J.' .; .. -- COMPENDIO ---:':-IÓ DE FILOSOFIApara uso de los jóvenes estudiosos -' POR JOAQUIN GOMEZ . OTERO . -'.; i -TOMOI ,. .>-J - _~-":~'_=i.:i~~<~~ .. - COMPENDIO DE fILOSOFIA COMPENDIO DE FILOSOFIA para uso de los jóvenes estudiosos POR JOAQUIN GOMEZ OTERO TONIC) I l_pNIlu BOOOTIt. •• Sul Bu •• rd•• ~. Bogotá, junio 10 de 1919 \ Puede imprimirse. + BERNARDO Arzobispo de Bogotá. Bogotá, junio 3 de 191~ Senor Can.'migo doctor don Joaquín Gómez Otero-I:'. S. C. Me es sobremanera grato corresponder a.l muy honoríficc cometido que S. Señoría tuvo a bien deferirme, cer~ificand() en conciencia que la presente obra de filosofia salida de su pluma de avesado maestro, lejos de contener error o tendencia alguna contra la fe y buenas costumbres, es una suma de sana doctrina, estrictamente escolástica, enderazada por el má~ recto criterio, e inspirada por la ortodoxia más puramente intencionada. Como texto de filosofia para los- colegios, juzgo que S. SEñoría ha satisfecho plenamente la necesidad que se hacía notar, ya en gran manera, de uno que estúviera concebido en lenguaje claro, meramente expositivo, sin gala de prolija erudiciÓn, indigesta e inútil para los principiantes, y con prescindencia de inacababks citas de opiniones erróneas de los filÓsofos de todos los tiempos, con lo que se desconciertan los noveles adquiriendo una peligrosa persuaciÓn tendiente al escepticismo, de que la filosofia no es sino un deplorable museo de errores y contradicciones. La concisión severa de la frase, digna de la grandeza de la materia; la precisión de los términos enclavados en dicción simple y cristalina como un prisma de Flint-glass; la energía de las pruebas, reducidas en veces a la sobriedad del eutimema, dan al texto. 6 de S. Señoría la superioridad sobre todos los de filosofia subjetiva escritos hasta hoy en castellano, y lo bacen dificilmente superable .. Sepan ·Ias generaciones venideras de estudiantes agradecer a S. S. el beneficio positivo de esta nueva obra didáctica, pues estoy seguro que la patria y la Iglesia sabrán deponer su hoja de laurel al pie de este cMonumentum aere perennius- que Usia ha levantado en el Panteón de los sabios. colombianos. De S. Señoria, el más humilde de los discipulos y el mas sincero de los admiradores, LUIS JORGE TE]EIRO NOCIONES PRELIMINARES La palabra Filosofía se deriva de dos voces griegas: philos, amante, sophia, sabiduría. Este nombre lo halló Pitágoras, y llamó a esta ciencia amor de la sabiduría. Segúr:: el común entender de Ids hombres. y principalmente de los sabios, en la sabiduría se hallan tres elementos: un fin, que puede ser una verdad, o un objeto que se quiere obtener; medios aptos para conseguirIa, y acertada elección de estos medios para llegar al fin. Por tanto podemos ddinir la sabiduría: conocimiento del fin, y prudente y acertada elección de los medios para conseguirlo. En el orden del saber puede proceder el hombre de tres l'Rodos distintos: 1.· O trata de conocer la verdad por principios evident'$, por medio de estricta demostración, o bien de conocer las cosas por sus. causas, y entonces ¡se tiene la ciencia, que se define: conoci- -8miento de las cosas por sus causas, o, rnejor~ conocimiento cierto y evidente adquirido por la demostración. ' 2.° O bien sólo intenta conocer la recta razón y orden de lo que debe hacerse, o sea buscar un conjunto de reglas para hacer las' cosas bien y en orden, y entonces se tiene el arte, que lo define Aristóteles: «la recta razón de lo que debe hacerse,» o más claro: conjunto de reglas para hacer bien una cosa ..• 3.· O solamente observa hechos y fenómenos, o los entes de la naturaleza, con sólo la mira de ordenarlos y clasificarlos, y entonces se tiene la historia, que· puede ser natural, y ésta trata de la descripción y ordenación' de los seres de la Naturaleza, en géneros y especies; y puede tam:" bién ser civil, y esta es ta narración escrita y ordenada de los hechos. Definición real de la Filosofía. -Es la ciencia de las cosas que la razón humana' puede conocer, por las supremas causas o razones. Es ciencia, porque en la Filosofia procede el hombre, en la: adquisición de .•.. Ia verdad, de tal modo que lIe~ue a ella por de,mostración completa. Además, en Filosofía hay principios ciertos y evidentes, de los cuales se sacan conclusiones ciertas por medio de la demostración; luego es ciencia. Se dice en la definición: «de las co~as que la razón humana puede conocer," porque, efectivamente, en Filosofía se tràta de todas las COQ$ ... -9que la razón humana conoce; y así discurle acerca del entendimiento, en cuanto busca la razóp directiva para hallar la verdad; estudia la naturaleza y propiedades del sujeto pensante. Se trata, también, en Filosofía del ente en general, del mundo, en general, de Dios, en cuanto puede ser conocido por la razón natural; de los supremos principios por los que deben regirse 'as acciones libres del hombre; este es el objeto ma1erial de la Filosofía. Pero, en todas estas investi~~aciones se vale el filósofo de los principios o razones supremas de las cosas, y no de los principios. prÓximos e inmediatos, y pQr eso se ha dicho en la definición: «por sus supremas causas o razones'"; este es et objeto formal. Se llama objeto materiat de una ciencia el conjunto de ver~ades o cosas de que trata, y objeto ~ormal, el· modo especial como tr;,ta esas cosas. Así, los fenómenos de la naturaleza son 1:'1 objeto material de la Física y de la Químíca; pero la Física se ocupa de aquéllas en cuanto no hay mutación sustancial, y la Química, en cuanto hay mutación sustancial, y este es el objl~to formal de una y otra. Utilidad de la Filosofía.-Ei estudio de la Filosofía perfecciona, de una manera especial, et ent{~ndimiento del hombre, lo enseña a investigar las verdaderas causas de las cosas, el orden que debe seguir en sus conocimientos, las relaciones trascendentales de los seres y le ensefta, también, - 10los pril1cipios supremos a los cuales debe ajustar ·s.u conducta moral, luego la filosofía es evidentemente útil. Breve resefIa histórka.-Desde tiempos remo105 hubo hQmbr.es que se dedic~ron al estudio de la naturaleza y d.e ciertas verdades trascendentales, y se llamaban sabios, y después de Pitágoras se llamaron filósofos; y Cicerón define la FiJoso1ía: «ciencia de las !:osas divinils y humanas, y ·(le los principios t'II que ellas se contienen." En la éra vulgar, y principalmente en la edad media ya empezaron a distin,guirse las ciencias unas de otras, y la Filos.ofiaya no abarcaba el conocimiento de las cosaS <le la naturalem, por sus principios inmediatoJ. $ino por Jas $ypremas çausas y razones de ellas. y el ~studio de las causas y fenómenos naturalé-S por sus principios inmediatos. quedó asignado a las Matemáticas, a la Física, a la Química, Dinámi.ca y demás ciencias naturales. División de la FilosQ/ia.-Esta pue~ considerarse de dos modos: subjetiva u objetivamente. Subjetivamente, si estudia IQ5 principios por los .cuales se dirige el entendimiento en la investiga~ión de la verdad, lo que constituye. ..la Lógica; O estudia la naturaleza, propiedades y relaciones generales del sujeto pensante y se tiene la Antropología. La parte objetiva trata del ente, en geaeral, y esta es la antologia; o trata del mundo, .en general\ y tenemos la Cosmología; Q trata de - 11 - Dios, en cuanto puede ser conocido por la razón natural, y tenemos la Teología natural; o trata de las accíones libres del hombre, y de los prin·cipios y leyes por los cuales deben re~irse, ya consideradas individualmente, ya en sus rtlaciones con Dios. o con los demás hombres. y tenemos la Etica o Filosofía moral. Orden en que deben estudiarse las partes de la Filosofla.-Según lo prescriben las reg:as Jel método debe procederse de lo conocido a lo desconocido, de lo próximo a lo remoto, de lo fácil a lo difícil. Por otra parte, en el estudio de la Filosofia, debe procederse de modo que aquellas partes que se van estudiando no supongan el conocimiento de las que están por estudiar. Esta es la razÓn por qué la Filosofía debe estudiarse en el ord·:n siguiente: 1.0, la Lógica, y ésta en el siguiente orden: Criteriologia, Dialéctica y Metodología. En seguida la Antropología estudiando en ella primero las acciones externas del hombre en cuanto a sus principios inmediatos, y luégo la naturaleza del hombre. La parte objetiva, según lo que S~ dijo antes, debe estudiarse en este orden: Ontología, Cosmología, Teologia natural ~y Etica. --- LOGIOA NOCIONES PRELIMINARES Se llama Lógica la ciencia directiva de la razón humana en el conocimiento de la verdad. La palabra Lógica viene del griego logos que significa razonamiento, discurso. La Lógica es ciencia porque trata de la d~mostración de la verdad, por medio de principios ciertos de los cuales se deducen conclusiones ciertas; y es arte porque da reglas para la consecución de un fin. El objeto de la Lógica es: 1.0, dirigir la razón en el conocimiento de la verdad; y 2.°, enseñar el modo de demostrarla. La LÓgica se divide en natural y científica: la primera es la disposición que tienen todos los hombres para conocer la verdad, y la segunda es la que poseen los versados en Filosofía. La Lógica se divide en tres partes principales, que son: Criteriología, Dialéctica y Metodología. - 14- CRITERIOLOGIA Criterlología es la parte de la Lógica quetrata de los medios de conocer la verdad. Esta voz yiene del griego cryterion. que significa medio de conocer. En esta parte se trata: t.O Nociones de verdad. certèzay evidencia. 2.° De los criterios, y 3.° Del escepticismo. CAPITULO Nociones de verdad, certeza y evidencia. ARTICULO l. o Noción y divisiones de la verdad Verdad es la convenitmcia del entendimiento eon las cosas. La verdad es una, en sí misma, y asi, no puede haber' dos verdades opuestas; y' lo que es verdad en una ciencia, no puede ser falso en otra. Pero en cuanto a las oosas a que se refiere se puede distingUir en varias especies. Las verdades se dividen: 1.0 En primitivas y derivadas. Primitivas son aquellas que conoce el hombre directamente, como el peso de los cuerpos, nuestra existencia. Derivadas son las que conocemos mediante otra ya conocida y son las que adquirimos por medio del raciocinio, por ejemplo: Dios es bueno. lue~o es amablt-. ::.- - - 15- 2.° En cuanto a los objetos, la verdad se divide en lógica, metafísica, física y moral. Verdad' lógica es la conformidad del entendimiento numano con la realidad de las cosas; v. f!:.: la tierra es redonda. Metafísica es la conformidad de las cosas con el entendimiento divino, que las ha creado y es la misma realidad de las cosas. Fisica es la que se refiere al orden de la naturaleza,. v. g.: el peso de los cuerpos. Moral es la conformidad del lenguaje con el juicio interno; como el que sabe que la tierra es redonda y asi lo afirma. A ésta se opone la mentira, que es falta de conformidad entre lo que se dice y el juicio interno; v. g.: si alguno, sabiendo que la, tierra se mueve, afirma que está quieta. 3.° En necesaria y contingente. Necesaria es la que no puede no ser ni ser de otra manera, como 2+2=4; no hay efecto sin causa. Contingente es la que puede ser o no ser; como la exisiencia del hombre. Estados del errtendimiento respecto de la verdad.-Son cinco los estados ert que puede hallarse el l~ntendimiento res:Jecto de la verdad, a saber: error, ignorancia, duda, opinión y certeza. Error es el estado del entendimiento que afirma ser lo que ne> es, O niega ~;t'r lu que realmente es; ejemplo: decir que la ti~rra está fija, o negar que es redonda. Ignorancia es la carencia del conocimiento de f3·.ve((iad. Puede. ser privativa o negativa_.IgQ~: 16 - rancia privativa es la carencia d.el conocimiento ·que debe tenerse; ejemplo: la del médico que no sabe anatomía; la de un abogado que no sabe Derecho civil. Negativa es .la carencia de conocimientos que no hay obligación de tener; v. g.: la del campesino que no sabe Astronùmía. Duda es la suspensión del entendimiento entre dos juicios opuestos. Se dívide en positiva y negativa. Es positiva cuando hay razones iguales de una y otra parte; ejemplo: cuál es la causa de los temblores? Es negativa cuando no hay razones en pro ni en contra; ejemp1o: habrá habitantes en Júplter? Opinió~ es la adhesión del entendimiento a una pr6posición, con temor de la opuesta; v. g:: las opiniones acerca de la pena capital. La opinión no puede producir certeza, sino probabilidad, que puede ser mayor o menor. , Sospecha es una opinión sin fwndamento suficiente; v. g.: es probable ~e haya guerra, por.que apareció un cometa. Conduce o~dinariamente al error. ARTICULO 2.° Noción y divisiones de la certeza Certeza es la firme adhesión de la mente. a la verdad conocida. La certeza no debe confundirse, como lo hacen algunos, con la persuación. No p.ued~ haber certeza sino cuando se c9noce <:lara y distintamente ia v~~." P9r ..eso $e.. ~cc 17 - dicho en la definición que es asentimiento a la verdad conocida. La persuación es adhesión de la mente a una proposición, que puede ser verdadera o errónea. La certeza es esencialmente subjetiva, y la verdad a que se refiere es objetiva. Sostienen algunos autores que en la certeza no puede haber gr"dos, puesto que es asentimie:lto del entendimiento a la verdad clara y distintamente conocida; otros sostienen que sí puede haber grados en la certeza. Preciso es haœr una distinción: en cuanto es firme adhesión y excluye toda duda, no admite grados; Pl~ro, en cuanto a la perfección del entendimiento, .Y también en cuanto a las verdades, consideradas en si m¡smas, sí admite grados de perfección: así, la certeza filosófica eS más perfecta que la certeza vulgar. la metafí~¡ca más perfecta que la fisica y ésta más perfecta que la moral. La certeza puede dividirse en metafísica, física y moral. Certeza metafísica es la firme ad!les¡ón del entendimiento a las verdades necesarias; como la que tenemos de que tres más dos son cinco. Ccrttza física es la adhesión del entendimiento a las verdades fundadas en las leyes de la naturaleza; (,Jml) ¡a que tenemos de que los cuerpos pesan. Certeza mora: es la adhesión del entendimien;o a las verdades que se refieren a los actos racionales del hombre; como la que tenemos de que una madre ama a su hijo. 2 - 18 - También puede dividirse en vulgar y filosófica. Certeza vulgar es la adhesión del entendimiento a una verdad sin conocer sus causas, o el motivo último de la adhesión; v. g.: la que tiene un labriego de la necesidad de la lluvia. Certeza filosófica es la adhesión del entendimiento a una verdad cuando se conoce el motivo ú/tim6 de la adhesión; ejemplo: la que tiene el físico acerca de la transformación del vapor en fuerza. Divídese también la certeza en natural y sobrenatural. Certeza natural es la adhesión del entendimiento a las verdades que podemos conocer con Ja raz<¥! soJa; v. g.: que los árboles son vi,vientes. Certeza sobrenatural es la adhesión del entendimiento a las verdades que se conocen por la revelación; como la que ~enemos acerca del misterio de la Santísima Trínidad. r ¡ ARTICULO 3.° De la evidencia Evidencia es la cognoscibilidad de la verdad que I ;w-relifâta el asentimiento del entendimiento; ~cmo: « los diámetros del círculo son iguales:. La evidencia es propiedad de la verdad, por la cllal puede conocerse é~ta; como la luz que reflejan los cuerpos, hace que se vean éstos . . Toda verdad es evident~, en si misma, pero no siempre lo es para nosotros; así, los misterios son \lerdades evidcntes en sí mismas, y no lo Sún para nn!'otrns. - 19- La evidencia es esencialmente objetiva. porque es cualidad de la verdad; pero ]a percepción de la evidencia es subjetiva. La evidencia se divide en inmediata y mediata. Evidencia inmediata es la claridad de las verdades que se ref' ¡hen directamente, sin raciocinio alguno; ejemplo: los diámetros del círculo wn iguales. Evidencia mediata es la claridad de la verdad que conocemos por medio de otras verdades, o sea por el racibcinio; corno la demostración de un teorema. También se divide la evidencia en metafísica, física "y moral. Evidencia metafísica es la cognoscibilidad de las verdades necesarias; ejemplo: dos cosas iguales a una tercera son ig!lales entre si. Evidencia física es la claridad de las verdades que se refieren al orden de la naturaleza; como el pèSO de los cuerpos. Evidc-ncia moral es la cognoscibilidad de la verdad que se refiere a los actos humanos; ejemplo: una madre ama él su hijo. CAPITULO II Criterios de certeza. Criterios scn los medios de que n05 \-1lemós para, conocer la verdad. Si están en d sujeto mismo, se llaman intrínsecos; si fuér;¡ de él, se l!.aman extrínsecos. Se cistinguen, ordinariamente, nello criterios de certeza, a saber: los sentidl'sexternos, la - 20inteli¡zencia, la conciencia, la deductiva, la razón inductiva, mana y la autoridad divina. primeros se llaman intrínsecoS extrínsecos. memoria, la razón la autoridad huDe éstos, los seis y Jas dos últimos ARTICULO 1. o Criterio de los sentidos externos Los sentidos externos son las cinco facultades orgánicas de que nos valemos para conocer las propiedades corpóreas y los cuerpos. Estos sentidos son cinco: la vista, el aida, el olfato, el gusto y el tacto. Por los sentidos conocemos prímariamente las propiedades de los cuerpos y secundariamente los cuerpos. Proposición: los sentidos externos, estén sanos {) enfermos, nunca se engañan en sus percepciones. Se prueba: l.., por la naturaleza de las percepciones sensibles. Las percepciones sensibles se verifican por medio de órganos, y los cuerpos producen en ellos una impresión-física en conformidad con la acción del cuerpo y la naturaleza del órgano; por ejemplo: un cuerpo, al reflejar la luz obra sobre la vista y produc~ en ella, por refracción una imagen muy pequeña del objeto; y esta imagen es el medio por el cual el ojo, animado por la forma, percibe el ea-lar y la figura del cuerpo, en Jo cual no hay ni puede haber engano, pórque estos fenómenos se verifican coI1-forme a h~yes fijas y constant~s de la naturaleza;.1 ' " ... - 21 - 2.°, porque los órganos perciben siempre conforme a leyes inmutables de la naturaleza, por ejemplo al mirar un bastón recto, introducido oblicuamente en el agua, se ve como qu'ebrado; pero así debe percibirlo el ojo según las leyes invariables de la refracción, y 3.°, porque los senlid()~, al percibir, no afirman ni niegilll, En caso de que el sentido esté enferml también percibe conforme a leyes invariables de la naturaleza; asi, el que está enferme. de oftalmia cromática, percibe los cuerpos COll una orla ¡rizada a causa de que Jas humores lenliculares tienen, entonces, mayor grado de refrangibilidad; y el que está enfermo de fiebre gástrica, percibe amargos los alimentos dulces por causa de un líquido amargo difundido en Jas papilas de la lengua; y es claro que'. en uno y otro caso, estas percepdones son verd.~deras, pues dan a conocer la enfermedad que padecen los órg~l\os y la causa de ella; luego no engañan. l, Reglas para t.. El Órgano el uso de los sentidos externos. del Cada sentido debe vista a los colores, a los olores, y así no d(~ben percibir tumbrados; v. g.: drio, etc. sentido debe ceñirse a su el oído a los de los demás. al través de al través del estar sano. 2,a objeto propio: la sonidos, el olfato 3.a Los sentid(¡s medios no acosagua, de un vi- - 22- ARTICULO 2.0 Criterio de la inteligencia Inteligencia es la facultad espiritual por la <:ual percibimos inmediatamente las verèl~des primitivas .. . La inte1igencia es por si un critedo claro y evidente, qu~ no se puede impugnar; al tratar de impugnarIo, forzoso sería formular algún argumento que'él adversario entiende o no; si lo primero queda admitida la inteligencia, si lo segundo no hay impu~nación posihle. ARTICULO :Lo Criterio de la conciencia La conciencia es la facultad espiritual por la <:ual percibimos nuestras afecciones' espirituales presentes y nuestro propio sér. Por la co·nciencia conocemos primariamente nuestras afecciones espirituales presentes y secunilariamente nuestro propio sér. La experiencia ensel'la a todos los hombres que no solamente pensamos y queremos, sino que también nos damos cuenta de nuestros pensamient6s y deseos; -este es el objeto directo de la conciencia. Pero, .además, conocemos que estas.afecciones proceden 4e nuestro propio sér, y que en él residen; este ~s el objeto indirecto. Mas, para este conocimiento no se requiere el raciocinio, y, como manifiesta: - 23la propia ~xperiencia. conocemos estas afecciones por su presencia misma ~n nuestro espiritu. La conciencia se divide en actual y habitual. Actual es el conocim\ento de nuestras afecciones espirituales 'p¥ç~ y sobre las cuales pensamos actualmente; y la habitual e:; el conocimiento de las afecciones espirituales 'sobre las cuales no pensamos actualmente; por ejemplo: tengo presente la explicación que estoy haciendo, esta es conciencia actual; tengo conciencia de sa ber un teorema de Geometría, pero actualmente no estoy pensando en él; esta es conciencia habitual. ARTICULO 4.° Criterio de la memoria La memoria es la facultad por la cual recordamos nuestras afecciones pasadas y las reconocemos como pasadas. Adviértase que la memoria, considerada como criterio, comprende la memoria sensitiva y la intelectiva. El objeto de la memoria lo constituyen las afecciones pasadas, porque, como vimos, es facultad de recordar lo pasado. La experiencia nos ensefta que recordamos lo que vimos u oimos hac£: algún tiempo, y también las verdades que en otro tiempo aprendimos. Como se ve, tanto la memoria como la conciencia SOft criterios de verdad tan claros y evidentes por sí mismos que no necesitan demostración alguna, y que no pueden neg~rse sin incurrir en contradicción. - 24 L ARTICULO; 5.° Criterio de. razóJ1 deductlva Raz6ndeductiva es· el ~çto del entendimient? por el cual, de la compara~ cfc,s jUicios se deduce un tercero; la expresión de este acto intelectual se llama silogismo. Este puede ser positivo o negativo. Si, de la comparación de dos juicios deducimos una proposición afirmativa, .resulta. el primero; ejemplo: todo metal es mineral, el mercurio es metal; luego es mineral. Si, de la comparación. de dos juicios se deduce una proposición negatíva"tenemos el silogismo negativo; ejemplo: ningún metal es orgánico, toda planta es orgánica; luego ninguna planta es metal. El afirmativo se funda en este axioma: c Dos cosas iguales a una tercera son iguales entre sí-; ejemplo: Si A=B Y B=C, C===;oB.El negativo se funda en este axioma: «Oos.,cosas de las cuales la una conviene con una tercera y la otra no, no convienen entre sí-; ejemplo: N=B, pero C no es igual ~ B; luego C no es igual a N. El silogismo es criterio de certeza. Según se ha explicado, criterios son los medios de que nos valemos para hallar la verdad, y es evidente que el silogismo es medio para encontrar muchas verdades que antes ignorábamos, como se ve en las d~mostracjones en Algebra y Geometria, y en g~n¢ral, en todas las demostracione~. ~m- pletas. - 25Como la razón del hombre es limitada, y por tanto no puede percibir todas las verdades intuitiva y directamente; necesita valerse de la comparación de varios juicios para deducir la conveniencia o discrepancia de las ideas entre sí, como se ve en la enseñanza metódica de las ciencias. El silogismo es, pues, criterio de certeza. ARTICULO 6.° Criterio de razón inductiva Es el criterio por el cual, de la observación de fenómenos particulares deducimos la existencia de una ley general; por ejemplo: todos los caballos que he conocido los he oído relinchar, de ahí concluyo que todos los cabaIlos relinchan. La inducción es de tres maneras: completa, incompleta suficiente y simplemente incompleta. Completa es aquella en que, habiendo observado que una cualidad es pr8pia de todos los individuos de una especie, inferimos que esta cualidad es pr9pia de la especie; ejemplo: he.observado que todos los alumnos de la escuela militar llevan cierto vestido, de ahi concluyo que es el uniforme de esa escuela. Esta especie de inducción no se puede verificar sino en muy corto número de casos, y por tanto nos valemos de la inducción incompleta pero suficiente. Incompleta suficiente es aquella en que se ha observado cierto número de fenómenos que bastan para inferir una ley, (). una cualidad de una especie; ejemplo:' todos los - 26'- ··cabal/Cls que he conocidi, los he oido relinchar, ·de ahi concluyo que todos los caballos relinchan. Simplemente incompleta es aquella en que no se observado suficiente el número de fenómenos . para inferír la existencia de una ley o de una cualidad especifica o genérica; ejemplo: he observado que. algunas veces, c1,.landolas nubes se colo. rean de rosado por la maftana, llueve; de ahí concluyo que siempre que tienen ese color, llueve. Esta puede inducirnos a error. ha I Certeza del principio en que se funda la inducción.-EI principio en que se funda la inducción es el siguiente: «Una misma -causa, en las mis'mas circunstancias, produce siempre los mismos efectos-; ejemplo: he observado que las rosas rojas me producen cierto_olor, de ahí infiero que estas rosas producen siempre el mismo olor; y en este ~tro: e Causas semejantes, en circunstan·das semejantes, producen efectos semejantes; ejemplo: h~ percibido el olor de varias rosas de distintas especies, de ahí infiero que todas las rosas prod'ucen un olor semejante. Condiciones .requeridas para' que la inducción produzca certeza.-Son dos, principalmente: l.' Que se haya observado un número suficiente de fenómenos. 2.8 Que las circunstancias en que se han observado los fenómenos sean las mismas. No es fácil determinar el número de observaciones necesarias para. que I.l inducción produzca certeza. En ciertos ''casos como, en el descubri~ 27 -1niento del barómetro, bastan muy pocas observaciones p-ara deducir la existencia de una ley; ,en otros casos,.tomo en la influencia de la lunadÓn en I.~s lluvias, fue preciso hacer observaciones por más de cuarenta años para sacar esta conc!'.lsióJl: cuando la luna nueva tiene lugar a mediii noche, no llueve en los siguientes dias. En general, podemos decir que, cuando al hacer las observaciones, se percibe la relación de dependen·ela entre ;a causa y el efecto, como ell la invención del barómetro, del sifón, de los globos, etc., bastan pocas observaciones; pero cuando /lO se percibe aquella relación, se n¡cesita un gran número de observaciones. ARTICULO 7.° Criterio de autoridad humana SegÚn el común sentir se dice que un individuo tiene autoridad, cuando tiene razones sufi-cientes para que se le crea; por ejemplo un artesano que sabe muy bien su arte, es autoridad en la materia. Autoridad es el principio en virtud del cual .asentimos a:' lo que los demás dicen. En la autoridad tenemos que atender a tres cosas: al testigo, a sus cualidades y a los hechos narrados. Testigo es la persona que merece fe en lo -q ue afi rma. La autoridad es humana y divina. Autoridad humana es el principio que nos mueve a creer - 28en lo que los demás dicen; -ejemplo: un hombremuy versado en Jurisprudencia, es autoridad ell esa materia. El objeto del testimonio humano lo constituyen las verdades doctrinalés, o los hechos: En el testimonio humano es preciso estudiar separadamente dos elel]1entos:" los tes.tigos y las. verdades· o los hechos. Los testigos pueden ser muchos o pocos, contemporáneos o posteriores. Los contemporáneos pueden ser oculares o auriculares. En cuanto a los hechos, pueden ser de grande o de poca importallCia; de fácil o de dificil conocimiento; favorables o ajenos a las pasiones. Condiciones requeridas .para que el testimonio hum,ano produzca cerleza. - Estas son dós: }.ft Respe~to de los testigos se requiere que no estén engañados, y que no engañen ni quieran engañar. 2." Respecto de los hechos se requiere que sean de grande importancia, públicos, de fácil conocimiento y ajenos a las pasiones. El testimonio humano puede manifestarse de tres modo!': por la tradición, los monumentos y la historia. Tradición es la se!ie no interrumpida de testigos, desde un acontecimiento hasta nuestros dias; ejemplo: las tradiciones que se conservan en Oriente acerca de la vida privada de N. S. Jesucristo. La tradición, su puestas las debidas c0!ldic~ones, puede .ser.criterio de certeza~, - 29Se llama monumento una obra artística levantada por los hombres para trasmitir a )os des.cendit'ntes la memoria de algún acontecimiento; -ejemplo: el arco de Tito en Roma, la estatua de Bolivar en Bogotá. Entre los monumentos se cuentan los edificios o construcciones semejantes, como arcos, torres, inscripciones; pero éstas, sobre todo si son laudatorias, merecen poca fe. En cuanto a los monumentos, debe advertirse que, si son de grande importancia y se refieren a hechos públicos y ne,torios, pueden considerarse como criterío de ce rteza. Historia es la narración escrita y ordenad=i de los hechos. Valor dei testimonio humano respecto de las verdades doctrina/es.-La veracidad del hombre se supone, ,1 no ser que conste lo contrario, pero la citncia sí debe probarse. La razón de esto es que, siendo la verdad objeto adecuado del entendimiento humano, éste se inclina hacia ella, y por eso podemos afirmar que el hombr\:, por su naturaleza, es veraz, y sólo miente en algunos casos especiales, y esto por algún interés particular, o movido por alguna pasión; y la experiencia nos enseña que. aun aquel'los hombres que tienen fama de mentirosos, siempre dicen más verdades que mentiras. Pero, como )a ciencia no la po¡:,ee el hombre por su naturaleza, sino que la adquiere mediante muchos esfuerzos, pùr esto debe probarse. lá ciencia del testigo y suponerse la vera .•. -30c¡dad. Se ha dicho, a no ser que conste lo contrario porque, como dice Cicerón, «el que unavez miente no se te debe creer en adelante." . Proposición V El asentimiento de los pueblos. en cuanto a las verdades doctrillales, confiere perfecta cerceza, supuestas las condiciones reque-, ridas. Estas son: 1.", que las verdades que enseflan sean de grande importancia; y 2.a, que el testimonio sea unánime en cuanto a la sustancia' de !a verdad. Se prueba: l." Porque el hombre es naturalmente inclinado a buscar y decir la verdad; por tanto es claro que el testimonio de los pueblos, supues.tas tas condicioileS citadas, no puede ser falso. 2." Porque no ~~ pos¡bk que .una multitud de hombres de diferéntes naciones, instrucción e· inclinaciones, se hayan convenido para forjar una ,mentira sin motivo alguno. Proposición 2.& El testimonio de los sabios, en materia cientifka, es criterio de certeza. El testimonio de los sabios .puede ser de muchos, o de pocos, o de uno solo. Si es de muchos, no hay duda de que es criterio de certeza; si es de pocos, hay que tener en cuenta que sean muy notables, y que tengan reputación de sabios; si es uno solo, debemos tener en cuenta que sea un hombre muy eminente y que la verdad que enseña sea de la esfera de sus conocimientos. Con estas condiciones, es claro, como se ve, que el testimonio de los sabips es oriterio de cerf~za': - 31 - ARTICULO Criterio 8.° de aut0ridad divina La autoridad divina es infalihle criterio de certeza; se nos manifiesta por lil revelaci{~n. La r,~velaciÓI1, en general, pllede cOllsid( rarse com) la manifestaciÓn de una v~rdad hecha por un sér racional a otro. La n~velación divina, en sentido extenso, es la manifestación de una verdad hecha por Dios al hombre. En sentido estricto, es la manifestación de una verdad hecha por Dios al hombre, sobrenaturalmente, y que éste recibe en virtud de la autoridad de Dios que la revela. Posibilidad de la revelación.-Proposicióll: La revelación, de cualquier clase de verdades, es posible. Se prueba: 1.0 Es posible de parte de Dios. No puede carecer Dios de las facultades racionales que adornan al hombre, pues éste las ha recibiào de Dios; y. como nadie da lo que no tiene, luego Dios tiene la facultad de comunicarse con el hombre. 2.0 Es posible de parte del hombre, porque. si éste puede ser enseñado por otro hombre, con mayor razón puede ser enseñado por Dias, que es infinitamente inteligente y veraz. 3.0 Es posible de parte de las verdades mismas, porque éstas, o son verdades natllrales. y el hombre puede a Icanzarlas por sí mismo, luego también puede trasmitírselas Dios; o son verdades sobrenaturale3, y en este caso, aunque el hombre no - 32 - pueda comprenderlas, puede, sin embargo, conocerlas • en su existencia. Y, aun en el orden natural, hay muchas verdades que puede el hombre conocerJas, aunque no las comprenda el perfectamente; P0r ejemplo:· un cond.uctorde ferroca'rril conoce bien el manejo de la máquina, pero no comprende con perfección la razón científica para que, el vapor se convierta en movimiento mecánico de tracción; y asi, otras muchas cosas. Proposición: La revelación, dado que exista, es criterio infalible de certeza. Se dice en la proposición «dé\do que exista." porque la existencia ·de la re'{elación no es propiamente objeto de la Filosofía, sino de la Teologia y dela Historia. Pruébase la proposición. Se l1a' dicho que ·criterio es el medio de que nos va,lemos para conocer la verdad; y es evidente que Dios, siendo, como es, infinitamente inteligente y veraz, no puede enseñar al hombre sino la verdad pura; Íuego, si la revelación existe, es infalible criterio de certeza. ARTICULO 9.° Reducción de los criterios, a un último criterio Se trata, en este artículo, de hallar un criterio que sea como la razón suficiente de todos los -criterios. Condiciones que debe tener el supremo criterio de cerleza.-Estas son tres: J.", que sea universal, es; decir, que convenga a todas las verda~; 33 2.\:)ue no suponga la existencia de otro criterio, y 3.a, que sea primero y último, es decir, anterior a todos los criterios y al mismo tiempo que sea Ja razón fundamental de todos ellos. Su puestas estas cond ¡dones necesarias, y teniendo presente el estudio que se ha hecho de Jas ~ritl'rios, se deduce: que ninguno de ellos puede se: supremo criterio de certeza, y que sólo la evidencia reúne las cualidades necesarias. Propcsición: La evidencia, en cuanto cor ocida por el entendimiento, es el supremo criterio de certeza. Se prueba: 1.°, porque es universal, esto es: c:omprende todas las verdades; pues toda verdad e~tá dotada de cognoscibilidad y por lo mismo es evidente; 2.°, porque es absoluto y no supone otro criterio lógicamente anterior a él, y 3.°, porque es la razón fundamental de todos los criterios, como queda ya explicado. Algunc:s filósofos, prescindiendo d,~ la perfección de la razón, pretenrlen que el supremo criterio de certeza es la fe divina, y por eso se llama fideismo. Pero la fe divina no puede ser el supreme- criterio de certeza, porque no es universal y s610 comprende unas pocas verdades. Aùemá, supone otros criterios; como los sentidos externos, la inteligencia, la conciencia, etc. Otros pretenden ~ue el asentimiento del género humano es el supremo criterio de cert~za. Mas, contra esta opinión se pueden oponer las mismas razones qUE' en el caso anterior. 3 - 34- Otros filósofos sostienen que el supremo criterio de certeza es una inclinación ciega e inconsciente a aceptar la verdad; otros, que los. sentidos; otros, que el sentimiento. Ninguno deestos sIstemas ~stá en la verdad. Esa ciega inclinación no se puede conciliar con la naturaleza del homhre; además, es ofensivo a la razón, porque el hombre no procede estúpidamente. Tampoco los sentidos, porque este criterio no es universai; nada nos enseña del orden intelectual y antes está la inteligencia. Tampoco el sentimiento, porque éste no es más que llna afección agradable o desagradable a consecuencia de la percepción de al~\Ín bien o de algún mal, y ni siquiera es criterio de certeza. CAPITULO 111 DeL escepticismo. Se llama escepticismo el sistema que niega los criterios de certeza o los supone dudosos. El escepticismo se divide en universal y particular. ARTICULO 1.0 Escepticismo universal Este se divide en absoluto y académicù; el ~bsoluto sostiene que el hombre no puede conocer la verdad ;el andémico sostiene que el hombre puede adquirir probabilidad, pero no certeza. - 35- El escepticismo universal absoluto no puede refutarsl~ con argumentos directos, porque no admite ningún principio cierto y evidente. El escepticismo universal absoluto se contradice manifiestamente y es imposible. Los escépticos afirman el engaño de la conciencia, de los sentidos, etc.; de manera que supOfIen algo cierto, algo conocido. Además, admiten muchas v~rdades sin contradicción alguna. El escepticismo es, pues, imposil: le. Todas las objecione.ï de los escépticos san vanas y contradictorias, porque, o sostienen que la verdad es incognoscible, o que las cosas, a causa de su continua mutabilidad, no pupden ser conocidas por el hombre, porque se escapan antes de percibirlas; o que el hombre se engaña en sus conocil11iento~. En estas afirmaciones se fundan todas 11S objeciones LIe los escépticos; pero, en primer lugar, no aducen ni pueden aducir prueba alguna concluyente; y en segundo lugar, al formular sus objeciones eSlilblece'1 algunas prop()~iciones afirmativas, inŒrrienJn así en evidente contradicciÓn. ,\lnlCULO 2.° Escepticismo particular Este niega algullus criterios de eCI ¡cza, y ha tomado distintos nombres, según el c',terio que niega; y así, se llama idealismo si niega las percepcioJ~es de los sentidos externes; sen~ua ¡¡smo - 36y materiali~mo, si niega las percepciones ideales de la inteligencia; racionalismo, si niega la existencia y posibilidad de la revelación; escepticismo objetivo, si niega el valor objetivo de las verdJdes reales; histórico, si nieRa el valor del testimonio humano. El idealismo puede también llamarse esceptidsmo objetivo. Kant fue quien le dio forma filosófica, y se reduce a la negación de las cosas realeS. Según este sistema, todo existe en nuestra mente, pero que nada hay real. Es imposible practicarlo, porque, como lo enseña la experiencia, todos los hombres, aun los escépticos, conocen y admiten muchas verdades como objetivamente ciertas y acerca de las cuales no cabe duda. Es contradictorio porque, si todo depende únicamente de las ideas que formamos en el entendimiento, el hombre podría evitar lo que le dai'ia y procurarse lo útil y conveniente; mas, sucede lo contrario, y asi 10 confiesan los mismos idealistas. Además, los idealistas niegan la realidad de las cosas y atribuyen realidad objetiva a las ideas. Por lo visto, es falso el fundamento de este sistema, y conduce lógicamente al escepticismo universal. Luego es falso e imposible en la práctica. El materialismo se refutará en la Antropología. El racionalismo quedó refutado en Criteriología, donde se demostró la posibilidad de la revelación. - 37 - El escepticismo histórico se funda en e~te argumento: Los hombres suelen enga-ñarse en el conocirnienro de los hechos y también slle;en engañar en el relato de ellos, luego el testimonio humano no es criterio de certeza. Respuesta: los hombres suelen engañarse en el conocimiento de los hechos y engañar en su relato, cl/ando los hechos y los testigos no tienen las cualidades necesarias y no se observan las condiciones requeridas, concedo; cuando tienen las cuaiidades y se observan las condiciones requeridas, niego. Y pues sólo con estas cendiciones, el testimonio humano es criterio de certeza, como ya se probó; sígllese que el argumerto es falso y está fuera de la cuestión. ------------- ~ DIALECTICA Dialéctica es la parte de la LÓgica que nos enseña el procedimiento que debemos seguir para juzgar con rectitud. En ella se trata de las tres operacionês del entendimiento, a saber: idea, juicio y raciocinio; por tanto se dividirá en tves capítulos: V, de las ideas; 2.°, de: juicio, y 3.0. del raciocinio. - 38CA PITULO De las ideas. Estas pueden considerarse en cuanto existen . en el entendimiento, o en cuanto se expresan por medio de los términos. Se_ dividirá este capítulo en cuatro artículos: 1.0 De las ideas en sí mísmas. 2.· De los términos. 3.° De la definición. 4." De la división. ARTICULO 1.0 De las ideas en sí mismas Idea es la representación intelectual de un objeto en la -mente. Es, por lo común, universal y representa una naturaleza común a muchos. No -debe confundirse la idea con la representación de la imaginación, que es sensible y sólo representa individuos determinados y concretos, y la idea es intelectual y abstracta; v. g.: la idea perro representa, en abstracto, la naturaleza común a todos los individuos de aquel género, y la imaginación sólo representa uno o varios individuos, con su <:olor, figura, etc .• Comprehensión y extensión de las ideas.-Se llama comprehensión de una idea el conjunto de notas o cualidades esenciales que la constituyen; por ejemplo: la comprehensión de la idea hombre abarca las notas ente, sustancia, cuerpo, viviente, sensitivo, racional, que se incluyen en la idea - 39homble. Se llama extensión de una idea el número de individuos a que se aplica, y que represent2-.; por ejemplo: la extensión de la idea h0!11bre es el número de individuos de la especie humana. La extensión y la comprehensión están en razÓn inversa; asi, si la una crece la otra disminuye; :;>or ejemplo: la idea de sustancia tiene grande extensión, pues abraza todos los seres cJrp6rcos e incorpóreos. Si se aumenta su comprehensión, agregándole, por ejemplo, la I:ualidad "corpórea,» la extensión disminuye; si, al contrario, aumenta la extensión de la idea «sustancia corpórea,» suprimiendo la nota «corpórea,» entonces aumenta la extensión, pero disminuye la comprehensión. División de las ideas.-Las ideas se dividen: por parte del objeto: l.· En positivas y negativas. Positiva es la que representa un objeto en la mente. Negativa, la que expresa negación de un sér. En sentido estricto no hay ideas negativas, porque lo que no es no se puede representar. Se dice por ejemplo: tinieblas es una idea negativa, porque expresa negación de luz, que es idea positiva. 2." En real y lógica. Real, la que representa un objeto existente fuera de la mente; v. g.: árbol. casa. Lógica, la que representa un concepto que sólo existe en el entendimiento; por ejemplo: especie, género. - 40 - 3: En simple y compuesta. Simple, la que está constituída por una sola nota, como ente. Compuesta, la que consta de varias notas; v. g.: árbol, hombre. 4.° En concreta y abstracta. Concreta, la que representa el objeto con todas las nolas que ~actualmente lo constituyen; por ejemplo: Pedro, este caballo. Abstracta, la que representa algo universal, o un sujeto sín propiedades, o propiedades sin sujelo; por ejemplo: humanidad, redondez, virtud. Por razón de la extensión: 1.0 En universal, particular y singular. Universal, la que representa una naturaleza común a muchos individuos; v. g.: sustancia, hombre, caballo. ,Particular, la que cQnviene sólo a algunos individuos de UAa especie; por ejemplo: algunos hombres. Singular, la que representa un individuo determinado; ejemplo: Pedro, aquel niño. 2.? En colectiva y distributiva. La primera representa muchas cosas singulares consideradas al modo de una sola; v. g.: ejército, ciudad. La segunda designa algo uno que se predica de todos y de cada uno de los indivíduos de una especie; por ejem plo: animal respecto del hombre. Por parte del sujeto: 1.0 En clara, distinta, confusa y oscura. Clara es la que tenemos de una cosa con todas sus cualidades; v. g.: gato, perro. Es distinta si es de tal manera clara que nos haga conocer el ob- - 4] - jeto de modo que no se confu nda con otros; v. g.: la idea de hombre, de caballo. Confusa, la que nos muestra el objeto, no con todas sus caulidades; v. l~.: la musaraña es parecida al ratón. Oscura, la que nos representa el objeto de un modo muy vago e imperfecto: v. g.: el coati es cierto roedor. Esta división no indica más que simples grados de claridad. 2.° En intuitiva y abstractiva. Intuitiva, Ia que adquirimos por la presencia del objeto; por ejl'mplo: la de este caballo que veo. Abstractiva, la que concebimos mediant,e. otra idea; v. g.: la idea de tigre concebida por media de la idea gato. 3.° En adecuada e inadecuada. La prirLera abraza todas las propiedades del objeto; v. g.: la idea de círculo. La segunda representa ~ólo algunas pre piedades del objeto; v. g.: la idea de ë!ngel. . 4.° En explícita e implicita. La primera representa el objeto por sus cualidades propias; Dar ejemplo: la idea de caballo, como cuadrúpedo, paquiderme que relincha. La segunda se concibe por la necesaria relación del objeto con otro; por ejemplo: el que tiene idea explícita del padre, tiene idea implícita del hijo. 5.° En directa y refleja. Directa es la que reprefcnta un objeto extrínseco al entendimiento; por ejemplo: la idea de causa. Refleja es la que representa un acto del entendimiento; por ejemplo: la idea del ~ocimiento de la causa. - 42Reducción de las ideas universales a géneros supremos.-Para poder conocer todas las ideas de un modo claro y ordenado, Aristóteles las redujo a diez géneros supremos que llamó categorias, y son: sustancia, cantidad, cualidad, 'relación, acción, pasión, dónde, cuándo, posici't)n y hábito. Divídense en sustancia y accidentes. Sustancia es\ el sér que es en sí mismo, y no en otro; por ejemplo: árbol, casa. Accidente es el sé! Que existe en otro y no en sí mismo; por ejemplo: color, figura. Cantidad es el acctillente que distribuye la sustancia en -partes; como diez gramos. Sólo los cuerpos tienen cantidad. Cualidad es el accidente modificativn del sujeto; ejem plo: grande, blanco. Relaci6n es el accidente por el cual una cosa se refiere a otra; v. g.: padre e hijo. Acción es el accidente por el cual una causa se constituye eficiente en acto; ejemplo: un hombre corta una tabla. Pasión es el accidente que expresa que un sujeto recibe la acción de la causa eficiente; ejemplo: la tabla que es cortada. «Dónde» es el accidente que determina la sustancia en el lugar; ejemplo: aquí, allá. «Cuándo" es. el accidente que determina la sustancia en ef tíe1tlpo; ejemplo: ayer, hoy. Posición es la determinación de las partes de un;:uerpo en partes 43 de lin lugar; ejemplo: sen- tado, dE' pie. Hábito es la circumposlclon de vestidos u orné¡mer:t(¡s; ejemplo: vestido militar, la colgadura de \\n salón. De estas categorías se trata especialmente en Ontologa. De los predicables.- -Se llaman así las nnciones universales que expref·an el modo como los predicamentos, o categorías, se atribuyen a las cosas, son cinco, a saber: género, diferencia específica, espécie, propio y accidente. Género es noción universal que se predicn esencialmente de muchos distintos en naturélleza; por ejemplo: viviente, animal. Difer~ncia especifica es noción universal que se predica de muchos semejantes en género, según que se distinguen en su naturaleza; ejemplo: racional, irracional, son diferencias específicas del género aninal. Especie es noción universal que se predica esencial y adecuÃdamente de muchos distintos nunuméricamente; ejemplo: vertebrado, invertebrado respecto del género animal. Propio es noción universal que designa las cualidadr:s que se derivan inmediatamente de !a naturaleza del sujeto; v. g.: es propio del hombre el reir. El propio, según Porfirio, es de cuatro modos: 1.°, lo que conviene a toda la especie y sólo a - 44ella y siempre, corno el reír al hombre; 2.°, lo que <:onviene a toda la especie, pero no sólo a ésa; ejemplo: es propio del hombre ser bípedo; 3.°, lo que conviene sólo a la especie, pero no a toda; como encanecer; 4.°, lo que conviene a toda la especie, pero sólo accidentalmente; ejemplo: ser médico. Accidente es noción universal que se predica de varios sujetos contingentemente; ejemplo: estar vestido dé uno o de otro modo. El género, y lo mismo la especie, se divide en supremo, media e infima, 0. próximo. Género supremo es el que contiene todos los géneros: éste es el género sustancia. Medio, es el que está contenido en otro y, además, contiene otros inferiores; como viviente que está contenido en cuerpo, y además contiene los géneros planta y animal. Infima es el que está contenido en otro y sólo contiene especies; ejemplo: animal, respecto del hombre. Especie suprema es la que se contiene inmedial'lmen)e en el género supremo; ejemplo: corpórea, incorpórea. Media, la que está contenida en otra y, además, contiene otras inferiores; ejemplo: viviente, que es especie respecto de cuerpo y. género respecto de animal y planta. Infima, la que s610 contiene indiviJuos; como hombre. Se llama individuo el sér en sí' indiviso y distinto de los demás; com') Juan. este perro, aquel ¡rbol. Las notas que lo distinguen son: forma. - 45figura, lugar, tiempo, raza, patria y nombre, que no pu,~dcll ber todas comunes a varios individuos. ARTICULO De la expresión de las ideas 2.° por medio de los términos Los hombres suelen expresar sus afecciones por medio de actos o ademanes a los que se da el nombre de signos. Signo cs todo acta o hecho que, percibido, conduce al conocimiento de una cosa. Los signos son naturales unos, y arbitrarios o convencionales otros. Signo natural es el que se deriva de la naturaleza de las cosas; por ejemplo: el humo es signo natural de que hay fuego encenë.ido; el gesto que es signo natural del hombre. Signo arbitrario o convencional es el que expresa a\,so por el c0nvenio de los hombres: v. g.: las banderas de señales en la ingenieria y en la milicia. El término es el signo único de que se ocupa la Dialéctica y es en parte natural y en parte arbitraria. Tél min) es la expresión de una idea por medio de la palabra. Divisiones comunes al término mental y al oral.-Los términos se dividen: 1.0 En positivos y negativos. Positivo es la expresión de una idea positiva; por ejemplo: hombre, casa. Negativo, el que expresa negación .de entidad; por ejemplo: mal, tinieblas, pecado. - 46- Los términos pueden ser positivos en la expresión y negativos en la significación; como mal, finito; negativos en la expresión y positivos en la significación; por ejemplo: infinito, inmenso;. y positivos o ne~ativàs tanto en la expresión como en la significación; ejemplo: hermo~o, afable; incorrecto, inmora I. 2." Concreto y abstracto. Concreto es la expresión de una idea concreta; ejemplo: Ped ro, este caballo. Abstra'tto, el qúe expresa una idea abstracta; ejemplo: blancura, humanidad. 3. En simple y compuesto. Simple, el que con una sola palabra expresa una idea; ejemplo: casa. Compuesto, el que con varias palabrfs expresa una idea; ejemplo: casaquinta. 4. Sustantivo y adjetivo. Sustantivo es el que expresa existencia real; ejemplo: hombre, casa. Adjetivo, o connotativo, es el que expresa una cualidad; v. g.: bueno, blanco. 5.° En universal. particular, singular; colectivo " distributivo. Universal es el que expresa una idea que se predica de muchos, según la misma razón; ejemplo: todo, ninguno. Particular, el que expresa una idea que sólo se aplica a unos pocos; ejemplo: ciertos, algunos. Singular, el que expresa una idea individual; ejemplo: Pedro, Luis. Colec0 0 tivo, el que expresa una idt'a 4UC Se apiica a muchos, tomados conjuntaménte; ejemplo: ejércitu, congreso. Distributivo, el que expres lUla idea que se predic~ de todos y de' cada uno- de los - 47- individuos de una especie; como bípedo, en esta frase: todo hombre es bípedo. Divisiones del término oral.-EI término oral se divide: 1.0 En significativo y vano. Significativo, el que representa algo existente en la naturaleza o en el entendimiento; CO:TIr¡ árbol, centauro. Vano se llama un término a que nada corresponde en la naturaleza ni en el entendimiento. como "blitiri.» 2. En univoco, equívoco y análogo. Unívoco es el qle siempre se emp~ea en la mismil significación; como Dias, hombre. Equívoco ci que se emplea en diversos significados; como toro, que representa el animal, una constelación, una moldura, el apellido, etc. Análo~o, el que se aplica a diferentes cosas por algunas semejanzas. Puede ser por analogía de atribución, o por analJgia de proporción. El primero se aplica a varias cosas por la relación que tienen con otra; como sano, que se predica del alimento, del clima, del ambiente, etc., por la relación que tienen con la salL":d del hombre. El segundo se atribuye a varias co~as por cierta imperf~cta semejanza en los efectos; ejemplo: decir tie un pIado que éS ¡sueño . .3. En fijo y vago. El primero ;:;ignifica siempre una cosa determinada; como hombre, planta. El segundo se emplea con significación indeterminada: ejemplo: naturaleza, civilización. Propiedades de los términos.-Estas se refieren a la significación en que deben emplearse en la 0 r 0 - 48- 10c!1ción. Estas son suposición, apelación, ampliadón, restricción y traslación. Suposición es el uso de un término para expresar alguna cosa. La suposición se divide: 1.0 En material y formal. Material es el uso del término como suena; v. 'g.: hombre, en cuanto es la palabra misma. Formal es la acepción del término para significar la cosa representada por él; ejemplo: hombre, en cuanto es el animal racional. 2." En real y lógica. Real es el UEO del término para expresar una cosa existente fuera del entendimiento; ejemplo: casa. Lógica es el uso del término para expresar el concepto del entendimiento; ejemplo: planta, para significar la idea. 3.° En universal, particular y singular. Universal, si se aplica a todos y a cada uno de los individuos de una especie; ejemplo: ningún perro es bípedo; bípedo supone aquí universalmente. Particular, si el término debe entenderse sólo en una parte de su extensión; ejemplo: todo pájaro es vertebrado; vertebrado supone aquí particularmente, pero pájaro supone universal o distributivamente. Singular, si el término se emplea para designar un solo individuo; ejemplo: Pedro anda. 4: En colectiva y distributíva. Colectiva es el uso del término aplicado a muchos tomados conjuntamente; ejemplo: congreso. Distributiva, si el término se aplica a todos y a cada uno de los individuos de una especie; ejemplo: todo hombre es blpedo. Es la misma universal. - 49Apelación es la aplicación èè un término a otro. Puede ser material o forraal. Material, si el término se aplica a otro sók:l como sujeto; y es forma] si el término se aplica él otro por razón de su naturaleza o forma; ef\ "~I ejemplo: el médico canta, la apelaci6n es rñàterial, porque no ejerce la acción por razón de ser !nédico; pero en este (~tro: el médico cura, la apelación es formal, porqut~ ser médico es la razÓn formal del curar. Ampliación es tomar un término en mayor extensión de la que tiene en la proposición; ejemplo: los mansos poseerán la tierra, el .poseerán se· extiende al presente y al pretérito. Restricción es en'tender uft término en menor extensión de la que tiene en la proposición; ejemplo: Eva es madre de los vivientes; s(~ entiende sólo de los hombres. Traslación es el uso de un término en sentid<> metafÓrico y no en su sentido propio; ejemplo: Nuestro Señàr Jesucristo es el cordero de Dios. ARTICULO De la 3.° definición Definiciófl es la proposición que explica lo que es una cosa. La ,definición se divide en nominal y real. DefinicIón nominal es la que explica el nombre de una cosa; y ésta pu~de ser etimológica, común y privada ... 4. -50La etimológlcil explica el origen de un nombre; v. g.: himen6pteru. viene del griego hymen, membrana, y.pleros, ala¡ , . Definición com~n es la explicación de una cosa según lengu'tfe vulgar; ejemplo: se llama alma el principio ~ue, en nosotros, piensa, quiere y siente. Privada es la que alguno da en al~unâ circunstancia, por autoridad propia; ejell1plo: llamo alma cierta fuerza Inmaterial. La definición real explica la cosa tal como es en sí misma. Puede ser esencial y descriptiva .. La esencial explica la naturaleza de la cosa definida; ejemplo: el hombre es animal racio~~I; triángulo es una superficie cePrada por tres \fneas. La descriptiva explica una cosa por sus cualidades. Puede ser propia, causal, accidental y genética. La definición propia explica la cosa por las cualidades que se derivan de su naturaleza, y que Je son características; el caballo es cuadrúpedot paquidermo que relincha. Causal es la que explita una cosa por su causa; ejemplo: el hombre es un sér inteligente y libre crèadú por Dios. Accidental es la que explica una cosa por sus cualidades accidentales, pero que tomadas en conjunto, sóló se aplican a ella; ejemplo: la urraca ~s un p4iarq del tamafío de una paloma. de pico .:ónico. plumaje 'Variado. e~c. - 51 -- Genética es la que ex'plica una cosa por su origen; ejfmplo: eclipse de luna es el defecto de luz en la luna por interposición de la tierra entre ¡Iquélla y el sol. f('eglas de la de{inición.-Para que. una definiciÓn sea correcta, debe tener ciertas cualidades que se explican en Jas reglas siguientes: l.a La definición debe constar de género próximo y di':erencia específica. 2." La definición debe convenir a todo y a sólo lo definido. 3." Debe ser más clara que lo definido. 4.3 La definición debe ser corta, en cuanto sea posible, 5,' La definición no debe tener palabras metafóricas, n,' La definición no debe Scr negativa, salvo el caso en que sea preciso definir una cCosa negativa, como el mal, las tinieblas, etc, Todas estas reglas se fundan en razones evidentes y de fãdl compreliensión, Utilidad de la definición.-Esta es innegable porque, como dice Cicerón, c"¡'odo el q'ue l"'lI¡>rende '..10 estudio acerca de alguna discipli\1;\ -:ien\Ífica debe cmpeiar por la definición par.l ceterminar bien el a'unto de que se trata,» Por .Ia defintèión se evitan las disputas inútiles, que casi siempre proceden de la co¡¡iusión de las ideas y de la faU~~4£ precisión en las cuestiones. Adeltlás, el t_no de las ciencias es, .eQmo se ve claramente, saber qué es la cosa, y esto ~ obtiene por medio de la definición. \ ~ ,·Usosde la definición.--Debe empezarse tratado, o una discusión, fijando con claridad ef asun~o o asuntos de que se trata, y, de ordinario se consigue esto fijando una buena definición. Como la definición tiene por objeto dar a conocer la cosa en sí, es claro que no todo se debe deftni~ y por eso no se definen las cosas perfectamente conocidas. Además, las nociones' trascendentales expresan algo uno e indivisible, como ente; no es posible definirias, aunque se puede, como dice Santo Tomás, explicarias de algún modo .. Como son pocas las definiciones esenciales que podemos hallar, tenemos que valemos de definiciones descriptivas; pero debe cuidarse de que se ajusten a las reglas de la definición. La definición esencial debe siempre preferirse ,aJa descriptiva, Y entre las descriptivas, la pro'pía debe preferirse a las demás. un ARTICULO 4.0 De la división División es la distribución de un todo en sus partes. - Se llama todo, lo que es uno y se pueue (ï\stribufr en partes. La división se distingue en nominal y real. - 53 - División nomir1al es la enumeraciÔn de las ¿y'cepciones de una palabra; ejemplo: toro, que ~icne varias acepciones. División real es la distribución del todo real, o existente, en sus pades; ejemp'o: el hombre se divide en cuerpo y alma . . El todo se distingue en lógico, físico, metafí~ico, accidental y moral. :" El todo lógico e'\ algo universal que se distribuYI~ en los conceptos que comprc;¡cnde; como la división de los géneros en especies e indi- viduos. Todo físico es aquel cuyas partes son reales y separables; ejemplo: el hombre, que se compone de cuerpo y alma. Se llama todo metafísico aquel cuyas partes son constitutivas de la esencia; ejemplo: el hombre que se compone de animalidad y racionalidad. Todo accidental es aquel cuyas partes son supue~;tos; ejemplo: un montón de piedras. Si las partes del todo accidental son personas, toma el nombre de moral; ejemplo: un batallón, un colegio, Las distinciones enurneradiis se aplican tambi<~1la la división, Reglas de la división.-Las reglas a que debe ajustarse la división, son las siguientes: 1:' La división debe ser completa, es decir: que se enumeren todas las partes que contien.~ el todo. -542. Las parles deben ser opuestas unas a ofra~. de modO' que no estén incluídas unas en otra~. 3." La división debe ser metódica, es decir, qu~ se "divida primero en partes mayores, y despu~ se subdivida en menores. 4." La división debe ser ordenada, pero nunca exagerad;!; debe~acerse según las partes que ten"ga el todo, sin subdividir demasiado para evítar confusiones. Utilidad y usos de la división.-EI entendimiento humano, por causa de su limitación, no percibe intuitivamente todos los elementos de las <:05as, y necesita considerarias y estudiarlas por partes, y esto lo consigue por medía de la división. Siendo ésta acertada y metódica, adquirimos ideas claras de las cuestiones que estudiamos. Deben dividirse los asuntos. según las reglas .anferiores, en las partes principales que naturalmente contengan, y éstas en otras; pero sin ex-tender demasiado la división, pue~ tan defectuoso .es ,no dividir, como dividir demasiado. 10 I . CAPITULO II Del juicio. El juicio es acto del entendimiento por el cual afirmamos o negamos u~ cosa de otra . . El juicio puede considerarse como simple acto del entendimiento, o en cuanto este acto se expresa con palabras. - 55ARTICULO Del juicio, J • et como acto del entendimiento En El juicio entran tres elementos: la entidad <1~i que se afirma o se niega algo, y se llama sujeto; la noción que se afirma o se nipga del sujeto. y se llama predicado; y la noción de que nos valemos para unir o separar las dos ideas, y se llama cópula, que se expresa con el verbo ser; ejemplo: Pedro es médico. Pedro es el sujeto, médico el precedido y es la cópula. Juan no ,es ingeniero,juan es el sujeto, ingeniero el predicado que se niega de Juan; y el verbo ser es la cópula) precedido de la negación . • Divisiones del juicio.-Por parte del objeto, el juic,jo se divide: 1." En verdadero y falso. Juicio verdadero es el que está conforme con la realidad de las cosas, y plll'Lie ser afirmación verdadera, como: la tierra es redonda, o negación verdadera como: la luna no tiene luz propia. Juicio falso es el que no estéi conforme cnn la realidad de las cosas, y puede ser afirmación falsa, como: la luna tiene luz propia, o negación falsa, como: la tierra no cs redonda. 2.° En juicio de existencia y juicio de' atribu •. ciÓn. Juicio de existencia es el que afirma o niega simplemente la existencia de un sér; ejemplo: el sol existe; no existe el centauro. Juicio de atribución es el que predica una cu ••lidad de un ~ 56sujeto; ejemplo: el hombre es inteligente; el h~mbre no es cuadrúpedo .. ' Por parte del sujeto, se divide (el juicio' 1 en prudente y temerario. Juicio prudente es el que se apoya el) motivos Qien conocidos; ejemplo, lét planta es viviente; el perro no es planta. Ten'lerario es el que se apoya en motivos no bien conocidos; ejemplo: laso-manchas del sol influyen en los temblores de tietra. Por parte de la conexión entre el sujeto' y el predicado: 1.0 En afirmativo y negativo. Juicio afirmativo. es el que expresa que una cualidad conviene a a un sujeto; ejemplo: Dios es bueno. Negativo, el que manifiesta que un predicado no le. cona. viene a un sujeto; ejemplo: el hombre no es bruto. 2.° En analítico y sintético. Analítico es a'quel en que el atributo expresa la esencia del sujeto; ejemplo: los diámetros del círculo son iguales; el bombre es racional. Sintético es el que expresa que un predicado le conviene a un sujeto contingentemente; ejemplo: Juan es g~ómetra. lO} ARTICULO 2.0 De la expresión del juicio con palabras o sea de la proposición Oración eS el conjunto de palabras que expresan una emoción del .alma. Puede ser perfecta si expresa sentido completo, corno: Dio~ es. ama- - 57ble. Imperjecta en el casa contrario; v. g.: oh Dias mío; siendo la virtud amable. La oración perfecta puede ser: Enunciativa, si es la expresión de un juicio con palabras; ejemplo: la planta es viviente. Vocativa, sí se emplea para llamar a alguno; ejemplo: oigame. Interrogativa, si se emplea para preguntar algo; ejemplo: qué dice usted de esta cue~tión? Imperativa, si se emplea para mandar; ejernplo~ atiéndc a tu oficio. Deprecativa, si se emplea para rogar que se haga alguna cosa; ejemplo; hágame usted el favor; '! simplemente optativél' :~i sÓlo expresa algún de:_eo; ejemplo: ojaléi nos vaya bien. Proposición, que es la misma oración enunciativa. es la expresión de un juicio sin palabras. Elementos de la proposición. - Estos son: el sujeto, que es la palahra o conjunto de palabras que rep'-esenta la cosa de que se afirma o se niega algo; el predicado es la palabra o palabras que expresan lo que se afirma o se niega del sujeto, y el verbo que expresa la relaCÎór; cotre el sujeto y el predicado. El verbo con el predicado constituyen el atributo de la proposición. Komtlre es la palabra que expresa la sustancia, I) la cualidad. Si lo primero, se llama sustan-. tivo, corno perro, árbol; si lo segundo, adjetivo, como bueno, grande. Verbo es la palabra que expresa el atributo de la -proposiciÓn bajo la variedad de tiempo; v. g.: escribo, andas, discute. - 58División de las proposiciones: 1.0 Por parte de la materia la proposición se odivide en necesaria, contingente, posible e imposible. Proposición necesaria es aquella en que el atributo pertenece a la esencia del sujeto; ejemplo: Dios existe. los diámetros del circulo son iguales, el hombre es racional. Ccnlingente es aquella en que el predicado se atribuye al sujeto accidentalmente; ejemplo: Pablo es abogado. Posible es la que expresa que un predicado puede convenirle a un sujeto; ejemplo: Julio puede ser filósofo. Imposible es la que expresa un predicado que repugna a un sujeto; ejemplo: el triángulo es redondo, el hombre no es racional. 2,· Po~ parte de la extensión del sujeto, en universal, indefinida, particular y singular. Universál es la que expresa que un predicado conviene a todos y a cada uno de los individuos de una especie; ejemplo: todo hombre es racional. ningún caballo es inteligente. Indefinida es la que expresa que un predicado conviene a. muchos individuos, de un modo indeterminado; ejemplo: el hombre es inteligente, el perro es fiel. En materia necesaria la proposición indefinida equivale .él la universal; en materia contingente, puede equivaler a la particular o a la universal. Particular es la que expresa que un predicado conviene a -algunos individuos de una especie; ejemplo: algún .perro es negro, algunus hombres son blancos. -59Singular es aquella cuyo sujeto es un individU{) determinado; ejemplo: Juau es poeta. 3.° Por parte del sujeto y del predicado, en simple y compuesta, una y múltiple. Simple es aquella en que tanto el sujeto como el predicado se expresan con una sola palabra; ejemplo: Jullo es médico. Compuesta es aquella en que el sujeto, o el predicado, o ambos se expresan con varias palabras; el hombre pequeño es poco andador, Pedro no ·~s muy robusto para el caso. Proposición una es la que consta de un solo sujeto y un solo atributo; ejemplo: Elías estudia, el hombre muy gordo no es bien ágil. Múltiple es la que envuelve en sí varias prúposiciones; ejemplo: Pedro estudia y pasea, Pedro y Juan estudian, Pedro y Juan estudian y pasean. 4." Por parte de la conexión entre el sujeto y el atributo, se divide en afirmativa y negativa. Afirmativa es la que expresa la conveniencia entre el sujeto y el atribulo; v. g.: el perro es cuadrú¡:ledo. Negativa, la que expresa la no conveniencia del sujeto con el arributo; v. g.: el caballo no es bípedo. Reglas acerca de las proposiciones afirmativas y negativas.-l.a En toda proposición afirmativa el predicado se atribuye al sujeto según toda su comprehensión, Rero no según toda su extensión, o, en Q&rostérminos: el predicado de la proposici1n afirmativa supone particularmente; el perro es cuadrúpedo. Cuadrúpedo se toma en toda su comprehen- sión, pero no en toda su extensión, porque no todo cuadrúpedo es perro. Se exceptúa el caso en que el atributo es definición esencial del sujeto, pues, en tal caso, el atributo se toma eñ toda su extensión; ejemplo: todo hombre es animal racional; podemos decir: -todo animal racional tS hombre. 2.a En la proposición negativa el predicado se toma en toda su extensión, pero no en toda su comprehensión; ejemplo~ ningún hombre es bruto. El predícado bruto se niega de todos los hombres, y por eso podemos decir: ningún bruto es hombre. La proposición se divide también en categórica e hipotética. 'E:ategórica es aquella en que afirma o se niega. determinadamente un predicado de un sujeto; ejemplo: la tierra es redonda, la luna no tiene luz propia. Hipotéti,ca es aquella en que se atriyuye un predicado a un sujeto, supuesta una condición. Esta puede ser de tres modos. a, saber: Condicional o conexa es aquella en que se afirma o se niga un predicado de un sujeto, por la relación que tiene con un antecedente; ejemplo: .si el sol calienta, el termómetro sube. Conjunta es una proposición hipotética en que se niega que dos o más atributos puedan pertenecer simultáneamente a un mismo sU¥to; ejemplo: no se puede, a un tiempo, servir a Dios y a las riquezas. Disyuntiva es una proposición hipotética en que se atribuye a un sujeto uno de varios predicados enymerados en el antecedente; ejemplo: Julio es in'glés. francés, alemán o español. - 61 - Reglas a que deben ajustarse las proposiciones hipotéticas, para que sean verdadera5.-1." Para que la proposición condicional sea verdadera se requiere que haya real dependencia entre el antecedente y el consecuente; así en el ejemplo citado: si el sol calienta, el termómetro sube, es verdadera, parget\: I~ay relación de dependencia entre el calentar el sol y subir el termómetro; y es falsa esta ·prop)sición: si aparece un cometa habrá guerra, porque no hay dependencia entre el antecedente y el C'on:;ecuente. 2a Para que la proposición conjunta sea verdadera, se requiere que los dos predlcé.dos se excluyan mutuamente; asi la proposición citada: no se puede servir a un tiempo a Dios y a las riquezas, es verdadera, poryue una y otra cosa se excluyen mutuamente; pero sería falsa esta otra: no se puede ser neRro Y médico, porque no se exduyen mutuamente. 3.' Pera que la proposición disyuntiva sea verdera se requiere que la enumeración sea completa y que hé.ya oposición entre los términos; así la proposición citada: Julio es francés. cte., es venta:' dera a causa de que, por el conocimiento anterior que tenemos, Julio ha de ser precisamente de, una de estas cuatro naciones; pero es falsa esta otra: (¡cerón es griego, fenicio o· egipcio, porque ('icerón fue romano. Proposiciones moda/es.-Son las que expresan ~I modo especial como el predicado se atribuye - 62- al su~to. SOli ,cuatro: necesaria, contingente, posible e imposible. Bastan los ejemplos siguientes: necesariamente los radios del círculo son iguales ~ Luis' es médico contingentemente; es posible que Julio sea feliz; es imposible que el círculo sea cuadrado. Propiedades relativas de las proposiciones.Estas son las que resultan de la comparación de las proposiciones entre sí. Los filÓsofos señalan tres: oposición, equivalencia y conversión. Oposición, ~egún Aristóteles, es la afirmación y la negación de un predicado respecto de un mismo sujeto. Para que dos proposiciones sean estrictamente opuestas se requier~ que ambas tengan el mismo sujeto, el mismo predicado y que la una sea afirmativa y la otra negativa. En sentido muy lato suelen llamarse opuestas las proposiciones que expresan cosas diferentes . . Las proposiciones opuestas pueden ser de cuatro modos: contradictorias, contrarias, subcontrarias y subalternas. Cõ~tradictorias son dós proposiciones de las ciulles la una niega precisamente lo que la otra afirma, de suerte q.ue entre las dos no hay medio .lógko; ejemplo: todo hombre es racional, algún bombre no' es racional; ningún hombre es volátil, algún hombre es volátil; Pedro anda, Pedro no and,a. Contrarias son dos proposiciones, que. la una afirma y ,la Gira ·ni., pero que entre las ...d~ - 63puede haber medio lógico; ejemplo: todo hombre es blanco, ningún hombre es blanco; Pedro duerme, Pedro está despierto. Subcontrarias son dos proposiciones particulares, la una a firmati va y la otra negativa; ejemplo: alglÍn hombre es blanco, algún hombre no es blanco. Subalternas son dos proposiciones,' ambas afirmativas, o ambas negativas, la una universal 'f la otra particular; ejemplo: todo hombre es sensitivo, algún hombre es sensitivo; ningún hombre es bruto, algún hombre no es bruto. En éstas, la u.niv(:rsal se llama subalternante y la particular subalternada. Reglas ecerca de la oposicion.-1.a Dos contradictorias no pueden ser ambas verdaderas, porque sie:ldo la una negación exacta de la otra, si ambas fueran verdaderas, podría una cosa ser o 110 ser al mismo tiempo, lo que es absurdo. Por la misma razón, no pueden ser ambas fall:,as. Necesariamente, la una es verdadera y la otra faLsa. 2.· Dos proposiciones contrarias no p!.1eden ser ambas verd¡lderas, porque, tomándose el sujeto en ambas en toda su extensión, es claro que la verdad de la una excluye la verdad de la otra; así, siendo verdad que todo hombre es inteligente, es falsa su contraria; ningún hombre es inteligente, luego no pueden ser ambas verdaderas.Pueden ser ambas falsas, porque ]\élbiendo - 64medio lógico entre ellas, éste puede ser verdadero; ejemplo: todo hombre es blanco, ningún hombre es blanco: estas son ambas falsas, pero el medio lógico es verdadero: algún hombre es blanco, algún hombre no es blanco. Y, finalmente, la· u na puede ser verdadera y la otra falsa. , 3.~ Las ~ubcqntrarias no pu~den ser, ambas falsas, pero sí pueden ser ambas verdaderas, o una verdadera y la otra falsa; por ejemplo: algún hombre es blanco, algún hombre no es blanco; ambas verdaderas; algún hombre es cuadrúpedo, algún hombre no es cuadrúpedo: la una falsa y la otra verdadera. 4.a En las subalternas, si la universal es ver-dadera, también es verdadera la particular, porque ésta está contenida en ~quélla; eJemplo: todo .hombre es inteligente, luego algún hombre es in'teligente; ningún hombre es reptil, luego algún hombre no es reptil. Si la particular es falsa, también es falsa la universal; ejemplo: todo hombre es cuadrúpedo, algún hombre es cuadrúpedo. La razón es que el sujeto de la particular, está contenido en la universal. Equivalencias de las proposicioo.es. -Se llaman equivalentes las propOSiciones que, con distintas palabras significan lo mismo; ejemplo: todos los hombres morirán: ningún hombre escapará de la muerte, etc. La equivalencia se define: reducción de proposiciones opuestas a una misma signiñc'ación. Anteponiendo la neg~cJón al sujeto de la la - 65propOSlclon universal afirmativa queda convertida en equivalente de su contradictoria; ejemplo: todo hombre es blanco; antepuesta la negación al sujeto, queda: no todo h()mbre es blanca, o sea algún hombre no es blanco. Este es el único caso que se usa, corrientemente en castellano. Ccnversión de las proposiciones. -Esta es una mutadón que consiste en poner el sujeto en lugar del predicado, y éste en lugar del sujeto; pero de modo que la segunda se ·deduzca lógicamer.te ce la primera, y cuidando de que ninguno de los términos tenga mayor extensión en la se~unda que en la primera. La conversión puede ser símple, o perfecta, y por accidente, o imperfecta. En la primera se cambian :.05 lérmino5, conservando su extensión. En la 5e~:unda se cambian los términos, mudando su extcn:,ión. L2. conversión simple sólo es le¡;ítima en la prop(lsícicín universal negativa y en la part'.cular afirmativa; ejemplos: aJ ninguna pl;¡nta es sensible, puede convertirse en ésta: nin¡:;ún sensible es planta, porque el predicado de la proposición negativa se turna en toda su extensión y por tanto, puede ser sujeto de la proposición universal. b) Algún animal es carnívoro, puede convt:rtín:e en ésta: algÚn carnivora es animal, porque el sujeto de la proposición particl! ar se toma en una parte de su extensión. 5 - 66. La proposición universal afirmativa no puede convertirse simplemente sino cuando el atributo es definición esencial del sujeto; v. g: todo animal es viviente sensitivo, puede convertirse 'en ~ta, todo viviente sensitivo es animal. La proposici6fl. universal afirmativa sólo PU;?de convertirse por accidente; ejemplo; todo animal es orgáhico, s610 puede convertirse en ésta: algún orgánico es animal, porque en aquélla, d predicado tiene mayor extensión que el sujeto 1 supone particularmente. La proposición particular afirmativa puede convertirse, por accidente, en universal afirmativa; cuando el sujeto pertenece a la esencia del predicado; ejemplo: algún orgánico es animal, puede convertirse en ésta: todo a,nimal es orgánico. Ilación inmediata.-Se llama así la operación del ~ntendimiento por la que, de una proposición se deduce inmediatamente otra, sin previa comparaci6n co.n un teréer término. Es de tres modos: 1.- Por relación necesaria; ejemplo: Dios es bueno, luego es amable. 2.° Por contrariedad; ejemplo: ninguna ave es cuadrúpedo, luego ningún cuadrúpedo es a ve. 3.° Por subalternaci6n; ejemplo: todo viviente es orgánico, luego algún vil'iente es orgánico. - 67CAPITULO III Del raciocinio. Este capitulo se divide en cuatro aítículos: 1." N')ción del raciocinio en general, y fundamentos en que se apoya. 2,° ReRlas del silogismo y sus varias formas. 3.° Del silogismo en cuanto a su materia. 4.° De la argumentación sofística. ARTICULO Del .raciocinio 1.0 en general, y del en que se apoya fundament.) Raciocinio es la operación del entendimiento en que, de la comparación de dos ideas ccn una tercera, se deduce la conveniencia o no conveniencia de ellas. Si las dos ideas convienen con uJla tercera, se deduce la conclusión afirmativa; ejl~mplo: lo que piensa es in,material, el alma humana piensa, luegl) es inmaterial. En este è)cmplo hallamos que piensa e inmaterial convienen C'nt~e .;í, y que alma humana y piensa convienen c"ll e sí. Como se ve, el raciocinio afirmativo se funda en este axioma evidente: «Dos cosas iguales a una tercera son iguales entre sí." Si. de las dos ideas, la una conviene c~n una tefCt~ra y la otra no, se deduce una concius¡ón negativa, que expresa que las dos ideas cemparadas no convienen entre sí; ejemplo: ningÜn cuerpo piensa, el alma humana piensa, lueg(\ el 'lIma humana no es cuerpo. En este raciucinio compa- - 68ramos pensar con cuerpo y hallamos que no convienen, y Que pensar y alma humana sí convienen. El raciocinio hegativo se funda en el a~ioma: «Dos cosas de las cuales la una conviene con una tercera y la otra no, no convienen entre sí.,. La expresión del raciocinio con palabras se llama silogismo, y acaso argumento. Silogismo es, pues, [a expresión de una operación del entendimiento por la cual de dos juicios se deduce un tercero, como los ejemplos anteriores. En el silogismo se hallan dos elementos: uno material, constituído por los juicios expresados por las proposiciones en que se hace la comparación de dos extremos con un medio; y otro elemento formal que es la conexió,n o relación de dependencia entre la conclusión y los dos juicios primeros, y esta relación se llama consecuencia. Las ideas que se comparan' èon una tercera, se llaman extremos, y la tercera con que se comparan se llama medio. Los extremos se llaman mayor y menor. Mayor es el predicado de la conclusión, y menor el sujeto de la misma, por tener en toda proposición mayor extens.ión el predicado que el sujeto. Las dos primeras proposiciones del silogismo en que se hace la comparación de los extremos ,con el medio, se llaman premisas. Las dos premisas, se llaman también antecedente del silogismo, y la conclusión se .llama consecuente. - 69- Es preciso distinguir cuidadosamente entre fa consecuencia y el consecuente. El Cotls~cuente es la conclusión considerada en si misma; pero la consecuencia es la razón de dependencia entre la cotlclt:sión y las premisas; o en otros términos, la raz,ín tormal por qué la cr¡nclusió.'1 está contenida en las premisas. El silogismo puede ser deductivo o inductivo. El primero procede de los principios universales a conclusiones particulares, o menos universales; o de las causas a los efectos, como en los ejemplos anteriores. El segundo procede de fenómenos particulares a leyes universales, o sea de los efectos a las causas; ejemplo: observó Tarricelli que llenando un tubo con mercurio e invirtiéndolo sobre un vaso con mercurio, el contenido en el tubo baja, deteniéndose a cierta altura, y de aquí dedujo el peso de la atmósfera. El proceso d;~1 silogismo inductivo, como se ve, es inverso dei que se sigue en el silogismo deductivo. Dd silogismo illdllctivl) ya se trató en la criterir¡!r.¡gía. ARTICULO 2.° Reglas del silogismo Para que" el silogismo concluya rectamente se requiere que esté formulaáo conforme a cier40s principios, para que la consecuencia se deduzca legítimamente de las premisas. Los lógicos han compendiado las condiciones del silogismo en las ocho rt~glas siguientes: -:' 70 ¡a T,)do silogismo debe constar .de sólo tres términos: maror, menor y //ledio. 2.~ Ningún término debe tomarse con mayor extensión en la conclusión que en las premisas. 3.a El término médio debe" estar tomado (1) por lo menos una vez en las premisas, salvo que el silogismo sea singular. 4." El término medio no debe entrar en la conclusión . . 5." De dos premisas negativas no puede sa,carse conclusión ninguna. 6," Si ambas premisas son afirmativas no puede sacarse conclusión negativa, 7," De dos premisas particulares no se deduce ninguna conclusión. 8." La conclusión debe seguir siempre la parte más debi\. Explicación de estas reglas.-P regla. Como consta de la definición del 'silogismo, en él se comparan dos ideas con una tercera, para saber si convienen o no convienen entre si; luego sólo debe hal1er en él tres términos representativos de las tres 'ideas; ejemplo: todo cuadrúpedo es vertebrado; todo perro es cuadrúpedo, luego todo perro es vertebrado; otro ejemplo: todo cuadrúpe~o es vertebrado, ningún anélido es vertebrado, luego ningún anélido es cuadrúpedo. Contra esta regIa se puede faltar de varias mo(1) Universalmente. - 71 - doS, principalmente tomando en las premisas un término equívoco en dos sentidos distintos; y e~ claro que resultan cuatro términos, .:omo en este ejemplo: el león es animal; pero león es una constelación, luego una constelación es animal. León está tornado en dos sentidos distintos. :::' regla. Como la conclusión debe deducirse de las premisas, como parte de un todo, es claro que, si alguno de los términos se toma universalmente en la conclusión, estando tomado en las premisas en sentido particular, la consecuencia no se deduce de las premisas; asi, en el ejemplo siguiente se contradice esta regla: todo árbol es dicotiled6neo; todo árbol es planta, luego toda planta es dicotiledónea. En la conclusión se toma planta uni lJersalmente y en las premisas supone particularmente, luego la conclusión es falsa. 3.a regIa. Si esta regla no se observa, y se torna ei término medio dos veces particularmente en las premisas, no se comparan los extremos con un mismo medio, y el silogismo es falso, como en el ejemplo siguiente: todo pájaro vuela; toda mariposa vuela, luego toda mariposa es pájaro. El silogismo es falso porque en la primera premisa vuela, términ.o medio, está tomado en una parte de su extensión, y en la segunda en otra parte de su extensión, porque, entre los que vuelan hay pájaros, insectos, algunos saurios; por tanto, como no hay un sólo término medio, sino dos, el silogismo es falso. -72 4." regIa. Es claro que el término media nodebe entrar en la conclusión, porque con él se comparan el sujeto y el predicado de la misma, y al colocar el término medio en la conclusión, el silo'gismo quedaria ridículo; poi" ejemplo: Alejandro fu~ emperador; Alejandro era pequeño, Juego Alejandro fue pequeño emperador; en lugar de algún pequeño fue emperador. 5." regla. Esta es evidente, pues, siendo ambas premisas negativas, ni el sujeto ni el predicado de la conclusión convienen con el términomedio, pero podrían convenir con otro. Adem;ís el principio evidente es «dos cosas de las cuales uaa conviene con una tercera y la otra no, noconvienen entre sí,.; luego no puede sacarse conclusión negativa, y mucho menos afirmativa. 6.- regla. Es muy clara, porque, si ambas premisas son afirmativas, tanto el sujeto como el predicado de la conclusión- convienen entre sí. 7.a regla. Si ambas premisas son particulares. el término medio rio -está tomado distributivamente, y peca contra la regla 3.a ya explicada. 8.a regla Esta quiere decir que, si una de las premisas es negativa, la conclusión debe serio también, según el principio antes enun~iado. Si una de las premisas es particular, la conclusión debe ser también particular, porque si fuera universal, pecaría contra' la segunda regla ya explicada. Figuras del silogismo.-Así se llaman las diversas ordenaciones que resultan de la colocación - 73del término medio. Resultdn tres fi~uras principales y otra que es inversión de la primera. l.a ligura. En ésta el término medio es sujeto en la mayor y predicado en la menor; ejemplo: Todo viviente es orgánico; toda planta es viviente lue~~o toda planta es orgánica. Una figure. inversa de ésta es aquella en que el término medio, es :>redicado en la mayor y sujete en la menor; ejemplo: toda planta es vivieníe, todo viviente es orgánico; luego algún orgánico es planta. Esta es i1am:tda por algunos cuarta figura. 2.a figura. Es aquella en que el términr¡ medio es predicad0 en ambas premis1s; ejemplo: ningún mineral es viviente •. toda planta es I'iviente, luego ningun'! planta es mineral. ,P figura. Es aquella en que el término medio es sujeto en ambas premisas; ejemplo: todo viviente es orgánico; to'do viviènte es sustancia, luego alguna sust3ncia es orgánica. En todo silogismo se llama premisa mayor aquella en qu~ <;e co'np::¡r:¡ el predicadc. de la conclus (ln con el t~rmino media, y menf)r la otra, en que se compara el sujeto con el misll1r) término medio; en este ejempw: todo ofidio es reptil; toda sierpe es ofidio, li£ego toda sierpe es· reptil; la primera premisa es la mayor, porque en ella se halla reptil, predicado de la condusión, y la segunda es la menor, porque en ella se ha- . lia el sujeto síer~:. Regias de las figuras.-Para formular los silo- -74 gismos correctamente, conforme a los principios ya explicados, deben observarse las. siguientes reglas correspondientes a las figuras: LO. En todos los silogismos de primera figura, la menor debe ser afirmativa y la mayor universal. 2.a En los silogismos"de segunda figura, una de las premisas debe ser >negativa y la mayor universal, 3.a En los silogismos de tercera figura, la menor debe ser afirmativa y la conclusiÔn particular. 4.& En los silogismos de la cuarta figura, o primera inversa, si la mayor es afirmativa, la menor debe ser universal, si la menor es afirmativa, la conclusión debe ser particular; y en los modos negativos la mayor debe ser universal •. Modos del silogismo.-Las combinaciones que ,pueden hacerse en el silogismo, atendiendo a la ·extensión y cualidad de las proposiciones, llegan a sesenta y cuatro; pero, de éstas, sólo diez y nueve son legítimas y se lJaman modos del si,logismo, que son las diversas ordenaciones de las proposiciones, según su extensión y cualidad. Estos diez y nueve modos son: cuatro de primera figura, cinco de la misma inversa (cuarta figura), cuatro de la segunda, y seis de la tercera. Para el estudio de estos m~dos, los lógicos, a este propósito, designan por A la proposición universal afirmativa, pOT E la profJOsición univer~al negativa, par I la proposición particular afirmativa y por O la proposición particular negativa. - 75- Además, para facilitar el aprendizaje de los modos -legítimos del silogismo, los han formulado en las siguientes pala bras: l.a figura: Baraba, Celare, DarU. Feria. La inversa (4.- según algunos): Bamalip, Camenes, Dimatis, Fesapo, Fesiso. 2.a figura: Cesare, Cameses, Festino, Baroco. 3.a figura: Darapi, Felapo, Disamis, Datis;, Bocaro, Fesiso. Para la inteligencia de estos modos bastarán algunos ejemplos: Ba·-Todo animal es orgánico; ra--todo pájaro es animal, ba--Iuegó todo pájaro es orgánico. Ce -Ninguna planta es sensible; la--todo árbol es planta, re--Iucgo ningún árbol es sensible. Da - Todo animal es viviente; ri--algún bípedo es animal, i-Iuego algún bípedo es viviente. Fe-Nngún impío es feliz; ri-algunos ricos son impíos,' o--luel~o algunos ricos no son felices. Bam- Toda plantan es viviente; a--todo viviente es orgánico, lip-Iuego algún orgánico es planta. Cam-Todo animal es sensible; en-ningún sensible es planta, .es--Iuego ninguna planta es animal. - 16Dim-':Algunas aves Son rapaces; ·Q-,-todos los rapaces son carniceros, tis-Iuego algunos carniceros son aves. Fes-Ningún pecador es feliz; ap-todo el que es feliz ama a Dias, o-luego alguno que ama a Dios no es pecador. Fes-Ningún perezoso ps sabio; is-algunos sabios son lentos en obrar, o-luego algunos lentos en obrar no son perezosos. Ces-Ninguna planta es sensible; ar-todo animal es sensible, e •....luego ningún animal es planta. Cam- Todo animal es sensible; es-ninguna planta es sensible, es-luego ninguna planta es animal. Fes-Ningún animal es planta; t,-algún viviente es planta, no-luego algún viviente no es animal. Ba - Toda verdad es evidente; ro---algunas proposiciones T10 son evidentes, co-I.uego algunas propos,iciones no son verdades. Dar- Todo animal es mortal; ap-todo animal es viviente, i-Iuego algún viviente es mortal. Fel- Ninguna planta es sensible; ap -toda planta es orgánica, o-luego algún orgánico no es sensible. 77 Dis-i\lglin animal es volátil; am-Ioda animal es orgánico, is-luego algún orgánico es volátil. Da-Todo animal es sensible; tis-alguws animales son anélidos i-Iuego algunos anélidos son sensibles. Bo-Algvnos católicos no son iracundos; ca-todo~; los católicos son creyentes, ro-1Llegc' algunos creyentes no son iracundos. Fes--Ningúll incrédulo es virtuoso; ¡s-algún incrédulo es honrado, o-l¡;ego algún honrado no es virtuoso. Como los silogismos de la segunda, t'~rcera y CU1rta figuras pueden reducirse a los de la prim·:ra, los lógicos han establecido las siguientes reglas: 1. La inicial de cada una de estas palabras indica el modo de la primera figura al cual puede reducirs{·; así, los que principian B se n~ducen a Baraba los quc par C, a Ce/are, etc, 2," La s que se halla en algunas de esas palabras significa que la proposición representada por la vocal que precede a la s, se debe convertir ~implemente. :I.a La p significa que la proposición representada por la vocal anterior a ella, debe convertirse por accidente. 4.a La m significa que la premisa representadada por la vocal que le precede, debe ponerse 3 18 ~ en lugar. de la otra, y ésta en lugar de aquélla. 5.~ Los modvs que llevan e, ¿sta significa que no pueden reducirse a las de primera figura. Para entender cómo se puede hacer esta reducción j1 las de primera figura, b.astarán dos ejemplos; sea el sik>gismo cameses: Todo animal es sensible; ninguna planta es sensible, luego ninguna planta es animal. Como lleva m, la primera premisa, a se pone en lugar de la segunda C, y ésta, convertida simplemente, puesto que le sigue s, en lugar de la primera; y la conclusión se convierte simplel1)ente, puesto que le sigue s y queda: ningún sensible es planta; todo animal es sensible, luego ningún animal es planta. Este es el silogismo Ce/are de la primera figura. Sea el silogismo Fe/apo (de la tercera figura): Ninguna planta es sensible; toda planta es orgánica, luego algún orgánico no es sensible; la F inicial significa .que puede reducirse a Feria (de la primera); y, \ como sólo lleva p (y no s ni m, ni e), bastará convertir la a por accidente y queda: Ninguna planta es sensible; algún organico es planta, luego algún orgánico no es sensible. Los modos Baraca y Bocara no pueden reducirse a la primera figura; pero pueden reducirse al imposible, del modo siguiente: Si el adversario, concedidas la premisas, niega la conclusión. se establece como verdadera la contradictoria de ésta, y con ella se forma un nuevo silogismo en que se pone al adversario en contradicción con~ - 79 sigo mismo; por ejemplo, en el siguiente silogismo Bocaro: Algún cuerpo no es viviente; todo cuerpo es substancia, luego alguna substancia no es viviente. Si el adversario nieg-a la conclusión, es claro que admite, como verdadera la contradictoria, y podemos formulario así; Toda substancia es viviente; todo cuerpo es suhstanci¿:., luego todo cuerpo es viviente; y ya había admitido que algÚn cuerpo no es viviente. Otras especies de silogismo.-Los principios y reglas anteriores se refieren al silogismo categórico. Hay otras especies que son: el silogismo hipotético, entimema, epiquerema, sorites, prosilogismo y dilema. Silogismo hipotético es aquel cuya mayor es una proposición hipotetica; es de tres maneras, a saber: conexo, o condicional, conjuntivo y disyuntivo. Silogismo conexo, o condicional, es aquel cuya mayor es una proposición condicional; puede tener clos formas: l.a afirmado el antecedente en la menor, se afirma el consecuente en la .;onclusión; eJemplo: si el sol calienta, el termómetro sube; el sol calienta, luego el termómetro sube. 2.a Negado el consecuente en la menor, se niega el antecedente en [a conclusión; ejemplo: si el sol calienta, el termómetro sube; el termómetro no sube, luego el sol no calienta. Para que el silogismo hipotético concluya rectamente, es preciso que la proposición hipotética, en que se funda, sea. ve,dadera. Sólo de estas dos modos explicados -80puede concluir rectamente el silogismo con di(;iona I. Silogismo conjunto es aquel cuya mayor es una proposición c(\njunta; ejemplo: No se puede servir simultaneamente a Dios y a las riquezas; Pedro sirve a Dios, luego no sirve a las riquezas. Sólo de este modo puede concluir rectamente el silogismo conjunto, porque la proposición conjunta es esencialmente negativa. Silogismo disyuntivo es aquel cuya mayor es una proposición disyuntiva .. Puede concluir de tres modos, a sa\ler: 1.0 afirmado uno de los miembros en la menor, se niegan .categóricamente los demás en la conclusión; ejempl0: Pedro es inglés, francés o españ'ol; es francés, Juego no es inglé's ni español. 2.&Negado uno d~ los miembros en la menor, se afirman disyuntivamente los demás en la conclusión; ejemplo: Pedro es francés, inglés o español; no es francés, luego es inglés o esp~ñol. 3,° Negados, en la menor todos los miembros, menos uno, éste se afirma en la conclusión; ejemplo: Pedro es inglés, francés o español; no es francés ni español, luego es inglés. Entimema es un silogismo en que se calla una de las premisas, por ser clara y evidente; ejemplo: Dios es bueno, luego es amable. , Epiquerema es un silogismo en que una, o ambas premisas, van acompañadas de prueba; ejemplo: todo lo que piensa es !nmaterial, porque el pensamiento es acción indivisible e inmaterial; - 81 el alma humana piensa, porque concibe ideas , ( abstrélcta~, y universales; luego el alma humana es inmaterial. Sorites es una serie de silogismos abreviados 'Y enl.uados entre sí de manera que el atributo de la pritn~ra proposición es sujeto de la segunda, y así sucesivamente, hasta que el sujeto de la pri'ner¿, se junta con el atributo de la última; ejemplo: el que gasta mucho necesita mu~has cosas; el que necesita muchas cosas desea mucho; el qve desea muchas cosas vive inquieto; el que vive inquieto es des¡!raciado, luego el que gasta mu ~ho es desgraciado. Para que el sorites ·concluya rectamente se requiere que todas las proposiciones que lo componen sean verdaderas y que se deduzcan legítimamente unas de otras, lo que se comprueba descomponiendo el sorites en todos los silogismos de que consta. ProsiLog(s/1lo es un argumento compuesto de dos (1 mas silogismos enlazados de tal modo que la conclusión del primero viene a ser premisa del segundo; ejemplo: todo lo que f,iensa, es inmaterial; el alma humana piensa, luego es inmaterial; pero lo que es inmaterial es inmortal, luego el alma humana es inmortal. Dilema es un silogismo disyuntivo en el que se deduce una conclusión de cada una de las partes de la disyunt:ión; ejemplo: o la religión 6 - 82cr~nase propagó con milagros o sin. milaRros; si lo ~rimero, es verdadera, pues tiene milagros en su ~avor; si lo segundo, es verdadera, porque es ~ grAn milagro propagarse sin milagros (San À¡ustin) .. Observación.-Aunque et dilema es un argumento muy poderoso, -es difícil emplearlo convenientemente, porque puede exponerse el que lo propone, a que el adversario se lo retuerza. Para que el dilema sea correcto se requiere que los miembros de la disyunción sean opuestos y se excluyan recíprocamente; que la enumeración sea completa y que no haya medio entre - lus términos de la disyunción. Además debe preVferse, antes de proponerlo, si el adversario puede retorcerlo. ARTIcULO 3. 0 Del silogismo considerado en su materia, o sea de la demostración. Cuando queremos probar una tesis que creemos verdadera, hacemos uso de los argumentos que son verdaderos silogismos. Así pues, argumentación, en general, es el raciocinio o conjunto de raciocinios de que nos valemos para probar una proposición. Demostración es un raciocinio, o conjunto de raciocinios ordenados, que fundándose en principios evidentes, o en verdades demostradas, prueba ,la existencia de una verdad - 83La demostración puede ser más o menos perfecta. La demostración perfecta, que también se llama apodictica es la que se funda en axioma o principios evidentes, y deduce una conclusión cierta y evidente, como la demostración de los teoremas, la demostración de la existencia de Dios por la naturaleza del movimiento. Otra demostración menos perfecta, llamada no apodictica, es la que se funda en causas o principias remotos y deduce una conclusión verdadera, si, p'~ro no tan evidente como en la apodictica, como la demostración de la existencia de Dios por d asentimiento de todos los pueblos. Demostración directa es la que se funda en las causas o principios próximos de la verdad que se quiere demostrar; por ejemplo: demostrar la espiritualidad del alma humana por la 1aturaleza del pensamiento. Demostración indirecta es la que se apoya en el testimonio de los hombres, principalmente de los :,abins, o bien prueba una verdad por los ábsurdos o inconvenientes que se' seguirian de no aceptarla; por ejemplo: probar la' espiritualidad del alma por los absurdos que se seguirian si fuera materia'. Otra demostración, que los filósofos llaman ex datis, es la que se funda en verdades ya demostradas o aceptadas por el adversario; por ejemplo; demostrar que la suma d·;: los ángulos' de un triángulo es igual a dos rectos, apoyándo- -84-'nos en teoremas antes demostrados. Otro ejemplo: Admitiendo el adversario que el padre de familia tiene derecho y deber de velar por la inocencia 'de sus hijos, nos apoyamos en ese prinpara probar que la Iglesia tiene derecho de prohibir la lectura de libros inmorales.' Una demostración contra el adversario,. es aquella en que, de una proposición, falsi.l, defendida por él, deducimos una consecuencia contra él mismo; v. g: Pedro sostiene la libertad absoluta de la imprenta y Juan concluye: luego el que lo . calumnió a usted en un periódico, hizo bien . . Demostración a priori es la que prueba los efectos por sus causas; ejemplo: probar que el fin dl"1 hombre es la felicidad porque Dios lo ha· creado para ella. Debe usarse poco . • DemostraciÓn a posteriori, 'es la que prueba la causa por sus efectos; ejemplo probar la existencia de Dios por el orden del Universo. Esta es de uso muy frec..uente. Se llama silogismo o argumento dialéctico el que se funda en premisas probables, y de ellas se deduce una conclusión probable; ejemplo: cuando la h.\na tiené ~olor amarillo claro es probable I'd lluvia al día siguiente; pero, actualmente, tiene ese color, Juego probablemente lloverá mañana. - 85ARTICULO De la argumen~ción 4. Q sofístíca Cuando hay poca ciencia, o escasés de pruebas, las personas poco instruídas, o mal intencionadas, hacen uso de los sofismas. Argumento sofístico es el que, con apariencia de verdad enseña un trror. Los lÓgicos dividen los sofismas en dos clases: sofismas de dicción, porque la causa del errar está en las palabras, y sofismas fuera de dicción, porque la causa del error no está en las palabras, sino en el encadenamiento de Jas proposi: cion es. , Sofismas de dicción.-Son seis: equivocación, anfibología, composición, división, acento y figura de dicción. Equivocación. -Se incurre en este :;ofisma siempre que se emplean palabras equivocas en el antecedente, para sacar una conclusión falsa; ejemplo: el toro muge; el toro es un pájaro, luego un pájaro muge. AnfiÍJología.-Es el sofisma que resulta de la. construcción confusa de las palabras; ejemplo: recomendaron a Pedro a Juan. Composición.-Se incurre en este sofism:¡ cuando se emplean palabras que deben entendl~rse en sentido. dividido, o sucesivamente, y se las toma en sentido compuesto, simultáneamente; ejemplo: las palabras del Evangelio: "id Y anunciad ° -86a Juan: .. _.Ios ciegos ven, los sordos oyen, los' cojos andan etc.»' Estas palabras deben enten .• derse en sentido dividido, y las toman en sentido compuesto para impugnar la verdad del texto. División ..-En este sofisma se incurre cuaudo se toman en sentido divido o sucesivamente palabras que deben entenderse en sentido compuesto, o simultáneamente; v. g: las palabras de San Pablo. «Ni los ladrones, ni los borrachos, etc, poseerán el cielo.» Estas palabras deben entenderse en sentido compuesto, y los adv~rsarios las tornan en stntido dividido, para exagerar la dificultad de salvarse. Acento.-En este sofisma se incurre cuando) a causa de la ,:ariación del acento, la frase puede tener distintos significados. Es lrecuente en griego, pero en castellano resulta ridiculo; ejemplo: liquido, liquido, liquidó. Figura de dicción.-En este sofisma se incurre cuando se toman en sentido literal palabras que debener.tenderse en sentido metafórico; ejemplo: S. Tomás es el angel de las escuelas, luego es -esplritu puro, Sofismas fuera de dicción.-Estos son siete: falacia de accidente; tránsito, ignorancia del elenco, falacia de consecuente, petición de principio, no causa por causa y falacia de interrogación. Falacia de accidente.- En ésta se incurre cuando por algu~ cualidad que hay en un sér accideb.tahn~nte, o en ahtuna cÍ¥Cunstancia se argltJe ..q'" - 87~al cualidad le es natural o propia; ejemplo: Pedro está ebrio, luego es ebrio. Tránsito.-Es de dos modos: tránsito de lo dicho en alguna circunstancia, y transitoriamente, a lo dicho absolutamente; ejemplo: Pedro, en esta circunstancia se ha enojado, luego es irascible por naturaleza. O bien, de una cualidad que It: conviene a un individuo deducir que es propia de la especie; ejemplo: hay unos pocos comerciantes que son de mala fe, luego todos los comerciantes son de mala fe. Tránsito de lo dicho ahsolutamente a lo dicho en alguna circuns· tancia; ejemplo: es licito. comer carne, luego es lícito comer carne el viernes santo. A este sofisma pertenece el de tránsito de un género a otro, como cuando se pasa del orden puramente ideal al orden real; ejemplo: Dios es lo más perfecto que se puede pensar; pero lo más perfecto que se pllede pensar debe existir, luego Dios existe. l/?norancia del elenco.-En este sofisma se incurre cuando se prueba una cosa distinta de la que se h~ de probar; ejemplo: querer probar que todas las especies vienen de un tipo primitivo, probando que individuos de una misma especie pueden cruzarse. También cuando alguno, por no saber argumentar se sale de la cuestión, como el que queriendo impugnar la forma de gobierno republ.icano, se pusiera a probar que en el Congreso pasado no se legisló acertadamente. O también, cuando se le atribuye al adversario lo que. 88 no ha dicho; ejemplo: los enemigos de la Iglesia atribuyen a los católicos el sostener que Dios es uno y tres, cuando lo que dicen es que Dios es una naturaleza en tres personas, cosa muy distinta. Falacia de consecuente.-Se incurre en ella cuando se convierten simplemente proposiciones que no pueden convertirse de es~ modo; ejemplo: todo lo moral es útil, luego todo lo útil es moral.. Petición de principio.-Se incurre en este sofisma cuando s~ quiere probar una proposición con lo mismo de la cuestión; ejemplo: probar que el alma es simple; porque no tiene partes. Parecido a éste es el circulo vicioso, en el cual se pretende probar lo primero por lo segundo, y lo segundo por lo primero; como si alguno dijera: el sol está fijo porque la tierra se mueve, y la tierra se mueve porquê el sol está fijo. No causa por causa.-En este sofisma se incurre cuando se atribuye a un efecto, como causa lo que realmente no es, y puede hacerse de varios modos: o asignar como causa lo que no es ~ino una condición necesaria; ejemplo: el hombre '1!0 puede pensar sin sangre, luego la sangre pien.sa; o bien cuando se asigna como causa de un .efecto lo que no es sino un principio remoto, o una causa equivoca; como explicar ciertos fenómenos de la naturaleza por simpatías de las co~S, caprichos de la naturaleza y otras qe la laya. - 89- Sofisma de interrogación.-En éste se Incurre cuando se le exige al contrario que conteste ca~ tegóricamente sí, o no, a una pregunta que supone varias respuestas; ejemplo; ya dejó usted de robar? METODOLOGIA Ena Criteriología hemos estudiado los medio~; de conocer la verdad; en la Diaiéctica el modo Cie usar de estos medíos para el conocimiento y demostración de la verdad; en esta parte se tratará del orden que debe seguirse en el :sistema de nuestros conocimientos, o sea del método. Toclos los hombres, sabios e ignorantes, por cie:·ta aptitud de la naturaleza racional, siguen cierto y determinado orden cuando se trata de adquirir un conocimiento, de hallar alguna cosa, o de conseguir algún fin. Así, el viajero prepara, primen. todas las cosas ne':esarias para su excursión, y, al ponerse en camino escoge vehíèulo se¡~uro y la vía más cómoda y fácil par:I llegar al término de su viaje. La Metodologia es la parte de la lógica que tra,ta ciel modo de proceder ordenadame :lte en el sistema de nuestros conocimientos. Método es la razón según la cual procedemos ordenadamente en el conocimiento y demostración de la verùad. I -·90En el método hallamos tres elementos: el punto de partida, o sea el comienzo de nuestras, investigaciones, la ordenada aplicación de 105 medios para hallar la verdad, o demostrar la, y el término a donde queremos llegar o sea la ciencia. Por -eso se dividirá este tratado en tres capítulos: 1.. Del principio del método. 2.° Del método en si mismo. 3.° Del término del método, o sea la ciencia. CAPITULO I Del principio del método La experiencia nos enseña que siempre que emprendemos una investigación se nos ocurren tres cuestiones: si la cosa de que se trata es posible; si existe, y cuáles son sus propiedades y relaciones, y, por tanto, ocurre la duda acerca de estas cuestiones; y así, en todas nuestras investigaciones empezamos por dudar. Ahora ocurre esta cuestión: ¿ el principio del método es la duda universal, o la duda particular? Y desde luego conocemos claramente que la primera no es posible porque la razón, la conciencia y la experiencia nos eriseñan claramente que hay algunas verdades de las cuales no nos es posible dudar; por tanto vamos a probar la siguiente pro pasión : ' El principio o comienzo del método, en el orden científico, es la duda particular. Se llama particular esta duda, porque versa ,sólo acerca' de las verdades o los hechos u ob- - 91 - jeto de la investigación, pero no respecto de todas las verdades. Esta duda es útil y necesaria, según nos lo enseña Santo Tomás, porque ella nos impulsa a descubrir la verdad por medio de la investigación, yes necesaria, porque sin esta duda no acertaríam()s a saber cuál es el ohjeto q1le buscamos, y por esto dice Santo Tomás: "El que procediera en las investigaciones científicas sin saber dudar con prudencia, se parecería al que ancla sin saber a dónde va." Siempre que el hombre trata de buscar una verdad, busca los medios para conocerla, precisanenh~ por no estar cierto de su existencia y propiedades, y esto es lo que constituye la duda particu lar. Esta duda debe contenerse dentro de ciertos límites, y no debe extenderse a las verdades primitivas y necesarias. Descartes sostiene que el principio del método debE- sl~r la duda universal, porque, dice ese filósofo, nuestras facultades nos engañan frecuentemente, principalmente porque están som~tidas al irn perio de cierto genio sagaz y maligno, que se complace eri inducimos a error; y por eso de:)emos dudar de todo al menos una vez en la vida. Pero el mismo Descartes, viendo lo absurdo de su sistema, excluyó de esta duda universal la existencia del sujeto pensante, porque la duda misma es un acto de nuestro pensamiento, y no podemos dudar de él, y por eso concluyó: pien- - 92-- so, luego existo. Excluyó también de esta duda la existencia de Dios, porque sólo El ha podido fijar en nuestro entendimiento la idea de lo infinito; iRualmente excluyó "de esta duda las verdades de la ReliRión y las leyes patrias. Pero esta duda universal no puede ser el principio del método: 1.0 Porq\1e esta duda es imposible, pues el objeto adecuado del entendimiento es la verdad y en cuanto ésta se presenta al entendimiento, éste le presta asentimiento necesariamente; lo que <;ucede con todas las verdades necesarias. Además, si hemos de dudar de todo, quedamos imposibilitados para toda investigación. Por otra parte, esta duda universal conduce al esceptisismo universal, que es falsq y absurdo~ como queda probado. Es también Inútil, porque, si para conocer ]a verdad de nuestros conocimientos, hemos de dudar de todo, no conseRuimos el -objeto deseado. Descartes mismo conoció lo absurdo de su sistema, y excluyó de la duda universal muchas .verdades, como queda explicado . • II CAPITULO Del proceso que se debe seguir en la investigación de la- verdúd En este capitulo se tratará; 1.0 De las regIas generales del método; 2.° Del único verdadero . método; 3.° De los métodos inventados por los filósofos. - 93- ARTICULO 1.0 Reglas generales del método Estas reglas que se explican en seguida son aceptada~. por todos los sabias, por estar fundadas € n serias observaciones, y probadas por la razón; s(;n las siguientes: 1.a Debemos proceder siempre de lo conocido a lo desconocido, de lo fácil a lo difícil, de lo prÓximo a lo remoto. Esta regla es racional, porque, en las investigadones debe'llos valemos de las verdades o de los hechos bien conocidos para adquirir ulterior'~s conocimientos, a la manera que el que anda necesita apoyar un pie para mover el otro. 2.a E x:plicadJ el estado de la cuestión debe divic.irse en las partes que naturalmente ten~a. y estudiarlas separadamente. La razón es que el c;¡tendi¡riento humano es limitado y no puede abrazar con una sola intensión muchas verdades, y por e~,o necesita proceder gradualmente. 3.' Descártense de la cuestión los elementos ajenJs a ella, o que no sirven para la solución, o demostración que se intenta. Esta regla se fLlnda en las mismas razones antes explicadas. 4." Debe procederse, en el estudio de la cuestión, ordenada y gradualmente, de modo que, establ,~cidos los principios más universales, se deduzcan de ellos consecuencias menos universales, hasta Ilegal' a los últimos elementos de la cues- -94tión, cuidando de que haya unidad y conexión en los argumentos. 5.& Estudiados los elementos de la cuestión Q.eben cotejarse, para formar un todo perfecto. p ARTICULO 2.° Del nrdadero método científico El ver-dadero método científico es, sin duda el que se conforme con la naturaleza del hombre, y de la ciencia, que se ajuste a las re~las ya explicadas y convenga a todas las ciencias. Vamos a estudiar el método seguido por grandes sabios en Filosofía y Ciencias naturales, y por notables maestros de P~dagog¡a moderna. Este método, seguido por Aristóteles, Santo Tomás y por muchos naturalistas, se l1ama empírico-racional, porque en él se sienta como principio que e todos .105 conocimientos, en el hom. bre, principian por los sentidos y se perfeccionan en el entendimiento,» principio confirmado por las observaciones y e,l raciocinio. Según este método, hay en los conocimientos humanos dos operaciones distintas: por medio de los conocimientos sensitivos y valiéndose de la inducción se l1ega hasta el conocimiento de las leyes y de los principios universales; y luégo, por medio del raciocinio o sea de la deducción, se procede a explicar los fenómenos por las leyes, y las consecuencias por los principios unip . nrsales. ' . -95L1ámase también este método analitico-sin~ tieD, porque en él se hace uso del análisis, primero, y luégo de la síntesis. Se llama análisis la operación intectual por la que procedemos de los efectos a las causas y de las consecuencias a los principios, es decir, de lo cDmpuesto a lo simple, porque los efectos son más complejo! que sus causas y lo mismo debe decirse de las consecuencias respecto de los principios. Asi el psicólogo estudia primero las operaciones; de éstas asciende a las pontencias del alma, y de éstas a la esencia o naturaleza de ésta, y luégo, por la naturaleza de! alma explica las propiedades y relaciones de las potencias y' de las operaciones. De un modo análego proceden, también el geómetra y el físico para hallar, el uno, los principios generales de la Geometría, y el otro las leyes de la naturaleza. Se llama síntesis la operación intelectual por la que procedemos de las causas a los efectos y de los principios a laf. consecuencias, es decir: de lo simple a lo compuesto, porque las causas y los principios, en cuanto universales, son más simples que los efectos y las consecuencias. Así el psjcÓlogo, conocida la esencia o naturaleza del alma desciende de ésta a las potencias y operaciones; y el geómetra, hallados los principios, por éstos desarrolla y explica las.. consecuencias;, y el físico, conocidas las leyes de la naturaleza, - 96por éstas desarroija y explica los efectos y los fenómenos. En el análisis se procede por inducción, y en la síntesis por deducción, y de esta manera se completan los conocimientos científicos. Este método es conforme con la naturaleza ·del hombre, porque en él se principia por los conocimientos sensitivos para asœnder luégo a los principios universales, y la experiencia nos ensei'ia la verdad del principio sentado por San Buenaventura: «todo conocimiento, en el hombre, principia. por los sentidos y se perfecciona en el entendimiento.» Es conforme con la naturaleza de la ciencia, porque en ,!las, y principalmente en las naturales, se procede por inducción, partiendo de los fenómenos particulares hasta \legar a las leyes y a los principios universales, por medio del análisis, como queda dicho, y lué~o por medio de los principios se demuestran las consecuencias particulares, pues toda ciencia se adquiere y se desarrolla por vía demostrativa. Es completo, porque conviene a todas las ciencias y abraza todos los conocimientos que puede adquirir el hombre. Además, como es claro, está conforme con las reglas ya explicadas. Luego es perfecto y completo . . Distinguen algunos filósofos el método de investigación del plétodo de en~eflanza, y sostienen que en la enseflanza debe seguirse ex'clusivamen- 9i te el método sintétièo. Pero hay que observar que la síntesis y el análisis no son dos métodos; sino dos operacionee de un mismo método. Proposición: El método de investigación y el método de enselianza deben ser uno mismo. Ensefar es causar la cienda en otro por medio de la actividad intelectual de éste, de modo que adquiera conocimientos propios, pues la enseñanza de las ciencias no consiste en que el discípulo crea al maestro, sino en que, ,;:on el auxilio del maestro desarrolle su actividad intelectual y adquiera sus conocimientos por medio de estrida demostración. El discípulo es, pues, causa eficiente principal de su ciencia y el maestro es causa instrumental. Por tanto el maestro __ debe enseñar las ciencias por el mismo método qUE: se ha seguido en la investigación, aunque por u,',a vía más breve para evitar, por una parte, ,a demasiada fatiga intelectual d=1 discípulo; ? por otra dirigiria acertadamente en la inve5tíg3,c\ón de los principios; por ejen',plo: en Fisica se empieza por enseñar a los dIscípulos los experimentos y las observaciones p,.ra llegar al conocimiento de las leyes generales. Además, el maestro dehe dirigir al discípulo acertamente para evitarle los escollos ~ue presenta, una investigación larga y penosa; y si se _procediera exc',usivamente por medio de la síJlotesis,el dfscipulo no podria_ adquirir más que un conocimiento .histórico de la ciencia. 7 - 98ARTICULO 3. o De los varios métodos establecidos por los filósofos G Estos son: l. El método emplrico, segutd<> por los' materialistas, sensualistas y positivistas;. según éstos no hay, en el hombre, más conocimientos que los sensitivos, y que, en la ciencia entran sólo dos elementos: la experiencia, por la cual se conocen los fenómenos, y la inducción •. por la cual se conocen las leyes. Este método es falso e insuficiente. 1.0 Porque se apoya en un fundamento falso, es decir, en el sensualismo, y le niega al hombre la más noble de sus facultades, esto es, la inteligencia. 2. Porque en el hombre no sólo hay los conocimientos sensitivos, sino también los intelectuales y abstractos. 3.· Porque se opone al desarrollo .científico, puelr toda ciencia versa a cerca de principios universales, y según este método, en el hombre no hay más conocimientos que los particulares y sensitivos. Luego es opuesto a la G ciencia. G 2. El método idealista, seguido por los subJe'tivistas e idealistas. Según éstos, todos los co· nocimientos, en el hombre, proceden de la actividad intelectual y de ideas innatas. Este método se apoya en un fundamento falso, plies)e niega al hombre los conoci'!lientos sensitiv.os y falsamente afirma que todos' los conoci- . - 99- mientos del hombre proceden únicamente de la actividad interna: Es también contrario a la experiencia, pues que ésta enseña que el hombre adquiere primero, conocimientos sensitivos, singulareg y concretos, y de éstos asciende a las leyes y principios universales. Luego es falso e insuficiente. 3.° El método ecléctico, seguido por algunos, principalmente por Cousin. Según éste no existe error completo, y lo llama verdad incompleta; sostiene igualmente que todos los sistemas filosóficos se completan mutuamente, y que el verdadero método consiste en cotejar los diversos sistemaH filosóficos y reunirias, al menos en lo que ten:5an de verdadero y aceptable, y de esta manera se forma el verdadero método. Este método confunde falsamente la verdad incompleta, con el error y niega por otra parte, que el hombre pueda caer en error completo, lo que es contrario a la experiencia. Es también absJrdo en su desarrollo porque proposiciones contradictorias o contrarias no pueden completarse para formar la verdad. Y si se dice que de cad:! sistema filo~6fico se tome lo que sl~a conforme con la verdad, entonces supone otro método anterior, y por tanto es inútil. Luego es falso y absJrdo. De lo expuesto se deduce que sólo el método análitico-sintético es verdadero y completo: - 100 - CAPITULQlll Del fin del método o sea la ciencia . En este capítulo se tratará: 1.0 Noción y división más general de las ciencias. 2." Principio en _que debe fundarse la distinción de las ciencias. 3.° Aplicaciones especiales del método a las vafiai ciencias. ARTICULO 1.° Noción y distinción general de las ciencias La generalidad de los sabios llaman ciencia, tn general, todo con~cimiento cierto y razonado; en este sentido pueden incluirse en las ciencias . naturales la Botánica, la Zoologia, etc. En sentido estricto se llama ciencia el conocimiento de la~ co~as por sus causas, o razones suficientes; y ,con más precisión, ciencia es conocimiento cierto y evidente adquirido por la demostralÜón. Como se vio en la Criteriología, la ciencia se distingue" del arte y de la Historia natural y civil. " subjetivámente La ciencia puede cOlilsiderarse y es el sistema de conocimientos adquiridos por la demostraciÓn; objetivameQte, y es el conjunto dç verdades y de principios que se refieren a un orden determinado. ".También se distin~eh las ciências en especulativas y prácticas.Especùl~tivas son ~queHas - 101 - en que sólo se tiene por objeto el conocimiento y demostración de la verdad'; haciendo abstracción de las aplicaciones prácticas; por ejemplo: la O .•tología es ciencia especulativa, la Etka ciencia práctica. Una mísma ciencia puede ser t~speculativa y práctica, según que se estudie de un modo purélmerJc teórico, o con la mira de aplicada a la ejecución (Je actos prácticos; por ejemplo: la Geo',1)etría puede ser especulativa, si se !a estudia '~n sus principios y demostraciones, sÓlo por conocer la verdad; y será práctica sí se aplica al levantamiento de planos, medición de terrenos, cte. ARTICULO Del p~jncjpjo 2.° en que debe fundarse la distición caciàn de las ciencias y c1asifi- Algunos filósofos fundan la distinción de las ciencias en su objeto material; otros, más acertadamente la fundan en el objeto formal. Se llama objeto material de una ciencia las CQsas de que se ocupa consideradas en sí mismas; 'y objeto formal la razón según la cual considera el objeto material; por ejemplo: Dios es objeto material de lâ Teología natural y de la revelada; pero la Teología revelada trata de Dios y de SllS atributos conforme a los principios de la revelación; y la Teología natural trata de Díos y de sus atributos, sólo en cuanto puede ser conocido por la razón natural. - 102 - Los fenómenos corpóreos son objeto material de la Física y de la Química; pero la Física los estudia en cuanto no..hay, en ellos, mutación substancial, y la Química, al contrario, los estudia en cuanto hay mutación substancial; por ejemplo: el sonido, la gravedad, etc., son objeto de la Fí---sica; la descomposición de las sales, el análisis . y la síntesis de los cuerpos compuestos, etc., pertenecen a la Qui)l1ica. Las· ciencias deben distinguirse unas de otras por su objeto formal, y no por su objeto material. Asi como las cosas se distingu~n unas de otras por su forma; también Jas ciencias deben distinguirse por su razón formal, esto es: por aquel principio que las hace tal ciencia y no otra, pero esta razón se hatla en el objeto formal, Y'"no en el material, porque aquél y no éste, es el que constituye la ciencia en determinada es-pecie. Así la Física y la Química se distinguen formalmente, aunque el objeto material sea el mismo. Además, las ciencias deben distinguirse por el objeto que se refiere al entendimiento, porque, según observa S. Tomás, éste es el fundamento de lo que se sabe; pero ést~, así considerado es el objeto formal; luego éste y no el objeto material es el fundamento de esta dístinción. Clasificación de las ciencias.-Los filósofos las han clasificado de distin10s modos; S. Buenaventura las clasifica por el grado de luz que bayen , - 103 - ellas. Ampere, por el lado material; S. Tomás las clasifica atendiendo al grado de abstracción y universalidad que las caracteriza. Esta es la más aceptable, según lo demostrado arriba. Según ella, hay cuatro géneros de ciencias: 1. Las físicas, que tratan de la materia, y en ellas hay el primer grado d,~ abstracción; 2. Matemáticas, éstas hacen abs'tracc:Îón de la materia, pero no de la cantidad; 3. filosóficas, que tienen el mayor grado de abstracción y universalidad; 4. A éstas pueden agregarse como distintas, las morales, que tratan de los principios universales por los que deben regirse las acciones libres de los hombres, ya se consid'~ren individualmente, ya social o políticamente. ARTICULO 3.0 Aplicaciones especiales del método a las ciencias En cuanto al método especial propio de cada ciencia debe advertirse que, en algunas, como en las fisicas, precede siempre la inducción, por la <>bservación y los experimentos, para \Ie{~ara CQnacer las leyes generales, y luéga, por medio de és::as explicar los fenómenos de la Naturaleza. En otras, como en lfis filosóficas tiene más cabida la deducción, o sea la demostración fundada en los principios universales, de los que se deducen conclusiones ciertas y evidentes. En cuanto a la certeza debe observarse que todas las ciencias producen certeza en el enten- - 104 - dimiento, pero que ésta tiene distintos grados en las varias ciencias; a'sí, en las matemáticas hay mayor grado de certeza que en las físicas, 'Por -que éstas tratan de verdades contingentes y aque·nas de verdades necesarias; las filosóficas producen certeza metafisica, pf>rque tratan de los principios' más trascendentales. De lo expuesto se deduce que hay en las ciencias cierta subordinación. AS·í, las ciencias ffsicas se subordinan a las matemáticas y éstas y la~ ciencia.s morales se subordinan a las filosóficàs. En las ciencias físicas se comprenden la Físita, la Química, la Geología y todas las demás ciencias naturales. En las matemáticas se incluyen la Aritmética, el Algebra, la Geometría, la Astronomía y demás ciencias exactas. En las filosóficas, la Lógica, la Antropología, la Ontología, la Ideologia, la Cosmología, la Teología natural y las que se llaman sociales. En las ciencias morales se incluyen la Etica y las ciencias que constituyen Jas diversas ramas del Derecho. - ... ------.-- ANTROPOLOGIA NOCIONES PRELIMINARES La voz antropología se deriva del griego antropas, hombre, y lagos discurso. En esta parte de la Filosofía se trata: de las potencias del hombre; de su forma o el alma; y de la naturaleza del hombre. Puede definirse: ciencia que trata de las facultades del hombre, de su forma y naluraleza. Es ciencia, porque en ella se procede al conocito de la verdad por la vía demostrativa; y de principios universales y evidentes se deduce,," conclusiones ciertas. Esto constituye su género próximo, y las otras partes de la difinici~m designan la diferencia específica, designando, al mismo tiempo, su objeto material, que es el hombre, y su objeto formal,-que es el modo especial como esta ciencia se ocupa de él, esto es: estudiándolo científicamente y de un modo general y abstracto. - 106 - Se' distingue realmente de la Fisiologia, de la Anatomia y demás partes de la Historia natural. La importancia y utilid~. de este estudio se deduce de. su objetó; pues ef claro que es de grande importancia y utilidad, para el hombre, -el conocimiento reflejo y científico de sus facultades y naturaleza. División de este tratado.-De la definición dada. Se deduce l. división de este tratado en tres partes: 1.3 De las potencias o facultades del hombre. 2.3 De I.a naturaleza del alma, y 3." de la naturaleza del compuesto humano o sea del hombre. PRIMERA PARTE De las potencias del hombre tomo éstas pueden considerarse en general y particular; se tratará: 1.° De las potencias eri :general. 2.° De las potencias en particular. Las potenciâs o fawltades de los seres vivos lOn aquellos principios por los cuales obran, y .así podemos definir las potencias del hombre: los principios inmediatos por los cuales obra el hombre. CAPITULO I De las potencias en gentral Este capítulo se divide en tres artículos: 1.0 De las potencias en orden a la esencia del alma. - 107 2.° De las potencia en sí. -en orden a las operaciones. 3.° De las potencias ARTIcULO 1.0 De las pctencias del hombrc en orden a la cscllcia del alma En este artículo se tratará: 1.0 pluralidad de las potencias del hombre; 2.° distinción entre las potencias y la esencia del alma; 3.° sujeto de las potencii1s; 4.° Jrincipio. 1. Pluralidad de las potencias.-La razón, auxiliada p'Jr la observación y la experiencia, nos demuestra que, en todas las cosas hay diversas propiedades y principios irínlediatos de distintas operacic nes. Así la Física nos ensefía que en los cuerpos hay pluralidad de propiedades: extensión: di visibilidad, elasticidad, etc. En los vegetatales cc:nacemos, además de estas propiedades, las potencias vegctati vas: nutrición, creci miento, generación. En los animales conocemos, además de éstas, las potencias sensitivas y la potencia motriz. En el hombre, en cuanto participa de la naturaleza de estùs seres, y en mayor grado de perfección, es natural, como lo observa S. Tomás, que abunde en muchas potencias; y asi, además de las potencias' vegetativas y sensitivas se hallan las intelectivas. Estas potencias, en el hombre, como en los demás vivientes, se distinguen realmente unas de otras. Esto se comprenderá recor- - 108 - dando que;"para que dos cosas se distingan real~ mente, se requiere que la razón formal de la una no sea la razón formal de la otra; asi, la razón formal de la potencia nutritiva, por ejemplo, no es la razón formal· del crecimiento, ni de la. generación. Del mismo modo, como -110Slos enseña la Fisiología, la pontencia visiva es realmente distinta de la auditiva, y la estructura de sus órganos nos lo da a entender claramente. Lo mismo debe~os decir de la potencia intelectiva y de la volitiva; porque entender no es querer, y el quert:r no es el mismo entender; y esto podemos aplicarlo a todas las potencias del hombre. Luego, en el hombre, hay 1nuch~ potencias realmente distintas unas de otras. 2. Distinción entre las potencias y"la esencia del alma.-Las potencias se distinguen realmente de la esencia' del alma. En todas las cosas se distinguen realmente la substancia y los accidentes, pues la substancia es permanente ¥ no cambia; y los accidentes pueden cambiar, ya en su perfección, ya porque pueden ser substituídos por otros; así, el animal puede estar enfermo o sano, robusto o flaco-; la vista y el oído pueden aumentar disminuir y la substancia permanece idéntica. P~ro en el hombre el alma es substancia y las potencias son sus diversos' accidentes esenciales. Las potenc,ias, en el hOl1)bre, son susceptibles de perfeccionarse o desmejorarse, como puede observarse en la nutriCión y en ~a8 se~sa- ° 109 ciones; así la vista y el oldo pueden debilitarse o perfeccionarse, y así de las demás, la inteligencia se perfecciona con los conocimientos cientf~ ficos o puede olvidarias, o permanecer en la igno. rancia; y no obstante esto, el alma permanece siempre idéntica'; luego las potencias se distinguen realmente de la esencia del alma. Comn se demuestra en Ontología, la svbstancia es ente existente en sí mismo, lo que designa Sll naturaleza, y el accidente existe en otro y no en sí mismo. Lo que existe en sí mismo y lo que existe en otro se distinguen realmente; pero el alma como substancia, existe en si misllla y las potencias existen en el alma y no en si mismas; luego estas se distinguen realm=nte de la escnda del alma. Los que, siguiendo a Descartes, sostienen identidad real entre la esencia y las potencias del alITa, f,O prueban de modo alguno sus aserciones; y es un aforismo bien sabido que "lo que grafuiL,mentc y sin razón se afirma, con razón se niega,~ Además, esta opinión es contraria a, lo que nos eosefian la razón y la ex¡::erencia; luego es es inaceptable.3. S'ujeto de las potencias del hombre. -L1ámase sujeto de !as potencias la entidad en que residen inmediatamente y que obra por medio de ellas. En el hombre, como enseña la experiencia, hay potencias vegeta tivas, sensitivas y racionales. Las potencLas vegetativas y sensitivas se ejercen rã - 110 - por medio de órganos corpóreos, y sin ellos nopueden ejercer acción alguna; así, cuando falta el órgano del oido no se ejerce la audición, y asf de las demás. De aqui resulta que el sujetode estas· potencias ha de ser necesariamente 01'g~nfco; y como el alma es inorgánica e inmaterial, y el cuerpo sin el alma no tiene vida, síguese que el sujeto de estas potencias es el compuesto de alma y cuerpo, o sea el supuesto humano. En cuanto a las potencias racionales, inteligencia y voluntad; como éstas son inorgánicas y espirituales, y por lo mismo independientes de todo órgano corpóreo; éstas sí residen en el alma como en su sujeto. 4. Principio de las potencias del hombre.-Se lrlma principio lo que contiene la razón suficiente de alguna cosa· y que es fundamento de su perfección. Las pptencias inorgánicas eson propias del alma y puede ejercer las aun separada del cuerpo .y ella es también el principio determinante de la perfección de aquéllas, luego es su principio. Respecto de las potencia '"S or:~ánicas, aunque no pueden ejercerse gin órganos, es necesario, sin embargo, que estén informado£ por -el alma, y ésta es la forma substancial del hombre; y según un axioma la forma es. principio determinante del sér y de las operaciones; luego el alma es tambiénprÎncipio de las potendas vegetativas ysen~ - 111 - sitivas. El alma es, pues, principio o razón suficiente de todas las potencias. ARTICULO 2.0 De las potencias consideradas en sí. Ocutren aquí Jas cuestiones siguientes: 1 cómo se caneen; 2 cómo se dist.inguen ¡ J cómo se clasifican. 1.' Cómo se conocen las potencias?-Según lo ens~ña la Fisica, la Química y demás ciencias naturalt:s, conocemos las propiedades de los agentes físicos por las operaciones que ejercen en los cuerpos; así es como conocemos el poder reduc. tor deJ ácido sulfúrico, Ja propiedad descolorante del cloro. Tambíén por las operacianes conocemos Jas propiedades de las plantas y así Jas distinguimos en febrífugas, laxantes, etc.; y también por las operaciones conocemos las cualidades de Jas an :males. Hechas estas obeservaciones, se prueba la siguiente proposición: Las potencias del hombre se conocen por sus operaciones y éstas por los objetos en que terminan. Las potencias, comb tales, permanecerían desconocidas si no ejercieran las operaciones propias de su naturaleza, y éstos son lo~, medios de que nos valemos para dístinguirlas. unas de otras; por ejemplo: conocemos la potencia visiva por la percepción de los colores y figuras de. los. 'cuerpos; y.la auditiva por la percepción de los So- nidos; lo mismo podemos decir de las demás potèncias; luego conocemos las potencias por sus operaciones propias, y la experiencia diaria nos enseña esta ve¡:dad de modo indudáble. PÓr los objetos formalmente diversos conocemos las operaciones y las dist1nguimos unas de otras; efectivamente, la reflexión de la luz en la superficie "<fe los cuerpos es el objeto de la operación visuaI, y la vibración de los cuerpos sonoros es el objeto de la operación auditiva, y como estos objetos son formalJ,Tle.ntedistintos, suponen operaciones también, formal o especificamente distintas. 2. Es claro qùe operaciones especificamente distintas suponen potencias especificamente distintas; luego por las operaciones conocemos las potencias y las distinguimos ~nas de otras, y por los objetos, que son términos de las operaciones, c.onocemos y distinguimos éstas. o o 3. Clasificación de las potencias del hombre.La división que hace Santo Tomás, es la que siguen también los filósofos y los fisiólogos. El Santo doctor divide las pontencias del hombre en .cinco géneros: potencia vegetativa, sensitiva, intelectiva, apetitiva y motriz. Esta división es adecuada y científica porque, efectivamente, en el hombre, se hallarl cinco clases' de potencias que ejercen operaciones formalmente distintas'.J se .-eIieren a objetos formalmente distintos. En efecto, Óse considera al hombre como viviente corpóreo, Yfentonces percibimos 'en él las potencias .vege- - 113 - tativas; (o lo consideramos en relación cqn los obietos externos, y. luégo reconocemos en él los sentidos, por cuyo medio conoce las propiedades de los cuerpos; y la inteligencia por la cual conoce las verdades trascen~entales y abstractas. Además, reconocemos en el hoolbre no sÓlo la espontaneidad de sus inclinaciones y actos, sino también la libertad para querer o no querer. Cuándo e. hombre conoce el bien como conveniente, se inclina a él, lo ama, y asi ejerce la potencia apetitiva', luégo pone en ejercicio su actvidad para dirigirse a él, para obtenerlo y ejerce la potencia motriz. Se dijo que hay cinco géneros de potencias, en el hombre, porque en la vegetativa se incluyen las ;JOtencias nutritiva, aumentativa y generativa; {:n las sensitivas se comprenden Jas sentidos externos e internos; en la intelectiva se incluyen el entendimiento agente}' el pasi'lO; en la apetitiva se incluyen el apetito sensitivo y el racional. o sea la voluntad, y cn la motriz los ejercicio:; de la actividad necesarios para e-I movimiedo local. Por lo expuesto se ve que esta clasificación es perfectamente ordenada; pu~s los sentidos suponen las pvtencias vl~getati\'as; el entendimiento supone los sentidos; la potencia apetitiva supone los conocimientos sensitivos y racionales, pues nada apetece el hombre que no conozca', y la motriz supone la apetitiva. Ademá~, 8 - 114 - bay en esta clasificación, como se ve, una gradación perfecta. Algunos filósofos dividen las potencias del hombre en sensibilidad, inteligencia y voluntad; otros en sensibilidad, inteligencia y actividad; pero, . ~ según lo demostrapo anteriormente, no son aceptables. ARTICULO 3.0 De Jas potencias del hombre en orden a sus operaciones Se tratará en este artículo: 1 distinción entre Jas potencias y sus actos; 2 inclinación de las potencias a sus actos propios; 3 del hábito. l. Distinción ent, e (as potencias y sus actos.En el hombre, como en todos los seres creados, las potencias o propiedades se distinguen realmente de sus actos. Se demuestra fácilmente: la causa y el efecto se distinguen' realmente; pero las potencias son causa de los actos, y éstos son efectos, luego se distinguen realmente; así la inteligencia es una de las potencias del hombre, y ésta produce el acto de percibir y comprender la verdad y es claro que la percepción actual y la facultad de percibir tal. verdad no son la misma cosa. Además, poder obrar y obrar en acto son distintos; pero la potencia es aptitud o poder de obrar y la (I peración es el acto ejercido por aquella potencia; así, el hombre pasa del poder ver al ver, ùel poder hablar al acto de - 115 - hablar, y asi de las demás potencias; luego las potencias y los actos se distinguen realmente. Algunos filósofos, siguiendo a Descartes, niegan la distinción entre las potencias y sus actos porque no es posible, dicen, concebir una potencia que no esté siempre en acto. Otros sostienen que las potencias no son más que nombres que ~Ios filósofos han hallado para explicar más fácilmente las operaciones del hombre. Pero estas opiniones carecen de fundamento, y su falsedad se deduce de lo demostrado arriba. Además, falsamente afirma Descartes que es imposible una potencia que no esté siempre en acto, porque esto es absurdo y contrario a la experiencia: una potencia siempre en acto, no seria potencia sino acto puro, y sería potencia y no sería, lo que es absurdo. El que tiene los ojos cerrados, tiene la potencia visiva, pero no ve, mientras los tenga cerrados. Inclinación de las potencias a sus actos.-Esta inclinación IIatural de las potencias a sus actos. la llaman Aristót.eles y Santo Tomás apetito natural, y lo definen: tendencia natural de las potencias a !iUS actos conformes con su naturaleza. Todas:as potencias tienen inclinación néJtural a sus actos propios; así la vista tiende ~;iempre a mirar, el oído a escuchar, la inteligencia a conocer y entender, la voluntad a qu('rer, etc., y es porque cad;! potencia tiene su ohjeto adecuad() conforme a su naturaleza. - I 116 - Hábito;-No se trata aquí del hábito como categoría, sino como cualidad que modifica al sujeto en orden a determinada especie de operaciones. Es preciso distinguir el hábito de la disposición; ésta es natural, aquél es adquirido. Se llama disposición la aptitud natural que inclina al sujeto racional a deter"minado orden de operaciones; ejemplo: Pedro tiene disposición para las matemáticas, porqu€: a ellas se siente inclinado. Hábito es la cualidad estable que dispone el sujeto en sí y en orden a sus actos; ejemplo: la virtud, el vicio, la ciencia~ El háb.i.to se predica propiamente! del sujeto racional ~n cuanto inteligente y libre; por extensión y de un modo inadecuado se predica de las potencias sensitivas. Algunos autores distinguen los hábitos en naturales y adquiridos, porque confunde[l la disposición con el hábito; efecti vamente, la definición que dan de hábito natural cuadra con la que se dio de, disposición. Dividen los autores el hábito en entitativo y operativo; el primero modifica al sujeto en su naturaleza; el segundo modifica sus potencias. El hábito operativo se divide en intelectual, como la ci,encia, y morales como la virtud, según que modifiquen al entendimiento, o a la voluntad. Por parte del objeto, se dividen los' hábitos en naturales y sobren"turales; los primeros modifican al sujeto o a sus potencias respecto de las - 117 - operaciones que por sí mismo, y naturalmente puede ejercer, como la ciencia, las virtudes sociales, etc., y sobrenaturales son aquellas que afectan al sujeto y a sus potencias en orde~ a ciertos actos que no puede ejercer sin auxilio superior, como la fe, las virtudes heroicas, etc. Estos hábitos sobrenaturales pueden ser infusas, o sea comunicados por Dias al hombre; o aquiridos por repetición de actos con el auxilio de la gracia. El h.:ibito produce en el sujeto varios efectos: facilidad en la ejecución de los actos como el que se ha ejercitado en la enseñanza de la Geometría; hace t;¡mbién agradables los actos; y así el que está ;Iabituado a la enseñanza de una ciencia, tiene gusto en ella; da también perfecciÓn en los act.os, como el contabilista, que suma con más exactitud y rapidez que el matemático que no está acostum brado a esos ejf'rclcios. En sentido estrictb, las potencias que son sujetos próximos del hábito son la intelig-encia y la voluntad, porque éstas, a causa de su perfección y de la extensión de su objeto, se hallan en estado de indiferencia respecto de determinados objetos, y necesitan del háhito que las incline a lo~ actos y les dé facilidad en ellos. Las potencias sensitivas, propiamente no son su~etos del hábito; pues, por una parte !i_ehallan determinadas por su naturaleza a los obj{~tos conformes con ella, y por otra no gozan de la ~diferencia de las facultades superiores, y TIa nec~ .- liS ~ sitan ser estimuladas por el hábito; mas, en sentido impropio y por cierta extensión se les atribuye el ,hábito; asi, el relojero y el grabador se acostumbran a ver objetos pequeños y de cerca, al contrario, el marino y el hombre de campo se acomodan a ver objetos lejanos; pero en sentido estricto debe más bien llamarse acomodación de los sentidos. Respecto de los brutos, sólo en sentido impropio se les atribuye hábito, en cuanto, merced a los esfuerzos del :lOmbre, son susceptibles de cierta educación. CA PITULO 11 De las potencias en particular Como ya se exp:icó, hay en el hombre cinco géneros de potencias, y de ellas se trató ya en general; ahora se va a tratar de ellas en especial. ARTICULO 1.0 De la potencia vegetatlva En este artículo se trata: 1. noción de la vida y diversas funciones de la vida vegetativa; 2. principio de la escala de los vivientes, y 3. que las operaciones vegetatins son naturales. 1. Vida y diversas funciones de la vida vegetativa.-Al observar un viviente cualquiera, animal planta, sa~emos si está vivo o no,. por los o - 119 - movimientos espontáneos que ejerce; y aSi, como dice Santo Tomás, si un animal se mueve decimos que está vivo; si carece de movimiento decimos que está muerto. De estas observaciones poderr..os deducir la noción de vida, en general que podemos definir principio interno e inm~ to del movimiento espontáneo. Esta definidt)n se aplica sólo a los vivientes creados, porque, en Dios está la vida por excelencia y en sumo grado de perfec:ciór,; en El no hay movimiento por ser infinÍ':<>. PLtede definirse la vida vegetatlva: principio agente e inmediato por el cual el viviente se nutre, crece y se propaga. Tres son las potencias de la vida vegetativa: potencia nutritiva, por la cual el viviente convierte los alimentos en su propia substancia, asi, la planta absorbe los jugos de la tierra y los convierte en su propia substancia individual. De la misma manera, los animales y el hombre, por la nutrición convierten substancias extrafias en su propia substancia; y así, lo que antes crá pan, arroz, etc., se convierte, por la nutrición, en carne y sangre de Pedro, Juan o Diego. Potencia aumentativa es el principio agente e inmediato por el cual el viviente se desarrolla, crece y adquiere el volumen propio de su naturaleza. Efectivamente, la experiencia nos ensena Que las plantas, los animales y el hombre nacen 120 .muy pequenos, y van creciendo hasta adquirir su completo desarrollo. La potencia genei'ativa es el principio agente inmediato por el cual el viviente unido con un semejante produce un viviente de la misma natu- ~eza . . "Según nos t!nseña la experiencia, todos los vivientes proced~n de un germen o embrión, orIginado por la unión de dos individuos semejantes . .Así en las plantas, por la unión de los estambres con los pistilos se fecunda d ovario que habrá de germinar más tarde; y esto mismo se $e observa en los animales; y los experimentos más delicados y las más "1llinucíosas observ~ciones han conducido a los fisiólogos a esta conclusión: «todo vivie::tte procede de un germen.» Corolario.-Dedúcese de aqui, que lo que, algunos trasformistas llaman generación espontánea, no es más que Ul1a ficción absurda. Lo dicho basta para la cuestión presente; en Cosmología se tratará este asunto más extensamente. 2. Escala de los vivientes.-Por la observación de los seres de la Naturale~a, conocemos que los vivientes están distribuídos en varias clases .que distinguimos especificamente. En efecto, en las plantas sólo ohservamos los fenómenos de la vida vegetativa: se nutren, crecen y engendran; en los animales, además de los fenómenos de la vida vegetativa, se ve!1 todas las acciones de la 'Wida sensitiva; en el hombre se ejercen todas las· 121 - funciones de la vida vegetativa y sensitiva, yademás las de la vida racional. De .estas observaciones deducimos que hay tres géneros de vivientes realmente distintos; las plantas, en las que se halla la vida, como dice S. Dionisio, en su Última resonancia; éstas viven, pero carecen de todo conocimiento y ejercen sus acciones necesariamente, o como dice S. Tomás, de un modo puramente ejecutivo. Los animales til~nen todas es':as perfecciones, y ademá~ tienen conocimientos sensitivos y ejercen las funciones de reI ~ciól1; poseen pues, ia vida de un modo más perfecl:l que las plantas. y ejercen sus acciones de un modo aprehensivo. El hombre e~ mucho más perfecto que las plantas y los animales, tiene t:ldas las perfecciones de ellos, más las que corresponden a la vida racional, y ejercen sus acciones de un modo directivo; pero, en su perfección dista más de los animales, que éstos de la~. pló.ntas, por 10 que algunos naturalistas han afirmado que et hombre deheria constituir un reino aparte en la Historia natural. 3. Les operaciones de la vida ve¡;;etativa, en el hombre no son racionales sino orgánicas.-Como ya ~e demostró, operaciones especificamente distirtas suponen potencias específicament~ distintaB; y las operaciones vegetativas no pueden ejercerse sino por medio de órganos. Ademàs, si las potencias vegetativas fueran racionales, el hombre tendrfa conciencia de ellas y estarían sujetas a - 122- la voluntad; pero la experiencia nos ensefta todo lo contrario; luego las operáciones vegetativas, en el hombre no son racionales. Algunos filósofos han sostenido erradamente .que las potencias vegeta tivas, en el hombre, son racionales, porque, el alma del hombre, que es su forma, es racional; pero, por lo ex puesto esta opinión es falsa. ARTICULO 2.0 Potencia sensitiva. En esta importante cuestión trataremos: 1 noción y objeto de la sensación; 2 sujetp; 3 natuléza; 4 sentidos externos, número y comparación; 5 sentidos internos. 1. Noción y objeto de la sensación.-- Se llama sensación el acto por el cual conoce el animal las propiedades de los cuerpos, en cuanto singulares y concretas. En cuanto al objeto de la sensación, que por esto se llama sensible, se prueba la siguiente proposición: Las cualidadesl:orpóreas son el objeto primario de las sensaciones, y la sUbstancia de los cuerpos, su objeto secundario. La experiencia nos muestra esta verdad de un modo muy claro; efectivamente, por la vista percibimos los colores, y asi, cuando percibimos un objeto que refleja el color rojo, .decimos con toda propiedad que - 123 - ese cuerpo es rojo; de la misma manera, 51 in- troducimos la mano en un vaso de agua caliente, percibimos el estado de temperatura del agua, y con exa.:titud decimos que el agua está caliente; y así podemos discurrir por los demás sentidos; pero el ser un cuerpo colorado, caliente, frío, dulce, amargo, etc., son cualidades de los cuerpos, en cuan to singulares y concretos. En cuanto a la segunda parte de esta proposición, Reid, Rosmini y algunos otros la niegan fundándose en que el conoc:imiento de la substancia corpórea pertenece esclusivamente al entendimiento ¡ pero estos filó~ofo~, confunden el conocimiento de la substancia corpórea en su esencia y razón formal, con el conocimiento indirecto y por accidente. Es verdad que el conocimiento de la substancia corpórea, en su esencia y razón formal, sólo pertenece al enténdirniento¡ pero el conocimiento indirecto y por accidente, sí está al alcance de los sentidos. Efectivamente, cuando percibimos la blancura de la lecht:, lo dulce del azucar, percibimos estas cual idades como inherentes de estas substancias, y como, por otra parte, estas cualidades no pueden percibirse sino en cuanto residen en la substanda corpórea, siguese que los sentidos pueden percibir, de un modo indirecto y por accidente, la substanda corpórea. 2 Sujeto de la sensación.-Algunos filósofos sostienen que el sujeto de la sensación es el alma sola, los materialistas, que es el cuerpo solo. - o 124 - Contra ellos se prueba la siguIente proposición: El sujeto de la sensaciórr no es ~I alma sola, ni el cu'erpo solo, sino el compuesto substancial esencial de alma y. cuerpo. Puede considerarse el sujeto de la sensación de dos _modos: el de las sensaciones en común, y el de cada sensación en particular. Hecha esta distinción, se prueba la proposición por partes. El sujeto común de las sensaciones no es el c•.uerpo solo, porqt::e la sensación es conocimiento, y el cuerpo, considerado formalmente como ta], no puede ser sujeto de conocimiento. Además, este conocimiento sensitivo esindivisib]e, como adelante se probará, y el cuerpo, como tal, no puede obrar -sino por contacto cuantitativo en diversas partes de su masa; luego el cuerpo solo no es sujeto de la sensación .. Tampoco es el alma sola, porque, aunque la sensación es indivisible y pQr lo mismo simple, _no puede verificarse sino por medio de órgano corpóreo; así no podemos ver sino por medio de las ojos, ni oír sino por medio del oído, y asi de los demás; por eso el alma separada del cuerpo, no puede tener sensaciones, por carecer -de los órganos, que .son los medios adecuados de la sensación. El sujeto de la 'sensación es pues, el cuerpo en cuante. informado por el alma. Pero el alma unida con la materia, que es e] cuerpo, constituye un compuesto esencial, dotado de unidad de naturaleza. Además, en U!1 cadáver se - 125 - pueden verificar las impresiones orgánicas y aun nerviosas, y sinembargo no tiene lugar la sensación; luego el sujeto de las sensaciones es el compuesto esencial de alma y cuerpo. Los órganos son los sujetos inmediatos de las sensaciones, ctlnsideradas singularmente; pero en cuanto están informados y animados por el alma; este, quiere decir que las sensaciones consideradas ~n particular, están localizadas en los órgane.s; }' así, sólo por los ojos podemos percibir .05 colores, 'f por el oído exclusivamente los sonidos, por el órgano del olfato los olores, por el Ól :~ano del gusto los sabores, y por la superficie del cuerpo, especialmente por las manos, pere; Dimos lo referente al tacto. Estas sensaciones se distinguen especificamente unas de otras, y no pueden residir en un solo sujeto org-ánico inmediato; cada una de ellas requiere '~)rgano especial., La experièllcia y la Fisiología ~nseñan que, faleando un órgano, falta la sensac,: (in correspondiente. Con razón pues, all'jbt.yel~ los hombres, la sensadón de la vista él los oju, las del sonido a los oídos y <¡sí de las demás. 3. Naturaleza de la sensación.-Para comprender bien la naturaleza de la sensación, es preciso consignaI unas observaciones de grande importancia. Según las observaciones de los fisiólogos, y lo que enseña la experiencia, es precis(} distinguir en las ~nsaciones: la acción física de los - 126- cuerpos sobre los órganos; los movimientos nerviosos trasmitidos al cerebro, y la reacción del sujeto sobre el cuerpo, por medio del órgano. sobre el cuerpo, por medio del órgano correspondiente, para percibir o conocer la cualidad, y ésta es ia sensación propiamente dicha. En efecto, para la sensación de la vista se requiere la impresión orgánica material del cuerpo luminoso en el ojo; por esta acción la luz. penetra en el ojo' al travez de los humores que lo constituyen, y produciéndose una considerable refracción, pinta en la mancha amarilla, .. o sea en la retina una imagen muy pequefía e . invertida del objeto exterior; hasta aqui tenemos la acción ffsica, o impresión orgánica, producida . .por el cuerpo luminoso en el ojo. Esta pequena imagen produce en el nervio óptico ciertas vibraciones que se trasmiten al centro nervioso, y ésta es la acción fisiológica. El sujeto, excitado por estos movimientos nerviosos, produce una reacción hacia el cuerpo que produjo la impresión orgánica, y perCiben su color y figura, y esta percepci6n, o conocimiento es, propiamente, la sensación. En la sensación del oklo, el cuerpo sonoro produce una serie de ondulaciones en el aire; éstas entran en el pabellón u oido externo, producen en la membrana del tímpano cierto número de vibraciones análogas a las ondulaciones del aire; en seguida los huese. dUos' alojéjdos en el oído medio,' o sea en la· ..' - 127 - caja del tímpano, trasmiten estas vibraciones at caracol y las canales semicirculares, y el líquido contenido en ellas, entra también en delicadas vibraciones; hasta aqui la impresión orgánica. El oído interno produce en el nervio auditivo ciertas vibraciones que se trasmiten al centro nervioso; ésta es la acción fisiológica. El sujeto, animado por el alma vuelve su acción sobre el cuerpo sonoro para percibir el sonido, y esta percepción es la sensación. De un modo semejante se explican las demás sensaciones. Los hechos enumerados están comprobados en Fisiologia, en Física, y en parte, por nuestra propia experiencia. En la impresión orgánica, y aun en la fisiológica, el órgano del sentido es pasivo, como lo prueba 11 las observaciones dichas; pero en la reacción psicológica, el sujeto, por medio del órgano percibe las cualidades corpóreas correspondientes a la estructura de dicho órgano, yen este caso es activo. La impresión orgánica y la fisiológica son condiciones necesarias para que se verifique la sensaciÔn; pero no son la sensación misma, como queda probado. Según las observaciones anteriores, los cuerpos concurren como causas determinantes, y los órgano::; como causas instrumentales. Mas, como la sensación consiste formalmente en la percepción y conocimiento sensitivo de las propiedades de los cuerpos, síguese que la causa_ - 128 - eficiente de la sensación es el sujeto que conoce. Este conocimiento sensitivo es simple, porque, si constara de partes, cada parte percibiría una parte de la cualidad; pero faltando la unidad es imposible la percepción; o cada parte. percibe totalmente la cualidad, y entonces habría tantos sujetos como partes se supongan, lo que es falso; luego la sensación es indivisible y por tanto simple. Esta simplicidad no debe confundirse con la inmaterialidad, o espiritualidad, y sólo se prueba aquí que carece de partes, pero no que sea independiente de los órganos. 4. Sentidos externos, su número y comparación.-Se llaman estos sentidos externos porque sus órganos están localizados en el exterior del cuerpo humano y también porque tienen por objeto las cualidades de los cuerpos. En el hombre, como en los animales përfectos, sólo hay cinco sentidos externos: la vista, el oído, el olfato, el gusto, y el' tacto. Esta proposición se prueba fácilmente: hay tantos sentidos en el hombre, cuantos sean los órgano"s realmente distintos y aptos para la percepción de las cualidades corpóreas; pero no bay sino cinco ·~rganos distintos y aptos: los oJos, los oídos; el órgano del olfato, el del gusto. y el del tacto; y fuera de éstos no es posible asignar ningún otro .que sea realmente distinto de éstos y apto para determinada; especie de sensaciones. Además, se~gún se demuestra en física y en _Fisiologia todas - 129 - las cualidades corpóreas se reducen a cinco claa los órganos ya dichos. Algunos autores han llegado a suponer como posible la existencia de un sexto sentido externo con ocasión de los fenómenos del magnetismo, o del :1ipnotismo, y algunos le han dado el nombre de s~ntido muscular; pero ésta es una suposición infundada, porque, en ninguno de estos casos consta ].:1 existencia, o producción de un sexto órgano distinto de los enumerados; ni es posible asignar cualidades propias de] supuesto sentido, realmente distintas de las ya enumeradas; luego no existe el tal sexto sentido, y acaso lo que se designa con este nombre no es otra cosa que los fenómenos de la imaginación, o del sentido común. Las cualidades de los cuerpos relativamente a los sentidos, se llaman sensibles; y las dividen los fiJÓSJfos en sensible propio, común y por accidente. Sensible propio es la cualidad que es oQjetoadecuado de determinado sentido; y así, el sensible propio de la vista es el cole,r; del oído, el sonido; del olfato, el olor; del gusto, el sabor; del tacto, el calor, el fria y la dureza. Sensble común es el que puede ser percibido por doso más sentidos; los filósofos enumeran cinco: fi¡;:ura, número, magnitud, movimiento y .reposo, que pueden ser percibidos por la vista, el oído y el taçto. Sensible por accidente es aquel que, por su íntima unión con el sensible ,ses, correspondientes 9 - 130 - propio, es percibido indirectamente por un sentido; ejemplo: unas tajadas de pina colocadas a alguna distancia producen aUl1encia de saliva a la boca, porque la vista percibe directamente el color, e indirectamente y por accidente el sabor; la ca'lsa de esto es lá asociación de sensaciones. Puden compararse los sentidos entre sí, respecto de su perfección, de la certeza y de la utilidad. En orden de perfección pueden colocarse así: vista, oído, olfato, gusto y tacto; la vista ocupa el primer Jugar por la mayor extensión de su objeto, la mayor expresión de vida que comunica al animal, y siguiendo este orden puede explicarse esta gradación respecto de Jas demás. Por razón de certeza, ocupan el primer lugar la vista yeJ tacto; asf, cuando queremcs expresar que una cosa es muy clara, decimos que es tangible, que salta a la vista. Por razón de utilidad, en orden material, ocupan el primer lugar el gusto y el tactor. por referirse a la conservación del animal; pero en el orden ideal, ocupan el primer lugar la vista y el oído~ por el número y calid~d de los conocimientos que proporcionan. 5. Sentidos internos.-Se llaman así, por estar colocados sus órganos en el interior det cerebro, y por eso no aparecen en el exterior; y también porque su objeto no está en los cuerpos sino en, las especies impresas en los sentidos externos. Los sentidos internos son cuatro, como observa Aristóte\e!S y lo prueba la fisíp.logía, a sabe(: s~:-- - 131 - tido común, memoria sensitiva, imaginación y estimativa. El sentido común es una facultad orgánica interna que tiene por objeto la percepción de las sensaciones de los sentidos externos y sus diferencias materiales. En efecto, no solamente vemos, oímos, (ltC., sino que sentimos que vemos, oímos, etc., y como [os sentidos externos no pueden percibir su propía acción, siguese que hay necesidad de un centro común por donde se perciban estas sensaciones. Es probable que el órgano del sentido común esté colocado en el centro del encéfalo. donde se reúnen todos los nervios de los sentidm, externos. Corolario.-Es inexacta la denominaciÓn que hacen éllgunos filósofos de "verdad de sentido común," en vez de verdad de razón natural, que es más lógico y exacto. Memoria sensitiva es la facultad orgamca interna p'Jr la cual conserva el animal las sensaciones pasadas, y las conoce como pasadas. Esta facultac es común al hombre ya los brutos, pero en el hombre hay también la memoria inltdectiva, de la cual se fratará más adelante. Que existe la memoria sensitiva, nos 10 prueba la experiencia, pues recordamos las sensaciones agradables o è.esagradables que hemos experimentado anteriormente; lo mismo observamos en los brutos, y por eso son susceptibles de cierta educación. 132 - Imaginación es la facultad orgánica por la cual conserva el animal las imágenes de los objetos percibidos por los sentidos externos, principalmente por la vista·y por el oído. La experiencia nos enseña cada día que conservamos las imágenes de los objetos que antes .hemos visto y que actualmente no tenemus presentes; por ejemplo: ví ayer un caballo y ahora me lo repre:sento, con su color, figura, tamaño, etc. Esta \ facultad nos es común con los brutos; ellos conservan las imágenes de los objetos antes percibidos; por eso el perro reconoce a su amo después de mucho tiempo de no verlo; los pájaros, aunque vuelan lej?s, vuelven a sus nidos, sinem· bargo de haber muchos árboles semejantes en la montaña; otros muchos ejerr.plos podrían citarse para probar que existe en los brutos la imaginación; pero, en ellos, esta facultad es únicamente reproductiva; por eso algunos filósofos la llaman memoria imaginativa .. En el hombre, la imaginación tiene dos funciones: reproduce las imágenes de los objetos percibidos antes, y esto es lo que se llama i~aginaci6n o fantasia; también puede combinar diferentes elementos y formar imágenes de cqsas no existentes en ]a naturaleza, y esto ~ llama inventiva de la imaginación; por ejemplo: podemos imaginamos un caballo alado o un moilte de oro; a esta in~entiva se deben fas ficciones de la Mitología: 'los centau~os, hipógrifos, ~rpías, etc. Las - 133 - bellas artes y, aun las dencias, deben a la in· ventiva mucJ1as de sus bellas concepciones. En los brutos no existe la inventiva; se deduce . de que siempre construyen sus guaridas de la misma manera: los castores, las hormigas, las abejas, etc., siempre hacen sus habitaciones del mismo modo, sin 'inventar nada nuevo; no así el hombre, que va agregando nuevas reformas y combinacïones ti sus propios inventos. En el hombre la potencia imaginativa es facultad orJánica Y no espiritual, puesto que siempre tiene por objeto imágenes de cosas corpóreas y concretas; y si puede representar alguna colectividad, no puede repres~ntar lo universal y abstracto. La experiencia nos demuestra, de una manera dara que la imaginación no puede representar nada, ni combinar cosa alguna que no haya percibido, de algún modo, por los sentidos externos ~ luego su acción depende de éstos. Estimativa es la facultad orgánica por la cual el élnimal percibe las cosas como convenientes () no convenientes, provechosas o danosas. Por ella la oveja, como dice Santo Tomás, huye del lobo, no por la fealdad del color, o de la figura, sino porque conoce en él a su enemigo; las aves recogen pajas, no por su belleza,- sino porque les son útiles para formar sus nidos. Otres muchos ejemplos que podrían citarse, prueban que existe en los brutos la estimativil. Pe-ro esta apreciación que hace el animal de lo que le - 134.- es útil o nocivo, SUP0f1le el conocimiento sensitivo del objeto. Esta facultad la suelen lIaQ1ar algunos filósofos instinto; pero, si con esta palabra quier~n significar una inclinación' ciega y sin previo conocimiento sensitivo, es evidentemente falsa esta denominación. pues la observación y la experiencia ensefian que primero tiene lugar el conocimiento del objeto, y luégo la inclinación del animal a buscarlo, si le es útil. o a huir de él si Je es nocivo; luego el tal instinto no es más que la estimativa, o es una ficción falsa y aun absurda. En el hombre la estimativa se halla perfeccionada por su unión ,con el ,entendimiento; no obstante, en algunas ocasiones se percibe su acción exclusiva, como sucede en la sorpresa y el susto repentino, y entonces huimos precipitadamente, sin dar lugar a la ref/ección intelectual. Como esta facultad es la más p~rfecta de las potencias orgánicas del animal, ha sido parte para que algunos escritores ignorantes en Filosofía. hayan atribuido inteligencia a los animales. ARTICULO 3.0 Potencia intelectiva En este articulo se tratará de la más noble y perfecta de Jas facultades de~ hombre, es decir, de la inteligencia. A este propósito se tratará: 1 de la naturaleza del entendimiento; 2 objeto del - .135 - entendimiento; 3 del acto de la intelección; 4 funci~nes del entendimiento. 1. Naturaleza del entendimiento.-Se llama. entendimiento, o inteligencia, la facultad espiritual por la cual conocemos las cosas universales y abstractas. Vamos a probar la siguiente proposición: EL entendimiento es facultad espiritual, o iI/ma- terial. Se llama facultad espiritual, o inmaterial, la que es independiente de la materia en su naturaleza, existencia y operaciones. La proposición enumErada se prueba: 1.. Por el objeto del entendimiento. Son objeto del entendimiento las verdades universales y abstractas, la esencia y naturaleza de las cosas; y este nos lo enseña muy claramente la c.onciencia, pues de ellas discurrimos a menudo. Pero estas nociones no pueden ser objeto de una facultad orgánica, porque éstas, por estar vinculadas a un órgano corpóreo están determinadas a ' objetos concretos y singulares, y por tanto no pueden percibir lo que es universal y abstracto; y la experiencia nos enseña que, por nuestro entendimiento, discurrimos acerca de toda clase de verdades, aun las más elevadas y universales. 2.· Por el modo de obrar el entendimiento. Este no sólo conoce directamente las verdades universales y abstractas; sino que también go~ de la facultad de reflejarse sobre sus propios 136.3ctOS, y darse cuenta de su propia percepci6n;, cuando conocemos alguna. verdad universal, reflexionamos sobr~ nosotros Ólis1bœ y nos damos cuenta de la mayor o menor perfección de nuestro conocimiento. Esto no pue-. den hacerla las facultades orgánicas, por las razones ya expijcadas. ' " 3.° Por la gran diferencia que notamos en los efectos.'que producen los objetos del conociJfttento. Las facultades orgánicas pueden alterarse. déUitarse y aun destruirse por la demasiada ÏtKensidad de su objeto; por ejemplo: la vista se ofuzca' con la de~asiada intensidad de la luz; el ekto sufte considerables alteraciones por un ruido dem'asiado intenso, como el estatnpido de lin caftón de gran tamaño, y aun puede inutilizarse el órgano y quedar el hombre ciego o sordo. No sucede lo mismo con el entendimiento, que cuanto más clara y evidente es la verdad, tanto más se: deleita en su conocimiento y contemplaci6n. 4.° Por la interpretación del lenguaje; por ~jemplo: las palabras Dios, Theós, Jeobá, Alá, <iod son distintas y sinembargo nos representan ..;una misma e idéntica idea, lo que no podria ve~jfjcarse si Ja inteligencia fuera potencia orgáhica. 1uego el entendimiento es facultad espiritual o :inmaterial. y efectivamente, 2. Objeto del entendimiento humano.JKldemos consideraria , Este en su raz6n fármal de en- - 137 - rendimiento, o en su ~stado actual de unión con el cuerpo. El ohjeto del entendimiento, como tal, o sea su objeto adecuado es todo ente, y toda verdad. Efecti vamente discurrimos no sólo acerca de las cosas singulares y concretas, sino también de las verdades universales, de los principios fundamentales de las ciencias, de los entes en general, y de todo cuanto tiene razón de ser. El objl~to proporcionado del entendimiento, en cuant.) unido con el cuerpo, es la naturaleza de las cosas materiales. Esto nos lo prueba la facilidad con que discurrimos acerca de ellas y la dificultad que hallamos en pensar sobre las cosas demasiado elevadas y abstractas. La razÓn de esto es que, aunque el alma es espiritual, está unida substancial y esencialmente con el cuerpo y constituye con él un solo sujeto que es el animal racional. 3. El acto de la intelección.-Como ya se' dijo, se trata del entendimiento humano, esto es unido con eI cllerpo y constituyendo con él el sujeto de la intelección. Esta (:uestión se explica en las proposiciones siguientes: Proposición l.a-Para el acto de la intel€~cci6n nesecita el entendimiento valerse de las im~genes de la fantasía. Prueba l.a-EI acto de la in1elección es proporcionado al sujeto que conoce y al objeto co- - 138 - nocido; pero el sujeto de la intelección, que es el hombre, se compone de una forma espiritual y de un cuerpo, para constituir la, persona que conoce; lue~o el acto de la intelección debe sei' proporcionado a los dos elementos de que el hombre se compone; por eso se requieren las imágenes de la fantasia para el acto de la intelección. Asi, dice S. Tomás: «por cuanto el hombre consta de alma espiritual y cuerpo, el modo propio de entender corresponde a la unión esencial del alma con el cuerpo, y por tanto, debe -conocer lo inteligible valiéndose de los elementos sensitivos.» 2.a La experiencia nos enseña que siempreque concemos las cosas ahstractas, nos valemos <ie la comparación con las cosas sensibles, y paf 4bstracción conocemos las verdades trascenden,tales o los entes espirituales; luego el acto de la intelección lo ejerce el entendimiento valiéndose <ie las imágenes de la fantasia. Se dijo antes que aqui ~e trata del entendimiento en cuanto unido con el cuerpo; pero cuando el alma se separa del cuerpo, su modo de entender cambia, por hallarse en un nuevo estado, y asi entiende a la manera de los ángeles; pero este modo de entender le es dificil por estar naturalmente destinada a unirse con el cuerpo. Proposición 2.a-Para el acto de la intelección -se. requiere el el1tendimiento agent~ y el entendimiento pasivo. - t 39 - Se llama entendimiento agente la facultad intel{~ctual que hace universal en acto lo que era universal en potencia; y entendimiento pasivo, la facultad intelectual que percibe lo universal en acto, formado por el entendimiento agente. No son dos facultades distintas, sino dos funciones de una misma facultad; esto es: al ejercer el entendimi~nto el ¡cto del conocimiento hace dos cosas: La valiéndose de las imágenes de la fantasía, por las propiedades comunes de los individuos que ella le @frece, forma el concepto representativo de naturaleza especifica de aquellos entes; por ejemplo: para formar el concepto universal «caballo," se vale el entendimiento de ta representación de muchos individuos en la imaginación, y forma, por las cualidades comunes, el concepto universal «caballo," que representa la naturaleza de esos individuos, que conviene él todos y cada uno, pero sin ser ninguno de eIlos en concreto; 2.a luégo que ha formado el concepto universal, lo percibe, y esta percep-, dón es la idea. Asi, el entendimiento, en la" primera operación es activo, y en la segunda pasivo. El concepto formado por el entendimiento agente lo I1aman algunos filósofos especie inteligible impresa, y la percepción de este concepto, especie inteligible exprega. Según lo ensei'ía la experiencia y la razón, el entendimiento, en' el principio de la existencia .del hombre se haIla en potencia para la intelec-. - ..• 140 - y luégo que se le van presentando los diintelectual univeJ;sal y 10 percibe. El entendimiento pasa, pues, de la potencia al acto de entender. Por tanto no es aceptable la opinión que afirma la existencia de ideas innatas. La intelección se distingue realmente de la sensación: 1.0 Por su objeto. El.objeto de la intelección es universal y abstracto, y el objeto de la sensación es natural y concreto, luego se distinguen realmente. 2. Por ,la universalidad del objeto de la intelección. Según consta de la experiencia, el entendimiento es indiferente para el conocimiento. de muchos objetos universales y -abstractos, y esto no podría suceder si el entendimiento fuera potencia orgánica, .pues, como ya queda demostrado, las facultades sensitivas están determinadas. a objetos concretos, individuales y materiales, Ji no pueden, .por tanto, percibir lo que es uniyersal y abstracto; luego se deduce que el entendimiento es potencia inorgánica y espiritual. El acto de la intelección se perfecciona por, medio del verbo mental que es la facultad del entendimiento por la cual el hombre se da cuenta a si mismo de las verdades y de las ideas que ha adquirido y que existen en su entendimiento. Este acto nos 10 ensef'ia la experiencia, puesto ~ en muchas ocasiones basta una expresión para desarrollar en nuestra mente multitud de cÏ¡Õn. 'ersas entes, forma el concepto 0 - 141 - ideas y nos damos cuenta de ellas; por ejemplo: al querer formular una argumentación para demostrar alguna tesis, nos damos cuenta no sólo de lo~; argumentos conque podemos probarJa. sino también de las objeciones que se pueden oponer. Esto mismo sucede en las invenciones; por ejemplo: una circunstancia hizo concebir a Edison el prodigioso aparato del fonógrafo, porque se dio cuenta, inmediatamente de la extructura del instrumento, medios de que podía valerse, dificultades que debía vencer, etc. Esta facultad tiene alguna analogía con el.verbo oral, pero no se eierce por media de palabras, sino por f1edio de la comparación de las ideas, como lo prueba el hecho de que concebimos un sistema de conocimientos con mayor rapidez que aqucJla cc'n que podemos expresarlos por medio de las palabras. 4. Acto:; y funciones del entendimiellto.-Como observa Santo Tomás, cuanto más elevada y perfecta es una potencia, tanto se extiende a mayor número dl: objetos; y, como ya se demostr<S, el entendimiento es espiritual, se sigue que se extiende a muchas operaciones espirituales y complejas. El juicio, como se dijo en Lógica, es acto del entendimiento parei cual afirma o niega una cosa de otra. Para eSM operación se requiere primeramente la comparación de dos ideas, y si éstas c:onvienen entre sf, el juicio ~ afirmativo; - 142 - ~i no convienen, el juicio es negativo; o en otros términos: según la conveniencia o no conveniencia de las ideas, el entendimiento compone o divide y de este modo puede desarrollar el conjunto de sus conocimientos, y esto es claro, porque nuestro entendimiento dista mucho de la perfección de los ángeles, que todo lo conocen por percepción inmediata, pero nosotros necesitamos de la co.mparación de las ideas para perfeccionar nuestros conocimientos. En las proposiciones siguientes se explica esta cuestión. eroposición I.a.-El juicio es acto det entendimiento y no de la voluntad. Esto se prueba por la naturaleza del juicio, pues éste es el resultado de la comparación de dos ideas, de donde resulta la afirmación o la negación; pero todos estos son actos del entendimiento. Por otra parte, por medio del juicio llegamos al conocimiento de la verdad, como to epsefia la experienciencia; pero la verdad es objeto del entendimiento y no de la voluntad; luego el juicio es acto del entendimiento y no de la voluntad. Proposición 2.a.-EI juicio es esencialmente comparativo, y por tanto no existen juicios primitivos e instintivos de que hablan atgunos filósofos. Prueba.-En el juicio..se hallan dos elementos: el sujeto que es cierta naturaleza que, consideJ:'aõa individwalmente, es incomunicable a otros, y el atributo, 143 - que designa cierta cualidad que puede ser comunicable a muchos; ma~, para atribuir la cualidad al sujeto, se requiere, como condicción indispensable, compararia con él, para saber si le conviene o no, etc., si, cuando digo: Pedro es honrado, es porque he comparado la cualidad de la honradez con el sujeto Pedro, y al percibir la conveniencia lo afirmo. Del mismo modo, cuando digo: Pedro no es sabio, es porque, al comparar la sabiduría con el sujeto Pedro, veo qUE: no le conviene y formo el juicio negativo. El entendimiento suele llamarse especulativo cuando sólo se propone conocer la verda, prescindiendo de las aplicaciones a la práctica, y se llama práctico cuando se propone aplica: los conocímit:ntos a las cosas que se han de hacer; ejemplo: el que estudia la Geom0tría s610 por saber, pero sin aplicarse a la práctica, se dice qUl~ esle entendimiento es especulativo; pero si se propone aplicar esos conocimientos al dibujo, medici(~,n de terrenos, etc., se le llama pdctico. El entendimiento y la razón no son dos facultades, sino dos funciones de una misma facultad. Se dice entendimiento en cuanto conoce las verdades primitivas y necesarias; y se Je llama razón en cuanto hace uso del raciocinio~ La conciencia.-Esta es facultad espiritual por la que el hombre percibe sus afecciones espirituales presentes y su propio sér. La conciencia es· una de las funciones del entendimiento. Así, el - 144 - profesor que hace una demostración, conoce no sólo la verdad y los principios, ,sino también la perfección con que las conoce, y sab'e que posee esos conocimientos. Objeto de la conciencia.--Las afecciones espirituales presentes, son el objeto directo de la -conciencia, y n}1estro propio SéT, el objeto indirecto. Efectivamente, nuestra experiencia interna nos atestigua de un modo claro, que no sólo ,çonocemos las verdades, sino que sabemos que las conocemos y están como presentes en nuestro entendimiento, y de un modo indirecto, co'nacemos nuestra existencia, en cuanto en ella residen como en su sujeto. De lo dicho se sigue que la concie'nc¡a es facultad espiritual, y sólo es propia de los seres inteligentes, 'y lo que algunos filósofos llaman conciencia sensitiva, no es otra cosa que las acciones del sentido común, o de la estimativa. , No debe confudirse la conciencia psicológica, de la que se trata aquí, con la conciencia mora), que es el juicio práctico de la razón que nos dicta que una cosa es buena o mala; de ésta se tratará en la Etica. Suele distinguirse la copciencia en actual y habitual. La primera es la presencia actual de nue&tras afecciones, y acerca de las cuales pensamo& actualmente; ejemplo: el profesor 9ue hace ulla demostración, percibe su aptitud y conocÎ: :mientQs y ordena sus explicaciones para CQ~~~, - - 145 - nicarlas en el acto la sus discípulos. La habitual. es el conocimiento de nuestras afecciones espirituales sin que actualmente pensemos en ellas; ejemplo: Pedro tiene conciencia de saber Algebra, pero, al presente no se ocupa de ella. La atención puede considerarse como un efecto de la conciencia, y es la aplicación de la mente a una cosa. También es actual (I habitual. Es actual si estamos pensando en o que hacemos; y es habitual, si nos hemos determinado a haccr una cosa, pero, en el momento de ejecutarla no pensamos especialmente en ella. Esta atendón suele también llamarse virtual. Como ya se explicó, la conciencia es una de las funciones del entendimiento, corno éste pasa de la pJtencia al acta de entender; la condencia pasa también, de la potencia al acto de la percepción, y como nos lo atestigua nuestra propia experier.do, no se ejerce de un modo <Mntinuo y sin int.:rtupción; pues muchas veces nos sllcede, aun en I~Iestado de vigilia, que estamos completamente distraídos. Además, durante el suefio rarísimas veces tienen lugar los fen.•ómenos de la conciencia. Memoria intelectiva.-Esta es otra de la<;funciones del entendimiento, y es la facultad espiritual por la ctÍal conservamos en nuestro entendimiento las verdades conocidas anteriormente y las reconocemos como pasadas; por ejemplo: re10 -146cordamos la demostración que nos hizo l;1 profesor, hace dos meses sobre las propiedades del drculo. Se distingue de la conciencia en que ésta es percepción de afecciones presentes, y la memo.ria conserva las pasadas. La memoria intelectiva. como la sensitiva, suele tener varios grados de _perfección; y ~si suele llamarse memoria tenaz,. 'leliz, frágil, etc. ARTICULO 4.0 Potencia apetitlva Se tratará en este articùlo: 1 noción y división del apetito. en genera);. 2 .apetito' s,ensitivo ~ 3 pàsiones; 4 apetito racional, o voluntad; 5 objeto de la voluntad; 6 causas que .pueden mover', 'la voluntad; 7 libertad; 8 objecciones. , 1. Noción y división general del apetito.-Ape, tito' en 'eneral, es la inclinación del viviente a las cosas' que le son convenientes. Lo dividen en tres clases: apetito natural, que es la inclinación de los entes que carecen de conocimiento, a Ià~ cosas que les son convenientes, o a su fin, Este se halla principalmente en las plantas; pero en' sentido propio, no le conviene 'el nombre de apetito, sino, más bien, tendencia natural. Apetito sensitivo es la inclinación del animal al bien' conocido pOT los sentidos, o a apartarse del mar, coppcidodel mismo mQdo. Apetito racional es la jlÏ,~J~naciÓn del sér· libre aL~en' perciBido:_ pore'. - 147 - elrtendimiento; o a apartarse del mal conocido racional mente. De_ estas definiciones se deduce que el apetito si;gue siempre al conocimiento; de aqui el aforismo: "lo qu~ no se conoce no se desea." Como en el hombre hay la facultad sensitiva' y la intelectiva, vamos a tratar de uno y otro apetito. 2. Apetito sensitivo.-EI apetito sensitivo se divide en concupiscible e irascible. El primero •..s la inclinación al bien percibido por los sentidos, y como consecuencia, la tendencia a apartarse del mal; en cuanto priva del bien. Se llama conc~piscible porqut~ basta el deseo y la inclinación para unirse con el bien o hufr del mal; ejemplo: el hombre tiende a buscar lo que es a propósito para su bien; la oveja se inclina a buscar el pasto para su alimento, y huye del lobo, porque le es nocivo. I; I apetito irascible es la inclinació¡l a ven-o cer las dificultades que se oponen a la c:onsecusiÓ:1 del bien. Se llama ir2scible, porque el animal necesita cierto grado de energia para ven'Ccr los obstáculos y conseguir el bien, ejemplo: el galgo emprende enérgica carrera para alcanzar Ia presa que se le quiere escapar; el hombre quiere consegllir un bien difícil de obtener y pone en juego sus energias para obtenerlo. El apetito, concupiscible o irascible, se manifiesta por ciertos movimientos llamados pasiones,. de que se tratará en seguida. - 148 - 3. Pasioñes.-Son los movimientos del apeUto .sensitivo, originado~ por la percepción del ·bien o del !pal. Son movimientos naturó.les y .l!0 de: ben confundirse con los movimientos desordenados, que no suceden sino accidentalmente. Se llaman 'pasiones, porque en esos movimientos el hombre y el animal son pasivos, en cuanto reciben la atracción del bien o la repulsión del mal.. Algunos filósofos señalàn como órgano de ias pasiones el cerebro; otros el corazón; pero es más probable que proceden de la estimativa. División de las pasiones. -Estas son tantas, cuantos sean los movimientos formalmente distintos en orden al bien o al mal. SegÚn Santo Tomás, el número de las pasiones se reduce a once: seis que se refieren al apetito concupiscible, y cil1co al irascible. Lãs primeras son: amor. Esta es la principal de las pasíon~sy e,s la-- inclinación a ,unirse con el bien conocido, y Ror eso la llama San .Dionisio movimiento unitivo; opuesta a ésta es el odi~, que ~ la p~sión por \a cuai se aparta el anil1t'éll de lo que conoce como malo .. Deseo, o concupiscencia es la pasión que nos inclina a buscar el bien ausente. A ésta se opone 1a fuga, o aversión, por la cual huimos de lo que percibimos como malo. Gozo o dilectación es la pasión por la cual -reposamos con agrado en él bien obtenido. A ~~ta se opone el dolor o tristeza, Que es la pa-:. sión.por JJl cual sentimos aflicción pC!Tno haber podido conseguir 149 - el bien, o por experimentar el .mal. Las pasiones relativas al apetito irascible son: Esperanza, que es la pasión que 1105 anima a busc2r el bien difícil, pero posible de conseguir. A ésta se opone la desesperación, que es el decaimiento de ánímo por no haber conseguido el bien que esperábamos o por el mal que se nos presenta como ineludible. Auda ::ia, es la pasión que nos excita a buscar un bien dificil y a superar las dificultades qúe se nos oponen para obtenerlo. A ésta 'se opone el temo: o inquietud que sentimos por la imposibilidad de alcanzar el bien o por sufrir el mal que no nemos podido superar. La ira, por último, que es la pasión que nos inclina a la venganza por el mal que nos sobreviene, o por la imposibilidad de conseguir el bi~n; ésta no tiene contrario. Estas son las especies de pasiones especificamente distintas, y a las cuales, fácilmente se reducen ·as demás que enumenran los aufores. Las pasiones, puesto que son movimientos natural(:s que excitan la actividad del hombre, no .30n malas; al contrario, son buenas, y sin ellas carecería el hombre de actividad. Pero el hombre debe regular la acción de las pasiones por medio de la inteligencia y la voluntad ¡y cuando se deja dominar de ellas, se hace moralmE!nte responsable de este de~orden. - 150 - ·4. Apetito racional, o vo/untad.-Se llama vol.untad la facultad espiritual por la cual nos.inclinamos al bien percibido por el entendimientQ. o nos apartamos del mal, en cuanto nos priva de aquél. Proposición.-La voluntad es potencia inorgánica, o espiritual. Se prueba: 1.0 Por su objeto.-EI objeto de la voluntad es universal y se extiende a las cosas inmateriales y abstractas, como la ciencia, la virtud, el arnor, la gloria, etc.: perola potencia que tiene por objeto estos bienes no puede ser orgánica. sino espiritual. 2.° Por sus actos. La experiencia nos ensefia que la voluntad, lo mismo que el entendimiento, tiene la facultad de mIejarse sobre sus propios actos; y asi, no sólo amamos el bien y lo buscamo~, sino que amamos y queremos nuestro propio querer, lo que no podría verificarse si fuera potencia orgánica .. 3.° Por sus propiedadés. La voluntad es sujeto inmediato de la libertad. que es la facultad de elegir entre varios bienes, y por lo mismo es hídiferente para querer uno u otro bíen.- Las facultades orgánicas, como queda probado, están determinadas a un objeto; luego la voluntad es potencia espiritual, o inmaterial. 5. Objeto de la voluntad.-El objeto de la voluntad es el bien racional, universal, en cuanto eonveniente. Es el bienf-porf]ue, como nos ensefta C- 1St - la experiencia, nada queremos voluntariamente. sino en cuanto percibimos la razón de bien y de conveniencia: por eso dicen S. Buenaventura y S. Tomás que el mal no es objeto de la voluntad; y si, algunas veces, nuestra voluñtad se inclina a una cosa mala, no es por la razón de mal que hay en e\la; sino por algún bien qu~ perdbimos como conveniente. El hombre no puede apetecer el mal por la razón formal de tal, porque obraría contra su naturaleza, lo que es inadmisible. Volición, o acto voluntario es el que éjecuta la voluntad deliberadamente, y previo el conocimiento del fin y de los medios. Cuando el hombre ejecuta aetas en los que no hay advertencia y deliberación, se \laman involuntarios si la voluntad los repugna, como el que hace algo bajo la influencia de violencia externa; o no voluntarios si los ejecuta sin advertencia; como los del que está completamente distraído o dormido. Los actos voluntarios se distinguen en elicitos e imperados. Elícitos son los que la voluntad misma los ejerce; como el querer o aborrecer. Imperados son los que la voluntad determina y los ejecuta otra facultad; como el andar, el hablar. 6. Causas que pueden mover la vo/ulltad.-La voluntad pasa de la potencia al acto de querer, pues la experiencia nos ensei'la, que actualmente queremos lo que antes no queríamos; y como facultad limitada, debe ser movida, la para el - 152 - ejercicio, de su acto, ya para la elección de un bien. Tres causas 'Pueden mover la voluntad: el bien, el entendimiento y el apetito sensitivo. Proposición 1.a--La voluntad es movida por el bien, ~a en su ejercicio, ya en orden a termi- nados actos. La voluntad es potencia pasiva, porque no forma su 'objeto, como el entedimiento agente; sino que se inclina a él eri cuanto le halla constituído, y toda pCltencia pasiva es movida por su objeto;, y el objeto propio y adecuado de la voluntatl es' el bie':!. Los actos de una .potencia se determinan por su objeto; y el objeto propio de la voluntad es ~l bien; fuego éste es el que puede mover la voluntad a obrar o bien a determinados actos. Proposición 2.Il-EI entendimiento mueve la .... voluntad en cuanto a la especificación de su objeto, pero no en cuanto al ejercicio de su acto propio. La voluntad, como potencia racional, no puede obrar ciegamente, sino que obra en virtud del conocimiento del bien, como con\leniente, y este çonocimiento se lo da el entendimiento; de aqui los axiomas: "Nada se quiere que no se conoz~a,:o y, «El que no conoce no desea.» En el ejer, cicio de su acto el; movida por su objeto adecuado. ProposiciÓn •• over 3.a-EI apetito sensitivo puede indirectamente la voluntad. Se dice indi- - 153 -- rectamente, porque et apetito sensitivo, por ser potencia. orgánica no puede mover directamente ta voluntad que es facultad espiritual; pero si indirectamente, to que se prueba por nuestra propia experiencia; pues las pasiones nos incJ¡jnan a determinados objetos; pero sin violentar la volumad, y ésta puede obrar. conforme a la inc1inación de la pasión, o puede resistirle y obrar de otro modo. En cuanto a los medios para obtener el fin, y resp/~cto de fines particulares, puede ra voluntad, como lo ensefia ;a experiencia, elegir entre 10H varios que el entendimiento presenta como. adecuados, y asi determinarse a fines particulares por su propio beneplácito. 7. La libertad.--Según la noción vulgar, ente Ii')re es el que goza de autonomía, y es duei\o d~ sus actos, e independiente de otro sér; así, s'Jlo Dios es perfectamente libre, porque es absolutamente independiente de otro sér. Erl el hombre, la libertad puede definirse: facultad de elegir entre muchas cosas; o la facultad de hacer el bien por elección. la libertad supone necesariamente la inteligencia, y por eso dice Donoso Cortés que es la facultad de querer, que supone la de entender. Es, por tanto, una de las mayores· perfecciones del hombre; y por f~SO, no puede tener como término el mal, en razón de tal; y cuando el hombre obra el mal no es en virtud de la libertad; sino como consecuencia - 154 - del libre albeldrfo, que es la facultad por la cual el hombre es due1'lo de sus actos, de modo que puede ejecutarlos, o no. Léa libertad se divide en libertad de coacción y -.ecesfdad. La primera es la inmunidad de violencia externa; así, el que está preso, con grillos ño es libre de coacçión, La segunda ~s la inmunidad de toda determinación intrínseca; asi, el preso mencionado es libre con libertad de necesidad. pues nadie puede obligado a querer lo que no quiere. También se divide en libertad de contradicción, de contrariedad y de espècificación. La primera es la facultad de elegir entre cosas contradictorias; como comer o no comer; andar o no andar. La segunda es la facultad de elegir entre COS3S contrarias; como comer o ay~nar; estudiar O quedarse ignorante. La tercera es facultad de elegir entre cosas distintas; como e~tudiar Geografia, o Historia . . Proposición l.a-La coacción o violencia extern~ puede afecta"r los actos imperados de la voluntad, pero no los actos eHcitos • . Efectivamente, el hombre puede ser impedido para ejeèutar una acción~ o puede ser violentado para ejecutar otra que no quiere; como el que está preso, o aquel a quien se coge la mano" para obligarlo a firmar. Pero de ningún modo puede la coacción afectar los actos elícitos de la voluntad; pùes, como nos lo ensenari la experiencia~y - 155 la razón, no hay violencia alguna que obligue al hombre a querer lo que no quiere, y a no querer lo que qUiere. ' Proposición 2.&-Elhombre no es libre respecto dtl bien absoluto y universal; o sea respecto de la fel icidad absoluta. Como la voluntad es potencia pasiva y tiene por objeto primario y adecuado el bien universal racional; no puede apartarse de él, porque, como se ha dicho, obraria contra su naturaleza; y el hombre, como sér esencialmente bueno, y el más perff:cto de la Creación, en el orden natural, tiende siempre como todos los seres, a su propio bien y perfección. Además, nuestra conciencia nos enseña de modo claro, que siempre tendemos a nuestra propia felicidad, y que nunca miramos el mal como término propio y adecuado de nuestras ace iones. Proposición 3."-EI hombre es libre respecto de los hienes particulares, o sea en cuanto a los med ias para la felicidad .• Esta es una verqad primitiva, al alcance de todos los hombres, y no sería necesario probarla si no fuera porque algunos han negado al hombre esta perfección. Así como el entendimiento no tiende necesariamente sino a la verdad, en cuanto conocida <on toda certeza; la voluntad no tiende necesariamente sino al bien absoluto y universal; pero respecto de los medios para llegar a la posesión - 156 - de ese- bien, la voluntad no está determinada por necesidad intrinseca, y por eso el hombre es libre de elegir entre varios medios pa'ra obtener . el fin. Además, la experencia nos ensefla con claridad, que cuando ejecutamos una acción, somos duenos de no ejecutarla, )' que, cuando elegimos un medio para obtener un fin, podríamos elegir otro. Además, la voluntad, no puede ,ser determinada necesariàmente por los bienes que no se le presentan como adecuados, absolutos y universales; pero tales son los bienes I'articulares, ~osean los medios para la felicidad~ luego el hombre al elegit entre estas medias, o bienes particulares, es libre, y no impuisado por determinàción intrínseca. Esta verdad se prueba también por el asentimiento de todos los pueblos, que se rigen por leyes civiles y morales, que serían absurdas e iniusta~, si ~I hombre no fuera 1ibre. Negada la libertad del hombre, se seguirian muchos absurdos, y el hombre quedaría colocado al nivel de los brutos; luego esta libertad es innegable. Influjo del entendimiento en la voluntad.- Todos los filósofos convienen en admi!ir cierto influjo del entendimiento en la voluntad, óifieren en el modo de explicarlo. Alg_.mos dicen que el entendimiento ofrece a la voluntad uno o varios juicios prác.ticos o especulativos, pero q'ue:la voluntad,' 157 sigue su beneplácito. Otros, siguiendo a Santo Tomás, San Buenaventura y otros eminentes filó~ sofas, sostienen que la voluntad sigue siempre algún juicio práctico del entendimiento. Vamos a probar la siguiente proposición: La voluntad sigue siempre el últi.mo juicio práctico del entendimiento, y no obra nunca contra éste. La voluntad, como potencia racional, no puede dirigirse por ùn juicio meramente especulativo,. que consiste sólo en la expresión de la verdad, prescindiendo de la aplicación práctica, pues este juicio no dice qué se debe hacer, o no hacer; luego la voluntad no puede dirigirse por juicio especu lati \'0. La voluntad, como potencia racional) no puede obrar sin motivo racional; pero obraría sin motivo raciortal si no siguiera el juicio práctico del entendimiento; puesto que, como racional, debe apoyarse en el conocimiento del bien como conveniente, y éste es el juicio práctico. As~ como el apetito sensItivo sigue el conocimiento cie los sentidos, del mismo mod:>, la voluntad s.guc ci conocimiento del entendimil~nto, pero en cllanto este conocimiento se expresa por un jui::io que muestra la conveniencia del bien y es el Último juicio práctico. Estiéndase que aquí se trata de los actos deliberados que propiamente se llaman volttntarios, y, no de aquellos en que el hombre obra impul- - 158 - ·sado por una pasión, vehemente, o por la estimativa, sin dar lugar a la razón. La voluntad también puede mover el entendimiento, en cuanto a la determinación de los o.bjetos sobre que debe formar el juicio práctico . . Se ha dicho que la voluntad s1gl,le siempre el 'últímo juicio práctico, porque en las deliberacfone~ especialmente acerca de asuntos dificiles~ suelen formarse muchos juicios, que luégo se.rechazan como no convenientes para da! lugar a otros. Sostienen algunos filósofos que la voluntad no sigue al juicio del entendimiento, sino su beplácito; pero éste es un error, porque la voluntad, como potencia racional, no puede obrar sin previo conocimiento del bien como conveniente, y y ese beneplácito no sería propiamènte acto voluntario. Otros objetan que algunas veces solemos obrar contra el juicio práctico del entendimiento, y ejecutar una acción mala, pero esto nada prueb!l, pues, en tal caso, 1,\ voluntad sigue un juicio práctico acerca de un bien aparente,' que percibe como conveniente, porque la volUntad no-apetece el mal, como mal; sino por algún bien que percibe, como ya se demostró. El sentimiento.-Acerca de esta afección no están acordes los filósofos; unos fa consideran como pbtencla cognoscitiva y así hablan de seniiniient~ morales,· religiosos, y estéticos, .etc.; - 159 - pèYO éstos confunden el sentimiento con la razón natural. Otros con más propiedad, y siguiendo a S. Tomás, lo consideran como una afección, y asi lo define con exactitud S. Francisco de Sales: afección agradable o desagradable, originada por la percepción de un bien o de un mal. Según lo enseña la experiencia, estas afecciones suelen ser muy delícadas en algunas personas, y en otras mucho menos; asi se dice que hay personas de sentimientos delícados, y otras que son menos sensibles, por ejemplo: cuando se nos refiere algÚn hecho heroico, alguna escena tierna, 'etc., soltmos experimentar cierta afección de admiración, condolencia, gratitud, ternura. agrado, repugnancia, cte. Sígllcse de lo dicho que son locuciones ineXélcto~.: «sentimientos morales, sentimientos estéticos, sentimientos religiosos, sentimientos de justicia," et:., por conocimientos, juicios, opiniones, cte., en estas materias. Las pasiones pueden e:xcitar en nosotros afecciones mas o menos desagradables y ejercer asi, alguna influencia en el sentimiento. ObJeciones.-Algunos que pretenden plaza de filósofos han negado la libertad del hombre: algunos panteistas, porque sostienen que el hombre se identifica con la substancia divina; los materialistas, porque dicen que la actividad del horn .• bre procede de la materia, y ésta obra necesaria-mente; los deterministas, que sostienen que el Itoml?re nace con cièrtas inclinaciones irresistiblês~ - 1'60 - de aquí el absurçio invento del tipo criminal de qùe hablan Lombroso y sus secuaces. Estos disparates son claramente contrarios a la razón y a la -experiencia; y no necesitan refutación espe__ cial. Vea~ mos sínembar~o, algùnas objfciones de los modernos presumidos de sabias: -. Objeción 1.&-En la naturaleza, todas las cosas están sujetas al àeterminismo de lo-sagentes naturales; pero el hombre forma pàrte de esta na·turaleza, luego está sujeto ,al d-eterminismo. RespuesJa. La mayor de este argumento se niega, por que- es falsa, pues afirma universalmente lo que sólo es verdad en algunos casos. Los entes destituídos de vida, están determinados por leyes ctC?nstantes; 100 qui: gozan de vida, no_ están' deltodo sujetos a tal determinismo; asi, en las plantas, según enseña la Botánica, hay ciertos movimientos espontáneos de nutrición, crecimiento, etc. En los brutos se observan movimientos espotá,'lneos más perfectos que en las plantas; y aSi, el .ánimal se dirige a donde quiere, busca el ali.mento Ç1uemás le gusta, cte .. . -. El hombre, en cuanto es cuerpo está sujeto' a los agentes nàturales, por eso siente frjo, calor, ,_está sujeto a la gravedad, etc.; pero el hombre no :es pura mater!a; es animal racional, científicaJ11enteha de considerarse física, fisiolófica y psico~ lógicamente; y siendo racional, sería absurdo que ~~tuviera sujeto aJ determinismo) pues sería ra'" ~hI)al"y 'al mismo~ tiemp(èirraciopal.- y - 161 - Objeción 2,"-La voluntad sigue la razón, y <:omo ésta le presenta, mediante un juicio, el bien convE'niente, la voluntad sigue este juicio, lue~o estéÍ sujeta al determinismo. Respuesta. Esta conSE'cuencia es falsa, porque, si es verdad que la voluntad sigue el juicio práctico, puesto que es potencia racional, se inclina a obtener aquel bien, precisamente porque el hombre lo ha conocido como conveniente; pero esto no prueba que no pu eela ele~ir entre varias medios; y los que presentdn esta objeción, incurren en contradicción apoyandose en las palabras del poeta: «Veo lo mejor, lo apruebo y sigo lo peor." ARTICULO 5,0 Potencia motriz Cu,1ndo hemos conocido algunas cosas, sea por los sentidos, sea por el entendimiento; nos acercamos a ellas para conseguirlas, si las percibimos como convenientes, o de ellas nos apartamos, si las percibimos como inconvenientes; por eso, tanto el hombre como los animales, tienen la f:icultad del movimiento local para buscar lo que es útil, y huir de lo nocivo. La potencia motriz es una facultad orgánica especial. Esta proposición se prueba sencillamente: Por el objeto.-Como se ha probado, las potencias se distinguen por sus operaciones, y éstas 11 - 162 - por 'os objetos s~bre que versan; asi la potencia motriz se conoce por el movimiento local, y este movimien10 lo ejecuta el animal para obtener el objeto que desea: comer, beber, dormir, etc. Seglin lo que nos enseiian la experiencia y la razón, la potencia motriz no es puramente mecánica, pues está ligada, como las demás potencias orgánicas, a los centros cerebrales, y se ejercen espotáneamente. En los brutos está originada por el sentido común y la estimativa, y en el hombre pOt la voluntad; sinembargo, no quiere esto decir que todos los movimientos en el hombre sean voluntarios, porque algunos dependen de la estimativa y del sentido común; como cuando el hombre se mueve sûbitamente para escapar de un peligro; mas, en otros casos, si depende de la voluntad; como cuandJ se dirige hacia un lugar para conseguir una cosa que desea. , En la potencia motriz, según '0 enseña S. Toniás, hay un principio determinante que rige los movimientos locales, como queda dicho, y otro principio pasivo que los ejecutil, y éste es el esqueleto movido por los nervios y los músculos. En el hombre observamos dos especies de movimientos locales: unos puramente espontáneos; como cuando escapa de un peligro, sin dar Jugar a 'a reflexión, o los que ejecuta cuando está completamente distrairio; otros que están sometidos al imperio de la voluntad ; como cuan- -'163 - do Se dirige a un lugar, en busca de lo que apetece, y éstos se llaman voluntarios. Los primeros son regidos por la estimativa y el sentido común; los segundos son imperados, y la voluutad los determina para que la potencia motriz los ejecute. ---- IDEOLOGIA Se llama Ideología la parte de la Antropologia que traIa del origen. naturaleza y valor objetivo de las ideas. La importancia de este tratado es tal que San Agustin no vacila en decir que no puede ser sabio qui'~n EO puede discurrir acertadamente acerca de las ideas universales. N'JTA.-Se ha colocado la Ideologia en este lugar (después de las potencias), porque es complemento al estudio de la inteligencia. Se divide este tratado en dos capitulas:!.'> del orig'en de las ideas universales en el entendin1l€:n1:0 humano; 2.0 de la naturaleza y valor objetivD de las .ideas. CAPITULO I Ori/!en de las ideas E.n este capitulo vamos a averiguJr el mojo. como el hombre adquiere las ideas uaiversales y de qué medios se vale para ello. -- 164 - Ante todo, debe observarse que el hombre tiene conocimientos sensitivos, y otros cononocimientos intelectuales, universales, que no se los dan las facultad~s sensitivas, y éstas son las Ideas universales y abstractas, como consta de lo ex- . plicado añtes. Se trata aqui de las ideas universales adquiridas por el hombre, que no es pura inteligencia separada de la materia; ni es tampoco puro animal, que carezca de facultades espirituales~ sino que es animal racional, y dotado, por tanto, de facultades sensitivas y espirituales; y estas observaciones deben tenerse presentes al explicar esta cuestión. Santo Tomás explica el origen de las ideas en el hombre, teniendo en cuenta los dos elementos esenciales de que se compone, y por eso explica el origen de las ideas, estableciendo como principio general que: "en el hombre, todos los conocimientos principian por los sentidos, y se perfeccional1 en el entendimiento,» y explica la doctrina del siguiente modo: El hombre, al principio de su existencia no tiene conocimientos universales, y apenas comienza a adquirir los conocimientos sensitivos de las cosas más próximas; pero está dotado de una fatultad natural, en cuya virtud, por medio de la abstracción, puede pasar de los conocimientos sensitivos y concretos a la adquisición de los intelectuales y abstractos. Sus facultades cognosciUvas están al principio en potencia, y pasan luégo - 165 - al acto, cuando se le presentan los objetos que ha de conocer. El objeto proporcionado y propio del entendimiento humano es la naturaleza de las cosas materiales, o sea )0 inmaterial existente en las cosas corpóreas, o lo universal qUt~ se hall~ potencialmente en los individuos singulares. La esencia de las cosas no se halla en éstas, consideradas individualmente, como universal y abstraeta, sino como concreta y singular; pero si puede considerarse mediante la abstracción intele'ctual, como común a muchos individuos, y formar asi la idea universal; por ejemplo: por medio de los sentidos conqcemos los varias indivfduos humanos: Pedro, Juan, Diego, etc.; la imaginación se representa estos individuos como una cierta colÙtividad, y el entendimiento, valiéndose de estas imágenes, percibe las cualidades comunes a todos los individuos, y forma el concepto unIversal hombre, o humanidad. Esta doctrina de Santo Tomás y de los escolásticos, explica de un modo perfecto, sencillo y rigurosamente científico, el origen de las ideas en el entendimiento humano. Efectivamentè, el entender del hombre debe corresponder a su naturale7.a; y como el hombre consta de alma y cuerpo, de tal modo que el "alma es la forma del hombre, y por tanto hay en él los conocimientos sensitivos y los intelectuales, y así, ha de conocer valiéndose de unos y otros; esto es lo que ex plica la doctrina escolástica. - 166 - Según esta doctrina, lo universal existe pciencia-I y fundamentalmente en las cosas, en cuanto en éstas se hallan una naturaleza y propiedades <:omunes a muchos indivíduos; y lo universal for.malmente considerado se halla sólo en el entendimiento, pero con fundamento en Jas cosas, y en el entendímiento, como queda explicado, valiéndose de las imágenes de la fantasía, forma el concepto universal representativo de la esencia o naturale-za de las cosas. Según nos enseña la experiencia, el entendimie,nto del hombre procede en el conocimiento de las ideas universales del modo que queda explicado. Además, si los sentidos pueden percl:bir algunas propiedades en los cuerpos, prescindiendo de otras, como la vista percibe el colór de la manzana sin el olor; la imaginaciórt puede hacer varias combinaciones, valiéndose de las imágenes percibidas, y formar representaciones de cosas que no existen en la naturaleza, como Jos centauros, las sirenas, etc.¡ con mayor razón el .entendimlento, que es facultad inmaterial,pue. de percibir la naturaleza o esencia que es común a mucl1as cosas, Y' pOf medio de la abstracción formar el concepto universal. Dedúcese de Jo di,cho que la doctrina de Santo Tomás y de los escolásticos explica de un modo sencillo, exacto y científico, el origen de las ideas en el entendimiento humano. - 167 - Algunos filósofos han formulado otras expli~ -caciones del origen de las ideas universales: los idealistas, siguiendo a Kant, explican el origen de las ideas universales, únicamente por la actividad del alma; y para esto se vale Kant de varias formas qu£: supone existen en el entendimiento y que combinándolas de varias modos, forma las ideas, prescindiendo de los conocimientos sensitivos, y pretende explicar esto por medio de los juicio!; Sintéticos a priori. Según este filósofo, el entendimiento forma juicios analíticos, que son aque\los en que el prèdicado es de la esencia del su~to como: los diámetros de un circulo son iguales; forma también juicios sintéticos y éstos proceden de la experiencia interna, como: los cuerpos pesan. Los primeros los llama a priori, las segundas a posteriori; y \l2.ma juicios sintéticos a priori, a ciertos juicios en que £:1predicado pertenece a la esencia del su· jeto, pero los ha formado no del mismo modo que los analíticos ... Como se ve, este sistema es inepto para ex~ pticar el origen de las ideas universales, pues prescinde por completo de los conocimientos sensitivos, y parte del supuesto falso de que todos los conocimientos proceden exclusivamente dela actividad del alma, lo que es contrario a la razón y a la experiencia. Además, esos supuestos juicios sintéticos a priori de que habla Kant envuet..ven contradicción, puesto que; si son a priori, soil - 168 - analíticos, según el mismo filósofo, y si son sintéticos, son a posterioli; y es absurdo que un juicio sea al mismo tiempo a priori y a posteriori; luego el sistema idealista es inepto para explicar el origen de Jas ideas. Los sensualistas, siguiendo a Condillac, Loke y otros, pretenden que, en el hombre, no hay sino conocimientos sensitivos, y para explicar las ideas universales apelan a la comparación y genera· Jización. Este sistema es falso, porque le niega al hombre los conocimientos intelectuales, que son las más nobles ï los que lo elevan sobre la esfera de los brutos. Además, en vano recurre a la 'comparación y generalización por medio de taculfades sensitivas; pues éstas, como lo dicen .ellos ':mismos. son particulares, concreta's y determinadas a un objeto, y las facultades sensitivas no (son capaces de reflexión ni de comparación, y - no pueden formár conceptos universales; luego este sistema es inepto para explicar el origen de Jas ideás. Los ontologistas sostienen que el hombre conoce directamente a Dios, y que, en el entendi. miento divino, percibe las ideas universales. Este sistema, además de ser una afirmación gratuita, y sin fundamento, es contrario a la razón y la ex.períencia. Los tradicionalistas sostienen que la razón humana es impotente para hallar y áun para de.mostçar la, verdad, y que sólo por tradición pro- - 169 - cedente de una revelación primitiva, según dicen ellos, se nõs trasmiten las verdades, por medio del lenguaje, que fue revelado al primer hombre, y que es imposible que éste lo hallara. Este sistema es falso, porque, por una parte, le niega a la razón humana la aptitud para hallar y demostrar la verdad, y por otra afirma que puede recibirlas de la tradición; lo primero es falso y no ;lducen prueba alguna, y lo segundo es imposible. porque, si la razón es inepta p¥l hallar la verdad también lo será para recibirla de la tradición como tal. La afirmación de ser imposible al hombre la invención del lenguaje es también falsa. Es verdad que Dios le reveló el lenguaje al hombre; ésta es cuestión de hecho; pero de ahí no se deduce que fuera imposible hallarlo, y si Dios se lo reveló, fue para facilitar al hombre su desarr0110; pero, si Dios no lo hubiera revelado, el hombre habrla podido hallarlo, con dificultad si y empleando mucho tiempo; ésta es cuestión de posibilidad. En efecto, dotado el hombre de inteligencia y de órganos aptos para la locución, no es imposible hallar el lenguaje; pues éste no es superior a la inteligencia, ni es otra cosa que la expresión de las ideas por por medio de sonidosarticulados. .- t 70 - CAPITULO Naturaleza y II valor objetivo de las ideas universales Aristóteles, S. Tomás y los escolásticos explican la naturaleza de las ideas universales del modo siguiente: Es preciso distinguir el universal directo dei universal reflejo: el primero es cierta naturaleza común a muchos individuos, como humanidad; .el segl4fldo es el concepto del entendimiento que representa esa misma naturaleza- común a muchos individuos, como el concepto humanidad; y por es~ se define 10 universal: algo uno común a if)uchos. También se distingue el universal en potencia y el universal en acto: el primero se halla en las cosas individuas, en cuanto cada 'una tiene una naturaleza semejante a la de otros indiyiduos; el segundo es el concepto que repre,~senta una naturaleza o una propiedad indiferente para estar en uno o muchos individuos. De lo dicho resulta que el universal se 'halla potencial y fundamentalmtente en las cosas, que -consideradas individualmente, tienen una naturateza y propiedades esenciales que, formal y unívocamente se hallan también en otras. Mas, lo universal, formalmente considerado corno tal, s610 .existe en el entendimiento, pero con fundamento en las cosas. Como se ve. esta doctrina explica sèncilla y cientlficamente la' naturaleza y valor ~jetivo, de las ideA8' universales, pues éstas ex- - 171 - presa n algo uno y que se halla esencialmente en muchas cosas. Es conforme con la natvraleza del 'hombre, cuyos conocimientos, como ya se ha probado, empiezan por los sentidos y se pelieccionan en {~lentendimiento. También es conforme con la naturaleza de la ciencia, porque ésta, según un axioma, versa acerca de las universales ~ pero considerados objetivamente y conocidos por el entendimiento; todo 10 cual se explica sencillamente en la doctrina escolástica, que se acab~ de expone'-; luego esta doctrina es de innegable verdad. Otros filósofos pretenden explicar los universales de modo diferente. ' Los nominalistas, seguidos por los materiatistas ~r sensualistas, pretenden que los universales no SOI' más que meros nombres, a los que nada corresponde. ni en la naturaleza, ni en el entendimiento; pero este sistema, como se ve, es no sólo falso sino absurdo y contrario a la experiencia y a los principios· fundamentales de ta ciencia; pues ésta considera los principios universal,~s como verdades objetivamente evidentes respecto del entendimiento. El conceptualismo, sistema seguido por los idealistas, sostiene que los universales son meros conceptos del entendimiento, a los que nada corresponde en la naturaleza de las cosas. Este sistema es también falso, porque, según él, la ciencia sería meramente subjetiva, y los princi- - 172 ~ pios universales careterian de valor objetivo, lo. que es falso. El realismo, sistema ideado por Platón, sostiene que los universales son- ciertas natural~zas -realmente existentes, como universales, fuera del entendimiento. Este sistema es otro extremo falso; puesto que, si los universales tienen existencia real fuera del entendimiento, son individuos, y por consiguiente no pueden ser universales . • Luego, en conclusión, deducimos que sólo la doctrina seguida por Arlstóteles, S. Tomás y los eSèolásticos, es la única que explica científicamente el valor objetivo de las ideas y de los principios universales. - 173 - PARTE SEGUNDA De el alma humana considerada en si misma Se ha tratado de las potencias del hombre; en esta parte se tratará de su forma substancial, o sea el alma. Se divide esta parte en tres capitulas: 1.0 De la naturaleza del afma. 2.° D,~ su origen. 3.° De su inmortalidad. CAPITULO I De la naturaleza del alma En este capitulo se tratará: 1.0 De la naturaleza del alma humana. 2.° Errores de los fjJÔsofos y respuesta a las objeciones de los materialista!'. ARTICULO 1. 0 Naturaleza del alma Segun lias enseña nuestra propia experiencia, hallamos en el hombre un principio de todas sus operaciones, que permanece idéntico, no obstante que hay en el cuerpo diversos cambios moleculares, como lo enseñan acordes la experiencia y la Fisiología. Vamos a estudiar, en varias proposiciones la naturaleza de ese principio que en nosotros piensa, quiere y siente. El alma es una substancia simple, espiritual, subsistente, incompleta y esencialmente unida - 174 - con el cuerpo como forma substancial del hombre. En las proposiciones"siguentes se comprueba esta. definición: 1.a-EI alma humana es realmentedistinta del cuerpo con el cual está unida .. Se prueba: Según lo demostrado antes, y loque nos ensefta nuestra propia conciencia, el alma es principio de todas las operaciones del hombre; de ella recibe el cuerpo la vida y el movi· miento; pero el principio determinante de estas. operaciones es realmente distinto de ellas y del sujeto sobre que obra; luego se distingue realmente del cuerpo. Además, la conciencia enseña a todo hombre la perfecta identidad del principioque, en nosotros piensa, quiere y siente; comotambién que el cuerpo está sujeto a diversas mutaciones; pero lo que permanece idéntico y lo que cambia, se distinguen realmente; luego el alma se distingue realmente del cuerpo, con el que está unida. Proposición 2.a-EI alma humana es substancia simple. Se prueba: 1.0 Es innegable que experimentamos simultáneamente varias sensaeiones, éomo de caJor y de frío; sí ponemos una malTa en agua caliente y la otra en agua fria, percibimos simultáneamente las dos sensaciones, lo que no podría verificarse sí el alma fuera substancia compuesta; pues una parte percibiría la una y otra la otra; Proposición - 175 - pero no habría un principio que las percibiera ambas simultáneamente. 2.· Es indudable que todo conocimiento. aunque sea sensitivo, es indivisible; pues, si se supone compuesto de partes resultaría que, o una parte percibiría tina parte del conocimiento y la otra otra, o cada parte lo percibe completo. No es posiblf' lo primero. porque no habría un conocimiento único de propiedad alguna; tampoco lo segundo, porque, respecto de aquella parte ocurriría la misma dificultad. Luego, siendo indivisible el conocimiento, lo es también su principio; y ya se demostró que el alma es principio de los conocimiento:;; luego es simple. 3.° La observación y nuestra conciencia nos prueban claramente que, cuando percibimos alguna cosa, aunque sea por los sentidos, si ésta es agradable, o conveniente, nos inclinamos a ella y procuramos obtenerla; pero esto no sería posible, si el alma fuera compuesta, porque una parte tendria la percepción, y otra la inclinación del apetite; pdO ésta supone necesariamente, e: conocimiento, luego el hecho de apetecer lo que percib'mo~, prueba que el alma es simple. No se díga que esta inclinación podría explicarse por unión de las dos partes, porque entonces ocurre la misma dificultad de que. se habló en el argumento anterior. Proposición. 3.a-EI alma humana es substancia espiritual. - 176 - Substancia espiritual es aquella que, en su naturaleza y actividad, es independiente de la materia, y por tanto es subsistente. Sentado esto, pruébase la proposición: 1.0 El sujeto de operaciones espirituales es espiritual; de lo contrario, obraría contra su naturaleza, lo que es imposible; pero el alma humana. ejerce opelaciones espirituales; pues conoce la naturaleza y esencia de los cuerpos, ï los principios universales y abstractos, y además, tiende al bien universal y absoluto, en cuanto lo conoce como conveniente a su naturaleza; que estas operaciones son espirituales se demostró en otro lugar; luego el alma humana es espiritual. 2.° La interpretación ,del lenguaje es también un argumento muy claro. En efecto, las voces jehová, Theos, Alá, Dias, Dier'o, Gad, son palabras distintas y de diferente sonido; y sinembargo representan una misma idea. Si el alma no . fuera espiritual, no podría verificarse esta identidad, y a cada sonido correspondería una representación distinta. 3.° La voluntad, por una parte tiende al bien absoluto, necesario e infinito, y por otra ejerce III dirección y dominio de las facultades orgánicas del horn bre; esto es claro y no necesita demostración; pero esas acciones serían imposibles, "si el alma dependiera de la materia; luego no depende de ella y por tanto, es .espiritual. - 177 - 4.° Por los absurdos que se siguen de la doctrina materialista, porque según ésta, los conocimientos humanos serían sil!lples y compuestos; dotados de unidad y al mismo tiempo multiple~ lo que ·es contradictorio. Cororario.-Siguese de lo dicho que es imposible que la inteligencia resida en la materia. pues la una tiene propiedades contrarias a las de la otra. ProposicIón 4. --El alma humana es sub~.istente por si r:1isma. pero incompleta en el orden de la especie, y determinada por su naturaleza a unirse con el cuerpo como forma suhstancial para constituir el hombre. Se prueba: 1.0 Substancia subsistente es la que, siendo independiente de la makria, es principio adecuado de sus operaci:mes; y como ya se demostró, el alma humana es ; ndependiente de la materia, en su existencia y en cuanto a su inteligencia y a ·su voluntad; también se ha demostrado que es sujeto; de operaciones espirituales, que son entender y querer, luego es subsistente. 2." Como adelante se demostrará, el alma humana no puede perecer con el cuerpo, en la muerte del hombre, y por tanto subsiste en sí misma. 3.° Substancia incompleta en el orden de la especie, es, como se verá en Ontología, la que puede ejercer algunas de sus operaciones; pero d 1% - 178 - no todas las que le son propias; efec ti\ra mente-, el alma puede èjer'cer, separada deÎ cuerpo, las facultades de entender y querer, de las que es sujeto; pero no pueae ejercer las de la vida vegetativaiy sensitiva, porque éstas requieren órganos j luego es incompleta en el orden de la e~pecie. - 4.0 Por lo demostrado hasta aquí, el alma nC} puede ejercer todas las operaciones propias desu naturaleza, sino unida con el cuerpo. Además, el alma sola no es supuesto, nr naturaleza· completa, ni persona, sino en cuanto esté unida con el cuerpo, y por ella se constituye éste en determinada especie; por ella el cuerpo es humano, y por tanto es la forma substancial que unida con el cuerpo, constituye el supuesto racional llamado bombre. Corolflrio.-Se sigue de lo dicho, que el alma difiere. esencialmente del ángel, y como sensitiva, -"dIfiere esehcialmente del alma de los brutos. f ARTíCULO 2. 0 Errores de los filósofos, y respuestas Materialismo.-Los falsos filósofos que siguen este error, enseñan que el alma humana no se distingue esencialmente--.del cuerpo, y pretenden explicar los conocimientos por ciertas corrientes ..termo-dinám;cas. Pero, según queda demostrado, as ahsur"o élttihu.\r él li! materi'l, como tal, los - conocimiento intelectuales. 179 - sensitivos, y más aún, atribuirle los Señsl.lalismo.-Los que siguen este error enset\an que el alma humana es simple, pero esencialmente dependiente del cuerpo; y por tanto, niegan su espiritualidad. Pero como ésta queda demostrada con evidencia; síguese que este sistema es falso y absurdo. Espiritualismo exagerado. -Otros filósofos, siguiendo un camino opuesto, sostienen que el alma es independiente del cuerpo; que adquiere sus conocimientos sin intervención de éste, y que (a esencia del hombre consiste en el pensamiento, o en la facultad de pensar. Por lo demostrado en las proposiciones anteriores, se prueba que este si~tema es igualmente falso .• Objeciones ;-1.& hay en la materia cualidades simples, como la atracciqn, la afinidad, etc., luego de ella también puede dirivarse el pensamiento. Respuesta.-Se niega la consecuencia, como falsa, pues no se deduce legítimamente; el pensamienfo no sólo es simple, sino espiritual, como se demostró. Además, esas cualidades no tienen su razÓn suficiente en la materia, como tal; sino en la forma, que es simple. Objeción 2.a-EI alma se recibe en el cuerpo y sigue las condiciones de éste, principalmente las del cerebro, como lo prueban las perturbaciones mentales que siguen a las lesiones de éste; y par~ce crêcer o disminuír con el cuerpo; todo - 180 - esto prue~a que el alma está esencialmente ligada con el cuerpo y es inseparable de él. Respuesta.- El alma se recibe en el cuerpo, no como lo contenido en el continente, sino como la forma en la materia, para constituir el supuesto y la persona. Es falso que el alma crezca o disminuya con el cuerpo; éste crece, y el alma se perfecciona en el ejercicio de sus facultades. En cùanto a las perturbaciones mentales que se servan en las lesiones cerebrales, de elJas no se deduce que el entendimiento esté en el cerebro, o vinculado a él; sino que alii reside el órgano de la imaginación, de la que necesita el entendimiento como medio para formar las ideas representativas de las cosas materiales; y esto no en túanto es entendimiento, sino por su actual unión con el ctlerpo. Es falso, por otra parte, que el enteridimiento sè debilite o se aniquile con Ja vejez; pues lo contrario prueba la experiencia. según lo observa Aristótéles; luego· esta objección carece de .fundamento. ob- CAPITULO IJ Del origen del alma humana En este capítulo se tratará: 1.0 cuál es el verdadero origen del alma. 2.° cuándo se une el alma con el cuerpo. - 181 - ARTICULO Explicase l. n , el orir:en del alma El hombre cs la más perfecta de las criaturas, en el3rde~ de la naturaleza, como nos lo en'Sellan la experiencia y la razÓn. SegúII enseña Santo Tomás, el origen de un ente debe corresponder a su naturaleza; ésta es una verdad evidente. Dedúœse pues, que el origen del alma no debe buscarse en las cosas inferiores al hombre porque es claro que lo más perfecto no pued~ ser prodt:.cid,) por lo menos perfecto, porque esta es un absurdo. H'~chas esta observaciones analíticas, Sf establece: Proposición J.a-El alma humana es creada inmediatamente por Dios .. " Se prueba: l.' El origen de una substancia, como queda explícado, debe corresponder a su naturaleza; pero segúr. lo demostrado en proposiciones anteriores, el alma es esencialmente espiritual y subsistente; luego no puede ser producida por generación, sino por creación; y ésta es acción exclusiva:nente de Dios. 2." O el alma humana procede de :a suhsrancia divina, pnr emanación; o es engendrada por los padres juntamente con el cuerpo; o es producida por creac:i6n. Lo primero es imposible, porque la substancia divina es absolutamente incomunicable, por ser infinita. Lo segundo es también -- -182 .osible, porqu,e el alma humana es ~spiritual rsubsistente, y no puede ser producida por generación corpórea; Iuego queda lo tercero, esto es: que el alma humàna es creada por Dios. 3.° Según ensefia Melchor Cano, -k! creación del-alma es una verdad que pertenece a la fe católica; y así consta en la Sagrada Escritura, en lo~ Padres y Doctores de la Iglesia. ~ Proposición 2.a -Aunque el alma humana es creada por Dios, con verdad se dice que los hijos son engendrados por sus padres. Prueba.-Los padres engendran el cuerpo de sus hijos, pero esta generación, tiene como término el compuesto de alma y cuerpo; y así, los padres concurren a la formación del supuesto racional llamado Pedro, o Juan. La observación y la experiencia ensenan que los hijos, frecuentemente, heredan las cualidades de sus padres, principalmente las físicas y fisiológicas. Pero no es verdad que este hecho hereditario produzca, como erradamente sostienen algunos autores, determinaciones ineludibles en el individuo; pues el .hombre es esencialmente libre. Por otra parte, la experiencia prueba que el hombre puede corregir sus inclinaciones defectuosas, por medio de la educación y del dominio que la razón ejerce sobre las dem¡is facultades. - 183- ART{~ULO 2.° En qué tiempo se une el alma al cuerpo Como ya se demostró, el alma humana es ereada por Dios, pero es claro que esta creación no puede ser antes de la generaciótr, porque esta preexistencia, es contraria a la razón de la Sabi<luría divina; asl to enseñan Santo Tomá::; yotros. El alma humana es creada por Dios simultáneamente con el acto de la generación. Algunos autores sostienen que el alma humana se infunde en el cuerpo en el momento mis'mo de la generación. Santo Tomás y algunos otros sostienen que el alma raclon"!1 se infunde en et cuerpo al fin de la ~;eneración, y que el embrión sólo tiene al principio una forma vegetativa, mientras se hace materia apta para recibir la forma sensitiva y raciona I; Y que, hacia et fin de ta generación recibe la forma racionat que tiene en si todas las potencias de tas formas anteriores; y ategan, en favor de esta opinión atgunas razones de conveniencia. Ambas opiniones son probabtes. Platón enseñó que et atma det hombre gozaba de felicidad en ta unión con Dios; y luégo, por ,alguna falta, fue condenada a estar aprisionada ~n et cuerpo, hasta que, terminada su expiaci6n vuelva at Cielo. Leibnitz, para explicar, a su modo, là trasmisión del pecado original; dijo que tas almas de todos tos hombres, creadas por Dios- 184 - .ron encerradas en el cuerpo de Adán, y lué~ se· infunden suces!vaínente en el cuerpo de los hombres. Errores como éstos no necesitan refutación. CAPITULO III Inmortalidad del alma Este capitulo se dividirá en tres articulos: LO. inml)rtalidad del alma por su naturaleza; 2.° en relación con un principio extrlnseco; 3.° estado del alma después de la muerte del hombre. ARTIcULO 1.0 Inmortalidad del alua considerada en sí misma Se llama inmortal el ente q'ue permanece en su existencia indefinidamente. De lo demostrado anteriormente se deduce que el alma es simpl,~, espiritual, o sea inmaterial, y subsistente en sí misma. Supuestas estas verdades, se demuestra la siguiente: Proposición:-EI alma humana es inmortal por ~u naturaleza. Se pru€'ba: 1.0 Un ente sólo puede perecer de uno de tres modos: por separaci6r: de las partes de que consta, o por descomposición del sujeto en que se llalla, y del que depende en su existencia, o poi :p ....érdida del:principio vital. Pero .el alma no perecer de ninguno de estos tres modos: no \ .• rimero, porque el alma. no tiene partes en ue PUt.) 185 pueda descomponerse, como ya se demostró; n~ del segundo modo, porque ya se demostró que el alma es subsistente e independiente del cuerpo, en su esencia y naturaleza; tampoco del tercer modo, porque ningún ente puede perecer por sí mismo, sino, por otro principio extrínseco; el alma no subsiste e:l ningún principio extrínseco, sino en sí misma, como ya se demostró. Luego es inmortal. 2.° Por sus operaciones. Las operaciones de que el alma es principio y sujeto, son el entendimiento y la voluntad. Toda causa contiene en sí la perfección de su efecto; pero el entendim·ento y las ideas que él ha formado y percibido, son incorruptibles; el entendimiento, por ser facultad inmat{!rial, las ideas universales, por estar formadas de elementos lógicos necesariamente unidos cntre sí. La voluntad es incorruptible, porque es inmaterial, como ya se demostró; y, además, :luestra conciencia y la experiencia nos enseñan que hay en el hombre un deseo natural, vehemente y sostenido, de una vida interminab!e; y, como observa S. Tomás, los conocimientos y deseos de las facultades inmateriales no pueden carecer de objeto propio. Luego se deduce que el alma, que es causa de todas estas operaciones, es también incorruptible, es decir, inmortal. CJrolario.-De lo demostrado en la proposición anterior, se deduce que el alma, después ,de separada del cuerpo, conserva sus facultades y operélriones propias: esto es, entender y querer; - 186 - porque es evidente que, permaneciendo la substancia, permanecen también sus accidentes pro'pios. Siguese también, que el alma, después d~ la muerte del hombre, conserva la conciencia de -sf, y de sus afec<:iones espirituales, y la memoria -de los conocimientos if!telectuales adquiridos. ARTICULO 2. 0 , Inmortalid¿:d del alma relativamente a un principio extrínseco Esta enunciaciÓn significa que no hay principio -extrínseco alguno que pueda aniquilar. el alma. Este principio "es alguna de las cosas creadas, o es Dios. Ninguna cosa creada puede aniquilar el -alma, porque ésta no depende en su existencia, de ninguña de ellas; pues es evidente que sólo el <Iue ha creado las cosas puede aniquilarIas. Dios tampoco aniquila el alma; pues, aunque -absolutamente t¡enf~poder para aniquilaria, puesto que la ha creado; relativamente no puede hacerlo, porque tal aniquilamiento seria contrario a su bondad y su justicia, lo que se deduce de la pro~ :posición anterior. El aniquilamiento del alma se opone a la sa:biduria de Dios, porque, como se demuestra en las ciencias naturales, los ¡cuerpos se descompo--nen y cambian de forma, pero la materia no se -aniquila; y siendo el alma substancia más perfecta que las materiales, es claro qu~, conservar éstas y aniquíla~ aquélla, sería contrario a la Sabiduría. - 187 - Es contrario a la bondad de Dios.-EI hombre ,conoce el bien infinito y absoluto; a él se inclina por naturaleza, y en cuanto conveniente, desea obtenerlo; pero, si el alma se aniquila, esta inclinación y este deseo dados por Dios, carecerían de objeto, lo que e~ contrario a la bondad y a la santidad de Dios. Se opon,-a la justicia de Dios.-Es contrario a la jus1:icia que la virtud y el vicio tengan igual término; r esta sucedería si el alma se aniquilara. Es tanhién contra la justicia que la virtud no sea recompensada como merece, y que el vicio y el crimen no sean castigados como se debe; pero el aniquilamiento del alma traería necesariamente esta consecuencia. Luego Dios no aniquila el alma humana. Corolcrio.-De lo expuesto se deduce la necesidad y la existencia de la vid.a eterna; pues la observación, la experiencia y la Historia demuestran que, en la vida presente, la virtud no alcanza premio, ni el vicio y el pecado tienen castj~~o; y que aun muchos crímenes horrendos quedan sin castigo por la ineficacia de la justicia humana. Objeciones._La El alma es forma substanc ial del h-ombre; pero así como la materia no puede existir separada de la formél; tampoco ésta separada de la materia; luego el alma humana no es inmortal. - 188 - Respuesta.-LéLs formas materiales no pueden existir separadas de la materia, es verdad; pef(~ .es falso que las formas inmateriales no puedan existir separadas de la materia; y está demostrado que alma es forma inmaterial, () espiritual, y por tanto subsiste:1te; luego puede existir separada de la materia, y es inmortal. Objeción 2.~-EIalma humana, .tomo finita, tiene facultades y {~nergia finitas; pero éstas, con el tiempo y el uso se dismínuyen hasta agotarse; Juego etc. Respuesta. -La energIa y las propiedades de los órganos se agotan, es verdad; pero es falso Que las facultades espirituales se agoten; al contrario, con el US') se perfeccionan, como se ve en los actos del entendimiento; luego el alma humana puede e~istir separada del cuerpo, y es inmortal. Objeción la-En esta vida los buenos gozan çon la satisfaccción que sienten en su conciencia, y con el aplauso de los otros hombres, y los malos sufren el remordimiento de su conciencia, y el castigo que le~i impone el juez; luego no se necesita sanción en la otra vida, al menos eterna. Respuesta.-Es falso que el aplauso d~ los hombres sea recompensa de las buenas obras, y que la sentencia del juez sea castigo de todos Jos pecados y delitc-s. Además, ese aplauso, laR más veces, no es si !'Icero ni justo, y la sentencia dei juez, que' no siempre es justa, no alcanza. - 189 - todos 10:3 delitos y aun muchos enormes quedan sin castigo. El gozo y el remordimiento suponen, preci~amente, \;;. sanción divina; pues, si el justo tiene gozo es porque espera de Dias la recompensa, y si el malo tiene remordimiento es porque teme et castig:o; pero sin la sanción de la otra vida, esc gozo y remordimiento no tienen razÓn de ser; luego e:~ta objeción carece totalmente de fundamento. ARTICULO Estado dl 3.° alma después de la mucrte dl'! hombre El é.lm2. humana, según lo demostrado en los artículCis anteriores, es- una substancia espiritual, subsistente e inmortal; separada, pues, del cuerpo. conseflia su sér y las operaciones de que es sujeto, qlle :;on las de entender y querer. 1.~cgjn S. Tomás, el alma separada del cuerpo, pllede ejercer sus facultades intelectuales de tres m;tdos: valiendose de los conocimientos adquiridos antes y conservados en la memoria intelectiva) o con el auxilio que puede obtener del entendimiento divino, y por la comunicación con los espiritus superiores. Lo primero se deduce de .0 demostrado antes; lo segundo fácilmente se comprende, recordando lo demostrado al tratar del criterio de autoridad divina, y lo tercero también se explica fácilmente, pues, si los hombres' tienen la facultad de comunicarse sus - 190 - ideas; los esplmus puros, que son superioresa' bombre, no pued,en carecer de ella. PerQ este:modo de entender no es el natural 1'- propio ~ alma, y es, por tanto, difícil para ella; puestoque, siendo el alma forma substancial deJ hombre~ su modo natural y propio de entender es el devalerse de las imágenes de la fantasia, como ya se demostró. De lo expuesto se deduce, que el estado det alma separada del cuerpo, es mucho menos perfecto que cuando está unÎda con él; también se deduce que el alma separada del cuerpo, entiende muy. menos p,erfectamente que unida con él. Lo contrario es un error opuesto a la sana Filosoffá, y también a la fe c~tólica, como adelante se explicará. ' 2. El estado del alnia separada del cuerpo -no puede ser permanente sino accidental y transitorio, y por tanto el alma debe unirse de nuevo con el cuerpo y constituir el hombre en un estado permanente; lo que significa que la resurrección de los muertos es al menos, moralmente necesaria por varias razones: _ , El al'ma es forma substancial del hombre, la creatura más perfeda de la creación, en e) orden natura); y seria cOI1trario a )a razÓn del orden, . conservar eternamente una substancia Incompleta, esencialmente determinada a unirse con. el cuerpo para constituír I~ persona humana, y no conservar é$ta. - 191 - El sujeto del mérito y del demérito es la persona humana, y no uno solo de sus componentes; pero el alma sola no es persona, ni es naturaleza completa. Por tanto, para que It felicidad de los justos sea perfecta, se necesita que sean restablecidos en su personalidad. -Lo mismo debe decirse de los que han muerto con deliberada volunt"d de violar la ley de Dias, o sea, en pecado mort:!\. Luego la resurrección de los muertos es hipotética y moralmente necesaria. Y el artículo d{: la fe: ••Creo en la resurrección de los muerte s,. está en armonía con la razón y la c¡enci;,. 3. Así como los justos, que mueren C9n voluntad deiberada de amar a Dios y unirse a El merecen premio eterno; los malvados, que mueren con v·)lur,tad deliberada de ofender a Dios. merecen castigo eterno. Esta eternidad de las penas no se opone a la justicia ni a la bondad de Dios, porque, el que muere en estado de pecado mormortal, conoce c1ara,mente que ofende a Dios, infinitameme poderoso, justo y bueno; y esas penas no s()n, ni pueden ser infinitas, pero deben ser interminables, como se prueba con el siguiente argumento. Las almas de los malvados. o son aniquiladas por f)io~" después de la muerte de aquéllos; o, despJé~ de algún tiempo de pena, son \levados a la gloria con los justos; o permanecen en la pena eterna. Lo primero no es posible, porque - 192'- Dios no obra contra la esenéia y naturaleza de los entes; y, como se demostró, el alma humana es inmortal por Sll naturaleza; además, este anf-quilamiento ~ sería pena, para los malvados, Jaque es opuesto a la justicia. Tampoco es po-sible lo segùndo, porque se opone a la justicia que tenglln un mismo término y gocen de la misma felicidad, les inocentes y virtuosos, y los criminales y malyados. Luego qJ1eda lo tercero, -es dec~r: la pena eterna. El premio y la pena se fundan en la misma razón de justicia; }' de anteriores pruebas se deduce que (os bul'Jlos han de recibir premio eterno, luego los malos hán de recibir castigo eterno; porque, si después de algún tiempo de pena~ fueran reunidos a la felicidad eterna con los buenos, éstos y aquéllos v(~ndrían al mismo término; lo que no puede se~ La gravedad de una ofensa se estima por la dignidad de la pers()na ofendida, y por la peque· fiez y malicia del que ofende; pero el hombre que muere en pecado mortal causa una ofensa de incalculable gravedad a la infinita majestad, y lo que es más, a la bJndad infinita de' Dios; y como las penas, en la otra vida, no pueden ser proporcionadas en in tensidad; deben serIo en duraci6n. Mientras permanezca la culpa, •debe permanecer la, pena; pero la culpa del que muere en ;pecado mortal permanece siempre, porque .., ~~ - 193 - malvado sabe que s610 puede arrepentirse, antes· <le la rrluerle, y, con todo, persiste voluntaria y <leliberadamente en separarse de Dios como Último fin; luego debe perm.;:necer siempre separado de El. Luego existe en la otra vida una pena eterna, para la sanción de la ley divin,a. Hubo entre los antiguos paganos un error al que <taban I~I nombre de metemsicosis, que consistia :en afirmar que el alma humana vagaba por los. astros, o bien, que, después de la muerte del hombre, pasaba a informar el cuerpo de varios animales, sucesivamente. En estos últimos tiempos ha sid(» renovado, con algunas modificaciones, bajo el nombre de palingenesia, por alKunos se<:uaces del panteísmo y del progreso indefinido. Este error, destituído de fundamento, lo afirman gratuitamente; y es muy lIano que, 10 que sin razón gratuitamente se afirma, con razón se niega. Además, es absurdo, porque el individuo ·es, por su naturaleza, incomunicable; así; es imposible qUI~el alma de Luis pase a informar el cuerpo de Tito, pues sería Luis y no sería, al mismo tiempo, y sería Tito y no sería, lo que es contradictorio; con mayor razón, sería absurdo que el alma de un hombre pasara a informar el cuerpo de un bruto. Síguese pues que esta teoría es un Aabsurdo rldiculo, procedente, sin duda, de, Ja ignorancia en materias de Filosofía. - 194 - TERCERA PARTE Naturaleza del hombre El estudio del cuerpo humano y de sus 'elementos anatómicos pedenece a la Fisiologla.-Supuesto este cOl)ocimiento, se trat6 en la primera parte de" la Antropología, de las potencias del hombre y de las oper aciones de esas potencias. Esta f>arte suelen lIamarla, algunos autores Dinamilogfa por tratarse ell ella, de los agentes inmediatosde los movimientos en el hombre. En la segunda parte se trató de la naturaleza y propiedades del alma, y por eso suelen lIamarla Psicologia.4E:n esta I1ltima parte se tratará de la naturaleza del- compuesto que se llama hombre, y se dividirá en tres capitulos: 1.° de .la unión entre el alma. y el ' 'cuerpo; 2." del modo como se explica esta unión;. 3.° efectos que S'e siguen de esta unión. CAPITULO I De la unión entre el alma y el cuerpo Si observamos atentamènte un hombre, nota',ftl1l0S que hay en éf c}erta unidad de naturaleza :,que lo constituye sujeto ae-sus opffrilciQnes y por ~1into es un supueufo, esto es: 'subs~ancia indivi~uâl de.natJ,1raleza com pleta;. y así, con ..eillctitud filosófica decimos por ejemplo: Pedro come, .1nd~ "siente calor; Pedro sabe' Geometría, es honnldo: , :~J(Trlu~ etc. Se h'atad, ell ~ste capi!ulo: 1. Q'e--: . - ... 0 ~ - 195 - la unidad substancial entre el alma y el cuerpo; 2.° exposición y refutación de las opIniones falsas. ARTíCULO 1.0 De la unión substancial entre el alma y el cuerpo La unión, en general, es la.relación de muchas cosas en la unidad de concepto; por ejemplo: la materia y la forma en el animal, o la planta~ los elementos en el compuesto químico, los soldad.os en el batallón, etc. La unión puede ser accidental o substancial.La accidental es aquella en que varios supuestos form.3n una agrupación conservando cada /lno su sér y sus operaciones propias; v. g.: un ejército, un montón de piedras, el jinete y el caballo, etc. La substancial es personal o esencial. Personal es aquolla en qu'e dos naturalezas se juntan en la unidad de persona, como la del Verbo Divino eon la naturaleza. humana. Esencial es aqudla en que dos principios substanclales o dos substancias incompletas, se juntan ·en la unidad dè su. Puesto o persona -~ Naturaleza es el principio intrínseco ù~ 'lUt procede la actividad en el ente ... Persona es la substancia individual de naturaleza racional;'o más brev.: es el supuesto racional. Santo Tomás" y los filósofos ese al ásilC06:, ~sf.• guiendo a ~ri~8, ensenan ql1e- el h()~_ \Hl comp6esto s"'ancial de -alma y cuerp<f,y q~ - t96 - esta unión constituye una sola naturaleza y una sola persona humana. Esta doctrina se demuestra en la tesis siguiente: Proposición.-En el hombre hay una sola na'turaleza y una sola persona constituida por la· unión substancial del alma y el cuerpo. Se prueba en sus dos partes. 1. Parte.-La naturaleza de un ente se conoce por sus potencias y operaciones, puesto que aquélla es el principio determinante de éstas; pero, en el hombre, hay potencias y operaciones que demuestrall-Ia existencia de un principio intrinseco de su actividad; y que el hombre es individuo, sujeto de todas aquellas operaciones, es verdad evidente demostrada por la experiencia. Además, las operaciones siguen la naturaleza del sér, y por tanto, si esas operaciones son comunes a los principios constitutivos del agente, la nafurqleza es· común a' ambos. Mas, en el hombre hay operaciones comunes al almà y al cuerpo. como las dela vida vegetativa y sensitiva, los movimientos del apetito, los movimientos .locales, etc., como ya se demostró; luego hay en el homobre una sola naturaleza, formada por la unión substancial del alma y del cuerpo: . 2.a Parte.-Persona es el supuesto racional. Por lo demostrado arrib¡¡, el hombre es, un sùpuesto dotado de qnidad ~.>,'-~,!Nlleza; ésta se ~onoce por. las potencias y taáoperacjones; y así • .el suj~o ql1e ejerce operaciones raciona1es, es r~ 3 197 \ donal; pero, como se demostró en otra parte, el hombre ejerce operaciones racionales, como son entender y querer; luego es supuesto racional. Es, por tanto una persona compuesta de alma y cuerpo. Todos los hombres guiados por la razón natural, atribuyen las operaciones y todas las afec~ ciones del hombre, sean corpóreas o espirituales, a un sujeto único; y así, nadie dice nunca: mi cuerpo CO'11e, anda, sicnte fria; mi alma piensa, quiere; sino: yo como, ando, siento frio, yo pienso, quiero, etc. Esto ~ismo nos enseña, con toda claridad, nuestra propia conciencia; lo que nos hace comprendN que el hombre tiene percepción clara y distinta de su propia personalidad. Con razón, pues, dice S. Tomás: «Por la unión del alma con el cuerpo, se constituye en el hombre la doble unidad ce naturaleza y de persona.' (3.a q. 2). Corolario. De lo dicho se infiere que estín en un error os que afirman que el cuerpo es un instrumento del alma, pues la materia no tiene razón de instrumento respecto de la forma; y, como se I~xplica adelante, el cuerpo es la materia y el alma la forma substancial del hombre. ARTICL'LO ExposiciÓn y refutación 1. Algunos 2." de las doctrinas falsas filÓsofos sostienen que la unión entre el alma y el cuerpo es accidental, y que el alma no está determinada a unirse substancialmente C&J1el cuerpo. - 198 - Platón, siguiende a Pitágoras, enseñó que el alma habitaba en el cielo, separada del cuerpo; que después, para expiar alguna falta, fue encerrada 'en el cuerpo, y, por tanto, sólo está unIda a él como el motor al móvil, como el artista al instrumento .. Descartés sostiene que la esencia del hombre consiste en el pensamiento, y como éste es propio del alma, sólo ésta constituye la esencia y la persona del hombre. Esta opinión ha sido abrazada por algunos modernos. , Kant ensefió que el yo, o la persona humana, n~ consiste en el alma, sino en la conciencia de sus pensamientos. Rosmini, queriendo armonizar las doctrinas de Descartes y de Kant, dice que el yo, o la persona humana no es el alma sola, ni la conciencia sola, sino el alma en cuanto tiene conciencia de sí. 2. De estas opiniones se deduce lógicamente que ellas suponen en el hombre dos naturalezas y dos supuestos; puesto que, de ellas se sigue que hay en el hombre dos principias distintos de actividad: el cuerpo y el alma; y dos substancias individuales de naturaleza completa. Pero un hombre, Luis, por ejemplo, es un solo individuo, luego " es un solo supuesto; y de las opiniones dichas se sigue que en Luis hay dos sùpuestos, lo que es contradictorio; y es muy llano que toda doctrtna de la cual se deduce un absurdo, e~ absurda. - 199 - Además, la doctrina de Platón ~tá destituída de fundamento; pues se apoya en una afirmación' grafuita, a modo de hecho histórico, que no existe ni ha existido jamás. Descartes dice que la esencia del.hombre es el pensamiento; pero éste es una operación del', entendimiento, y es bien sabido que las operaCÎf)nes supon~n sujeto y esencia, pero no' son el sujeto y la esencia. Lo mismo puede decirse de la .opinión de Kant. En cuanto a Rosmini, debe observarse que, si la persona humana es el alma, sin el cuerpo, habría en un individuo dos supuestos, lo que absurdo. es CAPiTULO Il Del modo como se explica la unión substancial entre el alma y el cuerpo Esta cuestión depende de la anterior, porque para e);plicar el modo como se hace la unión entre el alma y el cuerpo, es preciso saber si está uniÓn es accidental o substancial. En el capítulo anterior se demuestra que, en el hombre, hay una naturale:la y una persona, constituída por la unión substancial del alma con el cuerpo; resta explicar cómo se hace esta un,iÓn. Se divide este capítulo en dos artículos: 1.0 Doctrina de la materia y la' forma. 2.° Exposición y refutación de los falsos sistemas. - 200 .•..... ARTICULO 1.' Se prueba la doctrina de la materia y la forma. : Aristólesi Alberto Magno, S. Tomás, Suárez y muchos escQlásticos ensei'ian que la unión substan~i~lI entre el alma y el cuerpo del hombre, sólo. -S~ explica admitiendo que el alma es forma substancial del cuerpo. _ En todo compuesto substancial se hallan dos principios: uno pasivo, que es la materia, y otro activo, que es la forma. De la materia procede la enensión y las cualidades pasivas; de la forma 'el' sér y la actividad; la forma da, pues, al compuesto el ser, la especie, la unidad y la operación. En el hombre, el ~cuerpó es la materia, y el alma es la forma, que le da al cuerpo el ser tal, el ser animado y el ser humano. Se prueba esta .doctrina en la s.iguiente: • . Proposiciófl.-EI alma racional s~ une al cuerpo como su forma substancial. Materia prima es el sujeto de las mutaciones aubstanciales, y forma substancial es el principio' ;.activo que, unido con la materia, constituye el .~ér corpóreo en determinaàa especie. De esto se ;-trata ampliamente en la Cosmologia. Dadas estas "l:Iefinlcíones, se prueba esta proposición. 1. Se demostró en el capitulo anterior que, en 'el hombre, el alma y el cuerpo se unen substan-cialmente para constituir una naturaleza y una ".¡,>ersona; pero esta unión substancial no puede o - 201 - 'existir sino en cuanto el cuerpo y el alma se unen ,:omo materia y forma; porque, de lo contrario resultarían en el hombre dos naturalezas, pues, como ya se dijo, habria en el hombre dos principios de actividad: uno el cuerpo y otro el alma; y también dos supuestos, pues el cuerpo y el alma serían dos substancias individuas, cada una con su propia naturaleza; pero es abwrdo que en un individuo haya dos supuestos, pues, seríaJl1 individuo y dos simultáneamente; luego el c.uerpo y el alma se unen como materia y forma para constituir el hombre; y, entoces, o el alma recibe del cuerpo su sér y su actividad, o el cuerpo la:; recibe del alma; to primero es imposible porque el alma es espiritual; luego el alma le cOll1uica al cuerpo el sér y la actividad, y es por tanto: su forma substancial. 2. El alma da al cuerpo su especie y S..l sér substancial; luego es su forma. En efecto: El cw:rpo, considerado en Sí,\y haciendo abstracciÓn (ei alma, con la cual puede unirse, es indiferente para recibir cualquier especie, pues la mdtcri¿l por si, es indiferente para cualquier espece dl~ cuerpo; y así, el cuerpo es humano y no de otro animal, o planta, por su Jnión con el alma. El alma, como ya se demostró, es el principio de todas las potencias y operaciones del hombr~; pero este principio es el mismo del sér substancial; pues: «La operación sigue al sér,. -202y «Todo ente obra por el mismo principio por · .el cual es"; luego el alma da aJ cuerpo su es-pecie y su sér substancial; luego es su forma.,. · Siguese, pues, que el alma racional se une al cllerpo como forma substancial. . Esta doctrina ha sido confirmada por la Iglesia: En el Cohcilio de Viena, en tiempo de Clemente V se nalla este Decreto: «Reprobamos • €' como errónea y contraria a la Fe C~tólica, toda doctrina, o proposición que temerariamente soStenga que el alma racional, o intelectiva no es forma del cuerpo humano; y con la aprobación de este .santo concilio, para que la verdad de fe sea conocida de todos, y pat a cerrar la entrada a todos los errores, definimoS: cualquiera que, en lo sucesivo defienda, sostenga o propague pertinazmente que el alma ractonal o intelectiva no es forma del cuerpo humano; sea tenido como' hereje.» Esta definición del concilio de Viena fue confirmada por el Papa León X en el Concilio de Letran, y definió que el aima racional es, por si y esencialmente, la forma del cuerpo humano. Su Santidad Pío IX condenó la doctrina de Gunther, que afirmaba haber en el hombre dos · almas, la una sensitivá y otra in,telectual y dice: «Hemos tenido noticia de' que esos libros son contrarios a la doctrina católica acerca del hombre, que se compone de aJma y cuerpo, pero de su - 203 - modo que el alma es por sí y esencialmente, ver .• dadera e inmediata forma del cuerpo.» De lo expuesto se deduce que el hombre 'se <compone del cuerpo, como materia, y del alma, come única forma substancial; y que, en el hombre, hay lIna sola naturaleza, un solo supuesto y tina sola persona. ARTICULO Exposición y refutación 2.· de los falsos sistemas 1. Los filósofos que sólo admiten unión accidental entre el cuerpo y el alma, han recurrido a varios !iistemas para explicarIa. Son los siguientes: Oosionalismo o sistema de la asistencia, ideado po" Malebranche, que niega que las cosas sean causas eficientes, y que son causas ocasional,:s, y así, ni el alma obra en el cuerpo, ni éste en aquélla; sino que, con ocasiÓn de algún movimicnl0 del alma, Dios produce Ull movimiento en el ulerpo; y con ocasión ne algún movimiento del cuerpo, produce Dios en el alma tin movirnien':o correspondiente. Teoría de la armonía preestabilita, ideado por Leibnitz, que tar1bién niega las acciones mutuJs del alma y del cuerpo; porque ninguna cosa creada, dice. ruede ohr;¡r en otra; y explica los aetas del hombre por cierta arm-onía que resu1tà de que, en cada alma hay -llna serie de movimientos: intelecciones,--volicio- -204ne~ etc., que se suceden unos a otros en virtud' de cierta ley; y en cada cuerpo hay otra serie de' movimientos, que se suceden con la misma regularidad, pórque Olas ha juntado las almas con los cuerpos, según las series correspondien:tes; así, a cada movimiento del alma: intelección, voJición, etc., corresponde un movimiento análogo en el cuerpo, y al contrario, a cada movimien •.. to del cuerpo corresponde otro en el alma. Teoría del mediador plástico. -Según esta teoría, seguida por Leclere, el alma y el cuerpo s610 se unen mediatamente, por una substancia intermedia, que no es corpórea, ni ~spiritual, sino que participa de la naturaleza del cuerpo y del alma. Esta substancia, que llaman plástica, sugiere al alma lo que se verifica en et cuerpo, y ejecuta en éste lo que dispone la mente. Sistema del influjo físico, seguido por LoCke, Newton, Clarke y algllnos modernos. Según éste, el alma y el cuerpo, teniendo cada uno, su propia substancia y actividad propia, se unen ínmediatamente, pues el alma obra en el cuerpo y lo mueve; ,asimismo; el cuerpo, recibidas las impresiones de otros cuerpos, las trasmite por medio de los 'nervios al cerebro; y de este modo se mueve el alma.1 percibir la existencia y propiedades de aquéllos. \ " Seato, seguido por algunos modernos, admite que el alma es forma substancial del cuerpo, y que éste es animado y humano por el alma; pero afi~ - 205 - ma que hay en el cuerpo, como tal, una forma. eS'pedal, que llama forma de corporeiãad; fundá ndose en que. después de la muerte, separada el alma, permaneée el cuerpo. 2. R4utación.- Todos estos sistemas suponen en el hombre dos formas substanciales, es decir: dos principios internos de actividad, o sea dos naturalezas; y, como el cuerpo y el alma, según ellos, son substancias ind ividuas; síguese que, en cada hombre, hay dos supuestos, lo que es imposible; luego envuelven contradicción. , Además, de los sistemas de Malebranche y de Leibnitz, se sigue lógicamente la negación de la libertad del hombre; y también que las leyes morales y civiles, divinas y humanas, serían injustas y ab'5urdas; luego estos sistemas son absurdos y por eso los rechaza la conciencia. La teoría del mediador plástico es también falsa y absurda, pues, en vez de una forma substancial y una naturaleza, supone tres; y, según lo que se ha probado varias veces, esto es absurdo. Además, esa substancîa media es también un absurdo, pues, según la teorra, es inmaterial, o espiritual y también corpórea. Por otra parte, como ya se demostró, el alma no es específica mente completa" y está determi'da, pm S'] naturaleza, a unirse con el cuerpo para constituir el hombre; y como acertadamente. dtçe S. Tomás, las formas superiores pued~n ~()rrunsolo acto lo q\le las inferiores pormu-: -206- . ihos; así las plantas tienen además del sérff!.· iro;. la vida; el animal tiene todo eso y, además ia sensación y el movimiento; y et hombre tienetodo eso y también la racionalidad. Es también falsa la teoría del influjo físico, porque supone en el hombre dos naturalezas. complétas, lo que es falso, como se ha demostrado: de esta teoría se deduce que 'la unión del ahna con el cuerpo es accidental; y ya se demústró que es.substancial y esencial. Con esta. teoría .se hace imposible explicar la unidad de • supuesto y de persona; Yo por último, favorece al materialismo, cuya falsedad se probó en otra' parte. La teoría de Scotoes inadmisible: pues, por úna parteaflrma que el a\ma racional es la forma substancial del hombre, y, por otra afirma que el cuerpo, como tal, tiene su forma; substanCial; y es claro que la segunda afirmación -contradice a la primera. S. Tomás hace el siguiente argumento: «En cada cosa ~ay.un solo sér substancial; pero la forma da et sér a la cosa; luego cada cosa tiene una sola forma substancial. Mas, el alm~ racional es la forma substancial del ;Jmmbre,;' luego es imposible que: en el hom-bre,-haya otra mr_ma substanciai fuera del alma r.achm31" (l.A q. 76). là razón en que se apoya Sco-to, es inexacta, pues, como observa el mismo S. -T'<ltnls,:: «el cuerpo no ês lo mismo unidocog.;d. ~.a~.qqe separado de eHil; asf, cuando eJ'hó:tií---~ - 207 - bt'e mu~re, el cuerpo pierde su forma y adquiere por eso pierde también su nombrè. y no e$ va cuerpo humano sino cadáver.» Esta obser~ vación de S. Tomás se confirma con el testimonio de muchos sabías naturalistas, entre ellos Mr. Pasteur. Estas han observado repetidas veees, que" en el momento de la muerte, el cuerpo todo se c:ubre de hongos microscópicos, empezal)do asi· la descomposición. Esto confirma el aforismo escolást ico: « A la descom posición de un cuerpo sigue la formación de otro." Obéi, y CAPITULO III Consf;cuencias de la unión substancial .•... entre el alma y el cuerpo De la unión substancial entre el alma y el cuerpo, n~sultan, como consecuencias de ella algu· nos fenóme,lOs que es importante conocer. Se estudiará n en dos artículos: 1.0 Influjo mutuo entre el alma y el cuerpo. 2.° Si el alma está en alguna parte del cuerpo. ARTICULO 1.0 Influjo mutuo entre el alma y el cuerpo Se tratará;. 1. del' influjo mutuo e.n general. 2.· del influjo del alma en la vida y las sens:¡~ çlonelij 3. Influjo del cuerpo en el' alma y la in-o . teUgencia; 4. de algunos fenómenos especiales: -2081. Si observamos con atención los actos ·lje l1uestras facultades,· y lo que sucede en otros in.• ":dlviduos, conoceremos que las facultades superiores ejercen cierta influencia en_ las inferiores, y éstas en aquéllas; que el alma ejerce ciertas ,.acciones en el cuerpo y éste en aquélla; asi, la .contemplación demaSiado vehemente de una verpad, el estudio demasiado asiduo suelen producir <alor en la cabeza, y aun pueden causar desarreglos en la digestión y causar enfermedades; un movimiento violento de la voluntad suele causar de9arreglos en el apetito sensitivo; la alegría, la tristeza, el amor,. cuando son demasi~o intensos, puedén llegar causar la muerte. Al contralllo, los -dolpres y las enfermedades, perturban y aun lle-gan a impedir el ejercicio de las. facultades intelectuales y morales, y aun producir la demencia. ~Si buscamos la causa de estos fenómenos, te.niendo presente lo demostrado en los capítulo~ a.nteriores, fácilmente la hallaremos en el hecho ·de que el alma y el cuerpo están substancial y esencialmente unidos en una sola naturaleza y un solo supuesto en una sola persona; y así, pode1110S explicar aquellas acciones por la unidad ".lNb!tanclal del sujeto hombre. Efectívamente: si ~ el homb¡e hay un solo sérsubstancial, común -al alma y ;lI cuerpo, las -operaciones son comuJles a amboS, pues la operación slgûe al sér; ;peto,· según lo demostrado antes, en el hQrJlbre < - 209 - bay un solo sér substancial, común al alma y at . cuerpo; luego las operaciones son comunes. Además, es natural que las facultades residentes l~n un mismo sujeto, o que están radicadas en un mismo principio, influyan unas en otras; y pues el compuesto substancial de alma y cuerpo es el sujeto de todas las facult:¡des sensitivas y vegetativas y el alma es el principio de todas las facultades del hombre; es natural, pues, que influyan unas en otras, recíprocamente; y así se explican acertadamente los fenómenos arriba descritos. ( Mas, si se afirma que la unión entre el alma y el cuerpo es accidental, no, podrían explicarse dichos fenómenos de un modo acertado; porque, siendo dos supuestos, los pensamientos, vDlicioties y afecciones del alma no afectarían intrínsecamente al cuerpo, ni las propiedades y disposiciones internas de éste afectarían intrínsecamente éll alma; y sólo podrían explicarse las acciones {,xternas, pero no las relaciones intimas que se han observado en los actos mencionados. 2. Acción del alma en la vida y en las facultades sensitivas del homb,e.-EI alma racional <:omunica al cuerpo la vida vegetativa y la facultad de sentir. Se prueba esta proposición: El hombre es sér subtancial uno; el principio del sér es también d princi~io de la unidad; pero el ,alma ràcional 14 - '210 - es ~I principio, del sér en el hombte, según' el ,axioina: «Ia forma es la que da el.sér a la cosa-; ,".Jüego el alma racional es el principio de la uni,''da~ en el bombre. Síguese, 'pues. que en el hom~ bre' hay ~na forma substancial, única, que es el alma racional. Segu,t\ argumentan ·Aristóteles y Santo Tomás, ¢n el orden de la naturaleza, la formas superiocontienen virtualmente la perfección ,de las ,infèriores; asi, la forma sensitiva del animal, con. tiene en si la perf~cción de la forma vegetativa; X a~i,por el mismo principio siente y se nutre; "yj)Uesto que la forma humana es, la más perfecta, '.en el orden natural, contiene virtualmente en si tódas las perfeccí~nes de las ,formas inferiores; asi, el hombre, no por una forma es inteligente, y por otra sensible, y por otra viviente; sino que, por una· forma única, ejerce todas estas operaciones. En la práctica, todos los hombres, guiados . por la razón natural. están conformes con .esta verdad, porque todos atribuyen a un principio único todas sus acciones, vegetativas, sensitivas o raciortales; y por la misma razón que dféen: yo coino, siento, dicen también: yo pienso, qui~ro. Las operaciones vegetativas, sensitivas y racionales son distintas, pero no contrarias entre sí; ~fnembargo, como se observó ya" cuan~o alguna de ellas se ejerce cori. demasiada intensidad, fe impi,'''en ~tras; lo que no sucedería si proce- .,r~s - 211 - .m'eran 'de disrintosprincipios formales. Luego se ttéduœ que en el hombre, hay una forma subs'fancial única, que ~ el alma racional, y que ésta comunica al cuerpo la vida y la sensibilidad. AI~unos filósofos, apartándose de la verdad, han recurrido a teorias erróneas para explicar Jas operaciones vitales. Unos, Soiguiendo los errores del materialismo, sostienen que las operaciones vitales proceden de fuerzas físicas y quimicas, comunes a todos los cuerpos, y le dieron el nombre de teoria mecánica. La siguen Descartes, Malebranche yalgunos médicos modernos. Otros las explican por cierta energía superior a la materia, pero procedente de ésta en cuanto es 'orgán ica; por esto le dieron eI nom bre de organ!cismo. Otros, los' vitalistas, sostienen que el princi. pio vital es algo ,simple distinto del cuerpo y del alma racional. Siguieron esta teoria, entre los antiguos, Platón, que parece admitir en el hombre tres almas: vegetativa, sensitiva y racional, y también Plutarco y Galeno; {'ntre los modernos, Bartht:z, Gunther, Baltzer, y Jouffroy. Los dos primeros errores se refutarán en la Cosmologia, donde se probará la imposibilidad de que las operaciones vitales' procedan de la materia; el último queda perfectamente refutadoen las proposiciones anteriores. I - 212 - 3. Influencia del cuerpo en el a/ma.-De Jo que ·se ha demostrado en esta' tercera parte, se deducé c1arament. que todos los hombres son de una. misma naturaleza y de una misma especie,.. puesto 'Que todos son supuestos racionales, compuestos del cuerpo como materia y.del alma racional como forma. Pero existen ciertas diferencias o desigualdades accidentales, unas corpóreas, como el color, la estructura del cuerpo" etc., otras espirituales, como el grado de inteligencia y de bondad natural. Las primeras procedieron, probablemente, como observan algunos naturalistas, de causas extrins~as, como los climas, Jas Jocalidades, las costumbres, el sistema de alimentación, y de vestido, etc., que Jas determinaron en épocas muy remotas y Juégo fueron acentuándose a favor de \ la herencia y de aquellas mismas causas: Las diferencias en grados de inteligencia y de otras aptitudes espirituaJes, se explican por causas ~xtrínsecas e intrínsecas, taJes son, además de las enumeradas: el cuidado o descuido en el desarrollo de Ja inteligencia y' en la educación primera, el estado de salud, etc.; Las intrfnsecas son: Ja mayor o menor perfección de los 6rganos de Jas sentidos; pues, como se explicó en la pri_l mera parte, Jas conocimientos del hombre principian en los sentidos y se perfeccionan en el ~ntendimiento; y así, mientras más perfectos son los órganos de los sentidos, más perfectas son las percepciones de éstc>s, y mientras másJ'C?!:~ - 213 -' fectas SOR las imágenes de la fantasía, más fácílmeftte.se ejerce el acto del entendimiento. De lo expuesto se sigue que -la complexión y las disposkiones del cuerpo influyen indirectamente en las operaciones del alma. 4. Varias !enóme.l1os especia/es.-Estos son: el temperamento, el sue~, los sueños, el sonambulismo, el hipnotismo y la demencia. Ttmperamen..to.--:"L1amafli así cierta disposición fisiológica, en el hombre, procedente del diverso desarrollo de los aparatos orgánicos. Distinguen cuatro prinèipales: sanguíneo, Iiñfático, nervioso y melancÓlico. En el sanguíneo •. el aparato vascular es amplio, las venas grUesas, el corazón fuerte y la circulación rápida; los que se dejan dominar de él son vivos, afables, impetuosos, ligeros e inconstantes. En el linfático, el aparato vascular es menorrJa circulación menos r{¡pida. Los dominados paF .••• son apacibles, mesurados, tardos e inclinados a la p~reza. En el nervioso, este sistema está más desarrollado ql.le el muscular; los dominados por él son viva~ prontos .. sensibles e Iracundos. El llIelanc~. según dicen, -_pare<:e proceder de insuficie~'renovación de la sang:'e, en los pulmones. qt:ii" determina una salud débil; los afectados de él son meditabu mdos, sensibles y tristes. Los defectos procedentes del temperamento pueden çorre!!irse por medio de una educación esmerada, y los maestros deben l - 214 - tenerlos' presentes para aplicar acertadamente el método educativo. El sueño es un estado natural de reposo,c.p~~ a todos los vivientes, y se observa, princip~lmetJtB. en el hombre y en los animales. En él se interrumpen las funciones de r-oIaeión: percepciones de los ~entidos, movimien$-local, etc., y las más veces los actos de la inteligencia y de la voluntad; pero no se interrumpen las funciones de la vida vegetativa. T~ene varias grados d~ intensida~ y así suele llamarse profundo, suave, ligero, etc. Algunas'· veces, especialmente en el sueno suave y ligero, suele ejercerse el acto de inteligencia o algunos muy imperfectos de la voluntad, pero siempre d~ un modo imperfecto e incoherente. , Los sueños son representa~es de la imaginación, .t1lás o menos inc~ntes, que suelen tene'r lugar durante el sueño:" Ordinariamente se refieren a las ocupaciones ordinarias del individuo; las más veces a çosas recientes, pero a~nas también a otras' remotas, y aun futuras. Suelen ejercerse los-actos cie la inteligencia, como sucede cuando ~no ,está preocupado con algún estudio, que interrumpe en el momento de entregarse al sueño. ~ Es ·de notarse que tanto en è\ sueño, como en }QS etls{l~ñoS, no hay estimación del tiempo; esto se explica pues, dur~ el sueno carece el - 215 - in~,ividuo de las perc~pciones reales y sucesivas '<Jue, en la vigilia, lo dan a co.ocer_ Las causas de los suefios son varias; unas son psicológicas, como la acción de alguna pasión vehemente, las preocupaciones, los afectos del sentimiento, etc., otras fisiológicas, como el estado iebril, la acción de ciertos alimentos, etc. Además, en el suefio, los sentidos externos se hallan en • reposo, y como el órgano de la imaginación está en 'el cerebro, puede reproducir muchas imágenes, y también ejerce en ellas la acción del entendimiento y forman algunas ideas. El sonambulismo es un estado particular en el que un individuo- completamente dormido, se levanta y ejecùta muchas operaciones de las que suele hacer en el estado de vigilia. En los sueños, como ya se dijo, las imágenes y las ideas son desordenadas e incoherentes; en el sonambulismo, al contrario, se observa frecuentemente, que están ordenadas y dirigidas hacia un objeto determinado; pero en este estado el individuo está privado del uso de los sentidos y de la libertad. Los sonámbulos suelen ejecutar, en ese estado. acciones complicadas y aun peligrosas, como escribir, argumentar, ensillar un caballo y montar, pasa:: un río nadando, pasar por una viga, por los tejados, cte., y si estando en una posición peligrosa, se les despierta, pueden perder la vida, porque asaltados, entonces, por la sorpresa y el miedo, pierde,n el tino. - 216 - El sonambulismo no es cualidad natural der hombre en estadoCle. completa salud; es un eso.tado patológico, una verdadera ènfermedad cerebral, en .Ia que las representaciones de la imagf~ nación són tan vivas e intensas que, obrando COll' cierto exclusivismo parcial sobre los nervios motores, atenúan un poco la acción de -los nervios sensitivos, permaneciendo la acción normal de Jos nervios mixtos; y determinan aquellos movitniento,s . firmes e inconscientes; y por eso, en la mayor parte de los casos, se nota alguna di., flcultad para despertar a los que se hallan en tal estado. Además de este sonambulismo, que llaman natu~al, hay otro, que llaman artificial, que es producido por un individuo en otro, por medio de ciertas operaciones especiales. El hipnotismo es una especie de sonambulís.mo artificial que un individuo produce en otro por medio de operaciones especiales. Aquí sólo se trata de este fenómeno en lo que se relaciona . .con la Psicología. - tio todos los individuos indistintamente están :sometidos a la acción del hipnotismo; sino sola:mente las personas débiles y nerviosas. Los efectos del hipnotismo son varios: el ;weno del sonambulismo; cierta afección catalép:tica, por la que el paciente puede mantenerse largo tiempo t'n una posición, aunque sea violen.13; et paciente, mientras se halla en este estado ~~l(Jesdnambulismo, obedece ciegamente lo' que et - 217 - agente le manqa; aumento o diminución de la·, sem,ibilidad; la alucinación, por la que el paciente cree sentir frio, calor, etc.; y todos los que se refieren a la excitación del sistema nervioso: curación de enfermedades nerviosas, etc. A estos agregan otros de orden superior, como son: que el paciente hable y escriba en idiomas que no conoce, que diga lo que actualmente sucede en .lugarl~s remotos, o anuncie ciertas cosas futuras. Algunos explican todos I~s fenómenos del hipnotismo por causas naturales, porque en éstas, dicen hay aptitud para producir efectos desconocidos· para el hombre. Otros los atribuyen indistintamente a influjo diabólico. Otros dicen que muchos de esos fenómenos son alucinaciones, o mentir2,s, y otros por la influencia del demonio, y se fundan en que los hipnotisados suelen mentir con mucha frecuencia. Otros, con mas prudencia, los explican así: en el hipnotismo hay algpnog fenómenos que pueden explicarse por causas naturales, tales son: el sueño, el sonambul ismo, el estado cataléptico, la excitación o atenuación de la sensibilidad, la curación de algunas enferaedades nerviosas, y todos los efectos que dependen de una vehemente' excitación de la imaginación y del sistema nervioso, y también que el hipnotisado ejecute inconscientemente lo que le manda o le sugÎl~re el agente; pero solamente mientras se halla el paciente en el estado de sonambulismo; esta se ,explica, porque, aun en el sonambulismb na- ' -lu~al," se ha observado que, en muchas, co~as, : el.sonámbulo obedece ciegamente lo que se' íe m~p'.da. Otros fenómenos del l1ipnotismo son efec~ to~" de aluciQación, como el oír por los ojos, ver pOI las orejas, etc. Por último, aquellos efectos 'rn~,avillosos, como el hablar o escribir el hipnoti~ado en idiomas _que no conoce, decir lo que est4 .sucediendo en lugares remotos, o anunciar . cosas futuras; no pueden explicarse por las causas ,natur~les que alegan" porque tales efectos son ~superiores a ellas, y. por tanto, no pueden expli.ea¡'se~'sino por la intervención de un agente su~~?ë_~joral hombre, que no puede ser otro que el ;,dern.Qnio. ' . Algunos autores afirman que la persona que ;-1la, sido hipnotisada, queda después, por algún ;:ti~PQ, sometida a un impulso irresistible hacia de.terminados actos, y p'uede, al cabo de mucho ti~mpo, ejecutar un acto criminal; pero esta opiniQJ1, no !ólo es evidentemente falsa, sino absur'.eta" e inmoral; puesto que supone que el hombre, eq.su estado normal, carece de libertad de nece.sj~df al¡nenos respecto de algunos de sus actos vqluntarios, y ya se demostró que esto es absurdo; ~"~ serta y no seria' racional, sería hombre y -ri~,~erfa; y es manifiestamente inmoral, pues niega la responsabilidad moral del criminal, rfa·~.ofCce, como es manifiesto, la comisión de los .deli tQs. . Ladementia, o locura, es el estado patológi- - 219 - .co del hombre que carece del uso de la razón; es una enfermedad mental. Puede existir desde el nacimiento, o contraerse por causas adventicias. P:lede ser temporal o perpetuo, según que haya intervalos lúcidos, o no; completa, o incompleta. según que el hombre .rezca total o parcialmen:te del uso de la razón. Las causas remotas de la locura son varias; las afecciones morales repentinas y vehementes. como la noticia imprevista de una gran desgracia; la tristeza repentina y vehemente; los movimientos de ûna pasión violenta. algunas enfermedades, etc. La causa próxima de la locura es siempre una lesión cerebral, según las observaciones de los fisiólogos; en efecto, han observado que los individuos afectados de locllra, desde su nacimiento, tenían el cerebro mal conformado, o de menores proporciones que las normales; y en lus casos de locura adventicia, han observado también, lesior¡es cerebrales más o menos graves. E\ta opinión es muy racional; en efecto: la inteligencia, como- facultad espiritual, no puede ser afectada directamente por causas sensibles; pero el uso de la razÓn depende indirectamente ele los sentidos y principalmente de la imaginadón y de la memoria sensitiva, cuyos órganos residen directamente en el cerebro; y, pOT tanto. las lesiones de éste pueden excitar perturbaciones más o menos intensas en estas dos facultades y producir la demencia. -220ARTICULO 2.0 Presencia del alma en el cuerpo . , Se llama presencia el acto <!e estar una subs~cia en otra. Es de dos modos: circunscriptiva ~l:definjtiva; la primera es \1 acto de estar un ~ëuerpo en otro por razón de substancia y de can,;tidad; por lo mismo, ocupa un lugar determinado; ;~ta es propia sólo de los cuerpos. La definitiva '.~ act~ de estar ùna substancia simple en otra .. cia, sólo por la razón formal de substancia; ~o~:~upa' lugar la substancia presente, yes, por Í: s610 propia de las substancias simples y =._õ,."._.,.. ¡~jrltuales. ¡Y'" Como ya se demostró, el alma humana es l~bsiancia simple, y espiritual, o inmaterial, y lta,tnbién que es forma substancial del hombre; aq!.l~ sé deduce que su presencia en el cÜerpo les definItiva y no circunsçriptiva. Aristóteles, S. los más notables filósofos enseñan que fèí',:al~a humana está, según su esencia, eOt todo 'jêt cuerpo. y en cada una de sus partes. En la :jSiguiente prqposición se prueba la verdad de esta .C.- , tê lTomás y ~trina. ' llroposición.-EI alma humana se halla, según :Su: esencia, en todo el cuerpo y en cada una de r:"" ~ ~artes. Se prueba del modo siguiente: está en todas las partes ~:J. materia que informa, porque la razón for~~f de fa . subt~ncia del cuerpo es idéntica: en :;:~ La forma substancial - 221 - todas sus pàrtes; por ejemplo: la raz.ón de la substancia agua es la la misma en una gota y en toda el agua contenida en el vaso; y en .una partícula hay la misma substanda plata, que en toda la moneda, lo que sólo se explica parquet' la forma constituye inmediatamente todas las partes en determinado espacio de cuerpo; y está demostrado que el alma racional es la forma. substancial del cuerpo humano. Además, todo sér está donde obra inmediatamente, y el alma obra inmediatamente en todas las partes del cuerpo; puesto que les da el sér, la especie, la vida, el movimiento y la sensibilidad. Luego se deduce que el alma humana, por' la razón formal de forma substancial, se halta en todas las partes del cuerpo. Las potencias sensitivas requieren, -por .SUa puesto, órganos especiales, según el objeto de cada una; y por esta razón residen exclusivamente. I~n los órganos correspondientes a sus objetos y operaciones; así, la potencia visiva reside sólo. '~n los ojos, la auditiva en los oídos, y asi de las demás. La inteligencia y la voluntad, pUt:sto que son potencias espirituales, no requieren para sus actos órgano alguno, y por lo mismo, no residen en ningún órgano. Sinembargo, el vulgar enten-. der suele colocar el pensamiento en el cerebro' y los n~ovimientos voluntarios en el corazón; pero no es porque la inteligencia y la voluntad neœsiten ó(••; --222 -. gatjo para sus actos; sino porqù'e el entendimiento,. para- fõrmar los conceptos universales,' necd-ita ".afètse de las imágenes de la fantasia, conserva~frdáS¡'por lai mémoria sensitiva, y los órganos' de1lfttas dos facullades estánen el cerebro; y tamÍtibién porque la voluntad puede ser movida indi-, ~ctamèntepor las pasiones que, probablemente '!tHiden en el corazón, como se explicó en otra p;lrte. { - ;;Algunos filósofos, que- sólo admiten la unión, "itèidentalëntre el cuerpo y el, alma, suponen que %ta reside en alguna parte principal del cuerpo, :ylfque, por inedia de ésta· muéve y rige todas ¡1as"'deh1ás. Así, Platón suporte que el alma del i1iOrribre reside en la cabeza; los Estoicos pretenden que reside 'en el corazón; Descartes, MaleiJbrànche y los discípulos de éstos, suponen que ~se!fiillla en el cerebro. :r'Pero todas estas opiniones son erróneas; pues •.. por,una parte, se ha demostrado que la unión ~tre el alma y el cuerpo es substancial y ;esen"cial, y que et alma racional es la forma s'ú'bstancial del hombre; y por otra, aquella parte' que ~tuJ1onen ser la residencia det alma, es extensa, Y :por lo mismo tiene partes; y supuesta la' unión "aCCidental, no sería posible explicar acertadamente :la ,'unidad substancial del 'hombre, ni el .irtflujo 'iTiùtuo del alma y del cuerpo. Luego' talesopi¡ 1Jlônes' son' erróneas, destitiJidâs· deftindamento"~trtfflco, Y,· por' tanto' S'ándet c todo imlté'ptables_ I INDICE Pags. Carta o o ••• o •••• Nociones preliminares. o o •• , 5 ••••••••••••••• o • o •• o o o 7 •••••••• LOGICA Nociones preliminares o o o 13 ••••••• CRITERIOLOOlA Capitulo I.·-Nociones de verdad-Certeza y Evidencia Art. 1.0 Noción y división de la verdad Art. 2.0 Noción y divisiones de la certeza Art. 3.° De la evidencia ..... ' ... Capitulo n.-Criterios de certeza .. Ar1. 1." Criterio de los sentidos externos .. Art. 2." Criterio de la inteligencia An. 3:' Criterio de la conciencia .......• Art. 4.' Criterio de la memoria Art. 5." Criterio de la razón deductlva. '. Art. 6." Criterio de la razón inductiva Art. 7.' Criterio de autoridad humana Art. 8.' Criterio de autoridad divina Art. 9.° Reducción de los criterios al último criterio _...• Capitulo Ill.-Del escepticismo .........•. Art. 1. Escepticismo universal Art. 2. Escepticismo particular ........• o ••••• o'. o •••••••• o o o o O" o o o ••• •• • 14 14 16 t8 19 20 22 22 23 24 25 27 31 32 32 34 35 15 -226DlAi.EèTlèA Pág. Capitulo l.-De las ide-as, .... '" ..... , .. Art. 1.0 De las ideas en si mismas. '." Art. 2°. De la expresión de las ideas por • medio de los términos Art. 3.° De la definición Art. 4.0 De la división .-_ Capitulo n.-Del juicio , Art. 1.0 Del juicio, como acto del entendimiento , , • Art. 2.° De la expresi'ón del juicio en patabras o sea de la proposición Capitulo UL-Del raciocinio Art. l°. Del raciocinio en ,general,-y del fundamento en que se apoya ... Art. 2.° Reglas del silogismo-(Explicadón de esta regias-figuras-Regias de las figuras-Modos de) silogismo-Otras especies de silogismo, Art. 3.° Del silogismo considerado en su materia, osea dela demostración ... Art. ~.° De la argur.!lent~ciónBofística.. , . 38 36· 45 49 52 54 55 56 5767 69 82 85 METODOLOOJA CapftuJo l.-De.! principio del método..... ' 90 €apítulo n.~Del proceso que se debe seguir en la investigad~n de la verdad ••.•_9~. Art. 1.. Reglas gener~les del método .••... '::f~;, - 227 Pág. Art. 2.° Del verdadero método científico .. Art. 3.° De los varios métodos estable· cidos por los filósofos Capítqfo m.-Del fin del método o sea la ciencia _ _ " " _ Art. 1.0 Noción y distinèión general de la ciencia ...................• Art. 2.° Del principio en que debe fundarse la distinción y clasificación de las ciencias _ Art. 3.° Aplicaciones especiales del m~ lodo a las ciencias _ 94 98 100 100 101 103 ANTROPOLOGIA Nociones preliminares _. _.,. " 105 PRIMERA PARTE De las potencias del hombre ..... _.. _..... Capítulo L-De las potencias en general. .. Arf. L" De las potencias del hombre en orden a la esencia del alma ..... Arf. 2. De las potencias consideradas en si Art. 3." De las potencias del hombre en orden a sus operaciones Capítulo 1I.-De las potencias en particular .. An. 1." De la potencia vegetativa Art. 2.' Potencia sensitiva Art. 3.' Potencia intelectiva .......•...• Art. 4:' Potencia apetitiva Art. 5.' Potencia motriz 0 106 106 107 111 114 118 118 122 134 146 161 - 228 - IDEOLOGIA Capitulo I.-Origen de las ideas . Capitulo n.-Naturaleza y valor objetivo de las ideas universales . 163 170 PA~TE SEGUNDA De) alma humana considerada en si misma.• 173 Capitulo l.-De la naturaleza del alma 175 Art. l.. Naturaleza del alma ~. 173 Art. 2.· Errores de los filósofos, y res· puestas 178 Capitulo n.-Del origen de) alma humana 180 Art. 2.· Explicase el origen del alma 181 Art. 2.· En qué tiempo se une' el alma al cuerpo 183 Capítulo 1II.-Inmortalidad del alma 184 Art. 1.. Inmortalidad del alma considerada en 51 misma 184 . Art. 2.· Inmortalidad del alma relativamente a un principio extrlnseco .. 186 Art. 3.· Estado del alma después de la muerte del hombre 189 TERCERA PARTE Naturaleza del Capitulo. I.~De cuerpo Art. l.. De alma hombre la unión entre el alma y el , la unión substancial entre. el y el ,Cuerpo•.••. h •••••• ·H' 194 194 ¡gs. - 229 Pág. Art. 2,· Exposición y refutación de las doctrinas falsas _ . 197 Capitulo H.-Del modo como se ·explica la unión substancial entre el alma y el cuerpo 195 Art. l,· Se prueba la doctrina de la ma·· teria y la forma _ '" 200 Art. 2.° Exposición y refutación de los falsos sistemas .. _.. _ . 203 Capitulo III.-Consecuencias de la unión substancial entre el alma y el cuerpo ... 207 Art. 1.0 Influjo mutuo entre el alma y el cuerpo ' , . 207 220 Art. 2,° Presencia del alma en el cuerpo ..