La desorientación diabólica

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Una explicación de la crisis actual:
La desorientación diabólica
El término “desorientación diabólica” surge últimamente con más frecuencia en las
conversaciones. ¿Qué es esto? ¿Qué significa? ¿Qué tiene que ver conmigo? El Padre Gruner
contesta sus preguntas sobre esta epidemia que ha ido infectando lentamente, tanto colectiva
como individualmente las almas de los fieles en grandes segmentos de la Iglesia Católica.
por el Padre Nicholas Gruner, S.T.L., S.T.D. (Cand.)
Cuando una persona está desorientada, está en un estado de confusión y se
desorienta. No comprende claramente las cosas. Es similar a estar lejos y durmiendo en un
cuarto donde la cama, la ventana, la puerta, son todas diferentes de las de su propio cuarto
en casa. Y al despertarse repentinamente en medio de la noche, usted está al principio
desorientado, confuso –¿dónde estoy?, ¿dónde está la puerta, dónde está la ventana?
Actualmente, mucha gente ha experimentado desorientaciones de este tipo.
La desorientación diabólica, por otra parte, ocurre cuando una persona está
confundida por diversas tretas del diablo. Esas tretas diabólicas no son simplemente un tipo
de obsesión como la que se muestra en televisión o en el cine. El diablo, que es el autor de
esa desorientación, maniobra a menudo para dar a la persona que es su objetivo, una
percepción bastante diferente de la realidad, aún así, la persona desorientada
diabólicamente sigue convencida de que lo que piensa es la verdad, cuando esa “realidad”
es una mentira.
Los individuos y la sociedad
están afectados
El diablo desorienta a los individuos haciéndolos pensar que en vista de su riqueza y
su éxito, están siendo bendecidos por Dios, cuando, al contrario, ellos están cometiendo
pecado, estafando y mintiendo, y se están arrojando ellos mismos de cabeza al infierno.
Aún peor que la desorientación diabólica de un individuo, es la desorientación de
toda una sociedad, que insulta e ignora a Dios y a Su Madre.
El diablo tiene a muchos corriendo en búsqueda del poder, del dinero, de los
placeres ilícitos, falsa ambición, asesinando a sus propios niños antes de nacer. El don más
precioso en el mundo son los niños, sin embargo el diablo – obviamente – los engaña
haciéndolos pensar que están haciendo cosa buena al abortarlos.
Los médicos, enfermeras, políticos, hasta el gran público que apoyan el aborto,
están desorientados – y eso está teniendo mortales efectos, asesinando a 50 millones de
niños por año, además de enviar a los autores del aborto al infierno por toda la eternidad, si
ellos no se arrepienten.
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http://www.fatima.org/span/crusader/cr83/cr83pg3.pdf
Aun algunas redes católicas
están desorientadas
La desorientación en gran escala está descripta en el libro titulado EWTN: A
Network Gone Wrong (Una red que va por mal camino). Ese libro expone como EWTN;
una llamada “red católica de televisión,” lleva por mal camino aun a católicos practicantes
al transmitir sus herejías y su propia desorientación como si fuera “verdad evangélica”.
El liderazgo desorientado de EWTN está engañando a muchos católicos que han
recibido la verdad de la Fe por el Bautismo. Estos católicos de EWTN reconocen la
verdadera Iglesia de Cristo; sin embargo, ellos siguen adelante y, al menos implícitamente,
niegan uno o más artículos de la Fe, lo cual los hace herejes materiales.
Una vez que un católico se da cuenta que su error es directamente contrario a la fe
católica y se vuelve obstinado y no rechaza el error, se convierte en un hereje formal, no
sólo un hereje material.
Un hereje material es una persona que cree una herejía sin saber que es una herejía;
por ejemplo, cuando una persona piensa que puede ser bueno sin la ayuda de la gracia
sobrenatural de Dios, y no se da cuenta que esa es la herejía del pelagianismo (el
naturalismo).
Así, obrando de buena fe, ignorando que su teoría es herética (porque nadie se lo
señaló nunca) debemos asumir que él no es un hereje formal. El no está rechazando lo que
enseña la Iglesia Católica, aparentemente lo que sucede es que él ignora lo que enseña la
Iglesia Católica.
Un hereje formal es, al contrario, una persona que sabe que lo que él cree es
contrario a lo que está definido por la Iglesia Católica. Continuando con nuestro ejemplo
anterior, la Iglesia Católica enseña solemnemente que para ser buenos, debemos tener la
gracia sobrenatural, pero a pesar de saberlo, el hereje formal rehúsa aceptar esa doctrina
aunque pretende ser católico.
Un hereje formal no puede ser católico, porque un hereje formal ipso facto (eso es,
por el solo acto de cometer la herejía formal), se separa de la Iglesia y, por consiguiente, ya
no es católico. No todos los pecados separan a una persona de la Iglesia, pero el pecado de
la herejía si lo hace.
La desorientación diabólica que estamos experimentando hoy no es sólo que la
mayoría de los no-católicos están desorientados, es también que son ignorantes de que lo
que están haciendo – rehusando entrar en la Iglesia Católica – es seriamente pecaminoso; y
también que ignoran de por qué Dios los creó e ignoran lo que deben hacer para ganar el
Cielo.
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La desorientación diabólica de la que estamos hablando aquí es la desorientación de
los católicos que piensan que están sirviendo a Dios, pero abrazan creencias y prácticas que
son gravemente contrarias a lo que la Iglesia siempre enseñó y practicó. Esa desorientación
ha sido producida por el diablo, en los individuos y en grandes segmentos de la población
católica.
Los ciegos están guiando a los ciegos
Nuestro Señor habló de eso cuando dijo de los fariseos: “Dejadlos, son guías ciegos;
si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en la hoya [del infierno]” (Mat. 15:14). Si una
persona ciega permite ser guiada por otra persona ciega, su suerte será que ambos, el guía y
el guiado, caerán en una zanja o en un pozo profundo. Lo que le ocurriría a un hombre que
es físicamente ciego, también le ocurrirá a uno que es espiritualmente ciego. Este hombre
pierde su camino, no sabe dónde va, y siguiendo a un guía ciego, muy ciertamente
terminará en el lugar malo: el infierno.
Eso es lo que está ocurriendo hoy. La desorientación diabólica no está sólo entre la
gente simple, no sólo entre los pecadores que no tratan de guardar la Ley de Dios, sino que
esa desorientación diabólica ha afectado igualmente a los líderes de la Iglesia.
En realidad, pareciera que son los líderes de la Iglesia, sobre todo, los que están
sufriendo esta desorientación diabólica.
La Hermana Lucía habló sobre esto en sus varias cartas que son citadas por Frère
Michel. Ella se refirió también a esto en su entrevista con el Padre Fuentes, cuando dijo:
“…y como sabe [el diablo] qué es lo que más ofende a Dios, y lo
que en menos tiempo le hará ganar más número de almas, está tratando
de ganar a las almas consagradas a Dios, ya que de esa manera también
deja el campo de las almas desamparado y más fácilmente se apodera
de ellas.”
Hay un número de católicos píos que van a la Iglesia el domingo y rezan, pero
también están infectados por esa desorientación. Esto ocurre porque ellos han confiado en
esos líderes ciegos, contrarios a las gracias de su Bautismo y a las gracias de su
Confirmación y confían en ellos cuando les dicen, “¡Sígannos, somos ortodoxos,
conservadores, verdaderos católicos … sígannos!”
Un gran número de gente desorientada en la Iglesia está gastando su tiempo
pretendiendo que está viviendo su religión cuando, en realidad, está sirviendo al diablo. Esa
es una gran proeza del diablo que hace pensar a aquellos que sirven a sus fines que
verdaderamente están sirviendo a Dios, cuando están sirviendo a satanás. Ese es el epítome
de la desorientación diabólica.
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¿Dónde se origina la frase “desorientación diabólica”?
Debemos agradecer a la Hermana Lucía por acuñar el término. Usted lo encontrará
en sus escritos, especialmente entre 1969 y 1971. Ella vuelve repetidamente a esa
expresión.
Con tantos cambios ocurriendo constantemente en la Iglesia desde el Vaticano II,
fieles católicos y amigos informaron a la Hermana Lucía de las extrañas actividades de
diversos clérigos, Obispos y sacerdotes. Los fieles católicos sabían que algo estaba mal. Y
así, pidieron consejo a la Hermana Lucía sobre esto. Ella explicó que esa es la
desorientación diabólica. Que el diablo es responsable, dijo, y el diablo ha descarriado a
mucha gente, sorprendentemente aun a Obispos y Cardenales; y aunque ella no lo dijo, tal
vez al mismo Papa.
¿Por qué no hemos oído hablar de esta amenaza anteriormente?
Puede ser que la Hermana Lucía no fuera la que acuñó esos términos, pero tal vez
fue la Santísima Virgen misma, en el Tercer Secreto de Fátima. El Tercer Secreto se supuso
que sería revelado para 1960, pero hasta la fecha, todavía no ha sido completamente
revelado.
El Tercer Secreto predice nuestro tiempo de apostasía en la Iglesia. Lo sabemos
porque el Cardenal Ciappi dice: “En el Tercer Secreto, se predice, entre otras cosas, que la
Gran Apostasía en la Iglesia comenzará de su vértice”. Eso significa que un número de
Cardenales, Obispos y sacerdotes en el Vaticano están descarriando a los fieles y
llevándolos a la apostasía.
Es decir que muchos fieles están siendo llevados a la herejía, al cisma y a la rebelión
contra las enseñanzas doctrinales y morales de Dios como enseñó la Iglesia Católica
durante 2000 años. Si usted mira hoy a su alrededor, mucho de lo que ocurre en la Iglesia es
contrario a lo que la Iglesia creyó firmemente y practicó durante siglos.
Fuimos advertidos en el Tercer Secreto que estemos en guardia contra esta
desorientación diabólica y sus transmisores y promotores. Especialmente, nos advierte que
estemos en guardia contra los malos pastores. Decimos malos, no en el sentido de si ellos
son culpables o no, sino malos en el sentido que ellos están descarriando las ovejas hacia el
infierno en lugar de llevarlas al Cielo.
Como el Papa Pío XII decidió no revelar el texto del Secreto antes de su muerte,
éste quedó en manos de alguna gente desorientada, Cardenales y Obispos, quienes, a su
vez, aparentemente reconocieron que eran ellos mismos y sus herejías, apostasías y cismas,
los que fueron descriptos en el Tercer Secreto.
Por una parte, ellos se dijeron a sí mismos que no debían creer ese Mensaje de
Fátima porque es sólo una “revelación privada”. Por otra parte ellos estaban
comprometidos en sus corazones, en sus mentes y en sus aserciones públicas, a abrazar los
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errores a los que su desorientación les había llevado; así, ellos usaron todo su poder de
influencia, su posición y su poder de persuasión para hacer que el Tercer Secreto nunca
fuera revelado.
Así, en general, los fieles han seguido creyendo a estos sacerdotes, Obispos y
Cardenales diabólicamente desorientados, mientras esos mismos hombres de autoridad de
la Iglesia, por su propio acceso privado al Secreto, pudieron estar advertidos y pudieron
reconocer los que habían de ser oponentes primarios a sus errores.
Aquellos que promueven el Mensaje íntegro de Fátima, son los que más teme el
clero diabólicamente desorientado. Por lo tanto, ellos ponen el ardor de sus ataques sobre
aquellos que son marianos y promueven el Mensaje de Fátima íntegro, al igual que atacan a
aquellos que sostienen las creencias y prácticas tradicionales de la Iglesia, porque es allí
donde el diablo, por la desorientación diabólica, dirige su asalto contra las almas. Si él
puede separar las almas de la Fe y de los canales de gracia, entonces él está seguro de
arrastrarlas al infierno.
La advertencia de Fátima ocultada con el
Tercer Secreto
Los líderes de la apostasía han silenciado mucho la advertencia y el consejo venidos
del Cielo en el Secreto de Fátima, que fue destinado a ser dado a los fieles.
En su lugar, ellos interceptaron el Tercer Secreto y lo usaron contra los defensores
de la Iglesia y de la Fe.
Ellos enterraron el Tercer Secreto en 1960 y todavía lo mantienen enterrado; es por
eso que usted no ha recibido en su integridad el Tercer Secreto hasta el presente; y porque,
mientras ellos pretenden estar promoviendo Fátima, están, en realidad, combatiendo
Fátima.
Hemos visto esa desorientación diabólica en Fátima misma, cuando las autoridades
del Santuario de Fátima permitieron un culto hinduista en el mismo Santuario Católico, en
la primavera de 2004.
Presentaron eso al gran público declarando que era una cosa santa y buena. Pero
aunque la autoridad del Santuario, es decir el Padre Guerra, no reconozca eso como un acto
de apostasía, es alentador notar que muchos católicos (algunos de los cuales no van a la
iglesia a menudo) reconocen eso como un acto de apostasía, sacrilegio y blasfemia.
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Defiéndase y defienda a su familia
[1] La primera defensa contra esta desorientación diabólica es rezar, especialmente
el Rosario. Nuestra Señora promete que si usted reza el Rosario todos los días, no caerá en
herejía. Y si usted ya ha caído en herejía, por rezar el Rosario todos los días la Santísima
Virgen lo arrancará de ella.
[2] Los católicos deben rezar el Rosario todos los días, especialmente porque ellos
están casi completamente circundados por líderes que están diabólicamente desorientados,
al igual que por semejantes y colegas que están siguiendo a malos líderes hacia la apostasía.
Usted necesita rezar al menos cinco decenas del Rosario cada día, para conservar sus
sentidos y no perder la cabeza y no verse infectado por esta desorientación.
La Hermana Lucía explicó:
“La gente debe rezar el Rosario todos los días. Nuestra Señora repitió esto en todas
Sus apariciones, como para armarnos anticipadamente contra estos tiempos de
desorientación diabólica, para que no nos dejáramos engañar por falsas doctrinas, y que
por nuestras oraciones, la elevación de nuestras almas a Dios no disminuya”
[3] Conozca mejor su Fe, leyendo y estudiando un buen catecismo católico, uno
publicado antes de 1960, tal como el Catecismo del Concilio de Trento o los catecismos de
San Pío X, o la versión original del Catecismo de Baltimore, publicado en 1880.
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[4] Defiéndase usted mismo conociendo las tretas y técnicas del diablo y sus
seguidores.
Esté informado de algunos de los personajes que pueden creerse católicos, pero que
están promoviendo la apostasía y la inmoralidad. Lea: EWTN: A Network Gone Wrong, que
provee un ejemplo inigualable de la desorientación diabólica que se está difundiendo ante
usted por varios canales que pretenden ser católicos, pero no lo son. Ellos tal vez lo hacen
de buena fe pero no están enseñando la Fe Católica tradicional.
EWTN: A Network Gone Wrong (en inglés) cataloga algunas de las principales herejías que
se están enseñando hoy por los sacerdotes, Cardenales, Obispos, hermanos y hermanas
desorientados y por las llamadas instituciones católicas.
Las definiciones son infalibles – es decir, no pueden fallar
La belleza del libro es que lo remite a usted de vuelta a las definiciones solemnes,
que la Iglesia Católica Romana nos garantiza que son infalibles. Eso es, que si somos fieles
al sentido y al significado de las palabras de los decretos dogmáticos de los Papas y los
Concilios (no del Vaticano II, porque no hay definiciones formales infalibles explícitas en
el Vaticano II, sino de todos los concilios anteriores), estamos en terreno absolutamente
seguro.
Adhiérase – aférrese – a esos dogmas. En cuanto a la Fe, estamos ciertos de estar de
acuerdo con los ángeles y con Dios si nos adherimos a la Fe Católica como fue definida por
esas definiciones infalibles. Reconoceremos así la desorientación diabólica y el error si
alguien, (sea un sacerdote, Obispo, Cardenal, Papa o laico), contradice esas definiciones.
Debemos creer las definiciones y desdeñar las enseñanzas erróneas de aquellos líderes
ciegos, de cualquier rango clerical que sean. Las definiciones infalibles son soberanas.
Son llamadas infalibles porque la Iglesia nos dice que estas definiciones no pueden
fallar y que nadie, ni siquiera un Papa, puede contradecirlas. Mientras creamos las
definiciones infalibles somos católicos y estamos creyendo lo que Dios, El mismo nos ha
enseñado a través del Evangelio, la Tradición, Jesucristo mismo y la Biblia.
[5] Usted debe leer también el libro titulado La última batalla del diablo, que le
explica con mayor detalle aún por qué sabemos que el Tercer Secreto se refiere a la
apostasía y a los sacerdotes católicos, Obispos y Cardenales que están promoviendo la
herejía.
Ese libro también le ayudará a comprender las motivaciones (tomadas de sus
propios escritos), para que usted pueda reconocer lo que está ocurriendo al más alto nivel;
quienes son verdaderamente amigos de Dios y de la Iglesia Católica y quiénes sus
enemigos, aún cuando pretendan ser los que sostienen la Fe.
Esos cinco puntos señalados arriba son las cosas que usted puede hacer para
proteger su propia salvación. En caridad y justicia para los demás, estamos obligados
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también a hacer algo respecto a la desorientación diabólica. Usted tiene que educar a sus
hijos, enseñarles el dogma católico usted mismo, porque muchas llamadas escuelas
católicas están enseñando herejías. Usted debe explicarles cuidadosamente y en detalle lo
que la verdadera Iglesia enseña y lo que es la verdadera Iglesia, y cómo identificar a
aquellos que parecen ser católicos, pero no lo son verdaderamente.
Usted debe también transmitir esta información a sus esposos, esposas, hermanas y
hermanos adultos, así como a sus vecinos y a cualquiera que usted conozca que está
tratando de servir a Dios.
Usted debe oponerse a la presente desorientación diabólica. La Hermana Lucía dijo:
“¡Es la desorientación diabólica que invade el mundo y engaña a las
almas! Es necesario resistirla y para ese propósito usted puede usar lo que le
digo aquí …”
Cómo reconocer la
desorientación diabólica
Podemos reconocer un error como algo directamente opuesto a lo que Iglesia
Católica ha enseñado solemne y explícitamente, o lo que enseñaron los santos.
Permítame darle un ejemplo. Los arrianos fueron un grupo de herejes que siguieron
a Arrio, el hereje, y en el a.D. 325, la herejía arriana fue condenada por el Concilio de
Nicea. Los arrianos enseñaron que Jesús no es una persona divina, ni igual a Dios Padre,
pero que es considerado divino en una forma menor de la que es Dios Padre.
De modo que el Concilio de Nicea definió para todos los tiempos que Jesús es Dios,
“Dios de Dios, Luz de Luz, Verdadero Dios de Verdadero Dios, engendrado no creado,
consustancial del Padre”.
¡La palabra clave es consustancial! Consustancial significa que Jesús es de la
misma sustancia que el Padre. Hay solo un Dios. Dios Padre posee la única Divinidad en
una forma y Jesucristo posee la misma única Divinidad en otra forma. Ambos son de la
misma única sustancia. Dios el Espíritu Santo es también consustancial con el Padre y el
Hijo.
Los arrianos, aún después que esto fuera definido por el Concilio de Nicea,
continuaron actuando clandestinamente durante unos diez años y usaron ese tiempo para
remover a los Obispos que no eran arrianos sino ortodoxos. Ellos maniobraron para hacer
remover de su oficio a esos Obispos verdaderamente católicos, con un pretexto u otro,
usando las leyes de la Iglesia y del Estado para alcanzar sus propósitos. También urgieron a
algunos a renunciar a su posición haciéndoles miserable la vida.
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El ataque contra Cristo
En el a.D. 336, en su rebeldía, los arrianos cambiaron una letra de una palabra.
Homousion es la palabra griega que significa consubstancial, homousion es la palabra
usada en la definición solemne del Concilio de Nicea. Los arrianos agregaron una “e” a la
palabra para hacerla leer Homoeusion –que significa “semejante en substancia”. Los
arrianos cambiaron así el sentido de la definición “de la misma substancia que el Padre”
por un mero “semejante al Padre”.
Por esa astucia lingüística [similar a las que los Modernistas usan hoy], ellos
causaron suficiente confusión y desorden para obtener del poder secular del Emperador que
promoviera a Obispos que eran arrianos, y no católicos, a posiciones de autoridad en la
Iglesia Católica.
Para hacer que los fieles consintieran con sus herejías, ellos introdujeron nuevas
prácticas en la Misa, tales como la Comunión en la mano (en vez de la lengua). El
propósito de eso fue reforzar la creencia en la nueva doctrina que decía que Jesús no es
igual a Dios Padre, de manera que en lugar de recibir la Hostia en la lengua como
enseñaron los Apóstoles, ellos trataron la Sagrada Hostia como si no fuera tan importante.
Por eso, ellos alentaron a los laicos y religiosos a tomar la Hostia en sus propias manos.
La reverencia católica y la adoración a la Sagrada Hostia fueron destruidas por los
arrianos, quienes enseñaron a sus seguidores y a los confundidos católicos a no adorar a
Jesús como Dios, y a no tratarLo con la profunda reverencia que Él merece.
De esa manera, en la Iglesia Católica muchos fieles fueron engañados por
aproximadamente el 90% de los Obispos católicos entre los 336 y 381 a.D. En 359 y 361,
ellos hasta convocaron falsos concilios.
Ellos también persiguieron a Obispos y sacerdotes fieles, tales como San Atanasio,
quien fue Obispo de Alejandría, en Egipto, desde 326 a 371 a.D. Los otros Obispos de
Egipto, quienes eran arrianos, forzaron a San Atanasio al exilio en cinco ocasiones
diferentes. Es así, que estuvo en el exilio durante 17 de aquellos 45 años. Y, a veces, tuvo
que huir para salvar su vida.
Los Obispos arrianos no se detuvieron en nada. Incluso ellos acusaron a San
Atanasio de pecar con una prostituta y lo llevaron a juicio con la prostituta como testigo
principal. San Atanasio, familiarizado con el Evangelio, — “…sed, pues, prudentes como
serpientes y sencillos como palomas” (Mt. 10:16) — derrotó a sus enemigos con su mismo
juego. Él era inocente, y sabio como una serpiente. Vistió a su propio Vicario General con
sus ropas de Obispo y fue a la corte vestido como un simple sacerdote. En la sala del
tribunal, la prostituta testigo señaló con su dedo al Vicario General de Atanasio y dijo, “Allí
está Atanasio. Él es”. Así se probó que ella mentía, ya que no era Atanasio.
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Como identificar los errores de hoy
Estoy contando esta historia de los arrianos por una simple razón: En el a.D. 540,
aproximadamente 150 años después que terminara la herejía arriana (como una fuerza
social en la Iglesia), San Vicente de Lérins contestó una simple pregunta de los fieles:
“¿Qué hacer para reconocer, nosotros los hombres en los bancos de la iglesia, la herejía y
los grupos y movimientos heréticos?”
Como recuerdo, San Vicente planteó este problema: “¿Supongamos que una nueva
enseñanza es introducida en un país o diócesis, como debe reaccionar un miembro de entre
los fieles?” San Vicente dice que el católico debería mirar hacia otras partes del mundo
católico para ver lo que los católicos contemporáneos están haciendo en otras partes.
Por ejemplo, si Enrique VIII introdujo un nuevo servicio de comunión en las
iglesias católicas de Inglaterra – los católicos en Inglaterra pueden obtener informes de lo
que los católicos están haciendo en Francia y así darse cuenta que los católicos allí todavía
están asistiendo a la misma Misa de su antepasados, y no ser engañados por la mentirosa
novedad que está aconteciendo en Inglaterra.
“¿Qué hacer entonces”, dice San Vicente, “si las nuevas prácticas son introducidas
en todo el mundo católico al mismo tiempo?” Siguiendo nuestro ejemplo anterior, ¿qué
ocurre si un católico en Inglaterra se encuentra con que sus contemporáneos en otros países
están así también afectados al mismo tiempo?
San Vicente entonces contesta su propia pregunta afirmando que los católicos que
quieren permanecer católicos, deben referirse a lo que hicieron sus antepasados. Y así,
siguiendo el ejemplo de sus antepasados no serán ganados por cualquier novedad
mentirosa.
Para citar a San Vicente de Lérins, él dice:
“¿Qué otra elección puede hacer un católico si algún nuevo contagio
intenta envenenar ya no una pequeña parte de la Iglesia, sino toda la Iglesia al
mismo tiempo, entonces su preocupación principal será adherirse a la
antigüedad (tradición), la cual ya no puede ser extraviada por ninguna novedad
mentirosa.”
Eso es lo que los católicos de hoy deben hacer – aferrarse a la Tradición de todos los
tiempos y no permitirse ser engañados por las mentirosas novedades introducidas en toda la
Iglesia desde el Concilio Vaticano II.
Así pues, ¿cómo reconocemos nosotros lo que es cierto? La respuesta es, lo que la
Iglesia siempre hizo, siempre dijo, siempre enseñó. Todo eso está explicado más a fondo en
el libro, EWTN: A Network Gone Wrong.
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http://www.fatima.org/span/crusader/cr83/cr83pg3.pdf
Es por eso que es tan importante para usted leer libros católicos tradicionales
saludables. Por eso proveemos el Servicio de Libros de Nuestra Señora, para que usted
pueda tener una forma de conocer la verdadera Fe enseñada por nuestros antepasados y los
santos de todas las épocas anteriores y por los Apóstoles.
Los oponentes del verdadero Catolicismo saben que la Fe nos llega al escucharla.
Eso es, la Fe es transmitida por palabras, y para atacar la verdadera Fe, ellos atacan los
términos y las distinciones precisos enseñados durante muchos siglos en la filosofía
escolástica y la teología. Esos términos son los cimientos fundamentales que forman las
definiciones dogmáticas católicas infalibles. Es a través de las definiciones dogmáticas que
la Fe Católica nos ha sido transmitida infaliblemente desde hace 2000 años.
Los Modernistas, los herejes de nuestros días, sustituyen algo nuevo en su lenguaje
ambiguo y pretenden que eso es lo que la Iglesia siempre enseñó. Ellos atacan las
enseñanzas de Santo Tomás de Aquino, el Catecismo de Baltimore, el Concilio de Trento,
los Concilios Dogmáticos, o los pasan por alto en silencio.
Usted puede identificar a muchos de los modernistas por la manera en que atacan la
sustancia de las palabras de las doctrinas, por como hablan de ellas. ¿Están promoviendo
piedad, respeto y honor por Jesús, María y los santos o están actuando y hablando
insensible e irrespetuosamente sobre santas doctrinas y de los mismos santos. Por sus
nuevas prácticas y actitudes, por cómo actúan en la Misa y rezan, le dan señales para estar
en guardia.
Lo que la Iglesia ha enseñado y practicado por siglos es seguro. Pero usted debe ser
cauto con todo lo que es nuevo o cambiado, incluso si viene de un Concilio o de un Papa o
un Cardenal, si va en sentido contrario a lo que la Iglesia siempre ha enseñado o realizado.
Confrontado con enseñanzas nuevas, usted debe estar dispuesto a ponerse de pie – o al
menos a mantener la mente abierta – y reconocer que tal vez uno de los sacerdotes,
Obispos, Cardenales o hasta el Papa pueden estar desencaminándolo de su Fe al promover
una falsa doctrina, aún si el desencaminado cree que lo que él está haciendo es por una
buena razón.
Por ejemplo, la práctica de hoy del ecumenismo, que no procura convertir a los nocatólicos a la única verdadera Iglesia, sino busca más bien una convergencia con ellos, es
contraria a lo que la Iglesia siempre enseñó, a lo que la Iglesia definió infaliblemente. Eso
debe resistirse. Otro ejemplo, es este: si usted encuentra un sacerdote en el confesionario
que le dice que lo que la Iglesia siempre ha enseñado que son pecados, no son, de acuerdo a
él, pecados, evite confesarse con ese sacerdote.
Todos estamos afectados
La desorientación diabólica afecta a todos en formas diferentes. Estamos hablando
ahora sobre los católicos vivos desde el Concilio Vaticano II. La mayoría de católicos, por
ejemplo, piensan que no tienen que hacer penitencia los viernes y así, de manera muy
práctica, están desorientados. Ellos están siendo mal conducidos porque Nuestro Señor
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mismo dijo en la Escritura, “…si no hiciereis penitencia, todos igualmente pereceréis”. (Lc.
13:3)
Cada uno de nosotros tiene el pecado original. Aunque éste sea quitado en el
Bautismo, algunos efectos se conservan en el alma. Esos efectos deben ser combatidos y
una de las armas necesarias para pelear contra ellos es la penitencia.
Hacer penitencia los viernes
Las palabras de Nuestro Señor no pasarán y lo que Él nos enseña es absolutamente
cierto. Esa gente que piensa que no tiene que hacer penitencia los viernes está cayendo en
la trampa del diablo, aunque por su ignorancia no sea plenamente una falta suya.
Cristo sufrió por nuestra salvación en un viernes y debemos dar reconocimiento
público de ese acto. El acto de hacer penitencia en viernes no es simplemente un acto
privado sino un acto público para dar testimonio de nuestra penitencia públicamente. Es
lógico que lo hagamos los viernes en pública reparación por nuestros pecados. (Debemos
ofrecer a Dios nuestros actos de penitencia en unión con la Crucifixión de Nuestro Señor.)
Es por eso que la Iglesia Católica, hasta hoy, contrariamente a la mala información que nos
rodea, insiste que debemos hacer penitencia todos los viernes.
No falte a la Misa del domingo
¿Por qué será que antes del Vaticano II, el 75% de los católicos de Norteamérica iba
a Misa todos domingos y ahora sólo lo hace el 25%? Obviamente, un 50% de los católicos
de Norteamérica están afectados por las ideas que están prevaleciendo a su alrededor, de
manera que ellos no conocen (y no sienten) la necesidad de ir a Misa y de dar culto a Dios
todos los Domingos. Tal vez ellos piensan que no necesitan las gracias que obtienen
únicamente por ir a Misa. En realidad, es un pecado mortal no ir a Misa en Domingo a
menos que uno tenga una razón grave para no hacerlo. Necesitamos las gracias que Dios
nos da en la Misa. Sin la gracia caeremos, ciertamente, en otros pecados mortales.
Divorcio por “nulidades”
Antes del Vaticano II, el número de parejas católicas que estaban separadas y
divorciadas era muy pequeño. Sospecho que en los practicantes de la Fe era menos del 1 %.
Antes del Vaticano II, tenían lugar en Norteamérica aproximadamente 100 “nulidades” en
un año. Desde ese Concilio, el Vaticano dispensa muchos miles de “nulidades” por año a
parejas norteamericanas. Esos son errores basados en la desorientación diabólica.
La nueva “teología” y las nuevas teorías han causado que muchas “nulidades” de la
actualidad, fueran convertirlas en cierta clase de “divorcio” católico. “Nulidad” es un
término legítimo que significa que nunca hubo matrimonio, aunque el hombre y la mujer
pasaran por una ceremonia de matrimonio, a causa de algún impedimento verdadero que
impidió que el matrimonio tuviera lugar (por ejemplo, si una de las partes, secretamente, ya
era casada). Pero la palabra “divorcio” significa algo que dice, si, estuvimos casados,
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incluso aunque nos prometimos uno al otro e intercambiamos votos de matrimonio ante
Dios, ahora nosotros pretendemos tener derecho a separarnos de nuestro primer cónyuge y
casarnos con alguien más.
El divorcio está prohibido por Nuestro Señor Jesucristo (Mt. 19:3-12) y por la
enseñanza de la Iglesia Católica. Sin embargo, por desconocer las reglas de lo que es el
matrimonio y lo que el consentimiento informado es, ellos han podido encontrar una
escapatoria falsa y aplacar las conciencias de muchos miles de parejas por año. (Esto no es
decir que todas las declaraciones de nulidad son inválidas). Pero los tiempos en que
vivimos están tan radicalmente desorientados, que debemos estar en guardia contra errores
que son presentados a nosotros como si fueran nuevos descubrimientos o como si nuestros
antepasados hubieran sido tontos y no hubieran sabido nada.
Persecución a la Misa Tridentina y a sus fieles
La apostasía y la desorientación diabólica están afectando a mucha gente. ¿Lo afecta
a usted personalmente de tales modos? Tal vez no, pero por otra parte, si usted está
adherido a la Fe Católica tradicional y asiste a la Misa Tridentina, usted es afectado porque
la gente que pretende ser católica lo ridiculiza y acusa de ser desobediente o hereje o falso
católico, cuando en realidad, usted está siendo fiel. Sin embargo, usted está sufriendo
persecución de los falsos hermanos, quienes, irónicamente, pretenden ser santos, obedientes
y católicos ejemplares. Es una prueba soportar esto, pero si lo ofrecemos en unión con los
sufrimientos de Nuestro Señor, obtendremos muchos meritos en el Cielo.
La Misa Tridentina, la Misa de todas las edades
Durante más de treinta años la desorientación diabólica ha difundido la falsedad de
que la Misa Tridentina estaba prohibida, que quienes concurrían a ella es desobediente, y
que aquel sacerdote que celebra la Misa Tridentina es algo así como un rebelde.
La verdad de la cuestión es que la Misa Tridentina nunca ha sido prohibida. Nueve
Cardenales designados para una Comisión Especial en 1986 por el Papa Juan Pablo II,
contestaron la pregunta, “¿El Papa Pablo VI, o alguna otra autoridad competente, prohibió
alguna vez la Misa Tridentina?” La respuesta fue “¡No!” Los nueve Cardenales fueron
consultados sobre si algún sacerdote (en buena posición ante Dios) del Rito Latino pudo
haber sido impedido por un sacerdote, Obispo, Cardenal o Papa de ofrecer la Misa
Tridentina, y la respuesta de los nueve fue, “nadie puede mandar a un sacerdote no celebrar
la Misa Tridentina”.
Aún este año, el Cardenal Castrillón Hoyos continúa diciendo en público que la
Misa Tridentina no está prohibida, y el Cardenal Estevan también confirma eso. Hay
mucho más sobre esa cuestión que hemos escrito en anteriores Crusaders (la revista The
Fatima Crusader) para probar que la Misa Tridentina nunca ha sido prohibida.
Obviamente, la vasta mayoría de los católicos no están yendo a la Misa Tridentina
en la actualidad, aun cuando los decretos y credos del Concilio de Trento y del Concilio
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Vaticano Primero nos dicen que los católicos tienen la obligación de sostener y abrazar los
ritos tradicionales de la Iglesia.
Los Credos del Concilio de Trento y del Primer Concilio Vaticano (1870) afirman:
“Recibo y admito también los ritos de la Iglesia católica recibidos y aprobados en la
administración solemne de los sobredichos sacramentos”. Y el Concilio de Trento decreta
infaliblemente que:
“Si alguno dijere que los ritos recibidos y aprobados de la Iglesia
Católica que suelen usarse en la solemne administración de los sacramentos,
pueden despreciarse o ser omitidos, por el ministro a su arbitrio sin pecado o
pueden ser cambiados por otros nuevos ritos por obra de cualquier pastor de
las iglesias, quienquiera sea, (quemcumque) sea anatema.”. (Sesión 7, Canon
13, Dz 856; D.S. 1613)
Hoy, también es obvio que una vasta mayoría de sacerdotes no están ofreciendo la
Misa Tridentina, cuando deberían hacerlo.
Hoy son muchos los que están siendo engañados
Así, a diario, los católicos están siendo engañados en todas partes por un falso
catolicismo. Los ejemplos incluyen las llamadas redes católicas de televisión (EWTN por
ejemplo), los catecismos modernizados, una noción falsa de unidad cristiana, los cursos de
preparación para el matrimonio que les dicen que está permitido el uso de la
anticoncepción, o que es correcto usar la Planificación Familiar Natural (PFN) bajo todas
circunstancias, etc. La lista continúa interminablemente.
Las parejas casadas que practican la anticoncepción y la PFN ilegal están entre los
primeros candidatos a la diabólica desorientación, pues “sobre ellos tiene poder el diablo”.
(Tobías 6:17)
El laico católico (y la laica católica) promedio, es blanco del engaño a cada paso.
Muchos católicos están rodeados por un falso catolicismo y cada uno de nosotros
necesitamos reaccionar y adquirir vigor espiritual y fervor. Debemos vacunarnos con la
oración y nuestras mentes con la buena enseñanza católica de todos los tiempos. Debemos
vacunar nuestros contactos sociales asociándonos con verdaderos católicos tradicionales.
De otra manera podríamos ser lo suficientemente afectados como para ser arrastrados al
infierno.
Fátima atacada
Aun sobre la cuestión de Fátima, a usted se le dicen que no tiene que creer en
Fátima, que es sólo una “revelación privada”. Eso es falso. El Padre Joseph de Santa María,
un gran teólogo carmelita que trabajó con el Papa Juan Pablo II, explicó que Fátima está en
una categoría más alta que una “revelación privada” y no debe ser ignorada. El erudito
Obispo Rudolph Graber, de Alemania, dijo que Fátima no es meramente una “revelación
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privada” pues está en la categoría de las revelaciones públicas proféticas, y que todos
nosotros estamos obligados a tomar seriamente a Nuestra Señora de Fátima.
Es muy sencillo. San Pablo nos dice, “No apaguéis al Espíritu. No despreciéis las
profecías. Probadlo todo y quedaos con lo bueno”. (I Tes. 5:19-21) El Mensaje de Fátima
ha sido probado por la Iglesia Católica y encontrado verdadero y, por lo tanto, estamos
obligados a adherir a él.
El verdadero Mensaje de Fátima es el antídoto contra la diaria desorientación
diabólica. Los católicos falsos, protegiendo su “nueva religión”, contraatacan Fátima
porque es una defensa de la Fe Católica. Ellos atacan Fátima sustituyendo una “nueva
versión” de Fátima que es obviamente una mentira. Una vez más le digo, mucho de esto
está documentado en La batalla final del diablo.
¿Podemos esperar ayuda del Cielo?
¡Ciertamente! En realidad, en el Mensaje de Fátima, Nuestra Señora promete, “Por
fin, Mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará Rusia, que se
convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz”.
Sabemos que al fin, la herejía del Modernismo, “síntesis de todas la herejías”, será
vencida con los medios que la Santísima Virgen nos dijo en Fátima que debemos usar.
Pero también nosotros debemos hacer
nuestra parte
El Cielo ciertamente nos ayudará si hacemos nuestra parte. La Santísima Virgen
insistió en que cumplamos nuestro deber rezando el Rosario todos los días, usando el
Escapulario de Nuestra Señora del Carmen, y haciendo las Comuniones de Reparación en
los primeros sábados – eso es Confesión, Comunión, 15 minutos de meditación sobre los
Misterios del Rosario, como también la recitación de cinco decenas del Rosario con la
intención de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.
Debemos hacer nuestra parte informando a otros. No debemos esperar que nuestros
sacerdotes, nuestros Obispos y nuestro Papa dirijan el llamado a la penitencia. Como dijo la
Hermana Lucía:
“No esperemos que venga de Roma una llamada a la penitencia,
de parte del Santo Padre, para todo el mundo; ni esperemos tampoco
que venga de parte de los señores Obispos para cada una de sus
diócesis; ni siquiera tampoco de parte de las Congregaciones Religiosas.
“No; ya Nuestro Señor usó muchas veces estos medios, y el
mundo no le ha hecho caso. Por eso, ahora, ahora que cada uno de
nosotros comience por sí mismo su reforma espiritual; que tiene que
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salvar no sólo su alma, sino salvar a todas las almas que Dios ha puesto
en su camino.”
Contando con la Gracia de Dios, podemos hacer todo lo que Dios y la Santísima
Virgen piden de nosotros. Debemos ser un buen ejemplo para aquellos que tenemos cerca y
queremos, y enseñarles la verdad con toda caridad y bondad. No debemos sentirnos
perturbados por aquellos que nos ignoran y ridiculizan.
Instruyámonos en las fuentes auténticas de las que la Iglesia siempre enseñó.
El Santo Rosario vence todos los problemas
La Hermana Lucía nos dice:
“…no hay problema, por más difícil que sea, sea temporal o
sobre todo espiritual, que se refiera a la vida personal de cada uno de
nosotros, o a la vida de nuestras familias sean familias del mundo o
Comunidades Religiosas; o la vida de los pueblos y naciones; no hay
problema, repito, por más difícil que sea, que no podamos resolver
ahora con el rezo del Santo Rosario”.
Comience su propia Cruzada del Rosario, usted mismo, personalmente; luego con
su familia, amigos y vecinos. Promueva el Rosario en todas partes y haga que otros hagan
lo mismo, para vencer la desorientación diabólica y alcanzar la verdadera paz para el
mundo y para la Iglesia.
En estos tiempos peligrosos, sigamos el consejo de San Pablo:
“Te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a
vivos y muertos, por su aparición y por su reino: Predica la palabra,
insiste a tiempo y a destiempo, reprende, censura, exhorta con toda
longanimidad y doctrina, pues vendrá tiempo en que no sufrirán la sana
doctrina; antes, por el prurito de oír, se amontonarán maestros
conforme a sus pasiones y apartarán los oídos de la verdad para
volverlos a las fábulas. Pero tú se circunspecto en todo, soporta los
trabajos, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.”
(II Tim. 4:1-5)
final:
Rezo para que usted y yo permanezcamos fieles y podamos decir con San Pablo al
“He combatido el buen combate,
he terminado mi carrera,
he guardado la Fe.”
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