El "Gloria al bravo pueblo" integró sentimiento nuestroamericano Caracas, 08 Mar. AVN.- ¡Jallalla Chávez! Eso repetían 120 dirigentes sindicales de Bolivia en el Teatro de la Academia Militar, ubicado en Fuerte Tiuna, Caracas, mientras los mandatarios, primeros ministros y jefes de delegación extranjeros se congregaban en la Capilla Ardiente para rendir honores al líder revolucionario, Hugo Chávez. Jallalla es una palabra aymara que significa esperanza y vida. "¡Viva Chávez!" repetían los bolivianos durante la ceremonia que presenciaron desde el teatro, junto a las más de 50 delegaciones internacionales que acudieron a la capital venezolana para acompañar al pueblo en sus demostraciones de amor por el líder. "¡Gloria al bravo pueblo!" cantaban argentinos, ecuatorianos y otros pueblos hermanos, en cuanto comenzó la ceremonia. El símbolo patrio venezolano se hizo Latinoamericano y todos pedían la ruptura de las cadenas, la libertad del pobre en su choza e hicieron temblar al vil egoísmo. A pesar de la diversidad cultural que se evidenciaba en los acentos, la vestimenta y el fenotipo, el discurso sobre la consolidación de Nuestra América martiana y bolivariana era consecuente entre los asistentes. "Para el pueblo de Bolivia, Chávez significó nuestra visibilización. Nos representó en el enfrentamiento a la derecha y a los imperialistas, por eso vive y vivirá mientras sigamos construyendo el sueño de nuestros libertadores", expresó Concepción Ortiz, vicepresidenta de la dirección nacional del Movimiento al Socialismo (MAS) y el Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (IPSP) de Bolivia. Un representante sindical boliviano, Rubén Darío Quispe, definió al comandante Hugo Chávez como valiente, por enfrentarse "sin miedo para hacer respetar los derechos de Latinoamérica y fundamentalmente de su país, Venezuela". Peronistas y chavistas La juventud latinoamericana también vino a Caracas a traer las fuerzas de los hombres y mujeres de la patria nueva, ante el dolor por la pérdida física de quien tocó sus vidas y dio forma a sus criterio políticos. El movimiento Peronismo Militante arribó a suelo venezolano el mismo 5 de marzo, día que falleció el comandante Chávez, en horas de la noche. Vinieron cinco representantes estudiantiles junto con el referente nacional político de dicho movimiento, Héctor "Gallego" Fernández. "Líderes de la talla de Hugo Chávez no se ven muy seguido y en este tiempo en el que hemos tenido el honor de compartir con él, debemos entender que su sacrificio debe ser aprovechado, valorado, sembrado y cosechado de forma tal de que podamos seguir replicando la política por la cual dio su vida", reflexionó Juan Manuel Muñiz, dirigente estudiantil del Peronismo Militante de Argentina. Muñiz, estudiante de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, con 22 años de edad, parece tener muy claro cuál es la política que debe continuar guiando a los pueblos de latinoamericana y el mundo. Para él, "el compromiso máximo es luchar contra el imperialismo y la opresión de los pueblos que aún no han sido industrializados; alinearnos y trabajar en conjunto para poder erradicar el hambre de nuestras patrias; denunciar el capitalismo financiero; desarmar el discurso mediático del imperio y analizar la realidad en función de nuestros propios intereses". Su compañero, Mauro Baschetti, representante de la Juventud Peronista en la provincia de Buenos Aires, considera que lo primordial para preservar el legado del líder venezolano es seguir el ejemplo de Chávez, a través de su apropiación. "Cada uno de nosotros tenemos que creer que somos Chávez. Chávez con el ejemplo y con la solidaridad", enfatizó el joven estudiante de periodismo de la Universidad Avellaneda, que fue creada por el gobierno popular argentino de la presidente Cristina Fernández, en su propósito de redistribuir el conocimiento en los lugares donde no había centros académicos. Estos universitarios se sienten privilegiados al haber compartido con el comandante Chávez. En varias oportunidades pudieron escucharlo e incluso estrechar su mano en Argentina. "En una oportunidad, un pibe de 16 años se lanzó sobre el presidente Chávez. Los custodios lo detuvieron pero la hospitalidad de ese gran líder fue mayor. Pidió que dejaran al chico acercarse a él y le preguntó su nombre. Le insistió en que estudiara y le firmó una carta con estas palabras: 'Para Germán Moreira, hombre de la patria nueva. Hugo Rafael Chávez Frías", narró Baschetti. "Me voy -continuó el joven universitario- con la imagen de lo claro que tienen el proceso político los venezolanos; lo entienden y saben explicarlo. Es una cosa fenomenal que no tiene vuelta atrás". La unidad es el compromiso Además de representantes sociales de las bases partidistas de los países hermanos, el teatro también contó con la presencia de ministros, parlamentarios, gobernadores y alcaldes latinoamericanos, que se sumaban al grito: "Somos patria, patria grande. Qué viva el comandante, el comandante Chávez". Estas y otras consignas eran repetidas por los 150 funcionarios públicos ecuatorianos que se sumaron para despedir al líder bolivariano. Catalina Castro, presidenta del Tribunal Contencioso Electoral del Ecuador, manifestó que "la partida del Comandante Chávez debe asumirse con una consciencia de responsabilidad para reforzar y garantizar la democracia, velar por los más pobres y los desposeídos, pues esa es la razón de ser de esta revolución". Aunado a esos lineamientos que aplican para toda Nuestra América, la dirigente colombiana Piedad Córdoba precisó que debe ser la unidad el mayor compromiso. "Debemos trabajar por la unidad. Los latinoamericanos debemos insistir en la lucha por nuestros pueblos, en la lucha contra las injusticias y el compromiso férreo e irreductible en la búsqueda de erradicarlas sólo lo cumpliremos si estamos unidos", indicó Córdoba en su paso por el Teatro de la Academia Militar, luego de acudir a la ceremonia en honor a Hugo Chávez. Powered by TCPDF (www.tcpdf.org)