoles: Mariano Osorio
(1814 – 1815) y Francisco
Casimiro Marcó del Pont
(1815 – 1817).
El plan de San Martín era
cruzar la cordillera para liberar
a Chile del dominio español,
y continuar luego a una expedición al Perú, para derrotar a
los realistas.
En Chile continuó la resistencia de los patriotas al
gobierno español, en esta etapa
destacó Manuel Rodríguez, un
joven abogado que había sido
secretario de Carrera y que
cumplió un importante rol,
organizó en forma clandestina
el contacto entre patriotas de
Chile y de Argentina.
8 Chile
Viva
PATRIA NUEVA
(1817 – 1823)
Se denomina Patria Nueva al
período de la historia de Chile
que comienza con la victoria del
Ejército de losAndes en la Batalla
de Chacabuco, el 12 de febrero de
1817, y termina con la abdicación
de Bernardo O’Higgins, en 1823.
El Ejército Libertador cruzó
José Miguel Carrera
la cordillera de los Andes, derrotando a los realistas en la batalla de la ciudad de Santiago. Este de la Patria Nueva, en la que se
de Chacabuco (1817), cerca acontecimiento marcó el inicio consolidó la independencia de
nuestro país.
O´Higgins fue nombrado
Director Supremo. Los primeros
esfuerzos de su gobierno estuvieron destinados a consolidar
militar y políticamente la Independencia de Chile.
Es por ello que en la ciudad
de Talca, el 12 de febrero de
1818, O´Higgins proclama la
Independencia de Chile. Se usa
como símbolo la actual bandera
de Chile.
Como consecuencia de este
acto, el virrey del Perú envía a
Mariano Osorio con sus tropas,
José de San Martín
estos vencen al ejército patriota
en la batalla de “Cancha Rayada”.
El 5 de abril de 1818, se
llevó a cabo en Maipú la batalla decisiva. Mientras tanto el
ejército español avanzaba hacia
Santiago. San Martín y Bernardo
O´Higgins, decidieron esperar
en Santiago, dando ánimo a sus
soldados. Finalmente, se produjo
el encuentro.
La batalla de Maipú permitió
consolidar la Independencia de
Chile, la capital ya no volvería
a ser amenazada.
Luego de este triunfo,
O´Higgins implementó una
serie de medidas de adelanto
Mateo de Toro y Zambrano
para el país como la creación de
escuelas y ciudades, la inauguración de un servicio de correos
y diligencias entre Santiago y
Valparaíso y la apertura de una
academia de Guerra. Se inauguró
el Cementerio General, se mejoró
el sistema de alumbrado público,
y se construyó el paseo de la
Alameda de las Delicias en la
ciudad de Santiago.
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