DESCENTRALIZACIÓN: ENFOQUES SU PAPEL EN EL ANÁLISIS

Anuncio
DESCENTRALIZACIÓN: ENFOQUES
SU PAPEL EN EL ANÁLISIS DEL TERRITORIO
Leonora Cuoghi
“Descentralización”, al igual que “desarrollo”, también ha pasado a ser un término
polisémico, ya que admite, según el enfoque, distintos tipos de abordajes. Antes que
definirlo, sería necesario conceptualizarlo como un fenómeno
dinámico, que admite
múltiples percepciones; como un continuo en los cuales un extremo se acerca más a la
centralización, y el otro avanza hacia un gobierno y gestión independiente.
La descentralización no es una alternativa a la centralización y no tiene una relación
directa con lo que usualmente denominamos “izquierda” o “derecha” desde lo ideológico.
La proporción
óptima de centralización y descentralización, depende del contexto
histórico social en el cual se manifiesta y de la naturaleza del contrato existente entre el
Estado y la sociedad civil.
Tampoco existe una correlación directa entre descentralización y democracia. Si
bien una puede ser el antecedente o consecuencia de la otra,
descentralizar
poder
territorialmente cuando el receptor no está preparado, puede reforzar estructuras
oligárquicas y clientelísticas.
No obstante, la descentralización siempre es incompatible con regímenes políticos
autoritarios, sean de izquierda o de derecha.
Para Boisier, América Latina tiene una fuerte cultura centralista, debido a que es un
territorio en el que no se produjeron los cuatro grandes fenómenos sociales europeos:
cambios políticos como el que generó la Revolución Francesa, cambios religiosos como el
producido por la Reforma, ni un cambio económico-social como el generado por la
revolución industrial, ni un sistema de reparto territorial del poder como el feudalismo.
La conquista ibérica y las instituciones de explotación generadas por los españoles
como el inquilinaje, la mita, el yanaconazgo en las zonas rurales, generaron una relación de
servilismo paternalista, en donde el “patrón”, luego es reemplazado por el “estado”, al
producirse las olas de migraciones de las zonas rurales a las urbanas. De allí que, las
modalidades de gestión centralizadas, devienen de una cultura históricamente construida
orientada hacia el centralismo.
La descentralización, por lo tanto como una gran tendencia, va a llegar de la mano
de las innovaciones científico-tecnológicas:
*Cambios en los modos de producción y en los procesos de toma de decisiones en la
industria y servicios. (Segmentación, deslocalización)
* Disminución de los costos de transmisión de información que relativiza la importancia de
la localización geográfica de la producción.
*La reforma del Estado empuja también hacia la descentralización, apareciendo la
sociedad civil como un nuevo actor.
*Aumenta la demanda autonómica por parte de los gobiernos territoriales
* Empujan además hacia la descentralización las entidades privatizadas.
Se produce entonces una relación dialógica entre globalización y descentralización, que
viene de la mano de la revalorización del territorio que van a producir 3 nuevos escenarios:
1. Contextuales Procesos de apertura comercial externa y apertura política interna
2. Estratégico: vinculado al surgimiento de una nueva geografía virtual y nuevas
modalidades de gestión territorial.
3. Político: modernización del Estado y reinvención de gobiernos territoriales.
Los resultados de la descentralización en América Latina
De acuerdo a la hipótesis de Iván Finot, la crisis de la deuda en Aca Lat es la crisis
del centralismo. Cuando se inician los procesos de reforma del estado a partir de los
documentos del Consenso de Washington, en la década de los ’90, se propiciaba, como una
de las estrategias más importantes, la descentralización de políticas y servicios en el
territorio, porque se sostenía que la descentralización político- administrativa permitiría:
 Mayor eficiencia
 Mayor equidad
 Mayor participación ciudadana
 Reducción de la corrupción
 Aumento del equilibrio fiscal.
En cuanto a la eficiencia, si bien aumentaron los ingresos locales se detectó una mayor
propensión al gasto a nivel local agravado por el excesivo endeudamiento de los
niveles subnacionales de gobierno, lo que redujo sensiblemente los indicadores de
eficiencia.
No se verificó con la descentralización una mayor equidad sino que, por el contrario, se
verificó un aumento de las asimetrías territoriales en la distribución del ingreso y en
cuanto al acceso a bienes y servicios de calidad.
Tampoco pudo verificarse una participación organizada que fuera más allá del voto y
además, no inducían la adopción de decisiones sobre la base de las iniciativas y los
aportes locales,
Descargar