Compendio de filosofía

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COMPENDIO DE fILOSOFIA
COMPENDIO
DE
FILOSOFIA
para uso de los jóvenes
estudiosos
POR
JOAQUIN
GOMEZ
OTERO
TONIC) I
l_pNIlu
BOOOTIt.
•• Sul Bu •• rd••
~.
Bogotá,
junio 10 de 1919
\
Puede imprimirse.
+
BERNARDO
Arzobispo de Bogotá.
Bogotá, junio 3 de 191~
Senor Can.'migo doctor don Joaquín Gómez Otero-I:'.
S. C.
Me es sobremanera grato corresponder a.l muy
honoríficc cometido que S. Señoría tuvo a bien deferirme, cer~ificand() en conciencia que la presente obra
de filosofia salida de su pluma de avesado maestro,
lejos de contener error o tendencia alguna contra la
fe y buenas costumbres, es una suma de sana doctrina, estrictamente escolástica, enderazada por el má~
recto criterio, e inspirada por la ortodoxia más puramente intencionada.
Como texto de filosofia para los- colegios, juzgo
que S. SEñoría ha satisfecho plenamente la necesidad
que se hacía notar, ya en gran manera, de uno que
estúviera concebido en lenguaje claro, meramente expositivo, sin gala de prolija erudiciÓn, indigesta e
inútil para los principiantes, y con prescindencia de
inacababks citas de opiniones erróneas de los filÓsofos
de todos los tiempos, con lo que se desconciertan
los noveles adquiriendo una peligrosa persuaciÓn tendiente al escepticismo, de que la filosofia no es sino
un deplorable museo de errores y contradicciones.
La concisión severa de la frase, digna de la grandeza de la materia; la precisión de los términos enclavados en dicción simple y cristalina como un prisma de Flint-glass; la energía de las pruebas, reducidas
en veces a la sobriedad del eutimema, dan al texto.
6
de S. Señoría la superioridad sobre todos los de filosofia subjetiva escritos hasta hoy en castellano, y lo
bacen dificilmente superable ..
Sepan ·Ias generaciones venideras de estudiantes
agradecer a S. S. el beneficio positivo de esta nueva
obra didáctica, pues estoy seguro que la patria y la
Iglesia sabrán deponer su hoja de laurel al pie de
este cMonumentum aere perennius- que Usia ha levantado en el Panteón de los sabios. colombianos.
De S. Señoria, el más humilde de los discipulos
y el mas sincero de los admiradores,
LUIS JORGE TE]EIRO
NOCIONES PRELIMINARES
La palabra Filosofía se deriva de dos voces
griegas: philos, amante, sophia, sabiduría. Este
nombre lo halló Pitágoras, y llamó a esta ciencia
amor de la sabiduría.
Segúr:: el común entender de Ids hombres. y
principalmente de los sabios, en la sabiduría se
hallan tres elementos: un fin, que puede ser una
verdad, o un objeto que se quiere obtener; medios aptos para conseguirIa, y acertada elección
de estos medios para llegar al fin. Por tanto podemos ddinir la sabiduría: conocimiento del fin,
y prudente y acertada elección de los medios
para conseguirlo. En el orden del saber puede
proceder el hombre de tres l'Rodos distintos:
1.· O trata de conocer la verdad por principios
evident'$, por medio de estricta demostración, o
bien de conocer las cosas por sus. causas, y entonces ¡se tiene la ciencia, que se define: conoci-
-8miento de las cosas por sus causas, o, rnejor~
conocimiento cierto y evidente adquirido por la
demostración.
'
2.° O bien sólo intenta conocer la recta razón
y orden de lo que debe hacerse, o sea buscar un
conjunto de reglas para hacer las' cosas bien y
en orden, y entonces se tiene el arte, que lo define Aristóteles: «la recta razón de lo que debe
hacerse,» o más claro: conjunto de reglas para
hacer bien una cosa ..•
3.· O solamente observa hechos y fenómenos,
o los entes de la naturaleza, con sólo la mira de
ordenarlos y clasificarlos, y entonces se tiene la
historia, que· puede ser natural, y ésta trata de
la descripción y ordenación' de los seres de la
Naturaleza, en géneros y especies; y puede tam:"
bién ser civil, y esta es ta narración escrita y
ordenada de los hechos.
Definición real de la Filosofía. -Es la ciencia
de las cosas que la razón humana' puede conocer,
por las supremas causas o razones. Es ciencia,
porque en la Filosofia procede el hombre, en la:
adquisición de .•..
Ia verdad, de tal modo que lIe~ue
a ella por de,mostración completa. Además, en
Filosofía hay principios ciertos y evidentes, de
los cuales se sacan conclusiones ciertas por medio
de la demostración; luego es ciencia.
Se dice en la definición: «de las co~as que
la razón humana puede conocer," porque, efectivamente, en Filosofía se tràta de todas las COQ$
...
-9que la razón humana conoce; y así discurle acerca del entendimiento, en cuanto busca la razóp
directiva para hallar la verdad; estudia la naturaleza y propiedades del sujeto pensante. Se trata,
también, en Filosofía del ente en general, del
mundo, en general, de Dios, en cuanto puede ser
conocido por la razón natural; de los supremos
principios por los que deben regirse 'as acciones
libres del hombre; este es el objeto ma1erial de
la Filosofía. Pero, en todas estas investi~~aciones
se vale el filósofo de los principios o razones
supremas de las cosas, y no de los principios.
prÓximos e inmediatos, y pQr eso se ha dicho
en la definición: «por sus supremas causas o
razones'"; este es et objeto formal.
Se llama objeto materiat de una ciencia el
conjunto de ver~ades o cosas de que trata, y
objeto ~ormal, el· modo especial como tr;,ta esas
cosas. Así, los fenómenos de la naturaleza son
1:'1 objeto material de la Física y de la Químíca;
pero la Física se ocupa de aquéllas en cuanto no
hay mutación sustancial, y la Química, en cuanto
hay mutación sustancial, y este es el objl~to formal de una y otra.
Utilidad de la Filosofía.-Ei estudio de la Filosofía perfecciona, de una manera especial, et
ent{~ndimiento del hombre, lo enseña a investigar
las verdaderas causas de las cosas, el orden que
debe seguir en sus conocimientos, las relaciones
trascendentales de los seres y le ensefta, también,
- 10los pril1cipios supremos a los cuales debe ajustar
·s.u conducta moral, luego la filosofía es evidentemente útil.
Breve resefIa histórka.-Desde
tiempos remo105 hubo hQmbr.es que se dedic~ron al estudio de
la naturaleza y d.e ciertas verdades trascendentales, y se llamaban sabios, y después de Pitágoras
se llamaron filósofos; y Cicerón define la FiJoso1ía: «ciencia de las !:osas divinils y humanas, y
·(le los principios t'II que ellas se contienen."
En la éra vulgar, y principalmente en la edad
media ya empezaron a distin,guirse las ciencias
unas de otras, y la Filos.ofiaya no abarcaba el
conocimiento de las cosaS <le la naturalem, por
sus principios inmediatoJ. $ino por Jas $ypremas
çausas y razones de ellas. y el ~studio de las
causas y fenómenos naturalé-S por sus principios
inmediatos. quedó asignado a las Matemáticas,
a la Física, a la Química, Dinámi.ca y demás
ciencias naturales.
División de la FilosQ/ia.-Esta pue~ considerarse de dos modos: subjetiva u objetivamente.
Subjetivamente, si estudia IQ5 principios por los
.cuales se dirige el entendimiento en la investiga~ión de la verdad, lo que constituye. ..la Lógica;
O estudia la naturaleza, propiedades
y relaciones
generales del sujeto pensante y se tiene la Antropología. La parte objetiva trata del ente, en geaeral, y esta es la antologia; o trata del mundo,
.en general\ y tenemos la Cosmología; Q trata de
-
11 -
Dios, en cuanto puede ser conocido por la razón
natural, y tenemos la Teología natural; o trata
de las accíones libres del hombre, y de los prin·cipios y leyes por los cuales deben re~irse, ya
consideradas individualmente, ya en sus rtlaciones con Dios. o con los demás hombres. y tenemos la Etica o Filosofía moral.
Orden en que deben estudiarse las partes de
la Filosofla.-Según lo prescriben las reg:as Jel
método debe procederse de lo conocido a lo desconocido, de lo próximo a lo remoto, de lo fácil
a lo difícil. Por otra parte, en el estudio de la
Filosofia, debe procederse de modo que aquellas
partes que se van estudiando no supongan el
conocimiento de las que están por estudiar. Esta
es la razÓn por qué la Filosofía debe estudiarse
en el ord·:n siguiente: 1.0, la Lógica, y ésta en el
siguiente orden: Criteriologia, Dialéctica y Metodología. En seguida la Antropología estudiando
en ella primero las acciones externas del hombre
en cuanto a sus principios inmediatos, y luégo
la naturaleza del hombre. La parte objetiva, según
lo que S~ dijo antes, debe estudiarse en este
orden: Ontología, Cosmología, Teologia natural
~y Etica.
---
LOGIOA
NOCIONES
PRELIMINARES
Se llama Lógica la ciencia directiva de la
razón humana en el conocimiento de la verdad.
La palabra Lógica viene del griego logos que
significa razonamiento, discurso.
La Lógica es ciencia porque trata de la d~mostración de la verdad, por medio de principios
ciertos de los cuales se deducen conclusiones
ciertas; y es arte porque da reglas para la consecución de un fin.
El objeto de la Lógica es: 1.0, dirigir la razón
en el conocimiento de la verdad; y 2.°, enseñar
el modo de demostrarla.
La LÓgica se divide en natural y científica:
la primera es la disposición que tienen todos los
hombres para conocer la verdad, y la segunda es
la que poseen los versados en Filosofía.
La Lógica se divide en tres partes principales,
que son: Criteriología, Dialéctica y Metodología.
- 14-
CRITERIOLOGIA
Criterlología es la parte de la Lógica quetrata de los medios de conocer la verdad. Esta
voz yiene del griego cryterion. que significa medio
de conocer. En esta parte se trata: t.O Nociones
de verdad. certèzay evidencia. 2.° De los criterios, y 3.° Del escepticismo.
CAPITULO
Nociones de verdad, certeza y evidencia.
ARTICULO l. o
Noción y divisiones de la verdad
Verdad es la convenitmcia del entendimiento
eon las cosas. La verdad es una, en sí misma,
y asi, no puede haber' dos verdades opuestas; y'
lo que es verdad en una ciencia, no puede ser
falso en otra. Pero en cuanto a las oosas a que
se refiere se puede distingUir en varias especies.
Las verdades se dividen:
1.0 En primitivas y derivadas. Primitivas son
aquellas que conoce el hombre directamente, como
el peso de los cuerpos, nuestra existencia. Derivadas son las que conocemos mediante otra ya
conocida y son las que adquirimos por medio
del raciocinio, por ejemplo: Dios es bueno. lue~o
es amablt-.
::.- -
-
15-
2.° En cuanto a los objetos, la verdad se divide en lógica, metafísica, física y moral. Verdad'
lógica es la conformidad del entendimiento numano con la realidad de las cosas; v. f!:.: la tierra
es redonda. Metafísica es la conformidad de las
cosas con el entendimiento divino, que las ha
creado y es la misma realidad de las cosas. Fisica
es la que se refiere al orden de la naturaleza,.
v. g.: el peso de los cuerpos. Moral es la conformidad del lenguaje con el juicio interno; como
el que sabe que la tierra es redonda y asi lo
afirma. A ésta se opone la mentira, que es falta
de conformidad entre lo que se dice y el juicio
interno; v. g.: si alguno, sabiendo que la, tierra
se mueve, afirma que está quieta.
3.° En necesaria y contingente. Necesaria es
la que no puede no ser ni ser de otra manera,
como 2+2=4; no hay efecto sin causa. Contingente es la que puede ser o no ser; como la
exisiencia del hombre.
Estados del errtendimiento respecto de la verdad.-Son cinco los estados ert que puede hallarse
el l~ntendimiento res:Jecto de la verdad, a saber:
error, ignorancia, duda, opinión y certeza.
Error es el estado del entendimiento que afirma ser lo que ne> es, O niega ~;t'r lu que realmente es; ejemplo: decir que la ti~rra está fija,
o negar que es redonda.
Ignorancia es la carencia del conocimiento de
f3·.ve((iad. Puede. ser privativa o negativa_.IgQ~:
16 -
rancia privativa es la carencia d.el conocimiento
·que debe tenerse; ejemplo: la del médico que no
sabe anatomía; la de un abogado que no sabe
Derecho civil. Negativa es .la carencia de conocimientos que no hay obligación de tener; v. g.:
la del campesino que no sabe Astronùmía.
Duda es la suspensión del entendimiento entre
dos juicios opuestos. Se dívide en positiva y negativa. Es positiva cuando hay razones iguales
de una y otra parte; ejemplo: cuál es la causa de
los temblores? Es negativa cuando no hay razones en pro ni en contra; ejemp1o: habrá habitantes en Júplter?
Opinió~ es la adhesión del entendimiento a
una pr6posición, con temor de la opuesta; v. g::
las opiniones acerca de la pena capital. La opinión
no puede producir certeza, sino probabilidad, que
puede ser mayor o menor.
, Sospecha es una opinión sin fwndamento suficiente; v. g.: es probable ~e haya guerra, por.que apareció un cometa. Conduce o~dinariamente
al error.
ARTICULO
2.°
Noción y divisiones de la certeza
Certeza es la firme adhesión de la mente. a
la verdad conocida. La certeza no debe confundirse, como lo hacen algunos, con la persuación.
No p.ued~ haber certeza sino cuando se c9noce
<:lara y distintamente ia v~~."
P9r ..eso $e..
~cc
17 -
dicho en la definición que es asentimiento a la
verdad conocida. La persuación es adhesión de
la mente a una proposición, que puede ser verdadera o errónea.
La certeza es esencialmente subjetiva, y la
verdad a que se refiere es objetiva.
Sostienen algunos autores que en la certeza
no puede haber gr"dos, puesto que es asentimie:lto del entendimiento a la verdad clara y
distintamente
conocida; otros sostienen que sí
puede haber grados en la certeza. Preciso es
haœr una distinción: en cuanto es firme adhesión
y excluye toda duda, no admite grados; Pl~ro, en
cuanto a la perfección del entendimiento, .Y también en cuanto a las verdades, consideradas en
si m¡smas, sí admite grados de perfección: así,
la certeza filosófica eS más perfecta que la certeza
vulgar. la metafí~¡ca más perfecta que la fisica
y ésta más perfecta que la moral.
La certeza puede dividirse en metafísica, física
y moral. Certeza metafísica es la firme ad!les¡ón
del entendimiento a las verdades necesarias; como
la que tenemos de que tres más dos son cinco.
Ccrttza física es la adhesión del entendimiento
a las verdades fundadas en las leyes de la naturaleza; (,Jml) ¡a que tenemos de que los cuerpos
pesan. Certeza mora: es la adhesión del entendimien;o a las verdades que se refieren a los actos
racionales del hombre; como la que tenemos de
que una madre ama a su hijo.
2
-
18 -
También puede dividirse en vulgar y filosófica. Certeza vulgar es la adhesión del entendimiento a una verdad sin conocer sus causas, o
el motivo último de la adhesión; v. g.: la que
tiene un labriego de la necesidad de la lluvia.
Certeza filosófica es la adhesión del entendimiento
a una verdad cuando se conoce el motivo ú/tim6
de la adhesión; ejemplo: la que tiene el físico
acerca de la transformación del vapor en fuerza.
Divídese también la certeza en natural y sobrenatural. Certeza natural es la adhesión del entendimiento a las verdades que podemos conocer
con Ja raz<¥! soJa; v. g.: que los árboles son vi,vientes.
Certeza sobrenatural es la adhesión del
entendimiento a las verdades que se conocen por
la revelación; como la que ~enemos acerca del
misterio de la Santísima Trínidad.
r
¡
ARTICULO
3.°
De la evidencia
Evidencia es la cognoscibilidad de la verdad
que I ;w-relifâta el asentimiento del entendimiento;
~cmo: « los diámetros del círculo son iguales:.
La evidencia es propiedad de la verdad, por
la cllal puede conocerse é~ta; como la luz que
reflejan los cuerpos, hace que se vean éstos .
. Toda verdad es evident~, en si misma, pero
no siempre lo es para nosotros; así, los misterios
son \lerdades evidcntes en sí mismas, y no lo Sún
para nn!'otrns.
-
19-
La evidencia es esencialmente
objetiva. porque
es cualidad
de la verdad;
pero ]a percepción
de
la evidencia
es subjetiva.
La evidencia se divide en inmediata y mediata.
Evidencia
inmediata
es la claridad de las verdades que se ref' ¡hen directamente,
sin raciocinio
alguno;
ejemplo:
los diámetros
del círculo wn
iguales.
Evidencia
mediata
es la claridad de la
verdad que conocemos
por medio de otras verdades, o sea por el racibcinio;
corno la demostración de un teorema.
También
se divide la evidencia en metafísica,
física "y moral. Evidencia
metafísica es la cognoscibilidad de las verdades necesarias;
ejemplo: dos
cosas iguales a una tercera son ig!lales entre si.
Evidencia
física es la claridad
de las verdades
que se refieren al orden de la naturaleza;
como
el pèSO de los cuerpos.
Evidc-ncia moral es la
cognoscibilidad
de la verdad
que se refiere a
los actos humanos;
ejemplo:
una madre ama él
su hijo.
CAPITULO II
Criterios de certeza.
Criterios scn los medios de que n05 \-1lemós
para, conocer la verdad.
Si están en d sujeto
mismo, se llaman intrínsecos;
si fuér;¡ de él, se
l!.aman extrínsecos.
Se cistinguen,
ordinariamente,
nello criterios
de certeza, a saber: los sentidl'sexternos,
la
- 20inteli¡zencia, la conciencia, la
deductiva, la razón inductiva,
mana y la autoridad divina.
primeros se llaman intrínsecoS
extrínsecos.
memoria, la razón
la autoridad huDe éstos, los seis
y Jas dos últimos
ARTICULO 1. o
Criterio de los sentidos externos
Los sentidos externos son las cinco facultades
orgánicas de que nos valemos para conocer las
propiedades corpóreas y los cuerpos. Estos sentidos son cinco: la vista, el aida, el olfato, el
gusto y el tacto. Por los sentidos conocemos prímariamente las propiedades
de los cuerpos y
secundariamente los cuerpos.
Proposición: los sentidos externos, estén sanos
{) enfermos, nunca se engañan en sus percepciones.
Se prueba: l.., por la naturaleza de las percepciones sensibles. Las percepciones sensibles se
verifican por medio de órganos, y los cuerpos
producen en ellos una impresión-física en conformidad con la acción del cuerpo y la naturaleza
del órgano; por ejemplo: un cuerpo, al reflejar
la luz obra sobre la vista y produc~ en ella, por
refracción una imagen muy pequeña del objeto;
y esta imagen es el medio por el cual el ojo,
animado por la forma, percibe el ea-lar y la figura
del cuerpo, en Jo cual no hay ni puede haber
engano, pórque estos fenómenos se verifican coI1-forme a h~yes fijas y constant~s de la naturaleza;.1
'
" ...
-
21 -
2.°, porque los órganos perciben siempre conforme a leyes inmutables
de la naturaleza, por ejemplo al mirar un bastón recto, introducido
oblicuamente en el agua, se ve como qu'ebrado;
pero
así debe percibirlo
el ojo según las leyes invariables de la refracción,
y 3.°, porque los senlid()~, al percibir, no afirman ni niegilll,
En caso de que el sentido esté enferml
también percibe conforme
a leyes invariables
de la
naturaleza;
asi, el que está enferme. de oftalmia
cromática, percibe los cuerpos COll una orla ¡rizada a causa de que Jas humores lenliculares tienen,
entonces, mayor grado de refrangibilidad;
y el que
está enfermo de fiebre gástrica,
percibe amargos
los alimentos dulces por causa de un líquido amargo difundido
en Jas papilas de la lengua; y es
claro que'. en uno y otro caso, estas percepdones
son verd.~deras,
pues dan a conocer la enfermedad que padecen los órg~l\os y la causa de ella;
luego no engañan.
l,
Reglas para
t.. El Órgano
el uso de los sentidos externos.
del
Cada sentido debe
vista a los colores,
a los olores, y así
no d(~ben percibir
tumbrados;
v. g.:
drio, etc.
sentido
debe
ceñirse a su
el oído a los
de los demás.
al través de
al través del
estar sano. 2,a
objeto propio: la
sonidos, el olfato
3.a Los sentid(¡s
medios no acosagua, de un vi-
-
22-
ARTICULO
2.0
Criterio de la inteligencia
Inteligencia es la facultad espiritual por la
<:ual percibimos inmediatamente las verèl~des primitivas ..
. La inte1igencia es por si un critedo claro y
evidente, qu~ no se puede impugnar; al tratar de
impugnarIo, forzoso sería formular algún argumento que'él adversario entiende o no; si lo primero queda admitida la inteligencia, si lo segundo
no hay impu~nación posihle.
ARTICULO
:Lo
Criterio de la conciencia
La conciencia es la facultad espiritual por la
<:ual percibimos nuestras afecciones' espirituales
presentes y nuestro propio sér.
Por la co·nciencia conocemos primariamente
nuestras afecciones espirituales presentes y secunilariamente nuestro propio sér. La experiencia
ensel'la a todos los hombres que no solamente
pensamos y queremos, sino que también nos damos cuenta de nuestros pensamient6s y deseos;
-este es el objeto directo de la conciencia. Pero,
.además, conocemos que estas.afecciones proceden
4e nuestro propio sér, y que en él residen; este
~s el objeto indirecto. Mas, para este conocimiento no se requiere el raciocinio, y, como manifiesta:
- 23la propia ~xperiencia. conocemos estas afecciones
por su presencia misma ~n nuestro espiritu.
La conciencia se divide en actual y habitual.
Actual es el conocim\ento de nuestras afecciones
espirituales 'p¥ç~
y sobre las cuales pensamos actualmente; y la habitual e:; el conocimiento
de las afecciones espirituales 'sobre las cuales no
pensamos actualmente;
por ejemplo: tengo presente la explicación que estoy haciendo, esta es
conciencia actual; tengo conciencia de sa ber un
teorema de Geometría, pero actualmente no estoy
pensando en él; esta es conciencia habitual.
ARTICULO
4.°
Criterio de la memoria
La memoria es la facultad por la cual recordamos nuestras afecciones pasadas y las reconocemos como pasadas.
Adviértase que la memoria, considerada como
criterio, comprende la memoria sensitiva y la intelectiva.
El objeto de la memoria lo constituyen las
afecciones pasadas, porque, como vimos, es facultad de recordar lo pasado. La experiencia nos
ensefta que recordamos lo que vimos u oimos
hac£: algún tiempo, y también las verdades que
en otro tiempo aprendimos. Como se ve, tanto la
memoria como la conciencia SOft criterios de verdad tan claros y evidentes por sí mismos que no
necesitan demostración alguna, y que no pueden
neg~rse sin incurrir en contradicción.
-
24
L
ARTICULO; 5.°
Criterio de. razóJ1 deductlva
Raz6ndeductiva
es· el ~çto del entendimient?
por el cual, de la compara~
cfc,s jUicios se
deduce un tercero; la expresión de este acto intelectual se llama silogismo. Este puede ser positivo o negativo. Si, de la comparación de dos
juicios deducimos una proposición afirmativa, .resulta. el primero; ejemplo: todo metal es mineral,
el mercurio es metal; luego es mineral. Si, de la
comparación. de dos juicios se deduce una proposición negatíva"tenemos el silogismo negativo;
ejemplo: ningún metal es orgánico, toda planta
es orgánica; luego ninguna planta es metal.
El afirmativo se funda en este axioma: c Dos
cosas iguales a una tercera son iguales entre sí-;
ejemplo: Si A=B Y B=C, C===;oB.El negativo se
funda en este axioma: «Oos.,cosas de las cuales
la una conviene con una tercera y la otra no, no
convienen entre sí-; ejemplo: N=B, pero C no
es igual ~ B; luego C no es igual a N.
El silogismo es criterio de certeza. Según se
ha explicado, criterios son los medios de que nos
valemos para hallar la verdad, y es evidente que
el silogismo es medio para encontrar muchas
verdades que antes ignorábamos, como se ve
en las d~mostracjones en Algebra y Geometria,
y en g~n¢ral, en todas las demostracione~. ~m-
pletas.
- 25Como la razón del hombre es limitada, y por
tanto no puede percibir todas las verdades intuitiva y directamente; necesita valerse de la comparación de varios juicios para deducir la conveniencia o discrepancia de las ideas entre sí, como
se ve en la enseñanza metódica de las ciencias.
El silogismo es, pues, criterio de certeza.
ARTICULO
6.°
Criterio de razón inductiva
Es el criterio por el cual, de la observación
de fenómenos particulares deducimos la existencia
de una ley general; por ejemplo: todos los caballos que he conocido los he oído relinchar, de
ahí concluyo que todos los cabaIlos relinchan.
La inducción es de tres maneras: completa,
incompleta suficiente y simplemente incompleta.
Completa es aquella en que, habiendo observado
que una cualidad es pr8pia de todos los individuos de una especie, inferimos que esta cualidad
es pr9pia de la especie; ejemplo: he.observado
que todos los alumnos de la escuela militar llevan
cierto vestido, de ahi concluyo que es el uniforme de esa escuela. Esta especie de inducción no
se puede verificar sino en muy corto número de
casos, y por tanto nos valemos de la inducción
incompleta pero suficiente. Incompleta suficiente
es aquella en que se ha observado cierto número
de fenómenos que bastan para inferir una ley, ().
una cualidad de una especie; ejemplo:' todos los
-
26'-
··cabal/Cls que he conocidi, los he oido relinchar,
·de ahi concluyo que todos los caballos relinchan.
Simplemente incompleta es aquella en que no se
observado suficiente el número de fenómenos
. para inferír la existencia de una ley o de una
cualidad especifica o genérica; ejemplo: he observado que. algunas veces, c1,.landolas nubes se colo. rean de rosado por la maftana, llueve; de ahí concluyo que siempre que tienen ese color, llueve.
Esta puede inducirnos a error.
ha
I
Certeza del principio en que se funda la inducción.-EI principio en que se funda la inducción
es el siguiente: «Una misma -causa, en las mis'mas circunstancias, produce siempre los mismos
efectos-; ejemplo: he observado que las rosas
rojas me producen cierto_olor, de ahí infiero que
estas rosas producen siempre el mismo olor; y
en este ~tro: e Causas semejantes, en circunstan·das semejantes,
producen efectos semejantes;
ejemplo: h~ percibido el olor de varias rosas de
distintas especies, de ahí infiero que todas las
rosas prod'ucen un olor semejante.
Condiciones .requeridas para' que la inducción
produzca certeza.-Son dos, principalmente:
l.'
Que se haya observado un número suficiente de
fenómenos. 2.8 Que las circunstancias en que se
han observado los fenómenos sean las mismas.
No es fácil determinar el número de observaciones necesarias para. que I.l inducción produzca
certeza. En ciertos ''casos como, en el descubri~
27 -1niento del barómetro,
bastan
muy pocas observaciones
p-ara deducir
la existencia
de una ley;
,en otros casos,.tomo
en la influencia de la lunadÓn en I.~s lluvias, fue preciso hacer observaciones por más de cuarenta
años para sacar esta
conc!'.lsióJl: cuando
la luna nueva tiene lugar a
mediii noche, no llueve en los siguientes dias. En
general, podemos decir que, cuando al hacer las
observaciones,
se percibe la relación de dependen·ela entre ;a causa y el efecto, como ell la invención del barómetro, del sifón, de los globos, etc.,
bastan pocas observaciones;
pero cuando
/lO se
percibe aquella relación, se n¡cesita
un gran número de observaciones.
ARTICULO 7.°
Criterio
de autoridad
humana
SegÚn el común sentir se dice que un individuo tiene autoridad,
cuando tiene razones sufi-cientes para que se le crea; por ejemplo un artesano que sabe muy bien su arte, es autoridad
en
la materia.
Autoridad
es el principio
en virtud del cual
.asentimos
a:' lo que los demás dicen. En la autoridad tenemos que atender a tres cosas:
al testigo, a sus cualidades
y a los hechos narrados.
Testigo
es la persona
que merece fe en lo
-q ue afi rma.
La autoridad
es humana y divina.
Autoridad
humana es el principio que nos mueve a creer
- 28en lo que los demás dicen; -ejemplo: un hombremuy versado en Jurisprudencia, es autoridad ell
esa materia.
El objeto del testimonio humano lo constituyen las verdades doctrinalés, o los hechos:
En el testimonio humano es preciso estudiar
separadamente dos elel]1entos:" los tes.tigos y las.
verdades· o los hechos.
Los testigos pueden ser muchos o pocos, contemporáneos o posteriores. Los contemporáneos
pueden ser oculares o auriculares.
En cuanto a los hechos, pueden ser de grande
o de poca importallCia; de fácil o de dificil conocimiento; favorables o ajenos a las pasiones.
Condiciones requeridas .para que el testimonio
hum,ano produzca cerleza. - Estas son dós: }.ft
Respe~to de los testigos se requiere que no estén
engañados, y que no engañen ni quieran engañar.
2." Respecto de los hechos se requiere que sean
de grande importancia, públicos, de fácil conocimiento y ajenos a las pasiones.
El testimonio humano puede manifestarse de
tres modo!': por la tradición, los monumentos y
la historia.
Tradición es la se!ie no interrumpida
de
testigos, desde un acontecimiento hasta nuestros
dias; ejemplo: las tradiciones que se conservan
en Oriente acerca de la vida privada de N. S.
Jesucristo.
La tradición, su puestas las debidas
c0!ldic~ones, puede .ser.criterio de certeza~,
- 29Se llama monumento una obra artística levantada por los hombres para trasmitir a )os des.cendit'ntes la memoria de algún acontecimiento;
-ejemplo: el arco de Tito en Roma, la estatua de
Bolivar en Bogotá. Entre los monumentos se cuentan los edificios o construcciones semejantes, como
arcos, torres, inscripciones; pero éstas, sobre todo
si son laudatorias, merecen poca fe. En cuanto
a los monumentos, debe advertirse que, si son
de grande importancia y se refieren a hechos públicos y ne,torios, pueden considerarse como criterío de ce rteza.
Historia es la narración escrita y ordenad=i de
los hechos.
Valor dei testimonio humano respecto de las
verdades doctrina/es.-La
veracidad del hombre
se supone, ,1 no ser que conste lo contrario, pero
la citncia sí debe probarse. La razón de esto es
que, siendo la verdad objeto adecuado del entendimiento humano, éste se inclina hacia ella, y por
eso podemos afirmar que el hombr\:, por su naturaleza, es veraz, y sólo miente en algunos casos
especiales, y esto por algún interés particular, o
movido por alguna pasión; y la experiencia nos
enseña que. aun aquel'los hombres que tienen
fama de mentirosos, siempre dicen más verdades
que mentiras. Pero, como )a ciencia no la po¡:,ee
el hombre por su naturaleza, sino que la adquiere
mediante muchos esfuerzos, pùr esto debe probarse. lá ciencia del testigo y suponerse la vera .•.
-30c¡dad. Se ha dicho, a no ser que conste lo contrario porque, como dice Cicerón, «el que unavez miente no se te debe creer en adelante." .
Proposición V El asentimiento de los pueblos.
en cuanto a las verdades doctrillales, confiere
perfecta cerceza, supuestas las condiciones reque-,
ridas. Estas son: 1.", que las verdades que enseflan sean de grande importancia; y 2.a, que el
testimonio sea unánime en cuanto a la sustancia'
de !a verdad.
Se prueba: l." Porque el hombre es naturalmente inclinado a buscar y decir la verdad; por
tanto es claro que el testimonio de los pueblos,
supues.tas tas condicioileS citadas, no puede ser
falso. 2." Porque no ~~ pos¡bk que .una multitud
de hombres de diferéntes naciones, instrucción e·
inclinaciones, se hayan convenido para forjar una
,mentira sin motivo alguno.
Proposición 2.& El testimonio de los sabios,
en materia cientifka, es criterio de certeza.
El testimonio de los sabios .puede ser de muchos, o de pocos, o de uno solo. Si es de muchos, no hay duda de que es criterio de certeza;
si es de pocos, hay que tener en cuenta que sean
muy notables, y que tengan reputación de sabios;
si es uno solo, debemos tener en cuenta que sea
un hombre muy eminente y que la verdad que
enseña sea de la esfera de sus conocimientos.
Con estas condiciones, es claro, como se ve, que
el testimonio de los sabips es oriterio de cerf~za':
-
31 -
ARTICULO
Criterio
8.°
de aut0ridad
divina
La autoridad
divina es infalihle
criterio
de
certeza; se nos manifiesta
por lil revelaci{~n.
La r,~velaciÓI1, en general, pllede cOllsid( rarse
com) la manifestaciÓn
de una v~rdad hecha por
un sér racional a otro.
La n~velación divina, en sentido
extenso, es
la manifestación
de una verdad
hecha por Dios
al hombre. En sentido estricto, es la manifestación
de una verdad hecha por Dios al hombre, sobrenaturalmente,
y que éste recibe en virtud de la
autoridad
de Dios que la revela.
Posibilidad de la revelación.-Proposicióll:
La
revelación,
de cualquier clase de verdades,
es posible. Se prueba:
1.0 Es posible de parte de Dios.
No puede carecer Dios de las facultades
racionales que adornan
al hombre, pues éste las ha
recibiào
de Dios; y. como nadie da lo que no
tiene, luego Dios tiene la facultad de comunicarse
con el hombre. 2.0 Es posible de parte del hombre, porque. si éste puede ser enseñado
por otro
hombre, con mayor razón puede ser enseñado por
Dias, que es infinitamente inteligente y veraz. 3.0
Es posible de parte de las verdades mismas, porque éstas, o son verdades natllrales.
y el hombre
puede a Icanzarlas
por sí mismo, luego también
puede trasmitírselas
Dios; o son verdades sobrenaturale3,
y en este caso, aunque
el hombre no
-
32 -
pueda comprenderlas, puede, sin embargo, conocerlas • en su existencia. Y, aun en el orden natural, hay muchas verdades que puede el hombre
conocerJas, aunque no las comprenda el perfectamente; P0r ejemplo:· un cond.uctorde ferroca'rril conoce bien el manejo de la máquina, pero
no comprende con perfección la razón científica
para que, el vapor se convierta en movimiento
mecánico de tracción; y asi, otras muchas cosas.
Proposición: La revelación, dado que exista,
es criterio infalible de certeza. Se dice en la proposición «dé\do que exista." porque la existencia
·de la re'{elación no es propiamente objeto de la
Filosofía, sino de la Teologia y dela
Historia.
Pruébase la proposición.
Se l1a' dicho que
·criterio es el medio de que nos va,lemos para
conocer la verdad; y es evidente que Dios, siendo, como es, infinitamente inteligente y veraz, no
puede enseñar al hombre sino la verdad pura;
Íuego, si la revelación existe, es infalible criterio
de certeza.
ARTICULO
9.°
Reducción de los criterios, a un último criterio
Se trata, en este artículo, de hallar un criterio
que sea como la razón suficiente de todos los
-criterios.
Condiciones que debe tener el supremo criterio
de cerleza.-Estas son tres: J.", que sea universal, es; decir, que convenga a todas las verda~;
33 2.\:)ue no suponga la existencia de otro criterio,
y 3.a, que sea primero y último, es decir, anterior
a todos los criterios y al mismo tiempo que sea
Ja razón fundamental de todos ellos.
Su puestas estas cond ¡dones necesarias, y teniendo presente el estudio que se ha hecho de
Jas ~ritl'rios, se deduce: que ninguno de ellos
puede se: supremo criterio de certeza, y que sólo
la evidencia reúne las cualidades necesarias.
Propcsición: La evidencia, en cuanto cor ocida
por el entendimiento, es el supremo criterio de
certeza. Se prueba: 1.°, porque es universal, esto
es: c:omprende todas las verdades; pues toda
verdad e~tá dotada de cognoscibilidad y por lo
mismo es evidente; 2.°, porque es absoluto y no
supone otro criterio lógicamente anterior a él, y
3.°, porque es la razón fundamental de todos los
criterios, como queda ya explicado.
Algunc:s filósofos, prescindiendo d,~ la perfección de la razón, pretenrlen que el supremo criterio de certeza es la fe divina, y por eso se
llama fideismo. Pero la fe divina no puede ser
el supreme- criterio de certeza, porque no es universal y s610 comprende unas pocas verdades.
Aùemá, supone otros criterios; como los sentidos
externos, la inteligencia, la conciencia, etc.
Otros pretenden ~ue el asentimiento del género
humano es el supremo criterio de cert~za. Mas,
contra esta opinión se pueden oponer las mismas
razones qUE' en el caso anterior.
3
-
34-
Otros filósofos sostienen que el supremo criterio de certeza es una inclinación ciega e inconsciente a aceptar la verdad; otros, que los.
sentidos; otros, que el sentimiento. Ninguno deestos sIstemas ~stá en la verdad. Esa ciega inclinación no se puede conciliar con la naturaleza
del homhre; además, es ofensivo a la razón, porque el hombre no procede estúpidamente.
Tampoco los sentidos, porque este criterio no es universai; nada nos enseña del orden intelectual y
antes está la inteligencia. Tampoco el sentimiento,
porque éste no es más que llna afección agradable o desagradable a consecuencia de la percepción de al~\Ín bien o de algún mal, y ni siquiera
es criterio de certeza.
CAPITULO
111
DeL escepticismo.
Se llama escepticismo el sistema que niega
los criterios de certeza o los supone dudosos.
El escepticismo se divide en universal y particular.
ARTICULO
1.0
Escepticismo universal
Este se divide en absoluto y académicù; el
~bsoluto sostiene que el hombre no puede conocer la verdad ;el andémico sostiene que el hombre puede adquirir probabilidad, pero no certeza.
-
35-
El escepticismo
universal
absoluto
no puede
refutarsl~ con argumentos
directos, porque no admite ningún principio
cierto y evidente.
El escepticismo
universal
absoluto
se contradice manifiestamente
y es imposible.
Los escépticos afirman el engaño de la conciencia,
de los
sentidos, etc.; de manera que supOfIen algo cierto,
algo conocido.
Además, admiten muchas v~rdades
sin contradicción
alguna. El escepticismo
es, pues,
imposil: le.
Todas
las objecione.ï
de los escépticos
san
vanas y contradictorias,
porque, o sostienen que la
verdad es incognoscible,
o que las cosas, a causa
de su continua
mutabilidad,
no pupden ser conocidas por el hombre, porque se escapan antes de
percibirlas;
o que el hombre
se engaña en sus
conocil11iento~.
En estas afirmaciones
se fundan
todas 11S objeciones
LIe los escépticos;
pero, en
primer lugar, no aducen ni pueden aducir prueba
alguna concluyente;
y en segundo lugar, al formular sus objeciones
eSlilblece'1 algunas prop()~iciones
afirmativas,
inŒrrienJn
así en evidente
contradicciÓn.
,\lnlCULO 2.°
Escepticismo
particular
Este niega algullus criterios de eCI ¡cza, y ha
tomado distintos
nombres, según el c',terio que
niega; y así, se llama idealismo
si niega las percepcioJ~es de los sentidos externes;
sen~ua ¡¡smo
- 36y materiali~mo,
si niega las percepciones ideales
de la inteligencia; racionalismo, si niega la existencia y posibilidad de la revelación; escepticismo
objetivo, si niega el valor objetivo de las verdJdes reales; histórico, si nieRa el valor del testimonio humano.
El idealismo puede también llamarse esceptidsmo objetivo. Kant fue quien le dio forma filosófica, y se reduce a la negación de las cosas
realeS. Según este sistema, todo existe en nuestra
mente, pero que nada hay real. Es imposible
practicarlo, porque, como lo enseña la experiencia, todos los hombres, aun los escépticos, conocen y admiten muchas verdades como objetivamente ciertas y acerca de las cuales no cabe
duda.
Es contradictorio
porque, si todo depende
únicamente de las ideas que formamos en el entendimiento, el hombre podría evitar lo que le
dai'ia y procurarse lo útil y conveniente; mas,
sucede lo contrario, y asi 10 confiesan los mismos
idealistas. Además, los idealistas niegan la realidad de las cosas y atribuyen realidad objetiva
a las ideas. Por lo visto, es falso el fundamento
de este sistema, y conduce lógicamente al escepticismo universal. Luego es falso e imposible en
la práctica.
El materialismo se refutará en la Antropología.
El racionalismo quedó refutado en Criteriología,
donde se demostró la posibilidad de la revelación.
-
37 -
El escepticismo
histórico se funda en e~te
argumento: Los hombres suelen enga-ñarse en el
conocirnienro de los hechos y también slle;en
engañar en el relato de ellos, luego el testimonio
humano no es criterio de certeza.
Respuesta: los hombres suelen engañarse en
el conocimiento de los hechos y engañar en su
relato, cl/ando los hechos y los testigos no tienen
las cualidades necesarias y no se observan las
condiciones requeridas, concedo; cuando tienen
las cuaiidades y se observan las condiciones requeridas, niego. Y pues sólo con estas cendiciones, el testimonio humano es criterio de certeza,
como ya se probó; sígllese que el argumerto es
falso y está fuera de la cuestión.
------------- ~
DIALECTICA
Dialéctica es la parte de la LÓgica que nos
enseña el procedimiento que debemos seguir para
juzgar con rectitud. En ella se trata de las tres
operacionês del entendimiento, a saber: idea, juicio y raciocinio; por tanto se dividirá en tves
capítulos: V, de las ideas; 2.°, de: juicio, y 3.0.
del raciocinio.
- 38CA PITULO
De las ideas.
Estas pueden considerarse en cuanto existen
. en el entendimiento, o en cuanto se expresan por
medio de los términos. Se_ dividirá este capítulo
en cuatro artículos: 1.0 De las ideas en sí mísmas.
2.· De los términos. 3.° De la definición. 4." De
la división.
ARTICULO
1.0
De las ideas en sí mismas
Idea es la representación intelectual de un objeto en la -mente. Es, por lo común, universal y
representa una naturaleza común a muchos. No
-debe confundirse la idea con la representación de
la imaginación, que es sensible y sólo representa
individuos determinados y concretos, y la idea es
intelectual y abstracta; v. g.: la idea perro representa, en abstracto, la naturaleza común a todos
los individuos de aquel género, y la imaginación
sólo representa uno o varios individuos, con su
<:olor, figura, etc .•
Comprehensión y extensión de las ideas.-Se
llama comprehensión de una idea el conjunto de
notas o cualidades esenciales que la constituyen;
por ejemplo: la comprehensión de la idea hombre
abarca las notas ente, sustancia, cuerpo, viviente,
sensitivo, racional, que se incluyen en la idea
- 39homble. Se llama extensión de una idea el número de individuos a que se aplica, y que represent2-.; por ejemplo: la extensión de la idea
h0!11bre es el número de individuos de la especie
humana.
La extensión y la comprehensión están en
razÓn inversa; asi, si la una crece la otra disminuye; :;>or ejemplo: la idea de sustancia tiene
grande extensión, pues abraza todos los seres
cJrp6rcos e incorpóreos. Si se aumenta su comprehensión, agregándole, por ejemplo, la I:ualidad
"corpórea,» la extensión disminuye; si, al contrario, aumenta la extensión de la idea «sustancia
corpórea,» suprimiendo la nota «corpórea,» entonces aumenta la extensión, pero disminuye la comprehensión.
División de las ideas.-Las ideas se dividen:
por parte del objeto:
l.· En positivas y negativas. Positiva es la
que representa un objeto en la mente. Negativa,
la que expresa negación de un sér. En sentido
estricto no hay ideas negativas, porque lo que no
es no se puede representar. Se dice por ejemplo:
tinieblas es una idea negativa, porque expresa
negación de luz, que es idea positiva.
2." En real y lógica. Real, la que representa
un objeto existente fuera de la mente; v. g.: árbol.
casa. Lógica, la que representa un concepto que
sólo existe en el entendimiento; por ejemplo: especie, género.
-
40 -
3: En simple y compuesta. Simple, la que está
constituída por una sola nota, como ente. Compuesta, la que consta de varias notas; v. g.: árbol,
hombre.
4.° En concreta y abstracta. Concreta, la que
representa el objeto con todas las nolas que ~actualmente lo constituyen;
por ejemplo: Pedro,
este caballo. Abstracta, la que representa algo
universal, o un sujeto sín propiedades, o propiedades sin sujelo; por ejemplo: humanidad, redondez, virtud.
Por razón de la extensión:
1.0 En universal, particular y singular. Universal, la que representa una naturaleza común a
muchos individuos; v. g.: sustancia, hombre, caballo. ,Particular, la que cQnviene sólo a algunos
individuos de UAa especie; por ejemplo: algunos
hombres. Singular, la que representa un individuo
determinado; ejemplo: Pedro, aquel niño.
2.? En colectiva y distributiva.
La primera
representa muchas cosas singulares consideradas
al modo de una sola; v. g.: ejército, ciudad. La
segunda designa algo uno que se predica de todos
y de cada uno de los indivíduos de una especie;
por ejem plo: animal respecto del hombre.
Por parte del sujeto:
1.0 En clara, distinta, confusa y oscura. Clara
es la que tenemos de una cosa con todas sus
cualidades; v. g.: gato, perro. Es distinta si es
de tal manera clara que nos haga conocer el ob-
-
4] -
jeto de modo que no se confu nda con otros; v. g.:
la idea de hombre, de caballo. Confusa, la que
nos muestra el objeto, no con todas sus caulidades; v. l~.: la musaraña es parecida al ratón.
Oscura, la que nos representa el objeto de un
modo muy vago e imperfecto: v. g.: el coati es
cierto roedor. Esta división no indica más que
simples grados de claridad.
2.° En intuitiva y abstractiva. Intuitiva, Ia que
adquirimos por la presencia del objeto; por ejl'mplo: la de este caballo que veo. Abstractiva, la
que concebimos mediant,e. otra idea; v. g.: la idea
de tigre concebida por media de la idea gato.
3.° En adecuada e inadecuada.
La prirLera
abraza todas las propiedades del objeto; v. g.:
la idea de círculo. La segunda representa ~ólo
algunas pre piedades del objeto; v. g.: la idea de
ë!ngel.
.
4.° En explícita e implicita. La primera representa el objeto por sus cualidades propias; Dar
ejemplo: la idea de caballo, como cuadrúpedo,
paquiderme que relincha. La segunda se concibe
por la necesaria relación del objeto con otro; por
ejemplo: el que tiene idea explícita del padre,
tiene idea implícita del hijo.
5.° En directa y refleja. Directa es la que reprefcnta un objeto extrínseco al entendimiento; por
ejemplo: la idea de causa. Refleja es la que representa un acto del entendimiento; por ejemplo: la
idea del ~ocimiento
de la causa.
- 42Reducción de las ideas universales a géneros
supremos.-Para
poder conocer todas las ideas de
un modo claro y ordenado, Aristóteles las redujo
a diez géneros supremos que llamó categorias,
y son: sustancia, cantidad, cualidad, 'relación, acción, pasión, dónde, cuándo, posici't)n y hábito.
Divídense en sustancia y accidentes.
Sustancia es\ el sér que es en sí mismo, y no
en otro; por ejemplo: árbol, casa.
Accidente es el sé! Que existe en otro y no
en sí mismo; por ejemplo: color, figura.
Cantidad es el acctillente que distribuye la
sustancia en -partes; como diez gramos. Sólo los
cuerpos tienen cantidad.
Cualidad es el accidente modificativn del sujeto; ejem plo: grande, blanco.
Relaci6n es el accidente por el cual una cosa
se refiere a otra; v. g.: padre e hijo.
Acción es el accidente por el cual una causa
se constituye eficiente en acto; ejemplo: un hombre corta una tabla.
Pasión es el accidente que expresa que un
sujeto recibe la acción de la causa eficiente; ejemplo: la tabla que es cortada.
«Dónde» es el accidente que determina la sustancia en el lugar; ejemplo: aquí, allá.
«Cuándo" es. el accidente que determina la
sustancia en ef tíe1tlpo; ejemplo: ayer, hoy.
Posición es la determinación de las partes de
un;:uerpo
en partes
43 de
lin
lugar;
ejemplo:
sen-
tado, dE' pie.
Hábito
es la circumposlclon
de vestidos
u
orné¡mer:t(¡s; ejemplo: vestido militar, la colgadura
de \\n salón.
De estas categorías
se trata especialmente
en
Ontologa.
De los predicables.- -Se llaman así las nnciones
universales
que expref·an el modo como los predicamentos,
o categorías,
se atribuyen
a las cosas,
son cinco, a saber: género, diferencia
específica,
espécie,
propio y accidente.
Género
es noción universal
que se predicn
esencialmente
de muchos distintos
en naturélleza;
por ejemplo: viviente, animal.
Difer~ncia especifica
es noción universal
que
se predica de muchos semejantes
en género, según
que se distinguen en su naturaleza;
ejemplo: racional, irracional, son diferencias
específicas
del género aninal.
Especie
es noción universal
que se predica
esencial y adecuÃdamente
de muchos distintos nunuméricamente;
ejemplo: vertebrado,
invertebrado
respecto del género animal.
Propio
es noción universal
que designa
las
cualidadr:s
que se derivan
inmediatamente
de !a
naturaleza
del sujeto; v. g.: es propio del hombre
el reir.
El propio, según Porfirio, es de cuatro modos:
1.°, lo que conviene
a toda la especie y sólo a
- 44ella y siempre, corno el reír al hombre; 2.°, lo que
<:onviene a toda la especie, pero no sólo a ésa;
ejemplo: es propio del hombre ser bípedo; 3.°, lo
que conviene sólo a la especie, pero no a toda;
como encanecer; 4.°, lo que conviene a toda la
especie, pero sólo accidentalmente;
ejemplo: ser
médico.
Accidente es noción universal que se predica
de varios sujetos contingentemente; ejemplo: estar
vestido dé uno o de otro modo.
El género, y lo mismo la especie, se divide
en supremo, media e infima, 0. próximo. Género
supremo es el que contiene todos los géneros:
éste es el género sustancia. Medio, es el que está
contenido en otro y, además, contiene otros inferiores; como viviente que está contenido en cuerpo, y además contiene los géneros planta y animal. Infima es el que está contenido en otro y
sólo contiene especies; ejemplo: animal, respecto
del hombre.
Especie suprema es la que se contiene inmedial'lmen)e en el género supremo; ejemplo: corpórea, incorpórea. Media, la que está contenida
en otra y, además, contiene otras inferiores; ejemplo: viviente, que es especie respecto de cuerpo
y. género respecto de animal y planta. Infima, la
que s610 contiene indiviJuos; como hombre.
Se llama individuo el sér en sí' indiviso y distinto de los demás; com') Juan. este perro, aquel
¡rbol. Las notas que lo distinguen son: forma.
- 45figura, lugar, tiempo, raza, patria y nombre, que
no pu,~dcll ber todas comunes a varios individuos.
ARTICULO
De la expresión
de las ideas
2.°
por medio
de los términos
Los hombres suelen expresar sus afecciones
por medio de actos o ademanes a los que se
da el nombre de signos. Signo cs todo acta o
hecho que, percibido, conduce al conocimiento de
una cosa.
Los signos son naturales unos, y arbitrarios
o convencionales otros. Signo natural es el que
se deriva de la naturaleza de las cosas; por ejemplo: el humo es signo natural de que hay fuego
encenë.ido; el gesto que es signo natural del hombre. Signo arbitrario o convencional es el que
expresa a\,so por el c0nvenio de los hombres: v.
g.: las banderas de señales en la ingenieria y en
la milicia. El término es el signo único de que
se ocupa la Dialéctica y es en parte natural y en
parte arbitraria.
Tél min) es la expresión de una idea por
medio de la palabra.
Divisiones comunes al término mental y al
oral.-Los términos se dividen:
1.0 En positivos y negativos. Positivo es la
expresión de una idea positiva; por ejemplo:
hombre, casa. Negativo, el que expresa negación
.de entidad; por ejemplo: mal, tinieblas, pecado.
-
46-
Los términos pueden ser positivos en la expresión y negativos en la significación; como mal,
finito; negativos en la expresión y positivos en
la significación; por ejemplo: infinito, inmenso;.
y positivos o ne~ativàs tanto en la expresión
como en la significación; ejemplo: hermo~o, afable; incorrecto, inmora I.
2." Concreto y abstracto. Concreto es la expresión de una idea concreta; ejemplo: Ped ro, este
caballo. Abstra'tto, el qúe expresa una idea abstracta; ejemplo: blancura, humanidad.
3. En simple y compuesto. Simple, el que con
una sola palabra expresa una idea; ejemplo: casa.
Compuesto, el que con varias palabrfs expresa
una idea; ejemplo: casaquinta.
4. Sustantivo y adjetivo. Sustantivo es el que
expresa existencia real; ejemplo: hombre, casa.
Adjetivo, o connotativo, es el que expresa una
cualidad; v. g.: bueno, blanco.
5.° En universal. particular, singular; colectivo
" distributivo.
Universal es el que expresa una
idea que se predica de muchos, según la misma
razón; ejemplo: todo, ninguno. Particular, el que
expresa una idea que sólo se aplica a unos pocos;
ejemplo: ciertos, algunos. Singular, el que expresa
una idea individual; ejemplo: Pedro, Luis. Colec0
0
tivo,
el que
expresa
una
idt'a
4UC
Se
apiica
a
muchos, tomados conjuntaménte; ejemplo: ejércitu, congreso. Distributivo, el que expres lUla idea
que se predic~ de todos y de' cada uno- de los
-
47-
individuos
de una especie; como bípedo, en esta
frase: todo hombre es bípedo.
Divisiones del término oral.-EI
término oral
se divide:
1.0 En significativo
y vano. Significativo,
el
que representa
algo existente en la naturaleza o
en el entendimiento;
CO:TIr¡ árbol,
centauro. Vano
se llama un término a que nada corresponde
en
la naturaleza ni en el entendimiento.
como "blitiri.»
2. En univoco, equívoco y análogo. Unívoco
es el qle siempre se emp~ea en la mismil significación; como Dias, hombre. Equívoco ci que se
emplea en diversos significados;
como toro, que
representa
el animal, una constelación,
una moldura, el apellido,
etc. Análo~o, el que se aplica
a diferentes cosas por algunas semejanzas.
Puede
ser por analogía de atribución,
o por analJgia de
proporción.
El primero se aplica a varias cosas
por la relación que tienen con otra; como sano,
que se predica del alimento, del clima, del ambiente, etc., por la relación que tienen con la
salL":d del hombre. El segundo se atribuye a varias co~as por cierta imperf~cta semejanza en los
efectos; ejemplo: decir tie un pIado que éS ¡sueño .
.3. En fijo y vago. El primero ;:;ignifica siempre una cosa determinada;
como hombre, planta.
El segundo se emplea con significación
indeterminada: ejemplo: naturaleza, civilización.
Propiedades de los términos.-Estas
se refieren
a la significación
en que deben emplearse en la
0
r
0
-
48-
10c!1ción. Estas son suposición,
apelación, ampliadón, restricción
y traslación.
Suposición
es el uso de un término para expresar alguna cosa. La suposición
se divide: 1.0
En material y formal. Material es el uso del término como suena; v. 'g.: hombre, en cuanto es la
palabra misma. Formal es la acepción del término
para significar la cosa representada
por él; ejemplo: hombre, en cuanto es el animal racional. 2."
En real y lógica. Real es el UEO del término para
expresar
una cosa existente
fuera del entendimiento; ejemplo: casa. Lógica es el uso del término para expresar el concepto del entendimiento;
ejemplo:
planta, para significar
la idea. 3.° En
universal,
particular
y singular.
Universal,
si se
aplica a todos y a cada uno de los individuos
de una especie; ejemplo:
ningún perro es bípedo;
bípedo supone aquí universalmente.
Particular,
si
el término debe entenderse
sólo en una parte de
su extensión;
ejemplo:
todo pájaro es vertebrado;
vertebrado
supone aquí particularmente,
pero pájaro supone universal
o distributivamente.
Singular, si el término se emplea para designar un solo
individuo;
ejemplo:
Pedro anda. 4: En colectiva
y distributíva.
Colectiva
es el uso del término
aplicado a muchos tomados conjuntamente;
ejemplo: congreso.
Distributiva,
si el término se aplica
a todos y a cada uno de los individuos
de una
especie;
ejemplo:
todo hombre es blpedo.
Es la
misma universal.
- 49Apelación es la aplicación èè un término a
otro. Puede ser material o forraal. Material, si el
término se aplica a otro sók:l como sujeto; y es
forma] si el término se aplica él otro por razón
de su naturaleza o forma; ef\ "~I ejemplo: el médico canta, la apelaci6n es rñàterial, porque no
ejerce la acción por razón de ser !nédico; pero en
este (~tro: el médico cura, la apelación es formal,
porqut~ ser médico es la razÓn formal del curar.
Ampliación es tomar un término en mayor extensión de la que tiene en la proposición; ejemplo: los mansos poseerán la tierra, el .poseerán
se· extiende al presente y al pretérito.
Restricción es en'tender uft término en menor
extensión de la que tiene en la proposición;
ejemplo: Eva es madre de los vivientes; s(~ entiende sólo de los hombres.
Traslación es el uso de un término en sentid<>
metafÓrico y no en su sentido propio; ejemplo:
Nuestro Señàr Jesucristo es el cordero de Dios.
ARTICULO
De
la
3.°
definición
Definiciófl es la proposición que explica lo
que es una cosa.
La ,definición se divide en nominal y real. DefinicIón nominal es la que explica el nombre de
una cosa; y ésta pu~de ser etimológica, común
y privada ...
4.
-50La etimológlcil explica el origen de un nombre;
v. g.: himen6pteru. viene del griego hymen, membrana, y.pleros, ala¡
,
. Definición com~n es la explicación de una
cosa según lengu'tfe vulgar; ejemplo: se llama
alma el principio ~ue, en nosotros, piensa, quiere
y siente. Privada es la que alguno da en al~unâ circunstancia, por autoridad propia; ejell1plo:
llamo alma cierta fuerza Inmaterial.
La definición real explica la cosa tal como es
en sí misma. Puede ser esencial y descriptiva ..
La esencial explica la naturaleza de la cosa
definida; ejemplo: el hombre es animal racio~~I;
triángulo es una superficie cePrada por tres \fneas.
La descriptiva explica una cosa por sus cualidades. Puede ser propia, causal, accidental y
genética.
La definición propia explica la cosa por las
cualidades que se derivan de su naturaleza, y que
Je son características;
el caballo es cuadrúpedot
paquidermo que relincha.
Causal es la que explita una cosa por su
causa; ejemplo: el hombre es un sér inteligente
y libre crèadú por Dios.
Accidental es la que explica una cosa por sus
cualidades accidentales, pero que tomadas en conjunto, sóló se aplican a ella; ejemplo: la urraca
~s un p4iarq del tamafío de una paloma. de pico
.:ónico. plumaje 'Variado. e~c.
-
51 --
Genética es la que ex'plica una cosa por su
origen; ejfmplo:
eclipse de luna es el defecto de
luz en la luna por interposición
de la tierra entre
¡Iquélla y el sol.
f('eglas de la de{inición.-Para que. una definiciÓn sea correcta,
debe tener ciertas cualidades
que se explican
en Jas reglas siguientes:
l.a La definición debe constar de género próximo y di':erencia específica.
2." La definición debe convenir a todo y a sólo
lo definido.
3." Debe ser más clara que lo definido.
4.3 La definición debe ser corta, en cuanto sea
posible,
5,' La definición no debe tener palabras metafóricas,
n,' La definición no debe Scr negativa, salvo
el caso en que sea preciso definir una cCosa negativa, como el mal, las tinieblas, etc, Todas estas
reglas se fundan en razones evidentes
y de fãdl
compreliensión,
Utilidad de la definición.-Esta es innegable
porque, como dice Cicerón, c"¡'odo el q'ue l"'lI¡>rende '..10 estudio acerca de alguna discipli\1;\ -:ien\Ífica debe cmpeiar por la definición par.l ceterminar bien el a'unto
de que se trata,»
Por .Ia defintèión se evitan las disputas inútiles,
que casi siempre proceden de la co¡¡iusión de las
ideas y de la faU~~4£ precisión en las cuestiones.
Adeltlás, el t_no
de las ciencias es, .eQmo
se ve claramente, saber qué es la cosa, y esto ~
obtiene por medio de la definición.
\
~
,·Usosde la definición.--Debe empezarse
tratado, o una discusión, fijando con claridad ef
asun~o o asuntos de que se trata, y, de ordinario
se consigue esto fijando una buena definición.
Como la definición tiene por objeto dar a
conocer la cosa en sí, es claro que no todo se
debe deftni~ y por eso no se definen las cosas
perfectamente conocidas. Además, las nociones'
trascendentales
expresan algo uno e indivisible,
como ente; no es posible definirias, aunque se
puede, como dice Santo Tomás, explicarias de
algún modo ..
Como son pocas las definiciones esenciales
que podemos hallar, tenemos que valemos de
definiciones descriptivas;
pero debe cuidarse de
que se ajusten a las reglas de la definición.
La definición esencial debe siempre preferirse
,aJa descriptiva, Y entre las descriptivas, la pro'pía debe preferirse a las demás.
un
ARTICULO
4.0
De la división
División es la distribución de un todo en sus
partes.
- Se llama todo, lo que es uno y se pueue (ï\stribufr en partes.
La división se distingue en nominal y real.
-
53 -
División
nomir1al es la enumeraciÔn
de las
¿y'cepciones de una palabra;
ejemplo:
toro, que
~icne varias acepciones.
División real es la distribución del todo real, o existente,
en sus pades;
ejemp'o:
el hombre se divide en cuerpo y alma .
. El todo se distingue
en lógico, físico, metafí~ico, accidental
y moral.
:"
El todo lógico e'\ algo universal
que se distribuYI~ en los conceptos que comprc;¡cnde;
como
la división
de los géneros
en especies
e indi-
viduos.
Todo físico es aquel cuyas partes son reales
y separables;
ejemplo:
el hombre, que se compone de cuerpo y alma.
Se llama todo metafísico
aquel cuyas partes
son constitutivas
de la esencia; ejemplo:
el hombre que se compone de animalidad
y racionalidad.
Todo accidental
es aquel cuyas partes
son
supue~;tos;
ejemplo:
un montón de piedras.
Si
las partes del todo accidental
son personas,
toma
el nombre de moral;
ejemplo:
un batallón,
un
colegio,
Las distinciones
enurneradiis
se aplican tambi<~1la la división,
Reglas de la división.-Las reglas a que debe
ajustarse
la división,
son las siguientes:
1:' La división
debe ser completa, es decir:
que se enumeren
todas
las partes que contien.~
el todo.
-542. Las parles deben ser opuestas unas a ofra~.
de modO' que no estén incluídas unas en otra~.
3." La división debe ser metódica, es decir, qu~
se "divida primero en partes mayores, y despu~
se subdivida en menores.
4." La división debe ser ordenada, pero nunca
exagerad;!; debe~acerse según las partes que ten"ga el todo, sin subdividir demasiado para evítar
confusiones.
Utilidad y usos de la división.-EI
entendimiento humano, por causa de su limitación, no
percibe intuitivamente todos los elementos de las
<:05as, y necesita considerarias y estudiarlas por
partes, y esto lo consigue por medía de la división. Siendo ésta acertada y metódica, adquirimos
ideas claras de las cuestiones que estudiamos.
Deben dividirse los asuntos. según las reglas
.anferiores, en las partes principales que naturalmente contengan, y éstas en otras; pero sin ex-tender demasiado la división, pue~ tan defectuoso
.es ,no dividir, como dividir demasiado.
10
I
.
CAPITULO II
Del juicio.
El juicio es acto del entendimiento por el cual
afirmamos o negamos u~ cosa de otra .
. El juicio puede considerarse como simple acto
del entendimiento, o en cuanto este acto se expresa con palabras.
- 55ARTICULO
Del juicio,
J • et
como acto del entendimiento
En El juicio entran tres elementos:
la entidad
<1~i que se afirma o se niega algo, y se llama
sujeto;
la noción que se afirma o se nipga del
sujeto. y se llama predicado;
y la noción de que
nos valemos para unir o separar
las dos ideas,
y se llama cópula, que se expresa con el verbo
ser; ejemplo: Pedro es médico. Pedro es el sujeto,
médico el precedido y es la cópula. Juan no ,es
ingeniero,juan
es el sujeto, ingeniero
el predicado que se niega de Juan; y el verbo ser es la
cópula) precedido
de la negación .
• Divisiones del juicio.-Por parte del objeto, el
juic,jo se divide:
1." En verdadero
y falso. Juicio verdadero
es
el que está conforme con la realidad de las cosas,
y plll'Lie ser afirmación verdadera, como: la tierra
es redonda, o negación
verdadera
como: la luna
no tiene luz propia. Juicio falso es el que no estéi
conforme cnn la realidad de las cosas, y puede ser
afirmación
falsa, como: la luna tiene luz propia,
o negación falsa, como: la tierra no cs redonda.
2.° En juicio de existencia
y juicio de' atribu •.
ciÓn. Juicio de existencia es el que afirma o niega
simplemente
la existencia
de un sér; ejemplo:
el
sol existe;
no existe el centauro.
Juicio de atribución es el que predica
una cu ••lidad de un
~ 56sujeto; ejemplo: el hombre es inteligente; el h~mbre no es cuadrúpedo ..
'
Por parte del sujeto, se divide (el juicio' 1 en
prudente y temerario. Juicio prudente es el que
se apoya el) motivos Qien conocidos; ejemplo, lét
planta es viviente; el perro no es planta. Ten'lerario es el que se apoya en motivos no bien conocidos; ejemplo: laso-manchas del sol influyen en
los temblores de tietra.
Por parte de la conexión entre el sujeto' y el
predicado:
1.0 En afirmativo y negativo. Juicio afirmativo.
es el que expresa que una cualidad conviene a
a un sujeto; ejemplo: Dios es bueno. Negativo,
el que manifiesta que un predicado no le. cona.
viene a un sujeto; ejemplo: el hombre no es bruto.
2.° En analítico y sintético. Analítico es a'quel
en que el atributo expresa la esencia del sujeto;
ejemplo: los diámetros del círculo son iguales; el
bombre es racional. Sintético es el que expresa
que un predicado le conviene a un sujeto contingentemente; ejemplo: Juan es g~ómetra.
lO}
ARTICULO
2.0
De la expresión del juicio con palabras o sea de la
proposición
Oración eS el conjunto de palabras que expresan una emoción del .alma. Puede ser perfecta
si expresa sentido completo, corno: Dio~ es. ama-
- 57ble. Imperjecta en el casa contrario; v. g.: oh Dias
mío; siendo la virtud amable. La oración perfecta
puede ser: Enunciativa,
si es la expresión
de un
juicio con palabras;
ejemplo: la planta es viviente.
Vocativa,
sí se emplea
para llamar a alguno;
ejemplo:
oigame. Interrogativa,
si se emplea para
preguntar
algo; ejemplo: qué dice usted de esta
cue~tión?
Imperativa, si se emplea para mandar;
ejernplo~
atiéndc a tu oficio. Deprecativa,
si se
emplea
para rogar que se haga alguna
cosa;
ejemplo;
hágame usted el favor;
'! simplemente
optativél' :~i sÓlo expresa
algún de:_eo; ejemplo:
ojaléi nos vaya bien.
Proposición,
que es la misma oración enunciativa. es la expresión de un juicio sin palabras.
Elementos de la proposición. - Estos son: el
sujeto, que es la palahra o conjunto de palabras
que rep'-esenta
la cosa de que se afirma o se
niega algo; el predicado es la palabra o palabras
que expresan
lo que se afirma o se niega del
sujeto, y el verbo que expresa
la relaCÎór; cotre
el sujeto y el predicado.
El verbo con el predicado constituyen
el atributo
de la proposición.
Komtlre es la palabra que expresa
la sustancia, I) la cualidad.
Si lo primero, se llama sustan-.
tivo, corno perro, árbol;
si lo segundo,
adjetivo,
como bueno, grande.
Verbo es la palabra que expresa
el atributo
de la -proposiciÓn
bajo la variedad
de tiempo;
v. g.: escribo, andas, discute.
- 58División de las proposiciones:
1.0 Por parte de la materia la proposición se
odivide en necesaria, contingente, posible e imposible. Proposición necesaria es aquella en que el
atributo pertenece a la esencia del sujeto; ejemplo: Dios existe. los diámetros del circulo son
iguales, el hombre es racional. Ccnlingente es
aquella en que el predicado se atribuye al sujeto
accidentalmente; ejemplo: Pablo es abogado. Posible es la que expresa que un predicado puede
convenirle a un sujeto; ejemplo: Julio puede ser
filósofo. Imposible es la que expresa un predicado
que repugna a un sujeto; ejemplo: el triángulo
es redondo, el hombre no es racional.
2,· Po~ parte de la extensión del sujeto, en
universal, indefinida, particular y singular. Universál es la que expresa que un predicado conviene a todos y a cada uno de los individuos de
una especie; ejemplo: todo hombre es racional.
ningún caballo es inteligente. Indefinida es la que
expresa que un predicado conviene a. muchos
individuos, de un modo indeterminado; ejemplo:
el hombre es inteligente, el perro es fiel. En materia necesaria la proposición indefinida equivale
.él la universal; en materia contingente, puede equivaler a la particular o a la universal. Particular
es la que expresa que un predicado conviene a
-algunos individuos de una especie; ejemplo: algún
.perro es negro, algunus hombres son blancos.
-59Singular es aquella cuyo sujeto es un individU{)
determinado; ejemplo: Juau es poeta.
3.° Por parte del sujeto y del predicado, en
simple y compuesta, una y múltiple. Simple es
aquella en que tanto el sujeto como el predicado
se expresan con una sola palabra; ejemplo: Jullo
es médico. Compuesta es aquella en que el sujeto,
o el predicado, o ambos se expresan con varias
palabras; el hombre pequeño es poco andador,
Pedro no ·~s muy robusto para el caso. Proposición una es la que consta de un solo sujeto y
un solo atributo; ejemplo: Elías estudia, el hombre muy gordo no es bien ágil. Múltiple es la
que envuelve en sí varias prúposiciones; ejemplo:
Pedro estudia y pasea, Pedro y Juan estudian,
Pedro y Juan estudian y pasean.
4." Por parte de la conexión entre el sujeto
y el atributo, se divide en afirmativa y negativa.
Afirmativa es la que expresa la conveniencia entre
el sujeto y el atribulo; v. g.: el perro es cuadrú¡:ledo. Negativa, la que expresa la no conveniencia del sujeto con el arributo; v. g.: el caballo
no es bípedo.
Reglas acerca de las proposiciones afirmativas y
negativas.-l.a
En toda proposición afirmativa el
predicado se atribuye al sujeto según toda su comprehensión, Rero no según toda su extensión, o, en
Q&rostérminos: el predicado de la proposici1n afirmativa supone particularmente; el perro es cuadrúpedo. Cuadrúpedo se toma en toda su comprehen-
sión, pero no en toda su extensión, porque no todo
cuadrúpedo es perro. Se exceptúa el caso en que el
atributo es definición esencial del sujeto, pues, en
tal caso, el atributo se toma eñ toda su extensión;
ejemplo: todo hombre es animal racional; podemos decir: -todo animal racional tS hombre. 2.a En
la proposición negativa el predicado se toma en
toda su extensión, pero no en toda su comprehensión; ejemplo~ ningún hombre es bruto. El predícado bruto se niega de todos los hombres, y por
eso podemos decir: ningún bruto es hombre.
La proposición se divide también en categórica
e hipotética. 'E:ategórica es aquella en que afirma
o se niega. determinadamente un predicado de un
sujeto; ejemplo: la tierra es redonda, la luna no
tiene luz propia. Hipotéti,ca es aquella en que se
atriyuye un predicado a un sujeto, supuesta una
condición. Esta puede ser de tres modos. a, saber:
Condicional o conexa es aquella en que se afirma
o se niga un predicado de un sujeto, por la relación que tiene con un antecedente; ejemplo: .si el
sol calienta, el termómetro sube. Conjunta es una
proposición hipotética en que se niega que dos
o más atributos puedan pertenecer simultáneamente a un mismo sU¥to; ejemplo: no se puede, a
un tiempo, servir a Dios y a las riquezas. Disyuntiva es una proposición hipotética en que se
atribuye a un sujeto uno de varios predicados enymerados en el antecedente; ejemplo: Julio es in'glés. francés, alemán o español.
-
61 -
Reglas a que deben ajustarse las proposiciones
hipotéticas, para que sean verdadera5.-1."
Para
que la proposición condicional sea verdadera se
requiere que haya real dependencia entre el antecedente y el consecuente; así en el ejemplo citado:
si el sol calienta, el termómetro sube, es verdadera,
parget\: I~ay relación de dependencia entre el calentar el sol y subir el termómetro; y es falsa esta
·prop)sición: si aparece un cometa habrá guerra,
porque no hay dependencia entre el antecedente
y el C'on:;ecuente.
2a Para que la proposición conjunta sea verdadera, se requiere que los dos predlcé.dos se excluyan mutuamente; asi la proposición citada: no se
puede servir a un tiempo a Dios y a las riquezas,
es verdadera, poryue una y otra cosa se excluyen
mutuamente; pero sería falsa esta otra: no se puede ser neRro Y médico, porque no se exduyen
mutuamente.
3.' Pera que la proposición disyuntiva sea verdera se requiere que la enumeración sea completa
y que hé.ya oposición entre los términos; así la
proposición citada: Julio es francés. cte., es venta:'
dera a causa de que, por el conocimiento anterior que tenemos, Julio ha de ser precisamente de,
una de estas cuatro naciones; pero es falsa esta
otra: (¡cerón es griego, fenicio o· egipcio, porque
('icerón fue romano.
Proposiciones moda/es.-Son
las que expresan
~I modo especial como el predicado se atribuye
-
62-
al su~to. SOli ,cuatro: necesaria, contingente, posible e imposible. Bastan los ejemplos siguientes:
necesariamente los radios del círculo son iguales ~
Luis' es médico contingentemente; es posible que
Julio sea feliz; es imposible que el círculo sea
cuadrado.
Propiedades relativas de las proposiciones.Estas son las que resultan de la comparación de
las proposiciones entre sí. Los filÓsofos señalan
tres: oposición, equivalencia y conversión.
Oposición, ~egún Aristóteles, es la afirmación
y la negación de un predicado
respecto de un
mismo sujeto. Para que dos proposiciones sean
estrictamente opuestas se requier~ que ambas tengan el mismo sujeto, el mismo predicado y que
la una sea afirmativa y la otra negativa. En sentido muy lato suelen llamarse opuestas las proposiciones que expresan cosas diferentes .
. Las proposiciones opuestas pueden ser de cuatro modos: contradictorias, contrarias, subcontrarias y subalternas.
Cõ~tradictorias son dós proposiciones de las
ciulles la una niega precisamente lo que la otra
afirma, de suerte q.ue entre las dos no hay medio
.lógko; ejemplo: todo hombre es racional, algún
bombre no' es racional; ningún hombre es volátil, algún hombre es volátil; Pedro anda, Pedro
no and,a.
Contrarias
son dos proposiciones,
que. la una
afirma y ,la Gira ·ni., pero que entre las ...d~
- 63puede haber medio lógico; ejemplo: todo hombre
es blanco, ningún hombre es blanco; Pedro duerme, Pedro está despierto.
Subcontrarias son dos proposiciones
particulares, la una a firmati va y la otra negativa; ejemplo: alglÍn hombre es blanco, algún hombre no
es blanco.
Subalternas son dos proposiciones,' ambas afirmativas, o ambas negativas, la una universal 'f
la otra particular; ejemplo: todo hombre es sensitivo, algún hombre es sensitivo; ningún hombre
es bruto, algún hombre no es bruto. En éstas,
la u.niv(:rsal se llama subalternante y la particular subalternada.
Reglas ecerca de la oposicion.-1.a Dos contradictorias no pueden ser ambas verdaderas, porque sie:ldo la una negación exacta de la otra,
si ambas fueran verdaderas,
podría una cosa
ser o 110 ser al mismo tiempo, lo que es absurdo. Por la misma razón, no pueden ser ambas
fall:,as. Necesariamente, la una es verdadera y la
otra faLsa.
2.· Dos proposiciones
contrarias no p!.1eden
ser ambas verd¡lderas, porque, tomándose el sujeto en ambas en toda su extensión, es claro
que la verdad de la una excluye la verdad de
la otra; así, siendo verdad que todo hombre es
inteligente, es falsa su contraria; ningún hombre
es inteligente, luego no pueden ser ambas verdaderas.Pueden
ser ambas falsas, porque ]\élbiendo
- 64medio lógico entre ellas, éste puede ser verdadero; ejemplo: todo hombre es blanco, ningún hombre es blanco: estas son ambas falsas, pero el
medio lógico es verdadero: algún hombre es blanco, algún hombre no es blanco. Y, finalmente,
la· u na puede ser verdadera y la otra falsa.
,
3.~ Las ~ubcqntrarias no pu~den ser, ambas
falsas, pero sí pueden ser ambas verdaderas, o
una verdadera y la otra falsa; por ejemplo:
algún hombre es blanco, algún hombre no es
blanco; ambas verdaderas; algún hombre es cuadrúpedo, algún hombre no es cuadrúpedo:
la
una falsa y la otra verdadera.
4.a En las subalternas, si la universal es ver-dadera, también es verdadera la particular, porque
ésta está contenida en ~quélla; eJemplo: todo
.hombre es inteligente, luego algún hombre es in'teligente;
ningún hombre es reptil, luego algún
hombre no es reptil. Si la particular es falsa,
también es falsa la universal; ejemplo: todo hombre es cuadrúpedo, algún hombre es cuadrúpedo.
La razón es que el sujeto de la particular, está
contenido en la universal.
Equivalencias de las proposicioo.es. -Se llaman
equivalentes las propOSiciones que, con distintas
palabras significan lo mismo; ejemplo: todos los
hombres morirán: ningún hombre escapará de la
muerte, etc. La equivalencia se define: reducción
de proposiciones opuestas a una misma signiñc'ación. Anteponiendo la neg~cJón al sujeto de la
la
- 65propOSlclon universal afirmativa queda convertida
en equivalente de su contradictoria; ejemplo: todo
hombre es blanco; antepuesta la negación al sujeto,
queda: no todo h()mbre es blanca, o sea algún
hombre no es blanco. Este es el único caso que
se usa, corrientemente en castellano.
Ccnversión de las proposiciones. -Esta es una
mutadón que consiste en poner el sujeto en lugar del predicado, y éste en lugar del sujeto;
pero de modo que la segunda se ·deduzca lógicamer.te ce la primera, y cuidando de que ninguno de los términos tenga mayor extensión en
la se~unda que en la primera.
La conversión puede ser símple, o perfecta, y
por accidente, o imperfecta. En la primera se cambian :.05 lérmino5, conservando su extensión. En
la 5e~:unda se cambian los términos, mudando su
extcn:,ión.
L2. conversión simple sólo es le¡;ítima en la
prop(lsícicín universal negativa y en la part'.cular
afirmativa; ejemplos: aJ ninguna pl;¡nta es sensible, puede convertirse en ésta: nin¡:;ún sensible
es planta, porque el predicado de la proposición negativa se turna en toda su extensión y
por tanto, puede ser sujeto de la proposición
universal. b) Algún animal es carnívoro, puede
convt:rtín:e en ésta: algÚn carnivora es animal,
porque el sujeto de la proposición particl! ar se
toma en una parte de su extensión.
5
- 66. La proposición universal afirmativa no puede
convertirse
simplemente sino cuando el atributo
es definición esencial del sujeto; v. g: todo animal es viviente sensitivo, puede convertirse 'en
~ta, todo viviente sensitivo es animal.
La proposici6fl. universal afirmativa sólo PU;?de convertirse por accidente; ejemplo; todo animal es orgáhico, s610 puede convertirse en ésta:
algún orgánico es animal, porque en aquélla, d
predicado tiene mayor extensión que el sujeto 1
supone particularmente. La proposición particular
afirmativa puede convertirse, por accidente, en
universal afirmativa; cuando el sujeto pertenece
a la esencia del predicado; ejemplo: algún orgánico es animal, puede convertirse en ésta: todo
a,nimal es orgánico.
Ilación inmediata.-Se llama así la operación
del ~ntendimiento por la que, de una proposición
se deduce inmediatamente otra, sin previa comparaci6n co.n un teréer término. Es de tres modos:
1.- Por relación necesaria; ejemplo: Dios es bueno, luego es amable. 2.° Por contrariedad; ejemplo: ninguna ave es cuadrúpedo,
luego ningún
cuadrúpedo es a ve. 3.° Por subalternaci6n; ejemplo: todo viviente es orgánico, luego algún vil'iente es orgánico.
- 67CAPITULO III
Del raciocinio.
Este capitulo se divide en cuatro
aítículos:
1." N')ción del raciocinio
en general, y fundamentos en que se apoya. 2,° ReRlas del silogismo
y
sus varias
formas. 3.° Del silogismo
en cuanto
a su materia.
4.° De la argumentación
sofística.
ARTICULO
Del .raciocinio
1.0
en general, y del
en que se apoya
fundament.)
Raciocinio
es la operación
del entendimiento
en que, de la comparación
de dos ideas ccn una
tercera, se deduce la conveniencia
o no conveniencia
de ellas. Si las dos ideas convienen
con uJla tercera, se deduce la conclusión
afirmativa;
ejl~mplo:
lo que piensa es in,material, el alma humana piensa, luegl) es inmaterial.
En este è)cmplo
hallamos que piensa e inmaterial convienen
C'nt~e .;í,
y que alma humana y piensa convienen
c"ll e
sí. Como se ve, el raciocinio
afirmativo
se funda
en este axioma
evidente:
«Dos cosas iguales a
una tercera son iguales entre sí."
Si. de las dos ideas, la una conviene c~n una
tefCt~ra y la otra no, se deduce una concius¡ón
negativa, que expresa que las dos ideas cemparadas no convienen entre sí; ejemplo: ningÜn cuerpo
piensa, el alma humana
piensa,
lueg(\ el 'lIma
humana no es cuerpo. En este raciucinio
compa-
- 68ramos pensar con cuerpo y hallamos que no convienen, y Que pensar y alma humana sí convienen.
El raciocinio hegativo se funda en el a~ioma:
«Dos cosas de las cuales la una conviene con
una tercera y la otra no, no convienen entre sí.,.
La expresión del raciocinio con palabras se
llama silogismo, y acaso argumento.
Silogismo
es, pues, [a expresión de una operación del entendimiento por la cual de dos juicios se deduce
un tercero, como los ejemplos anteriores.
En el silogismo se hallan dos elementos: uno
material, constituído por los juicios expresados
por las proposiciones en que se hace la comparación de dos extremos con un medio; y otro
elemento formal que es la conexió,n o relación
de dependencia entre la conclusión y los dos juicios primeros, y esta relación se llama consecuencia.
Las ideas que se comparan' èon una tercera,
se llaman extremos, y la tercera con que se comparan se llama medio. Los extremos se llaman
mayor y menor. Mayor es el predicado de la
conclusión, y menor el sujeto de la misma, por
tener en toda proposición
mayor extens.ión el
predicado que el sujeto.
Las dos primeras proposiciones del silogismo
en que se hace la comparación de los extremos
,con el medio, se llaman premisas. Las dos premisas, se llaman también antecedente del silogismo, y la conclusión se .llama consecuente.
-
69-
Es preciso distinguir
cuidadosamente
entre fa
consecuencia
y el consecuente.
El Cotls~cuente es
la conclusión
considerada
en si misma; pero la
consecuencia
es la razón de dependencia
entre
la cotlclt:sión
y las premisas;
o en otros términos, la raz,ín tormal por qué la cr¡nclusió.'1 está
contenida
en las premisas.
El silogismo puede ser deductivo
o inductivo.
El primero procede de los principios
universales
a conclusiones
particulares,
o menos universales;
o de las causas a los efectos, como en los ejemplos anteriores.
El segundo procede de fenómenos
particulares
a leyes universales,
o sea de los efectos a las causas;
ejemplo: observó Tarricelli que
llenando
un tubo con mercurio e invirtiéndolo
sobre un vaso con mercurio, el contenido en el tubo
baja, deteniéndose
a cierta altura, y de aquí dedujo el peso de la atmósfera.
El proceso d;~1 silogismo inductivo, como se ve, es inverso dei que
se sigue en el silogismo deductivo.
Dd silogismo
illdllctivl) ya se trató en la criterir¡!r.¡gía.
ARTICULO
2.°
Reglas del silogismo
Para que" el silogismo concluya rectamente
se
requiere que esté formulaáo
conforme a cier40s
principios,
para que la consecuencia
se deduzca legítimamente
de las premisas.
Los lógicos han
compendiado
las condiciones
del silogismo en las
ocho rt~glas siguientes:
-:' 70 ¡a T,)do silogismo debe constar .de sólo tres
términos: maror, menor y //ledio.
2.~ Ningún término debe tomarse con mayor
extensión en la conclusión que en las premisas.
3.a El término médio debe" estar tomado (1)
por lo menos una vez en las premisas, salvo que
el silogismo sea singular.
4." El término medio no debe entrar en la
conclusión .
. 5." De dos premisas negativas no puede sa,carse conclusión ninguna.
6," Si ambas premisas son afirmativas no puede sacarse conclusión negativa,
7," De dos premisas particulares no se deduce
ninguna conclusión.
8." La conclusión debe seguir siempre la parte
más debi\.
Explicación de estas reglas.-P
regla. Como
consta de la definición del 'silogismo, en él se
comparan dos ideas con una tercera, para saber
si convienen o no convienen entre si; luego sólo
debe hal1er en él tres términos representativos de
las tres 'ideas; ejemplo: todo cuadrúpedo es vertebrado; todo perro es cuadrúpedo, luego todo
perro es vertebrado; otro ejemplo: todo cuadrúpe~o es vertebrado, ningún anélido es vertebrado,
luego ningún anélido es cuadrúpedo.
Contra esta regIa se puede faltar de varias mo(1) Universalmente.
-
71 -
doS, principalmente tomando en las premisas un
término equívoco en dos sentidos distintos; y e~
claro que resultan cuatro términos, .:omo en este
ejemplo: el león es animal; pero león es una constelación, luego una constelación es animal. León
está tornado en dos sentidos distintos.
:::' regla. Como la conclusión debe deducirse
de las premisas, como parte de un todo, es claro
que, si alguno de los términos se toma universalmente en la conclusión, estando tomado en las
premisas en sentido particular, la consecuencia no
se deduce de las premisas; asi, en el ejemplo siguiente se contradice esta regla: todo árbol es dicotiled6neo; todo árbol es planta, luego toda planta es dicotiledónea. En la conclusión se toma planta
uni lJersalmente y en las premisas supone particularmente, luego la conclusión es falsa.
3.a regIa. Si esta regla no se observa, y se
torna ei término medio dos veces particularmente
en las premisas, no se comparan los extremos con
un mismo medio, y el silogismo es falso, como en
el ejemplo siguiente: todo pájaro vuela; toda mariposa vuela, luego toda mariposa es pájaro. El
silogismo es falso porque en la primera premisa
vuela, términ.o medio, está tomado en una parte
de su extensión, y en la segunda en otra parte
de su extensión, porque, entre los que vuelan hay
pájaros, insectos, algunos saurios; por tanto, como
no hay un sólo término medio, sino dos, el silogismo es falso.
-72 4." regIa. Es claro que el término media nodebe entrar en la conclusión, porque con él se
comparan el sujeto y el predicado de la misma,
y al colocar el término medio en la conclusión,
el silo'gismo quedaria ridículo; poi" ejemplo: Alejandro fu~ emperador;
Alejandro era pequeño,
Juego Alejandro fue pequeño emperador; en lugar
de algún pequeño fue emperador.
5." regla. Esta es evidente, pues, siendo ambas premisas negativas, ni el sujeto ni el predicado de la conclusión convienen con el términomedio, pero podrían convenir con otro. Adem;ís
el principio evidente es «dos cosas de las cuales
uaa conviene con una tercera y la otra no, noconvienen entre sí,.; luego no puede sacarse conclusión negativa, y mucho menos afirmativa.
6.- regla. Es muy clara, porque, si ambas
premisas son afirmativas, tanto el sujeto como el
predicado de la conclusión- convienen entre sí.
7.a regla. Si ambas premisas son particulares.
el término medio rio -está tomado distributivamente, y peca contra la regla 3.a ya explicada.
8.a regla Esta quiere decir que, si una de las
premisas es negativa, la conclusión debe serio también, según el principio antes enun~iado. Si una de
las premisas es particular, la conclusión debe ser
también particular, porque si fuera universal, pecaría contra' la segunda regla ya explicada.
Figuras del silogismo.-Así se llaman las diversas ordenaciones que resultan de la colocación
- 73del término
medio. Resultdn tres fi~uras principales y otra que es inversión
de la primera.
l.a ligura. En ésta el término medio es sujeto
en la mayor y predicado
en la menor; ejemplo:
Todo viviente es orgánico; toda planta es viviente
lue~~o toda planta es orgánica.
Una figure. inversa de ésta es aquella en que el término medio,
es :>redicado en la mayor y sujete en la menor;
ejemplo:
toda planta
es vivieníe, todo viviente
es orgánico;
luego algún orgánico es planta. Esta
es i1am:tda por algunos cuarta figura.
2.a figura. Es aquella en que el términr¡ medio es predicad0
en ambas
premis1s;
ejemplo:
ningún mineral es viviente •. toda planta es I'iviente,
luego ningun'! planta es mineral.
,P figura. Es aquella en que el término medio
es sujeto en ambas premisas; ejemplo: todo viviente
es orgánico;
to'do viviènte es sustancia,
luego alguna sust3ncia
es orgánica.
En todo silogismo
se llama premisa
mayor
aquella
en qu~ <;e co'np::¡r:¡ el predicadc.
de la
conclus (ln con el t~rmino media, y menf)r la otra,
en que se compara el sujeto con el misll1r) término medio; en este ejempw:
todo ofidio es reptil; toda sierpe es ofidio, li£ego toda sierpe
es·
reptil; la primera
premisa es la mayor, porque
en ella se halla reptil, predicado de la condusión,
y la segunda es la menor, porque en ella se ha- .
lia el sujeto síer~:.
Regias de las figuras.-Para
formular los silo-
-74 gismos correctamente, conforme a los principios
ya explicados, deben observarse
las. siguientes
reglas correspondientes a las figuras:
LO. En todos los silogismos de primera figura,
la menor debe ser afirmativa y la mayor universal.
2.a En los silogismos"de segunda figura, una
de las premisas debe ser >negativa y la mayor universal,
3.a En los silogismos de tercera figura, la menor debe ser afirmativa y la conclusiÔn particular.
4.& En los silogismos de la cuarta figura, o
primera inversa, si la mayor es afirmativa, la menor debe ser universal, si la menor es afirmativa, la conclusión debe ser particular; y en los
modos negativos la mayor debe ser universal •.
Modos del silogismo.-Las combinaciones que
,pueden hacerse en el silogismo, atendiendo a la
·extensión y cualidad de las proposiciones, llegan
a sesenta y cuatro; pero, de éstas, sólo diez y
nueve son legítimas y se lJaman modos del si,logismo, que son las diversas ordenaciones de
las proposiciones, según su extensión y cualidad.
Estos diez y nueve modos son: cuatro de primera figura, cinco de la misma inversa (cuarta
figura), cuatro de la segunda, y seis de la tercera.
Para el estudio de estos m~dos, los lógicos,
a este propósito, designan por A la proposición
universal afirmativa, pOT E la profJOsición univer~al negativa, par I la proposición particular afirmativa y por O la proposición particular negativa.
-
75-
Además, para facilitar el aprendizaje de los
modos -legítimos del silogismo, los han formulado
en las siguientes pala bras:
l.a figura: Baraba, Celare, DarU. Feria.
La inversa (4.- según algunos): Bamalip, Camenes, Dimatis, Fesapo, Fesiso.
2.a figura: Cesare, Cameses, Festino, Baroco.
3.a figura: Darapi, Felapo, Disamis, Datis;,
Bocaro, Fesiso.
Para la inteligencia de estos modos bastarán
algunos ejemplos:
Ba·-Todo
animal es orgánico;
ra--todo pájaro es animal,
ba--Iuegó todo pájaro es orgánico.
Ce -Ninguna
planta es sensible;
la--todo árbol es planta,
re--Iucgo ningún árbol es sensible.
Da - Todo animal es viviente;
ri--algún bípedo es animal,
i-Iuego algún bípedo es viviente.
Fe-Nngún
impío es feliz;
ri-algunos
ricos son impíos,'
o--luel~o algunos ricos no son felices.
Bam- Toda plantan es viviente;
a--todo viviente es orgánico,
lip-Iuego
algún orgánico es planta.
Cam-Todo
animal es sensible;
en-ningún sensible es planta,
.es--Iuego ninguna planta es animal.
- 16Dim-':Algunas
aves Son rapaces;
·Q-,-todos los rapaces son carniceros,
tis-Iuego algunos carniceros son aves.
Fes-Ningún pecador es feliz;
ap-todo el que es feliz ama a Dias,
o-luego alguno que ama a Dios no es pecador.
Fes-Ningún perezoso ps sabio;
is-algunos
sabios son lentos en obrar,
o-luego algunos lentos en obrar no son perezosos.
Ces-Ninguna
planta es sensible;
ar-todo animal es sensible,
e •....luego ningún animal es planta.
Cam- Todo animal es sensible;
es-ninguna
planta es sensible,
es-luego
ninguna planta es animal.
Fes-Ningún animal es planta;
t,-algún viviente es planta,
no-luego
algún viviente no es animal.
Ba - Toda verdad es evidente;
ro---algunas proposiciones T10 son evidentes,
co-I.uego algunas propos,iciones no son verdades.
Dar- Todo animal es mortal;
ap-todo animal es viviente,
i-Iuego
algún viviente es mortal.
Fel- Ninguna planta es sensible;
ap -toda
planta es orgánica,
o-luego
algún orgánico no es sensible.
77 Dis-i\lglin
animal es volátil;
am-Ioda
animal es orgánico,
is-luego
algún orgánico es volátil.
Da-Todo
animal es sensible;
tis-alguws
animales son anélidos
i-Iuego
algunos anélidos son sensibles.
Bo-Algvnos católicos no son iracundos;
ca-todo~; los católicos son creyentes,
ro-1Llegc' algunos creyentes no son iracundos.
Fes--Ningúll incrédulo es virtuoso;
¡s-algún
incrédulo es honrado,
o-l¡;ego algún honrado no es virtuoso.
Como los silogismos de la segunda, t'~rcera
y CU1rta figuras pueden reducirse a los de la
prim·:ra, los lógicos han establecido las siguientes reglas:
1. La inicial de cada una de estas palabras
indica el modo de la primera figura al cual puede
reducirs{·; así, los que principian B se n~ducen
a Baraba los quc par C, a Ce/are, etc,
2," La s que se halla en algunas de esas palabras significa que la proposición representada
por la vocal que precede a la s, se debe convertir ~implemente.
:I.a La p significa que la proposición representada por la vocal anterior a ella, debe convertirse por accidente.
4.a La m significa que la premisa representadada por la vocal que le precede, debe ponerse
3
18 ~
en lugar. de la otra, y ésta en lugar de aquélla.
5.~ Los modvs
que llevan e, ¿sta significa
que no pueden reducirse a las de primera figura.
Para entender
cómo se puede hacer esta reducción j1 las de primera
figura,
b.astarán
dos
ejemplos;
sea el sik>gismo cameses: Todo animal
es sensible;
ninguna
planta es sensible,
luego
ninguna planta es animal. Como lleva m, la primera premisa, a se pone en lugar de la segunda
C, y ésta, convertida
simplemente,
puesto que le
sigue s, en lugar de la primera; y la conclusión
se convierte
simplel1)ente,
puesto que le sigue s
y queda: ningún sensible es planta; todo animal
es sensible,
luego ningún animal es planta. Este
es el silogismo
Ce/are de la primera figura. Sea
el silogismo Fe/apo (de la tercera figura): Ninguna
planta es sensible;
toda planta es orgánica, luego
algún orgánico no es sensible;
la F inicial significa
.que puede reducirse
a Feria (de la primera);
y,
\
como sólo lleva p (y no s ni m, ni e), bastará convertir la a por accidente y queda: Ninguna planta
es sensible;
algún organico es planta, luego algún
orgánico
no es sensible.
Los modos Baraca y Bocara no pueden reducirse a la primera
figura; pero pueden reducirse
al imposible,
del modo siguiente:
Si el adversario, concedidas
la premisas,
niega la conclusión.
se establece
como verdadera
la contradictoria
de
ésta, y con ella se forma un nuevo silogismo en
que se pone al adversario
en contradicción
con~
-
79
sigo mismo; por ejemplo, en el siguiente silogismo Bocaro: Algún cuerpo no es viviente; todo
cuerpo es substancia, luego alguna substancia no
es viviente. Si el adversario nieg-a la conclusión,
es claro que admite, como verdadera la contradictoria, y podemos formulario así; Toda substancia es viviente; todo cuerpo es suhstanci¿:., luego
todo cuerpo es viviente; y ya había admitido que
algÚn cuerpo no es viviente.
Otras especies de silogismo.-Los principios
y reglas anteriores se refieren al silogismo categórico. Hay otras especies que son: el silogismo
hipotético, entimema, epiquerema, sorites, prosilogismo y dilema.
Silogismo hipotético es aquel cuya mayor es
una proposición
hipotetica; es de tres maneras,
a saber: conexo, o condicional, conjuntivo y disyuntivo. Silogismo conexo, o condicional, es aquel
cuya mayor es una proposición condicional; puede
tener clos formas: l.a afirmado el antecedente en
la menor, se afirma el consecuente en la .;onclusión;
eJemplo: si el sol calienta, el termómetro sube;
el sol calienta, luego el termómetro sube. 2.a Negado el consecuente en la menor, se niega el
antecedente en [a conclusión; ejemplo: si el sol
calienta, el termómetro sube; el termómetro no
sube, luego el sol no calienta. Para que el silogismo hipotético concluya rectamente, es preciso que
la proposición
hipotética, en que se funda, sea.
ve,dadera.
Sólo de estas dos modos explicados
-80puede concluir rectamente el silogismo con di(;iona I.
Silogismo conjunto es aquel cuya mayor es
una proposición c(\njunta; ejemplo: No se puede
servir simultaneamente a Dios y a las riquezas;
Pedro sirve a Dios, luego no sirve a las riquezas.
Sólo de este modo puede concluir rectamente el
silogismo conjunto, porque la proposición conjunta es esencialmente negativa.
Silogismo disyuntivo es aquel cuya mayor es
una proposición disyuntiva .. Puede concluir de
tres modos, a sa\ler: 1.0 afirmado uno de los
miembros en la menor, se niegan .categóricamente
los demás en la conclusión; ejempl0: Pedro es
inglés, francés o españ'ol; es francés, Juego no
es inglé's ni español. 2.&Negado uno d~ los miembros en la menor, se afirman disyuntivamente los
demás en la conclusión; ejemplo: Pedro es francés, inglés o español; no es francés, luego es inglés o esp~ñol. 3,° Negados, en la menor todos
los miembros, menos uno, éste se afirma en la
conclusión; ejemplo: Pedro es inglés, francés o
español; no es francés ni español, luego es inglés.
Entimema es un silogismo en que se calla
una de las premisas, por ser clara y evidente;
ejemplo: Dios es bueno, luego es amable.
, Epiquerema es un silogismo en que una, o
ambas premisas, van acompañadas de prueba;
ejemplo: todo lo que piensa es !nmaterial, porque
el pensamiento es acción indivisible e inmaterial;
-
81
el alma humana piensa, porque
concibe ideas
,
(
abstrélcta~, y universales;
luego el alma humana
es inmaterial.
Sorites es una serie de silogismos abreviados
'Y enl.uados
entre sí de manera que el atributo
de la pritn~ra proposición es sujeto de la segunda, y así sucesivamente,
hasta que el sujeto de
la pri'ner¿, se junta con el atributo de la última;
ejemplo: el que gasta mucho necesita mu~has cosas; el que necesita muchas cosas desea mucho; el qve desea muchas cosas vive inquieto; el
que vive inquieto es des¡!raciado,
luego el que
gasta mu ~ho es desgraciado.
Para que el sorites ·concluya rectamente se
requiere que todas las proposiciones que lo componen sean verdaderas y que se deduzcan legítimamente unas de otras, lo que se comprueba
descomponiendo el sorites en todos los silogismos
de que consta.
ProsiLog(s/1lo
es un argumento compuesto de
dos (1 mas silogismos enlazados de tal modo que
la conclusión del primero viene a ser premisa
del segundo; ejemplo: todo lo que f,iensa, es inmaterial; el alma humana piensa, luego es inmaterial; pero lo que es inmaterial es inmortal, luego
el alma humana es inmortal.
Dilema es un silogismo disyuntivo en el que
se deduce una conclusión de cada una de las
partes de la disyunt:ión; ejemplo: o la religión
6
- 82cr~nase
propagó con milagros o sin. milaRros;
si lo ~rimero, es verdadera, pues tiene milagros
en su ~avor; si lo segundo, es verdadera, porque
es ~ grAn milagro propagarse sin milagros (San
À¡ustin) ..
Observación.-Aunque et dilema es un argumento muy poderoso, -es difícil emplearlo convenientemente, porque puede exponerse el que lo
propone, a que el adversario se lo retuerza.
Para que el dilema sea correcto se requiere
que los miembros de la disyunción sean opuestos y se excluyan recíprocamente; que la enumeración sea completa y que no haya medio entre
- lus términos de la disyunción. Además debe preVferse, antes de proponerlo, si el adversario puede
retorcerlo.
ARTIcULO 3.
0
Del silogismo considerado en su materia, o sea de la
demostración.
Cuando queremos probar una tesis que creemos verdadera, hacemos uso de los argumentos
que son verdaderos silogismos. Así pues, argumentación, en general, es el raciocinio o conjunto
de raciocinios de que nos valemos para probar
una proposición.
Demostración es un raciocinio, o conjunto de
raciocinios ordenados, que fundándose en principios evidentes, o en verdades demostradas, prueba ,la existencia de una verdad
- 83La demostración
puede ser más o menos perfecta. La demostración
perfecta, que también se
llama apodictica
es la que se funda en axioma
o principios
evidentes,
y deduce una conclusión
cierta y evidente, como la demostración
de los
teoremas, la demostración
de la existencia de Dios
por la naturaleza
del movimiento.
Otra demostración menos
perfecta, llamada
no apodictica,
es
la que se funda en causas o principias
remotos
y deduce una conclusión
verdadera,
si, p'~ro no
tan evidente como en la apodictica,
como la demostración
de la existencia
de Dios por d asentimiento de todos los pueblos.
Demostración
directa es la que se funda en
las causas o principios
próximos
de la verdad
que se quiere demostrar;
por ejemplo: demostrar
la espiritualidad
del alma humana por la 1aturaleza del pensamiento.
Demostración
indirecta
es la que se apoya en
el testimonio
de los hombres,
principalmente
de
los :,abins, o bien prueba una verdad por los ábsurdos o inconvenientes
que se' seguirian
de no
aceptarla;
por ejemplo:
probar la' espiritualidad
del alma por los absurdos
que se seguirian
si
fuera materia'.
Otra demostración,
que los filósofos
llaman
ex datis, es la que se funda en verdades ya demostradas
o aceptadas
por el adversario;
por
ejemplo; demostrar
que la suma d·;: los ángulos'
de un triángulo
es igual a dos rectos, apoyándo-
-84-'nos en teoremas antes demostrados.
Otro ejemplo: Admitiendo el adversario que el padre de
familia tiene derecho y deber de velar por la inocencia 'de sus hijos, nos apoyamos en ese prinpara probar que la Iglesia tiene derecho de prohibir la lectura de libros inmorales.'
Una demostración contra el adversario,. es aquella en que, de una proposición, falsi.l, defendida
por él, deducimos una consecuencia contra él
mismo; v. g: Pedro sostiene la libertad absoluta
de la imprenta y Juan concluye: luego el que lo
. calumnió a usted en un periódico, hizo bien .
. Demostración a priori es la que prueba los
efectos por sus causas; ejemplo: probar que el
fin dl"1 hombre es la felicidad porque Dios lo ha·
creado para ella. Debe usarse poco .
• DemostraciÓn a posteriori, 'es la que prueba la
causa por sus efectos; ejemplo probar la existencia de Dios por el orden del Universo. Esta
es de uso muy frec..uente.
Se llama silogismo o argumento dialéctico el
que se funda en premisas probables, y de ellas
se deduce una conclusión probable; ejemplo: cuando la h.\na tiené ~olor amarillo claro es probable
I'd lluvia al día siguiente; pero, actualmente, tiene
ese color, Juego probablemente lloverá mañana.
- 85ARTICULO
De la argumen~ción
4.
Q
sofístíca
Cuando hay poca ciencia, o escasés de pruebas, las personas poco instruídas, o mal intencionadas, hacen uso de los sofismas.
Argumento sofístico es el que, con apariencia
de verdad enseña un trror.
Los lÓgicos dividen los sofismas en dos clases:
sofismas de dicción, porque la causa del errar
está en las palabras, y sofismas fuera de dicción,
porque la causa del error no está en las palabras, sino en el encadenamiento de Jas proposi:
cion es.
,
Sofismas de dicción.-Son
seis: equivocación,
anfibología, composición, división, acento y figura
de dicción.
Equivocación. -Se
incurre en este :;ofisma
siempre que se emplean palabras equivocas en
el antecedente, para sacar una conclusión falsa;
ejemplo: el toro muge; el toro es un pájaro,
luego un pájaro muge.
AnfiÍJología.-Es
el sofisma que resulta de la.
construcción
confusa de las palabras;
ejemplo:
recomendaron a Pedro a Juan.
Composición.-Se
incurre en este sofism:¡ cuando se emplean palabras que deben entendl~rse en
sentido. dividido, o sucesivamente, y se las toma
en sentido compuesto,
simultáneamente;
ejemplo: las palabras del Evangelio: "id Y anunciad
°
-86a Juan: .. _.Ios ciegos ven, los sordos oyen, los'
cojos andan etc.»' Estas palabras deben enten .•
derse en sentido dividido, y las toman en sentido compuesto para impugnar la verdad del texto.
División ..-En este sofisma se incurre cuaudo
se toman en sentido divido o sucesivamente palabras que deben entenderse en sentido compuesto, o simultáneamente;
v. g: las palabras de San
Pablo. «Ni los ladrones, ni los borrachos, etc,
poseerán el cielo.» Estas palabras deben entenderse en sentido compuesto, y los adv~rsarios
las tornan en stntido dividido, para exagerar la
dificultad de salvarse.
Acento.-En este sofisma se incurre cuando)
a causa de la ,:ariación del acento, la frase puede
tener distintos significados. Es lrecuente en griego, pero en castellano resulta ridiculo; ejemplo:
liquido, liquido, liquidó.
Figura de dicción.-En
este sofisma se incurre
cuando se toman en sentido literal palabras que
debener.tenderse
en sentido metafórico; ejemplo:
S. Tomás es el angel de las escuelas, luego es
-esplritu puro,
Sofismas fuera de dicción.-Estos
son siete:
falacia de accidente; tránsito, ignorancia del elenco, falacia de consecuente, petición de principio,
no causa por causa y falacia de interrogación.
Falacia de accidente.- En ésta se incurre cuando
por algu~ cualidad que hay en un sér accideb.tahn~nte, o en ahtuna cÍ¥Cunstancia se argltJe ..q'"
- 87~al cualidad le es natural o propia; ejemplo: Pedro
está ebrio, luego es ebrio.
Tránsito.-Es de dos modos: tránsito de lo
dicho en alguna circunstancia, y transitoriamente,
a lo dicho absolutamente;
ejemplo: Pedro, en
esta circunstancia se ha enojado, luego es irascible por naturaleza. O bien, de una cualidad
que It: conviene a un individuo deducir que es
propia de la especie; ejemplo: hay unos pocos
comerciantes que son de mala fe, luego todos los
comerciantes son de mala fe. Tránsito de lo dicho ahsolutamente a lo dicho en alguna circuns·
tancia; ejemplo: es licito. comer carne, luego es
lícito comer carne el viernes santo. A este sofisma pertenece el de tránsito de un género a otro,
como cuando se pasa del orden puramente ideal
al orden real; ejemplo: Dios es lo más perfecto
que se puede pensar; pero lo más perfecto que
se pllede pensar debe existir, luego Dios existe.
l/?norancia del elenco.-En este sofisma se incurre cuando se prueba una cosa distinta de la
que se h~ de probar; ejemplo: querer probar que
todas las especies vienen de un tipo primitivo,
probando que individuos de una misma especie
pueden cruzarse. También cuando alguno, por no
saber argumentar se sale de la cuestión, como
el que queriendo impugnar la forma de gobierno
republ.icano, se pusiera a probar que en el Congreso pasado no se legisló acertadamente. O también, cuando se le atribuye al adversario lo que.
88 no ha dicho; ejemplo: los enemigos de la Iglesia
atribuyen a los católicos el sostener que Dios es
uno y tres, cuando lo que dicen es que Dios es
una naturaleza en tres personas, cosa muy distinta.
Falacia de consecuente.-Se incurre en ella
cuando se convierten simplemente proposiciones
que no pueden convertirse de es~ modo; ejemplo:
todo lo moral es útil, luego todo lo útil es moral..
Petición de principio.-Se incurre en este sofisma cuando s~ quiere probar una proposición
con lo mismo de la cuestión; ejemplo: probar
que el alma es simple; porque no tiene partes.
Parecido a éste es el circulo vicioso, en el cual
se pretende probar lo primero por lo segundo, y
lo segundo por lo primero; como si alguno dijera: el sol está fijo porque la tierra se mueve, y
la tierra se mueve porquê el sol está fijo.
No causa por causa.-En este sofisma se incurre cuando se atribuye a un efecto, como causa
lo que realmente no es, y puede hacerse de varios modos: o asignar como causa lo que no es
~ino una condición necesaria; ejemplo: el hombre
'1!0 puede pensar sin sangre, luego la sangre pien.sa; o bien cuando se asigna como causa de un
.efecto lo que no es sino un principio remoto, o
una causa equivoca; como explicar ciertos fenómenos de la naturaleza por simpatías de las co~S,
caprichos de la naturaleza y otras qe la laya.
- 89-
Sofisma de interrogación.-En éste se Incurre
cuando se le exige al contrario que conteste ca~
tegóricamente sí, o no, a una pregunta que supone varias respuestas; ejemplo; ya dejó usted de
robar?
METODOLOGIA
Ena
Criteriología hemos estudiado los medio~; de conocer la verdad; en la Diaiéctica el
modo Cie usar de estos medíos para el conocimiento y demostración
de la verdad; en esta
parte se tratará del orden que debe seguirse en
el :sistema de nuestros conocimientos, o sea del
método.
Toclos los hombres, sabios e ignorantes, por
cie:·ta aptitud de la naturaleza racional, siguen
cierto y determinado orden cuando se trata de
adquirir un conocimiento, de hallar alguna cosa,
o de conseguir algún fin. Así, el viajero prepara,
primen. todas las cosas ne':esarias para su excursión, y, al ponerse en camino escoge vehíèulo
se¡~uro y la vía más cómoda y fácil par:I llegar
al término de su viaje.
La Metodologia es la parte de la lógica que
tra,ta ciel modo de proceder ordenadame :lte en el
sistema de nuestros conocimientos.
Método es la razón según la cual procedemos ordenadamente en el conocimiento y demostración de la verùad.
I
-·90En el método hallamos tres elementos: el punto de partida, o sea el comienzo de nuestras, investigaciones, la ordenada aplicación de 105 medios
para hallar la verdad, o demostrar la, y el término a donde queremos llegar o sea la ciencia. Por
-eso se dividirá este tratado en tres capítulos: 1..
Del principio del método. 2.° Del método en si
mismo. 3.° Del término del método, o sea la ciencia.
CAPITULO
I
Del principio del método
La experiencia nos enseña que siempre que
emprendemos una investigación se nos ocurren
tres cuestiones: si la cosa de que se trata es posible; si existe, y cuáles son sus propiedades y
relaciones, y, por tanto, ocurre la duda acerca
de estas cuestiones; y así, en todas nuestras investigaciones empezamos por dudar. Ahora ocurre esta cuestión: ¿ el principio del método es la
duda universal, o la duda particular?
Y desde
luego conocemos claramente que la primera no es
posible porque la razón, la conciencia y la experiencia nos eriseñan claramente que hay algunas verdades de las cuales no nos es posible
dudar; por tanto vamos a probar la siguiente
pro pasión : '
El principio o comienzo del método, en el orden científico, es la duda particular.
Se llama particular esta duda, porque versa
,sólo acerca' de las verdades o los hechos u ob-
-
91 -
jeto de la investigación, pero no respecto de todas
las verdades. Esta duda es útil y necesaria, según
nos lo enseña Santo Tomás, porque ella nos impulsa a descubrir la verdad por medio de la investigación, yes necesaria, porque sin esta duda no
acertaríam()s a saber cuál es el ohjeto q1le buscamos, y por esto dice Santo Tomás: "El que
procediera en las investigaciones
científicas sin
saber dudar con prudencia, se parecería al que
ancla sin saber a dónde va."
Siempre que el hombre trata de buscar una
verdad, busca los medios para conocerla, precisanenh~ por no estar cierto de su existencia y
propiedades, y esto es lo que constituye la duda
particu lar.
Esta duda debe contenerse dentro de ciertos
límites, y no debe extenderse a las verdades primitivas y necesarias.
Descartes sostiene que el principio del método
debE- sl~r la duda universal, porque, dice ese filósofo, nuestras facultades nos engañan frecuentemente, principalmente porque están som~tidas al
irn perio de cierto genio sagaz y maligno, que
se complace eri inducimos a error; y por eso
de:)emos dudar de todo al menos una vez en la
vida. Pero el mismo Descartes, viendo lo absurdo
de su sistema, excluyó de esta duda universal
la existencia del sujeto pensante, porque la duda
misma es un acto de nuestro pensamiento, y no
podemos dudar de él, y por eso concluyó: pien-
-
92--
so, luego existo. Excluyó también de esta duda
la existencia de Dios, porque sólo El ha podido
fijar en nuestro entendimiento la idea de lo infinito; iRualmente excluyó "de esta duda las verdades de la ReliRión y las leyes patrias.
Pero esta duda universal no puede ser el principio del método: 1.0 Porq\1e esta duda es imposible, pues el objeto adecuado del entendimiento
es la verdad y en cuanto ésta se presenta al entendimiento, éste le presta asentimiento
necesariamente; lo que <;ucede con todas las verdades
necesarias. Además, si hemos de dudar de todo,
quedamos imposibilitados para toda investigación.
Por otra parte, esta duda universal conduce al
esceptisismo
universal, que es falsq y absurdo~
como queda probado. Es también Inútil, porque, si
para conocer ]a verdad de nuestros conocimientos, hemos de dudar de todo, no conseRuimos el
-objeto deseado. Descartes mismo conoció lo absurdo de su sistema, y excluyó de la duda universal muchas .verdades, como queda explicado .
• II
CAPITULO
Del proceso que se debe seguir en la investigación
de la- verdúd
En este capitulo se tratará; 1.0 De las regIas
generales del método; 2.° Del único verdadero
. método; 3.° De los métodos inventados por los
filósofos.
-
93-
ARTICULO
1.0
Reglas generales del método
Estas reglas que se explican
en seguida son
aceptada~. por todos los sabias, por estar fundadas € n serias
observaciones,
y probadas
por la
razón; s(;n las siguientes:
1.a Debemos
proceder
siempre de lo conocido a lo desconocido,
de lo
fácil a lo difícil, de lo prÓximo a lo remoto. Esta
regla es racional, porque, en las investigadones
debe'llos
valemos
de las verdades
o de los hechos bien conocidos
para adquirir
ulterior'~s conocimientos,
a la manera que el que anda necesita apoyar un pie para mover el otro.
2.a E x:plicadJ el estado
de la cuestión
debe
divic.irse en las partes que naturalmente
ten~a.
y estudiarlas
separadamente.
La razón es que el
c;¡tendi¡riento
humano
es limitado y no puede
abrazar con una sola intensión muchas verdades,
y por e~,o necesita proceder gradualmente.
3.' Descártense
de la cuestión
los elementos ajenJs a ella, o que no sirven para la solución, o demostración
que se intenta.
Esta regla
se fLlnda en las mismas razones antes explicadas.
4." Debe procederse,
en el estudio de la cuestión, ordenada
y gradualmente,
de modo que, establ,~cidos los principios
más universales,
se deduzcan de ellos consecuencias
menos universales,
hasta Ilegal' a los últimos elementos
de la cues-
-94tión, cuidando de que haya unidad y conexión
en los argumentos.
5.& Estudiados los elementos de la cuestión
Q.eben cotejarse, para formar un todo perfecto.
p
ARTICULO 2.°
Del nrdadero
método científico
El ver-dadero método científico es, sin duda
el que se conforme con la naturaleza del hombre,
y de la ciencia, que se ajuste a las re~las ya
explicadas y convenga a todas las ciencias. Vamos a estudiar el método seguido por grandes
sabios en Filosofía y Ciencias naturales, y por
notables maestros de P~dagog¡a moderna.
Este método, seguido por Aristóteles, Santo
Tomás y por muchos naturalistas, se l1ama empírico-racional, porque en él se sienta como principio que e todos .105 conocimientos, en el hom. bre, principian por los sentidos y se perfeccionan
en el entendimiento,»
principio confirmado por
las observaciones y e,l raciocinio.
Según este método, hay en los conocimientos
humanos dos operaciones distintas: por medio
de los conocimientos sensitivos y valiéndose de
la inducción se l1ega hasta el conocimiento de las
leyes y de los principios universales; y luégo,
por medio del raciocinio o sea de la deducción,
se procede a explicar los fenómenos por las leyes, y las consecuencias por los principios unip
. nrsales.
'
.
-95L1ámase también este método analitico-sin~
tieD, porque en él se hace uso del análisis, primero, y luégo de la síntesis.
Se llama análisis la operación
intectual por
la que procedemos
de los efectos a las causas y
de las consecuencias
a los principios,
es decir,
de lo cDmpuesto a lo simple, porque los efectos
son más complejo!
que sus causas y lo mismo
debe decirse de las consecuencias
respecto de los
principios.
Asi el psicólogo
estudia
primero
las
operaciones;
de éstas asciende
a las pontencias
del alma, y de éstas a la esencia o naturaleza
de
ésta, y luégo, por la naturaleza
de! alma explica
las propiedades
y relaciones
de las potencias
y'
de las operaciones.
De un modo análego
proceden, también el geómetra y el físico para hallar,
el uno, los principios
generales
de la Geometría,
y el otro las leyes de la naturaleza.
Se llama síntesis la operación
intelectual
por
la que procedemos
de las causas a los efectos y
de los principios
a laf. consecuencias,
es decir:
de lo simple a lo compuesto,
porque las causas
y los principios,
en cuanto universales,
son más
simples que los efectos y las consecuencias.
Así
el psjcÓlogo, conocida
la esencia o naturaleza del
alma desciende
de ésta a las potencias
y operaciones;
y el geómetra,
hallados
los principios,
por éstos desarrolla
y explica las.. consecuencias;,
y el físico, conocidas
las leyes de la naturaleza,
- 96por éstas desarroija
y explica los efectos y los
fenómenos.
En el análisis se procede por inducción, y en
la síntesis por deducción,
y de esta manera
se
completan
los conocimientos
científicos.
Este método es conforme
con la naturaleza
·del hombre, porque en él se principia por los conocimientos
sensitivos
para asœnder
luégo a los
principios
universales,
y la experiencia
nos ensei'ia la verdad
del principio
sentado
por San
Buenaventura:
«todo conocimiento,
en el hombre,
principia. por los sentidos y se perfecciona
en el
entendimiento.»
Es conforme con la naturaleza
de la ciencia,
porque en ,!las, y principalmente
en las naturales, se procede por inducción,
partiendo
de los
fenómenos
particulares
hasta \legar a las leyes
y a los principios
universales,
por medio del
análisis, como queda dicho, y lué~o por medio
de los principios se demuestran
las consecuencias
particulares,
pues toda ciencia se adquiere
y se
desarrolla
por vía demostrativa.
Es completo, porque conviene a todas las ciencias y abraza todos los conocimientos
que puede
adquirir
el hombre. Además, como es claro, está
conforme
con las reglas
ya explicadas.
Luego
es perfecto y completo .
. Distinguen
algunos filósofos el método de investigación
del plétodo de en~eflanza, y sostienen
que en la enseflanza debe seguirse ex'clusivamen-
9i te el método sintétièo. Pero hay que observar que
la síntesis y el análisis no son dos métodos; sino
dos operacionee de un mismo método.
Proposición: El método de investigación y el
método de enselianza deben ser uno mismo.
Ensefar es causar la cienda en otro por medio de la actividad intelectual de éste, de modo
que adquiera conocimientos propios, pues la enseñanza de las ciencias no consiste en que el
discípulo crea al maestro, sino en que, ,;:on el
auxilio del maestro desarrolle su actividad intelectual y adquiera sus conocimientos por medio
de estrida demostración.
El discípulo es, pues,
causa eficiente principal de su ciencia y el maestro es causa instrumental. Por tanto el maestro __
debe enseñar las ciencias por el mismo método
qUE: se ha seguido en la investigación, aunque
por u,',a vía más breve para evitar, por una
parte, ,a demasiada fatiga intelectual d=1 discípulo; ? por otra dirigiria acertadamente en la inve5tíg3,c\ón de los principios; por ejen',plo: en
Fisica se empieza por enseñar a los dIscípulos
los experimentos y las observaciones p,.ra llegar
al conocimiento de las leyes generales. Además,
el maestro dehe dirigir al discípulo acertamente
para evitarle los escollos ~ue presenta, una investigación larga y penosa; y si se _procediera exc',usivamente por medio de la síJlotesis,el dfscipulo no podria_ adquirir más que un conocimiento
.histórico de la ciencia.
7
- 98ARTICULO
3. o
De los varios métodos establecidos por los filósofos
G
Estos son: l. El método emplrico, segutd<>
por los' materialistas, sensualistas y positivistas;.
según éstos no hay, en el hombre, más conocimientos que los sensitivos, y que, en la ciencia
entran sólo dos elementos: la experiencia, por
la cual se conocen los fenómenos, y la inducción •.
por la cual se conocen las leyes.
Este método es falso e insuficiente. 1.0 Porque se apoya en un fundamento falso, es decir,
en el sensualismo, y le niega al hombre la más
noble de sus facultades, esto es, la inteligencia.
2. Porque en el hombre no sólo hay los conocimientos sensitivos, sino también los intelectuales y abstractos. 3.· Porque se opone al desarrollo .científico, puelr toda ciencia versa a cerca de
principios universales, y según este método, en
el hombre no hay más conocimientos que los
particulares y sensitivos. Luego es opuesto a la
G
ciencia.
G
2. El método idealista, seguido por los subJe'tivistas e idealistas. Según éstos, todos los co·
nocimientos, en el hombre, proceden de la actividad intelectual y de ideas innatas.
Este método se apoya en un fundamento falso,
plies)e niega al hombre los conoci'!lientos sensitiv.os y falsamente afirma que todos' los conoci- .
-
99-
mientos del hombre proceden únicamente de la actividad interna: Es también contrario a la experiencia, pues que ésta enseña que el hombre adquiere
primero, conocimientos sensitivos, singulareg y concretos, y de éstos asciende a las leyes y principios universales. Luego es falso e insuficiente.
3.° El método ecléctico, seguido por algunos,
principalmente por Cousin. Según éste no existe
error completo, y lo llama verdad incompleta;
sostiene igualmente que todos los sistemas filosóficos se completan mutuamente, y que el verdadero método consiste en cotejar los diversos
sistemaH filosóficos y reunirias, al menos en lo
que ten:5an de verdadero y aceptable, y de esta
manera se forma el verdadero método.
Este método confunde falsamente la verdad
incompleta, con el error y niega por otra parte,
que el hombre pueda caer en error completo, lo
que es contrario a la experiencia. Es también
absJrdo en su desarrollo porque proposiciones
contradictorias o contrarias no pueden completarse para formar la verdad. Y si se dice que de
cad:! sistema filo~6fico se tome lo que sl~a conforme con la verdad, entonces supone otro método
anterior, y por tanto es inútil. Luego es falso y
absJrdo. De lo expuesto se deduce que sólo el
método análitico-sintético es verdadero y completo:
-
100 -
CAPITULQlll
Del fin del método o sea la ciencia
. En este capítulo se tratará: 1.0 Noción y división más general de las ciencias. 2." Principio en
_que debe fundarse la distinción de las ciencias.
3.° Aplicaciones especiales del método a las vafiai ciencias.
ARTICULO
1.°
Noción y distinción general de las ciencias
La generalidad de los sabios llaman ciencia,
tn general, todo con~cimiento cierto y razonado;
en este sentido pueden incluirse en las ciencias
. naturales la Botánica, la Zoologia, etc. En sentido
estricto se llama ciencia el conocimiento de la~
co~as por sus causas, o razones suficientes; y
,con más precisión, ciencia es conocimiento cierto
y evidente adquirido por la demostralÜón. Como
se vio en la Criteriología, la ciencia se distingue"
del arte y de la Historia natural y civil.
" subjetivámente
La ciencia puede cOlilsiderarse
y es el sistema de conocimientos adquiridos por
la demostraciÓn; objetivameQte, y es el conjunto
dç verdades y de principios que se refieren a un
orden determinado.
".También se distin~eh
las ciências en especulativas y prácticas.Especùl~tivas
son ~queHas
-
101 -
en que sólo se tiene por objeto el conocimiento
y demostración
de la verdad'; haciendo
abstracción de las aplicaciones
prácticas;
por ejemplo:
la O .•tología es ciencia especulativa,
la Etka ciencia práctica.
Una mísma ciencia puede ser t~speculativa y práctica, según que se estudie de un modo
purélmerJc
teórico, o con la mira de aplicada
a
la ejecución
(Je actos
prácticos;
por ejemplo:
la
Geo',1)etría puede ser especulativa,
si se !a estudia '~n sus principios
y demostraciones,
sÓlo por
conocer la verdad;
y será práctica sí se aplica
al levantamiento
de planos, medición
de terrenos, cte.
ARTICULO
Del p~jncjpjo
2.°
en que debe fundarse la distición
caciàn de las ciencias
y c1asifi-
Algunos filósofos fundan la distinción
de las
ciencias en su objeto material; otros, más acertadamente
la fundan en el objeto formal. Se llama
objeto material de una ciencia las CQsas de que
se ocupa
consideradas
en sí mismas; 'y objeto
formal la razón según la cual considera el objeto
material;
por ejemplo:
Dios es objeto material de
lâ Teología
natural y de la revelada;
pero la Teología revelada
trata de Dios y de SllS atributos
conforme a los principios
de la revelación;
y la
Teología
natural trata de Díos y de sus atributos,
sólo en cuanto puede ser conocido
por la razón
natural.
-
102 -
Los fenómenos corpóreos son objeto material
de la Física y de la Química; pero la Física los
estudia en cuanto no..hay, en ellos, mutación substancial, y la Química, al contrario, los estudia
en cuanto hay mutación substancial; por ejemplo:
el sonido, la gravedad, etc., son objeto de la Fí---sica; la descomposición de las sales, el análisis
. y la síntesis de los cuerpos compuestos, etc., pertenecen a la Qui)l1ica.
Las· ciencias deben distinguirse unas de otras
por su objeto formal, y no por su objeto material.
Asi como las cosas se distingu~n unas de
otras por su forma; también Jas ciencias deben
distinguirse
por su razón formal, esto es: por
aquel principio que las hace tal ciencia y no
otra, pero esta razón se hatla en el objeto formal,
Y'"no en el material, porque aquél y no éste, es
el que constituye la ciencia en determinada
es-pecie. Así la Física y la Química se distinguen
formalmente, aunque el objeto material sea el
mismo.
Además, las ciencias deben distinguirse por
el objeto que se refiere al entendimiento, porque,
según observa S. Tomás, éste es el fundamento
de lo que se sabe; pero ést~, así considerado es
el objeto formal; luego éste y no el objeto material es el fundamento de esta dístinción.
Clasificación de las ciencias.-Los filósofos las
han clasificado de distin10s modos; S. Buenaventura las clasifica por el grado de luz que bayen ,
-
103 -
ellas. Ampere, por el lado material; S. Tomás las
clasifica atendiendo al grado de abstracción y universalidad que las caracteriza. Esta es la más
aceptable, según lo demostrado arriba. Según ella,
hay cuatro géneros de ciencias: 1. Las físicas,
que tratan de la materia, y en ellas hay el primer
grado d,~ abstracción; 2. Matemáticas, éstas hacen
abs'tracc:Îón de la materia, pero no de la cantidad;
3. filosóficas, que tienen el mayor grado de abstracción y universalidad; 4. A éstas pueden agregarse como distintas, las morales, que tratan de
los principios universales por los que deben regirse las acciones libres de los hombres, ya se consid'~ren individualmente, ya social o políticamente.
ARTICULO
3.0
Aplicaciones especiales del método a las ciencias
En cuanto al método especial propio de cada
ciencia debe advertirse que, en algunas, como en
las fisicas, precede siempre la inducción, por la
<>bservación y los experimentos, para \Ie{~ara CQnacer las leyes generales, y luéga, por medio de
és::as explicar los fenómenos de la Naturaleza.
En otras, como en lfis filosóficas tiene más cabida la deducción, o sea la demostración
fundada en los principios universales, de los que
se deducen conclusiones ciertas y evidentes.
En cuanto a la certeza debe observarse que
todas las ciencias producen certeza en el enten-
-
104 -
dimiento, pero que ésta tiene distintos grados en
las varias ciencias; a'sí, en las matemáticas hay
mayor grado de certeza que en las físicas, 'Por
-que éstas tratan de verdades contingentes y aque·nas de verdades necesarias; las filosóficas producen certeza metafisica, pf>rque tratan de los
principios' más trascendentales.
De lo expuesto se deduce que hay en las
ciencias cierta subordinación.
AS·í, las ciencias
ffsicas se subordinan a las matemáticas y éstas
y la~ ciencia.s morales se subordinan a las filosóficàs.
En las ciencias físicas se comprenden la Físita, la Química, la Geología y todas las demás
ciencias naturales. En las matemáticas se incluyen
la Aritmética, el Algebra, la Geometría, la Astronomía y demás ciencias exactas. En las filosóficas,
la Lógica, la Antropología, la Ontología, la Ideologia, la Cosmología, la Teología natural y las
que se llaman sociales. En las ciencias morales
se incluyen la Etica y las ciencias que constituyen
Jas diversas ramas del Derecho.
- ... ------.--
ANTROPOLOGIA
NOCIONES
PRELIMINARES
La voz antropología se deriva del griego antropas, hombre, y lagos discurso.
En esta parte de la Filosofía se trata: de las
potencias del hombre; de su forma o el alma;
y de la naturaleza del hombre.
Puede definirse: ciencia que trata de las facultades del hombre, de su forma y naluraleza.
Es ciencia, porque en ella se procede al conocito de la verdad por la vía demostrativa; y de
principios universales y evidentes se deduce,,"
conclusiones ciertas. Esto constituye su género
próximo, y las otras partes de la difinici~m designan la diferencia específica, designando, al mismo tiempo, su objeto material, que es el hombre,
y su objeto formal,-que es el modo especial como
esta ciencia se ocupa de él, esto es: estudiándolo
científicamente y de un modo general y abstracto.
-
106 -
Se' distingue realmente de la Fisiologia, de la
Anatomia y demás partes de la Historia natural.
La importancia y utilid~. de este estudio se
deduce de. su objetó; pues ef claro que es de
grande importancia y utilidad, para el hombre,
-el conocimiento reflejo y científico de sus facultades y naturaleza.
División de este tratado.-De la definición dada.
Se deduce l. división de este tratado en tres
partes: 1.3 De las potencias o facultades del hombre. 2.3 De I.a naturaleza del alma, y 3." de la
naturaleza del compuesto humano o sea del hombre.
PRIMERA PARTE
De las potencias del hombre
tomo éstas pueden considerarse en general
y particular; se tratará: 1.° De las potencias eri
:general. 2.° De las potencias en particular.
Las potenciâs o fawltades de los seres vivos
lOn aquellos principios por los cuales obran, y
.así podemos definir las potencias del hombre: los
principios inmediatos por los cuales obra el hombre.
CAPITULO I
De las potencias en gentral
Este capítulo se divide en tres artículos: 1.0
De las potencias en orden a la esencia del alma.
-
107
2.° De las potencia en sí.
-en orden a las operaciones.
3.° De las
potencias
ARTIcULO 1.0
De las pctencias del hombrc en orden a la cscllcia del
alma
En este artículo se tratará:
1.0 pluralidad
de
las potencias del hombre; 2.° distinción entre las
potencias
y la esencia del alma; 3.° sujeto de las
potencii1s; 4.° Jrincipio.
1. Pluralidad de las potencias.-La
razón, auxiliada
p'Jr la observación
y la experiencia,
nos
demuestra
que, en todas las cosas hay diversas
propiedades
y principios
irínlediatos
de distintas
operacic nes. Así la Física nos ensefía que en los
cuerpos
hay pluralidad
de propiedades:
extensión: di visibilidad,
elasticidad,
etc. En los vegetatales cc:nacemos,
además de estas propiedades,
las potencias
vegctati vas: nutrición,
creci miento,
generación.
En los animales
conocemos,
además
de éstas, las potencias
sensitivas
y la potencia
motriz. En el hombre, en cuanto
participa
de la
naturaleza
de estùs seres, y en mayor grado de
perfección, es natural, como lo observa S. Tomás,
que abunde en muchas potencias;
y asi, además
de las potencias' vegetativas
y sensitivas
se hallan
las intelectivas.
Estas potencias,
en el hombre,
como en los demás vivientes, se distinguen
realmente unas de otras. Esto se comprenderá
recor-
-
108 -
dando que;"para que dos cosas se distingan real~
mente, se requiere que la razón formal de la una
no sea la razón formal de la otra; asi, la razón
formal de la potencia nutritiva, por ejemplo, no
es la razón formal· del crecimiento, ni de la. generación. Del mismo modo, como -110Slos enseña
la Fisiología, la pontencia visiva es realmente
distinta de la auditiva, y la estructura de sus
órganos nos lo da a entender claramente. Lo
mismo debe~os decir de la potencia intelectiva
y de la volitiva;
porque entender no es querer,
y el quert:r no es el mismo entender; y esto podemos aplicarlo a todas las potencias del hombre.
Luego, en el hombre, hay 1nuch~ potencias realmente distintas unas de otras.
2. Distinción entre las potencias y"la esencia
del alma.-Las potencias se distinguen realmente
de la esencia' del alma. En todas las cosas se
distinguen realmente la substancia y los accidentes, pues la substancia es permanente ¥ no cambia; y los accidentes pueden cambiar, ya en su
perfección, ya porque pueden ser substituídos
por otros; así, el animal puede estar enfermo o
sano, robusto o flaco-; la vista y el oído pueden
aumentar
disminuir y la substancia permanece
idéntica. P~ro en el hombre el alma es substancia
y las potencias son sus diversos' accidentes esenciales. Las potenc,ias, en el hOl1)bre, son susceptibles de perfeccionarse o desmejorarse,
como
puede observarse en la nutriCión y en ~a8 se~sa-
°
109 ciones; así la vista y el oldo pueden debilitarse
o perfeccionarse, y así de las demás, la inteligencia se perfecciona con los conocimientos cientf~
ficos o puede olvidarias, o permanecer en la igno.
rancia; y no obstante esto, el alma permanece
siempre idéntica'; luego las potencias se distinguen realmente de la esencia del alma.
Comn se demuestra en Ontología, la svbstancia es ente existente en sí mismo, lo que designa Sll naturaleza, y el accidente existe en otro
y no en sí mismo. Lo que existe en sí mismo y
lo que existe en otro se distinguen realmente;
pero el alma como substancia, existe en si misllla
y las potencias existen en el alma y no en si
mismas; luego estas se distinguen realm=nte de
la escnda del alma.
Los que, siguiendo a Descartes, sostienen
identidad real entre la esencia y las potencias del
alITa, f,O prueban de modo alguno sus aserciones; y es un aforismo bien sabido que "lo que
grafuiL,mentc y sin razón se afirma, con razón
se niega,~ Además, esta opinión es contraria a,
lo que nos eosefian la razón y la ex¡::erencia;
luego es es inaceptable.3. S'ujeto de las potencias del hombre. -L1ámase
sujeto de !as potencias la entidad en que residen
inmediatamente y que obra por medio de ellas.
En el hombre, como enseña la experiencia,
hay potencias vegeta tivas, sensitivas y racionales.
Las potencLas vegetativas y sensitivas se ejercen
rã
-
110 -
por medio de órganos corpóreos, y sin ellos nopueden ejercer acción alguna; así, cuando falta
el órgano del oido no se ejerce la audición, y
asf de las demás. De aqui resulta que el sujetode estas· potencias ha de ser necesariamente 01'g~nfco; y como el alma es inorgánica e inmaterial, y el cuerpo sin el alma no tiene vida, síguese que el sujeto de estas potencias es el compuesto de alma y cuerpo, o sea el supuesto
humano.
En cuanto a las potencias racionales, inteligencia y voluntad;
como éstas son inorgánicas
y espirituales, y por lo mismo independientes
de
todo órgano corpóreo; éstas sí residen en el alma
como en su sujeto.
4. Principio de las potencias del hombre.-Se
lrlma principio lo que contiene la razón suficiente de alguna cosa· y que es fundamento de su
perfección.
Las pptencias inorgánicas eson propias del
alma y puede ejercer las aun separada del cuerpo
.y ella es también el principio
determinante de
la perfección de aquéllas, luego es su principio.
Respecto de las potencia '"S or:~ánicas, aunque no
pueden ejercerse gin órganos, es necesario, sin
embargo, que estén informado£ por -el alma, y
ésta es la forma substancial del hombre; y según
un axioma la forma es. principio determinante del
sér y de las operaciones; luego el alma es tambiénprÎncipio
de las potendas vegetativas ysen~
-
111 -
sitivas. El alma es, pues, principio o razón suficiente de todas las potencias.
ARTICULO 2.0
De las potencias consideradas en sí.
Ocutren aquí Jas cuestiones siguientes: 1 cómo
se caneen; 2 cómo se dist.inguen ¡ J cómo se clasifican.
1.' Cómo se conocen las potencias?-Según lo
ens~ña la Fisica, la Química y demás ciencias
naturalt:s, conocemos las propiedades de los agentes físicos por las operaciones que ejercen en los
cuerpos; así es como conocemos el poder reduc. tor deJ ácido sulfúrico, Ja propiedad descolorante
del cloro. Tambíén por las operacianes
conocemos Jas propiedades de las plantas y así Jas distinguimos en febrífugas, laxantes, etc.; y también
por las operaciones conocemos las cualidades de
Jas an :males. Hechas estas obeservaciones,
se
prueba la siguiente proposición:
Las potencias del hombre se conocen por
sus operaciones y éstas por los objetos en que
terminan. Las potencias, comb tales, permanecerían desconocidas si no ejercieran las operaciones
propias de su naturaleza, y éstos son lo~, medios
de que nos valemos para dístinguirlas. unas de
otras; por ejemplo: conocemos la potencia visiva
por la percepción de los colores y figuras de. los.
'cuerpos; y.la auditiva por la percepción de los So-
nidos; lo mismo podemos decir de las demás
potèncias; luego conocemos las potencias por sus
operaciones propias, y la experiencia diaria nos
enseña esta ve¡:dad de modo indudáble. PÓr los
objetos formalmente diversos conocemos las operaciones y las dist1nguimos unas de otras; efectivamente, la reflexión de la luz en la superficie
"<fe los cuerpos es el objeto de la operación visuaI, y la vibración de los cuerpos sonoros es
el objeto de la operación auditiva, y como estos
objetos son formalJ,Tle.ntedistintos, suponen operaciones también, formal o especificamente distintas.
2. Es claro qùe operaciones especificamente distintas suponen potencias especificamente distintas;
luego por las operaciones conocemos las potencias y las distinguimos ~nas de otras, y por los
objetos, que son términos de las operaciones,
c.onocemos y distinguimos éstas.
o
o
3. Clasificación de las potencias del hombre.La división que hace Santo Tomás, es la que
siguen también los filósofos y los fisiólogos. El
Santo doctor divide las pontencias del hombre
en .cinco géneros: potencia vegetativa, sensitiva,
intelectiva, apetitiva y motriz. Esta división es
adecuada y científica porque, efectivamente, en el
hombre, se hallarl cinco clases' de potencias que
ejercen operaciones formalmente distintas'.J
se
.-eIieren a objetos formalmente distintos. En efecto,
Óse considera al hombre como viviente corpóreo,
Yfentonces percibimos 'en él las potencias .vege-
-
113 -
tativas; (o lo consideramos en relación cqn los
obietos externos, y. luégo reconocemos en él los
sentidos, por cuyo medio conoce las propiedades
de los cuerpos; y la inteligencia por la cual conoce las verdades trascen~entales y abstractas.
Además, reconocemos en el hoolbre no sÓlo la
espontaneidad de sus inclinaciones y actos, sino
también la libertad para querer o no querer. Cuándo e. hombre conoce el bien como conveniente,
se inclina a él, lo ama, y asi ejerce la potencia
apetitiva', luégo pone en ejercicio su actvidad
para dirigirse a él, para obtenerlo y ejerce la
potencia motriz.
Se dijo que hay cinco géneros de potencias,
en el hombre, porque en la vegetativa se incluyen las ;JOtencias nutritiva, aumentativa y generativa; {:n las sensitivas se comprenden Jas sentidos externos e internos; en la intelectiva se
incluyen el entendimiento agente}' el pasi'lO; en
la apetitiva se incluyen el apetito sensitivo y el
racional. o sea la voluntad, y cn la motriz los
ejercicio:; de la actividad necesarios para e-I movimiedo local. Por lo expuesto se ve que esta clasificación es perfectamente ordenada;
pu~s los
sentidos suponen las pvtencias vl~getati\'as; el
entendimiento supone los sentidos; la potencia
apetitiva supone los conocimientos sensitivos y
racionales, pues nada apetece el hombre que no
conozca', y la motriz supone la apetitiva. Ademá~,
8
-
114 -
bay en esta clasificación, como se ve, una gradación perfecta.
Algunos filósofos dividen las potencias del
hombre en sensibilidad, inteligencia y voluntad;
otros
en sensibilidad, inteligencia
y actividad; pero,
.
~
según lo demostrapo anteriormente, no son aceptables.
ARTICULO 3.0
De Jas potencias del hombre en orden a sus operaciones
Se tratará en este artículo: 1 distinción entre
Jas potencias y sus actos; 2 inclinación de las
potencias a sus actos propios; 3 del hábito.
l. Distinción ent, e (as potencias y sus actos.En el hombre, como en todos los seres creados,
las potencias o propiedades se distinguen realmente de sus actos. Se demuestra fácilmente: la
causa y el efecto se distinguen' realmente; pero
las potencias son causa de los actos, y éstos son
efectos, luego se distinguen realmente; así la inteligencia es una de las potencias del hombre, y
ésta produce el acto de percibir y comprender la
verdad y es claro que la percepción actual y la
facultad de percibir tal. verdad no son la misma cosa. Además, poder obrar y obrar en acto son distintos; pero la potencia es aptitud o
poder de obrar y la (I peración es el acto ejercido
por aquella potencia; así, el hombre pasa del
poder ver al ver, ùel poder hablar al acto de
-
115 -
hablar, y asi de las demás potencias;
luego las
potencias y los actos se distinguen realmente.
Algunos filósofos, siguiendo a Descartes, niegan
la distinción entre las potencias y sus actos porque no es posible, dicen, concebir una potencia
que no esté siempre en acto. Otros sostienen que
las potencias no son más que nombres que ~Ios
filósofos han hallado para explicar más fácilmente
las operaciones
del hombre.
Pero estas opiniones carecen de fundamento,
y su falsedad se deduce de lo demostrado arriba. Además, falsamente
afirma Descartes que es imposible
una potencia
que no esté siempre en acto, porque esto es absurdo y contrario a la experiencia:
una potencia
siempre en acto, no seria potencia sino acto puro,
y sería potencia y no sería, lo que es absurdo.
El que tiene los ojos cerrados, tiene la potencia
visiva, pero no ve, mientras los tenga cerrados.
Inclinación de las potencias a sus actos.-Esta
inclinación IIatural de las potencias a sus actos.
la llaman Aristót.eles y Santo Tomás apetito natural, y lo definen: tendencia natural de las potencias a !iUS actos conformes
con su naturaleza.
Todas:as
potencias tienen inclinación néJtural a
sus actos propios;
así la vista tiende ~;iempre
a mirar, el oído a escuchar, la inteligencia a conocer y entender, la voluntad a qu('rer, etc., y es
porque cad;! potencia tiene su ohjeto adecuad()
conforme a su naturaleza.
-
I
116 -
Hábito;-No se trata aquí del hábito como
categoría, sino como cualidad que modifica al
sujeto en orden a determinada especie de operaciones.
Es preciso distinguir el hábito de la disposición; ésta es natural, aquél es adquirido. Se llama disposición la aptitud natural que inclina al
sujeto racional a deter"minado orden de operaciones; ejemplo: Pedro tiene disposición para las
matemáticas, porqu€: a ellas se siente inclinado.
Hábito es la cualidad estable que dispone el
sujeto en sí y en orden a sus actos; ejemplo: la
virtud, el vicio, la ciencia~ El háb.i.to se predica
propiamente! del sujeto racional ~n cuanto inteligente y libre; por extensión y de un modo inadecuado se predica de las potencias sensitivas.
Algunos autores distinguen los hábitos en
naturales y adquiridos, porque confunde[l la disposición con el hábito; efecti vamente, la definición
que dan de hábito natural cuadra con la que se
dio de, disposición.
Dividen los autores el hábito en entitativo y
operativo; el primero modifica al sujeto en su
naturaleza; el segundo modifica sus potencias. El
hábito operativo se divide en intelectual, como
la ci,encia, y morales como la virtud, según que
modifiquen al entendimiento, o a la voluntad.
Por parte del objeto, se dividen los' hábitos
en naturales y sobren"turales;
los primeros modifican al sujeto o a sus potencias respecto de las
-
117 -
operaciones que por sí mismo, y naturalmente
puede ejercer, como la ciencia, las virtudes sociales, etc., y sobrenaturales son aquellas que afectan al sujeto y a sus potencias en orde~ a ciertos
actos que no puede ejercer sin auxilio superior,
como la fe, las virtudes heroicas, etc. Estos hábitos sobrenaturales
pueden ser infusas, o sea
comunicados por Dias al hombre; o aquiridos por
repetición de actos con el auxilio de la gracia.
El h.:ibito produce en el sujeto varios efectos:
facilidad en la ejecución de los actos como el que
se ha ejercitado en la enseñanza de la Geometría;
hace t;¡mbién agradables
los actos; y así el que
está ;Iabituado a la enseñanza de una ciencia,
tiene gusto en ella; da también perfecciÓn en los
act.os, como el contabilista, que suma con más
exactitud y rapidez que el matemático que no
está acostum brado a esos ejf'rclcios.
En sentido estrictb, las potencias que son sujetos próximos del hábito son la intelig-encia y
la voluntad, porque éstas, a causa de su perfección y de la extensión de su objeto, se hallan
en estado de indiferencia respecto de determinados
objetos, y necesitan del háhito que las incline a
lo~ actos y les dé facilidad en ellos.
Las potencias sensitivas, propiamente no son
su~etos del hábito; pues, por una parte !i_ehallan
determinadas por su naturaleza a los obj{~tos conformes con ella, y por otra no gozan de la ~diferencia de las facultades superiores, y TIa nec~
.- liS ~
sitan ser estimuladas por el hábito; mas, en sentido
impropio y por cierta extensión se les atribuye
el ,hábito; asi, el relojero y el grabador se acostumbran a ver objetos pequeños y de cerca, al
contrario, el marino y el hombre de campo se
acomodan a ver objetos lejanos; pero en sentido
estricto debe más bien llamarse acomodación de
los sentidos.
Respecto de los brutos, sólo en sentido impropio se les atribuye hábito, en cuanto, merced
a los esfuerzos del :lOmbre, son susceptibles de
cierta educación.
CA PITULO
11
De las potencias en particular
Como ya se exp:icó, hay en el hombre cinco
géneros de potencias, y de ellas se trató ya en
general; ahora se va a tratar de ellas en especial.
ARTICULO
1.0
De la potencia vegetatlva
En este artículo se trata: 1. noción de la vida
y diversas funciones de la vida vegetativa; 2. principio de la escala de los vivientes, y 3. que las
operaciones vegetatins
son naturales.
1. Vida y diversas funciones de la vida vegetativa.-Al observar un viviente cualquiera, animal
planta, sa~emos si está vivo o no,. por los
o
-
119 -
movimientos espontáneos que ejerce; y aSi, como
dice Santo Tomás, si un animal se mueve decimos que está vivo; si carece de movimiento decimos que está muerto. De estas observaciones
poderr..os deducir la noción de vida, en general
que podemos definir principio interno e inm~
to del movimiento espontáneo. Esta definidt)n se
aplica sólo a los vivientes creados, porque, en Dios
está la vida por excelencia y en sumo grado de
perfec:ciór,; en El no hay movimiento por ser
infinÍ':<>.
PLtede definirse la vida vegetatlva: principio
agente e inmediato por el cual el viviente se nutre,
crece y se propaga. Tres son las potencias de la
vida vegetativa: potencia nutritiva, por la cual
el viviente convierte los alimentos en su propia
substancia, asi, la planta absorbe los jugos de la
tierra y los convierte en su propia substancia individual. De la misma manera, los animales y el
hombre, por la nutrición convierten substancias
extrafias en su propia substancia; y así, lo que
antes crá pan, arroz, etc., se convierte, por la
nutrición, en carne y sangre de Pedro, Juan o
Diego.
Potencia aumentativa es el principio agente e
inmediato por el cual el viviente se desarrolla,
crece y adquiere el volumen propio de su naturaleza. Efectivamente, la experiencia nos ensena
Que las plantas, los animales y el hombre nacen
120 .muy pequenos,
y van creciendo hasta adquirir
su completo desarrollo.
La potencia genei'ativa es el principio agente
inmediato por el cual el viviente unido con un
semejante produce un viviente de la misma natu-
~eza
.
. "Según nos t!nseña la experiencia, todos los
vivientes proced~n de un germen o embrión, orIginado por la unión de dos individuos semejantes .
.Así en las plantas, por la unión de los estambres con los pistilos se fecunda d ovario que
habrá de germinar más tarde; y esto mismo se
$e observa en los animales; y los experimentos
más delicados y las más "1llinucíosas observ~ciones han conducido a los fisiólogos a esta conclusión: «todo vivie::tte procede de un germen.»
Corolario.-Dedúcese de aqui, que lo que, algunos trasformistas llaman generación espontánea,
no es más que Ul1a ficción absurda. Lo dicho
basta para la cuestión presente; en Cosmología
se tratará este asunto más extensamente.
2. Escala de los vivientes.-Por la observación
de los seres de la Naturale~a, conocemos que
los vivientes están distribuídos en varias clases
.que distinguimos
especificamente. En efecto, en
las plantas sólo ohservamos los fenómenos de la
vida vegetativa: se nutren, crecen y engendran;
en los animales, además de los fenómenos de la
vida vegetativa, se ve!1 todas las acciones de la
'Wida sensitiva; en el hombre se ejercen todas las·
121 -
funciones
de la vida vegetativa
y sensitiva, yademás las de la vida racional. De .estas observaciones
deducimos
que hay tres géneros de
vivientes realmente
distintos;
las plantas, en las
que se halla la vida, como dice S. Dionisio, en
su Última resonancia;
éstas viven, pero carecen
de todo conocimiento
y ejercen sus acciones necesariamente,
o como dice S. Tomás, de un modo puramente
ejecutivo.
Los animales til~nen todas es':as perfecciones,
y ademá~ tienen conocimientos
sensitivos
y ejercen
las funciones
de
reI ~ciól1; poseen pues, ia vida de un modo más
perfecl:l que las plantas. y ejercen sus acciones
de un modo aprehensivo.
El hombre e~ mucho
más perfecto que las plantas y los animales,
tiene t:ldas las perfecciones de ellos, más las que
corresponden
a la vida racional, y ejercen sus
acciones de un modo directivo; pero, en su perfección dista más de los animales, que éstos de
la~. pló.ntas, por 10 que algunos naturalistas
han
afirmado que et hombre deheria constituir un reino
aparte en la Historia natural.
3. Les operaciones de la vida ve¡;;etativa, en el
hombre no son racionales sino orgánicas.-Como
ya ~e demostró, operaciones
especificamente
distirtas suponen potencias
específicament~
distintaB; y las operaciones
vegetativas no pueden ejercerse sino por medio de órganos. Ademàs, si las
potencias vegetativas fueran racionales, el hombre
tendrfa conciencia
de ellas y estarían
sujetas a
-
122-
la voluntad; pero la experiencia nos ensefta todo
lo contrario;
luego las operáciones
vegetativas,
en el hombre no son racionales.
Algunos filósofos han sostenido erradamente
.que las potencias vegeta tivas, en el hombre, son
racionales, porque, el alma del hombre, que es
su forma, es racional; pero, por lo ex puesto esta
opinión es falsa.
ARTICULO 2.0
Potencia sensitiva.
En esta importante cuestión trataremos: 1 noción y objeto de la sensación; 2 sujetp; 3 natuléza; 4 sentidos externos, número y comparación;
5 sentidos internos.
1. Noción y objeto de la sensación.-- Se llama
sensación el acto por el cual conoce el animal
las propiedades de los cuerpos, en cuanto singulares y concretas.
En cuanto al objeto de la sensación, que por
esto se llama sensible, se prueba la siguiente
proposición:
Las cualidadesl:orpóreas
son el objeto primario de las sensaciones, y la sUbstancia de los
cuerpos, su objeto secundario. La experiencia
nos muestra esta verdad de un modo muy claro;
efectivamente, por la vista percibimos los colores,
y asi, cuando percibimos un objeto que refleja
el color rojo, .decimos con toda propiedad que
-
123 -
ese cuerpo es rojo; de la misma
manera, 51 in-
troducimos la mano en un vaso de agua caliente,
percibimos el estado de temperatura del agua, y
con exa.:titud decimos que el agua está caliente;
y así podemos discurrir por los demás sentidos;
pero el ser un cuerpo colorado, caliente, frío,
dulce, amargo, etc., son cualidades de los cuerpos,
en cuan to singulares y concretos. En cuanto a
la segunda parte de esta proposición, Reid, Rosmini y algunos otros la niegan fundándose en que
el conoc:imiento de la substancia corpórea pertenece esclusivamente al entendimiento ¡ pero estos
filó~ofo~, confunden el conocimiento de la substancia corpórea en su esencia y razón formal, con
el conocimiento indirecto y por accidente. Es verdad que el conocimiento de la substancia corpórea,
en su esencia y razón formal, sólo pertenece al
enténdirniento¡ pero el conocimiento indirecto y
por accidente, sí está al alcance de los sentidos.
Efectivamente, cuando percibimos la blancura de
la lecht:, lo dulce del azucar, percibimos estas
cual idades como inherentes de estas substancias,
y como, por otra parte, estas cualidades no pueden percibirse sino en cuanto residen en la substanda corpórea, siguese que los sentidos pueden
percibir, de un modo indirecto y por accidente, la
substanda corpórea.
2 Sujeto de la sensación.-Algunos
filósofos
sostienen que el sujeto de la sensación es el alma
sola, los materialistas,
que es el cuerpo solo.
-
o
124 -
Contra ellos se prueba la siguIente proposición:
El sujeto de la sensaciórr no es ~I alma sola,
ni el cu'erpo solo, sino el compuesto substancial
esencial de alma y. cuerpo. Puede considerarse
el sujeto de la sensación de dos _modos: el de
las sensaciones en común, y el de cada sensación en particular. Hecha esta distinción, se prueba la proposición por partes.
El sujeto común de las sensaciones no es el
c•.uerpo solo, porqt::e la sensación es conocimiento,
y el cuerpo, considerado
formalmente como ta],
no puede ser sujeto de conocimiento.
Además,
este conocimiento
sensitivo esindivisib]e,
como
adelante se probará, y el cuerpo, como tal, no
puede obrar -sino por contacto
cuantitativo en
diversas partes de su masa; luego el cuerpo solo
no es sujeto de la sensación ..
Tampoco es el alma sola, porque, aunque la
sensación es indivisible y pQr lo mismo simple,
_no puede verificarse sino por medio de órgano
corpóreo; así no podemos ver sino por medio
de las ojos, ni oír sino por medio del oído, y
asi de los demás; por eso el alma separada del
cuerpo, no puede tener sensaciones, por carecer
-de los órganos, que .son los medios adecuados
de la sensación. El sujeto de la 'sensación es pues,
el cuerpo en cuante. informado por el alma. Pero
el alma unida con la materia, que es e] cuerpo,
constituye un compuesto esencial, dotado de unidad de naturaleza. Además, en U!1 cadáver se
-
125 -
pueden verificar las impresiones orgánicas y aun
nerviosas, y sinembargo no tiene lugar la sensación; luego el sujeto de las sensaciones es el
compuesto esencial de alma y cuerpo.
Los órganos son los sujetos inmediatos de
las sensaciones, ctlnsideradas singularmente; pero
en cuanto están informados y animados por el
alma; este, quiere decir que las sensaciones consideradas ~n particular, están localizadas en los
órgane.s; }' así, sólo por los ojos podemos percibir .05 colores, 'f por el oído exclusivamente
los sonidos, por el órgano del olfato los olores,
por el Ól :~ano del gusto los sabores, y por la
superficie del cuerpo, especialmente por las manos, pere; Dimos lo referente al tacto.
Estas sensaciones se distinguen especificamente unas de otras, y no pueden residir en un solo
sujeto org-ánico inmediato; cada una de ellas
requiere '~)rgano especial., La experièllcia y la Fisiología ~nseñan que, faleando un órgano, falta
la sensac,: (in correspondiente.
Con razón pues,
all'jbt.yel~ los hombres, la sensadón de la vista
él los oju, las del sonido a los oídos y <¡sí de
las demás.
3. Naturaleza de la sensación.-Para
comprender bien la naturaleza de la sensación, es preciso
consignaI unas observaciones de grande importancia. Según las observaciones de los fisiólogos,
y lo que enseña la experiencia, es precis(} distinguir en las ~nsaciones: la acción física de los
-
126-
cuerpos sobre los órganos; los movimientos nerviosos trasmitidos al cerebro, y la reacción del
sujeto sobre el cuerpo, por medio del órgano.
sobre el cuerpo, por medio del órgano correspondiente, para percibir o conocer la cualidad, y
ésta es ia sensación propiamente dicha.
En efecto, para la sensación de la vista se
requiere la impresión orgánica material del cuerpo luminoso en el ojo; por esta acción la luz.
penetra en el ojo' al travez de los humores
que lo constituyen, y produciéndose
una considerable refracción, pinta en la mancha amarilla,
.. o sea en la retina una imagen muy pequefía e
. invertida del objeto exterior; hasta aqui tenemos
la acción ffsica, o impresión orgánica, producida
. .por el cuerpo luminoso en el ojo.
Esta pequena imagen produce en el nervio
óptico ciertas vibraciones que se trasmiten al
centro nervioso, y ésta es la acción fisiológica.
El sujeto, excitado por estos movimientos nerviosos, produce una reacción hacia el cuerpo que
produjo la impresión orgánica, y perCiben su
color y figura, y esta percepci6n, o conocimiento
es, propiamente, la sensación. En la sensación del
oklo, el cuerpo sonoro produce una serie de ondulaciones en el aire; éstas entran en el pabellón
u oido externo, producen en la membrana del
tímpano cierto número de vibraciones
análogas
a las ondulaciones del aire; en seguida los huese.
dUos' alojéjdos en el oído medio,' o sea en la· ..'
-
127 -
caja del tímpano, trasmiten estas vibraciones at
caracol y las canales semicirculares, y el líquido
contenido en ellas, entra también en delicadas
vibraciones;
hasta aqui la impresión orgánica.
El oído interno produce en el nervio auditivo
ciertas vibraciones que se trasmiten al centro
nervioso; ésta es la acción fisiológica. El sujeto,
animado por el alma vuelve su acción sobre el
cuerpo sonoro para percibir el sonido, y esta
percepción es la sensación. De un modo semejante se explican las demás sensaciones.
Los hechos enumerados están comprobados
en Fisiologia, en Física, y en parte, por nuestra
propia experiencia.
En la impresión orgánica, y aun en la fisiológica, el órgano del sentido es pasivo, como lo
prueba 11 las observaciones
dichas; pero en la
reacción psicológica, el sujeto, por medio del
órgano percibe las cualidades
corpóreas correspondientes a la estructura de dicho órgano, yen
este caso es activo.
La impresión orgánica y la fisiológica son
condiciones
necesarias para que se verifique la
sensaciÔn; pero no son la sensación misma, como
queda probado. Según las observaciones anteriores, los cuerpos concurren como causas determinantes, y los órgano::; como causas instrumentales. Mas, como la sensación consiste formalmente
en la percepción y conocimiento sensitivo de las
propiedades de los cuerpos, síguese que la causa_
-
128 -
eficiente de la sensación es el sujeto que conoce.
Este conocimiento sensitivo es simple, porque,
si constara de partes, cada parte percibiría una
parte de la cualidad; pero faltando la unidad
es imposible la percepción; o cada parte. percibe
totalmente la cualidad, y entonces habría tantos
sujetos como partes se supongan, lo que es falso;
luego la sensación es indivisible y por tanto simple. Esta simplicidad no debe confundirse con la
inmaterialidad, o espiritualidad, y sólo se prueba
aquí que carece de partes, pero no que sea independiente de los órganos.
4. Sentidos externos, su número y comparación.-Se llaman estos sentidos externos porque
sus órganos están localizados en el exterior del
cuerpo humano y también porque tienen por objeto las cualidades de los cuerpos.
En el hombre, como en los animales përfectos, sólo hay cinco sentidos externos: la vista,
el oído, el olfato, el gusto, y el' tacto. Esta proposición se prueba fácilmente: hay tantos sentidos en el hombre, cuantos sean los órgano"s realmente distintos y aptos para la percepción de
las cualidades corpóreas; pero no bay sino cinco
·~rganos distintos y aptos: los oJos, los oídos; el
órgano del olfato, el del gusto. y el del tacto; y
fuera de éstos no es posible asignar ningún otro
.que sea realmente distinto de éstos y apto para
determinada; especie de sensaciones. Además, se~gún se demuestra en física y en _Fisiologia todas
-
129 -
las cualidades
corpóreas se reducen a cinco claa los órganos ya dichos.
Algunos autores han llegado a suponer como
posible la existencia de un sexto sentido externo
con ocasión de los fenómenos del magnetismo, o
del :1ipnotismo, y algunos le han dado el nombre
de s~ntido muscular; pero ésta es una suposición
infundada, porque, en ninguno de estos casos
consta ].:1 existencia, o producción de un sexto
órgano distinto de los enumerados; ni es posible
asignar cualidades propias de] supuesto sentido,
realmente distintas de las ya enumeradas; luego
no existe el tal sexto sentido, y acaso lo que se
designa con este nombre no es otra cosa que los
fenómenos de la imaginación, o del sentido común.
Las cualidades de los cuerpos relativamente a
los sentidos, se llaman sensibles; y las dividen
los fiJÓSJfos en sensible propio, común y por
accidente. Sensible propio es la cualidad que es
oQjetoadecuado
de determinado sentido; y así,
el sensible propio de la vista es el cole,r; del
oído, el sonido; del olfato, el olor; del gusto, el
sabor; del tacto, el calor, el fria y la dureza.
Sensble común es el que puede ser percibido
por doso más sentidos; los filósofos enumeran
cinco: fi¡;:ura, número, magnitud, movimiento y
.reposo, que pueden ser percibidos por la vista,
el oído y el taçto. Sensible por accidente es
aquel que, por su íntima unión con el sensible
,ses, correspondientes
9
-
130 -
propio, es percibido indirectamente por un sentido; ejemplo: unas tajadas de pina colocadas a
alguna distancia producen aUl1encia de saliva a
la boca, porque la vista percibe directamente el
color, e indirectamente y por accidente el sabor;
la ca'lsa de esto es lá asociación de sensaciones.
Puden compararse los sentidos entre sí, respecto de su perfección, de la certeza y de la utilidad. En orden de perfección pueden colocarse así:
vista, oído, olfato, gusto y tacto; la vista ocupa el
primer Jugar por la mayor extensión de su objeto,
la mayor expresión de vida que comunica al animal, y siguiendo este orden puede explicarse esta
gradación respecto de Jas demás. Por razón de
certeza, ocupan el primer lugar la vista yeJ tacto;
asf, cuando queremcs expresar que una cosa es
muy clara, decimos que es tangible, que salta a
la vista. Por razón de utilidad, en orden material,
ocupan el primer lugar el gusto y el tactor. por
referirse a la conservación del animal; pero en el
orden ideal, ocupan el primer lugar la vista y el oído~
por el número y calid~d de los conocimientos
que proporcionan.
5. Sentidos internos.-Se llaman así, por estar
colocados sus órganos en el interior det cerebro,
y por eso no aparecen en el exterior; y también
porque su objeto no está en los cuerpos sino en,
las especies impresas en los sentidos externos.
Los sentidos internos son cuatro, como observa
Aristóte\e!S y lo prueba la fisíp.logía, a sabe(: s~:--
-
131 -
tido común, memoria sensitiva, imaginación y estimativa.
El sentido común es una facultad orgánica
interna que tiene por objeto la percepción de las
sensaciones de los sentidos externos y sus diferencias materiales. En efecto, no solamente vemos,
oímos, (ltC., sino que sentimos que vemos, oímos,
etc., y como [os sentidos externos no pueden percibir su propía acción, siguese que hay necesidad
de un centro común por donde se perciban estas
sensaciones. Es probable que el órgano del sentido común esté colocado en el centro del encéfalo. donde se reúnen todos los nervios de los
sentidm, externos.
Corolario.-Es inexacta la denominaciÓn que
hacen éllgunos filósofos de "verdad de sentido
común," en vez de verdad de razón natural, que
es más lógico y exacto.
Memoria sensitiva es la facultad orgamca interna p'Jr la cual conserva el animal las sensaciones pasadas, y las conoce como pasadas. Esta
facultac es común al hombre ya los brutos, pero
en el hombre hay también la memoria inltdectiva,
de la cual se fratará más adelante. Que existe
la memoria sensitiva, nos 10 prueba la experiencia, pues recordamos las sensaciones agradables
o è.esagradables que hemos experimentado anteriormente; lo mismo observamos en los brutos,
y por eso son susceptibles
de cierta educación.
132 -
Imaginación es la facultad orgánica por la
cual conserva el animal las imágenes de los objetos percibidos por los sentidos externos, principalmente por la vista·y por el oído. La experiencia nos enseña cada día que conservamos las
imágenes de los objetos que antes .hemos visto
y que actualmente no tenemus presentes; por
ejemplo: ví ayer un caballo y ahora me lo repre:sento, con su color, figura, tamaño, etc. Esta
\ facultad nos es común con los brutos; ellos conservan las imágenes de los objetos antes percibidos; por eso el perro reconoce a su amo después de mucho tiempo de no verlo; los pájaros,
aunque vuelan lej?s, vuelven a sus nidos, sinem·
bargo de haber muchos árboles semejantes en la
montaña; otros muchos ejerr.plos podrían citarse
para probar que existe en los brutos la imaginación; pero, en ellos, esta facultad es únicamente
reproductiva; por eso algunos filósofos la llaman
memoria imaginativa ..
En el hombre, la imaginación tiene dos funciones: reproduce las imágenes de los objetos
percibidos antes, y esto es lo que se llama i~aginaci6n o fantasia; también puede combinar diferentes elementos y formar imágenes de cqsas no
existentes en ]a naturaleza, y esto ~ llama inventiva de la imaginación; por ejemplo: podemos
imaginamos un caballo alado o un moilte de oro;
a esta in~entiva se deben fas ficciones de la Mitología: 'los centau~os, hipógrifos, ~rpías, etc. Las
-
133 -
bellas artes y, aun las dencias, deben a la in·
ventiva mucJ1as de sus bellas concepciones.
En los brutos no existe la inventiva; se deduce
. de que siempre construyen sus guaridas de la
misma manera: los castores, las hormigas, las
abejas, etc., siempre hacen sus habitaciones del
mismo modo, sin 'inventar nada nuevo; no así
el hombre, que va agregando nuevas reformas y
combinacïones ti sus propios inventos.
En el hombre la potencia imaginativa es facultad orJánica Y no espiritual, puesto que siempre tiene por objeto imágenes de cosas corpóreas
y concretas; y si puede representar alguna colectividad, no puede repres~ntar lo universal y
abstracto. La experiencia nos demuestra, de una
manera dara que la imaginación no puede representar nada, ni combinar cosa alguna que no
haya percibido, de algún modo, por los sentidos
externos ~ luego su acción depende de éstos.
Estimativa es la facultad orgánica por la
cual el élnimal percibe las cosas como convenientes () no convenientes, provechosas o danosas. Por ella la oveja, como dice Santo Tomás,
huye del lobo, no por la fealdad del color, o de
la figura, sino porque conoce en él a su enemigo;
las aves recogen pajas, no por su belleza,- sino
porque les son útiles para formar sus nidos.
Otres muchos ejemplos que podrían citarse, prueban que existe en los brutos la estimativil. Pe-ro
esta apreciación que hace el animal de lo que le
-
134.-
es útil o nocivo, SUP0f1le el conocimiento sensitivo
del objeto. Esta facultad la suelen lIaQ1ar algunos
filósofos instinto; pero, si con esta palabra quier~n significar una inclinación' ciega y sin previo
conocimiento sensitivo, es evidentemente
falsa
esta denominación. pues la observación y la experiencia ensefian que primero tiene lugar el conocimiento del objeto, y luégo la inclinación del
animal a buscarlo, si le es útil. o a huir de él
si Je es nocivo; luego el tal instinto no es más
que la estimativa, o es una ficción falsa y aun
absurda.
En el hombre la estimativa se halla perfeccionada por su unión ,con el ,entendimiento; no
obstante, en algunas ocasiones se percibe su
acción exclusiva, como sucede en la sorpresa y
el susto repentino, y entonces huimos precipitadamente, sin dar lugar a la ref/ección intelectual.
Como esta facultad es la más p~rfecta de las potencias orgánicas del animal, ha sido parte para
que algunos escritores ignorantes en Filosofía.
hayan atribuido inteligencia a los animales.
ARTICULO
3.0
Potencia intelectiva
En este articulo se tratará de la más noble y
perfecta de Jas facultades de~ hombre, es decir,
de la inteligencia. A este propósito se tratará: 1
de la naturaleza del entendimiento; 2 objeto del
-
.135 -
entendimiento;
3 del acto de la intelección; 4
funci~nes del entendimiento.
1. Naturaleza del entendimiento.-Se
llama. entendimiento, o inteligencia, la facultad espiritual
por la cual conocemos las cosas universales y
abstractas.
Vamos a probar la siguiente proposición:
EL entendimiento
es facultad espiritual, o iI/ma-
terial.
Se llama facultad espiritual, o inmaterial, la
que es independiente de la materia en su naturaleza, existencia y operaciones.
La proposición
enumErada se prueba:
1.. Por el objeto del entendimiento.
Son objeto del entendimiento las verdades universales
y abstractas, la esencia y naturaleza de las cosas;
y este nos lo enseña muy claramente la c.onciencia, pues de ellas discurrimos a menudo. Pero
estas nociones no pueden ser objeto de una facultad orgánica, porque éstas, por estar vinculadas a un órgano corpóreo están determinadas a '
objetos concretos y singulares, y por tanto no
pueden percibir lo que es universal y abstracto;
y la experiencia nos enseña que, por nuestro entendimiento, discurrimos acerca de toda clase de
verdades, aun las más elevadas y universales.
2.· Por el modo de obrar el entendimiento.
Este no sólo conoce directamente las verdades
universales y abstractas; sino que también go~
de la facultad de reflejarse sobre sus propios
136.3ctOS, y darse
cuenta de su propia percepci6n;,
cuando conocemos alguna. verdad universal, reflexionamos sobr~ nosotros Ólis1bœ y nos damos cuenta de la mayor o menor
perfección de nuestro conocimiento. Esto no pue-.
den hacerla las facultades orgánicas, por las razones ya expijcadas.
'
" 3.° Por la gran diferencia que notamos en
los efectos.'que producen los objetos del conociJfttento. Las facultades orgánicas pueden alterarse.
déUitarse
y aun destruirse
por la demasiada
ÏtKensidad de su objeto; por ejemplo: la vista se
ofuzca' con la de~asiada intensidad de la luz; el
ekto sufte considerables alteraciones por un ruido
dem'asiado intenso, como el estatnpido de lin caftón de gran tamaño, y aun puede inutilizarse el
órgano y quedar el hombre ciego o sordo. No
sucede lo mismo con el entendimiento, que cuanto más clara y evidente es la verdad, tanto más
se: deleita en su conocimiento y contemplaci6n.
4.° Por la interpretación
del lenguaje; por
~jemplo: las palabras Dios, Theós, Jeobá, Alá,
<iod son distintas y sinembargo nos representan
..;una misma e idéntica idea, lo que no podria ve~jfjcarse si Ja inteligencia fuera potencia orgáhica.
1uego el entendimiento es facultad espiritual o
:inmaterial.
y efectivamente,
2. Objeto del entendimiento humano.JKldemos consideraria
,
Este
en su raz6n fármal de en-
-
137 -
rendimiento, o en su ~stado actual de unión con
el cuerpo.
El ohjeto del entendimiento,
como tal, o sea
su objeto adecuado es todo ente, y toda verdad.
Efecti vamente discurrimos no sólo acerca de las
cosas singulares y concretas, sino también de las
verdades
universales, de los principios fundamentales de las ciencias, de los entes en general,
y de todo cuanto tiene razón de ser.
El objl~to proporcionado del entendimiento, en
cuant.) unido con el cuerpo, es la naturaleza de
las cosas materiales. Esto nos lo prueba la facilidad con que discurrimos
acerca de ellas y la
dificultad que hallamos en pensar sobre las cosas
demasiado
elevadas y abstractas.
La razÓn de
esto es que, aunque el alma es espiritual, está
unida substancial y esencialmente con el cuerpo
y constituye con él un solo sujeto que es el animal racional.
3. El acto de la intelección.-Como ya se' dijo,
se trata del entendimiento humano, esto es unido
con eI cllerpo y constituyendo
con él el sujeto
de la intelección.
Esta (:uestión se explica en las proposiciones
siguientes:
Proposición l.a-Para
el acto de la intel€~cci6n
nesecita el entendimiento valerse de las im~genes
de la fantasía.
Prueba l.a-EI acto de la in1elección es proporcionado al sujeto que conoce y al objeto co-
-
138 -
nocido; pero el sujeto de la intelección, que
es el hombre, se compone de una forma espiritual y de un cuerpo, para constituir la, persona
que conoce; lue~o el acto de la intelección debe
sei' proporcionado a los dos elementos de que el
hombre se compone; por eso se requieren las
imágenes de la fantasia para el acto de la intelección. Asi, dice S. Tomás: «por cuanto el hombre consta de alma espiritual y cuerpo, el modo
propio de entender corresponde a la unión esencial del alma con el cuerpo, y por tanto, debe
-conocer lo inteligible valiéndose de los elementos
sensitivos.»
2.a La experiencia nos enseña que siempreque concemos las cosas ahstractas, nos valemos
<ie la comparación con las cosas sensibles, y paf
4bstracción
conocemos las verdades trascenden,tales o los entes espirituales; luego el acto de la
intelección lo ejerce el entendimiento
valiéndose
<ie las imágenes de la fantasia.
Se dijo antes que aqui ~e trata del entendimiento en cuanto unido con el cuerpo; pero cuando el alma se separa del cuerpo, su modo de
entender cambia, por hallarse en un nuevo estado, y asi entiende a la manera de los ángeles;
pero este modo de entender le es dificil por estar
naturalmente destinada a unirse con el cuerpo.
Proposición 2.a-Para el acto de la intelección
-se. requiere el el1tendimiento agent~ y el entendimiento pasivo.
-
t 39
-
Se llama entendimiento agente la facultad intel{~ctual que hace universal en acto lo que era
universal en potencia; y entendimiento
pasivo,
la facultad intelectual que percibe lo universal
en acto, formado por el entendimiento agente. No
son dos facultades distintas, sino dos funciones
de una misma facultad; esto es: al ejercer el entendimi~nto el ¡cto del conocimiento hace dos
cosas: La valiéndose de las imágenes de la fantasía, por las propiedades
comunes de los individuos que ella le @frece, forma el concepto representativo de naturaleza especifica de aquellos
entes; por ejemplo: para formar el concepto
universal «caballo," se vale el entendimiento de
ta representación
de muchos individuos en la
imaginación, y forma, por las cualidades comunes, el concepto universal «caballo," que representa la naturaleza de esos individuos, que conviene él todos y cada uno, pero sin ser ninguno
de eIlos en concreto; 2.a luégo que ha formado
el concepto universal, lo percibe, y esta percep-,
dón es la idea. Asi, el entendimiento, en la" primera operación es activo, y en la segunda pasivo. El concepto formado por el entendimiento
agente lo I1aman algunos filósofos especie inteligible impresa, y la percepción de este concepto,
especie inteligible exprega.
Según lo ensei'ía la experiencia y la razón, el
entendimiento, en' el principio de la existencia
.del hombre se haIla en potencia para la intelec-.
-
..•
140 -
y luégo que se le van presentando los diintelectual univeJ;sal y 10 percibe. El entendimiento pasa, pues,
de la potencia al acto de entender. Por tanto no
es aceptable la opinión que afirma la existencia
de ideas innatas.
La intelección se distingue realmente de la
sensación: 1.0 Por su objeto. El.objeto de la intelección es universal y abstracto, y el objeto de la
sensación es natural y concreto, luego se distinguen realmente.
2. Por ,la universalidad
del objeto de la intelección. Según consta de la experiencia, el entendimiento es indiferente para el conocimiento.
de muchos objetos universales y -abstractos, y
esto no podría suceder si el entendimiento fuera
potencia orgánica, .pues, como ya queda demostrado, las facultades sensitivas están determinadas. a objetos concretos, individuales y materiales,
Ji no pueden, .por tanto, percibir lo que es uniyersal y abstracto; luego se deduce que el entendimiento es potencia inorgánica y espiritual.
El acto de la intelección se perfecciona por,
medio del verbo mental que es la facultad del
entendimiento por la cual el hombre se da cuenta
a si mismo de las verdades y de las ideas que
ha adquirido y que existen en su entendimiento.
Este acto nos 10 ensef'ia la experiencia, puesto
~
en muchas ocasiones basta una expresión
para desarrollar en nuestra mente multitud de
cÏ¡Õn.
'ersas entes, forma el concepto
0
-
141 -
ideas y nos damos cuenta de ellas; por ejemplo:
al querer formular una argumentación
para demostrar alguna tesis, nos damos cuenta no sólo
de lo~; argumentos conque
podemos probarJa.
sino también de las objeciones que se pueden
oponer. Esto mismo sucede en las invenciones;
por ejemplo: una circunstancia hizo concebir a
Edison el prodigioso aparato del fonógrafo, porque se dio cuenta, inmediatamente de la extructura del instrumento,
medios de que podía valerse, dificultades que debía vencer, etc.
Esta facultad tiene alguna analogía con el.verbo oral, pero no se eierce por media de palabras,
sino por f1edio de la comparación de las ideas,
como lo prueba el hecho de que concebimos un
sistema de conocimientos con mayor rapidez que
aqucJla cc'n que podemos expresarlos por medio
de las palabras.
4. Acto:; y funciones del entendimiellto.-Como
observa Santo Tomás, cuanto más elevada y perfecta es una potencia, tanto se extiende a mayor
número dl: objetos; y, como ya se demostr<S, el
entendimiento es espiritual, se sigue que se extiende a muchas operaciones espirituales y complejas.
El juicio, como se dijo en Lógica, es acto del
entendimiento
parei
cual afirma o niega una
cosa de otra. Para eSM operación se requiere
primeramente la comparación de dos ideas, y si
éstas c:onvienen entre sf, el juicio ~ afirmativo;
-
142 -
~i no convienen, el juicio es negativo; o en otros
términos: según la conveniencia o no conveniencia de las ideas, el entendimiento compone o divide
y de este modo puede desarrollar el conjunto de
sus conocimientos, y esto es claro, porque nuestro entendimiento
dista mucho de la perfección
de los ángeles, que todo lo conocen por percepción inmediata, pero nosotros necesitamos de la
co.mparación de las ideas para perfeccionar nuestros conocimientos. En las proposiciones siguientes se explica esta cuestión.
eroposición I.a.-El
juicio es acto det entendimiento y no de la voluntad.
Esto se prueba por la naturaleza del juicio,
pues éste es el resultado de la comparación de
dos ideas, de donde resulta la afirmación o la
negación; pero todos estos son actos del entendimiento. Por otra parte, por medio del juicio
llegamos al conocimiento de la verdad, como to
epsefia la experienciencia; pero la verdad es objeto del entendimiento y no de la voluntad; luego
el juicio es acto del entendimiento y no de la
voluntad.
Proposición 2.a.-EI
juicio es esencialmente
comparativo, y por tanto no existen juicios primitivos e instintivos de que hablan atgunos filósofos.
Prueba.-En el juicio..se hallan dos elementos:
el sujeto que es cierta naturaleza que, consideJ:'aõa individwalmente, es incomunicable a otros,
y el atributo,
143 -
que designa cierta cualidad que
puede ser comunicable a muchos; ma~, para atribuir la cualidad al sujeto, se requiere, como condicción indispensable, compararia con él, para
saber si le conviene o no, etc., si, cuando digo:
Pedro es honrado, es porque he comparado la
cualidad de la honradez con el sujeto Pedro,
y al percibir la conveniencia lo afirmo. Del mismo
modo, cuando digo: Pedro no es sabio, es porque,
al comparar la sabiduría con el sujeto Pedro, veo
qUE: no le conviene y formo el juicio negativo.
El entendimiento suele llamarse especulativo
cuando sólo se propone conocer la verda, prescindiendo de las aplicaciones a la práctica, y se
llama práctico cuando se propone aplica: los conocímit:ntos a las cosas que se han de hacer;
ejemplo: el que estudia la Geom0tría s610 por
saber, pero sin aplicarse a la práctica, se dice
qUl~ esle entendimiento es especulativo;
pero si
se propone aplicar esos conocimientos al dibujo,
medici(~,n de terrenos, etc., se le llama pdctico.
El entendimiento y la razón no son dos facultades, sino dos funciones de una misma facultad.
Se dice entendimiento en cuanto conoce las verdades primitivas y necesarias; y se Je llama razón
en cuanto hace uso del raciocinio~
La conciencia.-Esta es facultad espiritual por
la que el hombre percibe sus afecciones espirituales presentes y su propio sér. La conciencia es·
una de las funciones del entendimiento. Así, el
-
144 -
profesor que hace una demostración, conoce no
sólo la verdad y los principios, ,sino también la
perfección con que las conoce, y sab'e que posee
esos conocimientos.
Objeto de la conciencia.--Las afecciones espirituales presentes, son el objeto directo de la
-conciencia, y n}1estro propio SéT, el objeto indirecto. Efectivamente, nuestra experiencia interna
nos atestigua de un modo claro, que no sólo
,çonocemos las verdades, sino que sabemos que
las conocemos y están como presentes en nuestro entendimiento, y de un modo indirecto, co'nacemos nuestra existencia, en cuanto en ella
residen como en su sujeto.
De lo dicho se sigue que la concie'nc¡a es
facultad espiritual, y sólo es propia de los seres
inteligentes, 'y lo que algunos filósofos llaman
conciencia sensitiva, no es otra cosa que las acciones del sentido común, o de la estimativa.
, No debe confudirse la conciencia psicológica,
de la que se trata aquí, con la conciencia mora),
que es el juicio práctico de la razón que nos
dicta que una cosa es buena o mala; de ésta se
tratará en la Etica.
Suele distinguirse la copciencia en actual y habitual. La primera es la presencia actual de
nue&tras afecciones, y acerca de las cuales pensamo& actualmente; ejemplo: el profesor 9ue hace
ulla demostración, percibe su aptitud y conocÎ:
:mientQs y ordena sus explicaciones para CQ~~~,
-
-
145 -
nicarlas en el acto la sus discípulos. La habitual.
es el conocimiento de nuestras afecciones espirituales sin que actualmente pensemos en ellas;
ejemplo: Pedro tiene conciencia de saber Algebra,
pero, al presente no se ocupa de ella.
La atención puede considerarse como un efecto de la conciencia, y es la aplicación de la
mente a una cosa. También es actual (I habitual. Es actual si estamos pensando en o que
hacemos; y es habitual, si nos hemos determinado
a haccr una cosa, pero, en el momento de ejecutarla no pensamos especialmente en ella. Esta
atendón suele también llamarse virtual.
Como ya se explicó, la conciencia es una de
las funciones del entendimiento, corno éste pasa
de la pJtencia al acta de entender; la condencia
pasa también, de la potencia al acto de la percepción, y como nos lo atestigua nuestra propia
experier.do, no se ejerce de un modo <Mntinuo
y sin int.:rtupción; pues muchas veces nos sllcede,
aun en I~Iestado de vigilia, que estamos completamente distraídos. Además, durante el suefio rarísimas veces tienen lugar los fen.•ómenos de la
conciencia.
Memoria intelectiva.-Esta
es otra de la<;funciones del entendimiento, y es la facultad espiritual por la ctÍal conservamos en nuestro entendimiento las verdades conocidas anteriormente y
las reconocemos como pasadas; por ejemplo: re10
-146cordamos la demostración que nos hizo l;1 profesor, hace dos meses sobre las propiedades del
drculo. Se distingue de la conciencia en que ésta
es percepción de afecciones presentes, y la memo.ria conserva las pasadas. La memoria intelectiva.
como la sensitiva, suele tener varios grados de
_perfección; y ~si suele llamarse memoria tenaz,.
'leliz, frágil, etc.
ARTICULO
4.0
Potencia apetitlva
Se tratará en este articùlo: 1 noción y división del apetito. en genera);. 2 .apetito' s,ensitivo ~
3 pàsiones; 4 apetito racional, o voluntad; 5 objeto de la voluntad; 6 causas que .pueden mover',
'la voluntad; 7 libertad; 8 objecciones.
,
1. Noción y división general del apetito.-Ape, tito' en 'eneral,
es la inclinación del viviente a
las cosas' que le son convenientes.
Lo dividen
en tres clases: apetito natural, que es la inclinación de los entes que carecen de conocimiento,
a Ià~ cosas que les son convenientes, o a su fin,
Este se halla principalmente en las plantas; pero
en' sentido propio, no le conviene 'el nombre de
apetito, sino, más bien, tendencia natural. Apetito
sensitivo es la inclinación del animal al bien'
conocido pOT los sentidos, o a apartarse del mar,
coppcidodel
mismo mQdo. Apetito racional es la
jlÏ,~J~naciÓn del sér· libre aL~en' perciBido:_ pore'.
-
147 -
elrtendimiento; o a apartarse del mal conocido
racional mente.
De_ estas definiciones se deduce que el apetito
si;gue siempre al conocimiento; de aqui el aforismo: "lo qu~ no se conoce no se desea."
Como en el hombre hay la facultad sensitiva'
y la intelectiva, vamos a tratar de uno y otro
apetito.
2. Apetito sensitivo.-EI apetito sensitivo se divide en concupiscible e irascible. El primero •..s la
inclinación al bien percibido por los sentidos, y
como consecuencia, la tendencia a apartarse del mal;
en cuanto priva del bien. Se llama conc~piscible
porqut~ basta el deseo y la inclinación para unirse
con el bien o hufr del mal; ejemplo: el hombre
tiende a buscar lo que es a propósito para su
bien; la oveja se inclina a buscar el pasto para
su alimento, y huye del lobo, porque le es nocivo. I; I apetito irascible es la inclinació¡l a ven-o
cer las dificultades que se oponen a la c:onsecusiÓ:1 del bien. Se llama ir2scible, porque el animal
necesita cierto grado de energia para ven'Ccr los
obstáculos y conseguir el bien, ejemplo: el galgo
emprende enérgica carrera para alcanzar Ia presa
que se le quiere escapar; el hombre quiere consegllir un bien difícil de obtener y pone en juego
sus energias para obtenerlo.
El apetito, concupiscible o irascible, se manifiesta por ciertos movimientos llamados pasiones,.
de que se tratará en seguida.
-
148 -
3. Pasioñes.-Son los movimientos del apeUto
.sensitivo, originado~ por la percepción del ·bien
o del !pal. Son movimientos naturó.les y .l!0 de:
ben confundirse con los movimientos desordenados,
que no suceden sino accidentalmente. Se llaman
'pasiones, porque en esos movimientos el hombre
y el animal son pasivos, en cuanto reciben la
atracción del bien o la repulsión del mal.. Algunos filósofos señalàn como órgano de ias pasiones el cerebro; otros el corazón; pero es más
probable que proceden de la estimativa.
División de las pasiones. -Estas
son tantas,
cuantos sean los movimientos formalmente distintos en orden al bien o al mal. SegÚn Santo Tomás,
el número de las pasiones se reduce a once: seis
que se refieren al apetito concupiscible, y cil1co
al irascible. Lãs primeras son: amor. Esta es la
principal de las pasíon~sy
e,s la-- inclinación a
,unirse con el bien conocido, y Ror eso la llama
San .Dionisio movimiento unitivo; opuesta a ésta
es el odi~, que ~ la p~sión por \a cuai se aparta
el anil1t'éll de lo que conoce como malo ..
Deseo, o concupiscencia es la pasión que nos
inclina a buscar el bien ausente. A ésta se opone
1a fuga, o aversión, por la cual huimos de lo que
percibimos como malo.
Gozo o dilectación es la pasión por la cual
-reposamos con agrado en él bien obtenido. A
~~ta se opone el dolor o tristeza, Que es la pa-:.
sión.por JJl cual sentimos aflicción pC!Tno haber
podido
conseguir
149 -
el bien, o por
experimentar
el .mal.
Las pasiones relativas al apetito irascible son:
Esperanza, que es la pasión que 1105 anima a
busc2r el bien difícil, pero posible de conseguir.
A ésta se opone la desesperación, que es el decaimiento de ánímo por no haber conseguido el
bien que esperábamos o por el mal que se nos
presenta como ineludible.
Auda ::ia, es la pasión que nos excita a buscar
un bien dificil y a superar las dificultades qúe
se nos oponen para obtenerlo. A ésta 'se opone
el temo: o inquietud que sentimos por la imposibilidad de alcanzar el bien o por sufrir el mal
que no nemos podido superar.
La ira, por último, que es la pasión que nos
inclina a la venganza por el mal que nos sobreviene, o por la imposibilidad de conseguir el bi~n;
ésta no tiene contrario.
Estas son las especies de pasiones especificamente distintas, y a las cuales, fácilmente se reducen ·as demás que enumenran los aufores.
Las pasiones, puesto que son movimientos
natural(:s que excitan la actividad del hombre,
no .30n malas; al contrario, son buenas, y sin
ellas carecería el hombre de actividad. Pero el
hombre debe regular la acción de las pasiones
por medio de la inteligencia y la voluntad ¡y
cuando se deja dominar de ellas, se hace moralmE!nte responsable de este de~orden.
-
150 -
·4. Apetito racional, o vo/untad.-Se
llama vol.untad la facultad espiritual por la cual nos.inclinamos al bien percibido por el entendimientQ.
o nos apartamos del mal, en cuanto nos priva
de aquél.
Proposición.-La voluntad es potencia inorgánica, o espiritual. Se prueba:
1.0 Por su objeto.-EI
objeto de la voluntad
es universal y se extiende a las cosas inmateriales y abstractas, como la ciencia, la virtud, el
arnor, la gloria, etc.: perola potencia que tiene
por objeto estos bienes no puede ser orgánica.
sino espiritual.
2.° Por sus actos. La experiencia nos ensefia
que la voluntad, lo mismo que el entendimiento,
tiene la facultad de mIejarse
sobre sus propios
actos; y asi, no sólo amamos el bien y lo buscamo~, sino que amamos y queremos
nuestro
propio querer, lo que no podría verificarse si
fuera potencia orgánica ..
3.° Por sus propiedadés. La voluntad es sujeto inmediato de la libertad. que es la facultad
de elegir entre varios bienes, y por lo mismo es
hídiferente para querer uno u otro bíen.- Las facultades orgánicas, como queda probado, están
determinadas a un objeto; luego la voluntad es
potencia espiritual, o inmaterial.
5. Objeto de la voluntad.-El objeto de la voluntad es el bien racional, universal, en cuanto
eonveniente. Es el bienf-porf]ue, como nos ensefta
C-
1St -
la experiencia, nada queremos voluntariamente.
sino en cuanto percibimos la razón de bien y de
conveniencia:
por eso dicen S. Buenaventura y
S. Tomás que el mal no es objeto de la voluntad; y si, algunas veces, nuestra voluñtad se inclina a una cosa mala, no es por la razón de
mal que hay en e\la; sino por algún bien qu~
perdbimos como conveniente. El hombre no puede apetecer el mal por la razón formal de tal,
porque obraría contra su naturaleza, lo que es
inadmisible.
Volición, o acto voluntario es el que éjecuta
la voluntad deliberadamente, y previo el conocimiento del fin y de los medios. Cuando el hombre ejecuta aetas en los que no hay advertencia
y deliberación, se \laman involuntarios si la voluntad los repugna, como el que hace algo bajo
la influencia de violencia externa; o no voluntarios si los ejecuta sin advertencia; como los del
que está completamente distraído o dormido.
Los actos voluntarios se distinguen en elicitos
e imperados. Elícitos son los que la voluntad
misma los ejerce; como el querer o aborrecer.
Imperados son los que la voluntad determina y
los ejecuta otra facultad; como el andar, el hablar.
6. Causas que pueden mover la vo/ulltad.-La
voluntad pasa de la potencia al acto de querer,
pues la experiencia nos ensei'la, que actualmente
queremos lo que antes no queríamos; y como
facultad limitada, debe ser movida, la para el
-
152 -
ejercicio, de su acto, ya para la elección de un
bien. Tres causas 'Pueden mover la voluntad: el
bien, el entendimiento y el apetito sensitivo.
Proposición 1.a--La voluntad es movida por
el bien, ~a en su ejercicio, ya en orden a termi-
nados actos.
La voluntad es potencia pasiva, porque no
forma su 'objeto, como el entedimiento agente;
sino que se inclina a él eri cuanto le halla constituído, y toda pCltencia pasiva es movida por su
objeto;, y el objeto propio y adecuado de la voluntatl es' el bie':!.
Los actos de una .potencia se determinan por
su objeto; y el objeto propio de la voluntad es
~l bien; fuego éste es el que puede mover la
voluntad a obrar o bien a determinados actos.
Proposición 2.Il-EI entendimiento
mueve la
....
voluntad en cuanto a la especificación de su objeto, pero no en cuanto al ejercicio de su acto
propio.
La voluntad, como potencia racional, no puede obrar ciegamente, sino que obra en virtud del
conocimiento del bien, como con\leniente, y este
çonocimiento se lo da el entendimiento; de aqui
los axiomas: "Nada se quiere que no se conoz~a,:o y, «El que no conoce no desea.» En el ejer, cicio de su acto el; movida por su objeto adecuado.
ProposiciÓn
•• over
3.a-EI apetito sensitivo puede
indirectamente la voluntad. Se dice indi-
-
153 --
rectamente,
porque et apetito sensitivo, por ser
potencia. orgánica no puede mover directamente
ta voluntad que es facultad espiritual; pero si
indirectamente, to que se prueba por nuestra propia experiencia;
pues las pasiones nos incJ¡jnan
a determinados objetos; pero sin violentar la volumad, y ésta puede obrar. conforme a la inc1inación de la pasión, o puede resistirle y obrar
de otro modo.
En cuanto a los medios para obtener el fin,
y resp/~cto de fines particulares, puede ra voluntad, como lo ensefia ;a experiencia, elegir entre
10H varios
que el entendimiento
presenta como.
adecuados, y asi determinarse a fines particulares
por su propio beneplácito.
7. La libertad.--Según la noción vulgar, ente
Ii')re es el que goza de autonomía, y es duei\o
d~ sus actos, e independiente de otro sér; así,
s'Jlo Dios es perfectamente libre, porque es absolutamente independiente de otro sér.
Erl el hombre, la libertad puede definirse: facultad de elegir entre muchas cosas; o la facultad de hacer el bien por elección. la libertad
supone necesariamente la inteligencia, y por eso
dice Donoso Cortés que es la facultad de querer,
que supone la de entender. Es, por tanto, una
de las mayores· perfecciones del hombre; y por
f~SO, no puede tener como término el mal, en razón
de tal; y cuando el hombre obra el mal no es
en virtud de la libertad; sino como consecuencia
-
154 -
del libre albeldrfo, que es la facultad por la cual
el hombre es due1'lo de sus actos, de modo que
puede ejecutarlos, o no.
Léa libertad se divide en libertad de coacción
y -.ecesfdad. La primera es la inmunidad de violencia externa; así, el que está preso, con grillos
ño es libre de coacçión, La segunda ~s la inmunidad de toda determinación
intrínseca; asi, el
preso mencionado es libre con libertad de necesidad. pues nadie puede obligado a querer lo
que no quiere.
También se divide en libertad de contradicción, de contrariedad y de espècificación. La primera es la facultad de elegir entre cosas contradictorias; como comer o no comer; andar o no
andar. La segunda es la facultad de elegir entre
COS3S contrarias;
como comer o ay~nar; estudiar
O quedarse
ignorante. La tercera es facultad de
elegir entre cosas distintas;
como e~tudiar Geografia, o Historia .
. Proposición l.a-La coacción o violencia extern~ puede afecta"r los actos imperados de la voluntad, pero no los actos eHcitos •
. Efectivamente, el hombre puede ser impedido
para ejeèutar una acción~ o puede ser violentado
para ejecutar otra que no quiere; como el que
está preso, o aquel a quien se coge la mano" para
obligarlo a firmar. Pero de ningún modo puede
la coacción afectar los actos elícitos de la voluntad; pùes, como nos lo ensenari la experiencia~y
-
155
la razón, no hay violencia alguna que obligue al
hombre a querer lo que no quiere, y a no querer
lo que qUiere. '
Proposición 2.&-Elhombre
no es libre respecto dtl bien absoluto y universal; o sea respecto
de la fel icidad absoluta.
Como la voluntad es potencia pasiva y tiene
por objeto primario y adecuado el bien universal
racional; no puede apartarse de él, porque, como
se ha dicho, obraria contra su naturaleza; y el
hombre, como sér esencialmente bueno, y el más
perff:cto de la Creación, en el orden natural, tiende siempre como todos los seres, a su propio
bien y perfección. Además, nuestra conciencia nos
enseña de modo claro, que siempre tendemos a
nuestra propia felicidad, y que nunca miramos
el mal como término propio y adecuado de nuestras ace iones.
Proposición 3."-EI hombre es libre respecto
de los hienes particulares, o sea en cuanto a los
med ias para la felicidad .•
Esta es una verqad primitiva, al alcance de
todos los hombres, y no sería necesario probarla
si no fuera porque algunos han negado al hombre esta perfección.
Así como el entendimiento no tiende necesariamente sino a la verdad, en cuanto conocida
<on toda certeza; la voluntad no tiende necesariamente sino al bien absoluto y universal; pero
respecto de los medios para llegar a la posesión
-
156 -
de ese- bien, la voluntad no está determinada por
necesidad intrinseca, y por eso el hombre es libre de elegir entre varios medios pa'ra obtener
. el fin.
Además, la experencia nos ensefla con claridad, que cuando ejecutamos una acción, somos
duenos de no ejecutarla, )' que, cuando elegimos
un medio para obtener un fin, podríamos elegir
otro.
Además, la voluntad, no puede ,ser determinada
necesariàmente por los bienes que no se le presentan como adecuados, absolutos y universales;
pero tales son los bienes I'articulares, ~osean los
medios para la felicidad~ luego el hombre al elegit entre estas medias, o bienes particulares, es
libre, y no impuisado por determinàción intrínseca.
Esta verdad se prueba también por el asentimiento de todos los pueblos, que se rigen por
leyes civiles y morales, que serían absurdas e
iniusta~, si ~I hombre no fuera 1ibre.
Negada la libertad del hombre, se seguirian
muchos absurdos, y el hombre quedaría colocado
al nivel de los brutos; luego esta libertad es innegable.
Influjo del entendimiento en la voluntad.- Todos
los filósofos convienen en admi!ir cierto influjo
del entendimiento en la voluntad, óifieren en el
modo de explicarlo. Alg_.mos dicen que el entendimiento ofrece a la voluntad uno o varios juicios
prác.ticos o especulativos, pero q'ue:la voluntad,'
157 sigue su beneplácito.
Otros, siguiendo
a Santo
Tomás,
San Buenaventura
y otros eminentes filó~
sofas, sostienen
que la voluntad
sigue siempre
algún juicio práctico del entendimiento.
Vamos a
probar la siguiente
proposición:
La voluntad
sigue siempre el últi.mo juicio
práctico del entendimiento,
y no obra nunca contra éste.
La voluntad, como potencia racional, no puede
dirigirse
por ùn juicio meramente
especulativo,.
que consiste sólo en la expresión
de la verdad,
prescindiendo
de la aplicación práctica, pues este
juicio no dice qué se debe hacer, o no hacer;
luego la voluntad
no puede
dirigirse
por juicio
especu lati \'0.
La voluntad, como potencia racional) no puede
obrar sin motivo racional;
pero obraría sin motivo raciortal si no siguiera el juicio práctico del
entendimiento;
puesto
que, como racional, debe
apoyarse
en el conocimiento
del bien como conveniente,
y éste es el juicio práctico.
As~ como el apetito
sensItivo sigue el conocimiento
cie los sentidos,
del mismo
mod:>, la
voluntad s.guc ci conocimiento
del entendimil~nto,
pero en cllanto este conocimiento
se expresa
por
un jui::io que muestra la conveniencia
del bien
y es el Último juicio práctico.
Estiéndase
que aquí se trata de los actos deliberados
que propiamente
se llaman volttntarios,
y, no de aquellos en que el hombre obra impul-
-
158 -
·sado por una pasión, vehemente, o por la estimativa, sin dar lugar a la razón.
La voluntad también puede mover el entendimiento, en cuanto a la determinación
de los
o.bjetos sobre que debe formar el juicio práctico .
. Se ha dicho que la voluntad s1gl,le siempre
el 'últímo juicio práctico, porque en las deliberacfone~ especialmente acerca de asuntos dificiles~
suelen formarse muchos juicios, que luégo se.rechazan como no convenientes para da! lugar a
otros.
Sostienen algunos filósofos que la voluntad
no sigue al juicio del entendimiento, sino su beplácito; pero éste es un error, porque la voluntad,
como potencia racional, no puede obrar sin previo conocimiento del bien como conveniente, y
y ese beneplácito no sería propiamènte acto voluntario.
Otros objetan que algunas veces solemos
obrar contra el juicio práctico del entendimiento,
y ejecutar una acción mala, pero esto nada prueb!l, pues, en tal caso, 1,\ voluntad sigue un juicio
práctico acerca de un bien aparente,' que percibe
como conveniente, porque la volUntad no-apetece
el mal, como mal; sino por algún bien que percibe, como ya se demostró.
El sentimiento.-Acerca de esta afección no
están acordes los filósofos; unos fa consideran
como pbtencla cognoscitiva y así hablan de seniiniient~
morales,· religiosos, y estéticos, .etc.;
-
159 -
pèYO éstos confunden el sentimiento
con la razón
natural. Otros con más propiedad, y siguiendo
a S. Tomás, lo consideran como una afección, y
asi lo define con exactitud S. Francisco de Sales:
afección agradable o desagradable, originada por
la percepción de un bien o de un mal. Según lo
enseña la experiencia, estas afecciones suelen ser
muy delícadas en algunas personas, y en otras
mucho menos; asi se dice que hay personas de
sentimientos
delícados, y otras que son menos
sensibles, por ejemplo: cuando se nos refiere
algÚn hecho heroico, alguna escena tierna, 'etc.,
soltmos experimentar cierta afección de admiración, condolencia, gratitud, ternura. agrado, repugnancia, cte.
Sígllcse de lo dicho que son locuciones ineXélcto~.: «sentimientos morales, sentimientos estéticos, sentimientos religiosos, sentimientos de justicia," et:., por conocimientos, juicios, opiniones, cte.,
en estas materias. Las pasiones pueden e:xcitar en
nosotros afecciones mas o menos desagradables y
ejercer asi, alguna influencia en el sentimiento.
ObJeciones.-Algunos que pretenden plaza de
filósofos han negado la libertad del hombre: algunos panteistas,
porque sostienen que el hombre
se identifica con la substancia divina; los materialistas, porque dicen que la actividad del horn .•
bre procede de la materia, y ésta obra necesaria-mente; los deterministas, que sostienen que el
Itoml?re nace con cièrtas inclinaciones irresistiblês~
-
1'60 -
de aquí el absurçio invento del tipo criminal de qùe
hablan Lombroso y sus secuaces. Estos disparates
son claramente contrarios a la razón y a la -experiencia; y no necesitan refutación espe__
cial. Vea~
mos sínembar~o, algùnas objfciones de los modernos presumidos de sabias:
-.
Objeción 1.&-En la naturaleza, todas las cosas
están sujetas al àeterminismo de lo-sagentes naturales; pero el hombre forma pàrte de esta na·turaleza, luego está sujeto ,al d-eterminismo. RespuesJa. La mayor de este argumento se niega,
por que- es falsa, pues afirma universalmente lo
que sólo es verdad en algunos casos. Los entes
destituídos de vida, están determinados por leyes
ctC?nstantes; 100 qui: gozan de vida, no_ están' deltodo sujetos a tal determinismo; asi, en las plantas, según enseña la Botánica, hay ciertos movimientos espontáneos de nutrición, crecimiento, etc.
En los brutos se observan movimientos espotá,'lneos más perfectos que en las plantas; y aSi, el
.ánimal se dirige a donde quiere, busca el ali.mento Ç1uemás le gusta, cte ..
. -. El hombre, en cuanto es cuerpo está sujeto' a
los agentes nàturales, por eso siente frjo, calor,
,_está sujeto a la gravedad, etc.; pero el hombre no
:es pura mater!a; es animal racional,
científicaJ11enteha de considerarse física, fisiolófica y psico~
lógicamente; y siendo racional, sería absurdo que
~~tuviera sujeto aJ determinismo)
pues sería ra'"
~hI)al"y 'al mismo~ tiemp(èirraciopal.-
y
-
161 -
Objeción 2,"-La voluntad sigue la razón, y
<:omo ésta le presenta,
mediante un juicio, el
bien convE'niente, la voluntad sigue este juicio,
lue~o estéÍ sujeta al determinismo.
Respuesta.
Esta conSE'cuencia es falsa, porque, si es verdad
que la voluntad sigue el juicio práctico, puesto
que es potencia racional, se inclina a obtener
aquel bien, precisamente porque el hombre lo ha
conocido como conveniente; pero esto no prueba
que no pu eela ele~ir entre varias medios; y los
que presentdn esta objeción, incurren en contradicción apoyandose en las palabras del poeta:
«Veo lo mejor, lo apruebo y sigo lo peor."
ARTICULO
5,0
Potencia motriz
Cu,1ndo hemos conocido algunas cosas, sea
por los sentidos, sea por el entendimiento;
nos
acercamos a ellas para conseguirlas, si las percibimos como convenientes, o de ellas nos apartamos, si las percibimos como inconvenientes;
por eso, tanto el hombre como los animales,
tienen la f:icultad del movimiento local para buscar lo que es útil, y huir de lo nocivo.
La potencia motriz es una facultad orgánica
especial. Esta proposición se prueba sencillamente:
Por el objeto.-Como se ha probado, las potencias se distinguen por sus operaciones, y éstas
11
-
162 -
por 'os objetos s~bre que versan; asi la potencia
motriz se conoce por el movimiento local, y este
movimien10 lo ejecuta el animal para obtener el
objeto que desea: comer, beber, dormir, etc.
Seglin lo que nos enseiian la experiencia y
la razón, la potencia motriz no es puramente mecánica, pues está ligada, como las demás potencias orgánicas, a los centros cerebrales, y se ejercen espotáneamente.
En los brutos está originada por el sentido
común y la estimativa, y en el hombre pOt la
voluntad;
sinembargo, no quiere esto decir que
todos los movimientos en el hombre sean voluntarios, porque algunos dependen de la estimativa
y del sentido común; como cuando el hombre se
mueve sûbitamente para escapar de un peligro;
mas, en otros casos, si depende de la voluntad;
como cuandJ se dirige hacia un lugar para conseguir una cosa que desea.
, En la potencia motriz, según '0 enseña S. Toniás, hay un principio determinante que rige los
movimientos
locales, como queda dicho, y otro
principio pasivo que los ejecutil, y éste es el esqueleto movido por los nervios y los músculos.
En el hombre observamos dos especies de
movimientos
locales: unos puramente espontáneos; como cuando escapa de un peligro, sin dar
Jugar a 'a reflexión, o los que ejecuta cuando
está completamente
distrairio; otros que están
sometidos al imperio de la voluntad ; como cuan-
-'163 -
do Se dirige a un lugar, en busca de lo que apetece, y éstos se llaman voluntarios. Los primeros
son regidos por la estimativa y el sentido común;
los segundos son imperados, y la voluutad los
determina para que la potencia motriz los ejecute.
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IDEOLOGIA
Se llama Ideología la parte de la Antropologia
que traIa del origen. naturaleza y valor objetivo
de las ideas.
La importancia de este tratado es tal que San
Agustin no vacila en decir que no puede ser sabio
qui'~n EO puede discurrir acertadamente acerca
de las ideas universales.
N'JTA.-Se ha colocado la Ideologia en este
lugar (después de las potencias), porque es complemento al estudio de la inteligencia.
Se divide este tratado en dos capitulas:!.'>
del orig'en de las ideas universales en el entendin1l€:n1:0 humano; 2.0 de la naturaleza y valor
objetivD de las .ideas.
CAPITULO I
Ori/!en de las ideas
E.n este capitulo vamos a averiguJr el mojo.
como el hombre adquiere las ideas uaiversales y
de qué medios se vale para ello.
--
164 -
Ante todo, debe observarse
que el hombre
tiene conocimientos sensitivos, y otros cononocimientos intelectuales, universales, que no se los
dan las facultad~s sensitivas, y éstas son las Ideas
universales y abstractas, como consta de lo ex- .
plicado añtes. Se trata aqui de las ideas universales adquiridas por el hombre, que no es pura
inteligencia separada de la materia; ni es tampoco
puro animal, que carezca de facultades espirituales~ sino que es animal racional, y dotado, por
tanto, de facultades sensitivas y espirituales; y
estas observaciones
deben tenerse presentes al
explicar esta cuestión.
Santo Tomás explica el origen de las ideas
en el hombre, teniendo en cuenta los dos elementos esenciales de que se compone, y por eso
explica el origen de las ideas, estableciendo como
principio general que: "en el hombre, todos los
conocimientos
principian por los sentidos, y se
perfeccional1 en el entendimiento,» y explica la
doctrina del siguiente modo:
El hombre, al principio de su existencia no
tiene conocimientos universales, y apenas comienza a adquirir los conocimientos sensitivos de las
cosas más próximas; pero está dotado de una
fatultad natural, en cuya virtud, por medio de
la abstracción, puede pasar de los conocimientos
sensitivos y concretos a la adquisición de los intelectuales y abstractos. Sus facultades cognosciUvas están al principio en potencia, y pasan luégo
-
165 -
al acto, cuando se le presentan los objetos que
ha de conocer. El objeto proporcionado y propio
del entendimiento humano es la naturaleza de las
cosas materiales, o sea )0 inmaterial existente en
las cosas corpóreas, o lo universal qUt~ se hall~
potencialmente en los individuos singulares. La
esencia de las cosas no se halla en éstas, consideradas individualmente, como universal y abstraeta, sino como concreta y singular; pero si
puede considerarse mediante la abstracción intele'ctual, como común a muchos individuos, y formar asi la idea universal; por ejemplo: por medio
de los sentidos conqcemos los varias indivfduos
humanos: Pedro, Juan, Diego, etc.; la imaginación
se representa estos individuos como una cierta
colÙtividad, y el entendimiento, valiéndose de
estas imágenes, percibe las cualidades comunes
a todos los individuos, y forma el concepto unIversal hombre, o humanidad.
Esta doctrina de Santo Tomás y de los escolásticos, explica de un modo perfecto, sencillo
y rigurosamente científico, el origen de las ideas
en el entendimiento
humano. Efectivamentè, el
entender del hombre debe corresponder a su naturale7.a; y como el hombre consta de alma y
cuerpo, de tal modo que el "alma es la forma del
hombre, y por tanto hay en él los conocimientos
sensitivos y los intelectuales, y así, ha de conocer valiéndose de unos y otros; esto es lo que
ex plica la doctrina escolástica.
-
166 -
Según esta doctrina, lo universal existe pciencia-I y fundamentalmente en las cosas, en cuanto
en éstas se hallan una naturaleza y propiedades
<:omunes a muchos indivíduos; y lo universal for.malmente considerado se halla sólo en el entendimiento, pero con fundamento en Jas cosas, y
en el entendímiento, como queda explicado, valiéndose de las imágenes de la fantasía, forma
el concepto universal representativo de la esencia o naturale-za de las cosas.
Según nos enseña la experiencia, el entendimie,nto del hombre procede en el conocimiento
de las ideas universales del modo que queda
explicado. Además, si los sentidos pueden percl:bir algunas propiedades en los cuerpos, prescindiendo de otras, como la vista percibe el colór de
la manzana sin el olor; la imaginaciórt puede
hacer varias combinaciones, valiéndose de las
imágenes percibidas, y formar representaciones
de cosas que no existen en la naturaleza, como
Jos centauros, las sirenas, etc.¡ con mayor razón
el .entendimlento, que es facultad inmaterial,pue. de percibir la naturaleza o esencia que es común
a mucl1as cosas, Y' pOf medio de la abstracción
formar el concepto universal. Dedúcese de Jo di,cho que la doctrina de Santo Tomás y de los
escolásticos explica de un modo sencillo, exacto
y científico, el origen de las ideas en el entendimiento humano.
-
167 -
Algunos filósofos han formulado otras expli~
-caciones del origen de las ideas universales: los
idealistas, siguiendo a Kant, explican el origen de
las ideas universales, únicamente por la actividad
del alma; y para esto se vale Kant de varias
formas qu£: supone existen en el entendimiento
y que combinándolas de varias modos, forma las
ideas, prescindiendo de los conocimientos sensitivos, y pretende explicar esto por medio de los
juicio!; Sintéticos a priori.
Según este filósofo, el entendimiento
forma
juicios analíticos, que son aque\los en que el prèdicado es de la esencia del su~to como: los diámetros de un circulo son iguales; forma también
juicios sintéticos y éstos proceden de la experiencia interna, como: los cuerpos pesan. Los primeros los llama a priori, las segundas a posteriori;
y \l2.ma juicios sintéticos a priori, a ciertos juicios
en que £:1predicado pertenece a la esencia del su·
jeto, pero los ha formado no del mismo modo
que los analíticos ...
Como se ve, este sistema es inepto para ex~
pticar el origen de las ideas universales, pues
prescinde por completo de los conocimientos sensitivos, y parte del supuesto falso de que todos
los conocimientos proceden exclusivamente dela
actividad del alma, lo que es contrario a la razón
y a la experiencia. Además, esos supuestos juicios sintéticos a priori de que habla Kant envuet..ven contradicción, puesto que; si son a priori, soil
-
168 -
analíticos, según el mismo filósofo, y si son sintéticos, son a posterioli; y es absurdo que un juicio sea al mismo tiempo a priori y a posteriori;
luego el sistema idealista es inepto para explicar
el origen de Jas ideas.
Los sensualistas, siguiendo a Condillac, Loke
y otros, pretenden que, en el hombre, no hay sino
conocimientos sensitivos, y para explicar las ideas
universales apelan a la comparación y genera·
Jización. Este sistema es falso, porque le niega
al hombre los conocimientos intelectuales, que son
las más nobles ï los que lo elevan sobre la esfera de los brutos. Además, en vano recurre a la
'comparación y generalización por medio de taculfades sensitivas; pues éstas, como lo dicen .ellos
':mismos. son particulares, concreta's y determinadas a un objeto, y las facultades sensitivas no
(son capaces de reflexión ni de comparación, y
- no pueden formár conceptos universales; luego
este sistema es inepto para explicar el origen de
Jas ideás.
Los ontologistas sostienen que el hombre conoce directamente a Dios, y que, en el entendi. miento divino, percibe las ideas universales. Este
sistema, además de ser una afirmación gratuita, y
sin fundamento, es contrario a la razón y la ex.períencia.
Los tradicionalistas sostienen que la razón
humana es impotente para hallar y áun para de.mostçar la, verdad, y que sólo por tradición pro-
-
169 -
cedente de una revelación primitiva, según dicen
ellos, se nõs trasmiten las verdades, por medio
del lenguaje, que fue revelado al primer hombre, y que es imposible que éste lo hallara. Este
sistema es falso, porque, por una parte, le niega
a la razón humana la aptitud para hallar y demostrar la verdad, y por otra afirma que puede
recibirlas de la tradición; lo primero es falso y
no ;lducen prueba alguna, y lo segundo es imposible. porque, si la razón es inepta p¥l hallar
la verdad también lo será para recibirla de la
tradición como tal.
La afirmación de ser imposible al hombre la
invención del lenguaje es también falsa. Es verdad que Dios le reveló el lenguaje al hombre;
ésta es cuestión de hecho; pero de ahí no se
deduce que fuera imposible hallarlo, y si Dios
se lo reveló, fue para facilitar al hombre su desarr0110; pero, si Dios no lo hubiera revelado, el
hombre habrla podido hallarlo, con dificultad si
y empleando mucho tiempo; ésta es cuestión de
posibilidad.
En efecto, dotado el hombre de inteligencia
y de órganos aptos para la locución, no es imposible hallar el lenguaje; pues éste no es superior a la inteligencia, ni es otra cosa que la
expresión de las ideas por por medio de sonidosarticulados.
.-
t 70 -
CAPITULO
Naturaleza
y
II
valor objetivo de las ideas universales
Aristóteles, S. Tomás y los escolásticos explican la naturaleza de las ideas universales del
modo siguiente:
Es preciso distinguir el universal directo dei
universal reflejo: el primero es cierta naturaleza
común a muchos individuos, como humanidad;
.el segl4fldo es el concepto del entendimiento que
representa esa misma naturaleza- común a muchos
individuos, como el concepto humanidad; y por
es~ se define 10 universal:
algo uno común a
if)uchos. También se distingue el universal en
potencia y el universal en acto: el primero se
halla en las cosas individuas, en cuanto cada
'una tiene una naturaleza semejante a la de otros
indiyiduos; el segundo es el concepto que repre,~senta una naturaleza o una propiedad indiferente
para estar en uno o muchos individuos.
De lo dicho resulta que el universal se 'halla
potencial y fundamentalmtente en las cosas, que
-consideradas individualmente, tienen una naturateza y propiedades esenciales que, formal y unívocamente se hallan también en otras. Mas, lo
universal, formalmente considerado corno tal, s610
.existe en el entendimiento, pero con fundamento
en las cosas. Como se ve. esta doctrina explica
sèncilla y cientlficamente la' naturaleza y valor
~jetivo, de las ideA8' universales, pues éstas ex-
-
171 -
presa n algo uno y que se halla esencialmente en
muchas cosas. Es conforme con la natvraleza del
'hombre, cuyos conocimientos,
como ya se ha
probado, empiezan por los sentidos y se pelieccionan en {~lentendimiento. También es conforme
con la naturaleza de la ciencia, porque ésta, según
un axioma, versa acerca de las universales ~
pero considerados objetivamente y conocidos por
el entendimiento; todo 10 cual se explica sencillamente en la doctrina escolástica, que se acab~
de expone'-; luego esta doctrina es de innegable
verdad.
Otros filósofos pretenden explicar los universales de modo diferente.
'
Los nominalistas,
seguidos por los materiatistas ~r sensualistas, pretenden que los universales no SOI' más que meros nombres, a los que
nada corresponde. ni en la naturaleza, ni en el
entendimiento;
pero este sistema, como se ve,
es no sólo falso sino absurdo y contrario a la
experiencia y a los principios· fundamentales de
ta ciencia; pues ésta considera los principios universal,~s como verdades objetivamente evidentes
respecto del entendimiento.
El conceptualismo,
sistema seguido por los
idealistas, sostiene que los universales son meros
conceptos del entendimiento, a los que nada corresponde en la naturaleza de las cosas. Este
sistema es también falso, porque, según él, la
ciencia sería meramente subjetiva, y los princi-
-
172 ~
pios universales careterian de valor objetivo, lo.
que es falso.
El realismo, sistema ideado por Platón, sostiene que los universales son- ciertas natural~zas
-realmente existentes, como universales, fuera del
entendimiento. Este sistema es otro extremo falso;
puesto que, si los universales tienen existencia
real fuera del entendimiento, son individuos, y
por consiguiente no pueden ser universales .
• Luego, en conclusión, deducimos que sólo la
doctrina seguida por Arlstóteles, S. Tomás y los
eSèolásticos, es la única que explica científicamente el valor objetivo de las ideas y de los
principios universales.
-
173 -
PARTE SEGUNDA
De el alma humana considerada en si misma
Se ha tratado de las potencias del hombre;
en esta parte se tratará de su forma substancial,
o sea el alma. Se divide esta parte en tres capitulas: 1.0 De la naturaleza del afma. 2.° D,~ su
origen. 3.° De su inmortalidad.
CAPITULO I
De la naturaleza
del alma
En este capitulo se tratará: 1.0 De la naturaleza del alma humana. 2.° Errores de los fjJÔsofos y respuesta a las objeciones de los materialista!'.
ARTICULO 1.
0
Naturaleza del alma
Segun lias enseña nuestra propia experiencia,
hallamos en el hombre un principio de todas sus
operaciones, que permanece idéntico, no obstante
que hay en el cuerpo diversos cambios moleculares, como lo enseñan acordes la experiencia y
la Fisiología. Vamos a estudiar, en varias proposiciones la naturaleza de ese principio que en nosotros piensa, quiere y siente.
El alma es una substancia simple, espiritual,
subsistente,
incompleta
y esencialmente
unida
-
174 -
con el cuerpo como forma substancial del hombre.
En las proposiciones"siguentes
se comprueba esta.
definición:
1.a-EI alma humana es realmentedistinta del cuerpo con el cual está unida ..
Se prueba: Según lo demostrado antes, y loque nos ensefta nuestra propia conciencia, el alma
es principio de todas las operaciones del hombre; de ella recibe el cuerpo la vida y el movi·
miento; pero el principio determinante de estas.
operaciones es realmente distinto de ellas y del
sujeto sobre que obra; luego se distingue realmente del cuerpo. Además, la conciencia enseña
a todo hombre la perfecta identidad del principioque, en nosotros piensa, quiere y siente; comotambién que el cuerpo está sujeto a diversas mutaciones; pero lo que permanece idéntico y lo que
cambia, se distinguen
realmente; luego el alma
se distingue realmente del cuerpo, con el que
está unida.
Proposición 2.a-EI alma humana es substancia
simple.
Se prueba: 1.0 Es innegable que experimentamos simultáneamente
varias sensaeiones, éomo
de caJor y de frío; sí ponemos una malTa en agua
caliente y la otra en agua fria, percibimos simultáneamente las dos sensaciones, lo que no podría
verificarse sí el alma fuera substancia compuesta;
pues una parte percibiría la una y otra la otra;
Proposición
-
175 -
pero no habría un principio que las percibiera
ambas simultáneamente.
2.· Es indudable que todo conocimiento. aunque sea sensitivo, es indivisible; pues, si se supone
compuesto de partes resultaría que, o una parte percibiría tina parte del conocimiento y la otra otra, o
cada parte lo percibe completo. No es posiblf' lo
primero. porque no habría un conocimiento único
de propiedad alguna; tampoco lo segundo, porque, respecto de aquella parte ocurriría la misma
dificultad. Luego, siendo indivisible el conocimiento, lo es también su principio; y ya se demostró que el alma es principio de los conocimiento:;; luego es simple.
3.° La observación y nuestra conciencia nos
prueban claramente que, cuando percibimos alguna cosa, aunque sea por los sentidos, si ésta es
agradable, o conveniente, nos inclinamos a ella
y procuramos obtenerla; pero esto no sería posible,
si el alma fuera compuesta, porque una parte
tendria la percepción, y otra la inclinación del
apetite; pdO ésta supone necesariamente, e: conocimiento, luego el hecho de apetecer lo que
percib'mo~, prueba que el alma es simple. No
se díga que esta inclinación podría explicarse
por unión de las dos partes, porque entonces
ocurre la misma dificultad de que. se habló en el
argumento anterior.
Proposición. 3.a-EI alma humana es substancia
espiritual.
-
176 -
Substancia espiritual es aquella que, en su naturaleza y actividad, es independiente de la materia, y por tanto es subsistente.
Sentado esto,
pruébase la proposición:
1.0 El sujeto de operaciones
espirituales es
espiritual; de lo contrario, obraría contra su naturaleza, lo que es imposible; pero el alma humana. ejerce opelaciones espirituales; pues conoce
la naturaleza y esencia de los cuerpos, ï los principios universales y abstractos, y además, tiende
al bien universal y absoluto, en cuanto lo conoce
como conveniente a su naturaleza; que estas operaciones son espirituales se demostró en otro lugar; luego el alma humana es espiritual.
2.° La interpretación ,del lenguaje es también
un argumento muy claro. En efecto, las voces
jehová, Theos, Alá, Dias, Dier'o, Gad, son palabras distintas y de diferente sonido; y sinembargo representan una misma idea. Si el alma no
. fuera espiritual, no podría verificarse esta identidad, y a cada sonido correspondería una representación distinta.
3.° La voluntad, por una parte tiende al bien
absoluto, necesario e infinito, y por otra ejerce
III dirección y dominio de las facultades orgánicas del horn bre; esto es claro y no necesita demostración; pero esas acciones serían imposibles,
"si el alma dependiera de la materia; luego no
depende de ella y por tanto, es .espiritual.
-
177 -
4.° Por los absurdos que se siguen de la doctrina materialista, porque según ésta, los conocimientos humanos serían sil!lples y compuestos;
dotados de unidad y al mismo tiempo multiple~
lo que ·es contradictorio.
Cororario.-Siguese
de lo dicho que es imposible que la inteligencia resida en la materia.
pues la una tiene propiedades contrarias a las
de la otra.
ProposicIón 4. --El alma humana es sub~.istente por si r:1isma. pero incompleta en el orden
de la especie, y determinada por su naturaleza
a unirse con el cuerpo como forma suhstancial
para constituir el hombre. Se prueba:
1.0 Substancia subsistente es la que, siendo independiente de la makria, es principio adecuado de
sus operaci:mes; y como ya se demostró, el alma
humana es ; ndependiente de la materia, en su existencia y en cuanto a su inteligencia y a ·su voluntad; también se ha demostrado que es sujeto;
de operaciones
espirituales, que son entender y
querer, luego es subsistente.
2." Como adelante se demostrará, el alma humana no puede perecer con el cuerpo, en la
muerte del hombre, y por tanto subsiste en sí
misma.
3.° Substancia
incompleta en el orden de la
especie, es, como se verá en Ontología, la que
puede ejercer algunas de sus operaciones; pero
d
1%
-
178 -
no todas las que le son propias; efec ti\ra mente-,
el alma puede èjer'cer, separada deÎ cuerpo, las
facultades de entender y querer, de las que es
sujeto; pero no pueae ejercer las de la vida vegetativaiy sensitiva, porque éstas requieren órganos j luego es incompleta en el orden de la
e~pecie.
-
4.0 Por lo demostrado hasta aquí, el alma nC}
puede ejercer todas las operaciones propias desu naturaleza, sino unida con el cuerpo. Además,
el alma sola no es supuesto, nr naturaleza· completa, ni persona, sino en cuanto esté unida con
el cuerpo, y por ella se constituye éste en determinada especie; por ella el cuerpo es humano,
y por tanto es la forma substancial que unida con
el cuerpo, constituye el supuesto racional llamado
bombre.
Corolflrio.-Se sigue de lo dicho, que el alma
difiere. esencialmente del ángel, y como sensitiva,
-"dIfiere esehcialmente del alma de los brutos.
f
ARTíCULO
2.
0
Errores de los filósofos, y respuestas
Materialismo.-Los falsos filósofos que siguen
este error, enseñan que el alma humana no se
distingue esencialmente--.del cuerpo, y pretenden
explicar los conocimientos por ciertas corrientes
..termo-dinám;cas. Pero, según queda demostrado,
as ahsur"o élttihu.\r él li! materi'l, como tal, los
-
conocimiento
intelectuales.
179 -
sensitivos, y más aún, atribuirle los
Señsl.lalismo.-Los que siguen este error enset\an que el alma humana es simple, pero esencialmente dependiente del cuerpo; y por tanto,
niegan su espiritualidad. Pero como ésta queda
demostrada con evidencia; síguese que este sistema es falso y absurdo.
Espiritualismo exagerado. -Otros filósofos, siguiendo un camino opuesto, sostienen que el alma
es independiente del cuerpo; que adquiere sus
conocimientos sin intervención de éste, y que (a
esencia del hombre consiste en el pensamiento,
o en la facultad de pensar. Por lo demostrado
en las proposiciones anteriores, se prueba que
este si~tema es igualmente falso .•
Objeciones ;-1.& hay en la materia cualidades
simples, como la atracciqn, la afinidad, etc., luego
de ella también puede dirivarse el pensamiento.
Respuesta.-Se niega la consecuencia, como
falsa, pues no se deduce legítimamente; el pensamienfo no sólo es simple, sino espiritual, como
se demostró. Además, esas cualidades no tienen
su razÓn suficiente en la materia, como tal; sino
en la forma, que es simple.
Objeción 2.a-EI alma se recibe en el cuerpo y
sigue las condiciones de éste, principalmente las
del cerebro, como lo prueban las perturbaciones
mentales que siguen a las lesiones de éste; y
par~ce crêcer o disminuír con el cuerpo; todo
-
180 -
esto prue~a que el alma está esencialmente ligada
con el cuerpo y es inseparable de él.
Respuesta.- El alma se recibe en el cuerpo,
no como lo contenido en el continente, sino como
la forma en la materia, para constituir el supuesto
y la persona. Es falso que el alma crezca o disminuya con el cuerpo; éste crece, y el alma se
perfecciona en el ejercicio de sus facultades. En
cùanto a las perturbaciones
mentales que se
servan en las lesiones cerebrales, de elJas no se
deduce que el entendimiento esté en el cerebro, o
vinculado a él; sino que alii reside el órgano
de la imaginación, de la que necesita el entendimiento como medio para formar las ideas
representativas de las cosas materiales; y esto no
en túanto es entendimiento, sino por su actual
unión con el ctlerpo. Es falso, por otra parte,
que el enteridimiento sè debilite o se aniquile con
Ja vejez; pues lo contrario prueba la experiencia.
según lo observa Aristótéles; luego· esta objección carece de .fundamento.
ob-
CAPITULO
IJ
Del origen del alma humana
En este capítulo se tratará: 1.0 cuál es el
verdadero origen del alma. 2.° cuándo se une el
alma con el cuerpo.
-
181 -
ARTICULO
Explicase
l.
n
,
el orir:en del alma
El hombre cs la más perfecta de las criaturas,
en el3rde~
de la naturaleza,
como nos lo en'Sellan
la experiencia
y la razÓn. SegúII enseña
Santo
Tomás, el origen de un ente debe corresponder
a su naturaleza;
ésta es una verdad
evidente.
Dedúœse
pues, que el origen del alma no debe
buscarse
en las cosas inferiores
al hombre
porque es claro que lo más perfecto no pued~ ser
prodt:.cid,) por lo menos perfecto, porque esta es
un absurdo.
H'~chas esta observaciones
analíticas,
Sf establece:
Proposición J.a-El alma humana es creada
inmediatamente
por Dios .. " Se prueba:
l.' El origen de una substancia,
como queda
explícado,
debe corresponder
a su naturaleza;
pero
segúr. lo demostrado
en proposiciones
anteriores,
el alma es esencialmente
espiritual y subsistente;
luego no puede ser producida
por generación,
sino por creación; y ésta es acción exclusiva:nente
de Dios.
2." O el alma humana procede de :a suhsrancia
divina, pnr emanación;
o es engendrada
por los
padres juntamente
con el cuerpo; o es producida
por creac:i6n. Lo primero es imposible,
porque
la substancia
divina es absolutamente
incomunicable, por ser infinita.
Lo segundo
es también
-- -182
.osible,
porqu,e el alma humana es ~spiritual
rsubsistente,
y no puede ser producida por generación corpórea; Iuego queda lo tercero, esto
es: que el alma humàna es creada por Dios.
3.° Según ensefia Melchor Cano, -k! creación
del-alma es una verdad que pertenece a la fe católica; y así consta en la Sagrada Escritura, en
lo~ Padres y Doctores de la Iglesia. ~
Proposición 2.a -Aunque el alma humana es
creada por Dios, con verdad se dice que los hijos son engendrados por sus padres.
Prueba.-Los padres engendran el cuerpo de
sus hijos, pero esta generación, tiene como término el compuesto de alma y cuerpo; y así, los
padres concurren a la formación del supuesto
racional llamado Pedro, o Juan. La observación
y la experiencia ensenan que los hijos, frecuentemente, heredan las cualidades de sus padres,
principalmente las físicas y fisiológicas. Pero no
es verdad que este hecho hereditario produzca,
como erradamente sostienen algunos autores, determinaciones
ineludibles en el individuo; pues
el .hombre es esencialmente libre. Por otra parte,
la experiencia prueba que el hombre puede corregir sus inclinaciones defectuosas, por medio
de la educación y del dominio que la razón ejerce sobre las dem¡is facultades.
-
183-
ART{~ULO 2.°
En qué tiempo se une el alma al cuerpo
Como ya se demostró, el alma humana es
ereada por Dios, pero es claro que esta creación
no puede ser antes de la generaciótr, porque esta
preexistencia, es contraria a la razón de la Sabi<luría divina; asl to enseñan Santo Tomá::; yotros.
El alma humana es creada por Dios simultáneamente con el acto de la generación.
Algunos autores sostienen que el alma humana se infunde en el cuerpo en el momento mis'mo de la generación.
Santo Tomás y algunos otros sostienen que
el alma raclon"!1 se infunde en et cuerpo al fin
de la ~;eneración, y que el embrión sólo tiene
al principio una forma vegetativa, mientras se
hace materia apta para recibir la forma sensitiva
y raciona I; Y que, hacia et fin de ta generación
recibe la forma racionat que tiene en si todas las potencias de tas formas anteriores; y ategan, en favor de esta opinión atgunas razones de conveniencia. Ambas opiniones son probabtes.
Platón enseñó que et atma det hombre gozaba
de felicidad en ta unión con Dios; y luégo, por
,alguna falta, fue condenada a estar aprisionada
~n et cuerpo, hasta que, terminada su expiaci6n
vuelva at Cielo. Leibnitz, para explicar, a su modo,
là trasmisión del pecado original; dijo que tas
almas de todos tos hombres, creadas por Dios-
184 -
.ron
encerradas en el cuerpo de Adán, y lué~
se· infunden suces!vaínente en el cuerpo de
los hombres. Errores como éstos no necesitan
refutación.
CAPITULO
III
Inmortalidad del alma
Este capitulo se dividirá en tres articulos: LO.
inml)rtalidad del alma por su naturaleza; 2.° en relación con un principio extrlnseco; 3.° estado del
alma después de la muerte del hombre.
ARTIcULO
1.0
Inmortalidad del alua considerada en sí misma
Se llama inmortal el ente q'ue permanece en
su existencia indefinidamente.
De lo demostrado
anteriormente
se deduce
que el alma es simpl,~, espiritual, o sea inmaterial, y subsistente en sí misma. Supuestas estas
verdades, se demuestra la siguiente:
Proposición:-EI alma humana es inmortal por
~u naturaleza. Se pru€'ba:
1.0 Un ente sólo puede perecer de uno de tres
modos: por separaci6r: de las partes de que consta, o por descomposición
del sujeto en que se
llalla, y del que depende en su existencia, o poi
:p
....érdida del:principio vital. Pero .el alma no
perecer de ninguno de estos tres modos: no
\
.• rimero, porque el alma. no tiene partes en
ue
PUt.)
185 pueda descomponerse,
como ya se demostró;
n~
del segundo
modo, porque ya se demostró que el
alma es subsistente
e independiente
del cuerpo, en
su esencia y naturaleza;
tampoco del tercer modo,
porque ningún ente puede perecer por sí mismo,
sino, por otro principio extrínseco;
el alma no subsiste e:l ningún
principio
extrínseco,
sino en sí
misma, como ya se demostró.
Luego es inmortal.
2.° Por sus operaciones.
Las operaciones
de
que el alma es principio
y sujeto, son el entendimiento y la voluntad.
Toda causa contiene en sí
la perfección
de su efecto; pero el entendim·ento
y las ideas que él ha formado y percibido, son
incorruptibles;
el entendimiento,
por ser facultad
inmat{!rial, las ideas universales,
por estar formadas de elementos
lógicos necesariamente
unidos
cntre sí. La voluntad
es incorruptible,
porque es
inmaterial, como ya se demostró;
y, además, :luestra conciencia
y la experiencia
nos enseñan que
hay en el hombre un deseo natural, vehemente y
sostenido,
de una vida interminab!e;
y, como
observa
S. Tomás, los conocimientos
y deseos de
las facultades
inmateriales
no pueden carecer de
objeto propio. Luego se deduce que el alma, que
es causa de todas estas operaciones,
es también
incorruptible,
es decir, inmortal.
CJrolario.-De lo demostrado
en la proposición anterior, se deduce que el alma, después ,de
separada
del cuerpo, conserva
sus facultades
y
operélriones
propias:
esto es, entender
y querer;
-
186 -
porque es evidente que, permaneciendo la substancia, permanecen también sus accidentes pro'pios. Siguese también, que el alma, después d~
la muerte del hombre, conserva la conciencia de
-sf, y de sus afec<:iones espirituales, y la memoria
-de los conocimientos if!telectuales adquiridos.
ARTICULO
2.
0
,
Inmortalid¿:d del alma relativamente
a un principio extrínseco
Esta enunciaciÓn significa que no hay principio
-extrínseco alguno que pueda aniquilar. el alma.
Este principio "es alguna de las cosas creadas, o
es Dios. Ninguna cosa creada puede aniquilar el
-alma, porque ésta no depende en su existencia, de
ninguña de ellas; pues es evidente que sólo el
<Iue ha creado las cosas puede aniquilarIas.
Dios tampoco aniquila el alma; pues, aunque
-absolutamente t¡enf~poder para aniquilaria, puesto
que la ha creado; relativamente no puede hacerlo,
porque tal aniquilamiento
seria contrario a su
bondad y su justicia, lo que se deduce de la pro~
:posición anterior.
El aniquilamiento del alma se opone a la sa:biduria de Dios, porque, como se demuestra en
las ciencias naturales, los ¡cuerpos se descompo--nen y cambian de forma, pero la materia no se
-aniquila; y siendo el alma substancia más perfecta
que las materiales, es claro qu~, conservar éstas
y aniquíla~ aquélla, sería contrario a la Sabiduría.
-
187 -
Es contrario a la bondad de Dios.-EI hombre
,conoce el bien infinito y absoluto;
a él se inclina
por naturaleza,
y en cuanto conveniente,
desea
obtenerlo;
pero, si el alma se aniquila, esta inclinación y este deseo dados por Dios, carecerían
de
objeto, lo que e~ contrario
a la bondad y a la
santidad
de Dios.
Se opon,-a la justicia de Dios.-Es contrario a
la jus1:icia que la virtud y el vicio tengan igual
término;
r esta sucedería si el alma se aniquilara.
Es tanhién
contra la justicia que la virtud no sea
recompensada
como merece, y que el vicio y el
crimen no sean castigados
como se debe; pero el
aniquilamiento
del alma traería
necesariamente
esta consecuencia.
Luego Dios no aniquila el alma
humana.
Corolcrio.-De lo expuesto se deduce la necesidad y la existencia
de la vid.a eterna;
pues
la observación,
la experiencia
y la Historia
demuestran
que, en la vida presente,
la virtud no
alcanza
premio, ni el vicio y el pecado
tienen
castj~~o; y que aun muchos
crímenes horrendos
quedan sin castigo por la ineficacia de la justicia
humana.
Objeciones._La El alma es forma substanc ial
del h-ombre; pero así como la materia no puede
existir separada de la formél; tampoco ésta separada de la materia; luego el alma humana no es
inmortal.
-
188 -
Respuesta.-LéLs formas materiales no pueden
existir separadas de la materia, es verdad; pef(~
.es falso que las formas inmateriales no puedan
existir separadas de la materia; y está demostrado que alma es forma inmaterial, () espiritual, y
por tanto subsiste:1te; luego puede existir separada de la materia, y es inmortal.
Objeción 2.~-EIalma humana, .tomo finita,
tiene facultades y {~nergia finitas; pero éstas, con
el tiempo y el uso se dismínuyen hasta agotarse;
Juego etc.
Respuesta. -La
energIa y las propiedades de
los órganos se agotan, es verdad; pero es falso
Que las facultades espirituales se agoten; al contrario, con el US') se perfeccionan, como se ve en
los actos del entendimiento; luego el alma humana puede e~istir separada del cuerpo, y es inmortal.
Objeción la-En esta vida los buenos gozan
çon la satisfaccción que sienten en su conciencia,
y con el aplauso de los otros hombres, y los
malos sufren el remordimiento de su conciencia,
y el castigo que le~i impone el juez; luego no se
necesita sanción en la otra vida, al menos eterna.
Respuesta.-Es falso que el aplauso d~ los
hombres sea recompensa de las buenas obras, y
que la sentencia del juez sea castigo de todos
Jos pecados y delitc-s. Además, ese aplauso, laR
más veces, no es si !'Icero ni justo, y la sentencia
dei juez, que' no siempre es justa, no alcanza.
-
189 -
todos 10:3 delitos y aun muchos enormes quedan
sin castigo.
El gozo y el remordimiento suponen, preci~amente, \;;. sanción divina; pues, si el justo tiene
gozo es porque espera de Dias la recompensa,
y si el malo tiene remordimiento es porque teme
et castig:o; pero sin la sanción de la otra vida,
esc gozo y remordimiento no tienen razÓn de ser;
luego e:~ta objeción carece totalmente de fundamento.
ARTICULO
Estado dl
3.°
alma después de la mucrte
dl'! hombre
El é.lm2. humana, según lo demostrado en los
artículCis anteriores, es- una substancia espiritual,
subsistente e inmortal; separada, pues, del cuerpo.
conseflia su sér y las operaciones de que es sujeto, qlle :;on las de entender y querer.
1.~cgjn
S. Tomás, el alma separada del
cuerpo, pllede ejercer sus facultades intelectuales
de tres m;tdos: valiendose de los conocimientos
adquiridos
antes y conservados en la memoria
intelectiva) o con el auxilio que puede obtener
del entendimiento divino, y por la comunicación
con los espiritus superiores. Lo primero se deduce de .0 demostrado antes; lo segundo fácilmente se comprende, recordando lo demostrado al
tratar del criterio de autoridad divina, y lo tercero también se explica fácilmente, pues, si los
hombres' tienen la facultad de comunicarse sus
-
190 -
ideas; los esplmus puros, que son superioresa'
bombre, no pued,en carecer de ella. PerQ este:modo de entender no es el natural 1'- propio ~
alma, y es, por tanto, difícil para ella; puestoque, siendo el alma forma substancial deJ hombre~
su modo natural y propio de entender es el devalerse de las imágenes de la fantasia, como ya
se demostró.
De lo expuesto se deduce, que el estado det
alma separada del cuerpo, es mucho menos perfecto que cuando está unÎda con él; también se
deduce que el alma separada del cuerpo, entiende muy. menos p,erfectamente que unida con él.
Lo contrario es un error opuesto a la sana Filosoffá, y también a la fe c~tólica, como adelante
se explicará.
'
2. El estado del alnia separada del cuerpo
-no puede ser permanente sino accidental y transitorio, y por tanto el alma debe unirse de nuevo
con el cuerpo y constituir el hombre en un estado permanente; lo que significa que la resurrección de los muertos es al menos, moralmente
necesaria por varias razones:
_
, El al'ma es forma substancial del hombre, la
creatura más perfeda de la creación, en e) orden
natura); y seria cOI1trario a )a razÓn del orden,
. conservar eternamente una substancia Incompleta,
esencialmente determinada a unirse con. el cuerpo para constituír I~ persona humana, y no conservar é$ta.
-
191 -
El sujeto del mérito y del demérito es la persona humana, y no uno solo de sus componentes;
pero el alma sola no es persona, ni es naturaleza completa. Por tanto, para que It felicidad de
los justos sea perfecta, se necesita que sean restablecidos en su personalidad. -Lo mismo debe
decirse de los que han muerto con deliberada
volunt"d de violar la ley de Dias, o sea, en pecado mort:!\. Luego la resurrección de los muertos es hipotética y moralmente necesaria. Y el
artículo d{: la fe: ••Creo en la resurrección de los
muerte s,. está en armonía con la razón y la
c¡enci;,.
3. Así como los justos, que mueren C9n voluntad deiberada de amar a Dios y unirse a El
merecen premio eterno; los malvados, que mueren
con v·)lur,tad deliberada de ofender a Dios. merecen castigo eterno. Esta eternidad de las penas
no se opone a la justicia ni a la bondad de Dios,
porque, el que muere en estado de pecado mormortal, conoce c1ara,mente que ofende a Dios, infinitameme poderoso, justo y bueno; y esas penas
no s()n, ni pueden ser infinitas, pero deben ser
interminables, como se prueba con el siguiente
argumento.
Las almas de los malvados. o son aniquiladas
por f)io~" después de la muerte de aquéllos; o,
despJé~ de algún tiempo de pena, son \levados
a la gloria con los justos; o permanecen en la
pena eterna. Lo primero no es posible, porque
-
192'-
Dios no obra contra la esenéia y naturaleza de
los entes; y, como se demostró, el alma humana
es inmortal por Sll naturaleza; además, este anf-quilamiento ~ sería pena, para los malvados,
Jaque es opuesto a la justicia. Tampoco es po-sible lo segùndo, porque se opone a la justicia
que tenglln un mismo término y gocen de la
misma felicidad, les inocentes y virtuosos, y los
criminales y malyados. Luego qJ1eda lo tercero,
-es dec~r: la pena eterna.
El premio y la pena se fundan en la misma
razón de justicia; }' de anteriores pruebas se deduce que (os bul'Jlos han de recibir premio eterno, luego los malos hán de recibir castigo eterno;
porque, si después de algún tiempo de pena~ fueran
reunidos a la felicidad eterna con los buenos,
éstos y aquéllos v(~ndrían al mismo término; lo
que no puede se~
La gravedad de una ofensa se estima por la
dignidad de la pers()na ofendida, y por la peque·
fiez y malicia del que ofende; pero el hombre
que muere en pecado mortal causa una ofensa
de incalculable gravedad a la infinita majestad, y
lo que es más, a la bJndad infinita de' Dios; y como las penas, en la otra vida, no pueden ser
proporcionadas en in tensidad; deben serIo en duraci6n.
Mientras permanezca la culpa, •debe permanecer la, pena; pero la culpa del que muere en
;pecado mortal permanece siempre, porque .., ~~
-
193 -
malvado sabe que s610 puede arrepentirse, antes·
<le la rrluerle, y, con todo, persiste voluntaria y
<leliberadamente en separarse de Dios como Último fin; luego debe perm.;:necer siempre separado
de El. Luego existe en la otra vida una pena
eterna, para la sanción de la ley divin,a.
Hubo entre los antiguos paganos un error al que
<taban I~I nombre de metemsicosis, que consistia
:en afirmar que el alma humana vagaba por los.
astros, o bien, que, después de la muerte del hombre, pasaba a informar el cuerpo de varios animales, sucesivamente.
En estos últimos tiempos
ha sid(» renovado, con algunas modificaciones,
bajo el nombre de palingenesia, por alKunos se<:uaces del panteísmo y del progreso indefinido.
Este error, destituído de fundamento, lo afirman gratuitamente; y es muy lIano que, 10 que
sin razón gratuitamente se afirma, con razón se
niega. Además, es absurdo, porque el individuo
·es, por su naturaleza, incomunicable; así; es imposible qUI~el alma de Luis pase a informar el
cuerpo de Tito, pues sería Luis y no sería, al mismo tiempo, y sería Tito y no sería, lo que es
contradictorio; con mayor razón, sería absurdo
que el alma de un hombre pasara a informar el
cuerpo de un bruto. Síguese pues que esta teoría
es un Aabsurdo rldiculo, procedente, sin duda, de,
Ja ignorancia en materias de Filosofía.
-
194 -
TERCERA PARTE
Naturaleza del hombre
El estudio del cuerpo humano y de sus 'elementos anatómicos pedenece a la Fisiologla.-Supuesto este cOl)ocimiento, se trat6 en la primera parte de" la Antropología, de las potencias del hombre y de las oper aciones de esas potencias. Esta
f>arte suelen lIamarla, algunos autores Dinamilogfa por tratarse ell ella, de los agentes inmediatosde los movimientos en el hombre. En la segunda
parte se trató de la naturaleza y propiedades del
alma, y por eso suelen lIamarla Psicologia.4E:n esta
I1ltima parte se tratará de la naturaleza del- compuesto que se llama hombre, y se dividirá en
tres capitulos: 1.° de .la unión entre el alma. y el '
'cuerpo; 2." del modo como se explica esta unión;.
3.° efectos que S'e siguen de esta unión.
CAPITULO
I
De la unión entre el alma y el cuerpo
Si observamos atentamènte un hombre, nota',ftl1l0S que hay en éf c}erta unidad de naturaleza
:,que lo constituye sujeto ae-sus opffrilciQnes y por
~1into es un supueufo, esto es: 'subs~ancia indivi~uâl de.natJ,1raleza com pleta;. y así, con ..eillctitud
filosófica decimos por ejemplo: Pedro come, .1nd~
"siente calor;
Pedro sabe' Geometría, es honnldo:
,
:~J(Trlu~ etc. Se h'atad, ell ~ste capi!ulo: 1. Q'e--:
.
-
...
0
~
-
195 -
la unidad substancial entre el alma y el cuerpo;
2.° exposición y refutación de las opIniones falsas.
ARTíCULO
1.0
De la unión substancial entre el alma y el cuerpo
La unión, en general, es la.relación de muchas
cosas en la unidad de concepto; por ejemplo: la
materia y la forma en el animal, o la planta~ los
elementos en el compuesto químico, los soldad.os
en el batallón, etc.
La unión puede ser accidental o substancial.La accidental es aquella en que varios supuestos
form.3n una agrupación conservando cada /lno su
sér y sus operaciones propias; v. g.: un ejército,
un montón de piedras, el jinete y el caballo, etc.
La substancial es personal o esencial. Personal es
aquolla en qu'e dos naturalezas se juntan en la
unidad de persona, como la del Verbo Divino
eon la naturaleza. humana. Esencial es aqudla
en que dos principios substanclales o dos substancias incompletas, se juntan ·en la unidad dè su.
Puesto o persona
-~
Naturaleza es el principio intrínseco ù~ 'lUt
procede la actividad en el ente ...
Persona es la substancia individual de naturaleza racional;'o más brev.: es el supuesto racional.
Santo Tomás" y los filósofos ese al ásilC06:, ~sf.•
guiendo a ~ri~8,
ensenan ql1e- el h()~_
\Hl comp6esto s"'ancial
de -alma y cuerp<f,y q~
-
t96 -
esta unión constituye una sola naturaleza y una
sola persona humana. Esta doctrina se demuestra en la tesis siguiente:
Proposición.-En el hombre hay una sola na'turaleza y una sola persona constituida por la·
unión substancial del alma y el cuerpo. Se prueba
en sus dos partes.
1. Parte.-La naturaleza de un ente se conoce por sus potencias y operaciones, puesto que
aquélla es el principio determinante de éstas;
pero, en el hombre, hay potencias y operaciones
que demuestrall-Ia existencia de un principio intrinseco de su actividad; y que el hombre es
individuo, sujeto de todas aquellas operaciones,
es verdad evidente demostrada por la experiencia.
Además, las operaciones siguen la naturaleza del
sér, y por tanto, si esas operaciones son comunes
a los principios constitutivos del agente, la nafurqleza es· común a' ambos. Mas, en el hombre
hay operaciones comunes al almà y al cuerpo.
como las dela vida vegetativa y sensitiva, los
movimientos del apetito, los movimientos .locales,
etc., como ya se demostró; luego hay en el homobre una sola naturaleza, formada por la unión
substancial del alma y del cuerpo:
. 2.a Parte.-Persona es el supuesto racional.
Por lo demostrado arrib¡¡, el hombre es, un sùpuesto dotado de qnidad ~.>,'-~,!Nlleza; ésta se
~onoce por. las potencias y taáoperacjones;
y así •
.el suj~o ql1e ejerce operaciones raciona1es, es r~
3
197 \
donal;
pero, como se demostró
en otra parte, el
hombre ejerce operaciones
racionales,
como son
entender y querer; luego es supuesto racional. Es,
por tanto una persona compuesta de alma y cuerpo.
Todos los hombres guiados por la razón natural, atribuyen
las operaciones
y todas las afec~
ciones del hombre, sean corpóreas
o espirituales,
a un sujeto único;
y así, nadie dice nunca: mi
cuerpo CO'11e, anda, sicnte fria; mi alma piensa,
quiere; sino: yo como, ando, siento frio, yo pienso,
quiero, etc. Esto ~ismo nos enseña, con toda claridad, nuestra propia conciencia;
lo que nos hace
comprendN
que el hombre tiene percepción clara
y distinta de su propia personalidad.
Con razón,
pues, dice S. Tomás:
«Por la unión del alma con
el cuerpo, se constituye en el hombre la doble unidad ce naturaleza
y de persona.'
(3.a q. 2).
Corolario. De lo dicho se infiere que estín en
un error os que afirman
que el cuerpo es un
instrumento
del alma, pues la materia
no tiene
razón de instrumento
respecto
de la forma;
y,
como se I~xplica adelante, el cuerpo es la materia
y el alma la forma substancial
del hombre.
ARTICL'LO
ExposiciÓn y refutación
1. Algunos
2."
de las doctrinas falsas
filÓsofos sostienen
que la unión
entre el alma y el cuerpo es accidental, y que el
alma no está determinada
a unirse substancialmente C&J1el cuerpo.
-
198 -
Platón, siguiende a Pitágoras, enseñó que el
alma habitaba en el cielo, separada del cuerpo;
que después, para expiar alguna falta, fue encerrada 'en el cuerpo, y, por tanto, sólo está unIda
a él como el motor al móvil, como el artista al
instrumento ..
Descartés sostiene que la esencia del hombre
consiste en el pensamiento, y como éste es propio
del alma, sólo ésta constituye la esencia y la persona del hombre. Esta opinión ha sido abrazada
por algunos modernos.
, Kant ensefió que el yo, o la persona humana,
n~ consiste en el alma, sino en la conciencia de
sus pensamientos.
Rosmini, queriendo armonizar las doctrinas de
Descartes y de Kant, dice que el yo, o la persona humana no es el alma sola, ni la conciencia
sola, sino el alma en cuanto tiene conciencia de sí.
2. De estas opiniones se deduce lógicamente
que ellas suponen en el hombre dos naturalezas
y dos supuestos;
puesto que, de ellas se sigue
que hay en el hombre dos principias distintos de
actividad: el cuerpo y el alma; y dos substancias
individuales de naturaleza completa. Pero un hombre, Luis, por ejemplo, es un solo individuo, luego
" es un solo supuesto; y de las opiniones dichas
se sigue que en Luis hay dos sùpuestos, lo que
es contradictorio; y es muy llano que toda doctrtna de la cual se deduce un absurdo, e~ absurda.
-
199 -
Además, la doctrina de Platón ~tá destituída
de fundamento; pues se apoya en una afirmación'
grafuita, a modo de hecho histórico, que no existe
ni ha existido jamás.
Descartes dice que la esencia del.hombre es
el pensamiento; pero éste es una operación del',
entendimiento, y es bien sabido que las operaCÎf)nes supon~n sujeto y esencia, pero no' son el sujeto y la esencia. Lo mismo puede decirse de la
.opinión de Kant.
En cuanto a Rosmini, debe observarse que, si
la persona humana es el alma, sin el cuerpo, habría en un individuo dos supuestos, lo que
absurdo.
es
CAPiTULO
Il
Del modo como se explica la unión substancial
entre el alma y el cuerpo
Esta cuestión depende de la anterior, porque
para e);plicar el modo como se hace la unión
entre el alma y el cuerpo, es preciso saber si está
uniÓn es accidental o substancial. En el capítulo
anterior se demuestra que, en el hombre, hay una
naturale:la y una persona, constituída por la unión
substancial del alma con el cuerpo; resta explicar
cómo se hace esta un,iÓn. Se divide este capítulo
en dos artículos: 1.0 Doctrina de la materia y la'
forma. 2.° Exposición y refutación de los falsos
sistemas.
-
200 .•.....
ARTICULO
1.'
Se prueba la doctrina de la materia y la forma.
: Aristólesi Alberto Magno, S. Tomás, Suárez y
muchos escQlásticos ensei'ian que la unión substan~i~lI entre el alma y el cuerpo del hombre, sólo.
-S~ explica admitiendo que el alma es forma substancial del cuerpo.
_
En todo compuesto substancial se hallan dos
principios: uno pasivo, que es la materia, y otro
activo, que es la forma. De la materia procede la
enensión
y las cualidades pasivas; de la forma
'el' sér y la actividad; la forma da, pues, al compuesto el ser, la especie, la unidad y la operación.
En el hombre, el ~cuerpó es la materia, y el
alma es la forma, que le da al cuerpo el ser tal,
el ser animado y el ser humano. Se prueba esta
.doctrina en la s.iguiente:
•
. Proposiciófl.-EI alma racional s~ une al cuerpo como su forma substancial.
Materia prima es el sujeto de las mutaciones
aubstanciales, y forma substancial es el principio'
;.activo que, unido con la materia, constituye el
.~ér corpóreo en determinaàa especie. De esto se
;-trata ampliamente en la Cosmologia. Dadas estas
"l:Iefinlcíones, se prueba esta proposición.
1. Se demostró en el capitulo anterior que, en
'el hombre, el alma y el cuerpo se unen substan-cialmente para constituir una naturaleza y una
".¡,>ersona; pero esta unión substancial no puede
o
-
201 -
'existir
sino en cuanto el cuerpo y el alma se
unen ,:omo materia y forma; porque, de lo contrario resultarían
en el hombre dos naturalezas,
pues, como ya se dijo, habria en el hombre dos
principios
de actividad:
uno el cuerpo y otro el
alma; y también dos supuestos,
pues el cuerpo
y el alma serían dos substancias
individuas,
cada
una con su propia
naturaleza;
pero es abwrdo
que en un individuo
haya dos supuestos,
pues,
seríaJl1
individuo
y dos simultáneamente;
luego
el c.uerpo y el alma se unen como materia y forma
para constituir
el hombre;
y, entoces, o el alma
recibe
del cuerpo
su sér y su actividad,
o el
cuerpo la:; recibe del alma; to primero es imposible porque el alma es espiritual;
luego el alma
le cOll1uica al cuerpo el sér y la actividad,
y es
por tanto: su forma substancial.
2. El alma da al cuerpo su especie y S..l sér
substancial;
luego es su forma. En efecto:
El cw:rpo, considerado
en Sí,\y haciendo
abstracciÓn (ei alma, con la cual puede
unirse, es
indiferente
para recibir
cualquier
especie, pues
la mdtcri¿l por si, es indiferente
para cualquier
espece
dl~ cuerpo; y así, el cuerpo es humano
y no de otro animal, o planta, por su Jnión
con el alma.
El alma, como ya se demostró,
es el principio de todas
las potencias
y operaciones
del
hombr~; pero este principio
es el mismo del sér
substancial;
pues: «La operación
sigue al sér,.
-202y «Todo ente obra por el mismo principio por
· .el cual es"; luego el alma da aJ cuerpo su es-pecie y su sér substancial;
luego es su forma.,.
· Siguese, pues, que el alma racional se une al
cllerpo como
forma substancial.
. Esta doctrina ha sido confirmada por la Iglesia: En el Cohcilio de Viena, en tiempo de Clemente V se nalla este Decreto:
«Reprobamos
•
€'
como errónea y contraria a la Fe C~tólica, toda
doctrina, o proposición que temerariamente soStenga que el alma racional, o intelectiva no es
forma del cuerpo humano; y con la aprobación
de este .santo concilio, para que la verdad de fe
sea conocida de todos, y pat a cerrar la entrada
a todos los errores, definimoS: cualquiera que, en
lo sucesivo defienda, sostenga o propague pertinazmente que el alma ractonal o intelectiva no
es forma del cuerpo humano; sea tenido como'
hereje.»
Esta definición del concilio de Viena fue confirmada por el Papa León X en el Concilio de
Letran, y definió que el aima racional es, por
si y esencialmente, la forma del cuerpo humano.
Su Santidad Pío IX condenó la doctrina de
Gunther, que afirmaba haber en el hombre dos
· almas, la una sensitivá y otra in,telectual y dice:
«Hemos tenido noticia de' que esos libros son
contrarios a la doctrina católica acerca del hombre, que se compone de aJma y cuerpo, pero de
su
-
203 -
modo que el alma es por sí y esencialmente,
ver .•
dadera e inmediata forma del cuerpo.»
De lo expuesto se deduce que el hombre 'se
<compone del cuerpo,
como materia, y del alma,
come única forma substancial;
y que, en el hombre, hay lIna sola naturaleza,
un solo supuesto
y tina sola persona.
ARTICULO
Exposición
y refutación
2.·
de los falsos
sistemas
1. Los filósofos que sólo admiten unión accidental entre el cuerpo y el alma, han recurrido
a varios !iistemas para explicarIa.
Son los siguientes:
Oosionalismo
o sistema de la asistencia, ideado po" Malebranche,
que niega que las cosas
sean causas
eficientes, y que son causas
ocasional,:s, y así, ni el alma obra en el cuerpo, ni
éste en aquélla; sino que, con ocasiÓn de algún
movimicnl0 del alma, Dios produce Ull movimiento en el ulerpo; y con ocasión ne algún movimiento del cuerpo,
produce Dios en el alma tin
movirnien':o correspondiente.
Teoría de la armonía
preestabilita,
ideado por Leibnitz, que tar1bién
niega las acciones mutuJs del alma y del cuerpo;
porque
ninguna cosa creada, dice. ruede ohr;¡r
en otra; y explica los aetas del hombre por cierta
arm-onía que resu1tà de que, en cada alma hay
-llna serie de movimientos:
intelecciones,--volicio-
-204ne~ etc., que se suceden unos a otros en virtud'
de cierta ley; y en cada cuerpo hay otra serie
de' movimientos,
que se suceden con la misma
regularidad,
pórque Olas ha juntado las almas
con los cuerpos, según las series correspondien:tes; así, a cada movimiento del alma: intelección,
voJición, etc., corresponde un movimiento análogo en el cuerpo, y al contrario, a cada movimien •..
to del cuerpo corresponde otro en el alma.
Teoría del mediador plástico. -Según esta teoría, seguida por Leclere, el alma y el cuerpo
s610 se unen mediatamente, por una substancia
intermedia, que no es corpórea, ni ~spiritual, sino
que participa de la naturaleza del cuerpo y del
alma. Esta substancia, que llaman plástica, sugiere al alma lo que se verifica en et cuerpo, y
ejecuta en éste lo que dispone la mente.
Sistema del influjo físico, seguido por LoCke,
Newton, Clarke y algllnos modernos. Según éste,
el alma y el cuerpo, teniendo cada uno, su propia
substancia y actividad propia, se unen ínmediatamente, pues el alma obra en el cuerpo y lo mueve;
,asimismo; el cuerpo, recibidas las impresiones
de otros cuerpos, las trasmite por medio de los
'nervios al cerebro; y de este modo se mueve el
alma.1
percibir la existencia y propiedades de
aquéllos.
\
"
Seato, seguido por algunos modernos, admite
que el alma es forma substancial del cuerpo, y que
éste es animado y humano por el alma; pero afi~
-
205 -
ma que hay en el cuerpo, como tal, una forma. eS'pedal, que llama forma de corporeiãad; fundá ndose en que. después de la muerte, separada el
alma, permaneée el cuerpo.
2. R4utación.- Todos estos sistemas suponen
en el hombre dos formas substanciales, es decir:
dos principios internos de actividad, o sea dos
naturalezas; y, como el cuerpo y el alma, según
ellos, son substancias
ind ividuas; síguese que,
en cada hombre, hay dos supuestos, lo que es
imposible; luego envuelven contradicción.
,
Además, de los sistemas de Malebranche y de
Leibnitz, se sigue lógicamente la negación de
la libertad del hombre; y también que las leyes
morales y civiles, divinas y humanas, serían injustas y ab'5urdas; luego estos sistemas son absurdos y por eso los rechaza la conciencia.
La teoría del mediador plástico es también falsa
y absurda, pues, en vez de una forma substancial y una naturaleza, supone tres; y, según lo
que se ha probado varias veces, esto es absurdo.
Además, esa substancîa
media es también un
absurdo, pues, según la teorra, es inmaterial, o
espiritual y también corpórea.
Por otra parte, como ya se demostró, el alma
no es específica mente completa" y está determi'da, pm S'] naturaleza, a unirse con el cuerpo
para constituir el hombre; y como acertadamente.
dtçe S. Tomás, las formas superiores pued~n
~()rrunsolo acto lo q\le las inferiores pormu-:
-206-
.
ihos; así las plantas tienen además del sérff!.· iro;.
la vida; el animal tiene todo eso y, además ia
sensación y el movimiento; y et hombre tienetodo eso y también la racionalidad.
Es también falsa la teoría del influjo físico,
porque supone en el hombre dos naturalezas.
complétas, lo que es falso, como se ha demostrado: de esta teoría se deduce que 'la unión del
ahna con el cuerpo es accidental; y ya se demústró que es.substancial
y esencial.
Con esta.
teoría .se hace imposible explicar la unidad de •
supuesto y de persona; Yo por último, favorece
al materialismo,
cuya falsedad se probó en otra'
parte.
La teoría de Scotoes
inadmisible:
pues, por
úna parteaflrma
que el a\ma racional es la forma substancial del hombre, y, por otra afirma
que el cuerpo, como tal, tiene su forma; substanCial; y es claro que la segunda afirmación -contradice a la primera. S. Tomás hace el siguiente
argumento: «En cada cosa ~ay.un solo sér substancial; pero la forma da et sér a la cosa; luego
cada cosa tiene una sola forma substancial. Mas,
el alm~ racional es la forma substancial
del
;Jmmbre,;' luego es imposible que: en el hom-bre,-haya otra mr_ma substanciai fuera del alma
r.achm31" (l.A q. 76). là razón en que se apoya Sco-to, es inexacta, pues, como observa el mismo S.
-T'<ltnls,:: «el cuerpo no ês lo mismo unidocog.;d.
~.a~.qqe
separado de eHil; asf, cuando eJ'hó:tií---~
-
207 -
bt'e mu~re, el cuerpo pierde su forma
y adquiere
por eso pierde también su nombrè. y no
e$ va cuerpo humano sino cadáver.» Esta obser~
vación de S. Tomás se confirma con el testimonio de muchos sabías naturalistas, entre ellos Mr.
Pasteur. Estas han observado
repetidas veees,
que" en el momento de la muerte, el cuerpo todo
se c:ubre de hongos microscópicos,
empezal)do
asi· la descomposición. Esto confirma el aforismo
escolást ico: « A la descom posición de un cuerpo
sigue la formación de otro."
Obéi, y
CAPITULO
III
Consf;cuencias de la unión substancial
.•...
entre
el alma y el cuerpo
De la unión substancial
entre el alma y el
cuerpo, n~sultan, como consecuencias de ella algu·
nos fenóme,lOs que es importante conocer. Se
estudiará n en dos artículos:
1.0 Influjo mutuo
entre el alma y el cuerpo. 2.° Si el alma está
en alguna parte del cuerpo.
ARTICULO
1.0
Influjo mutuo entre el alma y el cuerpo
Se tratará;. 1. del' influjo mutuo e.n general.
2.· del influjo del alma en la vida y las sens:¡~
çlonelij 3. Influjo del cuerpo en el' alma y la in-o
. teUgencia; 4. de algunos fenómenos especiales:
-2081. Si observamos con atención los actos ·lje
l1uestras facultades,· y lo que sucede en otros in.•
":dlviduos, conoceremos que las facultades superiores ejercen cierta influencia en_ las inferiores,
y éstas en aquéllas; que el alma ejerce ciertas
,.acciones en el cuerpo y éste en aquélla; asi, la
.contemplación demaSiado vehemente de una verpad, el estudio demasiado asiduo suelen producir
<alor en la cabeza, y aun pueden causar desarreglos en la digestión y causar enfermedades; un
movimiento violento de la voluntad suele causar
de9arreglos en el apetito sensitivo; la alegría, la
tristeza, el amor,. cuando son demasi~o
intensos,
puedén llegar causar la muerte. Al contralllo, los
-dolpres y las enfermedades, perturban y aun lle-gan a impedir el ejercicio de las. facultades intelectuales y morales, y aun producir la demencia.
~Si buscamos la causa de estos fenómenos, te.niendo presente lo demostrado en los capítulo~
a.nteriores, fácilmente la hallaremos en el hecho
·de que el alma y el cuerpo están substancial y
esencialmente unidos en una sola naturaleza y un
solo supuesto en una sola persona; y así, pode1110S explicar
aquellas acciones por la unidad
".lNb!tanclal del sujeto hombre. Efectívamente: si
~ el homb¡e hay un solo sérsubstancial,
común
-al alma y ;lI cuerpo, las -operaciones son comuJles a amboS, pues la operación slgûe al sér;
;peto,· según lo demostrado
antes, en el hQrJlbre
<
-
209 -
bay un solo sér substancial,
común al alma y at
. cuerpo; luego las operaciones son comunes.
Además, es natural que las facultades residentes l~n un mismo sujeto, o que están radicadas
en un mismo principio, influyan unas en otras;
y pues el compuesto substancial de alma y cuerpo
es el sujeto de todas las facult:¡des sensitivas y
vegetativas y el alma es el principio de todas las
facultades del hombre; es natural, pues, que influyan unas en otras, recíprocamente; y así se
explican acertadamente los fenómenos arriba descritos.
(
Mas, si se afirma que la unión entre el alma
y el cuerpo es accidental, no, podrían explicarse
dichos fenómenos de un modo acertado; porque,
siendo dos supuestos, los pensamientos, vDlicioties y afecciones del alma no afectarían intrínsecamente al cuerpo, ni las propiedades y disposiciones internas de éste afectarían intrínsecamente
éll alma; y sólo podrían explicarse las acciones
{,xternas, pero no las relaciones intimas que se
han observado en los actos mencionados.
2. Acción del alma en la vida y en las facultades sensitivas del homb,e.-EI alma racional
<:omunica al cuerpo la vida vegetativa y la facultad de sentir.
Se prueba esta proposición: El hombre es sér
subtancial uno; el principio del sér es también
d princi~io de la unidad; pero el ,alma ràcional
14
-
'210 -
es ~I principio, del sér en el hombte, según' el
,axioina: «Ia forma es la que da el.sér a la cosa-;
,".Jüego el alma racional es el principio de la uni,''da~ en el bombre. Síguese, 'pues. que en el hom~
bre' hay ~na forma substancial, única, que es el
alma racional.
Segu,t\ argumentan ·Aristóteles y Santo Tomás,
¢n el orden de la naturaleza, la formas superiocontienen virtualmente la perfección ,de las
,infèriores; asi, la forma sensitiva del animal, con. tiene en si la perf~cción de la forma vegetativa;
X a~i,por el mismo principio siente y se nutre;
"yj)Uesto que la forma humana es, la más perfecta,
'.en el orden natural, contiene virtualmente en si
tódas las perfeccí~nes de las ,formas inferiores;
asi, el hombre, no por una forma es inteligente,
y por otra sensible, y por otra viviente; sino que,
por una· forma única, ejerce todas estas operaciones.
En la práctica, todos los hombres, guiados
. por la razón natural. están conformes con .esta
verdad, porque todos atribuyen a un principio
único todas sus acciones, vegetativas, sensitivas
o raciortales; y por la misma razón que dféen:
yo coino, siento, dicen también: yo pienso, qui~ro.
Las operaciones vegetativas, sensitivas y racionales son distintas, pero no contrarias entre
sí; ~fnembargo, como se observó ya" cuan~o alguna de ellas se ejerce cori. demasiada intensidad,
fe impi,'''en ~tras; lo que no sucedería si proce-
.,r~s
-
211 -
.m'eran 'de disrintosprincipios
formales. Luego se
ttéduœ que en el hombre, hay una forma subs'fancial única, que ~ el alma racional, y que ésta
comunica al cuerpo la vida y la sensibilidad.
AI~unos filósofos, apartándose de la verdad,
han recurrido a teorias erróneas para explicar
Jas operaciones vitales.
Unos, Soiguiendo los errores del materialismo,
sostienen que las operaciones vitales proceden
de fuerzas físicas y quimicas, comunes a todos
los cuerpos, y le dieron el nombre de teoria mecánica. La siguen Descartes, Malebranche yalgunos médicos modernos.
Otros las explican por cierta energía superior a
la materia, pero procedente de ésta en cuanto es
'orgán ica; por esto le dieron eI nom bre de organ!cismo.
Otros, los' vitalistas, sostienen que el princi.
pio vital es algo ,simple distinto del cuerpo y del
alma racional. Siguieron esta teoria, entre los
antiguos, Platón, que parece admitir en el hombre tres almas: vegetativa, sensitiva y racional,
y también Plutarco y Galeno; {'ntre los modernos,
Bartht:z, Gunther, Baltzer, y Jouffroy.
Los dos primeros errores se refutarán en la
Cosmologia,
donde se probará la imposibilidad
de que las operaciones
vitales' procedan de la
materia; el último queda perfectamente refutadoen las proposiciones anteriores.
I
-
212 -
3. Influencia del cuerpo en el a/ma.-De Jo que
·se ha demostrado en esta' tercera parte, se deducé c1arament. que todos los hombres son de una.
misma naturaleza y de una misma especie,.. puesto
'Que todos son supuestos racionales, compuestos
del cuerpo como materia y.del alma racional como
forma. Pero existen ciertas diferencias o desigualdades accidentales, unas corpóreas, como el
color, la estructura del cuerpo" etc., otras espirituales, como el grado de inteligencia y de bondad
natural. Las primeras procedieron, probablemente,
como observan algunos naturalistas, de causas
extrins~as, como los climas, Jas Jocalidades, las
costumbres, el sistema de alimentación, y de vestido, etc., que Jas determinaron en épocas muy
remotas y Juégo fueron acentuándose a favor de \
la herencia y de aquellas mismas causas: Las
diferencias en grados de inteligencia y de otras
aptitudes espirituaJes, se explican por causas
~xtrínsecas e intrínsecas, taJes son, además de
las enumeradas: el cuidado o descuido en el desarrollo de Ja inteligencia y' en la educación primera, el estado de salud, etc.; Las intrfnsecas
son: Ja mayor o menor perfección de los 6rganos
de Jas sentidos; pues, como se explicó en la pri_l
mera parte, Jas conocimientos del hombre principian en los sentidos y se perfeccionan en el
~ntendimiento; y así, mientras más perfectos son
los órganos de los sentidos, más perfectas son
las percepciones de éstc>s, y mientras másJ'C?!:~
-
213 -'
fectas SOR las imágenes de la fantasía, más fácílmeftte.se ejerce el acto del entendimiento. De lo
expuesto se sigue que -la complexión y las disposkiones del cuerpo influyen indirectamente en
las operaciones del alma.
4. Varias !enóme.l1os especia/es.-Estos
son: el
temperamento, el sue~, los sueños, el sonambulismo, el hipnotismo y la demencia.
Ttmperamen..to.--:"L1amafli así cierta disposición
fisiológica, en el hombre, procedente del diverso
desarrollo de los aparatos orgánicos. Distinguen
cuatro prinèipales: sanguíneo, Iiñfático, nervioso
y melancÓlico. En el sanguíneo •. el aparato vascular es amplio, las venas grUesas, el corazón
fuerte y la circulación rápida; los que se dejan
dominar de él son vivos, afables, impetuosos, ligeros e inconstantes. En el linfático, el aparato
vascular es menorrJa
circulación menos r{¡pida.
Los dominados paF .••• son apacibles, mesurados,
tardos e inclinados a la p~reza. En el nervioso, este
sistema está más desarrollado ql.le el muscular;
los dominados por él son viva~
prontos .. sensibles e Iracundos. El llIelanc~.
según dicen,
-_pare<:e proceder de insuficie~'renovación
de la
sang:'e, en los pulmones. qt:ii" determina una salud débil; los afectados de él son meditabu mdos,
sensibles y tristes. Los defectos procedentes del
temperamento
pueden çorre!!irse por medio de
una educación esmerada, y los maestros deben
l
-
214 -
tenerlos' presentes para aplicar acertadamente el
método educativo.
El sueño es un estado natural de reposo,c.p~~
a todos los vivientes, y se observa, princip~lmetJtB.
en el hombre y en los animales. En él se interrumpen las funciones de r-oIaeión: percepciones
de los ~entidos, movimien$-local, etc., y las más
veces los actos de la inteligencia y de la voluntad; pero no se interrumpen las funciones de la
vida vegetativa. T~ene varias grados d~ intensida~ y así suele llamarse profundo, suave, ligero,
etc. Algunas'· veces, especialmente en el sueno
suave y ligero, suele ejercerse el acto de inteligencia o algunos muy imperfectos de la voluntad,
pero siempre d~ un modo imperfecto e incoherente.
,
Los sueños son representa~es
de la imaginación, .t1lás o menos inc~ntes,
que suelen
tene'r lugar durante el sueño:" Ordinariamente se
refieren a las ocupaciones ordinarias del individuo; las más veces a çosas recientes, pero a~nas también a otras' remotas, y aun futuras. Suelen ejercerse los-actos cie la inteligencia, como
sucede cuando ~no ,está preocupado con algún
estudio, que interrumpe en el momento de entregarse al sueño.
~
Es ·de notarse que tanto en è\ sueño, como
en }QS etls{l~ñoS, no hay estimación del tiempo;
esto se explica pues, dur~
el sueno carece el
-
215 -
in~,ividuo de las perc~pciones reales y sucesivas
'<Jue, en la vigilia, lo dan a co.ocer_
Las causas de los suefios son varias; unas son
psicológicas, como la acción de alguna pasión
vehemente, las preocupaciones, los afectos del
sentimiento, etc., otras fisiológicas, como el estado
iebril, la acción de ciertos alimentos, etc. Además,
en el suefio, los sentidos externos se hallan en •
reposo, y como el órgano de la imaginación está
en 'el cerebro, puede reproducir muchas imágenes, y también ejerce en ellas la acción del entendimiento y forman algunas ideas.
El sonambulismo es un estado particular en
el que un individuo- completamente
dormido, se
levanta y ejecùta muchas operaciones de las que
suele hacer en el estado de vigilia. En los sueños, como ya se dijo, las imágenes y las ideas
son desordenadas e incoherentes; en el sonambulismo, al contrario, se observa frecuentemente,
que están ordenadas y dirigidas hacia un objeto
determinado; pero en este estado el individuo
está privado del uso de los sentidos y de la libertad. Los sonámbulos suelen ejecutar, en ese estado.
acciones complicadas y aun peligrosas, como escribir, argumentar, ensillar un caballo y montar,
pasa:: un río nadando, pasar por una viga, por
los tejados, cte., y si estando en una posición
peligrosa, se les despierta, pueden perder la vida,
porque asaltados, entonces, por la sorpresa y el
miedo, pierde,n el tino.
-
216 -
El sonambulismo
no es cualidad natural der
hombre en estadoCle. completa salud; es un eso.tado patológico, una verdadera ènfermedad cerebral, en .Ia que las representaciones de la imagf~
nación són tan vivas e intensas que, obrando COll'
cierto exclusivismo parcial sobre los nervios motores, atenúan un poco la acción de -los nervios
sensitivos,
permaneciendo
la acción normal de
Jos nervios mixtos; y determinan aquellos movitniento,s . firmes e inconscientes; y por eso, en
la mayor parte de los casos, se nota alguna di.,
flcultad para despertar a los que se hallan en tal
estado. Además de este sonambulismo, que llaman natu~al, hay otro, que llaman artificial, que
es producido por un individuo en otro, por medio de ciertas operaciones especiales.
El hipnotismo es una especie de sonambulís.mo artificial que un individuo produce en otro
por medio de operaciones
especiales. Aquí sólo
se trata de este fenómeno en lo que se relaciona
. .con la Psicología.
- tio todos los individuos indistintamente están
:sometidos a la acción del hipnotismo; sino sola:mente las personas débiles y nerviosas.
Los efectos del hipnotismo son varios: el
;weno del sonambulismo; cierta afección catalép:tica, por la que el paciente puede mantenerse
largo tiempo t'n una posición, aunque sea violen.13; et paciente, mientras se halla en este estado
~~l(Jesdnambulismo, obedece ciegamente lo' que et
-
217 -
agente le manqa; aumento o diminución de la·,
sem,ibilidad; la alucinación, por la que el paciente
cree sentir frio, calor, etc.; y todos los que se refieren a la excitación del sistema nervioso: curación de enfermedades nerviosas, etc. A estos agregan otros de orden superior, como son: que el
paciente hable y escriba en idiomas que no conoce, que diga lo que actualmente sucede en .lugarl~s remotos, o anuncie ciertas cosas futuras.
Algunos explican todos I~s fenómenos del hipnotismo por causas naturales, porque en éstas, dicen
hay aptitud para producir efectos desconocidos·
para el hombre. Otros los atribuyen indistintamente a influjo diabólico. Otros dicen que muchos de esos fenómenos son alucinaciones, o mentir2,s, y otros por la influencia del demonio, y se
fundan en que los hipnotisados suelen mentir con
mucha frecuencia. Otros, con mas prudencia, los
explican así: en el hipnotismo hay algpnog fenómenos que pueden explicarse por causas naturales, tales son: el sueño, el sonambul ismo, el
estado cataléptico, la excitación o atenuación de la
sensibilidad, la curación de algunas enferaedades
nerviosas, y todos los efectos que dependen de una
vehemente' excitación de la imaginación y del
sistema nervioso, y también que el hipnotisado ejecute inconscientemente lo que le manda o le sugÎl~re el agente; pero solamente mientras se halla
el paciente en el estado de sonambulismo;
esta
se ,explica, porque, aun en el sonambulismb na- '
-lu~al," se ha observado que, en muchas, co~as,
: el.sonámbulo
obedece ciegamente lo que se' íe
m~p'.da. Otros fenómenos del l1ipnotismo son efec~
to~" de aluciQación, como el oír por los ojos, ver
pOI las orejas, etc. Por último, aquellos efectos 'rn~,avillosos, como el hablar o escribir el hipnoti~ado en idiomas _que no conoce, decir lo que
est4 .sucediendo en lugares remotos, o anunciar
. cosas futuras; no pueden explicarse por las causas
,natur~les
que alegan" porque tales efectos son
~superiores a ellas, y. por tanto, no pueden expli.ea¡'se~'sino por la intervención de un agente su~~?ë_~joral hombre, que no puede ser otro que el
;,dern.Qnio.
'
. Algunos autores afirman que la persona que
;-1la, sido hipnotisada, queda después, por algún
;:ti~PQ, sometida a un impulso irresistible hacia
de.terminados actos, y p'uede, al cabo de mucho
ti~mpo, ejecutar un acto criminal; pero esta opiniQJ1, no !ólo es evidentemente falsa, sino absur'.eta" e inmoral; puesto que supone que el hombre,
eq.su estado normal, carece de libertad de nece.sj~df al¡nenos respecto de algunos de sus actos
vqluntarios, y ya se demostró que esto es absurdo;
~"~ serta y no seria' racional, sería hombre y
-ri~,~erfa; y es manifiestamente inmoral, pues niega la responsabilidad
moral del criminal, rfa·~.ofCce, como es manifiesto, la comisión de los
.deli tQs.
. Ladementia,
o locura, es el estado patológi-
-
219 -
.co del hombre que carece del uso de la razón;
es una enfermedad mental. Puede existir desde
el nacimiento, o contraerse por causas adventicias.
P:lede ser temporal o perpetuo, según que haya
intervalos lúcidos, o no; completa, o incompleta.
según que el hombre .rezca
total o parcialmen:te del uso de la razón.
Las causas remotas de la locura son varias;
las afecciones morales repentinas y vehementes.
como la noticia imprevista de una gran desgracia; la tristeza repentina y vehemente; los movimientos de ûna pasión violenta. algunas enfermedades, etc. La causa próxima de la locura es
siempre una lesión cerebral, según las observaciones de los fisiólogos; en efecto, han observado que los individuos afectados de locllra, desde
su nacimiento, tenían el cerebro mal conformado,
o de menores proporciones que las normales; y
en lus casos de locura adventicia, han observado también, lesior¡es cerebrales más o menos graves. E\ta opinión es muy racional; en efecto: la
inteligencia, como- facultad espiritual, no puede
ser afectada directamente por causas sensibles;
pero el uso de la razÓn depende indirectamente
ele los sentidos y principalmente de la imaginadón y de la memoria sensitiva, cuyos órganos
residen directamente en el cerebro; y, pOT tanto.
las lesiones de éste pueden excitar perturbaciones más o menos intensas en estas dos facultades y producir la demencia.
-220ARTICULO 2.0
Presencia del alma en el cuerpo
.
,
Se llama presencia el acto <!e estar una subs~cia
en otra. Es de dos modos: circunscriptiva
~l:definjtiva;
la primera es \1 acto de estar un
~ëuerpo en otro por razón de substancia y de can,;tidad; por lo mismo, ocupa un lugar determinado;
;~ta es propia sólo de los cuerpos. La definitiva
'.~
act~ de estar ùna substancia simple en otra
..
cia, sólo por la razón formal de substancia;
~o~:~upa' lugar la substancia presente, yes, por
Í:
s610 propia de las substancias
simples y
=._õ,."._.,..
¡~jrltuales.
¡Y'" Como ya se demostró, el alma humana es
l~bsiancia
simple, y espiritual, o inmaterial, y
lta,tnbién que es forma substancial del hombre;
aq!.l~ sé deduce que su presencia en el cÜerpo
les definItiva y no circunsçriptiva. Aristóteles, S.
los más notables filósofos enseñan que
fèí',:al~a humana está, según su esencia, eOt todo
'jêt cuerpo. y en cada una de sus partes. En la
:jSiguiente prqposición se prueba la verdad de esta
.C.-
,
tê
lTomás y
~trina.
'
llroposición.-EI alma humana se halla, según
:Su: esencia, en todo el cuerpo y en cada una de
r:""
~
~artes.
Se prueba
del modo siguiente:
está en todas las partes
~:J. materia que informa, porque la razón for~~f de fa . subt~ncia del cuerpo es idéntica: en
:;:~ La forma substancial
-
221 -
todas sus pàrtes; por ejemplo: la raz.ón de la
substancia agua es la la misma en una gota y
en toda el agua contenida en el vaso; y en .una
partícula hay la misma substanda plata, que en
toda la moneda, lo que sólo se explica parquet'
la forma constituye inmediatamente
todas las
partes en determinado espacio de cuerpo; y está
demostrado que el alma racional es la forma.
substancial del cuerpo humano.
Además, todo sér está donde obra inmediatamente, y el alma obra inmediatamente en todas
las partes del cuerpo; puesto que les da el sér,
la especie, la vida, el movimiento y la sensibilidad. Luego se deduce que el alma humana, por'
la razón formal de forma substancial, se halta
en todas las partes del cuerpo.
Las potencias sensitivas requieren, -por .SUa
puesto, órganos especiales, según el objeto de
cada una; y por esta razón residen exclusivamente.
I~n los órganos correspondientes a sus objetos y
operaciones; así, la potencia visiva reside sólo.
'~n los ojos, la auditiva en los oídos, y asi de
las demás.
La inteligencia y la voluntad, pUt:sto que son
potencias espirituales, no requieren para sus actos órgano alguno, y por lo mismo, no residen
en ningún órgano. Sinembargo, el vulgar enten-.
der suele colocar el pensamiento en el cerebro' y
los n~ovimientos voluntarios en el corazón; pero no
es porque la inteligencia y la voluntad neœsiten ó(••;
--222 -.
gatjo para sus actos; sino porqù'e el entendimiento,.
para- fõrmar los conceptos universales,' necd-ita
".afètse de las imágenes de la fantasia, conserva~frdáS¡'por lai mémoria sensitiva, y los órganos' de1lfttas dos facullades estánen el cerebro; y tamÍtibién porque la voluntad puede ser movida indi-,
~ctamèntepor
las pasiones que, probablemente
'!tHiden en el corazón, como se explicó en otra
p;lrte. {
- ;;Algunos filósofos, que- sólo admiten la unión,
"itèidentalëntre
el cuerpo y el, alma, suponen que
%ta reside en alguna parte principal del cuerpo,
:ylfque, por inedia de ésta· muéve y rige todas
¡1as"'deh1ás. Así, Platón suporte que el alma del
i1iOrribre reside en la cabeza; los Estoicos pretenden que reside 'en el corazón; Descartes, MaleiJbrànche y los discípulos de éstos, suponen que
~se!fiillla en el cerebro.
:r'Pero todas estas opiniones son erróneas; pues •..
por,una parte, se ha demostrado que la unión
~tre
el alma y el cuerpo es substancial y ;esen"cial, y que et alma racional es la forma s'ú'bstancial del hombre; y por otra, aquella parte' que
~tuJ1onen ser la residencia det alma, es extensa, Y
:por lo mismo tiene partes; y supuesta la' unión
"aCCidental, no sería posible explicar acertadamente
:la ,'unidad substancial del 'hombre, ni el .irtflujo
'iTiùtuo del alma y del cuerpo. Luego' talesopi¡ 1Jlônes' son'
erróneas, destitiJidâs· deftindamento"~trtfflco, Y,· por' tanto' S'ándet c todo imlté'ptables_
I
INDICE
Pags.
Carta
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Nociones preliminares.
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,
5
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7
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LOGICA
Nociones
preliminares
o
o
o
13
•••••••
CRITERIOLOOlA
Capitulo
I.·-Nociones de verdad-Certeza
y
Evidencia
Art. 1.0 Noción y división de la verdad
Art. 2.0 Noción y divisiones de la certeza
Art. 3.° De la evidencia .....
' ...
Capitulo n.-Criterios
de certeza ..
Ar1. 1." Criterio de los sentidos externos ..
Art. 2." Criterio de la inteligencia
An. 3:' Criterio de la conciencia .......•
Art. 4.' Criterio de la memoria
Art. 5." Criterio de la razón deductlva. '.
Art. 6." Criterio de la razón inductiva
Art. 7.' Criterio de autoridad humana
Art. 8.' Criterio de autoridad divina
Art. 9.° Reducción de los criterios al último criterio
_...•
Capitulo Ill.-Del
escepticismo .........•.
Art. 1. Escepticismo universal
Art. 2. Escepticismo particular ........•
o
•••••
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o
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14
14
16
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22
22
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25
27
31
32
32
34
35
15
-226DlAi.EèTlèA
Pág.
Capitulo l.-De las ide-as, .... '" ..... , ..
Art. 1.0 De las ideas en si mismas. '."
Art. 2°. De la expresión de las ideas por
• medio de los términos
Art. 3.° De la definición
Art. 4.0 De la división
.-_
Capitulo n.-Del juicio
,
Art. 1.0 Del juicio, como acto del entendimiento
,
,
• Art. 2.° De la expresi'ón del juicio en
patabras o sea de la proposición
Capitulo UL-Del raciocinio
Art. l°. Del raciocinio en ,general,-y del
fundamento en que se apoya ...
Art. 2.° Reglas del silogismo-(Explicadón de esta regias-figuras-Regias de las figuras-Modos de)
silogismo-Otras
especies de silogismo,
Art. 3.° Del silogismo considerado en su
materia, osea dela demostración ...
Art. ~.° De la argur.!lent~ciónBofística.. , .
38
36·
45
49
52
54
55
56
5767
69
82
85
METODOLOOJA
CapftuJo l.-De.! principio del método..... '
90
€apítulo n.~Del proceso que se debe seguir en la investigad~n de la verdad ••.•_9~.
Art. 1.. Reglas gener~les del método .••... '::f~;,
-
227 Pág.
Art. 2.° Del verdadero método científico ..
Art. 3.° De los varios métodos estable·
cidos por los filósofos
Capítqfo m.-Del
fin del método o sea la
ciencia _
_ "
" _
Art. 1.0 Noción y distinèión general de
la ciencia ...................•
Art. 2.° Del principio en que debe fundarse la distinción y clasificación
de las ciencias _
Art. 3.° Aplicaciones especiales del m~
lodo a las ciencias
_
94
98
100
100
101
103
ANTROPOLOGIA
Nociones
preliminares _. _.,. "
105
PRIMERA PARTE
De las potencias del hombre ..... _.. _.....
Capítulo L-De las potencias en general. ..
Arf. L" De las potencias del hombre en
orden a la esencia del alma .....
Arf. 2. De las potencias consideradas en si
Art. 3." De las potencias del hombre en
orden a sus operaciones
Capítulo 1I.-De las potencias en particular ..
An. 1." De la potencia vegetativa
Art. 2.' Potencia sensitiva
Art. 3.' Potencia intelectiva .......•...•
Art. 4:' Potencia apetitiva
Art. 5.' Potencia motriz
0
106
106
107
111
114
118
118
122
134
146
161
-
228 -
IDEOLOGIA
Capitulo I.-Origen de las ideas
.
Capitulo n.-Naturaleza y valor objetivo de
las ideas universales
.
163
170
PA~TE SEGUNDA
De) alma humana considerada en si misma.• 173
Capitulo l.-De la naturaleza del alma
175
Art. l.. Naturaleza del alma
~. 173
Art. 2.· Errores de los filósofos, y res·
puestas
178
Capitulo n.-Del origen de) alma humana
180
Art. 2.· Explicase el origen del alma
181
Art. 2.· En qué tiempo se une' el alma al
cuerpo
183
Capítulo 1II.-Inmortalidad del alma
184
Art. 1.. Inmortalidad del alma considerada en 51 misma
184 .
Art. 2.· Inmortalidad del alma relativamente a un principio extrlnseco .. 186
Art. 3.· Estado del alma después de la
muerte del hombre
189
TERCERA PARTE
Naturaleza del
Capitulo. I.~De
cuerpo
Art. l.. De
alma
hombre
la unión entre el alma y el
,
la unión substancial entre. el
y el ,Cuerpo•.••.
h
••••••
·H'
194
194
¡gs.
-
229 Pág.
Art. 2,· Exposición y refutación de las
doctrinas falsas
_
. 197
Capitulo H.-Del modo como se ·explica la
unión substancial entre el alma y el cuerpo 195
Art. l,· Se prueba la doctrina de la ma··
teria y la forma
_ '"
200
Art. 2.° Exposición y refutación de los
falsos sistemas .. _.. _
. 203
Capitulo III.-Consecuencias
de la unión
substancial entre el alma y el cuerpo ... 207
Art. 1.0 Influjo mutuo entre el alma y el
cuerpo
' ,
. 207
220
Art. 2,° Presencia del alma en el cuerpo ..
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