ESTUDIO 828-829- SECRETARÍA DE GOBERNACIÓN Nº de Recurso MML 828 HAAA 829 Solicitud Respuesta de la SEGOB Copia del documento que describa los mecanismos conforme a lo cual el Estado mexicano cumple su deber jurídico de informar a los extranjeros de su derecho a la notificación y comunicación consular. De acuerdo con lo previsto en el artículo 36 de la Incompetencia y remitió al Convención de Viena sobre relaciones consulares. peticionario a la SRE Copia de la política pública conforme a la cual el estado mexicano cumple su deber jurídico de informar a los extranjeros de su derecho a la notificación y comunicación consular. Estudio La Secretaría de Acuerdos solicitó a la DGEI realizar una búsqueda de información sobre el particular. Al respecto la DGEI revisó la Convención de Viena sobre relaciones consulares, la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, Ley del Servicio Exterior Mexicano, Reglamento de la Ley del Servicio Exterior Mexicano, Reglamento Interno de la Secretaría de Gobernación y el Reglamento Interno de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Asimismo, investigó la significación e implicaciones de las notificaciones y comunicaciones consulares. De manera genérica, lo relativo a los derechos a la comunicación, notificación y asistencia consulares, están estipulados en la Convención de Viena sobre relaciones consulares. Este tratado multilateral se adoptó en Viena, Austria el 24 de abril de 1963, fue ratificado por México el 16 de junio de 1965 y entró en vigor en el ámbito nacional el 19 de marzo de 1967.1 A la letra, el artículo 36 de aquel tratado establece que: 1. Con el fin de facilitar el ejercicio de las funciones consulares relacionadas con los nacionales del Estado que envía: a) los funcionarios consulares podrán comunicarse libremente con los nacionales del Estado que envía y visitarlos. Los nacionales del Estado que envía deberán tener la misma libertad de comunicarse con los funcionarios consulares de ese Estado y de visitarlos; b) si el interesado lo solicita, las autoridades competentes del Estado receptor deberán informar sin retraso alguno a la oficina consular competente en ese Estado cuando, en su circunscripción, un nacional del Estado que envía sea arrestado de cualquier forma, detenido o puesto en prisión preventiva. Cualquier comunicación dirigida a la oficina consular por la persona arrestada, detenida o puesta en prisión preventiva, le será asimismo transmitida sin demora por dichas autoridades, las cuales habrán de informar sin dilación a la persona interesada acerca de los derechos que se le reconocen en este apartado; 1 México no aceptó el párrafo 4 del artículo 31 de la misma, que se refiere al derecho de expropiación de los locales consulares, fundamentalmente porque este párrafo, al contemplar la posibilidad de que sean expropiados los locales consulares por el Estado receptor, presupone que el Estado que envía es propietario de ellos; lo que en la República Mexicana no puede ocurrir conforme a las disposiciones del Artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, según las cuales los Estados extranjeros sólo pueden adquirir en el lugar permanente de la residencia de los Poderes Federales, la propiedad privada de bienes inmuebles necesarios para el servicio directo de sus embajadas o legaciones. AHV/FACC/DGEI-132-04 Estudio-828/829-SEGOB c) los funcionarios consulares tendrán derecho a visitar al nacional del Estado que envía que se halle arrestado, detenido o en prisión preventiva, a conversar con él y a organizar su defensa ante los tribunales. Asimismo, tendrán derecho a visitar a todo nacional del Estado que envía que, en su circunscripción, se halle arrestado, detenido o preso en cumplimiento de una sentencia. Sin embargo, los funcionarios consulares se abstendrán de intervenir en favor del nacional detenido, cuando éste se oponga expresamente a ello. 2. Las prerrogativas a las que se refiere el párrafo 1 de este artículo se ejercerán con arreglo a las leyes y reglamentos del Estado receptor, debiendo entenderse, sin embargo, que dichas leyes y reglamentos no impedirán que tengan pleno efecto los derechos reconocidos por este artículo. En este sentido, el primer inciso de la Convención estipula el “derecho a la comunicación consular” el cual consiste en favorecer el derecho tanto de los funcionarios consulares como de los nacionales del Estado emisor a comunicarse libremente entre ellos. Es decir, la Convención asigna a las representaciones consulares la labor de fungir como enlace entre los individuos que viven fuera de territorio con el gobierno del Estado emisor, aun cuando se encuentren fuera de la jurisdicción nacional. En lo concerniente a la “notificación consular” y siguiendo diversas Opiniones consultivas tanto de la Corte Internacional de Justicia de la Haya como de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el derecho a la notificación consular, genéricamente denominado como “derecho a la notificación” denota el derecho de un individuo, cuya nacionalidad coincide con la del Estado emisor, a solicitar y obtener que las autoridades competentes del Estado receptor informen, sin retraso alguno, sobre los casos de arresto, detención o puesta en prisión preventiva a la oficina consular del Estado que envía. El ejercicio de esa obligación del Estado receptor activa el “derecho de asistencia consular” ó “derecho de asistencia”, el cual se traduce en el derecho de los funcionarios consulares del Estado emisor a proveer asistencia a algún connacional (artículos 5 y 36.1.c de la Convención de Viena sobre relaciones consulares) en caso de que sobre este recaiga la pena de arresto, detención o puesta en prisión. A manera de ejemplo, considérese lo siguiente: si el gobierno mexicano arresta a un ciudadano nicaragüense debido a que éste cometió algún delito en territorio nacional —el cual amerita la privación de la libertad, el gobierno mexicano tiene la obligación, según el artículo 36 de la Convención de informar al consulado de Nicaragua en México sobre la detención. Y el gobierno de Nicaragua, por medio de su representación consular, tiene la obligación de asistir legalmente a su connacional en el proceso que se le inicie en México. Lo anterior constituye una extensión del artículo 5º de la Convención según el cual las representaciones consulares tienen la obligación de proteger en el Estado receptor tanto los intereses del Estado emisor como el de sus nacionales, sean personas naturales o jurídicas, dentro de los límites permitidos por el derecho internacional (artículo 5º, inciso a), el de prestar ayuda y asistencia a los nacionales del Estado emisor, sean personas naturales o jurídicas (ibid, fracción i), representar a los nacionales del Estado emisor o tomar las medidas convenientes para su representación ante los tribunales y otras autoridades del Estado receptor, de conformidad con la práctica y los procedimientos en vigor en este último, a fin de lograr que, de acuerdo con las leyes y reglamentos del AHV/FACC/DGEI-132-04 Estudio-828/829-SEGOB mismo se adopten las medidas provisionales de preservación de los derechos e intereses de los nacionales. De la anterior lectura, se entiende que la Convención de Viena sobre relaciones consulares reconoce, como una función primordial del funcionario y de la representación consular, el otorgamiento de asistencia al nacional del Estado emisor en la defensa de sus derechos ante las autoridades del Estado receptor. En este marco, se reconoce que la norma que consagran tanto la notificación como la comunicación consular tiene un doble propósito: reconocer el derecho de los Estados de asistir a sus nacionales a través de las actuaciones del funcionario consular y, en forma paralela, reconocer el derecho correlativo de que goza el nacional del Estado emisor para acceder al funcionario consular con el fin de procurar dicha asistencia. La legislación mexicana es clara respecto al ejercicio tanto de la comunicación, notificación y asistencia consular específicamente en lo relativo a reclamar el reconocimiento entre los Estados receptores del derecho del gobierno mexicano de asistir a sus nacionales por medio de la representación consular. No hay claridad, empero, en cuanto a la forma en que el Estado mexicano regula la notificación consular respecto a los Estados emisores. De acuerdo con el artículo 28 fracción II de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, a la Secretaría de Relaciones Exteriores le corresponde: II.- Dirigir el servicio exterior en sus aspectos diplomático y consular en los términos de la Ley del Servicio Exterior Mexicano y, por conducto de los agentes del mismo servicio, velar en el extranjero por el buen nombre de México; impartir protección a los mexicanos; cobrar derechos consulares y otros impuestos; ejercer funciones notariales, de Registro Civil, de auxilio judicial y las demás funciones federales que señalan las leyes, y adquirir, administrar y conservar las propiedades de la Nación en el extranjero [...] En el caso anterior, la impartición de protección a los mexicanos en el exterior se entiende como una extensión del derecho de comunicación consular y en mayor medida como el ejercicio del derecho a asistencia consular de los mexicanos. No obstante, la Ley del Servicio Exterior Mexicano resulta más abundante en lo relativo al ejercicio de dichos derechos. Según establece el artículo 44 de ésta legislación, corresponde, entre otras, a los jefes de oficinas consulares: I. Proteger, en sus respectivas circunscripciones consulares, los intereses de México y los derechos de sus nacionales, de conformidad con el derecho internacional y mantener informada a la Secretaría de la condición en que se encuentran los nacionales mexicanos, particularmente en los casos en que proceda una protección especial [...] Lo anterior se encuentra con mayor profundidad en el Reglamento de la Ley del Servicio Exterior Mexicano. De acuerdo con el artículo 65 de esa legislación “es obligación prioritaria de los miembros del Servicio Exterior proteger los intereses de los mexicanos en el extranjero. Con este propósito prestarán sus buenos oficios, impartirán asistencia y protección consular y, llegado el caso, proporcionarán a la AHV/FACC/DGEI-132-04 Estudio-828/829-SEGOB Secretaría los elementos para que ésta decida si el Estado mexicano ejercerá la protección diplomática”. La asistencia consular se impartirá cuando se requiera atender y asesorar a mexicanos en sus relaciones con las autoridades extranjeras. Para estos efectos los miembros del Servicio Exterior deberán: I.- Asesorar y aconsejar a los mexicanos en lo relativo a sus relaciones con las autoridades e informarles sobre la legislación local, la convivencia con la población local, sobre sus derechos y obligaciones frente al estado extranjero en donde se encuentren, y sus vínculos y obligaciones en relación con México, en especial su registro en la oficina consular correspondiente; Il.- Asesorar jurídicamente a los mexicanos, cuando éstos lo soliciten, entre otros a través de los abogados consultores de las representaciones; III.- Visitar a los mexicanos que se encuentren detenidos, presos, hospitalizados o de otra manera en desgracia, para conocer sus necesidades y actuar en consecuencia; y, IV.- Asumir la representación de los mexicanos que por estar ausentes o por otros motivos estén imposibilitados de hacer valer personalmente sus intereses. Asimismo, el artículo 78 del citado reglamento establece que además de las funciones consignadas en el artículo 44 de la Ley, corresponde a los jefes de oficinas consulares: “Ejercer las demás funciones que le confieran las convenciones internacionales en materia consular de las que México sea parte y aquellas otras que le sean encomendadas por la Secretaría en los términos de las disposiciones jurídicas aplicables” (fracción IX), como es el caso de la Convención de Viena sobre relaciones consulares. En lo relativo a la obligación del Estado mexicano de notificar por la vía consular a otro Estado sobre el arresto, detención o puesta en prisión preventiva de un connacional del Estado emisor, la legislación mexicana es bastante parca. No se encontró en ninguna legislación revisada (Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, Ley del Servicio Exterior Mexicano, Reglamento de la Ley del Servicio Exterior Mexicano, Reglamento Interno de la Secretaría de Gobernación, Reglamento Interno de la Secretaría de Relaciones Exteriores) la forma en la cual el gobierno mexicano lleva a cabo la notificación consular. Opinión En comunicación telefónica con la Secretaría de Relaciones Exteriores ésta manifestó que no se le ha dado un seguimiento específico al caso pues se carece de un mecanismo expreso y adquiere, más bien una modalidad ad hoc. La SRE manifestó que en algunos casos, la notificación se realiza telefónicamente y en cuanto a la autoridad competente, manifestó que es variable: en algunos casos pudiera ser el Instituto Nacional de Migración o, si se trata de delitos, probablemente sea el Ministerio Público. La DGEI, empero, no tuvo la oportunidad de verificar la veracidad de aquellas aseveraciones debido a que ninguna legislación establece los mecanismos que se siguen. Nótese que lo anterior no contradice la Convención de Viena sobre relaciones consulares pues ésta hace alusión a que “las autoridades competentes del Estado receptor” se encargan de informar, sin retraso alguno, sobre los casos de arresto, detención o puesta en prisión preventiva a la oficina consular del Estado que envía. En el caso de la AHV/FACC/DGEI-132-04 Estudio-828/829-SEGOB legislación mexicana consultada no queda claro quienes pueden fungir como las “autoridades competentes”. Los recursos de revisión 828 y 829 se interpusieron contra la Secretaría de Gobernación la cual declaró incompetencia y remitió hacia la Secretaría de Relaciones Exteriores. Lo anterior no es necesariamente correcto, toda vez que a la SEGOB, según la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, le corresponde “compilar y sistematizar las leyes, tratados internacionales, reglamentos, decretos, acuerdos y disposiciones federales, estatales y municipales, así como establecer el banco de datos correspondiente, con objeto de proporcionar información a través de los sistemas electrónicos de datos”. En ese caso, en virtud de que la notificación consular atiende específicamente tanto reglamentaciones internacionales como a disposiciones federales, se presume que la SEGOB es competente para orientar al solicitante respecto a la legislación que describa aquellos mecanismos. No obstante, en última instancia, se puede conceder que la SEGOB declare inexistencia pues la fracción b del artículo 36 de la Convención de Viena sobre relaciones consulares establece que el procedimiento de notificación está supeditado a solicitud expresa del interesado, razón por la cual pudiera ser que no existe un procedimiento específico y reglamentado. AHV/FACC/DGEI-132-04 Estudio-828/829-SEGOB