apéndice documental

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Apéndice documental
APÉNDICE DOCUMENTAL
[*A lo largo de todo el trabajo han ido refiriéndose fragmentos, más o menos largos,
de escritos importantes. En este Apéndice Documental se señalarán hasta veinticuatro textos
completos, e inéditos, que por su riqueza han sido básicos para el presente estudio]
I. 1461-XII-28
Pregón que se publicó en Toledo el domingo 28 de diciembre
de 1461 por mandato del rey Enrique IV, ordenando a la
población que no osase acudir a los llamamientos de persona
alguna, independientemente de su preeminencia o condición,
tras haber ocurrido un altercado con el asistente de la ciudad
(A.M.T., “Este libro es de traslados de cartas para los reyes y para otras personas, y
para las simples de poca ynportançia. XV. XVI”, Libro 120, Sección B, fol. 51r-v)
Manda nuestro señor, el rey, por su carta que enbió a los sus jurados d´esta çibdad
con el provisor de Villa Franca, su capellán, e por la creençia que de su parte dio a los
dichos jurados, entendiendo ser conplidero a su serviçio et al bien, e paz e sosyego d´esta
dicha çibdad, que sy algunas gentes están allegadas o armadas por rasón del ruydo
acaesçido entre el asistente e el alcalde de la justiçia, que luego se desarmen e derramen. E
que de aquí adelante ningunas nin algunas personas non sean osadas de escandalisar la
çibdad, nin faser ayuntamientos de gentes, nin se armar, nin armen, para ruydo alguno, nin
vayan a llamamientos de ninguna nin alguna persona, de qualquier ley, estado o condiçión
que sea, salvo con los jurados de sus perrochas quando los ellos llamaren, e por ellos fuere
acordado, para el serviçio del dicho señor rey, e para esecuçión de la su justiçia, so pena de
las merçedes e confiscaçión de sus bienes de los que lo contrario fisieren para la su cámara.
Diose este pregón por Juan Núñes, pregonero, en la plaça de Çocodover e en las
Quatro Calles, e en la puerta de la eglesia, e en Santo Tomé, domingo, a vísperas, XXVIII de
diçienbre de LXI. De lo qual pidieron testigos Estevan de Sosa, e Pero Gómes de Bonilla, e
Luis Furtado, e Antón de Ayllón, jurados. Testigos: Antón de Valladolid, jurado, e Françisco
de Toledo, mi fijo, e Pero Núñes “el cano”, jurado, escrivano público e vesino de Toledo.
II. 1465-II-11
Los jurados advierten a Enrique IV que la situación en Toledo
es grave. Algunos caballeros quieren irse de la ciudad, como lo
habían hecho durante la revuelta frente a Juan II de 1449; y
además, como entonces, el odio hacia los judeoconversos está a
flor de piel. Le piden que intervenga para que no haya graves
altercados
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Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
(A.M.T., “Este libro es de traslados de cartas para los reyes y para otras personas, y
para las simples de poca ynportançia. XV. XVI”, Libro 120, Sección B, fols. 65 r-66
r)
Muy alto, etc. Vuestros humildes servidores, el Cabilldo de los vuestros jurados de la
muy noble çibdad de Toledo, con devida reverençia besamos vuestras manos, e nos
encomendamos en vuestra merçed, la qual bien sabe cómo después que se començaron estos
movimientos en vuestros reynos vuestra altesa, por sus cartas, enbió mandar al conde de
Çifuentes, e a Pero Lópes de Ayala, e al mariscal Payo de Ribera, e a Juan de Ayala, e a los
otros cavalleros naturales d´esta çibdad, que se juntasen con el vuestro asistente, e la
guardasen e paçificasen con grand diligençia, teniéndola en todo sosyego para vuestro
serviçio. Et segúnt la esperiençia lo ha mostrado, todos ellos, conpliendo vuestro mandado,
con toda fidelidad e lealtad la han asý guardado e tenido en buena pas, quitando e escusando
muchos roydos e bolliçios que en ella se començarían a mover por algunas personas de
siniestras intençiones e malos propósitos, para que sienpre, sobre todo, se guardase vuestro
serviçio.
Et muy poderoso señor, después que Alvar Gómes, vuestro secretario, se fue de
vuestra corte sin vuestra liçençia, vuestra altesa ha enbiado aquí a Fernando de Tordesillas e
a Ferrando de Badajoz, vuestro secretario, los quales han tratado e platicado con los dichos
conde e mariscal, e Pero López, e con los otros cavalleros sus parientes, sobre el fecho de la
puerta del Cambrón e torres d´ella, e torre de los Abades que tenía el dicho conde de
Çifuentes. Et por evitar grandes escándalos que estavan presto de se mover en esta vuestra
çibdad, diose çierta orden e asiento por interçesión de cavalleros e de otras personas
eclesiásticas que en ello entendieron, los capítulos del qual asiento creemos que asý por el
dicho conde como por el dicho Ferrando de Badajoz son a vuestra altesa enbiados.
Et después d´esto, sepa vuestra señoría que los dichos cavalleros e otros muchos
cavalleros naturales d´esta çibdad vinieron a nuestro Cabilldo, e nos dixeron que se querían
partir d´esta dicha çibdad, e yr a sus logares, por quanto sentían que por informaçión de
algunas personas de mala intençión, e non seladoras de vuestro serviçio nin del bien público
común d´esta çibdad, vuestra altesa mostrava tener d´ellos alguna sospecha. Et asý lo avían
conosçido en los mismos vuestros mensajeros, non acatando cómo todos ellos, con grand
lealtad e [a] sus propias costas, e non menos con trabajos de sus personas, e casas e gentes,
avían servido e servían a vuestra señoría, guardando e paçificando esta vuestra çibdad, e
mirando todas las cosas que eran e son vuestro verdadero serviçio.
Et muy poderoso señor, selando nos vuestro serviçio, e acordándonos de los grandes
[escándalos] e muertes, e robos e males en esta vuestra çibdad conosçieron (sic) en tienpo del
muy esclaresçido rey vuestro padre, por non estar en ella en aquella sasón los cavalleros
naturales, e ser puesta en mano de Pero Sarmiento, de que´l estado real vuestro fue muy
ofendido, e estovo todo el regno por la alteraçión d´esta çibdad en se alterar e mover,
acordamos de requerir a los dichos cavalleros que se non partiesen nin partan d´esta çibdad,
porque es cosa muy çierta que en su absençia se moverían en ella grandes escándalos, e
muertes e robos, de que la çibdad vernía en toda destruyçión e asolamiento, segúnd los odios
e enemistades que algunas personas tienen en sus coraçones, e an començado a mostrar. E
non avrá quien lo resistiese nin amansase, mas muchas personas, e çierto, que lo inçitarían e
ençenderían.
E podría ser que por su absençia de los dichos cavalleros, e pensando remediar a los
dichos daños, vuestra altesa cometiese la guarda d´esta çibdad a alguna persona poderosa,
la qual, dando logar o fasiendo favor e parte a qualquier movimientos, escándalos o robos, se
tornase, por sus propias culpas e deslealtad, vuestro deservidor, e para se defender de
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Apéndice documental
vuestra real mano procurase de faser otros daños e deserviçios mayores a vuestra Señoría en
esta çibdad e comarca, lo qual todo será escusado sy estos cavalleros tan naturales non
parten d´esta çibdad, los quales, allende de lo que toca a vuestro serviçio, por el verdadero
amor de su naturalesa han guardado, e guardan, e es çierto que guardarán, todo lo que
cunpla a vuestro serviçio e al bien universal e común d´ella.
Por tanto, muy poderoso señor, a vuestra altesa con toda afeçión e lealtad
suplicamos, e plega enviar luego mandar a los dichos cavalleros que estén quedos en esta
çibdad, e non se partan d´ella, e la guarden e tengan en pas e sosyego para vuestro serviçio
como fasta aquí lo han fecho. Et sobre ello, por quitar toda dubda e sospecha, vuestra altesa
les enbíe mandar que fagan nueva seguridad de faser e conplir todo lo sobredicho, en lo qual
vuestra señoría fará grand serviçio a Dios e lo que cunple a vuestro verdadero serviçio, e
escusará esta vuestra çibdad non se pierda e despueble, lo qual está muy aparejado si vuestra
altesa en otra manera provee, sobre lo qual enbiamos a vuestra señoría a Alfonso de Toledo,
vuestro jurado d´esta çibdad. Suplicamos a vuestra altesa que le dé fe en las cosas que a
vuestra real señoría çerca de lo susodicho fablará. Nuestro Señor, Dios, la vida e real estado
de vuestra altesa guarde, conserve e prospere a su serviçio.
E d´esto enbiamos a vuestra merçed esta carta sellada con nuestro sello, e firmada del
nuestro escribano yuso escripto. Toledo, XI de febrero de LXV.
III. 1467-IV-18
Relación de la pelea que quebró la tregua decretada por
algunos hombres del rey Alfonso, que entonces permanecían
en Toledo, para evitar los enfrentamientos que se estaban
dando entre Silvas y Ayalas
(A.M.T., “Este libro es de traslados de cartas para los reyes y para otras personas,
y para las simples de poca ynportançia. XV. XVI”, Libro 120, Sección B, fols.
213 r- 214 v)
En la muy noble çibdad de Toledo, XVIII días de abril, año del nasçimiento del
Nuestro Señor Ihesu Chrispto de I U CCCCLXVII años, fue denunçiado e notificado a los
señores clavero de Calatrava, e Diego Lópes d´Estúñiga, e prior de Osma e chançeller, que
aquí están, por mandado del rey, nuestro señor, en cómo oy día, yendo por la calle de la
tripería, quisieron matar a Ferrando “el tenor”. Pidieron pesquisa e que se proçeda contra
los culpantes.
Los señores mandaron a Juan Gómez de Guadamur, e Juan Rodrígues Maldonado e
Rodrigo del Castillo [que] fagan pesquisa por ante mí, el dicho escrivano, la qual es ésta:
Ferrando Valençiano, barvero, vesino de Toledo, testigo jurado en forma, e
preguntado, lo que dixo e depuso es esto: que´l sábado que agora pasó, XVIII días de abril,
frontero de su casa d´este testigo, a la tripería vieja, oyó dar boses este testigo a Ferrando
“el tenor” e a su fermano, e dixo (sic) a dos mançebos que llaman Pedro del Castillo e el
otro Juan de Murçia, cuchillero: “¿Qué me miráes (sic)?”. E que le respondieron: “Miramos
vos”. E que´l dicho Ferrando “tenor” (sic) dixo: “Pues yd en ora buena”, por dos veses o
tres. E que´l dicho Pedro del Castillo dixo al dicho Ferrando: “Yd en ora buena”. E que
entonçe su fermano del dicho Ferrando “tenor” se diçió (sic, dirigió) fasia ellos. E el dicho
Ferrando requirió a su fermano que se tornase. E que entonçe se juntaron todos e sacaron
sus espadas de las vaynas, e se dieron çiertos golpes los unos a los otros, e que´l primero que
sacó su espada fue su fermano del dicho Ferrando “el tenor”, e el postrimero que la sacó fue
él, Ferrando. E que Juan de Murçia, cuchillero, despartía. E que ovo un ferido que disen
Juan de Murçia, cuchillero, e que lo firió su compañero. E que esto es lo que sabe, para el
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Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
juramento que fiso. E que vido ende que estavan despartiendo Antón Pescador, e Françisco
Peñalosa, e Gonçalo Chacón, e si non [es] por Dios e por ellos, que oviera grand dapno. E
que esto sabe para el juramento que fiso.
Diego de Sevilla, sastre, testigo jurado en forma, preguntado qué sabe del dicho roydo
del dicho Ferrando “tenor”, dixo que´l sábado que agora pasó, XVIII de abril, estando a la
tripería vieja Ferrando “el tenor” e su fermano, e que acudieron ende Juan de Castillo (sic)
e Juan de Murçia, cuchillero, e que se miraron los unos a los otros, e que dixo el dicho
Ferrando “el tenor” e su fermano: “¿Qué nos miráes?”. E desçendiendo abaxo por la calle,
Alonso, fermano del dicho Ferrando “tenor”, que le dixo el dicho Ferrando al dicho Juan del
Castillo, tres o quatro veses: “Yos con Dios”. E que dixieron Juan del Castillo e el otro su
conpañero: “¿Queréis algo?”. E los otros respondieron: “¿Queréis algo?”. E luego
desvaynaron las espadas los unos e los otros, e entraron a despartir Antón Pescador, e
Ferrando Peñalosa e Gonçalo Chacón, e que despartieron el roydo, e quedó ferido el dicho
Juan de Murçia. E que non sabe quién le firió, e que non sabe más d´este fecho, para el
juramento que fiso.
La qual dicha pesquisa los dichos jurados levaron a los dichos señores en veynte de
abril del dicho año, e la mandaron leer a mí el dicho escrivano, e la leý. Testigos: Alonso
Lópes de la Fuente, e Álvaro de Toledo, e Françisco Núñes, escrivano de las alçadas, vesinos
de Toledo.
IV. 1467-IV-18
Los bandos se arman. Se dan los primeros indicios de que está
a punto de surgir un enfrentamiento, a causa de la pelea entre
Fernando “el tenor”, de los Ayala, y otros hombres, al parecer
de los Silva
(A.M.T., “Este libro es de traslados de cartas para los reyes y para otras personas,
y para las simples de poca ynportançia. XV. XVI”, Libro 120, Sección B, fols.
205 r-206v)
En Toledo, XVIII dýas de abril, año del nasçimiento de Nuestro Señor Ihesu Chrispto
de I U CCCCLXVII años. El señor don Alonso de Sylva, conde de Çifuentes, paresçió ante mí,
el escrivano, e testigos yuso escriptos, e diso que por quanto el señor Pero Lópes de Ayala ha
quebrantado la pas e seguro anoche puesto por los señores del Consejo del rey, que aquí a
esta çibdad vinieron, e en su nonbre, queriendo levantar al pueblo contra el dicho conde e
sus parientes, e criados e alyados. E aún se asý fa paresçido por el levantamiento que oy en
esta çibdad fisyeron Pero de Córdova, e Juan de Córdova, e Pedro de Cueto, e Alonso “el
romo”, e Ferrand Dýas de Useda, e el alcallde de la justiçia, e Garçía de Frías, e Ferrando
“el thenor”, e Dyego de Carrança. E, asymismo, porque´l dicho Pero Lópes mandó repycar
la canpana de Santo Thomé, e por otras muchas causas que a ello le movían, que´l dicho
señor conde, por sý, e por Arias Gómes de Sylva, e por Juan Ramíres de Gusmán, e Rodrigo
Niño, e el thesorero Alonso Cota, e por don Juan de Ribera, su fermano, e Pero Ponçe, e por
Garçía Vásques, e Alonso de Villalobos, e Juan Terrín, e Pero Mártínes de Carrión, e
Ferrando Ramíres, e Juan Álvares, e el thesorero Lorenço Suáres Franco, e Pero Sánches de
Aguilar, e Dyego Ruys de Villena, e Álvaro Husillo, e por el liçençiado Alonso Franco, e por
todos los otros sus parientes, e criados, e amigos e alyados, e las gentes presentes que en su
casa estavan, e de otras absentes que a esto e a lo de yuso escripto se quesyeren allegar, él
recusava e recusó por sospechoso jues al dicho señor Pero López, e a sus alcaldes e ofyçio. E
que le requieren que non conosca de sus causas e fechos, e ni se mueva a faser pesquisa ni
proçeder syn que tomen por aconpañados a Alvar Gómes, alcallde mayor d´esta çibdad, e sus
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Apéndice documental
alcalldes, como manda la ley. En otra manera, que todo lo fecho por él e por los dichos sus
alcalldes sea ninguno.
E que abraçándose con las leyes, qualquier cosa que en perjuysio d´esto él mandare
ge lo puedan resistir como a persona privada. E juró la dicha sospecha en forma devida de
derecho sobre la señal de la crus, etc., por sý e por todos los otros sobredichos. E pydió a mí
el dicho escrivano que lo notyfique asý al dicho señor Pero Lópes. E después de notyficado lo
notyfique asý a los dichos señores del Consejo del rey que aquí están por mandado de su
merçed.
E esta dicha sospecha por la forma sobredicha, e so cargo del dicho juramento, dixo
que ponía e puso en el alcalde de las alçadas d´esta çibdad, e pidió que le sea notyficado.
E Gonzalo de la Fuente, contino del dicho señor conde, dixo que él ponía e puso la
dicha sospecha susodicha en el dicho señor Pero Lópes e en sus alcaldes e ofiçio, e juróla,
etc. E mucha gente que ý estava con el dicho señor conde en las dichas sus casas, que fueron
en tanto número que se non podieron escrevir sus nonbres, a altas boses dixieron que se
allegavan e allegaron a lo sobredicho, e ponían e pusieron la dicha sospecha en el dicho
señor Pero Lópes e su ofiçio e alcaldes, segúnd que´l dicho señor conde la avýa puesto e
jurado. E que juravan a Dyos que la non ponýan malyçiosamente. E, asymesmo, la ponýan e
juravan en el dicho alcallde de las alçadas. De lo qual todo el dicho señor conde pidió
testimonio. Testigos presentes: Gonzalo de la Fuente, e Gutierre de la Torre, e Pero Ordóñes
de Ensynas, e Dyego de Valcárçel, vesinos de la dicha çibdad.
Et luego, yn contynente, en este dicho dýa, yo el dicho escrivano en presençia de los
testigos yuso escriptos, notifiqué lo sobredicho al dicho señor Pero Lópes de Ayala, el qual
dixo que lo oýa, e que, non consintiendo en sus protestaçiones, pedía traslado, e daría su
respuesta, e faría lo que con derecho deviere. Testigos: alcalde Dyego Gómes Jarada, e
Ýñigo Dávalos, e Pero Núñes, regidor.
Et luego, yn contynenty, en este dicho dýa, yo el dicho escrivano notyfiqué lo
sobredicho a los señores clavero de Calatrava, e prior de Osma, capellán mayor, e Dyego de
Merrlo (sic), del Consejo del rey. E dixieron que lo oýan. Testigos: Alonso Lópes de la
Fuente, e Pero Gómes Jarada, e Juan de Famusco, jurados e vesinos de Toledo.
Et después, en este dicho dýa, yo, el dicho escrivano, notyfiqué lo sobredicho al dicho
señor conde. Testigos: Juan Álvares, regidor, e Pero Martínes de Carrión, e Martín de
Briones, vesinos de Toledo.
Los dichos señores del Consejo del rey que aquí están por su mandado, para paçificar
esta çibdad, mandaron de parte del rey al señor conde de Çifuentes que non se arme, e que
luego se desarme él e su gente, e esté quedo en su casa, so pena de la merçed del rey e de
perder quanto fa, etc. Testigos: Juan Álvares, regidor, e Gutierre de Fuensalida, e Françisco,
mi fijo. Pasó en XVIII de abril de LXVII.
Otro tal requerimiento e mandamiento fisieron a Pero López, e que esté en su casa
quedó so las dichas penas. Testigos: el dicho Juan Álvares, e Pero Gómes Jarada, e Dyego
de Toledo, e Alonso Rodrígues Françés.
Otro tal requerimiento fisieron a Lope d´Estúñiga, el qual dixo que non se arma sy
non para favoresçer a la justiçia. Testigos: Diego de Toledo e Alonso de Toledo, jurados e
regidor (sic).
Otro tal requerimiento fisieron a Alvar Gómes, e dixo que le plasía de estar quedo en
su posada. Testigos: Álvaro de Toledo, jurado, e Françisco e Pero Gómes Jarada, e el
bachiller Calderón.
Después, este dicho dýa, los dichos señores mandaron a mí, el dicho escrivano, que yo
fuese al dicho Alvar Gómes a le desyr que viniese a la casa del señor conde, onde (sic) ellos
estavan, e que viniese aforrado e non armado. Lo qual le yo dixe e notifiqué. E dixo que le
plasía.
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Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
Fueron a casa de Ferrando de la Torre a le requerir, el qual dixo que´l clavero le dio
su casa por cárçel, e ellos le mandaron que guardase e conpliese lo que´l señor clavero le
avía mandado, ante Françisco Núñes, mi fijo. Testigos: Diego Lençero, e Pero Gómes Jarada
e Rodrigo.
Otro requerimiento fisieron el prior de Osma e Diego Lópes d´Estúñiga al mariscal
Payo, e dixo que se arma él e su gente para serviçio del rey, e para se juntar con los
çibdadanos para el bien público. E a favor de la justiçia. E para servir con ellos. Testigos:
Juan de Escobar, e Alonso de la Peña, escudero del dicho Diego Lópes d´Estúñiga, e Per
Afán. Et luego les requirió el dicho mariscal a los sobredichos que sepan e fagan pesquisa,
sabiendo la verdad, quién levantó este alboroto e escándalo oy dicho dýa. Testigos los
dichos.
Luego acudyeron ý todos los señores del Consejo del rey, que aquí están, e pidió el
dicho mariscal a mí el dicho escrivano que les notyficase su requerimiento de la pesquisa que
pide que fagan sobre´l dicho escándalo, e, todos juntos, gelo notifiqué. E dixieron que les
plase. Testigos: Alonso Ferrándes de Oseguera, e Juan Jarada e Pero Gómes Jarada.
Los dichos prior de Osma e Diego Lópes d´Estúñiga fueron al mariscal Ferrando e
requiriéronle que estudyese (sic) quedo en su casa con su gente, etc. El qual respondió que ya
gelo avía mandado el señor clavero de Calatrava, e que le plase, tanto que non vengan
contra él a su casa. Testigos los dichos.
Este día por mandado de los señores sobredichos se dyeron pregones en las plaças a
altas boses por Rodrigo de Madrid, pregonero, que se desarmen e non fisiesen escándalos nin
fuesen a llamamiento de ningunos, so pena de muerte e de confiscaçión de los bienes para la
cámara del rey. Los quales desde agora confiscava. E después se dyeron otros segundos
pregones, e d´ellos ante Françisco, porque se desía que la gente se soltava e salía ya a
pelear. Testigos: Françisco Núñez, e Ferrando Cambiador e Dyego Lópes, vesinos de Toledo.
Los dichos señores del Consejo del rey con quién salen el clavero e los otros señores
entregaron la puerta de Visagra a Estevan de Sosa e Ferrando de San Pedro, jurados e
vesinos de Toledo, e juraron en forma e fisyeron pleito omenaje, etc., de acudyr con la dicha
puerta al rey e a la çibdad en la forma acostunbrada, e cada que gelo demandaren. Testigos:
Juan Álvares, regidor, e Pero de Vargas, escrivano público, e Álvaro de Toledo, e Pero
Gómes Jarada.
Et porque algunos se quexaron que la torre de Santiago del Arrabal tenían algunos
omes de Arias Gómes de Sylva, mandaron a mí el dicho escrivano que le dyga que luego la
desenbarge, [so] pena [de] perder ofiçios e confiscaçión de sus bienes para la cámara del
rey. Testigos los dichos.
V. 1467-IV-20
La situación es muy crítica y la violencia parece incontrolable.
Relación de un nuevo atentado que, otra vez, estuvo a punto de
hacer explotar la lucha de bandos
(A.M.T., “Este libro es de traslados de cartas para los reyes y para otras personas,
y para las simples de poca ynportançia. XV. XVI”, Libro 120, Sección B, fols.
195 r-197 v)
En la muy noble çibdad de Toledo, veinte días de abril, año del nasçimiento de
Nuestro Señor Ihesu Chrispto de mill e quatroçientos e sesenta e siete años, ante el señor
chançeller paresçió Martín de Çifuentes, ome del señor conde de Çifuentes, e dixo e notificó
al dicho señor que en quebrantamiento de la tregua omes de Ferrand Núñes le quisieron
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Apéndice documental
matar anoche, e le dieron una cuchillada en la cabeça, e lo mataran salvo que traýa casquete
e por Dios, e otros que se pusieron entre medias.
El señor chançeller mandó a Juan Gómes de Guadamur, e Rodrigo del Castillo e Juan
Rodrígues Maldonado, jurados, que vayan a faser pesquisa e sepan verdad, etc.
[Al margen izquierdo: Testigo] Juan de Ganboa, texedor de sedas, testigo presentado
para saber la verdad de lo denunçiado por Martín de Çifuentes, juró en forma, e declaró este
testigo que´l sábado pasado en la tarde este testigo estando al esquina del cobertiso de San
Çebrián, que vido çiertos omes de Ferrand Núñes que yvan con un tanborino tañendo. E que
vido que se llegó a los dichos omes el dicho Martín de Çifuentes, e que´l dicho Martín dixo a
este testigo que los omes le avían dicho que se bolviese, que non fuese con ellos porque era
del conde, non se rebolviese roydo. E que después d´esto oyó desir este testigo que´l dicho
Martín de Çifuentes bolvió con unos seys omes del conde, a buscar a los del dicho Ferrand
Núñes que le avían dicho que non fuese con ellos. E que non se mienbra a quién lo oyó desir.
E que después este testigo vido ayer domingo, noche escuro, que salió un ome que disen
Álvaro de la Peña e Pero de Ganboa, omes de Ferrand Núñes, e dixieron al dicho Martín de
Çifuentes: “Amigo, pues eres del conde, e nos as ynjuriado, ¿a qué pasas por aquí?”. E que
disiendo estas palabras salló (sic) Martín Viscaýno, perayle, e sacó el espada de su vayna e
dio una cuchillada sobre la cabeça al dicho Martín de Çifuentes, sobre el casquete que traýa,
e que lo matara salvo por Dios e este testigo que se puso en medio. E que esto es lo que sabe
para el juramento que fiso.
[Al margen izquierdo: Testigo] García Sánches, monedero, testigo jurado en forma, e
preguntado qué es lo que sabe çerca de lo sobredicho, notificado por el dicho Martín de
Çifuentes, dixo este testigo que estando este testigo çenando anoche, domingo, en su casa, a
la collaçión de San Soles, que entró el dicho Martín de Çifuentes. E que este testigo le mandó
dar a bever porque se fuese, que era noche e la çibdad estava escandalisada. E que bevió el
dicho Martín de Çifuentes e se fue, e salló (sic) de su casa d´este testigo. E él salido, que oyó
escándalo e roydo. E que se levantó este testigo e salló de su casa, e oyó desir a Pedro de
Ganboa que él avía dado una cuchillada en la cabeça al dicho Martín. E que le guaresçió
que traýa casquete. E el golpe avía oýdo este testigo. E que este testigo e Juan de Ganboa,
fermano del dicho Pero de Ganboa, tomaron al dicho Martín e le llevaron fasta la puerta de
las casas de Rodrigo de Sosa, porque fuese seguro. E que vino ende Juan de Bonilla, perayle,
e le dixo al dicho Martín: “Dadme la mano, que non ayades vos questión con Pero de
Ganboa”. E que dixo que le plasía el dicho Martín e gela dio. E que ende acudió otro
mançebo fijo de María de la Vega, e dixo: “Non curades d´ello fasta que´l conde entienda en
ello, pues quebrantaron la tregua”. Et que entonçes el dicho Juan de Ganboa le fiso dar una
buelta al dicho moço e descreyó de Dios disiendo: “Veamos que le avedes de faser”. E que se
fue el dicho moço fijo de María de Vega (sic), e tomó una lança e salló él e otros con él que
estavan en el barrio, e pelearon, unos con otros, e que fue uno ferido con una piedra en la
frente que no sabe este testigo quién gela dio ni quién es el ferido. E que este testigo despertó
e traxo al dicho Martín de Çifuentes, porque en ello non oviese más. E que esto es lo que sabe
para el juramento que fiso.
[Al margen izquierdo: Testigo] Juan de Fuente, criado de García monedero, juró en
forma. Declaró por la vía de su amo, e dixo que´l que dio la cuchillada al dicho Pero [sic,
Martín] de Çifuentes que oyó desir a Juan de Ganboa que gela dio Juan de Soto, texedor, e en
lo otro todo como dixo su amo. E esto sabe para el juramento que fiso.
Et fecha la dicha pesquisa por los dichos jurados por mandado de los dichos señores
chançeller e prior de Osma, los dichos jurados vinieron a la posada del dicho señor clavero,
estando presentes él e Diego Lópes d´Estúñiga, e prior de Osma e chançeller. Mandaron a mí
el dicho escrivano que la leyese, e asý leýda mandaron a los dichos jurados que por ante mí
el dicho escrivano fuesen al dicho señor conde, para que luego les entregase al dicho Martín
1837
Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
de Çifuentes, e al dicho Ferrand Núñes, para que luego les entregase a Pero Ganboa. porque
asý cunplía a serviçio del dicho señor rey. E luego los dichos jurados de parte de los
sobredichos señores fueron al dicho señor conde e gelo notyficaron asý. El qual dixo que él
enbiaría luego al dicho Martín de Çifuentes a los dichos señores. Testigos: el liçençiado
Alonso Franco, e Juan Ramíres de Guzmán, e Garçía Vásques.
Et luego yn contynenty los dichos jurados fueron al dicho Ferrand Núñes, de parte de
los dichos señores, e le dixieron cómo le mandavan de parte del dicho señor rey que luego les
entregase al dicho Pero Ganboa. E el dicho Ferrand Núñes dixo que de ayer acá el dicho
Pedro Ganboa non entró en su casa, e jurólo asý a Dyos e sobre la señal de la crus en forma
de derecho. E qu´él lo buscará luego, e faría buscar, e fallándolo que luego lo enbiare e
entregare a los dichos señores. Testigos: Pedro de Soria, e Juan Cháves Viscaýno e Pero de
Córdova, vesinos de Toledo.
Et luego yn contynenty los dichos jurados, por ante mí el dicho escrivano, bolvieron a
los dichos señores, e les notyficaron todo lo sobredicho, e los dichos señores clavero, e Diego
Lópes e chançeller dixieron que ya el dicho señor conde les avía enviado al dicho señor
Martín de Çifuentes, que ý estava presente, el qual dyeron e entregaron a Ferrand Sánches
de Medina, alguasil que fue en Toledo, para que lo toviese en su casa e poder, e lo llevó
consigo. E mandaron a mí el dicho escrivano que yo fuese a notificar al dicho Ferrand Núñes
en cómo el dicho señor conde avía satisfecho, e enviado al dicho Martín de Çifuentes. Por
ende, qu´él enbiase luego e entregase al dicho Pero Ganboa. Testigos los dichos jurados.
Lo qual yo el dicho escrivano notyfiqué luego en este dicho día yn contynenty al dicho
Ferrand Núñes, el qual dixo que ya lo avía enviado a buscar al dicho Pedro Ganboa, e que
en lo fallando que luego lo enbiará a los señores. Testigos: Pedro de Córdova e Pedro de
Soria, sus criados.
VI. 1476-III-3
Isabel y Fernando usan el argumento de la lealtad de Toledo a
los reyes para solicitar que se mantenga la paz regia en la
ciudad del Tajo, e informan a sus dirigentes sobre algunas de
sus disposiciones para resolver los problemas existentes
(A.M.T., A.S., caj. 5º, leg. 6. nº. 3, pieza 21)
El Rey e la Reyna. Alcaldes, alguaçil, regidores, cavalleros, jurados e omes buenos de
la muy noble e muy leal çibdad de Toledo. Vimos vuestra letra que con estos cavalleros e
parientes vuestros nos enbiastes, e oymos algunas cosas que de vuestra parte nos fablaron, y
tenemos vos en mucho serviçio la obidiençia que nos enbiastes, en lo qual fesistes lo que a
vosotros mesmos deviades, e vuestra grande e antigua lealtad vos obligava. E por ello vos
quedamos en mucho cargo, y entendemos con ayuda de nuestro Señor mirar por el bien e
onor d´esa çibdad como de la más ynsigne e prinçipal d´estos reynos, e particularmente por
cada uno de vosotros, gratificandovosló en merçedes, e mantenervos en toda pas, e justiçia e
buena governaçión.
Çerca de las otras cosas tocantes a esa çibdad que por vuestra parte nos fueron
suplicadas, mandamos dar en ello el expediente que estos cavalleros e parientes vuestros vos
dirán. Mucho vos rogamos e mandamos que miréys con grand diligençia por las cosas de
nuestro serviçio, e por el buen e paçífico estado de la dicha çibdad, e por la buena execuçión
de nuestra justiçia, como de vuestra grand lealtad confiamos, lo qual ternemos en muy
señalado serviçio.
Çerca de los pedidos e tomas que por otra letra vuestra nos enbiastes deçir que
Cristóval Bermúdez fizo, por estos mensajeros estar de partida para allá, y sobre ello era
1838
Apéndice documental
neçesario de entender con nuestros contadores mayores, non se pudo por agora remediar.
Mas como estos cavalleros mensajeros vuestros allá sean, enbiad luego persona vuestra que
venga a nos sobre ello, y traya por escripturas públicas las tomas que´l dicho Cristóval
Bermúdez fizo, e las otras escripturas que vieredes ser para ello neçesarias, e mandaremos
proveer çerca d´ello como cunpla a nuestro serviçio e devamos de justiçia. De la villa de
Olmedo, a tress de março de LXXVI.
VII.
1476
Pregón en el que el conde de Cifuentes y su tío, gobernadores
de Toledo por mandato de los Reyes Católicos, ordenan que se
embarguen las rentas que poseen el conde de Fuensalida y los
líderes de su bando, para que de ellas se satisfagan los daños
que venían produciendo a los vecinos de Toledo que iban a la
ciudad con provisiones
(A.M.T., A.S., ala. 2ª, leg. 6º, nº 2, fols. 21 r-22 v)
Sepan todos los vezinos et moradores d´esta muy noble çibdad, en cómo es notyficado
et fecho saber, et gravemente querellado, asý por algunos vesinos d´esta dicha çibdad como
de su tierra, e término e juridiçión, a los señores del Ayuntamiento d´ella, que veniendo
seguramente por los caminos a esta dicha çibdad, e trayendo vasteçimientos e
mantenimientos a ella, syn cabsa nin razón alguna, estando en serviçio de los reyes don
Fernando e doña Ysabel, nuestros señores, a los quales Dios mantenga et dexe vevir et
reynar por muchos tienpos, et buenos, et por Él consegirse (sic), a su guarda, et anparo et
defendimiento real, señoría (sic), estando como está encargada en sus cartas patentes la
governaçión et regimiento d´ella a los señores don Juan de Sylva, conde de Çifuentes, et don
Juan de Ribera, y por poderes espeçiales que de su alteza tyenen, que públicamente fueron
pregonados en esta çibdad, por gentes, familiares et criados e continos del manífico (sic)
señor don Pero López de Ayala, conde de Fuensalida, et del mariscal Perafán, e Diego de
Ribera, e don Pedro de Ayala, et Juan de Ayala, e Alonso Tello, et el mariscal Pedro de
Ribadeneyra, et Fernando de Ribadeneyra, e Lope Fortiz de Çúñiga, et Ýñigo de Ayala, e de
los otros cavalleros, e escuderos e personas que fuera d´esta çibdad están, naturales d´ella,
sobre acuerdo, et deliberaçión y confederaçión de los dichos señores cavalleros, queriendo
syn cabsa justa nin razón alguna dar guerra a esta çibdad, como notoriamente a pareçido,
syn mandamiento ni voluntad de los reyes nuestros señores, antes sabiendo et conosçiendo
quanto sus altezas son deservidos d´ello, a cuya cabsa se enbió a entender el remedio d´ello
por su mesajero propio, por quien les fue puesta tregua, et por ellos quebrantada, por donde
por segunda vez se tornó a enviar otro mensajero para entender çerca dello, los quales syn
esperar su asyento, e non dando lugar a sus mandamientos, las dichas sus gentes et criados
forçosa et rovadamente les an tomado et tomaron las vestias et cargas que en ellas traýan. Et
ansymismo los dineros, et reales, et enriques et otras monedas que traýan.
Çerca de lo qual por ellos fue pedido conplimiento de justiçia a los dichos señores
Toledo, e inçidentemente restituçión de las tales cosas e maravedís que ansý les fueron
tomados.
A la qual cabsa los dichos señores Toledo, veyendo la notoridad de lo tal, que por
ninguna tergiversaçión se pudo encobrir, queriendo administrar justiçia a los tales
querellosos, et a qualesquier otros que en la dicha forma fueren forçados et rovados sus
bienes que asý troxieren a esta dicha çibdad, e otros qualesquier mantenimientos et
provisiones, acatando como lo susodicho se faze por mandado de los señores cavalleros que
de fuera d´esta dicha çibdad están, por donde todo ello fue et es a su cargo, et tenudos de la
1839
Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
restituçión de las tales cosas para que las tales personas asý danificadas e rovadas fuesen
remediadas, e restituýdos et pagados sus daños de los bienes de los dichos cavalleros por
quien lo tal asý se manda, de común acuerdo e plaçentería, que sus bienes e rentas que en
qualquier manera ellos e cada uno d´ellos tyenen en esta çibdad, asý por razón de
qualesquier ofiçios que en ella tengan como por previllejos, sytuados et salvados o de merçed
que por vida, o de rentas de casas o de otros feredamientos qualesquier, et en otra
qualesquier manera, sean enbargados et secrestados en las personas, y arrendadores et
cogedores que en qualquier manera en ello tyenen cargo, et fazer por ende los dichos señores
Toledo, notyficando la dicha secrestaçión et enbargo a las tales personas.
Mandáronlo pregonar públicamente, espresamente defendiéndoles que no acudan con
maravedís algunos de las dichas rentas a los dichos conde de Fuensalida nin a los otros
cavalleros, sus aliados, que con él se juntaron en la villa de Torrijos, con sus gentes de
armas, nin a persona alguna en su nonbre, antes los tengan en sí en guarda et secrestaçión
para que de las tales rentas más presto e sanamente sean satisfechas las tales personas de sus
robos et daños, con aperçibimiento que sin de otra guisa lo fizieren o pagaren maravedís
algunos, que los pagarán otra ves de sus bienes propios.
E porque venga a notiçia de todos mandáronlo asý pregonar públicamente por las
plaças acostunbradas, çertyficando asymismo a las personas que de aquí adelante trayendo
los tales basteçimientos et mantenimientos a esta çibdad reçibieren dapno alguno que serán
satisfechos de los maravedís de las dichas rentas.
VIII. 1493-VIII-10 Carta de los consejeros de los Reyes Católicos, en la que
comisionan a Fernando de Monroy para que vaya a Toledo,
y pacifique las disputas que por entonces mantenían ciertos
caballeros
(A.G.S., R.G.S., 10 de agosto de 1493, fol. 72)
Don Fernando et doña Ysabel, etc., a vos Fernando de Monroy, nuestro vasallo, cuya
es la villa de Monroy, salud e graçia. Bien sabedes como por otras nuestras cartas vos
ovimos mandado que fuésedes a la çibdad de Toledo e fiziésedes pesquisa sobre el caso
acaheçido a Juan de Gusmán, e porque agora a nos a sydo fecha relaçión dyziendo que
nuevamente algunos caballeros e otras presonas an fecho e fazen ligas e munipodios, e han
juntado gente armada e fecho otros escándalos e boliçios (sic) en la dicha çibdad, en
deserviçio nuestro, en menospreçio de la nuestra justiçia, e porque en lo tal perteneçe a nos
remediar como rey e reyna e señores, fue acordado que deviamos mandar dar esta nuestra
carta para vos en la dicha razón, e nos tovímoslo por bien.
Porque vos mandamos que luego [que] con esta nuestra carta fueredes requerido
fagáys pesquisa e ynquisiçión, e se sepáys (sic) la verdad por quantas partes e vías e maneras
mejor e más conplidamente la pudieredes saber, quién y quáles personas de la dicha çibdad
de Toledo e su tierra fan echo nuevamente las dichas ligas e munipodyos e juntamientos de
gentes armadas, e fan escandalisado e escandalysan e falborotan la dicha çibdad, e quién e
quáles personas son las que las an dado, e dan, favor para ello. E de todo lo que vos más
vieredes que serca (sic) d´esto se debe fazer e saber.
Et mandamos a las partes a quien atañe, e qualesquier otras personas de quien
entendieredes ser ynformado e saber la verdad serca de lo susodicho, que parescan e se
presenten ante vos a vuestros llamamientos e enplasamientos a los plasos e so las penas que
vos de nuestra parte les puzierdes (sic) o mandardes. E que pareçidos e presentados ante vos
1840
Apéndice documental
fagan juramento e dygan sus dychos e depusiçiones e la verdad de todo lo que supieren e por
vos les sea preguntado.
E la pesquisa fecha, e la verdad sabida, e synada d´escrivano e serada e sellada en
manera que faga fe, la trayerdes o enbiedes ante nos al nuestro Consejo para que fallí se vea
e se provea sobr´ello lo que más cunpla a nuestro serviçio, e a execuçión de la nuestra
justiçia, e al bien e pas e sosyego de la dicha çibdad e vesinos d´ella. Para lo qual vos damos
poder conplido por esta nuestra carta con todas sus ynçedençias e emergençias, anexidades e
conexidades.
Los unos nin los otros non fagades ende al por alguna manera so pena de la nuestra
merçed e de dyes mill maravedís para la nuestra cámara.
E, demás (sic), mandamos al ome que ante vos esta nuestra carta mostraere (sic) que
vos enplaze que parescades ante nos en la nuestra corte do quier que nos seamos, dende´l
(sic) dýa que vos enplasare fasta quinse dýas primeros syguientes, so la dicha pena, so la
qual mandamos a qualquier escrivano público que para esto fuere llamado que, dende al que
vos la mostrare, [dé] testimonio synado porque nos sepamos como se cunple nuestro
mandado. Dada en la çibdad de Barçelona a dyes dýas del mes d´agosto del nasçimiento de
Nuestro Señor Yhesu Chrispto de mill e quatroçientos e noventa e tres años. Yo el rey. Yo la
Reyna. Yo Juan de la Para (sic), secretario del rey e de la reyna nuestros señores la fize
escrivir por su mandado, para [que] Fernando de Monroy faga pesquisa de las ligas e
juntamientos de gentes que se an fecho en Toledo después de lo que acaeçió.
IX. 1494-XI-15
Traslado de la demanda que puso uno de los procuradores de
Pedro de Castilla, corregidor de Toledo, en la residencia que
tomaron a dicho corregidor, nombrando a los enemigos de éste
para que no dieran testimonio
(A.G.S., C.C., Personas, legajo 6, Castilla (Pedro de), fol. 277)
En la muy noble y muy leal çibdad de Toledo, quinse días del mes de novienbre, año
del nasçimiento de Nuestro Salvador Ihesu Chrispto de mill e quatroçientos e noventa e
quatro años, este día paresçió ante el señor liçençiado Juan Rodrígues de Pedrosa, del
Consejo del rey e de la reyna, nuestros señores, e su juez de resydençia en la dicha çibdad de
Toledo por sus altesas, en presençia de mí, Miguel Rodrígues, escrivano público de sus
altesas, el bachiller Juan Quexada, en nonbre del señor don Pedro de Castilla, corregidor
que fue en esta dicha çibdad, por virtud de un poder que´l dicho bachiller tiene presentado en
la resydençia sygnado de sygno de Diego Días de Bitoria, escrivano público de Madrid, e
firmado del nonbre del dicho don Pedro. E presentó en el dicho nonbre, e leer fiso por mí, el
dicho escrivano, un escrito, su tenor del qual es este que se sygue:
Muy virtuoso señor el liçençiado de Pedrosa, del Consejo del rey e reyna, nuestros
señores, juez de resydençia en esta muy noble çibdad de Toledo, yo el bachiller Juan
Quexada, en nonbre e como procurador que soy del magnífico señor don Pedro de Castilla,
corregidor d´esta çibdad, paresco ante vuestra merçed e digo que a mi notyçia es venido
cómo vos, señor, reçibís çierta ynformaçión secreta contra el señor don Pedro e contra todos
sus ofiçiales. Pido vos, e requiero vos, que non resçibáis dicho o depusyçión de persona o
personas enemigos e muy sospechosos e odiosos al dicho mi parte, e a todos los dichos sus
ofiçiales, porque pospuesto todo juramento e cargo de sus conçiençias creo que dirán contra
la verdad por danar (sic) e danificar al dicho señor don Pedro, e a los dichos sus ofiçiales, e
sy de hecho los tomásedes de agora los he por sospechosos, e protesto sea en sí ninguno su
testificar, los quales son los syguientes:
1841
Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
Primeramente Ramir Núñes de Guzmán e sus hijos, e sus criados e panyaguados, e
Tello de Guzmán y todos los suyos, porque notorios son enemigos del dicho don Pedro, a
cabsa de la diferençia que don Pero Laso, hijo del dicho don Pedro mi parte, tiene con ellos.
Yten, Ferrando de Açitores, ýntimo amigo del dicho Ramiro de Guzmán, e por le
conplaser dirá lo que non es bien al dicho señor don Pedro e sus ofiçiales
Yten, a Luis Álvares Çapata, enemigo conosçido del dicho señor don Pedro a cabsa de
los portales del trigo que le quitó por justiçia a favor de la çibdad.
Yten, Pero Çapata es su enemigo mortal. Querrále enojar en persona e fasyenda a
cabsa que no le dexó çercar la dehesa de Çurraquín con todo lo que él avía conprado, que
era e es del uso común, e porque lo fa defendydo el dicho señor don Pedro le desea enojar.
Yten, Garci Sánches de Pastrana, quiérelo mala cabsa, que le defiende que non faga
un mesón a la puerta de los syete cantos porque vernía grand daño al alcáçar, e le quitaría la
vista.
Yten, el regidor Peña, que desea enojar al dicho señor don Pedro porque no le dio la
posesyón de unos bienes que no le pertenesçen.
Yten, Alfonso de Sylva. Es hijo de Arias Gómes e yerno de Pero Çapata. Quiere mal al
dicho don Pedro e a todos los suyos porque defendió al dicho su padre el paçer de la yerva
en los logares defendydos.
Yten, el bachiller Ortega. Digo que quiere mal al dicho señor don Pedro e a todos sus
ofiçiales por su mala condiçión, e porque´l dicho señor don Pedro le quitó los poyos que
estavan en mitad de la calle, e le defendió el paçer de lo vedado.
Yten, el jurado Juan Ruis. Digo que quiere mal al dicho señor don Pedro porque le
defiende lo que es común qu´él quería faser propio, e porque fiso justiçia de su hijo quando
acuchilló e mató de la mano a Pero Díaz Camarón.
Yten, el jurado Lope de Villa Real. Digo que quiere mal al dicho señor don Pedro y
trabaja quanto puede por le enojar.
Yten, el jurado Juan Rodrígues de Madrid quiere mal al dicho señor don Pedro
porque mandó prender un hermano suyo, porque dio de pedradas a una casa de un clérigo.
Yten, el jurado Juan Gómes. Digo que desea enojar al dicho señor don Pedro e le
quiere mal, e dise mal do quiera que se halla de todas las cosas de don Pedro.
Yten, el jurado hijo de Pedro Çapata quiere mal al dicho don Pedro por el enemiga de
su padre.
Yten, Vasco de Guzmán e Juan de Guzmán, su hijo, e sus hermanos, e yernos, e
criados, e allegados e familiares, todos desean danar (sic) al dicho mi parte, y está el
enemiga conosçida, como a todos los vezinos e moradores d´esta çibdad es notorio.
Yten, Arias de Sylva e sus hijos, e criados, e familiares e panyaguados, a todos he por
sospechosos, porque desían danar (sic) al dicho señor don Pedro, porque les defendió el
paçer de lo vedado.
Yten, el mariscal Payo con toda su casa, toda es enemiga capital del dicho señor don
Pedro.
Yten, Ferrand Álvares con todos los suyos he por sospechosos.
Yten, don Enrrique y la señora condesa su madre conosçidos son enemigos del dicho
señor don Pedro.
Yten, el jurado Diego de Vargas, e el jurado Françisco de Vargas, helos por
sospechosos, porque sé que disen mal e tratan mal las cosas del señor don Pedro.
Yten, el jurado Tomé Sánches quiere mal al señor don Pedro porque le defendió el
paçer de lo vedado.
Yten, los clérigos. La mayor parte d´ellos quieren mal al dicho señor don Pedro,
porque defiende la juridiçión real, e porque les quitó muchas dehesas que eran del pro común
1842
Apéndice documental
e arrendávanlas por suyas. E quitóles los poyos e tableros de las Quatro Calles e la
carneçería, e deshiso los tablados del alcaná, donde se fasýan grandes fraudes e engaños.
Yten, de los escrivano públicos los más son enemigos del dicho señor don Pedro, a
cabsa del pleyto que fa traýdo sobre el servir de los ofiçios.
Yten, de los escrivanos del rey digo que Canderoa quiere mal al dicho señor don
Pedro e le desea enojar. E aún dise que fa de poner demanda porque le echó de su abdiençia,
y el dicho señor don Pedro ovo muchas cabsas e rasones para le quitar el ofiçio, porqu´él no
azía lo que devía, porque syendo escrivano hasýa él ayudava a los pleytos (sic), e fasýa las
demandas como abogado, e llevava lo que no le pertenesçía, que se entremetýa en más de lo
que era su ofiçio.
Porque pido e requiero a vuestra merçed en el dicho nonbre no resçiba los dichos e
depusyçiones de las dichas personas ni de ninguna d´ellas. En otra manera protesto no nos
pare perjuysio sus dichos e depusyçiones, e juro a Dios, a esta señal de la cruz e a las
palabras de los evangelios, en ánima del dicho mi parte, que estas sospechas son verdaderas,
e a todos éstos he por sospechosos e odiosos en nonbre del dicho mi parte.
Otrosý, en nonbre del dicho mi parte pido a vuestra merçed que por quanto a my
notiçia nuevamente es venido que vuestra merçed reçibe testigos secretamente, antes de la
contestaçión e syn yo ser çitado ni llamado ni estar presente para los ver presentar, jurar e
conosçer, que sus dichos e depusyçiones non parescan perjuisyo al dicho señor don Pedro, mi
parte, ni a mý como su ofiçial, e sy de hecho los reçibiéredes, so la dicha protestaçión los
mandes repreguntar sy son hijos, o parientes o afines dentro en el quarto grado de alguno de
los susodichos sospechosos. O sy son sus criados, familiares, o caseros o apanyaguados.
Yten, asymesmo sean repreguntados sy tienen algúnd odio o malquerençia con el
dicho señor corregidor, o con algunos de sus ofiçiales, o sy vienen yndusydos, e atraýdos o
sobornados por alguno de los susodichos sospechosos, e sy les es dado o donado o prometydo
algúnd ynterese para que depongan sus dichos e depusyçiones contra el dicho señor don
Pedro, o contra alguno de sus ofiçiales. E asý lo pido e requiero por mí y en el dicho nonbre,
e pídolo por testimonio.
E presentado e leýdo el dicho escrito en la manera que dicha es ante´l dicho señor
liçençiado e juez susodicho, dixo que lo oýa e que estava presto de faser lo que por justiçia
[fuese]. Y en quanto a lo que dise que no reçiba testigos dixo que él los podía reçibir de su
ofiçio para su ynformaçión segúnd que sus altesas lo mandan por su comisyón. Y qu´esto le
dava por respuesta. Testigos: Álvaro de Mena, e Juan de Villalón, escrivano, e Pedro de
Huarte, criado del dicho señor liçençiado.
Et después d´esto, en la dicha çibdad de Toledo, quinse días del mes de disyenbre del
dicho año de noventa e quatro, paresçieron ante´l dicho señor liçençiado e juez susodicho los
señores Ramir Núñes de Guzmán, e Tello de Guzmán, e Luis Álvares Çapata, e el tesorero
Lorenço Xuáres, e Ferrnando de Açitores, regidores vezinos de la dicha çibdad de Toledo, e
dixeron al dicho señor liçençiado que por quanto a su notyçia era venido que´l bachiller Juan
Quexada, en nonbre del señor don Pedro, corregidor que fue d´esta çibdad, avía presentado
ant´él, en nonbre del dicho don Pedro, un escrito de sospecha que suso va encorporado, que
gelo mandase dar sygnado, en manera que faga fe, porque les cunple para guarda de su
derecho. E el dicho señor liçençiado dixo que oýa lo que desýan, e que mandava, e mandó, a
mý, el dicho escrivano, que les diese un traslado del dicho escrito sygnado con my sygno en
manera que faga fe, e yo por su mandado gelo dí segúnd que a mý pasó, de lo qual fueron
testigos: el bachiller Alfonso de Orduña, alcalde mayor, e Juan de Villalón, escrivano, e Juan
Porçel, notario, vezinos de Toledo.
E yo Miguel Rodrígues, escrivano de cámara del rey e de la reyna nuestros señores, e
su escrivano e notario público en la su corte, e en todos los sus regnos e señoríos, ffuy
presente a todo lo que dicho es, en uno con los dichos testigos, e por mandamiento del dicho
1843
Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
señor liçençiado Juan Rodrígues de Pedrosa, del Consejo de sus altesas, e por pedimento de
los dichos señores Ramir Núñes de Guzmán, e Luys Álvares Çapata, e Tello de Guzmán, e el
tesorero Lorenço Xuáres, e Ferrando de Açitores, regidores, esta escriptura fise escrivir
segúnd que ante mý pasó. E por ende ffise aquí este mío sygno.
X. 1502-IV-30
Testimonio de la tortura a la que fue sometida Isabel
Rodríguez, vecina de Toledo, en la cárcel de esta ciudad, por
mandato del alcalde mayor de la justicia, para que declarase
sobre su implicación en un asesinato
(A.G.S., C.C., Personas, legajo 24, Rodríguez (Isabel))
En la cárçel de Toledo, dentro, en la cámara del tormento d´ella, sábado en la tarde,
treynta días de abril, año de I U DII años, el magnífico señor don Pedro de Castilla e el
bachiller Juan Álvares Guerrero, su alcalde mayor, presente el jurado Fernando de la
Figuera, mandaron traer ante sý a Ysabel Rodrígues, muger de Fernando de Chilllón,
acusada sobre la muerte de Alfonso de Bosmediano. E luego el dicho señor alcalde mayor
dixo que en execuçión de su sentençia mandava e mandó poner a quistión de tormento a la
dicha Ysabel Rodrígues, e le requería e requirió que diga e declare la verdad, e que non tema
que le será fecho agravio, salvo que le guardará su justiçia. En otra manera, sy por non la
desir en el tormento muriere, o mienbro perdiere, que sea a su cargo e culpa, e non a la
sentençia. E pidiólo por testimonio. Presente el dicho jurado Fernando de la Figuera.
La qual dixo que non es en cargo nin en culpa de lo que es acusada. E luego fue
subida en el escalera e fue tornada a preguntar sy en aquella muerte de Alfonso de
Bosmediano de que fue acusada, sy es en cargo o culpa, o sy fue en dicho o en fecho, o en
consejo.
La qual dixo que non es en culpa. E luego fue atada con los cordeles. E asýn atada fue
tornada a se perçebir que diga la verdad. La qual dixo que non fiso cosa alguna nin es en
cargo nin culpa de lo que es acusada.
E luego fuele mandado dar un jarro de agua, e fuele començado a dar. E aquél
acabado fue tornada a requerir. E dixo que non ha fecho cosa alguna. E luego fuele
començado a dar otro jarro de agua. E aquél acabado fuele requerido que diga la verdad. La
qual dixo que non a fecho cosa alguna. E asýn dados los dichos dos jarros de agua, de más
de a açunbre cada uno a lo que paresçía, visto como paresçió que se amorreçía asýn por la
mucha agua, el dicho señor don Pedro la mandó aperçebir e aperçibió otra vez que dixese sy
es en culpa o cargo de la muerte del dicho ome de que es acusada. La qual dixo que non, nin
Dios nunca lo quisiese que en tal fuese en cargo.
E luego visto cómo hera muger e algo debilitada, e visto cómo un grand rato estovo
en el dicho tormento, la mandó afloxar del tormento con protestaçión que fiso de se reyterar
sy fuese justiçia. E luego el dicho jurado que presente estava al dicho tormento dixo que pues
tan grave se le avía dado, que le pedía e requería la mandase soltar del dicho tormento. E el
dicho señor don Pedro la mandó quitar so la dicha protestaçión. Don Pedro. El bachiller
Guerrero. Fernando de la Figuera.
XI. 1504-IX-7
Solicitud de justicia a los monarcas por parte de un vecino de
Toledo al que dos individuos habían atacado, quebrantando el
seguro regio que le amparaba, al igual que atacaron a dos
alguaciles, ante la actitud impasible del corregidor
1844
Apéndice documental
(A.G.S., R.G.S., 1504-IX, Medina del Campo, 7 de septiembre de 1504)
Don Fernando e doña Ysabel, etc., a vos don Pedro de Castilla, nuestro corregidor de
la çibdad de Toledo, o a vuestro alcalde en el dicho ofiçio, salud e graçia. Sepades que
Gonzalo d´Esquivias, vesino d´esa dicha çibdad, nos hiso relaçión por su petiçión disyendo
que por qu´él avía denunçiado ante vos cómo algunos mercaderes d´esa dicha çibdad avían
dado hoques a algunos tundidores, e los dichos tundidores lo avían resçibido contra el tenor
de nuestra premática, estando el dicho Gonzalo d´Esquivias so nuestro seguro, e anparo e
defendimiento real, en un día del mes de agosto pasado d´este año, un Andrés Núñes e Alonso
Núñes, vesinos d´esa çibdad, en menospreçio del dicho nuestro segudo, diz que le dieron
d´espaldarazos, e le dixeron palabras feas e ynjuriosas.
E diz que a un alguasyl que les yba a prender le rasgaron los vestidos e se defendió el
dicho Andrés Núñes, e que como quiera que os pidió que los prendiésedes e executásedes en
ellos e en sus bienes las penas en que por ello yncurrieron, dis que no lo avéis fecho, de que
ha reçebido mucho agravio e daño. E nos suplicó e pidió por merçed mandásemos proveer de
remedio con justiçia, mandando que en las personas e bienes de los dichos Andrés Núñes e
Alonso Núñes fuesen executadas las penas ceviles e criminales en derecho establesçidas, e
como contra aquellos que han quebrantado nuestro seguro, o como la nuestra merçed fuese.
Lo qual visto en el nuestro Consejo, fue acordado que devíamos mandar dar esta
nuestra carta en la dicha rasón, e nos tovímoslo por bien. Porque vos mandamos que luego
veades lo susodicho, e vos ynforméis de lo susodicho. E sy por la dicha ynformaçión vos
constare ser verdad lo susodicho, prendáys los cuerpos de los dichos Alonso Núñes e Andrés
Núñes, e llamadas e oýdas las partes a quien atañe, brevemente, sy dar lugar [a luengas] nin
dilaçiones de maliçia, salvo solamente la verdad sabida, hagáys entero cunplimiento de
justiçia, por manera que las partes la ayan e alcançen, e por defecto d´ella non tengan cabsa
nin rasón de se nos más venir, nin enviar, a quexar ante nos sobre ello. E los unos nin los
otros, etc. Dada en la villa de Medina del Canpo, a syete de setienbre de I U DIIII años.
Liçençiado Çapata. Liçençiado Moxica. Doctor Carvajal. Liçençiado Santiago. Juan
Ramíres.
XII.
1507-I
Escrito del licenciado Pedro de Herrera, jurado de Toledo,
dirigido al juez de residencia Gonzalo Fernández de Gallego,
en el que informa sobre los que para él eran los más graves
delitos realizados por Pedro de Castilla y sus oficiales durante
su desempeño del corregimiento toledano
(A.G.S., C.C., Personas, legajo 13, Herrera (Pedro de))
Lo que yo, el liçençiado Pedro de Herrera, jurado de la muy noble çibdad de Toledo,
he visto, et sabido et oýdo del corregidor et ofiçiales de la justiçia d´esta çibdad que ayan
fecho contra derecho, e por descargo de mi conçiençia, lo notifico al señor liçençiado
Gonçalo de Gallegos, juez de residençia, e le pido çerca d´ello se ynforme de las personas e
escripturas que para ello nonbro, por quanto yo no lo entiendo seguir:
I. Primeramente, que han dado lugar los señores corregidor et alcalde ha que los
escrivanos con quien libran, et los otros escrivanos de la çibdad, lleven derechos demasiados,
contra el thenor del aranzel nuevo, asý en llevar derechos de pasar el proçeso original de
primera ystançia al alcalde de las alçadas de la dicha çibdad, de la dicha çibdad de Toledo e
del alcalde de las alçadas a la dicha çibdad en los casos que fa lugar, et del confiar los
1845
Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
proçesos para faser ynterrogatorio et escripto de bien provado. E llevan derechos por la
continuaçión, lo qual fue denunçiado en público ayuntamiento de la dicha çibdad et mandado
aver ynformaçión d´ello. Et cometióse al regidor Gonçalo Gaytán, et al jurado Diego
Martínez de Ortega, los quales ovieron ynformaçión de lo susodicho ante Juan Fernándes de
Oseguera, escrivano mayor del dicho ayuntamiento. Et se falló ser verdad. Et el dicho señor
corregidor don Pedro de Castilla non lo castigó, antes amostró (sic) enojo por que se avía
fecho la pesquisa syn su mandamiento. E lo que ansý se ha llevado contra el dicho aranzel, et
contra el thenor del dicho primero capítulo de la premátyca de los capítulos de los
corregidores, es en tanto número que creería yo que pasan de veynte mill reales.
Y que asymismo los escrivanos públicos de la dicha çibdad no han querido ni quieren
asentar en las espaldas de las escrituras et obligaçiones que fasen los dichos derechos,
porque non se les pueda provar palpablemente lo que asý llevan demasyado, contra el thenor
de la premática, aunque se truxo sobrecarta d´ello por el jurado Fernán Pérez de Aguilera. Y
por las escrituras presentadas en los proçesos parescerá probado. Puse esto en ayuntamiento
ante´l escrivano mayor en treynta de mayo de mill et quinientos et çinco años. Mande
paresçer la pesquisa, que´l dicho escrivano mayor la tiene.
II. Yten, que´l dicho señor don Pedro de Castilla ha labrado casa e casas en esta
dicha çibdad, espeçialmente en la que oy mora, en que tomó puerta fuerte e prinçipal de la
çibdad. Et a los regidores que lo contradixeron los ha tratado mal. Mande paresçer el auto
de la çibdad et a los que lo contradixeron, e les tome juramento, espeçialmente al regidor
Antonio de la Peña.
Y después de tomada la dicha puerta encomendó al jurado Pero Ortega que truxese
confirmaçión de sus altesas, y dio petiçión sobre ello. Y non lo quisieron proveer e confirmar,
desyendo que avía seydo mal fecho. E el dicho jurado Pero Ortega es bivo, de quién se sabrá.
Y asymismo conpró otra casa a la perrocha de Sant Nicolás, en la dicha çibdad, la
qual después traspasó al regidor Alonso Gutiérres e fizo al cavalero (sic) que tenía la renta
de las heredades que perdiese la mayor parte del alcavala. Mándele llamar e ynformarse
d´él, que´s Bernaldo de Morales, vezino de Toledo, para que se ynforme más entero como
pasa.
III. Yten, que los dichos señor corregidor et su alcalde de la justiçia non fan visytado
los términos, nin han querido nin quieren esecutar las sentençias dadas a favor de la çibdad
de los términos ocupados, aunque fan seydo requeridos por los jurados muchas vezes. Et
espeçialmente fueron requeridos en diez et nueve días del mes de abril de mill e quinientos et
çinco años, por ante Fernando de Segovia, escrivano del Cabildo de los jurados, que se
depusytase la parte que perteneçía de la yerva de los términos de Santa Catalina, et
Buzarabajo et otros que abían seydo adjudicados por términos públicos de la dicha çibdad.
Et nin lo del dicho año nin lo de los años siguientes non lo cobraron nin executaron.
Yten, fueron requeridos los dichos señores corregidor et alcalde de la justiçia en diez
et nueve de mayo de mill et quinientos et çinco años, que por quanto los prados de Vezina et
Toçino qu´estavan senbrados, estando adjudicados a la çibdad, que pusiesen recabdo en lo
senbrado, que podrían ser mill fanegas de pan. et no cataron d´ello. El riquerimiento se fizo
por el jurado Fernán Pérez de Aguilera, ante Fernando de Segovia, escrivano del Cabildo de
los jurados.
Yten, sy venieron a quexar del conçejo de Maçaranboz como les çerravan los caminos
públicos e fazían otros daños en ocupar las cosas públicas, espeçialmente algúnd jurado
que´s difunto. Cometyóse al jurado Miguel de Hita, por ante escrivano mayor del
ayuntamiento, et no se curó más d´ello. Et asý se han perdido e pierden las cosas públicas.
Yten, que en esta dicha çibdad se han dado, so color de myjoría, çiertas calles. Una a
Santo Domingo el Real, y otra junto con la yglesia de Sant Andrés, e parte de otras a las
veatas de doña María García. Y todo ha seydo en daño de la dicha çibdad. Y nunca se cunple
1846
Apéndice documental
lo que dize e asyenta que se ha de faser e cunplir con la dicha çibdad en los semejantes
negoçios, porque todos los más d´ellos tomava el dicho corregidor por propios por los abtos
de ayuntamientos. E por vista de ojos paresçerá ser asý verdad.
Yten, lo que´s más grave, que aviendo juez de términos en esta çibdad, avía demandas
puestas ant´él y estavan suspenso (sic), que no se entendía en ellas. Y fue requerido por
Villegas, escrivano de los términos, en veynte y tres de abril de mill e quinientos e çinco años,
en ayuntamiento, ante´l escrivano e notario d´ello. Antes el dicho corregidor rogava al
letrado e procurador que tenía la dicha çibdad puesto para los dichos términos, que non
pusyese algunas demandas sobre término[s] valiosos ocupados a esta dicha çibdad. Sábenlo
los jurados el bachiller Françisco Ortyz e Pero Fortega, que feran el letrado e procurador de
los dichos términos. E el dicho corregidor tiene ocupado en el lugar de Yuncos çiertas cosas
que más largamente dirán los dichos letrado e procurador.
Y aviéndose dado muchas sentençias a favor de la dicha çibdad, de tres años a esta
parte, sobre los términos, et gastándose en ellos quinientos mill maravedís, e más, de los
propios, non las fa executado nin quiere executar, aunque fa seydo sobre ello requerido.
Mande paresçer ante sý los requerimientos
IIII. Yten, que los alguasyles que fan seydo de seys años a esta parte antes de ser
pagadas las personas a cuyo pedimento se fan fecho execuciones, cobran sus derechos. Y lo
que´s más grave, que por los cobrar e se faser pagados primeramente, non ponen la dicha
diligençia que deven en tomar los bienes con fianças. Et asý que muchas estarían mejor a los
acreedores no pedir execuçión, que pedirla et faserse mal por cobrar los alguasyles sus
derechos primeramente hantes de ser pagados e contentos las personas que piden las tales
execuçiones. Esto aberse fecho es público. Sábenlo los regidores Juan Vázquez de Ayllón, et
Luis Álvares Çapata, e Pedro Çapata, et los escrivanos públicos d´esta çibdad ante quien se
han fecho las tales execuçiones. Y muchas vezes se fan quexado d´ello et no se fa remediado
por la justiçia. E se fa preguntado Alonso Ramíres de la Luna, vezino de Toledo, e Fernand
Xuáres el viejo.
V. Yten, digo que se fase contra ley, que´l alcalde Juan de Torre, públicamente, ha
arrendado el ofiçio de alcaldía quando va fuera de la çibdad por mandamiento del
corregidor don Pedro de Castilla, e a otros negoçios. Que la aya arrendado -es bivo el que la
arrendó, que´s el bachiller Vásquez, que agora es alcalde fordinario- sábenlo el liçençiado
Alonso Vásques de Jaén, e su muger del dicho Juan de Torre, e todos los jurados, porque
muchas vezes fue querellado e propuesto en el Cabildo de los jurados, e nunca se remedió. E
lo que´s más grave, que se arrendava por tanto presçio que fera ynpusible ordinariamente
con buena conçiençia rentarlo el ofiçio de alcaldía.
VI. Yten, aconteçió en esta çibdad que dos alguasyles del dicho señor corregidor don
Pedro de Castilla fueron de noche a casa de Juan de Toledo, canbiador, ya defunto, que bivía
en mitad de las quatro calles. E le quisieron entrar la casa por fuerça. E le dixeron palabras
escandalosas e para alborotar la çibdad, lo qual fue querellado e fecho pesquisa sobre ello
por el alcalde de la justiçia, Juan Álvares Guerrero, y no se castigó. Et Manuel Sánches,
çerero, sobrino del dicho Juan de Toledo, requerió al jurado Tomé Sánches e a mí, el dicho
liçençiado, que lo fiziesemos castigar como jurados, el qual requerimiento se presentó en el
Cabildo de los jurados. Lo qual creo que pasó por el mes de março de mill e quinientos e
çinco años. Et como el Cabildo de los jurados no lo pudo proveer, porque´l dicho señor
corregidor non lo quiso castigar, yo enbié un traslado del dicho requerimiento e
mandamiento que me avía fecho el dicho Manuel Sánchez, çerero, al muy alto Consejo, e
proveyeron en que mandaron al dicho señor don Pedro de Castilla que enbiase los dichos
alguasyles presos a buen recabdo al muy alto Consejo. La qual provisión yo le fize presentar.
Qu´esto sea verdad sábelo el liçençiado Alonso de Ferrera, relator del Consejo, e el jurado
Pero Ortega, vezinos de Toledo. E el dicho señor corregidor ovo enojo de lo contenido en
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Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
este capítulo averse notificado en el muy alto Consejo, et averse traýdo provisión, y enbió a
remediallo, para que los dichos sus alguasyles no fuesen castigados. Y lo solapó. Y no
contento d´esto, dixo en público ayuntamiento en treynta días del mes de jullio de mill e
quinientos et çinco años que la persona que avía escrito al Consejo lo de suso contenido que
avían fecho sus alguaziles, que avía escrito falsedades, y otras cosas ynjuriosas. E d´esta
manera se fan fecho muchos ynsultos et quedado syn castigos, porque non se osavan pedir
justiçia d´ello, y los que lo van a requerir y notificar al dicho señor corregidor son
maltratados e ynjuriados. Sábenlo los jurados Tomé Sánchez, e Miguel Díez y el bachiller
Diego Martínes de Hortega, y es público.
Y ansý han quedado muchas muertes por castigar, espeçialmente mataron a un onbre
que se llamava Espejo, criado del señor Pero López de Padilla, en dos días de agosto de mill
e quinientos et çinco años.
Yten, en siete días del dicho mes de agosto del dicho año tomaron a un quadrillero
una muger que traýa presa junto con la yglesia de Sant Juan de la Leche, y le dieron al
quadrillero una cuchillada por la cara. Publicóse e díxose que avían seydo en ello dos
criados del dicho señor corregidor don Pedro de Castilla.
Yten, en esta çibdad fue ynjuriado Diego López, mercader, “el coxo”, por un fijo e
criados de don Álvaro de Madrid, y el alguasyl Santacruz fue una noche y tomó consigo al
dicho Diego López e a otros que´l dicho Diego López llevó consigo, y salieron al canpo
disyendo que yvan a prender a los que avían seydo en ynjuriar al dicho Diego López. E
finalmente mataron un onbre con un dalle [un dalle es una guadaña]. Y sobre el mismo fecho
fue preso uno que prinçipalmente ynjurió al dicho Diego López, y salió syn castigo como se
supo la muerte del dicho onbre.
Yten, viernes en la noche, veynte días del mes de março de mill e quinientos et seys
años, mataron a Sazedón, criado del señor don Pedro de Sylva, dos criados del señor
corregidor don Pedro de Castilla.
Yten, primero día de setienbre de mill e quinientos et seys años, vino Villaseca,
alguasyl, a casa de Juan de Santacruz, vezino de Toledo, defunto, segúnd que paresçió con un
mandamiento para que diese fianças para estar a derecho con el canónigo Juan López de
León, o le llevar delante del alcalde de la justiçia. Et truxo consigo el dicho alguazil a
Lorenço Sánchez, que a la sazón hera quadrillero, criado y amigo del dicho Juan López, e
otros sus criados. Et finalmente murió el dicho Juan de Santa Cruz, que cayó de un tejado. E
no bivió el dicho Juan de Santa Cruz más de quatro oras después que cayó de los texados, los
quales texados estavan tomados por los onbres que venían en nonbre del dicho Juan Lópes.
Se fizo pesquisa e disymulóse todo.
Yten, en veynte días del dicho mes de setienbre al alguasyl Calderón le tomaron la
vara de la justiçia en casa del señor Diego Garçía de Toledo, e le dieron çiertos botes de
lança, et los mostró allí el dicho alguazil al bachiller Juan Álvarez Guerrero, alcalde de la
justiçia, yo estando presente, et más de trezientas personas otras. Et no ovo castigo.
Digo que la muerte del dicho Juan de Santa Cruz es notoria, e su muger e su muger
(sic) es biva, e se llama doña Vyolante. Et toda la vezindad lo sabe.
Y resumiéndome y tomando conclusyón en este capítulo, que no creo que cabría en
muchos pliegos de papel, digo que fa seydo tanta la falta de la justiçia en esta çibdad de seys
años a esta parte, que sy no manda paresçer las quexas e acusaçiones e proçesos criminales
ante sý, ninguno puede desir nin acabar de desir la grand falta de la justiçia que fa avido. Et
que por ello la çibdad está perdida, et que como jurado digo que debe mandar el señor juez
de resydençia paresçer los dichos proçesos criminales, porque allí se verá cómo ningúnd
delito fuese castigado, a lo menos en persona que tuviese favor o fazienda, de los dichos seys
años a esta parte.
1848
Apéndice documental
VII. Yten, que las fordenanças de Toledo no las ha guardado el dicho señor
corregidor, porque contra el thenor d´ellas, seyendo justiçia, fa eçedido, dando mayores
salarios de los que por ellas se manda, asý en los fieles esecutores, que les ha pujado las
salarios en mucha cantidad, e sirven agora peor que de antes, et en dar a jurados e
regidores, espeçialmente sy son sus amigos. Et en quién él tiene parte más salario [recibe],
teniendo para ello cabtelas. Sy ocupó diez días librállehe quinze.
Yten, que los alarifes an de ser mudados de dos a dos años, y fázenlos perpetuos. Y
por ser ofiçiales perpetuos no todas vezes fazen justiçia tocando a la justiçia, e regidores e
jurados, lo qual sería muy provechoso que se guardase la hordenança en los dichos alarifes.
Yten, se libró al regidor Alonso de Sylva, fiel del jusgado, de treynta días por fiel, no
se le podiendo librar más de veynte et dos o veynte e tres días. Fízose la libraça en quatorze
días de fenero de mill e quinientos et seys años.
D´estas libranças, et acresçentamientos de salarios, et mensajerías a la corte syn
neçesydad, fa avido muchos gastos, e está muy alcançada la çibdad. Y espeçialmente fue en
librar, et procuró que se librase, el dicho señor corregidor çinco mill maravedís a Luys de
Aguirre, su alguasyl mayor, por ser persona de su parte, porque´l dicho Luys de Aguirre se
ofresçió en ayuntamiento que yva a la corte a çiertos negoçios suyos, que si le mandavan
algo que lo haría, y diéronle una carta para el rey nuestro señor, y truxo respuesta d´ella. Y
por esto le libró çinco mill maravedís, en quinze días de agosto de mill e quinientos e çinco
años. Testigos que lo saben todo el ayuntamiento, espeçialmente los regidores Juan Vázquez
de Ayllón, e Luys Alvar e Pedro Çapata, y el jurado Tomé Sánchez, y el jurado Françisco
Fernández de Oseguera.
Et en diez et ocho días de agosto del dicho año fizo librar, e libró, el dicho señor
corregidor al regidor Fernán Pérez de Guzmán treynta et çinco mill maravedís por cierto
tienpo qu´estuvo en la corte, no aviendo ydo por más de quinze o veynte días. Y estóvose allá
mucho más tienpo. Et porque fera su amigo le libró, et fue en librarle, todos los días que se
estovo allá, que se montaron los dichos treynta et çinco mill maravedís. Et más tres mill
maravedís porque´l dicho regidor Fernán Péres dixo que se le avía muerto una bestia. Y lo
que´s más grave, que para aquel camino estava nonbrado el regidor Antonio de la Peña por
ayuntamiento, y en casa del dicho señor corregidor se hizo otro ayuntamiento donde quitó al
dicho Antonio de la Peña, y nonbraron al dicho Fernánd Péres de Guzmán, porque fera más
açebto al dicho señor corregidor. La librança fue contradicha por los jurados en quanto
eçedió más de quinze o veinte días. Sábenlo el alcalde de la justiçia e Juan Vázquez de
Ayllón, Diego García de Cisneros, el bachiller Diego Martínes de Ortega, Françisco
Fernándes de Oseguera, e todo el ayuntamiento, queriéndolo desir.
Yten, solían levar los regidores e jurados que tenían cargo de tomar las fianças de los
canbyadores de cada canbyador un florýn. Porque fera forma de ynpusyçión quitóse, e
acordaron que lo pagase la çibdad de los propios, contra toda justiçia. E aunque se
contradize no aprovecha. Y, asymismo, ay otros muchos gastos fechos superfluos, que sería
cosa difíçil espeçificarse sy no se diesen las cuentas de la çibdad, por donde paresçerá que
está gastada e adeldada (sic) a culpa del dicho señor corregidor, por no lo aver querido
remediar, e dar logar a tales gastos.
VIII. Yten, en çinco dýas de março del dicho año de quinientos e seys, en casa del
dicho señor don Pedro de Castilla, corregidor, so color de ayuntamiento, fue más
ayuntamiento privado que público, procuró que fuese el alguazil mayor Luys de Aguirre a la
corte a llegar (sic) quinze mill maravedís, poco más o menos, para el seguimiento de los
pleitos de los términos. Y otro día syguiente fue contradicha su hida, porque serían e feran
más las costas de llevar los dineros que no los dineros. E lo podían llevar quienquiera. E
como el dicho señor don Pedro le enbiase para otros negoçios, que fera para ynpedir tres
provisiones que avía traýdo el jurado Pedro Fortega, la una para que enbiase la cuenta del
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Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
pan, e sobre çierta fordenança que fisieron de dar ochenta sogas a cada colmenar, no curó el
dicho señor don Pedro, sy no hízole yr, y después libróle veinte e çinco o veinte e seys días, a
trezientos maravedís cada día. Sábenlo todos los regidores e jurados, queriendo desir la
verdad. Y por el libro de los ayuntamientos paresçerá, porque la librança se hizo a doze de
abril del dicho año de DVI.
IX. Yten, ha de saber vuestra merçed que la çibdad vendía pan el año de mill e
quinientos et quatro, et çinco. En estos años se llevaron ynfinitas penas a personas
particulares d´esta çibdad que vendían pan a mayores preçios de la premática, y no por vía
judírica, sy no por bía de convenençias et otras formas no onestas. Debe mandar traer
vuestra merçed ante sý las demandas e sentençias que çerca d´ello fueron dadas, que pasaron
ante Françisco Martínes e Andrés de Fortega, escrivanos públicos, por donde paresçerá algo
de lo que se llevó so aquella color, y mirar si se dio la parte a la cámara de las tales
condenaçiones.
Yten, el dicho año de mill e quinientos et quatro tovimos cargo de dar el dicho pan et
cobrar los dineros d´ello el regidor Luys Álvares Çapata [y yo]. E porque fera cargo dentro
de la çibdad, no se nos libró ni quiso librar cosa alguna. Y el año siguiente tovieron cargo del
dicho pan el regidor Juan Carrillo y el liçençiado Fernando de la Yguera, defunto, a los
quales libró e fizo librar el dicho señor corregidor veynte e dos mill et quinientos maravedís,
porque ferán sus amigos y personas en quien él tenía parte, en tres días de setienbre de mil e
quinientos et çinco años
Yten, en treynta días de fenero de mill e quinientos et seys años, se libraron al
bachiller Juan Álvares Guerrero, alcalde de la justiçia, diez ducados, porque dixo que se los
avían furtado o caýdo quando fue a procurar para´l Andaluzía, aviendo seydo librado de los
días que estovo allá, et aviéndose dicho públicamente que avía más entendido en yr a labrar
su casa a Jahén que no a otra cosa. Por el libro del ayuntamiento paresçerá. Mande paresçer
la cuenta del pan, por donde se verá esto y otros gastos muy mayores que se pudieran
escusar. Que´l jurado Pero Ortega truxo provisión para el dicho señor corregidor, en que se
le mandava que enbiase la cuenta del dicho pan a la corte, la qual nunca enbió, y es cosa de
mucha calidad. Mándese ver, por que´s cosa de mucha cantidad, y sacada gran parte d´ella
de los pobres menudos.
X. Yten, digo que ovo quexas que davan (sic) pan con medidas falsas el jurado
Fernando de la Figuera, que dio mill fanegas de pan o más a los panaderos que fasýan et
amasavan el pan por la çibdad en nonbre del arçobispo. Et se averiguó ser falta la media
fanega con que dava el dicho pan el dicho jurado Fernando de la Figuera. Et se le quebró la
media fanega por el regidor Juan Carrillo, syendo él e yo comisarios para ello. Et no ovo
restituçión a los panaderos ni castigo sobre tan feo fecho, porque´l dicho jurado Fernando de
la Figuera fera servidor e persona del dicho señor corregidor.
XI. Yten, digo que en el prender las mugeres amançevadas et marcarlas se ha eçedido
contra conçiençia et justiçia gravemente de seys años a esta parte, en que fan marcado
mugeres desposadas et casadas, las quales, aunque feran casadas et desposadas, heran
ynjuriadas de palabra en pública audiençia et maltratadas. E las tenían presas de manera
que avían por mejor de se dexar matar.
Yten, otra cosa que´s muy agraviada, que mandándose por la premática de los
capítulos de los corregidores que los abtos de los juysyos e justiçias pasen ante los
escrivanos del número, sy los ay, et aviendo en esta çibdad tales escrivanos públicos, et
teniendo previllejos e sentençias dadas en su favor, que ningúnd escrivano real no pueda dar
fe en la dicha çibdad, en çinco leguas a la redonda dentro en la dicha çibdad, en las dichas
cabsas de marcos, que´s avida por cabsa criminal, a tomado e reçibido los testigos Payo,
criado del bachiller Juan Álvares Guerrero, alcalde de la justiçia. E lo que´s más grave, que
toma los testigos, de más de no ser escrivano público, en presençia de la persona que tiene
1850
Apéndice documental
cargo de acusar e demandar los dichos marcos. E fazen e traen a los testigos que digan lo
que no dirían sy fuesen esaminados por quien avían de ser, et syn presión. Testigos que lo
saben: Françisco de Córdova, clérigo, et Mayor Díez, vendedora, e Alonso Pérez, tendero, e
el jurado Françisco Fernández de Oseguera, escrivano público, e el liçençiado de Burgos,
del qual se debe reçibir juramento para que declare lo que çerca d´esto sabe.
Yten, que ay muchas mugeres marcadas una, e dos e más vezes. Et no se executa en
ellas pena más del marco, ni salen fuera de la çibdad. E se les consiente e pasa en
disymulaçión.
Yten, que muchas vezes antes que se condenen las tales mugeres, se fase yguala por
dos ducados, e por más e por menos. Et sobre yguala et conçierto se da la sentençia, e se
consiente en ella, e se mudan los nonbres al tienpo de la condenaçión de consentimiento de
todas las partes, para que si fuere marcada segunda vez no se pueda esecutar en ella la pena
de açotes. [Que] todo esto sea verdad, e otros muchos fraudes que sobre ello se ayan fecho de
los dichos seys años a esta parte, es çierto, e lo saben, los abogados d´esta çibdad. Y
paresçiendo sentençias de las personas que fan sydo marcadas, et tomándoles sus dichos,
paresçerá esto, e otras cosas más graves, ser verdad.
Otrosý, digo que quando alguna persona, o personas, a quien se pide marco por
amançevadas son dadas por libres, e mandándoles que se les buelvan los bienes que se les
fan sacado o tomado por prenda del tal marco, apelan las sentençias las personas que tienen
cargo de pedir los tales marcos e no quieren restituyr las tales prendas fasta que son servidos
o se les dan (sic) alguna cosa. Qu´esto sea verdad sábenlo Alonso Péres, tendero, Alsolarejo,
vezino de Toledo, et una muger que se llama Barrionuevo. Et al dicho Alonso Péres le
llevaron un ducado. Y esto sería un proçeso, sy se oviese de declarar las personas, de nunca
acabar.
XII. Otrosý, digo que en las penas de los juegos se han llevado, de los dichos seys et
syete años a esta parte, muchos dineros sin sentençiarse, a unos a dos reales, et a otros a
tres, et a otros a muchos más. Éstos han sido en mucho eçeso. Sábenlo Andrés Sánchez,
cabestrero, e Antón López, carpyntero, a quien se llevó. Y ellos dirán quanto e quién fue el
terçero. E Lorenço Núñez, vesino de Toledo. E ellos nonbrarán otras muchas personas.
Yten, digo que en tierra e término de la jurediçión de Toledo han ydo por los lugares
so color de alcaldes, espeçialmente el jurado Diego de Uzeda, defunto, y llevado muchas
coantías de maravedís por rasón de juego, syn poderlo pedir, porque los alcaldes fordinarios
no tenían poder para conosçer de juego, syno sóla la persona del señor don Pedro de
Castilla, que tenía abvocada (sic) a sý el conosçimiento de las cabsas de los juegos. Que fue
requerido el dicho señor don Pedro de Castilla que castigase a los que avían llevado los tales
maravedís e cohechos por el Cabildo de los jurados, en quatro días de abril de mill e
quinientos e seys años, e fízose pesquisa, e falló de ser verdad. El que lo denunçió fue el
jurado Tomé Sánches, del qual se deve saber más por entero el caso como pasó, porqu´él dize
que si se fisyese saber por los lugares de Toledo, e esperasen alcançar justiçia, que es mucho
número de dineros el que se fa llevado ynjustamente
XIII. Yten, digo que en el mes de jullio de mill e quinientos et seys años Diego de
Ávila, bonetero, vezino de Toledo, con gente farmada, pidió a Fernando de Madrid, tendero
de alcaná, unas calças e un jubón de malla que dis que tenía suyo, que lo avía de enpeñado el
dicho Fernando de Madrid por dos castellanos. E syn tomarle los dos castellanos, porque asý
avía desenpeñado, le llevó forçosamente las dichas calças e jubón, desyendo e jurando que si
no se las diera le avía de matar, et matara. Que sea verdad sábenlo Antón López, carpyntero,
et Andrés Sánchez, cabestrero, vezinos de Toledo, que lo vieron, y ellos nonbrarán otras
muchas personas. E esto se propuso en el Cabildo de los jurados en veynte e syete de junio
del dicho año de mill e quinientos e syete años. E fue requerido el dicho día el dicho señor
don Pedro de Castilla, corregidor, por el jurado Françisco Fernández de Oseguera, ante´l
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Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
escrivano del Cabildo, el qual no castigó lo susodicho. El dicho Diego de Ávila se andovo e
anda por esta çibdad libre, como si non lo oviera fecho.
Yten, a las Tendillas Nuevas ovo un grande escándalo e alboroto, en que venieron
Pero Suáres, tornero, e Luys de Segovia, et otros, a casa del canónigo Pero Núñez, donde
avía gente farmada, e dixeron muchas palabras ynjuriosas los unos a los otros, et contra la
justiçia. Fízose pesquisa por el alcalde de la justiçia et por mí, como jurado. E ante Andrés
de Fortega, escrivano público, mandé paresçer la pesquisa, e ver un fecho feo que quedó syn
castigo, como otros muchos que no´s posyble tenerse en la memoria particularmente.
XIIII. Yten, el Cabildo de los jurados enbió al jurado Tomé Sánchez a la corte sobre el
fecho acaesçido por el señor conde de Fuensalida çerca del tomar de las varas de alguasyl
mayor et alguasyles d´esta çibdad, e sobre que avía falta de justiçia, e que avía neçesydad de
persona que la fiziese. E segúnd se dixo, fue avisado el dicho señor don Pedro de Castilla
cómo el dicho jurado Tomé Sánchez procurava que viniese otra persona a esta çibdad por
justiçia. Et acordó de mandar al jurado Fernando de Segovia, escrivano del Cabildo de los
jurados, que le diese un traslado synado de los capítulos que avía llevado el dicho jurado
Tomé Sánchez a la corte. Y el dicho Fernando de Segovia me dixo que le avía dado un
traslado de los dichos capítulos syn sinar. Esto es una cosa reçia y en grand deserviçio de su
altesa, et contra los previllejos e ofiçios de los jurados. E que faser a los reyes todo lo que se
fase en deserviçio, secretamente, asý por su justiçia como por otras qualesquier personas [es
cometido de los jurados]. E los mensajeros que asý enbían no pueden ni deven ninguno
tomarlos ni entremeterse a saber a lo que van. Y qu´esto sea verdad que pasó sábenlo los
jurados Juan Péres de Vallejo e Diego Martínes de Fortega, et yo, segúnd que dicho he. Lo
qual pasó en diez e seys de disyenbre de mill e quinientos e seys años.
Yten, digo que´l dicho señor don Pedro de Castilla tenía, segúnd que paresçe, puestas
guardas en los caminos para catar los que entrasen en esta çibdad con cartas. Y el lunes
XXVIII días del mes de desyenbre próximo que pasó veniendo un correo, que avía ydo con
una carta del dicho Cabildo de los jurados al liçençiado de Bargas, a Medina del Canpo, que
estava proveýdo por pesquisidor e justiçia para esta çibdad, sobre que en todas maneras
veniese porque avía gran neçesydad, y trayendo respuesta d´ella, en el canpo, junto con la
dicha çibdad, le tomaron la carta e le truxeron a él et a la dicha carta a casa del dicho señor
corregidor don Pedro de Castilla, donde él la abrió, e leyó e enbió a otras partes para que la
viesen e leyesen, e la carta fasta otro día syguiente a las nueve oras no paresçió en el dicho
Cabildo de los jurados. E creo que se dio porque avía mucha quexa e aún alboroto, por parte
de los jurados, desyendo de tan gran ofensa e agravio que se avía fecho al Cabildo en
tomársele la carta por el dicho señor corregidor. E el que más sabe d´esto es Rodrigo de
Busto, panadero, vecino de Toledo, que enbió al correo que truxo la repuesta, que se llamava
Molina. E sábenlo los jurados Diego Martínes de Fortega e todos, que cosa notoria fue.
Y con estas formas y otras semejantes se publicó por esta çibdad que se avía
estorvado la venida del doctor de Talavera, qu´estava proveýdo por corregidor d´esta dicha
çibdad. E que´l dicho señor corregidor don Pedro de Castilla e otros por él avían cabsado
que fuese preso, e no veniese. Más por estenso saben esto último los jurados Pero Ortega e
Alonso de Sosa.
XV. Yten, que ovo venydo el liçençiado Françisco de Cuellar por juez de las nuevas
ynpusyçiones y estancos, y andovo por los lugares e tierras d´esta çibdad. Et quitó e
suspendió muchas nuevas ynpusyçiones, las quales, o muchas partes d´ellas, se han llevado a
ynponer e llevar por los cavalleros e personas que d´antes las llevavan, por negligençia del
dicho señor don Pedro de Castilla e falta de no mirar ni proveer los lugares e términos d´esta
dicha çibdad.
XVI. Yten, que en esta çibdad de Toledo a Barrionuevo se tomó una calle e çerro que
va a dar al río, porque tocava a Rodrigo de Mansylla, repostero de sus altesas. Y porque fera
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Apéndice documental
amigo del dicho señor corregidor se queda tomada e çerrada. E no se fa podido alcançar
justiçia çerca d´ello. Por vista de ojos se puede ver, e por ynformaçión de los vesinos
comarcanos.
El liçençiado de Herrera.
XIII. 1507-II-13 Testimonio bajo juramento tomado por Gonzalo de Gallegos,
juez pesquisidor encargado de pacificar Toledo tras los sucesos
de finales de 1506 e inicios de 1507, a Diego de Pedrosa, un
alcalde ordinario de la urbe, a quien unos hombres del conde
de Fuensalida habían querido agredir
(A.G.S., C.C., Pueblos, legajo 20, fol. 220)
En la muy noble çibdad de Toledo, treze días del mes de febrero, año del nasçimiento
de Nuestro Salvador Ihesu Christo de mill e quinientos e syete años, este dicho día en
presençia de mí, el escrivano público, e de los testigos de yuso escriptos, paresçió ende
presente Diego de Pedrosa, alcalde hordinario en la dicha çibdad. E luego el noble e
virtuoso señor el liçençiado Gonçalo de Gallegos, pesquisydor e juez de resydençia en la
dicha çibdad de Toledo, e su tierra, e término e jurisdiçión por la reyna nuestra señora, tomó
e resçibió de su ofiçio juramento en forma devida de derecho, por Dios, e por Santa María e
por la señal de la cruz, a tal como esta +, en que´l dicho Diego de Pedrosa, alcalde, puso su
mano derecha, e [dijo] por las palabras de los Santos Evangelios que como bueno e católico
christiano, syn temor, ni miedo ni afiçión, diría e declararía la verdad de lo que supiese e por
el dicho señor juez le fuese preguntado.
El qual dicho Diego, Diego de Pedrosa, dixo: “¡Sý, juro!”. E a la confesyón de que le
fue echada por el dicho señor pesquisidor dixo: “¡Amén!”. Testigos que fueron presentes a lo
que dicho es: Françisco Mançano e Diego de Torrijos, criados del dicho señor juez de
residençia para ello requeridos.
E luego el dicho señor juez secreta e apartadamente, en presençia de mí el dicho
escrivano público, preguntó al dicho alcalde Diego de Pedrosa, so cargo del dicho
juramento, que qué hera lo que avía pasado en la plaçuela del señor conde de Fuentsalida
puede aver tres noches, entre este que depone e çiertos fonbres que en la dicha plaçuela falló.
E que declarase quién heran los dichos fonbres.
El qual Diego de Pedrosa, alcalde, dixo que puede aver tres noches que yendo este
que depone a Barrio Nuevo, a buscar a Antonio de Madrid, escrivano, entre la casa del dicho
señor conde de Fuentsalida e la casa de don Juan de Ayala, que es mas abaxo del antepecho
de la casa del dicho conde, junto con el horno, falló juntos a Pedro Tornero, e a Trugillo, e a
Pedro Platero, e a su hermano de Juan Jurado, que se dize Sant Pedro, e Alfonso de Carpio.
E que quando este testigo llegó çerca d´ellos, yendo por su calle adelante seguramente con su
vara de justiçia en la mano, que los susodicho se repararon e pusyeron las manos en las
espadas y en los broqueles. E que éste que depone les dixo: “¿Qué es eso?, ¿Establaysos?”.
Y que´l dicho Pedro Platero e (blanco) de Sant Pedro respondieron, e dixeron: “Asý
pensamos que herades alguazil, e por eso echamos mano a estas cartas de corona”.
Fue preguntado por su merçed sy los susodichos fueron los que salieron con varas de
alguaziles con el conde de Fuentsalida quando sacó las varas de alguazil mayor, e las otras
varas de alguaziles. Dixo éste que depone que sý.
Fue preguntado cómo lo sabe. Dixo que porque los vido yr armados y con sendas
varas de alguaziles el día que´l dicho conde salió con las varas por la çibdad, llegando a la
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tripería, donde dieron una grita (sic) alborotando la çibdad. E que ésta es la verdad por el
juramento que fizo, e lo firmó de su nombre Diego de Pedrosa, alcalde.
E yo, Pero Sánches de Aguilera, escrivano de la reyna, nuestra señora, e escrivano
público de los del número de la muy noble çibdad de Toledo, que fuy presente en uno con los
dichos testigos a lo que con el dicho señor juez de resydençia, que aquí firmó su nombre, e lo
fize escrivir lo susodicho segúnd que ante mí pasó, por mandado de su merçed. E por ende fiz
aquí este mío signo a tal en testimonio de verdad. Pero Sánches, escrivano público.
XIV. 1508-X-13 Pesquisa que se hizo del enfrentamiento que hubo en la plaza
de Zocodover entre un alguacil de la ciudad y un alguacil de la
Inquisición, que a punto estuvo de causar un grave alboroto
(A.G.S., C.C., Pueblos, legajo 20, fol. 279)
En la muy noble çibdad de Toledo, treze dias del mes de otubre, año del nasçimiento
de Nuestro Salvador Ihesuchristo de mill e quinientos e ocho años, ante [el] magnífico señor
mosén Jayme Ferrer, corregidor de la dicha çibdad e su tierra por la reyna, nuestra señora,
en presençia de mí, Luys de Villalta, escrivano de su altesa en la su corte e en todos sus
reynos e señoríos, e escrivano del crimen de la dicha çibdad e su tierra, paresçió presente
Pero Mata, alguasyl de la dicha çibdad de Toledo, et denunçió a su merçed et dixo que yendo
él por Çocodover en dicho día pasó un moço con una espada. E el dicho alguasyl se llegó a él
e le dixo que por qué traýa armas. E que´l dicho moço le dixo: “¿Por qué me lo dexís?”. E
éste le tornó a dezir que le dixese que por qué traýa las dichas armas, que le mostrase cómo.
Y que´l dicho moço le dixo que hera del reçebtor de la Ynquisiçión. Et diziéndoles a los que
estavan presentes: “Vosotros me sed testigos”, porque´l dicho alguasyl le abía ya quitado el
espada. E que´l dicho alguasyl le dixo que quando supiese que hera del dicho reçebtor qu´él
ge lo bolverýa.
E así el dicho alguasyl se fue. E el dicho moço se fue fasya donde estava el dicho
reçebtor e Salasar, alguasyl de la Ynquisiçión, que hera debaxo de los portales de la dicha
plaça. E de que esto vido el dicho alguasyl, qu´él se fue a ellos. E en llegando, que llegó, le
preguntaron el dicho reçebtor e alguasyl que por qué avía quitado la dicha espada. E que
éste le dixo que porque non lo conosçía nin traýa çédula, pero que ay estava. Et en esto el
dicho Salasar, alguasyl, dixo: “No la avéys de tirar vos con dies leguas, que os quitaré yo a
vos vuestra espada e la capa”. E este querellante dixo que non lo farýa, qu´él se quexarýa al
señor corregidor, que non fera él su superior. Et que en esto el dicho alguasyl de la
Ynquisiçión le asyó de la vara, e éste le dixo que dexase la vara. E en esto el dicho Salasar,
alguasyl, alçó la vara que traýa e le dio con ella al dicho alguasyl Mata, e ge la quebró en la
cabeça, e lo desonrró. E llamó de plateruelo cagado e otras cosas. Pidió conplimiento de
justiçia e juróla en forma de derecho.
Luego, éste dicho, el noble e muy virtuoso señor liçençiado Ronquillo, alcalde mayor
en la dicha çibdad e su tierra por el dicho señor corregidor, para ser ynformado de lo
susodicho, en presençia del jurado Diego Ferrándes de Madrid hizo llamar ante sý a Juan
del Arroyo, mercader, e de (sic) Pedro de Escobar, que bibe al arrabal, e de Juan de Salazar,
e de maestre Jayme de Torres, maestro d´esgrima, e de Juan de Castroverde, cryado de Juan
Rodrígues Puertocarrero. De los quales, e de cada uno d´ellos, el dicho señor alcalde mayor
tomó e reçibió juramento en forma devida de derecho, e a la confesyón e conclusyón del
dicho juramento dixeron: “¡Sý, juro!”, e “¡Amén!”. A lo qual fueron presentes por tetigos
Alonso Françés e Lope Alegrýa, alguasyles de la dicha çibdad.
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Apéndice documental
E lo que los dichos testigos dixeron e depusyeron por sus dichos e depusyçiones, cada
uno sobre sý, seyendo tomados secreta e apartadamente por el dicho señor alcalde mayor, e
en presençia del dicho jurado Diego Ferrándes de Madrid, es lo syguiente:
El dicho Juan del Arroyo, mercader, vezino de la dicha çibdad de Toledo. Et dixo que
lo que sabe es que estando este testigo oy en Çocodover oyó bozes e ruydo. E estava mucha
gente llegada. E este testigo se llegó allá e vido que´l dicho Salasar, alguasyl de la
Ynquisiçión, estava diziendo muchas palabras descorteses al dicho alguasyl Mata. E este
testigo non se acuerda qué palabras ynjuryosas desýa, salvo que´l dicho alguasyl Mata desýa
que se quexarýa d´ello al señor corregidor. E que´l dicho Pero Mata hera muy cortés, que
non sabe este testigo sy lo fasýa de cortés o de cobarde, porque non respondía otra cosa syno
qu´él se quexaría d´ello.
E que a esto el dicho alguasyl de la Ynquisiçión le asyó de la vara al dicho Pero
Mata, estando el dicho Salasar, alguasyl, cavalgando en una mula. E asydo, el dicho Pero
Mara le dixo: “¡Dexa mi vara!”. E non sabe qué más pasó, más que vido que´l dicho
alguasyl de la Ynquisyçión alçó su vara que traýa, e dio un palo con ella al dicho alguasyl
Mata en la cabeça o en el onbro, de que ge la hizo pedaços.
Preguntado sy vido que alguna persona echase mano a espada, o a otras armas
algunas, dixo que vido mucha gente con espadas e broqueles sacadas de una parte e de otra,
pero que este testigo non conosçe quién son. E que vido un moço con un lançón en la mano
que se metyó en medio de la quistyón, pero que non le oyó dezir: “¡Pas, paz!”, nin sabe otra
cosa de lo susodicho. Lo qual es verdad para el juramento que hizo. Juan del Arroyo.
El dicho Pedro de Escobar, veçino al arraval d´esta çibdad. Et syendo preguntado por
la dicha denunçiaçión dixo que lo que sabe es que este testigo oyó desir cómo el dicho Pero
Mata avía quitado un espada a un cryado del reçebtor de la Ynquisiçión. E que le querían
enviar a çitar ante la Ynquisiçión sobre ello. E que este testigo fue al dicho alguasyl e le dixo
que diese la dicha espada al dicho moço. E que diese al diablo el espada. E el dicho Pero
Mata le respondió qu´él ge la avía quitado syn traer çédula, e syn que nadie lo conosçió (sic)
que fera de los ynquisidores, que sy alguno lo conosçiera que ge la diera. E que en esto
asomó fasya Çocodover el alguasyl de la Ynquisiçión Salasar con tres o quatro onbres, e el
reçebtor que estava en Çocodover se fue fasya el dicho alguasyl Salasar, e se juntó con él, e
se le enpeçó a quexar diziendo cómo le avían quitado una espada a un moço suyo.
E que en esto el dicho Pero Mata, alguasyl, se fue hasya ellos. E el dicho Salasar,
alguasyl, dixo al dicho Pero Mata que por qué andava tomando las armas a los de la
Ynquisyçión. E que´l dicho Pero Mata dixo: “Yo non las tomo, que aquel moço que las tomé
non mostró cómo hera de la Ynquisyçión ni traýa çédula”. E que en esto el dicho alguasyl
Salasar le dixo al dicho alguasyl Mata: “Vos muy loquito soys. Juro a Dios, yo hos tome
vuestra espada, e aún la capa”. E que esto que gelo dixo dos vezes. E que´l dicho Pero Mata
le respondió: “No tomaréys, que yo tengo señor a quien me quexe d´ello”.
E estonçes el dicho Salasar se llegó a mula, como estava, fasya el dicho Pero Mata e
alçó el braço para le asyr la vara al dicho Pero Mata. E el dicho Pero Mata le dixo:
“¡Quitáos allá, que no me avéys vos de quitar la vara!”. E que en esto el dicho alguasyl
Salasar dixo: “¡Tómame esta espuela, moço!”. E antes que se apease alçó su vara misma que
traýa e diole un palo al dicho Pero Mata en la cabeça, que ge la hiso pedaços. E apeóse. E en
esto echaron mano a las espadas los que venían con el dicho Salasar, alguasyl, e los que
estavan con el dicho reçebtor, contra el dicho alguasyl Mata. E en esto el dicho Pero Mata se
retraxo e se vino.
Preguntado qué otras personas vido con armas, dixo que vido a un cryado de Urbán
Barbero con un lançón, e a Torres Esgremidor con una espada, que cree que metíen paz. E
que asymismo vido otras muchas personas con armas sacadas que este testigo non conosçió.
E que vido benir a la dicha quistyón a Pero Çechón con una espada e un puñal en la çinta,
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Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
aguijando fasya donde estava el dicho Salasar, alguasyl. E que lo demás que pasó que non lo
vido. E que esta es la verdad para el juramento que hiso. E porque non sabía firmar, firmó
por él el dicho jurado Diego de Madrid, que presente estava.
El dicho Juan de Salasar, vezino de la dicha çibdad de Toledo, syendo preguntado por
el thenor de la dicha querella, dixo que lo que sabe es que estando este testigo oy en la plaça
[de] Çocodover vido sacadas muchas espadas, en que avía ruydo. E fue corriendo hasya allá,
e vido al dicho Salasar, alguasyl, e al dicho Pero Mata, en (sic) que´l dicho Salasar desýa al
dicho Pero Mata: “Para ésta don vellaco, rapangón, plateruelo, vos me la paguaréys”. E que
en esto vido cómo muchas personas que ende estavan cargavan muchas espadas contra el
dicho Pero Mata, d´ellos para desbartyr (sic), e d´ellos de la Ynquisiçión.
E que este testigo le dixo al dicho Pero Mata que se quitasen afuera, que no lo
matasen. E lo quitó y puso tras él. E que en esto vido venir a un moço de Urbán Barbero, que
traee (sic) un sayo prieto, con un lançón en la mano. E dio un bote de lança a un cryado del
alguasyl Frexneda. E que vido çiertos onbres del alcáçar con sus armas en medio d´ellos,
despartiendo, e otros tres o quatro del alguasyl de la Ynquisiçión con sus armas sacadas. E
que asý se fue el dicho alguasyl de la Ynquisiçión. E se fueron tras él más de quinse onbres,
entre los quales yva Urbán Barbero e Pero Sánches Çechón, con sus armas el dicho Çechón,
pero al dicho Urbán non le vido sy llebava armas nin sy non, salvo que yva otra mucha gente,
segúnd dicho tyene.
Preguntado sy vido dar algunos palos al dicho alguasyl, dixo que non lo vido, salvo
que lo oyó desir públicamente en la plaça, cómo el dicho Salasar, alguasyl, avía quebrado su
misma vara en la cabeça del dicho alguasyl Mata de un palo que le dio. E que ésta es la
verdad e lo que sabe d´este fecho para el juramento que hiso. Juan de Salasar.
El dicho maestre Jayme de Torres, maestro d´esgrima, syendo preguntado por el
thenor de la dicha denunçiaçión dixo que lo que sabe es que estando este testigo a su puerta
de su casa, que es debaxo de los portales de Çocodover, vido cómo estava allí el dicho
alguasyl de los padres con dos o tres onbres suyos, e el reçebtor de la dicha Ynquisiçión,
fasyendo un almoneda. E que´l dicho reçebtor se quexava al dicho Salasar, alguasyl, que´l
alguasyl Mata le avía quitado un espada a un moço suyo.
E que en esto el dicho Salasar, alguasyl, dixo al dicho alguasyl Mata, que allí estava
con ellos, que por qué quitava las armas a los de la Ynquisiçión. Respondió el dicho Mata,
alguasyl, que no sabía que´l dicho moço fuese de la Ynquisiçión. E que a esto [dijo] el dicho
Salasar, alguasyl, que no las quitase a ninguno de la Ynquisiçión, sy non qu´él le quitarýa la
suya. E el dicho Mata le dixo: “No me la quitaréys, que yo tengo a quién me quexe”. Et el
dicho Salasar, alguasyl, le dixo: “A quien vos os quexáreys daré yo d´ello rasón, e a vos
quitaros he la espada, e aún la capa, sy vos quitáys las armas a ninguno de la Ynquisiçión”.
E diziendo: “No os pongáys en puntos conmigo, que soys un neçio, e no os mesuráys en la
lengua”. E estonçes (sic) el dicho alguasyl Mata le respondió: “Erráys en lo que dezís” o
“No açertáys en lo que dezís”.
Et en esto el dicho Salasar, alguasyl, llegó casy a asylle de la vara al dicho alguasyl
Mata. E el dicho Mata le dixo: “¡Quitáos allá, que no me avéys de tomar la vara!”. E en esto
el dicho Salasar dixo a un moço suyo que le quitase el espuela, porque estava ençima de una
mula, e diziendo esto, antes que se apease, alçó su vara el dicho alguasyl Salazar e dio con
ella un palo en la cabeça al dicho Pero Mata, que ge la quebró. E en esto se apeó de la dicha
mula.
Preguntado quién echó mano a las espadas a la sasón, dixo que non lo pudo ver, salvo
que vido a un moço de Urbán Barbero venir con un lançón. E que tirava los botes fasya el
alguasyl Mata. E que este testigo le dio un golpe en ella (sic) e ge la derrocó, porque éste
estava de la parte del dicho alguasyl Mata. E asymismo vido con un espada sacada a un
moço d´espuelas del dicho Salasar, alguasyl, e que´l dicho moço de Urbán dava de botes a un
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cryado del alguasyl Frexneda. E que vido otras muchas personas con armas que no conosçió.
E asý este testigo se entró en su casa, e non vido otra cosa para el juramento que fiso. Diego
Fernándes.
El dicho Juan de Castroverde, cryado de Juan Rodrígues Puertocarrero, seyendo
preguntado dixo que lo que sabe es que yendo esta tarde este testigo por la plaça [de]
Çocodover, vido cómo el dicho alguasyl Mata tomó una espada a un mançebo, el qual desýa
que fera del reçebtor de la Ynquisiçión, diziendo que non ge la tomase. E que´l dicho Pero
Mata desýa: “Móstrame la çédula, que de otra manera, aunque fuese de Dios, os la quitaré”.
E asý ge la tomó. E el dicho moço dixo: “Pues seme testigos”.
E fuese fasya donde estava el dicho Salasar, alguasyl, que estava debaxo del tablado
de los padres. E el dicho Mata se fue tras el dicho moço. E el moço se enpeçó a quexar al
dicho Salasar. E en esto llegó el dicho Mata. E el dicho Salasar le dixo: “Mata, ¿por qué
quitáys las armas a los de la Ynquisiçión?. ¿No os tengo dicho que a ninguno de la
Ynquisiçión no toméys armas?”. E estonçes el dicho Mata le dixo: “Señor, yo no sabía cuyo
fera, que sy lo supiera non ge la tomara, pero a eso vengo, a faser saber cuya es para
dárgela”. E a esto el dicho alguasyl puso la mano en las crus de su vara e dixo: “Juro a Dios
e a esta crus que sy otra vez las tomáys que yo os tome vuestra espada e vuestra capa”. E que
a esto el dicho Mata le dixo: “No me la tomaréys, señor, que sy yo hiziere cosa que no
deviere el corregidor me castigara”.
E que estonçes el dicho Salasar le dixo: “Vos muy loquillo soys”. E alçó el braço
desde ençima, e asyóle de la vara al dicho alguasyl Mata. E diziéndole, teniéndole de la vara:
“Mucho soys loquillo”. E que´l dicho Mata le respondió: “Señor, mira lo que dezís, que no
açertáys”. E estonçes el dicho Salasar, alguasyl, dixo: “¡Quítame aquí esta espuela moço!”.
E diziendo al dicho Pero Mata: “¡Fi de puta, plateruelo!”. E diziendo esto, alçó la vara e
diole un palo con ella en la cabeça al dicho alguasyl Mata, que ge la quebró.
E en esto se apeó e puso mano al espada e no la sacó, porque´l alguasyl Frexneda se
abraçó con él, diziendo que no fiziese tal cosa, que se alborotarýa la çibdad. E en esto Torres
Esgremidor, e Juan de Vilches e otro moço del dicho alguasyl Frexneda echaron mano a las
espadas, e se pusyeron en ayuda del dicho Pero Mata. Y en esto un cryado del dicho Salasar
echó mano al espada e a un broquel. E que en esto vino Urbán Barbero e otro cryado suyo
con sendas lanças a favor del dicho alguasyl de la Ynquisiçión, el uno con lançón e el otro
con lança, e tiraron çiertos botes de lança al moço del dicho Frexneda e al moço del dicho
Pero Mata.
Et asymismo vido otros muchos en favor del dicho Salasar con armas, que este testigo
non los conosçió, e asý tornó a cavalgar el dicho Salasar, e se juntaron con él más de veynte
honbres, e lo fueron aconpañando. Que este testigo no conosçió ninguno d´ellos. E que ésta
es la verdad para el juramento, e firmólo de su nombre. Juan de Castroverde.
Et después de lo susodicho, en la dicha çibdad de Toledo, catorze días del dicho mes
de otubre del dicho año, el dicho alcalde mayor, estando presente el bachiller Ortiz, jurado,
en presençia de mí, el dicho escrivano, tomó e reçibió juramento en forma devida de derecho
de Pedro de Sevilla, cryado del dicho Urbán Barbero, e de Lucas Vélez, barbero, los quales
juraron en forma de derecho en manos del dicho señor alcalde mayor. E syendo preguntados
cada uno sobre sý, secreta e apartadamente, syéndoles echada la confesyón del dicho
juramento, dixeron lo syguiente:
El dicho Pedro de Sevilla, cryado de Urbán Barbero. E syendo preguntado por el
dicho señor alcalde mayor sy estovo presente a la susodicha quistyón, dixo que viniendo ayer
por la plaça este testigo e Lucas Veles vido como el dicho Salasar, alguasyl, se apeava de
una mula e echava mano al espada, e otros con él, para contra el alguasyl Mata. E que vido
que salió a la dicha quistyón Nuño, cryado del dicho Urbán, que trae un sayo verde oscuro e
tira a negro. E asymismo vido a un moço que traýa sayo colorado e una gorra colorada con
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Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
armas, que dizen que trae armas por la Ynquisiçión, que andava diziendo: “¡Pas, paz!”. E
que vido al dicho Nuño con la dicha lança en medio el ruydo (sic). E que sabe que traee (sic)
armas por la Ynquisyçión.
E que sabe asymismo que´l dicho Urbán sacó una lança, e andava diziendo: “¡Pas,
paz!”, pero que no ayudava a ninguno d´ellos. E que vido otras muchas personas con armas
que no conosçió. E que después, quando el dicho Salasar se fue, fueron con él fasta syete u
ocho onbres que este testigo non conosçe, salvo que viniendo del ruydo dende a poco vino el
dicho Urbán y tomó su capa, e se fue. Que este testigo no sabe donde fue ni menos sabe sy
llevava armas. E que ésta es la verdad para el juramento que fiso. Pedro de Sevilla.
El dicho Lucas Vélez, barbero. E syendo preguntado por el dicho señor alcalde mayor
çerca de lo susodicho, dixo que ayer estando este testigo en la plaça de Çocodover vido que
estavan juntos e fablando Salasar, alguasyl de la Ynquisiçión, e Pero Mata, alguasyl d´esta
çibdad. E ya el dicho Pero Mata se apartava del dicho Salasar, e este testigo se llegó fasya
ellos, e oyó que´l dicho Salasar, alguasyl de la Ynquisiçión, dixo al dicho Pero Mata: “Muy
loquito devéys vos de ser”. E el dicho Pero Mata estonçes dixo çiertas palabras [que] no se
acuerda este testigo, mas de quanto le paresçe que dixo: “No es asý”, o “No açertáys”.
E estonçes el dicho Salasar desde ençima de su mula, donde estava, le tiró con la vara
que traýa un golpe al dicho alguasyl Pero Mata e le dio en la cabeça, e quebró la dicha vara,
que la fiso dos o tres partes. E luego el dicho alguasyl Pero Mata puso mano a la espada,
pero que no vido este testigo que la sacase de la vayna. E estonçes el dicho Salasar se apeó
de la mula, e luego vido este testigo que echaron mano a las espadas çiertos onbres, e a un
Urbán Barbero con una lança en la mano, diziendo: “¡Paz, paz!”. E otro cryado del dicho
Urbán que se llama Nuño, que bibe con el dicho alguasyl de los padres, tomó otra lança e fue
al dicho ruydo. E este testigo le vido en el dicho ruydo, e no vido más, ni dixo nada más, de
quanto le oyó dezir después al dicho Nuño que avía topado con Juan de Vilches.
Preguntado qué otras personas vido allí con armas, dixo que vido fartas personas,
entre las quales estavan un Pero Sánches Çechón con una espada e un puñal. E que no vido
sy la sacó, porque como desenvaynaron este testigo se retraxo afuera e los dos que ha dicho
con las dichas lanças e a los otros non los conosçe. E que ésta es la verdad para el juramento
que fizo. Lucas Vélez.
E yo el dicho Luys de Villalta, escrivano de la reyna, nuestra señora, et su escrivano
et notario público en la su corte et en todos los sus reynos e señoríos, et escrivano del crymen
de la dicha çibdad de Toledo, en uno con el dicho señor corregidor, alcalde mayor, jurados,
a lo que dicho es presente fui. Et de mandamiento de sus merçedes esta pesquisa escriví,
segúnd que ante mí pasó. Et por ende fiz aquí este mío sygno en testimonio. Luys de Villalta,
escrivano.
XV.
1512-X-9
Sentencia pronunciada en grado de apelación por los oidores
de la Real Chancillería de Valladolid en el pleito entre los
confiteros Juan de Toledo y Diego Franco, que se habían
acuchillado en una calle
(A.R.Ch.V., Registro de Ejecutorias, caja 279, exp. 27)
Doña Juana, etc., a vos mi justiçia mayor e a los del mi Consejo, prelados, alcaldes de
la mi Casa, e Corte, e Chancillería, e a todos los corregidores, asystententes (sic), alcaldes,
alguaçiles e merinos, e otras justiçias qualesquier ansí de la çibdad de Toledo como de todas
las otras çibdades, villas e logares de los mis reynos e señoríos, e a cada uno e a qualquiera
de vos en vuestros logares e jurediçiones a quien esta mi carta fuere mostrada, o su traslado
1858
Apéndice documental
synado de escrivano público, sacado en pública forma en manera que faga fee. Salud e
graçia.
Sepades que pleito se trató en la mi Corte e Chançillería ante los mis alcaldes d´ella,
e se començó primeramente en la çibdad de Toledo, entre el bachiller Diego de Guadalajara,
teniente de mi corregidor en la dicha çibdad, e vino ante los dichos mis alcaldes en grado de
apelaçión, el qual dicho pleito hera entre Diego Franco, confitero, vesino de la dicha çibdad,
acusador, de la una parte, e Juan de Toledo, vesino de la dicha çibdad, reo acusado en su
ausençia e rebeldía, de la otra, sobre rasón que´l dicho Diego Franco le acusó, diçiendo que
reynando yo en estos mis reynos, en un día del mes de mayo que hagora pasó d´este presente
año en que estamos, estando e aviendo estado el dicho Diego Franco e Juan de Toledo,
confitero, e otros, en mucha amistad e conformidad, en las casas de Alonso de Éçija, que son
en la dicha çibdad, ablando en cosas tocantes a la renta de la confitería que él tenía, e
después de aver así platicado, se avían salido de la dicha casa en mucha amistad e syn aver
avido entre ellos ningúnd enojo nin enemistad. Cada uno d´ellos se avía ydo por su parte.
E yéndose el dicho Diego Franco salvo e seguro, non façiendo ni deçiendo por qué
mal ni daño deviese de reçebir, que´l dicho Juan de Toledo, confitero, recudió contra él por
detrás, sin que le viese, por detrás, con un puñal terçiado sacado de la vayna, e le avía dado
un gran golpe en el pezcueço, e otras dos cochilladas e otros muchos golpes en la caveça, por
le ferir e matar.
Él así lo avía dicho e publicado, que su yntençión avía sido de le cortar la caveza. E
por ello avía caýdo e yncurrido en grandes e en graves penas çiviles e creminales. E pidió al
dicho teniente de correguidor que le mandase condenar en ellas, e las hiçiese executar en su
persona e vienes. E sobre todo pidió serle fecho entero conplimiento de justiçia, e juró la
dicha acusaçión en forma.
E por el dicho teniente de mi correguidor visto en uno, con çierta ynformaçión de
testigos que sobre ello presentó, mandó dar su mandamiento para prender al dicho con (sic)
Juan de Toledo, confitero. El qual fue preso, e respondiendo a la dicha acusación, dixo que´l
dicho Diego Franco non avía sido parte para le acusar. E la dicha su acusaçión hera
[¿ynçierta?] e mal formada, e careçía de verdadera relaçión. E negó aver cometido trayçión
ni aleve contra él, porque´l dicho Diego Franco avía sido agresor, ansí en las palabras que
avían pasado como en el fecho, porque estando devatiendo sobre el alcavala de los
confiteros, diçiendo que´l dicho Diego Franco no entendiese en ello, se avía ydo, e le avía
topado a él e a un Fuensalida, e le avía dicho el dicho Diego Franco qu´él avía procurado
que no entendiese en el dicho repartimiento. E diçiéndole el dicho Juan de Toledo que non lo
avía fecho, él avía dicho qu´él no lo avía fecho, él avía dicho [encima: tornado a desir]. E no
quería saver más de aquello, que no lo avía de desir ny avía de ser, syno algún hijo de
açotado o reconciliado, e sanvenito, lo qual él avía dicho por él e por enjuriar. E no contento
con lo susodicho, le avía dicho que hera cornudo de fresco, e que tenía los cuernos verdes.
E que a esto él avía echado mano a un puñal, e el dicho Diego confitero le avía
arroxado otro puñal que traýa, e le avía dado con él un gran golpe en los pechos, e avía
hechado a uyr, creyendo que le avía ferido. E yendo él tras él le avía dado un golpe con el
dicho puñal en las faldas (sic), pero que no le avía ferido ni echo mal ninguno. Antes él avía
sido el ynjuriado. E sy el dicho Diego Franco le avía acusado era porque le quería
[¿molestar?] de su ofiçio. E por le hechar a perder. E le andava diçiendo que no le osaría dar
una cochillada, segúnd que más largamente lo dixo e alegó. E pidió ser dado por libre e quito
de todo lo contra él acusado, e le fuese echo conplimiento de justiçia
E por amas las partes fue dicho e alegado largamente su justiçia, fasta tanto que´l
dicho pleito fue concluso, e las partes reçibidas a prueva con çierto término, dentro del qual
hiçieron sus provanzas. E fue fecha posiçión d´ellas, e dicho de bien provado. E sobre ello
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Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
fue el pleito concluso, e por el dicho teniente de correguidor visto dio e pronunçió en el dicho
pleito sentençia definitiva, su tenor de la qual es éste que se sygue:
Fallo que debo de pronunçiar e pronunçio la yntençión e acusaçión del dicho Diego
Franco por vien provada, o tanta parte d´ella que vaste para lo que de yuso se fará mençión.
En consequençia de lo qual, que le debo de condenar e condeno al dicho Juan de Toledo en
pena de lo por él contenido en tres mill maravedís para la cámara e fisco de su alteza. E más,
en çinco meses de destierro d´esta çibdad e su jurediçión. E mando que pague los dichos
maravedís al reçebtor de las penas, e salga a conplir el dicho destierro d´esta çibdad e
jurediçión. E mando que paguen los dichos maravedís al reçebtor de las penas e salga a
conplir el dicho destierro dentro de seys días (sic) primeros siguientes, después de la data
d´esta mi sentençia. E así salido, le tenga e guarde, e non lo quebrante, so pena que por la
primera vez que lo quebrantare le sea doblado el dicho destierro. E por la segunda le sea
trasdoblado, e por la mitad de todos sus vienes para la cámara e fisco de su alteza. E por la
terçera, sy todavía lo quebrantare, que pierda todos sus vienes para la cámara e fisco de su
alteza, e sea desterrado perpetuamente d´esta çibdad e su tierra. E condénole, más, en
perdimento de las armas con que cometyó el dicho delito, [e] en las costas en esta causa
fechas, la tasaçión de las quales en mí reservo. E así lo pronunçio e mando en estos escritos.
E por ellos el vachiller Guadalajara.
De la qual sentençia el dicho Diego Franco, confitero, apeló, e en grado de la dicha
apelaçión, e con el proçeso del dicho pleito, se presentó en la mi corte e chançillería. E ante
los dichos mis alcaldes dixo la dicha sentencia, en quanto a la poca pena en que´l dicho Juan
de Toledo, confitero, por ello avía sido condenado, ser ninguna, e contra él muy ynjusta e
agraviada, por todas las causas e rasones de nulidad e agravio que de la dicha sentençia e
proçeso del dicho pleito se podían, e debían, colegir, que ovo por espresadas. E porque
deviendo el dicho Juan de Toledo, confitero, ser condenado a pena de muerte, solamente avía
sido condenado en çierto destierro e pena pecuniaria. Ansí pidió e suplicó rebocase la dicha
sentençia, e le condenase en las mayores e más graves penas que por fuero e por derecho
fallase, según la calidad del delito de que le avía acusado, según que más largamente dixo e
alegó.
E por los dichos mis alcaldes visto en uno con el proçeso del dicho pleito fue mandado
dar mi carta de enplazamiento contra el dicho Juan de Toledo, confitero, para que dentro de
çierto término e so çiertas protestaçiones en ella contenidas, viniese e pareçiese
personalmente ante los dichos mis alcaldes, en seguimiento de la dicha apelaçión e pleito, la
qual le fue noteficada. E porque abe (sic) términos en ella contenidos ni alguno d´ellos, no
vino ni pareçió, según le fue mandado, por el dicho Diego Franco le fueron acusadas sus
reveldías en tienpo e forma devidos, e sobre ello fue el pleito concluso, e por los dichos mis
alcaldes visto, en ausençia e reveldía del dicho Juan de Toledo, con fuero, dieron e
pronunçiaron en el dicho pleito sentençia definitiva, su tenor de la qual es este que se sygue:
Fallamos que´l vachiller Diego de Guadalajara, teniente de correguidor en la çibdad
de Toledo, que d´este pleito primeramente conosçió, que en la sentençia definitiva qu´él dio e
pronunçió, de que por parte del dicho Diego Franco fue apelado, e juzgó (sic) e pronunçió
vien. Por ende, que devos confirmar, e confirmamos, su juyzio e sentençia del dicho teniente,
con esta declaraçión e aditamento: que los çinco meses de destierro en que´l dicho Juan de
Toledo está condenado sea, e se entendía ser, por tiempo e espaçio de un año, e la pena de
los tres mill maravedíes en que asimismo está condenado para la cámara e fisco de su alteza
sea, e se entiendan ser, diez mill maravedís, la mitad para la dicha cámara de su alteza e la
otra mitad para los salarios que los ofiçiales d´esta real audiençia, e (sic) tienen situados en
las dichas penas, de los quales dichos diez mill maravedís le mandamos que dé e pague en
este término e espaçio al recebtor de las dichas penas, que por su alteza los a de aver, dentro
de tres días primeros siguientes que para ello fueren requeridos. E con esta declaraçión e
1860
Apéndice documental
aditamento le bolvemos este dicho pleito e causa ante el dicho teniente de corregidor, o ante
otro juez o alcalde que d´él pueda e deba conosçer, para que bea la dicha sentençia e la
lleven e fagan levar a pura e devida esecuçión, con efeto en todo e por todo punto, segúnd
que en esta sentençia se contiene. E más, le condenamos en todas las costas de derechamente
fechas por el dicho Diego Franco en seguimiento de la dicha apelaçión, la tasaçión de las
quales en nos reservamos.
E por esta nuestra sentençia definitiva, juzgando, así lo pronunçiamos e mandamos en
estos estratos, e por ellos. Fernand Díaz, liçençiatus. Liçençiatus Martín Fiscal. Liçençiatus
Çomeño.
E agora el dicho Diego Franco me suplicó e pidió por merçed mandase tasar las
costas en que por la dicha sentençia el dicho Juan de Toledo, confitero, avía sido condenado,
e de la dicha tasaçión e sentençia le mandase dar, e diese, mi carta executoria, porque mejor
e más cunplidamente fuese guardado, e conplido e esecutado lo en la dicha sentençia
contenido, e que sobre ello proveyese como la mi merçed fuese. Lo qual visto por los dichos
mis alcaldes, tasaron las dichas costas en tres mill e noveçientos e sesenta e syete maravedís,
con juramento del dicho Diego Franco, según que por menudo quedan escritas e asentadas
en el proceso de dicho pleito.
E fue acordado que devía mandar dar esta mi carta para vos las dichas justiçias, e
para cada uno de vos, en la dicha rasón, e yo tóvelo por vien. Porque vos mando que, luego
que con ella por parte del dicho Diego Franco fuéredes requeridos, veades la dicha sentençia
definitiva por los dichos mis alcaldes dada, que de suso va encorporada, e la guardades, e
cunplades, e executedes e fagades guardar, e cunplir, y executar e llevar, e llevedes, a pura e
devida esecuçión, con efecto en todo e por todo como en ella se contiene, tanto quanto con
fuero [e] con derecho devades. E contra el tenor e forma d´ella non vayades nin pasedes, ni
consyntades yr nin pasar, en tiempo alguno, ni por alguna manera. E si el dicho Juan de
Toledo, confitero, no diere e pagare al dicho Diego Franco, o al que su poder oviere, los
dichos tres mill e noveçientos e setenta de syete maravedís de las dichas costas en que está
condenado e contra él tasado, segúnd dicho es, dentro de nueve días primeros syguientes, que
para ello fue requerido, vos mando que pasado el dicho término fagades o mandedes façer
entrega y esecuçión en sus vienes muebles sy los fallades, e sy no en raýçes con fianças des
(sic) contentamiento, e vendeldos e remataldos (sic) en pública almoneda, según que fueron
de los maravedís que le avieren de entregar, e fazer pregonar, dicho Diego Franco o quien su
poder oviere, de los dichos maravedíes de las dichas costas, con más las que se recresçieren
en los aver e cobrar d´él e de sus vienes. E si vienes desenbargados no le fallardes, en que
fazer la dicha execuçión, prendelde el cuerpo e no le des suelto nin fiado fasta tanto qu´el
dicho Diego Franco sea contento e pagado de todo lo susodicho.
E los unos ni los otros no fagades ende al, por aluna manera, so pena de la mi merçed
e de diez mill maravedís para la mi cámara, so la qual dicha pena a qualquier escrivano
público etc. Dada en la noble villa de Valladolid a nueve días de otubre de mill e quinientos e
dose años. Los alcaldes de premia Machuca e Çomeño la hicieron. Juan Martínes.
XVI. 1515-VI-1 Carta ejecutoria requerida por el procurador de la cofradía de
los sastres de Toledo de una sentencia pronunciada a su favor,
por los oidores de la Chancillería de Valladolid, en contra de la
cofradía de los zapateros toledanos, quienes, utilizando medios
violentos, habían intentado que su pendón fuese en un sitio
preeminente en la procesión del Corpus Christi de 1512
(A.R.Ch.V., Registro de ejecutorias, caja 302, exp. 17)
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Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
Doña Juana, etc., a los del mi Consejo, presidente e oydores de la mi Audiençia,
alcaldes e alguaziles de la mi Casa, e Corte e Chançillería, e a todos los corregidores,
asystentes, alcaldes, alguaziles, merynos e otras justiçias qualesquier, asý de la çibdad de
Toledo como de todas las otras çibdades, e villas e logares de los mis reynos e señoríos que
agora son, o serán de aquí adelante, e a cada uno de vos en vuestros logares e jurediçiones a
quien esta mi carta fuese mostrada, o su traslado sygnado de escrivano público, sacado en
pública forma, en manera que haga fee. Salud e graçia.
Sepades que pleito se trató en la mi Corte e Chançillería ante el presydente e oydores
de la mi Audiençia que son e resyden en la noble villa de Valladolid, e vino ante ellos en
grado de apelaçión de la justiçia de la dicha çibdad de Toledo, el qual dicho pleito hera entre
el mayordomo e cofrades de la cofradía de Nuestra Señora Santa María de la Candelaria de
los sastres de la dicha çibdad de Toledo, que se çelebra en el monesterio de La Trnydad
d´ella, e su procurador en su nonbre, de la una parte, e el mayordomo e cofrades de la
cofradía de los çapateros de la dicha çibdad, en su ausençia e rebeldía, de la otra, sobre
rasón que´l liçençiado Vela Núñez de Ávila, mi juez de resydençia de la dicha çibdad de
Toledo, hiso çierta pesquisa de su ofiçio sobre çiertas palabras que´l día del Corpus Christi
del año de quinientos e doze años avíen avido çiertas personas, a manera de escándalo, sobre
los pendones, para castigar los culpantes.
E avida la dicha ynformaçión fueron presas çiertas personas que por ella se hallaron
culpantes. E les tomaron sobre ello sus confesyones. Y el dicho mi juez de resydençia cometió
la dicha cabsa a Diego de Santa Cruz, promotor fiscal, e mandó que lo siguiese. Después de
lo qual, paresçieron ante el dicho mi juez de resydençia maestre Enrrique, e Luys de
Buytrago, e Luys Gallego, e Lope Gallego, e Juan Montañés, e presentaron ant´él un escrito,
en que dixeron que paresçían ant´él como mejor podían e de derecho devían, allegando de su
derecho e justiçia, de çierta pesquisa, o quier (sic), que hera fecha a pedimento de Diego de
Santa Cruz, promotor fiscal, en que en [e]feto desýa qu´el día de la fiesta del Corpus Christi
pasado, diz que ovieron çierta diferençia, e quistión y enojo con los çapateros de la dicha
çibdad de Toledo, estando en la santa yglesia, frontero de la capilla de Santo Ylifonso. E diz
que hera sobre los pendones, quáles avían de yr delante o atrás, segúnd que por su
denunçiaçión más largamente paresçía.
El thenor de lo qual, avido allí por repetydo, dixeron ser ninguno por lo syguiente:
Lo primero, por defecto de la parte, que no lo hera el dicho Diego de Santa Cruz, ni
conforme a la premática el promutor no se podía exemyr en ninguna cabsa syn que primero
oviese delator.
Lo otro porque su pedimento no proçedía por caresçer de verdadera relaçión. E si
alguno hera o en algo les podía perjudicar negáronle, segúnd que en él se contenía.
Lo otro porque negaron ellos aver alborotado ni echo escándalo, ni avydo quistión ni
diferençia con los que dezía çapateros, antes el contrario fera la verdad, porque fallaría que
estando ellos paçíficos, queriendo llevar e yr con su pendón, segúnd que lo tenían de uso e de
costunbre, e en el logar donde solían yr los ofiçios antes, y para ello el dicho mi juez de
residençia les dio su mandamiento, con el qual, porque non oviese enojo ni diferençia,
requirieron a los dichos çapateros, y, no obstante el dicho mandamiento, e su costunbre e
posesión, los dichos çapateros se posieron a dar bozes, no solamente con ellos, pero con
todas las otras cofradías, e con los que llevavan los otros pendones, diziendo qu´ellos avían
de yr atrás. E sobr´ello los dichos çapateros les dieron a ellos, e a los otros que allí estavan,
muchos enpellones e repuxones a manera de aver enojo, y ellos a cabsa de la fyesta e tiempo
que fera, e por no faser cosa que no deviesen, lo sufrieron. E Lope Gallego, que allí estava,
porque no suçediese algúnd daño, lo fue a desir e faser saber al dicho mi jues de residençia,
porque lo remediase. El qual lo proveyó de manera que en ellos, ni en ninguno d´ellos, no se
1862
Apéndice documental
podiese desir aver culpa, nin dabda cabsa al odio ni malquerencia que los dichos çapateros
desían tenellos. Por lo qual ellos feran libres.
Lo otro porque fallarían que la forden e costunbre ynmemorial que en la dicha çibdad
avía, las semejantes fyestas sacándose los pendones, fera que luego con la cruz de la yglesia
mayor yba el pendón de la Santa Carydad. E adelante Santiago, a la mano derecha, e de la
otra los armeros. E luego los sastres, a la mano derecha, e de la otra los ferreros. E luego los
çurradores, e los çapateros con ellos. E ansí de los otros pendones. E queriendo trastocar los
dichos çapateros, ynovar contra su costunbre e posesión, por ser sus ofiçios [encima: de los
dichos sastres] más fonrrados e de otra calidad, que no el [de los] dichos çapateros, e más
antiguo, e ofiçio de çiençia, que es de la jumetría e arte d´ella, lo que no son los çapateros. E
allende de su posesión, e uso o costunbre, por la antigüedad ellos tenían de preferirse a los
dichos çapateros. E ansí se avía guardado continuamente en la dicha çibdad, e en todas las
otras donde se sacavan pendones. E por averse puesto los dichos çapateros en querer
yntentar lo contrario, allende que´l dicho mi juez de residençia los tenía de ponir e castigar
por lo por ellos hecho en semejantes días de fiesta, les tenían de guardar su posesyón e
antygüedad, segúnd que fasta allí se les avía guardado, pues en ello tenían rasón e justiçia.
Por ende, que le pedían diese por ninguna la dicha pesquisa contra ellos hecha, e por
libres e quitos d´ella, poniendo perpetuo silençio al dicho promotor, condenando a los dichos
çapateros en lo por ellos fecho e escandalizado, mandándoles guardar su uso, y costunbre e
antigüedad açerca del llevar del dicho pendón, segúnd que más largamente lo dixo e alegó.
Lo qual visto por el dicho mi juez de residençia dixo que en lo que dezían los dichos
çapateros e sastres, de donde avýan de yr sus pendones, que mandava e mandó que dentro de
diez dýas traxesen las escripturas e otras cosas que toviesen amas partes sobre rasón de
dónde avýan de yr sus pendones, con aperçibimiento que pasado el dicho término con lo que
mostrasen e presentasen qualquier de las partes lo vería e faría justiçia.
Después de lo qual, ansý por parte del mayordomo e cofrades de la dicha cofradía de
los sastres como por parte de los cofrades de la dicha cofradía de los çapateros, fueron
fechas çiertas provanças çerca de lo susodicho, e fue fecho publicaçión d´ellas. E por parte
del dicho mayordomo e cofrades de la dicha cofradía de los sastres fue presentado ante´l
dicho mi juez de residençia un escripto de bien provado, en que dixo que por él visto el
proçeso e provança por su parte fecho en el dicho pleyto que traýan con los çapateros sobre
rasón de los pendones, e dónde e en qué lugar avýa de yr cada uno, fallaría la yntençión de
los sus partes bien e conplidamente provada por testimonio de testigos [...]
E otrosí, se provava que´l ofiçio de los sastres e sastrerýa fuese de la çiençia e arte de
la jumetría, e una de las artes liberales, que entr´ellas se pinta un onbre desnudo con unas
tijeras en la mano, y una pieça de paño en el onbro. E, por consyguiente, en el alvidrio e
yngenio de los onbres se desía arte y no ofiçio, segúnd que cada uno lo pedía, lo que no hera
el çapatero, porque no consistía en yngenio syno en ofiçio.
Otrosí, se provava que´l dicho exerçiçio açerca de sastres fuese linpio e onrrado, e
syn ninguna suziedad ni vileza.
Provase, asymismo, que´l dicho arte e çiençia de la sastrería fuese de las artes e
çiençias más antiguas de la jumetría, y mucho más que los çapateros, lo qual allende de su
provança la yspiriençia lo mostrava. Porque en nasçiendo la criatura la vistían y non la
calçavan, e fallesçiendo yva vestido con su mortaja e otros vestidos y no calçado.
E asymismo se provava que´l dicho arte de la sastrería fuese comúnmente, e por la
mayor parte, usado por personas onrradas de hasyenda e caudal, e por tal que´l [que] quería
tener tienda de sastrería primero que la pusyese lo esaminavan para ver sy hera abyle y no,
por ser ofiçio de çiençia. Lo qual non se hasýa a los çapateros. E que los dichos sastres
cortasen, e tuviesen conversaçión y tratasen en todas las casas de todas maneras y estados, lo
que no hasýan los çapateros por ser ofiçio no linpio e de mal olor. E los dichos sastres bivían
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Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
e moravan en logares onrrados, y entre personas onrradas, y en los logares y casas do
querían, lo que los çapateros non podían haser a cabsa del olor de la colanbre, y por aquello
hera de logares e casas apartadas.
Provase asymismo que los dichos sastres toviesen la dicha cofradía e advocaçión de
Nuestra Señora en el monesterio, donde hasían muchas limosnas e sacrificios, e otras obras
pías.
Provase asymismo que de tienpo ynmemorial aquella parte (sic) los dichos sastres
tener por su vida un pendón dolorado (sic) con la divisa de Nuestra Señora la Candelaria. E
con él aver salido, e salían, todas las fiestas del Corpus Christi, e a las otras fiestas e
reçibymientos de prínçipes e reyes. E los testigos en la otava pregunta desýan asymismo aver
oýdo lo susodicho a sus ançianos, e mayores e antepasados. E que´l dicho pendón fuese más
antiguo [...] que no el de los çapateros. Asý, en la dicha çibdad como en todas las otras
cibdades d´estos mis reynos, acostunbrar yr (sic) en logar más onrrado e antiguo que non los
çapateros. E asý se avía visto usar e guardar.
Otrosí, se provava de tienpo ynmemorial que la orden que se tenía en el sacar de los
pendones en la dicha çibdad de Toledo, y en las otras çibdades donde se sacavan, que junto
con la cruz de la yglesia catredal (sic) yva el pendón de la Santa Carydad. Y luego el del
Señor Santiago, como patrón. Y luego, saliendo de la yglesia a la mano derecha, yva el de los
sastres, e a la yzquierda el de los armeros y herreros, hasta llegar al mesón de los paños. E
llegando allí se tornavan a trastocar, que´l que yva a la mano derecha yva a la yzquierda e el
de la yzquierda a la derecha. Y de allí adelante yvan los pendones por su orden. E de aquella
manera avía sydo la costunbre, e orden e logar, donde sus partes avían acostunbrado a yr
paçíficamente, syn ninguna contradiçión.
E que asymismo se provava que´l pendón de los çapateros continuamente avía ydo
mucho adelante del pendón de los sastres, e con los otros pendones de los otros ofiçios.
E se provava asymismo que en el logar en que sus partes yvan syenpre avían ydo. E
con ningunas personas avían tenido diferençia fasta entonçes, que, syn ninguna cabsa ni
rasón de su voluntad, los dichos çapateros se quisyeron entremeter e tener diferençia con sus
partes.
E asymismo se provava que los buenos e hijos de buenos que querían aprender ofiçio
por la mayor parte, e comúnmente, aprendían antes el ofiçio de sastrería que no de çapatería,
asý por ser más linpios como más onestos.
E asymismo se provava que entre los ofiçios reprovados a las personas onrradas y
onestas se avía el ofiçio de los çapateros. E que a muchos religiosos se oviese visto que para
lo que hera menester dentro de sus monasterios usavan la sastrería, lo que non podían haser,
e de derecho les hera proyvido, usar el ofiçio de çapatería, por su mal olor e subziedad.
E se provava asymismo todo lo susodicho, cada cosa e parte d´ello, ser público e
notorio, e d´ello pública boz e fama. E lo qual, no obstante la provança en contrario fecha, la
qual byen vista hera en sý ninguna e no provava ni desýa cosa que los aprovechase, ni a sus
partes enpeçiese, porque heran solos dos testigos varios e singulares, e partes formadas en la
cabsa, e hasýan de su propio ynterese.
Por ende, que le pedían que, pronunçiando lo susodicho, que diese e declarase la
yntençión de sus partes por bien provada, e la contraria non. E por su sentençia pronunçiase
tener de yr en su logar acostunbrado, donde solía yr, con el pendón de Santiago y armeros. E
a la contraria parte de los çapateros mandase que fuesen donde solían yr, e sobre ello les
pusiese perpetuo sylençio, segúnd que más largamente lo dixo e alegó.
De lo qual se mandó dar traslado a la otra parte, e que para la primera audiençia
viniesen, concluyendo con aperçibimiento que se abría el pleito por concluso. E fueron las
dichas partes enplazadas para concluir.
1864
Apéndice documental
Y estanto el dicho pleito en este estado, el procurador de los dichos mayordomo y
cofrades de la dicha cofradía de los sastres paresçió en la dicha mi Corte y Chancillería ante
los dichos my presydente e oydores, e presentó ant´ellos una petiçión, en que dixo que los
dichos sus partes avían tratado pleito con la cofradía y cofrades de los çapateros de la dicha
çibdad de Toledo en la dicha çibdad ante el liçençiado Ronquillo, alcalde mayor d´ella, sobre
rasón de la posesyón ynmemorial en que sus partes estavan de llevar el pendón el día del
Corpus Christi, e otras fiestas, delante del pendón del Señor Santiago, e los dichos çapateros
les querían ynpidir e perturbar, e sobre las otras cabsas en el proçeso contenidas. E que
como quier que muchas e diversas vezes avýan requerydo al dicho alcalde mayor que
determynase el dicho pleito, e diese en él sentençya, que non lo avýa querydo hazer, poniendo
a ello escusas yndebydas, faboresçiendo a los dichos çapateros. E que a mayor abundamiento
le avýan notificado una mi carta e probysión en que le mandé que brebemente determinase el
dicho pleito, lo qual tanpoco avýa querido haser. Por ende, qu´él, en el dicho nonbre,
apelava ante mí como ante mayor tribunal de la negligençia del dicho alcalde, e de aver
seydo remiso en la determinaçión de la dicha cabsa. E se presentaba ante mí en el dicho
grado de apelaçión, e juró que ante´l dicho alcalde los dichos sus partes no podrýan alcançar
cunplymiento de justiçia, segúnd se colegía por la negligençia e remysyón de justiçia que
avýa tenido en la dicha cabsa. Et me pidió e suplicó le mandase aver por presentado,
reteniendo ante mí, en mi Real Abdiençia, el conosçimiento de la dicha cabsa, mandándoles
dar mi carta de enplazamiento, con que la dicha cofradía y cofrades de los çapateros fuesen
enplazados para que veniesen e enbyasen en seguimiento de la dicha apelaçión e pleito, e
conpulsorya, para que´l escrivano ante quien el dicho proçeso avía pasado ge lo diese y
entregase para lo presentar ante mí, en la dicha mi Abdiençia. O que sobre ello probeyese
como la mi merçed fuese.
Lo qual visto por los dichos mi presydente e oydores, yo con su acuerdo mandé dar y
dý mi carta de enplazamiento e conpulsorya sellada con mi sello, e lybrada de algunos
d´ellos, por la qual, en efeto, enbyé mandar a la dicha cofradía e cofrades de los çapateros de
la dicha çibdad de Toledo que dentro de çierto término, e so çiertas protestaçiones e
cominaçiones en ella contenidas, enbyasen su procurador con su poder vastante a la dicha mi
Corte e Chancillería, ante los dichos mi presydente e oydores, en seguimiento de la dicha
apelaçión e pleito, a desir e alegar en él de su derecho. E asymismo mandé al escrivano o
escrivanos ante quien avýa pasado e pasaba el proçeso e abtos del dicho pleito, que lo dyesen
y entregasen escripto en lynpyo, en manera que hisiese fee, a la parte de la dicha cofradía e
cofrades de los sastres de la dicha çibdad, para lo presentar ante los dichos mi presydente e
oydores en el dicho grado de apelaçión, segúnd que más largamente en la dicha mi carta e
provysión se contenía.
Por virtud de la qual fue dado y entregado el proçeso e abtos del dicho pleito a la
parte de la dicha cofradía e cofrades de los sastres, e lo truxieron e presentaron ante los
dichos my presydente e oydores. Et asymismo, segúnd constó e paresçió por testimonyo
synado de escrivano público, los dichos çapateros fueron çitados e enplazados con la dicha
mi carta e probysión.
E porque en el término en ella contenido no enbyaron su procurador, segúnd que les
fue mandado, por parte de los dichos sastres les fue acusada su rebeldýa. E después el
procurador de la dicha cofradía e cofrades de los sastres presentó ante los dichos my
presydente e oydores una petiçión, en que dixo que byen sabýa que los dichos sus partes
trataron çierto pleyto ante la justiçia de la dicha çibdad de Toledo con los çapateros d´ella, e
que por negligençia de la dicha justiçia, e porque no sentençiaban el dicho pleito estando en
estado para se sentençiar, apelaron de la dicha negligençia para mi Real Abdiençia. E qu´el
dicho pleito hera traýdo a ella. Por ende, que me pedía e suplicaba que, pues el dicho pleito
por razón de la dicha apelaçión estaba debuelto a la dicha mi Abdiençia, lo mandase
1865
Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
determinar. E dixo que sus partes tenían por odiosos e suspechosos a los juezes e justiçias de
la dicha çibdad, y ante ellos no entendían alcançar cunplymiento de justiçia, lo qual juró a
Dios e a la señal de la cruz + en su ánima. E me pidió e suplicó mandase retener en mi Real
Abdiençia el conosçimiento de la dicha cabsa, sy nesçesario hera, e, asý retenido, mandase
haser segúnd e como por él de suso estaba pedido e suplicado. De la qual dicha petiçión los
dichos mis oydores mandaron dar traslado a los dichos çapateros en su rebeldía.
E porque en el término que les fue asynado no respondieron ni alegaron cosa alguna,
por parte de los dichos sastres les fue acusada su rebeldía. E sobr´ello fue el dicho pleito
concluso, y por los dichos mis oydores vysto dieron e pronunçiaron en él sentençia dyfinitiva,
su thenor de la qual es este que se sygue:
En el pleito que es entre el mayordomo e cofrades de la cofradía de Nuestra Señora
de los sastres e su procurador en su nonbre, de la una parte, e el mayordomo e cofrades de la
cofradía de los çapateros, en su ausençia e rebeldía, de la otra, todos vezinos de la çibdad de
Toledo, fallamos que la parte del dicho mayordomo e cofrades de la dicha cofradía de los
sastres probó byen, e cunplidamente, su yntençión, e demandamos, e pronunciamos, su
yntençión e demanda byen, e cunplidamente, probada, e que la parte de la cofradía de los
çapateros no probó sus exebçiones e defensyones, ni cosa alguna que les aprobeche.
Dámoslas e pronunçiámoslas por non probadas. Por ende, que debemos de mandar, e
mandamos, que la dicha cofradía de los sastres de aquí adelante llebe su pendón el día del
Corpus Christi en la proçesión que sale de la yglesia mayor de la çibdad de Toledo junto e a
par del pendón de los armeros, como hasta aquí se a usado e acostunbrado. E qu´el pendón
de la dicha cofradía de los dichos çapateros vaya adelante del pendón de la dicha cofradía de
los dichos sastres. E por esta nuestra sentençia asý lo pronunçiamos e mandamos en estos
escriptos e por ellos, syn costas. Duartus Doctor. Petrus. Liçençiatus de Setubal. Acuña.
Liçençiatus de Ribera.
La qual dicha sentençia fue dada y rezada por los dichos mis oydores, fyrmada de sus
nonbres, en la noble villa de Valladolid, estando en abdiençia pública, a veynte dos dýas del
mes de mayo de mill e quinientos e quinze años, en presençia de Juan López de Arrieta,
procurador de la dicha cofradía e cofrades de los sastres, e en ausençia e rebeldýa de los
dichos çapateros.
Et agora por parte del dicho mayordomo e cofrades de la dicha cofradía de Nuestra
Señora la Candelarya de los sastres de la dicha çibdad de Toledo me fue suplicado, e pedido
por merçed, que de la dicha sentençia dyfinitiba por los dichos mis oydores en el dicho pleito
dada, e pronunçiada, les mandase dar, e dyese, mi carta de executorýa, porque mejor e más
cunplidamente fuese guardado, conplido e executado lo en ella contenido. O que sobr´ello
probeyese como la mi merçed fuese.
Lo qual vysto por los dichos mis oydores, e como de la dicha su sentençia no fue
suplicado por ninguna de las dichas partes en el término en que d´ella se pudiera suplicar, e
pasó en cosa juzgada, fue acordado que debýa mandar dar esta mi carta para vos las dichas
justiçias, e para cada uno de vos, en la dicha razón, e yo túbelo por byen.
Porque vos mando a todos y a cada uno de vos en vuestros lugares e jurydyçiones que
luego que con esta mi carta, o con el dicho su traslado synado como dicho es, fueredes
requerydos por parte de los dichos mayordomo e cofrades de la dicha cofradía de Nuestra
Señora de los sastres de la dicha çibdad de Toledo, veáys la dicha sentençya difynityva que
por los dichos mis oydores en el dicho pleito y cabsa fue dada, e pronunçiada, que de suso va
encorporada, y la guardéys, e cunpláys e executéys, e hagáys guardar, e cunplir, e executar,
e llebar, e llebéys, a pura e debyda execuçión, con efeto en todo y por todo como en ella se
contiene. E contra el thenor e forma d´ella no bayáys ni paséys, ni consyntáys yr ni pasar, en
tienpo alguno ni por alguna manera. E los unos ni los otros non fagades nyn fagan ende al,
por alguna manera, so pena de la mi merçed e de diez mill maravedís para la my cámara.
1866
Apéndice documental
E demás, mando al ome que vos ésta mi carta mostrare, que vos enplaze que
parescades ante mý, en la dicha mi Corte e Chançillería, del día que vos enplazare hasta
quinze días prymeros syguientes, so la dicha pena, so la qual mando a qualquier escrivano
público que para esto fuere llamado que dé, ende, al que vos la mostrare testimonio synado,
con su syno, porque yo sepa en cómo se cunple mi mandado. Dada en la noble vylla de
Valladolid, a primero día del mes de junyo, año del nasçimiento de Nuestro Salbador Ihesu
Christo de mill e quinientos e quinze años. Los licenciados, el dotor (sic) Palaçios, e Setuval,
e Guerrero, etc. Escrivano Vega.
XVII. 1515-XI-15 Demanda puesta por los dirigentes de Toledo ante el Consejo
Real, solicitando su intervención para castigar los excesos
cometidos por los dirigentes de Consuegra, villa de la orden de
San Juan, y algunos de sus vecinos, en contra de un alguacil de
la urbe, al que golpearon en público, humillándole
(A.G.S., C.C., Pueblos, legajo 20, fol. 192)
El corregidor, alcaldes, alguazil, regidores, cavalleros, jurados et omes buenos de la
muy noble e muy leal çibdad de Toledo besamos las reales manos de vuestra alteza, a la qual
hazemos saber cómo çiertas guardas e vesinos de la villa de Consuegra, de la horden de Sant
Juan, salieron con espadas, e lanças e otras armas a manera de alboroto, e prendieron a un
Francisco Lópes, quadrillero del lugar de Mançaneque, término e jurisdicción d´esta dicha
çibdad, e lo llevaron preso al cárçel (sic) de la dicha villa de Consuegra, donde oy diz que le
tienen preso.
E luego, como a los alcaldes d´esta çibdad les fue notificado, dieron su carta para
prender a los delinquentes e que soltasen al dicho quadrillero. E yendo con la dicha carta un
Sebastián de Medina, quadrillero asymesmo en el lugar, Mançaneque, los alcaldes ordinarios
e otros vexinos de la dicha villa le tractaron muy mal, diziendo que le meteríen en el
calaboço. E uno de los dichos alcaldes, que se dize Antón Garçía, arremetió al dicho
quadrillero, e le quitó el espada, e en presençia de los dichos e alcaldes un criado del alcaide
de la villa le dio de espaldarazos. E que todavía el quadrillero, pidiéndoles justiçia, le
tomaron el mandamiento que llevava, e non ge lo quisieron dar, ni fazer ni cunplir cosa
alguna de lo en él contenido, de lo qual todo nos mostraron ynformaçión e testimonio, el qual
enbían ante vuestra alteza.
Y porque lo susodicho es cosa muy escandalosa, y en grande ofensa de la justiçia real
de vuestra de vuestra (sic) altesa, humildemente suplicamos lo mande proveher con justiçia.
Cuya vida e muy real estado Nuestro Señor por muchos tienpos guarde a su santo serviçio.
Del qual mandamiento enbía la presente suscrita e firmada del escribano mayor de nuestros
ayuntamientos. Fecha a quinze de novienbre de mill e quinientos e quinze años. Yo Alfon
Fernándes de Oseguera, escrivano público e logarteniente de escribano mayor de los dichos
ayuntamientos la escriví por mandado de los dichos corregidor e Toledo. Alfonso Fernándes,
escrivano público.
XVIII. 1516-IV-22 Comisión al licenciado Gonzalo de Gallegos para que se
encargue de resolver los problemas surgidos en Toledo por
los constantes enfrentamientos contra la justicia, la
receptación de malhechores en el alcázar, y los intentos de
alborotar a la comunidad que se había producido
1867
Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
(A.G.S., R.G.S., 1516-IV, Madrid, 14 de abril de 1516)
Doña Juana e don Carlos, su hijo, por la graçia de Dios reyna e rey de Castilla, etc.,
a vos el liçençiado Gonçalo Garçía de Gallegos, salud e graçia. Sepades que a nos es fecha
relaçión que´l jueves que agora pasó, que se contaron dies e siete días d´este presente mes de
abril, en que estamos, yendo Vasco de Guzmán, fiscal del reverendísimo cardenal d´España,
arçobispo de Toledo, por la plaça de Çocodover, topó con un Angulo Navarro, que traýa
espiado para lo prender, e que como lo quiso prender el dicho Angulo se puso en fuyr fasta el
alcáçar, donde dis que se acogió. E dis que fueron en pos d´él çiertos onbres del dicho fiscal.
E que´l dicho Angulo se puso en defenderse con ayuda de otros de su condiçión que tanbién
se acogen en el dicho alcáçar. E que´l dicho fiscal trabajó por asosegar el dicho ruydo,
disymulando e publicando que no yvan a prender, e que asý el dicho Angulo Navarro se entró
en el dicho alcáçar, donde dis que fue reçebtado e defendido, como dis que fasta aquí se han
acogido e reçebtado otros muchos delinquentes e malfechores.
E dis que luego, otro día siguiente, sobre çierta diferençia que avía entre un
Salamanca, carniçero, vesino de la dicha çibdad, e un Pero Fuerte, sobre çiertos carneros
que le pedía, dis que començaron a debatyr sobre los dichos carneros. E que sobre las
palabras que pasaron el dicho el dicho Pero Fuerte echó, en la yglesia mayor, mano a un
puñal que traýa, e que como a la sasón avía en la dicha yglesia algunos cavalleros, de una
opinión e de otra, y otra mucha gente, el fiscal del dicho cardenal, con su vara, y un su
teniente, syn ella, con çiertos criados suyos, porque algunos echaron mano a las espadas
dentro de la dicha yglesia, y entre ellos uno que se dise Juan de Agreda, llegó a él el dicho
teniente del fiscal, syn vara, a tomarle las armas. E que´l dicho Juan de Agreda non ge las
quiso dar. E que algunas personas de los que se fallaron en la dicha rebuelta fisieron al
dicho teniente de fiscal que se desistiese d´ello, e que asý se apaçiguó la dicha quistión.
E dis que después, el dicho día, en la tarde, después de comer, a las dos oras, fueron a
la dicha yglesia el dicho Juan de Agreda, armado, e con él un Juan del Arrabal, y el dicho
Pero Fuerte e un Diego Cuero, con sus armas. E dis que toparon con el dicho teniente de
fiscal a la puerta nueva de la dicha yglesia mayor. E dis que allí el dicho Juan de Agreda
echó mano a la espada contra el dicho teniente de fiscal. E que tanvién hisieron lo mismo los
otros que yvan con él. E que´l teniente puso mano a su espada e broquel, e con su vara que
llevava en la mano se començó retraher por una calle abaxo. E dis que asý [le] llevaron a
cuchilladas e espaldaraços fasta la yglesia de Sant Lorenço, donde se metyó e çerró las
puertas de la dicha yglesia.
E dis que después, el sábado que agora pasó, a cabsa que´l alguasil mayor de la dicha
çibdad prendió a los dichos Rabanal e Diego Moro, e porque´l alcalde mayor de la dicha
çibdad fasía contra ellos çiertas diligençias en la carçel pública, e porque´l dicho fiscal
andava por la dicha çibdad con alguna gente armada, dis que en la dicha çibdad ovo un
grand alboroto, e se armó mucha gente, e que sy no fuere por la buena diligençia que se
puso, asý por el nuestro corregidor de la dicha çibdad como por otras personas que en ello
entendieron para lo apaçiguar, oviera algúnd grand escándalo, de que nos fuéramos
deservidos.
E porque todo esto fa seydo, e es, cosa de mucho atrevimiento, e digno de puniçión e
castigo, nuestra merçed e voluntad es de lo mandar proveer e castigar como la calidad del
caso lo requiere. Por ende, confiando de vos que soys tal persona que guardaréys nuestro
serviçio, e bien, e fiel e deligentemente faréys lo que por nos vos fuere mandado, es nuestra
merçed de vos encomendar e cometer lo susodicho. E vos mandamos que luego vayáis a la
dicha çibdad de Toledo, e a otras qualesquier partes e logares donde vos vieredes que cumple
e fuere neçesario, e toméys los proçesos e pesquisas que sobre los dichos casos estovieren
1868
Apéndice documental
fechos por el dicho nuestro corregidor, o por el dicho su alcalde mayor, en el estado en que
estovieren, los quales mandamos que luego vos los den e entreguen. E que´llos no conoscan
más de las dichas cabsas, que nos por esta nuestra carta los inibimos del conosçimiento de
todo ello.
E demás de aquello, sy vos vieredes que cunple e fuere neçesario para mejor saber la
verdad çerca de todo lo susodicho, e de cada cosa e parte d´ello, la fagáys por todas las vías
que mejor, e más conplidamente, pudieredes, [para] saber la verdad, cómo y de qué manera
pasó, e quién e quáles personas fueron las que fisieron e cometyeron los dichos delitos, e por
cuyo mandado lo fizieron, e quién les dio para ello favor, e ayuda e consejo. E asymismo,
quién e quáles personas fueron las que se armaron en la dicha çibdad e hisieron el dicho
alboroto, e por cuyo mandado lo fisieron, e qué personas son los que están acogydas e
reçebtadas en el dicho alcáçar, e quién las acogió e reçebtó. E asymismo, quién favoresçió al
dicho Angulo Navarro e resistyó al dicho fiscal que non le prendiese, e le metyeron en el
dicho alcáçar, e qué delitos son los que fan fecho e cometydo fasta aquí las personas que asý
dis que fan estado, e están, en el dicho alcáçar acogydas e reçebtadas por delitos que fan
cometydo, e se favoresçen, e allegan al alcaide d´él. E de todo lo otro que vos vieredes que
vos deváys ynformar para mejor saber la verdad çerca de todo lo susodicho, e de cada cosa e
parte d´ello.
E la dicha ynformación avida, e la verdad sabida, a todas las personas que por la
dicha pesquisa fallaredes culpantes las prendades los cuerpos e presos, asý contra ellos como
contra los absentes culpados que no pudieredes aver para los prender, proçedades segúnd e
como fallaredes por derecho como sobre delito acaesçido en mi corte por vuestra sentençia o
sentençias, asý ynterlocutorias como definityvas. Las quales, y el mandamiento o
mandamientos que en la dicha rasón dieredes e pronunciaredes, llegaredes e fagades llegar a
pura e devida exsecuçión, con efecto, quanto e cómo con fuero e con derecho devades.
Et mandamos a las partes a quien lo susodicho toca e atañe, e a otras qualesquier
personas de quien entendieredes ser ynformado, e saber la verdad çerca de lo susodicho, que
vengan e parescan ante vos a vuestros llamamientos e enplasamientos, e digan sus dichos e
depusiçiones a los plasos e so las penas que vos de nuestra parte les pusieredes, o
mandaredes poner, las quales nos por la presente les ponemos e avemos por puestas.
E mandamos que entretanto que estovieredes entendiendo en lo susodicho podáys
traher, e trayáys, vara de nuestra justiçia, vos e Juan de Ganboa, alguasil de nuestra corte,
por qualesquier partes e logares donde estovieredes, syn que en ello vos sea puesto enbargo
nin ynpedimento alguno.
E es nuestra merçed que estéys en faser lo susodicho quarenta días. E que ayades e
llevedes de salario para vuestra costa e mantenimiento cada uno de los dichos días que en
ello vos ocuparedes quinientos maravedís. E para el dicho Juan de Ganboa dosientos
maravedís. E para Françisco de León, nuestro escrivano ante quien mandamos que pase lo
susodicho, setenta maravedís más los derechos de los abtos, e escrituras e presentaçiones de
testigos que ant´él pasaren, los quales aya e lleve conforme al aransel nuevamente fecho, por
donde los escrivanos de nuestros reynos fan de llevar sus derechos, con tanto que non lleven
derechos de las escryturas de regystro que en su poder quedaren. Los quales dichos
maravedís del dicho vuestro salario e de los dichos alguazil (sic), e el salario e derecho del
dicho escrivano, mandamos que ayades e llevedes, e vos sean dados e pagados, por las
personas que en lo susodicho fallaredes culpantes, repartyéndolo entre todos ellos segúnd la
culpa que cada uno tuviere.
E mandamos a las personas en quien asý repartydos los dichos salarios e derecho del
dicho escrivano [sean], que vos lo den e paguen luego que por vos fueren requeridos. E si non
vos lo dieren e pagaren, que, aunque sea pasado el término contenido en esta nuestra carta,
podáys faser entrega e execuçión por los dichos salarios e derechos, e llevar salario por el
1869
Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
tienpo que vos ocuparedes en la faser. E sy para faser, e cunplir e executar todo lo susodicho
favor e ayuda ovieredes menester, por esta nuestra carta mandamos al corregidor,
cavalleros, regydores, jurados, escuderos, ofiçiales e omes buenos de la dicha çibdad de
Toledo, e a otras qualesquier personas nuestros vasallos que para ello por vos fueren
requeridos, que se junten con vos con sus personas e gentes, e vos den todo el favor e ayuda
que les pidieredes e menester ovieredes para la execuçión de todo lo susodicho. E que en ello
ni en parte d´ello enbargo nin contrario alguno vos non pongan, ni consientan poner, so las
penas que de nuestra parte les pusieredes, las quales nos por la presente les ponemos, e
avemos por puestas. E vos damos poder e facultad para las executar en los que remisos e
ynobidientes fueren, e en sus bienes. Para lo qual, todo [lo] que dicho es, por esta nuestra
carta os damos poder cunplido, con todas sus ynçidençias, dependençias, emergençias,
conexidades e anexidades. E non fagades ende al por alguna manera, so pena de nuestra
merçed e de dies mill maravedís para la nuestra cámara. Dada en la villa de Madrid a veynte
e dos días del mes de abril de mill e quinientos e dies e seys años. Liçençiado Çapata. El
doctor Carvajal. Polanco. Aguirre con ellos. Secretario Castañeda.
XIX. 1516-V
Demandas que los vecinos de Toledo pusieron en contra de los
alguaciles de la urbe en la residencia que en 1516 el licenciado
Gonzalo Fernández Gallego tomó al corregidor de la misma,
mosén Jaime Ferrer
(A.G.S., C.C., Pueblos, legajo 20, fol. 195)
Relaçión de las demandas que han puesto a los alguaziles que han seydo en esta muy
noble çibdad de Toledo por el muy magnífico señor mosén Jayme Ferrer, corregidor e
justiçia mayor que fue en la dicha çibdad, e en la residençia que les vino a tomar el muy
virtuoso señor, el liçençiado Gonçalo Ferrández Gallego.
[Al margen: Trigueros] En dies e nueve de mayo de mill e quinientos e dies e seys
años puso demanda Andrés Cabrero, veçino de la villa de Peromoro, contra Gómes de
Trigueros, alguazil, en que en efecto dize que seyendo quadrillero le llevó por sus costas una
saya. Pide que ge la mande dar. [Al margen respuesta: que sy algo fue, que fue syendo
quadrillero e no se admitió]
[Al margen: Ribera] En diez e nueve de mayo del dicho año puso demanda Pero
López Çiruelo contra Alonso de Ribera, alguazil, en que en efecto dize que le tomó un puñal.
Pide que se le dé.
[Al margen: Juan de Murga] En veynte e tres de mayo del dicho año puso demanda
Pero Marcos contra Juan de Murga, alguazil, en que en efecto dize que le tomó una espada.
Pide que ge la manden volver.
[Al margen: Bonifaçio] En veynte e tres de mayo del dicho año puso demanda Juan
Díaz, armero, contra Bonifaçio, alguazil, en que en efecto dize que le llevó syn mandamiento
a la cárçel a su muger, e a una criada suya, en que le llevaron de costas çiertos maravedís.
Pide contra el alguazil el ynterese e las costas.
[Al margen: Juan de Murga] En veynte e seys de mayo del dicho año puso demanda
Juan de Piña contra Juan de Murga, alguazil, en que en efecto dize que le sacó una espada
por prenda de çiertas costas de una esecuçión. Pide que le dé el espada, e que quiere pagar
las costas. [Al margen respuesta: Dársela]
[Al margen: Figueredo] En veynte e seys de mayo del dicho año puso demanda
Antonio Trochado contra Lorenço Figueredo de un puñal que dize que le tomó. Pide que se le
buelva.
1870
Apéndice documental
[Al margen: Trigueros] En veynte e siete de mayo del dicho año puso demanda
Christóval Cota, procurador que se dixo ser de Luis Sánches, contra Gómez de Trigueros,
alguazil, en que en efecto dize que le sacó un capuz por una esecuçión e tiene contenta a la
parte. Pide que se le dé. [Al margen respuesta: Dársela]
[Al margen: Figueredo] En veynte e siete de mayo del dicho año puso demanda Diego
Mateos, veçino de Moçejón, en que en efecto dize contra Lorenço de Figueredo, alguazil, que
le sacó çiertas prendas, e quando se las bolvió ge las bolvió perdidas. Pide el menoscabo.
[Al margen: Figueredo] En veynte e siete de mayo del dicho año puso demanda
Biçente de Ribera contra Lorenço de Figueredo, alguazil, en que en efecto dize que le buelva
una espada que le tomó.
[Al margen: Juan de Murga] En veynte e siete de mayo del dicho año puso demanda
Andrés Fernándes Leonero contra Juan de Murga, alguazil, en que dize que le tomó un
puñal. Pide que se le buelva.
[Al margen: Figueredo] En veynte e siete de mayo del dicho año puso demanda
Gerónimo Pregonero contra Lorenço de Figueredo, alguazil, en que en efecto dize que le
buelva una espada e un puñal que le tomó.
[Al margen: Frexneda] En veynte e siete de mayo del dicho año pusieron demanda
Andrés Tornero e Pero Franco contra Frexneda, alguazil, de çiertas armas que dize que le
tomaron (sic). Pide que se las buelva.
[Al margen: Pero Mata] En veynte e ocho de mayo del dicho año puso demanda
Françisco de Medina contra Pero Mata, alguazil, en que en efecto dize que no trayendo syno
un broquel se lo tomó. Pide que se buelva.
[Al margen: Frexneda] En treynta de mayo del dicho año de quinientos e dies e seys
años puso demanda Christóval Cota, en nombre del Cabildo de los jurados, contra el dicho
Frexneda, alguazil, en que en efecto dizen que´l dicho Frexneda andava por las casas donde
jugavan a los naypes, e no los prendía a los que hallava jugando, e que antes les llevava
baratos.
[Al margen: Machuca. Trigueros] En treynta de mayo del dicho año puso demanda
Ferrando de Madrid, procurador que se dixo ser de Fernand Núñes, mercador, contra
Machuca y Gómez de Trigueros, alguaziles, en que, en efecto, dize que le deven çiertos
maravedís e mercadurías que les han fiado. Pide ge los paguen. [Al margen respuesta: que
esto no es cosa de resydençia. Que pagarán lo que devieren]
[Al margen: Machuca] En treynta de mayo del dicho año puso demanda Ferrando de
Madrid, procurador del dicho Fernand Núñes, contra Machuca, alguazil, en que, en efecto,
dize que le deve por un conosçimiento çiertas doblas. Pide que ge las pague. [Al margen: lo
mismo]
[Al margen: Machuca] En dos de junio del dicho año puso demanda Gonzalo de
Talavera contra Machuca, alguazil, en que en efecto dize que le buelva una espada que tomó
a un hijo suyo.
[Al margen: Lope Alegría] En seys de junio del dicho año puso demanda Álvaro
Álvares, el jurado, contra Lope Alegría, alguazil, en que en efecto dize que´l dicho Lope
Alegría yndusyó a un hijo del dicho jurado Álvaro Álvares, e le ganó un ducado. Pide que se
le buelva [Al margen respuesta: que no es verdad]
[Al margen: Lope Alegría] En seys de junio del dicho año puso demanda Nicolás de
Lilia contra Lope Alegría, alguazil, en que en efecto dize que le tomó una espada. Pide que se
la buelva.
[Al margen: Machuca] En siete de junio del dicho año puso demanda Pero de Salazar
contra Machuca, alguazil, en que en efecto dize que le tomó una espada e un puñal. Pide que
ge le buelva.
1871
Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
[Al margen: Machuca] En siete de junio del dicho año puso demanda Eugenio de
Pantoja contra Machuca, alguazil, en que en efecto dize que le tomó un puñal. Pide que ge le
buelva.
[Al margen: Ribera] En siete de junio del dicho año puso demanda Gonzalo Ortiz de
Espinosa contra Álvaro de Ribera, alguazil, en que en efecto dize que le dio a faser una
esecuçión, e las prendas que sacó no eran valiosas. Pide que le dé la falta que ovo.
[Al margen: Trigueros] En siete de junio del dicho año puso demanda Martín Carrillo
contra Gómes de Trigueros, en que en efecto dize que le tomó una espada. Pide que ge la
buelva.
[Al margen: Pero Mata] En nueve de junio del dicho año puso demanda Andrés de
Torres, criado que se dixo de don Pedro de Ayala, contra Pero Mata, en que en efecto dize
que le tomó una espada. Pide que ge la buelva.
[Al margen: Frexneda] En nueve de junio del dicho año puso demanda Álvaro de Villa
Seca contra Frexneda, alguazil, en que en efecto dize que le tomó una espada e un puñal.
Pide que ge lo buelva.
[Al margen: Figueredo] En nueve de junio del dicho año puso demanda el liçençiado
Hamusco contra Lorenço de Figueredo, alguazil, en que en efecto dize que le dio un
mandamiento para haser una esecuçión, e se la ha perdido. Pide el ynterese.
[Al margen: Trigueros] En dies de junio del dicho año puso demanda Juan Péres
Vizcaýno, cubero, contra Gómes de Trigueros, alguazil, en que en efecto dize que viniendo de
camino le quitó una espada. Pide que ge la buelva.
[Al margen: Machuca] En dies de junio del dicho año puso demanda Françisco
Serrano contra Machuca, alguazil, en que en efecto dize que estando jugando el dicho
alguazil con el dicho Françisco Serrano se levantó el dicho Machuca e le dio de puñada (sic),
e le asyó de los cabellos, e le quitó treynta reales. E pide que ge los buelva, e más el ynjuria
[Al margen respuesta: que pleito pende]
XX.
1516-V
Demandas que los vecinos de Toledo pusieron en contra del
licenciado Gaspar Calderón, alcalde mayor de Toledo por
mosén Jaime Ferrer, en la residencia que en 1516 le realizó el
licenciado Gonzalo Fernández Gallego
(A.G.S., C.C., Personas, 5, Calderón (Gaspar), fol. 172)
Memorial de las demandas que han puesto al noble señor, el liçençiado Gaspar
Calderón, alcalde mayor que ha seydo en esta muy noble çibdad de Toledo, por el muy
magnífico señor mosén Jayme Ferrer, corregidor que fue de la dicha çibdad, en la residençia
que le vino a tomar Gonçalo Fernándes Gallego.
En diez e nueve de mayo de mill e quinientos e dies e seys años puso demanda Alonso
Péres de Toledo contra el señor liçençiado Calderón, en que en efecto dize que le fiso sacar
çiertas prendas por fuerça, e contra su voluntad, por los maravedís del enpréstido que en esta
çibdad mandó el muy alto e muy poderoso rey chrisptianísymo don Fernando, nuestro señor,
que es en gloria [Al margen izquierdo: que se fiso por serviçio de su altesa, porque de otra
manera non queríe prestar]
En diez e nueve de mayo del dicho año puso demanda Juanes de Toledo contra el
señor liçençiado Calderón, en que en efecto dize que le fizo sacar çiertas prendas por fuerça,
e contra su voluntad, por los maravedíes del enpréstido que en esta çibdad mandó el muy alto
e muy poderoso rey chrisptianísimo don Fernando, nuestro señor, que es en gloria [Al
margen izquierdo: yden]
1872
Apéndice documental
En diez e nueve de mayo del dicho año puso demanda García Álvares “el rico” contra
el señor liçençiado Calderón, en que en efecto dize que le fizo sacar çiertas prendas por
fuerça, e contra su voluntad, por los maravedís del enpréstido que en esta çibdad mandó el
muy alto e muy poderoso rey christianísimo don Fernando, nuestro señor, que es en gloria
[Al margen izquierdo: yden]
En diez e nueve de mayo del dicho año puso demanda Juan de Vera, escrivano
público, contra el dicho señor liçençiado Calderón, en que en efecto dize que yéndole a
notificar una provisyón de su altesa le desonrró [Al margen izquierdo: no dise verdad]
En diez e nueve de mayo del dicho año puso demanda Juan de Bera, escrivano
público, en nombre de Diego Ferrándes de Aguilera, su hermano, contra el señor alcalde
mayor, en que en efecto dize que yendo a haser su hermano un abto como notario ante el
dicho señor alcalde mayor lo desonrró de palabra [Al margen izquierdo: no dise verdad]
En diez e nueve de mayo del dicho año puso demanda Alonso Álvares “el rico” contra
el señor liçençiado Calderón, en que en efecto dize que por fuerça e contra su voluntad le
mandó sacar çiertas prendas por enpréstido que en esta çibdad mandó el muy alto e muy
poderoso rey chrisptianísimo don Fernando, nuestro señor, que es en gloria [Al margen
izquierdo: como lo de arriba]
En dies e nueve de mayo del dicho año puso demanda Alonso Péres contra el dicho
señor liçençiado Calderón, en que en efecto dize que le agravió en çierto pleito que ante el
traxo [Al margen izquierdo: que fiso justiçia]
En veynte de mayo de mill e quinientos e dies e seys años puso demanda Marcos de
Escalona, curador que se dixo ser de çiertos menores, en que dixo que le agravió en çierto
ynpréstido que mandó el muy alto e muy poderoso rey chrisptianísimo don Fernando, nuestro
señor, que es en gloria, por mandado del señor liçençiado Gaspar Calderón [Al margen
izquierdo: lo de arriba]
En veynte e tres de mayo del dicho año puso demanda Diego Franco en nonbre de un
sobrino suyo, en que en efecto dixo que seyendo su sobrino ladrón le ahorcó [Al margen
izquierdo: que fiso justiçia, syendo público ladrón e un pecador de noche e de día]
En veynte e tres de mayo del dicho año puso demanda Diego de Torrejón, sonbrero,
contra el dicho señor liçençiado Gaspar Calderón, en que en efecto dixo que a su pedimento
el dicho señor Calderón tenía preso un ladrón que le avía hecho çiertos hurtos. Le soltó syn
ser el contento [Al margen izquierdo: que no es verdad, e fiso justiçia]
En veynte e tres de mayo del dicho año puso demanda don Pedro de Ayala contra el
dicho señor liçençiado Gaspar Calderón, en que en efecto dize que seyendo el dicho don
Pedro de Ayala diputado de los juegos, el dicho señor liçençiado condenó a muchos en las
penas del juego e los soltó syn ser él contento como diputado [Al margen izquierdo: que no es
verdad]
En veynte e tres de mayo del dicho año puso demanda Christóval Cota, procurador
del Cabildo de los jurados, en que en efecto dixo contra el dicho señor liçençiado Calderón
que llevava, e consentía llevar, derechos demasyados en el poyo a los escrivanos de su
abdiençia [Al margen izquierdo: que no es verdad]
En veynte e tres de mayo del dicho año puso demanda Martín Husyllo, procurador de
los jurados, contra el dicho señor liçençiado Gaspar Calderón, en que en efecto dize que dixo
çiertas palabras ynjuriosas a un Juan de Yllescas, que era escriviente de un escrivano
público, e esto syn lo pedir el dicho Juan de Yllescas [Al margen izquierdo: que no es verdad
e que la parte no lo pide e dise; que no pasó tal, e está corrido d´ello]
En veynte e tres de mayo del dicho año puso demanda el procurador del Cabildo de
los jurados, en que dize que llamó a un Fernando de Villa Real que sy era confeso. Esto tyene
denunçiado la parte [Al margen izquierdo: que no dixo verdad e la parte non pide]
1873
Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
En veynte e tres de mayo del dicho año puso demanda Martín Husyllo, procurador del
Cabildo de los jurados, contra el dicho señor liçençiado Calderón, en que en efecto dize que
por un Juan Tello, procurador, hasýa çiertos abtos, e por çierto desacato que tuvo ante´l
dicho señor liçençiado Calderón lo enbiava a la cárçel [Al margen izquierdo: que no dise
verdad e que la parte non lo pide]
En veynte e quatro de mayo del dicho año puso demanda el liçençiado de Gálves
contra el dicho señor liçençiado Calderón, en que en efecto dize que en una calçada que tiene
la calle de la puerta de su casa le agravió [Al margen izquierdo: que ay pleito pendiente e le
fiso justiçia]
En veynte e seys de mayo del dicho año puso demanda Martín Husyllo, procurador
del Cabildo de los jurados, en que en efecto dize que un Françisco Álvares, yendo a pedir
justiçia al dicho señor liçençiado Calderón, le dio de puñadas [Al margen izquierdo: que no
es verdad e la parte no lo pide]
En veynte e seys de mayo del dicho año puso demanda Christóbal Cota, procurador
del Cabildo de los jurados, contra el dicho señor liçençiado Calderón, en que en efecto dize
que aviendo traýdo provisyón del muy alto e muy poderoso rey chrisptianísymo don
Fernando, nuestro señor, que es en gloria, para que no oviese enpréstido en esta çibdad, el
dicho señor liçençiado Calderón, no obstante la dicha provisyón, lo repartyó, los dichos
enpréstidos, por los vesinos d´esta dicha çibdad [Al margen izquierdo: que fiso justiçia e se
refiere a las preçedentes quexas que tiene del señor liçençiado Vargas]
En veynte e siete de mayo del dicho año puso demanda Martín Husyllo en nonbre del
Cabildo de los jurados contra el dicho señor liçençiado Calderón, en que en efecto dixo que
un Martín Alonso Sorje lo mandó llevar preso a la cárçel arrastrando, syn lo pedir la parte
[Al margen izquierdo: que no es verdad e la parte no le pide]
En veynte e siete de mayo del dicho año puso demanda Fernando de Sant Martín
contra el dicho señor liçençiado Calderón, en que en efecto dixo que le agravió en çierta
sentençia que contra él dio, e que apeló [Al margen izquierdo: que fiso justiçia e ay pleito
pendiente]
En veynte e syete de mayo del dicho año puso demanda Antón Núñez, contra el dicho
señor liçençiado Calderón, en que en efecto dize que por hierro le sacaron prendas del
ynpréstado que mandó repartir en esta çibdad el muy alto e muy poderoso e chrisptianísimo
rey don Fernando, nuestro señor, que es en gloria.
En veynte e ocho de mayo Christóval Cota, en nonbre del Cabildo de los jurados,
puso demanda contra el dicho señor liçençiado Calderón, en que en efecto dize que teniendo
provisyón de su alteza en que mandava que´l dicho señor liçençiado se asentase a librar,
ponía teniente en su lugar para que oyese los pleytos [Al margen izquierdo: que lo fiso por no
poder, e que syenpre se fase asý]
En veynte e ocho de mayo del dicho año de mill e quinientos e diez e seys años puso
demanda Christóval Cota, en nonbre del Cabildo de los jurados, contra el dicho señor
liçençiado Gaspar Calderón, en que en efecto dize que consentýa que los moços de los
escrivanos examinasen los testigos syn estar los escrivanos presentes [Al margen izquierdo:
que no es verdad]
En veynte e ocho de mayo del dicho año puso demanda Christóval Cota, en nonbre del
Cabildo de los jurados, contra el señor liçençiado Calderón, en que en efecto dize que a un
ganapán, que es de los vellados de barrio de rey que llevan cargos en esta çibdad, diz que,
porque le fue a pedir justiçia, le desonrró, el qual dicho ganapán se dize “pie de gallo” [Al
margen izquierdo: que no es verdad e la parte no pide]
En veynte e nueve de mayo del dicho año Juan de los Santos, en nonbre de su hijo,
puso demanda contra el señor liçençiado Gaspar Calderón, en que en efecto dize que porque
1874
Apéndice documental
su hijo dio de cuchilladas a un Juan de Benavente, correo, le cortó la mano derecha [Al
margen izquierdo: que fiso justiçia e se refiere al proçeso]
En veynte e nueve de mayo del dicho año puso demanda Christóval Cota, en nonbre
del Cabildo de los jurados, contra el dicho señor alcalde mayor, el liçençiado Gaspar
Calderón, en que en efecto dize que estando proveýdo por provisyón de su altesa que oviese
una arca en la cárçel real d´esta çibdad en que se pusyesen las escrituras todas que pasasen
ante los escrivanos del climen (sic), las quales dichas escrituras no estavan en la dicha
cárçel, syno en poder de los dichos escrivanos del climen [Al margen izquierdo: que nunca
las escrituras estovieron en la cárçel]
En dos de junio del dicho año puso demanda Alonso Álvares contra el dicho señor
liçençiado Gaspar Calderón, en que en efecto dize que le condenó en tresyentos maravedís e
en çiertas costas [Al margen izquierdo: que fiso justiçia]
En seys de junio del dicho año puso demanda Christóval Cota, como promotor, contra
el dicho señor liçençiado Calderón, en que en efecto dize que un honbre que hiso çierto delito
en Cuenca le enclavó la mano en esta çibdad [Al margen izquierdo: que fiso justiçia e la
parte no pide]
En seys de junio del dicho año puso demanda el jurado Alonso Álvares contra el dicho
señor liçençiado Gaspar Calderón, en que en efecto dize que su hijo del dicho jurado le tomó
un joyel e le jugó, e el dicho señor liçençiado le prendió por el dicho juego e le castigó [Al
margen izquierdo: que fiso justiçia]
En nueve de junio del dicho año puso demanda Maçón, pellejero, contra el dicho
liçençiado Gaspar Calderón, en que en efecto dize que le llevó, porque se alçó, el desprez e
omezillo [Al margen izquierdo: que le llevó conforme a derecho]
En nueve de junio del dicho año pusieron demanda Alonso de Madrid e Juan de
Herrera, pellejero, contra el dicho señor liçençiado Gaspar Calderón, en que en efecto dize
que, porque se alçaron, les levó el desprez e omezillo [Al margen izquierdo: que los llevó
conforme a derecho]
E diez de junio del dicho año puso demanda Diego del Castillo, vesino de Toledo,
morador en Arjés, contra el dicho señor liçençiado Gaspar Calderón, en que en efecto dize
que le tuvo preso en la cárçel real d´esta çibdad porque tomó en fiado a un mochacho, que se
llama Françisco de Angulo, que mató de una pedrada a un hijo de un Carrasco. E que,
porque no dava el dicho mochacho que avíe dado en fiado, le avíe tenido preso çierto tiempo
[Al margen izquierdo: que fiso justiçia]
XXI. 1516-VIII-19 Requerimiento hecho por Francisco Quiralte, alcalde mayor
de Toledo, a Pedro López de Padilla, mandándole que le
entregara a algunos de sus hombres, acusados de pretender
asesinar en la noche del martes 19 de agosto de 1516 a Juan
Collado, alguacil mayor, y a otros alguaciles
(A.G.S., C.C., Pueblos, legajo 20, fol. 192)
Escrivano presente. Hazed fee, e dad por testimonio, cómo el bachiller Françisco
Quiralte, alcalde mayor en esta muy noble çibdad de Toledo por sus altezas, requiero al
honrrado cavallero Pero López de Padilla, e digo que bien sabe cómo el martes en la noche
próximo pasado, que se contaron diez e nueve días d´este mes de agosto, d´este año de mill e
quinientos e diez e seys años, todos sus criados, e muchos allegados, salieron de su casa
armados de muchas armas para ofender a Juan Collado, alguazil mayor d´esta çibdad, e [a]
otros alguaziles que con él andavan rondando.
1875
Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
E lo pusieron por obra, en que sacaron al dicho ruydo e alboroto quinze o veynte
picas e lanças, e otras muchas armas, con las quales tiraron muchos botes e piedras contra el
dicho alguazil mayor et los otros alguaziles. E ovo algunos heridos e descalabrados. E desde
la dicha quistión e ruydo todos los dichos delinquentes se entraron con sus armas en casa del
dicho señor Pero López de Padilla, y en su presençia.
Por tanto, le requiero me mande dar y entregar, como a juez de sus altezas, todos los
dichos sus criados, pues delinquieron, para que conforme a justiçia sean castigados. E,
asymismo, todas las armas que al dicho alboroto o ruydo sacaron, para que d´ello se haga
justiçia, que como dicho tengo son quinze o veynte picas e lanças, e otras tantas espadas e
broqueles, e otras muchas armas.
Y en me dar y entregar las dichas personas, pues son suyos y están en su casa e poder,
con todas las dichas armas, hará lo que es obligado como cavallero e servidor de sus altezas.
En otra manera caerá en la pena en que caen los que reçebtan en sus casas malfechores. E
protesto de me quexar e de dexir su ynobidiençia, para que çerca d´ello sus altezas manden
lo que sea a su serviçio. Y de lo requerido pido testimonio. E a los presentes ruego sean
d´ello testigos. El bachiller Quiralte.
El qual dicho requerimiento yo, Rodrigo de Haro, escrivano del crimen d´esta dicha
çibdad, hize al dicho señor Pero López de Padilla en su propia casa, e en su persona,
presentes por testigos: Juan de Padilla, su hijo, e Juan Collado, alguazil mayor d´esta dicha
çibdad, e Francisco de Pulgar, e otros pajes de casa del dicho Pero López. E el dicho Pero
López pidió traslado, el qual yo, el dicho escrivano, le dí luego yncontynenti. Rodrigo de
Haro, escrivano.
XXII. 1516-VIII-20 Pesquisa sobre el escándalo realizado por los hombres de
Pedro López de Padilla y de su hijo Juan de Padilla, en la
noche del 19 de agosto de 1516
(A.G.S., C.C., Pueblos, legajo 20, fol. 221)
En la muy noble çibdad de Toledo, miércoles veynte días del mes de agosto, año del
nasçimiento de Nuestro Salvador Ihesu Christo de mill e quinientos e diez e seys años, en
presençia de mí, Rodrigo de Haro, escrivano del crimen d´esta dicha çibdad, et de los
testigos suyo escriptos, el señor liçençiado Gonçalo Hernández Gallego, juez de residençia
d´esta dicha çibdad, fue a las casas de Pero Lópes de Padilla, donde halló al dicho Pero
López, e a Gómez Carrillo e a otros cavalleros de la dicha çibdad, e dixo al dicho Pero Lópes
de Padilla que bien sabía el alboroto, e escándalo e ruydo que anoche sus criados hizieron
delante de las puertas de su casa con Juan Collado, alguazil mayor, y con los otros alguasiles
y gente que consygo traýa rondando. Que porque su merçed quería mandar tomar
ynformaçión çerca de lo susodicho, y para ello tyene señalados y nonbrados dos jurados
d´esta çibdad que estén presentes a ello, que requería, e requirió al dicho Pero Lópes de
Padilla, le nonbre y señale los testigos que quiere que se tomen para su descargo, que aunque
sean sus criados personas que se hallaron en el dicho ruydo, que su merçed los tomará, e que
para yr a les tomar sus dichos que su merçed les asegurava que no serían presos. E el dicho
Pero Lópes de Padilla diso que era presto de los nonbrar. A lo qual fueron presentes por
testigos Gonçalo Gaytán y Diego de Merlo, e Hernand Carrillo, vezinos d´esta dicha çibdad,
y otros muchos que presente estavan.
Por las preguntas syguientes sean preguntados los testigos que de ofiçio se manden
tomar sobre la quistyón, e alboroto e escándalo que ovieron los criados e onbres de Pero
Lópes de Padilla e Juan de Padilla, su hijo, con el alguazil mayor, Juan Collado, e con los
1876
Apéndice documental
otros alguaziles y onbres que en su compañía andavan rondando anoche, martes dies e nueve
días d´este presente mes de agosto de quinientos e diez e seys años:
1. primeramente, sy conosçen al dicho Juan Collado, alguasil mayor d´esta çibdad
de Toledo. E sy saben que por tal alguasil mayor es avido e tenido e tenido (sic) en
esta çibdad por los vesinos e moradores d´ella
2. yten, sy saben e creen qu´el dicho alguasil mayor, por su persona, con otros
alguasiles de la dicha çibdad, e otros onbres que en su compañía lleva, suele
rondar muchas noches por las calles d´esta çibdad, para la paçificar e escusar
quistyones e ruydos, e otros ynsultos que suelen faserse de noche.
3. yten, sy saben e creen que a causa que ayer martes, que se contaron diez e nueve
dias d´este presente mes de agosto d´este presente año, la justiçia fue ynformada
de algunas quistyones que anoche se esperavan aver entre algunas personas, el
dicho alguasil mayor con otros alguaziles y onbres rondó la dicha çibdad.
4. yten, sy saben e creen que andando asý rondando el dicho alguasil mayor con la
dicha gente pasó por baxo de las casas del dicho Pero Lópes de Padilla, donde
están çiertas mugeres rameras que ganan dineros, donde falló un criado del dicho
Iohan de Padilla con una espada, e un broquel e un guante, e ge lo tomó por lo
aver hallado en el lugar que lo halló.
5. yten, sy saben e creen que después que le fueron tomadas las dichas armas al
dicho onbre, luego, yn contynente, cómo el dicho alguazil mayor supo que era
criado del dicho Juan de Padilla, estando en la plaça de la casa de Pero Lópes de
Padilla el dicho alguasil mayor enbió las dichas armas al dicho Juan de Padilla
con Gonçalo Ruiz, alguazil. E sy yendo (sic) con ellas el dicho alguacil, en la
dicha plaça salieron a él el dicho onbre a quien las dichas armas fueron tomadas,
con otra mucha gente, criados de los dichos Pero Lópes de Padilla y Juan de
Padilla, su fijo, con picas y lanças, y otras muchas armas. Y por fuerça le quitaron
al dicho alguasil las dichas armas, y sobre ello apellidaron, a cuya causa se
recreçió mucho ruydo, y escándalo y alboroto, y dieron muchos golpes de picas, y
lanças, y cuchilladas y pedradas al dicho alguazil mayor, y a los otros alguaziles y
onbres que consigo llevava. Que turó (sic) el ruydo bien un quarto de ora, y
firieron un alguazil y otros onbres de los que´l dicho alguasil mayor llevava en su
compañía, todo ello viéndolo y sabiéndolo los dichos Pero Lópes y Juan de
Padilla. Y digan e declaren lo que çerca d´esto saben.
[Al margen. Testigo] El señor liçençiado e juez susodicho, presentes los jurados Luys
de Aguirre y Juan Sánches de San Pedro, rescibió juramento en forma de derecho del dicho
Iohan Collado, alguasil mayor d´esta dicha çibdad. E aviendo jurado e syendo preguntado
por las dichas preguntas en presençia del dicho señor liçençiado, e de los dichos jurados,
dixo e declaró lo syguiente:
A la primera pregunta dixo que este testigo es alguasil mayor en esta çibdad. E que
por tal alguasil mayor es tenido e avido por todos los vesinos e personas que en ella biven.
A la segunda pregunta dixo que usando del dicho su ofiçio acostumbra rondar de
noche la dicha çibdad con alguaziles y otras gentes, para escusar ruydos e escándalos entre
los moradores d´ella.
A la terçera pregunta dixo que´l martes en la noche que agora pasó, que se contaron
diez e nueve dias d´este mes de agosto d´este presente año de quinientos e dies e seys años,
entre dies e fonse oras de la noche, por mandado del dicho señor pesquisidor, este testigo fue
a rondar la dicha çibdad, porque se avía dicho e publicado que algunas personas andavan
armadas por aver ruydo e quistyón. E que, andando asý rondando, pasó este testigo, con
çiertos alguaziles e otros onbres que consygo llevava, por donde están unas mugeres rameras
que ganan dineros públicamente, çerca de la casa de Pero Lópes de Padilla
1877
Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
A la quarta e quinta preguntas dixo que pasando por la dicha calle donde las dichas
mugeres rameras estavan, este testigo tomó una espada, e un broquel e un guante a un onbre
que después dixo que era de Juan de Padilla, fijo del dicho Pero Lópes de Padilla. E que´l
dicho Juan de Padilla enbió a rogar a este testigo que diese las dichas armas a aquél a quien
las avía tomado. E que estonçes este testigo llamó a Ruyz, alguasil, que tenía las dichas
armas, y este testigo le dixo al dicho alguasil que llevase las dichas armas al dicho Iohan de
Padilla, y ge las diese. E que´l dicho alguazil yendo a ge las llevar, salió de casa del dicho
Pero Lópes de Padilla, que era allí junto, el dicho onbre a quien las dichas armas se avían
quitado, y otros con él, y ge las tomaron por fuerça al dicho alguasil. E que allí los dichos
onbres se rebolvieron con el dicho alguasil. E que como quiera qu´este testigo se metyó en
medio, y trabajó de los escusar de quistyón, no pudo, porque luego, yn contynente, vido este
testigo que salieron de casa del dicho Pero Lópes de Padilla más de treynta o quarenta
onbres, con picas, e lanças e otras armas. E enpeçaron de pelear (sic) con este testigo, y con
los otros onbres que consygo traýa. E que este testigo, como quiera que trabajó y recojó (sic)
la dicha su gente a una callejuela de don Enrique, que allí junto está, no pudo escusar que no
travasen quistyón con los dichos criados del dicho Pero Lópes, porque los dichos criados del
dicho Pero Lópes los seguían mucho. Y allí los criados de Pero Lópes les tyraron muchos
botes de picas, y lanças y piedras. E que ya, al cabo de la dicha quityón, vido este testigo que
de casa del dicho Pero Lópes salió un onbre con una hacha ençendida, y después oyó este
testigo dezir que era el dicho Pero Lópes, y recojó la dicha gente y la metyó en su casa. Y
vido este testigo que de otra casa que está en la misma esquina de Pero Lópes, fasya la casa
de don Enrique, les tyraron muchas pedradas e esquinazos.
Fue preguntado sy en la dicha quistyón o ruydo ovo muchos feridos. Dixo que algunos
a oýdo dezir que fueron feridos de la otra parte, pero que no sabe quantos. E que de su parte
d´este testigo dixo que´l alguasil Ruyz está ferido de una pedrada que le dieron en la cabeça,
y un onbre de pie de Escobar, alguasil, pero que fue poco. E que la quistyón podría turar
(sic) un momento de ora (sic), e qu´ésta es la verdad, e firmólo de su nonbre. Juan Collado.
Luys de Aguirre. Juan Sánches.
[Al margen. Testigo] E luego el dicho señor juez de resydençia resçibió juramento en
forma de derecho de Gonçalo Ruyz, alguasil, e aviendo jurado dixo lo syguiente:
A la primera pregunta dixo que conosçe al dicho Iohan Collado, alguasil d´esta
çibdad, e que por tal alguasil mayor le ha visto, e ve, e es tal en esta çibdad, e sabe que en tal
posesyón es avido e tenido en esta çibdad por todos los vesinos e moradores d´ella.
A la segunda pregunta dixo que la sabe como en ella se contyene. Preguntado cómo
la sabe, dixo que porque lo ha visto, e porque este testigo, como alguacil, a rondado muchas
noches por esta çibdad con el dicho alguasil mayor.
A la terçera pregunta dixo que la sabe como en ella se contyene. Preguntado cómo la
sabe, dixo que porque lo vido e se falló presente con el dicho alguasil mayor.
A la quarta pregunta dixo que la sabe como en ella se contyene. Preguntado que cómo
la sabe, dixo que porque, como dicho tyene, este testigo como alguacil andovo rondando esta
çibdad con el dicho alguasil, e llegaron a los lugares contenidos en la dicha pregunta, donde
están las dichas mugeres enamoradas que ganan dineros baxo de la casa del dicho Pero
Lópes de Padilla.
A la quinta pregunta dixo que la sabe como en ella se contyene. Preguntado que cómo
la sabe, dixo dixo (sic) que porque este testigo vido quitar en el dicho lugar la espada a un
onbre qu´este testigo no conosçe, mas de saber que es moço d´espuelas del dicho Iohan de
Padilla. Y este testigo rogó al dicho alguazil mayor que le bolviese la dicha espada y lo que
le avía tomado. Y a ynterçesyón d´este testigo el dicho alguasil mayor dio a este testigo las
dichas armas para que las llevase al dicho Juan de Padilla. Y llevando este testigo al dicho
Juan de Padilla la dicha espada, y guante y broquel que se avía tomado al dicho onbre, en
1878
Apéndice documental
medio de la plaça del dicho Pero Lópes de Padilla salieron a este testigo fasta diez onbres, y
le dixeron a este testigo: “¡No pese a Dios, que no a vos, de meter las armas al Juan de
Padilla!, que aquí las avés de dexar”, y ge las quitaron por fuerça. Y en acabándogelas de
quitar echaron mano a las espadas para este testigo, y anduvieron allí a cuchilladas y
pedradas con este testigo, fasta que lo echaron de la plaçuela fasta el canto de don Enrique,
donde este testigo y Escobar, alguasil, y otro su onbre, estovieron peleando con ellos fasta un
quarto de ora. Y todavía saliendo gente de casa del dicho Pero Lópes con picas, e lanças e
otras armas, y a botes, y cuchilladas y pedradas pelearon al dicho canto con este testigo, y
con el dicho Escobar y onbre. Y con el dicho alguasil mayor y su gente, que estavan junto con
ellos. Y de una açutea que está allí junto dieron a este testigo una pedrada que dieron con él
en el suelo, y otras muchas que le dieron en la rodela
Preguntado sy al tienpo que los dies onbres le çercaron a este testigo en la plaçuela,
sy estava en la dicha plaçuela otra gente del dicho Pero Lópes, dixo que muchos eran los que
peleavan con el dicho alguasil mayor y con los otros alguasiles de los que estavan en la dicha
plaçuela, que serían fasta quarenta onbres con lanças e otras diversas armas. E que asý
pelearon fasta que salieron de la dicha casa del dicho Pero Lópes un hacha ençendida con un
paje.
Preguntado qué feridos ovo de una parte e de otra, dixo qu´este testigo no vido de la
otra parte ferido ninguno fasta que le dixo el bachiller, fijo de maestre Juan, que estavan
feridos un maestresala de Pero Lópes y otro, e que de la parte de los dichos alguasiles no ovo
ferido, salvo este testigo de una pedrada, e otro onbre de Escobar, alguasil, de otra pedrada.
E que d´este negoçio no sabe más, e qu´ésta es la verdad para el juramento que fiso. Gonçalo
Ruyz. Luys de Aguirre. Juan Sánchez.
E luego yn contynente fue resçibido juramento en forma de derecho de Girónimo de
Saldaña, vezino de Toledo. E syendo preguntado por las preguntas del dicho ynterrogatorio
dixo lo syguiente:
A la primera pregunta dixo que conosçe al dicho Juan Collado, alguazil mayor d´esta
çibdad, ser alguasil mayor en ella, e sabe e ha visto que por tal alguasil mayor es avido e
tenido en esta çibdad por los vesinos e moradores d´ella.
A la segunda pregunta dixo que sabe e ha visto al dicho Iohan Collado, alguazil
mayor, rondar de noche las calles de la dicha çibdad con algunos alguasiles y onbres que
con él andan.
A la terçera pregunta dixo que vido este testigo al dicho alguasil mayor yr a rondar
por la çibdad anoche martes en la noche, que se contaron diez e nueve dias d´este presente
mes de agosto, e lo demás contenido en la dicha pregunta no lo sabe.
A la quarta pregunta dixo que la sabe como en ella se contyene. Preguntado cómo la
sabe, dixo que porque este testigo estava anoche buen rato de la noche a la puertas (sic) de
su posada, que es cabe las casas de Pero Lópes de Padilla, e vido venir al dicho alguasil
mayor con otros alguaziles y onbres, venir de fazia donde estavan las dichas mugeres
enamoradas rameras.
A la quinta pregunta dixo qu´este testigo vido a la sazón que´l dicho alguazil mayor
pasó por allí, que un criado de Juan de Padilla, que trae un sayo bigarrado, que no sabe su
nombre, le venía pidiendo al dicho alguazil mayor una espada e un broquel. Y el dicho
alguasil mayor le dixo al dicho onbre: “Yd mañana a mi posada, que sy soys de Juan de
Padilla yo os la daré”. Y luego vido, en llegando en medio de la plaçuela que está delante de
las casas del dicho Pero López, que´l dicho onbre a quien se avía tomado la dicha espada e
broquel, que dixo al dicho alguasil mayor: “¡Pese a Dios!, pues me la avés de dar mañana,
dádmela luego”. Y el dicho alguasil mayor dixo al dicho onbre: “¿Con que venís fuera de
vos?”. Y el dicho alguasil mayor llamó al alguasil Ruyz, y le dixo: “Toma estas armas y
llévaldas a los señores Pero Lópes y Juan de Padilla, y desildes que a un criado suyo ge las
1879
Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
tomé en lugar desonesto, que las tomen, y que su merçed lo mande castigar”. E que en
desviándose de allí el dicho alguacil, vido este testigo que en medio de la dicha plaça mucha
gente, criados y onbres de los dichos Pero Lópes y Juan de Padilla, qu´este testigo no
conoçió, echaron mano del dicho Ruyz, alguazil, y enpeçaron de dar (sic) cuchilladas y
pedradas en él fasta que lo retraxeron al canto de la casa de don Enrique, y allí andovo
mucho ruydo de cuchilladas y pedradas contra el dicho alguazil mayor, y los otros alguasiles
y onbres que con él venían, y que esto turó un buen rato, fasta que vido que salieron de su
casa Pero Lópes de Padilla y Juan de Padilla con un hacha ençendida, con un paje, y los
despartyeron y retruxeron a los suyos a su casa a cuchilladas que´l dicho Juan de Padilla les
tyrava. E que oyó que ovo algunos feridos, pero que no sabe quántos. E qu´ésta es la verdad.
Saldaña. Luys de Aguirre. Juan Sánches.
[Al margen. Testigo] Sobre lo que fue resçibido juramento en forma de derecho de
Fernand Péres Gibraleón, thexedor de terçiopelo, vezino junto a las casas de Pero Lópes de
Padilla, el qual, aviendo jurado e syendo preguntado por las preguntas del ynterrogatorio,
dixo lo syguiente:
A la primera pregunta dixo que conosçe a Juan Collado, alguasil mayor, e que le ha
visto, e ve, e usa, de alguasil mayor en esta dicha çibdad, e por tal alguasil mayor sabe que
es tenido e avido en esta çibad por los vesinos e moradores d´ella.
A la segunda pregunta dixo que sabe e ha visto que´l dicho alguasil mayor a rondado
muchas noches esta çibdad con algunos alguasiles e onbres que con él andan.
A la terçera pregunta dixo que anoche, martes, en la noche, este testigo estava a la
puerta de su casa, sería a las nueve oras de la noche, que se contaron dies e nueve días d´este
presente mes de agosto. E vido que´l dicho alguasil mayor, con otros alguasiles e onbres,
venía la calle arriba de fasia donde están las mugeres rameras, rondando la çibdad, e lo
demás contenido en la dicha pregunta que lo non sabe.
A la quarta pregunta dixo que dise lo que dicho tyene en la pregunta antes d´ésta,
porque las dichas mugeres están junto a la casa d´este testigo.
A la quinta pregunta dixo qu´este testigo no vido tomar la dicha espada y el broquel al
dicho al dicho (sic) criado de Juan de Padilla, que no sabe su nombre, salvo que´s
valençiano. Anoche, después de pasada la quityón, el dicho mançebo ge lo contó a este
testigo, de cómo le avía tomado el dicho alguasil mayor la espada y el broquel, y cómo ge la
avía pedido. Y que´l dicho alguasil mayor le avía dicho que fuese mañana a su posada, qu´él
ge la daría. Y cómo vido que´l dicho alguasil mayor llegava a la plaçuela de Pero Lópes de
Padilla, que avía dicho al dicho alguazil mayor: “¡Malgrado aya Dios!, pues mañana me la
avés de dar, dádmela agora”. E que´l dicho alguasil mayor la avía dado a Ruys, alguasil, que
llevase las dichas armas a Juan de Padilla. E que cómo el dicho alguasil yva con la dicha
espada, qu´él ge la avía quitado de las manos. E que sobre aquello se avían rebuelto con los
alguasiles, pero que lo qu´este testigo vido es que luego cómo el dicho alguasil mayor pasó
por la puerta d´este testigo, con la gente que consygo llevava, ya que estavan en la dicha
plaça del dicho Pero Lópes de Padilla vido mucha quistyón e ruydo, y mucha gente de la casa
del dicho Pero Lópes de Padilla con picas y lanças, y otras armas, contra el dicho alguasil
mayor, y la otra gente que consygo traýa, y muchas pedradas de la gente, y de los tejados y
ventanas. Que turaría la dicha quistyón fasta un quarto de ora, fasta que salieron Pero López
de Padilla y Juan de Padilla con hachas y con las espadas sacadas, dando de espaldarazos y
golpes a los suyos, fasta que los metyó (sic) en su casa. E que vido a un negro descalabrado,
e oyó que avía otros dos feridos. E que de la parte del dicho alguazil mayor no supo ni vido
que fuese ninguno ferido. E qu´ésta es la verdad. Fernando de Gribraleón. Juan Sánches.
Luys de Aguirre.
E syn el dicho ynterrogatorio, y sin los dichos jurado (sic), el alcalde mayor d´esta
dicha çibdad, de su ofiçio, tomó un testigo, vesino del dicho Pero Lópes de Padilla, açerca
1880
Apéndice documental
del ruydo que se ovó con el dicho alguasil mayor el dicho día, martes en la noche, que dise
asy:
[Al margen. Testigo] Juro en forma de derecho Ynés de Grando, muger de Alonso de
Grando, vezina de Pero Lópes de Padilla, la gual dixo que lo que d´este fecho sabe es que
anoche, estando este testigo acostada en su casa, oyó al canto de la casa de Pero Lópes de
Padilla mucho ruydo e gente. Y vido que de casa de Pero Lópes de Padilla salieron a la dicha
quistyón fasta treynta omes con lanças, y oyó desir que era contra la justiçia. E que con ellos
avía salido Juan de Padilla, e luego vido salir de la dicha casa al dicho Pero Lópes de
Padilla, ya pasada la quistyón, con dos pajes con un facha ençendida, y cojó la gente y les
desía: “¡Entra, entra!”. Y los vido entrar en casa del dicho Pero Lópes. Y oyó desir que avía
sydo lo susodicho porque avían quitado una espada a un criado de Juan de Padilla. E vido
muchas espadas reluzir e saltar çentellas.
Preguntada sy oyó que la dicha gente apellidase, e dixese “¡Aý los de Padilla!”, e
dixese “¡Mueran, mueran!”, dixo que no oyó cosa más de mucha gente, y que turó el ruydo
fasta un quarto de ora. E qu´ésta es la verdad.
Et yo, Rodrigo de Haro, escrivano de la reyna e del rey, nuestros señores, e su
escrivano e notario público en la su corte e en todos sus reynos e señoríos, e escrivano del
crimen d´esta dicha çibdad de Toledo, presente fuy al tomar d´esta pesquisa juntamente con
las personas que en ella van nonbradas e declaradas. En la qual van çinco testigos, e escrita
en çinco fojas de papel de pliego entero syn ésta e demandamiento del dicho señor juez de
resydençia. E va çierta, e por ende fiz aquí este mío signo a tal en testimonio de verdad.
XXIII. 1516-VIII-20 Nuevo escándalo perpetrado por los hombres de Pedro
López de Padilla y de su hijo Juan de Padilla, ante el
apresamiento de uno de los sirvientes del primero por
parte del alcalde mayor
(A.G.S., C.C., Pueblos, legajo 20, fol. 191)
En la muy noble çibdad de Toledo, veynte días del mes de agosto, año del nasçimiento
de Nuestro Señor Ihesuchispto de mill e quinientos e diez e seys años. Este dicho día, por
mandado del muy noble señor Gonçalo Herrándes Gallego, pesquisidor e juez de residençia
en esta dicha çibdad de Toledo e su tierra por sus altezas, sobre razón de çierta resistençia
que fue hecha al muy virtuoso señor bachiller Quiralte, su alcalde mayor, se ovo la
ynformaçión siguiente, en presençia de mí, Juan Xuárez, escrivano de sus altezas e escrivano
del crimen en la dicha çibdad.
[Al margen. Testigo] Sobre lo qual, este dicho día juró en forma Juan Gómez, que
mora junto con el adarve del Sordo, siendo e estando çerca de lo susodicho. Dixo que lo que
d´esto sabe es que llegando este testigo çerca de La Madre de Dios vido que venía el señor
alcalde mayor, y con él Diego de la Xara y Escobar, alguaziles. E llevavan preso a la cárçel
a uno que no sabe su nonbre. E vido que vinieron por la callejuela de La Madre de Dios
quinze o veynte personas con espadas, e broqueles, e guantes e caxquetes, y echaron mano a
las espadas, e las sacaron de las vaynas, e tiraron muchas cuchilladas e pedradas contra el
dicho señor alcalde mayor, et contra los dichos alguaziles. E dieron una gran pedrada al
dicho Diego de la Xara, alguazil, en el broquel, que sy le açertaran le mataran.
E les tomaron por fuerça el dicho preso y lo metieron dentro de la dicha yglesia de La
Madre de Dios. A todo lo qual estovo presente el dicho señor alcalde mayor, con su vara de
justiçia en la mano, diziendo: “¡A la justiçia, traydores!”. Y le hizieron al dicho señor
1881
Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
alcalde mayor retraer hasta la posada de don Diego de Mendoça, todavía demandando a voz
el dicho señor alcalde mayor. Y mientras más favor pedía más pedradas tiravan.
Preguntado qué personas conosçió de las susodichas, dixo que no conosçió a ninguno
de los susodichos, mas de quando se dixo luego, públicamente, que los susodichos heran
criados de Pero López de Padilla. E que vido que en lo susodicho ovo mucho escándalo e
alboroto, e se juntó mucha gente, lo cual todo se hizo en mucho desacatamiento de la justiçia
real. E qu´ésta es la verdad, e firmólo de su nombre. Juan Gómez.
[Al margen. Testigo] Sobre lo susodicho, este dicho día juró en forma Gonçalo de
Moncada. Siendo preguntado dixo que lo que d´esto sabe es que estando este testigo oy dicho
día a las puertas de las casas de Pedro de Acuña, vido que salieron de casa de Pero López de
Padilla más de veynte personas, todos criados suyos e de los de su casa, con pajes e moços
d´espuelas, e moços d´escuderos, de los quales los diez d´ellos llevavan espadas e broqueles,
e los que llevavan armas yvan diziendo a los que no las llevavan: “Tira piedras”, y
“Quitémos selo”
E como este testigo los vido yr por la calle abaxo hasta la cárçel se fue tras ellos a ver
qué hera. Y en llegando junto con la yglesia de La Madre de Dios, vido que venía el dicho
señor alcalde mayor, y Diego de la Xara e Escobar, alguasiles, con sus varas de justiçia en
las manos. Y llevavan a uno preso, que no sabe su nombre, que´s criado del dicho Pero López
de Padilla. E luego vido que los susodichos criados de Pero Lópes de Padilla echaron mano
a sus espadas e las sacaron de las vaynas, e tiraron muchas cuchilladas e pedradas contra el
dicho alcalde mayor, e contra los dichos alguaziles. E dieron una gran pedrada al dicho
Diego de la Xara, alguazil, en el broquel. E si le açertara le matara.
E por fuerça, e contra voluntad de la justiçia, tomaron el dicho preso los dichos
criados del dicho Pero López de Padilla, e le metieron dentro de la dicha yglesia de la Madre
de Dios. A todo lo qual estovo presente el dicho señor alcalde mayor, e diziendo: “¡Aquí del
rey, aquí del rey”. E acabado el dicho ruydo, vino allí Hernán Carrillo, e dixo el dicho
Hernán Carrillo al dicho señor alcalde mayor: “¿Qué quiere desir “aquí del rey”?, que
todos somos del rey”. Y el dicho señor alcalde mayor dixo: “El que non favoresçe al rey non
es del rey. Que aquí todos son contra mí, que estoy por el rey”.
E vido que en lo susodicho ovo mucho escándalo e alboroto. E vido que aunque el
señor alcalde mayor pidió favor e ayuda a los de la casa de don Diego de Mendoça, que está
junto, no salieron, porque ovieron miedo que no los prendiesen, porque estavan retraýdos por
el ruydo que ovieron en Santo Tomé. Pero que vido que un criado del dicho don Diego de
Mendoça que se halló fuera de su casa, çerca del dicho ruydo, que se llama Canpo,
favoresçió a la justiçia de su alteza y al dicho señor alcalde mayor.
Preguntado qué personas conosçió de los susodichos, dixo que conosçió por nonbre a
Vera, escudero del dicho Pero López de Padilla, pero que de vista los conosçe a todos. E
qu´ésta es la verdad, e no lo firmó porque dixo que no sabía firmar.
[Al margen. Testigo] Este dicho día sobre lo susodicho juró en forma Diego de la
Xara, alguazil. Siendo preguntado dixo que oy, dicho día, este testigo y Escobar, alguaziles,
yvan con el señor alcalde mayor a hazer una pesquisa contra los criados de Pero López de
Padilla que avían querido matar la noche pasada al señor Juan Collado, alguazil mayor, e a
los otros alguaziles que con él yvan, porque avíe tomado una espada e un broquel a un criado
de Juan de Padilla, hijo de Pero López de Padilla.
E llegando a Las Tendillas de Sancho Minaya vido este testigo en una taverna a un
criado de Pero López de Padilla, que avía sydo en esa dicha quistión contra el dicho alguazil
mayor. Et por esto, por mandado del señor alcalde mayor, lo prendió. Y llevándolo preso, y
llegando junto con la yglesia de La Madre de Dios, vido venir por la calle abaxo que viene
junto con la dicha yglesia veynte personas pocas más o menos, con sus espadas e broqueles, e
otras sin armas. E tiraron muchas cuchilladas e pedradas contra el señor alcalde mayor, e
1882
Apéndice documental
contra este testigo, e contra los onbres que con ellos yvan, diziendo: “¡Mueran, mueran!”. E
por fuerça, e contra voluntad de la justiçia, les tomaron el dicho preso, e le metieron dentro
de la dicha yglesia de La Madre de Dios. Y el dicho señor alcalde mayor dezía: “¡Contra la
justiçia, traydores!”. E demandando favor e ayuda. E mientras más la demandava más
cuchilladas e pedradas tiravan contra la justiçia, de manera que´l dicho señor alcalde mayor
se retraxo hasta la casa de don Diego de Mendoça.
Y a este testigo le dieron una pedrada en los pechos, e más de siete [u] ocho por los
onbros. E que sobre ello se recresçió mucho escándalo e alboroto, en mucho desacatamiento
de la justiçia de su alteza.
Preguntado qué personas conosçió de los susodichos, dixo que no los conosçió por
nonbre, salvo de vista, los quales son criados del dicho Pero López de Padilla e Juan de
Padilla, su hijo. E qu´ésta es la verdad. Diego de la Xara.
Et yo, Iohan Martínes, escrivano de sus altezas y del crimen d´esta çibdad de Toledo,
presente fuy a todo lo que dicho es, en uno con los dichos testigos, e por mí fueron
esaminados sus dichos, e depusiçiones e demandamiento del dicho señor liçençiado Gonçalo
Hernándes Gallego, jues de resydençia de la dicha çibdad. Este testimonio e ynformaçión fis
escribir, según que ante mí pasó, en estas dos hojas de pliego de papel con ésta, en que va
mío signo, que es a tal en testimonio de verdad.
XXIV. 1518-V-23 Mandato dirigido al corregidor de Toledo y a su alcalde
mayor para que desencastillaran unas casas anejas al Hospital
del Nuncio, que habían sido tomadas a la fuerza por los
canónigos de la catedral, en contra de lo que el propio nuncio
había dispuesto al morir
(A.G.S., R.G.S., 1518-V, Medina del Campo, 29 de mayo de 1518)
Doña Juana e don Carlos, su hijo, etc., a vos el nuestro corregidor de la çibdad de
Toledo, e vuestro alcalde mayor en el dicho ofiçio, e a cada uno de vos a quien esta nuestra
carta fuere mostrada, salud e graçia. Sepades que´l bachiller Françisco Ortiz nos fizo
relaçión por su parte, diziendo que teniendo e poseyendo unas casas que son en la dicha
çibdad, juntas e anexas al ospital que dizen del nunçio, como patrón d´ellas y del dicho
ospital por bula apostólica e ynstituçión del dicho nunçio, como su pariente más pronpinco, e
theniendo las dichas casas más a de quatro años, e estando hen ellas un su hijo e otras
personas, en un día del mes de abril que agora pasó, diz que Pero Xuárez de Guzmán, e el
liçençiado don Françisco de Herrera, canónigos, e otros canónigos e clérigos de la yglesia
mayor de la dicha çibdad, e otras personas legos, armados de diversas armas, conbatieron
las dichas casas con mano armada, de fecho, y por fuerça ronpieron una pared, y entraron
dentro en ellas, y hecharon de las dichas casas al dicho su hijo e a las otras personas que allí
tenía puestas, y tienen encastillada la dicha casa y aposento por fuerça.
Y porque esto hera cosa grave y de mal ensenplo, y d´ello se podrían recrecer
escándalos, que nos suplicava e pedía por merçed que çerca d´ello mandásemos proveer,
mandando vos que luego desencastillasedes las dichas casas y hechasedes fuera d´ellas a las
personas que hen ellas fallásedes, e restituyésedes la posysyón d´ellas en que estava, para
que las toviese como thenía, e le anparásedes e defendiésedes en ella, e proçediésedes contra
las personas legas que avían sydo culpantes a haser a dicha fuerça por todo rigor de justiçia,
e como la nuestra merçed fuese.
Lo qual visto, etc., porque vos mandamos que luego veades lo susodicho y ayáys
vuestra ynformaçión çerca de todo hello, e cómo, e de qué manera, pasó. E la dicha
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Violencia urbana y paz regia: el fin de la Época Medieval en Toledo (1465-1522)
ynformaçión avida, e la verdad sabida, a las personas legos (sic) que por hella hallardes
culpantes los prendades los cuerpos, e presos, ansý contra hellos como contra los absentes
culpados que no pudierdes aver para los prendar, llamadas e oýdas las partes a quien lo
susodicho toca e atañe, agades sobre todo lo susodicho lo que hallardes por justiçia, e por
manera que las partes la ayan e alcancen, e non reçiban agravio de que tengan razón de se
nos quexar sobre hello. E no fagades ende al, etc. Dada en la villa de Medina del Canpo, a
XXIII días del mes de mayo del año del nasçimiento de Nuestro Salvador Ihesu Christo de I U
DXVIII años. Çapata. Carvajal. Santiago. Coalla, Beltrán, Guevara. Secretario Santillana.
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