Los Sueños y su contenido místico Y Rabí Iojanán dijo: Tres tipos de

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Los Sueños y su contenido místico
Y Rabí Iojanán dijo: Tres tipos de sueños se cumplen: El sueño matutino; y el sueño que su
amigo soñó acerca de él; y el sueño que está interpretado dentro de un sueño. Y hay quien
dice: También el sueño que fue repetido, tal como está dicho con relación a los sueños del
Faraón: “Respecto a la repetición del sueño al Faraón en dos veces, ellos se debe a que el
asunto se encuentra preparado frente a Dios, y Dios Se apresura a llevarlo a cabo” (Génesis
41:32).
Rabí Shmuel bar Najmani dijo en el nombre de Rabí Ionatán: No se le muestra a una persona
en sus sueños sino nada más que el contenido de sus propios pensamientos diurnos, tal como
está dicho: “Tú, oh Rey, tus pensamientos subieron a ti mientras estabas en tu cama” (Daniel
2:29). Y si quieres te diré que se aprende de aquí: “Los pensamientos de tu corazón
conocerás” (ídem).
Una enseñanza similar:
Rava dijo: Debes saber que a una persona nunca se le muestra en sueño lo que trasciende los
límites de su realidad diurna: no una palmera de oro, y no un elefante entrando por el ojo de
una aguja. (56a)
Un incidente relacionado:
El César, el emperador romano, le dijo a Rabí Iehoshúa, el hijo de Rabí Janania: Vosotros
decís que sois muy sabios. Como una prueba de esto, dime qué veré en mi sueño esta noche.
Rabí Iehoshúa le dijo: Verás que los persas te pondrán a trabajar al servicio de su rey y te
forzarán a pastorear animales inmundos con un báculo de oro. Al escuchar semejantes cosas,
el César pensó el día entero en esto y a la noche vio en sueños lo que Rabí Iehoshúa le dijera.
Un hecho similar:
El rey Shavur le dijo a Shmuel: Vosotros decís que sois muy sabios. Como una prueba de
esto, dime qué veré en mi sueño esta noche. Shmuel le dijo: Verás que vienen los romanos
y te toman cautivo y te forzarán a moler huesos de dátiles con un molino de oro. Al
escuchar semejantes cosas, el rey pensó el día entero en esto y a la noche vio en sueños lo
que Shmuel le dijera.
Los sueños de Abaie y Rava:
Bar Hedia era un intérprete de sueños. A quien le pagaba, le interpretaba el sueño para bien,
y a quien no le pagaba, le interpretaba el sueño para mal. En cierta ocasión Abaie y Rava
soñaron un mismo sueño. Abaie le dio un zuz a Bar Hedia para que le interpretara su sueño
y Rava no le dio nada. Le dijeron: En nuestro sueño nos leyeron el versículo: “Tu buey será
degollado delante de tus ojos pero no comerás de él” (Deuteronomio 28:31). A Rava le dijo:
tu negocio fracasará y debido a la pena de tu corazón, no querrás comer. Y a Abaie le dijo:
Tu negocio dará provecho y debido a tu alegría de corazón no querrás comer.
Tuvieron otro sueño y le dijeron: En nuestro sueño nos leyeron el versículo: “Darás a luz
hijos e hijas pero ellos no serán tuyos porque irán en cautiverio” (Deuteronomio 28:41). A
Rava le dijo: Su mal sentido, es decir, que tus hijos serán tomados en cautiverio, se cumplirá
en ti, y a Abaie le dijo: Tus hijos e hijas se multiplicarán; tus hijas se casarán con extranjeros
y solo te parecerá como si se hubieran ido en cautiverio.
Tuvieron otro sueño y le dijeron: Nos leyeron el versículo: “Tus hijos e hijas serán dados a
otro pueblo” (Deuteronomio 28:32). A Abaie le dijo: Tus hijos e hijas serán numerosos. Tú
dirás que se casen con tus parientes, y ella, tu esposa, dirá que se casen con sus parientes. Y
ella te forzará y los darás a sus parientes, lo que, en cierta medida, es como “otro pueblo”. A
Rava le dijo: Tu esposa morirá, te volverás a casar, y tus hijos e hijas vendrán a las manos de
otra mujer. Porque Rava dijo en el nombre de Rabí Irmia bar Aba, en el nombre de Rav:
¿Qué significa lo escrito: “Tus hijos e hijas serán dados a otro pueblo”? Se refiere a la esposa
del padre, es decir, una madrastra.
Tuvieron otro sueño y le dijeron: En nuestro sueño nos leyeron el versículo: “Ve, come tu
pan con alegría” (Eclesiastés 9:7). A Abaie le dijo: Tu negocio prosperará y comerás y
beberás, y en la alegría de tu corazón pronunciarás el versículo. A Rava le dijo: Tu negocio
fracasará, matarás un animal para comer carne pero no comerás ni beberás, y pronunciarás
ese versículo para mitigar tu ansiedad.
Tuvieron otro sueño y le dijeron: Nos leyeron el versículo: “Mucha simiente dará el campo,
pero cosecharás poco porque la langosta lo devastará” (Deuteronomio 28:38). A Abaie le
dijo su interpretación solo de la primera parte del versículo y a Rava le dijo su interpretación
de la última parte del versículo.
Tuvieron otro sueño y le dijeron: Nos leyeron el versículo: “Tendrás olivos en todos tus
confines pero no te untarás con aceite porque las aceitunas caerán antes de tiempo de los
olivos” (Deuteronomio 28:40). A Abaie le dijo su interpretación solo de la primera parte del
versículo y a Rava le dijo su interpretación de la última parte del versículo.
Tuvieron otro sueño y le dijeron: Nos leyeron el versículo: “Entonces todos los pueblos de
la tierra verán que el nombre de El Eterno es proclamado sobre ti y te temerán”
(Deuteronomio 28:10). A Abaie le dijo: Tu nombre se difundirá porque llegarás a ser el
director de una academia de estudios – Rosh Ieshivá – y el mundo te temerá. A Rava le dijo:
El tesoro del rey será despojado y serás arrestado como si realmente tú fueras el ladrón. Y
todos, a partir de ti, aplicarán el método de inferencia del más débil al más fuerte – kal
vajomer -, y dirán que si tú eres sospechoso sin base alguna, mucho más entonces ellos, y
temerán por ti. Y al día siguiente el tesoro del rey fue despojado y vinieron y arrestaron a
Rava.
Tuvieron otro sueño y le dijeron: Vimos una lechuga sobre la boca de una cuba. A Abaie le
dijo: Tu negocio, es decir, tu mercadería, se duplicará como la lechuga, y a Rava le dijo: Tu
negocio, es decir, tu mercadería, se tornará amargo como la lechuga.
Tuvieron otro sueño y le dijeron: Vimos carne sobre la boca de una cuba. A Abaie le dijo:
Tu vino será aromático y todos te vendrán a comprar carne y vino. A Rava le dijo: Tu vino
se tornará agrio y todos vendrán a comprar carne para comerla con él.
Tuvieron otro sueño y le dijeron: Vimos un barril que colgaba de una palmera. A Abaie le
dijo: Tu negocio crecerá como una palmera. A Rava le dijo: Tu negocio será dulce como los
dátiles de una palmera, es decir, que venderás tu mercadería a un precio muy barato.
Tuvieron otro sueño y le dijeron: Vimos una granada brotando de la boca de una cuba. A
Abaie le dijo: Tu negocio, es decir, tu mercadería, será caro como una granada y tu ganancia
se multiplicará. A Rava le dijo: Tu negocio, es decir, tu mercadería, será agrio como una
granada y todos lo despreciarán.
Tuvieron otro sueño y le dijeron: Vimos un barril que cayó en un pozo. A Abaie le dijo: Tu
negocio, es decir, tu mercadería, tendrá mucha demanda, tal como el que dice: “El pan ha
caído en un pozo y no se encuentra”. A Rava le dijo: Tu negocio, es decir, tu mercadería,
será arruinado y arrojado en un pozo.
Tuvieron otro sueño y le dijeron: Vimos un burro joven que estaba parado cerca de nuestras
cabezas rebuznando. A Abaie le dijo: Serás un rey, es decir, el director de la academia de
estudios – Rosh Ieshivá, y un declamador se parará a tu lado para pronunciar en voz alta tus
enseñanzas. Y a Rava le dijo: Las palabras hebreas peter jamor – el burro primogénito –, que
figuran en una de las cuatro secciones de la Torá que se escriben en las filacterias de la
cabeza, están borradas en las filacterias – tefilín – de tu cabeza. Al escuchar esta afirmación,
Rava le dijo: ¡Yo mismo lo he visto y esta expresión hebrea está! Bar Hedia le dijo: La letra
hebrea vav en las palabras peter jamor ciertamente se han borrado de tus filacterias.
Sueños de Rava:
Finalmente Rava fue solo a lo de él, es decir, a los de Bar Hedia, para que le interpretara sus
sueños. Rava le dijo: Vi que la puerta exterior de mi casa se había caído. Le dijo: Tu esposa,
que protege tu casa, morirá.
Rava tuvo otro sueño y le dijo: Vi que mis muelas y mis dientes delanteros se habían caído.
Le dijo: Tus hijos e hijas morirán.
Rava tuvo otro sueño y le dijo: Vi dos palomas volando. Le dijo: Te divorciarás de dos
esposas.
Rava tuvo otro sueño y le dijo: Vi dos cabezas de nabo. Le dijo: Recibirás dos garrotazos. Y
precisamente ese día Rava fue y se sentó en la casa de estudio el día entero y encontró dos
personas ciegas que se golpeaban una a la otra. Rava fue a separarlos y ellos le dieron dos
golpes. Cuando levantaron el palo para proporcionarle otro golpe, Rava dijo: ¡Me es
suficiente! Solo dos cabezas de nabo vi en mi sueño.
Más sueños de Rava:
Al final, Rava vino y le dio un pago a Bar Hedia para que continuara interpretándole los
sueños. Después Rava le dijo: Vi una pared que se derrumbó. Le dijo: Adquirirás propiedades
sin límite.
Tuvo otro sueño y le dijo: Vi que la mansión de Abaie había caído y me cubrí en su polvo.
Le dijo: Abaie morirá y su academia vendrá a ti y serás el director de la misma.
Tuvo otro sueño y le dijo: Vi que mi mansión caía y todos venían y tomaban cada ladrillo y
ladrillo. Le dijo: Tus enseñanzas se esparcirán a través del mundo.
Tuvo otro sueño y le dijo: Vi mi cabeza dividirse y mi cerebro caer. Le dijo: Las plumas se
saldrán de la almohada.
Tuvo otro sueño y le dijo: El Halel Egipcio – conjunto de salmos – me era recitado en mi
sueño. Le dijo: Te sucederán milagros.
Un relato:
Bar Hedia estaba viajando junto con él, Rava, en un bote. Dijo: ¿Para qué estar junto a un
hombre a quien le sucederá un milagro? Tal vez se hunda el bote y él se salvará. Mientras
desembarcaba se le cayó un libro. Rava lo encontró y vio que estaba escrito en él: “Todos los
sueños van detrás de la boca de quien los interpreta”. Entonces Rava le dijo: ¡Malvado! ¡La
interpretación de mis sueños dependía de ti y tú los interpretaste para mal y me causaste tanto
dolor! Por todo te perdono excepto por la hija de Rav Jisda, mi esposa, que murió de acuerdo
con tu interpretación de uno de mis sueños. ¡Sea la voluntad de Dios que este hombre sea
entregado a un régimen que no tenga piedad de él!
Al escucharlo, Bar Hedia dijo: ¿Qué haré? Tenemos la tradición de que la maldición de un
sabio, aun gratuita, ha de llegar y cumplirse, y mucho más tratándose de Rava, que me
maldijo justificadamente. Dijo: Me levantaré e iré al exilio, porque dijo el maestro en la
baraita: El exilio expía el pecado.
Se levantó y se exilió en la casa de los romanos, es decir, Roma, y fue y se sentó en la puerta
del Principal Guardián del Tesoro Real. El Principal Guardián del Tesoro Real vio un sueño
y le dijo: Vi en el sueño que una aguja se insertaba en mi dedo. Bar Hedia le dijo: Dame un
zuz para que te interprete el sueño, pero no le dio un zuz. Entonces no le dijo nada acerca de
su primer sueño. Luego le dijo el Guardián: Vi un gusano que se había posado sobre dos de
mis dedos. Bar Hedia le dijo: dame un zuz pero no le dio un zuz y entonces nuevamente no
le dijo nada acerca de este segundo sueño. Luego el Guardián le dijo: Vi un gusano que se
había posado sobre toda mi mano. Bar Hedia le dijo: Los gusanos se han posado sobre todas
las vestimentas de seda del palacio real, que estaban a cargo del Guardián.
En la casa del Rey lo escucharon y lo trajeron al Principal Guardián del Tesoro Real. Mientras
se preparaban para matarlo, les dijo: ¿Por qué a mí? Traed al que lo sabía pero no dijo
absolutamente nada. Entonces trajeron a Bar Hedia y le dijeron: ¡Por tu zuz se han destruido
(56b) las vestimentas de sedas del rey!
Ataron dos cedros cercanos con una soga y ataron una de sus piernas a un cedro y una de sus
piernas al otro cedro. Y entonces desataron la soga que unía a los cedros hasta que su cabeza
se partió. Cada uno de los cedros volvió a su lugar, y se partió y cayó partido en dos.
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