Origen del sistema solar

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El Origen del Sistema Solar
Ãndice
Pág.
• Origen del Sistema Solar 2
• TeorÃ-a de Acreción 2
• TeorÃ-a de los Proto−planetas 3
• TeorÃ-a Laplaciana moderna 3
• TeorÃ-a de la Nebulosa Moderna 4
• TeorÃ-as catastróficas 5
• Conclusión 5
• BibliografÃ-a 7
El Origen del Sistema Solar:
Las primeras explicaciones sobre cómo se formaron el Sol, la Tierra, y el resto del Sistema Solar se
encuentran en los mitos primitivos, leyendas y textos religiosos. Ninguno de ellas puede considerarse como
una explicación cientÃ-fica seria. Muchas culturas y dentro de éstas connotados personajes, en diversas
épocas del desarrollo de la humanidad, se han preocupado seriamente por comprender y explicar los
misterios que encierra la bóveda celeste.
Los primeros intentos cientÃ-ficos para explicar el origen del Sistema Solar invocaban colisiones o
condensaciones de una nube de gas. El descubrimiento de los 'Universos−Islas', que ahora sabemos que son
galaxias, se pensó que confirmaba esta última teorÃ-a.
En este siglo, Jeans propuso la idea de que el paso de una estrella habÃ-a arrastrado material fuera del Sol, y
que este material se habÃ-a entonces condensado para formar los planetas. Hay serios problemas en esta
explicación, pero se han hecho recientes desarrollos sugiriendo que se sacó un filamento de una
proto−estrella de paso, en momentos en los que el Sol era miembro de un holgado cúmulo de estrellas, pero
las teorÃ-as más favorecidas, todavÃ-a involucran el colapso gravitacional de una nube de gas y polvo.
La teorÃ-a de Acreción:
Acreción es la agregación de materia a un cuerpo. Por ejemplo, la acreción de masa por una estrella es la
adición de masa a la estrella a partir de materia interestelar o de una compañera.
La teorÃ-a de la acreción fue propuesta por el geofÃ-sico ruso Otto Schmidl en 1944.
Asume que el Sol pasó a través de una densa nube interestelar, y emergió rodeado de un envoltorio de
polvo y gas. Separa entonces la formación del Sol, de la de los planetas.
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El problema que permanece, es el de lograr que la nube forme los planetas.
Los planetas terrestres pueden formarse en un tiempo razonable, pero los planetas gaseosos tardan demasiado
en formarse.
La teorÃ-a no explica los satélites, o la ley de Bode, y debe considerarse como la más débil de las
aquÃ- descritas.
En el caso de la tierra, después de estratificarse un núcleo, un manto y una corteza por el proceso de
acreción, fue bombardeada en forma masiva por meteoritos y restos de asteroides. Este proceso generó un
inmenso calor interior que fundió el polvo cósmico que, de acuerdo con los geólogos, provocó la
erupción de los volcanes
La teorÃ-a de los Proto−planetas:
La teorÃ-a del protoplaneta, desarrollada por Gerard P. Kuiper y Thomas Chrowder Chamberlin,
Esta asume, que inicialmente hay una densa nube interestelar, y formó la nebulosa solar que entonces
desarrolló un centro denso, el protosol. Como la parte exterior de la nube giraba alrededor del protosol, la
gravedad causó que se formaran densos cúmulos dentro de la nebulosa solar. Estos cúmulos además se
contrajeron en lentos protoplanetas giratorios. Cuando el protosol se comprimió debido a la fuerza de
gravedad, se calentó y arrojó mucho del resto de la nube hacia el espacio. Los protoplanetas también
perdieron sus envolturas exteriores, pero quedó lo suficiente para su evolución en los planetas actuales. En
una escala mucho más pequeña, las protolunas evolucionaron en las lunas actuales
De esta forma se cubren muchas de las áreas problemáticas, pero no queda claro cómo los planetas fueron
confinados a un plano, o por qué sus rotaciones tienen el mismo sentido.
La teorÃ-a Laplaciana Moderna:
Laplace fue un matemático, fÃ-sico y astrónomo francés, profesor de matemáticas canciller del senado
en 1803 y partidario de Luis XVIII al conseguir este el poder obtuvo los tÃ-tulos de marques y par de Francia.
Sus trabajos mas destacados sobre astronomÃ-a fueron las investigaciones acerca de las variaciones de los
movimientos planetarios .
Laplace en 1796 sugirió primero, que el Sol y los planetas se formaron en una nebulosa de núcleo muy
condensado y con altas temperaturas en rotación alrededor de un eje fijo que se enfrió y colapsó. Se
condensó en anillos que eventualmente formaron los planetas, y una masa central que se convirtió en el Sol.
La baja velocidad de rotación del Sol no podÃ-a explicarse.
La versión moderna asume que la condensación central contiene granos de polvo sólido que crean roce en
el gas al condensarse el centro. Eventualmente, luego de que el núcleo ha sido frenado, su temperatura
aumenta, y el polvo es evaporado. El centro que rota lentamente se convierte en el Sol. Los planetas se forman
a partir de la nube, que rota más rápidamente.
La teorÃ-a de la Nebulosa Moderna:
Las teorÃ-a nebulares implican que antes de la existencia del sistema solar una estrella al final de su vida se
convirtió en una supernova que durante miles de años liberó material estelar al espacio, finalmente al
colapsar, explotó dando origen al material constitutivo del Sol y los planetas agrupados en una gran
nebulosa. Este material fue creado por las reacciones de fusión nuclear en el núcleo de la estrella (H, He,
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Ca, y otros) asÃ- como por la formación de elementos más pesados en momento mismo de la explosión.
La nube asÃ- formada viaja por el espacio con un movimiento rotatorio o movimiento angular, remanente del
propio movimiento de la estrella primitiva. La evidencia de una posible explosión de supernova de
formación previa aparece en forma de trazas de isótopos anómalos en las pequeñas inclusiones de
algunos meteoritos. La abundancia de estrellas múltiples y binarias, asÃ- como de grandes sistemas de
satélites alrededor de Júpiter y Saturno, atestiguan la tendencia de la nubes de gas a desintegrarse
fragmentándose en sistemas de cuerpos múltiples.
Para estas teorÃ-as, en principio los planetas terráqueos eran grandes masas de roca fundida con núcleos de
hierro que se encontraban bombardeadas por múltiples meteoritos que aún vagaban solitarios por el campo
en formación de lo que serÃ-a el sistema solar, huella de estas colisiones y como una de las pruebas de la
teorÃ-a del acrecentamiento son las múltiples formaciones de cráteres y grietas en todos aquellos planetas
que no poseen atmósfera gaseosa y que han estado protegidos de la erosión climática, igualmente se cree
que debido al impacto entre objetos masivos resultaron variaciones en los ejes de los planetas (como Neptuno
que muestra el polo al Sol) y las direcciones de giro (como en el caso de Venus que es contrario a la de los
demás objetos).
También explica la presencia de satélites como los de Marte que no se han formado in situ sino que han
sido atrapados por la gravedad del planeta. Este acrecentamiento llevó miles de millones de años hasta que
las masas ya formadas comenzaron a enfriarse y a recibir mucha menor cantidad de impactos del espacio.
Aunque las teorÃ-as nebulares tengan como modelo un comienzo caliente esto no es necesario. No obstante,
el comienzo caliente de la Tierra parece necesario para explicar la falta de elementos ligeros en los planetas, y
que se encuentran en el Sol: hidrógeno y helio principalmente. También parece necesario para explicar
porqué los materiales más pesados se encuentran mayoritariamente en el interior de la tierra: hierro y
nÃ-quel principalmente.
Las observaciones de estrellas muy jóvenes, indican que están rodeadas de densos discos de polvo.
Aunque todavÃ-a hay dificultades para explicar algunas de las áreas problemáticas esbozadas arriba, en
particular la forma de disminuir la rotación del Sol, se piensa que los planetas se originaron a partir de un
denso disco, formado a partir del material de la nube de polvo y gas, que colapsó para formar el Sol.
La densidad de este disco debe ser suficientemente alta como para permitir la formación de los planetas, y
suficientemente baja, como para que la materia residual sea soplada hacia afuera por el Sol, al incrementarse
su producción de energÃ-a.
TeorÃ-as catastróficas
La primera teorÃ-a catastrofista sobre la formación de los planetas la enunció en 1745 el conde de Buffon.
SuponÃ-a que otra estrella habÃ-a chocado contra el Sol haciendo que se desprendiera la materia necesaria
para formar los planetas. Esta es la base de las teorÃ-as catastrofistas.
En 1905 cuando T. C. Chamberlin y F. R. Moulton supusieron que el Sol era una estrella aislada y que otra
estrella, en movimiento, pasó muy cerca de él. Las fuerzas que se establecieron entre ellos provocó que
parte de la materia del Sol se desprendiese y diese lugar a los planetas.
En 1916 James Jeans dio una nueva versión de esta teorÃ-a, suponiendo que la materia desprendida
tomarÃ-a forma de cigarro puro y que al irse fragmentando dio lugar a los planetas. Estas teorÃ-as se llama
tidal o mareal.
La teorÃ-a de captura es una versión de la de Jeans, en la que el Sol interactúa con una protoestrella
cercana, sacando un filamento de materia de la protoestrella. La baja velocidad de rotación del Sol, se
explica como debida a su formación anterior a la de los planetas. Los planetas terrestres se explican por
medio de colisiones entre los protoplanetas cercanos al Sol; y los planetas gigantes y sus satélites, se
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explican como condensaciones en el filamento extraÃ-do.
En 1929 H. Jefferys recuperó la teorÃ-a de Buffon, pero especuló con que antes del choque se
desprendieron de Sol grandes masas de materia sólida. Esta teorÃ-a también se llama planetesimal porque
supone que la materia desprendida tomó la forma de partÃ-culas sólidas que quedaron en rotación en
torno al Sol.
Todas las teorÃ-as catastrofistas implican que la materia con que se formaron los planetas estaba
extraordinariamente caliente.
En 1949 Gerard P. Kuiper formuló una teorÃ-a según la cual habrÃ-a una estrella doble en la que la
segunda estrella no logró a consolidarse y degeneró hasta formar los planetas.
Conclusión:
Ha habido muchos intentos de desarrollar teorÃ-as sobre el origen del Sistema Solar. Ninguna de ellas puede
describirse como totalmente satisfactoria, y es posible que haya desarrollos ulteriores que expliquen mejor los
hechos conocidos.
Pensamos sin embargo, que entendemos el mecanismo general, que consiste en que el Sol y los planetas se
formaron a partir de la contracción de parte de una nube de gas y polvo, bajo su propia atracción
gravitacional, y que la pequeña rotación neta de la nube, fue responsable de la formación de un disco
alrededor de la condensación central.
La condensación central eventualmente formó al Sol, mientras que las condensaciones menores en el disco
formaron los planetas y sus satélites. La energÃ-a del joven Sol sopló el remanente de gas y polvo,
dejando al Sistema Solar como lo vemos actualmente.
BibliografÃ-a (páginas webs consultadas):
• www.oarval.org/section3_3sp.htm
• www.todoelsistemasolar.com.ar/ssolar.htm
• www.bibliotecavirtual.com.do/Geografia/SistemaSolar.htm
• www.astroseti.org/vernew.php?codigo=327
• www.xtec.es/~rmolins1/textos/es/sistema01.htm
• www.zonagratuita.com/ZonaSeti/misterios/teoria.htm
• www.astronomyinspanish.org/slm/esp/book/sec/origen_solar
• www.geocities.com/acarvajaltt/temas/origen_sistema_solar.htm
• astrobiologia.astroseti.org/articulo.php?num=3854
• www.astromia.com
• www.ugr.es/~sevimeco/documentos/edu_multimedia/solar/orig.htm
• axxon.com.ar/not/122/c−122InfoOrigenVida.htm
• www.linguaggioglobale.com/espana/universo/txtq_espa/Storia_Universo/Storia_Universo.htm
• www.oei.org.co/fpciencia/art15.htm
• el−universo.iespana.es/sistemasolar.htm −
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