Mi Conversión - FamilySearch.org

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Mi Conversión
Por solicitud de mi querido hijo, escribo la historia de mi conversión a la Iglesia de
Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
En mi niñez y juventud.
Porque nada ocurre al azar y Dios prepara el camino para que sus hijos puedan conocer el
evangelio los pondré en contexto para que sepan como Dios nos prepara para conocer y
aceptar la verdadera Iglesia del Señor Jesucristo.
Soy el hijo mayor de José Ignacio y Margarita del Carmen, mis padres siempre fueron muy
creyentes en Dios y respetosos de la Iglesia, fieles cumplidores de las tradiciones católicas
esto es: la misa todos los domingos, el rosario en las noches (es como orar todos los días
pero repitiendo oraciones fijas) en el tiempo de semana santa (tradición católica) siempre
salimos con respeto y atención a ver las procesiones, un desfile de santos católicos y sobre
todo nos interesaba ver al señor caído en el parque central de girardota un municipio de
Antioquia.
Recuerdo que mis primeros momentos espirituales o solemnes los viví en época de semana
santa cuando vivíamos en una finca en el campo y los días jueves y viernes que son los días
mayores para los católicos no se escuchaba música y todo era muy reverente, mi padre y
madre nos reunían para rezar, cuando niños nos decían que no podíamos gritar ni pelar, no
se podía trabajar y era un tiempo de mucha reverencia y respeto. El viernes era el día de
reposo ya que recordábamos la muerte de Señor Jesucristo (a quien no conocíamos).
En nuestra infancia nos hablaron cosas básicas de Dios como el creador de todo y no se
hablaba mas, todo la atención en nuestra infancia estaba en María la madre de Jesús y
muchos otros santos a los cuales mis padres rezaban y pedían. En mi niñez no conocía a
Jesucristo y solo en semana santa recordábamos que los habían matado pero nunca supe la
razón ni mucho menos el significado.
En mi niñez nunca leímos las escrituras, solamente llegaban a nuestra casa muchas
oraciones fijas, aun teníamos imágenes de Maria y mi Padre había comprado una estatua
mediana de María, también recuerdo en mi casa que había veladoras, cirios, camáldula,
escapularios y otros elementos católicos que representaban nuestra fé
Mi padre no tenía mucho estudio y el único libro importante que había en nuestra casa era
la biblia, nunca había visto un libro tan grande y gordo (con muchas páginas) la Biblia fue
para mí un gran interrogante desde niño, no existía para mí un libro más grande en el
mundo sentía una inmensa intriga por saber de que hablaba, alguna vez le pregunte a mi
madre de que hablaba este libro y mi madre me dijo que era de Dios y profetas como
moisés lo habían escrito. Mi madre nunca me dijo nada mas, nunca leímos la Biblia en
casa. Pero era un libro fascínate para mí, me inspiraba mucha curiosidad.
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Cuando estaba en 4to grado de la primaria ya sabía leer mejor y por primera vez tome este
libro que tanto me llamaba tanto la atención nunca olvidare la experiencia que tuve al leer
el primer capítulo del génesis. (Aun al escribir estas palabras recuerdo esta experiencia con
agrado y mi corazón siente alegría)
En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el
Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
Y dijo Dios: Haya luz, y hubo luz.
Y vio Dios que la luz era buena, y separó Dios la luz de las tinieblas…
Leyendo la biblia no pude pasar de los primeros capítulos del génesis y llegue a pensar que
era imposible leer la biblia y que por esto mis padres nunca la leían.
Yo fui un niño muy normal un tanto juguetón, travieso e inquieto, siendo así un día
sorprendí a todo mi grupo de 5to de primaria cuando la rectora de la escuela, la hermana
Patricia llego a nuestro grupo y después de pedir silencio anuncio que habían organizado un
grupo para estudiar la biblia este curso será para los estudiantes que querían y se realizaría
en la tarde, cuando escuche la palabra biblia automáticamente me interese! Y sin vacilar
levante la mano y recuerdo un silencio grande que hubo en todo el salón, después de lo cual
un susurro, debo asumir que nadie esperaba que yo estuviera interesado. De mi grupo fui el
único niño que se apunto para este curso, también recuerdo mi primer día en clase que
cuando le conté a mi madre ella no lo podía creer, se sorprendió mucho al ver mi interés y
fue la única persona que me animo y me alentó Yo me sentía tan orgulloso y feliz de tener
la oportunidad de estudiar la biblia estaba muy feliz!! Tome la biblia de mi casa el libro
más grande e importante que yo jamás había tenido en mi mano, guarde un cuaderno y
lápiz en una maleta pero quería sentir el peso y lo grande de la biblia y el primer día la lleve
en mi mano.
En la primera clase el maestro nos hablo de moisés y la zarza ardiente, también nos hablo
de Abraham y del sacrificio (uso otra palabra) de su hijo Isaac, leyó algunas escrituras y
terminamos la clase yo era el único de mi grupo y algunos otros niños más. Ese día llegue
muy animado y le conté a mi mama lo que había aprendido. Estaba deseoso que llegara otro
día para “estudiar” la biblia, cuanto llego se repitió más o menos la misma clase, después
de algunos días ya me sentía frustrado puesto que mi interés más grande era leer la biblia y
yo aspiraba que en esta clase lo pudiéramos hacer, erar bueno cuando este maestro leía
algunos versículos yo quería que siempre fuera así y que no parara.. No me gustaba que
hablara de otras cosas también quería que otros niños leyeran. Yo quería que leyéramos la
biblia.
Con el paso del tiempo perdí todo el interés y mas que los niños de mi cuadra organizaron
partidos de futbol y algunos se dieron cuenta que era el único niño de la cuadra que salía
para la escuela en la tarde a estudiar la biblia, algunos me molestaron y me decían
evangélico o algo así lo cual yo no entendía que significaba.. Así fue como abandone todo
el intento por aprender de la biblia..
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Desde la primaria y aun en los primeros años de bachillerato estaba muy pendiente de la
semana santa católica por los programa de la biblia que pasaban por televisión por esos días
mis favoritos fueron los capítulos del antiguo testamento, me gustaban las historias de la
biblia como el éxodo de Egipto, el arca de Noe y otras, pero nada como las historia del rey
Salomón que desde mi niñez admire por su inmensa sabiduría y magnificencia yo quería ser
como Él ya que era sabio y amaba a Dios y Dios lo bendijo y le dio sabiduría.
Recuerdo especialmente la voz de Dios en las películas de la biblia me gustaba esta voz ya
era diferente a todas las demás, para mí era perfecto!, me daba alegría escuchar su voz
(quería escuchar más) siempre sentí que si Dios hablaba era así, con una voz que penetra
todo mientras que es dulce, apacible y sube (la voz de Dios estaba en mi mente).
Desde el año 6 ó 7 del colegio me intereso mucho la ciencia decía que quería ser científico
aun me interesaban las clases de religión pero me molestaba que se concentraran en los
ritos católicos más que en los relatos de la biblia que eras mis favoritos, En una clase
realice una pregunta al profesor, la pregunta no la recuerdo pero nunca olvidare su
respuesta me dijo: la religión está representada por esta línea y la ciencia por esta otra línea,
la una es exactamente paralela a la otra y por más que las prologue nunca se podrán juntar,
la religión no tiene que ver nada con la ciencia y la ciencia no tienen nada de religión me
dio tristeza, pero desde allí me intereso más la ciencia ya que todos los profesores la sabían
explicar.
La conversión.
En vacaciones de mitad de año (1987), me encontraba en casa de mi tía Alodia Berrio (la
cual ya había conocido la Iglesia verdadera); antes de volver para mi casa después de unos
días con ellos, mi tía Alodia me habló con un libro en la mano y me dijo: Cesar ¿a usted le
gusta leer? Y le respondí si tía, me gusta leer; luego ella dijo: si yo le regalara este libro que
habla de Dios ¿usted lo leería? (mientras lo abría) Le respondí si, entonces ella dijo, le
regalo este libro, y cuídalo no lo puedes votar (si algo me lo devuelve). Cuando mi tía me
dió el libro lo tomé por primera vez y lo hojeé rápidamente con interés, pero esto no duró
mucho ya que quería saber sobre moisés, Abraham, Isaías, al contrario leí nombres como
Nefi, Mosiah y cuando vi el nombre de Alma me previne aun mas ya que pensé que Alma
era algún espíritu raro por esto del alma humana.
Llegue a mi casa coloque el libro en algún lado, y continúe mi vida normal.. Para el
siguiente fin de semana mi tía Alodia hablo mucho con mi papa ya que por estos días mi tía
les hablaba a todos sus hermanos sobre la Iglesia y su conversión. (Mi tía Alodia como su
madre (mi abuela) siempre fue una persona muy religiosa y devota a sus tradiciones, todos
estaban sorprendidos de su conversión y cambio de Iglesia); mi papa hablaba con mi mama
sobre este tema y recordé que mi tía Alodia me había regalado un libro, lo busque y lo
hojeé con un poco mas de interés tratando de saber en que estaba metida mi tía.
Mi tía Alodia como buena misionera está verificando y buscando hablo con mi madre la
cual siempre fue más espiritual que mi padre, mi tía hablo con mi mama y le dijo que había
dos misioneros que enseñaban sobre Dios y Jesucristo y que si aceptaba su visita las cosas
en casa iban a mejorar, que el mensaje de Dios era bueno y que no había nada malo en ello.
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que era bueno para los hijos escuchar el mensaje. Mi mama hablo con mi papa para pedir su
consentimiento que los misioneros nos visitaran, mi papa en los primeros intentos dijo que
no, que para que venía esa gente a la casa.. mi tía no se dio por vencida y hablaba con mi
papa los fines de semana por teléfono y también llamo varias veces a mi mama. Ya era más
frecuente que habláramos de la visita de los misioneros en nuestra casa, cuanto tuve
oportunidad le dije a mi papa y a mi mama que los dejaran venir que al fin y al cabo si
estaban mintiendo yo los descubriría y que quería hablar con ellos para saber de sus
mentiras..
Se fijo la cita.
Se fijo la cita y llego el día, para este día yo estaba preparado para interrogarlos y descubrir
en sus errores, llegaron muy bien vestidos, creo que fue la primera vez que vi dos hombres
bien presentados vestidos de traje y corbata en mi casa. Fueron muy amables y por alguna
razón se fijaron en mi y en mi mama.. Nos reunieron a todos pero mi papa ni quiso atender
la cita. Yo los quería descubrir y demostrar que la ciencia era importante, que la religión era
un mito y que no se podían juntar, hasta pensé en hablarles de la teoría de la evolución y
cosas similares..
Los misioneros pidieron permiso para hacer una oración que cerráramos los ojos y si
estábamos de acuerdo con sus palabras podíamos decir amén. Ellos nos hablaron este día de
Jesucristo y que había visitado a los antiguos visitantes de las Américas, nos leyeron varios
versículos del 3 Nefi 11, y nos dejaron tarea para leer hasta la próxima semana, cuando
ellos hablaron de Jesucristo, Dios, y testificaron del Evangelio nunca pude preguntarles ni
refutar una sola palabra.
Los profetas.
Después de unos días yo sentía que mis teorías estaban fallando y quería igualmente hacer
algo para contradecirlos ojeando el libro de mormón encontré:
Creed en Dios; creed que él existe, y que creó todas las cosas, tanto en el cielo como en la
tierra; creed que él tiene toda sabiduría y todo poder, tanto en el cielo como en la tierra;
creed que el hombre no comprende todas las cosas que el Señor puede comprender.
(Mosiah 4:9)
Esta escritura cambio mi vida para siempre ya que Dios me hablo a mi mente y a mi
corazón.
En la lección siguiente utilizaron mucho de la Biblia (para mi alegría) y me preguntaron si
en esta época deberíamos tener de nuevo profetas en la tierra como en la antigüedad,
inmediatamente les conteste claro! Deberíamos tener profetas (recordé la pregunta que le
había hecho al maestro de 5to de primara. Maestro porque no tenemos profetas hoy en día?,
como moisés de la antigüedad y él me contesto, que esos tiempos ya habían pasado y que
no podíamos tener más profetas). Con un conocimiento claro acepte el testimonio del
profeta José Smith y creí en su palabras sin dudar en nada.
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El bautismo.
Para cuando nos invitaron a bautizarnos ya mi papa había decidido acompañarnos en las
lecciones pero no quiso aceptar la fecha bautismal pero dijo que estábamos en cosas buenas
y que iglesia ayudaría a los hijos. Nos apoyaba en el bautismo pero él no lo haría. Mi
Madre, mis hermanos y yo nos bautizamos el 13 de septiembre de 1987 en el barrio
Cabañas, Estaca Medellín.
Mi Padre acepto acompañar a la familia al bautismo, nos bautizamos y cada uno
testificamos sobre el convenio que habíamos hecho. Fue una hermosa reunión bautismal
con mucho invitados lo recuerdo claramente en mi mente como si fuera ayer, al final de la
reunión los misioneros le preguntaron a mi papa como se había sentido y él tocado por el
Espíritu Santo les dijo a los misioneros que quería ser bautizado que no quería estar solo y
deseaba estar junto con su familia.
Como invitado al bautismo estaba también Octavio, hermano de mi papa el cual también
estaba recibiendo las lecciones con los misioneros, en este día ellos tomaron la decisión de
bautizarse a los ocho días siguientes.
Mi tía Alodia Berrio trabajo con nuestra familia nos llevo el evangelio del Señor Jesucristo
conocimos a Dios y su plan, por primara vez en nuestra vida conocimos el sacrificio de
Jesucristo por todos nosotros y de la misión del Espíritu Santo.
Mi Papa dejo definitivamente el cigarrillo (el cual había intentado varias veces dejar y no
había podido), dejo el licor, las malas amistades, practicamos el ayuno, y el día de reposo
que paso del viernes de semana santa (una vez al año) a ser todos los domingos. Dejamos
de rezar o repetir por hacer oraciones sencillas, el buen trato y el amor llego a mi casa,
El templo.
Pasaron algunos años, termine mi colegio y en la iglesia conocí una hermosa y maravillosa
joven que llego a ser mi esposa. Nos casamos el 8 de septiembre del año 1990 viajamos por
tierra varios días para llegar al templo de Lima Perú y ser sellados el 13 de Septiembre del
mismo año. Al recibir mis investiduras recode de mi infancia al Dios que hablaba en las
películas, esa potente y dulce voz que penetraba todo y que tanto me gustaba oir, para
completar mi regocijo escuche el primer capítulo del génesis. El mismo capítulo que me
deleitaba leer de niño en la biblia:
En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el
Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
Y dijo Dios: Haya luz, y hubo luz.
Y vio Dios que la luz era buena, y separó Dios la luz de las tinieblas…
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Hoy en dia.
Aun me gusta la ciencia y las escrituras y como dijo un gran escritor: “Algún día cuando la
ciencia haya alcanzado su máximo grado de desarrollo se dará cuenta que siempre estuvo
Dios esperándola. (La línea de la ciencia y la religión que pinto mi profesor de mi infancia
no está separas no se pueden unir ya que son una misma línea)
Tengo tres maravillosos hijos y soy feliz en el evangelio del señor Jesucristo esté cambio
nuestras vidas por siempre.
En abril del año 2012 nuestro hijo menor fue llamado a servir una misión de tiempo
completo y a devolver el mensaje que hace mas de 25 años recibimos de los misioneros.
Que Dios Bendiga a mi Tía Alodia por toda la eternidad y a los misioneros que llevan el
mensaje del evangelio restaurado por el todo el mundo. Que mis amados hijos lleven el
nombre de Dios gravado en su corazón y en su mente, que alaben al Señor Jesucristo y
Escuchen la voz del Espíritu Santo que testifica de Dios y de su Hijo.
Doy gracias por tener la Biblia, El libro de Mormón y los Profetas hoy en día.
En el nombre de Jesucristo Señor y Maestro Amen.
Cesar A. Berrio Martínez
Bogotá, 2013
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