Princesas atrapadas en un mundo color de rosa que las sumerge en la irrealidad de la diferencia, en el propósito de no ser ellas Ahora son niñas. De mayores es posible que ojeen Woman, Cosmopolitan, Elle, u Hola, qué más da. Quizás se contenten con los programas cutres de las teles privadas. Por ahora la publicidad las presenta como princesas en un mercado infantil que no ha dejado de sexualizar los productos, ayudando poco a la igualdad de género. Por si esto fuera poco, las princesas de Disney siguen presentándose frágiles, sensibles y bellas frente a los chicos/hombres duros y salvadores. Seguro que la educación se podía haber hecho mucho mejor, al menos bastante diferente. ¿De quién es la culpa? De todos según se cuenta en estos artículos de eldiario.es y El País. Al final, el rosa se impuso, hasta en el pensamiento. Aunque me quedo más tranquilo porque Zara ha retirado del mercado de unas ropas rosas vs azules.