üéuil, Collomb, Loriére, etc., habían prestado ala Geología española

Anuncio
DE HISTORIA N A T U R A L .
üéuil, Collomb, Loriére, etc., habían prestado a l a Geología
española y al que tiene el honor de dirigiros la palabra, estimulándole al estudio y facilitándole los medios de aprender lo
que en el ramo sabe. Un gran banquete aquella misma noche
en el suntuoso Hotel Continental coronó dignamente la fiesta,
cuyos convidados fuimos los extranjeros, reinando en aquel
espléndido salón el mayor entusiasmo por la c i e n c i a , sin
mezcla por supuesto de esas pequeñas y miserables pasiones
que, por desgracia, entre nosotros todo lo envenenan y a c i baran.
La misma Sociedad celebró sesión una de las noches i n mediatas, en la cual tuve la satisfacción de ofrecer á la m i s ma dos hermosos ejemplares de aquellos singulares fósiles
encontrados por mí en el terreno terciario de Alcoy, que os
enseñé en otra sesión, y que, sometidos al estudio del insigne
marqués de Saporta, parece ser que se asemejan mucho á los
C'hamelloflcus,' reservándose dar este especialista en plantas
fósiles su descripción y dibujos á la mayor brevedad, según
me manifestó allí mismo. También expuse'en breves frases el
resultado del estudio comparativo entre Sierra Nevada de E s paña y de California que acabáis de oir.
La noche siguiente presencié, señores, en el circo de los
Campos Elíseos el triunfo del insigne viajero sueco Nordenslriold, cuya descripción renuncio á haceros, porque no h a y
palabras que expliquen ciertos hechos si no se ha tenido la
fortuna de presenciarlos. Pero terminada aquella entusiasta
cuánto merecida ovación, acerquéme al héroe de la fiesta, y
como antiguos lazos de amistad, desde que juntos estudiamos
la Geología en París, nos unen, lo felicité c'ordialmente á nombre del Gobierno de S. M. y de las principales corporaciones
de Madrid.
Terminada mi principal misión en la capital de Francia,
trasládeme á Tolosa, á cuyo vicecónsul, nuestro querido consocio Sr. D. José L l u c h , habia ofrecido, de paso á la ida, h a cerle una visita, y como quiera que allí existe una Academia
hispano-portuguesa, creada por el entusiasta Sr. D. Enrique
Lacaze, con objeto de enseñar á los de su país la esplendente
lengua de Cervantes, me presté gustoso á dar una conferencia, mitad en francés y mitad en español, en el local d é l a
Academia, con objeto de darles una idea del movimiento inte-
Descargar