ISABEL ALLENDE: LA CASA DE LOS ESPÍRITUS ANÁLISIS DE LOS PROTAGONISTAS DE LA CASA DE LOS ESPÍRITUS Análisis de los protagonistas de La casa de los espíritus Isabel Allende nos cuenta la historia de una gran saga familiar, cuatro generaciones en la familia Trueba, deteniéndose con preferencia en los personajes femeninos: Nívea, Rosa y Clara, Blanca y, por último, Alba. Se trata, pues, de un relato eminentemente feminocéntrico, en el que las mujeres de la familia (junto al patriarca, Esteban Trueba) constituyen el eje del drama familiar y político del país andino. En La casa de los espíritus es determinante la presencia femenina y la lucha de las mujeres por aumentar su independencia de los valores patriarcales y alcanzar la libertad (recuérdense las posiciones feministas de la abuela Nívea, que propugnaban el sufragio universal desde principios de siglo). Su rol más importante es socavar el régimen familiar machista y patriarcal. Las mujeres-esposas son cada vez más independientes y autónomas, menos sumisas a sus cónyuges o parejas y menos obedientes al patrón autoritario. La mirada femenina está llena de luz. En este sentido, los nombres son simbólicos: Nívea, Clara, Blanca, Alba. A propósito de esta última, se nos dice: «Su madre quería llamarla Clara, pero su abuela no era partidaria de repetir los nombres en la familia, porque eso siembra confusión en los cuadernos de anotar la vida. Buscaron un nombre en un diccionario de sinónimos y descubrieron el suyo, que es el último de una cadena de palabras luminosas que quieren decir lo mismo.» El contrapunto masculino está representado por Esteban Trueba, aunque al final acaba rendido por amor a estas mujeres y cede parcialmente en sus ideas machistas, clasistas y reaccionarias. Esteban Trueba, el patrón, representa el autoritarismo de las clases altas de ese país, que no es otro que Chile. Es el único personaje que sobrevive desde el inicio hasta antes del epílogo. Argumentalmente, constituye el eje de la saga, un humilde minero que logra prosperar a base de tenacidad y se convierte en uno de los más poderosos terratenientes. Tras su matrimonio frustrado con Rosa que muere envenenada por error, se casa con otra hermana, Clara, incompetente para las cosas de orden doméstico, pero dotada de una extraña clarividencia. Sin embargo, la brutalidad de Esteban hombre irascible y violento, siempre con muy mal carácter irá minando un matrimonio difícilmente conciliable y los conflictos se extenderán también a sus hijos (Blanca, y los gemelos Jaime y Nicolás) y nietos. 1 de 4 ISABEL ALLENDE: LA CASA DE LOS ESPÍRITUS ANÁLISIS DE LOS PROTAGONISTAS DE LA CASA DE LOS ESPÍRITUS Esteban Trueba es un hombre incapaz de comunicarse (aunque es narrador ocasional de la novela). Es clasista (sus sirvientes son inferiores y les da trato de esclavos, como si fueran propiedad suya), machista (viola a varias mujeres y relega a su hermana Férula al papel sacrificado de cuidadora de su madre) y un radical conservador (contra la izquierda que quiere dar derechos a los pobres, y contra la democracia en general; persigue obsesivamente todo lo que «olía a comunismo»). Encarna el discurso del poder y representa la autoridad del patrón en el ámbito rural y la del patriarca machista en el ámbito doméstico, aferrándose a unos valores erróneos: se cree buen patrón, pero oprime a los trabajadores, los somete sin posibilidades de prosperar y viola a las adolescentes; se cree buen esposo y buen padre, pero no congenia con sus familiares, no sabe amar a Clara (a pesar de que siembre sintió devoción por ella) y se distancia de sus hijos, especialmente cuando se entera de los amores de Blanca con el rebelde Pedro Tercero. Satisface sus necesidades sexuales violando a las trabajadoras de su hacienda, ejerciendo el derecho de pernada como los señores feudales de la Edad Media, y visitando un prostíbulo de cuando en cuando. Como fruto de la primera de estas violaciones nació un hijo, Esteban García, hijo de Pancha García; el nieto de ésta, años más tarde, se vengaría de todas las humillaciones y las privaciones que tuvo en su vida. Su incomunicación revela una falta de cariño, que desahoga con prostitutas; le gusta la vida solitaria, convencido de su superioridad sobre los demás, y reacciona violentamente ante cualquier contrariedad (golpeando, maldiciendo...). Pero su amor es sincero (por Rosa la Bella, por ser bella; pero, sobre todo, por Clara), y se arrepiente de no demostrarlo (por ejemplo, tras la muerte de su madre). Llega a pegar a Clara, la persona a la que siempre ha querido, y consigue con eso que no le vuelva a hablar: este hecho como las consecuencias del golpe militar que él mismo alienta nos hace ver que ese odio, esa violencia y esa incomunicación solo traen consecuencias fatales para el personaje. Con el transcurrir del tiempo, su cólera va disminuyendo, hasta llegar a la redención final: muere en los brazos de su nieta, sabiendo que su esposa lo había perdonado póstumamente. Por fin, como legado para la posteridad, reconoce los errores cometidos y el daño causado. Representa al Chile enfermo de violencia y atrasado ideológicamente, igual que las mujeres representan la solución, el camino a seguir. Clara del Valle es la personalidad más arrebatadora de la obra. Es un personaje misterioso, que escapa de lo común. Se puede decir que su nombre es un nombre motivado, pues nos aporta información sobre el carácter del personaje: en el caso de Clara, el significado de su nombre se glosa en el título del capítulo III: «Clara, clarividente», por sus dotes adivinatorias, entre las que se encuentran la capacidad de interpretar los sueños, de conocer el futuro y descubrir la intención de la gente, además del poder de mover los objetos con la mente y de hablar con los muertos. Consigue que Férula (amargada por tener que cuidar su madre) la adore con unas simples palabras de cariño y un apretón de manos, cuando ésta llegaba 2 de 4 ISABEL ALLENDE: LA CASA DE LOS ESPÍRITUS ANÁLISIS DE LOS PROTAGONISTAS DE LA CASA DE LOS ESPÍRITUS dispuesta a enfrentarse: representa la “luz” en el mundo de soledad de su cuñada, igual que sucede con su marido. Simboliza la bondad y la humanidad de las personas: a Clara la vemos dedicarse en “Las tres Marías” a practicar la caridad con los trabajadores del fundo; aunque también podría interpretarse como una práctica de clase social caridad de vez en cuando, más que un verdadero compromiso contra la injusticia. Con su sensibilidad y su comunicación con otros mundos, representa la espiritualidad femenina. Clara, además, es la encargada de “comunicar” la historia de su familia gracias a sus “cuadernos de anotar la vida”. Alba Satigny es la hija de Blanca y Pedro Tercero, aunque por muchos años creyó que era hija del difunto Conde de Satigny. Desde antes de su nacimiento, su abuela Clara decretó que estaba bendecida por las estrellas. Alba organiza y remata la labor narrativa de su abuela, de la que hereda su sentimiento de justicia social y algunos de sus poderes (que surgen cuando estaba prisionera). Supone, al acabar la novela, el final del odio acumulado por Esteban Trueba durante tantos años, rubricando la victoria del amor en un personaje tan complejo como su abuelo. Hereda, además, la fantasía de las mujeres de la familia y el pelo verde de Rosa. A esto añade una inquietud intelectual que le da base a la generosidad con los humildes de aquellas mujeres y le permite recopilar el libro. Es la figura más trágica. Su sufrimiento representa la represión establecida por el régimen golpista (sufre prisión y tortura durante la barbarie golpista). Pero, al mismo tiempo, es capaz también de simbolizar la superación, puesto que ella ha de ser quien dé solución a la historia misma, tanto de la familia, como de la nación, puesto que su actitud de superación quiere significar la solución que Isabel Allende encuentra para superar también su propia historia, la historia de Chile. Es el personaje clave que proporciona el significado de la novela en su totalidad, compiladora y narradora principal del relato, la nieta, que reconstruye la historia de épocas que ella no ha conocido utilizando unos «cuadernos de anotar la vida» de la abuela Clara. Los García (Pedro, Pedro Segundo y Pedro Tercero), residentes nativos de Las Tres Marías, son fieles inquilinos de Esteban Trueba desde el principio, aunque a Pedro Segundo no le agradaba del todo el patrón. Con todo, Pedro Segundo se vuelve la persona a quien le tenía más confianza el patrón: se convierte en su administrador y, en una cierta manera, su amigo. Él sentía una gran admiración por Clara, a quien ayuda en ciertas ocasiones. Abandonaría Las Tres Marías cuando Trueba expresa sus deseos de matar a Pedro Tercero, a quien antes había expulsado. Sólo aparecería un instante más en la obra, durante los funerales de Clara, en los que ni siquiera saludó a su antiguo patrón. Pedro Tercero es, en principio, un pobre más, perteneciente a la clase más desheredada de la sociedad, que trabajaba para Esteban Trueba. Desde joven se enamoraría de Blanca Trueba, la cual engendraría a su única hija, Alba. Sería expulsado de la hacienda por Esteban, debido a que pretendía ilustrar a los demás trabajadores sobre la igualdad y los derechos 3 de 4 ISABEL ALLENDE: LA CASA DE LOS ESPÍRITUS ANÁLISIS DE LOS PROTAGONISTAS DE LA CASA DE LOS ESPÍRITUS individuales y laborales (‘las gallinas unidas pueden vencer al zorro’). Posteriormente se transformaría en uno de los cantautores populares de la resistencia contra la dictadura (su personaje está basado en Víctor Jara). Esteban García es nieto no reconocido de Esteban Trueba, el hijo de un hijo ilegítimo (bastardo) concebido de una violación de Trueba a una campesina, Pancha García, en Las Tres Marías. Esteban García desarrolla un fuerte odio hacia los Trueba. Lleva el mismo nombre de su abuelo y trata de congraciarse con él cuando le revela el escondite de Pedro Tercero García por una recompensa que nunca obtuvo. En una ocasión, cuando Alba tenía seis años, intentó abusar sexualmente de ella. Había acudido a la casa de los Trueba, para solicitarle al Senador que lo recomendara para la Escuela de Carabineros. Todo ello le llevó a desarrollar un profundo odio hacia los Trueba. Este odio y su deseo insatisfecho de poseer a Alba se verán colmados después del Golpe, cuando ya con la categoría de Coronel Esteban García manifiesta su odio violando y torturando cruelmente a Alba. Férula Trueba es la hermana de Esteban Trueba. Vive como una ferviente devota, destinada a cumplir la obligación de cuidar de su enferma madre y servir a los pobres, destino que provoca en ella sentimientos de amargura por su penosa situación. Se hace amiga de Clara y se muda a su casa; pronto desarrollaría una relación maternal con ella. Esto tiene como resultado un conflicto con Esteban, ambos luchando por el amor de Clara. Esteban, en un golpe de ira, la sacaría definitivamente de la casa. La hermana lo condena a morir con un cuerpo tan empequeñecido como su alma, lo que se haría realidad, aunque moriría al lado de su nieta y del espíritu de su amada Clara. Años después de la desaparición de Férula, aparecería en presencia de los miembros de la casa, luego se desvanecería y Clara diría que Férula acababa de morir en la soledad. ■ 4 de 4