Ortega y Gasset; No ser hombre ejemplar

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Ensayo
“moralejas, No ser hombre
ejemplar”
Profesora:
alumna:
puerto Ordaz, 13/05/2009
¿Ejemplar? Según las investigaciones realizadas una persona es ejemplar
por los logros que obtiene ya bien sea su trabajo, actitud, etc. Vamos a
conocer un poco mas del tema profundicémoslos un poco mas, según el
ensayo de ortega y Gasset dice que puede ser bueno y puede ser malo el ser
ejemplar bueno para el que lo toma por si mismo que tiene sus cosas sus
dones por su mismo medio, y no bueno porque se tienden a copiarse uno de
los otros. Según ortega y Gasset (1979-pag: 293) “en un libro mío
‘España invertebrada’ he insinuado una doctrina sobre el origen de las
sociedades que discrepa sobremanera de los usados. Según ella, la
sociedad humana solo tiene semejanzas externas, inesenciales con las
llamadas sociedades animales”, Pensando de esta manera tan irracional se
puede decir que el hombre muchas veces logra ser ejemplar sin
proponérselo y otros hombres lo toman como ejemplo es decir que el
hombre realizaba simplemente su trabajo con dedicación y un poco de
perfección y es por esto que los otros lo toman como ejemplo, ortega y
Gasset (1979-pag: 294)“pensando de esta manera, ha parecerme
forzosamente que cuando un hombre llega a ser ejemplar en algo,
alcanza lo mas alto que al hombre es permitido. Pero toda potencia del
hombre trae consigo un vicio en que aquella se desvirtúa y falsifica.
Frente a la autentica ejemplaridad hay una ejemplaridad ficticia e
inane” es decir el falso ejemplar se crea con la actitud negativa y
ambiciosa del hombre al querer ser ejemplar para los demás y no para si
mismo toma una actitud algo egoísta y lo hace inmoral debido a que
prefiere la perfección en el no hacer que en el hacer, es decir que busca ser
ejemplar sin esforzarse, Una y otra se diferencian por lo pronto en que el
hombre ejemplar no se propone nunca serlo. Obedeciendo a una profunda
exigencia de su organismo, se entrega apasionadamente al ejercicio de una
actividad -la caza o la guerra, el amor al prójimo o la ciencia, la
religiosidad o el arte-. En esta entrega inmediata, directa, espontánea, a una
labor consigue cierto grado de perfección y entonces, sin que él se lo
proponga, como una consecuencia imprevista, resulta ser ejemplar para
otros hombres según ortega y Gasset (1979-pag: 294)“el falso ejemplar
tiene que comenzar a darle importancia a lo que no lo tiene, a fin de
poder ser en algo ejemplar. Y como es fácil no hacer que hacer, su
heroísmo se compondrá, sobre todo de renuncias y abstenciones” Para
que el hombre sea ejemplar debe dar importancia a sus cosas que no la
tienen para que pueda ser tomado como alguien ejemplar y debe evitar de
abstenerse como héroe. ortega y Gasset dicen (1979-pag: 294)“Yo he
conocido y conozco algunos de estos hombres “ejemplares” y siempre
me ha divertido sobremanera contemplar la astucia con que aluden
todo lo que es creación, faena posotiva, y se las arreglan para darle a la
esterilidad un valor positivo. Asi en el orden intelectual, el falso
ejemplar acentuara mucho la prudente abstracción del juicio,
insistiendo sobre lo difícil, lo aventurado que es toda afirmación o
negación taxativas” Existen hombres que logran evadir con astucias las
cosas positivas que puede lograr y todo por querer verse en los ojos ajenos
e insisten en lo negativo, Ortega y Gasset dicen (1979-pag: 295) “La mera
corrección moral es cosa con que no tiene sentido jugar, porque
significa el mínimo de lo exigible. Pero la perfección no nos la exige
nadie; la ponemos o intentamos nosotros por libérrimo acto de
albedrio y, sin duda, merced a que nos complace su ejercicio” Es decir,
que nadie nos exige ser perfectos, nosotros podemos serlos por nuestra
propia voluntad y no es necesario que nos digan: - Has esto, ¡debes hacerlo
bien! Sino que nosotros con voluntad propia y muchas ganas creamos
nuestra propia perfección y muchas veces sin querer ser perfectos, solo con
hacerlo y que los demás lo tomen como un ejemplo es suficiente para que
nosotros podamos sentirnos bien con nuestro YO interior, un ejemplo de
esto puede ser en una competencia que le digan al mejor participante:
¡debes hacerlo bien! ¡Tu eres el mejor, debes hacerlo perfecto! Y ejercen
sobre el cierta presión para que gane a tal punto que el decide ser perfecto
en los limites que el se permite al evitar ser perfecto porque se lo exigen.
Según ortega y Gasset (1979-Pag: 295)“La perfección moral, como
toda perfección es una cualidad deportiva, algo que se añade
lujosamente a lo que es necesario e imprescindible” Esto es algo que es
como un deporte de vez en cuando, esta palabra moral es de mucho lujo no
se puede decir que en este mundo de 100% un 2% tienen moral que son
leales con sus cosas y les gusta la perfección es por ello que no se dejan
pisotear por nadie y siempre mantienen su cabeza bien en alto, este es un
valor imprescindible necesario porque es de mucha ayuda para la
personalidad de la persona. Ortega y Gasset (1979-Pag: 295)
“Parejamente es ilícito hacer de la ejemplaridad y de la virtud una
profesión” Por eso el hombre de tacto se complace en faltar de vez en
cuando a las normas que el mismo se ha impuesto, en quebrar su efectiva
ejemplaridad, a fin de dejar un breve hueco entre su vida y la perfección
abstracta que le sirve de meta, es injusto que esto se tome como una
profesión cuando no lo es por eso es que a veces rompemos las reglas,
tomar ejemplo de otra persona no es nada bueno porque cada quien tiene su
manera de maquinar las cosas y todos esperan lograr una meta, aunque
algunos piensen que sus ideas son impropias e inaceptables. Ortega y
Gasset (1979-Pag: 293) “Así la iglesia cristiana esta, en su esencia y
nervios últimos constituidas por Cristo y sus dóciles, la docilidad, el
seguimiento como expresión algo inadecuada suele decirse, la
imitación” Es decir, los individuos que pertenecen a la religión cristiana
adoran a Cristo, lo tienen como un gran héroe y quieren llegar a ser como
él porque Cristo es el ejemplo a seguir de ellos, sin embargo la realidad
histórica de la iglesia dependen en cada momento del fervor de docilidad
que los fieles sientan hacia la ejemplaridad de Jesús. Ortega y Gasset
(1979-Pag: 293) “ No hay sociedad si no existe en los miembros la
conciencia de pertenecer a un grupo” Nuestro instinto nos lleva a buscar
pautas de imitación para tener la seguridad de obrar correctamente porque
buscamos un reconocimiento, al menos, de pertenencia a un grupo. La
sociedad, el grupo, es la que brinda los ejemplos a seguir para aceptar a sus
miembros.
Somos imitadores, necesitamos modelos, perseguimos la perfección bajo la
referencia de nuestros ídolos y, ojo, no estoy diciendo que seamos o
debamos ser idólatras, me estoy refiriendo a las distintas figuras que vamos
encontrando en nuestra vida, empezando por nuestros padres, con las que
fijamos nuestras líneas maestras de la vida. Desde el “yo quiero ser como
papá” al “quiero ser bombero” no hay más evolución que la del cambio de
modelo.
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