La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 1 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 2 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 3 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 4 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 5 L·A· F · A· C · C · I·Ó · N · C · A· N · Í· B· A· L Historia del Vandalismo Ilustrado Servando Rocha La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 6 :: PRIMERA EDICIÓN: Septiembre, 2012. :: CONTACTO CON LA EDITORIAL: Calle Montera 34, 5º,3ª, 28013, Madrid, España. [email protected] www.lafelguera.net *Si deseas contactar con el autor, puedes hacerlo escribiendo a la dirección de la Editorial o a través de su web oficial: www.servandorocha.com :: Cubierta: Ignacio Fernández. :: Ilustración de la cubierta: Retrato perteneciente a la ficha policial de Myra Hindley. ISBN: 978-84-937467-7-3 Depósito Legal: M-30480-2012 :: Imprime: Kadmos. Impreso en España. El contenido de esta obra puede ser distribuido, copiado y comunicado libremente, siempre y cuando su uso no sea comercial. Se prohibe la obra derivada. Para cualquier otro uso o finalidad, se requerirá expresa autorización de la editorial. La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 7 Índice Nota Preliminar: Contraseñas 19 Introducción 21 LIBRO PRIMERO: TERROR, SIEMPRE FUE TERROR 1. Los hombres que solo aparecían al caer la noche 27 Johanna Southcott y el final de los tiempos - Nuestro hombre y la turba de Gordon - William Blake - Las bandas - Un espantoso cambio - Swedenborg, el profeta - Blake y las Puertas de la Muerte Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº1: El viejo tocadiscos de Andreas Baader 39 London is burning - El tedio es como un zoom despiadado - The great rock and roll swindle - Nobody - La Nación de la Mugre Inglaterra ensangrentada - Burke, el ruido y la furia - Conoce tus derechos Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº2: Bailando en las calles 48 Moby Dick - Disturbios que son bailes - Dancing in the streets Un jesuita disfrazado 2. Burke y los jacobinos 59 ¿Por qué Burke? - Los aeronautas de Francia - La libertad demoníaca - Puños americanos Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº3: La casa en llamas 64 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 8 Swell Maps - Joseph Priestley - Agit prop - La multitud porcina Lord George Gordon, el rabino protestante 3. La llegada del Terror 73 Los agentes franceses están por todas partes - Indagación: la fuente del horror - Terror y terrorismo Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº4: Las ejecuciones son tan bellas… 76 Un catálogo de fenómenos bellos y sublimes - El horror bello 4. La horrible vista agrada 83 Las raíces de lo sublime - Ese raro bienestar - Andy Warhol y el espectáculo de los accidentes de coche Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº5: El criminal es el artista 89 Thomas De Quincey y Sobre el asesinato considerado como una de las bellas artes - Una defensa del asesinato como experiencia estética - El veneno de una avispa - Simpatía por el crimen - 1789 y el héroe moderno - Richard Hell - ¡Esto no es rock and roll! ¡Esto es un genocidio! - Sex Pistols - Oliver Twist Manifest - El año de los libros catastróficos - Era una jodida granada - Charles Dickens - Despojos subculturales 5. La Facción Caníbal 103 La llegada de la Revolución - Preparando el asalto - La toma de La Bastilla - Launay y los métodos de muerte - Septiembrizados - La Facción Caníbal entra en acción - Robespierre - La decapitación de Feraud - El Club de la Turba - Burke y el miedo caníbal - Vampiros Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº6: Nosotros, los caníbales 122 Dadá y el Manifiesto Caníbal - Queremos la revolución caníbal - La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 9 La antropofagia que vino de Brasil - André Breton y el festín caníbal Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº7: El cadáver de Elvis 128 X-Ray Spex - Mark Chapman - La metáfora caníbal y Elvis Presley - Sid Vicious devorado 6. Una conjura literaria 133 Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº8: Los Vengadores 133 Reglas para aquellos que deben ocultarse - Marat el vengador Sociedades secretas - Frankenstein - El Club Jacobino Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº9: Un puñado de asesinatos ejemplares 141 Mensaje en una botella - El crimen real no tiene glamour Quincey y las Sociedades de Amigos del Crimen - John Williams, maestro del asesinato - Prehistoria del terrorismo: la secta de Los Asesinos - Lacenaire Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº10: El final de los tiempos 152 Rolling Stones, sus satánicas majestades - Jan Zizka - Milenarismo - La Diosa Razón 7. El Club del Fuego Infernal 159 El Club del Fuego Infernal - Orígenes del hooligan - Los Mohocks - La llegada de las bandas - el duque de Wharton - Sir Francis Dashwood 8. Los nuevos higienistas 171 Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº11: Enamorado de Jacques Derrida 171 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 10 Palabras para un funeral - El terrorismo: método de salud pública - Scritti Politti - 1789 y los nuevos higienistas - París - Una proximidad enloquecedora - Un perfume llamado “Guillotina” Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº12: Un buen método 181 La masacre de La Vendée - El final de Robespierre - Regenerar higienizando - 1793 - La Santa Guillotina LIBRO SEGUNDO: EL SIGLO DE LA MUERTE 1. Siguiendo la pista de Majorana 195 Una misteriosa desaparición - Alemania, 1933 - La sombra de Hiroshima Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº13: Un hallazgo envenenado 201 Little boy - Van por mal camino 2. La guerra como higiene del mundo 211 Mussolini y la construcción de un nuevo ser humano - ¿Dónde diablos está Majorana? - La higienización jacobina - Marinetti y la guerra bella Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº14: Jabón y Fuego 219 La guerra era sublime - El club de la lucha - Higienizar e higienizarse - Los ingleses y la piromanía - Un rayo invisible 3. Los bohemios armados 227 Lo siniestro y lo bello - Hitler y sus bohemios armados - Fin de los misterios - Goebbels y su sublime responsabilidad La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 11 LIBRO TERCERO: ARTE, TERROR Y CRIMEN 1. Jack el Destripador o Sobre el asesinato considerado como una de las bellas artes 237 Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº15: “Construya usted mismo una situación sin porvenir” 238 Like A MotherFuckers - Richard Hell y Robert Desnos - La Liga de los Mendigos - Joseph Vacher, “el Destripador francés” - La expulsión de Desnos - Fantômas - Sueño con Jack - Landru Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº16: El Abismo 250 Whitechapel - Burke y Hare - Renwick Williams - Jack y la psicogeografía - Somos asesinos Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº17: Un falso Santa Claus 260 King Mob - Jack el Nudista - Christie lives! - El crimen es la más alta expresión de sensibilidad Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº18: La Calle de la Desolación 263 2. La vanguardia y el terror 269 2.1. Dadá y el lanzallamas: un trabajo negativo y destructivo por hacer 269 Obsesión por Jack - Peter Kürten - Zúrich y el Cabaret Voltaire Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº19: Barrer, limpiar 276 Ernst Jünger - Selfcleptomane - Los hombres de 1914 no eran demasiado sensibles La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 12 Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº20: Las Leyes del Terror 280 Los surrealistas y la dictadura - Dadá y el Terror 2.2. Surrealismo, terror y crimen 287 El rifle de Mesens y la escopeta de Kim Gordon - ¿Que importan las víctimas si el gesto es bello? - El suicidio no es la solución Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº21: Los terroristas delicados 291 Camus, Breton y El hombre rebelde - George Bataille y Sade Surrealismo y crimen Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº22: Las hermanas Papin 296 Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº23: Germaine Berton 304 Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº24: Violette Nozière 312 2.3. Saint-Just in a black leather jacket: aquellos jacobinos de la rive gauche 317 Letrismo y terrorismo literario - Jugando a toda costa - Joven y hermoso - Saint-Just - Vagabundeando - Los situacionistas y el “arcángel del terror” - La filosofía del cowboy Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº25: Joven y hermoso 328 3. 1789, terrorismo pop y la gran estafa del rock and roll 345 Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº26: El maldito tiempo 346 Destruyendo los relojes - McLaren ¡no pierdas el tiempo! - Oxford Street Film - Let it Rock - El Increíble Hulk - Détournement Terrorismo chic La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 13 Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº27: La muerte no es el fin 357 1888 - 1988 - La muerte no es el fin 4. ¿Quién usa una rueda para aplastar a una mariposa? 367 5. Dios salve a Myra Hindley 375 6. Lluvia, mugre y cuero negro 389 El accionismo vienés - El erotismo de la crueldad - La Nueva Izquierda y el Terror - Charles Manson, el último héroe - COUM Transmissions y el escándalo del ICA - Crime Escenas para una Historia del Vandalismo Ilustrado Escena nº28: Helter Skelter 393 7. Todo se vuelve sangre, excepto la jukebox 407 Tarántula - Una sencilla peluca para Jack el Destripador - Shake, Rattle and Roll - La tos del diablo Mapas Caníbales 415 Epílogo 423 Un viaje a Londres - La tumba de Blake - Un curioso hallazgo El “árbol de Tyburn” - La mirada de McLaren y el violador de Cambridge - Radicales chic - Una Historia del Vandalismo Ilustrado - El regreso de la Facción Caníbal *Apéndice 437 *Banda sonora 495 *Agradecimientos 497 *Index 499 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 14 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 15 Servando Rocha LA FACCIÓN CANÍBAL HISTORIA DEL VANDALISMO ILUSTRADO LA FELGUERA | EDITORES COLECCIÓN MEMORIAS DEL SUBSUELO La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 16 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 17 Vandalismo. 1. m. Devastación propia de los antiguos vándalos. 2. m. Espíritu de destrucción que no respeta cosa alguna, sagrada ni profana. Diccionario de la lengua española. Real Academia Española, 21ª edición. Espasa Calpe. 2001. “Es una muchacha recia y con un rostro que llama la atención; nariz recta y delicada, labios finos y curvados, mandíbula fuerte, ojos azules. En general casi puede decirse que es una belleza. Los de la generación victoriana la hubieran admirado”. Maurice Richardson, del periódico The Observer, describiendo a la asesina Myra Hindley. La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 18 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 19 NOTA PRELIMINAR: CONTRASEÑAS DURANTE GRAN PARTE DE SU VIDA Walter Benjamin trabajó en La obra de los pasajes, un titánico e inconcluso proyecto en torno a París. No se fijó en los grandes personajes y lugares de la ciudad, sino en sus ruinas, construyendo una historia de París a partir de rebeliones pasadas, relatos acerca de tipos pintorescos o locos, asesinatos, encuentros azarosos, citas o antiguas pintadas. Durante sus frecuentes paseos sintió como si sus casas no estuvieran hechas para ser habitadas sino para contemplarlas y pasearse entre ellas. Pero lo que más le interesó fueron los numerosos pasajes que, como testigos de otro tiempo, sobrevivían en diversos puntos de la ciudad. Al atravesarlos, el paseante podía ir de un punto a otro, de una época pasada a otra posterior y de un concreto momento emocional a otro distinto. Benjamin escribió centenares de páginas. Se sentía pletórico: había dado con un método. El trabajo de Benjamin en torno a París tenía que ver con la navegación, donde “los barcos son desviados por el polo norte magnético”. Su objetivo no era otro que encontrar ese “polo magnético”, pero para lograrlo primero debía perderse: “Aquello que para los otros son desviaciones, para mí son los datos que determinan mi curso”, confesó. Cada época sueña con la siguiente. Nada desaparece. La figura del escritor, tal y como hasta el momento la hemos entendido, ha muerto. Es el paseante y solo él quien posee la capacidad para narrar su viaje. 19 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 20 Walter Benjamin en la Biblioteca Nacional de París (1939). Gisele Freund. La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 21 INTRODUCCIÓN -Hace ya algún tiempo que tengo la sensación de que tanto novelistas como terroristas se encuentran inmersos en un juego de habilidad. -Interesante. ¿En qué sentido? -Lo que ganan los últimos, lo pierden los primeros. El grado de influencia que logran sobre la conciencia de las masas depende de nuestra decadencia como modeladores del pensamiento y la sensibilidad. El peligro que representan equivale a nuestro propio fracaso a la hora de resultar peligrosos. -Y cuanto más claramente vemos el terror, tanto menor impacto nos produce el arte. Don DeLillo, Mao II. Hamburgo, 17 de septiembre de 2001. El célebre compositor alemán Stockhausen está ofreciendo una rueda de prensa ante una concurrida audiencia. Ha pasado justo una semana del atentado terrorista contra las Torres Gemelas de Nueva York. De pronto, uno de los periodistas le pregunta sus impresiones acerca del terrible suceso. Stockhausen, posiblemente sin ser consciente del escándalo que estaba a punto de producir, comienza a hablar: “Lo que ocurrió allí fue la mayor obra de arte que jamás haya existido. Que unos espíri21 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 22 tus hayan conseguido realizar, en un solo acto, algo con lo que en la música ni siquiera podemos soñar; que unas personas ensayen como locos durante diez años, totalmente fanatizados, para dar un solo concierto y morir luego, es la mayor obra de arte del universo”. Alguien contiene la respiración, para seguidamente hacer correr a toda velocidad su lápiz por la superficie de la libreta de notas. A la mañana siguiente las declaraciones del compositor aparecen recogidas en grandes titulares. Poco después, Stockhausen se vio obligado a precisar sus comentarios: “Es un crimen, por supuesto que lo sabéis, porque las personas que han muerto no estaban de acuerdo. Ellos no venían a ese concierto, desde luego. Y tampoco nadie les había advertido que podían ser asesinados durante su transcurso”. Sin embargo, ya era tarde. Varios de sus conciertos fueron suspendidos e incluso su hija, pianista, declaró que jamás tocaría bajo el apellido de su padre. Hay quien cuenta una curiosa historia. Mientras las gigantescas moles de hormigón se venían abajo, se encontraban reunidos varios arquitectos de prestigio. Inmediatamente, alguien encendió la televisión. Los rostros de los arquitectos, al presenciar aquel colosal derrumbe, no reflejaban pavor: estaban completamente fascinados. Toda fascinación conlleva necesariamente una parte de deleite. Muchos artistas sueñan con alcanzar ese efecto en el espectador, pero el terror es capaz de lograrlo en un abrir y cerrar de ojos. Stockhausen no fue el único que realizó una interpretación estética del atentado. El filósofo Jean Baudrillard tampoco dudó en afirmar que “se piense lo que se piense de su cualidad estética, las Torres Gemelas fueron una performance absoluta, y su destrucción fue también una performance absoluta”. Al elevar aquel brutal atentado a la categoría de arte, lo que Stockhausen vino a señalar fue, precisamente, que lo demoníaco, deforme y horroroso puede ser al mismo tiempo bello. Sus polémicas declaraciones recogían una determinada tradición en torno al arte, el crimen y el terror, que se remontaba casi trescientos años atrás, justamente en los años que precedieron a la Revolución Francesa, por lo que, de alguna manera, lo que hizo fue ponerle nombre a esa estética del asesinato en pleno siglo XXI. Pero lo mejor será que empecemos por el principio… 22 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 23 LIBRO PRIMERO TERROR, SIEMPRE FUE TERROR La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 24 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 25 “La barricada de Saint-Antoine era el tumulto de los truenos; la barricada del Temple era el silencio. Entre ambos reductos existía la diferencia de lo formidable y de lo siniestro. Una semejaba unas fauces, la otra, una máscara. Admitiendo que la gigantesca y tenebrosa insurrección de junio hubiese estado compuesta de una cólera y de un enigma, se notaba al dragón en la primera barricada y, detrás de la segunda, a la esfinge”. Victor Hugo, Los miserables. La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 26 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 27 CAPÍTULO 1. LOS HOMBRES QUE SOLO APARECÍAN AL CAER LA NOCHE EN AQUEL TIEMPO, Johanna Southcott, una criada casi analfabeta, entregaba a sus seguidores un sello especial que, aseguraba, les garantizaría un lugar a la derecha del Padre. Un profeta había dicho que cuando aquella mujer cumpliera veinticinco años, la ciudad de Londres sería destruida por la ira de Dios. En 1793, mientras en Francia se declaraba el Terror, Johanna dijo tener sueños premonitorios. En uno de estos, afirmó haber visto descender de los cielos a unos hombres montados a caballo y ya en la tierra comenzar una cruenta batalla. Estaba convencida de que los formidables sucesos de Francia eran el anuncio del segundo advenimiento del Mesías y de la llegada del anticristo. Hay quien afirma que incluso auguró malas cosechas y que predijo el fallecimiento de un obispo en Exeter. El final de los tiempos estaba cerca. Johanna Southcott y su libro de las profecías. 27 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 28 *** NUESTRO HOMBRE está intentando protegerse de una turba formada por miles de personas, mayoritariamente chusma venida de los peores barrios de Londres y de las afueras de la ciudad. Son tipos sin miedo alguno, rufianes, gente acostumbrada a la carestía y al hambre a los que Lord George Gordon, aristócrata escocés y flamante Presidente de la Asociación Protestante de Inglaterra, ha dado alas. Gordon es el apóstol de una masa de improvisados partisanos, muchos de ellos chavales con poco más de quince años. Saquean y matan, pero también ríen, mientras avanzan imparables bajo una pancarta que reza “No al papismo”, devastando a su paso iglesias y puestos de policía. Están muy cerca; puede verlos calle abajo como si se tratase de un desordenado ejército de desharrapados, gritando y exhibiendo todo tipo de atroces instrumentos de muerte y tortura, toscos objetos reconvertidos en punzantes armas homicidas. Las distancias se reducen. Una zancada les lleva hasta la otra punta de la ciudad, mientras se cruzan con grupos de personas cubiertas de mugre a los que saludan y con los que intercambian mensajes. Alguien ha congelado esta imagen. Te fijas en algo aparentemente sin importancia: un rostro anónimo, utensilios de cocina doblados que sirven tanto para rozar una pared como para amenazar a un transeúnte, o aquel humo negro que se vislumbra a lo lejos, en lo alto de aquella torre. Multitudes. En cada movimiento intentas descubrir algo cercano y también tuyo. Las escenas de guerra y odio se suceden. El gesto de agacharse y golpear un pavimento que no resiste, la desolación del paisaje urbano tras cruzar Theobalds Road hasta Drake Street, los últimos vistazos en dirección a la calle por parte de unos asustados moradores que no dormirán esta noche ni tampoco la siguiente. Entonces, los alborotadores desfilaban con sus rostros descubiertos. Los escasos carruajes avanzan por la ciudad a gran velocidad. En su interior hay tipos apesadumbrados que huyen del Parlamento, o católicos que ocultan su atuendo. Tu único pensamiento válido -un alivio momentáneo, el comienzo de un plan para restablecer el orden y luego ajusticiar a los culpables- es ver 28 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 29 en toda esta locura la mano negra de agentes franceses o americanos, que habrían armado a la multitud y mezclado entre los manifestantes a decenas de provocadores. Como un gesto automático, tuerces la cabeza en dirección al cielo, puedes sentir el fuerte olor de los incendios, el papel quemado de bibliotecas y archivos -deben desaparecer los nombres y las anotaciones de impuestos, las condenas y los antecedentes, porque todo crimen aspira a ser perfecto- junto a la estructura de madera de una residencia privada. Las capillas de Sardinia y Bavaria son saqueadas y sus archivos esparcidos por la calle. Los soldados han desaparecido -muchos desertan y un par de cañones han sido robados a la altura de Newgate- y los guardias abandonan sus puestos de vigilancia, sonriendo con disimulo al paso de las bandas callejeras. Son objetivos muchas veces improvisados, aunque hay quien dice que circulan pequeñas listas con direcciones de monasterios y casas de católicos. En Westminster, poco tiempo antes Gordon inicia su intervención dirigiéndose al Primer Ministro: “Lord North, te llama la turba…”. Cerca de allí, el poeta William Blake camina por Great Queen Street. Sin duda, ha elegido el peor de los días para ir a visitar el pequeño taller de su antiguo maestro Basire. En su camino se encuentra con decenas de personas que van y vienen en busca de algo impreciso. De pronto, ya no estamos ante el hombre sino frente al poeta. Y entonces… sueña: “Camino por todas las calles con fuero / junto al lugar donde fluyen los privilegios del Támesis / y observo en todas las caras que veo / signos de debilidad, signos de congoja / En cada lamento de cada hombre / en el grito de miedo de cada niño / en cada voz, en cada pregón / escucho los grilletes forjados por el pensamiento / Cómo en el lamento del deshollinador / desmaya cada Iglesia oscurecida / y el suspiro del soldado desdichado / corre como sangre cayendo de los muros de Palacio”. No se siente un solo hombre, ahora se cree parte de un ente colectivo, una pieza más de ese rugido caótico producido por cientos de rostros ennegrecidos dispuestos a lo que sea. Blake se suma a aquel dialecto extraño, de frases incompletas y de felicidad, pensando que tal vez este es el lugar donde todo parece empezar. “En los abismos del infierno, un espantoso cambio amenazó a la Tierra”, dirá varios años después. Londres ha adquirido la apariencia de un rompecabezas. Las calles ya no son calles, sino laberintos en los que una mala elección te puede conducir a la peor de las muertes. Blake avanza 29 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 30 en primera fila junto a la muchedumbre empapándose de sus consignas, mientras toman el edificio que alberga la prisión de Newgate. Una vez reducidos los guardias, grupos de alborotadores suben hasta el tejado. Sus dos pisos de altura facilitan su rápida destrucción. Al abrirse las puertas, una hilera desordenada de personas anónimas se funde en abrazos y vítores con los asaltantes. Algunos se unen a ellos, pero otros corren hasta desaparecer entre las callejuelas. Las llamas ya están haciendo su trabajo. Newgate es un edificio vencido. Tres años después, alguien volverá a colocar piedra sobre piedra y las ideas propuestas por el arquitecto Jacques Blondel convertirán la prisión en un ejemplo de lo que él mismo denominó “arquitectura terrible”. Su amenazante aspecto exterior, sin casi ventanas y con cadenas talladas en su entrada, cumplirá una doble función: persuadir de escapar a sus confinados y aterrorizar a los transeúntes. El incendio de Newgate. En 1780 William Blake tenía veintidós años y aunque gozaba ya de cierto nombre en el ambiente artístico, era más conocido por su personalidad explosiva y sus opiniones provocadoras. Había finalizado su aprendizaje como grabador y escasos meses antes lograba ingresar en la Real Academia Inglesa. Aque30 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 31 llos sucesos, en su opinión, eran el primer episodio de una Revelación Divina que debía desembocar en el Juicio Final y el Apocalipsis. Uno de sus poemas más conocidos, El matrimonio del cielo y el infierno, escrito al calor de la Revolución Francesa, es un texto premonitorio: “Nubes hambrientas vagan en las profundidades […]. Ahora la reptante sierpe camina con tímida humildad. Y el hombre justo se enfurece en los bosques por los que vaga el León”. Su obra está salpicada de esta experiencia. El guardián de Albión era, en realidad, la imagen que Blake atribuía al rey Jorge III y los ángeles representaban a sus partidarios. Las láminas de su poema América, una profecía, aunque pueda parecer que hablan de la revolución americana -auténtica fuente de inspiración para los revolucionarios ingleses- en realidad reflejan sus recuerdos durante los días en que Londres fue sacudida por los airados hijos de Inglaterra. Blake saludaba a esos tiempos salvajes, a ese “recién nacido terror”. La Revolución era, por otro lado, una revolución esperada y deseada por gente como Blake. La Revolución simbolizaba a “Rintrah”, que en la mitología de Blake representaba la cólera profética. Y muy posiblemente, la última vez que Blake pudo ver el rostro “humano” de “Rintrah” fue mientras marchaba junto a la muchedumbre y observaba las enormes llamas destruyendo la prisión de Newgate. A esta época pertenecen los grabados Alegre día y La danza de Albión. Albión, dirá Blake, había por fin bailado “la danza de la muerte eterna”. Meses después de los disturbios de Gordon, fue detenido acusado de trabajar para el enemigo como espía a sueldo de Francia mientras realizaba, junto a varios amigos, esbozos al natural de la flota inglesa, la cual se preparaba para partir hacia las colonias americanas. Tras permanecer arrestado varias horas, fue puesto en libertad gracias a las presiones de la Real Academia. A raíz de esta experiencia escribió varios versos como los contenidos en Canción de guerra de un hombre inglés, que luego recogió en Esbozos poéticos: “¡Los ángeles de la muerte se aprestan en los cielos que ya descienden! […]. ¡Preparaos soldados, nuestra causa es la causa del cielo!”. El incendio de Newgate fue solo un instante de una panorámica más amplia. Vista a lo lejos, Londres se venía abajo (“¡Nunca, hasta anoche, había visto Londres y Southwark en llamas!”, exclamó un asustado católico, que más tarde comparó aquellos disturbios con el inmenso incendio que azotó Londres 31 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 32 en 1666 y que destruyó casi por completo el centro de la ciudad). Grandes columnas de humo se levantaban en distintos barrios de la ciudad, sirviendo de advertencia de lo que sucedía en sus calles. El primer día los soldados, armados con bayonetas, lograron detener a trece hombres que fueron conducidos hasta la prisión de Newgate. En las calles ya se veían a miembros de la mítica Queen’s Light Dragoons, una fuerza especial del ejército creada un siglo antes durante la revolución americana. Decenas de bandas procedentes de las afueras, que semanas antes habían ido reclutando voluntarios entre los campesinos, se repartían por la ciudad. Muchos habían venido desde muy lejos, desde aldeas remotas gobernadas por terratenientes (el antiguo señor feudal había desaparecido desde hacía ya tiempo). Todos ellos eran trabajadores sin tierra, nuevos habitantes de la vieja aldea medieval, gente sin derechos políticos a los que solo les quedaba la revuelta y la violencia para hacerse escuchar. El fuego de Gordon conservaba el eco de un pasado no muy lejano. Los más viejos aún podían recordar cómo en 1746, tanto en Sunderland como en Liverpool, las capillas católicas habían sido derribadas. Esta forma de protesta se presentaba como religiosa, pero planteaba problemas mayores. De alguna manera, los alborotadores deseaban, aunque solo fuese momentáneamente, ajustar las cuentas con los ricos. La escasez de alimentos o la subida de los precios casi siempre provocaban las protestas más grandes y por esta razón las autoridades de Londres eran muy precavidas a la hora de asegurarse de que los mercados estuviesen bien surtidos o de que se respetasen los precios de los alimentos. Lo sucedido en el pasado, presentado como una “revuelta del hambre”, mantenía a las fuerzas del orden expectantes ante el primer atisbo de conflicto. Otras veces, los altercados se producían como consecuencia del espíritu xenófobo hacia los irlandeses, que con frecuencia eran contratados por salarios muy inferiores al de los ingleses. Los viejos héroes se invocaban en los numerosos clubs repartidos por la geografía de Londres, como la Robin Hood Society, donde pagando seis peniques se podía hablar del tema que se quisiera durante cinco minutos. El periódico reaccionario Gentleman´s Magazine advertía de que “si la legislatura no se apresura a usar algún método eficaz para suprimir el actual espíritu de revuelta que se ha tornado general en las capas inferiores de la población… no habrá protección contra la turba dedicada al pillaje… ¡La turba debe ser derrotada!”. Las bandas al frente de los disturbios estaban 32 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 33 dirigidas por gente conocida en sus barrios y pueblos, generalmente tenderos, artesanos o pequeños comerciantes, como Thomas Chaplin, un maestro cochero que durante la revuelta se encargó de recaudar dinero para la turba. El carisma, una mezcla de empatía e intereses comunes, les hacía ser respetados como la única autoridad real. Dirigían a las bandas y las bandas obedecían. HAY QUIEN DICE que la participación de Blake en la destrucción de Newgate surgió casi por casualidad al encontrarse de frente con la muchedumbre que ya marchaba dispuesta a asaltar la prisión. O puede que no, quizás todo formase parte de un “plan”; un “plan” que tomaba forma poco a poco y cuyo significado total entonces Blake ignoraba, porque en el fondo, en lo más secreto de sí mismo, en sus versos, entre ese amasijo de maldad y abyección, de trascendencia y lírica de guerra, ya habitaba lo que las huestes de Gordon depararían. El “espantoso cambio” estaba en marcha: el Gran Salto Adelante, primero la Revolución Americana y luego la Francesa. Y también las multitudes, como aquellas que incendiaron Newgate,y que parecían no estar en Londres, sino lejos de allí, en América, porque “la guerra comenzó en América. Todos sus horrores siniestros pasaron ante mis ojos atravesando el Atlántico hasta Francia. Entonces comenzó la Revolución Francesa entre espesos nubarrones”. A través de estos nubarrones los ojos de Blake pueden ver más allá, mucho más allá de los gruesos muros de Newgate convertidos ahora en escombros, mucho más allá de las fronteras inglesas y del viejo imperio. Blake está viendo el rostro de París y de los futuros jacobinos, entonces reunidos en círculos literarios, sin que nadie pudiera sospechar lo que iba a suceder en poco menos de una década. Concretamente, nueve años después. Durante los llamados “disturbios de Gordon” -los mayores en la historia de Inglaterra- se destruyeron más de un centenar de viviendas pertenecientes a la aristocracia y la iglesia, además de media docena de prisiones, que ardieron por completo siendo sus presos liberados. El Banco de Inglaterra tampoco se libró de la destrucción. La estampa urbana era sinónimo de horror y caos. 33 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 34 Varios cuerpos colgados frente a Temple Bar. Una fiesta improvisada en el London Bridge. Bibliotecas quemadas. Almacenes vacíos. Todo es de todos. Muchos manifestantes cayeron por las balas del ejército. También hubo bajas entre los soldados. En total se contaron más de doscientos muertos. Otros tantos centenares de participantes fueron detenidos y veinticinco de ellos colgados como escarnio para el resto. Alguien dijo que las imitaciones siempre son malas (ya saben, con frecuencia los fans emulan a sus ídolos, radicalizando torpemente ese mensaje heredado y, como Marx dijo, un buen día “conjuran temerosos los espíritus del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas, sus valores”). Y allí están ellos; esos, en palabras de nuestro hombre, “elementos inferiores, artesanos que ejercían profesiones subalternas y oficios mecánicos”, invocando la destrucción del tiempo, del dinero y del poder de la Iglesia. En 1801 Johanna Southcott publicó, costeado por ella misma, un panfleto con sus profecías que no tardó en captar adeptos por todo el país. Al año siguiente, un grupo de adinerados simpatizantes la llevó a Londres, alquilando una capilla para que pudiera difundir el mensaje del final de los tiempos. Muy pronto se hizo increíblemente famosa y sus fieles se contaron por millares. Sin embargo, en 1814 sus seguidores empezaron a disminuir. Entonces, mediante un magistral golpe de efecto, anunció encontrarse embarazada y que aquel hijo sería Shiloh, el Hijo de Dios. Johanna tenía 64 años. A pesar de ello, la vidente mostraba todos los signos de embarazo y de los veintiún médicos que la vieron, diecisiete confirmaron la noticia. No nació ningún niño y su salud empezó a deteriorarse. Falleció dos meses después de la fecha en que se esperaba el parto divino. La autopsia que se le practicó no reveló ningún signo de haber estado embarazada. A finales del siglo XIX aún quedaba un puñado de fieles que seguían esperando un nuevo advenimiento. La propia Johanna, aunque sin éxito, intentó atraer a Blake hasta su secta. No era, ni mucho menos, la única iluminada de la ciudad de Londres que estaba metida de lleno en una creciente fiebre apocalíptica. El pensamiento de Blake se movía entre las filas del protestantismo radical y en toda una tradición que se remontaba a varios siglos antes, con los anabaptistas, la Hermandad del Espíritu Libre, los famosos Diggers y los Ran34 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 35 ters, entre tantos otros. Todo tipo de sectas y grupos, calificados por sus contemporáneos como herejes, pretendían realizar el reino de Dios en la tierra, una nueva Jerusalén. “No dejará mi mente de luchar ni dormirá la espada entre mis manos hasta que fundemos Jerusalén sobre la verde tierra inglesa”, rezaba el poema de Blake De Milton (1804). Aquel primitivo anarquismo mesiánico y comunitario fue también el de Blake. Había muchos héroes a los que seguir, y el alemán Jakob Boheme, uno de ellos, ejerció en Blake una enorme influencia. A los dieciocho años Jakob anunció haber tenido una visión que había durado una semana entera. Aseguró haber vivido durante aquel tiempo “rodeado de la divina luz”. Aquellas visiones, que continuaron en el tiempo, fueron recogidas en su obra Aurora. Debido a la persecución a la que fue sometido por parte del poder católico, se vio obligado a difundir sus panfletos de forma clandestina gracias a pequeñas imprentas y a redes secretas de simpatizantes con su causa. En 1624 Jakob falleció, pero para entonces ya contaba con una gran legión de seguidores. La oposición de Blake a la Iglesia Católica, al Estado y al poder de los hombres, se fundaba en estos movimientos protestantes, pero también en tipos como Joaquín De Fiore. El pensamiento de De Fiore, llamado también a ser un profeta, dividía la historia en tres etapas. La primera, la “edad del Padre”, era la época anterior al cristianismo; la segunda, la “edad del Hijo”, era el mundo cristiano; la tercera y última sería la del “Espíritu Santo”. Así pues, la Iglesia (considerada como la ramera de Babilonia y su papa el anticristo) sería barrida de la faz de la tierra y sustituída por una Iglesia del Espíritu sobre la base de la igualdad. De Fiore afirmó que la era cristiana había terminado en torno a 1260 con la llegada del anticristo, porque la edad utópica estaba por llegar. Pero aquellas experiencias pertenecían al siglo pasado. Blake, entre la multitud de sectas, se fijó en un hombre al que no llegó a conocer en vida y cuyos seguidores eran bastante célebres. Se trataba de Emanuel Swedenborg. En aquella época, los swedenborgianos gozaban de una gran fama y veían en Swedenborg al auténtico y último profeta. Un enviado de Dios. Swedenborg había nacido en 1688 en Estocolmo. Durante toda su vida desempeñó un sinfín de puestos de gran relevancia, aunque muy pronto se decantó por la cosmología y la filosofía. En torno a 1744 comenzó a experimentar sueños y visiones que luego reflejó en varios diarios. Al mismo tiempo, em35 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 36 pezó a estudiar la Biblia con mayor intensidad y un año después aseguró que, mientras se encontraba cenando en Londres, la habitación se había oscurecido misteriosamente y que se le había aparecido un espíritu, el cual le confesó que Dios lo había elegido a él para que el conocimiento bíblico fuese nuevamente revelado a los hombres. Swedenborg creía ser un mensajero de la palabra divina. Según estas supuestas revelaciones, todo lo que existe en la tierra también existe en el cielo, pero de una forma más compleja e intensa; nadie es juzgado y enviado al cielo o al infierno, sino que durante la vida el hombre se va preparando para uno de esos dos destinos. Al morir, uno se dirige a un territorio intermedio donde recibe la visita de desconocidos, sin que sepa si se trata de ángeles o demonios. Solo la experiencia y el desarrollo que ha vivido en la tierra le permitirá discernir a unos de otros, de modo que quien ha vivido en pecado sentirá más simpatía por los demonios, pero cada uno elige su destino. Tras aquella visión publicó Arcana coelestia, un voluminoso libro de más de siete mil páginas cuyo subtítulo aseguraba revelar “algunas de las cosas maravillosas que han sido vistas por el autor en el Mundo de los Espíritus y en el Cielo de los Ángeles”. En 1759 parece ser que adivinó que en esos mismos instantes, a cientos de kilómetros del lugar en el que se encontraba, se había declarado un incendio junto a su casa. El mismo Kant, al tener noticia de los aparentes poderes sobrenaturales de Swedenborg, mantuvo correspondencia con él, pero terminó denigrándolo por medio de un escrito titulado precisamente Los sueños de un visionario, comentados por los sueños de la metafísica. Kant calificó a Swedenborg de delirante y desequilibrado, acusándolo además de ser “el más extravagante de los extravagantes”. A sus visiones las llamó “figuras bárbaras e indeciblemente estúpidas que nuestro delirante cree ver con plena claridad…”. Debido al cariz que tomaron sus escritos y su figura, el gobierno inglés decidió prohibir la circulación de todas sus obras acusándolas de tratarse de textos heréticos y blasfemos. Swedenborg, que solía vestir con un traje negro de terciopelo, murió el 29 de marzo de 1772 prediciendo, al parecer, la fecha exacta de su muerte. Sus seguidores se organizaron y el swedenborgianismo se extendió por toda Inglaterra e incluso Estados Unidos. En torno a 1788 Blake comenzó a frecuentar la recién constituida Nueva Iglesia de Swedenborg, aunque no llegó a registrarse formalmente en ella. Sin embargo, tanto él como su esposa Catherine pueden identificarse claramente con los “W. y 36 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 37 Viñetas de Christopher Hasler y John Kaczmarczyk sobre la vida y obra de Emanuel Swedenborg incluidas en el cómic The angels called him the strange one (The General Conference of the New Church, 1982). 37 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 38 C. Blake” que asistieron a la primera conferencia de la Iglesia. Algunos de sus amigos, como los artistas Flaxman o William Sharp, se convirtieron en fieles seguidores de la precursora Sociedad Teosófica, surgida en 1784. Blake, decepcionado, se fue apartando de la Iglesia, llegando incluso a dudar de la capacidad visionaria y profética de Swedenborg, al mismo tiempo que lanzó contra él varios ataques satíricos recogidos en El matrimonio del cielo y el infierno. De alguna manera, la firme oposición de Blake al mundo de la naturaleza -y por tanto también a todas sus instituciones terrenales- así como su creencia de que el genio poético y la imaginación eran el instrumento verdadero para la revelación del conocimiento divino, hicieron que simpatizara con la secta swedenborgiana, pero es evidente que Blake no encajaba en ningún grupo organizado. Por otro lado, a Swedenborg no le interesó el arte: el sentido literal de la Biblia era accesible al hombre, pero su sentido “espiritual” estaba necesariamente oculto. La oscuridad de la Biblia, según él, era deliberada, y su objetivo era que aquellos que pervirtieran las enseñanzas no pudieran, en cambio, destruir el espíritu que permanecía oculto tras la letra. Para Blake, el arte podía ser un instrumento de revelación. Pero el desencanto de Blake llegó, sobre todo, cuando comprobó que aquella Nueva Iglesia que alistaba a la creciente heterodoxia cristiana, empezaba a parecerse demasiado a la Vieja Iglesia que tanto abominaba. Su colega Flaxman debió persuadirle para que no se alejase de la Iglesia, pero Blake decidió continuar a su aire, poniendo todavía mayor énfasis en la llegada del Apocalipsis y de “Orc”, aquella imagen que en la terminología blakeiana significaba la energía y el espíritu de la revolución. Al mismo tiempo, su otro amigo William Sharp se convirtió en un fanático seguidor de Johanna Southcott, que por entonces todavía no había tenido la gran ocurrencia de fingir un embarazo divino. La creencia de Blake en el mundo de los espíritus se mantuvo hasta su muerte, acontecida el 4 de agosto de 1827. Meses antes, escribió una carta a un amigo en la que decía lo siguiente: “He estado muy cerca de las Puertas de la Muerte y he vuelto muy fatigado y un Hombre viejo, débil y tambaleante, más no así en el Espíritu y en la Vida, no en el Hombre Verdadero. La Imaginación vive eternamente. En eso me vuelvo más y más fuerte mientras que 38 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 39 este estúpido cuerpo decae… Flaxman ha partido y todos hemos de seguirle, cada uno a su propia Casa Eterna, abandonando a la engañosa Diosa naturaleza y sus Leyes para alcanzar la Liberación de todas las leyes de los Miembros y de la Mente, la Liberación a través de la cual cada uno se convierte en Rey y Sacerdote en su propia Casa. Hágase la voluntad de Dios así en la Tierra como en el Cielo”. William Blake, La danza de Albión (obra también conocida como Alegre día). Su primera versión es de 1780, fecha de los disturbios de Gordon. El resultado final está fechado en 1794. San Marino, California. Biblioteca Hungtington. ESCENAS PARA UNA HISTORIA DEL VANDALISMO ILUSTRADO ESCENA Nº1: EL VIEJO TOCADISCOS DE ANDREAS BAADER Ahora alguien coloca un viejo vinilo en el tocadiscos, y la aguja se desliza torpemente dando pequeños saltitos a causa del polvo acumulado. Todo fluye con los primeros acordes y al llegar al estribillo la historia vuelve a su forma áspera y original, como si fuese Heráclito quien cantase. “El fuego es un agente 39 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 40 de transformación, pues todas las cosas nacen del fuego y a él vuelven”. Sin embargo, no es él quien lo hace sino The Clash en su canción “London is burning”. “La escribí después de un paseo por Londres -confesó Joe Strummer, arrastrando su estribillo hasta el infinito: “London is buuuurning”- donde no había nada que hacer. La televisión terminaba a las once de la noche y entonces solo podías caminar por la calle a esas horas para entretenerte”. Pero, ¿y entonces qué otra cosa se podía hacer en aquel Londres sino destruir, transgredir, quemar? Observamos los recuerdos de todo esto en forma de carteles, manifiestos, canciones, pinturas o fotografías. Existe un sentimiento impreciso, algo que tiene que ver con la nostalgia, una sensación de desubicación y de presenciar los vestigios de una época perdida, aunque al mismo tiempo sabemos que nada desaparece completamente. El último gran truco de magia, olores de hogueras apagadas y sonidos de un pasado cercano. Tras la tormenta del tiempo lo que quedaron fueron los restos de aquellas vivencias que bien podrían expresarse en la forma de un tocadiscos desvencijado y vencido, tal y como mostraba la obra que el artista Gerhard Richter hizo a partir de una fotografía del tocadiscos de Andreas Baader, militante de la Facción del Ejército Rojo (RAF), tras su muerte en la prisión de Stammheim en octubre de 1977. Richter desenfocó la fotografía inicial, para luego tratarla al óleo. La imagen había sido tomada de los archivos policiales. Al parecer, la policía aseguró que Baader había escondido en el interior del tocadiscos el arma con la que se suicidaría. Es un objeto muerto, incapaz de emitir sonido alguno. Años después, en Cool memories -una autobiografía construida a base de aforismos- Jean Baudrillard describió aquel sentimiento que subyacía en la canción de The Clash: “El tedio es como un zoom despiadado sobre la epidermis del tiempo, cada instante se dilata y aumenta como los poros del rostro”. Cruzas una ciudad y juegas con ella. Las calles son como un mapa que debe descodificarse. Un campo de batalla entonces cubierto de nieve. Las palabras adecuadas se lanzan al vacío revelando viejas contraseñas. Basta con conjurar los viejos fantasmas (un “zoom despiadado”) y los rostros reaparecen, aunque al hacerlo se muestren desfigurados, al mismo tiempo que la historia se transmite de generación en generación, como regalo y también como mito, hasta saltar a la gran pantalla, a los magazines, el cine o la literatura. La película The great rock and roll swindle -un extraño film sobre los Sex Pistols realizado por Julian 40 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 41 Temple, en el que también colaboró Russ Meyer- se abre con una escena extraída de los sucesos de Gordon: un grupo de personas pretende colgar a varios muñecos -que imitan a cada uno de los miembros de Sex Pistols- del “árbol de Tyburn”, la célebre horca utilizada durante las ejecuciones. “Hacer un viaje a Tyburn” significaba acudir al ahorcamiento de uno mismo; “El Señor del Feudo de Tyburn” se refería al verdugo y “Bailar al compás de Tyburn” aludía al proceso de ser colgado. Eran espectáculos populares donde había que abrirse paso a codazos si uno quería ver algo. “Plattenspieler” (Tocadiscos), de Gerhard Richte, incluida en su obra October 18, 1977. Multitudes. La película hablaba realmente de multitudes (las de toda revolución y también las provocadas por la industria musical). Era el año 1980, pero ya las contraseñas se habían difundido, entremezclándose con nuevos lemas e ideas que fluían desde el mismo centro de la cultura popular. Entonces, los turistas ya podían desplazarse de aquí a allá y visitar todos y cada uno de los puntos calientes atacados por la turba. El recorrido se vendía como turismo alternativo y los visitantes, colocando sus manos en el lugar exacto en que un monasterio fue incendiado, pare41 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 42 cían invocar ese pasado. Los guías, con voz ronca y profunda, narraban lo sucedido y en su sobreactuación residía también una parte de todo este teatro. Pero toda reconstrucción es disfraz y quimera (se levantan los viejos decorados, pero lo que se ve es cartón piedra y los humos son siempre artificiales). The great rock and roll swindle (Julian Temple, 1980). “Nobody”, el estupendo personaje indio de la película de Jim Jarmusch Dead man, le pregunta a Johnny Depp: “¿Cómo te llamas?”, a lo que este responde: “William Blake”. “Nobody” se estremece cuando piensa que Blake, el poeta y pintor, está frente a él, sin importarle que hubiese muerto un siglo antes. “He leído todos tus poemas”, reconoce. Benjamin nos ha proporcionado la clave (la historia es un collage, un montaje casi literario y un hecho te lleva a otro). La Revolución Francesa citaba a la antigua Roma. Los sublevados de Gordon, los jacobinos y también los punkrockers, a pesar de habitar épocas distintas, compartieron este secreto; estaban hechos de la misma pasta y, al igual que el escritor japonés Yukio Mishima, hubieran sido 42 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 43 capaces de confesar que “no puede negarse la tendencia de mi corazón hacia la Muerte, la Noche y la Sangre”. Odio y guerra. Este es el mensaje, siempre lo fue. El ritmo seco y duro con el que arrancaba “London is burning” tenía la capacidad de imaginar Londres como si fuera una ciudad fantasma. Pura ruina. La escena relatada no solo acababa con la incineración de aquellas figuras que simulaban ser un grupo de católicos. Tras enviarlas al fuego, seguía la quema de guitarras y discos. No era algo gratuito, en absoluto, pues obedecía lo recomendado en la “Lección Número Cuatro” que aparecía en la película de Julian Temple y que advertía: “No toques”. En 1968, un grupo de chavales hizo circular de mano en mano unos rudimentarios panfletos en los que se leía “Músicos, destrozad vuestros instrumentos”. Bienvenidos a la modernidad. EL VIEJO EDIFICIO DEL CATOLICISMO SE TAMBALEABA y la ciudad, a los ojos de la población católica, era una Sodoma en manos de los franceses. Para curas y monárquicos, la ciudad estaba infectada de conspiraciones y complots. Los protestantes, con su discurso de construir el Reino de Dios aquí, en la Tierra, aterraban a más de uno. Sus héroes, fanáticos religiosos y ladrones, formaban parte de un impreciso mundo. La imagen de un Benjamin Peret, en camisa de asillas e insultando cara a cara a un cura, parecía reproducirse en cada esquina. Gordon era la voz, pero no el rostro de aquella gente. Bajo Westminster, con las bayonetas y el ejército vigilando sus fronteras, existía otra nación, un pueblo obligado a la invisibilidad, sin lazos de clase y con un mismo destino: engrosar la Nación de la Mugre. Gordon no era Robin Hood, sino su símbolo, y su discurso anticatólico tenía aquello capaz de conectar un pasado con un presente común. La historia avanzaba a paso de gigante sin importarle qué bando contaba las víctimas. Pero nuestro hombre, que en nuestro relato corre en busca de ayuda, desconoce cuál va a ser la importancia de aquellos hechos y su trascendencia en la historia… Nuestro hombre es Edmund Burke (el hombre, el pensador, el político, el intelectual), y huye de una turba que ya le pisa los talones, conjurando sus más profundos temores. Lo persiguen a pocos metros, gritándole todo tipo de frases amenazantes. En un momento 43 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 44 dado se gira, topándose con el exaltado rostro de un chaval casi adolescente que enciende aún más los ánimos del resto: “¡Mirad, es un jesuita disfrazado!”, exclama. No se detendrá. Sus pasos son ahora zancadas. En una ocasión, hasta tiene que desenvainar su anquilosada espada y blandirla. Pide auxilio, alguien lo socorre ofreciéndole refugio, y entonces se desploma. A salvo, puede observar como sus perseguidores continúan en otra dirección, y sueña, sueña con alcanzar su casa situada en Charles II Street. Benjamin Peret insulta a un cura. Fotografía publicada en el primer número de La Revolución Surrealista con un pie de foto que decía lo siguiente: “Nuestro colaborador Benjamin Peret insultando a un cura”. Tras Newgate, fue asaltada la nueva prisión de Clerkenwell y liberados sus presos, aunque sin llegar a ser incendiada. En los días siguientes, bandas de voluntarios recorrieron las calles en busca de los criminales huidos. La multitud, fundida en un gran bloque, llegó hasta la Destilería de Holborn, propiedad del católico Mr. Langdale. Pronto, sus puertas fueron forzadas y se saqueó todo lo que se encontró, quedando el edificio como 44 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 45 un esqueleto inservible, un almacén fantasma. Bermondsey, Southwark y St. George’s Fields eran zonas liberadas. Cada puerta y ventana permaneció cerrada y el que podía, armado con una pistola o un puñal, esperaba la llegada de los intrusos. Es viernes y aún queda un intenso fin de semana. El lunes la muchedumbre intentó atacar la residencia de Burke, defendida por una veintena de soldados. En el interior de la casa Burke, cautivo y aterrorizado, piensa en su mujer Jane. Los rumores de un ataque se extienden rápidamente tras el saqueo de la residencia de Sir George Saville. Sus colegas intentan persuadir a Burke para que no permanezca en su casa, pero es inútil. Es un hombre con una misión: “Si mi libertad ha desaparecido y no puedo caminar con tranquilidad por las calles de esta ciudad -confesó emocionado en una carta-, entonces no me siento en condiciones para ejercer aquellas funciones por las cuales siento deseos de vivir”. Apresuradamente, Burke puso a salvo sus incontables manuscritos, anotaciones y libretas. Al día siguiente la prensa amaneció con titulares en los que se leía: “Inglaterra ensangrentada” (“El sordo rumor presente siempre en el fondo de nuestra experiencia onírica -escribió el filósofo Adorno- sigue arrullándonos, ya despiertos, desde los titulares de los periódicos”.). A Lord Amherst, jefe de la fuerza militar, se le amontonaban las cartas y solicitudes de una intervención militar a gran escala con el objetivo de frenar los incendios y los robos. El mapa de Londres empezaba a estar plagado de objetivos, de puntos cardinales en manos de las huestes de Gordon. Y las imágenes vuelan a través del tiempo. Su residencia estaba ubicada en Grosvenor Square, justo en el punto exacto en que, dos siglos después, se levantó la sede de la Embajada de los Estados Unidos. Era un mismo furor, una idéntica ira la que unió a los seguidores de Gordon con la marea humana que en 1968 empujaba con sus cuerpos la barrera policial, soportando la lluvia de golpes mientras cerraban los ojos esperando que al abrirlos todo hubiera pasado. Y daba igual. Daba igual si dentro se refugiaba el embajador americano o un asustado lord. La chusma de Gordon y todos aquellos hippies perseguían un sueño imposible (derrocar el poder del catolicismo/detener la guerra de Vietnam) porque lo que realmente pretendían era dar caza a la vieja y temida gran ballena blanca. Gordon era el furibundo capitán Ahab, aunque sin pata de palo, “un viejo de canosa cabeza persiguiendo con maldiciones a una maldita ballena por el mundo entero, al frente de una 45 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 46 tripulación compuesta principalmente de canallas, parias y caníbales”. Sabemos ya quién es ahora Ahab y su “radiante sonrisa de humor bárbaro”. Su figura controla el centro de Londres, pero no está solo; su tripulación son todos esos manifestantes sin control alguno, y que a buen seguro no solo aparecen entrada la noche. La causa de todo aquello había sido un decreto de ayuda a los católicos, promulgado un par de años antes, que los protegía y reformaba la ley penal. Lo que Gordon sospechaba, y no sin razón, era que tras la promulgación del decreto se escondía el intento del poder político inglés por ganarse las simpatías del catolicismo internacional, y en especial de su facción canadiense. Si los ingleses se ganaban el apoyo firme de sus colegas canadienses, el control sobre los rebeldes podría estar asegurado. Gordon, con el propósito de anular el decreto y acabar con los privilegios católicos, consiguió sesenta mil firmas y el viernes 2 de junio de 1780, en torno a las diez de la mañana, cientos de sus seguidores se desplazaron hasta George’s Field. Tras pronunciar Gordon un corto discurso, una columna de hombres procedentes de Escocia inició la marcha hacia el Parlamento. A su paso, se les unieron otras columnas y al llegar al Puente de Londres eran ya una constelación de rostros. La Nación de la Mugre. Poco a poco comenzaron a sumarse rufianes, prostitutas y delincuentes que salían de entre los callejones oscuros del centro y de los barrios más miserables. Hubo quien los cifró en sesenta mil seguidores. Aquella “hez proveniente de los peores barrios de Londres”, como algunos historiadores la describieron, portando sus toscos abrigos, exhibiendo su escasez y pobreza, sus malos modos y su incorregible falta de paciencia, tras tomar las calles cercanas a la Cámara hicieron casi imposible la entrada a muchos lords. El panorama que se encontraría un despistado transeúnte, si lo hubiera, sería este: carruajes destrozados en las inmediaciones, aglomeraciones en torno al edificio, soldados amenazando con cargar sobre la multitud. Alguno de estos lords, intentando abrirse paso a empujones para lograr entrar en Westminster, terminó por no distinguirse de los seguidores de Gordon, y sus ropas raídas y gesto de espanto los confundió con el resto. El Secretario de Estado, Lord Stormont, fue zarandeado después de que su carruaje fuese hecho añicos, mientras que el Arzobispo de York logró escapar escondiéndose en las inmediaciones del Támesis. 46 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 47 Edmund Burke. Los días de la revuelta de Gordon habían concluido con más de veinte condenados a muerte. Burke, haciendo de voz piadosa entre la clase política del país, pidió que tan solo se ejecutase a una pequeña minoría... Afirmó que seis hombres asesinados serían suficiente escarnio. Es como si dos siglos después Joe Strummer hubiera silbado para aquellos seis hombres su canción “Know your rights”: “Conoce tus derechos / Los tres que tienes / Número uno: tienes derecho a que no te maten / El asesinato es un crimen / a no ser que lo cometa un policía o un aristócrata / Número dos: tienes derecho a comida y dinero / siempre que no te importe un poco de humillación, investigación y, cruzando los dedos, rehabilitación / Número tres: tienes derecho a la libertad de expresión / siempre que no seas lo bastante tonto como para intentarlo”. Rebelarse era malo. Junio de 1780 fue una fecha nefasta para los seguidores del papa Pío VI y los aristócratas ingleses, si bien el Parlamento 47 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 48 rechazó la petición de anular el decreto. En los disturbios de Gordon, la violencia adquirió un aspecto fantasmal. Un informe sobre la procedencia e identidad de los revoltosos arrojó el siguiente resultado: “doscientos destructores de casas portando herramientas, quinientos cincuenta ladrones, seis mil hombres de toda clase”. Y, por si fuera poco, un dato que concluía el escueto documento y que sonaba aún más perturbador: “cincuenta hombres a los que les ordenan lo que deben hacer. Estos solo aparecen de noche”. “Inglaterra ensangrentada”, noticia publicada en The Thunderer exigiendo el final de la revuelta. ESCENAS PARA UNA HISTORIA DEL VANDALISMO ILUSTRADO ESCENA Nº2: BAILANDO EN LAS CALLES La historia comparte esos señuelos y lemas. Son herencias malditas alojadas en un tiempo para luego volar hasta otro y que tarde o temprano terminan por saltar justo delante de nuestras narices. Moby Dick era inalcanzable. La evidencia nos dice que es imposible revivir la historia, que tras los acontecimientos la época ha quedado ya marcada con el reconocible sello que la desfigura para siempre. Lo que nos queda es su espíritu, sus proclamas y estilo. Y aunque ya no era lo mismo, aquel refugio que a finales del siglo XVIII recibió el ataque de los furiosos 48 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 49 protestantes era el mismo que albergó la embajada americana durante la década de los sesenta del siglo pasado. Se repetía el mismo e inconfundible sonido de la protesta, algo así como vaciar con fuerza una gran bolsa llena de basura y luego pegar el oído al asfalto. Moby Dick estaba allí dentro y la tripulación del Pequod fuera, en la calle, soportando los porrazos. Los manifestantes, tanto en 1780 como en 1968, junto a la lluvia de piedras o los cócteles molotov dejaban claro que aquello era lo más parecido a una fiesta. Eso era lo siniestro: los mismos rostros de felicidad en los linchamientos de los lords o en la imagen de un agente enviado a pasar unas vacaciones al hospital. SEIS AÑOS ANTES de que los seguidores de Gordon arrasasen Londres, una decena de hombres y mujeres cruza el mar. Días antes, el barco ha zarpado desde la costa de Inglaterra y se dispone llegar a Estados Unidos, concretamente a Nueva York. La larga travesía es extenuante y peligrosa (en aquella época los barcos zarpaban cargados de viajeros, pero no todos llegaban a puerto y el trayecto estaba lleno de misterios, cuentos e historias de terror). Entre el grupo de viajeros destaca una mujer llamada Ann Lee, a la que todos llaman “Madre Ann”. Se imaginan bestias marinas acechándolos. Barcos cargados de piratas que los asaltarán y asesinarán. Cantan al amanecer. Rezan a todas horas. Ann Lee, analfabeta e hija de un herrero de Manchester, ha tenido una importante revelación divina: no es necesario esperar la llegada del Apocalipsis porque este ya ha llegado. En esta visión ella aparece como el mismo Cristo, aunque bajo la forma de una mujer. A diferencia de Johanna Soutcott, no predica un próximo final de los tiempos. Según Ann Lee, el Segundo Advenimiento, tan esperado por numerosos líderes de grupos religiosos, sectas y sociedades secretas, ya se habría producido. La Buena Nueva, al anunciar que ella era la Salvadora, le haría encabezar un movimiento comunal místico, cuyos seguidores, surgidos en el seno de los cuáqueros, recibieron el nombre de Shakers (oficialmente se denominaban Sociedad Unida de Creyentes en el Segundo Advenimiento de Cristo) o como vulgarmente se les conocía, los Shaking Quakers (“Los cuáqueros que se agitan”). 49 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 50 La vida en tierras americanas no fue fácil. Mientras en Londres los protestantes quemaban y destruían iglesias o monasterios, los Shakers fueron perseguidos con dureza nada más llegar a Nueva York, donde abrieron su primer templo y comenzaron a extender el culto. Si los reaccionarios ingleses sospechaban que tras Gordon estaba la mano de espías franceses, interesados en conspirar para extender la revuelta y la sedición, los Shakers sufrieron una desconfianza similar, siendo acusados de ser espías británicos. No ayudó que se declarasen firmemente pacifistas, porque eso les valió el odio durante la Guerra de la Independencia. Además, estaba el hecho, nada más y nada menos, de que se enfrentaban al mismo Cristo hecho mujer. La hostilidad aumentó. Durante sus giras, padecieron frecuentes ataques a manos de los habitantes de pueblos pobres y miserables, que también quemaron sus carretas. En 1784, exhausta y convertida en una deidad viviente, Ann Lee falleció tras una de estas agresiones, pero el culto ya se había extendido y sumado miles de fieles, todos ellos deseosos de seguir las enseñanzas de su mártir y de vivir el fantástico Apocalipsis terrenal. Un verano eterno. Los Shakers en pleno baile ritual. La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 51 Los Shakers, tanto en Inglaterra como en Estados Unidos, vivían aislados del resto de sus vecinos en enormes granjas comunales. La secta creció enormemente, llegando a contar con seis mil miembros repartidos en una veintena de comunas perfectamente organizadas. El culto creía en la dualidad de Dios, formada por un elemento masculino y otro femenino, siendo Ann Lee la segunda aparición de Dios. También cumplía un riguroso celibato, creía en la igualdad entre el hombre y la mujer, así como practicaba el comunismo respecto a la propiedad privada. Los adeptos conectaban con la divinidad por medio de ciertos rituales. Unas veces, recitaban rítmica y velozmente citas bíblicas, que les provocaban convulsiones, durante las cuales aseguraban que el cuerpo expulsaba las enfermedades que le asediaban. Pero otras veces, se entregaban al acto más importante en su vida comunal: la Danza Circular, durante la cual la divinidad se manifestaba a través del baile. La Danza Circular se desarrollaba siguiendo un concreto y calculado ritual. Se formaban cuatro filas compuestas por hombres y mujeres que bailaban frenéticamente alrededor del círculo sacudiendo brazos y piernas. Los potentes cánticos, que se coreaban y gritaban al unísono con frases como “¡Apalea al Diablo!” o “¡Tiembla! ¡Cristo está contigo!”, atronaban en el interior de la estancia. El frenesí desembocaba en violentas convulsiones. Los participantes rodaban por el suelo, arrancándose la ropa. Otras veces ladraban, chillando como si estuvieran poseídos e imitando gestos de animales. Eran pruebas de que el demonio se manifestaba e intentaba hacerse con el cuerpo del Shaker. El ritual lograba expulsar al diablo. La herencia de los cánticos y las composiciones de los Shakers se mantuvo a lo largo de los siglos. Las canciones se recopilaron en hermosos volúmenes bellamente encuadernados y los guardianes de la tradición oral americana consideraron todo aquello como un valioso ejemplo de la vida de los pioneros. A comienzos del siglo XX, algunas de aquellas canciones fueron adaptadas e interpretadas por cantantes negros. Luego llegó el rock and roll en medio de una sociedad que lo consideraba una inspiración del demonio. Durante aquellos primeros conciertos, muchos jóvenes fanáticos de la nueva música empezaron a hacer algo parecido a la Danza Circular shaker: sus cuerpos se movían como llevados por la locura y algunos se convulsionaban. Chicos y chicas se miraban a los ojos y comenzaban a bailar. Frecuente51 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 52 mente los participantes se distribuían de forma circular por la pista de baile. Los dueños de cines y teatros, incapaces de entender todo aquello, interrumpieron numerosos pases de películas o conciertos al creer que aquella conducta (una especie de ritual shaker actualizado) era un acto de violencia. “Shake, rattle and roll”, el clásico tema de rock and roll escrito en 1954 por Jesse Stone y originalmente grabado por Big Joe Turner, no se popularizó hasta que llegó a las manos de Bill Halley y, posteriormente, Elvis Presley. “Y todos juntos iremos a bailar el rock / Yeah, esta noche / Uuuhhh, esta noche”, gritaba la letra. Agitarse hasta el infinito, en cada calle de cada ciudad, en cualquier país. El legado shaker continuó y se amplificó. Se editaron discos y se publicaron estudios sobre el culto. Patty Smith, creyendo ser la reencarnación de la propia Ann Lee (Cristo hecho mujer), veneró aquella tradición musical. No fue la única. En 1987, la banda R.E.M compuso una canción titulada “Fireplace”, incluida en su disco Document. Uno de los pasajes de la letra de la canción, inspirado en Ann Lee, decía: “Limpia la pista de baile / Sacude la alfombra en la chimenea”. Y años después, Weezer hicieron lo mismo en su canción “The greatest man that ever lived (variations on a shaker hymn)”. El lenguaje religioso servía de pasadizo histórico. Los violentos choques entre protestantes y católicos durante los disturbios de Gordon tenían una raíz religiosa, pero también social. La religión, como expresión del poder terrenal, imponía un tipo de vida y unos valores a imitar. Oponerse significaba tener que pelear. Resulta curioso que uno de los primeros y más célebres éxitos del rock and roll lleve por título esa invocación a “sacudir”. Existe una grabación de 1957, justo cuando el rock and roll daba sus primeros pasos, donde se escucha hablar a Sam Phillips, dueño del mítico sello y estudio de grabación Sun Records, con Jerry Lee Lewis. Phillips parece representar el papel de ilusionista: intenta hacer ver a Jerry la fuerza y el poder de la nueva música. Jerry estaba absorto, intentando adaptar una canción religiosa y apocalíptica (“Great balls of fire”, esto es, “Grandiosas bolas de fuego”) a un ritmo enloquecido, un góspel reconvertido en himno generacional. Y entonces, entre los acordes y la trepidante música, se inicia una extraña discusión entre ambos: 52 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 53 Sam Phillips: No puedo creerlo. Jerry Lee Lewis: ¡Dios santísimo, “grandiosas bolas de fuego”! Billy Lee Riley: ¡Así es! S.P: No puedo creerlo. J.L.L: ¡Dice “Despierta”, “Por la gracia de Dios”! ¡Solo eso! Pero cuando se convierte en música mundana… eso es rock and roll. S.P: Lo he estudiado mil veces y mil veces y mil veces y, Jerry, Jerry, si piensas que no puedes hacer el bien, si eres un exponente del rock and roll… J.L.L: Usted puede hacer el bien, señor Phillips, no me malinterprete… S.P: Pero espera, espera y escucha, cuando digo “hacer el bien”… J.L.L: ¡Usted puede tener un corazón bondadoso! S.P: No quiero decir… no digo solo que… J.L.L: ¡Usted puede ayudar a la gente! S.P: ¡Tú puedes salvar almas! J.L.L: ¡No, no, no! S.P: ¡Sí! J.L.L: ¿Cómo podría el Diablo salvar almas? ¿De qué está hablando? ¡Llevo al Diablo dentro! ¡Si no fuera así, sería cristiano! S.P: Bueno, puede ser que lo tengas… J.L.L: ¡Jesús! ¡Salva a este hombre! Él expulsó al Diablo y el Diablo dice: “¿A dónde puedo ir?”. Dice: “¿Puedo entrar en ese cerdo?”. Dice: “Sí, entra en él. ¿Qué no entró en él?”. S.P: Bueno. Mira, Jerry, la convicción religiosa no tiene nada que ver con el extremismo. ¿Tratas de decirme que vas a tomar la Biblia, que vas a tomar la palabra de Dios y que vas a revolucionar el mundo entero? ¡Escúchame bien! Jesucristo fue enviado aquí por Dios Todopoderoso. ¿Convenció a toda la gente del mundo, la salvó? Jerry, lo que estoy tratando de decirte es que, si crees en lo que estás cantando no tienes ninguna alternativa, además de… ¡Escucha!, de… J.L.L: Señor Phillips, ¡no me importa! No es lo que usted cree, ¡es lo que está escrito en la Biblia! Ahí, en ese importantísimo momento en que el rock and roll irrumpía en la cultura de masas, Jerry parece preocuparse por la suerte de su alma. Johnny Cash, testigo privilegiado de su paso por Sun Records, lo recuerda de esta manera: “Jerry desde luego que se tomaba las cosas en serio. Acababa de dejar la escuela bíblica cuando llegó a Sun y teníamos que escuchar sus sermones en el camerino. Mayormente trataban de cómo el 53 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 54 rock and roll nos arrastraba, a nosotros y a nuestro público, al pecado y a la condena eterna”. Su contradicción interna (deseaba ser un riguroso cristiano y terminó convertido en símbolo de los gamberros fans del rock and roll) debió quemarlo por dentro, al menos en apariencia. Lo que Sam Phillips le decía, con su insistencia en interpretar la Biblia, era que el rock and roll podría ser una poderosa arma para extender la dicha entre los jóvenes. Pero Jerry se sentía como un traidor a sí mismo y, peor aún, ante los ojos de Dios. El Diablo en el cuerpo. Lo sorprendente es esta comunión entre eso demoníaco y la música, o entre la nueva música y el fervor religioso. El registro es idéntico. El rock and roll entra disfrazado. Se habla de un renacimiento, del final de los tiempos en forma de convulsiones y locura. “Los intérpretes del rock -escribe el crítico musical Dan Graham- liberan eléctricamente las energías anárquicas y provocan que el público masivo entre en un trance ritual e hipnótico, sobre todo cuando tanto los músicos como el público están bajo la influencia de drogas psicodélicas. Espectáculos como esos hacen pensar en el éxtasis de las reuniones de los Shakers y en su búsqueda deliberada del Diablo con el fin de purificarse a sí mismos y asegurar su comunión con Dios”. Los Shakers, al bailar juntos siguiendo el compás de la música y los cánticos, alcanzaban un estado íntimo y secreto de comunidad, compartiendo un saber reservado a unos pocos. Conocían la llave, el modo en que ciertas puertas terminan por abrirse. Estallaban salvajemente cuando todo aquello comenzaba a funcionar. Esas “grandes bolas de fuego” eran parte de las visiones de todos los cultos de diversa índole, que vaticinaban un final fatal que no sería tal: cuando las “bolas de fuego” se apagasen, resplandecería un nuevo mundo y los sinsabores pasados serían vagos recuerdos. Tanto los Shakers, con sus calculados rituales de baile colectivo, como los seguidores de Gordon, con su manera gozosa de disfrutar de la guerrilla callejera y sanguinaria, eran defensores del baile como purgación y liberación. Las numerosas alusiones que testigos, prensa y autoridades hicieron de determinados episodios durante 1780 o en disturbios más contemporáneos, como las revueltas raciales de Watts o Newark, son ejemplos de que el baile ya era otra cosa, que adquiría una nueva dimensión. Quizás fue la misma mutación que la experimentada por la generación del jazz posterior a la Segunda Guerra Mundial y que tenía su base de operaciones en Harlem. En 54 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 55 aquellos tiempos, si el famoso bop era un tipo de baile frenético surgido a partir del swing, en la jerga pandillera decir “bop” servía para designar una pelea callejera. Pelear era como bailar. Si observamos los grabados y dibujos que relatan lo sucedido en 1780, la escena no parece trágica ni amarga, sino todo lo contrario. Los alborotadores habían creado, casi por arte de magia, un curioso juego alquímico. Vistos así, apelotonados, corriendo calle abajo, riendo y burlándose, parecían estar viviendo un gran baile colectivo, un gozoso ejercicio de unión y comunidad, algo que escasamente se vuelve a reproducir en otros rituales (y los disturbios lo son). La atmósfera carnavalesca se transmitía entre los participantes, algunos de ellos ataviados con ropas robadas a sacerdotes o aristócratas. Bailaban. “Las multitudes llevaban la escarpela azul, la insignia de la insurrección, reuniéndose nuevamente fuera del Parlamento con colores, música, sables y porras”. Era una danza desprendida y caótica, como si su banda sonora fuese “Dancing in the streets”, aquel éxito del grupo de soul Martha and the Vandellas. “Gritando por todo el mundo ¿Estáis preparados para un nuevo ritmo? El verano ha llegado y es el momento De bailar en calle También abajo, en Nueva Orleans, Y arriba, en Nueva York Solo necesitamos música, música dulce Habrá música en todas partes Habrá ritmo, movimiento y discos sonando Bailando en la calle Oh, no importa lo que lleves puesto Siempre y cuando estés allí Así que vamos, agarra a una chica En todos los rincones del mundo Habrá baile Bailando en la calle Es una invitación a toda la nación Una invitación para que los amigos se reúnan Habrá risas, canciones y ritmo Bailando en la calle 55 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 56 Filadelfia, PA Baltimore y DC ahora No podemos olvidar a la Ciudad del Motor Todo lo que necesitamos es música, música dulce Habrá música en todas partes Habrá swing, bailes, discos sonando Bailando en la calle Oh, no importa lo que lleves puesto Siempre y cuando estés allí Así que vamos, agarra a una chica En todos los rincones del mundo Bailar Bailando en la calle Camino de Los Ángeles Todos los días”. Martha and the Vandellas y su single Dancing in the streets. 56 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 57 La canción, escrita por Marvin Gaye y editada en 1964, se convirtió en el himno de la revuelta de Watts que estalló tan solo un año después en Los Ángeles. Muchos años después, David Bowie hizo una versión de aquella canción, pero incluyó algunos puntos calientes del mapa mundial. Junto a las ciudades americanas, aparecía la Unión Soviética o China. Hasta allí, pensó Bowie, se debía llevar el baile salvaje y la llamada a una insurrección total. “Dancing in the streets” sonaba en los aparatos de radio de todo el país y aquel conjunto de chicas negras se colocó a la cabeza de las listas de ventas. De pronto, los negros comprendieron de qué iba aquella canción, porque lo que no decía la letra era quizás lo más importante; no hablaba de bailar hasta desfallecer, sino de tomar, sentir, solidarizarse, hablar de lo común y de lo colectivo. Reclamaban su derecho a existir. “Los chicos sugirieron que habría baile en la calle Avalon con la 116 […]. El sonido rompedor de Martha and the Vandellas reventó las calles”, confesó un testigo de la revuelta de Watts. Aquel sentimiento también pudo verse durante el histórico festival “Wattstax”, celebrado en Los Ángeles en 1972. Más de cien mil personas, muchas de las cuales entraron gratis al saltar las vallas, se concentraron para escuchar a decenas de bandas afroamericanas, incluido un discurso del reverendo Jesse Jackson. El lema elegido era evidente. Watts solo podía rememorarse bailando. Era como volver a casa, al origen de todo. Pero en realidad se bailaba dos veces (una durante la revuelta y otra en su rememoración) y los frenéticos bailes de miles de negros al ritmo de Rufus Thomas -aquel antiguo humorista y disc-jockey- y su “Do The Funky Chicken” así lo atestiguan. Los músicos no solo debían ser músicos y los disc-jockeys tampoco podían ser solo disc-jockeys. En el tema de Martha and the Vandellas “Heatwave” el deejay se veía obligado a hablar sin cesar a la audiencia porque al comenzar sonaban dieciocho compases en que Martha Reeves no cantaba. Los vacíos se llenaban y las ondas transmitían un puñado de palabras y sentimientos que viajaban hasta el gueto, al interior de las casas miserables y hasta de los mismos cuerpos de quienes las habitaban. El baile era un aviso, el primer movimiento de una pieza más larga. Las autoridades, desde finales de los cincuenta, cuando los chicos comenzaban a bailar levantándose de sus asientos, obligaban a desconectar los amplificadores. La existencia de barreras incitaba a los fans a transgredirlas, ya fuese la pro57 La Faccion Canibal septiembre 2012_Maquetación 1 29/09/2012 19:58 Página 58 hibición de levantarse de las butacas o saltar la valla del escenario. El control tenía que ser total y el disturbio lo opuesto a ese control. Durante un concierto de los Rolling Stones en Vancouver, por ejemplo, la policía exigió tener el control absoluto sobre la iluminación, el volumen o el decorado. Fue la primera vez que se vio a operarios de luz y sonido como agentes del orden. El jefe de policía desaprovechó una magnífica oportunidad para presentarse ante los oyentes como un hombre culto y no como un censor del nuevo sonido (la peligrosidad del baile se remontaba mucho tiempo atrás, como mínimo al año 1278, cuando en la ciudad de Utrecht doscientas personas empezaron a bailar sobre el puente del río Mosela hasta que este se desplomó, ahogándolos a todos). Ningún blanco podría seguir los pasos de baile que desprendía el bueno de Rufus Thomas y su “Do The Funky Chicken”. Ningún blanco se encontraba conectado a eso. Los fans blancos de gente como Elvis o Jerry Lee Lewis “movían, giraban y meneaban sus culitos muertos -diría el dirigente black panther Eldridge Cleaver- como zombis petrificados que intentasen recuperar el calor de la vida, reavivar los miembros muertos, el culo frío, el corazón de piedra, las articulaciones tiesas, mecánicas y en desuso, con la chispa de la vida”. En los disturbios siempre hay algo carnavalesco y profano. Hemos dicho que los seguidores de Gordon paseaban disfrazados de curas, pero quien parecía estar disfrazado era el propio Burke y no sus perseguidores. Con aquel amenazante “¡Mirad, un jesuita disfrazado!” comprendió que tenía un doble problema. La solución a ese problema era igual de trágica: si lo reconocían, a buen seguro que los manifestantes lo lincharían, y en caso de que no lo hicieran, pensarían que se trataba realmente de un jesuita, por lo que también sería linchado. Quizás nos hallemos ante la última burla del ejecutor frente a su víctima, que se sabe perdida y vulnerable. Sea como fuere, lo único que podía hacer Burke era correr y correr. “En el acto de correr por la calle hay una expresión de espanto. Es la precipitación que imita el gesto de la víctima de sortear el precipicio. La postura de la cabeza, que quiere mantenerse arriba, es la del que se ahoga, y el rostro crispado imita la mueca del tormento”, nos dice Adorno. Esta fue la imagen de Burke. 58