LA CONFESION - Comunidad Católica Sánate Tú

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LA CONFESION: AMISTAD PERMANENTE CON JESUS
Es un privilegio tener en nuestra Iglesia Católica los
sacramentos que son signos y señales de Jesús en nuestras
vidas, en especial el sacramento de la CONFESION
(Reconciliación) por medio de la cual Nuestro Señor
perdona todos nuestros pecados.
El sacramento de la confesión fue instituido por Jesucristo
cuando se apareció a sus Apóstoles reunidos y les dio
facultad para perdonar los pecados diciéndoles: “A quienes
perdonéis los pecados, les serán perdonados; y a quienes
se los retengáis, les serán retenidos” Jn 20, 23. Con estas
palabras Nuestro Señor se comunicó a sus apóstoles y con
ellos a los sacerdotes, ya que ellos cuando te confiesan son
la presencia real de Nuestro Serñor; ellos son pecadores y
también se confiesan, pero han recibido de Dios la
potestad de perdonarnos en el nombre de Jesús, no en su
nombre como muchos católicos pensamos y no recurrimos
a este sacramento por juzgar a los sacerdotes incurriendo
en otro pecado: “no amar a Dios sobre todas las cosas, ni al
prójimo como a nosotros mismos”.
GUIA PARA HACER UNA BUENA CONFESION
Para que realices una buena confesión, son necesarios los
siguientes pasos:
1.
EXAMEN DE CONCIENCIA: A través de este
recuerdas los pecados de pensamiento, palabra, obra y
omisión contra los Mandamientos de la Ley de Dios.
2.
CONTRICION DE CORAZON: Es el dolor o tristeza
de ofender a Dios con nuestros pecados. Para sentir
este dolor debes pensar en la pasión y muerte de
Nuestro Señor y unirte con él en su sufrimiento al
entregar su vida por ti en la cruz.
3.
PROPOSITO DE ENMIENDA: Si tu has valorado el
Sacramento de la Reconciliacion vas a pedirle la gracia
al Señor de poder vencer en ese pecado y pídele que te
regale los frutos del Espíritu Santo: por tanto la
perseverancia como el dominio propio en el momento
de la tentación.
4.
CONFESION CON EL SACERDOTE: Como católicos
que somos, debemos acudir a nuestros sacerdotes
quienes recibieron de Nuestro Señor la potestad de
perdonar los pecados. Es importante que sepas que
ellos tienen un “sigilo” es decir, el secreto que están
obligados a guardar los sacerdotes en la confesión.
5.
CUMPLIR CON LA PENITENCIA: Cuando te
confiesas el sacerdote bajo la luz del Espíritu Santo te
coloca una penitencia, la cual es parte de la reparación
por el pecado que has cometido y que debes cumplir en
obediencia. El no cumplir con la penitencia es también
un pecado.
El examen de conciencia se hace así: Pide al Espíritu Santo
que te ilumine y te recuerde cuáles son los pecados que te
están alejando del amor de Dios.
PRIMER MANDAMIENTO: “Amarás al Señor tu Dios sobre
todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”
¿Has negado o dudado de la existencia de Dios?
¿Te has confesado sin arrepentimiento o sin propósito de
enmienda? ¿Has cumplido las penitencias?
¿Crees en horóscopos, talismanes, cuarzos, amuletos,
matas de sábila, herraduras, pirámides, supersticiones,
acupuntura, medicina bioenergética, indio amazónico,
mesonería, yoga, hinduismo, método Silva, metafísica,
reencarnación, santería, brujas, nueva era, agueros, ligas,
control mental u otros ídolos?
¿Has consultado adivinos, astrólogos, médium, brujos,
magos, hechiceros, José Gregorio Hernández?
¿Has participado en sectas satánicas?
¿Has intentado suicidarte? ¿Lo has pensado?
¿Has incitado directa o indirectamente a otros al suicidio
o a algún crimen? ¿Has puesto en peligro tu vida sin
necesidad?
¿Has usado algún maleficio contra otra persona?
¿Tienes odio, rencor o resentimiento hacia otra persona?
¿Estás dispuesto a perdonar? ¿te has negado a perdonar
a tu hermano?
¿Dominas tu malgenio? ¿Peleas frecuentemente con los
demás? ¿Molestas con burlas o bromas pesadas? ¿Te has
burlado de otros ridiculizándolos o faltándoles a la
caridad? ¿Sientes desprecio por los pobres, débiles,
ancianos y personas de otra raza?
¿Eres egoísta? ¿te interesas por quienes te rodean? ¿Has
juzgado a los demás?
¿Has quitado la honra ajena con tus palabras?
¿Sientes pereza u ociosidad?
¿Tu oración es una plena comunicación con Dios, o es un
simple rito exterior?
¿Has tenido ideas contrarias a la doctrina de Nuestra
Iglesia Católica?
¿Te has casado o aconsejado a otros que se casen fuera
de la Iglesia Católica?
¿Sirves a Dios y al dinero?
¿Te has rechazado? ¿No te aceptas como eres?
¿Tienes desconfianza en Dios dudando de su amor y
providencia? ¿Te has quejado de Dios no aceptando con
alegría tus sufrimientos?
¿Has soportado con serenidad y paciencia los dolores y
contrariedades de la vida?
SEGUNDO MANDAMIENTO: “No jurarás el Santo Nombre
de Dios en vano”
¿Has comulgado en pecado grave?
¿Has jurado en falso? ¿Has jurado sin causa grave o por
cosa de poca importancia?
¿Has blasfemado a conciencia contra Dios, la Virgen o
cosas santas? (Blasfemar es proferir contra Dios palabras
de odio, reproche, desafío, o injuriar a Dios).
¿Has dicho palabras irreverentes de Dios, el Santísimo, la
Santísima Virgen y los Santos?
¿Has dicho chistes irreligiosos o ridiculizando aspectos
de la religión o de nuestra Iglesia Católica?
¿Te has animado a pecar, pensando que te confesarás
después? ¿Has tardado mucho tiempo después de haber
pecado gravemente?
¿Has criticado a los sacerdotes, hablando mal de ellos, o
en el pensamiento?
¿Has faltado al respeto debido en el templo con tu
manera de vestir?
¿Has profanado los lugares santos como Santuarios o
cementerios?
¿Te has callado voluntariamente algún pecado grave en la
confesión? ¿Has recibido indignamente algún sacramento?
¿Has hecho promesas que no has cumplido?
TERCER MANDAMIENTO “Santificarás las fiestas”
¿Has dejado de asistir a la Eucaristía los domingos o fiestas
de precepto? ¿Vas a la Eucaristía con el corazón dispuesto
al encuentro con Nuestro Señor o por costumbre?
¿Has llegado tarde y te has quedado sin oir Eucaristía
entera?
¿Te has distraído voluntariamente durante la Misa o
cometido durante ella alguna irreverencia?
¿Frecuentas la Sagrada Comunión?
¿Has sido causa de que otros no vayan a la Eucaristía?
¿Has criticado al sacerdote por su homilía?
¿Dedicas el tiempo libre en bien de los demás, en obras
de caridad o en el apostolado?
¿Trabajas el día Domingo o en las fiestas de precepto?
¿Has dejado de vivir la Semana Santa con recogimiento y
reflexión o simplemente por un esparcimiento en tu vida?
CUARTO MANDAMIENTO: “Honrarás a tu padre y a tu
madre”
¿Amas de todo corazón a tus padres?
¿Has renegado del papá o la mamá que Dios te regaló?
¿Das amor, caricias, palabras de aliento o cariño a tus
padres?
¿Desobedeces a tus padres, te burlas de ellos, los
irrespetas, los has hecho entristecer?
¿Te has avergonzado de tus padres por ser pobres,
ignorantes o ancianos?
¿Has tratado a tus padres con brusquedad o dureza? ¿Les
das disgustos? ¿Has golpeado a tu papá o a tu mamá?
¿Humillas a tus padres?
¿Aceptas la separación de tus padres?
¿Has sentido odio o rencor por la corrección que te hacen
tus padres? ¿Desprecias el consejo de tus padres?
¿Has sido autoritario o abusivo con tus padres?
¿Has asistido a tus padres en la enfermedad o en la
situación económica?
¿Te crees más que tus papás?
QUINTO MANDAMIENTO: “No matarás”
¿Has quitado la vida por obra, acción, palabra,
pensamiento u honra?
¿Has practicado el aborto con consentimiento o has
inducido a alguien para que lo haga?
¿Has hecho conjuros, maleficios para que alguien muera?
¿Has maltratado o herido a otra persona?
¿Has insultado, injuriado o maldecido a otro?
¿Has albergado la venganza en tu corazón deseando que
alguien muera? ¿Has sentido depresión? ¿Has tenido
desánimo? ¿Has perdido la esperanza?
¿Has atentado contra el templo de Dios que es tu cuerpo
por vanidad buscando la belleza física?
¿Has utilizado sistemas de control natal distintos al
permitido por la Iglesia Católica?
¿Has deseado cosas malas para otras personas?
¿Has sido causa de riñas, enemistades o peleas que han
provocado la muerte de alguien?
¿Te has drogado? ¿Te embriagas? ¿Has practicado o
colaborado con el secuestro, la extorsión o la tortura?
SEXTO MANDAMIENTO: “No cometerás actos impuros”
¿Vives en unión libre?
¿Has cometido fornicación (relaciones sexuales antes del
matrimonio)?
¿Has incurrido en incesto?
¿Has practicado la zoofilia (actos sexuales con animales)?
¿Has cometido actos impuros con personas de tu mismo
sexo? ¿Apoyas a los homosexuales y lesbianas?
¿Has inducido a tus hijos a que tengan relaciones
sexuales antes del matrimonio?
¿Has tenido conversaciones indecentes, obscenas,
contando chistes verdes? ¿Has visto revistas o películas
pornográficas? ¿Practicas la masturbación?
¿Has asistido a espectáculos públicos contrarios al
pudor?
¿Te vistes provocativamente y no con modestia?
¿Has sido esterilizado o has hecho que tu cónyuge se
esterilice para llevarlos al adulterio o fornicación?
¿Has presionado, inducido u obligado a otras personas a
tener relaciones sexuales?
¿Has sabido respetar tu cuerpo y el de los demás como
Templo del Espíritu Santo?
¿Has consentido los pensamientos impuros deleitándote
con ellos?
SEPTIMO MANDAMIENTO: “No robarás”
¿Te has apropiado de algo que no sea tuyo?
¿Has intentado o deseado robar al prójimo o hacerle
daño a sus bienes?
¿Has cooperado con el robo aconsejando, ayudando,
encubriendo, etc? ¿Has dejado de restituir lo robado o
reparar el daño ocasionado?
¿Te has aprovechado de alguna circunstancia ajena para
sacar dinero?
¿Has causado algún daño a los bienes del prójimo?
¿Has sido tramposo en los negocios o has manipulado en
ellos? ¿Has prestado dinero con usura?
¿Has dado o aceptado sobornos? ¿Has practicado el
contrabando?
¿Has dejado de dar el diezmo o las primicias a tu Iglesia
Católica?
¿Asistes a casinos? ¿Juegas el dinero? ¿Haces trampas
para ganar dinero?
¿Has derrochado en lujos, y vanidades lo que a ti te sobra
y otros necesitan?
¿Haces buen uso de tu tiempo, de tus fuerzas y de los
dones que Dios te dio? ¿Los has puesto al servicio del
prójimo cuando te ha sido posible?
OCTAVO MANDAMIENTO:
testimonios, ni mentirás”
“No
levantarás
falsos
¿Has mentido? ¿Has actuado como testigo falso?
¿Has reparado los daños ocasionados por la mentira o la
calumnia? ¿Has revelado secretos? ¿Has criticado a los
demás? ¿Has calumniado? ¿Has murmurado de los demás?
¿Has sembrado la discordia o la cizaña entre los otros
con chismes, calumnias, etc.? ¿Exageras? ¿Has escuchado
con gusto a alguien que habla mal del otro?
NOVENO MANDAMIENTO: “No desearás al cónyuge del
prójimo”
¿Has cometido adulterio (relaciones sexuales con personas
diferentes a tu cónyuge)?
¿Has deseado a otra persona que no es tu cónyuge?
¿Has provocado, incitado o tentado sexualmente a algún
sacerdote, religiosa o a una persona casada?
¿Has frecuentado las casas de prostitución? ¿Has
participado en orgías? ¿Has tenido relaciones sexuales con
una persona distinta a tu cónyuge por venganza?
¿Has servido con interés para que te retribuyan
sexualmente?
DECIMO MANDAMIENTO: “No codiciarás los bienes
ajenos”
¿Sientes envidia por el éxito de tu prójimo?
¿Has recurrido a la brujería, encantamientos, hechicería,
etc., para que te vaya bien en tu profesión, trabajo u oficio?
¿Has hecho cualquier clase de pactos con el fin de
obtener bienes materiales? ¿Has intentado recurrir a
negocios ilícitos con el fin de obtener mejores bienes que
los demás? ¿Has recurrido a la estafa, abuso de confianza,
peculado por uso?
PECADO CONTRA EL ESPIRITU SANTO
“Al que blasfeme contra el Hijo del Hombre se le
perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo,
no se le perdonará ni en ésta vida ni en la otra” Mateo 12,
32
Esta blasfemia consiste en el rechazo de aceptar la
Salvación que Dios ofrece al hombre por medio del Espiritu
Santo, que actúa en virtud del sacrificio de la Cruz; es decir
es el rechazo a no convertirse.
Si el hombre rechaza esa conciencia de pecado que
proviene del Espíritu Santo y que es fuerza de salvación;
rechaza también la venida del Consolador que se ha
realizado en el misterio pascual, en la unidad mediante la
fuerza redentora de la Sangre de Cristo.
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