Ensayo sobre dos poemas de Pablo Neruda

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 Ensayo sobre dos poemas de Pablo Neruda FLS 592 Rafaela George El 3 de junio, 2009 A primera vista los poemas, “Al frío“ y “Comienzo por invocar a Walt Whitman”, parecen ser muy distintos, pero al analizarlos con más profundidad las semejanzas se aclaran más y más. En gran respecto los dos poemas tocan el tema de la muerte, aunque una de ellas se causa por un tipo de cáncer y la otra por otro. El cáncer físico es el que Neruda sufre y el que lo lleva precipitadamente a su muerte. El otro cáncer se encarna por el presidente estadounidense de ese entonces, Richard Nixon. A continuación desarrollaré los dos poemas explicándose entonces ese hilo que tienen en común. La primera línea del poema “Al frío” evoca una imagen de lo muerto y seco de la naturaleza en el invierno, con las características invernales típicas. El “frío entre árboles sin hojas” (2004: p. 49) provoca una sensación de una muerte fría y cercana, el cuerpo sin vida, el cuerpo desnudo, cubierto por la tierra fría y helada. La imagen evoca un cuerpo al cual se le ha caído o deshecho todo‐ el pelo, los dientes, las uñas, la piel, los órganos, con lo único que queda siendo los huesos del esqueleto. En la segunda estrofa Neruda hace otra impactante comparación con uno muerto, “blanco como un pez muerto: / sólo el frío es acción: el frío vive” (2004: p. 50). No es sólo un pez helado sino el hombre muerto, helado y blanqueado como un pez después de estar sumergido en hielo para evitar que se pudra y apeste. E igual al pez helado, el hombre se hace inmóvil y tieso por la muerte y el frío helado que de hecho también lo preserva por un tiempo. En la tercera estrofa Neruda hace referencia a como el hombre ( o él en particular) se enfrenta a la muerte en cuanto más se le acerca. Este enfrentamiento podría manifestarse de formas innumerables; con valor, con resignación, o con tristeza entre ellas. Las líneas, “Hay, acaricia aún la tierra / antes que la visita del verano / imponga su letárgica amapola!” (2004: p. 50) evocan una imagen interesante porque es lo opuesto del invierno, con cual anteriormente comparaba la muerte Neruda. Usualmente es el invierno que se asocia con lo muerto, o por lo menos lo que parece estar muerto. Sin embargo, Neruda da la impresión de que es el calor veraniego el que adormece o endroga, causándole un estupor al cuerpo, como los efectos de la droga de la amapola adormidera. Tal vez si uno se enfrenta a la muerte con esta actitud, la sensación sería una de lento delirio al dar los últimos respiros. La última estrofa hace transparente la actitud de que la muerte es el máximo enemigo, el cual nadie ni los más poderosos de los tiempos han podido vencer. Este enemigo es el que nos roba todo, nos quita todo, nos hace polvo. Otra vez se visualiza ese frío, helador permanente de la muerte. Para esta lectora la referencia a la “ala de piedra” es la tierra pesada que al mismo tiempo cobija y aplasta a uno en la tumba, vencido e invisible, en la oscuridad para siempre. El segundo poema, “Comienzo por invocar a Walt Whitman”, también tiene mucho que ver con la muerte, pero ahora se trata de una muerte innecesaria, causada por los caprichos y ambiciones imperialistas del presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon. En este caso Nixon es un cáncer fatal externo, parasítico de la raza humana por todo el mundo. Whitman será el recipiente de este mensaje por ser uno de los gran poetas norteamericanos quien también sintió un deber de hacer que su voz se oyera no solamente a través de su poesía sino en el ambiente político de su país. Por otra parte, Neruda quiere el apoyo de los poetas antepasados como Whitman para tener aún más fuerza para enfrentar a Nixon y vencerlo por completo. En la segunda estrofa también se refiere a Nixon como persona sanguinaria. Esta palabra de inmediato hace a uno pensar del famoso personaje de los libros y películas, el malvado Dracula. Dracula también era un hombre con una insaciable sed de sangre, sangre que le daba vigor y vida. Luego, en la siguiente estrofa, Neruda explica que nadie puede vivir en paz y trabajar tranquilamente en ningún rincón del mundo mientras Nixon viva, porque en cualquier momento les causaría la muerte cobarde, igual como la gente que vivía en el mismo ambiente y tiempo de Dracula. Al ver la estrofa antepenúltima se ve que la solución al problema Nixon es matarlo; matarlo figurativamente con la pluma y la letra del poeta. Se puede inferir que para Neruda es una obligación inherente suya de acabar con Nixon porque a pesar de ser el líder del país más poderoso, país que logra llegar a la luna y así abriendo la posibilidad de encontrar alguna forma de existir en el espacio, aquí en la tierra usa su poder militar para acabar con miles y miles de humanos. Específicamente, Neruda se refiere a la “genocida” en Vietnam. Pero no es solamente por el desastre en Vietnam sino que también por la influencia inmensa de Nixon en Chile. Esta presencia se siente por todos lados, como con la plata de la CIA, la ITT y los bloques económicos. Después de un análisis de “Al frío” y “Comienzo por invocar a Walt Whitman”, la conexión entre los dos poemas se aclara por completo. El hilo que los conecta es el cáncer físico y el externo personificado por Nixon. Así como el cáncer físico lleva a Neruda cada día más cerca a la muerte, el otro cáncer lleva a miles y miles de hombres hacia el mismo temeroso final. Los dos cánceres son crueles y destructores. Los dos provocan temor y rabia a la vez, pero al menos ese cáncer externo sí se puede vencer. Bibliografía Neruda, Pablo. Geografía infructuosa / Incitación al nixonicidio / 2000 / El corazón amarillo / Elegía. 2004, Random House Mondadori, S.A. 
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