Riendas Martín Hardoy® Las Riendas Martín Hardoy® están pensadas para manejar su caballo teniendo elementos que hacen simple su regulación, colocación y mantenimiento. Modelos Tres son los modelos de riendas Martin Hardoy®: De argolla, de presilla y de mosquetón Riendas de argolla: Es el más simple y económico de los modelos. Para colocarla solo basta enlazar la argolla de su extremo a la embocadura o bozal. Para colocarla o quitarla de esta forma no se necesita fuerza en los dedos y es una operación que lleva pocos segundos. Riendas de presilla: En su extremo tienen una presilla que traba con una doble argolla. Con este sistema cuánta más fuerza se hace sobre la rienda, mas se ajusta el sistema para garantizar seguridad. Los extremos de las presillas se fijan con un pasador. Riendas de mosquetón: Un mosquetón en cada extremo permite colocarlas y quitarlas rápidamente. La resistencia del mosquetón está garantizada hasta 800 KGs. de fuerza. Materiales que la componen Las riendas Martín Hardoy® están diseñadas con cinta reforzada de polipropileno negro de 30 mm. Las argollas, mosquetones y pasadores de las riendas Martín Hardoy® son de hierro cincado para evitar la oxidación. Particularidades de cada Modelo Los materiales de las riendas Martín Hardoy® no necesitan mantenimiento ni grasas lubricantes. Tampoco los afectan los rayos del sol ni la humedad. No atraen roedores. Cada modelo buscar brindarle a su propietario el sistema que le de mayor comodidad y seguridad. Son materiales ideales para el uso diario en lugares húmedos o extremadamente secos pues es allí en donde se nota la superioridad que los diferencia del cuero. Uso de las riendas Riendas indirectas o manejo común: Cuando los animales están bien domados y conocen y sienten claramente las indicaciones de su cuerpo, piernas y manos, las riendas se tomarán con una solo mano (generalmente la izquierda aunque esto no es obligatorio) en lo que se conoce como manejo de riendas indirectas. En esta forma de manejo las riendas ingresan a la mano entre el índice y el pulgar y salen de la mano al pasar por el meñique. Esta forma de manejo es levemente peligrosa en animales imprevisibles pues se tiende a llevar las riendas largas y en situaciones de riesgo no se controla bien el animal. Al tirar de ellas hacia la izquierda se apoya mayormente la rienda en el lado derecho del cuello y el animal doble a la derecha. Cuando los animales no están bien domados o si el jinete no maneja su cuerpo correctamente, esta forma de manejo es la más complicada de entender para el caballo. Muchas personas hacen señas al animal para ayudarlo a comprender la dirección a la que pretenden que se dirija. Esto es debido a que la rienda exterior lleva la cabeza al lado externo que será el opuesto a la dirección pretendida. Riendas indirectas a la Española: Esta forma de tomar las riendas colabora a dejar la mano baja y quieta sobro un lugar fijo de la montura. Así los animales flexionan la nunca y vienen a la mano para encontrar el lugar en el que las riendas no tiran y se sienten cómodos. Este sistema de manejo otorga buen dominio y seguridad pues la mano se mantiene lejos del cuerpo y estará lista para tirar hacia atrás con suficiente espacio cuando la situación así lo requiere. Las riendas ingresan a la mano por el meñique que se aloja en medio de ambas riendas y salen entre el pulgar e índice. Riendas indirectas con ayuda: Cuando a los animales les falta un poco de doma pero se nota que van avanzando en ella, se recomienda el manejo de riendas indirectas con ayuda. En este caso ambas riendas se cruzarán dentro de la mano; una hacia el lado opuesto de la otra. Cuando se gira a la derecha se apoya la rienda izquierda sobre el cuello, pero la rienda del lado derecho se acorta levemente para conservar al animal mirando hacia donde se pretende doblar. Para lograr el giró habrá que utilizar la pierna del lado opuesto (en el ejemplo se utilizará la pierna izquierda. Riendas directas: A este sistema también se lo conoce como “manejo de carro”. Es la forma de manejar que se ve normalmente en los clubes de equitación. Es un sistema que garantiza que el animal doble exactamente hacia el lugar pretendido. La rienda interna del giro produce la incurvación para hacer mirar el animal hacia el lugar pretendido, mientras que la rienda externa se apoya suavemente sobre el cuello para impulsar y estimular el giro. Es la manera más fácil de manejar cualquier animal. Recomiendo esta forma de manejo, incluso en aquellos animales que han sido amansados con otros sistemas y se niegan a doblar correctamente. Pueden decir lo que quieran quienes lo miren así cuando acostumbran otras formas, pero Ud estará más seguro. Riendas directas con ayuda: Si se cruzan las riendas por dentro de las manos tendremos un excelente control de cualquier situación. Esta forma se utiliza especialmente en animales mal domados o que aún deben aprender a trabajar. Otorga gran seguridad al jinete. La rienda ingresa de abajo hacia arriba de la mano y los brazos se llevan hacia adelante por encima del cuello para que el jinete mantenga un buen control cuando debe frenar o girar. De no hacerlo las riendas quedarán largas y esto puede ser peligroso. Posición correcta de las manos: Cuando un jinete tira de las riendas hacia arriba con las manos altas utilizando embocadura de patas cortas o sin patas, el caballo puede cabecear y esto es peligroso. Solo se pueden dejar las manos altas cuando se usan embocaduras de patas largas que obligan a los animales a flexionar la cabeza. Si el jinetes deja las manos bajas, la cabeza del animal irá hacia abajo cuando actúe sobre ellas. Manos Altas Manos bajas Precauciones En el caso de caballos que habitualmente se asientan mientras están atados, se recomienda no dejarlos atados con las riendas amarradas a la embocadura para evitar golpes y lastimaduras en la boca, que luego pueden generar reacciones violentas de los animales, debidas al dolor que sienten en el lugar en el que se golpearon. En estos casos se recomienda el uso de un bozal para atarlos de allí. Advertencias Recomendamos el uso de martingala para las personas que se inician en la equitación y que elevan las manos al manejar. De esta forma se controla mejor al animal y se corren menos riesgos. Cuando se dejan las riendas colocadas encima de la montura o apero de uso, mientras se ata el animal o se baja de él, recomendamos amarrarlas al cuello o la montura para evitar que caigan al suelo. Esto evita que el animal las pise con las manos y se golpee la boca. Nunca se ate las riendas a ningún lugar de su cuerpo o vestimenta. Si el animal se espanta podría producirse un grave accidente. Reparaciones. Si alguna de las partes de estas riendas llegara a romperse, es posible repararlas con la máquina de cualquier zapatero. También se puede hacer una reparación de urgencia calentando cualquier elemento metálico en el fuego, hasta dejarlo al rojo o muy cercano a esta temperatura. Si se apoya el elemento caliente suavemente sobre una o ambas caras del material de polipropileno, este se fundirá y se podrán pegar las caras quedando unidas las partes.