Mérida, Yucatán, México. A 8 de Septiembre de 2016 QUERIDA AMMEF: Probablemente la mayoría de ustedes no me conozca, la federación ha crecido, hemos cambiado de nombre en múltiples ocasiones y cada vez representamos a mas estados de este hermoso país, sin embargo el día de hoy vengo a expresarles algo que tal solo con leer estos párrafos espero les haga una idea de quién soy. Primero déjenme presentarme, mi nombre es María del Carmen Peniche Lozano, tengo 24 años de edad y me encuentro cursando los últimos meses del internado de pregrado en el Hospital General Agustín OHoran, en la ciudad de Mérida, Yucatán. Soy originaria de esta ciudad, sin embargo por azares del destino curse la carrera de medicina en la Universidad de Quintana Roo, de la cual me siento completamente orgullosa de pertenecer. Durante los primeros meses de carrera tuve la oportunidad de formar parte de CECSQRoo (si, mis compañeros y yo en esa época pensamos que era el mejor nombre, sin darnos cuenta de lo difícil que era pronunciarlo y lo albureable que podría ser) sin dudarlo pertenecer a esta familia me hizo cambiar mi perspectiva sobre la carrera, me hizo mantener ese lado humano que muchas veces con la rutina perdemos, me ayudo a creer en el cambio no únicamente en mi entorno sino en mi misma. Conocer IFMSA (como antes le llamábamos) pero sobre todo SCOPH fue un determinante en mi carrera, seguramente en la de muchos de ustedes. Durante 5 años he pertenecido a esta familia, en cierto punto, tal vez bastantes, pensé en dejarlo, pensé en porque me complicaba tanto la existencia mientras otros compañeros únicamente hacían lo que el mapa curricular marcaba y parecía que les iba bastante bien, fue hasta hace unos meses, que es el tiempo en el que más lejos he estado de la federación, en la que pude responderme estos cuestionamientos. Para los que están en el internado probablemente me entiendan cuando digo que esta etapa te pone retos físicos, psicológicos, sociales, pero sobre todo personales. Nunca había tenido un enfrentamiento tan grande conmigo misma sobre que me gustaba y que no, a que le invertía las pocas horas de tiempo que me quedaban al día después de la post guardia, valore cada minuto de sueño y tiempo con mi familia/amigos. Pero la rutina te consume, te vuelves una clase de robot que sigue patrones, hasta que algo te abre los ojos y te das cuenta que no estás ahí para ser lo que otros quieren que seas, estas ahí para aprender claro está, pero también para ponerte a prueba y descubrir lo que te apasiona si es que lo habías perdido. Yo lo re-encontré en una cama de la Unidad de Cuidados Intensivos, su nombre es Isabel, paciente femenina de 19 años de edad la cual tiene su primer bebe vía parto vaginal, sin complicaciones aparente, hasta una semana después cuando comienza con dolor en fosa renal en la cual se palpa una masa. Isabel es llevada por su padre, un pequeño señor de edad avanzada el cual únicamente hablaba maya y su esposo que tendría aproximadamente la misma edad que ella, sin pensarlo la clínica de Valladolid la refiere al hospital en el cual yo me encuentro. En menos de 24 horas, Isabel pierde un riñón, se le coloca un catéter Mahurkar y respira a través de un ventilador. Los médicos pensaban que difícilmente se recuperaría, pero su familia seguía ahí, esperando la hora de visita día con día, vistiendo la misma ropa de los días previos, comiendo lo que sobraba de las colaciones de otras pacientes, pero siempre a su lado. Isabel tuvo 2 intervenciones más para colocación de catéter JJ, 4 sesiones de hemodiálisis, se le pasaron en total durante toda su estancia 35 paquetes globulares, 40 crioprecipitados y 15 plasmas frescos congelados. Paso 48 días de estancia intrahospitalaria, lo suficiente para darme una de las lecciones más grandes de todo mi internado, ella a pesar de venir de un poblado lejano de Quintana roo, de tener un bebe a tan temprana edad, de no tener donde dormir ni que comer, aun así se seguía aferrando a mejorarse para regresar a casa, ser mama y lo que más me impacto seguir estudiando para lograr algo mas. Tal vez Isabel era pobre económicamente, pero ella y su familia eran inmensamente ricas de pasión y amor por la vida y sus seres queridos, yo en ese momento me di cuenta de lo pobre que me había vuelto. La reflexión que me gustaría compartir con ustedes y parte del porque espero representar a este gran comité permanente de manera regional, es que a veces los grandes cambios o los grandes retos nos hacen dudar sobre nosotros y lo que podemos lograr, en ocasiones nos limitamos a participar porque pensamos que existirá alguien mejor que nosotros, que no somos lo suficientemente buenos o perdemos esa pasión que nos impulsa, yo la perdí hace unos meses e Isabel me la regreso, descubrí a través de esa “causalidad” que me había vuelto un robot más, que era una buena interna pero algo me faltaba, un vacío que no sentía antes, ese vacío era la impotencia de no hacer algo más, de solo hacer lo que me tocaba y ver expectante a que otros cambiaran el mundo. Hoy me siento más lista que hace unos meses cuando deje el cargo de NPO, hoy siento que tuve ese enfrentamiento conmigo misma en el mundo real sobre cómo vivir mi SCOPH, el cómo ser una scophian de mil formas diferentes sin tener que vestir diario una playera naranja, y les apuesto que todos ustedes lo han hecho sin saberlo. Estoy lista para representar a este gran comité permanente que me ha dado tanto incluso cuando he estado lejos, estoy lista para representar a México de la mejor forma en algo que es mi fuerte y mi pasión, la salud pública. He tenido grandes maestros, grandes líderes que me han entrenado para llegar a este día, hoy les pido a ustedes que me dejen seguir con esta pasión y contagiarla al mundo, de hacer sentir con actos que las Américas tiene mucho que dar en las Asambleas Generales y en esta federación, que merecemos los mismos convenios y participaciones que otras regionales en el mundo, sin duda Altagracia, Sergio, Aline, entre muchos otros coordinadores regionales han alzado la barra año con año, pero tengo la seguridad de poder complementar el gran trabajo que ellos han hecho. Para terminar solo quisiera decirles algo que en todas mis sesiones de SCOPH decía, encuentren su pasión y su motivación, aférrense de ella porque es de las pocas cosas que los mantendrá a flote cuando el barco parezca que se hunde. No pertenecemos a la IFMSA/AMMEF eternamente pero si lo suficientemente para hacer un cambio en tu mundo, contagiemos de esta pasión a otros, vivamos nuestros comités permanentes fuera y dentro de las asambleas, que no sea un traje que dejamos colgado al final de una gestión o de un ciclo escolar, arriesguémonos a ir por más porque aquello que más nos asusta es lo que más nos ayuda a crecer, y sobre todo, recuerden que alado de ustedes siempre habrá un amigo que los impulsara a que sus sueños se hagan realidad, que sus pasiones tomen forma y nombre, y que sus miedos se desvanezcan. Gracias a ustedes por permitirme seguir creciendo, por recordarme que hay muchísimos locos más que tenemos el mismo plan: Pensar global, actuar local. Espero que en estos párrafos pudiera expresar un poco de mi esencia y mi pasión por este comité permanente porque si he logrado eso, contagiarlos o intrigarlos al menos sobre que los motiva o apasiona, imagínense lo que podemos lograr en un año de gestión en SCOPH AMERICAS. Gracias, con todo mi cariño, siempre SCOPHIAN ´ MIP. María Peniche Lozano.