LOS NOMBRES DE DIOS He. 1:1­4 INTRODUCCIÓN: La Biblia nos enseña que Dios se ha dado a conocer a sus hijos por medio de su Nombre para trasladarles su voluntad (Ex. 3:13­15); cada uno de los nombres son manifestaciones y facetas diferentes, que a la vez cumplieron una función específica, algunas personas lo conocieron con el nombre Jehová, El Shadday etc. y otras personas lo conocieron como proveedor, sanador, protector, guerrero, etc. DESARROLLO: En el Salmo 90:2 leemos que Dios es eterno y como tal se ha manifestado a las distintas generaciones; en cada una de las manifestaciones que Dios ha hecho ha utilizado diferente nombre lo podemos ver en el Salmo 91:1­2 que dice: “ El que habita al abrigo del Elyon morará bajo la sombra del Shadday, diré a Jehová: Refugio mío y castillo mío, mi Elohim en quien confío “; Dado que en otros tiempos se dio a conocer con el nombre de Elohim, El Shadday, Jehová, El Elyon, a nosotros en este ultimo tiempo se nos ha manifestado en Jesús (He. 1:2). Desde el primer capitulo de Génesis hasta Apocalipsis podemos ver algunos nombres con que Dios se ha manifestado: · ELOHIM, Gn 1:1­2:3; 6:13: Podemos ver en el primer capítulo de Génesis que Dios se manifiesta a la humanidad pre­adamica con el nombre de Elohim (Dios, creador); luego en el capitulo 6:13 leemos que Noé halló gracia delante de Dios y por eso se le manifestó con el nombre Elohim, pero es interesante ver que cuando Noé ofrece sacrificio a Dios lo dirige a Jehová (Gn. 8:20­22). · JEHOVA­ELOHIM, Gn. 2:4: En este capítulo Dios forma a Adán de la tierra y le da a Eva y se manifiesta a ellos con el nombre Jehová Elohim. · El SHADDAY, Gn. 17:1; Ex. 6:3: Dios utiliza una nueva manifestación y visita a Abraham, Isaac (Gn. 28:3) y Jacob (Gn. 35:10­11; 48:3) con el nombre El Shadday (que traducido es: Todopoderoso, pechos que amamantan). · JEHOVÁH (YHWH), Gn. 4; Ex. 3:13­15: YHWH es el tetragrámaton o sea el nombre de Dios en hebreo, de allí se traducen los nombres: Jehová, Jehová, Yavé y Yahweh. En Génesis 4 leemos que Dios se manifiesta a Caín, Abel y Set con el nombre Jehová y tiempo después se manifiesta a Moisés y al pueblo de Israel también con el nombre Jehová, y vemos en todo el A.T. que Dios se les aparece en diferentes dificultades y su Nombre adquiere nuevos atributos con los cuales ellos lo conocieron, veamos algunos: a. JEHOVÁH JIREH, Gn. 22:14: Cuando Abraham estaba pasando la prueba mas dura de su vida e Isaac le pregunta por el cordero para el sacrificio, Abraham contesta Jehová proveerá, que en hebreo es Jehová Jireh, y Dios al ver el corazón dispuesto a ofrecer a su hijo provee el carnero para el sacrificio; y dos mil años después también proveería en el mismo monte al Cordero que quita el pecado del mundo (Jn. 1:29). b. JEHOVÁH RAPHA, Ex. 15:26: Cuando Israel salió de Egipto e iban por el desierto, llegaron a Mara y allí murmuraron de Dios porque el agua era amarga, pero Moisés clamó a Jehová para que la sanara, y Jehová lo hizo por medio del árbol que Moisés le echó, allí les muestra otra faceta de su Nombre, indicándoles que sí obedecen, cuando llegue enfermedad a sus vidas El los sanará porque es Jehová Sanador. c. JEHOVÁH NISSI, Ex. 17:15: Dios se manifiesta a su pueblo como Jehová mi bandera (baluarte, estandarte, insignia) cuando derrotó a Amalec que había salido a la guerra contra ellos, porque El iba delante de ellos como poderoso gigante para luchar por ellos y darles la victoria. · d. JEHOVÁH SHALOM, Jue. 6:24: Cuando Gedeón estaba angustiado de que moriría por haber visto al ángel de Jehová, El Señor le habló diciendo: La paz sea contigo, no temas no morirás; luego Gedeón levantó un altar al Señor y le puso por nombre Jehová es Paz. e. JEHOVÁH SHAMAR, Sal. 121:5: Dios promete a su siervo David que siempre estará con él guardándolo de todos sus enemigos y que no lo abandonará para protegerlo, porque El acampa alrededor de los que le aman, en la faceta de Jehová Protector. f. JEHOVÁH SHAMMAH, Ez. 48:35: Cuando Dios reparte la tierra a su pueblo promete que el nombre de la ciudad en la que habitarán será Jehová esta allí, porque no los abandonara sino que habitará con ellos, para que vivan confiados y seguros en El. g. JEHOVÁH SABAOT, Mal. 4:3: Dios promete a su pueblo que derrotará a todos sus enemigos porque va delante de ellos peleando sus batallas, y cada vez que ellos salen a la guerra Dios sale con ellos y se les manifiesta como Jehová de los Ejércitos. JESÚS, Mt. 1:25: Después de haber hablado de muchas formas y en muchas ocasiones con diferente nombre, Dios se manifiesta por última vez a la humanidad enviando a su Hijo Jesús. Desde que El Señor estuvo en el vientre fue avanzando en nombre, como lo veremos a continuación: a. EMMANUEL, Is. 7:14; Mt. 1:23: El nombre Emmanuel quiere decir Dios con nosotros. Mientras el Señor estuvo en el vientre de María fue llamado Emmanuel porque era el verbo hecho carne y Dios mismo morando con su pueblo (Jn. 1:1,14). b. JESÚS, Mt. 1:25: El nombre Jesús quiere decir Jehová es salvación. Al nacer por voluntad de Dios le dan el nombre Jesús porque es Él quien libra a su pueblo de pecado. Jesús es la segunda persona de la Triunidad, recordemos que en Éxodo 3:13­14 cuando Moisés le preguntó a Dios con que nombre lo representaría delante del pueblo, El respondió dirás: Yo Soy se me ha aparecido, Yo soy el que Soy, y también leemos en el evangelio de Juan que Jesús repite siete veces Yo Soy, y también es impresionante que cuando lo crucificaron, Pilato escribió un acróstico en griego, latín y hebreo (Jn. 19:19­20), que decía: “Jesús de Nazaret Rey de los Judíos” en el que se formaba exactamente el tetragrámaton, YHWH, el rotulo que fue escrito en hebreo estaba de la siguiente forma: Y: Yeshua = Jesús H: Hanosti = De Nazaret W: Wimelesh = Rey H: Haih de Yehudim = De los Judíos. El tetragrámaton era tan sagrado para los israelitas que no se atrevían a pronunciarlo, pero vemos que Jesús tenía tanta confianza con su Padre que mas que pronunciar el tetragrámaton le dice Abba Padre (Papito) porque era su Padre amado (Mr. 14:36). c. JESUCRISTO, Lc. 3:21­22: Cuando Jesús se bautiza en el Jordán el Espíritu Santo desciende sobre Él ungiéndolo, y a su nombre se le añade Cristo (gr. Christos = Ungido), formando el nombre Jesucristo. Es después del Jordán cuando El Señor empieza su ministerio predicando y haciendo milagros preparándose para el sacrificio en la cruz. d. EL SEÑOR JESUCRISTO, Hch. 17:26: Cuando el Señor resucita su nombre nuevamente cambia y ahora es: El Señor Jesucristo, porque Jesús es el Hijo, el Verbo hecho carne (Jn. 1:1,14), Cristo el Espíritu Santo, porque fue ungido con el poder del Espíritu Santo (Lc. 3:22; 4:1,14) y cuando se habla del Señor se refiere a Dios Padre, porque leemos en Hebreos 1:5­ 6 que después de resucitar dice “adórenlo todos los ángeles”, luego en Mateo 4:10 leemos que únicamente al Señor debemos adorar y en Juan 4:23 dice que es el Padre quien busca adoradores que le adoren en espíritu y en verdad. Es por eso que ahora sí se bautiza alguna persona en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Mt. 28:19) o en el nombre del Señor Jesús, lo hace en el mismo nombre ya que no hay ninguna diferencia porque es un solo Dios y un solo nombre para El. e. NOMBRE SOBRE TODO NOMBRE, Fil. 2:9­11; He. 1:4; Ap. 19:12: Cuando resucitó Jesús, Dios Padre le dio un nombre que es sobre todo nombre, que se nombra en este siglo y en el venidero porque en ese nombre toda rodilla se doblará y confesará que El es el Señor, este nombre nuevo a la vez es el nombre del Espíritu Santo y del Padre, y es en este nombre que echamos fuera demonios porque es poderoso sobre cualquier otro (Fil. 2:9­11; Ef. 1:21). CONCLUSIÓN: El Nombre por el cual nosotros podemos acercarnos a Dios es el mas grande que ha existido, y a la vez es la mas grande expresión de amor que Dios ha manifestado, porque envió a su Unigénito sobre la tierra para que por medio de su sacrificio todos nosotros lleguemos a ser salvos y tener plena confianza de acercarnos a El y poder decirle igual que Jesucristo: Abba Padre! (Ro. 8:15; Gá. 4:6), y de la misma forma como El venció y Dios Padre le dio un nuevo nombre, nos invita para que nosotros seamos vencedores y entonces escriban su nombre nuevo en nuestras frentes (Ap. 3:12) y también nos den un nombre nuevo (Ap. 2:17).