Monografía * Narcisismo originario del niño Sus relaciones con la organización del psiquismo ** Graciela Basso El mito de Narciso El término narcisismo deriva del mito griego de Narciso. La versión tradicional, recogida en sus líneas esenciales por el poeta latino Ovidio en las Metamorfosis, se transmitió a la cultura occidental, a través de autores renacentistas, más o menos de la siguiente forma: Narciso era un joven de singular belleza, hijo del dios-río Cefiso y de la ninfa Leiríope, y ya en su nacimiento se predijo a su madre que su vida sólo sería larga si jamás podía verse a sí mismo. Indiferente a los sentimientos de los demás, Narciso despreció el amor de la ninfa Eco. Ella imploró a Afrodita que la vengara, y Afrodita respondió a su ruego haciendo que Narciso se equivocara al tomar su propio reflejo en el agua por una ninfa de las aguas. Se enamoró violentamente de la hermosa criatura que vio en el agua y trató de abrazarla. La frustración que sentía por sus infructuosos intentos por acercarse se reflejaban en el rostro que él veía. Narciso entendió erróneamente que eso significaba que su amada estaba en peligro y surgió en él el deseo de socorrerla y salvarla. Sufría no sólo el dolor de los deseos eróticos insatisfechos, sino también la desesperación de no poder aliviar el sufrimiento del objeto amado. " Presentada en 1996 en el Seminario: "El muro narcisista. Vicisitudes del narcisismo en el hombre y en la mujer". Prof.: Dra. Lucía Martinto de Paschero. Colaboradoras: Dra. Susana Beatriz Jallinsky; Dra. Ana María Viñoly Beceiro. '¡'" Dirección: Avda. Pueyrredón 1576, 9°, (1118) Capital Federal, R. Argentina. 240 Graciela Basso Al final languideció y murió. Quedando convertido en la flor que lleva su nombre. Paula Heimann en Desarrollos en Psicoanálisis agrega: "Según este mito, los griegos no creían en el amor a sí mismo como estado primario y le atribuían el complejo carácter de amor objetal. Es en realidad este hecho el que hace que Narciso sintiera todas las emociones que pertenecen al amor hacia un objeto, desde el deseo erótico a la preocupación por el objeto que sufre y el impulso a ayudarlo y restituir su felicidad, lo que constituye su castigo por haber causado en Eco el dolor del amor no retribuido. Mientras que objetivamente se ama a sí mismo (su propia imagen reflejada en el agua), subjetivamente ama a otra persona. Como consecuencia de su culpa por haber rechazado a Eco, debe llorar por un objeto inalcanzable (perdido) y debe sucumbir a una depresión suicida. Aunque no intento analizar completamente este mito, agregaré una observación sobre el detalle de que Narciso mira el agua contemplando su reflejo al que trata como un objeto. Se ilumina el significado profundo de este detalle si aplicamos la regla familiar de interpretación de inferir lo opuesto de lo que se describe. Narciso mira el mundo externo, el agua, pero el significado inconsciente sugerido es el opuesto: mira dentro de sí mismo. Este elemento describiría entonces la fantasía inconsciente de un objeto (amado) que reside dentro del sujeto, y éste es la base de la identificación del sujeto con el objeto, que esta representada en el contenido manifiesto del mito, por el reflejo en espejo del sujeto, erróneamente considerado el objeto. El hecho de que Narciso fuera hijo de una ninfa de las aguas hace más punzante su experiencia". Breve historia sobre la utilización por Freud del término "narcisismo" James Strachey, en la Nota introductoria de Introducción al Narcisismo de 1914, comunica que Freud había estado usando el término narcisismo mucho antes de esta fecha. Narcisismo originario del niño 241 "Nos informa Ernest Jones que en una reunión de la Sociedad Psicoanalítica de Viena en 1909, Freud declaró que el narcisismo era un estadio intermedio entre el autoerotismo y el amor de objeto. Por entonces estaba preparando la segunda edición de los Tres Ensayos de Teoría Sexual (1905) para la imprenta (el prólogo está fechado en diciembre de 1909) y probablemente la primera mención pública del nuevo término es la que incluye en una nota agregada al pie a esa edición, esto es si suponemos que la nueva edición se dio a conocer en los primeros meses de 1910, porque a fines de mayo del mismo año, apareció el libro sobre Leonardo da Vinci (1910) donde hay una referencia considerablemente más extensa sobre el narcisismo. Pronto siguieron otras referencias por ejemplo en el caso Schreber (1911), y en Tótem y Tabú (1912-13)". "Éste es uno de los escritos más importantes de Freud y puede considerárselo como uno de los pivotes de la evolución sus puntos de vista. Resume sus elucidaciones anteriores sobre el tema del narcisismo, examina el lugar que corresponde a este último en el desarrollo sexual. Pero va mucho más allá porque incursiona en el problema más profundo de las relaciones del yo con los objetos externos y traza una nueva distinción entre libido yoica y libido de objeto. Además -y quizás esto sea lo más importante- introduce los conceptos de "ideal del yo" y de la instancia de observación de sí vinculada con las bases de lo que finalmente sería llamado "superyó" en El yo y el ello (1923). Y además de todo esto en dos puntos -al final de la primera sección y al comienzo de la tercera- el artículo aborda las controversias con Adler y Jung, tema principal de la "Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico" -escrita más o menos simultáneamente con Introducción del Narcisismo (1914). No cabe duda de que uno de los motivos de Freud de redactar este trabajo fue mostrar que el concepto de narcisismo constituye una alternativa frente a la "libido" no sexual de Jung y a la "protesta masculina" de Adler. Nos dice Ernest Jones: Freud estaba muy insatisfecho con el resultado y el 16 de marzo de 1914 escribió a Abraham: "El Narcisismo fue un parto muy difícil y presenta todas las deformaciones consiguientes". En la parte I, Freud al comienzo, dice, que ha tomado el término de Nacke, quien lo utilizó para describir a una persona que trata a su propio cuerpo como por lo general tratamos a un objeto sexual. En una nota agregada en 1920 a Tres ensayos de teoría sexual, Freud dice que se equivocó al afirmar en el presente artículo que el término narcisismo fue introducido por Nacke y que debería haberlo atribuido 242 Graciela Basso a Havelock Ellis. Sin embargo el mismo Ellis escribió posteriormente en 1927 un breve artículo donde corrigió la corrección de Freud y sostuvo que, en verdad, la prioridad debería dividirse entre él y Nacke, explicando que el término "Narcissus like" (a la manera de Narciso) fue usado por él en 1898 como descripción de una actitud psicológica y que Nacke introdujo en 1899 el término "Narcismus" para describir una perversión sexual. La palabra alemana utilizada por Freud es "Narzissmus". En su artículo sobre el caso Schreber, Freud sostuvo que esta grafía de la palabra, aunque no tan correcta como "Narzissismus" era "más breve y menos malsonante". Narcisismo primario. Definición de Laplanche y Pontafis "El narcisismo primario designa un estado precoz, en el que el niño catectiza toda su libido sobre sí mismo. El concepto de narcisismo primario experimenta variaciones extremas de uno a otro autor. Para Freud el narcisismo primario designa de un modo general el primer narcisismo, el del niño que se toma a sí mismo como objeto de amor antes de elegir objetos exteriores. Tal estado correspondería a la creencia del niño en la omnipotencia de sus pensamientos. Si se intenta precisar el momento de la constitución de tal estado, se encuentran ya en Freud algunas variaciones. En los textos del período de 1910-1915 esta fase se localiza entre la del autoerotismo primitivo y el amor de objeto y parece ser coetánea a la aparición de una primera unificación del sujeto, de un yo. Más tarde con la elaboración de la segunda tópica, Freud designa con la noción de narcisismo primario un primer estado de la vida anterior, incluso a la constitución de un yo y cuyo arquetipo sería la vida intrauterina. Desaparece entonces la distinción entre autoerotismo y narcisismo. Desde el punto de vista tópico, resulta difícil comprender qué es 10 que se catectiza en el narcisismo primario así entendido. Esta última acepción del narcisismo primario es la que prevalece corrientemente en nuestros días en el pensamiento psicoanalítico, 10 que conduce a limitar la significación y el alcance de la discusión: se acepte o no el concepto, con él se designa siempre un estado "anobjetal" o por lo menos "indiferenciado", sin escisión entre un sujeto y un mundo exterior. Narcisismo originario del niño 243 Dos tipos de objeciones pueden oponerse a esta concepción del narcisismo: - Desde el punto de vista terminológico, esta acepción prescinde de la referencia a una imagen de sí mismo, a una relación especular, como la que etimológicamente presupone el término "narcisismo". A nuestro juicio, pues, "narcisismo primario" es inadecuado para describir una fase descrita como anobjetal. - Desde el punto de vista de los hechos: la existencia de esta fase es muy problemática, y algunos autores estiman que, en el lactante, existen desde un principio relaciones de objeto, un "amor objetal" primario, de forma que rechazan como mítica la noción de un narcisismo primario, entendido como una primera fase anobjetal de la vida extrauterina. Según Melanie Klein, no puede hablarse de fase narcisista, puesto que, desde el origen se instituyen relaciones objetales pero sólo de estados narcisistas caracterizados por un retorno de la libido hacia los objetos interiorizados. Freud recogiendo la noción de narcisismo introducida en patología la amplía hasta hacer de ella una fase necesaria en la evolución que conduce desde el funcionamiento anárquico, autoerótico, de las pulsiones parciales hasta la elección de objeto. Nada parece oponerse a que se designe con el término narcisismo primario a una fase precoz o ciertos momentos fundamentadores caracterizados por la aparición simultánea de un primer esbozo de yo y su catexis por la libido, lo que no implica que este primer narcisismo sea el primer estado del ser humano, ni que desde el punto de vista económico este predominio de amor a sí mismo excluya toda catexis objetal. Si deseamos conservar la distinción entre un estado en el que las pulsiones sexuales se satisfacen en forma anárquica independientemente unas de otras y el narcisismo en el cual es el yo en su totalidad lo que se toma como objeto de amor, nos vemos inducidos a hacer coincidir el predominio del narcisismo infantil con los momentos formadores del yo. Desde un punto de vista genético puede concebirse la constitución del yo como unidad psíquica correlativamente a la constitución del esquema corporal. Así puede pensarse que tal unidad viene precipitada por una cierta imagen que el sujeto adquiere de sí mismo basándose en el modelo del otro y que es precisamente el yo. El narcisismo sería la captación amorosa del sujeto por esta imagen. Jaques Lacan ha relacionado este primer momento de la formación del yo con la experiencia narcisista fundamental que designa con el nombre del espejo. 244 Graciela .Basso Desde este punto de vista, según el yo se define por una identificación, con la imagen del otro, el narcisismo (incluso primario) no es un estado en el que faltaría toda relación intersubjetiva sino la interiorización de una relación. "Introducción del narcisismo" (1914). Ideas nodales del narcisismo primario * "Es un supuesto necesario que no esté presente desde el comienzo en el individuo una unidad comparable al yo; el yo tiene que ser desarrollado. Ahora bien, algo tiene que agregarse al autoerotismo, una nueva acción psíquica, para que el narcisismo se constituya". * "Nos formamos así la imagen de una originaria investidura libidinal del yo, cedida después a los objetos; empero considerada en su fondo, ella persiste, y es a las investiduras de objeto como el cuerpo de una ameba a los pseudópodos que emite". * "El individuo lleva realmente una existencia doble, en cuanto es fin para sí mismo y eslabón de una cadena de la cual es tributario contra su voluntad, o al menos sin que medie ésta". * "Quiero confesar en este lugar de manera expresa que la hipótesis de unas pulsiones sexuales y yoicas separadas, y por lo tanto la teoría de la libido, descansa mínimamente en bases psicológicas, y en lo esencial tiene apoyo biológico". * "Las primeras satisfacciones sexuales autoeróticas son vivenciadas a remolque de funciones vitales que sirven a la autoconservación. Las pulsiones sexuales se apuntalan al principio en la satisfacción de las pulsiones yoicas y sólo más tarde se independizan de ellas; ahora bien ese apuntalamiento sigue mostrándose en el hecho de que las personas encargadas de la nutrición, el cuidado y la protección del niño devienen los primeros objetos sexuales: son, sobre todo la madre o su sustituto. Junto a este tipo de elección de objeto, que puede llamarse el tipo del apuntalamiento (tipo anaclítico)". * Más adelante Freud agrega: "Todo ser humano tiene abiertos frente a sí ambos caminos para la elección de objeto, pudiendo preferir uno u otro. Decimos que tiene dos objetos sexuales originarios: él mismo y la mujer que lo crió, y presuponemos entonces en todo ser humano el narcisismo primario que eventualmente puede expresarse de manera dominante en su elección de objeto". * "Podemos decir que uno ha erigido en el interior de sí un ideal por el cual mide su yo actual. La formación de ideal sería, de parte del yo, Narcisismo originario del niño 245 la condición de la represión. Y sobre ese yo ideal recae ahora el amor de sí mismo de que en la infancia gozó el yo real. El narcisismo aparece desplazando a este nuevo yo ideal, que como el infantil, se encuentra en posesión de todas las perfecciones valiosas. Aquí, como siempre ocurre en el ámbito de la libido, el hombre se ha mostrado incapaz de renunciar a la satisfacción de que gozó una vez. No quiere privarse de la perfección narcisista de su infancia, y si no pudo mantenerla por perturbárselo las admoniciones que recibió en la época de su desarrollo y por el despertar de su juicio propio, procura recobrarlo en su nueva forma de ideal del yo. Lo que él proyecta frente a sí como su ideal es el sustituto del narcisismo perdido de su infancia, en la que él fue su propio ideal". :1: "La idealización es un proceso que envuelve al objeto; sin variar de naturaleza, éste es engrandecido y realzado psíquicamente". :1: "Si consideramos la actitud de los padres tiernos hacia sus hijos, habremos de discernirla como renacimiento y reproducción del narcisismo propio, ha mucho abandonado. La sobrestimación, marca inequívoca que apreciamos como estigma narcisista ya en el caso de la elección de objeto, gobierna, como todos saben, este vínculo afectivo. Así prevalece una compulsión a atribuir al niño toda clase de perfecciones (para lo cual un observador desapasionado no descubriría motivo alguno) y encubrir y olvidar todos sus defectos (lo cual mantiene estrecha relación con la desmentida de la sexualidad infantil). Pero prevalece la proclividad a suspender frente al niño todas esas conquistas culturales cuya aceptación hubo de arrancarse al propio narcisismo, y a renovar a propósito de él la exigencia de prerrogativas a que se renunció hace mucho tiempo. El niño debe tener mejor suerte que sus padres, no debe estar sometido a las necesidades objetivas cuyo imperio en la vida hubo de reconocerse. Enfermedad, muerte, renuncia al goce, restricción de la voluntad propia no han de tener vigencia para el niño, las leyes de la naturaleza y de la sociedad han de cesar ante él, y realmente debe ser el nuevo centro de la creación. His majesty the baby, como una vez nos creímos. Debe cumplir los sueños, los irrealizados deseos de sus padres; el varón será un grande hombre y un héroe en lugar de su padre, y la niña se casará con un príncipe en tardía recompensa de su madre. El punto más espinoso del sistema narcisista, esa inmortalidad del yo que la fuerza de la realidad asedia duramente, ha ganado su seguridad refugiándose en el niño. El conmovedor amor parental, tan infantil en el fondo, no es otra cosa que el narcisismo redivivo de los padres, que en su trasmudación al amor de objeto revela inequívoca su prístina naturaleza." 246 Graciela Basso Conocimiento de la vida relacional Algunos trabajos posfreudianos importantes 1. Melanie Klein y sus discípulos sostienen que el yo funciona desde el comienzo. Describen las distintas posiciones del objeto interno que desde el principio se escinde en las formas de objeto "bueno" y objeto "malo", expresiones de lucha intrapsíquica de los instintos de vida y de muerte. La angustia de la posición esquizoparanoide es característica de los mecanismos "extrayectivos" de la identificación proyectiva. La posición depresiva ulterior está señalada por la necesidad de reparar al objeto, que es percibido en su continuidad y su totalidad, lo cual representa una posición genética en la que Melanie Klein toma en cuenta los resultados de la observación de lactantes al final del primer año de vida. 2. Susan Isaacs asimila alucinación, introyección y fantasma. Llega a afirmar que el fantasma es consecuencia de la excitación de órgano (la boca, por ejemplo). "Gracias a la experiencia los fantasmas se elaboran y se vuelven susceptibles de expresión, pero el hecho mismo de que existan no depende de esa experiencia". 3. Paula Heimann aporta conceptos sobre asimilación; hay un proceso de asimilación cuando el objeto va a formar parte del yo o está potencialmente disponible para la identificación introyectiva, como contrapartida a aquellos procesos en los que los objetos son inasimilables y devienen persecutorios. Sostiene el concepto de fantasía inconsciente y su significación innata, señalando que constituye al nacer, la totalidad de la vida psíquica. 4. Hanna Segal: en los problemas de relación con el objeto interno, se ha dedicado sobre todo a describir el acceso al pensamiento simbólico. "En la ecuación simbólica el sustituto símbolo es sentido como si fuera el objeto original. La ecuación simbólica es empleada para describir la ausencia del objeto ideal o para controlar al objeto persecutorio. Pertenece a las primeras etapas del desarrollo. El símbolo propiamente dicho, disponible con miras a la sublimación y coadyuvante en el desarrollo del yo, es sentido como si representara al objeto; sus caracteres específicos son reconocidos, no modificados y utilizados". 5. Ferenczi y sus seguidores de la escuela húngara comprenden en toda su dimensión los vínculos íntimos entre el bebé y su madre. En Thalassa construye la hipótesis de amor primario que liga a la madre con su bebé. Ese amor es comparado con un sentimiento oceánico, porque describe con un estilo muy próximo al de filosofía hindú a las iniciales experien- Narcisismo originario del niño 247 cias de fusión. Equipara lo simbólico con lo originario, lo psíquico y lo biológico. 6. Ana Freud cree en una fase primitiva indiferenciada, yo-ello; que ofrece un marco referencial para observar cómo el yo madura en respuesta a tendencias innatas, así como respondiendo a influencias del ambiente. Para ella en toda la actuación física inicial del lactante se observan dos estados contrastantes: la incapacidad de autosatisfacción le produce malestar físico y lo conduce al llanto, siendo éste un primer estado de necesidad. Cumplida la necesidad por algún agente externo pasa al segundo estado pacífico de satisfacción. Las experiencias repetidas enseñarían al niño hambriento a desarrollar una imagen de alimento deseado. La imaginación o fantasía así planteada sería el primer paso en el funcionamiento mental. Inicialmente espera que esta imagen le provoque el mismo placer que el objeto real y aprende dolorosamente que las alucinaciones del pecho no lo alivian y debe hacer algo más (llorar) para que aparezca el objeto real. La experiencia repetida crea la diferencia entre la fantasía y el objeto real que aunque pueden percibirse iguales en la mente se sienten diferentes. Esta nueva capacidad para distinguir entre la percepción de la realidad por un lado, y las imágenes internas por otro es quizás el mayor progreso en la vida mental del lactante. 7. Balint: él desarrolló una formulación de que el primer estado postnatal de la mente es una relación arcaica de amor parental de la que se desarrollarían actitudes depresivas, narcisísticas, anal-sádicas y de amor maduro. 8. René Spitz partió de los efectos que produce en el bebé la separación de su madre, para luego describir los efectos de depresión anaclítica y el hospitalismo. Para él, el desarrollo del sistema psíquico del bebé está ligado a la relación de éste con su madre; de la indiferenciación inicial es llevado al desarrollo de una relación diferenciada, con un objeto interno estable (su madre) a través "de los puntos de organización". Éstos señalan etapas que dan sentido a conductas programadas que apuntalan la construcción de la relación objetal. En especial es el caso de tres de ellos: la primera sonrisa, la fobia del rostro extraño y el "no" caracterizado por los movimientos de mutación que le permiten identificarse activamente con las frustraciones introducidas por las prohibiciones maternas. 9. Margaret Malher: su teoría del proceso de individuación-separación se basa en la comparación del niño normal con el pequeño psicótico. La autora, habiendo reconocido dos psicosis infantiles (la autista y la simbiótica) las compara con las que ella denomina etapa autista y eta- 248 Graciela Basso pa simbiótica del desarrollo. Apoya esta descripción en la teoría de la evolución de la representación de sí y de la representación de objeto. El proceso de individuación, descrito desde estas bases, supone el estudio directo de la adaptación del niño pequeño, así como de sus interacciones durante cuatro etapas: diferenciación, acostumbramiento, reacercamiento y acceso a la relación objetal diferenciada. 10. Didier Anzieu describe el complejo sistema del yo piel; indicando una figuración de la cual se vale el yo del niño durante ciertas fases del desarrollo para representarse a sí mismo, como a partir de la experiencia de la superficie del cuerpo. Esto corresponde al momento en que el yo psíquico se diferencia de su yo corporal en el plano operativo, pero sigue confundido en él, en el plano figurativo. 11. Winnicott partió de la unidad fundamental del recién nacido con los cuidados maternos; describe la preocupación los acompaña para realizar una unidad casi perfecta. La madre cuando deja de estar absorbida y vuelve a su vida, impulsa al niño a realizar alucinatoriamente su presencia. Winnicott considera que para perder a la madre y su pecho debe haberlos conocido en realidad. Según él, esta separación relativa del niño, quien excitado pero saciado deberá aprender que los agujeros hechos en su madre, no impide que ésta sobreviva. Esta continuidad separa una zona transicional, que no es ni el yo del bebé ni el yo de su madre, una zona en que se expanden los intereses del niño, el área del juego y su creatividad. Winnicott piensa que sería erróneo anteponer la gratificación instintiva (alimentación) o las relaciones objetales (relación con el pecho) o la cuestión de la organización del yo (es decir, el yo del infante reforzado por el yo maternal. La base de satisfacción instintiva y de las relaciones objetales es la manipulación, el manejo y los cuidados generales del niño, que cuando todo marcha bien se dan por sentadas con mucha facilidad. La palabra self llega después de que el niño ha comenzado a utilizar el intelecto para mirar lo que los otros ven, sienten u oyen y lo que conciben ante su propio cuerpo infantil. 12. Bion utiliza el término de identificación proyectiva tal como lo planteó Melanie Klein. Afirma que nacemos con una preconcepción del pecho; cuando la madre real responde a esta preconcepción, se constituye la concepción del pecho. ¿Qué pasa hasta que aparece el pecho cuando la madre está ausente? Bion dice que la madre tiene que ir lentamente desilusionando al bebé, frustrándolo, para que de a poco vaya abandonando la ilusión de que él comanda al pecho, que él crea al pecho. En principio el bebé siente que no falta el pecho, sino que hay un pecho malo dentro, un pecho malo presente que él quiere expulsar, y cuando viene el pecho, el bebé siente que desde afuera le facilitaron la expulsión de Narcisismo originario del niño 249 ese pecho malo. Así interactúan la preconcepción y la concepción, lo innato y la experiencia, la fantasía y la realidad, la frustración y la satisfacción, todo en términos muy primitivos. Bion nos muestra que hay una relación de objeto en la raíz del pensar. El concepto de reverie materno está vinculado con los mensajes que dirige el bebé a la madre, poniendo dentro de ella, vía identificación proyectiva, partes de él en apuros. La experiencia emocional del bebé tiene que ser significada por la madre; la madre tiene que darle significación. Tiene que haber entonces una fuerte identificación (introyectiva) que permite a la madre sentir al bebé dentro de ella; sentir lo que él siente. Reverie en francés viene de sueño y significa el estado en que el espíritu se deja llevar por sus recuerdos y sus imaginaciones. En español la palabra que más se le asemeja es ensoñar. La madre responde a su bebé como ensañándolo, como si estuviera flotando con sus sueños por encima de los hechos. La herencia filogenética Hablando de la importancia fundamental de la relación del niño con el pecho de la madre dice Freud: "Los fundamentos filogenéticos, tienen tal supremacía sobre las vivencias accidentales del individuo que no importa en lo más mínimo si el niño succionó realmente el pecho de la madre o si fue alimentado a biberón ..." (Compendio de Psicoanálisis). También Melanie Klein en Developements in Psychoanalysis hace mención sobre sus puntos de vista con respecto a esta cuestión: "Mi labor psicoanalítica me ha llevado a la conclusión de que el recién nacido siente inconscientemente que existe un objeto de bondad única, del que se puede obtener una gratificación máxima y que es el pecho de la madre. Además creo que este conocimiento inconsciente, implica que la relación con el pecho de la madre y un sentimiento de posesión del pecho se desarrolla aun en niños que no han sido alimentados al pecho. Esto explicaría el hecho ya referido de que los niños alimentados con mamadera también introyectan el pecho de la madre tanto en sus aspectos buenos como malos. Hasta donde llega la capacidad del niño alimentado con mamadera para establecer con seguridad el pecho bueno en su mundo interno, depende de una variedad de factores internos y externos, entre los que la capacidad innata para amar juega un papel vital. 250 Graciela Basso El hecho de que al comienzo de la vida post natal exista un conocimiento inconsciente del pecho, sólo puede ser concebido como una herencia filogenética ..." Arnaldo Rascovsky en su libro El psiquismo fetal: "Para nuestro criterio el pecho real constituye el proto-objeto externo ideal sobre el que se proyectan las representaciones internas heredadas. Esta proyección es provocada y sirve para liberar al yo del incremento agresivo surgido del trauma de nacimiento, y cuando se cumple permite el dormir, es decir, la restauración del estado anterior al sobre-estímulo agresivo. De acuerdo con este principio podemos retrotraer la historia de la integración evolutiva del objeto a una fase anterior en el que el yo debe inicialmente percibir la represent.ación del mismo en el ello. Existe un intenso y largo período ontogénico, que por otra parte prosigue en la vida postnatal durante el cual la organización evolutiva del yo se realiza a expensas de las percepcionesidentificaciones provenientes exclusivamente del ello. Debido a los cambios de la dinámica y economía instintiva provocados por el pasaje a las condiciones postnatales, el yo se ve forzado a proyectar sus percepciones internas sobre el mundo exterior". Conclusiones Para elaborar las conclusiones he acompañado esta exploración desde el pensamiento de Freud y los exquisitos aportes posfreudianos con la experiencia de la observación en el campo de la neonatología. Solamente con el propósito de una mejor comprensión quisiera presentarlas en tres grupos: * Referentes a la vida fetal. * Referentes al trauma de nacimiento. * Referentes a la vida extrauterina: del desvalimiento a la autonomía. La vida fetal El feto ya no es un desconocido para nosotros, en virtud del desarrollo de técnicas de registro y tratamiento de variables fisiológicas. Narcisismo originario del niño 251 Desde épocas remotas la embarazada ha atribuido a su bebé, sobre todo en el tercer trimestre de gestación, características de actividad motriz, relacionándolas a sus propios cambios de estado algunas veces y otras, a particularidades del temperamento de su hijo. Es muy frecuente escuchar decir a una embarazada: "Hoy estoy ansiosa y el bebé no deja de moverse" o "Se mueve con mucha fuerza, tiene mucho carácter". Esto en parte se confirma con investigaciones científicas: el feto humano es sensible a cambios sonoros, cambios lumínicos y cambios metabólicos en la madre. También sabemos que a igual edad gestacional tienen distintos patrones de movimiento y diferentes respuestas ante la estimulación. Ha sido muchas veces observado un feto succionándose el pulgar. Me pregunto: Ese feto que succiona su pulgar, ¿no lo hace desconociendo el objeto externo? ¿La succión del pulgar es una situación satisfactoria que se podría homologar con el autoerotismo? ¿Existe entonces un objeto interno previo a la experiencia real? Parecería sensato pensar que las fantasías inconscientes de los objetos heredados constituyen la base de toda experiencia ulterior. Este cuerpito del feto que vemos ecográficamente que tiene distintas reacciones ante cambios metabólicos, sonoros, lumínicos y emocionales de la madre, ¿no nos habilita a pensar en un yo cuerpo, que será integrado en una nueva acción psíquica? El trauma del nacimiento Con el comienzo del trabajo de parto y las consiguientes contracciones, la madre siente: dolor, temor y angustia. Para que el parto se produzca, el bebé debe soportar la presión que las contracciones ejercen sobre su cuerpo, ofrecer un segmento corporal para la presentación en el canal de partos, soportar los cambios circulatorios provocados por las contracciones, cabalgar los huesos de su cabeza y finalmente con distintas rotaciones sobre su eje corporal atravesar el canal. Uno podría pensar entonces que solamente los niños que nacen a través de un parto sufren un trauma, pero no es así. Hay muchos otros traumas biológicos en el momento de nacer. Se debe salir de un lugar donde se estaba a oscuras, nadando en líquido, con temperatura estable, sin gravedad, donde todo el suministro energético se realizaba a través del cordón umbilical, donde los mo- Graciela Basso 252 vimientos respiratorios no tenían por función la oxigenación y la circulación se hacía por la contracción cardíaca fetal en paralelo con la placenta. Biológicamente el corte del cordón umbilical produce en el bebé un trauma anatómico y funcional. Al salir a la vida extrauterina, el recién nacido debe hacerse cargo de su respiración, se producen cambios en su circulación, la sangre ahora debe oxigenarse en los pulmones, su alrededor es sonoro y luminoso, ya no está más rodeado por líquido, ahora para alimentarse debe encontrarse con el alimento y coordinar la succión con la deglución. El cambio biológico es claro y contundente. ¿Es posible analizar todo esto sin pensar en la angustia, esencial o de separación? Ahora bien, la madre que vivió el embarazo y parto, que debe abandonar la sensación de fusión con el feto, llorar al hijo imaginario y adaptarse al bebé real, ¿no se encuentra en una situación psíquica sumamente particular? Vida extrauterina: "de la dependencia a la autonomía" Podríamos decir que nacemos con: * Una memoria filogenética. * Una experiencia de vida intrauterina. * Un yo corporal o yo prenatal. * Con la capacidad para ver (al principio de cerca). * Con capacidad para oír. * Con capacidad gustativa. * Con capacidad olfatoria. * Con capacidad táctil. y con aptitudes físicas (tono muscular y reflejos) para dar respuesta a toda esta gama de estimulaciones. Entre los reflejos con los que contamos en el momento de nacer están presentes el de búsqueda y hociqueo; éstos consisten en lateralizar la cabeza y abrir la boca para encontrarse con el pecho. También la succión coordinada con la deglución se pueden observar en los primeros momentos de la vida post-natal. Ahora bien, el recién nacido humano para poder desarrollar todo esto necesita que lo asistan, que le descodifiquen el mundo externo. Necesita que su madre esté dispuesta a una nueva realidad ineludible que Winnicott llamó "una forma de enfermedad normal" que la lleve Narcisismo originario del niño 253 a un estado de entusiasmo focalizado en el bebé que le impone la total dependencia. ¿Se enlaza esto con lo que Freud llamó narcisismo redivivo de los padres? Si intentamos comprender de dónde viene el deseo de hijo en la mujer, nos enfrentamos con una compleja exploración, pero como interesa al tema intentaré hacer un breve desarrollo: Deseos narcisistas: * Ser completa y omnipotente, deseo de duplicarse o reflejarse y cumplir los propios ideales. En algunas mujeres, predomina el deseo de estar embarazada: el embarazo ofrece una oportunidad de ser completa, contrarresta la sensación de vacío y de que el cuerpo sea incompleto. El deseo narcisista de un hijo, hace que la madre contemple a su hijo como una prolongación, como una extensión de su sí mismo y su cuerpo. * Deseo de reflejarse en el hijo; reflejarse, imagen especular, dimensión fundamental del narcisismo. Se ve al hijo como el siguiente eslabón de la cadena, que une a cada progenitor con sus propios padres y antepasados. El bebé debe responder a su ideal del yo y debe hacerle saber lo satisfactoria que es como madre. * Cumplimiento de ideales y oportunidades perdidas: el hijo representa la oportunidad de superar las propias limitaciones. Entraña al ideal del yo, el hijo será algo único, redentor de esperanzas perdidas. Se identificará simultáneamente con su propia madre y con su bebé. Concretará su fantasía largamente acariciada, haciendo propios los atributos mágicos y envidiados de la creatividad. Trastrocará su sensación de inferioridad en la rivalidad edípica. Las identificaciones, las fantasías y las necesidades narcisistas van preparando poco apoco para el vínculo temprano. La madre debe ver a su hijo como algo único, el nuevo centro y núcleo de la creación: "His majesty the baby" para alcanzar el estado de absoluto altruismo que en otras circunstancias, resultaría totalmente inaceptable. Narcisismo primario y vínculo temprano Dijo Freud: "La vida intrauterina y la primera infancia están más en continuidad de lo que nos haría creer la cesura brusca del acto de nacimiento". Inhibición, síntoma y angustia (19261. Es un supuesto necesario pensar que el parto y el corte del cordón umbilical no separan la íntima relación psíquica madre-hijo. 254 Graciela Basso La madre ofrece al hijo su cuerpo, su experiencia, su yo, como un yo auxiliar de un yo incipiente. Habrá un espacio entre ambos que como en el útero al principio será muy estrecho, tanto en lo biológico como en lo psíquico. ¿Será posible rearmar el recorrido intentando articular la teoría con la peculiar observación que brinda la perinatología, embarazo, parto y recién nacido? Estaríamos en condiciones de pensar que el objeto interno filogenético o preconcebido debe encontrarse con el objeto externo real y de este encuentro, introyectar el objeto externo. Al principio la relación es con objetos parciales, el bebé se relaciona con el pecho; la integración gradual de la personalidad infantil en una unidad, hace que el objeto parcial (pecho, olor, latido cardíaco materno) se experimente como parte de una persona total. Al inicio existe un estado de identificación del niño con la madre: identificación primaria; y una identificación de la madre con el niño, que le permite a la madre sentir al bebé dentro de ella y sentir lo que él siente. Surge aquí la idea de la capacidad de la madre de significar la experiencia emocional del bebé; capacidad que se ha ido desarrollando durante el embarazo, quedando expuesta con la vivencia del parto y potencializada en el puerperio. La idea de yo inicial en complemento con la función materna adecuada nos lleva rápidamente al yo ideal y omnipotente y su catexis por la libido, lo que no implica desde el punto de vista económico que este amor a sí mismo excluya toda catexis objetal. 'Con una función materna adecuada la experiencia de omnipotencia será breve, porque la desilusión progresiva que realiza la madre frustrándolo al tardar en la llegada del pecho, o retomando intereses propios, hace que abandone la ilusión de que comanda el pecho y el mundo. Así, la relación objetal, el autoerotismo, el narcisismo trófico y la integración del yo, son producto de la herencia, de procesos de maduración y de la asimilación de experiencia, pero sólo tienen lugar con una función materna adecuada. Una vez más me pregunto cuál es el momento de la vida humana anobjetal. Tal vez sea en la organogénesis, en los primeros estadios embrionarios, donde luego de la fecundación se comienzan a diferenciar las células que después constituirán los distintos órganos, entre ellos la notocorda, primer esbozo del cerebro humano. DESCRIPTORES: NARCISISMO / NARCISISMO PRIMARIO / MITO DE NARCISO Narcisismo originario del runo 255 Bibliografía Benedek, Anthony: Parentalidad, Amorrortu, Buenos Aires, 1983. Anzieur, D.: El yo piel, Biblioteca Nueva, Madrid, 1987. -: Del yo piel al yo pensante, Biblioteca Nueva, Madrid, 1995. Balint, M.: La falta básica, Paidós, Buenos Aires, 1993. Bion W.: Transformations: change [rom learning to grouith., Nueva York, Basics Books. [Transformaciones, Buenos Aires, Centro Editor, 1972.1 Bowlby, J.: La separación afectiva, Paidós, Buenos Aires, 1993. -: La pérdida afectiva, Paidós, Buenos Aires, 1993. Brazelton, B.: La relación más temprana, Paidós, Buenos Aires, 1993. 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