Entrevista a Ester Davidov

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De bibliotecas y Bibliotecarios…
Boletín electrónico ABGRA – Año 7, nro. 3, septiembre 2015
Entrevista a Bibliotecarios Argentinos
Realizada en forma personal por la Prof. Paulina Gamberg
Rosario julio 2015
Hoy responde Ester Davidov
Bibliotecaria. Título otorgado por el Instituto de Educación Técnica N° 18
“20 de Junio”, Rosario, provincia de Santa Fe.
Se desempeña en la Biblioteca y Archivo del Museo Histórico Provincial
de Rosario “Dr. Julio Marc” desde el 23/3/81.
Colaboró ad-honorem en el control de inventario, ordenamiento de
material bibliográfico y mapoteca en la Biblioteca “Ing. Augusto
Fernández Díaz. Fue Auxiliar bibliotecaria ad-hoc en la sección
Biblioteca de la Asociación Mutual Biblioteca Popular Constancio C.
Vigil, desde el 16/3/1979 hasta el 28/2/1981.
Asímismo trabajó en la Escuela Normal de Profesoras Nicolás Avellaneda, en la Biblioteca de la
Agrupación Manuel Belgrano de la ciudad de Villa Gobernador Gálvez y en la Biblioteca de la
Asociación Rosacruz Universal de la ciudad de Rosario.
Actualmente es la presidente de la Asociación Profesional de Bibliotecarios de Rosario.
P.G.: En un ambiente grato con el objetivo de conocer el trabajo realizado por la colega
Davidov, pudimos intercambiar ideas sobre la profesión y adentrarnos en su pensamiento sobre
diferentes temas. Para no apartarnos de la propuesta de ABGRA, se utilizó el cuestionario
habitual y se introdujeron algunas variantes surgidas de la entrevista.
La primera pregunta fue la que habitualmente se hace para saber ¿Por qué elegimos la
carrera de Bibliotecario?
E.D.: La elegí porque empecé a trabajar de bibliotecaria en la Biblioteca “Constancio Vigil” como
becaria. En ese entonces era alumna de cuarto año de la escuela. Necesitaban gente y me
ofrecí. Empecé a trabajar allí con el bibliotecario mayor Raúl Frutos, con quien trabajar no era
algo fácil. Él se fue, nos quedamos unas cuantas compañeras y yo y ahí fue cuando empecé a
decidir mi profesión, me empezó a gustar estar con la gente, estar con atención al público, entre
los libros. En ese momento Liliana Herrera quien era mi compañera y actualmente la directora
de la Biblioteca Argentina “Dr. Juan Alvarez” de esta ciudad, decidimos anotarnos en la carrera
de bibliotecología. Lo tuvimos a Frutos como profesor quien nos exigía como si fuésemos ya
profesionales. Durante los tres primeros meses sus alumnas éramos sólo Liliana y yo. Me
encantaba atender al público y hacer referencia y me sigue gustando. Se lo debo a la Prof.
Olga Dreyer que fue mi jefa y me enseñó a ser referencista. Yo en el Museo hago mucha
referencia. Estudié bibliotecología en el ISET (Instituto Superior de Educación Técnica) y así fue
como elegí mi profesión.
P.G.: Las experiencias vividas también ayudan a conocerte ¿Nos puedes contar una
experiencia que desees destacar?
E.D.: Para mí la mejor experiencia fue en 1980 cuando entré a trabajar ad honorem en el
Museo Histórico tuvimos que trasladar la Biblioteca del ingeniero Augusto Fernández Ghía, ya
fallecido. Teníamos que ir a su casa a embalar sus libros, entonces la mucama, quien lo atendía
nos dijo “ahora tienen que ir al baño porque también hay 2 libros en el placard de arriba que
también hay que inventariar”. Cuando lo hicimos observamos que había 200 libros. Era
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impresionante, tenía libros por toda la casa. Nos íbamos y al otro día encontrábamos todas las
cajas abiertas… las abría. Teníamos que traer el inventario escrito a máquina y los libros
fichados. Olga me decía “¿qué pasó”?… “Ah no, este libro me lo dejó a mi” decía la mucama.
Vuelta a hacer todo otra vez el inventario corregido. Él había dejado por testamento los libros,
pero ella sacaba algunos. Eso fue una odisea… fue la primera la experiencia. Otra fue cuando
se trasladó la Biblioteca del profesor Ricardo Canabal también un personaje, que fue secretario
administrativo ad honorem del Museo. Aquí también la viuda, el hijastro de la viuda. Hoy ibas y
había máquina de escribir. Al otro día no la teníamos. Y trabajábamos ahí teniendo a la mujer
en la puerta viniendo con la máquina de escribir del hijo, quien se ponía a llorar y también
inventariamos. Utilizábamos la CDU y en ese momento las Vaticanas. Usábamos dichas
normas también en el Museo hasta 1999, año en el que tuvimos el primer director por concurso.
P.G.: Para tener una idea más acabada de tu trabajo necesitamos conocer ¿Qué tarea realizas
en la biblioteca del Museo?
E.D.: Como comenté me desempeño en el Museo Histórico y las tareas son muy variadas, soy
la bibliotecaria, la archivera, la administrativa. Si es necesario pasar el plumero lo hago. No era
lo que yo me imaginé que me gustaría hacer, nunca tuve mucha afinidad con la historia. Pero
uno se entusiasma con la profesión y hacer referencia me encanta, disfruto mucho
investigando, buscando una respuesta a una consulta. Mis tareas son múltiples ya que además
de las funciones específicas, realizo cualquier otra que sea necesaria.
P.G.: Luego de conocer tu tarea y alguna experiencia nos gustaría saber ¿Cómo describirías a
un buen profesional bibliotecario?
E.D.: Simplemente creo que el hecho de amar tu profesión te convierte en un buen bibliotecario.
Por ejemplo, en mi caso, cada usuario que se acerca a la Biblioteca nunca se va sin una
respuesta. Es algo que me propuse cuando en el año 1995 me quedé sola. Me vi en medio de
la solitaria Biblioteca y me pregunté ¿qué hago ahora…? En esos momentos vino Elsa Barber a
dar un curso en el Normal N° 1 y era sobre gestión. Por ejemplo una consulta que hicieran por
teléfono tenía un costo de $6.50. ¿Tanto?, me pregunté. Después de hacer este curso no pude
pensar en cuánto podía costar esa consulta ya que no me importó sino que lo substancial es
que me hacía y me hace feliz poder dar la respuesta que espera el usuario. Me gusta atender a
la gente, que se vayan contentos, a pesar de todas las cosas que ocurren.
P.G.: Generalmente los bibliotecarios nos encontramos ante situaciones inesperadas frente a
algún usuario ¿Te pasó alguna vez que alguien te habló en mal tono?
E.D.: Sí, así fue, a tal punto que luego terminé trabajando para él. Los lunes no abrimos porque
estamos adentro realizando otras tareas. Se aproxima un señor y me dice vengo a hacer una
consulta, con cierta prepotencia. Hoy no puedo atenderlo, le dije porque los lunes no abrimos al
público. La Biblioteca atiende de martes a viernes de 9 a 15h. “¿Pero sabe quién soy yo? dijo a
continuación. Soy Juan Manuel Castagnino, mi mamá fue la fundadora del Museo Castagnino.”
“Yo soy Ester Davidov, bibliotecaria del Museo Histórico”, le dije sin pensar. “Venga por favor
mañana que lo voy a atender.” Se fue y regresó al otro día. A partir de ese momento, trabajé
durante diez años con él, fui sus ojos en todas las investigaciones que hizo. Siempre nos
acordamos cómo fue el momento en el que nos conocimos.
A veces algunas personas creen que porque estás detrás del mostrador pueden ser
prepotentes. Pienso que todos nosotros pudimos tener una situación de choque y que la
persona que atiende público debe poder explicar con buenos modales que necesitamos más
aclaraciones o que simplemente nos den tiempo para buscar la respuesta. Nadie a quien no le
guste atender público debe realizar esa tarea, ya que desde ese puesto estamos dando una
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imagen de la Institución donde trabajamos. No es fácil lidiar con el público. Hay gente que tiene
que hacer tareas técnicas. Él llamaba por teléfono y se daba cuenta por el tono de voz cómo
estábamos. Los que atendemos al público deberíamos tener un espejo para ver cómo estamos
realizando esa tarea. Es importante conocer al usuario.
P.G.: La siguiente pregunta es de rigor si consideramos que en la actualidad las tecnologías
atraviesan y se adentran en cualquier profesión por eso deseamos saber ¿Cómo aplicas las
nuevas tecnologías en tu tarea diaria?
E.D.: Es muy difícil en el Museo implementar las nuevas tecnologías. Es una tarea que parece
imposible y cuesta convencer a las autoridades de esa necesidad. El Museo tiene página web,
pero subir información requiere tantos pasos burocráticos y autorizaciones diversas, que se nos
hace muy dificultoso. Para subir fotos necesitamos un escáner adecuado que no disponemos,
tenemos una computadora nueva que llegó por una donación de la Cámara de Diputados, por
la gestión que realicé. Sólo contamos con una fotocopiadora. Lo que consigo lo hago por mí
misma, no por decisiones de la dirección.
P.G.: es hora de preguntarte ¿Qué desearías para la profesión bibliotecaria?
E.D.: Lo mejor. Que podamos tener muy buenos bibliotecarios, que podamos tener
profesionales en todos los cargos de bibliotecas públicas, escolares, para que en todas haya
una persona titulada que conozca la tarea a realizar. Lograr que todos los profesionales tengan
la posibilidad de actualizarse, de hacer cursos de perfeccionamiento sin dificultades como las
que muchas veces restringen la posibilidad de asistir a cursos, talleres y congresos. Tiene que
haber una norma legal que se aplique en todas las bibliotecas a nivel nacional y que luego se
aplicarán en todas las provincias. Sería una excelente gestión de ABGRA antes que cambie el
gobierno.
P.G.: En una reunión sobre orientación vocacional. ¿Qué le dirías a alguien para que estudie
bibliotecología?
E.D.: Tengo una sobrina que me preguntó qué podía estudiar. Le contesté sin dudar,
bibliotecología es una carrera muy linda. Fue una de las únicas personas que no me preguntó si
tenía salida laboral. Porque todos consultan sobre ese tema. Tiene salida laboral sin dudas,
piden para una Institución, para una empresa de seguros... ¿Dónde se estudia? En el ISER 18.
Es la única posibilidad de cursarla (por lo menos en esta ciudad). La Universidad Nacional de
Rosario no tiene más esta carrera ya que fue suprimida en época del proceso. Se intentó hacer
un posgrado pero está trabado con muchos requisitos que parecen excesivos. Actualmente lo
cursan a distancia, esto les permite estudiar cuando tienen tiempo y dan el final en la sede, por
ejemplo en la carrera que se cursa en Mar del Plata. Actualmente sigo haciendo fichas con
máquina de escribir porque ¿Qué hago si hay un corte de luz? Soy la única persona que trabaja
en la Biblioteca del Museo y solicito con frecuencia que nombren a otra para que yo la capacite.
No me falta mucho para jubilarme. He tenido consultas que pude responder positivamente
porque conozco al dedillo la colección porque muchas veces las preguntas son muy poco
claras. “Busco un libro de tapas rojas”… Hay directores que se interesan por la Biblioteca y
otros no…. La ministra de Innovación y Cultura creo que no visitó nunca esta Biblioteca, las
autoridades no saben que tenemos, por ejemplo entre otras, la historia militar del país. No se
interesan, pero ¿Qué pasa con la comunidad a la que asiste? Lamentablemente no reclama
más y mejor servicio.
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P.G.: Esta es una pregunta que no podemos dejar de hacerte, por un lado porque proviene del
interés de nuestra asociación y por otro lado porque representas también los intereses de los
asociados a la APBR ¿Qué opinas sobre ser miembro de una Asociación de
Bibliotecarios?
E.D.: Somos los únicos que podemos hacer que se valore más nuestra profesión en cualquier
cargo es muy difícil ser parte de una Asociación de Bibliotecarios. Es muy duro ser miembro de
una Asociación de Bibliotecarios en cualquier puesto, en mi caso, tengo ya cuatro años al frente
de ésta. Nosotros hemos formado un muy lindo grupo de trabajo, tratamos de ser muy buenos
gestores. Es importante que los bibliotecarios se asocien a una asociación profesional. Todos
los años realizamos encuentros de actualización profesional y otros cursos y talleres que
pensamos pueden ayudar a incorporar nuevos conocimientos.
En nuestro caso no tenemos personería gremial, no podemos hacer mucha defensa en caso de
las dificultades que tengan nuestros colegas en sus puestos de trabajo.
Los bibliotecarios no somos prioridad. En una biblioteca escolar tienen mayor privilegio los
docentes que por cierto son la mayoría. No tenemos defensa frente al gremio, los bibliotecarios
escolares no somos docentes de primera clase. Esto es justamente lo que planteamos a las
autoridades de ABGRA en la última reunión que se realizó en abril del año en curso cuando las
Asociaciones de Bibliotecarios fuimos convocadas para tratar el tema gremial, “Nosotros
estamos en un gremio que no nos representa y ABGRA tiene la posibilidad hacerlo”. Estamos
trabajando en el tema, respondió P. Gamberg.
P.G.: Gracias Ester, ha sido un gusto departir contigo, conocer el trabajo que realizas y cómo se
desarrollan algunas de las tareas bibliotecarias en una zona diferente a nuestra realidad
capitalina.
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