Oraciones de Santos San José Glorioso patriarca San Jose, cuyo poder sabe hacer posibles las cosas imposibles, ven en mi protección en estos momentos de angustia y dificultad. (Pídase) Toma en tus manos esta situación a fin de que tengan una feliz solución. Mi bienamado Padre: toda mi confianza esta puesta en Tí. Que no se diga que te he invocado en vano. Y puesto que Tú puedes todo ante Jesús y María, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder. Amén. San Josemaría Escrivá de Balaguer OH Dios, que por mediación de la Santísima Virgen otorgaste a San Josemaría, sacerdote, gracias innumerables, escogiéndole como instrumento fidelísimo para fundar el Opus Dei, camino de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano: haz que yo sepa también convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, y de servir con alegría y con sencillez a la Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas, iluminando los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor. Concédeme por la intercesión de San Josemaría el favor que te pido... (Pídase). Así sea. Padrenuestro, Avemaría, Gloria. Santa Teresa de Ávila No me mueve, mi Dios, para quererte el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte. Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido, muéveme ver tu cuerpo tan herido, muévenme tus afrentas y tu muerte. Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, que aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno, te temiera. No me tienes que dar porque te quiera, pues aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera. San Francisco de Asís Señor, hazme un instrumento de tu paz; donde haya odio, ponga amor; donde hay ofensa, perdón; donde hay duda, fe; donde hay desesperanza, esperanza; donde hay tinieblas, luz; donde hay tristeza, alegría. Oh Divino Maestro, que no busque yo tanto. Ser consolado como consolar. Ser comprendido como comprender. Ser amado como amar. porque dando se recibe. Perdonando se es perdonado. Y muriendo a si mismo se nace a la vida eterna. Santo Padre Pío de Pietrelcina Oh Jesús mío que dijiste: "En verdad os digo, pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá". He aquí que, llamo, busco y pido la gracia... Padre Nuestro, Ave María y Gloria Sagrado Corazón de Jesús, confío y espero en ti. Oh Jesús mío que dijiste: "En verdad os digo, cualquier cosa que pidáis a mi Padre en mi Nombre, él os lo concederá" He aquí que, a tu Padre, en tu Nombre pido la gracia... Padre Nuestro, Ave María y Gloria Sagrado Corazón de Jesús, confío y espero en ti. Oh Jesús mío que dijiste: "En verdad os digo, el cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán". He aquí que, apoyado en la infalibilidad de tus santas palabras, pido la gracia... Padre Nuestro, Ave María y Gloria Sagrado Corazón de Jesús, confío y espero en ti. Oh Sagrado Corazón de Jesús, a quien es imposible no tener compasión de los desgraciados, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que te pedimos por medio del Inmaculado Corazón de María, tuya y nuestra tierna Madre. San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros. Dios te salve, Reina y Madre... Oración por la humildad Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida; Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua; Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor. Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo; Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro; Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado. Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos; Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien; Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos. Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi comprensión; Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender; Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona. Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos; Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo. -Madre Teresa de Calcuta M.C.