4 Empresa Innovación el Periódico Mediterráneo DOMINGO, 11 DE MAYO DEL 2014 PUERTO DE CASTELLÓN ASESORES FISCALES PortSur crece en tráficos tras unos años difíciles PACO POYATO Reforma del Impuesto sobre las Sociedades Ana MARTÍ S INSTALACIONES. La terminal de graneles de la dársena sur alberga dos grúas de graneles. RAMON OLIVARES RUIPÉREZ L a terminal de graneles de la dársena sur del puerto, PortSur, comienza a ver la luz al final del túnel después de unos años complicados. Tras la inauguración de sus instalaciones en septiembre del 2008, cuando recibió su primer barco, los responsables de la empresa han visto cómo, en el pasado 2013 y en este inicio del 2014, han registrado un aumento de tráficos. Aunque desde la empresa no quieren lanzar las campanas al vuelo --“todos los años vamos subiendo un poquito y queremos ir poco a poco”, señala su director comercial, Jaime Muñoz, quien se escuda en las dudas que se generaron en la firma en años anteriores-- el presidente de la Autoridad Portuaria, Juan José Monzonís, destaca que en los primeros meses de este año “ha tenido mucho tráfico, incluso ha habido días que no daban abasto”. Muñoz se muestra más modesto y señala que el incremento de los tráficos es constante, “aunque necesitamos mucho más”. No en vano, la empresa, que en el 2011 se fusionó con Terminal de Graneles de Castellón (otra terminal dedicada a los mismos tráficos pero que opera en la dársena norte) debido a que compartían accionistas y con el objetivo de reducir costes, ha llevado a cabo en los últimos ejercicios una profunda remodelación que hace casi dos años incluso motivó un cambio en la gerencia. DIVERSIFICACIÓN Antes, y también ahora, entre los objetivos de PortSur ha estado siempre la diversificación de tráficos, señala Muñoz. Aunque la importación de materias primas para la producción de cerámica (fundamentalmente arcillas y feldespatos) sigue siendo el principal tráfico con el que trabaja la terminal, la crisis económica incluso ha acentuado la necesidad de abrir su abanico de tráficos. Así, la práctica desaparición de la actividad constructiva en España provocó que La terminal de graneles de la dársena sur cargó, por primera vez en marzo, clínker para exportar a Italia en PortSur dejasen de trabajar con clínker (materia prima para fabricar cemento), uno de los tráficos que, procedente del extranjero, estaba entre sus prioridades al principio de sus actividades. Hace algo más de un mes, PortSur trabajó por primera vez con la carga de un barco de clínker que, procedente de cementeras de la Comunitat, partió hacia el norte de África, donde la actividad constructiva va al alza. Fueron 25.000 toneladas que abren una nueva puerta a la esperanza para la terminal, aunque Muñoz señala que este tráfico “todavía no es regular”. Es decir, que aún han de trabajar para cerrar nuevos envíos. Sí que se ha convertido en habitual la carga de biomasa (astillas de madera procedentes de limpiezas de bosques o quemados en incendios). Este año ya se han cargado tres barcos de entre 3.000 y 4.000 toneladas que han partido con destino a Italia. Asimismo, la importación de cereal es, junto con las materias primas cerámicas, el principal nicho de actividad en la dársena sur del puerto de Castellón. También la exportación de coque (producto energético sólido que se produce en la refinería de BP en el polígono del Serrallo) es uno de los tráficos con más importancia. Gracias a todos ellos, el año pasado, entre las dos zonas de trabajo en el sur y el norte, PortSur alcanzó a mover 1,9 millones de toneladas, destaca Muñoz. H e acerca la fecha en la que el Gobierno deberá dar a conocer con detalle esa reforma tributaria tan esperada que en el Impuesto sobre Sociedades debería tener por objetivo los siguientes: La simplificación del impuesto, la reducción de costes administrativos, la seguridad jurídica, el favorecimiento del desarrollo económico de las empresas, la atracción de capitales extranjeros, la neutralidad fiscal así como garantizar la suficiencia de ingresos tributarios para el Estado. De momento, se nos ha dado a conocer el contenido de un informe elaborado por expertos en la materia, el “Informe Lagares”, no vinculante para el Gobierno, que a entender de muchos asesores tributarios, no soluciona ni mucho menos los problemas que las empresas tienen hoy en día. Respecto a la simplificación del Impuesto, recordar, que en el Informe para la Reforma del Impuesto sobre Sociedades (Libro Blanco), publicado en 1994, se concluyó que la base imponible del impuesto debería acercarse al resultado contable en la medida de lo posible. Pues bien, en la actualidad en el Modelo 200 de declaración de este impuesto podemos contar múltiples conceptos que generan ajustes o diferencias fiscales al resultado contable. Entre ellos, podemos citar las legisladas más recientemente: 1 --No deducibilidad fiscal del 30% de gastos contables derivados de las amortizaciones de activos. 2 --Las empresas no se pueden deducir el total de gastos financieros en determinados supuestos. 3 --La depreciación contable del valor de las filiales tampoco resulta fiscalmente deducible. El Informe Lagares no propone medidas para disminuir la complejidad de la base imponible del Impuesto sobre Sociedades, alejándose de la capacidad económica de las empresas, configurándose como un impuesto mínimo aplicable por el hecho de desarrollar una actividad empresarial. El Informe, no obstante, sí que propone dos grandes medidas simplificadoras: a) La supresión de todas las deducciones en la cuota del Impuesto, incluida la de I+D+i, si bien el Gobierno ya ha manifestado su deseo de no eliminarla. b) La supresión del régimen especial de las Empresas de Reducida Dimensión, aplicable casi al 90% de las empresas españolas. En contrapartida a las medidas comentadas, que no harían sino aumentar la tributación, los expertos, eso sí, proponen la reducción progresiva del tipo de gravamen desde el 30% actual hasta el entorno del 20%, medida necesaria y aplaudida que nos acerca a la media de gravamen de la UE. En cuanto a la reducción de costes administrativos nada se ha propuesto respecto al régimen de documentación de las operaciones vinculadas, excesivamente complejo y desproporcionado para las empresas, haciendo caso omiso a las propuestas de la AEDAF que proponen su aplicación sólo a operaciones transnacionales y a grandes grupos de sociedades en función de la cuantía del perjuicio recaudatorio a la Hacienda Pública. Nada añade tampoco a reforzar la seguridad jurídica en el impuesto quedando cuestiones como la deducibilidad fiscal de la retribución de socios y administradores a expensas de la interpretación cambiante de la Administración y de los Tribunales. El objetivo de favorecer el desarrollo empresarial debería dar lugar a preservar algunos incentivos fiscales como la deducción por I+D+i, la mejora del tratamiento fiscal de pagos por cánones y cesiones de tecnología, las deducciones por inversión de beneficios productivos para promover la autofinanciación, medidas que incentiven la contratación, así como deducciones para empresas exportadoras o que se inicien en esta actividad. El Informe opta por eliminarlos en aras a la simplicidad del impuesto, no obstante, será el Gobierno quien decida cuáles preservar. Tampoco se detectan en el Informe Lagares medidas orientadas a la atracción capitales extranjeros. En este sentido podría haberse propuesto medidas como la extensión de la exención (aplicable a entidades bancarias aseguradoras y entidades cotizadas) en el pago de intereses a financiadores no residentes en la U E así como la revisión del Régimen de Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros que actúe de canalizador de la inversión extranjera. El Gobierno decidirá y dará a conocer en junio qué medidas adopta y a legislar para que entren en vigor a partir del 2015. Esperemos que aprovechen la ocasión para adecuar el impuesto a las necesidades reales de las empresas, favoreciendo el incremento de su actividad y por ende el de la recaudación tributaria. H Economista y asesora fiscal [email protected]