16-cla.qxd 29/09/06 09:56 p.m. 16 Page 1 Contratapa Por Martín Postiglione De la Redacción de Hoy laudio le pega la última pitada al cigarrillo. Lo disfruta como si fuese el último. Es que después de lo que le tocó sufrir hace 18 años, cuando defendía los colores del Ciclón, el actual técnico de Cambaceres vive cada minuto a pleno y trata de hacerlo con una sonrisa. Obvio, no es para menos... El 8 de mayo de 1988, minutos antes de que se disputara en Córdoba el partido entre Instituto y San Lorenzo, una bomba de estruendo arrojada por barrabravas locales hizo estallar una ventana del vestuario visitante. Fragmentos del vidrio hirieron al defensor azulgrana, Claudio Zacarías; sobre todo un pedazo que casi le amputa el brazo izquierdo a la altura de la axila: “De aquella tarde me acuerdo de todo lo que pasó porque hay hechos en la vida que te pasan y son imborrables. Porque a uno le quedaron secuelas del accidente, una mano que no es como la que tenía y cicatrices por todo el cuerpo. La bomba de estruendo explotó en el vestuario nuestro y yo estaba al lado de la ventana donde detonó y se me clavó un vidrio en el brazo. Fue una lotería, éramos 30 personas y me tocó a mí”, comenzó Zacarías. Todo se trasformó en un bochorno y el encuentro obviamente se suspendió, sin embargo hasta el día de hoy no hay nada resuelto: “Hace 18 años que está el juicio y todavía no cobré ni un peso de nada. Estoy esperando que la Justicia algún día resuelva lo mío; un conocido me dijo: Sabés qué pasa, Zaca, que en un país sin Justicia lo peor que hay es tener razón, y como vos la tenés, todo te va a costar el doble. Es así, hay que esperar, no queda otra”, se lamentó. Después del accidente, Zacarías estuvo 7 meses para recuparse. Es más, los médicos le habían comunicado al por ese entonces zaguero, que la rehabilitación le demandaría como 5 años: “La luché como loco, pero volví a jugar, aunque no fue lo mismo. Era imposible jugar como jugaba yo, no tenía fuerza en el brazo y había perdido el 70% de los movimientos del mismo. No arriesgaba jugando al fútbol, pero yo sabía que estaba jugando en inferioridad. Lo tomé como un desafío, me dedique mucho a la recuperación del brazo y reaparecí en un River - San Lorenzo. Después finalicé jugando todo el torneo y ganando la Liguilla Pre-Libertadores”, recordó el ahora DT. La garra, el corazón, el coraje, hicieron que Claudio lo intentara. Barajó y dio de nuevo en el fútbol, pero su cuerpo no estaba preparado para tamaña competen- C Zacarías y su historia de vida “El accidente que tuve me arruinó toda la carrera” El DT de Camba, Claudio Zacarías, recordó “la tarde negra” sufrida cuando jugaba en San Lorenzo. En 1988, Instituto recibía al Ciclón y una bomba de estruendo explotó en el vestuario visitante. Un vidrio casi le hace perder un brazo cia, pelear con delanteros corpulentos, se le hacía cada vez más duro, y un día le llegó el final: “Dejé de jugar al fútbol en Primera a los 27 años, luego abandoné un tiempo y me vino a buscar Norberto D’Angelo (hoy DT de Talleres de Escalada) para jugar en la B Nacional. Fui, estaba gordo, me puse bien y jugué dos años ahí. Después colgué los botines a los 30 años”, contó con cierta melancolía. “Si me quedó algo de bronca con alguien, es contra el destino. Porque cada uno tiene el destino marcado y uno lo puede mejorar, pero hay cosas en la vida que uno no las puede cambiar. De todas maneras, el accidente que tuve me arruinó toda la carrera, de eso no tengo dudas. Porque estaba en mi mejor edad, forma y en uno de los mejores equipos de la Argentina, como San Lorenzo”, expresó con contundencia. Luego Zacarías, hizo un silencio en la conversación y continuó, con una enseñanza del viejo, Don Santos, “una fiera”, según su hijo: “Mi papá, Santos, me enseñó que nunca hay que mirar atrás: igual yo de estar un día adentro de una cancha sientiéndome como una bestia, dejando la vida en una cancha por cada pelota, en minutos pasé a estar casi afuera de la actividad del fútbol y nunca retrocedí. Siempre traté de superar el dolor y el sufrimiento, todos tenemos bajones; en ese momento todos me apoyaron, pero el dolor es sólo de uno, lo que sufre uno y lo que se piensa en ese momento, nadie te lo puede entender”. Una hora de charla amena, con frases jugosas y con un tipo serio, de pocas sonrisas. Pero muy dado para el diálogo. Claudio Zacarías, cerró su historia de vida: “Superé el duro momento del accidente, porque por suerte soy un tipo que le mete para adelante y con mentalidad ganadora”. El ex jugador, ahora DT, tuvo un tropezón. Pero vaya si se levantó rápido... “En Camba, las victorias ya van a llegar” Obviamente, Zacarías también habló sobre su llegada y el presente de Defensores de Cambaceres: “Llegué al club porque José Riccione me llamó durante tres años seguidos y nunca llegábamos a arreglar. Esta vez se dio y estoy acá porque me habían hablado muy bien y no se equivocaron. Yo estoy muy cómodo como DT de Cambaceres y dentro de las posibilidades, me dieron todo lo que pedí. Acá todo se hace con gran esfuerzo”, tiró el técnico. La Plata, sábado 30 de septiembre de 2006 Luego dijo sobre la campaña: “Un par de puntos más tendríamos que tener. Contra Central Córdoba y Los Andes podríamos haber ganado, pero el fútbol es así, estamos donde estamos y lo que intentamos es salir a ganar en todas partes”. “Mi tranquilidad es que tengo un buen equipo y que las victorias ya van a llegar. Eso sí, si un día Riccione se cansa de mi trabajo y me lo dice, me voy y listo. Yo me debo a él, porque fue él quien me trajo y trato de dar lo mejor de mí”, completó. Así título la revista El Gráfico. Era un partido de la 35ta fecha (domingo 8 de mayo de 1988). Con el buzo de DT. Zacarías ahora como técnico del Rojo, le contó a El Clásico la pesadilla que vivió en Córdoba “De aquella tarde me acuerdo de todo lo que pasó, porque hay hechos en la vida que te pasan y son imborrables. Fue una lotería, y me tocó a mí” “Hace 18 años que está el juicio y todavía no cobré ni un peso de nada. Estoy esperando que la Justicia algún día resuelva lo mío, hay que esperar, no queda otra” “La luché, volví a jugar, aunque no fue lo mismo. Era imposible jugar con todo, había perdido el 70% de los movimientos del brazo y no tenía fuerza” Ficha personal Claudio Hugo Zacarías Fecha de nacimiento: 20/07/1964, en Lanús Edad: 42 años Estadio civil: casado, con 4 hijos: Milagros, Melody Belén, Matías Claudio y Santos (en honor a su querido padre) Trayectoria como jugador: Boca, dos años en el fútbol de Turquía, San Lorenzo y Talleres de Remedios de Escalada. Trayectoria como director técnico: San Telmo, Colegiales, Atlanta, Deportivo Laferrere y Defensores de Cambaceres. “Mi viejo es lo máximo para mí” Durante varios momentos de la conversación con El Clásico, Claudio Zacarías mencionó el nombre de su padre: Don Santos. Ahora, con 82 años de vida, el ex entrenador de grandes boxeadores de nuestro país y “padre” boxístico de Juan Martín Látigo Coggi, le dejó a su hijo grandes enseñanzas: “Mi viejo es lo máximo para mí, una fiera única. Es la persona más inteligente que me tocó conocer, él siempre te anticipaba las cosas que te iban a pasar. Cuando uno es un pibe se cree que se las sabe todas y el viejo me pintaba todo lo que era la vida y las cosas que tenía que hacer y las que no”, comentó el DT. Y finalizó: “La fuerza y la garra que trato de meterle a mi vida, me la dio mi viejo, que es un tipo muy optimista. También Don Santos me dio y me inculcó que hay que tener una mentalidad ganadora, además siempre buscó una solución ante cualquier problema que se presentaba. La verdad, es un grande”.