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Rev Esp Patol. 2013;46(1):3---13
R E V I S TA
E S PA Ñ O L A
D E
Patología
www.elsevier.es/patologia
REVISIÓN
Orientación diagnóstica de las enfermedades renales glomerulares
Eduardo Vázquez Martul
Servicio de Anatomía Patológica, Complejo Hospital Universitario A Coruña (CHUAC), A Coruña, España
Recibido el 10 de febrero de 2012; aceptado el 3 de septiembre de 2012
Disponible en Internet el 24 de octubre de 2012
PALABRAS CLAVE
Inmunofluorescencia;
Microscopia
electrónica;
Microscopio óptico
KEYWORDS
Immunofluorescence;
Electron microscopy;
Optical microscopy
Resumen Un correcto abordaje en el diagnóstico de las diferentes enfermedades glomerulares exige un estudio metodológico que incluye no solo las características histopatológicas sino
también conocimiento clínico. El principal objetivo de este artículo es una orientación para
el diagnóstico y la clasificación de las enfermedades glomerulares atendiendo a su principal
característica histopatológica, o patrón básico, y a las lesiones secundarias asociadas. Consideramos patrones básicos a: cambios mínimos, proliferación mesangial difusa, glomerulonefritis
membranosa, glomerulonefritis membranoproliferativa y glomerulonefritis extracapilar. Dependiendo de la principal presentación clínica y de la inmunofluorescencia se identifican diferentes
entidades nosológicas clínicas, como nefropatía IgA, nefropatía con depósitos de IgM, nefropatía por depósitos de C1q o C3 que se pueden presentar con el mismo patrón básico histológico.
Igualmente, una entidad clínica como nefropatía IgA o lupus eritematoso pueden iniciarse con
diferentes formas histológicas. Existen otras lesiones «cualificantes» o secundarias, generalmente segmentarias, que pueden superponerse a un determinado patrón básico. Entre estas
lesiones destacamos: necrosis fibrinoide, cariorrexis, trombos capilares, presencia de leucocitos polimorfonucleares, esclerosis glomerular segmentaria o global, nódulos mesangiales y
semilunas segmentarias. Estas lesiones son de gran utilidad para conocer los índices de cronicidad o de actividad en una biopsia, hecho muy importante para determinar el pronóstico y el
tratamiento, independientemente del tipo básico, sobre todo en enfermedades sistémicas. El
uso del microscopio electrónico es muy útil en nefropatología, pero sobre todo en las glomerulonefritis con depósitos fibrilares, microtubulares, nefritis hereditarias, formas de GMP y, más
recientemente, en la glomerulopatía del trasplante.
© 2012 SEAP y SEC. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
Diagnostic guidelines for glomerular disease
Abstract In order to reach a correct diagnosis of glomerular disease, both clinical and histopathological data need to be considered together. This article aims to provide a comprehensive
guide for the diagnosis and classification of glomerular disease, outlining its main histopathological characteristics and associated secondary lesions. The main glomerular histologic pattern
or main glomerular histopathologic models show minimal glomerular changes, diffuse mesangial proliferation, membranous glomerulonephritis, membranoproliferative glomerulonephritis
Correo electrónico: [email protected]
1699-8855/$ – see front matter © 2012 SEAP y SEC. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.patol.2012.09.003
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E. Vázquez Martul
and diffuse extracapillary glomerulonefritis. Depending on the clinical presentation and immunofluorescence, these basic histological patterns can be associated with different entities such
as: IgA nephropathy, IgM, and C1q or C3 nephropathy. Other qualifying or secondary lesions,
generally segmental, may also be found, which can be superimposed on a certain basic pattern. The most important of these are fibrinoid necrosis, capillary thrombi, leucocyte exudation,
segmental sclerosis and segmental extracapillary proliferation. These lesions are useful in measuring the acute or chronic stage of renal disease, especially lupus nephritis and vasculitis.
Transmission electron microscopy is essential in order to classify different nephropathies with
fibrillary deposits and, recently, transplant-related glomerular disease.
© 2012 SEAP y SEC. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved.
Introducción
La complejidad de las enfermedades renales glomerulares
y/o tubulointersticiales, sus variantes clinicopatológicas,
su diferente pronóstico y su complejo tratamiento exigen
una correcta valoración histopatológica de la biopsia renal,
hasta el momento el mejor método diagnóstico existente.
Este hecho obliga al anatomopatólogo a una familiarización y conocimiento de los principales síndromes clínicos
nefrológicos y a seguir una determinada metodología. Esta
metodología de estudio comienza por la necesidad de un
protocolo clínico que debe ir adjunto a la petición de
la biopsia renal; en segundo lugar, la exigencia de una
buena técnica que abarca desde la fijación hasta secciones
finas, pasando por tinciones de buena calidad. Por último,
no debemos olvidar que muchas enfermedades renales
van a exigir no solo estudios especiales de inmunofluorescencia (IF), sino también la aportación del microscopio
electrónico (ME) e incluso estudios a nivel molecular y
genético.
Si bien el objetivo de la biopsia es el diagnóstico de la
enfermedad renal, también tenemos que ser conscientes
de que, dependiendo del nivel de afectación y/o del grado
de lesión histopatológica, podemos prever un pronóstico e
incluso una determinada respuesta a un tratamiento.
Debemos conocer de una manera especial todos los
elementos que constituyen histológica y morfológicamente
el riñón tanto a nivel glomerular, tubulointersticial y
vascular. El riñón es un órgano complejo en donde las
implicaciones y las relaciones entre endotelio, membranas
basales, fluido intratubular, intersticio y sistema vascular muestran una íntima correlación, con repercusiones
recíprocas.
El glomérulo es una estructura muy compleja y con una
función muy importante en la que están implicadas células endoteliales, podocitos, célula epitelial de la cápsula de
Bowman, membrana basal del capilar, cápsula de Bowman,
células y matriz mesangial, y el hilio renal con su arteriola
aferente y eferente.
Pero al mismo tiempo, dentro del glomérulo pueden
existir otros elementos extrínsecos, como pueden ser leucocitos polimorfonucleares, linfocitos, macrófagos; trombos
que se constituyen dentro del glomérulo, y depósitos de
otras proteínas y/o sustancias cuya identificación nos permitirá orientar un determinado diagnóstico.
Patrones básicos
Rasgos cualificantes/
sobreimpuestos
Lesiones mínimas
Proliferación mesangial difusa
Infiltración leucocitos
Esclerosis/hialinosis segmentaria
Trombosis
Gn. Membranosa
Necrosis focal
Gn. Mesangiocapilar
Engrosamiento segmentario MB
Depósitos subendoteliales
Depósitos densos
Gn extracapilar difusa
Esclerosis global
Depósitos mesangiales
Depósitos subepiteliales
> 50% semilunas
Depósitos subendoteliales
segmentarios
Esclerosante difusa
Inflamación pericapsular
Prolif. Extracapilar segmentaria
Figura 1 Abordaje de biopsia renal: patrones básicos y rasgos
cualificantes (que se pueden asociar).
Patrones glomerulares básicos (fig. 1)
Desde los trabajos clásicos1-3 , y con objeto de facilitar el
estudio histopatológico y la clasificación de las enfermedades glomerulares, se aceptan unos patrones básicos de lesión
glomerular que se limitan a los siguientes:
• Lesiones mínimas glomerulares y/o cambios glomerulares
mínimos.
• Proliferación mesangial difusa.
• Glomerulonefritis membranosa.
• Glomerulonefritis membranoproliferativa con depósitos
subendoteliales (tipo i) o depósitos densos (tipo ii). Se
admite un tipo iii, con depósitos subendoteliales y subepiteliales.
• Glomerulonefritis extracapilar difusa con más del 50% de
glomérulos con semilunas.
• Lesión esclerosante glomerular difusa. Estadio terminal
con más del 50% de glomérulos esclerosados y sin poder
determinar el tipo de lesión inicial. (También denominada
como inclasificable).
A estos patrones básicos pueden asociarse rasgos
añadidos (o que matizan el diagnóstico) y que se podrían
resumir en:
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Orientación diagnóstica de las enfermedades renales glomerulares
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citoesqueleto del podocito son las principales características ultraestructurales7,8 (fig. 2B).
Generalmente el síndrome nefrótico asociado a cambios
mínimos es la forma más frecuente en la edad infantil y
es córtico-sensible en más del 80% de los casos6 . Contrariamente, en los adultos el síndrome nefrótico puede tener
un cuadro histológico más variable, con predominio de otras
formas histológicas, como la esclerosis segmentaria y focal,
o formas proliferativas mesangiales6,9 .
Esclerosis segmentaria y focal (fig. 3A,B)
Figura 2 A) Lesiones mínimas con presencia de lipófagos en
intersticio (PAS, 100×). B) Estudio ultraestructural: fusión pedicular continua y aspecto vellositario de los podocitos.
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Proliferación celular mesangial focal o segmentaria.
Presencia de leucocitos polimorfonucleares.
Esclerosis-hialinosis segmentaria.
Lesión tip. Se considera como herniación de parte del
ovillo glomerular dentro del inicio del túbulo proximal.
Presencia de trombos.
Necrosis fibrinoide glomerular.
Semilunas segmentarias y/o sinequias.
Esclerosis nodular (presencia de nódulos mesangiales).
Inflamación pericapsular y periglomerular.
Fibrosis capsular.
Cariorrexis.
Hiperplasia de podocitos.
Lesiones mínimas glomerulares/cambios
glomerulares mínimos (fig. 2A,B)
Dos principales síndromes nefrológicos pueden asociarse al
cuadro de cambios mínimos: proteinuria y/o síndrome nefrótico y hematuria aislada.
Los cambios mínimos asociadas a proteinuria y/o síndrome nefrótico constituyen el 80% de los síndromes
nefróticos en la edad infantil, y su principal patología se
centra en el podocito4,6 . Dado que diferentes formas histológicas glomerulares pueden cursar con el mismo síndrome,
su diagnóstico tiene relación con el pronóstico y la respuesta al tratamiento6 . La fusión continua de los pedicelos
del podocito del glomérulo y la expresión de proteínas del
Es una forma histológica, con o sin hialinosis, históricamente
relacionada con síndrome nefrótico córtico-resistente. No es
un patrón básico definido ni específico, ya que cualquier tipo
de glomerulonefritis con evolución crónica se puede asociar
a una lesión esclerosante segmentaria o global extendida a
todo el glomérulo. En este apartado se incluye una variedad de formas histológicas agrupadas bajo la denominación
clásica de esclerosis segmentaria focal4,6,8-10 . Dentro de formas histológicas que se asocian a síndrome nefrótico se
describen: lesión tip, considerada como lesión de esclerosis
sgmentaria que se hernia en la apertura del túbulo proximal en la cápsula de Bowman; glomerulonefritis colapsante,
caracterizada por un colapso del ovillo glomerular que se
retrae y es rodeado por podocitos hiperplásicos, y formas
proliferativas difusas4-11 .
La IF se caracteriza por depósitos segmentarios y focales
de IgM, o de C1Q y C3. Es importante para el diagnóstico saber que la esclerosis focal y segmentaria suele
acompañarse de fibrosis intersticial con atrofia tubular e
incluso lesiones de hialinosis en algunas arteriolas, contrariamente a los cambios mínimos, en los que no debe
existir patología tubulointersticial. El estudio con ME demostrará también una fusión continua de los podocitos, con
áreas de colapso de luces capilares, presencia de depósitos
electrodensos e incremento de matriz mesangial limitada a
segmentos del glomérulo (fig. 3B)8 .
La evaluación de pacientes con hematuria aislada es problemática: en primer lugar, porque generalmente no es una
indicación de biopsia; en segundo lugar, la biopsia puede
demostrar diferentes alteraciones histológicas que abarcan
desde cambios mínimos hasta depósitos de IgA o alteraciones ultraestructurales de la membrana basal12,13 . El 75% de
pacientes con hematuria aislada muestran patología glomerular en la biopsia, y en un 50% hay depósitos mesangiales
de IgA13 .
En pacientes hematúricos con historia familiar es imprescindible el estudio con ME para descartar un síndrome de
Alport14 . En pacientes con hematuria persistente la incidencia de un síndrome de membrana basal fina o delgada es
similar a la de una nefropatía IgA15 .
Patrón básico de proliferación mesangial
difusa
Este patrón puede asociarse a diferentes presentaciones
clínicas: síndrome nefrítico postinfeccioso, síndrome nefrótico, síndrome hematúrico y enfermedades sistémicas como
el lupus eritematoso. Es necesario recordar que siempre
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Figura 3 A) Esclerosis focal segmentaria con «corona» de los
pedicelos (PAS, 200×). B) Microscopia electrónica de área glomerular con fusión pedicular, incremento de matriz mesangial
y depósitos electrodensos.
consideramos un patrón preferente cuando se observa en
más del 50% de todos los glomérulos.
- El síndrome nefrítico agudo es la presentación más
frecuente de una glomerulonefritis postinfecciosa; se
caracteriza por hematuria-proteinuria, hipertensión e
hipocomplementemia. En estos casos, y dependiendo
de la fase de la enfermedad, es muy característica la
presencia de rasgos añadidos, como proliferación endocapilar, presencia de leucocitos polimorfonucleares y
monocitos, e incluso proliferación extracapilar difusa o
segmentaria16-20 . Sin embargo, pueden existir formas con
ausencia de proliferación endocapilar o de leucocitos
polimorfonucleares, limitándose la patología a una proliferación del mesangio.
La IF más característica muestra presencia de IgG, C3
y fibrinógeno, pero también pueden existir depósitos de
IgM e IgA. La disposición es «en cielo estrellado» o irregular en asas capilares y mesangio, pero se describen
casos con depósitos subendoteliales19 y formas atípicas
que generalmente corresponden a formas evolucionadas
o de diferente etiología18 .
El rasgo ultraestructural más característico es la presencia de depósitos densos, bien delimitados, subepiteliales
y/o mesangiales que configuran las típicas jorobas o
humps.
E. Vázquez Martul
Figura 4 A) Proliferación mesangial difusa (200×) B) Depósitos mesangiales de IgA (100×).
- La glomerulonefritis y/o nefropatía IgA, que es la forma
más prevalente de enfermedad glomerular21 , puede cursar con diferentes tipos de afectación glomerular, y la
proliferación mesangial es una de las formas más frecuentes (fig. 4A,B)22,23 .
- En el lupus eritematosos sistémico la IF demostrará
abundantes depósitos de C1Q, IgG, C3 e IgA, preferentemente en mesangio, generalmente en formas clínicas
poco activas y con escasa expresión clínica. Este caso
de proliferación mesangial difusa en donde los depósitos
se localizan preferentemente en el mesangio corresponde
a un sustrato de una forma histológica de nefropatía lúpica tipo ii-B24 . Esta forma lúpica de afectación
preferentemente mesangial suele cursar con síndrome
nefrótico o proteinuria y no deben existir signos histológicos sobreañadidos tales como depósitos subendoteliales
o «asas de alambre», necrosis fibrinoide, leucocitos polimorfonucleares o semilunas. Estas lesiones, que indican
actividad, se asocian más frecuentemente al tipo iii o al
tipo iv.
- En la diabetes podemos encontrar una forma de proliferación mesangial en donde el rasgo más típico es el depósito
hialino, a veces muy segmentario, inicio de micronódulos y/o presencia de hialinosis arteriolar concéntrica25,26 .
En la IF se puede observar la presencia de tinción lineal
con IgG, con la misma intensidad que la albúmina, e
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incluso IgM. En el caso que sea positiva y granular, se
debe descartar una glomerulopatía asociada con más frecuencia, una glomerulonefritis postinfecciosa, crioglobulinémia o una glomerulonefritis membranosa27 .
- El síndrome nefrótico idiopático, generalmente córticoresistente o dependiente, puede asociarse a una forma
proliferativa mesangial y depósitos de IgM mesangial,
razón por la que también se denomina nefropatía IgM28,29 .
Hay entidades glomerulares poco frecuentes que pueden
cursar con proliferación mesangial, entre las que citaremos: nefropatía con depósitos de C1q, en la que, de forma
similar a la nefropatía IgA o IgM, el depósito dominante
o exclusivo es de C1q, preferentemente a nivel mesangial. Clínicamente se asocia a síndrome nefrótico30 . En
algunas series la nefropatía C1q se asocia a formas de
esclerosis segmentaria31 . Glomerulopatías relacionadas
con depósitos fibrilares o microtubulares, denominadas
glomerulonefritis fibrilar y/o inmunotactoides, pueden
presentarse como formas de proliferación mesangial32 .
En resumen, podemos encontrar el mismo patrón con
microscopio óptico (MO) en las siguientes circunstancias:
• Proliferación mesangial difusa con IF negativa. Generalmente proteinuria y/o síndrome nefrótico.
• Proliferación mesangial difusa con depósitos de IgM.
Asociado también a síndrome nefrótico y/o proteinuria
preferentemente en edad infantil.
• Proliferación mesangial difusa con depósitos preferentes
de IgA-C3. Corresponde a una forma de nefropatía por
depósitos de IgA.
• Proliferación mesangial difusa con depósitos preferentes de IgG + C3 + fibrinógeno y presencia de un síndrome
nefrítico agudo característico en la glomerulonefritis postinfecciosa.
• Proliferación mesangial difusa con IF positiva para C1Q,
IgA, C3, IgG y C4 en localización mesangial. En estos casos
siempre hay que sospechar nefropatía lúpica.
• Proliferación mesangial difusa asociada a depósitos de
C1q.
• Proliferación mesangial asociada a depósitos fibrilares
con ME.
Patrón básico de glomerulonefritis
membranosa (fig. 5A,B)
Es otro patrón básico, como la proliferación mesangial
difusa y/o los cambios mínimos. La clínica fundamental es
un síndrome nefrótico y constituye la causa fundamental
del síndrome nefrótico en la edad adulta, tanto en países occidentales33 como en revisiones recientes de países
orientales9 .
Lo característico con IF son los depósitos granulares finos
de IgG y C3 a lo largo de las membranas basales del capilar
glomerular, en la zona subepitelial, que proporcionan una
imagen típica y clave para su diagnóstico (fig. 5B). Pueden existir otro tipo de inmunoglobulinas o fracciones del
complemento y en otras localizaciones diferentes, pero en
estos casos siempre tenemos que sospechar una enfermedad
glomerular membranosa secundaria.
Figura 5 A) Engrosamiento difuso de paredes capilares glomerulares (PAS, 400×). B) Depósitos granulares de IgG delimitando
las membranas basales del glomérulo (100×).
Esta entidad se caracteriza por un engrosamiento difuso
de la membrana basal, pero solo en casos bien establecidos o avanzados. El diagnóstico diferencial se debe hacer
con cambios mínimos en las fases muy iniciales, en donde
todavía no se detecta un engrosamiento de la membrana
basal con MO. En estos casos es fundamental el estudio de
IF. Podíamos aseverar que el diagnóstico de una glomerulonefritis membranosa se hace con la IF y se confirma con el
ME. En casos muy avanzados con abundancia de depósitos en
la membrana basal glomerular y a nivel intramembranoso y
signos de esclerosis asociada, puede dificultar el diagnóstico
con otras entidades tales como glomerulonefritis membranoproliferativa.
Glomerulonefritis membranosas mixtas
Junto con el engrosamiento de las membranas basales
glomerulares existen también otras alteraciones que complican el diagnóstico con microscopio óptico, ya que pueden
existir hipercelularidad mesangial, incremento de matriz
mesangial, esclerosis segmentaria, trombos y otros rasgos
o lesiones que matizan el diagnóstico. En estos casos suele
haber otros depósitos, tales como C1Q, C3, C4, IgM e IgA,
incluso a nivel mesangial.
La forma de glomerulonefritis membranosa mixta más
frecuente es la asociada a nefropatía lúpica, en donde
casi es constante la presencia de abundantes depósitos de
C1Q, IgG y C3 a lo largo de la membrana basal del capilar
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E. Vázquez Martul
un tipo iii, cuando existen depósitos también en la vertiente
subepitelial, subendotelial e intramembranosos, con falta
de continuidad de la membrana basal en el examen con ME38 .
Existe una nueva clasificación que engloba las siguientes
entidades39,40 :
- Glomerulopatías con depósitos exclusivos de C3 y ausencia de inmunoglobulinas que incluyen la enfermedad de
depósitos densos, glomerulonefritis membranoproliferativa con depósitos exclusivos de C3, formas familiares
tipo III.
- Glomerulonefritis membranoproliferativa con depósitos
de inmunocomplejos en las que junto con C3 existe depósitos de IgM, IgG y/o C1q.
Figura 6 A) Proliferación mesangial con incremento de matriz
y celularidad mesangial con engrosamiento de paredes capilares
(HE, 400×). B) Estudio ultraestructural con depósitos densos en
el espacio subendotelial. Inicio de doble contorno.
glomerular pero también en el mesangio34 . En el estudio
con ME se identifican depósitos electrodensos en la vertiente
subepitelial, pero es frecuente identificar algunos depósitos
a nivel subendotelial y mesangial. En esta forma de nefropatía membranosa lúpica, tipo v, los depósitos subepiteliales
deben predominar sobre otras localizaciones. Este hecho es
importante, ya que hay formas evolutivas de un tipo V hacia
otro tipo de nefropatía lúpica, bien sea un tipo ii en donde
habrá un predominio de depósitos mesangiales, o hacia un
tipo iv o iii35 .
Otras etiologías relacionadas con formas de glomerulonefritis membranosas mixtas son las asociadas a virus de la
hepatitis B o C, más frecuentemente la B36 .
Glomerulonefritis membranoproliferativa
(fig. 6A,B)
Es otro patrón clásico que se caracteriza por engrosamiento
de paredes capilares glomerulares, dobles contornos, proliferación celular mesangial y aumento de matriz mesangial
(fig. 6A)37 . En el estudio de IF deben predominar los depósitos de C3.
Actualmente forma parte de un grupo de enfermedades
relacionadas con anomalías del sistema del complemento
(C3). Clásicamente se describen 3 tipos: tipo i, con depósitos
subendoteliales (fig. 6B); tipo ii, con depósitos densos (enfermedad de depósitos densos) que se depositan a lo largo de la
membrana basal del glomérulo o en nódulos mesangiales, y
Como rasgos añadidos en esta entidad puede haber semilunas, presencia de polimorfonucleares, acentuación del
patrón lobular o nodular, esclerosis segmentaria o global.
En casos iniciales puede ser muy similar a una forma postinfecciosa o endocapilar, mientras que en los casos muy
evolucionados predominan la esclerosis y la lesión intersticial.
En la IF es constante la presencia de depósitos de C3, que
suelen ser nodulares y/o «acintados», dibujando las membranas basales, sobre todo en el tipo ii o enfermedad por
depósitos densos. En el tipo i, la IF dibuja las paredes capilares con clásico dibujo en «guirnalda», como consecuencia
de los depósitos subendoteliales.
En las formas idiopáticas es característica la presentación clínica de insuficiencia renal con proteinuria/hematuria
aisladas, frecuente hipertensión arterial, hipocomplementemia y síndrome nefrótico. Esta enfermedad tiene un curso
crónico, por lo que suele asociarse a fibrosis intersticial y
atrofia tubular, datos histológicos poco frecuentes en la glomerulonefritis membranosa. Es frecuente su recidiva en el
trasplante, sobre todo la tipo ii o enfermedad de depósitos
densos41 .
Variantes del patrón de glomerulonefritis con
patrón membranoproliferativo y dobles
contornos
Existen variantes de esta forma casi siempre secundarias
a enfermedad sistémica, sobre todo lupus eritematoso
sistémico y crioglobulinemia asociada a virus de la hepatitis C36,42,43 . El estudio con ME y la IF tienen gran valor
en estas situaciones de enfermedades mixtas con patrón
tipo membranoproliferativo, dado que en los casos de
lupus eritematoso sistémico existen depósitos intensos de
C1Q, IgM, IgG, IgA, C3 y C4. El ME demuestra abundantes
depósitos en mesangio, en el área subendotelial pero
también en la vertiente subepitelial, contrariamente a las
formas idiopáticas, en las que predomina el depósito de C3.
- Microangiopatía trombótica (fig. 7A,B). Las características son muy similares, a excepción de que no hay una
evidente proliferación celular mesangial y es muy variable
de un glomérulo a otro. Las lesiones son más heterogéneas, sobre todo en casos con intensa vasculopatía, que
produce signos de isquemia glomerular y esclerosis segmentaria o global en periodos crónicos44,45 .
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Orientación diagnóstica de las enfermedades renales glomerulares
Figura 7 A) Microangiopatía trombótica con presencia de
dobles contornos y aspecto fibrilar del mesangio (PAS, 400×).
B) Estudio con microscopio electrónico. Notable engrosamiento
de la membrana basal glomerular con presencia de un ensanchamiento electrolúcido del espacio subendotelial y formación de
doble membrana basal glomerular con ausencia de depósitos.
9
total por linfoma, pero más difíciles de observar en las
fases crónicas46 .
- Glomerulopatía del trasplante (fig. 8A,B). Es otra forma
histológica con un patrón básico tipo membranoproliferativo por la presencia de dobles contornos de la pared
capilar47,48 . Es una lesión glomerular del injerto renal,
generalmente de tardía presentación después del sexto
mes, aunque puede ser de aparición muy precoz. Actualmente se relaciona a una expresión glomerular de rechazo
humoral crónico por anticuerpos anti-donante y daño
endotelial47,49 .
Histológicamente se pueden observar lesiones difusas y
generalizadas o, más frecuentemente, lesiones heterogéneas focales consistentes en prominencia o engrosamiento
de las paredes capilares, presencia de doble contornos e
incremento irregular de matriz mesangial (fig. 8A). Suele
asociarse a fenómenos de capilaritis o a presencia de linfocitos, células mononucleares o polimorfonucleares dentro
de las luces capilares. Dependiendo del momento evolutivo se asocia daño isquémico glomerular y esclerosis
segmentaria.
Podemos resumir que existen unas «formas puras
homogéneas» muy glomerulares, característicamente
relacionadas con síndrome hemolítico urémico y unas
formas secundarias más heterogéneas asociadas a vasculopatía, cronicidad, con alto porcentaje de esclerosis
glomerular, fibrosis intersticial y atrofia tubular. El estudio
ultraestructural demuestra un rasgo muy característico
y patognomónico, pero no constante, que es la multilaminación de la membrana basal glomerular y del capilar
peritubular en más de 4 láminas (fig. 8 B)50,51 .
La IF es negativa o con depósitos focales de IgM y/o C3,
mientras que en las formas idiopáticas o glomerulonefritis
«recidivante» o recurrente del injerto deben identificarse
depósitos difusos y constantes de C3 e inmunoglobulinas.
- Glomerulonefritis nodular. Es un subtipo clásico de glomerulonefritis membranoproliferativa. Algunas veces el
patrón básico membranoproliferativo con MO se asocia a lobulación o presencia de nódulos glomerulares
con esclerosis central. Esta variante, también llamada
glomerulonefritis nodular, es muy similar a la lesión
glomerular nodular diabética denominada KimmelstielWilson25 . Pero también podemos observar un patrón
nodular-lobular en enfermedades de depósitos, preferentemente en enfermedad por depósitos de cadenas ligeras
y/o cadenas pesadas, amiloidosis, glomerulonefritis fibrilar, inmunotactoide y formas más raras con depósitos de
fibronectina32,52,53 .
Predominio de patrón extracapilar (fig. 9A,B)
Existen dobles contornos, interposición, prominencia de
células endoteliales y a veces presencia de trombos en
las fases más iniciales de la enfermedad. El rasgo más
importante, además de la reduplicación de la membrana
basal glomerular, es el ensanchamiento electrolúcido subendotelial (fig. 7A,B). La presencia de mesangiólisis, que
consiste en un aspecto granulado o fibrilar y menos denso
de la matriz mesangial en el estudio con ME, es más
evidente en fases activas o agudas y en casos con síndrome hemolítico urémico, en pacientes tratados con
ciclofosfamida, trasplante de médula ósea y radiación
Existen otros cuadros que llegan al patólogo por una urgencia
clínica debido a una insuficiencia renal aguda rápidamente
instaurada, por lo que se conocen clínicamente como
glomerulonefritis rápidamente progresiva. Múltiples entidades nefrológicas pueden tener una rápida evolución hacia
la insuficiencia renal con un denominador histopatológico
común que es la presencia de semilunas.
La proliferación extracapilar y/o glomerulonefritis
extracapilar, como patrón básico preferente, deberíamos
limitarla a aquellos casos en los que la proliferación
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E. Vázquez Martul
Figura 8 A) Glomerulopatía del trasplante. Engrosamiento de las paredes glomerulares con dobles contornos (PAS, 400×).
B) Detalle ultraestructural de una pared capilar con ensanchamiento subendotelial y multilaminación.
extracapilar o presencia de semilunas es el dato histológico preferente y afecta a más del 50% de glomérulos.
Generalmente no se observa el ovillo glomerular, que está
comprimido debido a la exuberante proliferación de células
extracapilares (fig. 9A). Esta característica puede asociarse
a cualquier enfermedad glomerular, a excepción, claro está,
de lesiones mínimas o cambios mínimos glomerulares.
Entre las glomerulonefritis primarias con las que con más
frecuencia se puede asociar una proliferación extracapilar
debemos citar la glomerulonefritis membranoproliferativa,
formas de glomerulonefritis IgA y, a veces, una glomerulonefritis endocapilar postinfecciosa18,22,23,37 .
Enfermedades sistémicas como la vasculitis de pequeño
vaso y la enfermedad de Goodpasture tienen como rasgo histopatológico frecuente la presencia de semilunas, y a veces
necrosis fibrinoide del glomérulo. Por esta razón también se
denominan glomerulonefritis necrosante focal.
Las características con IF nos permiten clasificarlas en
varios tipos etiopatogénicos:
- Tipo I. Depósitos lineales anti-IgG a lo largo de la membrana basal glomerular, enfermedad de Goodpasture. Es
la traducción de anticuerpos anti-MBG circulantes generalmente con IgG lineal (fig. 9 B).
- Tipo II. Depósitos granulares de inmunocomplejos difusos y generalizados. Enfermedad mediada por complejos
inmunes circulantes.
- Tipo III. IF con escasa representatividad, con pocos depósitos inmunes o «pauciinmune».
Recientemente se ha incrementado esta clasificación en
relación con la demostración en suero de ANCA, bien sea
antimieloperoxidasa o anticitoplásmico (es decir, P-ANCA
o C-ANCA). Esta asociación de proliferación extracapilar
y ANCA constituye el sustrato de la enfermedad vasculítica sistémica de pequeño vaso: formas de vasculitis
granulomatosa (enfermedad de Wegener) y poliangeítis de
pequeño vaso54---56 . Existen casos mixtos con asociación de
ANCA positivos y presencia de anticuerpos antimembrana
basal57 .
Enfermedades glomerulares con depósitos
fibrilares
Existen otras entidades que cursan con afectación de la
función renal, patología glomerular y o tubulointersticial,
asociadas a proteína anómala circulante o paraproteína causante del daño renal.
Estas entidades tienen una característica común, que
es la presencia de depósitos proteicos situados a nivel de
mesangio y/o de las membranas basales de glomérulos y
túbulos. El ejemplo más clásico es la amiloidosis, enfermedad en la que se deposita material que se tiñe con rojo Congo
y que se subclasifica en primaria o secundaria58 , habiéndose
descrito múltiples formas dependiendo del tipo de sustancia
amiloide.
Hay otras entidades muy relacionadas pero con depósitos
rojo Congo negativo. Dentro de este subgrupo debemos citar
las enfermedades por cadenas ligeras y las glomerulonefritis
fibrilares idiopáticas e inmunotactoides32,58 . El análisis serológico o en orina para detección de la proteína causante y
el estudio con ME son fundamentales en el diagnóstico y la
diferenciación de todas esta entidades.
Importancia de la valoración de índices de
cronicidad y de lesiones agudas en la biopsia
renal
En cualquier informe actual de nefrología, e independientemente de la enfermedad glomerular, es importante plasmar
en el informe anatomopatológico los índices de cronicidad,
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Orientación diagnóstica de las enfermedades renales glomerulares
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• Conocer el cuadro clínico del paciente, la historia familiar
y la presencia o no de tratamientos previos.
• Selección previa con microscopio estereoscópico: segmento con glomérulos seleccionado para estudio con MO,
segmento de IF y segmento para estudio de ME. Es recomendable un cilindro independiente para IF. La cantidad
de tejido suficiente nunca es de menos de 10-15 glomérulos, y en lesiones focales es recomendable no menos
de 25.
• Control de calidad técnica en el laboratorio. Secciones
finas no superior a 3 micras.
• Establecer un patrón básico glomerular.
• Conocer preferentemente los rasgos o lesiones que
matizan o completan el diagnóstico, sobre todo en enfermedades sistémicas.
• Conocer qué signos existen de actividad aguda y o crónica.
Hacerlo constar en todo informe anatomopatológico.
• Utilización del ME sobre todo en las glomerulonefritis hereditarias, en las enfermedades metabólicas y en
las formas de glomerulonefritis membranoproliferativas.
Importante para el diagnóstico de la glomerulopatía del
trasplante.
• Coordinación con el servicio clínico para establecer correlaciones clinicopatológicas.
Responsabilidades éticas
Protección de personas y animales. El autor declara que
para esta investigación no se han realizado experimentos en
seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datos. El autor declara que en este
artículo no aparecen datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informado. El
autor declara que en este artículo no aparecen datos de
pacientes.
Conflicto de intereses
Figura 9 A) Enfermedad de Goodpasture. Proliferación extracapilar (tricrómico de Masson, 200×). B) Depósitos lineales de
IgG a lo largo de la membrana basal glomerular (anti IgG, 400×).
que consisten en el porcentaje de atrofia tubular, fibrosis
intersticial, glomérulos esclerosados e hialinosis arterial o
arteriolar. Los índices de actividad aguda deben también
plasmarse en enfermedades sistémicas como la nefropatía
lúpica y la enfermedad vasculítica. Se resumen fundamentalmente en: presencia de necrosis fibrinoide glomerular o
vascular, signos de cariorrexis, semilunas celulares, trombos
capilares e infiltración de leucocitos polimorfonucleares.
Estos índices tienen una especial relevancia para marcar
las pautas de tratamiento y prever el pronóstico.
Resumen
Para una correcta valoración de la biopsia renal el patólogo
necesita seguir una metodología de trabajo cuyas claves más
importantes son las siguientes:
El autor declara no tener ningún conflicto de intereses.
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