Agosto 2004 Etica en las Instituciones de Salud Dr. Juan Pablo Beca La Bioética, como ética aplicada que se ha desarrollado en las últimas décadas, ha logrado reunir a diferentes disciplinas humanistas y científicas y se ha definido progresivamente en torno a su propósito general de buscar fundamento a las innumerables interrogantes que en lo ético plantea la medicina y las ciencias biológicas. Donde más se ha desarrollado la Bioética, además del estudio de sus bases filosóficas y antropológicas, es en el campo de la bioética clínica y de la ética de la investigación. La primera de ellas en torno especialmente a las decisiones clínicas en el inicio y en el final de la vida, las limitaciones de tratamiento, y en materias de derechos de los pacientes y de calidad de vida. En ética de la investigación se han desarrollado formas de revisión y regulación de la investigación en sujetos humanos y también en el control de la investigación en animales. Son conocidos también, por todos los interesantes debates mundiales en torno a ellos, temas como la clonación, la investigación en células madres embrionarias, la eutanasia y el suicidio asistido. Y en nuestro país actualmente vivimos nuevamente un debate social sobre la anticoncepción de emergencia. Sin embargo la Bioética, en el concepto original de Potter (A Bridge to the Future), se entiende como puente entre los hechos y los valores, entre la ciencia y la filosofía, pero además como múltiples puentes que unen la ciencia y la medicina con áreas como la ecología, sociología, política y economía. Por otra parte, visto desde la Bioética principialista, hemos avanzado en nuestros conceptos de Beneficencia y No Maleficencia que aparecen como rectores de la práctica clínica, y la Autonomía que fundamenta la participación del paciente en las decisiones. Sin embargo parece que hemos comprendido menos la relevancia y proyección del principio de Justicia. Se le ha entendido más bien como un campo que deben entender y respetar los políticos y gestores que determinan las políticas de salud, o quienes administran las instituciones. Esto es claramente insuficiente como ya lo veremos. Si miramos la Bioética como una de las éticas aplicadas que se han desarrollado desde la segunda mitad del siglo 20, y de hecho la que ha logrado mayor desarrollo, es necesario ampliar la visión que tenemos de ella. Se trata de lo que hoy se entiende como "Etica Civil" que caracteriza a la sociedad moderna que es plural y que por lo tanto no puede vivir con un código moral único. Necesariamente debe haber espacio para la coexistencia de diferentes visiones morales con fundamentos filosóficos y religiosos diversos. Algunos temen que esto ppodría conducir a un caos y relativismo, pero más bien se trata de la necesidad de un diálogo social que busque consensos en torno a acuerdos que conocemos como "ética de mínimos". Éstos se complementan con los ideales y valores personales y religiosos que conocemos como "ética de máximos". Mediante acuerdos o consensos sociales se establecen ciertas reglas mínimas que es necesario exigir a todos, cualquiera sean sus ideales personales o visiones religiosas. Esta es la ética de mínimos que establece así ciertos límites bajo los cuales se cae por debajo de los mínimos de justicia. Sin embargo no basta con acuerdos sociales mínimos que se plasman en leyes y penalizaciones de conductas inaceptables de los ciudadanos. Necesitamos desarrollar valores e ideales hacia los cuales orientar nuestras metas personales y sociales. También las organizaciones deben acordar sus marcos éticos que deben ir más allá de respetar las normas legales vigentes (ética de mínimos), estableciendo sus marcos de valores de acuerdo con los fines propios de su actividad y de su misión. Se podría hablar así de una ética de máximos para la organización. Definir los valores de la empresa es misión de lo que se conoce como "Ética de la Empresa", otra de las éticas aplicadas que se suma a la bioética, ética de las profesiones, de la política, del periodismo, etc. Las empresas que se ocupan de la salud tienen, por su misma misión, aún mayor necesidad que otras de clarificar sus fines primarios y los valores que les deberían caracterizar. Nace así el campo de la "Ética de las Instituciones de Salud" que fue tratado en el seminario que con ese título se llevó a cabo bajo la organización del Centro de Bioética de la Facultad de Medicina Clínica Alemana - Universidad del Desarrollo en cnjunto con el Hospital del Trabajador de la ACHIS. En este seminario participaron como conferencistas invitados los profesores Adela Cortina y Pablo Simón Lorda, asistieron 140 profesionales de diversas instituciones asistenciales y académicas de Santiago y regiones. El tema está ahora en nuestras manos. Se ha propuesto que los comités de ética hospitalarios deberían estudiar el tema en profundidad y proponer en sus instituciones la constitución de grupos de trabajo que, con la participación de los diferentes estamentos, lleguen a definir los valores que caracterizan su labor y orientar en base a ellos las políticas institucionales.