salv21 No hay salvación sin amor

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Sin amor, no eres salvo
Jn 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo,
que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
La salvación es una expresión del amor de Dios
para nosotros. No debe caer como extraño que
uno no puede ser salvo sin entender este amor
divino hacia a nosotros. Si no entiendes que el
motivo PORQUE Dios nos salva es porque Dios
es amor (en Su esencia o Ser), y la salvación es
una expresión de su esencia, de su carácter
moral. Dios no quiere que nada más seamos
salvos, pero que entendemos la salvación divina,
y cómo opera adentro de Dios.
2Ts 2:8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a
quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y
destruirá con el resplandor de su venida; 9 inicuo cuyo
advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder
y señales y prodigios mentirosos, 10 y con todo
engaño de iniquidad para los que se pierden, por
cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser
salvos. 11 Por esto Dios les envía un poder
engañoso, para que crean la mentira, 12 a fin de que
sean condenados todos los que no creyeron a la
verdad, sino que se complacieron en la injusticia.
Mientras el carácter de Satanás está arraigado en
el aborrecer, hurtar, dañar, y matar, el carácter de
Dios está arraigado en el amor. La competencia
para “nosotros” entre los dos gira alrededor sobre
la verdad (Dios nos ama) y la mentira (Satanás
dice que Dios nos aborrece, nos manipula, etc).
Salvación entonces es de recibir la verdad del
amor de Dios de tal forma que sea parte de
nuestro carácter también.
¿Qué es el amor?
“Mi sacrificio para tu bien”
El amor es muy simplemente una decisión1 de la
voluntad en que uno quiere a la otra persona,
1
El verbo amar ocurre 9 veces (Sal 31:23,
Amós 5:15; Zac. 8:19; Mat 5:44; Luc. 6:27, 35; Ef
5:25; Col. 3:19; 1Pedro 2:17) en la forma imperativo
(mandamiento) entonces no es una emoción, o no es
sacrificando su propia vida, bienes, intereses,
deseos, etcétera, para efectuar el bien para la
otra persona. Observamos que el amor no es
solamente una emoción, sin una actividad de la
voluntad, alma, y espíritu de uno. Juan luego
califica este amor (1Jn 4:10), que no es que
amamos a Dios para que seamos salvos
(recibimos beneficio propio), sino que Dios nos
amó sin la necesidad pero aun se sacrificó a su
propio Hijo para salvarnos. Ef. 5:2 Y andad en
amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a
símismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en
olor fragante. (Fil. 3:7-8; 1Jn 3:16-18) Este
interés y actividad in favor del otro es la mera
definición de Dios, “Dios es amor” (1Jn 4:8), y “el
amor es de Dios” (1Jn 4:7). Es lo que le gusta a
Dios. La salvación depende en reconocer y
entender este amor como Dios lo define, y luego
aceptando la obra magna del amor divino, el
sacrificio de Jesucristo en la cruz por nuestros
pecados. “De aceptar” significa de incorporar esta
misma calidad moral en nuestras vidas,
practicándola siempre en nuestras vidas
cotidianas.
1 Corintios 13:4-7 define lo que es el amor.
Amor es sufrido (paciencia si límite), es benigno
(de ser útil, benevolente, pro activo y beneficial
hacia a uno). No tiene envidia (es satisfecho, sin
celos, rencor), no es jactancioso (exaltando a sí
mismo, sino concentrando en el otro). No se
envanece (no es hipócrita, diciendo que quiere
bien para el otro y a la verdad haciendo maldad).
No hace nada indebido (causando afrenta o
vergüenza). No busca lo suyo (todo dar Hechos
20:35, sino condicionar el recibir antes de
conceder el dar), no se irrita (se controla sus
emociones, y no se enoja fácilmente). No se goza
solamente una emoción, y definitivamente no es afuera
de nuestro control. Unos quejan que no pueden amar a
sus parejas, pero Dios nos manda a amar
(mandamiento) a nuestros enemigos (Mat 5:44; Luc.
6:27, 35). Es una decisión de la voluntad, no lo que
sientes. Tu mente y voluntad dice a tu corazón a qué va
a amar, no visa versa.
de la injusticia sino en la justicia (lo correcto). El
amor no es fingido, conformándose y tomando la
forma más conveniente para conseguir lo que
quiere.
La salvación en un concepto
Deu. 6:4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová
uno es. 5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu
corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Mat. 22:36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento
en la ley? 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios
con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu
mente. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu
prójimo como a ti mismo.
Dios hace la salvación en un solo concepto, el
amor. Uno agarra este concepto, entonces
comprende y abraza la salvación, y es salvo. El
amor es el sacrificio de sí mismo para el beneficio
del otro, ni modo como te trata el otro. ¿Qué
hemos hecho bien para merecer el amor de
Dios? La lista de que hemos hecho mal es
extensa, y ninguna cosa positiva en nosotros se
aparece para exigir a Dios que “DEBE” salvarnos.
Dios nos salva porque quien es Él, no que somos.
Así tienes que entender que Jesús murió en la
cruz para ti, pero también este amor es la mera
esencia, carácter moral de Dios, y es algo que
uno no puede recibir o gozar en ninguna forma
sin hacerlo parte de tu vida, saturando hasta lo
más profundo del alma y vida esta esencia de
Dios.
El amor es de perderse el “yo”
Juan 3:30 Es necesario que él crezca, pero que yo
mengüe.
Tal vez la razón porque Dios premia tan alto el
amor es que se pierda la vida de uno invirtiéndola
en las vidas de otros. Esto es en el carácter moral
de Dios, quien hizo el universo, y provee para sus
criaturas. La Biblia presenta Satanás con el
carácter ego-céntrico, donde su beneficio y
ganancia, su placer y voluntad, son lo más
importante para él. La arrogancia, la soberbia, la
avaricia, y muchos otros pecados giran alrededor
de esta misma exaltación de sí mismo. La marca
de un gran ser es la falta de ser arrogante, pero
que es noble, beneficiando a todos los demás.
Nobleza se marca porque no necesita exaltarse
(ya es exaltado por su carácter), y es una
persona pequeña espiritualmente hablando, no es
una persona que vive buscando a otros de
alabarle cuando no merece nada más
condenación. O sea, personas indebidas de
alabanza son los quienes ni hacen buenas obras
ni son buenas, y estas más quieren la alabanza.
El Sacrificio es la Evidencia del Amor
En 1Juan 4:7, dice declara, “todo aquel que ama,
es nacido de Dios.” La salvación viene
directamente de recibir el amor de Dios (el
sacrificio de Jesús en la cruz por ti), y uno no es
salvo sin hacer este amor parte de tu vida. Ahora
el amor es nada si no tiene muestra, o evidencia,
de su existencia e intensidad. Dios sacrificó a su
Hijo, ¿Qué sacrificas tú para Dios? Dios no
necesita nada, entonces se hace difícil nuestro
lado de la ecuación. Jesús nos ayudó con una
parábola.
Mat. 25:40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto
os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
41 Entonces dirá también a los de la izquierda:
Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado
para el diablo y sus ángeles. 45 Entonces les
responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto
no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco
a mí lo hicisteis. 46 E irán éstos al castigo eterno, y los
justos a la vida eterna.
Porque no podamos dar nada a Dios (que tiene
todo, y todo lo que tenemos nosotros Él nos lo
dio), entonces Dios exija que demostramos
nuestro amor por Dios en cuanto a como
tratamos a nuestros prójimos, y especialmente a
hermanos en Cristo (como si ellos fueron Cristo
mismo con necesidad).
1Jn. 4:11 Amados, si Dios nos ha amado así,
debemos también nosotros amarnos unos a otros.
12 Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos
a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha
perfeccionado en nosotros. 20 Si alguno dice: Yo amo
a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues
el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo
puede amar a Dios a quien no ha visto? 21 Y nosotros
tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios,
ame también a su hermano.
Amor en la familia
Ef 3:17 para que habite Cristo por la fe en vuestros
corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en
amor,
Si Dios quiere que aprendamos del amor,
entonces nos hace situaciones y estructuras
donde podemos ejercer este amor. Primero sobre
todo es la pareja. La reproducción de la raza
humana es por medio de parejas, en que el amor
es una base principal. Otra vez no es emoción
solamente o primeramente, sino es una actividad
espiritual en obedecer a Dios (Ef. 5:25 maridos a
sus esposas; Tito 2:3-4 esposas a sus maridos)
antes de nada. Después de esto, también a la
mayor parte de estas parejas, Dios les concede
hijos, donde naturalmente los padres aman a sus
hijos (Tito 2:4). La familia es una estructura
divina donde Dios nos impuso como un taller de
práctica del amor. Cuando un marido o esposa no
puede amar a su pareja, o entre familia, un
hermano o hermana no puede amar a su
hermano, indica la gran falta de la obra de Dios
en ellos.
No hay salvación
sin amor
Por David Cox
[salv21] v1 ©2012 www.davidcox.com.mx/folletos
Se puede fotocopiar e imprimir libremente este folleto
1Jn 4:7 Amados, amémonos unos a otros; porque el
amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de
Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha
conocido a Dios; porque Dios es amor.
Juan nos declara que según Dios, cada cristiano
verdadero ama. El que ama es “nacido de Dios” y
el que no ama, no ha conocido a Dios como su
Salvador. Es interesante y raro de pensar que el
amor es un requisito para la salvación, pero
aparentemente, lo es. Necesitamos entender qué
es el amor, y cómo el amor se integra a nuestra
salvación. Necesitamos identificar los aparatos
que Dios ha puesto en nuestras vidas para crear,
crecer, profundizar, enderezar, y aumentar
nuestro amor.
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